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Concluye la primera sesión de un sínodo con vocación de concilio

antonioMañana concluye la sesión del Sínodo Extraordinario sobre la familia, con la ceremonia de beatificación del papa Pablo VI, una víctima, a mi juicio, de sus íntimos temores de conciencia que le imbuyeron los defensores de la concepción untradogmática del catolicismo: un sistema compacto y sin fisuras, culminado en Trento y Vaticano I, que no puede permitir que se quite ni una tesela del constructo, pues se derrumbará todo. Para muchos catolicismo es doctrina papal innegociable, dogma infalible no revisable. Y punto.

Tras ser Montini uno de los grandes cardenales que lanzó el Vaticano II a la gran reforma, le convencieron después, ya papa, de que tenía que colocar una nota complementaria a la Constitución sobre la Iglesia, pues era peligroso inistir tanto en  el mensaje de corresponsabilidad que pudiera oscurecer la absoluta primacía del  papado solo. Así la curia pudo de nuevo imponerse a las conferencias y sínodos. Y también, para no contradecir a Pío XI, le hicieron (Ottaviani sobre todo) desoír a la comisión creada para estudiar el ejercicio de la paternidad responsable,  publicando la Humanae Vitae, nefasta encíclica que ahondó el rechazo del pueblo de Dios a la doctrina y a la praxis católica y sirvió de banderín d enganche para el neoconservadurismo católico dominante con Wojtyla y Ratzinger.

Ese recuerdo del papa que, seguramente contra sus más íntimas convicciones del diálogo como programa y de progreso de los pueblos como horizontes, inició el frenazo al Concilio asustado por las alarmas del lobby conservador, sirve para entender la trascendencia de lo que se ha producido en estas dos semanas de la primera sesión Sínodo de la familia.

En tan pocos días se ha creado, dentro y fuera del aula sinodal, el mismo ambiente de abierta discusión sobre temas que suponen verdaderos puntos de renovación en la doctrina y práctica de la Iglesia como pasó en la primera sesión del Concilio. El paralelismo lo han resaltado muchos vaticanólogos. Tal vez el que mejor lo ha sintetizado es uno de los más veteranos, Sandro Magister, que en este momento está alineado en la línea Wojtyla-ratzingueriana. Para él, hemos asistido al despliegue de una verdadera estrategia, bien pensada y programada, con la finalidad de provocar una ruptura en la línea de la llamada verdadera y única catolicidad. Es curioso que la relaciona con la estrategia pensada en 1963 por el político-sacerdote Dossetti que utilizó al cardenal Lercaro y a otros padres conciliares. Ahora no nombra al estratega –al coach que diría Rodrigo Olvera– pero es evidente que se refiere al mismo papa Bergoglio. Recomiendo vivamente leer este artículo publicado ayer: La verdadera historia de este sínodo. Director, ejecutantes, ayudantes. Lo que para él es una vergonzosa maquinación, para muchos de nosotros es un gran logro:

Tanto la apertura a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar por lo civil – y, por lo tanto, la admisión por parte de la Iglesia de las segundas nupcias – como el impresionante cambio de paradigma en el tema de la homosexualidad introducido en la “Relatio post disceptationem”, no habrían sido posibles sin una serie de pasos hábilmente calculados por quien tenía, y tiene, el control de los procedimientos.

Es lo que opina hoy otro vaticanólogo de más fiabilidad para mí que el anterior, por haber sido durante más de cuarenta años colaborador, junto a otros diarios, de la gran revista Il Regno, paradigma de lo que debe ser una revista de pensamiento cristiano auténtico y libre. Luigi Accattoli escribía ayer en el blog de Il Regno sobre el sínodo: É bene que vi sia bataglia in aula e fuori:

Subrayo las palabras con las cuales Francisco ha saludado a los padres ayer por la tarde, al finalizar la jornada de las conclusiones de los Círculos menores para pedir que se publicaran: “Bravi avete lavorato bene. Questo era proprio il confronto che volevo. Adesso andiamo avanti”. Otra voz serena ha sido la del card. Marx che hoy e la rueda de prensa ha dicho: “Il dibattito è stato animato e questo è molto positivo”.

Y, frente a las histéricas voces que acusan a Bergoglio de impositivo de una previa posición rupturita dice:

“Si lo que quería era decidir por4 sí mismo, ¿habría Francisco convocado un Consistorio e dos Sínodos y promovido una inédita fase sinodal de un año convocando a ella a toda la ecumene católica? Solo un papa que quiere de verdad suscitar energías en respuesta a los desafíos de la familia podía convocar un tan extraordinario momento colegial y comunitario”.

Mañana o cuanto antes habrá un documento final. Los temas principales más calientes parece que van a estar presentes allí. Es posible, como pasó en el concilio, que haya cierto pacto en el lenguaje y se limen algunas expresiones de la Relatio post diceptationem. Pero vamos a tener después un año completo para que comunidades d todo el mundo, movimientos y teólogas y teólogos hablen de estos temas con libertad. Irá saliendo lo que de verdad está en juego sobre la familia cuando uno se inspira en la verdadera fe y no en meras herencias ideológicas o costumbres arraigadas. Y en octubre de 2015 podría resplandecer una verdadera conclusión sobre lo más positivo que la fe cristiana ha de decir hoy sobre la la sexualidad y la familia.

Y si el año próximo no, esperaremos más tiempo, como pasó con el Congreso de Lambeth. hasta que las posiciones más abiertas se abran camino desde la base.

Y, para concluir, no puedo menos de refirme a un revelador artículo que expresa cómo pensaba el joven profesor Joseph Ratzinger, experto del cardenal Frings, en los tiempos del vaticano II. Está el texto íntegro en español de Gianni Valente, anteayer,  en Vatican Insider: El joven Ratzinger, el matrimnio y el «regalo envenenado» del estocismo al cristianismo.

Entre las cuestiones que iba en el cuestionario recordáis que estaba lo que opinaban los fieles sobre la ley natural del matrimonio y la familia. El joven Ratzinger se alegró en 1965 cuando la Gaudium et Spes liberó la verdadera teología del matrimonio fundada en el amor y no en el estoicismo y derecho romano, al no hablar del fin primario de la procreación. Lo manifiesta en sus escritos sobre el Concilio que se han publicado ahora en francés. Lejos estaba entonces de que se iba a convertir en un profeta de los principios innegociables del catolicismo que se basan precisamente en la doctrina estoica sobre la ley natural.

20 comentarios

  • oscar varela

    Hola!
     
    Recibo de un amigo:
     
    Hoy, más que nunca, la Teología de la Liberación nos invita a la reflexión y a la acción.
    Es evidente que el Sínodo de la Familia toca temas con implicaciones en la vida de todos nosotros.
     
    Sin embargo, no toca muchos problemas vitales y urgentes de la humanidad.
     
    El padre Houtart, actualmente profesor honorario del IAEN (Instituto de Altos Estudios Nacionales) de Quito nos recuerda la actualidad de la Teología de la Liberación: el cristiano es llamado a construir el reino de los cielos, y por su reflexión, y por su acción.
    ………………………….
     
    Un nuevo despertar para la Teología de la Liberación
     
    La Teología de la Liberación es necesaria hoy, no solamente para América Latina, sino para el mundo entero.
     
    Su visión holística de la realidad humana, su enfoque concreto de la existencia de los seres humanos en el planeta, su lectura del Evangelio en función de la mirada de los explotados (los pobres socialmente construidos) constituyen una base sólida de animación de la fe cristiana y del desarrollo de la espiritualidad.
     
    En esta perspectiva, los valores del reino no se quedan solamente en un discurso general, sino que se aplican a realidades concretas, tal como Jesús lo hizo en su sociedad de la Palestina del primer siglo.
     
    Evidentemente, la sociedad mundial actual es más compleja que la de ese tiempo. Es por eso que se necesitan instrumentos de conocimiento social, económico y político más elaborados.
     
    No se trata solamente de describir los hechos y de reaccionar en función de una referencia moral inspirada por la fe, sino de ir hasta la lógica del sistema que orienta el quehacer colectivo del mundo actual.
     
    La Teología de la Liberación ha realizado y realiza eso, en particular, en América Latina, África y Asia y por eso se llama liberación.
     
    Sin embargo, no se limita a desarrollar una doctrina social. Reflexiona también sobre la transmisión del mensaje de Jesús en su conjunto, en todas sus dimensiones, lectura bíblica, liturgia, eclesiología, espiritualidad.
     
    Lo hace siempre tomando en cuenta las realidades económicas, políticas y sociales, y las luchas para la justicia. Hoy, ella se encuentra frente a nuevos desafíos. La crisis del sistema afecta a Europa y a EE.UU. y no solamente la periferia. Nuevos pobres aparecen y la riqueza se concentra más en pocas manos.
     
    La emergencia de países del sur se define en los mismos términos que el “desarrollo” del norte, creando contradicciones similares. Nuevas capas de resistencias se manifiestan y las soluciones se expresan en otros términos.
     
    Unos de los campos nuevos es la destrucción acelerada del planeta, incapaz de regenerarse frente a la lógica de explotación del capitalismo. La contradicción con el concepto bíblico de creación dinámica y permanente es obvia y conduce a la muerte, cuando el anuncio de la resurrección es una afirmación de la vida.
     
    Un sistema que se desarrolla en la injusticia, con una economía sacrificial para la madre-tierra y los seres humanos, en medio de guerras para establecer su hegemonía, exige la inspiración y la visión crítica de los cristianos, junto con otros, para la búsqueda de alternativas.
     
    Eso implica también una autocrítica, porque el peso de la institucionalización en todos los dominios del cristianismo, como de todas las religiones, desde la teología hasta la organización; desde la espiritualidad hasta la catequesis, tiende a construir contradicciones, no siempre conscientes.
     
    Regresar a la palabra y a la acción de Jesús en su sociedad en la cual no dejó de formular críticas a la opresión ejercida por todos los poderes es la base de la Teología de la Liberación.
     
    Su aplicación a las situaciones actuales, con el análisis de los mecanismos de sus construcciones y de las lógicas de sus acciones, significa una renovación de la tarea de anunciar el evangelio, como inspiración de la historia.
     
    El papa Francisco que ha dado tantas señales de una actitud renovada, está abriendo espacios, donde se espera que la Teología de la Liberación encontrará de nuevo su lugar.
    ………………………………
    Fuente : “El Telégrafo”, Quito,  19/7/2014.
    ………………………………

  • ELOY

     
     Dos artículos en EL PAÍS de hoy han llamado mi atención porque parecen confirmar y clarificar una tendencia.
     
    Y las “tendencias” son fundamentales para valorar racionalmente el camino por el que estamos transitando y prefigurar de alguna forma hacia dónde vamos, con más o menos dificultades, retrocesos y avances.  
     
    Aunque es verdad: siempre podrá haber sorpresas o resultados no esperados ni queridos.
     
    El primer artículo al que me refiero está firmado por Pablo Ordaz desde Roma y lleva el siguiente titular:
     
    EL PAPA FRANCISCO: “DIOS NO TIENE MIEDO A LAS NOVEDADES”
     
    He aquí el enlace:
     
    http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/19/actualidad/1413741208_673647.html
     
     
    El segundo artículo es un análisis sobre la tensa relación entre Pablo VI (Montini) y Franco, que firma Juan G. Bedoya y que titula:
     
    “El pontífice que enfureció a Franco”.
     
    Este es el enlace:
     
    http://politica.elpais.com/politica/2014/10/19/actualidad/1413737634_308535.html
     
     

     

     

  • Dracir Abad

    Antes de dejar de comentar en este hilo (los acontecimientos de México son realmente importantes comparados con el tema del Sínodo que quizás volverá a tener vigencia cuando se reanuden las reuniones, me gustaría completar mi comentario sobre la continuidad de la Historia y cesar mis comentarios al respecto.

    Los acontecimientos marcan la continuidad, pero la Historia existe solo en la gente concreta y su continuidad le viene de la continuidad de la vida misma. Lo que pudiera arecer una rupture o una interrupción en modo alguno rompe ni el hilo de la Vida, ni hace cesar y recomenzar al tiempo. La búsqueda de la Verdad, de la Justicia, de la Libertad, son las fibras que dan continuidad a la Historia y para poder hablar de ellas, ha sido necesario una larga sucesión de momentos de búsqueda y descubrimiento, de luchas y de triunfos y fracasos, de ideas contrapuestas que originaron nuevas ideas y subsiguientemente provocaron cambios paradigmáticos.

    Los cambios cuantitativos presentan un carácter relativamente lento, continuo, mientras que las transformaciones cualitativas se interrumpen, tienen la forma de saltos. El desarrollo se manifiesta, pues, como la unidad de dos formas o fases distintas, pero interdependientes: continuidad y discontinuidad (formas de saltos).

    Continuidad: en la Historia de algo o alguien es una fase de acumulaciones cuantitativas lentas e imperceptibles. No afecta a la calidad del objeto sino que introduce en él insignificantes cambios cuantitativos y constituye un proceso de aumento o disminución del objeto.

    La Discontinuidad es una fase de cambios cualitativos radicales del objeto, un momento o periodo de transformación de la calidad vieja en otra nueva. A diferencia de los cambios cuantitativos, lentos y ocultos, el salto es un cambio más o menos manifiesto, relativamente rápido de la calidad del objeto. Estos cambios se operan con relativa rapidez incluso cuando las transformaciones cualitativas adquieren la forma de transito gradual. Como quiera que debido al salto se destruya lo viejo y nace lo nuevo, lo avanzado, los saltos tienen inmensa importancia en el proceso histórico del objeto.

    Mientras que una realidad experimenta cambios cualitativos con forma o al modo de interrupción, dicho cambios pueden estar inscritos en un context del cual dicho cambio o salto cualitativo sea parte del proceso cuantitativo en un marco de referencia mayor que lo contenga. Por ejemplo, en el magisterio jerárquico puede que haya o no cambios imperceptibles qued en su propio contexto particular o próximo representen un salto de rupture pero que en cambio el conjunto del magisterio jerárquico no lo refleje.

    La inmensa mayoría seglar de la Iglesia vive su catolicismo a su propio modo y eso ha causado en parte la inoperancia de un evento como el Sínodo que nadie sabe si afectará o no sustancialmente al catilicismo contemporáneo de conjunto. 

    Pido disculpa por haber insistido una vez más en un tema que realmente parece superfluo con los crímenes cometidos en México pero por mi parte este sera mi ultimo comentario. 

  • Rodrigo Olvera

    Pues no… la continuidad de la historia no es una necesidad dialéctica, estimado Dracir.
     
    En la historia, en toda historia— desde la historia personal, la familiar, la comunitaria, etc. –  puede haber continuidades; puede haber “corrimientos”; puede haber  rompimientos.
     
    Sistematizar lo que haya de continuidad y/o de corrimientos y/o  de rompimientos, es parte del “conócete a tí mismo” de lo griegos, y del “recuerda Israel por dónde te ha conducido el Señor” de los judíos
     
    Saludos

  • Dracir Abad

    La continuidad de la historia es una necesidad de la interpretación dialéctica. El pasado siempre origina el presente y no es possible disolver el nexo entre el presente y la totalidad del pasado. Por eso arguyo en favor de ver el present cutelosamente con algún pelín de esperanza o de optimism aunque sin hacerse mucha illusion.

    Cualquier mirada a la historia de la Humanidad demuestra que el desarrollo  dialectico de la Historia cuando no  cuenta con las condiciones objetivas para que se consolide en hechos irreversibles o retrocede o se lentifica, pero a la larga nada ni nadie lo puede impedir.

    Una muestra es la lentísima pero aparentemente inexorable autodestrucción de la hegemonía clerical católica que solo tiene valor para un sector cada vez más pequeño de bautizados católicos y en cambio cada vez es mayor el número de los que viven su cristianismo autonómicamente.

  • Rodrigo Olvera

    Dracir
    Nadie te está prohibiendo opinar, nadie está limitando tu libertad de opinar, nadie te está llamando persona non grata.
     

  • Dracir Abad

    Yo pienso que la continuidad, por leve que sea de los papas posteriors a Juan XXIII no sea mérito de ellos ni lo señalo, pero si creo que algunos acontecimientos solo pueden ser atenuados pero son irreversibles.

    El énfasis de Juan XXIII en la misericordia como el atributo principal de la divinidad no sé si lo hubiese llevado a profundizar en el tema aún más allá de “Paz en la Tierra” y la convocación del Concilio,  de haber vivido más tiempo. Los demás no tuvieron o tienen su experiencia de nuncio ni conocieron de cerca la pobreza y el sufrimiento de la gente como debió conocerla él. Por lo pronto, como Bergoglio tuvo que confrontar una curia extremadamente poderosa y reaccionaria en los pocos años de su influencia a la cima del Vaticano.   

    Pablo VI era hijo de una familia muy activa en el movimiento laico italiano sobre todo su padre y con su personalidad llena de temores se acercó alguna vez a introducir cambios significativos en la percepción de la acción pastoral más de cara a la gente, JPII que nunca he defendido, al escribir Dives in Misericordia puso sobre el tapete el tema de nuevo aunque lo haya hecho a su manera, y Benedicto hizo lo mismo desde su estilo intelectual y casi sensible pero preocupado siempre por proteger la autoridad, alejado de la gente.

    La elección de Bergoglio de alguna manera me parece que reaproxima la actitud de la jerarquía a la línea de Juan XXIII y eso es possible porque no hubiera una ruptura total con Juan XXIII. Evidencia de edsto ultimo es la oposición interna que debe estar confrontando.

    Yo ya tengo bastante con la infalibilidad papal que me pesa demasiado y que en realidad no me preocupa. Comprendo que algunos de vosotros tengan la autoridad necesaria para condenar como error lo que yo afirme y lo hacen con alguna sistematicidad. Eso es parte imagino del ejercicio de la libertad. Por mi parte mientras la redacción de Atrio no me lo prohiba, me permit afirmar lo que sinceramente creo aunque lo que yo diga pueda ser declarado anatema o sea desaprobado.

    Tan pronto el Sr. Duato o la redacción de Atrio me indiquen que sea persona non grata en Atrio dejaré de expresar lo que pienso pero eso no ha ocurrido aún. Lo que siempre estaré dispuesto a hacer es retirar mis comentarios cuando sean ofensivos a alguien, aunque sea una sola persona.

    Esperar que la jerarquía cambie no está entre mis esperanzas, pero me alienta la continuidad, aunque sea tenue que me parece ver porque quizás sea cierto, aunque no lo pueda afirmar, que la obra que arrancó desde Jesús de Nazaret de la forma más extraña que se pueda concebir, incluyendo los caminos de la violencia que al parecer le fueron contradictorios, y que toda la historia humana camine en la dirección de que dicha obra se realice y llegue a prevalecer la Justicia como lo que es, expresión de la Misericordia

  • mª pilar

    Respondiendo al interrogante de Pepe B., te diré:
     

    ¡Sí muchos!
    No solo obispos, sino curas… también decirte que fueron vilipendiados, silenciados, apartados de sus lugares de trabajo, y otros fueron expulsados.
     

    Lo puedo acreditar en persona, pues en tiempos trabajé intensamente dentro de las parroquias, barrios, al lado de personas extraordinarias y con otras inquietudes; no solo en España, también cruzando el charco.
     

    Han sido y son, la verdadera semilla de un Proyecto tan ilusionante y hermoso como el de Jesús, sin destrozar nada allá donde fueron a vivir; es una hermosa experiencia que cambia la vida.
     

    Solo hay una pregunta que siempre me bulle en mi cabeza y corazón:

    ¿Por qué, sabiendo las dificultades con que se van a encontrar, aceptan ese puesto de obispo, que en cierta manera les ata?
     
    Ahí, no tengo respuestas, a quienes les he preguntado, siempre me han dicho:

    Si trabajas en silencio, sin llamar la atención, se puede llegar mucho más lejos dentro de un cargo superior (sin vivir como ser superior sino mano a mano con quienes quieren empujar esa barca);  ciertamente tengo experiencias  maravillosas de ello.
     
    Pero un día… sin comerlo ni beberlo, alguien con poder dentro de las altas esferas, y deseando algún lugar que quieren especialmente para algo personal o de grupo… remueven, calumnian, traman… y poco a poco, estalla el poder y se arma la marimorena.
     

    Te aseguro Pepe, que es magnífico comprobar cómo trabajan y hasta donde pueden llegar; un ejemplo vivo:
    Pere Casaldáliga. Conozco a otros… Cierto,  allá,  más solo que la una… referente al poder, pero integrado totalmente en el alma y ser del lugar que eligió para entregarse.
     

    Muertos por asesinatos… También tenemos espléndidos ejemplos, no solo obispos y curas, sino personas laicas que trabajaban junto a ellos.
     

    Respecto, a que la iglesia romana y su poder cambie… ya no lo veré; me sucedió con el Vaticano II, y mira donde lo han dejado.

    mª pilar

  • pepe blanco

    Hola Rodrigo,
     
    Tienes razón. Inconscientemente, interpreté el subconjunto de los obispos sinodales como estadísticamente representativo del conjunto total de los obispos. Y no tiene por qué ser cierta esa hipótesis. Desconozco cómo se eligen los obispos que van a participar en un sínodo.
     
    Creo que tienes razón cuando comentas que a los últimos papas les importaba tanto o más la obediencia de los obispos que sus orientaciones o matices teológicos. Respecto a esto, recuerdo que Antonio Duato contó que, en una ocasión, había estado presente en un juramento de fidelidad al papa (o algo por el estilo) el día antes de la consagración de un obispo, aunque me pareció entender que esa práctica está en uso desde el juramento antimodernista (no recuerdo bien los detalles).
     
    Saludos

  • Rodrigo Olvera

    No, Dracir.
     
    Ni Wojtila ni mucho menos Ratzinger estuvieron en la misma línea que en la que estuvieron Roncalli, Montini (con ambigüedades) y ahora Bergoglio. Un sólo dato: Ratzinger modificó las reglas de la signatura apostólica para que fuera más dificil y más legalista el otorgamiento de sentencias favorables a la nulidad matrmonial.
     
     
    Pretender que es la misma línea sólo con diferencias de estilo no corresponde a la realidad. Tal como dijo Antonio Duato en un comentario en otra entrada, en este sínodo se han confrontado la línea de Ratzinger y la de Bergoglio. Está siendo una confrontación real. Me parece que no tiene sentido negarlo y pretender que hay una continuidad desde Roncalli hasta hoy.
     
    Saludos

  • Rodrigo Olvera

    Hola Pepe
     
    De acuerdo en que no hay motivos de euforia, ni en el tema de las personas homsexuales ni en el resto de temas.
     
    Una aclaración: en el sínodo no participan todos los obispos, sólo algunos.
     
    a) Esta votación, aunque significativa, no representa a todos los obispos. No estoy seguro como habría sido la votación si hubieran votado todos los obispos.
    b) Si algo caracteriza el perfil de los obispos nombrados por Wojtila y Ratzinger no es tanto su conservadurismo, sino su sumisión y docilidad a la “voz de arriba”. Algunos cuantos son rígidamente conservadores. Muchos otros fueron conservadores cuando la “voz de arriba” era conservadora, y son ahora flexibles y “misericordiosos” porque la “voz de arriba” les dice que así lo sean.
     
    Saludos

  • Dracir Abad

    El énfasis puesto por Francisco sobre la misericordia en la línea que comenzara Juan XXIII y continuaran Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, cada uno a su estilo, ha ido creando una base quizás endeble pero sobrevive y movió a reconsiderar la noción puramente legalista del pecado en este Sínodo.

     Cuando Francisco encargó a Walter Kasper del document introductorio al Sínodo, ya este libro de Kasper era más que conocdiso y había sido traducido a varios idiomas. Me refiero a “La Miericordia, clave del evangelio y la vida cristiana”, Walter Kasper, Santander, Sal Terrae, Presencia Teológica, n. 193, 2012, pp. 164-165) del cual selecciono un texto crucial:

    “Este contexto […la cambiada y cambiante situación social…] solamente es necesario llamar la atención sobre un problema: el peligro de aburguesamiento de la Iglesia en el acaudalado munco occidental. En muchas comunidades se ha configurado un ambiente en el que difícilmente encuentran sitio las personas que no encajan en el marco de un estilo de vida más o menos burgués, las personas que se han echado a perder o han sido víctimas de los mecanismos sociales. Esta es una situación difícil de conciliar con la praxis del propio Jesús. Pues nada causó más escándalo durante su actividad terrena que el afecto que sentía por los pecadores. or qué come con recausadores y pecadores?” Así rezaba la pregunta que más bien era un reproche. La respuesta de Jesús fue: “No tienen necesidad del medico los sanos sino los enfermos. ZNo vine a llamar a justos, sino a pecadores” (Marcos 2, 16ss).

    Entre los publicanos y las prostitutas encontró Jesús también mayor fe que entre las personas establecidas de la época. Por eso pudo decir de unos y otras, de publicanos y prostitutas, que entrarán en el reino de Dios antes que quienes se tienen a sí mismos por justos (Cf. Mateo 21, 31ss)…De ahí que la crítica más grave que se le puede hacer a la Iglesia sea, como ya ha quedado dicho, la de que confrecuencia no lleva o no parece llevar a la práctica sus palabras, que habla de la misericordia de Dios, pero muchas personas la experimentan como rigurosa, dura e inmisericorde.

    Tales acusaciones se formulan, por ejemplo, en referencia al trato que la Iglesia depara a las personas en cuya vida ha habido rupturas o fracasos, a los divorciados que han vuelto a casarse civilmente y a quienes (según el derecho civil) han abandonado la Iglesia , a menudo solo porque no querían o no podían pagar el impuesto eclesiástico; y se formulan también en referencia a como critica e incluso rechaza [la Iglesia] a aquellos que no llevan una forma de vida acorde al orden eclesiástico o, por cualquier otro motivo, no encajan en el sistema normativo eclesiástico.”

  • pepe blanco

    Respecto a los homosexuales, no parece que el documento invite a la euforia. El que “los hombres y las mujeres con tendencias homosexuales deben ser acogidos con respeto y delicadeza”, eso ya lo decían antes. Y, por otra parte, siguen afirmando queque no se pueden establecer analogías, ni si quiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia“.
     
    Veremos cómo queda el documento final, dentro de un año. De momento, respecto a los homosexuales, nihil novum sub sole.
     
    Dos cosas más:
     
    1.- Cuando el otro día comentaba cuánto les gusta hablar a los curas, en realidad no quería hacer ningún comentario gracioso, sino expresar algo muy serio. Las personas somos dueñas de nuestros silencios y esclavas de nuestras palabras. La iglesia, también. Y, durante siglos, la iglesia ha dicho muchísimas cosas que ahora la atan como cadenas irrompibles.
     
    2.- Un dato que me sorprende mucho: después de casi 40 años de papados ultraconservadores, ¿resulta que más de la mitad del episcopado es “progresista”? No sé, no ma acaba de encajar. O el texto no es tan progresista, o la mayoría de los obispos han vivido décadas amordazados y viviendo y predicando en contra de sus más profundas creencias. Cualquiera de las dos hipótesis me parece muy triste.

  • ELOY

     
     
    Leo en la crónica del corresponsal de EL PAÍS, Pablo Ordaz:
     
    “Entre el peligro de dar la impresión de una Iglesia dividida o la de seguir siendo una Iglesia oscurantista, Jorge Mario Bergoglio decidió que era menos malo lo primero y azuzó el debate y lo divulgó. Al final, se dirigió a los padres sinodales –que tendrán que seguir trabajando en el documento hasta el Sínodo de 2015—y les invitó a seguir caminando, y discutiendo, juntos. “Hubiese sido muy triste”, dijo, “si hubiese reinado una falsa y tranquila paz”.
     
    Enlace con la crónica en EL PALIS digital:  
     
    http://politica.elpais.com/politica/2014/10/18/actualidad/1413656873_248473.html
     

     

     

  • Rodrigo Olvera

    Aquí está el texto aprobado del Sínodo en su idioma oficial (itaiano), junto con la votación en cada uno de sus numerales. Es interesante ver las relaciones entre voto a favor y votos en contra, según los temas votados.
     
    http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2014/10/18/0770/03044.html
     

  • Rodrigo Olvera

    Bueno, yo en esta ocasión quiero acompañar el optimismo mesurado de Antonio.
     
    Al parecer, el bloque conservador no superó el 1/3 del total de votos; y fue incapaz de bloquear ningún tema. Algo es algo. Pero sería que los conservadores hubiera superado la mitad de votos.

  • Antonio Vicedo

    ¿Y por qué ni en Trento, ni en Vaticano Iº. no se atrevieron a expurgar el Evangelio en algo tan claro y sencillo como lo de: “EL SABADO ES PARA LA HUMANIDAD, Y NO ESTA PARA AQUEL”?
     
    Con ello podían haberse asegurado el cambio de cimiento de la ARENA MOVEDIZA a la ROCA INCONMOVIBLE, o PIEDRA ANGULAR que, pese a todos los solemnes rechazos sustanciales,o secretos vaticanos, sigue siendo JESÚS con su TESTIMONIO y MENSAJE al alcance de LAS GENTES MAS SENCILLAS, porque así le parece bien al PADRE BENDITO.
     
    Creo que va cobrando fuerza y actualidad en las conciencias adultas del DISCIPULADO DE JESÚS y SUS ALEDAÑOS,  aquello de simplemente entender lo dicho a PEDRO: “Y tu, cuando te conviertas, CONFIRMA EN LA FE A L*S HERMAN*S MAS PEQUEÑ*S (que ya la viven sencillamente,  sin ser tont*s, ni atontad*s)

  • mª pilar

    Siento mucho, no estar tan ilusionada como Antonio… es, que no soy tan buena persona como él lo es.
     

    No espero nada novedoso de este sínodo; solo viendo la sala donde se reunían, ocupada por los “príncipes, cardenales” obispos y cuantos cargos allí estaban, bien vestiditos de púrpura… etc.
     

    ¿De verdad creemos que habrá alguna renovación importante, no solo para los cristianos, sino para toda persona de buena voluntad en su hacer, vivir, querer…?
     

    Hay tanto que desmontar, explicar, aclarar, enseñar sin trampa alguna, reconociendo todos lo errores cometidos, las desviaciones etc. a lo largo de los siglos.
     

    Como nos dice Antonio, solo con que se mueva una tesela… todo el entramado se cae por su propio peso.
     

    Retomar el Mensaje de Jesús, costará sudor y lágrimas y… muchas renuncias al poder, la riqueza, el dominio, la parafernalia.
     

    Labor harto dura y complicada.

    mª pilar

  • Santiago

    EL HECHO que en el “pasado” se haya enfatizado en la Iglesia el “fin” del matrimonio no quiere decir que TODO se haya podido supeditar y subordinar a el. Lo cierto es que siempre se pudo entender que la esencia del matrimonio es el amor de los contrayentes que son los propios ministros y que expresan ese amor en un voto perpetuo por medio de las palabras y los signos propios del sacramento. El fin del matrimonio, como el de cualquier otra cosa, no puede expresar totalmente lo que significa…Por lo tanto, tampoco el fin de la institucion divina del matrimonio que indudablemente es la perpetuidad de la especie, querida y estructurada por Dios desde el comienzo de la Creacion,.tampoco pues…puede separarse ella completamente de la esencia del sacramento, que es el amor…por eso la consecuencia del amor no solo esta en la expresion mutua y los signos externos e internos y la mutua satisfaccion en el amor entre los esposos, ..sino en los hijos que son el bien del matrimonio…
    De ahi que las partes del matrimonio estan entrelazadas entre si y constituyen una unidad…Pablo VI no pudo en ningun momento atentar contra esa unidad esencial de las partes del sacramento…que es parte del amor de Dios…pues lo que Dios ha unido desde el principio “no lo separe el hombre”, como dice la Escritura…La Iglesia no hubiera podido recomendar una mera “pastilla” quimica o un metodo particular de anticoncepcion puesto que ello implica inmiscuirse en un problema biologico y medico cuyas consecuencias y efectos secuendarios son, aun actualmente, controversiales e impredecibles…Montini en su enciclica solamente reitero la doctrina predicada por la Iglesia desde los primeros siglos donde la contracepcion en sus multiples formas, y el infanticidio eran practicas comunes desde entonces hasta hoy…Pablo VI, por otro lado, aun hablando autoritativamente ,en cuanto a que la Iglesia puede interpretar el contenido  total de la tradicion apostolica, no ha intentado  hacer esta doctrina irreformable e inflexible y al mismo tiempo ha hecho hincapie en la maternidad  y paternidad resonsables, huyendo del egoismo que supone evitar la carga de los hijos aun cuando tengamos todas las posibilidades de hacerlo y que poseamos todos los necesarios humanos recursos…Los principios inviolables son una cosa…y la aplicacion pastoral y humana de ellos, son otras…Por eso, es que el Sinodo puede recomendar como aplicar los principios inviolables sobre la vida humana que provienen de Dios, de manera que se respete la moral objetiva….necesaria para el orden de la sociedad….y que proviene del mismo Dios..para nuestro bien
    Un saludo cordial   de Santiago Hernandez
     
     

  • Asun Poudereux

    Muchas gracias, Antonio.  Admiro este empeño tuyo y gran confianza en que nunca es tarde si la dicha es buena.  Y no en balde tienes  larga experiencia en todos estos asuntos.
     
    Permíteme recordar esto: “Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos” (Albert Einstein).
     
    Un gran abrazo.