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Cristianxs víctimas de Israel en Palestina

Acogemos hoy en ATRIO por primera vez a María Landi. Activista uruguaya lleva desde hace años trabajando para distintas organizaciones por la justicia, la paz, el respeto a la naturaleza y la igualdad de género en Uruguay, Chiapas, Holanda, California y, ahora,  en Palestina. Entre otras acciones apoya ahora la difusión de una causa: la de las comunidades cristianas palestinas con arraigo secular en las tierras ocupadas por Israel. Ellas sufren tanto o más que las musulmanas, unidas y solidarizadas con ellas. Su lucha es la misma. Pero los cristianos y cristianas del resto del mundo no conocen sus problemas y no saben hasta qué punto Israel maquilla la realidad y negocia con el turismo cristiano, mientras oprime a lxs cristinxs palestinxs. María, por recomendación de José Arregi ha elegido ATRIO para difundir hoy este llamamiento KAIROS PALESTINA-KP y seguirá, esperamos, siendo para nosotros una voz desde Palestina. ¡Bienvenida, María!
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Kairos Palestina: una voz profética desde una tierra oprimida

Publicado en 13 abril, 2013 by

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“Nosotras/os, un grupo de palestinas y palestinos cristianos, después de haber rezado, reflexionado e intercambiado ideas, hacemos oír nuestro grito, que surge desde el sufrimiento de nuestro pueblo bajo la ocupación israelí; es un grito de esperanza en ausencia de toda esperanza, unido a nuestro ruego y nuestra fe en Dios que vela, en su Divina Providencia, sobre todos los habitantes de esta tierra. Movidos por el misterio del amor de Dios por todos y del de su presencia divina en la historia de los pueblos y, más particularmente, en esta nuestra tierra, queremos decir hoy nuestra palabra como cristianas/os y como palestinas/os; una palabra de fe, de esperanza y de amor.”

Así comienza el documento Kairós Palestina (KP), que lleva el título: “Un momento de Verdad. Una Palabra de Fe, Esperanza y Amor desde el corazón del sufrimiento palestino”. Se trata de una iniciativa que busca llamar la atención de las y los cristianos de todo el mundo sobre los dramáticos impactos que tiene en la vida del pueblo palestino -del cual las y los cristianos forman parte- la ocupación israelí en la llamada Tierra Santa.

¿Qué es Kairós Palestina y qué se propone?

“En este documento histórico, nosotros las y los cristianos palestinos afirmamos que la ocupación militar de nuestra tierra es un pecado contra Dios y contra la humanidad; y que cualquier teología que legitime la ocupación está muy lejos de las enseñanzas cristianas, porque la verdadera teología cristiana es una teología de amor y solidaridad con los oprimidos, y un llamado a la justicia y la igualdad entre los pueblos.”

Las y los autores de KP son laicos/as, pastores,  sacerdotes y dos obispos (griego ortodoxo y católico). El grupo ecuménico trabajó durante año y medio para elaborar el documento, el cual fue luego refrendado por las autoridades de las trece denominaciones reconocidas oficialmente como iglesias de Jerusalén, y presentado públicamente en Belén en diciembre de 2009 ante las jerarquías cristianas, contando también con la presencia de líderes religiosos musulmanes y judíos.

La iniciativa KP es también un llamado a que las iglesias y comunidades cristianas de Occidente recuerden que en esa Tierra Santa donde nació el cristianismo, en el corazón de Medio Oriente y del mundo árabe, vive una comunidad cristiana árabe autóctona (no inmigrante), que se considera a sí misma heredera directa de los discípulos de Jesús de Nazaret, y es por lo tanto la comunidad cristiana más antigua del mundo… pero también la más olvidada e incomprendida. Muy pocos cristianos/as en el mundo saben de la existencia de comunidades cristianas autóctonas palestinas, y menos aún tienen contacto con ellas.

El documento apunta, por un lado, a describir la situación insostenible que viven las/os cristianas/os, como parte inseparable del pueblo árabe originario de Palestina, bajo el régimen israelí de ocupación militar, colonización territorial y apartheid jurídico. La primera parte del documento, justamente, hace una descripción somera de las principales políticas israelíes y sus impactos sobre la población palestina:

Misa en las tierras del monasterio de Cremisan (Belén), amenazadas por la expansión del Muro y las colonias israelíes ilegales (al fondo).Misa de protesta en las tierras del monasterio de Cremisan (Belén), amenazadas por la expansión del Muro y las colonias israelíes ilegales (al fondo).
  • el Muro de separación que fragmenta y aísla a las familias y comunidades;
  • las colonias israelíes asentadas en tierras arrebatadas al pueblo palestino (junto con su agua y sus recursos naturales);
  • los puestos de control militar desparramados por todo el territorio, que violan la libertad de movimiento de la población palestina y afectan también su libertad religiosa;
  • la anexión y judaización violenta que sufre Jerusalén, la Ciudad Santa para cristianos y musulmanes, capital histórica de Palestina, ahora inaccesible para la mayoría de su población (y de donde el cuarto de millón de palestinos/as residentes están siendo expulsados/as permanentemente);
  • el complejo sistema de permisos de residencia y ciudadanía, que hace imposible la vida de las familias palestinas, especialmente cuando uno de los cónyuges no tiene documento de identidad israelí;
  • los miles de presos políticos que languidecen en las cárceles israelíes (varios cientos de ellos sin cargo ni juicio, inclusive decenas de menores de edad);
  • el drama de los miles y millones de refugiadas/os, hacinadas/os en condiciones inhumanas en campamentos dentro y fuera del territorio palestino, que esperan desde hace tres generaciones regresar a los lugares de origen de donde fueron expulsados por las milicias del naciente Estado de Israel, y a quienes hasta hoy se les prohíbe retornar;
  • la discriminación sistemática y legal que sufre el millón y medio de población palestina que vive dentro del Estado de Israel;
  • la constante emigración, especialmente de jóvenes con alta calificación, debido a la falta de libertad y de oportunidades; este fenómeno se da  particularmente entre la población cristiana, y es la causa de su dramática disminución en Tierra Santa.

Por otro lado, el documento se propone desmentir y contrarrestar las versiones falsas que circulan en Occidente, así como las corrientes del llamado cristianismo sionista (muy fuerte en Estados Unidos pero también presente en Europa y América Latina), que pretenden explicar la incesante emigración y disminución de la población cristiana en Palestina como consecuencia de la persecución o el fundamentalismo islámico. KP afirma categóricamente que las razones de ese éxodo no son religiosas, sino directamente derivadas de las políticas israelíes hacia el pueblo palestino, que no hacen distinción entre musulmanes y cristianas/os y les afectan por igual.

En ese sentido, la importancia política de esta iniciativa es que coloca en el escenario del debate un actor incómodo -la comunidad cristiana palestina- que desmiente la narrativa dominante de Israel y sus cómplices, según la cual este conflicto enfrenta a un país que defiende los valores occidentales y democráticos frente a un Islam intolerante y violento. Esta voz cristiana, que no surge de las jerarquías de las iglesias (a menudo más preocupadas por negociar un modus vivendi con el poder ocupante que por ejercer su vocación profética) sino de las bases, viene a desmentir esa narrativa falsa diciéndole al mundo ‘occidental y cristiano’ que la ocupación y colonización israelíes afectan no sólo a la población musulmana, sino también a la cristiana, pues ambas son parte del mismo pueblo.

¿Por qué ahora?

Según afirma el documento: “Porque la tragedia palestina ha llegado a un punto muerto. Y porque los que tienen poder de decisión parecen gestionar la crisis en lugar de trabajar seriamente por una solución viable, causando desesperanza que se expresa en preguntas como: ¿Qué está haciendo la comunidad internacional? ¿Qué están haciendo los líderes políticos en Palestina, en Israel y en el mundo árabe? ¿Qué está haciendo la iglesia? El tema no es solamente político: se trata de un sistema que está destruyendo seres humanos.”

Y agrega: “Este documento es la palabra de las y los cristianos palestinos al mundo acerca de lo que está pasando en Palestina. (…) Lo dirigimos en primer lugar a nosotros mismos, y a todas las iglesias, cristianos/as y personas conscientes de todos los credos en todo el mundo, pidiéndoles que defiendan la verdad, urgiéndolas a trabajar por una paz justa en nuestra región. Esperamos que las iglesias reciban nuestro llamado y lo apoyen, como hicieron con el documento Kairós Sudáfrica en 1985, y lo conviertan  en una herramienta noviolenta en la lucha para poner fin a la ocupación y alcanzar una paz con seguridad y dignidad para cada ser humano en esta Tierra Santa.

"Feliz Navidad desde el ghetto de Belén" (grafiti en el Muro).“Feliz Navidad desde el ghetto de Belén” (grafiti en el Muro que rodea a la ciudad).

¿Qué piden las y los cristianos de Palestina?

El documento llama a las y los cristianos de todo el mundo a:

  1. “Venir y ver” la realidad existente en Palestina ocupada.
  2. Exigir a Israel, como se le exige a todos los países del mundo, que respete el derecho internacional y ponga fin a la ocupación de Palestina.
  3. Usar el boicot, el retiro de inversiones y las sanciones como medios noviolentos de presionar a Israel para que termine con la ocupación.

Un motivo de pesar y preocupación para las y los cristianos de Palestina es que las miles de peregrinaciones que visitan Tierra Santa cada año no toman contacto con las iglesias locales. En efecto, la industria turística está controlada por operadores israelíes que traen grupos de todo el mundo y les presentan su versión de la realidad, y jamás los ponen en contacto con la población palestina. Cristianos/as de todo el mundo visitan Palestina y se van ignorando absolutamente todo sobre su presente, sin haber conocido siquiera la existencia de la comunidad cristiana palestina.

Es por eso que en los últimos años han surgido varias iniciativas palestinas para promover visitas y peregrinaciones responsables a Tierra Santa. Operadores turísticos junto con ONGs y sectores cristianos están trabajando para atraer cada vez más visitantes, con un programa que combina la visita a los tradicionales lugares de peregrinación con encuentros y diálogo con las comunidades cristianas locales, conocimiento vivencial de la realidad que viven bajo la ocupación, consumo de sus productos y servicios para apoyar la empobrecida economía local, plantación de olivos en una comunidad rural, u otras tareas de servicio.

Quienes están desarrollando iniciativas en esa línea son, por ejemplo: el Grupo de Turismo Alternativo, la campaña “Mantener Viva la Esperanza: Campaña de los Olivosde la Asociación Cristiana de Jóvenes y el Centro Siraj para estudios de Tierra Santa. Estos grupos forman parte de la Iniciativa Palestina para un turismo responsable, que reúne a 10 instituciones y elaboró un Código de conducta para el turismo en Tierra Santa (“Vengan y vean: Lineamientos para las y los cristianos que planean una peregrinación a Tierra Santa”). KP es parte de estos esfuerzos para hacer conocer al mundo la realidad actual en Tierra Santa.

Delegación internacional del programa JAI-ACJ plantando olivos en Al-Khader (Belén, 2013)Delegación internacional del programa JAI-ACJ plantando olivos en Al-Khader (Belén, 2013)

Por otro lado, KP exhorta a las y los cristianos del mundo a tomar conciencia de que Israel es un Estado que se coloca por encima del Derecho Internacional, incumpliendo de manera sistemática desde hace más de seis décadas un centenar de resoluciones y tratados de la ONU en materia de derechos humanos y derecho internacional humanitario, que le exigen poner fin a la ocupación y colonización de los territorios palestinos.

Precisamente porque Israel insiste en desconocer a la comunidad internacional, KP, como parte de la sociedad civil palestina, llama a las iglesias y cristianos/as a promover y aplicar medidas como el boicot de productos israelíes, el boicot cultural y académico, la desinversión en empresas cómplices de la ocupación, y la aplicación de sanciones diplomáticas y políticas. Estas medidas de presión noviolenta buscan hacer que el costo de mantener  la ocupación sea insostenible, y por lo tanto Israel se vea por fin obligado a respetar las resoluciones de la ONU (como ocurrió en la Sudáfrica del apartheid).

¿Qué ocurrió en estos tres años?

KP ha generado numerosas respuestas de adhesión y apoyo:

  • Casi 3000 cristianas/os palestinas/os (en Palestina y en la diáspora), y casi 2300 cristianos/as de todo el mundo firmaron el documento. El apoyo también ha sido explícito al más alto nivel oficial de muchas iglesias en todo el mundo, incluyendo el Consejo Mundial de Iglesias y el Consejo Nacional de Iglesias de Estados Unidos.
  • El documento ha sido traducido a 19 idiomas y se crearon grupos nacionales de apoyo a KP en varios países. El sitio web de KP tiene un promedio de 40.000 visitas al mes.
  • La iniciativa fue acogida con simpatía y entusiasmo por las comunidades palestinas de la diáspora, incluyendo las de fe musulmana.
  • Numerosos documentos de “Respuesta” a KP surgieron en todo el mundo, desde Corea hasta Brasil, pasando por Filipinas, India, Australia, Europa,  América del Norte, Sudáfrica. Entre ellos se incluyen “Una respuesta islámica a Kairos Palestina”, de la coalición internacional Paz para la Vida, y respuestas judías (de organizaciones como Voces Judías Independientes de Canada y Voces Judías por la Paz de Estados Unidos. También líderes de ambas religiones apoyan la iniciativa en diversos países.

El primer aniversario de la iniciativa (2010) fue conmemorado en Belén con un encuentro de treinta mujeres cristianas de los cinco continentes y de diferentes tradiciones eclesiales  que en su declaración final se comprometieron a continuar apoyando la iniciativa, y en particular a las mujeres palestinas en su resistencia.

El segundo aniversario acogió en Belén al encuentro internacional “Kairós por la Justicia Global”, con unos cincuenta representantes de cinco continentes y de varias denominaciones, incluyendo a líderes judíos y musulmanes. El encuentro concluyó con el “Llamado de Belén”, traducido a varios idiomas.

Culto frente al Muro para inaugurar el encuentro Kairos por la Justicia Global (Belén, 2011).Culto frente al Muro para inaugurar el encuentro Kairos por la Justicia Global (Belén, 2011).

El tercer aniversario fue celebrado con una reunión nacional en Belén donde participaron 250 palestinas/os de Cisjordania y Galilea (con la presencia de obispos, personalidades políticas, intelectuales y de la cultura, y del Mufti musulmán de Belén, Abdel Majid Atta Amarneh). En el encuentro se dio a conocer el documento:  “Una estrategia para la vida en el camino firme hacia la liberación”, el cual contiene una serie de recomendaciones prácticas para continuar expandiendo el mensaje de KP dentro de Palestina (especialmente en los ámbitos de la juventud y la educación, llegando también a Gaza y a Galilea) y en todo el mundo, y con él el llamado a sumarse a la campaña global por BDS desde una ética cristiana.

Encuentro de jóvenes palestinxs organizado por Kairos Palestina para discutir y estudiar el documento.Tercer encuentro de jóvenes palestinxs organizado por Kairos Palestina en Ramala para discutir y estudiar el documento.

Éxitos significativos

Quizás los logros más significativos de KP se han dado en estos tres años en el terreno más difícil y desafiante: el de impulsar la adhesión de las iglesias al llamado internacional del movimiento palestino por boicot, desinversión y sanciones (BDS), del cual KP es parte.

Por ejemplo, en 2012 la Iglesia Metodista Unida en todo el mundo, y la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos, aprobaron en sus respectivos sínodos generales impulsar el boicot a productos elaborados en las colonias israelíes asentadas en territorio palestino ocupado. El mismo año, Friends Fiduciary Corporation, la firma de inversiones con responsabilidad social que trabaja para 300 instituciones de los Cuáqueros de Estados Unidos, resolvió retirar inversiones millonarias de Caterpillar y Veolia, dos de las compañías que lucran con la ocupación y la violación de los derechos palestinos.

También en 2012, quince líderes de iglesias de Estados Unidos dirigieron una carta al Congreso (respaldada por más de 15.000 firmas) pidiéndole evaluar la legalidad y moralidad de la ayuda militar de ese país a Israel, señalando “como líderes cristianos/as, es nuestra responsabilidad moral cuestionar la continuación de la asistencia financiera incondicional del gobierno norteamericano a Israel” ya que la misma “sólo sirve para mantener el estatus quo y la ocupación militar de los territorios palestinos”.

En marzo de 2013, el Comité Central de la iglesia Menonita de Estados Unidos  decidió unánimemente que no va a invertir fondos en compañías que se benefician de productos o servicios usados para perpetuar actos de violencia en el conflicto palestino-israelí.

En Sudáfrica, el país donde el movimiento BDS es más fuerte, las iglesias cristianas (nucleadas en el Consejo Nacional de Iglesias de Sudáfrica, y encabezadas por el Arzobispo y Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu) han jugado un papel fundamental en impulsar el boicot a Israel, al que oficialmente se adhirieron la poderosa central sindical COSATO y el mismo partido de gobierno, el Congreso Nacional Africano.

A su vez, dentro de Palestina la iniciativa de KP ha sido acogida con gran simpatía por parte de todos los sectores religiosos, sociales y políticos, incluida la mayoría musulmana. Líderes de esa fe suelen estar presentes en las actividades públicas de KP. El movimiento es parte del Comité Nacional de BDS, una coalición plural de casi 200 organizaciones de la sociedad civil palestina, y miembros de KP son permanentemente invitados/as a participar en conferencias y encuentros nacionales, regionales e internacionales; por ejemplo, estuvieron presentes en el Foro Social Mundial “Palestina Libre” de Brasil (noviembre 2012) y en el Foro Social Mundial de Túnez (marzo 2013).

Ver aquí un video de 15 minutos sobre Kairos Palestina (con subtítulos en español):

NOTA: “Kairós” significa -en el lenguaje cristiano- el momento oportuno en que se revela la palabra de Dios.

Recursos de interés:
Sitio web de Kairos Palestina
Iniciativa palestina por un turismo responsable
Datos estadísticos sobre las y los cristianos en Palestina
Ver también en este blog: Voces cristianas de Ramala

6 comentarios

  • Luis Gonzalez Moran

    Antonio Vicedo
     
    Constato por la data de tu intervención (20-Abril-2013 – 3:43 am) que has escrito esta reflexión en el corazón de la noche, en el silencio fecundo de la noche, en el sosiego reparador de los hombres y las cosas
     

    Hay una frase de tu escrito que me ha llegado al corazón: “Pero el fruto prohibido del poder nos tienta para no quedarnos en imagen, sino para poseer  realidad absoluta”. En el relato de los orígenes, ya se nos había dejado claro que la levadura germinal de todas las desdichas está en el “seréis como dioses” tentador.                                      
    El no resignarnos gozosamente a ser hombres como los demás hombres, queriendo siempre  ser más… lo que sea…. que los demás hombres. Esto puede llamarse raza, cultura, lengua, religión, sexo, dinero, fronteras… La quiebra del principio ético y antropológico básico de la igualdad de todos los seres humanos
    El fruto prohibido del poder… que los demás tengan que estar a mis órdenes… en la dimensión que sea, que tengan que escucharme, que acatar mis disposiciones, que tengan que hacer lo que digo, lo que mando, lo que sugiero, lo que se me ocurre, lo que me da placer…”Sereís como dioses…” Grandes o peqeños dioses en la cumbre del imperio, o de la nación, o del partido político, o de la parroquia, o de la empresa, o de la familia o de la tribu o del gheto…
    Decía santo Tomás de Aquino que el ansia de poder es la pasión más fuerte que puede dominar al hombre, porque es un compendio de muchas pasiones juntas.
    La dialéctica fundamental de la existencia humana se estira entre estos dos polos: poder y servicio…Y dijo Jesús: “Yo no he venido a ser servido, sino a servir”. Y su vida fue un servicio a la justicia y a la fraternidad
    Sin duda, la clave de los mayores desastres de la historia, tanto de los macrodesastres generales y universales como de los microdesastres familiares y personales está en el afán de poder, de dominar, de subyugar, de poner bajo la propia voluntad a todo lo que se pone a tiro de nuestras manos y de nuestra ambición.
    Y te haré una confidencia: para mí, el mayor problema histórico y actual de la Iglesia no son las cuestiones veraz o falsariamente lanzadas contra la Iglesia, sino la errada gestión del poder. Creo que la verdadera clave evangélica que ha de salvar a la Iglesia (y al mundo) ha de ser que, quien tenga algún tipo de poder, comprenda que es simplemente un título de exigencia para servir a la dignidad y a la humanidad de los seres humanos.

  • Antonio Vicedo

    No nos empecinemos esperando cosechas de paz, ni  sementeras de justicia, ni logros de adultez fraterna individual y social partiendo de la falsedad con la que concebimos y consideramos la igualdad en valor, dignidad y finalidad de todos los seres humanos.

    Como en los campos de la química, la física y la misma sanidad la falsificación de la materia prima elemental distorsiona  los resultados de cualquier troquelaje, ensamblaje o sanidad y salubridad, así en la Humanidad todo queda abocado a dinámica o proceso de injusticia y muerte,  no sólo físico, sino general.

    El impulso noble del ser humano, expresado en línea profética o de los mejores pensadores y testimonios humanos a lo largo de  los tiempos y lo ancho de los lugares, ha intentado renovádamente, desde el principio de los tiempos, reorientar a la Humanidad hacia esa sementera teórico-práctica de la específica igualdad fundamental de los seres humanos.
     
    Pero la tormenta de vientos interesados y oleaje incontrolado por ellos levantado, han han conseguido que aquel intento quedara en utopía y deseo.

    No hemos aceptado el ser todos imagen de Quien desde el barro de la Naturaleza con su soplo nos evolucionó a la misma categoría de hij*s y herman*s.

    Seguimos alargando las manos hacia el fruto del poder propiedad absoluta de Quien lo posee en exclusiva, habiéndonos concedido todo el Paraíso para vivir en él y disfrutarlo.

    Pero el fruto prohibido del poder nos tienta para no quedarnos en imagen, sino para poseer  realidad absoluta, relativizando a l*s demás; sin reparar que ello es bocado mortal para la propia realidad, impidiendo la posible y necesaria HERMANDAD.

    Los mi, mis, y pequeños nuestr* nuestr*s levantan fronteras, murallas, muros, alambradas, constituciones y códigos, todo elaborado con la materia prima de la falsa desigualdad de los otros seres humanos.

    Y la falsedad nunca es justa por contraria a la verdad.

    Y, sin verdad, no hay libertad ni paz, ni puede llegar a ser humana la Humanidad.

    ¿No será este embrollado y falso desorden lo que ha dado y da consistencia al llamado pecado original, que no viene por generación, sino por perniciosa imitación de morder el fruto del poder, seducidos por el engaño?

  • oscar varela

    DECLARACIÓN DE DANIEL BARENBOIM CON OCASIÓN DE LA RECEPCIÓN DEL PREMIO WOLF
     
    “Quisiera expresar mi profunda gratitud a la Fundación Wolf por el gran honor que hoy se me está concediendo. Este reconocimiento es no sólo un honor, sino también una fuente de inspiración para mi actividad creativa adicional.
     
    “Fue en 1952, cuatro años después de la decla­ración de la independencia de Israel y siendo un muchacho de diez años, cuando, junto con mis padres, llegué a Israel desde la Argentina. La declaración de la independencia fue una fuente de inspiración para creer en aquellos ideales que nos transformaron de judíos en israelíes.
     
    “Este notable documento expresaba este com­promiso: “El Estado de Israel se consagrará al desarrollo de este país, para el beneficio de todo su pueblo. Se fundará en los principios de libertad, justicia y paz, guiado por las visiones de los profe­tas de Israel. Concederá los derechos de igualdad social y política a todos los ciudadanos, sin impor­tar diferencias de creencia religiosa, raza o sexo.
     
    Asegurará la libertad de religión, conciencia, len­gua, educación y cultura”. Los padres fundadores del Estado de Israel que firmaron la declaración se comprometieron, en su nombre y en el nuestro, a “buscar la paz y las buenas relaciones con todos los Estados y pueblos vecinos”. Hoy pregunto con profunda aflicción: ¿podemos nosotros, a pesar de nuestros logros, ignorar la intolerable brecha entre lo que la declaración de la independencia pro­metía y lo que cumplió, la brecha entre la idea y las realidades de Israel? ¿Se ajusta la condición de ocu­pación y dominación sobre otro pueblo a la decla­ración de la independencia? ¿Existe algún sentido de independencia de unos a expensas de los dere­chos fundamentales de otros?
     
    “¿Puede el pueblo judío, cuya historia es un registro de continuos sufrimientos y despiadadas persecuciones, permitirse ser indiferente ante los derechos y los sufrimientos de un pueblo vecino?
     
    ¿Puede el Estado de Israel permitirse el sueño irrealista de buscar un fin ideológico para él conflicto en lugar de perseguir un fin pragmático y humanitario, basado en la justicia social?
     
    “Creo, a pesar de todas las dificultades, tanto objetivas como subjetivas, que el futuro de Israel y su posición en la comunidad de las naciones ilus­tradas dependerán de nuestra habilidad para rea­lizar la promesa de los padres fundadores, tal como ellos la canonizaron en la declaración de la independencia.
     
    “Siempre estuve convencido de que no existe solución militar para el conflicto árabe-judío, ni desde lo moral ni desde lo estratégico. Y ya que buscar una solución es inevitable, me pregunto: ¿por qué esperar? Esta es la verdadera razón por la cual fundé, con mi difunto amigo Edward Said, un taller para jóvenes músicos provenientes de to­dos los países de Medio Oriente, judíos y árabes. A pesar de que, por ser un arte, la música no puede comprometer sus principios y de que la política, por otro lado, es el arte del compromiso, cuando la política trasciende los límites de la existencia pre­sente y asciende a la más alta esfera de lo posible, ella puede ser acompañada por la música.
     
    “La música es el arte de la imaginación por ex­celencia, un arte libre de todos los límites impues­tos por las palabras, un arte que toca la profundi­dad de la existencia humana, un arte de sonidos que atraviesa todas las fronteras.
     
    “Como tal, la música puede llevar los senti­mientos y la imaginación de israelíes y palestinos hacia nuevas e inimaginadas esferas. Por lo tanto, he decidido donar la dotación de este premio a los proyectos de educación musical en Israel y Ramallah. Muchas gracias.”
     
    (Publicado en La Nación de Buenos Aires, el 20 de mayo de 2004. Traducción: Cecilia Scalisi.)
    ……………………..

  • oscar varela

    DECLARACIÓN PRO PAZ PALESTINO-ISRAELÍ
    Dr. José Bitran Colodro – Dr. Carlos Akel Ananías – Igal Magendzo Weinberger, PHD – Dr. Alfredo Thumala Jaar
    (El artículo lo suscriben alrededor de 500 personas de las comunidades chileno-palestina y chileno-judía)
     
    Representamos a un grupo de chilenos-pales­tinos y chilenos-judíos, respaldado por numerosos miembros de ambas comunidades, que nos hemos reunido para analizar el prolongado y doloroso conflicto palestino-israelí. Lo hemos hecho impul­sados por un imperativo ético que no nos permite adoptar la posición de espectadores frente a una situación que afecta tan dramáticamente la vida de seres humanos que sentimos tan cercanos.
     
    Desde un comienzo quedaron en evidencia nuestras distintas visiones sobre el conflicto. Cada parte sostiene argumentos que respetamos, pero que no necesariamente compartimos. Sin embargo, hay un profundo acuerdo sobre la necesidad de encontrarnos para buscar soluciones, aun con nuestras diferencias. Creemos que desde la mutua aceptación -que surge de la conciencia de no ser poseedores de verdades absolutas- se pueden en­contrar caminos de salida. Aceptar nuestras dife­rencias no sólo es un valor ético, sino también prag­mático. Detenerse en la discusión sobre las causas del problema no nos conducirá a una solución, tal como lo demuestran los hechos ocurridos hasta ahora.
     
    Por ello, teniendo en perspectiva un futuro de paz y convivencia, hemos elaborado conjuntamen­te un documento de consenso para presentar a ambas comunidades del país y a toda la ciudada­nía chilena.
     
    Nuestro principal objetivo es demostrar que existe la posibilidad para ambas comunidades de convivir y sumar sus voces de paz a otras iniciati­vas similares que existen en todo el mundo.
     
    Acuerdos:
     
    * Durante siglos, árabes y judíos se relacionaron pacífica y fraternalmente y contribuyeron al desarrollo de las ciencias, la filosofía y el arte. En Chile, ambas comunidades han tenido una excelente relación y han hecho un significati­vo aporte a la riqueza material y cultural de nuestro país.
     
    * El pueblo judío y el pueblo palestino reivindi­can para sí territorios comunes, situación que es el centro del conflicto.
     
    * Tanto al pueblo palestino como al pueblo ju­dío les asiste el derecho a su autodetermina­ción nacional, principio esencial que no tiene otra limitación que el derecho del otro a su so­beranía, a la seguridad y a la paz.
     
    * La trágica historia reciente de la relación entre ambos pueblos – décadas de sangre, intoleran­cia y terror- muestra en forma inequívoca que ninguna solución de fuerza es viable, como tampoco válida ni aceptable en el plano valorice. Sólo una negociación política, una vía pacífica, conducirá a la paz que necesariamen­te exige la capacidad de flexibilizar posturas
    por ambas partes.
     
    * A la hora de las negociaciones, que reconoce­mos como dolorosas y difíciles, deben consti­tuirse como condiciones básicas el derecho a la existencia y seguridad del Estado de Israel, así como el derecho a la creación de un Estado Palestino soberano y viable.
     
    * Ambos pueblos y sus gobernantes deben re­chazar y combatir firme y decididamente toda forma de violencia y terrorismo.
     
    * Se debe poner término a la ocupación israelí de los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza, así como de la parte oriental de la ciu­dad de Jerusalén (la Jerusalén árabe). Las fronteras entre Israel y el Estado Palestino deben tener como referencia las líneas de cese al fue­go que existían hasta el 4 de junio de 1967, en concordancia con las resoluciones 242 y 338 de Naciones Unidas. Debe ponerse fin a los asen­tamientos judíos ubicados en el nuevo Estado Palestino como parte del término de la ocupa­ción.
     
    • Es imprescindible solucionar el problema de los refugiados palestinos, y la solución de esta tragedia debe contemplar los intereses demo­gráficos de Israel. Sin este reconocimiento mutuo -por un lado, el derecho de los refugia­dos palestinos al retorno y, por otro, la imposi­bilidad de que Israel los absorba masivamente sin perder su carácter de estado judío demo­crático- es imposible que se llegue a una paz duradera y sostenible.
     
    Con esta declaración pretendemos hacer un llamado a las comunidades chileno-palestina y chi­leno-judía, y a todas las fuerzas sociales dispues­tas a trabajar por la paz y por la fraternidad y soli­daridad entre los pueblos.
     
    (Publicado en El Mercurio de Santiago, el 4 de abril de 2004)
    ……………………

  • oscar varela

    Hola!
     
    Un reciente amigo, Alfredo Thumala, gran cirujano en Santiago de Chile, escribió en el 2008 un Libro “EL CONFLICTO PALESTINO ISRAELÍ– un camino hacia la paz-
     
    Copio (en 3 Comentarios sucesivos) los 3 Discursos del Apéndice:
    1.- Discurso pronunciado por Yitzhak Frankenthal
    2.- Declaración pro paz palestino-israelí
    3.- Declaración de Daniel Barenboim cn ocasión de la recepción del Premio Wolf.
    ……………….
     
    1.- Discurso pronunciado por Yitzhak Frankenthal, presidente del Foro de las Familias, durante una concentración en Jerusalén, el sábado 27 de junio de 2002, ante la residencia del Primer Ministro Ariel Sharon.
     
    “Arik, mi hijo bien amado, mi carne y mi san­gre, ha sido asesinado por palestinos. Mi gran hijo, de ojos azules, de cabello rubio, que siempre son­reía con la inocencia de un niño y la sabiduría de un adulto. Mi hijo.
     
    Si para castigar a sus asesinos fuera necesario matar niños palestinos inocentes y a otras perso­nas civiles, pediría a las fuerzas de seguridad que esperasen otra ocasión. Si las fuerzas de seguridad hubieran, a pesar de todo, matado también a palestinos inocentes, les diría que no valen más que los asesinos de mi hijo.
     
    Arik, mi hijo bien amado, fue asesinado por un palestino. Si las fuerzas de seguridad tuvieran la información necesaria para identificar a su ase­sino, y si se comprobara que está rodeado de niños palestinos y de otros civiles inocentes, entonces, aunque las fuerzas de seguridad supieran que el asesino está proyectando en las próximas horas otro ataque asesino; incluso si tuvieran la posibili­dad de reprimir un ataque terrorista que matara a civiles israelíes inocentes, pero al precio de la vida de inocentes palestinos, entonces yo les diría a las fuerzas de seguridad que no buscaran venganza sino que intentaran evitar e impedir la muerte de civiles inocentes, ya sean israelíes o palestinos.
     
    Preferiría que el dedo tiemble en el momento de presionar el gatillo o el botón que arrojará la bomba, antes que matar al asesino de mi hijo, an­tes de que hayan muerto civiles inocentes. Yo les diría a las fuerzas de seguridad: no matéis al asesi­no. Llevadle mejor ante un tribunal israelí. Vosotros no sois el poder judicial. Vuestra única moti­vación debería ser no la venganza sino la preven­ción del mal causado a civiles inocentes.
     
    La moral no es en blanco y negro, es toda en blanco. La moral debe estar exenta tanto del espí­ritu de venganza como del de la precipitación. No se puede dejar la moral en manos de cualquier irresponsable, ni de alguien demasiado pronto a apre­tar el gatillo. Nuestros valores morales sólo pen­den de un hilo, están a la merced de cada soldado y de cada político. No estoy del todo seguro de querer delegar en ellos los míos.
     
    Es contrario a la moral matar mujeres y niños inocentes, israelíes o palestinos. Es igualmente con­trario a la moral dominar a otra nación y llevarla a perder su propia humanidad. Es evidentemente contrario a la moral lanzar una bomba que mate palestinos inocentes. Es contrario a la moral vengarse contra espectadores inocentes. Es, en cam­bio, sumamente ético evitar la muerte de cualquier ser humano. Pero si dicha acción causa la muerte inútil de otros, el fundamento ético de dicha pre­vención se pierde.
     
    Cuando una nación no sabe dónde fijar sus lí­mites, llegará tarde o temprano a aplicar medidas contrarias a la moral en contra de su propio pue­blo. Para mí lo peor no es lo que ya ha sucedido sino lo que, estoy seguro, sucederá algún día. Y ocurrirá, porque la ética está siendo tergiversada y el liderazgo político y militar no tiene ni la más ele­mental honestidad para decir ‘lo sentimos’.
     
    Habíamos perdido de vista nuestros valores morales, mucho antes de los atentados suicidas. El punto de ruptura fue cuando comenzamos a do­minar a otra nación. Mi hijo Arik nació en una democracia, con la posibilidad de llevar una vida normal, tranquila. El asesino de Arik nació en medio de una ocupación espantosa, en un caos mo­ral. Si mi hijo hubiera nacido en su lugar, tal vez habría acabado por hacer lo mismo. Si yo mismo hubiera nacido en medio del caos político y moral que constituye la vida cotidiana de los palestinos, habría ciertamente intentado matar y dañar al ocu­pante; de lo contrario, habría sido traidor a mi na­turaleza de hombre libre.
     
    Que todas esas personas tan contentas de si mismas, que hablan de despiadados asesinos palestinos, se miren sin complacencia en el espejo y que se pregunten que habrían hecho si hubieran sido ellos quienes viven bajo la ocupación. Por lo que me toca a mí, Yitzhak Frankenthal, puedo de­cir, sin ninguna duda, que me habría hecho com­batiente por la libertad y que habría matado tantos de los de enfrente como hubiera podido. Es esta hipocresía perversa lo que empuja a los palestinos a combatirnos sin tregua; nuestra duplicidad, que nos permite vanagloriarnos de los criterios más elevados de nuestra ética militar, mientras que esos mismos militares asesinan a niños inocentes. Ese vacío en el plano ético no puede sino corromper­nos.
     
    A mi hijo Arik lo mataron, siendo soldado, combatientes palestinos que creían en el fundamen­to moral de su lucha contra la ocupación. A mi hijo Arik no lo mataron por ser judío sino porque formaba parte de esta nación que ocupa el territorio de otra.
     
    Sé que estos son conceptos desagradables de oír, pero necesito expresarlos en voz alta y fuerte, pues me salen del corazón, el corazón de un padre cuyo hijo ha perdido la vida porque el poder había cegado a la gente de su país. Por mucho que me gustaría hacerlo, no puedo decir que los palestinos son responsables de la muerte de mi hijo. Sería una manera fácil de salir de apuros, pero es sobre nosotros, los israelíes, sobre quienes recae la culpa, a causa de la ocupación. Quienquiera que rehúse te­ner en cuenta esta terrible verdad nos llevará, a fin de cuentas, a la destrucción.
     
    Los palestinos no pueden expulsarnos, hace ya mucho tiempo que reconocieron nuestra existen­cia, que están dispuestos a hacer la paz con noso­tros. Somos nosotros quienes no queremos hacer la paz con ellos. Somos nosotros quienes persisti­mos en mantenerlos bajo nuestra dominación; so­mos nosotros quienes agravamos la situación de la región y quienes mantenemos el ciclo de la carni­cería. Lamento decirlo: la responsabilidad recae enteramente sobre nosotros.
    No tengo intención de absolver a los palestinos ni, en ningún caso, justificar los ataques contra los civiles israelíes. No se pueden encontrar excusas para ningún ataque contra civiles. Pero, como fuerza de ocupación, somos nosotros quienes pisotea­mos la dignidad humana, nosotros quienes asfixia­mos la libertad de los palestinos y nosotros quie­nes empujamos a una nación entera a la locura de esos actos desesperados. Finalmente, les digo a mis hermanos y hermanas de los asentamientos, vean a lo que hemos llegado.

    La ética de la venganza
    Derechos de reproducción concedidos al autor por Yitzhak Frankenthal
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  • ROSA ARAUZO

    Una vez más gracias al equipo de Atrio y a Jesús Arregui, junto con lxs compañerxs de KP, por darnos la oportunidad, al menos a mí, de abrir la mirada, el oido y el corazón hacia esta vertiente de la realidad cristiano/palestina e israelí.
    Ahora la oración de intercesión por los seres humanos que estan viviendo este horror (inaudito) se llena de contenidos concretos, de personas concretas, también….. Que la esperanza de un entendimiento justo y responsable, liberador e igualitario entre las comunidades de Israel y Palestina, no se nos venga abajo. A veces “los tiempos de Dios” se nos hacen muy “cuesta arriba”
    He de seguir conjugando que “venga a nosotrxs tu Reino” y al mismo tiempo pedir fuerza y valor para el compromiso activo de extender entre mis gentes esta  verdad que me duele tanto.