Hoy se clausura en Santiago de Compostela la IV ASAMBLEA DE REDES CRISTIANAS..
A la espera de su comunicado final, reproducimos la editorial de convocatoria y nos unimos a esa reunión eclesial, aunque no eclesiástica.
Las políticas neoliberales que aplica el gobierno Rajoy y muchos de los gobiernos autonómicos, apoyadas e impulsadas por la propia Unión Europea, están provocando la destrucción práctica del estado de bienestar que tanto tiempo nos costó construir. Quieren hacernos pasar como ajustes o recortes presupuestarios inevitables lo que, en realidad, son pérdidas de derechos sociales fundamentales ante las que debemos responder con nuestra rebeldía indignada.
Esas políticas son responsables también de la dramática realidad en la que vivimos, hecha de realidades tremendas como la de la alta tasa de desempleo, junto con el alargamiento estructural de esta situación para millones de personas; personas que pierden su vivienda en propiedad o alquiler y quedan junto con sus familias en la más completa indefensión; migrantes más vulnerables que pierden el derecho a la asistencia sanitaria; o recortes en el campo sanitario, pero también en el educativo, en la atención a las personas dependientes, en el acceso a los servicios de bienestar social, cultural e incluso en el campo de la investigación científica. Esa dramática realidad, originada por tantas desafortunadas realidades cotidianas constituirá la base de reflexión de la IV Asamblea de Redes Cristianas que celebraremos en Santiago de Compostela los días 6 y 7 de Diciembre.
En nuestra vida cotidiana hemos asumido el compromiso de luchar activamente para cambiar esas realidades de opresión, pobreza y desesperanza que afectan a tantos millones de personas (más de 6 millones en situación de desempleo, más de 10 millones en pobreza relativa, más de 1, 5 millones en situación de severa exclusión social). Esa lucha transformadora nos resulta cada vez más una rebeldía imprescindible ante la dureza de las agresiones que sufrimos. Esa rebeldía que nos situó entre la juventud y las personas mayores del 15 M; que nos mueve a juntarnos con Stop Deshaucios; a ocupar sucursales de entidades bancarias que engañaron a pequeños ahorradores con las llamadas participaciones preferentes; a formar parte de las brigadas vecinales que impiden la detención de inmigrantes en situación de irregularidad administrativa en Lavapiés; o a manifestarnos contra la desintegración, ideologización y privatización en marcha de nuestros sistemas sanitario y educativo. Y todos los magníficos etcéteras en los que estamos profundamente comprometid@s, como lo estuvo Jesús de Nazaret.
Sí, ahí, rebelándonos frente a la crisis y la represión, estamos los y las de Redes, pero mirando también, aunque sea de reojo, hacia nuestra propia Iglesia para exigir, y exigirnos, la rebeldía necesaria para conseguir la equiparación de derechos de las mujeres y de las personas homosexuales, o el derecho de los sacerdotes a formar una familia; y, muy especialmente, el inevitable proceso de democratización pendiente y la exigencia de un posicionamiento contundente a favor de las personas empobrecidas o excluidas. Necesitamos expresar nuestra rebeldía contra las políticas neoliberales de nuestros gobiernos que tanto daño están haciendo entre la clase media y baja de nuestra sociedad.
En todo caso, nosotr@s celebraremos en Santiago de Compostela, en el final de un famoso Camino de peregrinación, nuestra alegre, esperanzada y compartida Rebeldía Indignada. Allí soplará con fuerza, sin duda, el espíritu liberador de Jesús de Nazaret y para esa Gran Fiesta de Redes Cristianas quedamos ya convocad@s.
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