Nuevos poderes de la ciencia, nuevos deberes de los hombresArtículo publicado el miércoles, 24 de Abril en cuartopoder.es de La Tribuna |
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Por Benjamín Forcano *
Postura clásica y postura moderna en torno al aborto
Sale de nuevo a la palestra pública el tema del aborto. Y salen de nuevo las posturas encontradas, unas a favor y otras en contra. Sobre el tema brotan enardecidas las disputas y los reproches: el Gobierno actual del PP se alía con la Jerarquía eclesiástica para modificar la legislación reciente, aprobada parlamentariamente por el Gobierno anterior del PSOE. Llevar a cabo tal modificación, supondría un desprecio a la ciudadanía que la debatió y la aprobó y, como consecuencia, un paso atrás, un retroceso en la conquista de la libertad y derechos humanos.
La Jerarquía eclesiástica se niega a dar validez y reconocimiento a la ley aprobada por el PSOE y presiona al Gobierno del PP para que cumpla lo que estando en la oposición prometió. El PSOE por su parte promete que, si se cambia la ley, impugnará y exigirá la revisión completa de los Acuerdos de 1978 del Estado español con la Santa Sede.
En medio de la polémica, surge y se subraya como punto primero a respetar el “derecho” de la mujer a decidir libremente sobre su cuerpo (aborto libre).
La discusión se la pretende centrar en la defensa de la vida, condenando sin apelación a quienes no asumen esa opción. Según Federico Mayor Zaragoza, este enfoque “elude los elementos esenciales de la difícil cuestión en debate”, porque no se trata de defensa o no de la vida, sino de saber si podemos determinar en qué momento del proceso el cigoto humano es vida humana constituida.
La posición conservadora afirma que el embrión, desde el comienzo, es un ser humano con todas las de la ley, sea cual sea la evolución que sufra y las fases que haya de recorrer. Postura ésta muy generalizada, a la que se le califica de creencia más que de verdad científica, ya que “da por cierto una cosa que el entendimiento no alcanza o que no está demostrada”.
Una postura más moderna sostiene que “la biología embrionaria es más compleja de lo que se suponía. Poco a poco se fueron descubriendo los mecanismos de activación y represión de los genes y todo el proceso que va desde la información genotípica hasta la aparición de los rasgos fenotípicos. Cuando las informaciones extragenéticas no hacen acto de presencia, el fenotipo se altera, o, simplemente, resulta inviable. Esto quiere decir que ambas informaciones , la genética y la extragenética, son necesarias para la aparición de un organismo vivo y que el defecto de cualquiera de las dos hace imposible el logro de la nueva realidad biológica” (Diego Gracia, Gen-Ética –Ariel, 2003–, “El estatuto de las células embrionarias”, pg. 69).
Se puede, pues, afirmar hoy que la realidad embrionaria no tiene poder intrínseco y autónomo para convertirse en persona; no vale decir que destruido el embrión se destruye una persona, pues el embrión no es persona. El aserto clásico de que “todo está en los genes” es verdad sólo en parte y se hizo en detrimento de los factores morfológicos y espaciales, tan importantes en el desarrollo del embrión.
La biología molecular autorizaría a concluir que la sustantividad humana –su momento constitucional- ocurriría en torno a la octava semana del desarrollo, justo en el tránsito que va de la fase embrionaria a la fetal. Sólo en su estadio de feto adquiriría el embrión el estatuto ontológico propio de un ser humano: “No encuentro argumentos para atribuir al embrión la dignidad de la persona y el valor que se deriva de la misma” (Carlos Alonso Bedate, Gen-Etica, pp. 53,56,65).
Competencia y alcance de la Jerarquía eclesiástica
La intervención de la Jerarquía en el tema ha hecho que se deban aclarar algunos puntos fundamentales.
- La enseñanza eclesiástica “debe reconocer como valor y obligación el estudio de las ciencias y la exacta fidelidad en las investigaciones científicas… La cultura exige respeto y goza de una específica inviolabilidad” (Concilio Vaticano II, GS, 57 y 59).
- El magisterio del concilio Vaticano II establece que “la vida desde su concepción ha de ser salvaguardada con sumo cuidado” (GS, 51). Pero, -ya es común añadirlo- a este magisterio no le compete determinar el momento de esa concepción. Los Padres del concilio decidieron excluir deliberadamente que la concepción se la colocara en el momento mismo de la unión de los gametos masculino y femenino.
Esta ha sido en la Tradición cristiana una cuestión abierta, sobre la que se han dado diversas teorías. Y, por ello, “no está en el ámbito del Magisterio de la Iglesia, el resolver el problema del momento preciso después del cual nos encontramos frente a un ser humano en el pleno sentido de la palabra (Berhnard Häring, Moral y Medicina, –Perpetuo Socorro, 1971–, pp. 78-79).
El derecho de la mujer a decidir libre y responsablemente
La acción de abortar como cualquier otra – odiar, insultar, mentir, discriminar, robar– incluye un significado, pero su comprensión completa sólo se la puede entender unida a un sujeto concreto y a las circunstancias que lo rodean. La finalización del embarazo puede ser espontánea, deliberada, forzada, etc., y no puede ser juzgada en sí sola, sino vinculada al fin, motivos y otras circunstancias del sujeto.
La mujer, como cualquier otra persona, es libre para actuar en relación con su propio cuerpo, pero esa libertad debe ejercerla con responsabilidad, respetando las propiedades y límites que le marca su propio cuerpo, evitando aquellas acciones que pudieran dañarle. Por su bien, debe conocer su cuerpo, sus leyes y no actuar en contra, pues haría irracional uso de su libertad.
Esta libre y responsable disposición de su cuerpo no incluye el derecho a disponer de la vida de otro, sea quien sea. La vida en gestación –a partir del momento en que lo señalen las ciencias, la ética y una legislación consecuente- es una vida nueva que es, al mismo tiempo, de los padres, por ser originada y depender de ellos, y es también una vida extraña por sobrepasar el ámbito corporal de cada uno de ellos: “No se puede afirmar sin más que el feto es una parte del cuerpo de la mujer y tampoco es un cuerpo extraño en el cual tiene que ver la mujer. De ahí que en este caso no se trata de un asunto exclusivo de la mujer, sino que se trata también de los intereses de la vida nueva que se está desarrollando, independientemente de si es deseada o no” (Paul Sporken, Medicina y Etica en discusión –Ed. Verbo Divino, 1971–, p. 126).
Somos y actuamos dentro de una cultura
Desde el punto de vista antropológico, está claro que ninguna mujer asume la acción de abortar al margen de una cultura. Al nacer y entrar en una sociedad todos participamos del código y normas que esa sociedad nos depara, normas ante las que podemos movernos con asentimiento o disentimiento buscando siempre una mayor justicia y perfeccionamiento.
Hablando con precisión, si en el estadio en que el embrión llega a ser feto la ciencia y la ética pueden hablar de una vida humana en gestación pero constituida, entonces ciertamente la mujer es el sujeto que decide libremente lo que va a hacer, pero su decisión, tratándose de interrumpir y finalizar la vida de un feto, sería anuladora de una nueva vida, sobre la que ella no puede decir a su antojo. La realidad nos dice que el feto no es una parte constitutiva de su cuerpo, sino otra cosa. Previo a la decisión de acabar con la vida de un feto, está el hecho de que él es ya sujeto humano constituido, portador de una vida humana.
Situaciones diversas
Se pueden apuntar ahora situaciones diversas de relación sexual, con efecto de un embarazo no deseado ni programado, bien fuera o dentro del matrimonio,
1. Situaciones conflictivas: -Un embarazo contra naturam (efecto de una violación, impuesto coactiva e injustamente):
- Un embarazo en que el embrión viene marcado por malformaciones (aborto eugenésico) que van a impedirle nacer bien y con salud, obstaculizándole una vida normal y cargando a sus padres con unas tareas que no necesariamente deben asumir.
- Un embazo que no se puede proseguir pues daría lugar a la muerte del feto y también de la madre (aborto terapéutico).
2. Situaciones menos conflictivas, que se dan cuando sobreviene un embarazo no programado ni deseado, o llega en contra de los planes y voluntad de los padres, o no cuenta con las condiciones económicas y psicológicas adecuadas para afrontar la crianza y educación del nuevo hijo , o simplemente porque no interesa y está permitido por una legislación que lo permite hasta las ocho semanas o más.
Algunos criterios de actuación
Todas estas situaciones suponen en cada caso valoración y decisión diferentes. No hay respuesta única y uniforme, pero sí criterios que puedan esclarecer y guiar la decisión de cada uno:
1. Primero de todo y en cualquier situación, saber y partir de la hipótesis científica, bien fundada y razonable, de que la acción que finalizara el embarazo antes de las ocho semanas, no sería propiamente abortiva (no atentatoria contra una vida humana) sino anticonceptiva.
2. Segundo, de decidir la finalización del embarazo cuando el embrión es ya feto (sujeto humano constituido, pasadas las ocho semanas), la decisión (más o menos informada y documentada, más o menos libre) la toma como norma última inmediata la conciencia del sujeto implicado. Habrá decisiones diversas, en situaciones semejantes, que dependerán de la formación, contorno y cultura de los que tienen que decidir.
Según se las mire desde una u otra posición, se las calificará de acertadas o equivocadas, pero la comprensión y el respeto a la conciencia del que decide impedirá que se le condene. Si piensas que está equivocado y obra mal, no le condenes; piensa que a él no le consta así, que tiene otra información y formación, que lo hace de buena fe (sinceramente) y, en todo caso, dale razones que le puedan llevar a un cambio de posición.
3. Dentro de un Estado democrático y de Derecho, las leyes deben establecerse tras una participación racional y responsable de los ciudadanos y de sus representantes políticos. Dicha participación, procedente de instancias ético-científicas, permite recorrer un camino común compartible por todos.
Sin negar validez a los credos religiosos, podemos convivir acordando entre todos lo mejor y lo más ético para cualquiera de los problemas que se planteen en la comunidad civil.
Son muchas, ciertamente, las causas que pueden provocar el aborto. Pero en una sociedad abierta y pluralista como la nuestra, que goza de información suficiente y de múltiples instancias educativas, no se entiende la magnitud que el aborto reviste en las edades juveniles. Seguramente, son muchos los factores que inhiben en unos y en otros una tarea informativa y educativa obligatoria y a tiempo. Conocer esos factores y combatirlos sería la manera más eficaz de hacer desaparecer el aborto. Ahí, la sociedad entera (familia, escuela, medios, administración política…) tienen , creo, la responsabilidad mayor.
4. Me sumo a todos aquellos que, de mil maneras, cantan a la vida, la defienden, la liberan y la protegen. Pero , me parece absurdo y contradictorio el hecho de que personas, sectores sociales, movimientos e instancias civiles salgan a defender con intransigencia una vida embrionaria y no adopten unas actitudes con parecido ardor y urgencia respecto a los miles y millones de vidas que, a diario, vienen sacrificadas en el altar de la guerra, de la explotación, de la miseria, de la injusticia y esto en grados de alta crueldad y complicidad.
Al tratar este tema no se suele hablar de un punto, a mi modo de ver fundamental: el problema del alma.
Para la teologia tradicional catolica, el alma es “la forma sustancial del cuerpo” (que yo sepa, el catolicismo no ha dado una explicacion nueva, o mejor, o mas clara). Independientemente de lo oscuro de esta definicion y su dificil explicacion, la fisica actual hace mucho que tiró por tierra los conceptos aristotelicos y escolasticos de sustancia, forma, accidente etc… Hoy en dia, por tanto, no parecen validas estas categorias. Habria pues que intentar explicar que es el alma, sin recurrir a los clasicos. Claro que se puede decir que el alma es lo espiritual, o lo que no es cuerpo. Pero esto es tan vago y difuso que es como no decir nada. ¿Que es lo espiritual? Intente definirlo, acotarlo, darle propiedades claras y concretas….
Si se afirma que un embrion o un cigoto, ya tiene alma y por tanto es humano, se sigue sin decir nada. Si no sabemos, ni por aproximacion, lo que es alma, dificilmente podremos atribuir a un conjunto de celulas su posesion. Por supuesto que se puede rodear el problema, hablando no ya de la “esencia” del alma (bonita frase, por cierto) sino de sus “propiedades” : las tradicionales “potencias”: memoria, entendimiento, voluntad. Sin entrar en lo que las actuales ciencias neurologicas tienen que decir sobre esto (que es mucho), la pregunta inmediata que se nos ocurre es: ¿Un embrion tiene inteligencia? ¿voluntad? ¿entonces? Bueno, se dirá, no lo tiene en “acto” pero si en potencia “. Efectivamente asi es. Pero con la misma logica podemos decir: el embrion, o el cigoto, no es humano ahora (en acto) pero lo será .O puede llegar a serlo (si no se malogra). Ahora no, luego si. ¿Y entre ahora y luego? Se va haciendo humano.. Se va… Pero, ¿lo es o no lo es? Blanco o negro.Tertio exclusum. Desgraciadamente las cosas son (bastante) mas complejas.
Vemos pues lo que ya era evidente: Lo “humano” sea lo que sea, está (en el catolicismo tradicional) absolutamente ligado a la idea de alma.Y si esta idea, adolece de, como minimo, imprecision (habria que ver a algun obispo hispano explicándonos lo que es y significa forma sustancial, esencia y existencia, ..), tambien sera impreciso el concepto de humano: Que es “in essentia”, “cuando” se origina o crea,.. y multitud de cuestiones analogas.
Otra cuestion es “cuándo” Dios crea o infunde el alma (aga referencia al insuflar del Genesis). No estamos dentro de Dios (al menos las personas normales, más de un mitrado si lo cree en cambio, a juzgar por la contundencia y seguridad con la que habla de las intenciones y deseos de Dios) y por tanto no sabemos cuándo infunde el alma, ni si siempre lo hace… ni lo que en realidad infunde… Podiamos seguir asi, indefinidamente.
Donde quiero ir a parar despues de este largo post es que el tema del aborto, como minimo, es sumamente complejo, suscita muchos interrogantes, atañe a muchas cuestiones. La neurologia tiene mucho que decir, asi como la biologia, genética etc.. Y tambien, cómo, no la filosofia y su evolucion: historia de las teorias que crea el ser humano (este sí, en acto, no como posibilidad) para intentar explicar el mundo que le rodea, y sobre todo, el sentido de su vida.
Al ser pues un tema muy complejo, con muchos interrogantes y no pocas dudas y oscuridades, tratarlo de modo simplista, en terminos de blanco o negro, no resulta muy admisible.. al menos para cualquiera que “tenga un alma ” medianamente racional.
Muy de acuerdo con LGM en su magistral comentario sobre la distincion entre individualidad y divisibilidad…porque no son excluyentes….la celula como individuo lo es a pesar de que puede dividirse….Por tanto, los gemelos monozigoticos no invalidan el proceso humano que comienza en la misma concepcion..cuando el espermatozoide logra penetrar en el ovulo…
El hecho de que no se discuta el proceso vital de los animales…no se habla de cuando el embrion “perro” se volvio “persona” de su especie…y se haya querido buscar el “momento” de la hominizacion solamente cuando se refiera a la especie humana, hace pensar que todo esto ha sido un argumento “buscado” para justificar el aborto….En el momento actual el aborto terapeutico es minimo…Las razones para abortar -en la mayoria de los casos- son de otra indole…el feto o el bebe in utero molesta…interrumpe la comodidad…es una responsabilidad de la que se quiere huir…Pero la condena del aborto…se basa en el instinto natural de preservar la vida…Por eso, ya Hipocrates lo procribia en su famoso juramento… antes de Cristo…..y la Iglesia lo condeno desde siglo I cuando en la Roma imperial era comun y justificado el infanticidio…
No se puede pues ir a la fisica cuantica para hacer del aborto algo inofensivo…Es simplemente que la vida humana es completamente diferente a la vida de los animales irracionales…Pertenece a otra dimension…y lo que predomina es su misma sacralidad…ya que -aun creyendo que la vida humana esta solamente “en potencia” en el embrion joven- no deja de poseer su extraordinaria e intrinseca y unica forma de existir….en un espiritu que nunca va a morir…sino que trasciende a la mera materia….Es por eso que la Iglesia ha interpretado la vida en la Revelacion de Dios como algo sagrado -no importa las circunstancias de la concepcion – desde ese momento mismo hasta la muerte….con la condena del aborto, del homicidio y de la eutanasia…Se trata de un problema moral..que no implica lo que es simplemente fisico
un saludo cordial de Santiago Hernandez
A Javier Renobales. Soy católico por la gracia de Dios. La fe es un don recibido. Dicho esto, el asunto del derecho a la vida es muy serio para dejarlo en manos de nadie: grupos religiosos, grupos políticos, grupos ideológicos.
En el aspecto moral, que es el que a mí me interesa, cada sujeto debe hacer un esfuerzo por conocer en este asunto lo que está bien y lo que está mal. Convencerse de una gavilla de principios y jerarquizarlos. Desde mi punto de vista, el derecho a la vida está por encima de cualquier otro. No hay excepciones posibles. Hablo de moral, no de derecho positivo (penal, familiar, etcétera).
De hecho, en la Iglesia Católica o asociados hay muchas escuelas. Muchas más que entre los ideólogos o los políticos.
Por ejemplo, nadie ha puesto de manifiesto que el redactor, o mentor, de las leyes infames (desde mi punto de vista) sobre el aborto de las legislaturas socialistas se deben a un gastroenterólogo (Palacios) de una militancia socialista radical, entendiendo por tal los que ponen el estado por encima del individuo. Los conocimientos éticos y jurídicos de ese médico que los socialistas auparon hasta presidencias de comités éticos europeos están ahí para la criba del que quiera. Nemine discrepante entre los socialistas y comunistas.
Sin embargo, entre los que usted asignaría al bando católico hay una gavilla de opiniones que, como dicen los catalanes, tants de caps tants de barrets, tantos como opinantes. Tiene usted a un grupo de jesuitas que, con formación biológica (alguno se ha mencionado) siguen la estela de Gago, otro jesuita biólogo cuyas ideas morales a mí no me convencieron,. ni la de sus continuadores. (Otros,en mi opinión disparataron gruesamente como los del Institut de Bioetica de Abel o Masiá.) Tiene usted un grupo liberal de gran predicamento como puede ser el catedrático de bióetica de Deusto (médico y abogado al que se le dio un premio una Fundación de la que yo era miembro. Tambien discrepo del mismo. Liberal es también otro biético y próximo a los esjuitas (Diego Gracia, aquí mencionado). O el genético Lacadena, neoconverso (sin ningún sentido desdeñoso del término) a la causa logomáquica del individuo, individuación, unidad, unicidad, etcétera. Me producen respeto, pero tampoco me veo asociado a sus propuestas.
Por fin están los que, con un conocimiento científico extraordinario del asunto son más ajustados a lo que usted diría doctrina impuesta por la Iglesia, pero que no es más que reflexión filosófica basada en un estudio largo de la biología implicada: el catedrático de genética de la Universidad de Alcalá, el que fue presidente del CSIC (César Nombela), la catedrática de Navarra Natalia L. Moratalla y un largo etcétera. Me gustaría que me contara entre estos últimos.
Javier, a estas alturas, su descalificación universal no hiere, sencillamente resulta chocante. No hace mcuho, a raíz de la elección del Papa Francisco escribía una revista lo siguiente: (Copio) “But what it is clear is that, contrary to widespread belief, the modern Catholic Church is science-friendly….” (Sigue hablando de la defensa del darwinismo por ella, de su vinculación con el Big Bang, etcétera.”
¿Sabe a qué revista me refieron? A Nature, en su ejemplar del 21 de marzo de 2013. página 282. Es nada menos que un editorial.
No me consta que ninguno de los católicos de todos los pareceres mencionados quieran meter a ninguna madre en la cárcel.
Comprenderá que me llamen meapilas o reaccionario mke lo tome a guasa.
Bueno Pepe, te acepto la observación. Y creo que para justificar nuestra proposición sobre la posibilidad de las mujeres de disponer de su propio cuerpo sin que las demonicen, tenemos argumentos a nuestro nivel de percepción que son válidos. Ahora, que en España y algunas de sus hijas, paraísos de las Santas Alianzas entre la religión, el fascismo, las dinastías borbónicas y el conservadurismo y la adhesión al dogmatismo el miedo a la novedad y el control del prójimo sea difícil introducir una idea ni siquiera entre quanta y quanta, es otro tema. A veces parece que el escudo nacional tuviera como lema “Si me muero en Barcelona, que me entierren en Madrid”
pepe blanco
En tu entrada de 26-Abril-2013 – 18:06 pm me dices:
“Hola Luis González Morán.
Consideremos el caso de los gemelos monocigóticos. ¿Cómo explicas que algo que, según has afirmado “es un individuo humano”, al cabo de un rato sean dos individuos humanos?”
Gracias por contestar preguntando; te responderé en la medida en que pueda y sepa.
Efectivamente, lo que planteas no es ninguna banalidad. La unicidad es la característica de ser único e irrepetible: no está consolidada esta propiedad mientras subsista la posibilidad de que se produzca la división del embrión, lo que sucede con la formación de los gemelos homocigóticos, que se forman por la división de un embrión. La unidad es la característica de ser solamente uno: no se habrá alcanzado con seguridad esta condición mientras que exista la posibilidad de la formación de quimeras humanas, es decir, una realidad vital que esté constituida por la fusión de dos cigotos o de dos embriones distintos. Como se dijo anteriormente, en cualquier caso, la formación de gemelos monocigóticos o de quimeras postcigóticas solamente puede producirse antes de la formación de la línea primitiva en el embrión, que acontece hacia el día 14 después de la fecundación, coincidiendo con el final de la anidación.
La conclusión, por tanto, sería: si un embrión es divisible al menos hasta el día 14 en que puede desarrollarse un gemelo homocigótico o formarse una quimera, no se puede propiamente hablar de un ser humano individual precisamente hasta que el nuevo ser no supere ese límite temporal o de desarrollo, más allá del cual no es posible ni la gemelación ni la formación de quimeras.
Ciertamente, esta es una objeción seria, que ha tenido mucha fuerza en el moderno tratamiento y consideración del embrión humano precoz y de hecho ha creado perplejidad incluso a muchos pensadores y moralistas católicos. El mismo Häring, maestro de moralistas católicos, afirmaba que la mayor objeción contra la teoría de animación inmediata, en el momento de la fecundación, viene planteada por el fenómeno de los gemelos. De hecho, la misma Comisión Warnock fijó como comienzo de la individualidad del embrión el momento de la formación de la estría primitiva, dado que con anterioridad a este momento el embrión puede dividirse en dos individuos genéticamente idénticos, por lo tanto no se ha completado el proceso de individualización.
A esta objeción se le ha dado fundamentalmente una respuesta, en la que se concentran la mayor parte de las posiciones de los autores que señalan como comienzo de la vida propiamente humana el momento de la fecundación: el argumento de los gemelos homocigóticos confunde la individualidad con la indivisibilidad: de hecho, -argumentan- un individuo se caracteriza por su individualidad (en acto) no por su indivisibilidad (en potencia); la individuación consiste en existir en un momento determinado como un organismo o ser individual; este individuo es solo e idéntico a sí mismo.
En consecuencia –se añade- de que un organismo tenga la posibilidad de reproducirse en dos organismos genéticamente idénticos, no se sigue que carezca de individualidad: la potencialidad de reproducirse, de dividirse, no implica que antes de tal posible división no exista un organismo o individuo. Más aún, aunque estas afirmaciones no son pacíficas entre los científicos, se dice que el sistema original continúa su desarrollo manteniendo su individualidad biológica y ontológica, mientras que el nuevo sistema comienza su existencia biológica e individual ontológica en el momento que se separa del sistema original.
Según I. Núñez de Castro, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, la objeción de la posible gemelación (twinning) para negar el estatuto de individuo humano al embrión preimplantatorio carece de fundamento biológico y filosófico, porque el ser individuo (indivisum in se et divisum a quolibet alio) no es igual a ser indivisible. Un zigoto individuo puede dar lugar a más de un individuo (caso de los gemelos monocigóticos), como toda célula que es individua determinada en la citocinesis da lugar a dos células determinadas. No es lo mismo ser actu indivisum que ser indivisible.
Javier ciertamente la posición de la iglesia en España y la actitud de la derecha se debe a razones históricas.
Bueno, tocayo Peláez,
Esta ICR que nos ha tocado en España no nos ha tocado porque dios lo ha dispuesto así, sino porque la ICR, sacerdotes, jerarcas y demás católicos de la derecha, ricos, terratenientes y similares, hicieron obedeciendo la santavoluntad de dios en defensa de la vida –nadie tiene derecho a matar la vida, dice Ludovico- una santacruzada por dios y por España en la que mataron a centenares de miles de españoles.
España es un feudo católico por la fuerza de las armas. O sea, por la gracia del dios de los católicos.
Todo muy santo y en defensa de la vida (y de la libertad, no hay que olvidar la libertad, Javier, ni la paz, pues son guerras en defensa de la paz … y de la vida –humana, dice Ludovico-) , como suelen ser las guerras que dios les dice que hagan a los creyentes –las cruzadas son un invento católico ¿no? con la cruzdecristo por delante, como la del Valle de los Caídos, el mausoleo de Franco y los mártires a beatificar … en defensa de la vida, y de la paz y de la libertad y del amor a dios …
Porque la 2ª República había puesto democráticamente coto a la ICR, y sin la cruzada y la dictadura católicas que querían conseguir y consiguieron gracias a asesinar a tanta gente con su cruzada por dios y por España, recuperaron los privilegios que la 2ª República le había quitado a la ICR en España: así, a tiro limpio y fascismo dictatorial, tenemos la ICR que padecemos.
Por esos asesinatos en defensa de la vida del negocio de la ICR, tenemos la ICR que padecemos. Para regocijo de unos cuantos católicos que condenan el que la mujer pueda decidir lo que hace con su cuerpo, en sus circunstancias.
Todo muy evangélico. Por eso esta ICR que padecemos le sigue manteniendo al fascista Franco la máxima condecoración vaticanesca: la Orden Suprema de Cristo.
Cristo el evangélico, ya sabes. Todo muy evangélico, en defensa de la vida y esas cosas tan católicas, la libertad y la paz y bien.
Gracias, Mª Luisa, por el enlace. Ya he visto la segunda parte. Algo comentaremos en otro lugar más apropiado.
Una observación más. Con lo que no estoy de acuerdo, Olga, es con que [siempre] percibamos nuestro estado de conciencia como continuo.
Saludos a las dos.
Estimada Olga, no he usado la “física sub atómica” para interpretar la realidad a nivel nuestro. Solamente he usado uno de sus presupuestos para argumentar en contra de una hipótesis que, según su defensor, era el quid de la cuestión, de la cuestión del aborto. (Hipótesis que, implícitamente, extiende su dominio al mundo de lo muy pequeño.)
Por supuesto que en nuestra vida cotidiana podemos vivir estupendamente y ser muy felices como si la energía no estuviera cuantizada, sin tener en cuenta para nada esa realidad. ¿Por qué? Porque con nuestras unidades de medida habituales (kilogramo, metro, segundo), resulta que la cuantización de la energía -para la luz visible, por ejemplo- afecta a la décimonovena cifra decimal, y nuestros instrumentos de medida cotidianos nos proporcionan, como mucho, una precisión de tres decimales (e.g., un milímetro). Además, nuestro cuerpo, nuestros sentidos, son absolutamente incapaces de discriminar incrementos energéticos de esos órdenes de magnitud. Por todo ello, la cuantización de la energía, en nuestra vida cotidiana, es por completo irrelevante. Pero eso no quiere decir que que la cuantización de la energía, y sus consecuencias, no nos rodeen por todas partes.
Saludos
Sí me enfado porque os metéis en la vida de los demàs…Nadie os dice que abortéis,que seàis homosexuales…Iros al Vaticano es una manera de decir meteros en vuestras cosas.Si fueràis amish que no pintaràis nada o testigos de Jehovà que no pintaràis nada,no os mandaría al Vaticano….Dejadnos en paz con nuestra vida,con nuestra libertad…
Javier Pelaez
Querido amigo: fantástico, como siempre…
Dices (26-Abril-2013 – 20:17 pm) en un arrebato de irenismo y ánimo conciliador… “Iros a vivir al Vaticano y dejarnos en paz”.
Solo una pregunta: Los que tenemos que irnos al Vaticano y dejaros en paz, ¿quiénes somos? ¿La derecha meapilas y la jerarquía reaccionaria…?
Seguro que iba a haber plazas de aparcamiento para todos los que os quedarais aquí y bajarían las rentas de los alquileres de las viviendas… Hombre, alguna ventaja tendríais los que quedarais aquí, que no sé exactamente quiénes seríais, porque no lo dices…
No te enfades, hombre, que no merece la pena…
Luis en Francia y en otros países europeos se han arreglado y definitivamente hace mucho tiempo,pero aquí como tenemos una derecha meapilas y una jerarquía reaccionaria cada dos por tres estamos con la ley del péndulo.La ley de ZP es muy similar a otras europeas.Iros a vivir al Vaticano y dejarnos en paz…
A Javier Peláez
Todos los días “sale” el sol y todos los dias “se pone” el sol.
Por cierto, nadie te obliga a leer estos rollos… es una decisión voluntaria.
Además, no se trata simplemente de úteros y fetos ajenos, sino de cuestiones de derecho y ética y estas cuestiones no se arreglan con frases bonitas y punzantes.
Luis González Morán,
En el amor humano del hombre joven está ya el destino humano de amar a una mujer y de ese amor mutuo surge la continuación de la especie humana, porque la evolución de la vida humana es así (no por ningún plan divino).
En el amor humano de la mujer joven sucede lo mismo.
Abortar ese amor es matar la vida humana de los hijos que hubieran tenido, si hubieran fructificado ese amor.
Claro que eso no conviene al magisterio católico, porque el negocio católico necesita machos célibes para seguir prosperando.
Así que abortar ese amor es un mandato divino: hay que seguir la llamada de dios al celibato obligatorio.
Por el contrario abortar un embrión humano es reo de excomunión automática. Así es el capricho de vuestro magisterio católico, amigo Luis.
Sobre todo, la mujer que se joda, que lo primero es el negocio.
Ludovico,
Cuando decides que te extirpen un órgano o unas células, que son vida humana, decides matarlos, y lo haces para vivir tú mejor (un órgano o unas células cancerosas pueden matarte).
En tu modelo científico faltan algunas variables muy importantes.
No creo que un católico –sin duda tú lo eres, Ludovico ¿no?- tenga mucha libertad de pensar en esta materia, cuando por principio católico está permanentemente bajo la espada esgrime el magisterio católico (en el que también por principio católico no puede haber mujeres) sobre las cabezas católicas: Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae.
Los legisladores del PP son católicos.
Así que más os vale a los católicos plegaros a lo que os manda vuestro magisterio, tan coercitivo, no sea que con vuestros ‘libres’ pensamientos y opiniones, si los expresáis/transmitís, vayáis a procurar un aborto que llegue a producirse …
Mejor os sometéis, Ludovico, ante tan graves coacciones de vuestros machos jefes.
Libremente, eso sí, por supuesto; como el celibato obligatorio, que una vez aceptado porque no le queda otro remedio, se autoconvence el célibe de que es célibe libremente.
A los esclavos les sucedía lo mismo: no se escapaban, porque se jugaban la vida y la perdían, si se escapaban. Así que libremente se quedaban de esclavos toda su vida, porque querían vivir, pues no tenían derecho a matar la vida (humana, que tú dices, Ludovico).
La cuestión es muy compleja, Ludovico, y excluir de la solución injustamente a las mujeres, y además coaccionar gravemente a los católicos con injustas penas de excomunión automática, obliga a desconfiar de ese magisterio abusón católico tan bruto.
Tú tienes que coincidir, en tus opiniones sobre el aborto, con el magisterio de tus jefes, Ludovico; así que tus opiniones arrastran demasiados vicios, están demasiado presionadas.
Prefiero respetar la decisión de la mujer que decide abortar un embrión por motivos importantes. Respeto que no tiene la ley de los católicos del PP. La vigente (por poco tiempo) respeta mucho más la decisión de la mujer, y por eso es un avance respecto del retroceso que va a imponernos dentro de poco la legislación del PP.
Algo similar sucede con el maltrato que el magisterio católico, tan bruto, inflige a los homosexuales.
Como diría el embajador alemán en España,”desde la profunda amistad”,”me cansa tener que leer y oír una y otra vez…” estos rollos que os traéis los católicos sobre los úteros y fetos ajenos.Esto es el “eterno retorno”…El otro día contaba una mujer que abortó en Francia por una malformación del feto que los médicos franceses tienen la misma ley desde 1979,aprobada por la derecha.!Què desastre de derecha y de iglesia nos ha tocado en España¡.
Hola Luis González Morán,
Consideremos el caso de los gemelos monocigóticos. ¿Cómo explicas que algo que, según has afirmado “es un individuo humano”, al cabo de un rato sean dos individuos humanos?
Entiendo la preocupación de Rouco porque se penalice el supuesto de graves malformaciones.Al fin y al cabo si en tiempos de Aznar y Rajoy se hubiera permitido ese aborto ,esos dos no hubieran nacido por “falta de cerebro” .De hecho,Rajoy para sentirse protegido por líquido amniótico va a dirigirse a los españoles a través de ecografía.El plasma se ha mostrado insuficientemente protector.El líquido amniótico es mucho màs cómodo es como vivir en cama de agua.!Cómo se ve el fútbol desde el útero!.
Entiendo que la nueva entidad que aparece en el momento de la fusión de los gametos humanos masculino y femenino constituye ya desde entonces un individuo humano, que entra en la vida y en la historia en el momento de la concepción y avanza en su ciclo vital predeterminado, durante el cual, si se dan las condiciones necesarias y suficientes, en cuanto nuevo individuo, se realizará de modo autónomo, con todas las potencialidades de las que está intrínsecamente dotado. Así, un mismo ser evolucionará sucesivamente cigoto, blastómero, mórula, blastocisto, embrión implantado, feto, recién nacido, niño, adolescente, anciano, hasta que llegue a la muerte natural.
Llegados a este punto de la controversia, pienso que, salvo la etapa final de la muerte, los adultos de hoy, hemos vivido todas las demás etapas Y aunque el esfuerzo por vivir en la existencia intrauterina no es constatable por nuestra conciencia, sí que surge un sentimiento de solidaridad con aquel vulnerable cigoto que fuimos y aquel esforzado, aunque inconsciente, proceso por vivir en cada momento los acontecimientos con que fuimos atravesando el incesante flujo de la vida. Quizá más exacto que decir que el embrión es “vida con destino humano”, habría que decir que el embrión ya realiza un destino humano, aunque sea precario e inseguro: en ese momento de su desarrollo embrionario está realizado lo que su vocación humana pide de él.
No os equivoquéis el “principio no quiero a ninguna mujer en la càrcel por abortar” es un sofisma.El aborto por definición no se lo practican las mujeres salvo escabechina no recomendable,sino profesionales sanitarios.Por eso el muy cínico de Gallardón puede decir en el Congreso que no quiere a ninguna mujer en la càrcel,quiere en la càrcel a los mèdicos que practiquen abortos.Ergo quiere a las mujeres en el extranjero o en la clandestinidad…La posición del gobierno filonazi que padecemos-filonazi por colaborador con el gobierno nazi alemàn por mucho que le joda al embajador alemán en España,ver EL PAÍS de hoy-es absurda.Es como si se dijera no voy a meter a ningún “ramonsampedro” en la cárcel,voy a meter a los mèdicos que practiquen la eutanasia.
Como nuestro organismo no está calibrado por lo menos en la mayoría de los seres humanos, para percibir la realidad a nivel cuántico, percibimos el tiempo como continuo, nuestro estado de conciencia como continuo, la luz como continua, y nos percibimos como “siendo” y no como una probabilidad de ser. Además nos percibimos como una estructura con límites, como una unidad orgánica, con un yo más o menos delimitado que goza y que sufre, a pesar que a nivel cuántico se disipen las fronteras y seamos un mar de partículas con la propensión a ser.
Por lo tanto, creo, que nuestra discusión sobre el derecho de las mujeres a concebir y alimentar creaturas, o no aceptar esta función en casos específicos, no es un problema cuántico ni que se pueda resolver desde ese punto de vista, ya que no estamos calibrados ni tenemos instrumentos para llegar a esa infinitesimalidad.
Y como dice Ina, si le pusiéramos empeño en entender a las mujeres que tienen que tomar estas decisiones, en defender y honrar a las mujeres como personas y no como objetos de consumo ni fuente primaria de esclavitud, ni vientres de los cuales se puede disponer a antojo en aras de una pseudo defensa de la vida, podrían disminuir los femicidios, la trata de prostitutas y las mujeres encabronadas con la iglesia y con los hombres.
El problema es que somos instrumentos que no estamos calibrados a nivel cuántico, y no podemos ver los saltitos, y en la vida corriente vemos las películas como un continuo, el tiempo como continuo, y vemos en cambio a los individuos de una especie como discontinuos, siendo que a nivel cuántico somos probabilísticos y los límites no existen. Entonces como somos limitadillos, tenemos que funcionar con las categorías que nos son alcanzables y que den sentido y cordura a nuestra vida, si no vamos a terminar discutiendo cuantos ángeles caben en la punta de un alfiler y le vamos a hacer el quite a poner sobre el tapete los problemas reales.
Os recomiendo este enlace, son 4 videos y aunque el tema de la indeterminación creo que se encuentra en el segundo, los cuatro no tienen desperdicio. El conferenciante es Diego Gracia. Al menos, creo, que a Pepe Blanco le gustará
Estimado Ludovico,
Me temo que lo único que podría recopilar Sokal aquí son los escombros de tu erudición estéril.
Un cordial saludo
Si se puesiera la décima parte del empeño que se pone en atacar a las que toman la dura decisión de abortar en transmitir valores de respeto hacia las mujeres quizá cambiaran las cifras de mujeres asesinadas cada año.
Si se pusiera otra décima parte del empeño en acabar con Puticlubs (lo pongo así para que suene duro) donde se trafica con mujeres quizá les creería cuando dicen defender la vida.
Y si mostraran que su decisión de defender la vida va más allá de conseguir que nazcan más niños (luego allá se las componga su madre cuando las cosas se le pongan cuesta arriba) diría que realmente sus postulados tienen coherencia…
Pero no es así.
Sokal se estaría aquí frotando las manos. Recopilando material para otro artículo. Sólo falta la indeterminación de Heisenberg para rematar la confusión Y me parece que ya está tardando mucho en aparecer.
Sí, Olga pero los efectos de esta coexistencia ya se ven que son reaccionarios, a mi modo de ver se trata más bien de subsumir y no de coexistir, no se trata de niveles ni de que cada uno tenga su función porque la realidad no es sustancia sino sistema y estructura y por tanto, en rigor la funcionalidad se da a este último nivel, la característica del cual es la indeterminación.
Saludos
Estimado Pepe Blanco: Veo que la física sub atómica te está complicando si la usas como punto de vista para interpretar la realidad a nivel nuestro, donde se aplica la física clásica. Ambas físicas tengo entendido que coexisten, y cada una funciona a su nivel, y no se ha creado todavía un sistema unificado que de cuenta de los hechos en forma coherente a ambos niveles. Quizás las partículas sub atómicas superen la velocidad de la luz y estén en dos lados al mismo tiempo, pero por lo menos yo no, y tampoco atravieso las paredes, es más me he dado un cabezazo contra un vidrio, que me acabó de convencer que no funciono en forma cuantica.
Saludos
El problema es que en una ley sobre el aborto el ámbito de discusión no es el del moralista ni el del científico sino el del ciudadano. ¿Por qué? Si vivimos en una democracia (podría cuestionarse esto pero aceptémoslo de momento como hipótesis) las decisiones no se toman por los representantes de expertos sino por representantes de todos los ciudadanos. El juego democrático es que el partido mayoritario no representa y gobierna sólo sobre aquellos que lo han elegido sino sobre todos los ciudadanos. Y los que no han elegido al partido mayoritario aceptan el juego de permitir gobernar a quienes más votos obtuvieron con todas las matizaciones que puedan hacerse. No está mal que se tengan en cuentan los criterios científicos y morales de los expertos. Está bien. Pero la democracia no busca la verdad como objetivo último sino busca acuerdo sobre toma de decisiones. Hace leyes y con ellas gobierna una sociedad compleja y multicultural en muchos casos. Pues bien, el votante, el pueblo soberano es el fundamento de todo el constructo democrático. Y no vale más el voto de un experto que el de un ciudadano corriente al que se le considera con suficiente criterio para elegir representantes que actúen en los ámbitos más complejos y variados que constituyen la vida social. Así que en democracia todo ciudadano con ideas formadas sobre la cultura en la que está inmerso vota y acepta el juego, también en el caso del aborto, de que la ley salga del consenso mayoritario representado por la mayoría de votos en el parlamento para cada cuestión. Ahora bien, esta democracia también está en cuestión y más en estos días. Pero eso es otro asunto. Yo no tengo ideasgenerales claras sobre el aborto salvo una: No quiero meter en la cárcel a ninguna madre que haya abortado. Tendría que analizar caso por caso para buscar claridad.
Hola X. Gundín,
Dices no entender a cuento de qué viene aquí el postulado de Planck. Intento explicártelo.
Viene a cuento de que asegura que por lo menos, por lo menos, por lo menos, hay algo en el universo que no es continuo: la energía en el microcosmos de los átomos y de las moléculas.
Algunos físicos piensan que, además, quizás tampoco el tiempo del microcosmos es continuo, y por eso definieron, por ejemplo, el “tiempo de Planck”.
Además, algunos incluso han sugerido que la masa quizás tampoco sea una magnitud continua.
Si se confirmaran todas estas hipótesis (la referente a la energía se da por cierta) resultaría que nada en el universo sería continuo. Y, en ese caso, sería poco razonable presuponer que “la vida es un continuum”, tal y como ha propuesto Ludovico.
¿Por qué? Porque la vida son átomos y moléculas a los que les suceden cosas y esas cosas estarían totalmente cuantizadas y su evolución en el tiempo sería totalmente discontinua.
¿Y cómo afectaría eso a una discusión como esta sobre el aborto? Pues de una manera determinante, pues lo que una cosa sea en un instante dado, no tiene por qué ser lo mismo que lo que sea transcurrido un tiempo determinado, incluso un tiempo muy pequeño, si se suprime el presupuesto de continuidad.
El artículo de Benjamin,me ayuda a entender un poco más las cosas, que ni po eso me dejan de envolver misteriosamente.
Javier Renobales, una de los mejores biografías intelectuales de Darwin (digo una de las mejores con el sesgo de ser una de las que a mí más me gustan) es la que escribió Michael Ruse en 1979. Lleva por título: The Darwinian Revolution: Science Red in Tooth and Claw, para subrayar que la lucha por la vida es “con uñas y dientes”, con la sangre de la presa saliendo por la comisura de los labios.
Sabe muy bien que me refiero a la vida humana. Los seguidores de Singer van más allá y meten en el mismo saco otros seres inteligentes, para mi erróneamente equiparándolos con los humanos.
A mí la Iglesia Católica, que sea yo consciente, no me influye para nada en los asuntos que conciernen al derecho natural y a la moral. No digamos si, además, tienen una relación directa con la ciencia (sistema nervioso y libertad de decisión; genética y aborto; sociobiología y familia, etcétera).
Una vida humana no está sometida a ningún imperativo personal. Sé muy bien cuál es el drama de uina niña de doce años preñada por un familiar en una familia sin recursos. Nadie tiene que decirme el drama para la niña, para los padres, sobre todo si hablamos de un pueblo pequeño. Ni aun entonces, Javier. Matar no es ningún derecho. Y matar es sacrificar una vida en ciernes, o como dicen los juristas in fieri. Esas distinciones forzadas de embriones y preembriones, de individuación e individualidad (los famosos catorce días previos hasta el anidamiento en el endometrio) no son más que constructos con una base científica harto cuestionable.
Su recurso a los espermatozoides me evoca una película de Woody Allen, donde se les ve como una suerte de astronautas en el útero. Cierto es que los espermatozoides sufren una experiencia de selección y sólo (o dos) gana la partida. Pero eso n o atenta contra la vida concebida. Los abortos naturales preimplantaciones se producen en número astronómico. Bien, ¿y qué?
Pezqueñines…no
Nadie tiene derecho a matar una vida, dice el científico Ludovico.
Hoy casi piso una lagartija, viva, por supuesto, pero por suerte no la maté. Si para no pisarla hubiera tenido que desviar mi pierna, caerme y rompérmela, habría tenido todo el derecho del mundo a matar la vida/lagartija, Ludovico, rompiendo tu rotunda y errada formulación: nadie tiene derecho a matar la vida.
Cada vez que eyaculas Ludovico, matas montones de espermatozoides. Así ha evolucionado tu sabia naturaleza(sin que dios haya tenido nada que ver con ello) : de forma que matas montones de seres vivos a lo largo de la normalidad de tu vida humana.
Oscar te ha puesto varios ejemplos de cómo matamos la vida para mantener nuestra vida.
Con el zigoto sucede lo mismo, Ludovico; una madre que ya tiene el máximo de hijos que puede sacar adelante (variable que en tu modelo científico no se tiene en cuenta, como si las personas humanas fuéramos robots o algo parecido), debe matar el siguiente cigoto, pues si lo deja convertirse en niño no podrá sacarlo adelante, y además perjudicará a los hijos que ya tiene.
Entonces se meten de por medio los que por sistema no quieren tener hijos y no los tienen, Ludovico: los jerarcas de la ICR y sus agentes, vuestros curas.
Lo que sucede es que los que os hacen la moral católica, Ludovico, no tienen hijos. Porque no les dejan. Ni tiene esposa: por la misma espeluznante razón, Ludovico: porque no les dejan sus jefes, los del Estado Vaticano.
Y no los tienen porque el negocio de vuestra ICR se lo prohíbe (lo llamáis celibato obligatorio, ya sabes; obligatorio porque tener hijos sale caro económicamente, y en tiempo/dedicación, y en implicación personal … etc, etc, etc, etc, etc. Y además lo hijos tienen madre, no sólo padre, y la madre es la esposa del padre, en el catolicismo romano.
Y entonces se hacen llamar padres, pero sin tener hijos ni esposa, los hipócritas –uy, perdona por meter términos no científicos en el debate, Ludovico, este de hipócritas; pero es matar parte de la vida, robotizarla: la hipocresía forma parte de la vida humana –no de la del cigoto, pero sí de la de las personas-)
¡Ay, ay!. ¿qué pintará aquí el http://es.wikipedia.org/wiki/Postulado_de_Planck?.
Como Ludovico dice del embrión, it evolves, aunque sea a saltos, pero it evolves. ¿Pq no había de hacerlo a saltitos?.
Lo que hay que esperar dese material vivo es que evolucione y además siempre en la misma dirección: niño o niña. Que se mueven saltando, si.
“Se puede, pues, afirmar hoy que la realidad embrionaria (supongo que quiere decir: el embrión) no tiene poder intrínseco y autónomo para convertirse en persona. No vale decir que destruido el embrión se destruye una persona, pues el embrión no es persona….”.
“La biología molecular autorizaría (sic) a concluir que la sustantividad humana -su momento constitucional- (¡Dios, qué forma de hablar!. Supongo que quiere decir: empieza a ser humano) ocurriría (sic) justo en el tránsito que va de la fase embrionaria a la fetal. Soño en su estado de feto adquiriría (otro sic) adquiriría el embrión el estatuto ontológico propio de un ser humano…”.
De pronto, más o menos a la octava semana de gestación, pasa algo que otorga al embrión en su tránsito a feto “estatuto ontológico, dignidad de persona y el valor que se deriva de la misma“. Antes no; en la octava semana, si.
¿Qué será aquel algo?. En el párrafo anterior nos dice el post: “Cuando las informaciones extragenéticas no hacen acto de presencia, el fenotipo se altera, o, simplemente resulta inviable. Esto quiere decir que ambas informaciones, la genética y la extragenética son necesarias para la aparición de un 0rganismo vivo y que el defecto de cualquiera de los dos hace imposible el logro…”
(fenotipo: manifestación externa del conjunto de caracteres hereditarios en un determinado ambiente. Los que no hemos estudiado biología tenemos que estar con el diccionario en la mano).
Pues ya sabíamos que el embrión es un parásito que precisa cojer materiales e información del huesped y que cuando no lo consigue… se malogra. ¿Quiere esto decir que el embrión no tiene poder intrínseco y autónomo para convertirse en humano? (no en persona, claro. Personas somos despues del nacimiento). ¿Que no tiene en si mismo y con autonomía la capacidad de cojer los materiales que necesita Pues entonces ¿como se arregla el pobre para hacerlo?. Si el embrión no tiene esa iniciativa intrínseca y autónoma, derivada de su propia información, ¿como explicamos que -si no se malogra- siempre da el mismos resultado: un niño, o una niña, y nunca,. nunca, una rana o un gato, o…?
Y sin duda que si no hay el debido intercambio entre parásito y huesped, al primero le va mal.
Qué listo es Luis Gonzàlez Moràn!.Nos adula para hacernos decir lo contrario de lo que decimos….
Benjamín Forcano es un teólogo moralista de amplio espectro y de grandes (y polémicos) servicios eclesiales. Vaya por delante que es una persona a la que respeto y admiro.
Por eso, al ver publicado este artículo suyo en Atrio, me apresté a leerlo con interés, porque me interesa el autor y el tema.
Leí el primer párrafo: “Sale de nuevo a la palestra pública el tema del aborto. Y salen de nuevo las posturas encontradas, unas a favor y otras en contra. Sobre el tema brotan enardecidas las disputas y los reproches: el Gobierno actual del PP se alía con la Jerarquía eclesiástica para modificar la legislación reciente, aprobada parlamentariamente por el Gobierno anterior del PSOE. Llevar a cabo tal modificación, supondría un desprecio a la ciudadanía que la debatió y la aprobó y, como consecuencia, un paso atrás, un retroceso en la conquista de la libertad y derechos humanos”.
No pude continuar leyendo. Mi pensamiento coincide con una frase del siempre punzante Javier Peláez en su entrada 25-Abril-2013 – 17:01 pm : El post es propio de un moralista y los moralistas no deben hablar de las leyes penales, temática que desconocen. Ni los científicos, ni los teólogos”.
¿Cómo puede afirmarse que modificar una ley, la que sea, supone un desprecio a la ciudadanía que la debatió (lo cual, por otra parte, es mentira) y la aprobó? Precisamente las leyes llevan en sí mismas un germen de caducidad, sobre el postulado, que siempre se da, de que cambien los presupuestos y circunstancias vigentes en el momento de su adopción, dada la plasticidad evolutiva de la sociedad. De lo contrario, estaríamos rigiéndonos por la ley romana de las Doce Tablas, o por el Fuero Juzgo o por las Partidas de Alfonso X el Sabio o el Libro del Consulado del Mar.
Volviendo a nuestro asunto: el BOE de 3 de marzo de 2010 publicó la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción voluntaria del embarazo. Esta norma derogaba la legislación anterior vigente sobre el aborto, que es como se llama en román paladín esta fechoría, que otros llaman con una violencia ofensiva del lenguaje “derecho”. A ningún analista progresista le oído decir ni le he leído en el sentido de que afirmara que tal legislación suponía un desprecio a la ciudadanía que la debatió… siempre la misma gaita gallega. Con el gozo con que el sector progresista recibió este (para ellos) triunfo. Por cierto, que esta ley no fue precocinada en el Ministerio de Sanidad, como hubiera correspondido en un país razonable, sino en el hoy inexistente Ministerio de la Igualdad, creado expresamente ad hoc.
Por hoy no entro en el fondo de la cuestión, espero reponerme de la sorpresa… Antes de terminar, voy a poner un ejemplo clásico. El día 26 de mayo de 1978 se aprobó la ley sobre despenalización del adulterio y del amancebamiento. ¿Alguien puede pensar que esta importantísima y justísima modificación legal supone un desprecio al anterior legislador?
Amigos, a las 13:43 puse un post que salió con el nombre de Oscar, porque era su máquina y estábamos apurados saliendo para el hospital, a recibir noticias de los tratamientos futuros de Oscar. A él no le importa, pero en el post hago referencia a Oscar y eso suena raro. Por lo demás estamos de acuerdo, con matices, en muchas cosas ycreo que ambos nos enriquecemos mucho de nuestro diálogo, y además nos entretenmos también mucho.
Saludos cordiales,
Mira María Aluisa aquí no está “preñada” la “sustantividad zubiriana”,está preñada la mujer….
A mí, que he vivido esa dolorosa experiencia entre la coacción y la decisión me llenó de sosiego y serenidad ese enfoque científico- filosófico que sobre el tema en cuestión y de inspiración zubiriana le da Forcano, cuando le leí hace ya tiempo. Todo estriba en la distinción entre la idea de realidad como sustancia o superándola con la idea de sustantividad. El concepto zubiriano de sustantividad está preñado de elementos tomados en torno a los nuevos avances científicos de los cuales nunca se despegó Zubiri en su elaborado pensamiento. Diego Gracia que preside la Fundación Zubiri en la actualidad y que es mencionado por el autor en el artículo dice en su libro Ética en los confines de la vida: “El embrión humano adquiere inteligencia y por tanto personeidad en un momento casi imposible de decidir. Todo el proceso genético anterior a este momento es por esto tan sólo un proceso de hominización.
Estoy completamente de acuerdo con la exposición hecha por Benjamín Forcano.
El post es propio de un moralista y los moralistas no deben hablar de las leyes penales,temàtica que desconocen.Ni los científicos,ni los teólogos.El problema es la regulación penal de un determinado delito que elevado número de la población en España y en Europa no ve como delito y las leyes penales son la última ratio del Estado moderno o deben serlo.En cuanto a quien influye en los embarazos juveniles en España.Obviamente esta rancia moral católica que sufrimos.
Si se acepta el postulado de Planck, necesariamente se sigue que cualquier proceso en el que estén involucrados intercambios de energía a nivel atómico o molecular, como en la química de la vida, no pueden ser procesos continuos, sino discretos, a saltitos.
La vida es un continuum porque, como dicen los ingleses it evolves, es decir, se va desplegando paso a paso. No es discreta, no está cuantizada. La embriología es biología del desarrollo, que supone una sucesión sin cisura de continuidad de pasos de complejidad creciente. Basta fijarse en los vídeos de las distintas fases del embrión para advertir la constante actividad de estructuras que se van manifestando.
De ello no sólo es continua la evolución del individuo. Lo es también la de la especie, incluso para aquellas tesis que, como la del equilibrio puntuado, habla de momentos de estasis y momentos de evolución. Se evoluciona a partir de algo que ya se ha adquirido y contando con lo adquirido. Un trabajo en el que destacó el español Pere Alberch, muerto en plena juventud creativa.
De hecho, el propio origen de la vida, desde la materia inerte, en una sucesión, sin solución de continuidad, de distintas reacciones que se van asentando en lo que se llama evolución prebiótica hasta la bioquímica, que se supone llegó con la antesala del mundo de ARN.
Como usted sabe, una de las notas distintivas de la biología frente a los reduccionismos absolutos que la quieren confinar a mera física, química mediante, consiste en la creatividad, en la emergencia de nuevas estructuras manteniendo la homostasis interna, que no camina a saltos, sino permanentemente activa. La quietud sería la muerte.
Vayamos, Ludovico, al quid de la cuestión:
“El desarrollo del individuo es un continuum”.
Eso, es una hipótesis que sostenéis algunos. Una hipótesis razonable, lo acepto, pero una hipótesis. No demostrada por ninguna ciencia, que yo sepa.
Bien pudiera ser (es más, probablemente sea) que la vida del ser humano sea discontinua. Como persona culta que eres, sabes perfectamente que esa discontinuidad no le resultaría extraña a la ciencia actual, uno de cuyos postulados más unánimemente aceptados es que la energía se transmite en cuantos. Es decir, que la energía no se transmite de forma continua. Ni los electrones ligados a un átomo pueden tener una cantidad cualquiera de energía: sólo determinadas cantidades que están, como bien sabes, cuantizadas.
Y si la idea de discontinuidad no le resulta ajena a la ciencia actual, mucho menos le resulta extraña al pensamiento religioso mágico tradicional cristiano. Efectivamente, estarás de acuerdo conmigo en que el bautismo, el sacramento de la penitencia o el del matrimonio o el del orden sacerdotal, crean discontinuidades en la vida de un ser humano: no es el mismo ser humano antes que después de recibirlos.
Pero no hace falta acudir ni a la ciencia ni a la teología cristiana: la experiencia cotidiana nos muestra lo discontinua que es la biografía de un ser humano. Nuestra vida está llena de discontinuidades. Me parece algo tan evidente que no debería precisar mayores explicaciones.
El postulado del que partes para rechazar el aborto, me parece, como mínimo, subjetivo. Además, probablemente falso.
Vaya por delante que estoy completamente de acuerdo con Forcano y no encuentro desde el punto de vista cientifico (que es el mio) ningún motivo para poner en duda sus conocimientos, si acaso alguna expresión concreta no es totalmente exacta pero en esencia es cierta.
¨los de letras¨tienen seguramente la necesidad y casi obligación de formarse en ciencias básicas y lo hacen.. asi como ¨los de ciencias: intentamos formarnos en ¨letras¨ Eso enriquece a la persona.
Cuando un científico renombrado llega a determinadas conclusiones gracias a sus trabajos/ demostraciones, tiene que exponerlas a los demas cientificos – sus iguales- que estarán de acuerdo en ocasiones y en otras le rebatirán una y otra vez.. para eso existen las comisiones de expertos y diversos niveles de evidencia
Tras ello se lo exponen a los especialistas ¨de todos los dias¨ en la materia y por ultimo, bien explicado, al publico bien formado en general. Este publico tiene todo el derecho a formarse su propia opinión, sobre todo en un tema que suscita tanto debate en la sociedad civil como es el aborto.
No todos debemos ser expertos en todo pero sí todos tenemos derecho a explicaciones claras y no mediatizadas y a tomar nuestras decisiones asumiendolas.
Por ultimo quisiera enviarle un saludo a Oscar Varela. Comparto muchas de sus opiniones y aprendo mucho de él
(De hecho este comentario, como luego se explicará, fue escrito por Olga, aunque salga el nombre de Oscar. Atrio)
Totalmente de acuerdo con Forcano, lo respaldo en un cien por ciento en su posicion, que es la que siempre he manifestado en este foro, y en otros foros en mi pais, en que se supone que existe un estado laico y somos una sociedad multicultural, y que nuestras leyes deberian brotar de nuestras necesidades humanas y no de nuestros supuestos ideologicos. Como persona mayor se que si tengo que hacerme un trasplante estoy al final de la linea dandole prioridad a los adultos jovenes, y que me puedo morir por ello. Y cuando nos falte el agua, se que tendre que cedersela a otros porque soy mayor, y no considero que eso sea un crimen, sino que es una decision social. Y se que en mi sociedad y en casi todas, los ricos pueden sobrevivir mejor porque tienen acceso a tratamientos carisimos que yo ni mi familia podrian costearlos, y otros se mueren porque son pobres y eso es lo que trata de nivelar un estado de bienestar, pero de hecho es asi. No todos podemos sobrevivir, y menos los que su madre no puede o no esta habilitada para criarlo y transformarlo en un humano completo. Todo esto suena esteticamente feo y tendemos a ignorarlo, pero existe. Y lloramos cuando en las peliculas de Walt Disney aparecen animalitos perseguidos para hacer abrigos de piel, pero no lloramos cuando vemos criaderos de cerdos y aves como campos de concentracion, esperando su muerte, o cuando vemos un vehiculo lleno de vacunos que va al matadero, porque ahi pensamos que tenmos derecho a alimentarnos, o no pensamos nada. La vida es siempre eleccion, y como dice Oscar hay algunas que son mas antiesteticas que otras, y muchas que son individuales y tenemos que vivir con ellas en la conciencia para siempre.
De nuevo!
Invitaría a los que van coniciendo de estas cosas TABÚES que nos pasan a los sere humanos, que se vaya considerando el Asunto desde una postura ESTÉTICA.
Hay muchísimas cosas (pienso que, en el fondo, TODAS) tienen el punto de vista decisorio en lo “Estético”.
Se trata de los “VALORES” y de su Facultad de percepción, que es la “ESTIMATIVA”.
¿Seguiré yendo? – Oscar.
Sigo!
Dije que era un viejo (76 años). Esto quiere decir que:
1.- me han pasado muchas cosas
2.- hice muchas cosas.
He constatado que en los ámbitos “religiosos” el SEXO era TABÚ.
Tengo amigos de amplísima trayectoria en la “Educación Sexual”, que colaboraron en la redacción de las Leyes sobre el Asunto en Argentina.
Me siguen confirmando que el TABÚ sigue; y tal vez peor que ello la reticencia a hablar de estas cosas del SEXO.
Me sospecho que en algún fondito de n/Cultura hay MISOGINIA; pues he aprendido que quien de verdad entiende de SEXO es la MUJER.
¿Será?
¡Sigo yendo todavía! – Oscar.
Hola!
Ya sé que soy un viejo y que me puedo equivocar.
Mi fuente de Info no la restrinjo a las específicas Ciencias.
Me importan los ámbitos humanos de la Gente de a pie.
Por todos eso y por, talvez, mucho más, opino que:
El Artículo del señor Forcano es de gran valor por su “PONDERACIÓN”.
¡Seguiré alerta! – Oscar.
Supongo que Forcano será sacerdote y teólogo claretiano, puesto que lo afirma él. De lo que no cabe dudar es de que carece formación científica. Con un síndrome de lo que podemos llamar de bata blanca (la que llevan investigadores y médicos) aporta términos cuyo campo semántico exacto parece desconocer y mezcla churras con merinas (filosofía con genética y epigenética).
En alguna ocasión he mencionado que las autoridades en ciencia deben tomarse con cuentagotas. No digamos en filosofía. Aunque uso sea especilista en bioquímica de la gestación no quiere decir que sus afirmaciones en genética, por ejemplo, tenga particular valor. Aunque uno sea especialista en bióetica no quiere decir que su conocimiento de la genética sea notable.
Apelar a determinadas autoridades (en su opinión) y emplear un término paracientífico es un peligro que suelen correr sin miramientos los “de letras” y que Sokal lo dejó en cueros con estuendosa resonancia que algunos no han aprendido.
Si a ello le añadimos el consabido salivazo contra la Iglesia, ya tenemos el artículo cerrado.
Resulta antológica la entrada: no es democrático cambiar una ley aprobada por un gobierno anterior. Con estos axiomas vamos dados. Como si la mayoría actual (absoluta) no pudiera modificar lo que la mayoría (relativa) anterior legisló. Más le hubiera valido a Zapatero hacerle caso a Forcano y no haber cambiado la ley de educación de la catedrática del Castillo.
Pero vayamos al quid de la cuestión:
El desarrollo de un individuo es un continuum. Tiene un punto de partida, cuya aniquuilación supone la imposibilidad de nacer. Carece de sentido que repita aquí lo que te enseñan en clases de genética (a mí me las dio Prevosti): el programa genético del sujeto cuya adaptación epigenética permitirá la plena conformación de lo que ya está en marcha. Y puesto que es vida lo que hay en el cigoto, nadie tiene derecho a yugular esa vida.
Podemos luego ponernos metafísicos, zubirianos, y hablar de persona, personeidad, personalidad, momento sustantivo, sustancia, sustantividad o lo que nos dé la gana.
No existe el derecho a matar una vida. No caimos en la necedad de la ministra de igualdad que dijo que el ser concebidono era humano.