Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

noviembre 2013
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  
7446 Artículos. - 113037 Comentarios.

Mi Iglesia y mi Credo a los 60 años

Arregi60 años no son muchos, pero es como si en ellos me hubiera tocado cambiar dos veces de era cultural y vivir en mi vida tres culturas distintas, tres visiones del mundo y tres paradigmas teológicos. Antes, las eras culturales perduraban milenios; creíamos que el cielo y la tierra estaban inmóviles, y que todo debía regirse por un orden inmutable; la Tierra era el centro del universo, y apenas el sol y la luna giraban lentamente alrededor de ella, para alumbrarnos de día y acompañarnos de noche y marcar los ritmos de la siembra y la cosecha.

Pero hoy sabemos que la tierra gira a 30.000 km. por segundo. Todo en el universo –las galaxias quasi infinitas en número y dimensión, y los átomos quasi infinitos en sus partículas y ondas y vacíos–, todo está unido con todo, y todo se mueve y corre vertiginosamente. Es admirable más que vertiginoso (lo que produce vértigo y estragos es el ritmo del llamado “desarrollo económico”).

La cultura agraria se ha prolongado durante diez milenios –algo menos por estas tierras, donde aprendimos más tarde a cultivar la tierra y a criar animales–. Hace solamente doscientos años nació la era industrial, y la modernidad con ella. Pero ya estamos en otra era: en apenas doscientos años, la era industrial se ha transformado en era postindustrial, la era de la información; paralelamente, la cultura moderna, caracterizada por la fe laica en la razón científica y en el progreso, se ha transformado en cultura posmoderna, marcada por el estallido de la verdad, la fragmentación del saber, la evidencia de la incertidumbre y el reconocimiento del pluralismo en todos los campos. En apenas doscientos años, hemos pasado de la premodernidad a la modernidad y de ésta a la posmodernidad.

Así pues, en mis 60 años de vida he conocido tres épocas culturales distintas, muy distintas. Y al decir “épocas culturales distintas”, me refiero a mi manera de ser creyente, de sentirme iglesia, de rezar el Credo. Durante casi 20 años, mi fe fue totalmente premoderna: la tierra el centro del universo presidido por Dios, Dios era el Ser y el Señor Supremo, la Biblia y los dogmas habían sido directamente revelados por Dios, lo sagrado era superior a todo lo profano, ser sacerdote era lo más grande, el pecado mortal lo más terrible, y el papa tenía siempre la última palabra.

El estudio de la filosofía y de la teología trajo consigo la duda, no exenta de angustias: había que reconciliar –no pocas veces un poco a la desesperada– la filosofía con la teología, la fe con la razón, el teocentrismo con el antropocentrismo, el poder de Dios con la libertad humana, la gracia con la responsabilidad, lo sagrado con lo profano, la transformación política del mundo con la esperanza del “más allá”, la verdad con la tolerancia, la religión con la laicidad, la encarnación única de Dios con el respeto de las religiones no cristianas. Tuve que modernizar mi Credo.

Pero para cuando creí haberlo logrado más o menos durante mis cuatro años del Instituto Católico en París, otro mundo se me abría, o más bien se me imponía. Uno de los detonantes decisivos fue el proceso de elaboración de la tesis doctoral sobre la relación del cristianismo con otras religiones a partir del teólogo suizo Hans Urs von Balthasar. Tres mundos se confrontaron entre sí dentro de mí: la teología básicamente premoderna de Von Balthasar (el cristianismo es la única religión revelada o al menos la única religión de la encarnación histórica de Dios), la teología moderna de Rahner (el cristianismo es la culminación histórica de la revelación y de la encarnación de Dios, que se da también en las otras religiones) y la teología claramente “posmoderna” de Panikkar (Dios tiene muchos nombres y se encarna de muchas maneras en todas las culturas y religiones). Opté por el tercer modelo más que nada porque los otros me encerraban en un callejón sin salida y sin respiro. Pero el paradigma pluralista era también a su vez como un salto en el vacío, de modo que no había paz en mí (tampoco la hubo en el tribunal ante el que presenté la tesis, en enero de 1991).

En los años posteriores fui buscando dando forma a un paradigma teológico radicalmente pluralista, un paradigma ecológico y liberacionista: Dios no es un Ente, es el alma y el corazón del universo en expansión y en creación permanente sin centro alguno; es el Espíritu o la Ruah de la paz y del consuelo, que gime en la humanidad y en todas las criaturas, hasta la plena liberación, hasta la plena creación. Nuestra especie humana Homo Sapiens, aparecida hace nada más que 200.000 años en este precioso planeta verde y azul, no es ni el centro ni la cima de la creación, ni siquiera el centro y la cima de este planeta, sino que es –nada más ni nada menos– una manifestación maravillosa y todavía inacabada de la creación en marcha, con un triple cerebro –de reptil, mamífero y humano– no muy bien coordinado entre sí, que no le permite más que una conciencia aún muy dormida y una paz muy frágil; un día desaparecerá, como todas las demás especies, pero seguirá desarrollándose la vida en la Tierra (y en otros planetas probablemente, aunque todavía nada podemos saber).

¿Y Jesús? Jesús –¡bendito sea!– es un individuo admirable de esta nuestra pobre y maravillosa especie humana; fue y sigue siendo –porque la Vida que se da no muere– profeta o sacramento o símbolo o encarnación de la Compasión liberadora y creadora; vivió la indignación y la paz, la rebeldía y la esperanza; no le importó la religión, sino la misericordia; no le importó la culpa, sino la curación; él no se opone ni excluye ni incluye a ningún otro sacramento de la Compasión divina, y será plenamente Cristo o Mesías o liberador, en comunión con todos los profetas y liberadores del pasado y del futuro, cuando todos los sueños que él llamaba “reino de Dios” se cumplan del todo. Mientras tanto, la vida en la Tierra seguirá; tiene aún por delante miles de millones de años, y muchísimo más en otras galaxias y planetas; y quiero pensar que aquí o en otro lugar aparecerán especies que puedan y acierten a vivir mejor que nosotros, en una paz más estable y en una armonía mayor consigo mismo y con todos los seres, para gloria de la Vida o de Dios.

En eso estoy, ahí me muevo. Nunca había pensado en publicar un librito como éste, hasta que Credo Ediciones se empeñó en ello hace un par de meses, a raíz de mi artículo “100 días de papado” sobre el papa Francisco, de apenas dos páginas. Siguiendo su invitación, he reunido aquí diversos textos, la mayoría de ellos no publicados todavía en forma impresa. Si a alguien le pudieran servir de algo, debe agradecérselo a la casa editorial.

“Mi Iglesia y mi Credo”: el título es cuando menos equívoco, y puede parecer presuntuoso. No son de ningún modo “mi” Iglesia ni “mi” Credo. No soy fundador de nada. Los artículos posesivos están de sobra. Y, sin embargo, ¿cómo ser Iglesia hoy si no es buscando ser libre, y cómo rezar el Credo de siempre si no es con aquellas palabras que a cada uno nos lleven hoy realmente a vivir?

(Tomado del Prólogo de José Arregi, Mi Iglesia y mi Credo. Reflexiones sobre un cristianismo creíble para hoy, Credo Ediciones, Berlín 2013, pp. 3-6).

Para orar

¡Oh Dios! Somos uno contigo.
Tú nos has hecho uno contigo.
Tú nos has enseñado
que si permanecemos abiertos unos a otros
Tú moras en nosotros.
Que mantengamos esta apertura
y luchemos por ella con todo nuestro corazón.
Que comprendamos que no puede haber
entendimiento mutuo si hay rechazo.
¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón,
plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti
y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser,
nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu.
Tú nos llenas de amor y nos unes en el amor
conforme seguimos nuestros propios caminos,
unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo,
y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor.
El amor vence siempre. El amor es victorioso. Amén.

(Thomas Merton)

26 comentarios

  • marian

    Como dije en otro comentario, creo que dejamos de creer en los “Reyes Magos”, dos veces en la vida. Y la segunda es la más dolorosa. Desde pequeñitos se nos habia enseñado que teníamos un Padre y una Madre que velaban por nosotros y a los que podíamos recurrir en todo momento. Luego las cosas empezaron a no cuadrar. Y comenzamos a buscar. Y no es fácil, porque no es probable que quieran o sepan ayudarnos. Así comenzamos un camino dificil que seguramente durará toda la vida. Así que José, me he sentido tan compenetrada con lo que dices, que casi podría haberla firmado yo. Qué sentido puede tener, ésta maravillosa Inteligencia?: el universo,ó los diversos. Lo que nos muestra la fisica cuántica. Ylo que me parece más desasosegante de todo, ver cómo para sobrevivir, tenemos que comernos unos a otros. Son preciosos los documentales sobre la vida de los animales, pero resultan inquietantes.

  • Román Díaz Ayala

    Ana,
    gracias por tu sincera respuesta ( como siempre).
    Es una lástima que responder a una exposición tan clara, tan puntual y tan específica, que siempre he interpretado, más que como
    una exposición de motivos, obedece a un deseo grande de encontrar una respuesta definitivo, una síntensis, que de fin a ( lo que para mí) es una supuesta incoherencia,
    no sea posible ahora por tres motivos
    1) nos apartamos del tema de Arregi
    2) estaría condicionada, por una rigidez en la respuesta poco entendible que daría lugar a una controversia posiblemente estéril
    y 3) Antonio Duato tiene en sus manos el primero de unos trabajos sobre apuntes que tengo sobre una inpterpretación al problema planteado por tí, que no sé si está programado para ser insertado en Atrio.
    Le pedire confirmación. Y si no sale entonces volveré sobre el tema en respuesta a tus comentarios
    Yo también en su momento me hice las mismas preguntas u observaciones que tú y tuve que ahondar en mis convicciones,
    Quizás su exposición nos ayude a todos, especialmente a mí.
     
    roman

  • ana rodrigo

    Román, no se trata de personas a título individual, y mucho menos de juzgar a nadie por su vida o sus creencias. Se trata de analizar el aire que respiramos, si el aire es tóxico, no sólo afectará a nivel individual sino social.

    Dentro de una hora, será 25, día que se nos propone por parte de la ONU dediquemos a luchar para erradicar el maltrato a las mujeres por el hecho de ser mujeres, no por una violencia cualquiera, es lo que llamamos violencia de género.
     
    Como estamos hablando de cuestiones religiosas, pongamos ejemplos de ideas tóxicas que han terminado colaborado en configurar  una sociedad machista desde eso que se ha dado en denominar palabra de Dios, leídos como textos sagrados, como voluntad de Dios, y así siglos y siglos en la sociedad occidental que abarca varios continentes. Pongamos unos cuantos ejemplos:
     

    “Pero quiero que entiendan que Cristo es cabeza de cada hombre, y que el esposo es cabeza de su esposa, así como Dios es cabeza de Cristo” (1 Corintios 11, 3).
     
    “El hombre no debe cubrirse la cabeza, porque él es imagen de Dios y refleja la gloria de Dios. Pero la mujer refleja la gloria del hombre… Y el hombre no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del hombre” (1 Corintios 11, 7-9).
     
    –“Si la mujer no quiere cubrirse la cabeza, entonces que se la afeite. Pero si le da vergüenza afeitársela, entonces que se la cubra”. 1 Cor 11:6
     
    “…las esposas deben estar en todo sujetas a sus esposos” (Efesios 5, 24).
     
    “Esclavos, obedezcan ustedes a los que aquí en la tierra son sus amos” (Efesios 6, 5).
     
    “Esposas, sométanse a sus esposos, pues éste es su deber como creyentes en el Señor” (Colosenses 3, 18).
     
    Romanos 7: 2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive: pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
     
    1 Pedro 3: 1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos;
     
    1 Corintios 11: 8, 9 Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.
     
    1 Corintios 14: 34 y 35 Vuestras mujeres callen en las asambleas; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.
    Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.
     
    1 Timoteo 2: 11-15 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
    Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en trasgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
     
    En 1 Pedro 3:7 “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.
     
    Y con estas filosofía-teológica-mística se ha intoxicado a millones y millones de fieles creyentes adjudicando actitudes vitales a hombres y mujeres para ser fieles cristianos, los hombres como superiores y las mujeres sumisas y obedientes en pro de la fidelidad a la voluntad de Dios.
     
    Como esto podríamos ver otros tantos virus tóxicos emanados desde la sacralidad religiosa. Si desacralizásemos estos textos, tendríamos mayor capacidad discernimiento para ver qué es  y qué no es sagrado: las personas son más sagradas que cualquier textos que hombres han dicho ser palabras de Dios.
     
    Hoy El Roto ha dibujado una mujer cortándose los dedos de sus manos, interpretando el mensaje de la mujer sumisa. Y, como dije el otro día, la autora del libro “Cásate y sé sumisa” dijo: “si lo que os molesta es la palabra sumisa, quemen la Biblia”. Pues ahí ha estado brillante. Señores y señoras, seamos coherentes y no hipócritas, la señora Costanza Miriano está diciendo lo mismo que la Biblia.
     
    Hay que cuestionar todo este mundo “sagrado” y cambiar el paradigma sin miedo.

  • pepe blanco

    Un poquito de física para desengrasar tanta teología.
    No sé de dónde habrá sacado Jose Arregui que la Tierra gira a una velocidad de 30.000 kilómetros por segundo.
    Nos estamos moviendo -ahora mismo- a una velocidad asombrosa, pero no tanto. Redondeando las cifras:
    – Velocidad de rotación (en el ecuador): 0,5 km/s
    – Velocidad de traslación alrededor del sol: 30 km/s
    – Velocidad de rotación del sol alrededor del centro de la galaxia: 220 km/s
    – Velocidad entre galaxias del grupo local de galaxias: 300 km/s (dato no confirmado)
    – Velocidad el cúmulo de Virgo (al que pertenece la Via Láctea) hacia el denominado “Gran Atractor”: 600 km/s (estimada; todo lo relacionado con el Gran Atractor está aún en pañales)
     
    La velocidad es una magnitud vectorial, es decir, tiene módulo (las cifras que he dado), dirección y sentido. Quiero decir que, si queremos saber a qué velocidad nos movemos por el espacio sideral, no podemos sumar directamente todas esas cifras. Pero sí nos sirven para estimar razonablemente bien el orden de magnitud, que resulta ser de 10 elevado a la sexta potencia (es decir, un millón de metros por segundo o bien 1.000 kilómetros por segundo, que es una barbaridad, pero no son 30.000 km/s, que es un orden de magnitud superior)
     

  • Román Díaz Ayala

    Queridos Ana y Honorio, hermanos míos en el Señor.
     
    Me ponéis en un grave compromiso porque yo participo plenamente en lo que calificáis
    teología-mística-filosofia.
     
    Aunque los separaría, puesto que valoro de forma distinta la teología de la mística y éstas, a su vez, de la filosofía.
     
    También disfruto con quienes se pronuncian en
    teología-mística-filosofía,
    juntas o por separado.
     
    No creo que quienes se pronuncian así estén participando del todo de ideas religiosas equivocadas, máxime cuando median experiencias muy iluminadoras,
    solamente que son diferentes, y otras, a las mías
    Tampoco las valoro, tanto en cuanto que sea una herramienta, sino una forma de expresarse de algún querido hermano o hermana mía.
    Lo mismo es que no soy moderno, ni he sabido descubrir el postmodernismo y me he quedado anclado en el pasado, lo que ya no existe.
    ¿No me podríais plantear este asunto de manera que yo lo entienda, ya que no estoy investido con la autoridad de la verdad total?
     
    roman

  • ana rodrigo

    Honorio nos recuerda que no hagamos juegos florales con la teología. Pues será cosa de penárselo y no bajar la guardia. Somos hijos e hijas de un contexto socio-cultural-religioso que nos invade por dentro y nos presiona desde afuera.
     
    Y, si el contexto en el que nacimos y hemos vivido, nos ha empapado de ideas religiosas equivocadas, desviadas del camino de humanidad compasiva, y se nos ha presentado a una institución- Iglesia como un lugar único en el que íbamos a encontrar salvación en este mundo y en otro, no viene mal de vez en cuando dedicarnos a desmontar este maléfico andamiaje en el que nos hemos sentido segur@s.
     
    Y, cuando bajemos de lo alto, nos encontraremos con la realidad andante que no percibimos desde las alturas y desde la seguridad. Los tsunamis de las crisis varias que están asolando a millones de seres humanos, andan por la calle, no por las alturas.
     
    Pienso que, quien más quien menos de quienes nos reunimos en este atrio, estamos en el intento, nunca conseguido, pero nunca olvidado. La teología-mística-filosofía es una herramienta, no un objetivo, pero la herramienta hay que mantenerla en buen estado para que pueda conseguir su objetivo. Pienso que en este equilibrio debemos movernos y en ello estamos.

  • h.cadarso

      Sabios comentarios los de todos/as, y un tanto contradictorios, algunos además un tanto crípticos. Se admiten discrepancias, se valoran todas las opiniones. Amigo Román, yo voy más a la lectura que cada uno hacemos de los problemas, a la clave en que los interpretamos, que a las cantidades de letras que dedicamos a cada uno de ellos.
      Sin género de dudas, el Rico Epulón tenía una teología-filosofía-mística, y el mendigo Lázaro otra; a lo mejor las nuestras se columpian entre la una y la otra. Digo yo…pero a lo mejor me equivoco. En todo caso, te confieso que intento acercarme cada vez más a la filosofía-teología-mística de Julius Nyerere-Pobre Lázaro. !Pobre, pero orgulloso de su dignidad y de sus derechos!  
      Pero quizá estoy desbarrando. Amigo Olvera, otra vez con nuestra obsesiva querencia por el tupamaro diácono Gaby de Montevideo. Que él y Julius nos protejan desde arriba…

  • Román Díaz Ayala

    Continúo con el tema.
    Antes hablaba de los contenidos y ahora pretendo abordar el tema de los intervinientes.
    Los actores principales de Atrio son un número bastante nutrido de lectores y lectoras, que si repiten es porque encuentran algún interés en participar aunque sea de forma menos activa.
    Los comenarios muestran una gran diversidad de opiniones y de posiciones personales. No todo lo que se dice es teología. Es más, casi todo se hace en el contexto de demostraciones de inquietud o preocupación por los problemas que nos acucian.(Y cada cual es digno de hacerlo desde sus contenidos de vida)
    La religión católica y sus contenidos han ocupado mayor espacio (Lo mismo ocurre en los medios de comunicacón que son ciertamente muy generalistas) porque las circunstancias mandan con el fenómeno Francisco.
    Y para acercarme al texto propuesto por Arregi, voy a dar mi opinión muy personal de lo que nos está ocurriendo
    Sin faltar al valioso testimonio personal, pues todos somos hijos de nuestras experiencias, siendo disentir en que hayamos entrado en la Posmodernidad con tanta inocencia, como se puede desprender de sus palabras.
    Lo que ocurre es que en España hemos tenido una distinta y particular trayectoria histórica, que nos apartaba del sentir europeo, contando el paroximos de la guerra civil y la dictadura militar.
    En América ocurría otro tanto en la casi totalidad de los países. El mismo México sufrió su revolución a principios del XX, pero luego sobrevino la Dictadura “consensuada”  del PRI, que fue una manera de legitimación de un régimen.
    Pero me tengo que ceñir a España.
    Y descubrimos que en Europa en el siglo XIX se llegó a la síntesis de Modernismo y Tradición, mientras aquí vivíamos en plena confrontación, y España se polarizó.
    En Europa el Modernismo murió. Y pongo fecha para el colofón final: La muerte de Hitler en Alemania  y los estallidos de dos bombas atómicas sobre el Japón
    La Posmodernidad se estrenó sobre las ruinas de millones de cadáveres y desaparecidos , el equilibrio del terror, y la búsquda de un nuevo pensamiento que diera razón de la existencia y explicación para tanta barbarie.
    Pero en España, entrábamos socialmente en la modernidad  en la década de los ochenta, a partir de 1981, el fallido golpe de Estado, cuando colectivamente nos dimos cuenta de que debíamos formar parte de Europa por necesidad de superviviencia para espantar los fantasmas del pasado, junto con la toma de conciencia de la profundidad  de los cambios de la Transición.
    En España hasta entonces, la intelectualidad, el pensamiento rector, transcurrían muy al margen de la ciudadanía ( lo que Ortega llamaba “las masas”) porque existía un pensamiento pesimista sobre nosotros mismos.
    La polarización siempre ha sido tal, que se acuñó la frase de las dos Españas (disimulando el hecho de que éramos varias)
    Hemos descubierto tarde que Europa es precisamente “un mosaico”, cuando, para algunos, deja de ser un ideal de integración
    Y aquí viene mi tesis necesitada de tanto preámbulo: Ahora que el pensamiento rector está en plena comunicación con la ciudadanía, nosotro/as (quienes estamos interviniendo en Atrio) somos los grandes beneficiarios de la promoción social, que ha promovido una ciudadanía con capacidad “pensante”.. Justo ahora que en los 90 el mundo globalizado abandonaba el postmodernismo ( que era un nombre provisional a falta de otro) para entrar en la Mundialización, que tiene matices y características propias.
    No me extraña, por tanto, que alguno/as sientan inquietudes y alguna comenzón de que podamos ser repetitivos de posiciones ideológicas ya muy aprendidas y desestimadas.
    Pero debemos ahondar bajo la corteza, (La de la naranja es muy amarga)
    para comer el fruto.
     
    roman

  • Rodrigo Olvera

    Mira Honorio, este intercambio epistolar entre la presa política Nadezhna Tolokonnikova y el filósofo Salvoj Zizek.
    Pongo el vínculo de la traducción al español, aunque hay algunos errores de traducción importantes  http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2013/11/17/correspondencia-entre-nadezhda-de-pussy-riot-y-el-filosofo-slavoj-zizek/
    El intercambio fue organizado por una revista  de filosofía
     
    Tocan temas VITALES para millones de personas, que me parece merecerían estar siendo discutidos con mayor amplitud tanto de intervenientes como de miras (es una discusión mucho más importante para mí que cualquier discusión teológica). La verdad es que ya ni me animé a proponerla al equipo de redacción para la columna central de ATRIO. Pero por tu comentario,  quizá te interese a tí.
     
    Saludos

  • pepe blanco

    Ese “Espíritu o la Ruah de la paz y del consuelo” que dice José Arregui, ¿será el mismo que subyace en las supernovas o en las radiaciones gamma destructoras de cualquier forma de vida? ¿El mismo que un día convertirá el sol en una gigante roja que, en diez o quince minutos, se tragará Venus, Mercurio, Tierra, Luna,…? ¿Es el mismo espíritu que hace que una leona mate y se coma -ñam, ñam- a una tierna gacelilla que corretea junto a su mamá gacela en una sabana africana o el que mueve al bacilo del ántrax a originar tremendas y mortales epidemias?

  • Román Díaz Ayala

    El comentario de Honorio causó cierta perplejidad en mí, lo cual no es de extrañar, porque miro la realidad todavía como si me estrenara en la vida.
    Así  que me puse a considerar el asunto, puesto que para mí la personalidad de Honorio a través de sus aportaciones me resulta bastante familiar y cercana, y porque es un participante activo no solo por sus contribuciones introduciendo temas, sino también por la oportunidad de todos sus comentarios. Es de quienes señalan muy claramente el perfil de Atrio.
    El resultado de mi estudio es el siguiente:
    Analicé la trayectoria de Atrio desde 1 de noviembre hasta el 23 y me dió los siguientes resultados;
    La Redacción ha introducido 36 contribuciones de un total de 2o autores, incluída la propia Redacción que ha introducido cuatro.
    Hasta la fecha se han recibido 363 comentarios. Debemos tener en cuenta que permanecen abiertos y operativos alrededor de dos meses, aunque yo vengo observando que es habitual introducir comentarios de forma habitual durante tres o cuatro semanas y temas que parecían olvidados, vuelven a producir un diálogo muy animado.
    En cuanto a los temas  introducidos he contado hasta unos sesenta que según las entradillas son:
    Argentina, Amor, Alimentos, Atrio, Brasil,
    Comunidades de Base, Crisis Ecpnómicas, Chile, Ciencia, Cristianismo, Canonizaciones,Capitalismo, Cultura,
    Democracia, Derechos Humanos,
    Euskal Herría, España, Ecología,Espiritualidad, Economía, Educación,Exégesis Bíblica, Esperanza, Ecuador,
    Fe, Familia, Francisco, Francisco de Asís, Filipinas,
    Humanismo, Humanidad, Historia,
    Israel, Indignación, Iglesia, Iglesia Católica,
    Juan Pablo II, Justicia Social, Jesús de Nazaret.
    Liturgia, Liberación, Legionarios de Cristo,
    Muerte, Memoria histórica, Mujer, Mártires, Migraciones
    Paz, Palestina, Poderes Económicos, Política, Papado,
    Razón, Religión,
    Salud, Solidaridad, Sexualidad,Sociedad,
    Teología, Terrorismo, Vaticano.
    Creo que no me olvido de ninguno.
    Sin embargo, me resuenan las palabras de Honorio. “seguimos haciendo teología como quienes se divierten en juegos florales”, .. “Círculos viciosos en el que creo, nos estamos metiendo…”
    Y me resuenan las palabras del articulista:
    Estallido de la verdad,
    Fragmentación del saber,
    Evidencia de l incertidumbre,
    Reconocimiento del pluralismo.
    (Qué gran esfuerzo de la Redacción, digno de elogio, no sólo por la elección de los temas, sino por su dedicación)
    Y como conozco a Honorio, me consta que entiende pefectamente lo que dice Arregi. Y sin embargo insiste en que nos hemos vuelto monotemáticos (¿O quiso decir obsesivos?)
    Porque no creo que esté expresando que hay una sola y única manera de participar en Atrio.
    En fin, que sobre este tema volveré más tarde.
     
    roman
     

  • mª pilar

    Honorio amigo:

    ¡¡¡Estoy contigo!!!

    Que difícil resulta pisar el suelo con toda sencillez, sin rimbombantes palabras, ritos, montajes…

    ¡Cuánto daño han y hacen la religiones con sus doctrinas, mensajes, montajes etc…!

    ¡Cuánto nos cuesta “Escuchar a Jesús” no a la “letra sola” si no mirando todo su comportamiento, la palabra, obra, Vida!

    La Escritura ¡¡¡No es toda ella palabra de Dios!!!

    Esta sobrevuela en ella en un porcentaje ¿mínimo? el resto es: la manera de expresar el ser humano esa presencia que intuye y la viste de aquello que personalmente siente, piensa, propone como mejor…

    Hay que mirar, profundizar, sacar a la luz, aquello que en nuestro interior se ilumina y nos empuja.

    Un abrazo.

    mª pilar

  • Antonio Vicedo

    Amigo,” h.cadarso”, gracias por tu aportación a la que me quiero adherir completamente y sentirme honrado de mi solidaridad con tigo que así te expresas , aunque invitándote a que a la crítica de pasteleo entre cristianismo y capitalismo, añadamos también la amalgama de capitalismo con casi la totalidad de las religiones e idolatrias que presumen de ateas y en práctica más que en teoría, caen en la misma o peor deshumanización en y para la Humanidad ofreciéndole orientación y práxis de prevalencia de fuerza y poder sobre la racionalidad y la verdad de la realidad de la insustituible IGUALDAD ESPECIAL DE TODOS LOS SERES HUMANOS.
     
     
    Por ello hemos de estar alertados para distinguir entre cristianismo identificado con testimonio y mensaje de Jesús y los cristianos como con otros testimonios de profetas o líderes religiosos que se implicaron seriamente en la humanización de la Humanidad  y sus entusiastas o interesados seguidores.
     
     
    Creo que es hora, y en Atrio y otros cauces se nos está ofreciendo la oportunidad de aventar la parva para contribuir a que se pueda separar el grano de la paja y que cada porción destinada a su peculiar cometido.
     
     
    Me sigue doliendo en lo profundo de mi ser aquello del prólogo del Ev.de Juan:-“La Luz verdadera la que alumbra a todo hombre, estaba llegando al mundo. En el mundo estivo y, aunque el mundo se hizo mediante Ella, el mundo no LA conoció. Vino a SU CASA, pero LOS SUYOS no LA recibieron…. -porque la Ley se dió por medio de Moisés, el amor y la lealtad se hicieros realidad en Jesús el Mesías. A Dios nadie le ha visto jamas; es el HIJO UNICO… QUIEN lo ha explicado.”
     
     
    Convenzámonos para siempre y en cada instante de lo que dicen que dijo Jesús: YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD  Y LA VIDA para librarnos, contribuyendo a que tod*s puedan leberarse de las tinieblas de la culta falsedad inhumana, idolátrica y radicalmente injusta.

  • h.cadarso

      Amigos míos: Yo sigo erre que erre con la mística-teología-filosofía del profeta posmoderno africano que se ha quedado atascado camino de los altares por no sé qué accidente “imprevisto” (?) y que se llamó Julius Nyerere. Y este mi profeta preferido dice algo muy muy muy teológico-filosófico-místico: “somos contra todos los capitalistas. No luchamos contra el cristianismo, aunque la mayoría de los capitalistas son cristianos. Pero si los cristianos quieren desplegar el capitalismo junto al cristianismo, somos firmemente contra ellos”  
      Palabra de Dios…Te alabamos, Señor.
      Este hilo y otros se mueven dentro de las coordenadas de nuestra cultura occidental, juegos teológico-filosófico-místicos orquestados desde el pensamiento supuestamente cristiano de pensadores alemanes y centro europeos de cabezas cuadradas que dudo que tengan ideas muy claras de las dimensiones de nuestro planeta. Es decir, en un universos cultural movido por una visión neoliberal del mundo.  María le ha comido el tarro a Marta, la ha encerrado en la cocina y el servicio.
      La gente se muere de hambre, los emigrantes se quedan colgados y se desangran en la valla de Melilla, o se ahogan a las puertas de Lampedusa, tenemos al Tercer Mundo condenado a morir de hambre, preso en sus vertederos de basura y malaria y.. Les vendenmos el espejismo de nuestro mundo-paraíso occidental para conseguir que aborrezcan la pobreza en que viven y se suiciden en el viaje a nuestro paraíso fantástico. Y seguimos haciendo teología como quien se divierte en unos juegos florales…
      Ustedes me perdonarán, pero a veces echo de menos a nuestros amigos ateos o como les quieran llamar que nos sacaban de este círculo vicioso en que creo que nos estamos moviendo…

  • Juanel

     
    Santiago, estoy de acuerdo contigo en que las palabras de la eucaristía “el cual, la noche en que iba a ser entregado. tomó el pan…..” no hay o mejor no veo razón alguna para tenerlas que cambiar, pues aquí no hay nada filosófico o que tenga que ser contextualizado, dado que se trata del testimonio o memorial del centro de la fe en Jesús. El pan es el cuerpo de Cristo y el vino es su sangre que sella la nueva alianza, derramada para el perdón de los pecados. Quizás habría que explicar teológicamente la profundidad hacia donde apuntan esas palabras, pero en mi opinión, no han cambiado culturalmente el significado de los términos que la fórmula emplea. No veo tampoco un lenguaje florido, metafórico o alegórico, sino preciso, escueto, sencillo y concreto. Es el resto del canon de la Misa (excepto el Padrenuestro) lo que podría suprimirse y dejar a la comunidad libre en sus oraciones y aportaciones que quiera hacer. Confiar en las comunidades que compartimos la misma fe, unidas a su obispo y con el de Roma.

  • Santiago

    Yo creo que Francisco Papa Bergoglio ya ha dado bastante signos para hacer a la Iglesia mucho mas asequible y comprensible…para que TODOS los que estén dispuestos a seguir lo que transmitieron los testigos de la vida de Cristo…que fueron sus mas íntimos amigos, puedan ser partícipes..Por eso, porque el sucesor de Pedro solo transmite “lo recibido”, no puede cambiar lo recibido de Cristo….
    Pero el pronunciar las palabras de la consagración, sobre el pan y el vino, no es lo único que Cristo ordenó “hacer” a los que estuvieron presentes en la Última Cena….porque el “memorial” de su pasión y muerte fue realizado dentro de la celebración de la “berakah”, el rito de la comida judía donde específicamente se bendice y se da gracias….Por eso, el rito coincide con la Pascua judía “anticipada”….la comida que Jesús quería tener con sus apóstoles antes de su muerte….y que no era la “vieja” Pascua…sino “su” nueva Pascua, donde se realizó la “nueva alianza” en su sangre….sangre que iba a derramarse muy pronto….
    Pero Cristo dio su cuerpo y su sangre a sus discípulos como en un” anticipo” de su Resurrección…Por eso Cruz y Resurrección, en realidad, pertenecen íntrinsecamente a esta “acción de gracias” que es la Eucaristía…y porque este don sacramental esta enraizado en la Resurrección, la celebración eucarística tiene que estar conectada forzosamente con el memorial de su Resurrección…Y asi el primer encuentro con Cristo Resucitado fue en la mañana del “primer día de la semana”…que se vino a llamar Domingo…o sea, el “día del Señor”..el día cuando el Señor resucitó…De esta manera y en atención a ello, en los Hechos de los Apóstoles  se lee: “EN EL PRIMER DÍA de la semana, cuando nos reunimos todos “en la fracción del pan” (Hechos 20,7)
    Por eso, el Papa Francisco puede cambiar algunas cosas de la liturgia…sin embargo, no tendría ninguna autoridad apostólica para suprimir el sentido de la oración de la “berakah” cristiana, que incluye la accion de gracias, las bendiciones y la consagración…porque todo esto forma el “todo” y el verdadero sentido del sacramento de la eucaristía para la Iglesia….Y asi tampoco podría “reducir” los sacramentos a una generalización trivial e inespecífica…porque la intención de Cristo -según la íntima tradición apostólica- era específica y real….y asi estos sacramentos se componen del ministros y de los que lo reciben….y está presente no solo la voluntad del ministro…sino la de los recipientes de esta celebración de la gracia…Cristo es personal…..nos llama a cada uno de nosotros en particular….como llamó a los 12, como llamó a Zaqueo, como llamó a la samaritana….y nosotros podemos responder o no responder….Por eso nuestra respuesta es coherente y válida….pues implica mérito o no…De otra manera, seríamos irracionales…
    saludos cordiales de Santiago Hernández  

  • Román Díaz Ayala

    Admiro en gran manera aquella generación de curas y religiosoa, seminaristas mayores y también aquellos y aquellas militantes cristianas comprometidos en lo social y político.
    Entonces se planteaban las mismis inquietudes, especialmente los más comprometidos en  la pastoral.
    No podemos confundir incertidumbre con inseguridad,
    ni  toda creencia con la fe que emana de la experiencia cristiana, en cuanto a que se descubre a una Persona,
    no toda duda es razonable, pues nace de la desconfianza “en el otro”.
    Se han necesitado muchos cantos rodados, para girar el curso  de la corriente de la historia.
    ¡Pero algunos, comoArregui,todavía navegan!
    Y de verdad, sé. me consta, que alguien le espera en su destino.
     
    roman

  • Juanel

     
    Quizás sea pronto el cambio, que el canon de la Misa sea suprimido por el papa Francisco, y deje que la comunidad se reúna en torno a la fracción del pan, y autorice la libertad necesaria a la comunidad con unos mínimos comunes de culto, como la oración que Jesús nos enseñó, que haya un reconocimiento de los pecados y el perdón, y algunas lecturas del NT y del AT y su comentario que podrían ser las mismas para toda la Iglesia o no. Si esto ocurriese no tendría que romperme los cascos para traducir el Credo. Hay esperanza de que ocurra pues Francisco ya ha dicho que habría que abandonar un lenguaje anquilosado que no es el nuestro.

  • Santiago

    José,     describes muy bien la trascendencia….pues el Homo Sapiens no la tiene en “si misma” , -a pesar de nuestro magnífico ego-sino esta criatura , que es parte de la Creación….desaparecerá algún día de la tierra…y sin embargo, lo realmente importante permanecerá..,lo que es trascendente es el origen de todo….del que hemos recibido nuestra propia existencia…y a lo que debemos nuestro “movimiento”…La explicación de todo, pues, no está en nosotros…nosotros no poseemos “per se”,- sino que hay “otro” que posee verdaderamente la existencia..en si mismo.
    Por eso, no puede ser nuestra misma existencia el fin….sino que  nuestra vida se convierte en una continua búsqueda de “otro”….Asi relata su búsqueda existencial la filósofa fenomenológica Edith Stein..que no encontraba la respuesta a sus preguntas en la filosofía alemana de la época….a pesar de la apertura que le ofrecía su maestro Husserl, mas metodológico que conclusivo en su concepción de la existencia humana….Pero sorpresivamente ella  -la científica  imparcial de la metafísica germana- va encontrar la verdad identificándose con una mística experimental como era Teresa de Avila, la santa castellana…Allí, en su autobiografía encontró su camino espiritual Edith…donde la verdad teórica se convertía en realidad….El Dios invisible hecho visible en Jesus de Nazaret, que es la verdad divina  misma convertida en la clave humana…El, Jesús, entonces, le da a ella, la respuesta personal que buscaba..y lo que ella filosóficamente había contemplado solo en “teoría”, ahora se presenta como una esplendente realidad….el saber que había llegado por fin a encontrar el camino verdadero….que le conduciría directamente al amor del Padre….Y la biografía de la búsqueda de Edith Stein, puede ser la misma nuestra
    Una saludo cordial de Santiago Hernández  
     

  • Antonio Vicedo

    -Todo lo que José acumula como parajes por los que ha tenido que discurrir su ya largo caminar, ha constituido también los lugares, tiempos, climas y ambientes en los que mi vida ha transcurrido, significando no pocas turbaciones racionales y prácticas, para lograr  un poco, o un mucho, de coherencia, según desde donde lo considere.
     
     
    Pero ha habido algo que desde el ambiente familiar me sirvió de orientación y como camino para tan largo y abrupto recorrido.
     
    Una frase de mi padre con su testimonio, apoyada y corroborada por el testimonio y preocupación de mi madre, resumiendo con extrema sencillez y claridad testimonio y mensaje: ” Haz el bien, no hagas mal y sobran todos los sermones”.
     
    Desde esta advertencia teórico práctica  ponían a la fe en su sitio de aceptación libre y coherencia responsable que había que concretar en la realidad humana concreta, tanto a plano personal como relacional en tanto posible.
     
     
    El verdadero problema vital como tarea a desarrollar en proceso de comportamientos sucesivos consistía en el logro de entender la realidad humana con la maxima verdad, entre lo que destacaba la igualdad como valor, en tanto sujetos libres y responsables
     
    ¿Era eso lo más claro que se podía escuchar de los mensajes  evangélicos en aquella religiosidad cargada de tantas complicaciones de tradiciones y normativas? ¡Puede!
     
    Y por ello, la aceptación amorosa del Dios de la Fe, manifestado en y por Jesús, que en nada menguaba nuestra condición humana, sino que la trascendía sin alienaciones, palabro, que en aquel clima vivencial sde humana sencillez no se oía, pues d lo que se trataba era de siempre estar por hacer el bien y evitar el mal humanamente.
     
    Los estudios normales en aquel seminario valenciano, me sirvieron de acumulación de materiales con intento de estructurar la función o vocación clerical, pero el plano y el proyecto familiar, puesto en contraste o relación con aquel crecer en ser más sabio y entendido, no perdió su prevalencia, sino que siguió  encontrando valor  refuerzo en el contacto directo con las gentes sencillas de mi pueblo en las vacaciones y con las de las parroquias a las que fuí enviado.
     
     
    Cada avance por el camino vital, no siempre cómodo, pues la cultura del sistema de poderes  tenía sus posiciones de inhumanidad, era un acicate para aclararme más de que el EVANGELIO =BUENA NOTICIA para TODA LA HUMANIDAD, y por ello principalmente para los considerados más pequeños o últimos era lo que Jesús asumió en su Humanización y lo que presentó como proyecto del Reino del Padre Dios y su Justicia.
     
    La FE es FE, si se concreta en  que la propia y universal humanidad sean HUMANAS, o no es Fe.
     
    Y por todo esto, ahora, como de siempre, no me importa recitar  cuanto la IGLESIA (Que no es solo jerarquía, clero, sabios y entendidos) propone en su CREDO, desde la primera palabra a la última,:la Fe es actitud de libertad, no de ciencia,
     
    Pero ese credo lo tengo resumido en dos conceptos y palabras: “PADRE”(“MADRE -ABBÁ”), para reconocerlo con agradecimiento y plena confianza filial y NUESTR@ con intento serio de vivir la HERMANDAD UNIVERSAL de una humana HUMANIDAD.
     
    Gracias José y a lo que intentamos sea Atrio por brindarnos la ocasión de poder compartir esto a los 85 años.

  • ana rodrigo

    Corrección: el autor del párrafo citado es Joaquín (Ximo), García Roca.

  • ana rodrigo

    Estoy leyendo el artículo de Ximo Roca en IGLESIA VIVA sobre el Papa Francisco, y leo lo siguiente relacionado con lo que acabo de escribir: “Francisco observa que los lenguajes utilizados por la Iglesia se han agotado y anquilosado hasta impedir la actualidad del evangelio. La esclerosis del lenguaje, cuando se aleja del mundo cotidiano, no sirve para la conciencia adulta. Propone dejar de ser “coleccionista de antigüedades” y “cultivadores de teologías narcisistas”. La recreación del lenguaje pasa por recuperar los múltiples registros culturales y abandonar la convicción de que sólo hay un lenguaje específicamente religioso y cristiano. La palabra de Dios no es una palabra junto a otras, sino una palabra en las otras. Cada tiempo ha de utilizar todas las capacidades expresivas que permiten actualizar y transmitir el Evangelio de Jesús”.
     
    Un poco antes de este fragmento pone una cita que deduzco son palabra de Jorge Bergoglio antes de ser Papa, porque las sitúa en 2010 y dice: “Quien tiene respuesta para todas las preguntas, es una prueba de que Dios no está en él” (Sobre el cielo y la tierra, 2010: 43)
     
    Quizá haya llegado la hora de que l@s creyentes no seamos tan prepotentes y hurguemos un poco más dentro de nuestro interior para poder mirar y ver con ojos nuevos al exterior.

  • ana rodrigo

    Habitualmente hablamos de cambio de paradigmas, la gente de cierta edad hemos recorrido un camino común al que nos relata Arregui. Lo que pasa es que el paradigma que se nos avecina casi ni lo vislumbramos, a veces da la impresión de que nos encontramos en un torrente de cambios de toda índole al que no sabes bien a qué agarrarte.
     
    A mí me desconcierta mucho la juventud actual o aquell@s que han abandonado cualquier religión. En el tema religioso, la juventud, o siguen con algún paradigma de los tres mencionados por Arregui, o te hacen ver que andamos despistad@s quienes no queremos abandonar el mundo religioso heredado, como que hay que cortar con creencias, ritos y tradiciones que a ello@s no les sirven para nada. Pero tampoco ell@s saben lo que quieren y lo que buscan, lo que tienen claro es que lo que han visto en nosotr@s no les vale. Se suele decir que no estamos en una época de cambio, sino en un cambio de época.
     
    Desde siempre la fe en un Dios ha dado mucha seguridad, avalada por creencias y prácticas religiosas; pero esas seguridades se tambalean en much@s creyentes, e, incluso, a alguna, como a mí, me dan igual las seguridades. Y ahí ando, en búsqueda continua, conjugando mi propio mundo interior con una lógica de vida, con curiosidad por lo desconocido, con una esperanza de vivir en plenitud, buscando propuestas que satisfagan mis inquietudes, sin miedo a desprenderme de creencias que en un momento de la vida eran intocables por sagradas, queriendo dar sentido a mi vida desde la bondad y el bien…, y en ello andamos.

  • oscar varela

    Hola!
     
    No está mal que semanalmente Atrio nos entretenga con
    los “fuegos artificiales”, e.d. “jolgorio místico” del bueno de Arregui.
     
    A sus 60 años nos cuenta de haber caminado por 3 TRAYECTORIAS de profundidad.
    ¡Y sigue lo más contento!
     
    – “ vivir en mi vida:
    * tres culturas distintas,
    * tres visiones del mundo y
    * tres paradigmas teológicos”-
    ………………….

    Pienso que desde esa EDAD (60/65 años)
    · No solo NO SE PUEDE “cambiar profundamente”, porque ya hemos consumido casi toda la Energía impulsora con que nos hemos “Proyectado” (ahora nos mueve su “culatazo”);
    · Sino que convendría re-pasar las Trayectorias (sobarlas) para encontrarle aquello común y más profundo (la auténtica vocación personal) que las fueron empalmo-solapando; y entregarlo en herencia.
     
    ¿Tal vez, no?
     
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • mª pilar

    ¡Gracias José Arregui!

    Me uno a su manera de caminar esta vida que nos toca vivir, a las experiencias similares vividas, a los cambios necesarios y sobre todo personales e intransferibles.

    Me ha dado paz comprobar que el “credo” no puede ser dictado, escrito, limitado por quienes gobiernan las iglesias.

    Hoy no puedo rezar el credo impuesto hace ya ni sé… en la iglesia; así, que en silencio voy diciendo lo que personalmente llena mi vida.

    Lo mismo me ocurre con la mayoría de oraciones y ritos en la que sigue anclada la iglesia romana.

    Me ayuda no sentirme sola, silenciosa, como si fuera una “renegada”; lo cierto es, que no puedo repetir como un loro, lo que en sí mismo, es contradictorio con lo que Jesús nos enseñó y dejó en nuestras manos para llevarlo adelante.

    ¡Gracias José A. de nuevo!

    mª pilar

  • Celso Alcaina

    Como todo lo que escribe Arregi, lo encuentro maravilloso, iluminador, ilusionante. Descubre y explicita las sucesivas dolorosas perplejidades que también a mí  me afectaron. Seguramente, a muchos otros reflexivos coetáneos. El cambio de paradigma  en los varios campos humanos, cuando se realiza en tiempo inusualmente breve, resulta difícil, a veces desgarrador. Por motivos obvios, este desgarro se visualiza preferentemente en las religiones, y no sólo en lo que respecta a sus dirigentes. Conflictos que van más allá de lo religioso. A nosotros, los de la edad dorada, ha tocado atravesar  estepas y desiertos. Ya se vislumbra un relativo oasis para las inmediatas generaciones venideras. No me perderé la lectura del libro. Aunque sólo sea por sintonía.