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Mensaje del 33 Congreso de Teología

33 CONGRESO DE TEOLOGÍA PDF_Página_1_Página_1

Del 5 al 8 de septiembre hemos celebrado en Madrid el 33 Congreso de Teología sobre “La teología de la Liberación, hoy”, que ha reunido a mil personas procedentes de los diferentes países y continentes en un clima de reflexión, convivencia fraterno-sororal y diálogo interreligioso, intercultural e interétnico.

  • 1. Vivimos en mundo gravemente enfermo, injusto y cruel, en el que la riqueza se concentra cada vez más en menos manos y crecen las desigualdades y la pobreza. Entre 40.000 y 50.000 personas mueren al día por hambre y guerras, cuando existen recursos suficientes para alimentar al doble de la población mundial. El problema no es, por tanto, la escasez, sino la competitividad, la acumulación desmesurada y la injusta distribución, generadas por el modelo neoliberal. Los gobernantes dejan que gobiernen los poderes financieros y la democracia no ha llegado a la economía. La crisis europea actual tiene como efecto el desmantelamiento de la democracia.
  • 2. La crisis económica se ha convertido en una crisis de los derechos humanos. Los llamados eufemísticamente “recortes” en educación y salud son, en realidad, violaciones sistemáticas de los derechos individuales, sociales y políticos, que habíamos conseguido con tanto esfuerzo a lo largo de los siglos precedentes.
  • 3. Pero esta situación no es fatal, ni natural, ni responde a la voluntad divina. Se pueden romper las inercias cambiando nuestro modo de vivir, de producir, de consumir, de gobernar, de legislar y de hacer justicia y buscando modelos alternativos de desarrollo en la dirección que proponen y practican no pocas organizaciones hoy en el mundo
  • 4. Estos días hemos escuchado los testimonios y las voces plurales de las diferentes teologías de la liberación, que se cultivan en todos los continente y que intentan colaborar en la respuesta a los más graves problemas de la humanidad antes descritos: en América Latina, en sintonía con el nuevo escenario político y religioso y con las experiencias del socialismo del siglo XXI; en Asia, en diálogo con las cosmovisiones orientales, descubriendo en ellas su dimensión liberadora, en África, en comunicación con las religiones y culturas originarias, en busca de las fuentes de la vida en la naturaleza.
  • 5. Hemos comprobado que la teología de la liberación sigue viva y activa frente a los intentos del pensamiento conservador y de la teología tradicional de condenarla y darla por muerta. La TL es histórica y contextual y se reformula en los nuevos procesos de liberación a través de los sujetos emergentes de transformación: mujeres discriminadas que toman conciencia de su potencial revolucionario; culturas otrora destruidas que reivindican su identidad; comunidades campesinas que se movilizan contra los Tratados de Libre Comercio; jóvenes indignados, a quienes se les niega el presente y se les cierra las puertas del futuro; naturaleza depredada, que grita, sufre, se rebela y exige respeto; migrantes maltratados que luchan por mejores condiciones de vida, religiones indígenas y afrodescendientes que renacen tras siglos de silenciamiento.
  • 6. La TL es teología de la vida, que defiende con especial intensidad la vida más amenazada, la de los empobrecidos, que mueren antes de tiempo. Hace realidad las palabras de Jesús de Nazaret: “He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Llama a descubrir a Dios en los excluidos y crucificados de la tierra: esa es la misión fundamental de las Iglesias cristianas, de la que han estado muy alejadas
  • 7. Los reformadores religiosos han abierto y siguen abriendo caminos de compasión y liberación integral, que deben traducirse política, social y económicamente en cada momento histórico, de manera especial Siddharta Gautama el Buda y Jesús de Nazaret el Cristo (tema de la última conferencia del Congreso.
  • 8. Denunciamos la falta de ética en las políticas gubernamentales que presentan los recortes como reformas necesarias para la recuperación económica. Nuestra denuncia se extiende a los bancos, las multinacionales y los poderes financieros como verdaderos causantes de la actual crisis en connivencia con los gobiernos que lo permiten. Optamos por otro modelo económico cuyos criterios sean el principio del bien común, la defensa de los bienes de la tierra, la justicia social y el compartir comunitario.
  • 9.. Denunciamos el uso de la violencia, el militarismo, el armamentismo y la guerra como formas irracionales y destructivas de solución de los conflictos locales e internacionales, a veces justificados religiosamente. Optamos por un mundo en paz, sin armas, donde los conflictos se resuelvan por la vía del diálogo y la negociación política. Apoyamos todas las iniciativas pacíficas que vayan en esa dirección, como la jornada de ayuno y oración propuesta por el papa Francisco. Rechazamos la teología de la guerra justa y nos comprometemos a elaborar una teología de la paz.
  • 10. Denunciamos el racismo y la xenofobia, que se manifiesta de manera especial en las leyes discriminatorias, en la negación de los derechos de los inmigrantes, en el trato vejatorio a que son sometidos por las autoridades y en la falta de respeto a su estilo de vida, cultura, lengua y costumbres. Optamos por un mundo sin fronteras guiado por la solidaridad, la hospitalidad, el reconocimiento de los derechos humanos sin discriminación alguna y de la ciudadanía-mundo frente a la ciudadanía restrictiva vinculada a la pertenencia a una nación.
  • 11. Denunciamos la negación de los derechos sexuales y reproductivos y la sistemática violencia contra las mujeres: física, simbólica, religiosa, laboral, ejercida por la alianza de los diferentes poderes: leyes laborales, publicidad, medios de comunicación, gobiernos, empresas, etc. Dicha alianza fomenta y refuerza el patriarcado como sistema de opresión de género. En la discriminación y el maltrato a las mujeres tienen una responsabilidad no pequeña las instituciones religiosas. La teología feminista de la liberación intenta responder a esa situación reconociendo a las mujeres como sujetos políticos, morales, religiosos y teológicos.
  • 12. Pedimos la inmediata suspensión de las sanciones y la rehabilitación de todas las teólogos y los teólogos represaliados (de quienes han visto sus obras prohibidas, condenadas o sometidas a censura, de quienes han sido expulsados de sus cátedras, de aquellos a quienes se les ha retirado el reconocimiento de “teólogos católicos”, de los suspendidos a divinis, etc.), sobre todo durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, que fueron especialmente represivos en cuestiones de teología moral y dogmática, en la mayoría de los casos por su vinculación con la teología de la liberación e incluso por seguir las orientaciones del Concilio Vaticano II. Dicha rehabilitación es exigencia de justicia, condición necesaria de la tan esperada reforma de la Iglesia y prueba de la autenticidad de la misma. Reivindicamos, a su vez, dentro de las Iglesias, el ejercicio de los derechos y libertades de pensamiento, de reunión, de expresión, de cátedra, de publicaciones, no respetados con frecuencia, y el reconocimiento de la opción por l@s pobres como criterio teológico fundamental.

Con don Pedro Casaldàliga afirmamos que todo es relativo, incluida la teología, y que solo son absolutos Dios, el hambre y la liberación.

Madrid, 8 de septiembre de 2013

13 comentarios

  • olga larrazabal

    Perdonen la “falta de ignorancia” como dicen los campesinos de mi país.  ¿Cuál es la política abortista de USA? ¿Y qué relevancia tiene para nosotras?  Porque conozco sus Tratados de Libre Comercio, su imposición de sistemas de patentes hasta del aire, sus bases militares, sus guerras intervencionistas, su protección a ciertas transnacionales,  su política de desestabilizar gobiernos que no le son afines y todas esas cosas me afectan personalmente, pero sus políticas de salud públicas o privadas  en este tema, no se que importancia tienen.

  • ana rodrigo

    Si alguien me va a interpelar a lo que acabo de escribir, no os extrañe que no os conteste porque la próxima semana me va a ser muy difícil poder hacerlo.

  • ana rodrigo

     
    Yo que en 30 años, no he podido asistir a éste, he sacado las conclusiones de lo que el manifiesto nos transmite: los testimonios presenciales en el Congreso demuestran que la Teología de la Liberación, a pesar de los intentos por hacerla desaparecer por parte de la máxima autoridad eclesiástica, los dos últimos Papas, no han podido con ella, y ahí sigue, haciéndose vida y transmitiendo vida donde más déficit hay de ella, l@s empobrecid@s.
     
    No es menos interesante el listado de los sujetos agentes: mujeres, comunidades campesinas, inmigrantes, etc.
    Y muy a tener en cuenta es la denuncia de los agentes causantes de tanta injusticia: el maridaje entre el poder político y el poder económico-financiero, el armamentismo, la guerra, la xenofobia, el racismo, la violencia contra las mujeres, expresa y tácita, denegándoles sus múltiples y legítimos derechos. Diríamos que son los actuales jinetes del apocalipsis de nuestra época, aunque algunos, desgraciadamente, se remiten de manera inmisericorde en la historia de la humanidad.
     
    A cada una de estas denuncias se proponen alternativas constructivas y de acción, como no podría ser de otra manera.
    Sí es novedoso que todo un Congreso de Teología (visualizo a l@s mil asistentes aprobando la propuesta con sus aplausos) es el empujón que dan a que el actual Papa haga justicia con todos los teólogos (siempre digo que a las teólogas no le hacen caso ni para condenarlas) que han sido condenados y excluidos de la docencia o de otra actividad pública en la Iglesia, y que, con el paso del tiempo, se está demostrando que la inmensa mayoría fueron, son, auténticos profetas en la Iglesia. Podríamos hacer un largo listado, pero sólo voy a citar a Hans Küng, Castillo, Boff, Tamayo, etc. etc.
     
    Tampoco yo me he propuesto reproducir todo el manifiesto, sino que he querido resaltar aquello que me ha llamado la atención y que yo considero digno de no leerlo en diagonal, sino valorarlo en su justa medida.
     
    Dice qle evangelio de Juan “la Palabra se hizo carne”, es a través de la palabra como nos ha llegado su mensaje, y es a través de la palabra como avanza la humanidad. Un congreso, un libro, una conferencia, si no es palabrería, y este congreso creo que no lo ha sido, siempre ayuda a construir  ese mundo posible y necesario que tanto anhelamos.

  • ana rodrigo

    Leyendo alguno de los comentarios sobre este post, tengo la impresión de que a un manifiesto de un congreso de teología se le exige lo que podríamos exigir a una sesión de la ONU o de cualquier otro organismo mundial con capacidad decisoria sobre los enormes problemas que asfixian este mundo.
     
    Como en cualquier manifiesto, lo que se ha hace en el mismo es, por una parte, el relato de lo que allí se dijo y se escuchó, y, por otra, la constatación de una realidad, la reflexión pertinente sobre la misma generando esperanza, eliminando fatalismo, así como denunciando todo aquello que, en ese espacio de tiempo es posible hacer en busca de una liberación de las estructuras injustas que aquejan a la sociedad en general, y a la Iglesia en particular.

  • Antonio Vicedo

    Me refiero, Juanel, en mi opinión a  que no se trata de VER más para poner remiendos, sino para, con EL PAÑO NUEVO, hacr el TRAJE NUEVO que necesita como vestido estructural nuestra  inhumana HUMANIDAD, para que pueda ser HUMANA.

    Y esto, bien sabes que no es de mi pobre cosecha.
    Un agradecido abrazo.

  • Juanel

     
    ¿Me permites Antonio Vicedo que discrepe contigo? Quizás no te he entendido bien y si te digo algunas consecuencias de tu comentario que no se corresponden con lo que dices, pues simplemente me lo aclaras. ¿Qué quieres decir con que no se trata de quemarse la vista teológica o ética al viejo traje humano que se deshilacha? Es que yo creo que se trata precisamente de hacer eso. Hay que quemarse la vista teológica y ética, y añado con todas nuestras fuerzas y capacidades para seguir avanzando en justicia y bienes, justo a partir de lo que tenemos. Propones quizás que habría que romperlo todo porque los poderosos siguen alimentándose a sí mismos sin tener en cuenta para nada a los débiles. Cierto, todavía no hemos podido alcanzar el anhelo de sociedades igualitarias en derechos y justicia, pero basta echar una mirada atrás en la historia para comprobar que hemos avanzado bastante.¿Insuficiente? Bueno yo diría que más que insuficiente pero avanzamos.
     
    Dices que el viejo traje humano se deshilacha. Pregunto ¿alguna vez no ha sido así? Lo humano lo vamos construyendo en la historia. No hay que perder la esperanza en que llegue el día en que lo humano alcance su plenitud. Hay que seguir avanzando en la dirección en la que Jesús de Nazaret propone, y es verdad que sería necesario que algunos, y cuantos más mejor, vivan como si estuviesen instalados en la plenitud humana vestidos con el nuevo traje humano, pues actuarían de fermento que aceleraría la historia. Pero la plenitud es también completud, y no se trata sólo de que unos cuantos se instalen en ella, sino que implica a toda la humanidad sin exclusiones. Todavía no se dan las condiciones necesarias y no nos queda otra que ir zurciendo y remendando, porque la violación de derechos afecta a la vida de multitud de personas.
     
    Lo que me preocupa es el sentido que le des a la frase . “-Buscad primero el REINO=SISTEMA de Dios y su JUSTICIA y todo lo demás vendrá como añadidura.” ¿No querrás decir que lo que nos conviene sea un sistema político-social teocrático, verdad?

  • Antonio Vicedo

    Mientras el poder de cualquier clase que se considere, sea percibido como el bien a alcanzar, a compartir con otr*s poderos*s, y a defenderlo de los que quedan en cualquier concreción de debilidad, la VERDAD, no podra ser aquella roca firme que asegura la estabilidad equilibrada y humana de la HUMANIDAD.

    Porque no se trata de modos o formas de llenar o rellenar pellejos viejos con vino viejo, ni menos con  VINO NUEVO; ni tampoco de quemarse la vista teológica o ética en hacer zurcidos al viejo traje humano que se deshilacha, incluso a costa de los remiendos de paño nuevo.

    La advertencia y la tarea permanece clara: “-Buscad primero el REINO=SISTEMA de Dios y su JUSTICIA y todo lo demás vendrá como añadidura.”

    ¿Y hay algún lugar teológico (o ético) más claro y definido que aquel: “-CONMIGO hacéis, o no, LO QUE con un* cualquiera de mis más PEQUEÑ*S HERMAN*S? de Mt. XXV?”

  • Leonardo

    Omitieron hablar en el documento de la política abortista promovida por USA.  O eso sí es liberador?
     

  • Juanel

     
    Sin duda la denuncia de la injusticia, de las situaciones de mal trato, exclusión, pobreza,…, es lo primero, necesario y todavía insuficiente. En el mundo intercomunicado en el que estamos es simple colocar un mensaje de auxilio en la red, en los casos concretos de vulneración de derechos. Necesitamos medios para procesar toda esa información de denuncia en cualquier parte del mundo, clasificarla según su importancia y gravedad y darle una salida subsidaria hacia los lugares más próximos que puedan atenderla. Si los centros responsables no responden se podría recurrir a los superiores denunciando a la institución implicada por la dejación de sus obligaciones. Cierto que estamos lejos de que se pueda hacer algo parecido en una gran parte del mundo al carecer de medios e instituciones capacitadas, pero en países como España que pretenden presentarse como Estado de derecho, la justicia se encuentra colapsada por falta de recursos y eficacia. Es urgente exigir a los gobiernos que las instituciones de Justicia funcionen en grado suficiente.
     
    Si las leyes de los Estados neoliberales vulneran los derechos de las personas, no podemos permanecer en silencio soportando la injusticia sumisos, sino denunciándolo en la red uniendo denuncias similares para adquirir fuerza suficiente; como en el caso de los desahucios que llegaron a los tribunales europeos por cláusulas de contrato abusivas.
     
    Con todo, no creo que los voluntarismos sean eficaces. Si la solución propuesta es un cambio de principios éticos como los citados “del bien común, la defensa de los bienes de la tierra, la justicia social y el compartir comunitario”, pues que duda cabe de que están muy bien pero solo sirven para embellecer discursos políticos sin ningún resultado.
     
    El ser humano individual y colectivo no cambia a menos que sea necesario o que saque de ello alguna ventaja o beneficio. Cuándo se enterarán los poderosos, los que acumulan riqueza o productos financieros, que necesitan poblaciones sanas, formadas e informadas, con poder adquisitivo suficiente y no derrochar el potencial humano con la exclusión y pobreza de multitud de grupos humanos. Están ciegos. Si toda la humanidad sin exclusiones estuviera capacitada para entrar en el sistema productivo tendríamos la sociedad global de la abundancia. ¿A quien podría no interesarle? Sólo encuentro mezquindad y ceguera.
     
    Saludos cordiales desde Tenerife.

  • h.cadarso

      Se me antoja que la diagnosis del Congreso de Teología termina un tanto míope, se queda corta, no llega a la raíz de los problemas ni a las verdaderas soluciones. Y perdonen mi osadía.
      A mi  entender, falta una visión de los problemas económicos a escala mundial, y de las soluciones para todos los habitantes del planeta. Echo de menos una llamada a la constitución de una autoridad o una gobernanza mundial, una ONU como Dios manda. 
      “Falta de ética en las políticas gubernamentales”…No, lo que faltan son esas políticas gubernamentales, ese gobierno del género humano bajo una autoridad mundial respetada por todos. Falta un reequilibrar y asegurar los derechos de todos mediante una legislación mínimamente decente. Una gobernanza mundial con poderes legislativos, judiciales y de gobierno, con los tres poderes debidamente diferenciados y respetándose entre sí.
      No sé, quizá yo habría suprimido la denuncia de los líos que tenemos dentro de la iglesia, menudencias y nonadas al lado del gran sufrimiento de las muchedumbres hambrientas y torturadas, y habría incidido en el compromiso de los creyentes de cara a la solidaridad con el mundo de los pobres. Menos hablar de teología de la liberación, y más practicarla.
      Eso es lo que se espera justamente de nosotros. Digo yo…

  • sisifo

    “Clarior non cantat gallus”. ” Más claro no canta un gallo”. Felicitaciones a los participantes al congreso, y a Atrio por comunicarnos día con día espíritu, que nos ayuda a darle sentido y contenido a nuestra vida.

  • Rodrigo Olvera

    Concuerdo con que la rehabilitación de las personas que sufrieron represalias por Ratzinger es una prueba a la autenticidad de la reforma.
    Sospecho que la nota que se obtenga en la prueba será de suspenso o como decimos en México, reprobado.
    Veremos que dice la realidad en 10 años (tiempo de paciencia suficiente ¿no?)

  • Antonio Vicedo

    Frente a tanta FALSEDAD y sus globales consecuencias trágicas de muerte,
    la ALTERNATIVA de la VERDAD en
    ¡MADRE-PADRE! y  ¡NUESTR*!  con  sus globales consecuencias en una HUMANA  HUMANIDAD HERMANADA.