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A propósito de la actual represión a los negros en EEUU

Nacho+Dueas+Dibujo¿No era Nicolás Maduro el que masacraba a su pueblo?

Decía Robespierre que se sabe cómo comienzan las insurrecciones, pero nunca cómo terminan. Desde el pasado febrero, y durante varios meses, Venezuela se ha visto sacudida por unos terribles disturbios que han dejado 43 muertos, centenares de heridos y otros tantos detenidos. En dichos altercados se han podido ver imágenes de policías disparando gas lacrimógeno, jóvenes lanzando cócteles molotovs, edificios ardiendo, estudiantes heridos, manifestantes gritando en contra del gobierno, gente con impactos de bala, barricadas, y otros elementos semejantes.


Inmediatamente, y de un modo acrítico y poco fundamentado, buena parte de la prensa mundial ha insistido una y otra vez acerca de que Maduro masacra a su pueblo, de que la policía es altamente represora, de que los jóvenes son víctimas de un sistema totalitario, y de que en ese país no se respetan los derechos humanos. De modo reiterado, la prensa libre (es decir, la sometida a las grandes empresas y bancos) ha repetido imágenes de heridos y muertos, y de policías disparando y agrediendo a los manifestantes. A la vez, desde el establishment estadounidense se ha amenazado con todo tipo de represalias y sanciones contra “el gobierno represor de Maduro ” en el caso de que éste continuase con su postura.

Sin embargo, no en vano dice el Evangelio que no es honesto mirar la paja en el ojo ajeno y no viga en el propio. De repente, en la ciudad norteamericana de Ferguson, y debido al enésimo asesinato de un negro desarmado por parte de la policía, se han sucedido unos terribles altercados que se han extendido a varias ciudades y que ya llevan varios días de duración.

En este caso, las imágenes no dejan de ser atroces: imágenes de la policía y la Guardia Nacional armados con ametralladoras, con el dedo en el gatillo apuntando desde sus tanquetas, agrediendo y golpeando a los manifestantes, algunos de los cuales lanzan bombas incendiarias y presentan un perfil de aparente violencia.

No obstante, el tratamiento que buena parte de la prensa mundial le está dando a estos altercados es completamente distinto: no es que el gobierno reprima, es que debe aplicarse a fondo para mantener el orden; no es que la policía se extralimite, es que debe garantizar la propiedad privada; y no es que los negros se hayan rebelado, es que los violentos son delincuentes llegados de otras partes del país. Y, sin embargo, las imágenes de uno y otro país, tal y como las muestran las cadenas de televisión, no son muy distintas, salvo el aspecto de la policía y de la Guardia Nacional del país norteño, bastante más intimidantes que el del país caribeño. No en vano decía Ortega y Gasset que “no vemos con los ojos, sino a través de ellos ”. Y es que no hay más ciego que el que no quiere ver.

Se podrá objetar que en el caso de los actuales disturbios de EEUU sólo ha habido el muerto inicial que detonó las protestas y otro posterior, y que durante éstas, y al menos hasta la fecha, no ha habido ningún muerto más. Sin embargo, si se tira de bibliografía y hemeroteca, se verá que el país anglosajón ha vivido mayores o semejantes altercados que los sufridos en Venezuela hace sólo unos meses. He aquí algunos ejemplos:

En 1964, la detención de dos negros a manos de la policía causó unos disturbios que dejaron 34 muertos y más de 3.500 detenidos.

Unos años después, en 1968, el asesinato de Martin Luther King desencadenó unos disturbios y una acción policial que dejaron 46 muertos, 2.800 heridos y unos 26.000 detenidos.

Más adelante, en 1992, la paliza de 4 policías al negro Rodney King provocó una espiral de violencia y brutalidad represiva que dejó 55 muertos.

Y, sin embargo, estos y otros casos, que se repiten con menor intensidad con una cierta periodicidad, no han sido merecedores del hostigamiento mediático que el gobierno de Venezuela ha sufrido (“gobierno dictatorial”, “policía represiva”, “pueblo amordazado”, “libertades cercenadas…”). Cabe preguntarse, no obstante, ¿es cierto o no que ha habido represión en Venezuela en los altercados de este año que han dejado 43 muertos? Porque es cierto que los excesos de unos no son eximentes para los excesos de otros.

Veamos: según informes de organizaciones de Derechos Humanos, como Amnistía Internacional y Provea, la mayoría de los muertos son chavistas, entre policías (nueve) y ciudadanos progubernamentales. Los antichavistas, por tanto, han puesto la minoría de cadáveres.

Según investigaciones periodísticas publicadas y no desmentidas por nadie, pero silenciadas (esto es, censuradas) por la prensa libre, se han detenido a unos 50 francotiradores y paramilitares infiltrados entre los manifestantes opositores. Así se comprende que, según datos de la Fiscalía venezolana, tanto entre policías como entre chavistas y antichavistas, se hayan producido muertos y heridos que presentaban heridas de bala en la cabeza y en línea de disparo descendente, modus operandi de los francotiradores.

El hecho de este paramilitarismo opositor se corresponde con las investigaciones publicadas, entre otros, por Eva Golinger, Luis Britto García o Pascual Serrano, que han demostrado la actuación de estos asesinos, financiados por la CIA, la NED y la USAID, al menos en 2002, 2008 y 2013.

Además, desde el bando de los opositores, y de esto hay todo tipo de documentos gráficos (que la prensalibre de nuevo ha censurado), se han atacado sedes de periódicos con cócteles molotovs, y se ha tratado de incendiar guarderías con niños en su interior, así como autobuses y oficinas ministeriales. Y hasta una universidad fue casi reducida a cenizas.

Con respecto a la actuación de las fuerzas de seguridad, cuyo responsable es el gobierno, según reconoce Amnistía Internacional todos, absolutamente todos los acusados por extralimitarse en el uso de la fuerza, han sido apartados del cuerpo, investigados y, llegado el caso, procesados e imputados. Además, se ha destituido a altos cargos civiles y policiales a tenor de estas acusaciones. No en vano, Maduro aseguró que no permitiría excesos por parte de las fuerzas de seguridad, y que investigaría los casos aislados de represión policial. En este contexto, la propia Fiscalía ha abierto una línea telefónica para denuncias anónimas al respecto. Contrasta todo esto con la casi total impunidad con que en el país estadounidense se suceden los abusos policiales a los negros.

Y, además, en Venezuela jamás se ha decretado el toque de queda ni el estado de excepción (lo que sí se ha hecho en EEUU) e, incluso, todas las manifestaciones pacíficas están garantizadas por ley, de iure y de facto.

Así, el pueblo venezolano es libre para echarse a la calle a denunciar las carencias de la revolución, pero también para celebrar sus éxitos: el descenso de la pobreza del 70 al 23% (The World Factbook), la erradicación del analfabetismo (Unesco), la casi erradicación del hambre (Fao), la total libertad de prensa (Ramonet / Chomsky / Serrano), el disfrute del mejor sistema electoral del planeta, siendo un ejemplo de democracia para el mundo (Centro Carter); el haber descendido el paro del 15 al 7%, y la precariedad en un 50% (Ine), o el hecho de que no sólo no haya desahucios, sino que en los últimos 10 años se hayan concedido gratis unas 400.000 viviendas no precarias, mientras que en España, en los últimos 7 años, se han expropiado unas 600 casas diarias a beneficio de los bancos, lo que ha provocado unos 3.000 suicidios.

En efecto, no se sabe cómo acaban las revoluciones. Pero la de Venezuela está dando numerosos ejemplos al mundo entero. ¿Qué por qué casi nadie es consciente de ello? Porque nos seguimos empeñados en no ver, con permiso de Ortega, con los ojos, sino a través de ellos. No en vano, como dijo Saint Exupery, “lo esencial es invisible a los ojos”. Entre otras razones porque, según afirmó Hegel, “el esclavo acaba pensando con la cabeza del amo ”.

21 comentarios

  • Dracir Abad

    He de confesar que siendo “nuevo en esta plaza” de Atrio mis preguntas deben parecer provenir un poco o mucho de algún extraterrestre pero si quiero integrarme a la comunidad de esta especie de “peña multitudinaria” no me queda más remedio que confiarme a la benignidad de quienes ya se sientan a esta mesa hace mucho y arriesgarme, como cualquier otro “espontáneo” y saltar al ruedo, aunque me abucheen si eso ocurre en este sitio,  a alguna que otra escaldada, o lo que fuera más doloroso alguna que otra corneada no necesariamente frontal.
    Me asombra, he de confesarlo, que se pueda tener una visión suficientemente clara de la realidad (sea política o de otra clase) a distancia basado en la prensa, la literatura de los contrarios o partidarios de dicha realidad. ¿Quién y cómo se puede alcanzar esa visión de conjunto como para juzgar o defender lo que ocurre a distancia si como bien cita el autor del artículo de fondo (arriba) no se ve con los ojos sino a través de ellos? Sobre todo completando la cita y añadiendo (según la edición que tengo de la obra de Ortega, que es de Julián Marías, 1984 pp. 162-163) [que vemos] “con los conceptos.” Y me permito añadir que éstos obviamente variarán de una persona a otra porque no habrá dos mentes idénticas ni dos comprensiones idénticas, ni dos comunicaciones idénticas.
    Hay un hecho cierto y se trata de un hecho. Los venezolanos eligieron a Maduro y los norteamericanos a Obama, por encima o por debajo, gracias o a pesar de todo lo que podía oponerse a ello.
    La política es corrupta por naturaleza. Es bueno, me parece, soñar con la justicia y la decencia o aspirar a que haya transparencia en la política, pero cuando los “elegidos” se sientan a negociar la transparencia termina—o se sientan a conspirar legalmente—los secretos comienzan y tal parece que un pulpo entra a ese tanque no por gusto llamado Parlamento e inyecta una nube de su tinta si recurrir a su increíble mimetismo no le parezca suficiente. Bueno, ¡quizás los pulpos sean políticos!
     

  • Isidoro García

    Amigo Siruso:
    Dices: “La mecánica cuántica tiene que ver con lo que nos preocupa: el discernimiento en el mundo actual: nada es lo que  parece, el avance del conocimiento abre siempre muchas mas interrogante que las que contesta; toda formulación que realice de lo que crea verdad será solo una hipótesis a completar o cambiar. Toda apreciación de la realidad, es parcial, solo una perspectiva a tener en cuenta.
    El diálogo implica reconocer la existencia de mas de un logos (mas de una razón): Creo que no tenemos futuro si no salimos de este pantano”.

    ¡Bienvenido a la Cultura de la Complejidad!. La atracción instintiva que para muchos tiene el descubrimiento de la Mecánica Cuántica, proviene de que después de un modelo moderno muy mecanicista que era la física anterior, (una causa, un efecto), se descubre que en realidad el mundo está constituído según un modelo mucho mas complejo, igual de determinista, pero mucho mas difícil de comprender, (muchas causas simultáneas, muchos efectos dispersos). En eso consiste la Postmodernidad.

    Pero no solo es así en la constitución física del Universo. Algo similar sucede con la naturaleza de la mente humana, y del correspondiente comportamiento humano. Antes, el hombre decidía actuar bien o mal, ahora sabemos que actúa impulsado por toda unas corrientes subterráneas, subconscientes, unos circuitos neuronales emocionales comportamentales, que constituyen nuestro carácter y dirigen nuestro destino.

    Y eso apoya la necesidad de un verdadero pluralismo, que es mucho mas que la simple tolerancia, que solo es la hija moderada del fanatismo. Para José Carlos Aguirre el concepto de tolerancia tiene su origen en el pleito católico-protestante en su mutua incapacidad para reconocerse. Ya que no nos podemos reconocer en nuestras diferencias nos toleramos… Leibniz es uno de los grandes críticos de la tolerancia precisamente por que aspiraba a un mutuo reconocimiento entre católicos y protestantes desde una reflexión teológica inclusiva que validara a ambos. Leibniz no bromeaba cuando consideraba la ruptura y la fragmentación de la civilización en Europa como la gran debacle histórica de la modernidad. Pues una sociedad enhebrada a partir de la tolerancia es una sociedad en la que no hay capacidad para afirmar nada.

    La postura de Leibniz era que de lo que se trataría es de desplegar una nueva reinterpretación de todo, que fuera capaz de acoger ambos a un logos común capaz de integrar las diferencias.  La tolerancia hace imposible la afirmación de valor común capaz de reconocer al otro. En realidad se trata de la eterna cuestión de lo uno y lo múltiple. La tolerancia es la hija moderada del fanatismo. Un fanatismo que se decanta por una pragmática de convivencia, porque no le queda mas remedio, ante el hecho rotundo de que el otro está ahí y no va a desparecer. La cuestión es que por eso mismo en la tolerancia no hay civilitas o espacio común ni una afirmación positiva de la diferencia.

    Nos encaminamos hacia la etapa final de nuestra evolución humana: aquella en la que se conseguirá, (con un aumento generalizado de nuestro Conocimiento de la Realidad, a base de esfuerzo y trabajo, y con la ayuda inestimable de la tecnología (*)), la coordinación e integración de un número incontable de mentes individuales libres, autónomas y diferentes. Ese estado final, no es otra cosa que el Cuerpo místico de Cristo para los cristianos, el Nirvana de los budistas, el Paraíso de los islámicos, y la gran Mente Global de Aurobindo y Marshall Mc Luhan.

    (*) Todo el enorme desarrollo de Internet, las redes sociales y los medios de comunicación interpersonal, que solo ahora se están iniciando, no han surgido “por casualidad”. Responden a una tendencia evolutiva que nos lleva hacia la interconexión y la conectividad global, lo sepamos o no.
     
     

  • SIRUSO

    Ana, Asún, Isidoro, Pilar, comparto absolutamente vuestros últimos mensajes y me produce alegría encontrar  ya al final de mi camino compañeros con el mismo rumbo, que intentan ver como yo el sentido de nuestras existencias en el mundo que nos tocó vivir , y que no deja de asombrarme hoy con la mezcla de inteligencia y animalidad que nos presenta día a día.
    Alguna vez leí una hermosa cita de Nietzsche diciendo que el Hombre está hecho para ser superado, y creo que la búsqueda de un absoluto nunca alcanzado es lo central de la condición humana y el motor de la historia. Pero si el hombre se define en sí mismo y en su relación con los demás,  veo que en decenas de miles de años sobre la tierra concretó resultados antagónicos: logró el hiperdesarrollo de sus capacidades que muestra en las ciencia, las artes, las tecnologías, al tiempo que como ser relacional apenas ha intentado sin éxito “civilizar” el impulso animal de saquear la creación y dominar a sus semejantes. Este ser desequilibrado, de capacidades superdesarrolladas y primitivo en sus relaciones, en el último siglo ha devenido un predador letal, capaz de destruir  la especie humana y toda la creación con su afán de poder.
    Me tocó vivir primero el fin de la modernidad, cuando luego de haber absolutizado la razón la humanidad dejó de confiar en ella para construir su futuro, luego de experimentar dos guerras mundiales en 30 años, el fracaso de las ideologías, y la pérdida de muchas certezas. Y hoy vivo con esa humanidad una posmodernidad al día, desorientada, pero mantengo una cierta esperanza porque aún creo en lo mejor del ser humanos que nos llama a todos por igual. Nunca fuí hombre de “codos en la biblioteca” sino mas bien de pies en el suelo y lector ocasional, lo que me llevó últimamente a asomarme apenas a una frontera de la ciencia: la mecánica cuántica. Y esto lo cuento porque a mi juicio tiene que ver con lo que nos preocupa: el discernimiento en el mundo actual.
    Lo que entendí, por cierto que derrumbó muchas de mis certezas, pero por otro lado apuntaló mi débil esperanza con algunas convicciones fundamentales: nada es lo que  parece, el avance del conocimiento abre siempre muchas mas interrogante que las que contesta; toda formulación que realice de lo que crea verdad será solo una hipótesis a completar o cambiar. Estas ideas afirmaron una intuición que nació en mis estudios pre-universitarios: si cualquier figura es una perspectiva de un objeto y la verdad del mismo es la suma de todas las perspectivas, por analogía puedo sostener que toda apreciación de la realidad, y con mas razón toda formulación del absoluto, es parcial, solo una perspectiva a tener en cuenta.
    Veo al mundo empantanado en micro y macro confrotaciones intolerantes, en que no se dialoga porque el diálogo implica reconocer la existencia de mas de un logos (mas de una razón); todos monologan y cada uno intenta imponer su verdad que considera única y que en muchos casos enmascara intereses inconfesables; incluso algunos fundamentan su verdad en principios científicos que otras corrientes de la ciencia actual creen obsoletos. Creo que no tenemos futuro si no salimos de este pantano y la única salida es humanizar nuestra dimensión social, superar las pulsiones ancestrales que orientan el comportamiento gregario del reino animal, para recuperar el equilibrio y unicidad del ser humano integral y hacerlo entonces capaz de orientar la autoevolución de la creación entera. Esta salida implica un cambio de actitud radical y universal por difícil que parezca, y esta convicción considero que me obliga como a todos a la hora de discernir.
     

  • Isidoro García

    Amigo Nacho. ¡Qué optimista eres!. Eso de leer solo a los nuestros, nos sucede a todos, es la naturaleza humana. Todos necesitamos reafirmar nuestras inseguridades y agradecemos como agua de mayo cuando encontramos en otros una confirmación a nuestras ideas.

    Ese es uno de los grandes enemigos del buen discernimiento, pero responde a una tendencia general del desarrollo humano. Por ello creo que la resolución del pluralismo es la gran labor cultural del futuro.

    Yo creo que en la tercera fase de nuestra evolución, que es la que estamos empezando a encarar en este inicio del siglo XXI, se caracteriza por la constitución de múltiples grupos primarios, con una clara identidad y homogeneidad ideológica y/o de objetivos de acción común, que por una parte estimulen la creatividad y el progreso del conocimiento de los individuos que los constituyen, generando sinergias y apoyos mutuos, tanto a nivel cognitivo, como psicológico, proporcionando estímulo y seguridad personal a sus integrantes.

    Y la cuarta fase que se debe empezar a desplegar simultáneamente con la tercera actual, será la de la coordinación intergrupal e interdisciplinaria, generando macrogrupos de mayor nivel, integrados por múltiples grupos primarios, generando una convergencia ideológica, dentro del respeto de la pluralidad y de una sana competencia socioeconómica, creativa y de aprendizaje.

    La manera de conciliar el pluralismo o la interdisciplinariedad de los individuos y de los grupos primarios homogéneos, no está en que alguna de las partes renuncie a parte de sus planteamientos y asuma los del contrario. Sino por el contrario está en que cada parte reciba una información adicional complementario a sus planteamientos previos, de tal forma que ambos vayan confluyendo paulatinamente en un planteamiento compatible  o al menos convergente.

    Porque a todos suelen faltarnos en nuestros mapas mentales elementos de la realidad, lo que hace que al disponer de ellos veamos las cosas de diferente forma. Señala Karl Barth, que la unidad de las iglesias no se hace; se descubre (con trabajo y esfuerzo), y lo mismo se puede decir de toda la diversidad ideológica.

    Pero para ello es preciso eliminar previamente en el discurso, el afán beligerante contra el opuesto, el odio hacia el que opina distinto, la sectarización de pensar que el que piensa distinto que nosotros lo hace por mala voluntad o solo para defender intereses espúreos,  que es el veneno que la política, (no la alta política, sino la politiquilla del día a día),  introduce en el discurso intelectual.

    O se hace política o se piensa. No cabe alternativa: los métodos son totalmente incompatibles. Los que no puedan mas que impulsarse mediante el odio, (que es un motor psicológico muy potente), que lo hagan. La humanidad también necesita gente que piense limpiamente, aunque se puedan equivocar, naturalmente.

  • Asun Poudereux

    Exponer los hechos de manera limpia,  tras haberlos indagado y vivido en las carnes es tarea de toda persona que intenta buscar la verdad sin prejuicios previos. Con todo y con eso, no hay nada del todo blanco o negro, porque se está condicionado a multiplicidad de cosas, entre las que destaco el paradigma en que nos encontramos, el nivel de consciencia personal y la manera de ver y conocer, sea mental estrictamente o no dual, que  hacen de filtro de la interpretación resultante. Tenerlo en cuenta es más sabio que la verdad de lo indagado.
     
    En la época de Jesús había mucha injusticia, esclavitud, y especialmente prejuicios religiosos que limitaban las formas de vida digna de los más débiles. Sin embargo, el levanta su voz y no calla ante los hechos que no respetan LA DIGNIDAD HUMANA. Se salta las normas y la Ley de su tiempo, el poder establecido que no ve más allá o acá de sus propias leyes. Y en ello no hace ningún mal a nadie, al contrario, está abierto a todos sin distinción de género, clase o pueblo. Se alinea con la vida y Lo que Es y deja que la verdad en el amor sea, no se apropia de ella.
     
    Y Jesús, por el contrario a lo que se nos ha transmitido, no estuvo nunca libre de ser interpretado y reinterpretado por los suyos, según las lentes del paradigma existente, el nivel de consciencia personal en que vivían, fuertemente y despiadadamente religioso, y la manera de ver y conocer tamizada por la mente.  Pero los hechos hablan más que las palabras puestas en boca de él, para catequizar los  nazarenos y primeros cristianos.  No juzguemos, pues,  por lo que otros nos han reinterpretado para su propósito circunstancial.
     
    Buda nos adelantó su sabiduría al insistir en no creer nada de lo que nos dicen y darlo por hecho hasta que no lo hayamos vivido, visto y conocido por nosotros mismos.  Es difícil llegar a ese punto de conocimiento, si además valorizamos en términos absolutos toda clase de información a la que nos bombardean sin descanso.
     
    A la larga lo que quedan son los hechos y no parece que el neoliberalismo, en el caso que nos ocupa, esté dando ejemplo de tolerancia, justicia y respeto fuera de “su verdad”, a nivel personal y colectivo, hacia el ser humano que todos, sin excepción, somos. Pero tampoco lo han hecho, por el momento, otros modos de organización política económica social y religiosa.

    Sin embargo, las personas tejen la historia de los hechos en el tiempo, y ésta no sabe callar.

  • Nacho Dueñas

    Por supuesto, Isidoro. No me refería a otra cosa. Pero eso de leer sólo a los nuestros no creo que sea atribuible a nadie de aquí, creo yo.
    Ana, disculpa si aquí te malinterpreté.
    Saludos a todos.
    Nacho.
     

  • Isidoro García

    Nacho:
    Si hay algo mucho peor que no leer ningún libro, es leer uno solo, (o varios, escritos por los autores de nuestro propio partido).

  • ana rodrigo

    Querido Nacho, cuando he dicho que la sabiduría no se alcanza a base de codos en las bibliotecas, estaba pensando en lo que habían dicho alguno de los comentarios, en especial al de Asun (quizá no la haya interpretado bien), es decir a esa sabiduría como actitud que invade el espíritu humano y que condiciona su vida en sentido profundo; por tanto no me refería a los conocimientos aprehensibles fácilmente y al alcance de cualquiera.

  • m. pilar

    Oscar  expone según Maquiavelo, tres clases de intelecto;  me parece la primera excelente para cada persona que intenta en la medida de sus posibilidades,  llevar adelante su vivir consecuentemente.

    Leyéndoles a cuantos han participado en este post. De cada exposición he tomado ideas buenas, centrales para llegar a poseer ese primer intelecto, porque llegar a poseerlo, es labor de toda una vida.
     

    Cada ser humano reacciona de manera diferente ante una misma situación, y todas ellas pueden aprender de cuantas pasan por su vida.
     

    Pasarán de distinta manera, personalmente, en la formación recibida, conociendo los pensamientos que nos dejaron en herencia para la humanidad y que de alguna manera la han cambiado – mejorado  su estilo de vida en cada época.
     

    Los que de verdad han dejado huella a través del tiempo, siempre estarán presentes en cada una de las “obras” que nos han dejado, y seguirán haciéndolo  para beneficio de la humanidad.
     

    Me ha llamado la atención el comentario de Isidoro respecto a Jesús; ante este “caso” tenemos un problema, Él, no escribió nada de cuanto dijo e hizo; por lo tanto, a través de los siglos sabemos cuánto han adulterado su Proyecto de vida.
     
    En ese Proyecto es tan claro y veraz en lo central, que nos abre una enorme capacidad para comprenderlo, limpiándolo del polvo y la paja… quedándonos así, en la esencia del mismo.
     

    Cada persona extraordinaria que ha pasado por la historia, nos ha dejado unas semillas que cuando las  “sembramos”
    ¡Siempre dan fruto!
    Dependerá de la capacidad de cada cual la calidad y cantidad de la cosecha.
     

    Solo hay que vivir honestamente guiados por un sentido de justicia, cordura, bien común; capacidad de aceptar a quienes sean diferentes;  respetando cuanto nos rodea…
     
    Cada ser, está un pequeño tiempo en la tierra; ¡cuidémosla! para qué,  quienes nos sigan la encuentren hermosa,  mejorada,  gracias a los avances de los tiempos.
     

    Trabajar, cooperar, luchar contra aquellas personas que solo les interesa su propio beneficio y siembran a su paso dolor, guerras, muerte… y todo aquello que la mala praxis para la vida trae consigo.
     

    Toda persona que se cree de una “casta superior” trae siempre la desgracia allá por donde pasa,  y si tiene poder… resulta ser una verdadera locura.
    mª pilar

  • Nacho Dueñas

    Pues no veo yo el inconveniente de ensalzar a los unos y denunciar a los otros en un mismo artículo, si es que los unos son ensalzables y los otros denunciables.
    Y claro que para hablar de cualquier asunto se debe tener fundamento, sobre todo cuando el 90% de la prensa mundial se encarga de intoxicar la realidad de modo visceral, al modo de Goebbels que decía que “una mentira repetida 1000 veces se convierte en una verdad indiscutida para la gente”.
    Tal vez alguien conozca mejor método contra las mentiras de la prensa mundial que el estudio y la rigurosidad. Yo todavía no.
    Y no creo que nadie se oponga a que, entre otras formas concretas, esto se logre, faltaría más, a base de codos en la biblioteca.
    Y en caso contrario, pues nada, viva la ignorancia.
    Nacho.

  • ana rodrigo

    Isidoro, justamente no mencioné al sabio y al ignorante. Tampoco me parece que dé igual ser guapo que feo, alto o bajo, gordo o flaco, habría que preguntárselo a quien se considere alguna de estas cosas. Intenté utilizar este símil para llevarlo al terreno del tema del post.
     
    Siguiendo con el símil,  cada individuo habrá que tratarlo en sí mismo, no en comparación con el otro. Pienso que el racismo, la violencia contra los negros, la falta de derechos por su color, así como la falta de oportunidades, etc. etc., hay que condenarlo porque en sí mismo es una atrocidad. Pero para condenarlo yo no lo haría ensalzando a otro país que, además de logros, también debe tener sus sombras, al igual que en EEUU también deben tener sus luces.
     
    A eso me refería. La realidad es más compleja, y es arriesgado aseverar con absolutismos situaciones tan complejas como es la realidad de dos países.  Y por tanto los juicios siempre serán el resultado de la búsqueda y del conocimiento. Claro que si a esto le añadimos la sabiduría, es que ya estaríamos tocando el cielo con un dedo. Y la sabiduría, como habéis dejado claro, no es una cosa cualquiera que se consiga a base de codos en bibliotecas. Pero eso es otra cosa de mayor enjundia.

  • Isidoro García

    Asun, llevas razón. Pero ese miedo a los peligros del absolutismo y el abuso de poder, nos puede paralizar. Cuando Buda, estuvo años y años buscando la iluminación, (lo que no es más que una metáfora-símbolo del largo y eterno camino del aprendizaje del conocimiento de la Realidad), podía pensar: “Mira que si cuando me ilumine, me vuelvo tonto, me lo creo, y empiezo a obligar al resto a creerme, y abuso de mi poder,… mejor lo dejo, por si acaso”.
     
    Pero él siguió y predicó a los demás “su” verdad”, aunque advirtiendo que no le hicieran caso a él, sino que pensaran por su cuenta. E  igualmente Jesús, también predicó “su” verdad. Y parece obvio que Jesús, (si nos fiamos de los evangelios), se “equivocó” en algunos temas: que el fin de los tiempos era inminente, que los “endemoniados” estaban poseídos por los demonios, el consejo de vender el manto y comprar espadas, etc.
     
    Más aún, el gran escándalo inicial del cristianismo se basa en el fracaso clamoroso de su acción mesiánica en la Judea de su tiempo, que descolocó totalmente a sus seguidores, y que luego Pablo, consiguió “tapar” mediante una pirueta teológica bastante indigerible.
     
    Pero todo eso no es óbice de que fuera un gran maestro sapiencial, y que conocía perfectamente la estructura del “Reino”, como demuestran sus sabias parábolas. Y tampoco es óbice para que a pesar de todas esas “inconsistencias” y contradicciones, al final sea realmente y de verdad el Dirigente supremo de la especie humana.
     
    Y hasta se podría pensar que todas esas inconsistencias y contradicciones, pueden ser un símbolo proléptico, (anticipador) de las inconsistencias y contradicciones que se producen en todo camino de búsqueda de todo buscador de la verdad.
     
    El camino de la sabiduría es estrecho y lleno de peligros, claro que sí. Pero eso no es óbice para recorrerlo. Y cometeremos errores uno tras otro. El discípulo nunca puede ser mejor que el Maestro.

  • Asun Poudereux

    Creo, Isidoro, que en ese saber va incluido, de modo permanente,  el saber consciente o sabiduría de que no se posee ninguna verdad absoluta, sino en apertura a conocer lo nuevo  e integrar lo anterior transcendiendo imparablemente, ya que la Totalidad  todo incluye, no por cúmulo de conocimiento, que eso sería el deseo de la mente acaparadora y controladora, sino en el de continua desapropiación y desapego a toda “verdad”, que así llamamos erróneamente, cuando su realidad es ilimitada en interrelaciones que se nos escapan por la vía mental.
     
    La persona que sabe que no sabe y no es ignorante de ello, sino consciente de sus limitaciones y así lo acepta, no tiene miedos que esconder, porque ya sabe, ya ha visto, y de ella fluye bondad, aceptando a los demás en su inconsciencia e ignorancia, por muy terribles que sean los hechos que realicen. Ahí sí que es Dios, porque no pone obstáculos mentales a Lo que Es y  deja que sea.
     
     
    En la base de los enfrentamientos violentos, que aún hoy son imparables, a pesar de que se habla de un nuevo paradigma, subyace y  está la inconsciencia  de  los egos dominantes que dirigen y ordenan,  y que no “ven” más que  enemigos por todas partes para su propósito y ley, y  además,  no pueden o saben parar  en el empeño,  visceral y mental,  de eliminarlos,  no siendo capaces de considerarlos  personas con las que poder dialogar, y mucho menos reconocerse en ellos en lo que son  y somos todos de fondo.
     
     
    Por tanto,  la sabiduría del conocimiento  (otro modo de ver y conocer no-dual) no encierra  a éste en sí mismo, y no intenta, a toda costa,  querer llevar la razón, ya sea  religiosa, económica o política,  pues ese empeño, exclusivo y excluyente, ha  hecho  que la violencia en la historia predomine,  llevándose  la vida de millones y millones de seres humanos por delante.  Pero en ello caemos sin cesar, impotentes  ante las personas  que imponen su “verdad”,  con la que se identifican revistiéndola de  leyes para  así proteger  sus miedos e inseguridades, que en distintos grados,  nacen de la  inconsciencia e ignorancia de lo que realmente es y  somos,  pero que cerradas en sí y entre sí, pueden hacer llegar, en su entorno cercano y lejano,  un mundo más y más cruel. Violencia que crece, aún si cabe más en este paradigma,  con la nueva tecnología de la mano de la visión separada y mental,  modo de conocer dual que discrimina y rechaza, retroalimentándose.
     
    ¿Hay algún poder religioso, económico y político, hoy y ayer,  libre de todo esto? No absoluticemos “nuestra verdad”, pues nos arrastra en el remolino de la ignorancia e inconsciencia, de las que surgen la violencia.

  • Isidoro García

    Perdonad mi insistencia. Dice Ana: “No me gusta el estilo literario en base a el guapo y el feo, el gordo y el flaco, el alto y el bajo en términos comparativos, porque siempre hay una de las partes que pierde y otra que gana, mientras que la realidad tiene bastantes más matices y colores que los dogmas”.
     
    Lleva la razón, pero casi. Da lo mismo ser guapo que feo, alto que bajo, pero no da lo mismo saber que no saber. Y aquí saber no es un conocimiento exclusivamente libresco, sino la tan ansiada Sabiduría. Y esta viene del esfuerzo, el estudio, del silencio interior y también quizás de la inspiración.
     
    Necesitamos tener un referente, un campo de juego en el que actuar, so pena de caer en la parálisis relativista. Se dice actualmente que estamos en la “Era de la Información”. Y es tan verdad que eso llega hasta al campo de la teología.
     
    La visión evolutiva sobre el humano, nos lleva a ser conscientes de que hemos alcanzado el Tercer gran nivel en el Universo, después del de la materia inanimada y el de la Vida: el Reino de la Inteligencia, que es tan supremos que muchos lo consideramos el “Reino de Dios”. El Maestro Eckhart, en una genial intuición suya, llegó a decir: “Dios no lo sabe todo porque es Dios, sino que porque lo sabe todo, es Dios”.
     
    Entonces cuánto más sabemos, mas “divinos” somos, y cuanto menos sabemos mas animales somos, (objetivamente, sin ánimo peyorativo). Más aún, eso nos lleva a que la bondad o la maldad, son conceptos erróneos, sino que van asociados al saber y al no saber. Los budistas señalan que el Mal, es el samsara, la ignorancia. Porque el que sabe, es bueno.

    Incluso en los Evangelios hay huellas de este concepto. Juan denomina al Hijo de Dios como el “Logos”, (el significado, el conocimiento), no como el “Bueno”, o como el “Sanador”. ¿Casualidad?.

  • Isidoro García

    Comulgo al 100 por 100 con el amigo Siruso, y creo que su análisis es perfecto. Solo querría hacer un pequeño apunte optimista. Lo mismo que está a punto de matarnos, nos puede salvar.
     
    La tecnología que en tantos bretes nos pone, y nos amenaza con liquidarnos, acabará ayudándonos a ese buen discernimiento que tanto anhelamos. Es la falta de conocimientos sobre la tremenda complejidad de la Realidad, la que nos lleva a análisis y planteamientos simplistas e infantiloides. El angustioso vacío que nos ocasiona la falta de conocimientos objetivos, los suplimos inconscientemente con sentimientos subjetivos. Al igual que en escultura se da lo de “a mal Cristo, mucha sangre”, en el análisis de la Realidad, se da el “a falta de conocimientos, mucho sentimiento”, que se traduce en un “si no soy el mas listo, no importa: seré el más bueno”, y tiramos tan ufanos con nuestra soberbia moral dando lecciones éticas a diestro y siniestro. Y si encontramos un buen chivo expiatorio, (que no suele ser inocente, como nadie lo es), ese no se escapa y ya lo tenemos todo arreglado.
     
    Pero la tecnología viene en nuestro auxilio, (aunque eso sí, a largo plazo). La enorme capacidad de aprendizaje que ahora tenemos, (ver el ejemplo de la Wikipedia), y de procesamiento y manejo de información con la informática, nos están permitiendo vislumbrar un mundo con múltiples factores que intervienen en su desempeño, con lo que las soluciones simplonas, se van mostrando totalmente insuficientes.
     
    Claro que alguno dirá, ¿y el presente y el futuro a corto?, es el ¿qué hacemos, de Oscar?. Y llevará razón. Nos ha pillado, exactamente igual que le pillaron a Jesús, cuando le acusaron de un dispendio y él contestó: Pobres los tendréis hasta el fin del mundo. Ese tema siempre estará ahí interpelándonos. Pero eso no es razón suficiente para análisis y propuestas de acción, precipitadas e insuficientes. Justo en los casos de emergencia, es cuando está desaconsejado el actuar por actuar, y cuando es mas exigible la reflexión profunda sobre el tema.
     
     
    En una operación a corazón abierto, el médico tiene que saber qué es lo que va a hacer. No dice: primero rajamos y luego ya veremos que hacemos. Porque si no, nos pareceremos al borracho que busca las llaves debajo del farol, (porque ese es el sitio donde hay mas luz), y no en el rincón obscuro que es donde las ha perdido.
    El tema no es buscar, es encontrar.

  • SIRUSO

    Oscar, creo que muy pocos han expresado con la genialidad de Discepolín el “que vachaché” como actitud vital, y por eso considero este tango, entre otros, como una auténtica expresión de espiritualidad humana. Como a todos, alguna vez me asaltó este sentir como reacción ante algún coletazo de “la suerte que es grela”, pero si le doy a la expresión otra acepción y la pongo entre signos de interrogación, debo decir que me interpela desde que tengo  conciencia. Como exigencia de sentido del actuar, creo que es  central en la condición humana, y la necesidad de responder personalmente es lo que me lleva, como a todos, a intentar discernir.
    Pero también creo Ana que los seres humanos, desde siempre, al hacerlo tienden a simplificar la realidad, a creer que su visión es la verdadera, y de ese modo “facilitar” las cosas, porque así se puede optar entre alternativas de acción opuestas, delimitar bandos enfrentados y ¡a combatir al enemigo! Pienso que el sentido último de la existencia humana en la creación evolutiva es trascender esta  forma primitiva del instinto de supervivencia que guió nuestro pasado animal. De lo contrario con el desarrollo tecnológico disponible creo que caminamos hacia el abismo.
    Tengo la convicción de que humanizar el mundo de hoy solo es posible si logramos sustituir el enfrentamiento por la tolerancia del diferente y dialogar. Y por eso creo que discernir y ayudar a discernir responsablemente es una tarea vital.
     

  • ana rodrigo

    No me gusta el estilo literario en base a el guapo y el feo, el gordo y el flaco, el alto y el bajo en términos comparativos, porque siempre hay una de las partes que pierde y otra que gana, mientras que la realidad tiene bastantes más matices y colores que los dogmas.

    SIRUSO, me gusta esto “Priorizo a quienes buscan con realismo las condiciones para humanizar una situación, y no a quienes se limitan a juzgar y señalar culpables.”

  • oscar varela

    Hola SIRUSO!

    Me parece que tienes razón en eso del Tsunami de Infos.

    ¿Qué hacer, entonces, no?

    Cuesta cada vez más encontrar seres humanos “veraces” en que podamos confiar.

    Tita Merello nos arrostra esto:

    https://www.youtube.com/watch?v=E_6zyYCjYDQ

    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • SIRUSO

    Hola
    En mi modesta opinión también existe una cuarta clase de intelecto, que no está en la clasificación estática de don Maquiavelo, pero que refleja mejor mi situación y la de muchos otros seres humanos:
    * El que pretende con responsabilidad acercarse al intelecto de primera clase, pero a la hora de informarse no puede distinguir si lo que se le presenta como realidad  no es mas que otra perspectiva parcial y sesgada.
    Creo que la inmensa mayoría de quienes alimentan el tsunami de información que nos ahoga conocen nuestra dificultad para verificar lo que nos dicen, saben que somos manipulables y procuran vendernos su postura, pero a pesar de todo y en medio de esas aguas  revueltas y agitadas,  debemos seguir en el intento de discernir. En lo personal, me ayuda aplicar por lo menos dos criterios:
    * Sospecho de todo juicio que no asume la sentencia de Platón: “Lo que digo no lo digo como hombre sabedor, sino buscando junto con vosotros”, y adopta un tono magisterial difícil de disimular.
    * Priorizo a quienes buscan con realismo las condiciones para humanizar una situación, y no a quienes se limitan a juzgar y señalar culpables.
    Exige  trabajo, pero les puedo asegurar que del tsunami es poco lo que pasa el filtro.
     

  • ana rodrigo

    Oscar, muy sabia tu cita y tu comentario. Si me permites, lo firmo ahora mismo.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Dice don Maquiavelo:
     
    Hay tres clases de intelecto:
     
    * el primero discierne por sí;
     
    * el segundo entiende lo que los otros disciernen, y
     
    * el tercero no discierne ni entiende lo que los otros disciernen.
    ………………….
     
    ** El primero es excelente,
     
    ** el segundo bueno y
     
    ** el tercero inútil.
    ………………..
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.