Hace casi cuatro años, cuando Benedicto XVI intervino la legión, nuestra Olga publicó este artículo en un blog chileno. Parece un relato ligero, pero tira con bala. Hoy, cuando los legionarios están triunfantes pues se les da de nuevo luz verde para continuar su forma de extenderse y educar, resulta actualísimo. Atrio.
No sé cuál será el fraude más famoso de la Historia, pero me da la impresión de que el cometido por Marcial Maciel Degollado (vaya nombrecito) podría postular a este honor. El fue el fundador de los Legionarios de Cristo, movimiento poderoso dentro de la Iglesia Católica que siempre se las arregla para cobijar bajo su alero las más diversas tendencias, en la medida que no cuestionen la autoridad vertical ni el tren de vida de las curias romanas.
Hace unos 25 años atrás, una querida amiga cuyo hijo era compañero del mío en el colegio, me contó muy orgullosa que el niño había entrado a un movimiento cristiano llamado Legionarios de Cristo, cuyo mentor en Chile era un cura norteamericano, el Padre John , actualmente cuestionado por denuncias de comportamientos indecentes. Ahí me enteré que existía esta maravilla, pero como mi hijo no solo no entraba en movimientos de Iglesia sino que le tenía una cierta bronca a los curas, guardé un prudente silencio ya que no tenía nada piadoso que contar, excepto de un par de citaciones que me había hecho el colegio por los arrebatos de libertad de mi angelito, en los que no había estado muy lucido, que digamos.
Pasado el tiempo, y no siendo asunto de mi interés en aquel momento la vida de la iglesia, solamente divisé al Padre John en la vida social del Mercurio. Hasta que un día compré un libro, de esos baratos de supermercado, del Sociólogo español Pepe Rodríguez titulado “La Vida Sexual del Clero.” (Ed B, Barcelona, 1995) Ahí me encontré con la sorpresa que Rodríguez incluía un capítulo dedicado a Maciel Degollado, en que contaba que una decena de seguidores mexicanos, jóvenes muy aristocráticos, habían sido abusados por este sujeto en su juventud, mucho tiempo después habían denunciado el hecho, hicieron llegar una carta al Papa y nadie les hizo el más mínimo caso. Estoy hablando de hechos ocurridos los años 50.
Pasaron algunos años y me volví a reencontrar con mi amiga, y algunas primas cuyos nietos estaban en los colegios del movimiento. Todos alababan la buena educación que recibían y yo prudentemente no dije nada, hasta que un día me cuentan de varios de estos niños, cuyos padres los mandaban a USA por 6 meses a aprender inglés bajo la responsabilidad del colegio, eran niños de sólo 12 años que iban solos. Aquí no pude contenerme y les informé acerca de las denuncias que existían y lo peligroso que era mandar a otro país a niños de esa edad. Seguramente pensaron que estaba loca. Entonces ya tenía Internet y busqué las denuncias citadas por Pepe Rodríguez, y efectivamente estaban ahí, y todavía la censura no borraba los temas que iban contra el establishment, tal como lo hace ahora.
Con los papeles en la mano, hablé con las abuelas, pero ya los dados estaban echados, y las hijas, ansiosas de que sus niños se cultivaran y con una confianza rayana en la estupidez, los dejaron ir solos al cuidado de los monitores del movimiento. Además ellas eran entusiastas del movimiento, y yo solamente una malvada agnóstica, palabra muy usada en forma tremebunda para descalificar a cualquiera que no creía a rajatabla en la santidad y confiabilidad de algunos miembros de la Iglesia.
Menos mal que no pasó nada horroroso, pero a los niños les prohibieron hablar con sus padres por teléfono durante un par de meses y la correspondencia era interceptada. Mi amiga estaba en agonía, pero la costumbre de la gente rica de internar a sus niños en colegios o academias militares por siglos, hacía que fuera difícil advertirles nada. En las generaciones anteriores los padres apenas hablaban con los hijos y no se enteraban de los abusos y sufrimientos de los internados. Y en una sociedad agraria no había muchas alternativas de estudio. Se suponía que los hombres tenían que tener una educación que los convirtiera en hombres fuertes que supieran sobrellevar la adversidad, pero aún sabiendo, aunque fuera a sotto voce, que estas instituciones eran un semillero de conductas sexuales de experimentación, los padres insistían en ellas. Las madres generalmente no se enteraban de nada. Y los niños sin nadie en quién confiar, ocultaban sus vivencias, y no todos llegaban a la madurez sexual por el lado que indicaba su género y sin daño en la psiquis. Algunas experiencias de esta naturaleza se ven muy bien en la novela autobiográfica de Oscar Bustamante, excelente escritor talquino y maulino, llamada ”El Jugador de Rugby” (Ed. Alfaguara, 2008) quién pasó parte de su adolescencia en un internado católico inglés.
Los colegios del movimiento se afianzaron en Chile, y empezaron a hacer prosélitos en una clase enriquecida que lo tomó como una puerta de entrada a la clase alta tradicional. Los separados iban a matricular a sus hijos tomados de la mano, para que no se enteraran los del colegio de su estado pecaminoso, los agnósticos se colgaban cruces al cuello, y las señoras, que a lo más eran bautizadas y no tenían mucha instrucción religiosa, junto con teñirse el pelo y quedar muy, pero muy rubias, comenzaron a integrarse y a ser más papistas que el papa. La nueva sociedad rica chilena era católica, adherente a movimientos más bien fanáticos y verticales, totalmente ignorante en religión y llena de dogmas sin digerir. Con un temor tremendo a la reflexión adulta, y totalmente seducida, y sigue estándolo, por este movimiento que les daba la oportunidad de sentirse de elite y sin nadie que cuestionara su falta de pensamiento propio.
Y en este medio estalla el escándalo en todo su esplendor. Maciel Degollado no sólo era pederasta y abusador, era toxicómano, mitómano, tenía varias mujeres e hijos, que ahora demandan compensaciones por abusos sexuales, y sus numeritos han sido descritos hasta el cansancio. Vivía como príncipe y se paseaba con sus familias, todos sobrinos me imagino, y gastaba dinero como loco. El problema es que hacía todo esto delante de todos, y nadie lo “veía” o se extrañaba. Eran las regalías del líder. “Autoridad que no abusa, se desprestigia” decía la tradición.
Hacía muchos favores de dinero y de los otros, y el tinglado se mantenía gracias al secretismo y el culto a la personalidad.
Estoy por creer, después de conocer la vida y obras de este ciudadano, que el Anticristo existe, que el Demonio no es una ficción. Es casi para la risa. El tipo tenía un conocimiento diabólico de la naturaleza humana. Sabía del arribismo de los ricos, del fanatismo, del miedo que le tienen a la libertad y a la reflexión, de su culto idolátrico a cualquier figura de poder y al dinero. A su culto por las apariencias, a la necesidad de atribuirle a la iglesia santidad y milagros aunque tuvieran en las narices la podredumbre y la perversión. A su falta de valores éticos profundos que les ayude a rebelarse cuando algo huela mal.
Maciel Degollado les sacó el dinero, les llenó sus ansias idolátricas de adoración al líder, los sodomizó, y se rió de la Iglesia Católica y de sus purpurados y es más, se paseó en sus narices con sus hijos y amantes gastando dinero a manos llenas, mientras los prosélitos vivían en una “elegante” austeridad donando todas sus herencias al movimiento.
Las clases altas españolas y mexicanas se volcaron a este movimiento, cuando los jesuitas en 1974 dan un golpe de timón y retoman con fuerza su dedicación a los pobres y a la búsqueda de la justicia y la dignidad de los humillados, en vez de dedicarse a la educación de la elite, papel que tomaron los legionarios, junto con el dinero de los mecenas.
Su adherencia a la verticalidad del mando en la iglesia, su secretismo y su riqueza, los convirtieron en predilectos de J. Pablo II y tapó todos los reclamos posibles sobre los desmanes de Maciel.
Benedicto XVI, que debe haber conocido el tema hace mucho tiempo, intervino el movimiento a la muerte de Juan Pablo II y de Maciel. Lógico, la iglesia no estaba dispuesta a que los miles de millones de dólares que posee, fueran a parar a las manos de los herederos del mando, o a los herederos sanguíneos que ya van como en seis.
Yo me pregunto, ¿Una institución creada y configurada para aprovecharse de ciertas características de debilidad de las personas, es sana? No lo creo. Y sobre todo dedicada a la educación. Aunque Maciel está muerto, su espíritu tiene que estar presente en todas las normas y reglas de la institución. Habría que exorcizarla para hacer de ella algo limpio. (O rociarla con glifosato…) Cualquiera que posea algunos de los rasgos de Maciel, puede volver a presidirla. Por de pronto, las directivas han negado saber el prontuario del fundador, pero son hijos del sistema, y este era de delación, falsedad, abuso sexual , ocultamiento y que se yo que más, y no se pasa con un interventor , tres Ave Marías y una inyección de Benzatina.
Pero los miles de millones de dólares, ¡qué tentación Dios mío….! Jesús que sabía de la naturaleza humana, recomendó siempre guardar el vino nuevo en odres nuevos, no en viejos, porque nunca quedan bien parchados. Pero esa cantidad de curas y colegios…como se va a perder? ODRES NUEVOS, DIJO……Si, pero…….Hmmm. Debe ser una mala traducción del griego.
Creo que el caso Maciel nos debería mover a reflexión. El problema de la institución lo resolverá la iglesia con más o menos sabiduría y credibilidad. Pero nos queda la visión de este Demonio, operando a vista y paciencia de todos, tocando todos los resortes de nuestras debilidades demostrándonos que no somos nada al frente de un manipulador de este calibre.
Deberíamos pensar que valores tendríamos que cultivar para evitar que los macielitos que andan por el mundo nos engañen, que engañen a nuestros hijos y nos conviertan en sus esclavos. Y esto vale para todos los ámbitos, no solo el religioso, también el político y el social, el profesional y el espiritual, incluso en la salud, en el aspecto de adicciones y el culto al cuerpo con implantes y cirugías estéticas a granel.
Arribismo, vanidad, poder, miedo a la libertad, miedo a la reflexión, ansias de pertenecer a la elite social o religiosa o ideológica, de rozarse con los ricos y famosos, o con los iluminados , necesidad de ser aceptado, de pertenecer al grupo, de adorar a un líder, podrían ser algunas de las palabras claves en una reflexión honesta sobre cómo evitar ser atrapado por una secta, partido político, movimiento ideológico que nos lleve a una estupidez tan peligrosa como esta. Imagínense a Maciel de presidente de un partido político en Chile……..Y no quiero pensar en otras alternativas.
Porque nadie está libre, y como dicen por ahí por el evangelio “El Maligno es mentiroso y padre de la mentira” y es patudo además, ¿No dicen que tentó a Jesús, con la riqueza y el poder en este mundo? Debe ser uno de los pocos que no cayó.
Olga Larrazabal S
10 de Agosto, 2010
Querida Olga: A lo mejor no viene a cuento, pero te invito a entrar en el hilo “jesús balmaseda ferrández”. Se trata de un cura de 84 años riojano, que escogió vivir y morir en Chile, y vivió para los pobres y por los pobres en Concepción. Murió conduciendo su coche en un trabajo de caridad. Ha sido objeto de un cálido homenaje en Concepción en su funeral. Y otro aquí, en su pueblo y mi pueblo.
Yo le mandé para su funeral en el pueblo un pequeño poema en que le decía que le habrán salido al encuentro Victor Jara, Salvador Allende, Violeta Parra y Pablo Neruda. Seguro!
El enlace más directo con el artículo mencionado en El Mostrador es:
http://radiomedianaranja.com/marcial-maciel-el-diablo-vendiendo-cruces/
Lo importante en este cuento de la Legión, es que está impregnada de esa estructura vertical y de secretismo, que emana de la organización de la ICAR. Hoy me encontré en El Mostrador, diario digital de gran difusión un artículo muy interesante analizando el tema de la organización ICAR en un triángulo Santa Sede-Estado Vaticano-Iglesia de Cristo que le permite funcionar a 3 bandas en todas partes evadiendo responsabilidades.
http://www.elmostrador.cl/kiosko/2014/02/13/futuro-gobierno-chileno-o-como-empezar-mal-antes-de-empezar/
Marcial Maciel Degollado fue el degenerado fundador de un movimiento poderosísimo al que la Orden de Malta le dio apoyo moral y fondos desde los EE UU, y estaba acreditado por Juan Pablo II a quien Francisco canonizó sin exigir la demostración suficiente de sus virtudes heroicas porque parte de la información necesaria le fue escamoteada a la Congregación de los Santos por el propio Cardenal de Cracovia según su libro y Benedicto XVI, que vive a un tiro de piedra de Francisco y debió conocer y sospechar porque bastante que demoró la beatificación del “santo súbito”.
Los crímenes de Marcial Maciel nunca fueron realmente castigados. Por otro lado chivos expiatorios aunque criminales ha habido para distraer la atención de las masas: Unos pocos que como aquellos presos que había que entregar a las masas para tranquilizarlas y no eran jerarcas, fueron juzgados y castigados a menudo de modo poco ortodoxo. Un cura pederasta que por la gravedad de sus crímenes en la diócesis de Boston protegido reiteradamente por el Cardenal Bernard Law—quien evadió la justicia pública porque encontró refugio durante los gobiernos de George Bush, Juan Pablo II, y Benedicto XVI y fue designado Arcipreste de la Basílica de Santa María La Mayor en Roma con la aquiescencia de Ratzinger—pues este cura fue condenado a larga estancia en la cárcel común donde se sabía —es tradición en las cárceles de los EE UU—que a los pederastas o pedófilos los propios presos les degüellan y las autoridades no lo impiden. Éste cura de a pie no contó con la protección de Roma, lo cual suena a canto de chivo expiatorio y juzgar por sus crímenes y la complicidad prolongada durante muchos años de parte Bernard Law (ironía de apellido, Law = Ley o Derecho) debió ser alguien profundamente dañado y quizás uno de esos casos de verdadera patología en múltiples sentidos, pero el juez le consideró en su sano juicio para ser juzgado sin encartar a sus cómplices.
La cura putrefacta que, activa o pasivamente, amparó a Marcial, y a Bernard Law, al Arzobispo de Los Ángeles—a quien su actual sucesor prohibió aparecer en público en celebraciones religiosas por su inmoralidad—es la misma que canonizó a Juan Pablo II y no ha castigado aún al Cardenal de Cracovia y devolvió el poder a los Legionarios sin siquiera despojarles de su inmenso capital para entregarlo a los pobres.
La impunidad del poder romano no es nuevo y es muy parecido al que hizo arder en el Campo di Fiore a Giordano Bruno sin antes matarlo y después de enloquecerle a base de torturas físicas y psicológicas siendo inocente porque solamente creía en algo que resultó ser cierto, que el Universo pudiera ser infinito y otras muchas afirmaciones que hoy son aceptables a la luz de la ciencia.
Oscar Varela mencionó un tratado de consultoría política realmente precursora de los consultores corporativos modernos: “El Príncipe”. Los cardenales se hacen llamar “príncipes de la Iglesia” y el papa es elegido de entre ellos para ser el “príncipe mayor”. El actual escogió a ocho de esos príncipes entre los cuales figuran algunos que compitieron con él por su actual “empleo” y hay que creer que estos príncipes van de repente a cambiar el curso de la historia que les ha conducido al principado.
Mi pregunta final es ¿Qué parte de la historia presente de la gobernanza curial o papal, o vaticana, o como la quieran llamar puede sorprender “a estas alturas del partido”? ¿Por qué merece la jerarquía de la Iglesia ser tratada de modo análogo a la deuda presupuestaria useña? ¿Por qué hay que seguir sosteniendo una estructura a la que hay que extender el crédito indefinidamente si es corrupta?
¿Qué respuesta obtuvo la carta abierta al Papa pidiendo reforma? ¿Cuándo se van a cortar definitivamente las contribuciones económicas al Vaticano a través de las iglesias locales en lugar de invertir esos dineros en las comunidades de donde proviene o en sostener a los necesitados? ¿Por qué no obligar al Vaticano a la bancarrota a base de cortar la “línea vital” que alimenta su poder hasta hacerle sentar y hablar en Davos o el grupo Bidelberg?
Olga querida… ¡Vaya tema y sus consecuencias!
Lo triste de todo esto es, que se repiten los “tipos” de este calibre a lo largo de la historia.
Siempre me pregunto:
¿Por qué a las gentes con poder les encandilan hasta el punto de poner parte de lo que poseen (es tanto… que les hace perder el sentido… ¡común!) y les despierta ese deseo desordenado sin medir sus consecuencias… de estar en la élite, el relumbrón, entre los hombres de iglesia, de manera especial (siendo la mayoría totalmente ajenos a ellas… los atraídos) y pierden todo sentido de su responsabilidad y objetividad?
Me deja pasmada, como este tipo de grupos tienen tal facilidad para atontar la mente-dormirla-manejarla…
¡No lo puedo comprender!
¿Es, que no somos capaces de poner cada “cosa” en su lugar, de comprender cuando estamos tocando el violón (o nos lo están haciendo tocar) sin poner en cuestión nada de lo que dicen o hacen?
¿Es casualidad, que los más fieles seguidores “casi siempre” se encuentren entre a aquellas personas que gozan de medios extraordinarios?
Quizá la mala conciencia de cómo han sido “arrebatados”… les haga vulnerables a los encantos… ¡puag! de estos encantadores de serpientes.
Da mucho que pensar lo que nos compartes Olga, y casi asusta la fragilidad de la mente humana ante semejantes demonios..:
¡Estos son los auténticos demonios y los que organizan sus horribles infiernos!
Infiernos, que gracias a su astucia y desvergüenza tienen llenos de personas inocentes padeciendo en ellos, mientras los creadores de estas redes, satisfacen todos sus más bajos instintos.
Ufff… Me causa una gran pena, porque mucho de esto, sucede en la misma iglesia que se ha dejado seducir por el brillo del oro, el poder, el lujo, la vanidad, el orgullo…
¿Dónde queda ahí el Mensaje de un hombre sencillo como Jesús de Nazaret?
¡Gracias Olga por este art.
! Un abracito entrañable.
pili-mª pilar
Gracias; Olga, por este artículo, que leo ahora, de tan gran parecido a muchos de los tiros certeros de catapultas, tirados desde extramuros como bolas, o balas, alertadoras de fuerzas que no ignoraban, y si mini cultivaban, vacunas y antídotos contra lo que significaba para el Predio Humano, lo que en la fortaleza del intramuros se vivía, se cultivaba y, como vivero o semillero ideológico, se exportaba por las Multinacionales de Los Fácticos ,( religiosos , o no), a través de sus Sucursales, a la sometidas gentes de las Sociedades humanas.
Pero, ni aquellos tiros por alto de catapultas, ni otros parciales forcejeos de grupales escaladas a pechos descubiertos, ni voladoras saetas lanzadas desde fuera, han sido aún capaces de que las puertas de la, débil por falsa, fortaleza haya abierto aún sus puertas, a pesar de algunos intentos interiores honrados por entreabrir algunas ventanas de buhardillas.
¿No explica esto lo que ha ido aconteciendo en la Sociedad y especialmente en la Iglesia con el intento del Papa Bueno y sus encíclicas Madre y Maestra y Paz en la Tierra; Concilio Vaticano II y sus Textos, como señales de respuesta al Mundo, desde la Fortaleza Eclesial Romana, que nunca abrió a la Verdad Libre sus sagradas Puertas,; ni por las dudas del buen Montini, ni por los intentos prematuros del primer Juan Pablo, con misterio eliminado, ni con el Salva mundos del ¡Santo Súbito!, ni por el germano Escriba Ratzinger, que pasó por el Vaticano de aprendiz, a Amo fracasado?
Como laicos fieles, o no tanto; y clero bajo y religiosos entregados por el bien de los hermanos expoliados y masacrados, hemos sido permanentes testigos, desde nuestras pobres y arriesgadas trincheras, de tantas batallitas perdidas, por la eficacia prevalente de la Quinta Columna, cómplice de traición a la Masa, por falseada y falseadora desde la Falsedad primera con la que El Poder engaña.
Pero la Verdad, nunca del todo alcanzada ni poseída, no falla, y nos va probando con el fracaso de las victorias en batallas, que la “guerra” ideológica y práctica se orienta hacia su final victoria, contra el absurdo de tanta patraña sobre las víctimas humana.
Cierto Olga, este tu final: “-Porque nadie está libre, y como dicen por ahí por el evangelio “El Maligno es mentiroso y padre de la mentira” y es patudo además, ¿No dicen que tentó a Jesús, con la riqueza y el poder en este mundo? Debe ser uno de los pocos que no cayó.”
Pero tan cierto como eso, va siendo demostrado:-“Que solo La Verdad libera Y el Verdadero Liberador ya triunfó humanamente del Poder, rechazándolo y condenándolo; y cuant*s de verdad le sigan, como discípulos en la verdad del Amor seguirán siendo testigos de que los poderes podrán presentar miles de millonadas de víctimas, pero no VICTORIA HUMANA, ni menos, CRISTIANA.
Sigamos empeñados con Jesús, en que Francisco abra las puertas de la falsa fortaleza vaticana; y si no pudiera abrirlas, por impredecibles causas , que se salga de intramuros, o acepte el cáliz de que el Maestro lo reconozca como Discípulo en los extramuros del Calvario.
Del TEMPLO, por Jesús sigue dicho:” No quedará piedra sobre piedra”, aunque tenga apariencia y contenido de FORTALEZA.