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La carta de la Tierra 1/5

TierraLa Carta de la Tierra vino en el año 2000 a completar los otros dos grandes textos –Carta de la Naciones Unidas (1945) y Declaración Mundial de los Derechos Humanos– junto a los que constituye el núcleo de lo que debiera ser la Constitución Planetaria que ofreciera orden ético y político a un mundo que se globalizado de hecho de manera letal.

Iniciamos hoy su lectura y comentarios con la finalidad de resaltar e interiorizar sus principios y de encontrarles concreción y compromisos de acción. Es esta nuestra forma hacer una búsqueda del sentido último de la vida, pisando tierra, que bien se puede denominar teología laica y comprometida.

PREÁMBULO

Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz.  En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras. 

  • La Tierra, nuestro hogar

La humanidad es parte de un vasto universo evolutivo. La Tierra, nuestro hogar, está viva con una comunidad singular de vida. Las fuerzas de la naturaleza promueven a que la existencia sea una aventura exigente e incierta, pero la Tierra ha brindado las condiciones esenciales para la evolución de la vida. La capacidad de recuperación de la comunidad de vida y el bienestar de la humanidad dependen de la preservación de una biosfera saludable, con todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad de plantas y animales, tierras fértiles, aguas puras y aire limpio.  El medio ambiente global, con sus recursos finitos, es una preocupación común para todos los pueblos.  La protección de la vitalidad, la diversidad y la belleza de la Tierra es un deber sagrado.

  • La situación global

Los patrones dominantes de producción y consumo están causando devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de especies.  Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres se está  ensanchando.  La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos. Un aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas ecológicos y sociales.  Los fundamentos de la seguridad global están siendo amenazados.  Estas tendencias son peligrosas, pero no inevitables.

  • Los retos venideros

La elección es nuestra: formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de la vida. Se necesitan cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida. Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades básicas, el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más. Poseemos el conocimiento y la tecnología  necesarios para proveer a todos y para reducir nuestros impactos sobre el medio ambiente. El surgimiento de una sociedad civil global, está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y humanitario. Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales, están interrelacionados y juntos podemos proponer y concretar soluciones comprensivas.

  • Responsabilidad Universal

Para llevar a cabo estas aspiraciones, debemos tomar la decisión de vivir de acuerdo con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales.  Somos ciudadanos de diferentes naciones y de un solo mundo al mismo tiempo, en donde los ámbitos local y global, se encuentran estrechamente  vinculados.  Todos compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo viviente en su amplitud. El espíritu de solidaridad humana y de afinidad con toda la vida se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el misterio del ser, con gratitud por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano en la naturaleza.

Necesitamos urgentemente una visión compartida sobre los  valores básicos que brinden un fundamento ético para la comunidad mundial emergente. Por lo tanto, juntos y con una gran esperanza,  afirmamos los siguientes principios interdependientes, para una forma de vida sostenible, como un fundamento común mediante el cual se deberá guiar y valorar la conducta de las personas, organizaciones, empresas, gobiernos e instituciones transnacionales.

30 comentarios

  • oscar varela

    Hola!

    Me apuro a agradecer a pepe y a George.

    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • George R Porta

    Estimado Sr. Blanco: Agradezco su comentario y espero los subsiguientes. Estoy de acuerdo en que a ratos el lenguaje  resuma un cierto olorcillo a incienzo. El olor mismo es agradable pero si reemplaza al aire, puede matar. De acuerdo. Un abrazo.  

  • George R Porta

    Leo: “Los retos venideros: Formar una sociedad global…Cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida. El surgimiento de una sociedad civil global, está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y humanitario.
     
    Lo repito porque nunca he leído en Atrio.org un comentario al respecto. Que yo sepa, hay un solo estudio longitudinal (http://www.worldvaluessurvey.org) de las tendencias globales en que migran los valores: La “Encuesta Mundial de Valores” (WVS) que reúne el esfuerzo de una red mundial de científicos sociales que observan y analizan los cambios que experimentan los Valores de los la gente se sirve para actuar y su impacto en la vida social y política.
     
    La WVS en colaboración con el Estudio de los Valores Europeos (EVS) ha realizado encuestas en más de 100 países que contienen casi el 90 por ciento de la población mundial. Dichas encuestas muestran cambios generalizados en lo que la gente espera de la vida y lo que cree. Con el fin de observar estos cambios, los estudios EVS/WVS han llevado a cabo seis ejercicios de encuesta desde 1981 hasta 2013.
     
    Se trata de un estudio longitudinal (más de 30 años). La evidencia que ofrece contradice las expectativas de la Carta de la Tierra según el párrafo que reproduzco.
     
    Cambiar las tendencias pro-consumo compulsivo e irracional de los medios de comunicación y publicitarios no dispone de ninguna fuente de sostenimiento y sus costes fueran enormes. ¿Qué inversor pagará para eliminar el consumo compulsivo e irracional del que obtiene sus beneficios?
     
    Ese es el verdadero problema que la Carta de la Tierra no menciona. Se trata del consumidor cambie pero eso no bastara. [Noam Chomsky lo explica muy bien en una entrevista con Natasha Lennard (http://www.Salon.com)  que  no he encontrado en español y publiqué en diciembre de 2013, en otro hilo: http://www.salon.com/2013/12/29/chomsky_governments_are_power_systems_trying_to_sustain_power/] Otra entrevista interesante en castellano aunque no reciente fuera la siguiente: http://www.bitacora.com.uy/noticia_1252_1.html y en ella Chomsky ya abundaba en el “efecto” de los poderes establecidos.
     
    La Carta de la Tierra, en su visión de retos futuros, parece confiarse al cambio espontáneo de los consumidores. El consumismo es una compensación de la pobreza en la que somos educados por las campañas informáticas comerciales. Las “tarjetas de crédito”—las ventas a crédito o con planes de pago—realmente hacen sentir poderoso al consumidor que de otra forma carece de poder de compra y mágicamente anestesian su miseria.

  • pepe blanco

    Hola Sr. Porta,
     
    Le agradezco su interés en mi opinión. Más adelante tendré tiempo para explicar mejor mi crítica. Ahora solamente puedo escribir mis primeras impresiones.
     
    Y precisamente sobre el último punto, Responsabilidad universal, mis primeras impresiones son las siguientes:
     
    La formulación “Todos compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo viviente en su amplitud“, me parece aceptable. Sin embargo, lo que sigue, “El espíritu de solidaridad humana y de afinidad con toda la vida se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el misterio del ser, con gratitud por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano en la naturaleza“, me recuerda el lenguaje homilético.
     
    ——————————-
     
    En resumen, y concluyo ya mis primeras apreciaciones sobre el preámbulo de la carta de la Tierra, el lenguaje que se usa en él, “misterio del ser”, “deber sagrado”, “comunidad de vida”, “retos espirituales”, “regalo de la vida” provoca que, como decía hace unos días, me huela a incienso y me suene a música celestial: me parece más propio de una homilía (por ejemplo, de una de esas homilías que publica todos los viernes Leonardo Boff) que de un documento serio que pretenda ser aceptado por la comunidad internacional en pleno siglo XXI y asumido por la ONU.
     
    Como se suele decir ahora, yo, de momento, no lo compro.
     
     

  • George R Porta

    Quiero protegerme de la politiquería izquierdista. Me gustaria saber con precisión queé parte de la descripción de la situación global es propaganda de izquierdas, falsa, alarmista injustificada. Estoy de acuerdo en que el medio ambiente esté siendo dañado pero ojal;á que quien de alguna opinión nos ayude a los menos informados a distinguir la propaganda de la información válida y el Sr. Blanco quisiera explicar e ilustrar un poco más su opinión, porque en materia tan seria tampoco quiero ser víctima de la desinformación derechista.

    Estoy hasto de fascismos. Le ruego con todo respecto que sea más específico Sr. Blanco en su afirmación en cuanto a la situación global y los retos venideros. Pienso que son temas demasiado importantes para tratarlos ligeramente y que su opinión puede ayudar mucho en este sentido de valorar la carta como merece.

  • George R Porta

    Me pregunto si se puede afirmar que algo no sea sin correr el riesgo de errar gravement. El universo parece que puede expandirse y hay una dinámica hasta en los minerales que toman la forma de cristales que no es igual a la vida humana pero que es progresiva y cambiante y capaz de combinarse y de agregarse y disolverse.

    La vida misma qué es? No es acaso el morir y el proseguir creciendo y desarrollandose a partir de una muerte momentánea como ocurre en el proceso embrionario a partir de divisiones sucesivas? No hay un proceso de sedimentación en la sangre que se puede medir, de material muerto y un proceso simultáneo de regeneración?

    Yo no creo en la reencarnación pero no es muy difícil advertir una especie de transformación constante que exige dejar de ser y reaparecer que es bastante universal, incluyendo las estrellas, etc.

    Se sabe tan poco de la vida subatómica que es vida porque es lo que sirve para que la vida como la gata o como yo y tu vivamos y al morir de alguna manera mucho de mi se esfumará en forma de gas que regresará a la naturaleza y dentro de mucho tiempo se habrá reintegrado al mundo de la viviente en cualquier forma…

    Es casi arrogante poner límites a la realidad. Ya cuesta bastante decir “lo que es” para pretender afirmar que algo no sea… Me parece que fuera más prudente aceptar que los ríos mueren y todo muere en ellos (por lo tanto viven hasta que) como ahora en West Virginia USA, por causa de una industria de productos químicos burlona de la ley,  ocurre un derrame de sustancias tóxicas, letales,  que “matan”, literalmente, la capacidad del agua para sostener la vida…sin olvida que seamos 75% de agua al nacer y que con el tiempo la proporción va disminuyendo y se hace mínima al momento de morir…

  • pepe blanco

    Sobre el segundo punto, la situación global.
     
    La afirmación sobre los daños causados al medio ambiente, parecen ciertos. E incluso alarmantes. Lo demás, es política de izquierdas, progresista. No es que no esté de acuerdo con lo que dice, pero si el texto pretende llegar a ser un texto “constitucional” que acepten y firmen personas y gobiernos de izquierdas y de derechas, quizás sería más eficaz que el documento se centrara en la imprescindible conservación del medio ambiente.
     
    Ese objetivo, el de la imprescindible conservación del medio ambiente y la reparación de los daños ya causados, creo que podrían asumirlo todas las personas, de cualquier tendencia política. No hace falta revestirlo ni de ideas socioeconómicas progresistas ni de ideologías esotéricas, ni de paraciencias. No solo no hace falta, sino que puede ser contraproducente.
     
    Sobre el tercer párrafo, los retos venideros.
     
    Encuentro, popr fin, una frase casi sensata:  “Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales, están interrelacionados y juntos podemos proponer y concretar soluciones comprensivas.”
     
    Digo que me parece casi sensata. Para parecerme sensata del todo le quitaría la coletilla “…y espirituales“. Mi espiritualidad no es asunto que deban debatir los miembros de la ONU. Ni la mía, ni la de nadie. Tantos siglos para conseguir un estado laico y la definitiva separación de lo civil y lo religioso, y ahora, ¿vienen estos “modernos” a intentar colarnos la espiritualidad en los asuntos públicos? Quizás a algunos les parezca un avance. A mí me parece un retroceso.

  • pepe blanco

    “La Tierra, nuestro hogar, está viva con una comunidad singular de vida”
     
    Creo que conviene aclarar que la Tierra “está viva” solamente en sentido poético, metafórico. No en sentido estricto, en el mismo sentido en que uno está vivo o mi gata está viva.
     
    De las 9 acepciones que ofrece el DRAE de la palabra “comunidad”, solamente una de ellas podría encajar -un poco forzadamente- en ese enunciado. Las otras 8 definiciones tienen que ver con un conjunto de personas, inmediatamente o a través de instituciones suprapersonales.
     
    Por tanto, es legítimo preguntarse, ¿qué es una “comunidad de vida”, en el contexto de esta carta? ¿Algo estilo hermano lobo, hermana Luna? ¿O simplemente hace referencia a las semejanzas en los genes y sus relaciones en los seres vivos?
     
    …pero la Tierra ha brindado las condiciones esenciales para la evolución de la vida.
     
    Tan cierto como lo contrario. Ha habido unas cuantasa extinciones masivas ocasionadas por las condiciones destructivas que, en esos momentos, impuso la Tierra.
     
    La protección de la vitalidad, la diversidad y la belleza de la Tierra es un deber sagrado.”
     
    La Tierra no tiene vitalidad. Tiene muchas cosas, pero vitalidad, no. Salvo, quizás en sentido metafórico o poético. Pero presentar al consenso mundial una sucesión de metáforas, no sé si es muy conveniente. Porque luego cada uno interpreta las metáforas como quiere.
     
    Hablar sobre la belleza de la Tierra, bueno, es otro bonito verso. Y la diversidad puede que no sea de la Tierra, sino que está en ella (depende de lo que quieran decir).
     
    Pero afirmar que la protección de lo que sea relacionado con la Tierra es un “deber sagrado”… bueno, si es así, si es un deber sagrado, entonces que lo cumplan los dioses. Yo solamente quiero asumir deberes humanos.
     
     

  • George R Porta

    ¡Hola, Oscar!
     
    Ya sabes que a menudo me meto en camisa de once varas porque no sé por dónde van los tiros, pero de todas formas me arriesgo a preguntar.
     
    ¿No hay poblaciones vivientes oprimidas cuyo compromiso queda imposibilitado hasta que encuentren la oportunidad (a menudo creada por otros) de comprometerse en la lucha para ejercer su derecho a participar?
     
    ¿No fue esta necesidad de crear dicha oportunidad lo que movió a Paulo Freire a educar en la liberación?
     
    ¿No hay poblaciones inmensas que no pueden comprometerse porque ni saben que tengan derecho a hacerlo y la responsabilidad que viene ligada a ese derecho de hacerlo justamente?  
     
    Las luchas por los derechos han tenido lugar porque ha habido gentes que carecían de acceso a los mismos y necesitaban ser “empowered”, necesitaban ser energizados para optar  por el compromiso. ¿No es ese s’engager  al que precisamente invita el Galileo?
     
    Un abrazo.

  • Rodrigo Olvera

    Oscar
     
    La mayor estrategia del poder hegemónico se emplea en “ningunear” la Info; la oculta, la coopta o la gatopardea. Porque sabe –por viejo Diablo- que su Estorbo es la Palabra, e.d., el Proyecto Alternativo.
     
    ¿Esto fue una reacción indirecta a que haya yo cuestionado el proceso de elaboración de la Carta? ¿Una vez más, si no se está de acuerdo contigo o con lo que tu valoras tiene que ser por razones mezquinas? Así no hay dialogo posible. Me retiro del tema.

  • oscar varela

    Hola!
     
    En la Introducción que hace el EQUIPO ATRIO nos habla de un “COMPROMISO”:
    * compromisos de acción.
    * teología laica y comprometida.
     
    Entiendo que lo que ATRIO quiere resaltar es el carácter de “compromiso” frente al carácter de “banalización” o del “laissez faire, laissez passer”; y no tengo nada que decir en ese sentido …
    ………………………….
     
    … pero sí tengo algo que decir contra una errónea comprensión del “COMPROMISO”, generado por un modo de pensar originado en París en tiempos de J.P Sartre, llamado “Existencialismo”; y que nombraba a nuestro Asunto con el nombre de “engagement”.
    ………………………….
     
    Para esa filosofía resultaría que comprometerse el ser humano en una empresa su vida, es decir, s’engager, es un acto especial y especialmente deliberado a que en un cierto momento tiene que resolverse, como si vivir no fuera de suyo siempre y por sí mismo estar ya comprometido, engagé.
     
    Porque una filosofía fundamental que parte de la vida humana, nos manifiesta al ser humano perpetua y cons­titutivamente en lucha, comprometido, engagé, a luchar con el mundo, que más o menos siempre le resiste, le limita y niega su intención de ser el que tiene que ser.
     
    Se olvida demasiado que si el hombre vive es porque acepta vivir; podría muy bien no aceptarlo. No es, pues, que hallándose ya en la vida deba uno s’engager o comprometerse, sino que el simple hecho de vivir es ya un inexorable, ineluctable y constitutivo estar de antemano engagé o comprometido.
     
    Al lado de este radical y pri­mario engagement o comprometimiento que es el simple vivir, todos los otros, secundarios y especiales, son superficiales, más aún frívolos, e.d. poco o nada SERIOS.
     
    NOTA: Podría ocurrir que ciertas supuestas “MISIONES” pro-convencimiento no sean más que una tergiversación y camelo inconsciente de esquivar la auténtica vida a la que cada cual está vocado. Los arrepentimientos por tales equívocos pueden llegar tarde y degenerar en esquizofrenia.
     
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Dentro de la variada gama de “CARACTEROLOGÍAS para el común andar de los humanos” que en el último siglo se han ofertado, sin desmerecer los diversos puntos de vista de las demás, yo me quedo con la de Fritz Künkel.

    Su cutripartita tipología (Nerón – Enredadera – Estrella – Ostra) se compagina con los dos elementos que se hayan “inclusos” en la vida de cada cual: el YO y su CIRCUNSTANCIA o MUNDO.

    El Cuadro (Ábaco) al que da lugar la cutripartición tipológica es muy sencillo:
    Tanto el YO como su CIRCUNSTANCIA pueden tener una de dos tonalidades: FUERTE o DÉBIL. Así, una persona cualumque puede comprenderse en alguna de estos TIPOS:

    1) YO-FUERTE en CIRCUNSTANCIA-FUERTE tenderá a comportarse como un NERÓN
    2) YO-FUERTE en CIRCUNSTANCIA-DÉBIL    tenderá a comportarse como un ESTRELLA
    3) YO-DÉBIL    en CIRCUNSTANCIA-FUERTE tenderá a comportarse como un OSTRA
    4) YO-DÉBIL    en CIRCUNSTANCIA-DÉBIL    tenderá a comportarse como un ENREDADERA

    Esta tipología permite comprender, por ejemplo, que un Gerente NERÓN en el trabajo sea un ESTRELLA en su Hogar o en su Club.
    …………………

    Pero Künkel no solo atiende al comportamiento “social” del individuo, sino que establece un paradigma de comprensión respecto al carácter EVOLUTIVO, e.d., temporal del sujeto.

    Así establece la normalidad de una trayectoria según las edades; pero fundamentalmente en un triplete paradigmático:
    1- NOSOTROS ORIGINARIO – (NIÑEZ)
    2- YO ——————- (JUVENTUD)
    3- NOSOTROS MADURO —- (ADULTEZ)

    Pienso que los “Liderazgos” parten de un cierto NOSOTROS ORIGINARIO, necesariamente un poco “infantil” de creerse ellos “todo el mundo”. Tal vez haya algo de esto en los “creadores” de LA CARTA DE LA TIERRA.

    Sin embargo, la pauta de que ellos ponen el pie en el buen camino hacia el NOSOTROS MADURO la veo en que no solo se consideran “Mitentes” sino también “Destinatarios”.
    …………………

     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • George R Porta

    ¡Hola! Oscar, ¡Absolutamente!

    Lo acabo de postear en un comentario en otro hilo por no adelantarme en este: “Religión, picaresca, Calvino y Trento”. Un abrazo.

  • oscar varela

    Hola!
     
    El Equipo ATRIO, sin que haya motivos externos (como p.e. algún Aniversario de LA CARTA), asume uno de los Objetivos solicitados: su “di-vulgación pública”.
     
    Importa lo que se diga de LA CARTA; pero,
    pienso que lo más importa es que se piense-diga de ELLA.
     
    La mayor estrategia del poder hegemónico se emplea en “ningunear” la Info; la oculta, la coopta o la gatopardea. Porque sabe –por viejo Diablo- que su Estorbo es la Palabra, e.d., el Proyecto Alternativo.
    …………………………
    Nota para George, de quien leo:
    – “ la gente que consume tiene que apropiarse de su propio destino, reganar el control”-
    La pregunta del millón, entonces, pareciera ser: “¿De dónde sale un entusiasmo capaz de re-ganar el Control?”- Pienso que sale de “Poner en manos (MANDO = “manus dare”) de los “seguidores-asociados” un Proyecto entusiasmante de vida en común”; e.d. una Sociedad Alternativa.
    …………………

     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • George R Porta

    El daño al Planeta no es reversible. Solamente es evitable en lo sucesivo y las soluciones no pueden venir de quienes se benefician del daño planetario.
     
    Es el consumo desenfrenado lo que está matando el Planeta por lo tanto solamente los consumidores pueden realmente detener la destrucción planetaria. Ese debe ser el efecto de la Carta, el efectuar la toma del Planeta por parte de los consumidores y que éstos decidan consumir razonable, racionalmente, lo cual es contra-cultural.
     
    Mientras el motor del progreso sea el “comercio de los mercados”, es decir, el poder de penetración comercial de las poblaciones de consumidores; mientras la historia la mueva el capitalismo desmadrado, la prevención del daño planetario y la restauración de la Tierra no pueden ser posibles.
     
    Por lo tanto no se trata de medidas gubernamentales o de parte de las grandes corporaciones de inversionistas, a nivel global. Esas no vendrán, no importa lo que digan los ideólogos pagados por las corporaciones en Davos ni lo que el Papa les escriba.
     
    Son los consumidores los que se pueden abstener de consumir, la gente común y corriente, la de a pie que se decida a, si es necesario, abstenerse de comprar más alimentos que los estrictamente necesarios y a caminar más y utilizar menos combustible, etc.
     
    Es necesario quitar todo valor mercantil a “los mercados” (poblaciones de consumidores) y eso solo lo pueden lograr los propios consumidores dejando de consumir compulsivamente como efecto de la publicidad y de las técnicas de mercadeo masivo.
     
    Solo así se puede hablar de recuperar la propiedad del Planeta. Los mercados tienen que perder valor como mercancía  ellos mismos. El mercado de los mercados debe ser desarmado, destruido y eso solamente lo puede lograr la gente que consume compulsivamente dejando de hacerlo.
     
    Los mercados son las mercancías secretas que se intercambian las grandes corporaciones y en última instancia los gobiernos.  Los “mercados” es decir la gente que consume tiene que apropiarse de su propio destino, reganar el control.
     
    El Planeta produce bastante para todos, pero tiene que detenerse el consumo botarate, la cultura del uso momentáneo y del desperdicio.
     
    La Carta de la Tierra debe ser un llamado a ello.

  • Rodrigo Olvera

    Diversos pueblos indígenas del mundo emitieron a su vez la Carta de la Tierra de los Pueblos Indígenas en 1992. Los pueblos participantes no pretendieron ser todos los pueblos de la tierra, ni pretendieron ser todos los pueblos indígenas. El concepto Carta de la Tierra fue tomado por la iniciativa de Gorvachev, pero no más que éso. Ni los pueblos indígenas, ni la mayoría del contenido de la Carta de 1992 fueron tomados en cuenta en la Carta de la Tierra.  Si vemos el contenido de la Carta de la Tierra de los Pueblos Indígenas de 1992, el mismo Gorvachev queda muy mal parado en la forma en que trato los conflictos indígenas en la Unión Soviética.
     
    Por si a alguien le interesa, aquí está La Carta de la Tierra de los Pueblos Indígenas
     

  • m. pilar

    Al comenzar a leer este primer “tramo” de la Carta de la Tierra.

    Me he puesto en situación de escucha, intentando entrever, el entorno donde fue leída.

    No voy a entrar a abrir en canal cada frase que me parezca  rechina (al menos de momento) sino ¡Escuchar! con atención su propia voz como una llamada de S.O.S. ante todo cuanto estamos haciendo con ella y de ella.

    De momento me siento acogida por lo que va diciendo, deseosa de responder a ese llamado; por otro lado percibo que despierta mi ternura, al sentirme parte de este planeta llamado Tierra; luego me va llevando a un desierto de desolación, al contemplar lo que estamos haciendo con ella.

    Los poderosos, porque la están envenenando y devastando para enriquecerse, y los desahuciados por el poder, porque la estamos convirtiendo en un basurero; y no sería tan complicado hacerlo mejor.

    También me lleva a mirar en todas las direcciones, y sentir unos grandes deseos de hermandad en la diversidad, de respeto ante las distintas miradas, de acogida ante las diferencias externas.

    Nos guate o no:
    ¡Somos todos iguales y venimos de la misma Esencia!

    Ciertamente no la conocemos, solo intuimos en distinta medida y forma su existencia-presencia-principio y fin, porque hay una cosa segura:

    ¡Todos incluida la Madre tierra somos finitos!

    También hay un asomo de tristeza, al comprobar lo alejados que vivimos de este hermoso deseo de sentirnos “unidos” bajo su manto acogedor y rico en materias primas necesarias para nuestro crecimiento personal como seres plenos en nuestra humanidad.

    Para todo ser nacido, debería ser importante esta llamada de atención ante nuestra irresponsabilidad.

    Desearía que pudiese llegar su mensaje a todos los confines del mundo… pero aún estamos muy lejos de haber llegado a un grado de madurez suficiente para hacerla realidad.

    Estaré atenta a su próxima entrada..

    mª pilar

  • Rodrigo Olvera

    Dices también
    la CREENCIA religiosa no puede revestir ninguna SERIEDAD (solo supervive como patología folclórica; nunca como identidad del sujeto)
     
    Esta afirmación no tiene ningún asidero en la(s) vida(s) humana(s); la real, la que viven las personas en sus yo-y-mi-circunstancia.  Quizá sea cierta para tí y tus circunstancias. Pero hay muchas personas para las que la creencia religiosa es parte vital de su identidad, y reviste una seriedad vital hasta el sacrificio de su propia vida.   El que para tí no tenga ninguna seriedad ni sobreviva como tu identidad -es decir, que en tu vida no sea vital- no justifica que lo conviertas en un abstracto universal; por lo menos no desde el vitalismo . ¿No crees?
     
     

  • Rodrigo Olvera

    Oscar
     
    Yo dije: Nosostros los pueblos del mundo no fue dicho por los pueblos del mundo, sino por algunas personalidades y algunas organizaciones.
     
    Tu respondes:  * el “MITENTE” que la envía: “NOSOTROS – LOS PUEBLOS DE LA TIERRA”-

    (es el mismo que)

    * el “DESTINATARIO” que la recibe: “NUESTRA RESPONSABILIDAD UNOS HACIA OTROS”-
     
    ¿Me puedes indicar en qué momento del proceso particparon los siguientes pueblos?  P’urépechas, Nahuas, Mixtecos, Zapotecos, Mayas, Nanhñú, Mazahuas, Triquis, Huicholes, Amuzgos, Cuicatecos, Rarámuris, Yaquis, Totonacos, Tzeltales, Mixes, Zoques, Tzotziles, Pames, Huastecos, Choles, Amuzgos y Tlapanecos  [sólo por mencionar algunos -no todos- de los pueblos originarios de lo que hoy es México].
     
    o ¿será que ni siquiera se les ha de reconocer como pueblos?
     
    o ¿será que no se les debe contar por sí mismo, siendo suficiente que personas y organizaciones de matriz cultural occidental hablen a su nombre?
     
     

  • George R Porta

    Me cuesta comprender que lo religioso (o lo “real-maravilloso” como lo hubiese llamado Alejo Carpentier) no sea parte del esfuerzo o ensayo razonante y que lo religioso tenga que ser una patología cuando en realidad no impidió a las razones que efectivamente lo cuestionaran y causaran el desengaño llevando al desentrañado de “verdades”, rompiendo el cascarón huevero de lo folclórico.
     
    Tengo en cuenta el actual resurgir del animismo en poblaciones desesperadamente pobres (sobre todo aquellas que habitan países/sociedades llamadas ricos pero llenas de pobres dependientes de “seguridades sociales” para que puedan continuar sirviendo de “pobres” creyentes). Esas poblaciones “se viven” como si constituyeran “partes o fragmentos”  en una mélange planetaria  que simplemente existe, sin sentirse o vivirse significantemente. Que atribuyen a sus representantes gubernamentales (o no) saben más y mejor (la mentalidad infantil dentro de la familia patriarcal) y actúan ante y en la comunidad mundial como “apoderados” de sus propios pueblos o de otros—por ejemplo Richard Klaus en el World Economic Forum (Ginebra, enero 2014)—hablando (en religión la misión siempre creer en el poder mágico de la “palabra”, aunque se trate de cosas serias) aunque en religión los hablantes hablen “seriamente” pero no en serio (solo se lo creen), por ejemplo de la “desigualdad” económica y social después de crearla (o de no haberla denunciado y haber sido sus cómplices).
     
    __________________________________________________________________________________
    ¿Por qué o para qué el estilo de DECLARACIÓN?
     
    Porque quiere o para ser fundacional, constituyente.
     
    Inevitablemente me remito a otra declaración cuyo “texto” comenzó con una expresión parecida: “We the People”. La Constitución de los Estados Unidos de América (siempre he pensado que las 13 colonias pensaban con más o menos claridad y un pelín menos folclórica de lo que pareció al rey inglés, que con el tiempo llegaran a ensanchar sus fronteras a dimensiones hemisféricas).
     
    Imagino que esta Carta de la Tierra sea declaración porque se vive como noticia que es nueva, corazón oprimido que no es religioso, que se vive ignorado, dirigiéndose también a los Pueblos que la declaran (aunque parezca un oxímoron) que establece como realidad y propósito y por lo tanto como misión y filosofía algo que es vivido bajo sobredosis de anestésico. Esta Carta quiere ser representación de mucha más gente se vive “no-representada” o no-reconocida (aunque se sabe mercado y pieza de caza), invisible pero real (se duele) y, que problemáticamente, no grita para existir y vivirse realmente; que agoniza aunque confunda la vida con la agonía infinita y no sabe el significado del pronombre plural utilizado al declarar cuando implica una “comunidad natural” que nunca se ha experimentado conscientemente en su “siendo”. Una especie de “creencia religiosa” (porque no ocurre conscientemente como debiera excepto en el grupo declarante por delegación) en que los humanos seamos no una “especie” diversa, sino una “raza única”, sujeto de derechos naturales a la vida, no otorgados por nadie ni por nada, y con la responsabilidad de ejercerlos so riesgo de extinción.

  • oscar varela

    Hola!

    Vuelvo a leer:

    – “es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras. “-
    ……………………
     
    Esta vez quiero señalar tres cosas, que en la medida que pueda me gustaría desarrollar luego.
     
    UNA COSA: Habiendo pasado la historia humana por el “ensayo” de la RAZÓN (al menos en aquellos pueblos y culturas que les haya “pasado”) la CREENCIA religiosa no puede revestir ninguna SERIEDAD (solo supervive como patología folclórica; nunca como identidad del sujeto)
     
    Por eso considero que las Religiones que lanzan a sus súbditos en MISIÓN (conocemos la del señor Bergoglio enviando a sus huestes hacia las “periferias existenciales”) tienen –aunque nada despreciable- un valor “folclórico”, pero que no enraíza en la autenticidad del ser humano.
     
    Tal MISIÓN, al carecer de raigambre en la espontaneidad de la vida, suele enfervorizarse “militantemente” de Propaganda publicitaria y de un superfetatorio COMPROMISO o engagement.
     
    SEGUNDA COSA: Pues de eso: de lo superfetatorio que es ese engagement existencial!
     
    TERCERA COSA: Esta CARTA tiene el “estilo” de DECLARACIÓN. ¿Por qué?
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • ana rodrigo

    Hay cuestiones indiscutibles como las siguientes:
     
    *El planeta Tierra es frágil en sí mismo con las consiguientes consecuencias para cualquier clase de vida.
     
    *La especie humana tiene la posibilidad de incidir con mucha fuerza, para bien o para mal, en el curso planetario.
     
    *Uno de los grandes problemas que tenemos es la desproporción entre el exceso demográfico y la escasez de recursos naturales.
     
    *Si, además, los recursos naturales los explotamos, los distribuimos mal y tendemos agotarlos, las perspectivas no son muy halagüeñas.
     

    *En consecuencia, habrá que poner manos a la obra con toda urgencia para hacer sostenible la vida en el planeta

  • oscar varela

    Hola!

    Vuelvo a leer:

    – “es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras. “-
    ……………………
     
    1.- Dije que se trataba del PROTAGONISTA del Documento:
    NOSOTROS – LOS PUEBLOS DE LA TIERRA”-
     
    2.- Ahora debo agregar que en LA CARTA:
     
    * el “MITENTE” que la envía: “NOSOTROS – LOS PUEBLOS DE LA TIERRA”-
     
            (es el mismo que)
     
    * el “DESTINATARIO” que la recibe: “NUESTRA RESPONSABILIDAD UNOS HACIA OTROS”-
     
    Nada hay de extraño en esto para quien considere que la vida humana aparece en la Tierra como el intento-ensayo de “hacerse cargo” de sí mismo; e.d., de “en-sí-mismarse”.
     
    El peso específico de los seres humanos está en directa proporción a esa “Anábasis” de “Volver a Casa”, como el Jerifalte vuelve al puño de donde salió, pero enriquecido con la presa de su aventurada búsqueda.
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • pepe blanco

    Hola Román,
     
    Agradezco de verdad tu confianza, aunque creo que mi capacidad para aclarar este tipo de problemas es bastante limitada. Es mayor mi capacidad para plantear preguntas que para proponer respuestas.
     
    Dicho esto, me parece que estoy de acuerdo con lo que me parece que has querido decir. En la carta parece subyacer la creencia en una equidistancia entre todos los seres vivos, ser humano incluido. Pienso que es muy difícil demostrar que el ser humano no es uno más de entre todos los seres vivos terrestres. Quizás haya que aceptarlo como axioma que no lo es. Pero tampoco me parece que sea necesario acudir a ninguna revelación divina para fundamentar esa exclusión. En otro momento comentaré algo más sobre todo esto.
     
    (Llevo dos meses muy liado con trabajos, prácticas y ahora exámenes. Por eso últimamente mis comentarios son escasos y breves y no me involucro en conversaciones. A partir del próximo día 3 tendré más tiempo para participar, al menos durante una temporada)
     
    Saludos

  • Rodrigo Olvera

    Antonio
    Creo que vale la pena no sólo recordar algunos textos, sería muy interesante un curso sobre las grandes líneas temáticas de Balducci. No tengo en estos tiempos oportunidad de colaborar en la organización de un curso así, pero sí que me interesaría que lo hubiera
     
    Oscar
    Nosostros los pueblos del mundo no fue dicho por los pueblos del mundo, sino por algunas personalidades y algunas organizaciones.  Se puede debatir si el contenido de la carta representa o no los mejores intereses de los pueblos del mundo; se puede debatir si el contenido de la carta representa o no los sentimientos actuales de los pueblos del mundo. Pero los protagonistas de la carta no fueron, y en mi opinión aún todavía no lo son, los pueblos del mundo.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo:
     
    – “es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras. “-

    Se trata acá del PROTAGONISTA del Documento:
    NOSOTROS – LOS PUEBLOS DE LA TIERRA”-

    Esto constituyó, quizás, el principal CAMBIO DE PERSPECTIVA Y MODALIDAD que vieron los organizadores de la Cumbre de Río.

    Deciden en 1994 retomar la elaboración de una Carta de la Tierra de una forma nueva:
    * como una iniciativa de la sociedad civil,
    * no tanto como un quehacer de organismos internacionales.

    * promover un diálogo mundial que nazca desde abajo hacia arriba.

    * con el “desarrollo sostenible” (que se agendaba hasta ese momento) no se abordaban asuntos cruciales como la solidaridad, la paz, la diversidad cultural, la justicia social o la democracia.

    * un documento mundial de referencia que sintetice los muchos asuntos en juego

    * que la mayoría de la gente y las organizaciones comprendan y apliquen fácilmente.

    * las leyes y normas carecen de una ética explícita y clara de los valores humanos universales.

    * Las Naciones Unidas y los gobiernos no son capaces de resolver por sí mismos los problemas mundiales.

    * []sus grandes programas o agendas internacionales no sirvieron ni sirven de mucho.

    * “NOSOTROS – LOS PUEBLOS DE LA TIERRA”- somos la clave del Asunto.
     
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • Antonio Duato

    Al publicar esta mañana esta primera entrega del que llamamos Taller-Carta de la Tierra y volver a leer este preámbulo con los cuatro principios fundamentales –un hogar común, devastado por explotación e injusticias, exige una nueva sociedad global y una renovada responsabilidad global por nuestra parte– me he acordado de la persona a quien primero y con más entusiasmo había oído yo proclamar estas ideas: Ernesto Balducci, un intelectual italiano, teólogo de la laicidad y profeta de los nuevos tiempos. Víctima de un accidente de carretera murió el año 1992, sin llegar a ver ni la firma por la Asamblea de la Unesco de esta Carta.

    Y ahora nos parece ya cosa vieja, gastada.

    ¡Qué rápidamente banalizamos conceptos como estos de la ecología y del crecimiento sostenible, para arrinconarlos como avergonzados de haber tenido alguna vez esperanza en que se redireccionara nuestra historia en ese sentido!

    Me gustaría mucho hablar de Balducci e introducir algunas de sus obras, pioneras entonces y actuales ahora, al castellano: La Tierra del ocaso y, sobre todo, El hombre planetario (1985)… Para las comunidades cristianas de Italia yo decía que era a la vez como nuestro tres José María: Llanos, González Ruiz y Díez Alegría. Para mí fue un amigo y un interlocutor privilegiado. Desde 1966 a 1990 nos veíamos unos cuantos días cada año y, como él decía, “hacíamos el punto” sobre la situación del mundo, de la Iglesia y nuestro itinerario personal.

    ¿Alguien de por ahí conoció a Balducci o ha leído algo de él? ¿Cree que valdría la pena recordar algunos textos suyos?

  • George R Porta

    Bienvenida esta conversación pública sobre la Carta de la Tierra!

    Existe también una cosa que se llama hábitat que es el espacio vital en el que cada especie se siente segura y si no es invadido posiblemente nunca conozca de la violencia. La tendencia a alimentarse a base de consumir lo vivo es como es, y es hasta necesaria para regular la viabilidad de la vida, pero hay una diferencia con respecto a los humanos y entre los humanos, que tenemos la responsabilidad de conservar el Planeta y la Vida en él, también son posibles la solidaridad y la tolerancia, y el compartir y la distribución justa y la preservación inteligente.
     
    El requisito de existir orientad*s al Bien Común y a la Vida es la voluntad de poner en práctica la Justicia y la Compasión y cambiar la configuración social humana de darwiniana a cooperativa, solidaria, justa, equitativa, tolerante, respetuosa, inteligente.
     
    Las utopías si se las puede imaginar es porque sean posibles pero hay que implementarlas y eso requiere de cada quien la voluntad y la decisión de aprender a diferir la gratificación y a restringir los impulsos, y a orientarse a la solidaridad y la cooperación, no a la hegemonía explotadora.
     
    No hemos evolucionado hasta ese punto y hubiera que urgentemente incluir en la educación esos y otros valores conducentes a esa otra forma de animalidad que sea característica (diferente) porque sea la de la  raza humana. No hemos podido crecer hasta ese nivel y seguimos siendo monos y monas violentos, capaces de maltrato y discriminación y explotación de otros/otras.
     
    No se puede negar, en cambio, la Carta de la Tierra es muestra de ello, de haya muchos monos y monas capaces de ser apacibles y pacíficos, de ser solidarios, de desear cooperar mutuamente, y por lo tanto los demás que andan a la zaga tienen un futuro prometedor.
     
    Lo que es posible para unos/as pudiera ser posible para todos/as.
     

  • Román Díaz Ayala

    Pepe,
    ¿No será que desde el inicio del preámbulo establece una supuesta equidistancia entre “las formas todas de vidas” y la vida humana.
    Los grandes simios, gorilas, chimpancñes, mononos etc, queda excluídos como  personas. No forman parte de la gran familia humana. ¿Que nos distingue?
    ¿Cuántos linajes humanos existen? ¿Quienes establecen esa unicidad, o la supuesta diversidad, si hay alguien que lo afirme?
    ¿Con qué criteriosEsos conocimientos/categorías nos han llegado por la filsofía, ¿ o por el pensamiento religioso? ¿Tenemos que recurrir a una supuesta Revelación?
    en fín, creo que te seguiré para que me vayas aclarando conceptos.

  • pepe blanco

    “es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida“.

    Como diríamos por aquí…, xa empezamos!

    La gran comunidad de la vida? Dicho así, suena lindo, pero… que se lo digan al león y a la gacela,  a las arañas y a los mosquitos; a los tiburones y a los pececillos; a las plantas y a todos los herbívoros que se las comen; a los seres humanos y al bacilo de Koch… Etc., etc., etc.

    En esta gran comunidad de la vida, que dicho así suena lindo y franciscano, lo más habitual es que la mitad de la comunidad se cargue a la otra mitad para comérsela.