Año 1414. Constanza. Sur de Alemania. Segismundo, Rey de Hungría y emperador germánico (autoproclamado rey de Roma), se impacienta. Él había convocado el Concilio. Intenta zanjar el cisma. Los tres vigentes papas han prometido su asistencia. Estan dispuestos a renunciar en aras de la unicidad del Papado. Juan XXIII insistió, sin éxito, en llevar el evento a Italia. Allí podría controlarlo. Se plegó a la voluntad imperial. Viaja, con su séquito, a Constanza, ciudad bajo el efectivo dominio de Segismundo, árbitro de la situación.
Ya está presente Juan XXIII. Pasan los días y no llegan los otros dos papas con sus respectivos cardenales y obispos. El Concilio se inicia. Lo preside el mismo Juan XXIII quien da por hecho que será confirmado único papa legítimo.
El Concilio de Pisa (1409) había propiciado que de dos papas se pasara a tres. Ni Gregorio XII (Angelo Correr, de Roma) ni Benedicto XIII (Pedro Luna, de Avignon) aceptaron sus respectivas deposiciones. Pisa eligió a Alejandro V (Pietro de Candia). A su muerte en 1410, le sucedió Juan XXIII ((Baltassare Cossa), un ducho y docto cardenal romano. No era clérigo. En pocos días recibiría el presbiterado para, inmediatamente, ser coronado papa.
Por entonces, era normal que el emperador convocase concilios cristianos. El primero, el de Nicea, había sido convocado por Constantino el Grande. Sucesivos emperadores habían convocado sucesivos concilios.
En su primera sesión, el Concilio de Constanza declaró la primacía de su autoridad sobre la papal. Doctrina conciliarista. Luego, en contra de su expectativa, Juan XXIII fue depuesto. Irritado, huyó. Fue capturado y obligado de renunciar. Prestó obediencia al papa designado por el Concilio.
Aunque tarde, se hizo presente Gregorio XII con sus cardenales. Un alivio para Segismundo y para los miembros del Concilio. No obstante ser contrario a la doctrina conciliarista, Gregorio renunció.
En contra de sus iniciales promesas, Benedicto XIII no acudió a Constanza. Ni él ni sus 22 cardenales. Eso sí, abandonó Avignon y se refugió en Peñíscola con su Curia. Segismundo presionó al rey de Aragón quien logró que 17 cardenales del papa Luna se unieran a la asamblea. El Concilio depuso y condenó a Benedicto XIII. Éste no se dio por aludido. Con la protección de los reyes de Aragón, actuó en España como legítimo papa hasta su muerte en 1424. Martín V (Oddone Colonna) resultó elegido papa en Constanza. Su pontificado, en Roma, va del 1417 al 1431
Los anteriores jalones históricos enmarcan el Papado de Roma en el siglo XV. Su influencia social y geográfica está limitada a la Europa occidental. Es precisamente la porción socio-político-religiosa que había correspondido al Patriarcado de Occidente. Constantino y Licinio, con su Edicto de Milán (a. 313), dieron libertad y bienes a los cristianos. Más tarde, Teodosio el Grande, con su Edicto de Tesalónica (a.389), institucionalizaría el Cristianismo declarándolo religión del Estado. Los obispos y líderes cristianos acordaron repartirse el mundo, su mundo, por patriarcados. El Concilio de Constantinopla, a. 381, estableció cuatro: Occidente (Roma), Constantinopla, Alejandría y Antioquía. Años después (Concilio de Calcedonia, a. 451), se agregó el patriarcado de Jerusalén. Esta “Pentarquía” se respetó durante el resto del primer milenio. Cada uno de los cinco patriarcados era autónomo. El Patriarcado de Occidente ostentaría el primado de honor por residir en la sede del Imperio. “Primus inter pares”. También, por haber heredado prerrogativas imperiales. No era por estar ligado a la predicación o/y muerte de Pedro. Por lo demás, no era la única comunidad cristiana de origen petrino. Le seguía en honor el Patriarcado de Constantinopla, por ser la Nueva Roma. Constantino ya había trasladado la sede imperial a Bizancio. Su origen se atribuye al apóstol Andrés. La sede de Antioquía tenía origen en Pedro y Pablo, igual que Roma. La de Alejandría, en el evangelista Marcos. La de Jerusalén, en Santiago, hermano de Jesús.
El Cisma de Oriente tuvo una evolución larvada y larga. De las disputas teológicas medievales (“filioque” y otras) se pasó a continuos conflictos jurisdiccionales. Constantinopla se había hecho más y más importante. Como consecuencia de la expansión musulmana, los patriarcados de Antioquía, Alejandría y Jerusalén desaparecieron o fueron engullidos por la antigua Bizancio. Constantinopla pretendió estar por encima de Roma. El patriarca Focio (a. 858) se declaró patriarca “ecuménico”, universal. Una definición prematuramente paralela a la del Concilio Vaticano I con respecto al patriarca de Occidente. Roma, vinculada a los reyes francos y germánicos, rechazó dicha universal jurisdicción de la sede oriental. Intentado y roto el diálogo político-religioso entre el romano León IX y el constantinopolitano Miguel I Cerulario, ambos se excomulgaron recíprocamente con sendas bulas en 1054.
Lo que vino después del 1054 dependió de los avatares históricos. Los Estados Pontificios, con su constitución (s. VIII) y evolución, encumbraron el papa de Roma hasta hacerlo rey de reyes durante siglos. Resultaron estériles los intentos de entendimiento en el II Concilio de Lyón (a.1274) y en el Concilio de Basilea (a.1439). Ambas Iglesias, la Ortodoxa y la Romana, reivindican la exclusividad de la fórmula: “Una, Santa, Católica y Apostólica”. Cada una se considera heredera legítima de la Iglesia primitiva y universal. Cada una atribuye a la otra haber abandonado la Iglesia verdadera. El diálogo ecuménico surgido con el Vaticano II apenas ha tenido éxito. En 1965 ambos patriarcas, Pablo VI y Atenágoras I, cancelaron las mutuas excomuniones del siglo XI. Son notorias las recientes muestras diplomáticas de amistad. Pero eso no atañe al fondo de la cuestión jurisdiccional. Tampoco a dogmas, doctrinas, ritos, canonizaciones, disciplina… Es más, las definiciones dogmáticas de los últimos siglos, particularmente de la Iglesiaa romana, auguran una prolongación del cisma per secula seculorum.
De cuanto llevamos apuntado se puede concluír que aquellos títulos que contienen la idea de universalidad son tan inadecuados para el patriarca de Occidente (papa de Roma) como lo son para el patriarca de Constantinopla. Ni siquiera con matizaciones podrían atribuirse a alguno de los dos patriarcas.
Durante la Edad Media, hasta el siglo XV, las áreas de influencia de uno y otro patriarcado eran similares en amplitud geográfica y demográfica. Por mucho que abusaran del concepto “ecuménico”, ambos patriarcas conocían sus límites. Para Roma, iban desde los Urales y el Adriático hasta Irlanda y Finisterre.
Pero, apenas traspasado el siglo XV, el Occidente se ensancha y con él la jurisdicción del patriarca de Roma. En las carabelas españolas y portuguesas, con los conquistadores y exploradores de todo rango, viajan misioneros de obediencia romana. Frenética y embriagadora es el ansia por nuevas conquistas temporales y espirituales allende el Atlántico. El papa de Roma, a la sazón con autoridad sobre reyes y emperadores de Europa, desempeña un papel decisivo. Se involucra en la “conquista”. Incluso decide a qué corona pertenecerá cada región descubierta.
Fue a raíz de las misiones en el continente americano cuando nació la moderna Curia romana con halo de universalidad. Sixto V (a. 1588) la estructuró copiando de gobiernos europeos de la época. Creó 15 congregaciones o ministerios. Sin duda, tuvo presente la ampliación de su jurisdicción romana que ya oteaba la Tierra del Fuego y California. Con anterioridad, el papa sólo había necesitado media docena de secretarios, entre ellos el “cardinale nepote“, que solía ser sobrino o hijo del papa, su hombre de confianza. Seguían activos los tribunales de la Rota, la Signatura y la Inquisición. De tarde en tarde, el papa consultaba con otros cardenales. Ahora, la normativa jurídica tuvo que ser acomodada a los nuevos pueblos, con una visión casi universal. La casuística surgida de la evangelización del Nuevo Mundo era amplísima. Bautismos, matrimonios, conversiones, ritos, fundaciones religiosas, prelaturas, bulas, gracias, privilegios, dispensas, indulgencias, herejías…Alejandro VI, con sus cuatro bulas, impulsó conjuntamente la conquista y la evangelización. Lo hizo a petición de nuestros Reyes Católicos a los que favoreció indecentemente. La condición era evangelizar a los infieles de las tierras conquistadas, ampliando la Cristiandad hacia el Ocaso. Además, concretó el reparto de las tierras descubiertas. Se arrogó todos esos poderes en cuanto Vicario de Cristo en la tierra. Los otros patriarcados no podían disputarle ese ensanchamiento de su jurisdicción hacia el Oeste.
Está claro que, a partir de Colón, el Patriarcado de Occidente creció en proporciones monstruosas.Y ello incluso después de las escisiones luterana y anglicana. Los indígenas americanos, en buena parte, fueron eliminados. Otros muchos fueron obligados a bautizarse. Año tras año, siglo tras siglo, crecieron los asentamientos de católicos europeos colonizadores. Venían a sumarse a las históricas conversiones masivas por decisión real y a las siempre inconscientes adscripciones, mediante el bautismo infantil, al Catolicismo. Roma dejó de ser igual o semejante al Patriarcado de Constantinopla. Esta desigualdad era y es de cantidad, no de calidad. Es el poder o la jurisdicción del rey que pasa a ser emperador por mor de agregación de tierras conquistadas. En nuestro caso, el patriarca de Occidente lo es de un mucho más amplio Occidente. No de la Iglesia universal. Ni de hecho ni de derecho.
El papa Francisco se presentó como “obispo de Roma”. Evitó llamarse con otros títulos. Con sus expresiones y sus omisiones enmendó a la Curia. Llamó a Benedicto XVI “emérito obispo de Roma”. Lamentaría mucho equivocarme si Francisco siguiera llamándose, igual que sus inmediatos predecesores, de palabra o/y por escrito, “sumo pontífice de la Iglesia Universal”.
Si desaparece la Noosfera.. no llegará la Cristósfera.
Hypatia, me extraña mucho lo que afirmas pues la especie humana es un átomo que aparece al final de la Creación…El hecho que apareza o desaparezca no cambia para nada la verdad del Universo….Dios permanece…lo precedió todo…nada le sorprende…ni le coge por sopresa…nada recibe, ni recibió..Sin embargo, nosotros no somos necesarios…la especie humana es, pues, contingente…Lo hemos recibido todo…trabajamos con materia pre-existente…nuestra accion es limitada puesto que actuamos a traves de nuestro cuerpo…no tenemos la vida en “nosotros mismos” ni “por nosotros mismos”….sino que la recibimos y con ella todo lo que somos como personas humanas….Nuestro propósito y meta esta fuera de nosotros mismos…y consiste en la unión con Dios…hacia allí nos dirigimos..como decía Iñigo de Loyola en “el principio y fundamento” de sus Ejercicios Espirituales: “el ser humano ha sido criado para… servir…. a Dios…y mediante eso, salvarse” en EL mismo…No existe otro camino…Es tan simple como eso…y sin embargo requiere el trabajo de toda una vida….Te deseo lo mejor…..saludos cordiales de Santiago Hernández
Santiago:
Un simple supuesto: Si desaparece la especie humana todos los olimpos se esfuman. Residen únicamente en las mentes de los humanes. Verdad absoluta.
PERO la verdad presente en el dogma es independiente de “mi” verdadera opinión. Yo no he formulado esa verdad..puesto que esta está presente “per se”, existe, y no importa si yo la creo o no….La verdad no puede ser relativa puesto que es una realidad presente y existencial….No se puede afirmar al mismo tiempo que la tierra es redonda y a la vez cuadrada…El mundo existe o no….Hacemos mal o no lo hacemos…etc. Es verdad que el mundo quiere relativizarlo todo….Pero esto no es posible..porque existen realidades incontrovertibles en nuestra propia existencia experimental..la relativizacion total nos llevará a un caos doctrinal y moral..Sin embargo, el estudio del Universo nos lleva al orden mas minucioso y científico, bien organizado….Por lo tanto, la Creación es la negación mas rotunda de lo totalmente relativo.
Ahora bien, yo puedo asumir la opinión de lo que yo creo que es verdad….Pienso que mis motivos son coherentes y razonables para seguir la opinión que escogí…Y entonces ya es una decisión mía escoger…porque depende de mi libertad personal…Yo tambien he expuesto razones históricas de peso para demostrar que el cristianismo es coherente, “pensable” y razonable….
Javier y yo somos claramente polos opuestos aunque nos une, no solamente una amistad cibernética y real, sino la tosudez y el empeño en sostener lo que creemos…Creo que eso es el principio de un diálogo que favorece la libre expresión. En ese sentido -a pesar de la forma- no hay coacción ninguna…Cada cual es libre de escoger la opinión que le parezca la mas apropiada….aunque los motivos permanezcan muchas veces ocultos…Ni siquiera existe la intención de convencer a nadie, basta el sentirse con la capacidad de ser libres, en la verdadera libertad humana,que es el verdadero don de Dios para todos nosotros
un saludo cordial de Santiago Hernández
Bueno Carmen ,
Todos saben en Atrio que lo que digo no es más que mi pobre y modesta opinión, la cual cambio por otra en cuanto esa otra me convenza más, cosa que sucede a menudo, tratando de cambiar a mejor.
Es distinto de la seguridad de nuestro amigo Santiago, que es seguridad de dogma de fe católica, la cual cambia si cambias de fe (yo la cambié en su día), cosa que Santiago no hace ni tiene previsto hacer (al menos no lo ha dicho por el foro).
Es seguro que el papado romano me parece un engañabobos, eso te lo digo con seguridad: es lo que me parece a mí. El propio Bergoglio, que ha aceptado ser papa romano, parece querer meramente un obispo más –lo cual ya era antes-, ahora obispo de Roma. Por algo será.
Pero es sólo apariencia: ha aceptado los poderes absolutos de papa para utilizarlos en lo que se atreva.
Podría mandar a casa a toda la curia vaticanesca, si le diera la gana. Podría vender el Estado Vaticano si quisiera. Pero hay que esperar, es como una consigna: esperar, dar tiempo al tiempo. Diplomáticamente, es lo católico.
No nos queda otra con esta ICR.
Ante los comentarios de Santiago y de Javier Renobales me siento sorprendida, incluso envidiosa. Sus seguridades van más allá de lo por mí aceptable. Están en los polos opuestos. Dado que soy creyente, yo no me inclinaría por ninguno de ellos. Pero lo que sí, no estoy dispuesta a comulgar con ruedas de molino. Y esas ruedas nos las propone Santiago en una interpretación muy tradicional y acrítica de la Biblia. Releyendo el artículo, constato que Celso no entra en estas disquisiciones generales. Sólo trae datos históricos sobre la amplitud de la jurisdicción del obispo-patriaca de Roma.
Hypatia, no se puede demostrar por los Hechos que fue Santiago, obispo de Jerusalen, el que presidio el Concilio…Pero aun asi, como ha pasado en otros Concilios Ecumenicos, el hecho de que el que preside fuera otro, y no Pedro o su sucesor (como en el caso de Nicea) , no invalida el Primado de Pedro, ni las decisiones del Concilio pues Pedro sigue siendo la Cabeza…ni tampoco existió una “aspiración a la supremacía”…para “forzar” el reconocimiendo del Primado…pues las decisiones en el Concilio se realizan en “consenso” con el Colegio o Cuerpo Episcopal donde no debe faltar la Cabeza, por supuesto…Cristo no quiso una Iglesia acéfala..sería una incogruencia…
EN EL caso de los Evangelios…la imaginacion se transforma en realidad. Jesucristo no nació en una epoca de nublados históricos…Sino en pleno apogeo de un “melting” e intereacción de diversas culturas…por eso Pilato tuvo que escribir el título de la cruz en griego, arameo y latin..ya que estos 3 idiomas hablaban precisamente de la dinamica cultural de la Palestina de aquel entonces…
Pedro siempre va a la cabeza de cada uno de los apostoles. Es el primero de los 3 discipulos preferidos por Cristoen su circulo intimo. Pedro es siempre mencionado por su nombre propios cuando a los otros se les llama los “discipulos” o los “apostoles” o “los once…Siempre Pedro se levanta como el lider, el vocero y “el primero entre iguales”. Los nombres de Pedro, Simon y Cephas (KEFÁ) son usados 191 veces en el Nuevo Testamento. Exceptuando el mismo Cristo, ninguna otra persona recibe la clase de atención “biblica” como la que recibe Pedro en el N. Testamento.
Por otro lado, no se puede hacer un mito cuando viven los testigos presenciales….muchos de ellos “entroncaron con el siglo II” ..Los Evangelios se escribieron el siglo I….el cuarto evangelio cuando todavia vivía el ultimo apostol, el discípulo amado, Juan. Es dificil hacer un mito cuando los hechos son tan recientes….maxime cuando los testigos derramaron su sangre por decir que “todo aquello” era verdadero…ES dificil “inventar” y hacer de nuestro lider a “un crucificado”..algo verdadero ignominioso en aquella época…reservado a los mas viles…el castigo mas cruel y ejemplar…Es dificil inventar el mandamiento de Cristo de “comerle su carne” y “beberle su sangre”…Los “inventores” de aquello habrían estado poco menos que “dementes” para “construir” semejante religion…A los judios, particularmente, por sus costumbres debieron retumbarle en los oidos..tan “estraña” frase…por eso el Evangelio relata que “muchos” decidieron -ante la promesa de la Eucaristía- abandonar a Cristo..PERO EL siguio diciendo “si no comiereis la carne del Hijo del Hombre y no bebiereis su sangre no tendréis vida en vosotros” “porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida” (Juan 6, 54-59) No hay manera de hablar mas claramente que esto no era una alegoría, sino un don de Dios..y asi fue interpretado unánimamente por la Iglesia primitiva.
Los Evangelios son los libros antiguos que mas referencias tienen..Los mas copiados..No hay ninguna obra de la antiguedad con tanto aval y con tantos datos y puntos exactos historicos que los convierten en autenticos y veraces…Son los libros mas atacados a traves de los siglos…y sin embargo ni la crítica externa ni la mas moderna critica interna han podido acabar con ellos…porque lo que relatan es verdadero…Fueron predicados oralmente en medio de un pueblo que vio “en la luz” los hechos y dichos de Cristo…y que fielmente relataron los autores sagrados…siguiendo el metodo rabinico..transmitieron lo mas exactamente el pensamiento autentico del Maestro…corroborado hasta por los “herejes”…y por los “judios” que no negaban los milagros de Cristo..sino que los atribuían a Belzebú, el principe de todos los demonios….
Y por eso TODA LA TRADICION de la Iglesia Primitiva reconoce al primadode Pedro..y está presente en Clemente Romano, Policarpo de Esmirna, Ignacio de Antioquia, Papías de Hierapolis, Gaius, Tertuliano, Orígenes, Eusebio, Clemente de Alejandría etc. etc.
Como no ha sido posible “destruir” el valor historico de toda esta tradicion, tampoco puede negarse la evidencia de la presencia y el martirio de Pedro en Roma en el 67, bajo Nerón…y su tumba guiada por la inscripcion en griego de que en realidad allí fue sepultado…Entonces, tambien, estaríamos prejuiciando y negando la historia…por no querer aceptar la verdad real del cristianismo…
Un saludo cordial de Santiago Hernández
Creo que Hypatia y Carmen Pereira tienen razón en sus atinados comentarios. Incluso Santiago Hernández dice que el comentario de Hypatia es atinado.
El invento del papado romano me parece un engañabobos.
Además, todo ese invento de la sucesión apostólica, para heredar unos imaginarios poderes mágicos que supuestamente Jesús (el inventado jesúsdios con poderes mágicos celestiales) habría dado a sus apóstoles (tu es Petrus y sobre esta piedra edificaré mi iglesia y las puertas del infierno y todo eso y lo que retuviereis en la Tierra será retenido en el cielo …etc.) es burdo.
Los apóstoles murieron y las comunidades de seguidores de Jesús eligieron democráticamente a sus representantes, que les representaban a ellos, a los electores, no a Jesús, al cual no representa nadie, pues ya murió y creía que el fin del mundo llegaba en seguida, el apocalíptico profeta, de forma que no necesitaba nombrar representantes de él para el futuro, y menos de los apóstoles, ni ninguna sucesión apostólica de ninguna clase, que no es más que un invento interesado posterior.
La ICR está plagada de mentiras. Las religiones también, como bien dice Carmen Pereira: “Las religiones tienen un grandísimo componente de imaginación” (el superlativo es suyo) (las imaginaciones son cuentos de hadas, puras mentiras para alegrar al personal infantil).
Las religiones son dañinas, pero nos las meten hasta en la sopa, hasta el tuétano. En Alemania venden templos porque se quedan sin fielesovejas, pero alguno importante lo han comprado los musulmanes y han puesto una mezquita en él.
Es decir: vamos de la sartén a las brasas. Los huecos que dejan las mentirosas religiones cristianas los ocupan las tan mentirosas y dañinas como el cristianismo religiones musulmanas.
Así que en Alemania han prohibido que los templos cristianos que se vendan, se vendan a musulmanes, por eso de la libre competencia en el mercado de las jodidas religiones.
Bergoglio ¿cómo va a poder con todo esto, si él mismo es un jerarca de la nefasta ICR?
Bueno pues la cosa está tan mal, que podría Bergoglio aparecer internacionalmente como el líder social por excelencia, pues no hay ningún otro que le haga la competencia.
Pobres de los pobres y pobres de nosotros mismos, cada vez más pobres (al menos yo) aunque aún llego bien a fin de mes (de marzo 2013, me refiero)
Quería decirte que tu tocayo , hermano de Jesús y obispo de Jerusalen presidió el “Concilio de Jerusalen” y Pedro fue uno más (Hechos). Pero una aspiración a la supremacía tan irresistible pone en solfa la exageración, su pertinencia y la fiabilidad de los textos sobre los que trata de fundarse. A lo que ha dicho Celso añado la célebre donación de Constantino y la simpática aparición de los restos del apóstol Pedro en… el Vaticano. Todo esto hace dudar y aceptar la posibilidad extrema de que el Pedro Romano sea un personaje mítico.
Tengo la sensación y la convicciónde que las interpretaciones de los textos del N.T. y también de los primeros concilios habrían de ser menos crédulas y menos simplistas. Las religiones tienen un grandísimo componente de imaginación. Para más, conocemos la despiadada criba de documentos y de autores del Cistianismo primitivo y posterior.
Hypatia, muy acertados y oportunos tus comentarios…Sin embargo, hay que pensar que los Concilios Ecuménicos no comenzaron en Nicea…puesto que el principio “colegial apostólico” fue iniciado por el mismo Cristo que quiso llamar a los 12 para el ministerio…y a Pedro le constituyó en la cabeza del cuerpo del Colegio de los Apóstoles..Por eso, Cristo expresamente pide 3 veces a Pedro que apaciente “sus ovejas” y tambien que “confirme” a sus hermanos en la Fe…Y es de esta suerte que sin la cabeza, el “cuerpo” de los obispos no puede funcionar, al menos, sin su consentimiento, o ratificación o aprobación, ya sea expresa o tácita o mediata etc…
PERO, SI HUBO un verdadero Concilio Ecuménico en el Primer Concilio de Jerusalen..pues la iglesia primitiva, aunque incipiente, estaba representada perfectamente en la unanimidad del “consentimiento” de los APOSTOLES …Por eso en los Hechos de los Apóstoles se relata lo siguiente: “Y bajando algunos de la Judea, enseñaban a los hermanos que “si no os cincuncidáis conforme al uso de Moisés, no podréis ser salvos”….REUINIÉRONSE, entonces, LOS APÓSTOLES Y PRESBÍTEROS para entender este asunto…y levántandose Pedro les dijo: Varones hermanos, vosotros sabeis que desde antiguos días Dios me escogió en medio de vosotros para que por mi boca oyesen los gentiles la palabra del Evangelio y creyesen….ahora bien ¿Por qué tentáis a Dios con imponer sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros mismos pudimos sobrellevar?..Mas por la gracia de Dios del Señor Jesus creemos ser salvos”” Despues de haber hablado el Apostol Santiago sobre el mismo tema “ENTONCES RESOLVIERON LOS APOSTOLES Y PRESBITEROS” enviar a hombres que han entregado sus vidas por el nombre de NS Jesucristo..los cuales por si mismos de PALABRA os informarán”..”PORQUE PARECIO AL ESPIRITU SANTO y a NOSOTROS no IMPONERNOS OTRA CARGA ALGUNA” (Hechos 15, 1-28) (Las mayúsculas son mías)
No existe por supuesto la sotisficación del Vaticano II, pero los elementos basicos de un Concilio Ecumenico estaban presente en el Concilio de Jerusalen…No solamente estaban presente los Apostoles con su Cabeza, sino que existía un “consenso” general de la Iglesia…representada en ellos.
Por lo demas, Hypatia, no se necesita presencia corporal del Papa para darle validez a un Concilio sino que basta la aceptacion o ratificacion, expresa o tácita de que aquello representa la doctrina apostólica…ni siquiera el elemento “tiempo” es importante…Y por eso, no importó que Silvestre I no estuviera presente en el Concilio de Nicea ya que sus legados firmaron las decretales..esta doctrina de la consustancialidad del Padre y del Hijo ya estaba en la mente de Silvestre…y fue ratificada y aceptada sin ninguna duda por el mismo.
Y en cuanto a la dificultad que citas del Primer Concilio de Constantinopla la doctrina de este fue confirmada por el Concilio de Calcedonia en Octubre del 451. Dos hechos ecumenicos hablan de la continuidad doctrinal de la Iglesia: en la tercera sesion de Calcedonia se reconoció la Epistola Dogmática del Papa Leon como documento de FE, donde se re-definía la doble naturaleza de Cristo: la divina y la humana, que fue precisamente la gran medida adoptada por el Primer Concilio de Constantinopla, entonces ratificada allí.
Por eso, TERMINADA la lectura de la EPISTOLA del Papa los PADRES CONCILIARES exclamaron “PEDRO HA HABLADO POR BOCA DE LEON”
La Iglesia como PUEBLO TOTAL DE DIOS es Universal…no importa el oriente o el occidente..puesto que el Primado es uno…doctrina evangelica…que continuaron los Padres Apostólicos, y Post-Apostólicos y que fue preservada asi y transmitida a nosotros hasta el mismo siglo XXI un cordial saludo y Felices Pascuas de Resurrección de Santiago Hernández
En Jerusalen, si puede llamarse concilio,… Santiago. Al de Nicea, presidido por Osio obispo de Córdoba y asesor religioso del convocante Constantino, no asistió el obispo de Roma Silvestre. Tampoco asistió el obispo de Roma al de Constantinopla, convocado por Teodosio I y presidido por el Patriarca de Antioquía hasta que el propio concilio nombró a Gregorio Nacianceno obispo de Constantinopla y pasó a presidirlo. Gran artículo el de Celso.
Celso, estoy de acuerdo en que actualmente la palabra “pontífice máximo” no es apropiada para designar al Papa….Digamos que es un misnómero cultural heredado del imperio…Pero la Primacía de Pedro no reside en ningún título, ni en la mentalidad de la época, sino del hecho de que Pedro fue el primero de los apóstoles, el que desde el principio presidio la Iglesia primitiva desde el Concilio de Jerusalen, el mismo que recibió el mandato de Cristo por 3 veces de “apacentar” a sus ovejas…y que la Iglesia la entendió perfectamente pues ya en el siglo I el tercer sucesor de Pedro tenía autoridad suficiente para dirimir los problemas que surgían en la recientes comunidades-iglesias, cristianas como se ve claramente en “su primera carta a los Corintios”. Por tanto, la apropiada designación del Papa como “obispo de Roma” nos lleva a la esencia misma del Primado…ya que Pedro vivió y murió en Roma…bajo el reinado de Nerón, siendo sepultado en el mismo sitio donde Constantino (306-307) despues construiría la que es hoy la Basílica de su nombre…Estamos todavía en la pura historia..porque es Pedro el primer obispo de Roma..y a la vez el Primado de la Iglesia de Cristo.
En realidad, no hace falta el título….tanto el oriente como el occidente miraban siempre al obispo de Roma c no solo como el signo de la unidad, y de la fe,…sino de autoridad…ya fueran Padres “occidentales” como Ambrosio, Agustin, Jerónimo y Gregorio el Grande como “orientales” como Juan Crisóstomo, Basilio, Atanasio y Gregorio Nazianceno….Sin contar con los Padres Apostolicos que fueron la base de la transmision de la doctrina del Primado…Por eso, poco importan “los cismas” porque la sucesion del obispo de Roma nunca fue interrumpida, ni destruída, a pesar de las enormes dificultades y turbulencias que surgieron al ministerio petrino a traves de los siglos en la lucha del poder secular y el poder espiritual, especialmente los enormes esfuerzos que hicieron los emperadores y reyes de la historia para acabar con el Papado….Ellos, los reyes, han desaparecido en casi su totalidad..pero el obispo de Roma, sucesor histórico de Pedro, permanece…No ha cedido ante el mal de “dentro” ni el de “fuera”. y la historia, por supuesto, se repite en el siglo XXI…
En cuanto al Gran Cisma de Occidente, admirado Ceslso, quiero recordarte que entre todas esas “galimatías’ papables…hay que recordar que el punto clave es la elección de Urbano VI, (1378-1389) QUE fue perfectamente válida cuando se examina cuidadosamente las “actas del cónclave”. Por eso Gregorio XII (Angelo Correr) de la sucesion de Urbano era el papa legítimo al tiempo de Concilio de Constanza…NO había pues 3 papas sino uno solo…Juan XXIII (Baldassare Cossa) está clasificado como “antipapa” y no era precisamente un candidato a la santidad…Pero por esas cosas de la “vida” fue el antipapa Juan XXIII el que convocó y presidio- al principio- el Concilio de Constanza….Pero Juan XXIII fue destuído por el concilio y Gregorio XII sabiéndose el papa legítimo suplicó convocar el Concilio de nuevo para darle validez “canónica” y a partir de la 14 sesión el Concilio de Constanza queda convocado “oficialmente” por el Papa Gregorio. Tanto Gregorio como su sucesor Martín V rechazaron la teoria conciliarista…pues en el Colegio de los Apostoles, este colegio no puede estar por encima del Primado de Pedro, conferido por el mismo Cristo al primero entre los apostoles.
Ya estamos viendo a Francisco en accion…Sigo pensando que va a gobernar “en la caridad”, yendo a lo esencial, y prescindiendo de los superfluo, sobreañadido al Papado a traves de los siglos…y mostrando la verdadera “cara” de la Iglesia de Cristo, que tantos han querido ocultar y tergiversar…pero la Iglesia de Cristo permanece en EL un saludo cordial de Santiago Hernandez
Sugiero el asunto del “descubrimiento” de la tumba de Pedro de Betsaida en el Vaticano y la conducta, al respecto, del “pastor angélico” como “guinda” para asentar la primacía del obispo de Roma y consolidar el empadronamiento de Jesús en Roma.
El artículo de Alcaina me sugiere alguna reflexión. El reparto geográfico de poder eclesiástico en la Iglesia constantiniana ya suponía un desmedido encumbramiento del obispo de Roma. Pasó de las catacumbas al palacio quasi imperial. El poder embriaga y el obispo de Roma lo mismo que el de Bizancio optó por más poder, incluso por todo el poder. Lo espiritual quedó en segundo plano durante siglos. La Iglesia como tal (la del siglo I) se fue diluyendo en calidad y creciendo en cantidad. El mismo producto, el mismo jabón, se mezcló en creciente cantidad de agua. En la actualidad, se dice que hay 1.200 millones de católicos. Y suelto una carcajada. Ni siquiera una décima parte se siente católica, ni se comporta como tal. Se contabiliza un 20% los que asisten a los cultos, y una gran parte de ese 20% lo hace por simple costumbre social. Hoy sigue en vigor la trampa del bautismo infantil que en países con alta natalidad como Suramérica supone que cada pareja de nominales católicos produce seis católicos que no se enteran de serlo hasta que alguien se lo dice pasados algunos años. Así cualquiera aumenta la clientela. Se explica, pues, que Suramérica ofrezca el 40% del total de los católicos . Y no hablemos de las conversiones masivas, las de toda una nación estilo Recaredo para España, estilo colonización en la América española, o estilo coactivo en regímenes nacionalcatolicistas. En cuanto al título de Pontífice, sólo se explica por el carácter imperial (no cristiano) del obispo de Roma. Y eso, precisamente, lleva a ambicionar universalidad.Todo un montaje repugnante.
Me pregunto algo que no tiene respuesta. Es obvio que, si el personaje ya está ” a la derecha del padre”, difícilmente podría haber estado entre los Cardenales con opciones a ser nombrado Papa.
Pero por plantear hipòtesis que no quede. Mi paisano (” Cardenal”) fue homenajeado con el nombre de una importante calle de Santander. El homenaje se realizó en lo que llaman ” democracia”. No tengo dudas de que el tal Cardenal, paisano mío, hubieran tenido muchas opciones en el Cónclave. Tenía, efectivamente ( lo mismo que Juan XXIII) muy buenas relaciones para ascender en su sacrosanta carrera.
Me recuerdo de él por la similitud que tiene con Bergóglio ( salvando las distancias de lugar y tiempos.)
Yo no presumo en absoluto del paisanaje del tal Cardenal. Son otros quienes sí presumen de sus excelentes ralaciones, lo mismo que presumen de las relaciones con Juan XXIII e, incluso, con Pablo VI:
http://www.fnff.es/Opinan_sobre_Franco_Cardenal_Herrera_Oria_600_c.htm
O sea, que menos ruedas de molino y un poco más de memoria…
Esperanza, por dios, Esperanza, sólo sabes bailar chá, chá, chá.
… Y ahora todo se acabó.
Eso dice la canción por aquí, sin ser tango.
Esperanza porque sí, de nada vale, esperanza por decreto.
Hola Gabriel López!
Te leo:
-“Quizá la iglesia se vea obligada por los nuevos tiempos a lavar su penosa imagen, pero que nadie espere nada“-
En “Tiempos revueltos” (cuando no se tiene ni se sabe de algún Argumento que llene el corazón de nuestro protagonismo) los Escenarios en que se ofertan los dramas, comedias y tragedias que componen nuestro andar viviendo, no ha de extrañarnos el que anden em-barrados y em-pantanados nuestros pies.
No veo en el horizonte de las estructuras que el mundo de hoy nos ofrece, alguna que destaque en “imagen limpia” que no requiera re-novarse.
Es posible que muchas de esas estructuras solo atinen -no por maldad- a re-formarse. Y entonces nos queda ese sabor amargo de “gatopardismo” del conde de Lampedusa.
La vida es un soplo y nada más … y sin embargo …
Prefiero y trato de atender al “sin embargo…” ¿Te sumás?
En ese caso, sería bueno ir borrando ese final de trágico tango: -“pero que nadie espere nada“-.
¡Vamos todavía! – Oscar.
Buenos días, considero estéril y agotador seguir debatiendo y reincidiendo en este tema, la elección del Papa Francisco y las cuestiones derivadas del mismo, por lo que este será mi último comentario al respecto. Bergoglio es un patricio elegido por patricios, y se debe a los de su condición. Dentro de esa elite hay familias que manda más que otras y que dirigen el sistema, poco importa en este caso quién esté al frente de la dictadura, el problema es la existencia de la dictadura. El Papa es y seguirá siendo de hecho y de derecho, Sumo Pontífice de la Iglesia Universal por mucho que se pretenda dar una imagen renovada. No es la primera vez que tímidamente se realiza un lavado de imagen, el más citado y elogiado en este blog fue el Concilio Vaticano II, el claro ejemplo de “cambiar todo para que nada cambie”, promovido por los patricios de entonces y de su representante el Sumo Pontífice Juan XXIII que se paseaba en Silla gestatoria llevado por criados, lucia en su cabeza la tiara de oro y dejaba que se le besara el pié. Quizá, como entonces, la iglesia se vea obligada por los nuevos tiempos a lavar su penosa imagen, pero que nadie espere nada.
Estimado Celso
Siempre un gusto leerte. Creo que no te equivocas. Dudo que Francisco vuelva a usar en palabra o en escrito el título de Sumo Pontífice de la Iglesia Universal.
Pero también dudo que Francisco vaya a modificar el Catecismo y el Código Canónico aprobados por Wojtila, donde se manifiesta en disposiciones concretas -más allá del título- la pretensión de ser Sumo Pontífice de la Iglesia Universal.
Siguiendo la imagen de la margarita de Pepe Blanco: ¿de que tanto sirve que no use la expresión, si mantiene la institucionalidad (Código de Derecho Canónico) y la ideología que la justifica (Catecismo de la Iglesia Católica) que le dan contenido a tal expresión no nombrada pero ejercida? No diré que no sirve de nada. Sí sirve, de un poquito, pero tampoco tanto.
Me encantaría equivocarme y que efectivamente se modifiquen Catecismo y Código. Claro, para ello habría que denunciar tanto a Trento como al Vaticano I y Vaticano II.
Saludos
Hola!
Don Celso Alcaina me resulta confiable. Más no sé.
Lo noto abierto a que Bergoglio ande por buen carril, que el Artículo no desmiente.
Pero pienso que el devenir depende de la responsable madurez que demuestren los Obispos al ejercer sus propios derechos a mandar-sirviendo en sus jurisdicciones.
¡Vamos todavía! – Oscar.