Prometíamos anteayer, al dar la noticia, una semblanza sobre Francisco Asensi. La ha escrito un íntimo amigo, Antoni Signes. Los dos coincidieron en el autogestionado Colegio Mayor de Santo Tomás de Villanueva, una institución fundada en el siglo XVI, revitalizada tras el Concilio por el canónigo Espasa, el más progresista y encarnado en el país valenciano de todo el clero valenciano y hundida en la vulgaridad clerical por los que rigieron la diócesis en los años setenta. Esta noticia era necesaria para que los no valencianos entiendan el artículo. Ayer Paco nos convocó a muchos amigos junto a sus familiares en su entierro y quedamos todos llenos de su espíritu de amor y vida que siempre ha contagiado Paco.
Nuestro amigo Paco Asensi falleció el día 19 de los corrientes a las 23 horas en el hospital La Fe en presencia de toda su familia que a esas horas le estaban acompañando. Le deseamos un feliz y definitivo descanso, y a su familia ofrecemos nuestra solidaridad más sincera y nuestro sentido pésame…
Cuando pensamos en los amigos sabemos que siempre los tenemos ahí, aunque no nos veamos todos los días. Aunque pase mucho tiempo sin encontrarnos, sabemos que siempre los tenemos ahí, al alcance de la mano. Y creemos que siempre va a ser así. Por eso cuando llega el final de la vida queremos creer que los amigos van a seguir ahí, no desaparecen en la nada… Pues que así sea…! Al menos, como mínimo, van a seguir ahí presentes en nuestro recuerdo .
Paco Asensi ha sido uno de mis mejores amigos y es por eso que me cuesta tanto asimilar su desaparición (o su traslado). Siempre lo tuve ahí cuando lo necesité y siempre me tuvo ahí cuando él me necesitó. Ya desde nuestra juventud, en el colegio mayor de Sto. Tomás empezó nuestra amistad y nuestras coincidencias ideológicas. (Nunca agradeceremos bastante, Paco, la suerte de haber pasado por Sto.Tomás). Más tarde, en Banyeres de Mariola, siguieron nuestros encuentros. En los momentos críticos y difíciles de nuestras respectivas secularizaciones nos volvimos a encontrar y respaldamos nuestras propias decisiones, con entera libertad y sin ningún temor. A partir de esta nueva y laica (tal vez sea mejor decir secular…?) existencia nuestros encuentros se hicieron más frecuentes, en las tertulias de los martes , en las comidas mensuales y en toda la serie de viajes efectuados con todos los compañeros/as.
De Paco Asensi cabría reconocer, en primer lugar, que fue una persona buena que apetecía estar a su lado conviviendo, comentando y discutiendo. No solamente era una persona asequible, sino comprensiva y muy tolerante (en el sentido horizontal de la palabra). Pero Paco también fue un intelectual que para expresar sus ideas usó la escritura como medio. A pesar de que la vida de escritor la empezó a cierta edad aún llegó a escribir más de una docena de libros, a parte de los muchos artículos y reportajes publicados en varias revistas. Entre los libros publicados hemos de reseñar: “La sibila de Delfos”, ”Sombras sobre el Vaticano”, ”El diablo tiene nombre”, ”El secreto de Sant’Angelo” y “Sangre”. En todos ellos hay una temática singular que sirve de común denominador: la denuncia de las incongruencias de la Iglesia Católica. Podríamos decir que este objetivo junto con la denuncia de las manipulaciones de los poderes públicos resumen el mensaje de toda su obra. No había cosa que le enervara más que las manipulaciones de los jerarcas de la iglesia cuando disfrazaban la doctrina que enseñaban, diciendo que era la palabra de Dios.
En las últimas semanas, cuando él ya era consciente de que su enfermedad no tenía remedio y se acercaba a su fin, se despertó en él un ansia galopante de escribir, como si quisiera que no se quedara nada en el tintero. En Atrio como, en Nihil Obstat o en su Facebook aparecían sus continuos comentarios a la miscelánea de actualidad. Y siempre con el interés de evitar que nos den gato por liebre.
Antes de terminar, Paco, quisiera resaltar y agradecer la “sagesse” de la Providencia al adelantarte la muerte unos minutos para evitar coincidencias de aniversarios embarazosos del 20 de noviembre…
Paco, los que aquí quedamos, por el tiempo que sea, procuraremos por todos los medios a nuestro alcance, poner en práctica tus últimas palabras el día que te visitamos: “Que sigueu molt feliços”.
Antoni Signes
Gracias po este hermoso semblante.
Ahora leere sus escritos y libros con más entusiasmo, porque me siento muy cercana a su mirada.
mª pilar
Agradezco a Atrio y a Antoni Signes la semblanza de Paco Asensi. Como he escrito en un anterior comentario, con Paco me unía una gran sintonía y admiración. Sus críticas a la Institución eclesiástica eran -son- reflejo de un inmaculado ideal humano. Su legado pervive.
El 20 de noviembre de 1936 fusilaron en Alicante a José Antonio Primo de Rivera.
Es que un 20 de noviembre, el del año 1975, murió el dictador fascista.
Hola!
Gracias por la semblanza de Asensi.
¿qué significa para el Autor “coincidencias de aniversarios embarazosos del 20 de noviembre…?
Gracias! – Oscar.