Cuando llegue la gran tribulación la tierra tendrá al fin su merecido descanso
Me parecen muy oportunas las reflexiones de este autor, que trabaja la ecología con pequeños productores rurales junto al río Surui, en la Baixada Fluminense. Este es su texto:
«Nadie sabe con seguridad el día ni la hora. Y es que, casi sin darnos cuenta, estamos ya en medio de ella. Pero que está viniendo, lo está, cada vez con más intensidad y nitidez. Cuando suceda el gran vuelco, todo va a parecer como si fuese por sorpresa.
Aunque haya datos seguros que apuntan a la inevitabilidad de los cambios globales debidos al clima, con consecuencias que los científicos tratan de adivinar, pero que seguramente serán para peor, los intereses económicos de las grandes naciones y la falta de visión de sus dirigentes no les permiten tomar las medidas necesarias para mitigar los efectos y adaptar su modo de vida al estado febril de la Tierra.
Podemos imaginar un escenario plausible en el que los huracanes barrerán regiones enteras. Olas gigantescas se tragarán ciudades y civilizaciones, yendo a morir a los pies de las montañas. Sequías prolongadas harán que se cambien todas las riquezas por un simple vaso de agua sucia. El calor y el frio extremos harán que recordemos con nostalgia las historias de las abuelas que hablaban de la brisa de la tarde y del cálido fuego del hogar en el invierno, siempre previsible, y de los frutos madurados al calor de un sol de verano benéfico. Se comerá solo para sobrevivir, siempre poco y de dudoso gusto.
Pero todo esto no será lo peor. La madre, enflaquecida, no conseguirá enterrar a la hija, y el nieto matará al abuelo por un cacho de pan. El perro y el gato, amigos del hombre, serán buscados por todas partes como última posibilidad de saciar el hambre. Lo vivos envidiarán a los muertos y no habrá quien llore la muerte de los niños. El hambre llegará a tal punto que, como en la Jerusalén sitiada, los hambrientos aguardarán la próxima víctima de la muerte para disputarle la carne flácida.
“El país será devastado y las ciudades se convertirán en escombros. Durante el tiempo que quede devastada, la Tierra descansará por los sábados que no descansó cuando habitabais en ella” (Lev 26,33-35).
¿Pero será el fin de toda la biosfera? No. Por causa de los justos y sensatos, Dios abreviará esos días y no destruirá toda la vida sobre la Tierra, manteniendo la promesa que hiciera a nuestro padre Noé. Pero es necesario que el ser humano pase por esa tribulación para que despierte de su egocentrismo y reconozca en definitiva que él es parte de la comunidad de la vida y su principal guardián.
¿Qué hacer para prepararnos para esos tiempos? Primeramente, reconocer que ya vivimos en ellos. Hoy ya no se sabe cuando vendrá la primavera o el otoño. Ya no contamos con los meses de frío y de calor. Ya no sabemos cuándo habrá lluvia o hará sol.
Después, es importante quedarse en silencio, vigilando y observando las señales que indican la aceleración de los procesos de cambio. Y sobre todo es imprescindible convertirse, cambiar de hábitos de vida, un cambio personal, profundo y definitivo. Solo entonces estaríamos en condiciones morales de pedir a otros que hicieran lo mismo. Pero, como en tiempo de los profetas, pocos oirán, algunos escarnecerán y la mayoría se mantendrá indiferente permitiéndose toda suerte de libertades como en los tiempos de Noé.
Deberíamos también volver a las raíces, volver a empezar, como tantas veces lo hizo la humanidad arrepentida, reconociendo que somos apenas criaturas y no Creador, que somos compañeros y no señores de la naturaleza; que para ser felices es indispensable someternos a las grandes leyes de la vida y oír con atención la voz de nuestra conciencia. Si obedecemos a esas leyes mayores, recogeremos los frutos de la Tierra y la alegría del alma. Si las desobedecemos, heredaremos una civilización como esta en la que estamos viviendo, llena de avidez, guerras y tristezas.
Para los tiempos de carestía que vendrán es fundamental recuperar las artes y técnicas ancestrales de plantar, recoger, comer; cuidar de los animales y servirse de ellos con respeto; hacer utensilios y herramientas con arte y tecnología local; seleccionar y plantar las hierbas que curan y los granos que nutren; recoger para tejer; preservar las fuentes de agua, encontrar los lugares apropiados para cavar los pozos y aprender a guardar las aguas de lluvia. Es entrar en la facultad de la economía de la escasez, de la sobriedad compartida y de la belleza despojada. De ese saber recuperado y enriquecido surgiría la civilización del contentamiento, una biocivilización, la Tierra de la buena esperanza.
Después de esa larga temporada de lágrimas y esperanzas, superaremos esa estúpida guerra de religiones, esa intolerable disputa de dioses. Más allá de los profetas y tradiciones, más allá de las morales y liturgias, quien sabe, volveremos a adorar bajo múltiples nombres y formas al único Creador de todas las cosas y Padre-Madre de todos los vivientes en el gran Espíritu que une e inspira todo, entrelazados amorosamente en una única fraternidad universal. Y podremos en fin organizar verdaderamente la unión de todos los pueblos del mundo y un auténtico parlamento de todas las religiones».
Waldemar Boff se graduó en filosofía y sociología en Estados Unidos, anima el SEOP (Servicio de Educación y Organización Popular) en la Baixada Fluminense.
Traducción de MJ Gavito Milano
Es imposible contar en un comentario, ni siquiera en un largo comentario, todas las graves limitaciones de los modelos climáticos. Voy a comentar solo algunas cosillas importantes.
Actualmente, disponemos de modelos matemáticos de predicción del clima y de la meteorología a tres ecalas distintas: modelos globales, modelos regionales y modelos mesoescalares. Los más interesantes para estudiar el clima (actual y futuro) son los modelos globales.
La dinámica de la atmósfera queda definida -en teoría- con 5 ecuaciones diferenciales que se derivan de las leyes físicas fundamentales. El problema es que varios términos de esas ecuaciones son no lineales. Eso implica que no tienen solución analítica. Es decir, no se pueden resolver, por ejemplo, integrando una expresión, como se hace con las ecuaciones diferenciales lineales. Una manera conocida de buscar una solución aproximada es mediante el método numérico denominado de diferencias finitas. Ese método, en esencia, se basa en construir una malla tridimensional que ocupa todo el espacio. Se miden los valores de las variables (5 variables: velocidad del viento, temperatura, presión, humedad, densidad del aire), se asignan los valores iniciales a cada celdilla de la malla y, a partir de ahí, se puede obtener una solución aproximada de las derivadas parciales, a las primeras derivadas y a las segundas.
Lo que diferencia las distintas escalas de modelos es, precisamente, la resolución de la malla. Un modelo global tiene una resolución de entre 55 y 80 Km. Suponiendo que el modelo permite 60 niveles en la vertical, entonces la malla tiene unas 15.500.000 celdillas. A cada una de ellas hay que darle los valores iniciales de cinco variables (las tres componentes del viento más la presión, temperatura, humedad y densidad). Es decir, unos 105.000.000 de datos iniciales. ¿Y de cuántos datos disponemos? En un intervalo de 6 horas, de unos 100.000 datos en todo el mundo, como máximo. Es decir, a un modelo que podría funcionar bien con 100 millones de datos iniciales conocidos, solamente le estamos introduciendo 100.000. Para el resto “se busca la vida”, es decir, interpola, arrastra datos, hace conjeturas estadísticas, etc., hasta que consigue “estirar” los datos iniciales y cubrir toda la malla. Pero hay que tener en cuenta que de grandísimas extensiones de volumen atmosférico, apenas hay datos reales, observados y medidos. Por ejemplo, sobre los océanos.
Además de la escasez de datos reales para iniciar el modelo, supongo que ya habréis observado la simplificación enorme que supone considerar que un prisma de atmósfera de 55 km de lado y 1 km de alto tiene todo él la misma presión, la misma temperatura, la misma humedad y que el viento sopla en todo él a la misma velocidad. Pero es lo que hay.
Y hay mucho más: hay muchísimos procesos atmosféricos, fundamentales para la meteorología y el clima, que el modelo no puede resolver. Por dos motivos. Primero, porque las ecuaciones primitivas no los tienen en cuenta (por ejemplo, la radiación solar, que es absolutamente fundamental). Segundo, porque muchos procesos se producen a una escala inferior a la resolución de la malla y, en consecuencia, el modelo no puede resolverlos.
Los modelos regionales y los mesoescalares, trabajan con resoluciones mayores (de hasta 4 ó 5 km). Pueden tener en cuenta más procesos y se dispone de más datos iniciales, en proporción, por lo que, de hecho, son más útiles y sus predicciones, mejores. Con un modelo mesoescalar, se pueden hacer buenas predicciones concretas para dos o tres días. Con un modelo regional, para diez días, como mucho, pero son unas predicciones mucho más genéricas. Con un modelo global, como dije ayer, apenas se puede acercar uno al flujo general atmosférico en los próximos doce meses. Es decir, en estos momentos, es imposible tener una idea de cómo va a ser el verano del 2015.
¿Y quieren hacernos creer que saben cómo va a evolucionar la temperatura dentro de 100 años? ¡Anda, ya!
En mi opinión, la información que ofrece Gundin no es excelente. No lo es porque oculta la imposibilidad de prever, por ejemplo, la temperatura media de la atmósfera dentro de 10, 20, 50 o 100 años. El informe “para responsables de políticas” hace trampa, al presentar como una cuestión probabilística lo que simplemente son inexactitudes de los modelos debido a los errores que se cometen por varios y esenciales motivos. Y cuando digo esenciales, quiero decir que es imposible no cometer errores, a día de hoy.
Una cosa es el dato cierto del calentamiento global. Otra cosa diferente es saber cómo va a reaccionar la atmósfera para conseguir el equilibrio. Y esto último, no lo sabe nadie. No lo sabe nadie porque con los conocimientos actuales y con la potencia de cálculo de los ordenadores actuales, es imposible saberlo.
Joder! Pero si no somos capaces ni de saber con seguridad si el próximo domingo va a llover, ni siquiera si va a brillar el sol, de verdad alguien se cree que podemos saber que temperatura vamos a tener dentro de 50 años?
Hola!
En 1934 se hizo la siguiente percepción estadística,
a la que se le puso músiquita para no olvidarla facilmente:
http://www.youtube.com/watch?v=fsAGpw5uwDU
Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé…
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé…
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos…
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!…
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!…
¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y “La Mignón”,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín…
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón…
¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!…
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley
Hola X Gundin!
¡Excelente Info la tuya!
¡Gracias!
¡Vamos todavía! – Oscar.
Imagino yo que prognosis hechas con cálculo estadísico y datos futuros supuestos, solo podrán tomarse como de mayor o menor nivel de confianza, e.d: sitúa las previsiones como probabilidad.
Pero la base física es conocida con certeza. Es a esta base a la que primero hay que atender y a continuación se podrán establecer hipótesis -con cálculo, pf.- sobre las probabilidades futuras.
Las hipótesis de hoy se demuestran en la práctica…. mañana.
Y aquí tenemos varias posibilidades:
1) Que las previsiones del IPCC resulten sensiblemente incorrectas. Nos olvidaremos (se olvidarán) de ellas y la vida seguirá.
2) Que aquellas hipótesis resulten sensiblemente correctas. Entonces, es cierto, será la gran tribulación. Grande de verdad. Se salvarán aquellos (individuos en sociedad) para los que el cambio resulte asumible y se hayan preparado para él. ( a todos los niveles, incluido el militar). Para el resto no abrá ni entierro.
Velahí un resumen de la base física según el IPCC, que algo sabrán de la materia:
http://www.climatechange2013.org/images/uploads/ar5_wg1_headlines_es.pdf
Desconozco el modelo matemático handy. Pero sé que los estudiosos de la meteorología y del clima llevan mas de 70 años elaborando modelos matemáticos, y utilizando los ordenadores mas potentes del mundo, para la predicción del clima y, siendo benevolentes, lo más que han conseguido es prever a un año vista el flujo general de círculación atmosférica. Y para de contar. Y para eso, los modelos no siempre aciertan. Y eso que se conoce un conjunto completo de ecuaciones que rigen el comportamiento de las principales variables atmosféricas. Y que hay modelos para parametrizar muchos procesos atmosféricos que las ecuaciones usadas no contemplan -ecuaciones que se obtienen de las leyes físicas fundamentales-. En fin, que cualquier predicción meteorológica que vaya mas allá de las 72 horas es… “ciencia ficción”, como dice mi profesora de TAP (Técnicas de Análisis y Predicción Meteorológicas). Y si queréis, cuando tenga tiempo, os explico por qué es un problema tan difícil de resolver y por qué se tardará mucho tiempo aún en resolverlo.
Por eso, cuando os hablen del clima de dentro de 100 años, o de 50, o de 10, o de 2, mi sugerencia es que no hagáis mucho caso de lo que os dicen. Y esa sugerencia no implica negación del cambio climático, sino total desconfianza acerca del conocimiento que algunos afirman tener sobre cuáles serán exactamente las consecuencias de dicho cambio climático.
En fin, que sin conocerlo, todo eso del modelo handy me suena un poco a pseudociencia, que parece tener tanto gancho entre muchos usuarios de Atrio. Sin haber tenido acceso a él, no me creo nada, de entrada. Me suena a carnaza para mentes impresionables y manipulables.
Leído el enlace, me pregunto ¿Aprenderá nuestra civilización, de una vez por todas, de los errores humanos centrados en el acumular en perjuicio de todos?
Creo que, mientras el amor y la libertad no sean un solo sentir, una sola acción, seguirán las injusticias y las grandes desigualdades que provocan y acelerarán su desaparición.
Asun!
Tengo un Informe -aparecido en thegardian y otros- donde un grupo reconocido de científicos, usando un “Modelo matemático” de la NASA señalan que ya estamos a la puerta de la Catástrofe, en no más de 15 años.
Olguita lo tradujo y lo difundimos.
¿La civilización industrial se dirige hacia un colapso irreversible?
Un estudio patrocinado por la Nasa
http://www.theguardian.com/environment/earth-insight/2014/mar/14/nasa-civilisation-irreversible-collapse-study-scientists
Nota: La NASA financió en parte el modelo matemático HANDY usado para hacer este estudio, lo cual no significa que comparta oficialmente sus resultados. Matemáticos involucrados en la relación entre el comportamiento humano y el medio ambiente, respaldan el modelo HANDY cuyas conclusiones concuerdan con modelos más antiguos y más complejos.
Hola, Óscar, en un principio creí que habías cambiado tu estilo. Gracias por el enlace.
Si las señales no nos hacen cambiar de destruir vida, habrá que morir para dejar que renazca lo que contiene vida.
Y en ello vamos yendo todavía.
Hola!
La tarea de futuro: Difundir el colapso de esta civilización
Por: Rómulo Pardo Silva (especial para ARGENPRESS.info)
http://www.argenpress.info/2014/04/la-tarea-de-futuro-difundir-el-colapso.html
Pocos están conscientes de que la etapa actual de la humanidad termina. Y menos son los que se atreven a decirlo, algunos temen asustar, otros perder votos.
La verdad no cambia ocultándola y se agravan los sufrimientos para los humanos, todas las formas de vida y el ambiente físico impidiendo tomar medidas de adaptación desde hoy.
Se necesita una estrategia mundial política pero se debe empezar por una batalla de ideas para instalar la visión del cambio inevitable de civilización.
Esa es primero una misión personal pero que debe irse eslabonando con otros.
Antes que un partido se puede tejer un movimiento. Una relación para el intercambio de información y la realización de acciones públicas voluntarias. Una coordinación libre sin reglas de mayoría.
Tres coincidencias fundamentales debe tener esa vinculación para la cooperación:
La civilización actual colapsará por ser insostenible en una naturaleza finita.
Le seguirá otra sustentable de bienes materiales limitados.
Se tiene que trabajar para lograr que sea solidaria y no de explotación.
Son las duras afirmaciones que se callan.
Desde esa base se abrirán diferencias sobre el hacer, el decir, el programa. Las opciones son muchas y los acuerdos y la realidad tomarán tiempo.
Después del crecimiento económico constante vendrá el decrecimiento… que no se quiere.
¿Movimiento por la civilización global sustentable solidaria?
Es la idea.
Hay que insistir.
En principio, la tectónica de placas no tiene ninguna relación con la contaminación ambiental. Solamente en algún caso muy concreto se puede establecer una relación causa efecto entre una actividad humana y determinados movimientos sísmicos que suelen ser pequeños. En concreto, en los sitios en donde se aprovecha la energía geotérmica mediante determinadas técnicas que conllevan variaciones significativas de la presión en acuíferos subterráneos. No tengo noticia de que ese sea el caso de Chile, pero no lo sé con seguridad.
Los continentes no han dejado de moverse, incluso en episodios cataclismicos. Y lo seguirán haciendo, sin que eso tenga nada que ver con la contaminación ambiental, ni con el efecto invernadero.
La Tierra lleva moviéndose desde su formación. La actividad volcánica y la tectónica de placas han sido una constante desde el origen del planeta. Y, afortunadamente, siguen siendolo
Hola!
Ayer a la mañana “profeticé” que estaban evacuando zona norte chile.
El terremoto de 8.2 empezó luego, a la noche. Exigencia de evacuación en toda la zona costera de chile.
Hay todavía 2 Placas sub-oceánicas que no se movieron … todavía.
Como en el “dies irae” nadie sabe el día ni la hora… pero …
Chile está atrasado en fabricar los “profetas” para estas cosas.
Se trata de una Red de GPS (Sistema Posicional Geográfico);
con eso se va midiendo milímetro a milímetro los desplazamientos hasta que ¡Zas!
pero ya nos agarra el Evento con alguna Bolsa de dormir y una Carpita y una Placita que nos reúna.
En fin, es la “espiritualidad” de los GPS ¿no?
¡Voy todavía! – Oscar.
Hola Gundin!
Coincido contigo!
En Santiago de Chile -donde resido- hace ya 8 meses que no llueve.
Con Olga ya hace año y medio que venimos recorriendo los Valles transversales de toda la Zona Central y los ríos están secos y los Embalses (Tranques) no tienen nada, absolutamente NADA de AGUA.
Chiste o no, ayer estuvimos con un Mapuche amigo constructor que pasó vacaciones en el Sur chileno. Un poco preocupado y casi en secreto nos dijo que estaba preocupado porque una Machi de 90 años le había dicho que este año será de catástrofes en el mundo, Chile incluido, por supuesto.
Acá tenemos terremotitos todos los meses; en el Norte ya hubo y ahora hay EVACUACIONES por Tsunamis pre-anunciados.
Nosotros vivimos e un Piso 12. Pero aunque se dé vuelta el mundo nada se cae porque se construye NO con Hormigón armado (de hierro), sino con Hierro hormigonado; lo digo por la enorme proporción de hierro que le ponen a columnas y vigas hormigonadas (exigidas por los cálculos anti-sísmicos)
¿A dónde es que Vamos todavía? – Oscar.
Hay mucha información al respecto. Por si alguien no la conoce:
https://www.google.es/search?q=cambio+clim%C3%A1tico&ie=utf-8&oe=utf-8&aq=t&rls=org.mozilla:es-ES:official&client=firefox-a&channel=sb&gfe_rd=cr&ei=RvA6U_fUBIfD8gfqnICgBA
https://www.google.es/search?q=IPCC&ie=utf-8&oe=utf-8&aq=t&rls=org.mozilla:es-ES:official&client=firefox-a&channel=sb&gfe_rd=cr&ei=k_A6U4PrBIfD8gfqnICgBA
Quien escribe elige su estilo. Quien lee asume aquel estilo, o no. Ambos son libres.
Y, si se quiere, se cambia el estilo.
Pocas nociones de meteorología y oceanografía hacen falta -o si no se quiere especializar tanto, una ligera nocion de termodinámica- para darse cuenta que tenemos delante un gordísimo problema, que tal vez -¿probablemente?- no se podrá, o no se querrá, solucionar.
Sigamos frivolizando, pero ahora en negro: este gordo problema ayudará a resolver de una vez el de la sobrepoblación.
Probablemente a los viejos se nos ahorre el espectáculo.
Echando una mirada en IMDB al número de películas de ciencia ficción o ficción dedicadas al fin del mundo desde la década final del siglo pasado tuve que abandonar el conteo porque es demasiado largo.
Ya sé que el artículo no es para tomárselo en serio, pero haber escuchado a senadores y representantes federales de los EE UU ligados a los grandes consorcios químicos y productores de alimentos alterados genéticamente, o a los “salideros” catastróficos de combustibles en tantas áreas del Planeta. Poniendo atención al tiempo que hace que no se sabe dónde están depositando las aguas contaminadas del enfriamiento de las plantas nucleares y la basura que esas plantas producen y que hay un mercado negro de armas de toda clase andando por quién sabe dónde las 24 horas del día todos los días del año…
Pues quiero sonreír pero no lo logro más que a medias… Me olvidé de mencionar que en el Congreso de los EE UU aún hay políticos poderosos que niegan el cambio climático y niegan que la causa del mismo sea el maltrato de la naturaleza por la humanidad, pero lo cierto es que ¡ahora Groenlandia tienes playas durante verano! Y las aguas en el manto freático floridano ha subido de nivel… ¡Hum!
Ya sé que Boff pues exagera pero el problema es que lo que se exagera aún tiene base real. Lo que no tienen base real no se puede exagerar, ya es del modo como se le inventa.
Quizás los detalles no son una predicción válida como para tomárselos en serio o a pie juntillas…¿pero quién se atreve a echarlo a bromas “en serio”? Quisiera, pero no puedo…
Es solo hermenéutica y perspectivas. Unos interpretan desde la ciencia, otros de su parecer personal (alimentado por una serie de discursos cotidianos, científicos, seudocientíficos, intereses políticos /ideológicos) y otros interpretan la “realidad” desde la Fe. El teólogo Leonardo Boff habla desde una postura de fe. No tiene porque ser aceptada ni por lo mismo rechazada. Y si habla de esta manera es porque maneja no solo los datos científicos (emitidos y no solo por la ONU) sino que también maneja códigos del discurso teológico/bíblico. Entender lo que esta queriendo decir es entrar al mundo teológico. Cuando se refiere a la Biblia (levíticos) no lo cita solo por haber encontrado en ese libro versículos que pueden aplicarse casi azarosamente con el problema ecológico. Y habla de esta manera para el un publico muy específico. Y no veo la razón de tomar estos problemas que entrañan muerte y, no solo de la humanidad sino de toda la tierra, como objeto de cachondeo. Es algo personal, no me gustaría cachondear sobre la muerte de mis padres o de mis hijos. Mucho menos sobre la vida de este planeta.
En mi opinión, son precisamente textos como este, los que banalizan el grave problema de la contaminación ambiental, incluido el efecto invernadero.
¿Y qué explicación damos por esa preocupación apocaliptica futura al tiempo que no consideramos apocalipsis ya permanente, pasada, presente y futura en este mundo para parte tan importante y mayoritaria de la Humanidad a la que las condiciones distributivas injustas de bienes naturales sobreabundantes les malogran su humana existencia y hasta les impiden la física supervivencia?
¿Hay mayor situación apocalíptica para tod*s y cada un* de es*s herman*s que la que soportaron, soportan y soportarán, si la Verdad no orienta el vivir humano, y la Justicia no se impone para que la abundancia de bienes se haya convertido en catástrofe aberrante de imposibilidad real de supervivencia?
Cuando nos referimos a ese otro final apocalíptico ¿nos olvidamos de la realidad del que sufren y soportan ya miles de millones de seres humanos, mientras aumenta la amenaza ?
¿Que mayor apocalipsis que el que soportan los millones de seres humanos agonizantes sobre una parcela del planeta Tierra, que les niega toda capacidad de supervivencia?
¿Que hacemos cuando proyectamos al futuro, mas o menos próximo o alejado, nuestras preocupaciones sobre la amenaza apocalíptica, sin reparar y ocuparnos en la que ya afecta actualmente a una considerable porción de la Humanidad?
Hola!
Yo no me lo tomo al “cachondeo“.
¿Renunciar al “humor“? No sería bueno.
Lo que no me conviene es “banalizar-me“.
…………………………..
Tal vez “des-enmascarando” algunas bambalinas del Artículo
-“beatas” si se quiere-,
se podría ver una Escenario donde se dan pautas de un desarrollo argumental
declinando en pendiente de catástrofe;
“cachetazo” para el trompis de knockout a lo Muhammad Ali.
Yo agradecería que, sea quien sea, me grite ¡CUIDADO, CHÉ, PELOTUDO!;
y no me detendría en una mala-palabrota”
¡Voy todavía! – Oscar.
Gracias por la información, Antonio.
La verdad es que, cuando estaba escribiendo el comentario, de repente empezó a llamarme Paco, insistentemente, para que fuera a comer, que ya era muy tarde, y tuve que dejar el comentario a medias. Aunque, pensándolo bien, igual la mejor conclusión era que, lo mejor que podía hacer dadas las circunstancias que había descrito, era irme a comer… 😉
En fin, constato que, aunque inconcluso, entendisteis perfectamente mi comentario. Y, en el fondo, estáis bastante de acuerdo con lo que sugería… El mismo Honorio habla de “cachondeos” y, Antonio, sugiere leer el texto “con una pizca de humor”. Precisamente, pensé en empezar mi comentario diciendo que hay textos que es mejor tomárselos a cachondeo… Pero me corté, por si hería sensibilidades y, ahora, resulta que sois vosotros los que habláis de humor y de cachondeo…
En fin, Honorio, que los informes científicos de la ONU es lo que hay que divulgar. Por ejemplo, los perjuicios letales del dióxido de carbono en la atmósfera, si se explican bien, los puede entender cualquiera, incluso quien no sepa leer ni escribir. Y esa información es la que hay que transmitir y divulgar. Estos “remakes” de la literatura sagrada, solamente valen para suscitarnos una sonrisa a algunos -pocos, probablemente- y para mantener en el infantilismo a otros -muchos, probablemente-.
Y sí…, como se caiga Internet, eso sí que va a ser el Apocalipsis. Aunque tal vez la Red se acuerde de los pocos hombres buenos, justos y sensatos que quedamos y, por nosotros, no destrirá toda la información del ciberespacio y, poco a poco, vuelva a funcionar… 🙂
Waldemar Boff es hermano de Leonardo y Clodovis. Son muchos.
Trabaja como director en un empresa de tratamiento y servcio de agua potables en una región del Brasil. No sé más.
Me ha atraido el artículo como ejercicio literario. Poner todos los peligros que se ciernen contra el medio ambiente en el estilo apocalíptico de los judíos, que utilizó también Jesús. Ver Mateo 24 y Lucas 21.
Es una manera de llamar la atención creo que válida si no se toma al pie de la letra. Hace unos días he leido que el ateo Dennet, en una conferencia en TED, anunciaba la próxima y calamitosa caida de Internet que iba a colapsar y pondría todo el planeta patas arriba…
Tal vez lo que vayas a concluir, Pepe Blanco, cuando ya hayas comido y descansado, pueda también aplicarse a él. Pero yo recomiendo leer el texto de Waldemar con una pizca de humor que nos quiere hacer conscientes de algo que no es para reirse: los riesgo que comporta el cambio climático y progresiva desertización y escasez de agua dulce en el planeta que el hombrte provoca.
Cuando he empezado a escribir no había nincgún comentario tras el de Pepe. Me he entretenido buscando más pistas sobre la conferencia de Dennet (¿será que aún no ha sido publicada?) y veo que ya hay dos ahora.
Hola!
Me parece que ando equivocado.
Yo pensaba que solo para los niños era
“la punta de la mesa” el primer Pedagogo
(se aprende de los “chichones”)
Pero pensándolo mejor -y como andan las cosas en n/mundo-
reconozco que el “cachetazo” está a la vuelta de la esquina
y viene dando la vuelta.
¿Qué hacer, no?
¿Ir todavía? ¿a dónde? ¿cómo?
debo estar cada vez más viejo! – Oscar.
Amigo Pepe Blanco: Me gustaría que hubieses terminado tu intervención, sin puntos suspensivos.
Lo de Boff sí que parece un tanto apocalíptico, pero no por eso es ni verdadero ni falso. Las llamadas y propuestas de la ONU para combatir el deterioro del medio ambiente, el cambio climático, el agotamiento de los recursos pesqueros y de los acuíferos, son propuestas con todo el rigor científico, y avisos con todo el rigor científico que pudiera reclamarse. ¿También estos avisos de la ONU nos los tenemos que tomar a cachondeo?
En fin, como no sé cuál es tu última palabra…
A Leonado Boff le parecen muy oportunas estas reflexiones de Waldemar Boff (serán primos?). A Atrio, le parecen perfectamente publicables estas reflexiones de Waldemar Boff. A los lectores de Atrio, le parecen bien interesantes estas profundas reflexiones de Waldemar Boff, pues, de lo contrario, protestarían, supongo.
(Iba a extraer una conclusión, pero me tengo que ir a comer)