Se dijo en ATRIO que el papa Francisco había suprimido las conferencias de prensa que daba Benedicto en el avión de ida. ¡Y nos sorprendió con el impensado y no preparado encuentro con los periodistas de la vuelta! Le preguntaron sobre la mujer en la Iglesia y contestó lo que pensaba. Esto ha preocupado y mucho a algunas mujeres. Aportamos algún texto. No podemos dejar de atender el sufrimiento de mujeres católicas conscientes. Es necesario saber de la teología de la mujer que ya existe, para que él mismo se convenza de que sobre esto no puede haber cuestiones cerradas.
El Papa Francisco y la teología de la mujer: algunas inquietudes
Ivone Gebara, religiosa brasileña, Adital, 2 de Agosto de 2013
Ante la aclamación general y evaluación positiva de la primera visita del Papa Francisco a Brasil en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), cualquier ensayo crítico puede no ser bienvenido. Pero, después de tantos años de lucha “¡Ay de mí si callara!”. Por eso, van a continuación unas pocas líneas y breves reflexiones, para compartir algunas percepciones reflexiones desde el lugar de las mujeres.
No quiero comentar los discursos del Papa Francisco y ni la alegría que muchos de nosotros/as sentir la simpatía, cariño y la proximidad de Francisco. No quiero hablar sobre algunas posiciones coherentes anunciadas en relación con las estructuras de la Curia Romana. Sólo quiero tejer dos breves observaciones. La primera es sobre la entrevista del Papa en el avión de regreso a Roma, cuando se le preguntó sobre la ordenación de mujeres y dijo que el tema estaba cerrado, o sea dijo NO. Y agregó que una “teología de la mujer” debía hacerse y que la Virgen María era superior a los Apóstoles, por tanto nada de anhelar un lugar diferente para las mujeres.
La segunda observación se refiere a la identificación del nuevo catolicismo juvenil con cierta tendencia carismática muy en boga en la iglesia católica hoy. Esto debería llevarnos a cuestiones muy serias, más allá de nuestra sed de tener líderes inspirados que hablen a nuestro corazón y que renuncien a los discursos teológicos racionalistas y dogmáticos del pasado.
¿Cómo puede el Papa Francisco simplemente ignorar la fuerza del movimiento feminista y su expresión en la teología católica feminista hace más de treinta o cuarenta décadas dependiendo de los lugares?
Me espantó también el hecho de que haya afirmado que podríamos tener más espacios en pastoral, cuando, en realidad, en todas las parroquias católicas, son las mujeres mayoritariamente quienes llevan adelante los muchos proyectos misioneros. Soy consciente de que estas palabras en relación a las mujeres, pocos palabras sin duda, se limitan a un viaje de vuelta a casa, por tanto, no pueden y no deben crear sombras a una visita tan exitosa. Sin embargo, son los tropiezos que tenemos, nuestros actos defectuosos los que revelan la cara oculta, el lado sombrío que hay también en nosotros. Son estos pequeños actos los que abren las puertas de la reflexión para tratar de ir un poco adelante en relación con las primeras impresiones.
Teología feminista tiene una larga historia en muchos países del mundo y una larga y marginada historia en las instituciones católicas, especialmente en América Latina. Publicaciones en estudios bíblicos, Teología, Liturgia, Ética, Historia de la Iglesia, han poblado las bibliotecas de muchas escuelas de de Teología en diferentes países. También han circulado en muchos entornos laicos interesados por la novedad tan llena de nuevos sentidos. Y estos textos no son estudiados en las principales facultades de teología, sobre todo, por el futuro clero en formación y en los institutos de vida consagrada. La oficialidad de la iglesia no les da derecho de ciudadanía porque la producción intelectual de las mujeres todavía se considera inadecuada a la racionalidad teológica masculina. Y, además, constituye una amenaza para el poder masculino vigente en las iglesias. La mayoría [del clero] no conoce lo que existe como publicaciones y como formación alternativa organizada, así también desconoce los nuevos paradigmas es propuesto por estas teologías contextuales y plurales.
Desconoce su fuerza inclusiva y el llamado a la responsabilidad histórica de nuestros actos. La mayoría de los hombres de la iglesia y los fieles siguen viviendo como si la teología fuese una ciencia eterna basada en verdades eternas y enseñó principalmente por hombres y, secundariamente, por las mujeres según la ciencia masculina establecida. Niegan la historicidad de los textos, la contextualidad de posiciones y razones. Desconocen las nuevas filosofías que informan el pensamiento teológico feminista, las hermenéuticas bíblicas y las nuevas aproximaciones éticas.
Papa Francisco, por favor, infórmese en Google sobre algunos aspectos de la teología feminista, al menos del mundo católico. ¡Tal vez su posible interés pueda abrir otros caminos para percibir el pluralismo del género en la producción teológica! Una vez más, cómo decir, tal vez en forma de consuelo, que la Virgen María es mayor que los apóstoles es, una vez más, una expresión de consuelo abstracto de la teología masculina. Se ama a la Virgen lejana y enfocada en la intimidad personal, pero no se escuchan los clamores de las mujeres de carne y hueso. Es más fácil hacer poemas a la Virgen y arrodillarse ante su imagen, que estar atentos a lo que está pasando con las mujeres en muchos rincones de nuestro mundo. Mientras tanto, si los hombres quieren afirmar la excelencia de la Virgen María tendrán que luchar por que los derechos de las mujeres sean respetados a través de la extirpación de las muchas formas de violencia contra ellas. Tendrán, inclusive que estar atento a las instituciones religiosas y a los contenidos teológicos y morales trasmitidos que pueden no sólo reforzar, sino generar otras formas de violencia contra las mujeres.
Me temo que muchos fieles y pastoralistas necesitados del papa bueno, el padre espiritual, del Papa que ama todos, se rindan ante simpática y amorosa figura de Francisco y fortalezcan un nuevo clericalismo masculino y una nueva forma de adulación del papado. El papa Ratzinger nos llevó a una crítica del clericalismo y de la institución del papado a través de sus posturas rígidas. Pero, ahora con Francisco, parece que regresan nuestros fantasmas del pasado, ahora endulzados con la simple y fuerte figura de un papa capaz de renunciar al lujo de los palacios y los privilegios de su condición. Un papa que parece introducir un nuevo rostro público a esta institución que hizo historia y no siempre una bella historia en el pasado. El momento exige prudencia y una crítica alerta, no para desautorizar al Papa, sino para ayudarle a ser más nosotros, Iglesia, una iglesia plural y respetuosa de sus muchos rostros.
Mi segundo breve comentario es en relación con la necesidad de identificar a la mayoría de los grupos de jóvenes presentes en la Jornada aclamando cálidamente al papa. ¿En qué Evangelio y en que teología están siendo formados? ¿De dónde vienen ellos? ¿Qué están buscando? No tengo respuestas claras. Sólo sospechas e intuiciones en relación con la presencia predominante de una tendencia más carismática conservadora y más celebrativa en la línea Góspel. Expresiones de pasión por el Papa, de repentino e intenso amor que lleva a las lágrimas, a tocarlo, a vivir los milagros repentinos, a bailar y agitar el cuerpo han sido comunes en movimientos neo-pentecostales en sus manifestaciones.
Sin querer hacer sociología de la religión, creo que sabemos que estos movimientos buscan estabilidad social, por encima de las transformaciones políticas que procuran el derecho y la justicia para todos los ciudadanos y ciudadanas. Creo que corresponden, sin duda, al momento que estamos viviendo y responden a algunas de las necesidades inmediatas del pueblo. Sin embargo, hay otra cara del cristianismo que no pudo manifestarse en la Jornada. El cristianismo que aún inspira a la lucha de los movimientos sociales por vivienda, tierra, derechos LGBT, los derechos de las mujeres, los niños, los ancianos, etc.. Cristianismo de las comunidades de base (CEBs), de las iniciativas inspiradas en la teología de la liberación y la teología feminista de la liberación. Estas expresiones, aunque presentes, fueron casi sofocadas por la fuerza de aquello que la prensa quería fortalecer y, por lo tanto, era de su interés. Todo esto nos invita a pensar.
No hace una semana que el papa viajó y ahora los periódicos y las cadenas de televisión poco se ocupan de él. ¿Y lo que sucede en las comunidades católicas después esta apoteosis? ¿Cómo vamos a continuar nuestras jornadas cotidianas?
Además de la visita del Papa y una posible nueva forma del papado de Francisco, estamos siendo convidadas/os a pensar en la vida, a pensar los rumbos actuales de nuestra historia y a rescatar a lo más fuertes y preciosos que está presente en la tradición ética libertaria de los Evangelios. No basta decir que Jesús nos ama. Tenemos que descubrir cómo nos amamos y que estamos haciendo para crecer en la construcción de relaciones más justas y solidarias.
Agosto de 2013.
[Traducción: Ricardo Zúniga García].
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- Otro testimonio importante: Francisco y la ordenación de las mujeres. Por Patricia Paz, teóloga laica argentina
- Y uno que nos ha llegado directamente de “la base”:
¿RESBALÓN DEL PAPA FRANCISCO?
El Papa Francisco acaba de darme el primer gran disgusto. En el avión que
lo trasladaba desde Brasil a Roma le acompañaban periodistas con los que se mostró muy complaciente, sin negarse a responder las preguntas que naturalmente le llovieron como ocurre en ocasiones parecidas.
Quiero pensar que nuestro admirado Francisco estaría lo suficientemente cansado como para que le faltara en ese momento un tantito de serenidad, una gota de prudencia, un átomo de sabiduría.
Lo que han divulgado los diversos medios es que, a la pregunta de si llegará ya la hora en que Roma permita la ordenación de mujeres para el servicio sacerdotal, Francisco respondió: “La Iglesia ha hablado de esto. Ha dicho no.”
¿De qué Iglesia habla Francisco? Jesús de Nazaret trató a las mujeres como iguales a los hombres, contraviniendo muchas creencias y leyes religiosas judías que las consideraban inferiores, peligrosas y contaminantes. Discípulos y discípulas lo aceptaron como Maestro y lo siguieron en pie de igualdad.
A la muerte de Jesús, se formaron tímidos grupos de seguidores suyos, mujeres y hombres, que se constituyeron en pequeñas Iglesias; se reunían a “partir y compartir el pan” en casas particulares o donde fuera, en una comensalía fraterna que con el tiempo se convirtió en el rito clerical que llamamos “misa”. Se amaban unos a otros hasta llamar la atención de quienes los observaban en la vida diaria.
Pero cuando los cristianos empezaron a hacer “nombramientos” volvieron a recordar que las mujeres éramos despreciables, hechas tan sólo para ser madres o putas, material corrupto por naturaleza, indigno de poder alguno, justo útiles para servir al varón. Y hasta aquí hemos llegado.
Siento no ser teóloga, ni historiadora, ni erudita ni nada más que una plumilla, un intento de ser cristiana. Nunca he tenido el deseo de ser ordenada sacerdotisa. Pero soy mujer con siglos de desprecio a la espalda, siglos que han demostrado de sobra que, en origen, tenemos tanto cerebro como los varones. Nos han precedido generaciones enteras de ignorancia social, de no instrucción, de maltrato físico y moral.
Francisco Obispo de Roma: ¿También tú vas a caer tan bajo?
Miren Jone Azurza
Ana,la aplicación de la paleontología a la ICAR se me ocurrió después de leer la cita de Rahner en artículo de Aradillas:”la ordenación sacerdotal de las mujeres en la ICAR es cuestión de siglos”.Me di cuenta que la evolución de la ICAR se mide por miles o millones de años.Es cierto que la evolución cuenta con fenómenos súbitos:por ejemplo,la desaparición de los dinosaurios por un meteorito.En la ICAR sólo hemos visto la renuncia del tiranosaurusrex,Benedicto XVI.Es un mundo de evoluvión màs lentoa que el de los fósiles,lleno de depredadores y prehomínidos.
Horquilla,con hache que me equivoqué….Pero no es coña lo que he contado.La mujer apareció antes que el hombre o esa era la teoría hasta un reciente estudio que publicaba el otro día EL PAÍS,creo que tomado de Science.
Hay que ver lo que puede dar de sí una horquilla, jajaja. Muy ingenioso, Peláez.
No me atrevería a clasificar a los hombres de negro (como diría Pili; bueno, hay uno de blanco, y los días de fiesta de colorines) como pre-homínidos, pero sí es evidente que andan unos cuantos pasos más atrás en la evolución humana, porque a estas alturas de la historia, que discrimen a las mujeres aunque sólo sea en un punto concreto de la actividad humana, es suficiente para dejar claro que andan atrasados, pero atrasados en evolución humana, social, ética y estética y, hasta cristiana-evangélica.
Continuo,como la ICAR es una de las instituciones màs arcaicas del universo mundo donde sólo habitan en las altas esferas fósiles,hemos de estudiarla con criterios paleontólogicos.Las mujeres de la iglesia conviven actualmente con unos varones “prehomínidos”,”semi-monos”, o al menos tan lujuriosos como los monos….,los llamados “curas”.Pero este es un simple estadio de la evolución de la iglesia como demostró el paleontólogo Theillard de Chardin.
Un reciente descubrimiento de la paleontología humana-al parecer mediante estudios genéticos-ha permitido determinar la hipotética orquilla de años en que el homo sapiens varón apareció en la tierra y,por fin,esa orquilla de años tiene intersección con la orquilla de la mujer homo sapiens.Antes de estos últimos estudios se pensaba que la “mujer sapiens” apareció antes en la tierra que el varón.Es dicir,según esta antigüa hipótesis,la “mujer sapiens” debió convivir con algunos “varones prehomínidos”,0 “varones semi-monos”…Dice mi santa que esta convivencia debió ser para irse acostumbrando a lo que luego le venía,el “varón sapiens”…Sea lo que fuere esto nos demuestra que es falsa la metafora bíblica de la “costilla de Adàn”.Para la paleontología Adàn proviene de la “costilla de Eva”…
Si que la Iglesia Católica más jerárquica y menos evangélica, parece estar obsesionada con el tema del aborto. Por aquí, el obispo Munilla acaba de sorprendernos mezclando churras con merinas.
Consciente de mi… solo sé que no sé nada, pero con un montón de años a la espalda y un mínimo del sentido común de la buena gente, observo cosas que me cuestan entender:
– Cerrar el paso a la vida, optando al celibato voluntario, puede ser considerado hasta una virtud. ¿Y por qué no una muestra de egoísmo, al renunciar a algo tan humanamente creativo y generoso como el disfrute del sexo compartido?.
– Cerrar el paso a la vida, utilizando cualquier método anticonceptivo, sin renuciar al disfrute, para algunos es pecaminoso, pero nunca un crimen.
-El aborto involuntario, por enfermedad o accidente, es una desgracia. ¿Voluntad de dios?.
– Y llegamos al aborto voluntario decidido libremente por la mujer, la única persona que conoce todas las circunstancia concretas, las ha padecido y las seguirá padeciendo. En este caso, los defensores de la vida desde el mismo instante de la concepción, se atreven a hablar de crimen sin el menor pudor. Para ellos, una bellota es exactamente lo mismo que la frondosa encina de la que ha caído.
¿Crímenes?. ¿Y que son las muertes de millones de niños abandonados a su suerte, sin un bocado que llevarse a la boca una vez de haber nacido?. ¿Hacemos los cristiano primer mundista y nuestras opulentas iglesias, todo lo posible por salvar estas vidas?. ¿Podemos ser tan hipócritas como para lavarnos las manos diciendo que estas muertes son voluntad de dios?.
Va siendo hora de considerar a las mujeres mayores de edad, de dejarles tranquilas, de apoyarles en lo que se pueda y de no multiplicarles sus problemas. Menos juicios obsesivos ligados al disfrute del sexo y mas solidaridad.
A todos los que aprovechan para “meterse conmigo” de malos modos:
Me limito a constatar hechos, bajo el prisma de mi visión personal, obviamente; por ende, mis opiniones son mías, expresan mi ideología, no la postura oficial de la Iglesia.
Y constato que Ivone Guevara, monja “ultraprogresista” donde las haya, está a favor del acceso de la mujer al ministerio ordenado, en contra del parecer del Magisterio. Acaso porque está también a favor del aborto, en lo cual rompe con la comunión con la doctrina del Magisterio. Etcétera.
Ninguna obsesión por mi parte con la sexualidad, Ana Rodrigo: trato de vivirla en fidelidad a la doctrina católica: frente al laicismo disgregador y neopagano imperante, vida de oración, sacramentos, vida de la gracia; frente al aborto, defensa de la vida desde el instante mismo de la concepcióón -en lo cual coincido con el papa Francisco, creo que no con Ivone Guevara, ni tampoco contigo, me parece-; frente al pansexualismo imperante, defensa de la virtud de la castidad, a la que todo cristiano está llamado, según su estado de vida: casados, casadas, solteros, novios, sacerdotes ordenados, monjas y monjes…
Creo que es bien simple; aunque difícil, ciertamente, pues el camino de la fe es muy exigente.
Salud y paz.
¿Que JPII zanjó definitivamente la uestión del sacerdocio femenino?
Vuestros queridos papas tienen un morro que se lo pisan. Por ejemplo:
– En el año 809, concilio de Aquisgrán, León III “prohibió el uso de la cláusula Filioque ordenando que el Credo, sin la misma, fuera grabado sobre dos tablas de plata y expuesto en la Basílica de San Pedro.”
– En el 1014, Benedicto VIII, autorizó la inclusión del Filioque
– En el 2000, en la Dominus Iesus, Benedicto XVI la volvió a omitir
Ya se ve que las decisiones papales son muy definitivas. Eso sí, 1.600 años después, todavía no sabemos si el Espíritu Santo procede o no del Hijo.
Luis-Henríquez, ¡qué tendrá que ver el culo con las témporas! Evidencias tu obsesión, a mi juicio morbosa, por el sexo. ¿Qué tiene que ver las ideas que Yvone tenga sobre temas sexuales con el tema del sacerdocio para la mujer, no para ella?
¡Tantas cosas se han dado por cerradas en la historia de la Iglesia y con el paso del tiempo se han abierto aunque solamente sea en algo de lo que había que haber abierto…! Y la cuestión del sacerdocio femenino se abrirá, y no muy a largo plazo. Tú eres muy joven para tener un poco de perspectiva de la historia más reciente de la moral, costumbres, prohibiciones y tonterías que la Iglesia ha hecho, que yo sí he vivido y que ahora se avergüenza cualquier ser pensante católico, con algunas pequeñas excepciones tipo lefrevianos.
Lo que más me molestaría es que lo hiciesen cuando se queden sin hombres para este oficio, que, es en lo que se ha convertido el sacerdocio, en un oficio, con unas funciones de funcionarios: despachos, administración de sacramentos rutinarios, el poder mágico de, como decía aquel cura, “Jesús se va a hacer presente ahora mismo porque yo se lo ordeno”, etc. etc. No me gustaría este sacerdocio para nadie, ni para la Iglesia, ni para hombres, ni para mujeres, pero sí me gustaría el derecho de que la mujer que quisiera pudiera acceder al mismo.
De una monja como Ivone Guevara que se ha declarado repetidamente partidaria del aborto y de la contracepción en casi todas sus formas, incluida la píldora del día después, lo menos que se podía esperar es su rechazo frontal a una cuestión que ya el Magisterio parece haber cerrado (el acceso de la mujer al ministerio ordenado), mediante un acto de su Magisterio ordinario, no extraordinario, ciertamente, pero que lo ha cerrado, vamos, a fin de cuentas.
En fin.
Volvamos a lo de la vocación sacerdotal. Si nos fijamos en Jesús de Nazaret, diríamos que destacaba por un par de auto-exigencias: 1.Ser servidor de todos. 2 Ser último de todos.
En qué estaría pensando el papa Francisco al insistir en el NO a la ordenación de las mujeres!. ¿Será que ya no van a hacer falta personas ordenadas?. Porque, en la práctica, si de lo que se trata es de servir y ocupar el último lugar, son las mujeres las que mejor siguen el ejemplo sacerdotal del Nazareno. ¿Acaso no son ellas las que mantienen abiertas las parroquias católicas que aún funcionan, dándo un poco de vida a la cada vez más lánguida y anacrónica pastoral?. ¿No son ellas las que, infinidad de veces, nos acercan mejor que nadie al Dios que se hace uno en la persona de Jesús de Nazaret, cuando con la mayor humildad consagran sus vidas profanas al servicio de los demás?.
No acabo de entender que se pretenda excluir a la mujer, para siempre, del rito formal de una siempre misteriosa transustanciación. Parece bastante ridículo reservarlo a varones, demasiadas veces poco serviciales y excesivamente interesados en ser los primeros. ¿Qué dios pueden hacernos presente, personas que no pueden ser para nosotros ejemplo de vida?.
Vale ya de dejarse llevar por una ceguera enloquecida, mucho orgullo clerical, un gran egoismo de grupo o un culto a la personalidad mas propios de un sistema totalitario.
A mi tampoco me gustó, aunque no me pilló por sorpresa eso de ...El tema de la ordenación de las mujeres está cerrado. Al parecer el papa Francisco también encorseta el concepto de vocación sacerdotal. Se nos han vaciado los templos, en un primer mundo en el que la profesión de cura tiende a desaparecer. La figura del presbítero varón, célibe y con carrera eclesiástica se va extinguiendo, a marchas forzadas en Occidente, sin tener futuro en Oriente al chocar con la mentalidad de sus gentes. ¿Dónde se han quedado los seminarístas de toda la vida?. Dicen algunas estadísticas, si no he entendido mal, que allá por la década 1950/60, había en España unos siete mil quinientos(7500). Sesenta años después igual no llegan ni a setecientos cincuenta (750). Se diría que el catolicismo juvenil conservador de corte neo-pentecostal mete mucho ruido festivo, pero genera poco compomiso. Auto-sugestión ?, fanatismo ?, éxtasis repentinos ?, peleas por tocar a un papa milagrero ?, cantos y bailes desenfrenados ?,……¿Y?. Pues que de compromisos mas bien cero.
¿Cual es el futuro de un catolicismo sin curas y con sus templos vacíos convertidos en museo?.¿Hasta cuando una jerarquía eclesiástica, con alarmante síntomas de senilidad, podrá seguir mirando hacia otro lado?. ¿Puede ser voluntad de dios seguir con el jueguecillo del avestruz, en pleno siglo XXI?.
Pro-fanía, Oscar, por mí está hecho!
¿Recuerdas hace tiempo que se habló aquí del límite fino que separa lo sagrado de lo profano=?
Hola M. Luisa!
Te leo:
1- “lo que le hace falta aquí al papa es coraje”-
¿Y si hubieras acertado? Tal vez hay un fondo “timorato” ¿no?
El método jesuítico tiene una inclinación a lo “cautelar”, que puede inclinar y pasar el centro de equilibrio adecuado, que la circunstancia reclama.
2- “mejor … el concepto de Teofanía (Panniker)”-
¿Por qué no tomar el toro por las astas y hablar de “pro-fanía”?
¡Vamos todavía! – Oscar.
Se me olvidó decir que estoy de acuerdo con Oscar, nada de teología donde en ella la realidad no es manifestación sino construcción cerrada, mejor la obertura que se nos manifiesta en el concpto de Teofanía (Panniker) y que puede dar tanto de sí.
El desentenderse el papa, a última hora en su viaje de vuelta a Roma, de este clamor justificado en el que la mujer lleva décadas realizando intentos en torno a sus derechos, más allá de lo que pueda significar su tarea meramente pastoral, me confirma no inútil el escepticismo preventivo con el que me quedé frente a los primeros gestos del nuevo papa, que si bien eran rompedores, ciertamente con lo que rompía era con cosas que teniendo en cuenta la índole evangélica de éstas era obvio que se rompiera.
Por eso no se ha producido en ello división entre los fieles, al contrario se ha visto que aquellos que eran tan afines al discurso de Ratzinger no tienen problema alguno ahora en admitir, al menos en esta vertiente, también el de Francisco.
Pero, de romper el papa no con cosas que por sí mismas, sin gesto alguno por su parte, hubieran caido tarde o pronto por su propio peso tuviera de afrontar la cuestión sobre la cual habla Ivone Gevara que como se sabe fue una construcción por mentes autoritarias entonces lo que le hace falta aquí al papa es coraje. Coraje porque no se trata de cosas obvias sino de construccuiones enraizadas en la mente humana a través de los siglos, lo más alejado de toda obviedad..
Hola!
Entre las “TEOLOGÍAS posibles”, Pancho en su cuasi-Encíclica al Episcopado latinoamericano, rechaza una nueva, que llama: “TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD”, que estaría ligada a un “funcionalismo” del tipo ONG. La anatematiza diciendo: -“La concepción funcionalista no tolera el misterio, va a la eficacia.”-
No este el lugar para entrar en más consideraciones; solo que se me suma a la variopintas “teologías” en cierne.
Porque ahora Ivone nos recuerda uno “OTRA TEOLOGÍA: -“Teología feminista tiene una larga historia en muchos países del mundo y una larga y marginada historia en las instituciones católicas, especialmente en América Latina.”-
Al mismo tiempo Ivone arremete “contra la teología”: – “La mayoría de los hombres de la iglesia y los fieles siguen viviendo como si la teología fuese una ciencia eterna basada en verdades eternas y enseñó principalmente por hombres y, secundariamente, por las mujeres según la ciencia masculina establecida. Niegan la historicidad de los textos, la contextualidad de posiciones y razones. Desconocen las nuevas filosofías que informan el pensamiento teológico feminista, las hermenéuticas bíblicas y las nuevas aproximaciones éticas.”-
…………….
Aplaudo lo de Ivone, pero me pregunto: ¿Cuándo será el momento en que “las teologías” se DES-TEOLOGICEN?
Y me respondo: ¡Cuando se “HUMANICEN”!
¿Qué se puede esperar de un conjunto de: Varones; Vejestorios; Célibes; Institucionalizados; Formados en el unicato de una “Teología Clásica”; Auto-enclaustrados contra la vida de Trabajo y de Familia (no un jugar a ser de la periferia, donde se va a pasear un ratito de week-end-misional. Notemos que esta gentuza destruyó la iniciativa “obrera” y la “familiar” de algunos movimientos sacerdotales) …? Etc. etc. etc.
¿Estará “avisada”, la Ivone, que el problema no es de “una teología más”, sino de una supeditarlas a la razón humana? No lo sé.
¡Voy todavía! – Oscar.
Las mujeres tenéis razón. La igualdad ética y cristiana de los bautizados en la Iglesia es tan sustantiva y rotunda, que cuantas más vueltas le dé el magisterio y la teología al fundamento cristológico y eclesiológico del sacerdocio ordenado como exclusivo de los varones, más se aleja de lo poco que podemos saber con evidencia del Corazón de Dios. ¡Qué Jesús nos disculpe, todavía!
Lo de que la iconografía asexuada de la miríadas de Vírgenes, no es una idea inocente. Salvo pinturas de determinadas épocas artísticas dando el pecho al niño Jesús, en las representaciones de las vírgenes, sobre todo escultórica, aparecen con lujosos y e inmensos ropajes, se encargan muy mucho de que la Virgen sólo tenga cara, y que no manifieste anatomía femenina en sus diferenciaciones femenina, como son los pechos. No!!!!, la virgen no puede exhibir una anatomía de mujer, no vaya a ser que los pensamientos masculinos deriven en pecados.
¡Ay esas neuronas masculinas…! Me viene a la mente al melillense musulmán que llamaba fornicadoras a las mujeres que provocasen a los hombres por vestirse sin ocultar su cuerpo…..
En fin, mira que le echo paciencia al paso lento que lleva el tema de la mujer, pero es que, cuando profundizas un poco, es que hay agujeros cósmicos por todas partes.
¿Y si a Francisco le pasase lo que a Pablo de Tarso a Arnulfo Romero?
Que se puede esperar de una persona, que no se le puede enviar ni un correo personal… quizá es:
¿Para que no se asuste y baje sus pies de verdad al suelo…?
No importa donde viajen, salgan, escriban…:
¡Si no ESCUCHAN!
Cómo pueden cambiar algo, si no dejan que les hable el corazón de las personas, sus verdaderos deseos, necesidades, lo que sufren… y casi siempre, venido de las manos de ¿creyentes…? de primera fila, ahí juntito a las autoridades… bien vestiditos de Prada o de lo que sea.
¿Cómo se puede decir que quiere una iglesia de los pobres, cuando solo en sus “harapos” se gastan una cantidad escandalosa?
No me creo que las mujeres con sentido común, esperaran un cambio ¡¡¡Fundamental!!! como las iglesias y religiones necesitan.
Solo mirando la historia, las calamidades y castigos más flagrantes, han venido de sus manos sin respeto alguno ante la libertad personal.
No les hace daño que no todo el mundo piense como ellas… (las iglesias) pero se montan cada “cacao” mental, que así nos va.
¿De verdad hay mujeres que sin que las iglesias cambien, quieren ser “consagradas” curas, obispo, pricipesas de las iglesias?
Me temo, que entonces tienen el mismo gusto por el poder, la opulencia, la arrogancia, la riqueza etc. etc.
Por eso mismo: ¡¡¡no me siento decepcionada!!! Sí, cansada de ver los derroteros que llevan.
Vuelvo a pedir el favor (no he sabido buscar) la dirección donde habita, duerme, come de el papa Francisco, me encantaría escribirle un pequeño y sencillo mensaje, aunque lo lea su secretario… Sé, que es un sueño ¡qué le vamos hacer!
mª pilar
Me identifico con el post de Miren. Es evidente que la iglesia primitiva tuvo en cuenta a las mujeres de igual a igual. Así que, a volver a los orígenes: el evangelio y las primeras comunidades.
Tristemente y muy pronto, estos grupos se olvidaron del trato de igualdad del Maestro, otearon en el horizonte el poder y se dijeron, aquí las mujeres sobran. Es cuestión de poder absoluto: ellos tienen la exclusiva de saber la voluntad de Dios, ¿Cómo una mujer va a competir en poder con los hombres? ¿Cómo una mujer va a poder llegar a pensamientos tan sublimes como estériles sobre Dios, la Santísima Trinidad y cuestiones de este estilo?
El que la jerarquía ensalce a la Virgen hasta el paroxismo y de forma etérea, no es otra cosa que el complejo de Edipo de estos hombres que no quieren soltar la teta de la madre. Pero, además, la Virgen, es una mujer asexuada, irreal, sin nada que hacer en la Iglesia, mientras que, como he dicho, son los hombres los que mangonean la voluntad de Dios. Claro, conviene ponerla por encima de los apóstoles para querer conformarnos, pero es que ni el Papa se ha enterado de que las mujeres ni somos tontas ni estamos en la Edad Media, que por nosotras ha pasado también La Ilustración, que vivimos en el siglo XXI. En fin, tendremos que catequizarlo.
Muy buen artículo el de Ivone, a ver si con manifestaciones como ésta, el Papa Francisco se va enterando de que las mujeres no somos de segunda ni como personas, ni como intelectuales, ni como teólogas, ni como nada que tengan los hombres y nosotras no podamos tener.
Sobre el sacerdocio femenino, el Papa sencillamente dijo lo que pensaba. Aquí está el quid de la cuestión. Este hombre no puede cambiar de la noche a la mañana; al adquirir la responsabilidad del papado se ha tomado la molestia de dar aires nuevos más formalistas que de fondo, pero hasta ahora no ha dado señales de revisión teológica, por ejemplo.
Yo, como no esperaba nada de un nuevo Papa, me mantengo a la expectativa pues, nadie negará que ha cogido carrerilla y que en cinco meses ha dado toques interesantes en determinados aspectos.
Pero en el tema de la mujer, como cada uno de los clérigos, está pez, ni se ha tomado la molestia de no decir tonterías, como eso de que la Virgen es superior a los apóstoles. Si, como acabo de decir, no esperaba nada del nuevo Papa, menos aún esperaba del tema sobre las mujeres. No obstante, aunque el tema del sacerdocio lo ha dado por zanjado, yo aún tengo un rayito de esperanza de que, como desea Ivone en este magnífico artículo, el Papa se abra a la escucha del clamor de las mujeres, de que se informe de la existencia de la teología feminista, de que con el paso del tiempo y, si sigue con esta actitud de apertura a nuevos tiempos, nos dé alguna sorpresa (no en el tema del sacerdocio). No quiero generarme demasiadas expectativas, porque el cambio de mentalidad patriarcal y androcéntrico casi va en el ADN de los hombres en general (estamos viendo la lentitud en los avances sociales), en especial de los clérigos, de los jerarcas eclesiásticos y, por tanto, del Papa. Esto va para largo.
A las mujeres no se nos tienen que adjudicar más servicios, eso ya lo venimos haciendo desde hace tiempo, lo que hace falta es que se nos dé silla en los órganos de decisión de la Iglesia, y que se deje de bobadas de la importancia de la Virgen; importancia ¿en qué? ¿En que es la Madre Dios y de la Iglesia? ¿Cuando a Dios y a la Iglesia los manejan los hombres? Pues no. Le queda un buen trecho hasta enterarse de quiénes somos las mujeres, de lo que pensamos y exigimos.
Comparto plenamente los puntos de vista expresados en este post, y me quedo con la última frase de “Francisco y la ordenación de las mujeres” que me parece extremadamente objetiva y realista:
“En el siglo XVIII la Iglesia perdió a los intelectuales, en el siglo XIX perdió a la clase obrera, en el siglo XX perdió a los jóvenes, no vaya a ser que en el siglo XXI pierda a las mujeres”
El hecho que Francisco, como reflejo de su teología me imagino, haya agregado en la Encíclica que publicó, un final de veneración de María, y su reconocimiento de que es mayor que los apóstoles, no dice mucho a las mujeres de carne y hueso, que necesitan reconocimiento en la realidad, y no en las jerarquías angélicas. Y ese reconocimiento parte por con-versar con ellas, ver sus necesidades que quizás no son de poder como el parece creer, ni de supremacía en la santidad, sino de participación igualitaria en los quehaceres de este mundo incluyendo a la iglesia. Los ejércitos y las castas sacerdotales de la iglesia católica y del islamismo, son los grandes reductos masculinos, que han llevado la ideología de guerras y poder, de ambición y sojuzgamiento de personas y naciones al paroxismo. Las mujeres del mundo no mejoran en nada su condición, con que los ejércitos de los países se consagren á la Virgen del Carmen, como en Chile o a la Virgen del Pilar, si siguen mirándose su ombligo consumiendo altos porcentajes del Ingreso Nacional en armas y en sus pensiones, mientras los pueblos, las madres luchan por mantener a sus hijos y por sacar a sus familias adelante. Así la iglesia que tiene un pie en un Estado concreto con un Banco perverso,con lo cual no necesita ejército ya que otros dan la pelea por ellos, tiene otro pie puesto en una teología ajena a la causa del 50% de las personas del mundo que son mujeres, lo que ayuda a mantener el estado de indignidad del sexo femenino, por mucho que veneren a la virgen María.