En la liturgia de este domingo, el evangelio de Juan pone en boca de Jesús: “Yo soy la puerta del redil. Y soy el buen pastor, no un mercenario. Mis ovejas me conocen, escuchan mi voz y me siguen”. Jesús nunca habló exactamente así, pero era un hombre de campo y residía en Cafarnaún, junto al lago de Galilea, y hablaba de lo que veía: labradores y semilla, pescadores y peces, pastores y ovejas. Hablaba de lo que veía para decir lo que esperaba: un mundo justo y bueno, sin hambre ni enfermedad.
Pastores y ovejas. A la jerarquía católica le encanta este lenguaje y lo explota al máximo. “Nosotros somos los pastores, como Jesús, y vosotros sois las ovejas. Escuchadnos, seguidnos, y os salvaréis. Lo dijo Jesús”. No, Jesús no lo dijo. Habló, eso sí, de pastores que buscan a la oveja perdida, y de cómo la prefieren a todas las otras, y de cómo se alegran al encontrarla, como el padre al recuperar al hijo perdido, como la mujer al hallar la moneda perdida, una moneda que era todo su sustento.
Jesús no imaginó ninguna iglesia del futuro, ni pudo pensar que en ella fueran a haber pastores que mandan y ovejas que obedecen, y que éstas nunca pudieran elegir a sus pastores. “Todos vosotros sois hermanas y hermanos, y nadie debe estar por encima ni por debajo de nadie”, dijo Jesús. Y así fue en las primeras generaciones de la Iglesia, en las que las comunidades elegían a sus responsables. Nada de pastores y ovejas.
Luego cambiaron las cosas. Los pastores empezaron a nombrarse unos a otros, y a convertir en ovejas a todos los demás. Así hasta hoy. Y al anuncio del Evangelio, al anuncio de la esperanza sanadora y subversiva de Jesús, lo llamaron “pastoral”, y el Evangelio se convirtió en pastoreo, en cuestión de poder, en gestión de asuntos, siempre desde arriba, todo en nombre del “Buen Pastor” debidamente domesticado.
Así hasta hoy. Justamente hoy, el “domingo del Buen Pastor”, se celebra en la Iglesia católica la Jornada Mundial de oración por las vocaciones. ¿Qué vocaciones? Vocaciones de pastor, claro está. No lo dicen así, pues quedaría feo. Pero no hubieran designado el domingo del Buen Pastor como día de las vocaciones, si no estuvieran pensando ante todo, o exclusivamente, en las vocaciones de pastor. Por mucho que se adorne el lenguaje, la “pastoral vocacional” tiene como objetivo llenar seminarios y noviciados. ¿Para qué? Para la supervivencia del sistema eclesiástico con su clero y sus congregaciones religiosas. Cosas del pasado milenario, de épocas agrícolas y pastoriles.
Para mantener ese pasado, será preciso que los seminarios y noviciados se llenen de ovejas con aspiraciones de pastor, jóvenes sumisos necesitados de reconocimiento y de poder. Es lo que observo con tristeza. Necesitan creerse los mejores (“Sal a darlo todo”, dice el lema de hoy), aunque nunca conocerán las penalidades del paro y del desahucio, cosas de gente común. Mirad en qué Dios creen, a qué Iglesia aspiran, en qué mundo viven los jóvenes seminaristas y el clero más joven y sus obispos.
“Olor a oveja” es una de las expresiones más exitosas del papa Francisco. A mí me parece de las más desafortunadas, por bienintencionada que sea. Quiere recalcar que los sacerdotes no han de buscar su propio provecho, sino el de la comunidad a la que sirven, pero olvida que las ovejas siempre han servido a los intereses del pastor y que los pastores siempre han vivido de las ovejas. Quiere subrayar que el clero debe vivir muy pegado a los laicos, pero refuerza y perpetúa la imagen de una Iglesia de clérigos y laicos, pegada a sus pastores, bajo la mitra y el cayado, con olor a pastor.
Muchos gestos y palabras del papa Francisco nos han llenado los pulmones de aire limpio y fresco, y lo agradecemos profundamente. Pero… ha pasado un año ¿y qué vemos? Sigue intacto el sistema clerical absolutista de la Iglesia católica y toda la teología que lo sustenta. O incluso se ha reforzado. Nada lo ilustra mejor que la reciente ceremonia de canonización de dos papas muertos por dos papas vivos. Demasiado papa. ¿No está creciendo la dependencia infantil respecto del papa?
Nada cambiará en la Iglesia mientras no se invierta el esquema, y no deje de haber ovejas y pastores. Mientras no recuperemos el Espíritu y la libertad de Jesús.
(Publicado en DEIA y en los Diarios del Grupo Noticias)
Para orar. Bienaventuranzas de la vocación
- Felices quienes en algún momento de su vida llegan a intuir, a presentir cuál es el sentido y, por lo tanto, la misión de su vida.
- Felices quienes cultivan sus habilidades, sus aptitudes para desarrollarse más plenamente como personas.
- Felices quienes ponen los carismas que han descubierto dentro de sí al servicio de los demás.
- Felices quienes se han dejado interpelar y sorprender por hechos, experiencias, contactos personales, y han sabido responder a esa invitación.
- Felices quienes han ido descubriendo a lo largo de su vida que lo más importante es ser y no solo tener.
- Felices quienes sienten la responsabilidad de ayudar a mejorar la humanidad, y se embarcan en esa tarea, que les ocupará el resto de sus vidas.
- Felices quienes viven su vocación con alegría, mejorando e intentando ser fieles cada día, trabajando para que no les invada la rutina, sino que se sigan renovando en cada momento.
- Felices quienes descubren que cualquier vocación tiene su raíz en su fuente interior, que fluye por los manantiales innumerables de la belleza y que desemboca en el fértil delta del amor.
(Miguel Ángel Mesa)
H.cadarso… Has dado en el clavo!!!
Que delicia dar con gente inteligente!!!!
Saludos
En mi comentario anterior, quise decir:
… somos mayoría existente…
María Luisa M. B.
De acuerdo H. Cadarso: para hablar ya más “en cristiano”: nosotr@s, no las “ovejas”, sino los fieles de cualquier comunidad, católica o no…, cada cual desde sus propias confesiones religiosas o creencias…, en el caso nuestro, de los que creemos en Jesús y le aceptamos como personaje-modelo de vida dentro de una “Iglesia Jerárquica”, que pareciera tomarnos a los laicos, como los del “status inferior”… somos mayoritaria existente… y por ende, por ser los que “recibimos” el mayor adoctrinamiento de “una vida de fe” con todas las cuitas, bondades y anomalías que a través del tiempo nos han presentado y de alguna forma nos han impuesto…, tenemos que convertirnos en los mejores observadores de “ciertos toros desde la barrera”… y arriesgarnos a discernir y decidir qué hacer a través de la vida, para atrevernos a ser más independientes, de lo que se nos quiera seguir imponiendo desde las jerarquías, como cuestiones de fe…, con ese espíritu de libertad con que se manifestó, nos predicó y nos enseñó Jesús, y si es preciso ir en “contracorriente”, tener la valentía de hacerlo con criterios auténticos, válidos y contundentes…No es fácil, porque lo que ya tenemos “sembrado” en nuestra fe y conciencia no es poco, pero sí se puede, si se le pone razón, “nueva fe” con la idea de ir “rescatando” el concepto hombre/mujer nuev@s, según el espíritu del Evangelio…, cierta lógica y preeminencia del amor y la esperanza en la contribución al cambio de concepción y construcción de “una nueva tierra y un nuevo cielo…”
Permítame contarle una anécdota muy personal: siendo yo juniora, dentro de la Congregación Religiosa en la que entré y después salí (por ciertos desacuerdos y rebeldías de mi parte para aceptar ciertas normas…) me tocaba renovar mis “votos temporales” (los “famosos votos” de castidad, pobreza y obediencia)…y para ello debía realizar un triduo de retiro espiritual…Yo estaba destinada… en una importante Casa de Ejercicios Espirituales de Colombia que comprendía dos casas a la vez, y a cuyo entorno le rodeaba una naturaleza preciosa, con monumentales montañas, abundancia de verdor por todas partes, pájaros hermosos…en fin, para quienes les gusta, gozan y disfrutan de la Naturaleza, como yo, algo excepcional…Pues bien, yo hice “el triduo”… independiente de las otras junioras, pues no pude reunirme con ellas… Durante esos días, fui muy poco a las Capillas (la Casa era muy grande, tenía dos oratorios laterales, uno en cada extremo, y una Capilla central, más amplia)…; me encantaba mucho más, admirar a Dios y su infinitud en ese medio natural tan grandioso … y para todas mis reflexiones me venía al dedillo esa naturaleza tan admirable…Ahora, a lo que voy: el no haber ido a la Capilla a “meditar”, según los juicios de la superiora del momento y de algunas Hnas. de la Comunidad, fue uno de “mis peores errores”…que contó, además, como un ingrediente más, para el no otorgamiento de mis votos que debían ser aprobados desde España, donde estaba la Casa Generalicia de la Congregación….Quienes tuvieron esa “responsabilidad”, creo que como usted y yo, nunca pensaron en lo que usted dice, casi al final de su comentario: “A Jesús cuando iba al templo le pasaba algo igual, por eso le dijo a la Samaritana que vendrá un tiempo en que no habrá que adorar a Dios ni en Jerusalén ni en Samaria…”
Yo también sigo yendo a Misa, no los domingos, sino los sábados, ni tampoco como “oveja”…; el asistir lo tomo como un momento de fraternidad, en el que comparto con muchas personas de la Comunidad, a quienes quiero; considero que de alguna manera convivimos en ciertos eventos comunitarios; a quienes veo con frecuencia y se ha hecho ya como una “costumbre tradicional” que de alguna manera nos permite encontrarnos y nos une…Me parece interesante escuchar la Palabra Bíblica junto con esas personas, y de alguna manera plantearme en el momento, lo que puede estarme diciendo cualquiera de las lecturas del día y en lo que puede estarme interpelando personalmente…Si el cura cree que le pongo siempre atención a lo que predica, se equivoca…Cuando considero que dice algo con lo que “comulgo”, le atiendo, cuando no, le paso por alto su “cháchara”. De esta manera asisto a misa, y le doy, por lo menos, una de las razones, que creo que tiene.
María Luisa M.B.
Arregui genial como siempre. Solo unas pocas palabras, pues tengo un poquitín de prisa.
ME NIEGO A HACER BEEEEEEEE
Abrazos para tod@s.
Francisco, Francisco…!y dale con el dichoso Francisco! Amigos míos, si es verdad lo que dice Arregui, no son las ovejas sumisas y modorras las que siguen el evangelio, sino los creyentes que actúan con el sentido de libertad, responsabilidad, riesgo y audacia que forma parte de la esencia del mensaje evangélico. Olvídense, Marías Luisas y Luisas Marías y señoras Machados y todas las señoras y señores del rebaño que nos rodea, viven como seres humanos en plenitud de derechos y responsabilidades su compromiso con el evangelio. Yo también me siento en la iglesia los domingos como oveja en corral ajeno, una oveja negra “bajo sospecha”. Pero, se puede seguir a Cristo si no se acepta y si no se convive con esa incomprensión y rechazo por partedel rebaño? No son esas ovejas las que forman parte de la iglesia, somos nosotros, la iglesia es nuestra, no de ellos.
A Jesús cuando iba al templo le pasaba algo igual, por eso le dijo a la Samaitana que vendrá un tiempo en que no habrá que adorar a Dios ni en Jerusalén ni en Samaria…
! Echémosle jeta, amigos, amigas. No por orgullo, por pura dignidad no más!
Sabia, contundente, y además precisamente profunda, la conclusión de J. Arregi, en esta exposición: “Nada cambiará en la Iglesia mientras …no recuperemos el Espíritu y la libertad de Jesús”… pero qué difícil debe ser para Francisco, hasta tener la más mínima intención de desmontar, ni siquiera poco a poco… y mucho menos de un solo “plumazo”… toda esa “estructura piramidal”,… todo ese “engranaje” jerárquico-eclesiástico… esa relación de “pastores y ovejas”… con todo el proceso que eso supone… Creo que es quizás, desde abajo, desde las “ovejas”, que podría venir el cambio…Sería interesante saber qué pasaría si las “ovejas” nos perdiéramos del “pastor”… y que éste no nos encontrara, que nos siga buscando por sus campos cotidianos y que tampoco nos encuentre…y que después de buscar y buscar, más allá… al final nos consiga, no “pastando”, por sus “caminos acostumbrados”… sino navegando por los derroteros… en los movimientos y aleteos del Espíritu y la libertad de Jesús…Sólo así, todos, “pastores y ovejas”… entenderemos, viviremos y nos alegraremos encontrándonos en lo que realmente “dijo Jesús”: “Todos vosotros sois hermanas y hermanos, y nadie debe estar por encima ni por debajo de nadie”…
María Luisa M.B.
Al leer los comentarios, percibo como una “llamada” un deseo de tener guías para nuestro caminar.
Estamos tan acostumbrados a obedecer y callar…
¿Por qué no pensamos cada cual interiormente, qué buscamos, que queremos… y cuando escuchamos, al mismo tiempo vamos discerniendo cuanto hay en ello de coincidencia con lo comentado, vivido por los mismos que lo predican y empezamos a tomar parte (al menos personal) abrimos los ojos y el corazón tomando nuestras decisiones, buscando y profundizando en la mima fuente?
Cierto, “hay que aprender a leer la fuente” diferenciando realidades e historias, para ser comprendidas; ellas mismas, nos dan pautas para poder ¡mirar de otras manera! y decidir al menos en la vida privada de cada ser humano.
Si para eso necesitamos ayuda… ¡la hay!
En: personas, lugares, escritores, pensadores, donde se explica la Palabra de otra manera y nadie condena por como cada persona decida vivir su vida, su interioridad, su experiencia de ¿fe? o lo que vayan buscando, deseando.
Hay que tomar las riendas de nuestro caminar, porque cada ser es responsable de su manera de vivir.
mª pilar
Me he sentido reflejada en las palabras de Pepe Blanco, “abandonar en silencio”. Pero no se llega a ése abandono sin más, es un largo proceso, por lo menos en mi caso. Primero cuando empiezas a cuestionártelo todo, cuando crees que estás perdiendo la fe y buscas respuestas. Acudes a retiros o cursillos espirituales, y al exponer tus dudas lo primero que te dicen : ” Si piensas así , no puedes considerarte católica” , o si al confesarme exponía mi falta de fe en los dogmas, se negaban a darme la absolución. Asistir cada domingo a la eucaristía , y preguntarme en cada homilía: “¿Se creerán realmente lo que dicen? Pertenecer a consejo parroquial, y escuchar al sacerdote decir :”Aquí tenéis voz, pero no voto, las decisiones las tomo yo”
Es duro, y en cierto modo doloroso abandonar lo que ha impregnado toda tu vida, pero si quieres ser coherente contigo misma debes hacerlo. También yo, me uní al sentimiento de Antonio, con relación al sábado santo.
Desearía que el libro de Nacho Dueñas, sirviera para dar ése salto evolutivo para los que nos hemos quedado sin agarraderas.
En la situación actual, que no debería ser permanente, el pueblo necesita guías, como se necesita un coordinador o presidente de debates en un grupo, como una construcción necesita un ingeniero, como una clase necesita de un guía o un maestro, etc. Lo malo es que el esquema se perpetúe y no se deje crecer al pueblo hasta que un día sea adulto. Yo creo que Jesucristo expresaba un trato amoroso, no autoritario hacia un pueblo que había sido maltratado y marginado por sus líderes.
Debí terminar el anterior comentario, diciendo “y seguir el suyo”.
Aprovecho para decir algo obvio: este taller, al igual que cualquier post que propone atrio, está abierto al debate, a la discrepancia, a la coincidencia, a decir lo que cada cual sepa o pueda, lo mismo que a callar. Quizá sea éste uno de los valores importantes de este blog, la libertad dentro del respeto que tod@s nos merecemos.
Saludos cordiales a todos y a todas, y ánimo, creo que estamos desbrozando bastantes creencias desechables y vamos abriendo nuevos horizontes.
Vuelvo con el Jesús-el Cristo. Es cierto, Juan Manuel, que el debate entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe para l@s creyentes está resuelto, mientras que a l@s no creyentes les trae al pairo si Jesús fue manifestación de Dios, si fue Dios encarnado, etc.
No es menos cierto es que el Jesús histórico sin el Cristo de la fe, habría pasado desapercibido para la historia. El Jesús histórico tiene sentido integrado en el Cristo de la fe. A partir de aquí, hay mucho que hacer en exégesis, hermenéutica, estudios bíblicos de toda índole.
Y al igual que cada documento neotestamentario está escrito desde un lugar y momento de la comunidad del autor, así seguiremos: pluralismo, sin pérdida de lo esencial del mensaje. Se nos ha hecho un relato demasiado simplista del Jesús-el Cristo, se le ha vapuleado desde la ignorancia-intereses creados-la buena fe- la mala fe- etc. etc. Como dije el otro día, el trabajo arqueológico que tenemos por delante, es inmenso.
Este domingo se nos propone la lectura de “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Leído literalmente presupone una total arrogancia por parte de Jesús, pero si contrastamos el dicho con el contexto socio-político-religioso, es algo totalmente aceptable: el emperador era hijo de dios, la guerra era el camino para la justicia, la opresión del poder era la muerte. Jesús propone dejar este camino y seguir el que él.
Que palabras tan iluminadoras!!! Cuando nos habían enseñado que lo importante es obedecer sobre todo como creyentes, vienes tú y nos desarmas con esa lógica sencilla y desbaratadora.
Desde hace tiempo acudo como semanalmente a misa y me gustaría participar y aportar mi granito de arena para la comunidad parroquial. Pero observo que hay un sistema bastante cerrado formado por señoronas que realizan labores tales como lectura en la misas donde algunas, no todas claro, adoptan un papel discriminatorio y excluyente hacia cualquier persona que no se encasille en el perfil que ellas han asumido, creo que insconscientemente de un sistema opaco y jerárquico en el que queda sepultada toda esperanza sanadora.
Observo que el perfil que se ha de adoptar es de una sumisión que implique una reverencia cuasi temerosa hacia el sacerdote, éste parece ser la voz y la figura de Dios en la tierra, muchos de estos curas aceptan y fomentan esta dinámica de reverencia total a su cargo y status.
Me apena ver a algunas de estas señoras grises, acólitas de un cura rancio y patriarcal que se convierten en verdugos silenciosas de cualquier atisbo de otra forma de entender la participación en la comunidad. Creo que a su vez son víctimas inconscientes de un sistema opaco y jerárquico. En este caso, no se trata solo entre pastores y ovejas sino más concretamente entre pastores y ovejas mujeres.
Cuánto falta por cambiar y soñar para que las comunidades parroquiales sean comunidades de creyentes seguidores de Jesús!
Que palabras tan iluminadoras!! Después de aprender que lo importante es obedecer, sobre todo en asuntos religiosos, vienes tú y nos desarmas con esa lógica simple, sencilla y humana. Demasiado humana. De vez en cuando voy a misa, creo en Jesús de Nazaret, y quisiera colaborar en alguna labor parroquial y aportar mi granito de arena para la comunidad. Pero en esto que me encuentro con un sistema tácito de señoras que porque tienen alguna actividad como leer o algo que les dote de cierta relevancia en la misa, se consideran, algunas, no todas, con el deber sacrosanto de acotar la entrada a cualquier persona que denote algún signo de modernidad en su vestimenta o actitud. Creo que han heredado la creencia que quien no cumpla con las genuflexiones, las reverencias al cura, al que creo que algunas consideran realmente la voz y la figura de Dios en la tierra, mantienen un sistema férreo de exclusión hacia quien no asuma esta parafernalia pseudoclerical. Es una pena observar la actitud de estas personas que creo que lo único que han podido hacer es imitar las maneras cerradas y excluyentes de un hipotético y anacrónico catolicismo. Además observo que algún que otro sacerdote que se mueve por estas parroquias están encantados en su papel caciquil y paternalista con su séquito de señoronas grises, emponzoñadas por la envidia, y adoptando el papel de verdugos silenciosos porque en realidad ellas mismas son objeto de una sumisión inconsciente a un sistema opaco y jerárquico, donde se ahoga la esperanza sanadora que nos recuerda el autor.
A veces, tengo la impresión de que la gente está luchando en silencio, sin ser conscientes ni de que están luchando ni que, seguramente, están ganando la guerra. Es cierto que no hacen nada activamente, como propone Rodrigo, lo cual estaría muy bien. Pero hacen otra cosa, que tampoco está mal: abandonan en silencio. Es el cisma silencioso.
La semana pasada estuve en una misa por un familiar difunto. Era la misa de ocho de la tarde de un día entre semana, en la parroquia del centro de Ourense, ciudad de más de cien mil habitantes. Había unas quince o veinte personas en misa, y quizás me esté pasando. La edad media de aquellas vetustas señoras, pues casi todas eran mujeres, debía rondar los 75 años, así a ojo. No pude evitar pensar, una vez más, que estamos siendo testigos del final de la iglesia católica como fenómeno de ovejas. Bueno, quiero decir, como fenómeno de masas.
Véase esta noticia Los vecinos fuerzan a irse a un cura que llamó adúlteras a las mujeres
Acompáñese con esta canción (que aunque está pensado en la clase política mexicana de los 90’s, aplica a otras realidades) Brincan los borregos
Hacerle un escrache al cura machín; levantarse en plena homilía para expresar que el discurso es inaceptable; organizarse para exigir el intervenir en el nombramiento de autoridades eclesiales…. hay muchas cosas que las personas católicas de base pueden hacer para cambiar lo que tanto se denuncia de palabra.
Díficil? si… extenuante? por supuesto…. pero así ha ido toda lucha por la exigencia de derechos que no se queda en quejarse
Oler a oveja…. Es cierto da que pensar mucho el termino.
Se necesita potenciar y trabajar mucho el tema del concilio vaticano II sobre Iglesia: Somos pueblo de Dios, jerarquia y laicos, todos somos iguales en dignidad y lo que nos diferencia solo son las funciones.
A tu duda:”¿Me lo quedo pensando, o no vale la pena?”
Oscar: Queda pensándotelo y también l*s otr*s tendremos que hacerlo con profundidad y valentía, pues la cosa es de suma importancia para cada un* y para tod*s.
En la igualdad humana está la calidad de materia prima con la que se estructura el Reino Del Padre a quí en la tierra, cuya búsqueda priorizo Jesús como concreción de su Misión: de aquí lo de la Encarnación, o Humanización identitaria y su testimonio vital y su mensaje.
Admitir jerarquías paternalista es peor que admitir las paternidades vedadas, pues acumulan mayor falsedad funcional y producen y mantienen mas y peor infantilismo interhumano que desacredita, e intenta sustituir el rico contenido real de la infancia humana respecto de la Paternidad Divina.
“A nadie consideréis, ni llaméis padre sobre la tierra, pues UNO SOLO ES VUESTRO PADRE CLESTIAL.”
Según esto, lo del olor a oveja de Francisco, o se entiende como perfume de HERMANDAD, o es algo que exige lavado profundo por venir de lo que constituye ambiente de corral, con su estiercol de deposiciones y orines y acumulación de alientos y sudores.
Hay jerárquicamente considerada una muy falsa apropiación, pues en ningún caso Jesús cedió . ni simbólicamente la propiedad de sus ovejas (simil de herman*s human*s) a Pedro; tras cada una de la triple confesión de amor, recuerdo de graves negaciones, queda claro que Jesús se refiere a SUS=MIS ovejas ; y en ninguna emplea TUS ovejas. Ju. XXI,15-18.
Nuestra Fe exige coherencia de permanencia, en tanto discípulos , en el mutuo amor de HERMANDAD, o de rebaño en aprisco o pastoreo con propiedad exclusiva del Buen Pastor; y en ningun caso mediante subordinación real al poder de nadie igual.
Es por ello que, con fe y esperanza, seguimos intentando que en el Vaticano y en cualquier parte sea la verdadera Hermandad en el Amor la que el mundo contemple y por ella se mueva a creer y vivir según necesitamos, en tanto humanos, que coincide con la glorificación práctica de la Mater-Paternidad DIVINA y en la levadura eficaz de DEMOCRACIA socio-política.
Aclarando que este evangelio fue del pasado domingo (este escrito va con retraso), estoy de acuerdo con lo que dice Arregui.
Pero si la Institución-Iglesia se define como jerárquica, difícil lo tenemos la base de esa pirámide, porque los jerarcas lo tienen clarísimo, y con eso de que la Tradición y las definiciones de la Institución se toman como palabra de Dios, palabra intocable, no debe sorprendernos el que el Papa siga con esa mentalidad de pastores, aunque sea con olor a oveja, Frase bastante desafortunada y ofensiva, por cierto, pues viene a decir que las “ovejas”, los súbdit@s, las bases, olemos mal, olemos a establo, y no a palacio como deben oler los pastores.
Cuánta mugre-doctrina-creencia-dogma hay en ciertos cerebritos!!!
Hola!
Leo:
-“Demasiado papa.
¿No está creciendo la dependencia infantil respecto del papa?”-
…………………
Una duda:
¿Me lo quedo pensando, o no vale la pena?
¡Voy todavía! – Oscar.