El parábola del juicio final ha dado mucho pie a la inspiración de artistas de todo tipo. Dante en la edad media, Miguel Ángel en su gran fresco, el novelista Givanni Papini en el siglo pasado. Una nueva visión novelada es la que hoy nos ofrece Oscar Fortin, canadiense hecho latinoamericano, como bien se ve en su castellano.
Esta vez el juicio del Jesús eclesiástico es revisado por el mismo Pedro, el de las llaves.
Según el Evangelio de Mateo (Mt. 25, 31-46), Jesús expresa lo que será el Juicio Final. Este relato proviene de los comienzos de la Iglesia, incluso antes de que ella misma haya establecido la sacramentalidad y las normas morales, conduciendo a la salvación eterna. Según estas nuevas normas y los sacramentos que las fundan, el “Juicio Final” recubre un sentido totalmente diferente, puesto que los sucesores de Pedro, deteniendo el poder de atar y desatar, pueden definirlo diferentemente. Entonces veamos lo que eso nos da.
« Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria. Y serán reunidas delante de él todas las gentes: y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas á su derecha, y los cabritos á la izquierda. Entonces el Rey dirá á los que estarán á su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. »
- Ustedes aceptaron la fe en la Iglesia católica, la única en detener el poder de abrirles las puertas del cielo.
- Siguieron las directivas de sus Pastores sobre la práctica fiel de los sacramentos, especialmente los del bautismo, de la confesión, del matrimonio y de la Eucaristía dominical cada semana.
- Hicieron sus Pascuas anualmente.
- Participaron generosamente en el pago del diezmo exigido por su Iglesia.
- Se abstuvieron del uso de contraceptivos en sus relaciones amorosas con su cónyuge y también de otra relación extramatrimonial.
- Siempre han llevado un gran respeto hacia los sucesores de los apóstoles, obedeciéndoles en la fe y absteniéndose de criticarlos y menospreciarlos ante el mundo.
- Lucharon, en unión con sus Pastores, contra el matrimonio homosexual y el aborto, contra las ideologías marxistas y los teólogos de la liberación.
- Me honraron como Rey y Señor del mundo y adoraron a Dios con una gran devoción.
« Entonces dirá también á los que estarán á la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles. »
- Pues, Ustedes no reconocieron a la Iglesia Católica como la única iglesia apta a abrirles las puertas del cielo.
- No siguieron las directivas de sus Pastores sobre la práctica de los sacramentos del bautismo, de la confesión, del matrimonio y de la eucaristía dominical.
- No pagaron su diezmo a la Iglesia como se les pedía.
- Utilizaron los contraceptivos, favorecieron el matrimonio entre personas de un mismo sexo, toleraron el aborto y conocieron las aventuras fuera del matrimonio.
- No respetaron a sus Pastores, haciéndoles la lección como si no fusen para ustedes mis únicos representantes.
- Han sido excomulgados por las autoridades eclesiales.
- Dejaron de lado a Dios y mi gloria de Rey del universo para preocuparse aún más del mundo y de sus problemas, como si no estaba allí para solucionarlos.
Entonces ellos contestaron recordando a Jesus lo que habia dicho al respeto del juicio final cuando andaba con sus discipulos poco tiempo de irse a la casa de su Padre.
- Pero Señor, ¿tú mismo, no nos has enseñado a amar a nuestro próximo, a perdonar a los pecadores, a ayuda a los muertos de hambre, a los extranjeros y a los perseguidos?
- ¿No nos has dicho que el Sabbat estaba al servicio del hombre y no el revés y que la ley no era para dominar, pero para servir?
- ¿No nos has dicho que no basta con decir Padre, para acceder al Reino de Dios, sino de hacer su voluntad y que esta voluntad es amarnos los unos a los otros en la verdad, la justicia, el cumplimiento, la compasión y la misericordia?
- ¿No nos has dado el ejemplo al condenar a los fariseos, los sumos sacerdotes y los doctores de la ley de hipócritas y sepulcros blanqueados?
- ¿No nos has afirmado lo que hacíamos al los más pequeños de los tuyos, era a ti que lo hacíamos?
- ¿Cómo puedes enviarnos a la gehena eterna si nos aplicamos, sin ser siempre conscientes, a poner en práctica lo fundamental de tus enseñanzas?
- ¿No has declarado que lo fundamental es la justicia, la misericordia y la fidelidad? (Mt.23, 23)
Entonces Jesús, extrañado por esta contraparte y sin querer derogar de su promesa hecha a Pedro de reconocer su poder de atar y desatar en el cielo como en la tierra, pidió a Pedro lo que pensaba de eso.
Pedro tomó entonces la palabra y dijo a Jesús:
“Tu solo sabes leer en el fondo de los corazones y reconocer a aquellos que te han sido fieles. Lo hiciste conmigo mientras te había renegado y buscado siempre a arrastrarte por caminos que no eran los de tu Padre.
Al escuchar la defensa de esas gentes, reconozco, tu enseñanza y testimonio de vida. La gran mayoría de la gente te ha seguido, conscientemente o no, hasta los más oscuros atrincheramientos y en las periferias de los dejados por cuenta de la humanidad para aportar luz, consuelo, justicia, verdad, amor, compasión y solidaridad.
Así pues, según los poderes que me has dado sobre la tierra, tomo sobre mí el desligar estos últimos de todas estas leyes acumuladas por una iglesia cortada de sus raíces evangélicas. Hago lo mismo con todos los demás que te han seguido con buena fe, pero no tanto por esa iglesia más fundada en el legalismo y autoritarismo que sobre tu Palabra de vida, el testimonio de tus apóstoles y profetas. Tomo sobre mí persona esta traición de tu Iglesia como lo hice con mi triple traición hacia tu persona.
Entonces Jesús declaró:
Vengan a mí, todas y todos los bendecidos de mi Padre. No he venido para condenar sino para salvar, para abrir a todos las puertas de un nuevo mundo. Por el contrario, que los mentirosos, los hipócritas, los manipuladores, los codiciosos que no reconocen sus propias faltas, pensando dominarlo todo, ¡que vayan a la gehena eterna!, es decir un momento de encuentro de cara a cara conmigo, donde serán juzgados según sus obras y purificados por el fuego eterno de mi Amor.
Disculpad la cantidad de palabras incompletas, acentos… lo estoy haciendo en cama “griposa” y en la tablet, siento los errores, con bena voluntad se puede leer.
Adelaante amigo, un “santo” triste, es un triste “santo” y Jesús rezuma esperanza, gozo en su Abba, confianza ciega, de que todo es posible desde la sencillez de la vida cotidiana.
Un abrazo entrañable.
m* pilar
Estimado Juanel:
Nada ha cambiado en tu vida… solo ue ahora, estás por completo entregado a aatender i querer a tu mujer. Te parece pequeña esa dedicación si la haces con todo el amor aunqe estéis solos? Crees que ahí no está el espiritu de Jesús?
Es uno de los males que arrastramos los formados en esa mentalidad de !!!cuanto hay que ahacer…!!! Y que lo que yo no haga, se quedará sin hacer.
Piensa amigo, que la semilla del reino !ya está sembrada! Y solo crecerá dando razón e ella en nestra vida dotidiana, no en predicas, ni siquera en grupos (eso lo necesitamos nosotros)Cuantas veces Jesús, a pesar de estar siempre rodeado de gente…!estaba solo, y solo oraba a su Abba! Porque de momento no podían comprenderle.. ellos buscaban otra cosa.
Cuando cayeron en lacuenta? !!!Cuando les faltó!!! La vida sin Él, no tenía sentido, que sucedio… !!!comprendieron todo lo que les fue diciendo, abrieron su corazón a su espiriu, lo sintieron y comenzaron a reordar!!!
Y se pusieron en marcha… reuerdas? !ardía nuestro corazón mientras lo recordabamos cenando… y al partir elpan…! !!!Y volvieron al grupo!!!
He vivido tu misma experiencia, me retiré wde todos mis compromisos para atender a mi esposo… cuando se fue… mi mundo había cambiado, ya mi lugar no estaba… Y qué? Jesús y su poryeto sigue siendo el mismo, lo vivo con la misma intensidad, sola, !si! pero viva para cuanatas personas pasan por mi vida; que le vean en cjato yo hago:
Siendo amable, cercana, dispuesta… y respecto a los ritos, solo hay un camino, sigue !escuchando lo que ÉL te dice en tu interior! y cuando asistas a ellos, vivelos como Él nos enseñó, el reino está dentro de ti, y tú eres el templo donde Él está por siempre.
Si das vida y la tuya está preñada de ÉL, todo cuanto hagas hasta lo más insignificante, estará lleno de vida; deja que sea Él quien de fruto, tú, se sus manos, sus ojos, su corazón…
!!!Te parece poco?!!! Es Él quien hace crecer la semilla, nosotros solo tenemos que vivir dando cuato tenemos con sencillezy confiando, en que vale más un vaso de agua dado con amor y alegría, que todas alas reuniones, clases, grupos…etc. sin en ellos no estan prenados de el amor en el servicio, y tristemente hay más egos personales que semilla evangélica en nuestras maneras de vivir.
Lo más importante es, que aquello que hacemos, lo hagamos desde la fuerza de su proyecto, eso !si! cambiaría este triste y desperdigado mundo.
Todo llegará, un cmabio profundo también empezando por cada persoana en particular, y desde ahí, todo seránposible
Entonces, Juanel, tú mismo te das cuenta que eso no es lo que realmente da la respuesta a la pregunta, porque no hay palabras ni teorías como tal “respuesta”.
Si has llegado a hacerte la pregunta y a escuchar en el silencio, ya es algo. Conozco personas que les pone malísimas entrar en su interior, provocándoles nauseas.
Lástima, consecuencia de una espiritualidad religiosa llena de palabras y rezos, enmarañada de envolturas y temores olvidando quiénes somos realmente. Desandar con humildad y paciencia lo andado lo propone Jesús pos activa y pasiva. Porque esa fe- confianza en Eso que somos es lo que salva.
Ambas preguntas ¿Quién es Jesús? y ¿Quién soy yo? Se entrelazan en la no-respuesta convencional. No quieras encontrar la respuesta por ti mismo, porque es un gran regalo de Presencia en el silencio.
Hay párrocos que están ayudando desde hace algunos años a reencontrarse con uno mismo en la contemplación silenciosa interior, así como en algunos colegios inician desde edad bastante temprana a los niños en la Interioridad, cuyos resultados son magníficos, pues en los niños no hay ninguna interferencia, al contrario, son muy receptivos, lo acogen sin resistencia como lo más íntimo de ellos mismos y redunda en la convivencia y actitudes solidarias en la vida práctica.
Y aquí termino, no deseando hacer comparaciones con la formación religiosa que para bien o para mal hemos recibido la mayor parte de los que aquí intervenimos y que nos recuerda el artículo.
Hasta siempre.
Si te he de ser sincero Antonio V, te diría que si colocase en la balanza teoría y práctica medidas en tiempo, dedicación, esfuerzo,…. en lo que ocupo y preocupo mi vida, se inclinaría abrumadoramente hacia la teoría dejando la práctica en pura vergüenza. Leía Tambo (el servicio para el diálogo de koinonía) diría que con pasión, hasta que cerró el pasado 31 de diciembre, porque en él muy a menudo se contaban experiencias prácticas formidables de gente entregada, impresionantes. Leía a ver si me contagiaba algo, pero no participaba porque no tenía nada que contar. Mi entorno social ahora es muy reducido inexistente, centrado en hacer feliz a mi mujer que está delicada de salud, cardiaca entre otras cosas. Mi familia lejos de Canarias en Barcelona. Encima mi pequeña comunidad cristiana participativa se disolvió hace algún tiempo. ¡Qué difícil es formarlas, hacerlas progresar y que duren! Me he visto obligado a considerar como mi comunidad de Iglesia sólo a los que asistimos a Misa los domingos en la Parroquia con sentido sacramental, pero nada comunitario. Toda actividad ha sido cortada, sólo queda burocracia, comisión de fiestas patronales y catequistas. Deplorable. El sentido de acogida, de comunidad, de compartir mis inquietudes, de preocuparme por las dificultades para la fe de otros,… lo he encontrado aquí en Atrio, desde hace tiempo.
Pero por lo que respecta a la práctica activa digamos no virtual, tengo dificultades. No puedo dejar sola a mi mujer, así que el posible voluntariado disponible para mí tenía que estar cerca de casa como el de la parroquia, pues ya ni eso. Es verdad que doy un % de mis ingresos a ciertas ONGs, pensando que al tener yo difícil la actividad práctica, quizás otros lo hagan por mí al menos colaborando de algún modo desde lejos. Por todo ello, cuando leo textos por ejemplo los de ayer de la Misa, o los tuyos, que insisten en la prioridad de la práctica me siento interpelado. ¿Uso lo que me está ocurriendo como excusa o por el contrario se trata de una culpabilidad escrupulosa insana? ¿estoy seguro de que estoy haciendo lo que puedo? Siempre se puede hacer más.
El ejemplo que pones de carga teológica en la historia de la Iglesia sobre Mariología, con sus dos dogmas relativamente recientes de la Inmaculada y la Asunción, y si a ello le añadimos un culto exacerbado con entronizaciones, coronaciones, procesiones, multitud de advocaciones… que expresan un paganismo popular, que en Canarias está tan arraigado que salen estas cosas en los diarios con una frecuencia asombrosa, pues que quieres que te diga. Pero la dogmática sobre María tomada como “madre de Dios” viene como sabes de antiguo. A mí me llaman la atención estas cosas y me empeño en darles una respuesta que encaje bien con el centro de la fe, en Jesús, sin tener que eliminarlas. Pero evidentemente lo esencial de María no son sus fórmulas dogmáticas ni la teología que se realiza sobre ella, sino justo lo que dices en cuatro frases bien trabadas.
Y tienes razón, quedarse trabado en lo que hay teológicamente pendiente sin afrontar la causa de Jesús, la causa de lo humano, es sin duda contradecir su mensaje. Pero teniendo esto en cuenta a mí me preocupa y me implica que por problemas de fe, que parecen barreras infranqueables, todo cuanto dice la Iglesia, cuya misión primera es transmitir el mensaje de Jesús y no olvidemos que por ella lo hemos recibido, pierda todo su sentido y razonabilidad de tal forma que les impide a muchos su seguimiento. No basta con difundir un proyecto humanista de máximos éticos, no basta un desarrollo argumentativo y praxis ética, necesitamos también que la gente se deje embeber, entusiasmarse, enamorarse…. de Jesús y que apueste con todo su empeño por su causa. Y esto es difícil si no se aclara que Dios está con él y en él. Que su causa es la causa de Dios y que Dios está implicado en su proyecto del Reino para toda la humanidad.
Bienvenido Francisco García. Lo que dices del filtro de Atrio por un comentario crítico dudo mucho que sea así y no por razones técnicas. La moderación de Atrio tiene bastante paciencia y criterios amplios y cuando filtra algo lo comunica al interesado. Sobre la intranquilidad que te produce el infierno lo entiendo pues tengo tu edad y recibí esa educación religiosa terrible, amenazadora con respecto a la moral. Si me permites te comentaré algo. En nuestra sociedad con los asesinos, maltratadores, etc., si los pillamos los metemos en la cárcel, pero esa medida pensamos éticamente que no debe ser por venganza o para que sufran y se pudran en ella, sino para que puedan reinsertarse, o bien según el caso, para separarlos, pues no pueden vivir con los demás sin causar daños. Si esto lo pensamos y hacemos los humanos ¿qué hará Dios? ¿vengarse? ¿decidir que sufran las llamas eternas del infierno? Pienso que en el Reino futuro o Cielo, la humanidad sin exclusiones formará una comunidad unida por el amor. Nadie quedará separado por que me parece lo más probable que se sepa “sanar” psíquica y mentalmente a aquellos que han sido incapaces para una convivencia pacífica, por lo general enfermos o fuertemente traumatizados.
Otra cosa, el egoísmo o egocentrismo puede ser tomado como el origen de todos los males, pero en su justa medida nos puede servir de ayuda en ocasiones complicadas o para salvaguardar nuestros intereses y derechos legítimos. No me parece bueno ir contra nosotros mismos u odiarnos, en lucha contra el egoísmo, al contrario, en mi opinión es sano querernos lo suficiente para tratarnos bien sin excesos. ¡Ah! Una buena dosis de relativismo moral sin llegar al “todo vale” pues a veces diría que resulta conveniente sobre todo cuando se dan escrúpulos sin sentido. Pero las acciones malas no podemos por relativizar o contextualizar invertirlas a buenas o disimularlas. Lo que cabe sería comprenderlas, asumirlas, para llegar a perdonarnos o perdonar según sea.
Me parece estupenda la aclaración de Mª Pilar en los dos escenarios de Jesús con la mujer y en la cruz. ¡Qué bonito es lo que dice sobre Jesús! Esa lectura a diario, a trocitos, pausada, que también me lleva a mirarme en ella y ver su vigencia presente de unos textos escritos hace 2ooo años. Habla también de la culpa y con respecto a ella pues yo estoy con el papa Francisco “soy un pecador”. Sin embargo, el exceso de culpa por nimiedades como dice, interfiere en el comportamiento y puede llegar a lo patológico. Pero un nivel asumible de culpa lo encuentro necesario, ya que sin sentido de culpa podríamos llegar a considerarnos “perfectos” sin nada que arreglar o algo que mejorar. Resultan incómodos e inquietantes los que se consideran perfectos, ¿verdad? Comparto lo que añade Asun, nada sano es entrar en el círculo vicioso de culparse y culpar, obsesionándose por la moral y sumando la ambición de acumular méritos para un ego religioso insaciable. La carpeta de los méritos no dan un visado para el “cielo”, el cielo no se puede comprar, hagamos lo que hagamos no lo merecemos. Me recuerda la parábola del fariseo con la carpeta bien llena y el publicano pecador sin nada.
La invitación que haces Asun de responder a la pregunta ¿quién soy yo?, no la encuentro nada fácil en sentido profundo tal como indicas. Puedo responder la pregunta ¿quién es Jesús PARA MÍ?, como puedo hacerlo al preguntarme ¿quien es mi mujer, un/a amig* … para mí?, como quizás si me pongo en ello podría responder ¿quién soy yo para mí mismo? Pero preguntarme ¿quién soy yo? a secas, como queriendo penetrar en el centro de mí mismo, no se consigue a mi modo de ver mediante una profunda y sesuda introspección, ni mediante técnicas de meditación como indica José Aregui en otro hilo, sin echar mano a una teoría ontológica. Y esta teoría sea cual sea, resulta en mi opinión siempre provisional y discutible.
Había decidido salirme de este hilo pero tu llegada Francisco me ha tentado y he sucumbido. Entresaco este párrafo de tu último comentario, (09-Febrero-2014 – 17:26 pm), y me atrevo a comentarlo a continuación aunque como he dicho sin ánimo de controversia. Se trata simplemente de que sea palabrero y de que el tema me puede.
“Pero yo, no es que no tema al infierno, es que afortunadamente el tiempo va limando las aristas y uno va tomando en la vida un “relativismo moral” (que creo que denunciaba el Papa anterior en las personas) que es mucho más confortable y alegre. Ya te digo, George, que procedo de la educación escrupulosa y eso no se quita nunca, creo…” (Énfasis y subrayado míos)
En cuanto al relativismo moral que denunciaba Ratzinger aunque por otra parte por muchos años lo practicara él mismo con su complicidad durante el pontificado de Juan Pablo II sobre la incidencia de la pedofilia entre los clérigos católicos, es el resultado de situar la vida fuera de lo histórico. Me explico. Si uno solamente se refiere al aquí y ahora sitúa la existencia desconociendo los antecedentes históricos de cualquier, de toda situación.
La cuestión del Infierno es un debate viejo y para la mayoría de los teólogos más bien abandonado. No hay teólogo serio hoy día que localice en algún sitio físico el infierno o el cielo. Además la idea misma del castigo final y eterno depende de la eternidad de dios y con ello “condena a Dios” a ser espectador residiendo en el otro extremo del Cosmos del tormento de quienes el mismo Dios condena. Ya sabes, a Jesús se le atribuye haber dicho que a su Padre nadie le conoce si no es por medio de ël, de Jesús, y Pablo y Juan aseguraban lo mismo en algunas de sus cartas. Eso quiere decir que lo que pensemos o imaginemos de Dios no pasa de ser eso, pensamiento o imaginación atropomórfica si no viene avalado por lo que Jesús mismo reveló.
El creyente es un tipo que se arriesga no sabiendo con certeza, sino esperando con confianza y siempre no lo que es, que ya eso es saber, sino aquello que “todavía no es, pero podrá ser”.
Esto que te voy a escribir a continuación sale de una práctica psicoterapéutica de casi 30 años y por lo tanto reclamo un pelín de autoridad clínica para asegurarlo. Eso habrás de perdonármelo pero no me ofenderá que lo descartes si lo deseas o piensas lo contrario. No me mueve el deseo de controversia.
Los escrúpulos están relacionados con algo cuya potencialidad todos la tenemos aunque no todos la padecemos. Me refiero a las obsesiones (pensamientos recurrentes involuntarios) y compulsiones (conductas recurrentes sobrecargadas de ansiedad). Conozco de ellos personalmente en mi adolescencia y por razones muy comunes, tuve un director espiritual que necesitaba un psiquiatra en mi modesta opinión aunque era muy bueno y le recuerdo con cariño a pesar de que a ratos me hizo sentir que la vida fuese algo peligroso o hasta peligrosísimo, sobre todo cuando lidiaba con mi vocación religiosa.
Ciertas áreas del cerebro regulan los pensamientos y las conductas recurrentes no deseadas y se sabe que en la raíz de estas conductas hay una sobrecarga desproporcionada de ansiedad latente.
Como bien sugieres los escrúpulos hunden sus raíces en los miedos y éstos son de origen neuroquímico. Pero no todos los miedos son malos porque algunos nos protegen. La misma base neuroquímica necesaria para aprender ciertos miedos pudiera hacerme crecer, según las circunstancias, con escrúpulos y temores injustificados que me torturen o hacerme crecer tonto e irracionalmente imprudente, temerario, si no pudiera aprender otros miedos que son justificados.
El rollo del infierno como lugar y Dios como juez no se justifican excepto en ciertas escuelas teológicas, porque Agustín creía en el perdón y en la validez del Amor como regla de vida y ya eso lo sugieres en tu comentario.
Siempre me detengo a considerar las vicisitudes de los textos evangélicos que nos preservaron los dichos y hechos de Jesús y las contradicciones que uno encuentra en ellos. Esa ambigüedad es muy buena porque crea incertidumbre y ésta es un espacio lleno de posibilidades, de esperanza. En fin miro a la duda como al espacio de la liberación no de la relatividad. Por ejemplo: No afirmo esto porque me conviene o niego aquello porque no me conviene, aquí y ahora, sino que espero confiadamente que las promesas de Jesús se cumplan. No tengo evidencias pero fueron trasmitidas en la Tradición y las Escrituras durante los 20 siglos+ que me preceden (eso elimina la relatividad de mis propios juegos mentales). Mi vida de oración es fuerte y me gusta la oración ignaciana comenzando con la composición de lugar para mi Oración Centrante que me ha curado todas las ansiedades. La hago cada día desde hace muchos años, y te la recomiendo…
Me gusta mucho recurrir a este texto del Evangelio “Mateo” 25, 34 -46 del que entresaco las conclusiones atribuidas al mismo Galileo:
40 El Rey les responderá: “Os aseguro que todo lo que hicisteis por uno de mis hermanos, aún por el más pequeño, por mí lo hicisteis.”… …45 Él les responderá: “Os aseguro que todo lo que no hicisteis por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicisteis por mí.” 46 »Aquéllos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Me examino una vez al día y me pregunto esa sola vez “Y tú George, ¿Jamás has hecho nada por uno de estos/as pequeños/as hermanas/os de Jesús? Entonces cada día me aseguro de hacer alguna cosa por alguna de esas personas que Jesús llamaba sus pequeños/as hermanos/as y mis angustias se calman.
Te doy un abrazo fraterno y te doy la bienvenida a mi club particular de los preocupados…
Juanel, pero en el amor no hay posibilidad de relativizar o trivializar el mal…puesto que el que ama, tiene la capacidad de perdonar y de pedir perdón, el que ama va a reparar el daño inflingido a los hermanos, se puede arrepentir y puede obtener el perdón “porque amó mucho”…Por eso el mal es incompatible con el amor…y en el infierno no puede existir el amor…
Por eso San Juan decía: “Sabemos que le hemos conocido (a Jesus) si guardamos sus mandamientos. El que dice que le conoce y no guarda sus mandamientos, miente, y la verdad no está en el. Pero el que guarda su palabra, en ése el amor de Dios es verdadramente perfecto” (1 Juan3-5)
Por otro lado, la ignorancia puede ser atenuante de la culpabilidad….y puede hasta suprimir la responsabilidad…porque si verdaderamente ignoramos, no conocemos lo que es malo…por tanto nos exime de la culpa….
Sin embargo, yo hablaba de la persistencia y de la impenitencia en el mal por el mal….en una falsa presunción que Dios salvará sin arrepentimiento, sin propósito de la enmienda, sin pedir y obtener perdon, sin excusas…porque mi egoísmo es lo unico importante y existente….y me río aun de la posiblidad que pueda existir la vida eterna….y que aun rechazando abiertamente el amor que se me ofrece en esta vida, pueda gozar de la misma vida de los que ya están en la gloria…Esta es una presunción ilógica que ha surgido particularmente en los tiempos modernos…que lleva a pensar como en una autodestrucción colectiva y una indiferencia total ante la realidad de nuestra propia existencia…que tiene un propósito y un fin…y que el momento mas trascendente es el de la muerte..para nosotros los humanos..
Pero a pesar de las críticas, el evangelio delinea muy bien lo que es el bien y su camino…y lo que es el mal….y lo que conduce a el…..y sus consecuencias
Por eso Cristo tuvo que enfrentarse en su momento a esta deformación de la realidad del estilo farisaico…Por eso, en la cruz Jesus pidió perdón para los verdaderamente ignorantes…que” no sabían lo que estaban haciendo” dando muerte al Hijo de Dios….
Pero para los que no estaban ciegos, para los que viendo la luz que era El, la rechazaban a sabiendas que era LUZ, les decía a esos compatriotas suyos judíos fariseos que le preguntaban “¿Es que nosotros somos ciegos?” y Jesus le írespondió: “Si fueseis ciegos, no tendríais pecado: pero como decís que VEIS, vuestro pecado permanece” (Juan 9,4041)
un saludo cordial de Santiago Hernández
PERO cuando me refería a Cristo y su Iglesia, por supuesto no implicaba a los defectos y pecados de sus miembros, aunque fueran clérigos…y sobre todo si son ellos los que dañan a la comunión de los hermanos…Me refería a la Iglesia como ministerio y como carisma….querida por Jesus de Nazaret al llamar a los 12 y al enviarles el Espíritu Santo el día de Pentecostés…Si hubiera sido por los errores personales de los ministros y de los fieles, la Iglesia de Cristo, no hubiera podido resistir el embate de 21 siglos de ministerio ACTIVO. Sin embargo, el movimiento Iglesia fue inducido por Jesus para que El permaneciera entre nosotros y para que su mensaje llegara a TODOS de manera UNIVERSAL….Por tanto, la Iglesia es Apostólica puesto que fueron los Apóstoles los que proclamaron la Buena Nueva, fueron los Apóstoles Mártires los que convencidos de la verdad de Cristo sellaron con su sangre la Nueva Alianza revelada a ellos por Jesus…Por tanto, no es a la “literalidad” de los textos neotestamentarios a los que yo hago referencia, sino a su mismo valor y a su verdadero sentido captado por los que estuvieron oyendo la PALABRA de Jesus, que era el mismo Verbo de Dios….Por tanto, Pedro predicó el kerygma inicial, junto los 2 Santiago en Jerusalen, Juan en Efeso, Tomas en la India, Felipe en Hierapolis, Bartolomé en Armenia y Persia, Simon y Judas en Irán, Mateo en Etiopía y Pablo en la gentilidad del Asia Menor….Desde el comienzo, pues, el mensaje verdadero de los Apóstoles que fue oral fue recogido por escrito en 4 versiones diferentes….con diferencias no esenciales….porque Cristo es el mismo siempre…Su verdad trasciende….Y es por la PALABRA de los apostoles por la que Jesus llegó a nosotros…pues Marcos era discipulo de Pedro y Pablo, Lucas seguía a Pablo amigo de Cephas y de los Apóstoles, y Mateo, que escribio en aremeo, fue traducido a la lengua griega en el mismo siglo I, y Juan, el discipulo amado, murio rodeado de sus discipulos en Efeso, hacia el final del siglo I.
Es pues el sentido y la interpretacion de los mas cercanos a Jesus y el consenso unánime de la Iglesia primitiva la que constituye el valor de los textos…Lo que la Iglesia nos legó fue la FE en el mismo Jesucristo…proclamando su vida, sus hechos, su Muerte y su Resurrección….lo que no fue mentira ni invencion, sino lo que por medio del testimonio de los apóstoles nos llegó a nosotros en este siglo….Y “su testimonio es verdadero”
Por eso, separar a Cristo de su Iglesia ministerial y carismática es un imposible…Es cristianismo carecería de base y de sentido….El mismo Cristo nos fue conocido, no por los gnósticos, sino por medio de los Apóstoles…
ES a esa Iglesia a la que yo pertenezco….porque no me puedo identificar con los que se apartan de la fe en Cristo que me llegó a traves de su Iglesia…puesto que yo creo en ese Jesus del Evangelio….
un saludo cordial de Santiago Hernández
Gracias, muchas gracias, por haber permitido mi comentario. Y gracias también por haberlo leído algunos, sobre todo por haberlo valorado. Es la primera vez, y comprendereis que me siento muy alegre y más valiente, ya que este es un foro nuevo para mí. A lo mejor es vuestro foro: un foro de gente conocida, afin y más o menos amiga, gente que está muy al loro de estos temas, como se suele decir.
Ayer escribí rápido y tuve la interrupción de la llamada de un amigo mientras escribía. Hubo cosas que se quedaron el tintero (siempre quedan cosas en el tintero); y además si uno quiere no dar un sermón y contar retales de su pensamiento o de su vida, el riesgo de no expresarse claramente es grande. Por eso quiero añadir algo para que la lectura de Pilar y Asun pueda entender mejor lo que ayer no escribí, lo que se me quedó en el tintero. Y es que hablando del pecado, del bien y del mal, me gustaría poder suprimir estos conceptos de la literalidad ( es imposible ¿verdad nuevas amigas? ) y pasar a hablar de lo defectuoso (egoísmo) y de lo completo o no defectuoso (superación del egoismo) de la persona. No es idea nueva mía: como sabeís han hablado otros antes por mí, pero que yo me apunto a lo pensado por otros en este caso..
Por otro lado, aprecio mucho la lectura de George y su aportación diciendo que el tampoco teme al infierno. Pero yo, no es que no tema al infierno, es que afortunadamente el tiempo va limando las aristas y uno va tomando en la vida un “relativismo moral” ( que creo que denunciaba el Papa anterior en las personas) que es mucho más confortable y alegre. Ya te digo, George, que procedo de la educación escrupulosa y eso no se quita nunca, creo. (- ¿El temor o el amor? – He sentido inevitablemente esta pregunta en mí mismo. – Primero el temor, por si acaso, y luego a ver si en el mismo marco ( de la religión ) podemos con el amor. – Es la respuesta que se da en mí y que yo no puedo controlar . Poco menos que de diván de psicoanálisis …). Y, al respecto, también, sobre el infierno, yo le comentaba a una persona: – Dios tiene que sentirse apenado por la suerte del diablo – . Pero esto no conduce a nada…, como tú dices, debemos vivir la vida viendo la Belleza de la naturaleza que nos evoque a un Dios, absoluto amor, y ahí no cabe el infierno.
Saludos Paco
¹Hola, Francisco! Me alegra que ya el Infierno no te asuste, a mí tampoco. Pienso demasiado en que la mejor evidencia de que tras de la muerte todo irá bien, es la Belleza del Universo.
Me gusta la expresión de Minchin en (El Idiota, Dostoievski) Será la Belleza de la Bondad, del Perdón por los errores, la que de alguna manera salvará todos los peligros.
El ansia por la felicidad es demasiado antigua y demasiado profunda en la humanidad para no ser a su vez no solo anticipatoria, sino profética. Un abrazo.
Gracias, Francisco G., por esta aportación tan valiosa y sincera que acabo de descubrir:
… “ Yo más bien veo que lo que hay es el egoísmo y su superación o no, y esta es la vida y la inteligencia de las personas, y el camino de la libertad. Cuando uno va superando el egocentrismo va desarrollándose como hombre, creciendo y cobrando valor. Me parece muy buena la interpretación que hace M. Corbí en un libro titulado algo así como “Religión sin religión”.
Mª Pilar me ha hecho darme cuenta que no había visto el comentario anteriormente.
¡Bienvenido, Francisco!
Hola Francisco G.:
Según mi sentir y vivir estamos en la misma orilla… !Escuchando! al Maestro. Así que ánimo y adelante.
Desear-buscar el conocimiento de
Jesus, es la piedra agular de nuestro vivir, sin aferrarse a la sola letra, sino escuchando lo que suena en nuestras entrañas.
El mejor regalo que recibí cuando era una nina ya ilusionada por su Mensaje, fue, un librito pequeño (como yo entonces) de los evangelios; no lo leas de tirón… a trocitos… degustalo, saborealo, y sobre todo !!!Esucha lo que te dice…
Era una persona enamorada hasta el tuétano de Jesús.
Jamás he dejado su lectura pausada, haiendo silencio para esucharla en mí. !Jamás me ha defraudado!
Siempre se ilumina leída al compas de la vida, fuera de ella, pierde su enorme fuerza, la que necesitamos para hacerla !Vida! En mí y para cuantas personas pasen por nuestra vida.
Por cierto se llama como mí querido hermano, persona extraordinaria y un enamorado de
Jesús. Ya se fue hace muchos años, pero dejó un hermoso reguero de amor, paz, búsqueda de la justicia. Y su camino no fue de rosas… jamás se quejó ni pregunto: Porqué a mí?..
Adelante sin mirar atrás.
m* pilar
– Permíteme, Juanel, que puntualice algo este tu párrafo, al socaire de algunos matices de tu aportación reflexiva.
Dices: “-.esto que es así de simple no evita el que algunos nos hagamos con insistencia preguntas y busquemos respuestas, y nos enredemos en las respuestas que ha dado la Iglesia a las numerosas cuestiones que tuvo que resolver a lo largo de su historia y sobre todo aquellas que aún continúan pendientes.”
Efectivamente es así de simple cuanto se refiere al amor tanto en su contenido teórico, com práctico, pues no se necesita más que colocarse intencionalmente en la situación de cualquier semejante y desde ella acariciar la verdad de su coherencia, con el añadido de que, sobre todo en la práctica, mas que en lo reflexivo experimentamos que el amar es fuerza nunca superada por cualquier carga que nos venga del ser amado.
Y es en esa fase teórica, en la que tod*s como tu nos hacemos preguntas y cargamos con sus complicaciones que, al final son tantas más, cuanto más tardamos en pasar con decisión a la práctica. Porque en pasando a ella experimentamos aquello que las gentes han condensado en este perpetuo y universal principio:- CARAGA A GUSTO, NO PESA.
Referente a la Iglesia y su cúmulo de respuestas que ha venido dando, desde ese principio al que te refieres,primero por las columnas discipulares que optan por la preeminencia , pasando mas tarde por el Imperio y hasta hoy, creo que debemos considerarlo desde la perspectiva de la coherencia con el testimonio y mensaje de Jesús, o la incoherencia de aferrarse a lo viejo y a los remiendos, sin aceptar la novedad de SU Buena Nueva. ¿Acaso les fue encargada a l*s discípul*s otra tarea distinta que la que el Padre le confió a Jesús, con el empeño de hacer humana la Humanidad?
Aduzco como ejemplo todo lo que ha supuesto teológica y religiosamente la Mariología, por no meternos en la cristología con aspectos más profundos respecto a la fe.
Aceptando cómo fuera lo de la Maternidad según los escritos, la principal tarea propia materna de María la desarrolla durante la infancia, adolescencia y primera etapa adulta de Jesús recibiendo al principio de la vida pública de su Hijo advertencia de que la maternidad y hermandad humana de sangre han servido de plataforma para la verdadera familiaridad universal humana derivada de la filiación de la única MATER-PATERNIDAD DIVINA.
La familia posesiva molde, no tiene proyección mediática más allá de la adolescencia, sobre todo en lo que respecta a estructura de poder condicionante. Tremendo golpe al patri-matriarcado, abriendo la real posibilidad para la global o universal hermandad humana.
María, la madre, toma nota y: medita todas estas cosas en su corazón humano de mujer.
Toda vía interviene en la Boda de Cana, en la que está invitada como el hijo Jesús y, dándose cuenta de que se termina el vino, acude a Él en demanda de solución y de Él recibe, aclaración de tiempos y modos que aún no han llegado, pero ella, que recibe el aviso toma la única iniciativa que le corresponde y dice a los criados:HACED LO QUE ÉL OS DIGA.
Jesús les dice que hagan lo que está en la posibilidad de ellos hacer y, cuando han llenado las tinajas de agua, les manda sacar el excelente y abundante vino. (No importa que esto no sea historia, si conlleva tan claro mensaje)
Esta será para en adelante su tarea materna:-Invitarnos y recomendarnos que HAGAMOS LO QUE ÉL NOS DICE.
¿Se ha entendido así en la Iglesia a lo largo de su historia? ¿O enredada en las especialísimas circunstancias de una feminidad tan singularizada, con ello no consintió. Ni ha llegado a normalizar la real hermandad y especial maternidad del discipulado femenino?
¿Ha sido positiva para la BUENA NOTICIA MESIÁNICA la sublimación de María que Jesús no quiso para ella en su vida mortal?
Cierto que en el Cántico que la Escritura pone en su boca, al narrar la visita a Isabel, se hace referencia a que todas las generaciones la llamarán BIENAVENTURADA y esto se ha aprovechado bien, si no se hubiera marginado el resto en el que se concreta el proyecto salvador del Altísimo para la humanización de la Humanidad.
¿Nos quedamos en lo que aún hay pendiente y nos permite seguir tan liados, sin afrontar lo que es necesario y urgente por indispensable y además fácil y eficaz?
Ciertamente, Pilar, las palabras, gestos y sentimientos que se han dicho ser de Jesús, solo pueden ser auténticamente vividos en todas sus implicaciones por aquél que las experimenta.
Lo que sí parece evidente, ante los que fueron testigos, es que Jesús es un hombre libre, humilde y cercano a todos, que rompe las fronteras impuestas y establecidas en su cultura dictatorial fuertemente religiosa.
Y porque ha visto, ya no teme. Jesús ayuda a despertar lo que realmente somos y siempre perdona, porque en el amor no existe la culpa. ¿De quién entonces? Y no creo que se perdiera en discursos de palabras teniendo seguramente una mirada compasiva, unas manos acogedoras que lo dicen todo.
Y en un momento tan duro en la cruz de dolor, de abandono de los suyos, solo le queda en su soledad lo más íntimo de su intimidad, la confianza humilde en el Dios que llama Padre que siempre abraza y comprende.
En cuanto a la confesión que hace Juanel, la que agradezco enormemente, es fácil de comprender por toda persona que se ha encontrado en su piel. Y también, por otra parte, es reconocible la gran dificultad de quitar tanta envoltura y cargas innecesarias. Puede ayudar preguntarse a sí mismo: ¿quién es el que sufre y se exige tanto?…¿Quién?…
Pero, ¿quién soy realmente? La respuesta es la clave. Y aquí no valen las palabras.
¿Por qué simplemente no nos enseñan a mirar al espejo que somos y que también nos refleja Jesús? Seguramente es porque no ven como Jesús. Entonces, ¿ Dónde está la culpa del que impone por temor y se ciega en obligaciones de conseguir méritos y más méritos, propios, más bien, de un ego religioso insaciable? Así sucesivamente el que se culpa, no para de culpar a los demás, retroalimentándose sin parar el círculo vicioso. Sus ojos están puestos en la moral y la ley más que en lo nuclear de la persona, en esa hondura donde todo nos es dado.
En el estado de enamoramiento de sus seguidores, me refiero a Jesús, marcadamente religiosos impregnados de su época y circunstancias, la idealización se exacerba al máximo hasta perder la esencia de su persona, su humanidad: un hombre que pasó la vida haciendo el bien.
La verdad de lo real con todo su potencial de bondad y apertura está en cada uno de nosotros. Así nos lo muestra y refleja Jesús. ¿Quién es incapaz de amar al otro, cuando se ve así mismo sin fisuras reflejado en él o en ella?
Gracias por vuestro interés. Un abrazo entrañable.
Es la segunda vez que dirijo un comentario a Atrio. Mi primer comentario que yo creo era educado pero crítico no pasó el filtro. Una pena para mí porque tenía ganas de decir algo. A ver si ahora hay más suerte.
Leí alguno de los 35 comentarios sobre este artículo, pero son tantos … Igual suerte, la de los no leídos, podía correr el mío para ser equitativos. Creo que mi aportación ya alguno o varios de los 35 la habrá planteado mejor, más clara, así que no se va a perder mucho por no ser leída.
Pero el caso es que soy bastante mayor, 67 años, y el tema del infierno me sigue intranquilizando: Ahora ya no me angustia, afortunadamente. En mi época infantil los gestores de nuestra educación religiosa en España, en esa nebulosa falta de luz y de alegría en que algunos éramos víctimas de la educación, clasificaban las conciencias de las personas en tres tipos: laxa, normal (o algo así) y escrupulosa. La mía era escrupulosa y, como no podía ser de otra forma, el pilar para la querida salvación era el dolor de atricción (no el de contricción que no encajaba con el miedo al infierno). O sea, todo al revés.
No sé nada de teología ( A veces me pregunto: ¿Quién sabe teología? ). Por tanto lo que voy a escribir son cosas obvias, más o menos de sentido común, y si alguien considera oportuno tratar estos temas conmigo yo quedaría encantado.
Al grano: el pecado y el infierno. Pecado realizado en la escala temporal / espacial y castigo eterno. No sabemos lo que es la eternidad porque no la podemos entender, lo mismo que a Dios que es eterno. No sé si es vale la pena estudiar teología, otra cosa es estudiar la doctrina de Jesucristo. El infierno, que no puede ser un lugar ni un tiempo aunque sea infinito, el infierno en la justicia humana nunca podría ser castigo para un pecado finito. Y la justicia humana no es misericordiosa, se basa más bien en la ley del talión o “el que la hace la paga”.
Otro tema es el del mal. El bien y el mal me temo que son pilares de las religiones. Los dos, bien y mal, se purifican en sus características, se sacan fuera de los hombres de manera que las personas con su libertad puedan tomar de ellos. Yo más bien veo que lo que hay es el egoísmo y su superación o no, y esta es la vida y la inteligencia de las personas, y el camino de la libertad. Cuando uno va superando el egocentrismo va desarrollándose como hombre, creciendo y cobrando valor. Me parece muy buena la interpretación que hace M. Corbí en un libro titulado algo así como “Religión sin religión”.
Saludos a los lectores.
Con respecto a lo que dice Santiago sobre Jesús y la Iglesia lo comparto, aunque lo expresaría de modo distinto. Pero hay algo que me llama la atención: la trivialización del mal puede darse si se cree y confía en el perdón y la reconciliación final para tod*s sin exclusiones, es decir, “si al final también voy a ir al Paraíso o Cielo ¿qué importa lo que haga?” Muy pocos llegarán a él “limpios” sin que nadie pueda reclamarles nada. La mayoría tendremos dificultades para una catarsis hacia el perdón y lo pasaremos mal. Pero ciertamente los hay que no sólo lo pasarán muy mal, sino que nos parece “casi” imposible que pueda lograrse. Yo al menos procuro que me sea lo más leve posible, pues desde ya me he decidido por el perdón.
Si me posiciono en acuerdo con lo que Santiago dice, pues es evidente que difiero de las ideas que expresan Antonio V, Asun, Ana con respecto a la complicación de la Cristología. El seguimiento a Jesús es muy simple “ama y haz lo que quieras”, pero esto que es así de simple no evita el que algunos nos hagamos con insistencia preguntas y busquemos respuestas, y nos enredemos en las respuestas que ha dado la Iglesia a las numerosas cuestiones que tuvo que resolver a lo largo de su historia y sobre todo aquellas que aún continúan pendientes.
Para mí también el poder en la Iglesia, como dice Antonio V, es la mayor lacra o pecado de ella que contradice de forma patente el mensaje de Jesús. El poder en la Iglesia surge desde sus inicios al ser comunidades dirigidas por los Apóstoles y sus sucesores, resolviendo problemas mayores en Jesrusalén por las columnas de la Iglesia Pedro, Santiago y Juan. Esto condujo a que en el s.III se vea la Iglesia con poder fuertemente jerarquizada alrededor de sus obispos. El toque de gracia lo puso Constantino al tomar la jerarquización de la Iglesia para sus fines de unidad del Imperio. Creo que es muy difícil no tener poder cuando se dirigen colectivos tan grandes. Claro que hay formas de ejercer ese poder que no son ni absolutistas ni despóticas, como aún perduran en la Iglesia, sino democráticas y es por donde la Iglesia tendría que ir si quisiera tener cierta credibilidad entre el colectivo en aumento que rechazamos los modos autoritarios.
El post de Asun que recoge Óscar, también me ha hecho parar y preguntarme ¿por qué complico tanto mi vida espiritual y religiosa con tanta racionalización? Quizás sea porque he obligado a mi cerebro a entrar y profundizar en esa dinámica, que se ha retroalimentado, produciendo una motivación e interés en aumento, empleando más y más neuronas, y conexiones, y por ello ahora no puedo ni quiero evitarlo. Menos mal que he aprendido a no caer en obsesiones que a menudo se me presentan con inquietud dando vueltas y vueltas a las mismas ideas. Guardo con cotidianidad un tiempo de relajación y silencio que me ayudan a cortarlas.
También Asun nos propone un tema de mayor calado. ¿Por qué los cristianos nos empeñamos en ver en Jesús de Nazaret algo más que en otro hombre o mujer cualquiera, con nuestras mismas problemáticas profundas de soledad, dolor, abandono….? En mi caso veo en Jesús respuestas a las inquietudes humanas prácticamente definitivas, porque las lleva a lo máximo, a la plenitud de lo humano, sin comparación con ningún otro ser humano para mí. Conduce y dirige mi fe y esperanza, hacia lo máximo que aspiro para mí mismo, para los demás de mi entorno y para el conjunto de la humanidad, y esto me entusiasma. Y por tanto la pregunta que me hago ¿quien es Jesús, que ha podido llegar a tanto y dar tanto?
Gracias George por tus palabras, y a MªLuisa por la aclaración.
Os agradezco, de nuevo, queridos amigos atrieros, por estar ahí, por el eco que hacen en nuestro interior los comentarios y palabras en todo momento. Ahora es Pilar, luego Antonios, Oscars, Juanel, George, Ana, Mª Luisas, Pepes, Santiago, Honorio y tantos otros…
Entre todos vamos hilando el tapiz por ambas caras.
Un fuerte abrazo.
Le pongo un ??? A Asun P.:
Y si Jesús,, lo quiso decirle a la mujer que salvó de ser apedreada por la obstinación-dureza de corazón de aquellas gentes, fuel algo así:
“Mujer no lo hagas más, quierete un poco, vales mucho más que para solucionar “urgencias” de no sanos deseos”
O si en la cruz no dijo “porqué me has…” sino:
“Padre me siento abandonado… o me han abandonado todos…” Él había estado decidiendo que hacer en un contacto profundo con su Abba en el huerto, y decidió cuando se sintió liberado de toda atadura y duda, asumir lo que se le venía encima, porqué habia de gritar que estaba abandonado y a un tiempo acogia junto así a quien moría junto a Él?
Ese es el problema de mirar lo escrito, aceptarlo tal cual, sin dejar la posibilidad de que sucediera de otra manera, dado como hablaba y cómo se comportaba.
A veces mirando el conjunto de su decir, hacer, vivir… no casan algunas enseñanzas, y comprobando como han ido caminando las iglesias desde el poder, da mucho que pensar.
Hay una cuestión que nos pone en alerta: Porqué esa constante de pecado, culpabilidad, sentirse por las cosas más nimias !culpables!
A veces es muy complicado intentar sanar estas terribles dependencias y causan mucho dolor en las personas que no han sabido o podido salir de ése círculo vicioso.
Conocerse y conocer lo que cada cual es capaz de hacer, es una cosa bena y necesaria para comportarse dignamente consigo mismo y con los demás, entrar en un proceso de culpa constante sin poder discernir lo que es dañino o no, hasta donde soy responsable en cada caso, es un mal, que se ha metido hasta los huesos durante siglos, con la idea de resarcir a un dios siempre atento a nuestros tropiezos.
A lo que solemos llamar dios, no le puedo ofender, pero !sí! Puedo dañar a mis iguales y mucho.
El cambiar nuestra mirada, es muy importante, e intentar al menos poner los puntos sobre las ies…
m* pilar
Amigo Juanel: Gracias por tu consideracion y respeto. Esto es casi una comedia de errores porque el comentario de 7 de febrero a las 6:38 am no era mi reacci’on a nada que hubieras dicho pero comprendo que al ser inespec’ifico la secuencia pudiera crear esa idea de que te aludiera cuando no lo hice. Deseo no continuar en el hilo pero no por ti sino porque la carga ideologica particularmente en este hilo pienso que no sea buena ni se mantiene constructiva cuando se convierte en controversia. Hay un riesgo de mala interpretaci’on por las diferencias de lenguaje de un hemisferio a otro o de una parte a otra del mundo a’un si se utiliza el mismo idioma castellano o espagnol como sabes y ya me he equivocado varias veces por esa raz’on. Pienso que sea mejor que me centre en otros hilos. Atrio produce una variedad grande de temas. Te aseguro mi amistad y mi disposici’on a conversar de cualquier otro asunto sobre todo aqu’i en Atrio. Contrario a lo que opinas muy a menudo tus ideas me han hecho pensar para mi propio bien y lo agradezco. Un abrazo.
Antes de despedirme con el “me voy a dormir” de Luisa, quiero agradecer a todos y a todas por sus comentarios. Mas que todo, me llama la atención el espíritu con el cual se realizan los intercambios. La final de Asun Poudereux nos da también mucho a pensar:
…Lo increíble es que un hecho, una cosa tan sencilla, cercana y humana, vivida desde el adentro que todos compartimos, se haya podido convertir en una Cristología interminable, enredada de conceptos, de sacrificios y ritos sagrados, dando pie a una Eclesiología y Mariología aún más complicadas por la exaltación y detentación de lo divino y lejano.”
Gracias
En absoluto iba por ti, Juanel, tu y yo hemos dialogado cantidad de veces…! Bien, estoy algo cansada y ya me iba a dormir, buenas noches a tod@s!
Este párrafo tuyo, Asun, con el que concluyes tan profunda y certera reflexión vale, como suele decirse un Potosí,.
“-…Lo increíble es que un hecho, una cosa tan sencilla, cercana y humana, vivida desde el adentro que todos compartimos, se haya podido convertir en una Cristología interminable, enredada de conceptos, de sacrificios y ritos sagrados, dando pie a una Eclesiología y Mariología aún más. complicadas por la exaltación y detentación de lo divino y lejano….”
Da la impresión, como respuesta a la admiración de tu “lo increíble” , es que resistiéndonos a contentarnos con ser humanos con todas sus consecuencias, la pretensión angelical saltándonos los casi sin límites de nuestra específica humanidad, nos hemos acercado a ser demonios por renuncia a la verdad, la libertad y el Amor, con lo que nuestro vivir en la tierra se parece más a un infierno que al Paraíso al que hemos sido destinados.
Un agradecido abrazo y ánimo para seguir aportando lo mejor de vuestro sencillo y valioso tesoro reflexivo, que tan previamente habéis acreditado, en tanto mujeres, con vuestro permanente testimonio de entrega amorosa.
Amigo George, lo siento, lo siento de veras que lo que he dicho o en el tono de mi comentario anterior hayas podido tomarlo en sentido personal. Me ocurre con frecuencia que al leer un comentario de cualquiera, tomo algunas frases por que me vienen bien para expresar mis ideas. Siento haberte utilizado y te pido perdón. Pondré más cuidado cuando lo que diga parta de algún comentario tuyo y procuraré no nombrarte a no ser que tú me lo indiques. Respeto tu decisión de no intervenir más en este hilo. Te prometo que cumpliré lo dicho si por el contrario decides seguir. Con todo, gracias y tan amigos como siempre.
MªLuisa, no he entendido bien tu comentario, supongo. Al hacer tu comentario tras el de George me siento aludido ¿es así? De todas formas, sí te puedo decir que mis ideas las puedo considerar como paridas mentales o “fatulencias”, porque no van más allá de hipótesis provisionales, pero que a mí me ayudan. Si las cuento es por si a alguien le sirven también, o por el contrario me hace ver las causas o argumentos por las que debería descartarlas o no dar más la barra con ellas. Sobre apariencia y misoginia, sin comentarios; entrar de este modo en el terreno personal aunque quizás no sea yo el aludido, no me apetece nada.
Antonio V, Asun, Santiago, Ana, Óscar Fotin, tengo cosas guardadas (copiar y pegar) de vuestros comentarios que me gustan y aprovecho, pero algunas de ellas no tanto. Dada la respuesta de George ahora tengo reparos en seguir interviniendo. ¿puedo?
Gracias, George, participaré siempre q mis nietos me lo permitan, especialmente el q va a cumplir un año.
He leído no todo de los comentarios para darme cuenta en líneas generales dónde nos estamos situando. Y me temo que siguen actuando, como no puede ser de otra manera, reminiscencias de un Dios heterónomo, separado de lo que realmente somos, a imagen y semejanza de lo que concebimos e interpretamos desde el juicio mental tan limitado que tenemos los humanos. Y por supuesto de esto no se ha librado, ni ha sabido librarse nunca la Iglesia, ni siquiera en sus orígenes y menos después con todo sus doctores y su poder.
Lo que experimentamos como Dios, es imposible ponerlo en palabras, pero me atrevo a decir que es el no-lugar en cada persona en donde no hay nada y está todo presente, sin diferencias ni separaciones. Un fluir continuo de verdad, de amor y libertad que todo y a todos abraza.
Creo que precisamente en el amor está la libertad, un amor sin miedos, abierto a todos. La persona que ama no rechaza al que no es igual o es muy diferente, porque lo vive en plena libertad.
Amor sin libertad no es amor, la libertad sin amor es otra cosa seductora, mal llamada libertad. Y la verdad de lo real es la guía en la que está alineada la libertad y el amor, haciéndose y siendo una sola cosa.
Me permito también esta reflexión desde el no-lugar que todos compartimos. Pues bien, cuando emite Jesús en la cruz este grito, según Marcos: “Eloí, Eloí, ¿Lemá sabactani?” La interpretación y traducción dada es: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Y al morir, un centurión, no un amigo discípulo de Jesús, dice, según Marcos: “¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!”.
Nos hablan las primeras palabras de un hombre consciente de su soledad, de su dolor por sentirse además abandonado, pero con total humildad y confianza habla a Dios, al que nunca ha visto.
Y por otra parte es calificado desde el sentir más hondo de todo ser humano, por un pagano espectador, de ser realmente un hijo de Dios y no los que en aquella época se hacen llamar Hijos de Dios.
…Lo increíble es que un hecho, una cosa tan sencilla, cercana y humana, vivida desde el adentro que todos compartimos, se haya podido convertir en una Cristología interminable, enredada de conceptos, de sacrificios y ritos sagrados, dando pie a una Eclesiología y Mariología aún más complicadas por la exaltación y detentación de lo divino y lejano….
Gracias a todos.
Amiga María Luisa: Es lamentable que lo ideológico prevalezca tan tozudamente porque frena la apertura que el propio nombre Atrio sugiere. Estoy de acuerdo contigo.
Me gusta compartir pero no siento la necesidad de persuadir o disuadir que siempre implica la tendencia al dominio o al predominio y en ambos casos es resultado de la competitividad que es anti-jesuana porque en vez de incluir excluye (no hay otro modo de ganar!)
Si algo bueno he encontrado en Atrio es el número de mujeres que lo participan y deseo que eso no cambie. Algo que ha perdido el Cristianismo es precisamente la consideración de Jesús a la mujer y sobre todo su reconocimiento.
Te confirmo mi amistad y desde luego ojalá que Atrio no se vea malamente impactado por este follón ideológico que no está mal cuando la conversación pública no busca la controversia o la represión para hegemónicamente hacer prevalecer lo que es contrario al Evangelio, la apertura a lo nuevo y lo desconocido. Un abrazo cordial.
Hace algún tiempo, estimado George, alguien que era toda una referencia en este foro y por cierto también muy querido, a estas ideas por parte de alguien que sin ruborizarse se empeña en propagar y que, como dices muy bien constituyen casi un acto de maltrato, él a estas ideas, las llamaba “flatulencias mentales”.
Desde luego, para disuadir, tal vez sea una forma demasiado contundente sobre todo si a quien va dirigida tal expresión es alguien con fama de persona moderada y educada, aunque yo personalmente tengo mis dudas, pienso que quizás se trate de mera apariencia pues no creo que sea compatible dichas cualidades con quien, por otra parte muestra tan poca delicadeza al permitirse la licencia de eludir cualquier comentario con las mujeres que intervenimos en este foro, una actitud de indiferencia tal que hasta me atrevería a decir que raya la misoginia.
Aunque la verdad, lo más importante para mí es ver con enorme tristeza que el tiempo corre y que no dejamos de dar vueltas a este callejón ideológico que a la fin no lleva a ninguna parte..
Amiga Ana Rodrigo: Deseo de corazón que tus asuntos de familia se resuelvan del mejor modo y que puedas regresar pronto a Atrio. Un abrazo cordial lleno de buenos deseos.
Amigo Juanel:
Gracias por leerme, pero la controversia en público no me resulta muy apropiada. Y por eso creo que no responderte en el mismo plano.
Hubiese preferido que tu respuesta no fuese personalmente dirigida a mí. El problema que confronto no es que me respondas dirigiéndote a mí, sino que lo haces defendiendo tus puntos y entonces creas la controversia que yo no deseo crear o sostener,
Así, me parece que quedo en la situación desagradable de ser descortés y no responder que es algo que no me caracteriza, responder personalmente a lo que digas que no lo deseo, o a lo que realm ente me duele que es retirarme del hilo, pero es lo que he decidido.
Cuando hablamos de estas y otras cuestiones de teología fundamental, me pareció que el diálogo se había agotado por tu parte y lo acepté y tu declaración más importante era que deseabas adherirte en todo a la dogmática católica, que es algo en lo que yo no puedo ni deseo acompañarte en la conversación.
Así pues, te ruego que me perdones el no responder a tu último comentario. Un abrazo.
¿Acaso, Santiago, no ha habido en la Iglesia coherencias e incoherencias ya no con la Escritura, sino respecto a la misma Tradición tanto teóricas justificativas en un sentido y otro, como, sobre todo, prácticas?
¿No han influido considerablemente las diversas filosofías o culturas en la captación de pasajes bíblicos, sus traducciones e incluso sus aplicaciones prácticas?
¿Como se desarrolló aquella sencillez y conciencia solidaria con los más pequeños, y la negación de preferencias personales según el espíritu del poder mundano?
¿Donde quedaron tradicionalmente aquellos fogonazos orientadores de LUZ, recogidos y concretados en el último evangelio sobre la prioridad del auténtico AMOR CRISTIANO que necesariamente abarca a los propios enemigos, si es que así llegan a ser considerados?
¿No es claramente meridiano aquello de “En esto conocerán que sois discípul*s mi*s, en QUE OS AMAIS L*S UN*S A l*S OTR*S?
¿Y todo el esfuerzo teórico y practico en enmendarle a Jesús su opinión y proyecto expresado a la Samaritana y por ella tan lucidamente captado sobre la sacralidad de lugares, tiempos y personas?
¿ Que se hizo de la primigenia Tradición sobre la cita donde Jesús espera ser considerado y atendido COMO LO QUE ES, al hacerlo con SUS MAS PEQUEÑ*S HERMAN*S?
¿No se implantó pronto el criterio de los primeros jornaleros de la Viña al del Justo y Amoroso AMO que, sin hacer injusticia a nadie, regalaba el DENARIO de su generosidad amorosa a quienes y como le venía en gana?
¿Nada significaron de desvío las Decretales y la seducción del Derecho Romano en las Normas Sinodales y Conciliares hasta dar con la última reforma del CIC . con sus miles de árticulos?
¿A qué obedece en la Iglesia colar tan fino lo del mando de
unos y la sumisión de otros, después de la desautorización, sin excepción de parte de Jesús sobre cualquier paternidad, o potestad humana, cuando las reserva en exclusiva al Padre Celestial y da Èl ejemplo vinculante de SERVICIO preferente a Tod*s desde la última posición suya como Señor y Amo?
¿Acaso se le escapaba a Jesús que el HUMANISMO de la HUMANIDAD no iba a ser campo y tarea permanente de la vida en esta Tierra y que lo que hacía falta desde el principio era corregir el maldito bocado del fruto del Arbol del Poder causante de todas las complicaciones que conlleva la dinámica de muerte?
Seguramente que no, pues fue el MODO escogido por DIOS para la HUMANIZACIÓN DE JESÚS como MESÍAS, tanto en TESTIMONIO vital, como en simplicidad de MENSAJE.
¿Acaso NO SABÍA ÉL tanto LEER como ESCRIBIR y lo que había significado eso para el Pueblo al que por nacimiento pertenecía?
¿Podemos concluir razonablemente, desde su conocimiento, que Él desconocía lo que consideraron tan IMPRESCINDIBLE incluso a quellos PRIMEROS DISCÍPULOS QUE tan afanósamente se dieron a los Escritos, Traducciones e INTERPRETACIONES?
¿Como explicarse la relación del bagaje sapiencial del gan Agustín, p. e., y su ráfaga de sencillez evangélica en su.-AMA, Y HAZ LO QUE QUIERAS? ¡Pues ESO!
Vicedo, gracias por leerme. Aprovecho para comunicar a quienes me leen que, por razones familiares, voy a tener una participación irregular en atrio y quizá no pueda responder a vuestras interpelaciones.
Por otra parte, destaco un párrafo tuyo que lo considero genial por la enjundia de su contenido, y es el siguiente: “Porque para el viaje de LA SALVACION CELESTIAL ETERNA, no hacían falta las alforjas de la Encarnación, Vida, Muerte y Resurrección del Galileo Jesús,pues según Él, de lo de allá, se basta Dios solito para hacerlo todo a SU PECULIAR GUSTO, sin pedirnos parecer a quienes somos SU IMAGEN y SEMEJANZA, ACEPTADOS COMO HIJ*S, querid*s por Él, como no puede querer ningún* madre-padre.” Realmente, si Jesús vivió entre los seres humanos de su tierra, de su cultura y de su religión, fue para “hacer carne” su mensaje, para proponerles un estado de salud (salvación) humana.
Santiago, desde mi opinión sigues haciendo una lectura literal de los textos bíblicos, cosa a la que tienes todo el derecho del mundo, por supuestísimo. Dices “POR ESO querer separar a Jesus de su Iglesia es una antítesis y un gran error histórico y bíblico”. Pienso que es al revés, es la Iglesia la que se separa de Jesús, y no hace falta mucha imaginación para comprobarlo, sólo con abrir los ojos un poquito, vemos un abismo entre Jesús, su vida y mensaje, y la Iglesia posterior que se dice continuadora del mensaje de Jesús, pero que sólo ha conservado, afortunadamente, los textos, que no es poco.
George, yo no tengo ni propongo ninguna idea, imagen, modelo, hipótesis, teoría, teología, conocimiento,….., sobre Dios. Ninguno, nada de nada. Mi actitud o relación con mi Dios es el silencio expectante y respetuoso hacia el Misterio-Trascendente, nada puedo decir porque nada sé. Y aquí no tengo ni dudas ni incertidumbre, simplemente no lo sé. Mi fe y mi confianza no va más allá de Jesús de Nazaret, el HOMBRE en plenitud de lo humano. Yo no puedo tener la experiencia de Jesús y su increíble intimidad con Dios, al que llama Padre suyo y Padre nuestro, a la cual nos invita con insistencia. Pero la experiencia de Jesús es personal de él y como tal intransferible. Puedo entonces hacer referencia al Misterio-Trascendente como Padre no por mi experiencia personal, haciéndome una idea, una imagen, …, con toda probabilidad errónea, sino porque Jesús nos invita a ello y por tanto si yo llamo Padre a Dios hace referencia a la experiencia de Jesús, no a la mía. Mi oración puede entonces dirigirse al Padre pero siempre por medio de Jesús, a través de él y nunca directamente al Misterio-Trascendente, a lo Otro Incognoscible.
Sin embargo, sí puedo tener experiencia, conocimiento, ideas, hipótesis, imagen,…., sobre la Plenitud de lo HUMANO. Y para mí el centro de la revelación de Jesús no es el desvelamiento del Misterio-Trascendente, la intimidad y el conocimiento sobre Dios, sino la Plenitud Humana. Y al confiar en Jesús confío en que la Plenitud Humana sea la condición necesaria y suficiente para conducirnos hacia la divinidad y desvelarnos entonces y sólo entonces el Misterio, al ver a Dios cara a cara. Por eso “casi” todo cuanto decimos los cristianos sobre Dios (Amor, Bondad, Justicia, Misericordia,…..) no se refiere a su intimidad y conocimiento, sino a la Plenitud Humana en la cual confiamos que Dios esté implicado de forma tan radical como lo está Jesús. Incluso cuando hablamos de la Trinidad no se está describiendo la intimidad de Dios, sino la relación que los seres humanos pueden tener con Dios, en tres movimientos unidos en la misma experiencia “hacia el Padre, por el Hijo, en el Espíritu”
Es verdad lo que dices de que la Plenitud de lo humano no es para todos. Ciertamente sólo son muy pocos a los que la radicalidad de Jesús y la causa del Reino les ha calado muy adentro. Pero si esto es así, jamás estos radicales por la causa de Jesús pueden rechazar, menospreciar, vanagloriarse, creerse en posesión de la verdad definitiva despreciando a “los otros”, simplemente por coherencia con lo que predican. Al contrario tienen que ponerse “de verdad” a nivel de los humildes y sencillos, aunque sus inquietudes lo lleven a hacerse preguntas y buscar respuestas de continuo. No es por esto que sea “mayor” que los demás, sino todo lo contrario pues está en peligro de creérselo.
Mi escatología y lo que defiendo o afirmo que puede pasar después de la muerte, tampoco hace referencia a Dios sino a la Plenitud HUMANA. Y sobre lo humano puedo habar tanto como quiera. Puedo tener y cultivar la confianza y esperanza en cómo puede ser esa Plenitud y como lograrla, y decir qué es lo que me gustaría que sucediese. Y asumo que puedo estar equivocado, porque no se trata de conocimiento, sino de supuestos o hipótesis lo más razonables y plausibles que pueda. Nada sobre Dios. Y si lo logramos con la ayuda e implicación de Dios, que haga con ella lo que quiera pues la dejo en sus manos.
Nota: me dirijo a ti George no para polemizar contigo aunque me guste, sino que este escrito trata de responder a tu comentario y a las ideas que expresas en él.
Es realmente extraordinario que haya personas que sepan cómo sea Dios, cómo juzgará Dios, y que puedan aseverar lo que no hay ninguna evidencia que sea cierto más allá de la fe como si la fe fuese conocimiento incuestionable.
Está bien que quien desee ciegamente creer en el dios que se fabrique que lo haga y que nadie le ponga trabas para que lo logre. De ahí a propagar ideas de las que solamente puede aportar evidencia secundaria, interpretaciones de teólogos presentándolas como incuestionables constituye casi un acto de maltrato.
Cada uno cree según sus posibilidades y comparar a unos con otros y decidir quien yerra y quien no es más que un atrevimiento arrogante, una irresponsabilidad.
En frente del Misterio que representa el Dios a quien Jesús llamaba su Padre solamente cabe el silencio y la palabrería clerical tradicional es casi ofensiva.
Es de una ignorancia crasa tomar por cierto que todas las personas sean libres y que todas ejerzan su voluntad y que todas sean inteligente en paridad de condiciones cuando todo el mundo sabe que eso no es cierto.
Ignacio de Loyola no permitía que sus jesuitas les dieran los ejercicios a todos por igual y a algunos que no estuviesen capacitados o preparados simplemente mandaban que les instruyeran primero. El mero hecho de reconocer esa diferencia es evidencia de lo que digo. Y aún en la experiencia de los ejercicios el directos ha de estar atento al progreso que haga el ejercitando en su discernimiento para permitirle avanzar a las semanas o ejercicios subsiguientes.
Todas estas generalizaciones de cómo van a ser las cosas después de la muerte o al final de los tiempos, etc. muy bien que pudieran ser ciertas pero no le toca a nadie asegurarlo excepto para sí y para su vida.
Yo no creo que el Dios de Jesucristo ignore la diferencia de situaciones. Jesús mismo revelaba con claridad a unos y a otros les hablaba en parábolas. Se desprende que la expectativa sea relativa a la gracia concedida y por lo tanto es válido, necesario quizás, distinguir que la justicia del Dios de Jesucristo pueda no seguir los criterios retributivos de la justicia humana.
Si uno ha de creer a los textos, Jesús tuvo esperanza en la cruz de que su Padre perdonara a a sus propuis verdugos aunque éstos no se arrepintieran.
No me atrevo a decir que porque yo no lo sepa nadie lo sepa, pero me parece extraordinario que alguien pretenda saber sin lugar a dudas, con absoluta certeza qué significa ser “juzgados en el amor” porque mientras la palabra “juicio” permanezca o es inútil porque todos seremos perdonados o significa justicia retributiva que no se diferencia a la justicia de Hammurabi cuando Jesús no había aparecido con su jurisprudencia del perdón.
Es una desgracia que haya gente apocalíptica que necesite meter miedo. No me importa que sientan miedo si lo desean, pero lo único que nunca sentí frente a mi padre o a mi madre fue miedo. Si acaso temor de ofenderles o herirles pero no miedo a que me castigaran inmisericordemente. Desde esa experiencia no puedo concecir al dios sádico que me castigue. Después de todo desde que nací a que pude tener cierta discresión sobre mi sentir y actuar fui condicionado por muchas horas de aprendizaje frente al cual estuve indefenso y fui incapaz de elegir responsablemente.
La libertad es una falacia y según los textos evangélicos se alcanza por la Verdad y la Verdad hay que recibirla, es Jesús, y no todo el mundo le ha recibido igual. Pienso particularmente en quienes fueron maltratados por aquellos que al mismo tiempo le predicaban a Jesús. Pero pienso en las monjas maltratadas en la Iglesia, y pienso en los pobres explotados por quienes son donantes de mucho dinero a los curas.
El Dios de Jesucristo los teólogos expertos lo describen como omnisciente y todopoderoso, Jesucrito lo describe paciente y misericordioso. Yo prefiero el segundo modo de comprenderlo. Ese Dios no debe ser susceptible de errar si como las Escrituras en las que fue formado Jesús lo presentan como lento a la ira y rápido al perdón. Por lo tanto no necesita ser libre y lo que Dios no necesita y no tiene, no lo puede dar. Un Dios que fuera libre tuviera que poder optar y en optar no hay modo de evitar optar entre el bien y el mal. Un Dios como el de Jesús que es Amor no pudiera optar el Mal por lo que no puede tener la capacidad de obrar libremente. Todo lo contrario, el Dios de Jesucristo es esclavo del Amor, la Bondad, la Compasión.
LA IGLESIA no tiene autoridad alguna para condenar a nadie al infierno. Ni siquiera la ex-comunión implica nada de eso, sino un aviso para que el que se apartó de Ella, vuelva de nuevo. Es por eso que siempre existió un rito especial para la “reconciliación” .. La Iglesia pues es un camino…un camino hacia el Padre, a traves de su Hijo Jesucristo….
POR ESO querer separar a Jesus de su Iglesia es una antítesis y un gran error histórico y bíblico…Porque es absurdo pensar que Jesus iba a dejar toda su enseñanza sin continuación alguna para que su mensaje salvífico se diluyera con el paso de los siglos, o que se corrompiera o que se deformara…
Por eso el Proyecto de Cristo, “su movimiento” no fue contruir edificios-iglesias con una regla moderna elaborada…Sino que edificó su Iglesia sobre el fundamento de los Apóstoles (Hechos 21,14)
Llamó a los Doce para que estuvieran con El y para enviarlos a predicar (Mc. 3,13-14) y les dijo: “Como el Padre me envió, tambien Yo os envío (Juan 20,21).”Quien a vosotros oye, a Mi me oye” (Lucas 10,16). y “Quien a vosotros recibe, a Mi me recibe” (Mateo 10,40) y “Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos (Mateo 28,20)
y Clemente Romano hacia el final del siglo I dice que los Apóstoles “nombraron a algunos varones y dispusieron que despues de su muerte (la de los apóstoles), otros hombres probados les sucedieran en el ministerio (Clem Romano, Carta a los Corintios, 42;44)
Por eso la Iglesia siguiendo el mandato del Cristo evangélico bautiza, confirma en la fe, perdona los pecados, celebra la eucaristía y el matrimonio, ordena ministros, expulsa demonios y cura el cuerpo y el alma….puesto que esto fue el deseo de Jesus cuando predicaba la Buena Nueva en su vida mortal…
Por eso la Iglesia sigue a Cristo cuando nos invita a “guardar los mandamientos”, tal y como Jesus respondió a aquel joven rico que le preguntó ¿Que he de hacer para entrar en la vida eterna”…Jesus le dijo escuetamente “Guarda los mandamientos”..los 10 de la Ley..que observaban los judíos…
Por tanto, Jesus vino “no a destruir la Ley” sino a perfeccionarla…a darle su verdadero sentido….Ni siquiera una “letra” vino a cambiar….
Es por eso, que no se puede “leer” la Escritura a trozos….Hay que leerla en el verdadero contexto de la historia de la tradición y como la Iglesia desde el principio ha interpretado la esencia del mensaje de Jesus que,no lo transmitieron los gnósticos, sino que vino hasta nosotros por medio de los Apóstoles….Cristo quiso PERMANECER entre nosotros por medio de la Iglesia que es fundamentalmente sacramental….no algo político o social…Este fue su testamento….el memorial de su vida, su pasión y su resurrección. Esta es la FE de la Iglesia
Por tanto, como Oscar Fortín apunta hacia el final…todos vamos a ser juzgados en el AMOR….No hay posibilidad de trivializar o relativizar el mal….porque somos seres con inteligencia y voluntad, capaces de decidir…Y Dios no solo es misericordio sino justo…Por tanto, no es lo mismo la retribución del que a sabiendas persistió en el mal por el mal, que se rió del arrepentimiento y en el que su corazón permanecio oscuro aun en la muerte…que la persona que a pesar de sus grandes pecados y deficiencias buscó y encontró la manera de amar….En la justicia y en el amor de Dios nadie podrá condenarse sin verdadera culpa y sin malicia impenitente….puesto como dice S. Agustín “Dios que te creó sin ti, tampoco te va a salvar sin tu cooperación”
un saludo cordial de Santiago Hernández
Ana, muy buena tu reflexión y más que oportuna necesaria la extensión participativa de las mujeres en Atrio y lo que hay más allá en toda la urdimbre relacional humana.
Qué bien, si nos apabullarais con “la revelación preferente que el Padre os da a todas sobre los sabios, entendidos y no tanto de lo uno o lo otro.
Y puesto que haces una referencia a tu inclinación a apoyarte en LO ESCRITO que del ambiente de Jesús nos viene, creo que necesitamos también con urgencia y machaconería contrarrestar el escoramiento hacia el poder y sus consecuencias de jerarquías, clero y discipulado de pro hacia aquello y aquellas interpretaciones que recargan la sumisión, la culpa y la justicia vengativa, aportando y aclarando los más evidente y coherente con el testimonio y el mensaje de Jesús y la singular y amorosa MATER-PATERNIDAD DIVINA a la que se refería en sus más puntuales asuntos convergentes con la humanización de la HUMANIDAD, como núcleo de la MISIÓN que le fue CONFIADA y confió a sus DISCIPUL*S.
Es indispensable que se recargue la balanza del lado teórico-practico del HUMANISMO VITAL, para que vaya llegando a calar en las gentes el proyecto divino sobre la Humanidad, tan sólidamente concretado por Jesús en lo de: ES EL SÁBADO para la HUMANIDAD, y NO ESTA PARA AQUEL.
Porque para el viaje de LA SALVACION CELESTIAL ETERNA, no hacían falta las alforjas de la Encarnación, Vida, Muerte y Resurrección del Galileo Jesús,pues según Él, de lo de allá, se basta Dios solito para hacerlo todo a SU PECULIAR GUSTO, sin pedirnos parecer a quienes somos SU IMAGEN y SEMEJANZA, ACEPTADOS COMO HIJ*S, querid*s por Él, como no puede querer ningún* madre-padre.
Gracias, Juanel, por leerme y, si es con simpatía, pues ya ni te cuento. Además de hacer mis comentarios por gusto y convicción, no quiero decaer porque sigo echando en falta la participación de más mujeres, y no me gustaría que atrio, como tantas otras cosas, sea cosa sólo de hombres. Animo a mis lectoras a que den un paso adelante en la participación, y a las que ya lo hacen, que sigan.
Cuando insisto tanto en la literalidad de la lectura de textos bíblicos, es porque la mayor parte de la teología oficial se ha fundamentado en esa lectura literal de los mismos, y, por tanto, cuando la Iglesia condena o ensalza, lo hace en base a una teología totalmente obsoleta, sin hacer el esfuerzo de actualizar los nuevos paradigmas en los que la sociedad moderna se mueve. Por eso hay tanto abandono y alejamiento de la Iglesia.
Cuando desde arriba, la jerarquía, con poderes absolutos sobre el cielo y la tierra, transmite a la comunidad creyente doctrinas, normas e interpretaciones absurdas, incomprensibles o no razonables, y más bien impone condenas y manifiesta rechazo contra opciones tan concretas como la homosexualidad, -por otra parte, sin fundamentación evangélica alguna-, lo que produce es aversión por parte de colectivos cada vez más numerosos. Cuando desaparezca (por edad y ley natural) esta generación de misa dominical, la Iglesia se va a quedar muy sola, pues las generaciones jóvenes la ven como un sin sentido que no aporta nada a su existencia.
Por eso ayer insistía en la interpretación escatológica original del que el Reino de Dios ya está aquí, que con Jesús termina y comienza una nueva era. Y la praxis de Jesús siempre fue liberadora, no condenatoria, de proximidad, no de alejamiento, de misericordia, no de agresividad, de bondad y no de infiernos.
Claro que Jesús, en ocasiones utiliza lenguaje y alegorías propias de su época, pero eso quedó allí, en ese momento, el mensaje-esencia siempre se salva si somos capaces de desempolvarlo de mitologías, culturas, costumbres y lenguaje de hace dos mil años.
Hay que ir a la raíz, o el problema persistirá aunque sea camuflado de bellas palabras.
Desde la consideración eclesial del pecado mortal y la condenación eterna y la especial perfección de la PATERNIDAD DIVINA proclamada por Jesús y el fondo de sus parábolas de la bondad y misericrdia divinas: Hijo pródigo; Remuneración justa y generosa a TODOS los trabajadores de la Viña; Buen Pastor con la centésima oveja perdia sobre sus alegres hombros; y la defensa desde la cruz; PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN ¿Donde queda la COHERENCIA entre las actitudes del Dios que Jesús revela y lo que propone la Iglesia como PECADO MORTAL e INFIERNO ETERNO para algún ser humano?
¿No se identifican FE Y AMOR SIN MEDIDA PARA CON LA hUMANIDAD desde el testimonio y mensaje de Jesús?
¿Como será eso? En la parábola de los obreros de la viña , lo explica el AMO; y desde la cruz lo testimonia y proclama Jesús?
¿Por qué se condena más a quien hace el mal, que al mal que alguien hace?
¿No procedió Jesús totalmente al contrario, condenando el mal y amenazando su práctica, pero siempre distinguiéndolo de quien lo hace, al que intenta salvar de responsabilidad ogravísina culpa y su eterna consecuencia?
Me parece Óscar que hay incompatibilidad entre el mensaje de Jesús y la propuesta de la Iglesia del pecado mortal tal como expones. Si como dice la Iglesia si se muere en pecado mortal no hay lugar ni tiempo para el perdón, sino que el destino será la condenación eterna en el infierno ¿dónde queda la misericordia de Dios, el perdón y la redención de la humanidad que nos trae Jesús? ¿sólo para los justos y no para los pecadores? Un infierno eterno es incompatible con lo eterno de Dios, no puede existir la eternidad del mal en competencia contra Dios. Ni siquiera el pecado contra el Espíritu Santo puede permanecer para siempre. Quizás el infierno no sea más que el “lugar” difícil para la catarsis dolorosa de cambiar el odio y la venganza por el amor y la compasión entre todos, para reconciliar la humanidad entre sí y con Dios, sin exclusiones.
En consecuencia la salvación no proviene de mi fe, ni de las obras que yo haga o deje de hacer, sino de la reconciliación de toda la humanidad al completo. Y lo que cae bajo mi responsabilidad y libertad de decisión es situarme lo más próximo posible a ella, a la plenitud de lo humano, y que el perdón, la reconciliación, la misericordia y la compasión, que son valores humanos, se encuentren a raudales en mi entorno. La salvación no es cosa solo mía, de mi actitud y actividad digamos “buenas”, sino que es cosa de todos. No existe salvación personal si no va acompañada de la de los demás sin ninguna exclusión, que se extiende hasta los enemigos. A aquellos que me insulten, me desprecien, me odien, y si llega el caso como a Jesús de Nazaret y a tantos otros que le acompañan, a los que torturan y asesinan. Ciertamente Óscar con el sentido de la justicia de Jesús no se ve posibilidad de fundamentar los derechos civiles ni las leyes de convivencia.
Yo no me atrevería a afirmar ningún atributo sobre Dios tal como la compasión o la misericordia. Pienso que cualquier idea o imagen de Dios resulta impropia. Sin embargo, sí son cualidades que pueden aplicarse a la plenitud de lo humano, junto a la justicia y el perdón, la paz y el amor, … Me basta con la confianza en que la plenitud de lo humano sea la condición necesaria y suficiente, para que algún día seamos llevados por el Espíritu Santo al ámbito divino.
George amigo, me dices que yo hablo desde la certidumbre cosa que no me parece que sea así aunque me exprese quizás en esa forma. Las verdades que afirmo no son absolutas, universales, definitivas, sino todo lo contrario. Por ejemplo, si me expreso en un marco evolucionista no es porque sea la “verdad”, la explicación global y total de nuestro mundo, sino tan sólo una teoría, un modelo, que es mejor y más amplio que el anterior modelo creacionista y por lo tanto lo anula. Dentro quizás de algunos años, el modelo evolucionista de explicación sea superado por otro nuevo que abarque un campo mayor y mejor que él, y por lo tanto se abandone.
Lo mismo me ocurre al expresar mis propuestas teológicas como explicación y/o justificación de mi fe. Yo no puedo expresarla en un modelo ya superado como el creacionismo, necesito otro. Otro modelo teológico en el que la acción de Dios no vaya ligada al creacionismo que ha quedado atrás sino al evolucionismo ahora vigente. Pero además el modelo anterior teológico basado en la intervención directa y mágica de Dios en el mundo natural y humano, fundamentado en una metafísica y antropología del espíritu, se me ha quedado corto, no puede explicar demasiadas cosas en particular el mal del mundo, la idea de un Dios terrible, (juez implacable, sediento de sangre redentora), la incompatibilidad entre un infierno eterno en competencia con Dios, etc. Mi fe necesita un nuevo modelo teológico más razonable, más amplio, más acorde con los conocimientos de la Ciencia, sin romper con las fuentes de la fe: Escritura, Tradición y Magisterio.
Si el politeísmo supo reunir los espíritus del mundo en unos cuantos dioses, y de éstos a un sólo Dios que dio la posibilidad de desacralizar el mundo, y además la Ciencia trabaja con el modelo de la autonomía del mundo incluido el ser humano, suprimiendo cualquier explicación mágica o sobrenatural, el modelo teológico no tiene ninguna razón para aferrarse al pasado y no construir el suyo bajo los mismos parámetros. Pero soy consciente de que ningún modelo teológico describe la verdad definitiva, universal, absoluta, sino como cualquier modelo es provisional y sujeto a revisión posterior, abierto al cambio. Sirve para explicar y/o justificar la fe en el contexto en el que vivimos.
Como en este modelo no se habla de lo sobrenatural sino de lo humano, de acuerdo con la antropología biológica de especie, cuando leo o me citan textos bíblicos referidos al espíritu humano o al Espíritu Santo, tal como el que me citas, “nacer en el espíritu”, mi interpretación es incluso literal, naceremos en el espíritu, pero como en nuestro mundo he descartado cualquier referencia sobrenatural, el escenario en donde estamos es justo al final, cuando abandonemos este mundo hacia el ámbito de Dios, hacia la vida eterna, que es el definitivo Reino de Dios.
Parece que te instalas en la angustia de la incertidumbre, de la duda. Bien es una opción “sin duda” más acertada que la mía, porque al no definirse no se yerra. Yo por el contrario prefiero arriesgarme y hacer afirmaciones por supuesto provisionales y con cierta probabilidad de error. Es que no puedo callarme cuando yo mismo u otros preguntan o piden explicaciones o justificaciones de mi fe, ni tampoco decir que todo en la fe es misterioso, confuso, dudoso. Por ello cuando tú dijiste o se afirma que Dios es el responsable del mal o que el mal no tiene explicación, yo no puedo callarme o contentarme con las dudas. Yo no tengo una fe y esperanza que sea dudosa respecto a la incompatibilidad entre Dios y el mal, mi fe “quiere” afirmar la total incompatibilidad entre Dios y el mal, y buscaré todas la ideas o modelos que me sirvan para ello, aunque sean provisionales.
Amiga Ana, siempre leo tus escritos con simpatía. Lo que dices sobre los estragos de la literalidad de los textos tomados como “palabra de Dios” lo comparto. La iconografía como la del Juicio Final de Miguel Ángel que nos presenta O.Fortin, no se corresponde con nuestra forma de entender las cosas en el paradigma en el que estamos. No estamos en un tiempo apocalíptico a no ser que nos coloquemos junto a ciertos fundamentalismos de EEUU, que a veces veo en TV de refilón, que piensan que estamos cerca del Armagedón final catastrófico. La iconografía del pasado causa un fuerte impacto por su enorme belleza, pero trabaja en contra de otras interpretaciones más acordes con nuestro contexto.
“Misericordia. (Del lat. misericordĭa). 1. f. Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos. 2. f. Pieza en los asientos de los coros de las iglesias para descansar disimuladamente, medio sentado sobre ella, cuando se debe estar en pie. 3. f. Puñal con que solían ir armados los caballeros de la Edad Media para dar el golpe de gracia al enemigo. 4. f. Rel. Atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas. 5. f. p. us. Porción pequeña de alguna cosa, como la que suele darse de caridad o limosna”. (RAE)
Solamente puedo imaginar a Dios a través de Jesús. Para bien o mal los textos evangélicos ofrecen un retrato incompleto de Jesús.
Juan Mateos en su introducción al de Marcos que es el que prefiero, dice que los testimonios acerca de la identidad del autor aseguran con credibilidad: a) que no mintió en lo que escribió; pero b) que adaptó la memoria que trasmitía a las necesidades de sus oyentes.
Eso hace descender brumas sobre los textos: Ya no es Jesús mismo el que mide la repercusión de pronunciar las palabras que escoge. Por otra parte, dos mil años de vueltas y revueltas no es poco considerando la incuria con la que ha sido tratado Jesús no solo en los textos sino en la fallida ejemplaridad de quienes se autoproclamaron Maestros de la Verdad. Puedo decir eso desde afuera porque con respecto a Jesús solamente hubiera podido acercarme como uno de los impuros que compartían sus tragos y sus comidas y a quienes Jesús escogió solamente como amigos y de juergas.
Arriba copié la definición de la voz Misericordia en el Diccionario de la RAE y me ha parecido extraordinario que en el “número 3”, misericordia fuera alguna vez el nombre de un puñal para rematar al enemigo. ¡Esas son las maravillas de la equivocidad del lenguaje!
Por otra parte me gusta mucho el sitio en línea de las Etimologías de Chile (http://etimologias.dechile.net/?misericordia) una especie de Wikipedia de etimología, que esclarece que misericordia sea un sentimiento de alguien a quien mueve a compadecer. Es decir algo que es interior al misericordioso.
Como estoy por la praxis y no por la palabra, prefiero uno de los nombres que los Musulmanes preferencialmente dan a Alá, “El Compasivo” para evitar pronunciar el nombre del dios en el que creen. Cuando hice el mes de ejercicios espirituales en 2008, Toni Catalá el jesuita director se refería también a Jesús como El Compasivo. Ahora me gusta hacerlo. Para Toni la clave es que la compasión sea, como la que parece que practicara El Compasivo, “compasión gratuita”. No es redundancia o ninguna clase de exceso. (Buda—Dalai Lama, “4 Verdades Nobles”—aconsejaba la práctica frecuente de la compasión para reducir el karma propio, lo que me parece utilitario).
Cuando enseñaba teología a los graduandos de preparatoria, sabiendo que iban a entrar en el mundo de los colegios universitarios sin la debida experiencia de la calle, era un colegio de ricos, les insistía en la práctica de la compasión gratuita, al estilo jesuano en el Evangelio Marcano.
Lo más extraordinario del Galileo es para mí la innovación jurisprudente del perdón como derecho/deber de la víctima: Renunciar a la retribución por respeto de sí y amor del otro. Ese parece que fuese el “modo” de Jesús. Extraordinaria justicia que le hace descollar sobre la raza. De ahí mi esperanza de que Jesús El Compasivo sea revelación de Dios.
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En esta reflexión realizamos que el cuadro por el cual la institución eclesial define la naturaleza de los pecados “mortales” que mandan al infierno a todos y a todas que no logran arrepentirse antes de morir no tiene ningún sentido en relación a lo que nos dejo Jesús en su discurso sobre el juicio ultimo.
A través de lo discutido me doy cuenta que no conocemos a Dios, el Padre, sino que a través de Jesús. Su vida, su llamado a amarnos como el nos ama, a perdonarnos, a denunciar el verdadero pecado contra el cual no se puede tener misericordia, el pecado contra el Espíritu que podemos identificar con la obstinación a no ver, a no entender: “todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene á la luz, porque sus obras no sean redargüidas.
Todos los otros pecados encontraran misericordia. Pablo en lo Romano 11,32 dice los siguiente “Dios encerró á todos en incredulidad, para tener misericordia de todos ».
A veces me pregunto si la misericordia no es la forma mas grande del Amor. Dios que nos revela la plenitud de su amor en la misericordia. Al ser creado a su imagen, yo supongo que la misericordia debe revelarse tambien en cada uno de nosotros y nosotras, mas que todo en su Iglesia.
Me atrae mucho tu primer comentario George y las respuestas siguientes.
Diría: amigo no andas alejado de la razón de nuestra humana-humanidad…
!Me gusta!
m* pilar
Amigo Juanel:
La diferencia entre mi afirmación y las tuyas es que pareces afirmar con certidumbre y yo prefiero la ecuación de esas posibilidades tuyas y las contrarias y permanecer en la angustia de esa ecuación sin solución al menos por ahora desde mi punto de vista.
Celebro tu certidumbre aunque no te la envidio ni te la critico, si bien no la comparto.
Por otra parte yo vivo de mi esperanza y de ésta abierta sin preconcepciones hasta donde me puedo dar cuenta aunque “estoy consciente” de mi inevitable porcentaje de mi “subjetividad inconsciente”.
Me alegra que comprendas mejor que yo lo que digo.
No juzgara a Dios si le conociera. Me preocupa “el dios” que cada uno está tan seguro de conocer como los filósofos del Areópago y aunque sujetos como el propio Jesús o Pablo aseguraran que a Dios nadie le conociera.
¿No estaba Newton seguro de lo que afirmaba y sin embargo estaba errado parcialmente? ¿No ha estado Einstein errado en algunas de sus aseveraciones? ¿No quedará corto siempre el ser humano aunque se niegue a aceptar que deba ceder ante una porción de Misterio que no puede penetrar?
Esto que te comento te ruego que no lo consideres como intento de controversia pero tampoco quiero ser descortés si me aludes directamente. Un abrazo.
El historiador francés Jean Delumeau (1923) durante años (1975-1994) titular de la cátedra de Historia de las Mentalidades Religiosas en el venerable Colegio de Francia, y católico muy reconocido publicó en 1978 El miedo en Occidente del siglo xiv al xviii. (La Peur en Occident (XIVe-XVIIIe siècles) que bien vale la pena revisar para comprender mejor el rol de la concepción clerical del pecado en la condena del Modernismo por parte de los Papas recientes—sobre todo Pío X con su famosa encíclica Pascendi Dominici Gregis (8 septiembre de 1907) “Sobre las Doctrinas de los Modernistas”—aunque a la larga nada detuvo el camino de la historia.
La desconfianza sobre la posibilidad de que sea cierto el texto de Juan 3, 5-21 de la cual me limito a entresacar un par de líneas aunque vale la pena leer el fragmento completo. Además no tengo a mano la traducción que más confianza me inspira (Juan Mateos):
“5 Jesús le contestó: — Te aseguro que nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace del agua y del Espíritu. 6 Lo que nace de la carne es carnal; lo que nace del Espíritu es espiritual. 7 No te cause, pues, tanta sorpresa si te he dicho que debéis nacer de nuevo. 8 El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu. (Énfasis es nuestro)
Este texto puede producir toda clase de argumentos. Quienes prefieran la interpretación literal ciertamente son libres de hacerlo pero debieran respetar otras opciones interpretativas aunque estén convencidos de que, sin más explicación, el dios en el que crean que pudo crear para fracasar pudo hacerlo como cualquier artista o ingeniero no-divino. En cuanto a mí prefiero creer al Galileo afirmando que nadie haya visto aún al Dios que él llamaba su Padre y el mío.
Frente al Mal en el Mundo caben todos los argumentos imaginables.
Una cosa parece cierta no obstante. Algunas cosas, por ejemplo las dimensiones del Universo (o del Multiverso como a menudo se escucha), su profundidad al menos, pueden ser objeto de la imaginación pero no pueden ser objeto de la medición o de la certidumbre más allá de lo hipotético, al menos todavía no.
Hay límites que son y parece que puedan ser solamente numéricos.
Lo ojos humanos no pueden penetrar el Misterio y solamente la humildad de reconocerlo permite eliminar el miedo a mirar esperanzadamente en dirección a la profundidad de la noche.
Bien sé que si yo fuese mi propio juez por muchas razones me condenara y por otras muchas me salvara, pero he ahí mi salvación, no lo soy y no tengo que hacer nada al respecto desde el punto de vista de la justicia tan a menudo “no-retributiva” del Galileo.
Tampoco tengo que juzgar a nadie. Me parece, en efecto, que fuera de una arrogancia enorme pensar que pudiera ganarme la salvación con mis obras, como otros igualmente arrogantes pudieran imaginar que mis obras fueran irrelevantes bastando confesar mi Fe en Jesucristo salvador.
Me mueve más el desear hacer todo el bien posible sin preocuparme de cuánto bien. Ignacio de Loyola utilizó el término Magis que ha venido a ser invitación a siempre hacer un pelín más en la dirección de aquello de “en todo amar y servir”. Se trata de amar y servir un poquito más mientras nos lata el corazón y a veces pasivamente.
Dices George cosas tremendas como que ni el mismo Dios saldría justificado en un juicio, porque no existe Teodicea capaz de explicar el origen y la persistencia del mal en el mundo del que Dios es el principal responsable.
¿Sabes que me recuerda? A la falta de explicación de la gravedad en el marco de la Física Newtoniana. Dentro de él sólo podemos constatar que existe una atracción entre masas y medir sus consecuencias, pero no explicarla. Einstein, se sale de ese marco y en el de la relatividad explica la gravedad como deformación del continuo espacio-tiempo.
En el marco de una Teodicea creacionista el origen del mal y su persistencia no tienen explicación posible, pues hace a Dios responsable del mismo. Si salimos del marco creacionista al de la evolución, las cosas cambian de sentido radicalmente. Desde el punto de vista antropológico, el mal entra en la evolución de la vida desde el momento que ciertas bacterias encontraron una provechosa fuente de alimento en las bacterias autotróficas, de tal modo que sobrevivieron a su costa y proliferaron como heterotróficas. Su éxito biológico fue tan grande que aún después de casi 3.000 millones de años siguen proliferando. Cada uno de nosotros NO es creado de novo, sino por reproducción, cargados con la herencia genética y cultural de nuestra especie. Por ello podemos decir que el mal proviene evolutivamente de nuestra herencia y de ninguna manera por el empeño de Dios en que el mal siga presente, poniéndonos a prueba en una situación desastrosa.
Dios no interviene en el mundo creando las cosas de novo a cada instante, arbitrariamente, pudiendo acabar con el mal cuando le diese la gana, sino de forma continua desde una perspectiva evolutiva. No hace cualquier cosa en cualquier parte, sino que atiende a las diversas posibilidades reales que el mundo y el ser humano a cada instante ofrece o propone con autonomía y libertad. El mal no está en el ámbito de Dios ni tampoco como obra suya, sino en el entorno humano por su herencia. Y somos nosotros con la confianza en el triunfo del bien en el que Dios está implicado, los que tenemos que superarlo y derrotarlo.
Continuación.
La interpretación del juicio final en el sentido literal, proporciona, como he dicho, una escenografía fantástica, donde la imaginación y la propia fantasía se desbordan en crear eso tan querido por los seres humanos: ángeles y demonios, los buenos y los malos, los monstruos y la belleza, el cielo y el infierno, el premio y el castigo, la bondad infinita y la venganza y sadismo infinitos, etc. etc. Todo ello fruto de la ambivalencia en la que se encuentra navegando siempre el ser humano.
Hacemos a Dios persona antropomórfica, a nuestra imagen y semejanza, al igual que a los ángeles que le acompañan, interpretamos el fin del mundo junto visibilizando la resurrección de todos los muertos con sus cuerpos incluidos en el valle de Josafat, además de toda la mitología clásica de parcas, avernos y demás imaginarios. Y, en medio, allí en las alturas, Dios-Juez dictando sentencia. El teatro está servido.
Volvamos a dos términos que se corresponden con creencias de la gente religiosa de la época en la que se escribieron los evangelios para entender algunas cosas: la creencia apocalíptica y la escatología.
Los apocalípticos esperaban la salvación del mundo con una intervención fulminante de Dios eliminando el mal e imponiendo el bien. Y la creencia escatológica, en la que se movía Jesús, que hablaba de que el Reino de Dios ya había llegado, que había acabado una era y él planteaba otra nueva, y ofrecía normas de vida para el aquí y el ahora, que salvaría la pequeña parcela a donde cada cual pudiésemos llegar. Por tanto, el juicio y la sentencia la marcarían nuestras vidas y nuestra conciencia, contratando su oferta de hacer el bien, con nuestra conducta.
Pienso que esto tiene más sentido que esos imaginarios colectivos de cuerpos saliendo cada uno de su agujero para ser juzgados.
Desde siempre las religiones se han amarrado fuertemente a la literalidad de los textos sagrados y a la creencia a la que induce la lectura unidireccional de los textos, en el sentido de que es realmente Dios quien ha dictado de una manera o de otra lo allí escrito, y eso no se puede ni tocar, ni discutir, ni siquiera analizar al margen de los autoconsiderados únicos interpretes de la palabra de dios. “Textos sagrados”, “palabra de Dios”, “intermediarios y traductores de la voz de Dios”, no son otra cosa que amarres de seguridad, miedo a que se nos caiga los palos del sombrajo y el sombrajo con ellos. Da igual si estamos antes absurdos irracionales en el mejor de los casos, o estupideces humanas fruto del ansia de dominio de las conciencias, al estilo de aquello del “opio del pueblo”
La literalidad de los textos ha dado lugar a una inmensa iconografía y la escenografía en la religión cristiano-católica que ha hecho posible y ha sido fuente inagotable de inspiración artística a lo largo de todos los tiempos en grandes genios, anónimos o no, como el románico o el mismo Miguel Ángel en su espectacular Juicio Final de la capilla Sixtina.
Independientemente del inmenso legado artístico del que disponemos, esta representación gráfica que inunda nuestro entorno occidental ha afianzado y consolidado la predicación verbal o escrita clerical.
Pero en un tiempo en que la gente común es más ilustrada, en que los estudios bíblicos tienen un alcance científico como nunca se ha dado en la historia de la Iglesia, se pueden dar tres opciones: una, quienes siguen fielmente la tradición encumbrada y sacralizada con eso del sensum fidei, dos, quienes abandonan semejante castillos de naipes que no se sostiene al menor soplo, y tres, quienes buscan y encuentran sentido detrás de unos escritos enmarañados en contextos socio-culturales-religiosos lejanos a nuestro tiempo, pero con un sentido que, cual trabajo arqueológico, termina apareciendo después de desechar cantidad de capas ajenas superpuestas a través de los tiempos y del desconocimiento e ignorancia a la hora de transmitir la esencia del mensaje.
¿Pedro tiene las llaves del cielo? Pues en mi opinión como católico, sólo puedo responder que sí, que las tiene. ¿Tiene la Iglesia las claves de la justificación en el Juicio Final ante el Cristo, Señor y Juez del mundo? Pues también. Pero ¿cómo puedo afirmar tales cosas que conceden un poder tan contundente a Pedro, (¿y sus sucesores?) y a la Iglesia, y no se salten todas las alarmas?
Estamos hablando del cielo, del paraíso, y por tanto el escenario corresponde a un tiempo escatológico. La Iglesia a la que se refiere no es la temporal sino la triunfante y definitiva, la Iglesia del cielo. Y esta Iglesia triunfante es en mi opinión la asamblea del conjunto de la humanidad sin exclusiones, reconciliada en justicia, ciudadana del Reino futuro de paz y amor, justificada ante el Cristo, el Señor. Si a Pedro se le ha confiado el poder o función de unidad y de confirmar a los hermanos, pues le cuadra bien el símbolo de las llaves.
A mí me parece razonable un Juicio Final por razones de justicia, pero no para compensar las cuentas pendientes, o vengar con castigos redentores los agravios, las injusticias, ….sino para que por medio del perdón se alcance la reconciliación entre tod*s, pues ésta es el principio de la paz y del amor compartido. (“Si caes en la cuenta de que alguien tiene algo contra ti, deja tu ofrenda y ve primero a reconciliarte con él y luego vienes”).Yo creo que habrá un “lugar” y un tiempo para ello, como una antesala del cielo. Para aquellos que se resistan y no perdonan, los “meterán” en el fuego del Amor eterno, entre los que se quieren y se aman con locura, para que respiren el entusiasmo del amor y se contagien, y al fin superen todas sus resistencias.
El problema está en la relación entre la Iglesia triunfante, la humanidad al completo reconciliada en el amor, y la Iglesia temporal de la historia. Creo que tienen relación y sobre todo la tendrán porque están en continuidad una de la otra, la de la historia con la definitiva. Pero de esta relación no se deduce que la Iglesia temporal tenga el poder y el juicio, y menos el de condenación, que corresponde al Señor, al ser juzgados por el amor que marca la plenitud humana en Cristo. Teniendo esto en cuenta habría que interpretar qué quiere expresar el Evangelio para nuestro contexto actual, cuando dice aquello de: “lo que ates en la Tierra quedará atado en el Cielo…..”.
Algunos errores teológicos no pueden ser casuales. Como todo otro error obscurecen la percepción de la esperanza cristiana. “Iglesia” no equivale a jerarquía ni la mayoría de los creyentes envían a nadie al infierno…. Cabe preguntarse si “Iglesia” no sea un concepto que implique a la raza humana toda,, independientemente de cualquier filiación sectaria.
¿Qué significa que la Iglesia mande a nadie al cielo o al infierno? Hoy día cuestionamientos de ese tono solamente confunden. ¿Quiénes creen aún que el cielo o el infierno sean “lugares”?
Los Evangelios atribuyan a Jesús un lenguaje judicial (y lo contrario). Unas veces le hacen hablar de juicio y otras de “no-juicio” de perdonar siempre, (70 x 7 veces). ¿Qué objeto puede tener hablar ahora de estas ideas que a poca gente educada o con sentido común tan adversamente impresionan? O que escandalizan a quien tenga cultura teológica mínima. Las afirmaciones de Jesús con respecto al Reino y sus alusiones a premios y castigos solamente pueden permanecer sin respuesta, pertenecen a la nebulosidad de aquello que está por venir.
Los Evangelios le atribuyen haber venido a por lo enfermos y no por los sanos. El origen y el propósito o la necesidad del mal no encuentran solución en ninguna Teodicea.
El Optimismo Leibniziano (Dios creo el “óptimo” de los mundos) es incompatible con la idea de un Dios que pudiese todo, ¿Para qué crear creaturas libres si dios mismo no necesitaba serlo?
La resolución final del artículo propuesto en favor del juicio solo pone el peso o la culpa en la parte más vulnerable. Lo que propone es popular y hasta pudiera ser demagógico ¿Quién no sabe a estas alturas que la miseria es denigrante y que la gente denigrada es más vulnerable a la inmoralidad y a la injusticia? ¿Quién puede ignorar que la jerarquía—no la Iglesia—toma partido por los poderosos aunque pretenda lo contrario? ¿Para qué decirlo como si fuera noticia? Una regla de la comunicación es decir o comunicar lo que no se sepa. Lo sabido cuando es repetido solamente logra llover sobre mojado y, si se hiciera, entonces debiera aclararse el propósito de la repetición a fin de explicarla debidamente por consideración al lector.
¿Cómo eximir al “dios” creador omnisciente y todopoderoso, juez inapelable, de la responsabilidad de haber creado una naturaleza humana deficiente y vulnerable al mal? Obviamente este artículo—su título lo evidencia— reduce todo al pecado a la Iglesia Católica como si el mundo profano que presume de su jurisprudencia “justa” no tuviera que ser objeto del mismo juicio al final de los tiempos—si un tal juicio en efecto ocurriese. A juzgar por el Dios vengativo y sádico pintado por la religión (y en este artículo), ni dios mismo pudiera evadir el juicio y el castigo…pienso en la insidiosa rivalidad legendaria de Caín y Abel…el tormento psicológico de Abraham narrado en la Aqueda de Isaac…o el sadismo de Dios imaginado por Anselmo de Canterbury…