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Capitalismo contra democracia

Honorio2Vengo desde hace tiempo machacando en la necesidad de trascender un planteamiento “apagafuegos” ante la crisis global a que nos ha conducido en capitalismo. Hay una negativa cerril a condenar el capitalismo como esencialmente malo y condenable. La receta de Keynes está omnipresente cuando se quiere esquivar al toro que nos viene de frente. Es a lo más a que se apuntan los socialismos europeos, como el PSOE que este fin de semana afronta un trascendental congreso para renovarse o morir.

En la separata sepia de El País del domingo pasado 20-7-14, encuentro un ejemplo más. Se intenta analizar y diagnosticar el momento político que vivimos a escala de Occidente y de la UE, quizá también a escala planetaria. Creo que sería una buena terapia reanalizar cada uno de nosotros los planteamientos que hace un tal Anton Costas en esa página de El País.

Punto de partida: El capitalismo ha entrado en colisión con la democracia actualmente, debido al bajo crecimiento, tendencias deflacionistas, endeudamiento, bajos salarios, pobreza…(tendríamos que añadir aquí el progresivo distanciamiento entre la riqueza de los ricos y la pobreza de los pobres).

Segunda constatación: Este proceso está generando, agudizando y potenciando en la vida política tendencias populistas, xenófobas y autoritarias. (¿Y qué decimos de las acciones en pro de una democracia auténtica que se están despertando, tipo primaveras árabes, M-16, boom de las izquierdas en las recientes elecciones europeas?)

Este fenómeno en el que estamos hoy sumergidos ya se dio con estas mismas características entre las dos guerras de 1914 y 1940, y luego entre el final de la guerra de 1940 y mediados de 1970, y luego entre la década de 1980 y el inicio de este siglo. Es decir, en los tres casos la agudización de las desigualdades entre ricos y pobres dio lugar a una colisión entre la democracia y el capitalismo…

A juicio del economista francés Thomas Piketty (ver lo que ya se dicho sobre él en ATRIO), el capitalismo es culpable de esta degradación de la democracia en los tres casos citados, ya que produce un desajuste entre la tasa de beneficio del capital, enormemente superior a la tasa de crecimiento de la economía, que es la que beneficia a la mayoría de la gente. El capitalismo tiene una tendencia innata a aumentar las desigualdades… Y las desigualdades corrompen el ritmo normal de la democracia, porque restan valor al voto de los pobres, y valoran excesivamente el voto de los ricos..

Antón costas se pregunta qué habría que hacer para reducir esa desigualdad, que genera el capitalismo entre ricos y pobres, y para evitar la corrupción de la democracia.

A su juicio, hace cien años (1914, Revolución soviética…) se llegó a un debate en términos “maniqueos”: de un lado, los defensores a ultranza del capitalismo, del otro, los que plantearon su desaparición.

En la segunda ocasión, final de la guerra de 1940, Keynes alumbró un nuevo contrato social en el seno de las democracias, que en EEUU se llamó “new deal” y en Europa “estado de bienestar“. Entre ambos se produjo el pegamento que durante los años centrales del siglo pasado reconcilió capitalismo inclusivo y democracia. “Fueron los mejores años de nuestras vidas. Algunos dicen ahora que fue un sueño. Pero no veo razones para ese fatalismo” dice un tanto romántico Antón Costas.

En este momento necesitamos aplicar una receta parecida: 1) volver a meter el genio financiero en la botella; 2) restaurar la capacidad recaudatoria y equitativa de los sistemas fiscales; 3) definir las prioridades del gasto público para construir una sociedad de oportunidades para los más débiles.

“La batalla durará décadas. El resultado es incierto. Pero si se pudo conseguir en el pasado, ¿por qué no se puede lograr de nuevo?” termina Antón Costas. Y uno se pregunta: será posible poner en práctica estas tres recetas con fórmulas como la del new deal americano o el estado de bienestar europeo de los años 1970?

Por el camino ha quedado la andanada crítica y condenatoria de los populismos, xenofobias y tics autoritarios que pululan en estos momentos. Ha quedado también la otra andanada a los “términos maniqueos de hace cien años”.

Keynes, Keynes, y más Keynes. Siempre Keynes; el profeta de los paños calientes y las cataplasmas, el salvador y redentor, no sabemos si de las clases populares o de las clases adineradas, no sabemos si de la democracia o la dictadura inmutable y sagrada del capital.

Tal vez los que han vivido muy de cerca, o desde adentro, todos estos procesos, y de vez en cuando aparecen en Atrio, podrían decirnos algo sobre el particular.

31 comentarios

  • X. Gundín

    Tranquilo, Cadarso, no lo he descubierto yo.
     
    Lo que describí se aplica en cualquier caso: en régimen liberal o socialista (hay diferencias entrambos, pero son otras).
     
    Para responder a la preocupación de Antón Costas, para practicar el capitalismo incluyente, hay que mejorar v (no sólo mantenerlo). Hay que mejorar lo que se dedica a la gente, e.d: la parte de la gente en los resultados. Y, que yo recuerde, A. Costas le falta decir cómo hacerlo en este momento.
    Si se le pregunta por la falta probablemente:
    a) echará mano de Keynes, o
    b) se remitirá al futuro, o
    c) hará el loco (aunque un hombre serio no debería hacer esto).
     
    La lógica de la producción debería decir que siendo el mundo un inmenso almacen de mercancías lo razonable es facilitar su circulación, uso y disfrute por aquellos que participaron en producirlas, y no tenerlas almacenadas, estancadas, por falta ede compradores o, lo que es igual, con compradores potenciales pero sin medios actuales de compra.
    Si la memoria no me falla así razonaba Marx ya en 1849  (por si me falla, https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/49-trab2.htm. Y, tambien hablo de memoria, aplicó Roosvelt con su aumento general de salarios para mejorar la capacidad de compra. Claro que estas son facetas parciales del asunto. Pq la totalidad se encuentra en la ganancia. Si esas medidas ayudan a aumentar G, puede que se hagan; y si no, no se harán voluntariamente.
     
    Que se hagan de una forma u otra decidirá el tipo de democracia en que nos encontraremos.
    Ya hace un tiempo algunas voces dicen que lo que tenemos delante es un retorno a las vieja formas de servidumbre. A saber. Algunos hechos parecen confirmarlo. Pero tambien parece difícil. Las condiciones no son aquellas del s.III d.C. Se verá lo que pasa.

  • Isidoro García

    Te explico, Honorio:
    Lo de “evolucionarios”, es un término que he cogido de un libro “Evolucionarios”, de Carter Phipps, ed. Kairós, del año pasado, en el que se recoge una especie de resumen-divulgación del pensamiento moderno, (desde Teilhard, que murió en 1955, hasta hoy), que trata de sacar todo el jugo filosófico, psicológico y en menor medida teológico, a la teoría de la Evolución de Darwin. Su subtítulo es. “El potencial espiritual de la idea más importante de la ciencia”.
     
    Carter Phipps, es un periodista americano director de la revista americana NEXT, hoy desaparecida, aunque se puede ojear algo en español y en inglés, en Internet. (Modestamente también mantenía esas ideas la revista “Quitapesares”, también desaparecida, de la que se pueden leer toda su colección entrando en la web espaciohumano.com, entrando en el blog “Quitapesares”).
     
    Y me gustó la palabra, de la que me he apropiado por dos razones. La primera porque juega con lo de “revolucionario-“evolucionario”. Realmente es un planteamiento revolucionario en el mundo de la cultura, y de rebote en la sociedad. Las revoluciones por mucho activista nostálgico que tengan, si no calan en la cultura, están muertas, y eso es lo que les pasa a muchas revoluciones del pasado. Viven de latiguillos y consignas nostálgicas, pero son como el niño ese de la película famosa: están muertos y no se han enterado. Las revoluciones viven de la sangre de sus pensadores, y por eso es imprescindible una revitalización ideológica, con ideas nuevas y frescas, adecuadas al mundo de hoy. Es una labor muy difícil, lo sé, pero nadie dijo que iba a ser fácil.
     
    La otra razón de gustarme el apelativo, es porque da nombre, a unas ideas que yo asumo, de intentar hacer compatible la espiritualidad y la realidad del Universo que nos descubre la Ciencia. Por eso Teilhard, es el gran protoprofeta, aunque como es natural, hay que readaptarlo y revitalizarlo. La cultura avanza tanto, que aún gente tan adelantada como Teilhard, necesitan ser puestos al día.
     
    Básicamente las ideas se resumen en los cinco primeros puntos que ya puse en un comentario de 3 de agosto en “La era está pariendo un corazón/13”.
     
    Cada uno debe seguir su vocación, aquello para lo que está mejor dotado. En un equipo de fútbol debe haber portero, defensas, medios y goleadores. Un equipo con 11 Cristianos Ronaldos sería un fracaso, y todos nos necesitamos a todos. En el comentario anterior sobre las varillas y el abanico se me olvidó decir que cada varilla tiene un dibujo propio, pero que aisladamente no dice nada. Es cuando se despliegan todas las varillas cuando se hace visible el maravilloso dibujo del abanico.
     
    Un saludo a todos, y cada uno con su “revolución”. Pero sin olvidar que todas son facetas distintas de un mismo objetivo: construir un mundo mas justo y mas feliz.
     
     

  • ana rodrigo

    Querido Honorio, dices Lo cierto es que nosotros solo podemos actuar desde el presente y sobre el presente, y con nuestra forma de actuar de hoy estamos haciendo la siembra del futuro; el futuro será la cosecha buena o mala de lo que hoy sembremos.” Creo que ahí no discrepamos  en nada y es lo mismo que he dicho yo con otras palabras: “Sin embargo el presente tiene un potencial de futuro, el futuro depende, para bien o para mal, de lo que hoy hagamos”.
     
    En lo que sí discrepo es cuando dices: “lo único cierto es que tanto el presente como el futuro están en las manos de Dios o de la Divina Providencia,”  Desconozco qué papel tiene Dios en el curso de la historia de la humanidad, pero si realmente el presente y el futuro estuviese en sus manos, sería un Dios totalmente rechazable y terriblemente cruel. ¿Cómo se entendería, si estuviésemos en sus manos, el mal, la guerra, el sufrimiento, la destrucción de la naturaleza, la explosión demográfica, etc. etc.? Quizá no te haya entendido bien, pero esta respuesta va en función de lo que yo he entendido.

  • h.cadarso

    Vale, esto no es una cuestión de personalismos o guapuras, esto es un debate de ideas, y en él creo que nos debemos mover. Entrar en cuestiones de amor propio es como echar balones fuera, diría yo.
    Comulgo con la propuestade Asun, gracias, merci! Con Ana discrepo en lo de que la Providencia no tiene gran cosa que hacer en este asunto. Lo cierto es que nosotros solo podemos actuar desde el presente y sobre el presente, y con nuestra forma de actuar de hoy estamos haciendo la siembra del futuro; el futuro será la cosecha buena o mala de lo que hoy sembremos.
    Obsesionarnos con lo que ocurrirá en el futuro no tiene ningún sentido, lo único cierto es que tanto el presente como el futuro están en las manos de Dios o de la Divina Providencia, me dan igualo las palabras. Porque para Dios todo, el pasado y el presente y el futuro, es un presente continuo.
    Amigo  Isidoro, hace tiempos que no leo a Theillard; tampoco soy muy leído, lo confieso, ni en Theillar ni en nada. Pero lo de “evolucionario” me ha resultado un tanto nuevo, nunca lo había oído. ¿Me lo puedes explicar? ¿No tiene nada que ver con ver los toros desde la barrera, ni con ahí me las den todas? En tu diccionario, Jesús fue “evolucionario”, revolucionario, antisistema, qué fué exactamente? A lo mejor me aclaro, y tomo conciencia de que soy un conservador…
    Olé tus…Gundín! Tú nos bajas de las alturas, nos aterrizas…

  • X. Gundín

    Vamos a la fórmula de la tasa de ganancia. Descúbranse, que entramos en sagrado.
     
    G=P/c+v.
     
    Mediante una inversión de capital, c+v, se espera conseguir un aumento del valor del objeto transformado en útil por el trabajo; aumento de valor que sería P.
     
    Los intereses o réditos, la tasa de ganancia, del capital invertido sería G= P/c+v.
     
    No se imponga límite superior a G. Cuanto más, mejor.
     
    Lo que si hay es tendencia a la baja de G. Como consecuencia de:
    * el régimen de competencia en libre (?) mercado, y
    * sobre todo, el continuo aumento de acumulación de capital, que aumentando el divisor c+v tiende a bajar el cociente G.
     
    Este problema puede solucionarse,
    * o bien con un enérgico proceso de destrucción (p.ej: una guerra, en su defecto, la obsolescencia programada. ¿Alguien preguntaba por el agotamiento de las materias primas?),
    * o bien con la anulación del libre mercado. Y aunque, según dicen, el monopolio no es posible en libertad, tambien podríamos arreglarnos -seamos sinceros, no queramos todo- con un buen oligopolio.
     
    En cualquier caso: hay que subir P y bajar c+v; es decir: bajar c y bajar v.
    Si acaso nos preguntamos ¿qué se puede hacer, qué está a nuestro alcance?, miremos lo que se está haciendo: ahí está la respuesta. No sucede por acaso.  Lo más fácil, conveniente, posible, es bajar v. v es el capital variable, lo que se destina a la gente.
    Bueno, la gente no va a estar de acuerdo en que se lo bajen. Así que hay dos caminos:
    1) o lo mantenemos (pero ¿podemos mantenerlo y al mismo tiempo aumentar G?, a ver, a ver…),
    2) o limitamos a la gente, es decir limitamos la democracia.
     
    Antón Costas no menciona el 2º camino.
     
     

  • Isidoro García

    Amigo Honorio:
    No seas tan susceptible. Lamento de verdad si algo te ha ofendido. Pero tienes que tener en cuenta que cada uno tenemos nuestras ideas, y lo normal es que haya pequeñas diferencias. Este es un foro de pensamiento, donde cada uno exponemos nuestros argumentos, lo mejor que podemos, y no pasa nada. Así es como todos aprendemos, y todos ganamos. Leía un proverbio Hindú) muy bonita, el otro día, que decía: “Siembre quedará perfume en las manos del que regala flores”.
    Somos como varillas de un abanico, todos unidos por un punto axial, (en nuestro caso Jesús, o la humanidad o el anhelo de justicia, cada uno su eje personal), pero cada varilla tiene una dirección distinta de la de las demás. Con las mas cercanas, las diferencias son pequeñas y con los mas lejanas, la diferencia es mayor. Pero todos formamos una unidad: el abanico.
     
    Un saludo a todos, y en especial a mi nuevo amigo Honorio. Isidoro.

  • ana rodrigo

     
     
    Mi querido Honorio, pienso que no estamos complicando las cosas, las cosas son complicadas, y las soluciones no tienen porqué ser contradictorias y/o incompatibles.
     
    Hoy hay que hacer lo que toca hacer HOY, es decir resolver el hoy a base de justicia, solidaridad, repartir y compartir los recursos naturales y los generados por nuestras posibilidades tecnológicas, etc. Pero la experiencia nos dice que el sistema económico capitalista ni va a poner en marcha esta línea de convivencia planetaria ni es capaz de hacerlo por su propia esencia: máximo beneficio, mínimo coste, la ley del más fuerte y sálvese quien pueda, por tanto los débiles no cuentan en sus proyectos y en sus prácticas. Así que hoy tenemos que luchar contra este cruel e inhumano sistema.
     
    Sin embargo el presente tiene un potencial de futuro, el futuro depende, para bien o para mal, de lo que hoy hagamos. Si agotamos recursos naturales que ya no se van a producir nunca más (por ej. el petróleo, la capa de ozono, etc.), y la demografía, aún con políticas de natalidad, beneficiosas para hoy, y todo lo que se pueda hacer en este tema, digo que la explosión demográfica sigue su progresión aritmética (creo) imparable.
     
    Por tanto el marxismo es válido como doctrina social para hoy, pero no resuelve las previsiones de futuro en otros aspectos relativos al este limitado planeta. Por tanto, no es que estemos complicando las cosas, es las cosas son así.
     
    La divina providencia, creo que tiene poco que hacer en este y en otros campos que dependen de la especie humana.

  • Asun Poudereux

    Estoy con Honorio que lo importante es el hoy. Lo que hago cada día en relación conmigo, con los otros y con todo lo que está a mi alcance abriendo bien los ojos del corazón.
     
    La realidad no está en un más allá, ni en la esperanza de que venga a nosotros desde fuera un salvador, que de hecho siempre se ha esperado su inminencia,  desde tiempo inmemorial.
     
    Eso sería y es  huir constantemente de lo que es, no querer poner los pies en tierra con humildad y no saber agradecer lo que ya nos es dado, con todas las consecuencias de liberación que de ello se deduce, si se vive en coherencia,  alineados con todo lo que es en cada instante. Sin desear elucubrar nada ni imponer nada, incluso conseguir nada, solo dejar ser viviendo eso que somos ya y anhela en lo profundo su despliegue.  
     
    Porque si comprendes, las cosas son tal como son. Y si no lo comprendes, las cosas son tal como son.  No le demos más vueltas. Lo realmente clave es la actuación personal e interpersonal  en cada momento.
     
    En cuanto al título del artículo, en principio, soy de la opinión que en teoría las ideas en sí no son malas ni buenas,  son las personas en su aplicación, las  que causan  la  injusticia y el sufrimiento, movidas  por el egocentrismo que puede ser también etnocentrismo,  cuando la falta de consideración va más allá del otro y diferente,  marcándose  una línea separadora de desprecio que incluye a todo un pueblo o población, considerándola chusma en la práctica.
     
     Y esto, amigos, lo estamos viendo y viviendo en nuestra democracia que llaman parlamentaria, donde se nos venden eufemismos,  medias verdades que falsean mentiras,  y sobre todo siempre es el pueblo el que paga, con su esfuerzo y privación,  las malas gestiones de la administración,  y abusos y descontrol de las personas dirigentes (los “ordenadores” y amigos) ,  sean políticas o no.
     
    Pero por mucho que esto sea así,  no hay que olvidar, que lo que de fondo es y somos no es propiedad de nadie, tampoco nuestra.  Ese es el milagro del  hoy.

  • h.cadarso

    Esto se nos está complicando, colegas. De repente me veo calificado de conservador, y frente a mí están los progresistas o “evolucionarios teillardianos”. No pasa nada, no me lo tomo a mal, pero es que me da la impresión como de que estamos cayendo unos y otros en contradicciones.
    Parece como si estuviésemos marcándole a la Divina Providencia sus normas de conducta y su manera de manejar las facultades creadoras del ser humano y el futuro dee la humanidad… Parece como si estuviésemos corrigiéndole la plana y avisándole de que vamos a la hecatombe…Y que aquello de nuestra confianza en el porvenir, y de hacer hoy lo que toca hacer hoy, no tuviese importancia.
    Hoy hay una receta que algunos califican de científica, que se llama marxismo, que aboga por la desaparición del sistema capitalista. Pero mucho me temo que algunos “evolucionarios” no quieren saber nada de ella…Y mucho me temo que la lectura que algunos hacen de Teillard no coincide con las tesis de los teólogos de la Liberación. Tal vez el único que la ha tenido en cuenta es el amigo Gundín…Y por supuesto esa es la pregunta que hace Antón Costas y la que intento hacer yo…
    No sé por qué el evangelio nos ordena preocuparnos de hacer HOY lo que tenemos que hacer HOY, y dejar el mañana en las manos de la Divina Providencia. “No os preocupéis por el mañana, ¿qué comeremos? etc.” dice el evangelio. Le basta a cada día su tarea, dice también.
    O sea, que creo que nos toca ocuparnos del hoy, y ver el hoy con ojos de pobres y oprimidos. Porque mucho me temo que un alto financiero de Wall Street considerará como requisito mínimo para la supervivencia disponer de un yate, un avión privado y una nave espacial…
    Dejar correr el mundo. Impedir y frenar la llegada de anticonceptivos a Africa, la difusión de los métodos de planificación familiar…Eso es algo de lo que estamos haciendo los de la Iglesia católica como institución, amigos míos. Fabricar armas, estimular guerras, envenenar el planeta…Eso es lo que estamos haciendo los humanos como colectivo. Pero como somos evolucionarios esperamos que las cosas se vayan arreglando; para eso está la Providencia, para remediar nuestros entuertos…

  • Isidoro García

    Llevas razón Ana en que esto va a explotar más tarde o mas temprano. Pero no es lo mismo que explote con 20.000 millones de famélicos, que con 10.000. El dolor, la miseria y la carnicería son muy distintos.
    Si se tomaran medidas coercitivas, tipo China, a nivel mundial, se empezaría a frenar antes y llegaríamos a 10.000. Pero si no se hace nada, llegaremos hasta donde lleguemos.
    Es tan elemental el tema, que solo la cerrazón ideológica de los conservadores, para defender su obsesión cuantitativa, (que no cualitativa) pro-vida, se inventa argumentos falaces, como que hay comida para todos.
    Y lo malo es que esos argumentos calan en la “progresía”. Yo creo que en el fondo es un tema que tiene relación con la diferencia entre apocalípticos y escatológicos. Me explico.
    Los conservadores apocalípticos, (Testigos, mormones, fundamentalistas varios y creo que tambien la I.C.), creen que Jesús, vendrá a la Tierra cuando esto esté a punto de estallar, para poner orden e instaurar el Reino. Por ello, a ellos no les importa que vaya mal la cosa: cuanto peor, mejor.
    Los progresistas escatológicos, como creemos en el progreso, aunque este sea lento y a veces poco reconocible, creemos que es la humanidad la que con esfuerzo debe alcanzar el grado de perfección personal y organizacional, que buscamos. Y que será en ese momento, (el punto omega teilhardiano), cuando saldrá a la luz y se pondrá a la cabeza de la humanidad, públicamente el Ungido, como Jefe de la misma que es.
    Si no es por esta razón, no es comprensible tanta cerrazón ante algo evidentísimo. (Dicho todo lo anterior con el debido resto a las opiniones de todos).
    Un saludo a todos. isidoro.

  • ana rodrigo

    Como decías, creo, Isidoro, no estamos haciendo bien el diagnóstico. El problema es que los recursos naturales son limitados, y el crecimiento demográfico es ilimitado. Y no se trata de que las pareja controlen la natalidad, la cuestión es que aun en el supuesto de que a nivel mundial se consiguiese este objetivo, la población seguirá aumentando.

    Y aún en el caso de que, como dice Honorio, los recursos estuviesen justamente distribuidos, el problema seguiría siendo el mismo.

    Podremos poner diques y parches, pero el planeta da de sí lo que puede, pero a largo plazo, esto explotará por algún lado.

  • Isidoro García

    No se si este es el sitio adecuado o quizás habría que proponerlo como artículo, pero como viene al tema, adjunto un artículo mío de hace dos años, sobre el tema. (Por descontado admito discrepancias):
    ¿Cuántos cabemos en el planeta Tierra?

    Uno de los temas donde muchos bienpensantes patinan sin pudor, es al opinar que con el progreso imparable de la tecnología, todavía no está claro cual es la capacidad máxima de población humana.
    Es verdad que los constantes avances cien-tíficos y tecnológicos están poniendo un poco de esperanza en un panorama que hoy día, (con siete mil millones de población), es muy alarmante y aterrador para dos mil millones de personas.
    Recientemente se conoció una noticia, a la que no se le ha dado la importancia debida. Ya se ha producido, en laboratorio, carne artificial, mediante un cultivo de células madre musculares de diferentes animales.
    De esta manera se puede pensar que dentro de veinte o treinta años, la potencialidad de producir alimentos se multiplicará enormemente. Pero no nos engañemos, eso tendrá un coste, y ese coste no todo el mundo estará en condiciones de pagarlo.
    Porque uno de los grandes errores en el planteamiento de este tema, es el no considerar adecuadamente las necesidades mínimas reales de todo humano, que no se limitan solo y exclusivamente a la dieta mínima de supervivencia.
    Un estudio realizado hace años por la Onu, determinaba las condiciones mínimas para una existencia feliz de todo humano. Eran estas:
    1. Una ración energética diaria de 2.500 a 4.000 calorías.
    2. Una batería de utensilios de cocina por unidad familiar.
    3. Tres conjuntos de traje y chaqueta y tres pares de zapatos por individuo.
    4. 10 litros de agua potable al día.
    5. Un habitáculo de seis metros cuadrados como mínimo, que ofrezca una mínima protección contra la intemperie.
    6. Escolarización de al menos seis años y educación continuada para el adulto.
    7. Una radio por familia.
    8. Una televisión por cada 100 habitantes.
    9. Una bicicleta por unidad familiar.
    10. 10 médicos y 50 camas de hospital, por cada 100.000 habitantes, además de 10 dólares por persona y año para medicamentos.
    11. Un trabajo para poder hacer frente a la unidad familiar.
    12. Un sistema de seguridad social que cubra las enfermedades.
    Y esto es lo imprescindible para un nivel mínimo de bienestar. Para mantener a los 7.000 millones actuales, al nivel de bienestar de Europa o América del Norte se necesita-rían entre 3 y 6 planetas Tierra como del que disponemos.
    Pero es que el gran error, es considerar solo las necesidades materiales adicionales de las nuevas poblaciones. Estas ya de por sí son enormes y amenazan con destruir el equilibrio biológico del planeta, reduciendo drásticamente su capacidad de sostenimiento de población humana.
    Pero hay que considerar los graves traumas y problemas psicológicos que una situación de precariedad económica causan a la población infantil marginal.
    En sociedades primitivas y rurales como las de muchas zonas de Africa, el fuerte influjo de unas sociedades familiares muy fuertes, unido a unas culturas tradicionales y bien arraigadas con la naturaleza, mantiene un buen equilibrio psicológico en los nuevos nacidos, a pesar de sus fuertes deficiencias materiales.
    Pero en las sociedades urbanizadas, muchos de esos nuevos nacimientos se desarrollan en ambientes hostiles, violentos y desestructurados, en muchos casos con pocos y malos referentes culturales, y en medio de una sociedad opulenta que los ignora y los desprecia.
    Y la situación de confusionismo y desquiciamiento cultural en nuestras sociedades civilizadas, es tal, que ni se pueden hacer llamamientos a un mínimo control mundial de la población, y a aplicar unas políticas que son urgentes para minimizar el desastre.
    Simplemente se ignoran dichos consejos, con el simple argumento, de la libertad individual de cada persona, para hacer lo que quiera sin mas limitaciones comunitarias y morales. Ni siquiera el argumento del bienestar de sus futuros hijos propios, es atendido como razón suficiente para ello.
    Hace veinte años, Rosa Berián, experta en tratamiento de menores, decía: “Hay niños, que tienen todos los boletos para acabar siendo carne de presidio. Y no solo por sus circunstancias sociales y económicas, pues lo peor son la sensación de inseguridad y de abandono. Y eso pasa tanto en familias pobres como en las ricas.
    Los niños que delinquen son niños inseguros, sin figura de referencia. Carecen de modelo de comportamiento porque el padre o la madre o no pueden o han renunciado a serlo. Los niños necesitan ver en los mayores lo que está bien, aunque sea para saltárselo. Es mejor dar un niño en adopción que no ocuparse de él, y mas terrible todavía es mimarlo y maltratarlo alternativamente”.
    Hay que decir muy alto y muy claro, que el derecho de los niños a disponer de un ambiente de crecimiento adecuado, está muy por encima del supuesto derecho de los padres a tener todos los hijos que quieran, los puedan o no puedan educarlos materialmente.
    Porque la cuestión no solo se refiere a las situaciones de carencia económica, que son numerosísimas, sino también de las situaciones de desequilibrio mental y psicológico.
    Es un absurdo total, que dibuja el estado de miseria de nuestra cultura actual, que se exija, (y con toda razón), un test psicotécnico para conducir un vehículo, o disponer de un arma de caza, y no se exija ningún requisito personal, para traer al mundo los hijos que nos venga en gana traer.
     
     
     

  • X. Gundín

    Varío por hoy mi aportación para incidir en los comentarios sobre población.
     
    Los aumentos de población no se limitan a decisiones tan racionales como “paternidad responsable” y otros lemas que supongan implicitamente que la producción de población es resultado de actos de nuestra razón y voluntad. Hay mucho  de irracional en la producción de población. Y no sólo por la incontrolable potencia sexual individual. Tambien por las condicciones sociales.
     
    En general, tanto en plantas como en insectos, como en mamíferos, cualquier señal de limitación del tiempo de vida -cualquier señal de muerte- produce una aceleración de los mecanismos de reproducción. Ya puse una vez aquí el ejemplo de los tomates  (hubo a quien le dio la risa). Pero hagan la prueba y verán como es visible. Manden una señal de muerte a la planta y verán como los frutos aún pequeños maduran: quieren producir la semilla.
     
    De forma que se puede decir: en nuestro caso la penuria cria población. La abundancia, la frena. Y si a la abundancia inmediata de bienes, le añadimos un generoso plan de pensiones, que haga a los hijos innecesarios para cuidar de los viejos, entonces el frenazo es en seco.
     
    Quienes quieran limitar la población humana déjense de ideología (razones) y vayan pensando en mejorar sueldos y pensiones (cubrimiento de necesidades).

  • Isidoro García

    Has tocado muchos temas de la polémica sobre la explosión demográfica y la superpoblación, (o no). Y estos temas los iré tocando, si viene la ocasión, en momentos futuros. Pero cuando iba a entrar al trapo, has acabado con una frase que es la almendra de la cuestión, y en ella quiero centrarme.
     
    Acabas, escribiendo: “ (…) para llegar a unos niveles de natalidad que sean decididos por las parejas”. Y yo creo que esa es una de las claves de todo. Me imagino que como yo, eres ya mayorcito, (yo, 67 recién cumplidos), y habrás oído en la época conciliar que la Iglesia hablaba de “paternidad responsable”. Cambiaron los tiempos, y ese hoy es un tema tabú, y ya no se ha vuelto a oir, y si se hace se dice con la boca pequeña.

    “Los tiempos están cambiando, que es una barbaridad”, diría un hipotético zarzuelero Bob Dylan. En nuestra niñez, los niños tenían muy pocos derechos, todos los tenían los padres. A todos nos han dado de pequeños un cachete o dos, cuando nos poníamos tontos, e incluso algún palo en la escuela. Y era normal. Hoy día hay hijos que denuncian a sus padres por algo menos que eso.  Nuestros abuelos criaron a nuestros padres con muy buena voluntad, y los ponían a trabajar a los 14 años de aprendices o de pastores en el campo.

    Nuestros padres, ya algunos de ellos, se preocuparon por darnos estudios, hasta los 16, y luego a trabajar. En mi caso particular, (provengo de familia modesta), gracias a mis buenas notas, se esforzaron en darme una carrera, con alguna beca, (porque vivía en Madrid, si no, hubiera sido imposible), pero una hermana mía, con tan buenas notas como yo, la metieron en un banco a los 18, (y luego estudió mientras trabajaba). Una discriminación terrible, pero era la cultura de la época. Hoy día los padres se sienten obligados no solo a dar comida a sus hijos, sino a que estudien hasta los 25 y más si no encuentran trabajo, (que es lo habitual).

    ¿Qué es eso de que para conducir un coche haya que pasar un psicotécnico, y para tener ocho hijos no se exija nada?. Y ya no me refiero solo a tener un equilibrio mental mínimo necesario, para evitar tantos hijos traumatizados, sino incluso, el disponer de las condiciones económicas no solo para darles de comer, sino para una educación a la que todos niños son acreedores.

     
    Se que esto escandalizará a muchos. Pero es que “los tiempos están cambiando”, y ya era hora si es a mejor. Estamos en el siglo XXI, y no podemos mantener una sociedad con mentalidades de siglos anteriores.  Por eso, lo primero para resolver el problema de la natalidad, es el de traer otra vez a la palestra el concepto de “paternidad responsable”, y darse cuentas que el derecho de los padres tiene que conjugarse con el derecho de los hijos. Porque los padres deciden tener hijos, y los hijos no deciden venir a este mundo. ¿Quién será valedor de sus derechos?.

  • h.cadarso

    Lamento discrepar de Isidoro en las dos razones que parece alegar como causas de la crisis: la superpoblación, o sea que ya no cabemos en este planeta, y la tecnología, que sustituye a trabajadores por máquinas y genera una situación generalizada de desempleo…Aunque a lo mejor simplifico demasiado o desvío su razonamiento, Isidoro.
    Pero yo he oído decir que en el mundod sobran alimentos y se podría multiplicar la producción de alimentos si se respetasen los recursos de agua y de terreno cultivable del que disponemos. Y también he oído decir que los africanos se amontonan a las puertas de Europa pidiendo permiso para entrar, al igual que los sudamericanos a las puertas de Estados Unidos, no porque africa o Américadel Sur estén superpobladas, sino porque en ambos continentes o subcontinentes la política y la economía, la sanidad, la educación  están hechas unos zorros, y la vida se hace prácticamente imposible en muchísimos casos..
    Sobran recursos, sobra mano de obra, sobra dinero, pero una minoría desalmada se ha empeñado en matar de hambre y miseria a la mayoría, y en acumular toda la riqueza y dejar a la mayoría en la más absoluta miseria. Y eso no tiene que ver nada con la superpoblación, en mi opinión. Por supuesto que en Africa se necesita una educación sexual y una difusión de los medios de contracepción, para llegar a unos niveles de natalidad que sean decididos por las parejas.

  • X. Gundín

    Continúo.
     
    c=medios y métodos de producción=capital muerto.
    v=trabajo=capital vivo.
     
    c/v=relación de la aportacion del capital y el trabajo al proceso de producción.
    Si lo observásemos a lo largo del tiempo veríamos que está en continuo aumento. E.d: el valor de los medios de produción (lo que comunmente se llama “inversión”) aumenta frente al del trabajo.
    Ahora bien, c y v responden a intereses no sólo distintos, sino contradictorios, es más, antagónicos. En tiempo de buena boyancia económica pueden coexistir (el capitalismo inclusivo), por el tiempo que la boyancia dure. Fuera de ese tiempo, pelean duro (e.d: pelean los intereses que representan a c y v: la faceta económica de la lucha de clases). Los intentos hasta ahora hechos de conciliarlos no han funcionado sino fue por breve tiempo y conbinando mediante el Estado una razón supuestamente superior (p.ej: la patria) y tanta represión hacia los disidentes como fuese necesaria.
     
    Así que lo que Antón Costas (profesional competente, tengo entendido) tendría que hacer para que vuelva su añorado capitalismo inclusivo sería movilizar el capital necesario para que se vuelva a mover la economía.
    ¿Cuanto sería ese capital necesario?. No lo se, pero a día de hoy ya sería  mucho. Realmente, el 1,6% de aumento previsto (¡dicen!) del PIB español para bien poco dará. Habría que movilizar mucho más. O no tener capitalismo inclusivo. En este caso ¿qué tendríamos?.
     
    Tambien hay que darle un vistazo a la fórmula G=P/c+v. En próximo día, si dejan.
     
    Realmente no estaba previsto esto para hoy, así que resultará algo improvisado.
    Previsto tenía escuchar por la radio el Pleno de la Corporación Municipal (había una pregunta que me interesaba). Pero los afectados por las participaciones preferentes y subordinadas, que querían hablar y el Alcalde no les dejó, reventaron el Pleno cantando la rianxeira (el humos que no falte). Y aproveché esta media hora.

  • Isidoro García

    Amigo Oscar:
    En un comentario mío anterior echaba de menos un análisis potente de la realidad, que nos ayude a salir de ésta. Por eso se habla de grave crisis de ideas entre la izquierda realista. Como comprenderás yo no se las respuestas, ¡ya quisiera!. Por eso en el editorial último de Atrio se hablaba de la necesidad de un dificil análisis de la realidad.
    Pero sin ser, ni mucho menos exhaustivo, ¿te parecen poco importantes los efectos de la superpoblación mundial, que está provocando unas migraciones tremendas de gente en la miseria. Aquí en España, asaltan las vallas de Ceuta y Melilla de cinco mil en cinco mil, y si no pueden por ahí entrarán por mar, con las correspondientes tragedias. Pero eso es  un fenómeno que se incrementa año tras año, inevitablemente, pues la explosión demográfica si no hacemos nada para evitarlo es imparable, (mejor dicho se parará sola cuando estemos en 20.000 millones dentro de cien años. pero no llegaremos pues el planeta explotará antes).
    ¿Y te parece que el efecto de la mecanización tambien inevitable, que el progreso tecnológico trae consigo, y que además se está acelerando, tampoco tiene importancia?.
    Saldremos de esta. Claro que saldremos. Lo primero por las malas. Porque la humanidad ha salido de todo, y situaciones mucho peores que esta ha superado. Pero a costa de mucho dolor y sufrimiento.
    Pero además creo que por las buenas. Yo soy evolucionario, teilhardiano, y  creo que la humanidad actual está en pleno proceso de evolución hacia una especie superior. Este proceso es imparable pues responde a las Leyes generales del Universo que nos han traído hasta aquí, desde la sopa de quarks, hace 13.700 millones de años.
    Esta evolución se conseguirá mediante una muy lenta “conversión” personal general, (un cambio general de cosmovisión), primero gracias a la cultura, y además ese cambio vendrá ayudado por la tecnología y la ciencia, que por otra parte nos causa problemas coyunturales.
    Esa tecnología conseguirá ir mejorando las terapias psicológicas personales, hasta ir ayudando a eliminar poco a poco nuestros demonios internos, nuestras ramalazos antisociales. Y esa sociedad futura utópica no es otra cosa que el Reino de Dios anunciado, del que se dijo que ya estaba sembrado e iba creciendo poquito a poco.
    En esa etapa feliz,  todos estaremos incardinados en una sociedad global, una gran mente superhumana, (conservando nuestra individualidad y creatividad personal), el Cuerpo de Cristo, o Cristogénesis. Y todos de una forma misteriosa, (aunque yo me la imagino personalmente), participaremos y seremos testigos y protagonistas en esa “maravilla”. Es una ilusión que tengo.
    Cuanto antes consigamos esa “metanoia” general, reduciremos el dolor y el sufrimiento, aunque yo, al ritmo del desarrollo tecnológico actual le echo no mas de trescientos años, y contando que habrá al menos una crisis catastrófica mundial, que reducirá la población a no mas de mil millones, por las buenas o por las malas.
    (No se si conoces el chiste del dentista que sacaba muelas con dolor y sin dolor. Y las de sin dolor las cobraba mas baratas. Pero las sacaba todas a lo bestia. Y a los de “sin dolor” que se quejaban, les decía: No se me quejen que sino se las cobro “con dolor”). Pues en esas mismas estamos.
    Un saludo. Y perdona el rollo.

  • oscar varela

    Hola Isidoro!
     
    Te leo:
    -“atacar los verdaderas causas que producen tanto dolor.”-

    ¿Podés decirnos cuáles son esas
    * “verdaderas causas que producen tanto dolor”?
    ……………….
     
    Sigo leyéndote:
    – “ Salir, saldremos de ésta”-

    ¿Podés decirnos por qué y cómo lo sabes?

     
    Gracias, mientras ¡Voy todavía! – Oscar.

  • Isidoro García

    Amigo Oscar:
    ¡Cómo se nota que por el cono austral estais en invierno!. Por aquí  todo el mundo está de vacaciones, y puedes decir lo que quieras, que nadie te va decir ni mú…
    Mira mi opinión personal, es que los pecados capitales de todo hombre, (nosotros los primeros), no necesitan de circunstancias estructurales para desarrollarse: siempre van a estar ahí, y en la vida social humana, son como las bacterias y los microbios para el cuerpo, que hay que contar con ellos, porque están ahí en todo tiempo y lugar.
    Ahora bien, es claro que cuando las cosas vienen mal dadas, se notan mas los efectos, y son mas dañinos. Pero no son la causa primaria, igual que la causa de las enfermedades no es la presencia de microbios, sino nuestra baja defensa ante ellos. Por eso centrar la resolución de nuestros problemas en los sinvergüenzas, y “prepotentes”, es errar el tiro, y gastar unas balas preciosas para atacar los verdaderas causas que producen tanto dolor. Es hacer como que se hace, para no hacer nada.
    Parafraseando a Jesús: “¡sinverguenzas, vais a tener toda la vida, no os obsesioneis con ellos!”, pues podemos volvernos neuróticos, como aquel que evita tocar nada con las manos, o se lava obsesivamente después de hacerlo, para no contagiarse. a ver si nos va a pasar como esas personas, incapaces de toda autocrítica, que piensan que la culpa de todos sus problemas la tienen los demás.
    Claro que es una posición psicológica tentadora. Por una parte están los malos, que son mu…. malos, y por otra nosotros, que estamos junto con los buenos, mu…. buenos. Y para demostrarlo nos dedicamos a tirar piedras indignadamente  contra la adúltera, (que ese supone que era culpable, y según la ley judía se las merecía, no lo olvidemos), y nos vamos a casa contentos, autosatisfechos, y hasta diría que un poco de “prepotentes”. ¡Qué buenos somos los buenos!.
    La exagerada indignación moral es sospechosa. Freud habló de un poderoso mecanismo psicológico que llamó “proyección”. Según él, somos mucho mas sensibles a los pecados de los demás, que son nuestra debilidad propia. Nos tocan en heridas propias.
    Los no fumadores somos mucho mas tolerantes, con los fumadores, que los exfumadores, especialmente si hace poco que lo han dejado. Y esa parece que es la causa de la excesiva importancia de la Iglesia con la moral sexual.
     
    Acabo. En mi anterior comentario puedo haber parecido muy pesimista. Pero no lo soy, yo creo mucho en las posibilidades de la tecnología y la ciencia, y ya se sabe que al lado de donde crece el veneno, crece la cura.
    Dijo Rimbaud, primero y luego Sartre, que “la verdadera vida comienza mas allá de la desesperanza”. Salir, saldremos de esta, pero como no espabilemos un poco y sigamos como vamos, va a haber mucho más dolor y mucha más miseria.
     

  • oscar varela

    Hola Isidoro!
     
    Interesante lo tuyo. Lo de las dos “causas-estructurales” del problema:
    * desarrollo tecnológico exuberante e imparable.
    * acelerado incremento de población para ocupar.
    …………………..
     
    Sería bueno si lograras pensar y decirnos algo más sobre los efectos en el “temple de vida” que provocaría ese desarrollo tecnológico.
     
    ¿Será algo así como “prepotencia”?
     
    Si hubiera algo de eso:
    * ¿Cuáles son las características de actuación del PREPOTENTE?
     
    * ¿Se aplicaría no solo a personas individuales sino también a pueblos y culturas?
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Isidoro García

    Continuo con el tema, aunque se que los calores no propician mucho el esfuerzo intelectual.
    Antes que nada, releyendo mi comentario anterior, veo que resultó bastante equívoco. Da la impresión que recrimino a los comentaristas de Atrio, que sean catedráticos de la especialidad, una actividad mas diligente.
    No era esa mi intención. A quien me refería en realidad es a la intelectualidad en general, no solo española sino mundial, donde no encuentro análisis potentes de la realidad socioeconómica. (Los tiene que haber, pero no se difunden, y los medios están copados por banalidades sin fin).
    La crisis intelectual de la izquierda, y su falta de ideas es su consecuencia, y los análisis de la derecha, ya no digamos: son del tipo “mira que bien y que pronto, le dijo la tonta al tonto”. Como ejemplo, la famosa curva de Laffer, fué fruto de una conversación de cafetería, y se escribió en una servilleta de papel.
    Una vez hecho este excurso, me gustaría que en el análisis de la situación socioeconómica mundial y concretamente en la española, se pensara en dos causas estructurales de gran influencia en mi opinión.
    La primera los efectos que el gran desarrollo tecnológico que se viene produciendo ininterrumpida y acumulativamente, desde final de la II Guerra. Cada vez se necesita menos personal para producir lo mismo, y la tendencia es imparable.
    Y la segunda, el incremento continuado de la población mundial. En 1950, había 3.000 millones, hoy ya vamos por 7.200, y eso inevitablemente inunda el mundo de mano de obra sin cualificar, dispuesta a trabajar prácticamente por la comida. (En Africa cada mujer tiene cinco hijos vivos de media, sin que nadie se preocupe a que mundo lo traen, ni los padres, ni los dirigentes políticos, ni los “referentes morales”, para los que ese es un tema tabú).
    Es como una pinza implacable que amenaza con devorarnos. Por ello ante esta terrible realidad, el pensar que nuestros problemas provienen de los muchos sinvergüenzas que hay, es un poco insuficiente, por decirlo suavemente.
    Ya se que no son temas para estos calores, pero perdón por mi impertinencia. Un saludo a todos.
     

  • X. Gundín

    Continúo.
     
    La inclusión (el capitalismo inclusivo, que dice Antón Costas) se produce por dos vías principalmente. Ambas en conjunto. Son: el acceso al disfrute de los bienes producidos y la adquisición de derechos.
    Taylorismo, fordismo, new deal, son sus modelos. Suficiente capital para invertir, su condicción.
    http://es.wikipedia.org/wiki/Taylorismo
    http://es.wikipedia.org/wiki/Fordismo
    http://es.wikipedia.org/wiki/New_Deal
     
    En España comenzar a pasar al disfrute de bienes no fue dificil despues de las miserias de la postguerra: cualquier cosa era mejorar. De lo que habría mucho que hablar (y todavía hoy) sería de la calidad de los bienes. Alimentación, vivienda, vestido, transporte, fueron las primeras ansias.
    La ampliación de derechos trajo como consecuencia que el montaje de la CNS (Central Nacional Sindicalista) quedara sucesivamente desbordado hasta su implosión final.
     
    El personal se movía por la primera razón: el dsfrute de los bienes. Lo de los derechos era un añadido que preocupaba a algunos ilustrados….que quedaban en la cuneta cuando en la negociación de los Convenios Colectivos sostenían que no sólo había que hablar del % de aumento. Aquí hubo fallos que se pagan hoy.
     
    ¿Pq se acaba el capitalismo inclusivo?.
    El sistema de relaciones no existe para incluir la gente en el uso de bienes y derechos. Tampoco para negarlos. Unas cosa o la otra son por razones de conveniencia y oportunidad.
    El sistema de relaciones lo es de producción de ganancia. Si produce ganancia funciona, y si no, no. Para producir ganancia -y no por otra razón- se modificará lo necesario.
     
    Para comprender -prever, explicar- los cambios en el sistema de producción de ganancia hay que observar la tendencia de la tasa de ganancia: G=P/c+v, donde P es el aumento de valor, c el capital constante (invertido en medios de producción) y v el id. variable (lo que se invierte en la gente).
    Igualmente hay que observar como cambia la relación c/v; la proporción entre el capital invertido en medios de producción y el invertido en la gente.
     
    Continuará (si no estorba).
     

  • ana rodrigo

    Isidoro, en ningún momento me tomé tu comentario contra mí, de hecho te di la razón en todo lo que decías.
     
    Partiendo de mi ignorancia en materia tan compleja, sólo quise aportar, a modo de recordatorio, que la administración de los bienes comunes nunca debe perder de vista el fundamento ético. Y esto es perfectamente compatible con lo que tú dices sobre lo específico de la práctica económica.
     
    Y, precisamente porque la ética y/o la falta de competencia de los responsables es lo que está ocasionando tanto sufrimiento, es por lo que no hay que abandonar el grito de la calle. La parte técnica queda en manos de los técnicos, y la gente de a pie, además de víctimas, debemos denunciar la parte las injusticias que sus decisiones produce. Tenemos la impresión de que quienes tienen en sus manos nuestra vida y hacienda viven y hablan desde otro mundo. Sólo hay que escuchar lo que dicen los Montoros, Guindos, Rajoy, Floriano, Cospedal, etc. para percatarnos de que no tiene nada que ver con lo que ocurre en los hogares, lo que le ocurre a las personas de carne y hueso, no a seres extraterrestres.
     
    No se trata de lamentarnos por el lamento en sí mismo, sino rebelarnos, de hacernos escuchar, de hacerles saber que no nos traten como idiotas.

  • Isidoro García

    Perdóname Ana. El comentario no iba contra tí, que repites el análisis que circula habitualmente en los medios de comunicación. Tú no eres más que una víctima más de ese analisis insuficiente.
    Porque aquí el tema no es a ver quien es mas listo, sino que si no hacemos un análisis de la realidad adecuado, nos encontramos sin soluciones posibles a todos esos problemas, (que es el asunto que en verdad interesa), y eso nos conduce a la desesperanza, al sufrimiento y a la cuasi desesperación que se trasluce en tu escrito.
    Es un llamamiento a quienes se dedican a pensar y cobran sus buenos sueldos por ello, expertos tertulianos, y sobre todo a los muchos  catedráticos de economía, sociología, políticas, etc de tantas Universidades, que si me leyesen lo harían desde la playa disfrutando de sus tres meses de vacaciones. A que se lo curren un poco más y dejen de repetir como loritos el manual ideológico de moda.
    Respecto a la cita evangélica, la economía es un asunto de la vida, y un maestro sabio da sabios consejos generales que luego nosotros tenemos que aplicar a nuestros problemas concretos: No hay nada mas práctico que una buena teoría.
    Un saludo a todos.

     

  • ana rodrigo

    Estimado Isidoro, dices:” el análisis moralista de que el problema es que hay demasiados sinvergüenzas, es insuficiente. Hay que currárselo un poco más. Pues qué quieres que te diga sino es darte la razón, máxime cuando yo, de la alta o macroeconomía no sé nada. Pero sí he tenido que hacer muchos números en mi microeconomía para llegar a final de mes, y sé que la “cuenta la vieja” ha salvado muchas economías domésticas, esas que tienen rostro, corazón y sentido de lo humano. Y la realidad, al ser poliédrica, yo doy mi sencilla visión de la cuestión que entre tod@s vamos completado.
     
    Respecto a la macroeconomía, estoy de acuerdo que debe estar en manos de especialistas y entendidos tratándose de una materia tan compleja. Pero cuando el resultado de sus decisiones hace llorar a tantas víctimas de sus decisiones, ya creo que hay que sacar el pañuelo para que las lágrimas no nos impidan ver que algo muy gordo debe estar fallando y que la tropa pedestre e “ignorante” debe denunciar: no es suficiente ser listo (en el sentido positivo del término), inteligente, preparado, con muchos estudios y espléndido curriculum (el sr. Guindos y el Lehman Brodhers…., y de ahí a ministro), sino que deben tener un grado sumo de moral ante ciertas decisiones legislativas que hacen tanto daño a tanta gente.
     
    Me ha hecho gracia la cita del evangelio al hablar de economía. Éste sería otro tema a tratar, y no quiero alargar más este comentario.

  • Isidoro García

    Amiga Ana, tus escritos me inspiran contestaciones. El tema de la economía, como todos, es complejo, y por ello nos viene bien leer lo que los sabios han dicho en el pasado sobre el tema. Y para los cristianos, ¿qué mejor referente que Jesús?. ¿Qué dijo Jesús sobre economía y organización de empresas y de la sociedad?. Muy poco. Pero de lo poco que dijo, mi opinión particular es que hay una cosa muy iluminativa, que nos puede servir para situar nuestra perspectiva de las cosas. Y es la tan mal entendida parábola del administrador infiel.
     
    Como todos sabéis, un administrador, que entraría en la categoría de supersinvergüenza que Ana señala en su indignado escrito, realiza un muy “difícil discernimiento objetivo de la realidad”, para beneficiarse personalmente. Hasta aquí, lo normal, lo de siempre y lo de ahora. Pero lo curioso y lo mal entendido de la parábola, es que el dueño, cuando se entera, le elogia y le confirma en el puesto. ¿Nos estamos volviendo locos?. ¿Fue un desliz teórico de Jesús?.
     
    El asunto tiene un calado mucho mayor del que parece. Se trataría de una pregunta, ¿es mejor ser “listo” que ser bueno?. Mi opinión personal es que sí, y ya estoy oyendo los aullidos de indignación clamar. El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Me explico.
     
    Si tú haces un análisis de la realidad excesivamente moralizado, inevitablemente no va a ser real. La extrema sensibilidad, las lágrimas enturbian la visión y eso es fatal, en problemas muy complejos. Cuando un cirujano está operando a un enfermo, no puede estar preocupado si le duele o no el corte que le va a pegar: lo hace y se acabó. Si una persona se ahoga, hay que coger un cuchillo de la cocina y hacerle a lo bestia un boquete en el esófago, y le salvas la vida: si te da repelús, le dejas morir. La vida es así.
     
    En realidad, solo en los análisis insuficientes, existe contradicción entre ser “listo” y ser “bueno”. El listo, si realmente lo es, es bueno, pero no sucede igual a la viceversa. Toda la polémica entre confucianos y taoístas, y en el fondo entre jesuitas y jansenistas, ronda esta cuestión. “El que posee la gracia eficaz no puede pecar”, decían los jansenistas, y este estado de “gracia eficaz”, era lo que las religiones orientales llaman “iluminación”, conocimiento certero de la realidad.
     
    Dice la wikipedia: “La fe eficaz, (la “iluminación”) es absoluta: cambia la delectatio terrestris por una delectatio coelestis: se goza en el bien. La gracia provoca un gusto tan grande por las cosas de Dios que el hombre invenciblemente las hace. La libertad se mantiene porque la gracia despierta en el hombre la voluntad de hacer el bien. Pero quien no actúa movido por la gracia eficaz peca infaliblemente”.
     
    En resumen, que el análisis moralista de que el problema es que hay demasiados sinvergüenzas, es insuficiente. Hay que currárselo un poco más. Y en eso está el pensamiento de este siglo XXI.
     
     

  • oscar varela

    Hola!
     
    La Agencia RT parece aportar interesantes perspectivas:
    Por ejemplo:

    http://actualidad.rt.com/programas/keiser_report/view/133524-keiser-report-espanol-simular-conseguirlo-e625
     

  • X. Gundín

    A lo largo del tiempo las relaciones entre capitalismo  y democracia -es decir: entre capitalismo y población- son cambiantes.
    En momentos fueron 1) agudamente contradictorias y conflictivas, 2) en otros momentos fueron de calma y mayor cooperación voluntaria y 3) en otros de calma forzada y sometimiento.
     
    Desde los años 70 (crisis del petróleo) venimos saliendo de 2), donde estábamos dese el final de la IIª GM. Ahora parece que estamos en algún momento de 3).
     
    El pasado estado 2) en Europa se compuso de a) aplicación extensa e intensa de capital inicial a la reconstrucción mediante el Plan Marshal (no en España), b) economía social de mercado, c) Estado social, d) democracia representativa (partitocracia en España), e) autonomía de las partes contratantes (trabajo organizado y patronal. En España no tuvieron esa autonomía hasta los 70).
    La gente estaba relativamente contenta, se tenía por un  sistema modélico. Había conflictos parciales (¡home, claro!). Eran desajustes. El conflicto general, la lucha de clases aguda, se daba por superada.
    Y llegó el tiempo en que se acabó lo que se daba. ¿¿¿????.
     
    Seguiré mañana. Buenas noches.

  • ana rodrigo

    Como nos han hecho creer que la economía es algo tan complejo que solamente puede estar en manos de gurús superespecializados, consiguen desactivar nuestra capacidad de pensar y de reaccionar y, encima, quieren hacernos creer que, como somos tont@s, que nos fiemos de ellos.
     
    Pues bien, estos supercerebros, llegan a la política con capacidad para decidir y legislar, con responsabilidad de vigilar o de mirar para otro lado, el que cada ciudadan@ contribuya con sus impuestos según sus ganancias al bien común, impedir que se evada capital a paraísos fiscales, que se administren debidamente los recursos naturales y/o dinerarios, etc. etc. Y resulta que, además los países llamados democráticos son los dueños del mundo y de sus bienes, porque son los más fuertes y les da igual los más débiles, pues vivimos en un mundo que da asco.
     
    Todo muy super, así aparecen supersinvergüenzas, s-ladrones, s-evasores, los s-caraduras, los s-cínicos, los s-millonarios, la s-banca….. Y en la otra cara de la moneda tenemos a los pobres, los desahucios, los suicidios, los comedores sociales, la mendicidad, el paro, los trabajos precarios, etc. etc. etc.
     
    ¿Acaso todos estos sinvergüenzas quieren acabar con la democracia para gobernar desde una dictadura institucionalizada y que nadie les pida cuentas? Ojo, la gente está hasta el copetín de corrupción, de desigualdades sociales, de millonarios camuflados. El nazismo resucita con mucha fuerza cuando ve que la sociedad está decepcionada de estos llamados ladrones llamados “demócratas” .
     
    Sólo faltaba el mol Honorable, con rara de bueno, de buen cristiano, de gran político, imprescindible en la historia de la democracia española, etc. etc., mientras él y su hijos y su esposa habitaban en la cueva de Ali Babá y los cuarenta ladrones, basado todo en la mentira, en le cinismo más grande que ha conocido este país en democracia.
     
    En Granada se ha suicidado un padre de familia con 37 años ante el acoso de un banco para que pagase la hipoteca. Mientras el gobierno, no sólo no busca el dinero que los bancos han hecho desaparecer ¿?, sino que les dan miles de millones del dinero público. ¿¡¡¡No hay dinero!!!? Dónde está.
     
    Ufffff!!!! No sigo porque esto es insoportable.

  • h.cadarso

    Lo de la saga Pujol, el “Honorable” y su caterva…ilustra muy a tiempo el título este de “Capitalismo contra democracia”. El gran prohombre de la Transición en Cataluña, uno de los grandes gurús de la etapa mal llamada democrática de nuestro país, nos ha resultado un vulgar chorizo, y quiere irse de rositas cargándose las culpas de todo ahora que por lo visto la justicia no le puede pedir cuentas…Modérense ustedes, los que les hacen escraches a los políticos…Que no es para tanto, caray. Unos con que si las puertas giratorias, otros con que si las Fundaciones y las conferencias por el mundo, otros con que las salidas por la puerta falsa a los Paraísos fiscales….Y no les hagan ustedes escraches, que se mosquean…
    Dicen que últimamente las parteras, para que el niño recién nacido arranque a llorar, le dicen “!Oye, que has nacido en España!” Y vaya si se arranca!

  • Gonzalo Haya

    Me reconozco como analfabeto en economía, y me interesaría conocer la opinión de los expertos. ¿Sería Keynes una solución? ¿Se puede aspirar a algo más? ¿Qué puntos de apoyo existen para desbancar (¡nunca mejor dicho!) al capitalismo? ¡Si todas las religiones hiciéramos un frente común por la justicia y la igualdad…! Para esto haría falta que las religiones pensáramos menos en el culto a Dios y mucho más en la fraternidad que él desea entre todos nosotros.