El problema de la Iglesia no está en los conflictos de la Curia, sino en la integración y consiguiente pertenencia de la institución eclesiástica al sistema económico que nos ha arruinado y nos está destrozando.
Me explico. En estos días, vísperas del próximo Cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI, se habla sin pelos en la lengua de los graves problemas que han motivado lo que está pasando en el Vaticano. Se cuentan historias y hechos truculentos. Y se afirma que los cardenales tienen que elegir a un hombre que ponga orden en la Curia, corte por lo sano con los escándalos morales que allí se cuecen o se permiten y, sobre todo, no tienen más salida honrada que, tal como está la Iglesia, la solución es elegir a un papa que lleve o permita una orientación nueva en la institución eclesiástica. Una orientación exigente con la honestidad, la transparencia y la ejemplaridad de la Curia, el clero y los teólogos en el fiel cumplimiento de sus deberes, para ir así promoviendo una renovación del pueblo cristiano, de la fe y de la práctica religiosa en sus diversas y apremiantes exigencias.
Confieso que todo esto me parece excelente, apremiante y necesario. Pero con la misma sinceridad me permito sugerir que el problema más grave, que tiene ahora mismo la Iglesia, está en algo de lo que no se suele hablar y que, sin embargo, es la raíz de los demás problemas. La raíz de los mil chismes y escándalos, que suelen ocupar a los tertulianos religiosos en sus cavilaciones y devaneos, está en otra causa, que es, sin duda alguna, mucho más honda. Porque es la causa que, según sospecho, se refiere al problema que toca fondo en este momento.
¿De qué se trata? Estamos de acuerdo en que el problema, que a todos nos angustia ahora mismo, es la crisis económica y sus muchas conexiones con la política y todo lo que eso abarca, que es bastante más de lo que podemos imaginar. Pues bien, si la raíz de la crisis que sufrimos está en la corrupción económica, ¿no les parece a Ustedes sospechoso –al menos sospechoso– que el papado, el Vaticano, los medios que, bien informados por los “vaticanistas”, nos explican lo que pasa, echando mano de los escándalos de obispos y curas, de las intrigas que se viven en la Curia Vaticana, de las luchas por el poder entre los cardenales, resulta sospechoso –digo– que nos hablen de toda esa basura y no digan ni pío sobre lo más fuerte que está pasando en la Iglesia?
¿De qué se trata? Se trata sencillamente del silencio del papa y de la jerarquía ante la crisis que azota a los más pobres y tiene trastornado a medio mundo. Ha habido obispos y sacerdotes que se han quejado de lo mal que están las cosas. La Iglesia ayuda a los necesitados. Todo eso es cierto. Pero con todo eso ni se roza el verdadero problema y la verdadera solución de la crisis. El problema no está en los manejos financieros del IOR, el Banco del Vaticano. EL problema está en que la Iglesia, y otras confesiones religiosas, con sus silencios y conductas, están “legitimando” al sistema económico-político que ha causado la crisis y la mantiene. ¿Europa y España estarían como están si el papa, los cardenales, los obispos, el clero en pleno, se hubieran plantado con firmeza ante lo que están sufriendo tantos millones de personas?
El problema fundamental de la Iglesia no es sólo moral o religioso. Es, sobre todo, el problema de su escandalosa pertenencia al sistema que nos está destrozando. Y no olvidemos que el que calla, otorga. Ésta es la raíz de todo lo demás..Mientras no se ataque esto a fondo, no salimos de la madre de todas las crisis. Cuando Jesús mandó a sus apóstoles a predicar el Evangelio prohibiéndoles que llevaran dinero, y hasta calderilla, sabía lo que hacía. Jesús vio claro que la relación apostolado-dinero no sólo no ayuda a evangelizar, sino que, sobre todo, es un estorbo para el apostolado. El primer estorbo para la Iglesia. Y para la fe en el Evangelio.
Amigo Javier, estoy dándole vueltas a tu última frase: La ICR, el negocio católico,siempre estará sustentada por el sistema establecido, de turno, que le hace poderosa. Vamos, que es una especie de imperio camaleónico, con capacidad de adaptarse a lo que haga falta, saliendo siempre a flote. Se adueña de Roma. Resiste a Atila y demás bárbaros. Contiene por oriente los otomanos y al conjunto del Islam. Campa a sus anchas por los imperios español, francés, etc. Se tambalea un poquito con Lutero, pero también se recompone tras las luchas fratricidas. Y así llega hasta nuestros días en los que seguiría llevando la batuta, …..aunque un poco menos porque la gente no nos chupamos tanto el dedo. Total que todo cambia, todos los imperios se descomponen, menos la incombustible ICR. A ver si va resultar que detrás de todo esto hay algo mas que pensamiento mágico!. ¿Qué hay dentro de este conglomerado de mil doscientos millones de católicos y creciendo, englobados en la ICR?.
Yo que ni soy historiador, ni teólogo, ni nada de nada, lo veo así:
Hay una ICR de ritos, mitos e imperio en la que el amor se manifiesta en forma de egolatría e idolatría. Nada hay por encima de ella. Su dios es una proyección de ella misma que nunca le abandona. En esta ICR cuento mucho patrimonio, pero en cuanto a personas implicadas no creo que haya mucho mas de cincuenta millones, en todo el mundo.
Afortunadamente, digo yo, hay otra ICR de compasión, solidaridad e impotencia, en la que el amor se manifiesta en forma de generosidad y esperanza. Esta es otro mundo. En ella está siempre presente el…Dios mio, Dios mio, por qué me has abandonado? y también, …Padre, en tus manos encomiendo tu espíritu.
Para mi es esta segunda la que, con el nombre que se quiera, acabará llegando a todos los rincones de nuestra aldea global. ¿Qué son dos mil años vistos desde la perspectiva evolutiva de un Big Bang acaecido, al parecer, hace casi quince mil millones de años?.
Iñaki SS,
La ICR ha subsistido a un montón de corrupciones internas durante toda su Historia. Su Historia está plagada de crímenes y corrupció durante siglos y siglos. Y hoy cacarea tener más de mil doscientos millones de católicos, y aumentando.
Siempre manipulando a dios, con su atómica arma llamada pensamiento mágico.
Los nuevos católicos son todos prácticamente hijos de católicos que son bautizado por obligación por sus padres católicos. Así aumentan la clientela del negocio católico; por eso hay más católicos donde más prole tienen los padres.
Llevan muchos siglos con estos abusos, y siguen aumentando, esa ICR imperial de los ritos, los mitos y la idolatría, que dices, Iñaki.
No sé de dónde os sacáis, de qué manga, eso de que “… a largo plazo no podrá resistir su propia descomposición interna.”
Po ejemplo la pederastia eclesial católica: lleva muchos siglos produciendo víctimas y más víctimas de esa pederastia, y sólo cuando les han costado millones de euros, sólo entonces han tratado de poner coto a esa pederastia para frenar la sangría de millones de euros, por el diosdinero, no porque las víctimas les hayan importando nunca nada, sino la imagen de su ICR.
¿Y? ¿ha resistido, o no, la ICR, esa descomposición interna? Ya la ha superado, ya no es más que recuerdo. Incluso han ensalzado a su papaRatzi como campeón de la antipederastia eclesial.
El pueblo católico se ha creído siempre lo que le han echado de comer a su fe, y así seguirá siendo. ¿Tiempo al tiempo, Iñaki? Todo el que quieras.
La ICR, el negocio católico, siempre estará sustentada por el sistema establecido, de turno, que la hace poderosa.
Amigo Javier, a corto plazo seguro que tienes razón. Ahora bien, en mi modesta opinión, la ICR imperial de los ritos, los mitos y la idolatría, a largo plazo no podrá resistir su propia descomposición interna. En ese momento no quedará, digo yo, sino el desorganizado cristianismo de las catacumbas en el que está siempre vivo el amor solidario entre todas las personas de buena voluntad. Yo no lo veré, pero habiendo sido testigo de los cambios que se han ido viviendo a lo largo de los últimos sesenta años, no me cuesta nada creer que el chiringuito vaticano acabará cayendo.
Ante tanta miseria como hay en este mundo; ante tanto paro, sin ir más lejos en España (el paro que no cesa, como un “jinete apocalíptico desbocado”, mes tras mes, insaciable); ante el hambre de cientos de millones de personas; ante la miseria y la explotación del hombre por el hombre perpetradas contra cientos de millones de personas; ante el clasismo social que aún existe, más extendido de lo que creemos; ante la economía sumergida como única alternativa para millones de personas…
Ante todo lo anterior, yo creo captar que la cúpula de la Iglesia católica sigue muy distante. La cúpula de la Iglesia, salvo acaso muy raras excepciones, se mueve a otro nivel, a un nivel que está muy lejos de las dramáticas condiciones de vida en que malviven cientos de millones de personas.
Ahora el papa dimisionario Benedicto, a quien se nos exhorta a seguir, a respetar -y a quien yo mismo he considerado bueno, sabio, enamorado de Jesucristo y de su Iglesia…-, renuncia a su ministerio petrino y se retira a una vida de oración, piedad, estudio, meditación, música y escritura. Con cuatro religiosas domésticas a su servicio, amén de secretario. Y como pienso -siempre he creído que a ejemplo de Jesús, siendo yo un simple seglar mondo y lirondo del Pueblo de Dios-, en tanta gente ciudadana española que se ha ido empobreciendo en los últimos años por causa de la crisis económica… Señores y señoras, ¡gente que está malviviendo en España casi sin nada, gente que recurre a la economía sumergida, a comedores populares, a centros de acogida asistencial, a recursos sociales municipales, a la mendicidad, o a la desesperación debajo de un puente! De ahí que pregunte qué sentido tiene el retiro del papa Benedicto desde la perspectiva del Evangelio.
Y lo hago temiendo que algunos y algunas puedan sospechar que resulto irrespetuoso, desafecto o mal católico por atreverme a poner en tela de juicio una decisión vital del mismísimo Papa. Pero es que si no lo hago reviento, la verdad, lo confieso. Porque no logro entender cómo ante tantísimo drama y aun tragedia sufridos por millones y millones de personas en este mundo por causa de la crisis económica -si se me permite: un servidor que estas líneas escribe, también, también la sufre, con el agravante además de todo el puteo que ha sufrido mi vida por parte de la miserable y nauseabunda hipocresía eclesiástica, sobre lo cual no voy a volver a cansar al personal atriero-, en el papado y en las jerarquías católicas y especialmente vaticanas siguen existiendo unas movidas tan antievangélicas, tan elitistas, tan clasistas, tan alejadas del dolor y el drama de tanta gente…
Es como si ante tamaña realidad, que juzgo como muy incoherente, contradictoria y aun hipócrita, se me hicieran muy ciertas algunas tesis que suelen sostenerse en un portal como Atrio, por foristas como Javier Renobales, por ejemplo: “la ICAR actual es una traición permanente al sueño de Jesús de Nazaret”.
Saludos.
Alabo la correcta visiòn del problema actual que vive nuestra iglesia, que ofrece Josè Ma. Castillo. El problema es que olvidàndose de Jesùs y su Buena Nueva, ha preferido aliarse a la riqueza y al poder.
Ojalà que a la vista del problema que se està viviendo actualmente en Europa y ahora en U.S.A. en donde prefiriò el Congreso privar de su honesto trabajo a 80 ò 750 mil personas, por no aceptar que los que màs tienen apoyen a los que menos o nada poseen.
Ojalà nuestro nuevo pontìfice tenga el valor de divorciarse de este maligno sistema y volver a nuestras verdaderas raìces: el Señor Jesùs y su Evangelio.
ADMIRO TU ESFUERZO, Jose María, en querer profundizar el pensamiento de Cristo…Pero hay que “leer” el Evangelio en su verdadero contexto…pues Jesus no fue un mero revolucionario social o político o económico sino un reformador religioso….EL que vino, NO para destruir “la ley y los profetas”, sino para perfeccionarla…porque es el espíritu de la ley el que hay que rescatar…Por lo tanto, PREGUNTADO Cristo que era lo necesario para entrar en la vida eterna, El dijo escuetamente que habia que GUARDAR LOS MANDAMIENTOS..y para que no quedara duda de cuales eran estos, los fue enumerando ordenadamente…PERO SIENDO el primero el mas importante…entonces TODO tiene que ir dirigido al amor de Dios….por lo de “amarás al Señor” con todo tu ser…o sea, primordial y totalmente….con todo lo que tengamos en nosotros en nuestra mente y en nuesto corazón.
Por lo tanto, TODO lo que nos aparte del amor de Dios, ha de ser rechazado….todo apego “desordenado” a lo que NO ES Dios nos apartará de EL…La recomendación de Cristo a sus discípulos de “no llevar dinero” es apropiada e inclusiva, pero no exclusiva…pues hay otras muchas cosas que nos apartan del amor de Dios y que están contenidas en LA TOTALIDAD del Decálogo…como las graves faltas contra la caridad y la justicia.
POR ESO Ignacio de Loyola afirmaba que ni la salud, ni la enfermedad, ni tampoco la pobreza o riqueza son FINES en si mismos porque dependen de la manera en que lidiemos con ellos….porque ellos solamente son puros MEDIOS que nosotros podemos usar para el bien y para el mal…Y por tanto, TANTO debemos de usarlos ..cuanto nos acerquen al fin para el que fuimos “criados”…y TANTO debemos apartarnos de ellos, cuanto nos alejen del fin…que es la gloria de Dios. PORQUE Ignacio fue el que pudo discernir mejor como debemos manejar los bienes materiales…para que cumpliéramos con el precepto del AMOR de Dios y por el ende el del amor a los demás…ya que uno es consecuencia del otro.
Por lo tanto, coincido que los miembros de la Iglesia, tanto clero como laicos, han de “despegarse” cada vez mas de TODO lo que los desvíe del FIN..y de la meta última …sin “unirse” a ningun sistema opresivo, sean de derecha o de centro o de izquierda…Ya que el carisma de Cristo presente en su Iglesia debe ser independiente de todo sistema que pueda apartarnos del amor a Jesús.
un saludo cordial de Santiago Hernández
Además Iñaki,
La mayor parte de los disidentes que quieren democratizar y purificar la ICR creen/quieren contar con el arma del espíritusanto, del pensamiento mágico que les hace creer que cuentan con una especie de poción mágica o intervención divina desde el mundo sobrenatural, que les ayudará al éxito de la tarea emprendida.
Pero claro, los jerarcas y fieles católicos que apoyan a los jerarcas cuentan con esa misma arma/pensamiento mágico, pero estos en cantidades industriales: el santopadre elegido papa por dios, y dios gobernando la ICR de forma que está como está –es decir, es dios quien no quiere cambiarla ni democratizarla- la infalibilidad de Susan y su magisterio católico infalible, las misas y sacramentos que están en sus manos, surtidores mágicos de poción mágica/gracia de dios, y todo el ejército de jerarcas, curas y monjas actuando sin parar y teniendo a su exclusivo servicio todo el inmenso patrimonio de la ICR, púlpitos desde los que en cada misa dicen lo que a ellos les conviene sea la ‘palabra de dios’, convenientemente explicada en el sermón que nadie puede contestar, editoriales, medios de comunicación escrita, emisoras de radio y Tv, y un montón de católicos ricos, banqueros y empresarios de alto nivel.
Los disidentes católicos son muy pocos y no tienen medios materiales. Si por ejemplo Tamayo o Hans Küng quieren tener una conferencia o una charla con algunos disidentes, no tienen otros locales más que los que un sindicato o similar les puedan prestar.
Como ves, son nulas las posibilidades de ganar la guerra contra los defensores de la ortodoxia fiel , alguno de los cuales además se pasea por Atrio como pedro por su casa, dada la libertad que hay en Atrio, sin necesidad de dejar de poner un rostro amable, sin necesidad de mostrar ninguna agresividad, pues esa ya la da la ICR naturalmente.
Entonces confían, dicen los disidentes, en que el espíritusanto soplará a su favor, la fe moverá montañas, y hale op, la magia funcionará y colorín colorado.
Pero resulta que los otros tienen bien controlado al espíritusanto, bien agarrado por los cojones desde hace siglos, pues es con ese espíritusanto con el que la ICR está como está. Y colorín colorado con mayúsculas.
Manteniendo el pensamiento mágico nunca podrán cambiar la ICR, que se nutre de pensamiento mágico para estar como está.
Preguntas Iñaki ¿Por qué este amor no va a poder mover montañas?
Pues porque ese amor humano (al que Castillo llama con razón dios, el espíritu de cadauno de nosotros) no es infinito, sino muy escaso, al ser humano.
Es para amar al prójimo como a nosotros mismos, o sea, para conseguir con él realizar hechos efectivos existosos de amor, de forma que consigamos hacer un mundo justo, un sistema económico justo que rebaje lo de los que tenemos mucho en beneficio de los que tienen poco o nada.
Ese amor humano, tan escaso que es, no es para gastarlo/despilfarrarlo en intentar inútilmente mejorar iglesias que están sólidamente instaladas en ferreas malas manos de otros (jerarcas, kikos, opus, legionarios y similares etc.) que nunca van a permitir ni que democraticemos esas iglesias, ni que las destinemos a fines diferentes y opuestos a los que esas malas manos las destinan ahora: al servicio del sistema hoy establecido desde hace tantos siglos.
Cuando se va a hacer un gasto fuerte, y más si es así de importante, hay que hacer un presupuesto con mucho cuidado, que esté cuidadosamente proyectado, sopesado y organizado. De forma que el plan tenga alguna probabilidad de éxito.
Siempre que he preguntado cuál es el proyecto que tienen los disidentes católicos para democratizar la ICR, o para purificarla, nunca nadie hadicho nada, porque eso de democratizar y purificar la ICR no pasa de ser un mero deseo de algunos (diferente de unos a otros, y sólo un deseo de unos pocos).
No tienen ningún proyecto para conseguir el objetivo que dicen perseguir.
saben que tienen enfrente a millones de católicos que se oponen rotundamente a que les democraticen su ICR: los enemigos de los disidentes no son sólo los jerarcas ycuras católicos, sino también millones de católicos de la ortodoxia fiel, a los que la ICR como está les encanta.
Me parece descabellado acometer así nada menos que lo que llaman la democratización de la ICR, o lo que llaman más difusamente la pruficación de la ICR.
La ICR lleva muchos siglos como está, siendo una dictadura férrea e inhumana. Tanto siglos de dictadura así no son por nada, no son por casualidad, sino que responden al servicio que exige el sistema/Imperio al que sirve la ICR actual.
Esa ICR y los que la apoyan tiene siglos de experiencia en ser y mantenerse así. Los disidentes no han democratizado nunca una ICR, no tienen ni idea de cómo organizarse, ni siquiera de cómo definir unos objetivos que vayan a ser aceptados y a mover ¿a cuántos? NO se sabe.
Por eso digo que, en mi modesta opinión, no van a cambiar nada. Mejor sería dedicar el amor humano y las capacidades y medios con los que cuenten a otra cosa.
– Efectivamente, José Mª, la causa profunda y principal se concreta en lo más fundamental del sistema que ha venido atenazando a la humanidad a lo largo de su historia y que, por el fenómeno del poder centralizado en unos pocos y eficiente sobre la globalidad mayoritaria de la especie humana, está llegando a manifestarse en este imparable genocidio físico y personalista actual.
Porque no se trata solo de impedir la supervivencia física de millonarias multitudes humanas, sino, a la par, de despersonalizar al conjunto de la Humanidad con el intento de falsear la misma condición humana, negando o trastocando sus valores esenciales y fundamentales como la igualdad, la libertad, la responsabilidad y la orientación por la verdad.
Jesús, por su encarnación =humanización, vino, como BUENA NOTICIA, para que la Humanidad llegara a rehumanizarse, apartándose de la falsa clasificación de los seres humanos por el endiosamiento de algunos, negadores teórico-prácticos de que, TODOS ELLOS, son igualmente imagen y semejanza de su Creador, añadiendo, en reforzamiento de esta igualdad, la condición de igual FILIACIÓN divina.
Esto no podía ser ofrecido con garantía de verdad, si al mensaje rehumanizador, no le precedía el testimonio práctico de la oposición radical y sustancial a TODO PODER TERRENAL y sus consecuencias clasificadoras, falseadoras de la condición humana.
Y aquí entra en juego y valor el modo práctico y concreto de su humanización en la pequeñez y debilidad de su origen natural y social humano.
Desde su nacimiento hasta su muerte en cruz, la misión confiada por el Padre, enmarca lo que entrañaba el proyecto de salvación, ofrecido por Dios a su familia humana.
Nadie podía ni debía levantarse con poder sobre l*s otr*s y para que esto quedara claro y como jurisprudencia divina definitiva, afirma Jesús en su parábola del universal juicio: CONMIGO hacéis, o no, lo que con un* cualquiera de est*s mis más pequeñ*s herman*s.
Por eso diréis ¡Padre! NUESTRO…; y a nadie más consideraréis ni llamareis Padre en la tierra, porque sólo el celestial es vuestro PADRE, y vosotr*s sois tod*s igualmente HERMAN*S.
En esto ha quedado lo más claro y definitivo del testimonio y mensaje de Jesús, como queriendo actualizar aquello arquetípico del paraíso primero. Hay un árbol, cuyo fruto es el poder, del que como humanos no podéis comer, bajo pena de quedar esclavos de la muerte.
Lo que el Padre quiere de vosotros, como especie especifica, dotada de racionalidad y libertad responsable (las otras todas se rigen por instinto forzado) es que OS AMEIS l*s un*s a l*s otr*s.
Y como su misión quedaba testimonial y magistralmente concluida para Jesús, antes de volver al Padre, deja confiada a los que con Él compartieron vida y enseñanza, la continuación de su misión así expresada de modo sencillo y claro: –COMO el Padre me envió, ASÍ os envío Yo a vosotr*s.
¿Alguna dificultad para la Comunidad de sus discípul*s o seguidores, a parte de la sencillez y claridad?
¿Está basada la estructuración eclesial actual, y la precedente desde hace siglos, en la coherencia con esta misión confiada por Jesús?
¿Nuestra Fe cristiana católica es Fe en Jesús, tal y como, a pesar de todas las incoherencias teórico-prácticas, en la Iglesia perdura la memoria de su testimonio y mensaje? ¿?
Amigo Javier, con tu contundencia me dejas “K.O. técnico”. Impone tu despedida…con lo cual el cambio es imposible. El analisis de Castillo me parece muy acertado asi que, con la razón, no me cuesta nada estar totalmente de acuerdo contigo. El que protesta es mi corazón. Por mucho que lo intente, no puede dejar de creer en la magia omnipotente del amor, la fraternidad y la solidaridad humanas. Sigue habiendo mucha buena gente en el mundo mundial y a veces te tropiezas con ella en el día a día.
Creo que ya te comenté la anécdota del síncope que me dejó tirado en la calle. Con lo paliducho y anémico que soy, puedes imaginarte mi cara de cadaver, en el suelo y sin conocimiento. El susto de mis amigos y demás testigos fue morrocotudo. Afortunadamente alguien me sujetó y me desperté sentado frente a un pequeño comercio, sin ningún tipo de magulladura. Me impresionó la movilización solidaridaria general, en especial la de una jovencita que no se marchó hasta verme en la ambulancia y la de la señora de la tienda que me trajo un botellín de agua y estuvo a mi lado todo el tiempo. Pues bien, cuando al de unos días volví a la tienda, con unos bombones en agradecimiento a las atenciones recibidas, sentí la magia de la solidaridad a cambio de nada. La alegría con la que le salió del alma un…¿es usted?, me impactó. Tuve que pelear para que se quedara con mi regalito.
Segunda anécdota reciente en la que volví a ver el rostro del amor. Hace unos días tuve una mañana de chofer y recadista de mi compañera. En el último recadito estaba ya que me subía por las paredes. Había aparcado en doble fila y en cuanto vino ella salí cingando, sin ver ni lo que tenía delante. Pues bien justo delante había un coche con la puerta abierta y un joven con una criaturita en brazos intentando salir. Ofuscado como iba, no les vi y pasé tan cerca que mi retrovisor chocó con el canto de su puerta. Todos nos dimos un susto de muerte. Paré el coche y fui a a ver si había pasado algo y pedir disculpas. Solo fue el susto. El chaval que había dejado la criatura a su madre no me partió la cara y aceptó mis disculpas. La madre, abrazada a su hijito aceptó hasta que le diera un beso fraternal. Otra vez se hizo presente la magia del amor humano.
¿Por qué este amor no va a poder mover montañas?.
No es solo lo que usted dice, José Mª Castillo, muy bien escrito y concisamente (a saber, la Iglesia católica como institución, está metida de lleno en el perverso sistema neocapitalista que nos está ahogando hoy por hoy), sino que es el hecho, a la vista de quien lo desee ver, de que en la Iglesia católica, especialmente en la que peregrina por Europa, se sufre una patética y pavorosa crisis de fe y de credibilidad de la misma institución como consecuencia de la crisis de fe.
La gente no cree, simplemente: está cansada, quemada, decepcionada, cómodamente instalada en sus seguridades, en su espiritualismo burgués y desencarnado… De modo que no hace falta pormenorizar qué es eso de la “crisis de fe”; baste con señalar la obviedad de que la crisis de fe es hacer A cuando el Evangelio dice B -o viceversa-; es hacer D cuando el Magisterio, que es vinculante para un católico, dice E -o viceversa-.
Buen domingo.
Ser rico/poderoso no es fácil: exige mucho trabajo día a día, año tras año, mucha decisión de ser rico, mucha ambición, mucho riesgo de lo que se va consiguiendo con tanto esfuerzo, exige un proyecto de vida muy profundamente trazado, mucha habilidad, mucha inteligencia, muchas relaciones …
Y hay pobres que no se esfuerzan lo que podrían, profesionales de la limosna o de aprovecharse del vecino: pues ser pobre conlleva demasiadas veces estar afectado de tantas carencias de todo tipo, que esa persona pobre no es lógicamente nada ejemplar, sino todo lo contrario.
Admitidos en el Reino los ricos/poderosos, admitido que es bueno ser rico/poderoso, en seguida éstos se hacen con el poder en el Reino, en el cristianismo. El emperador romano lo vio y hábilmente los compró y metió el cristianismo en su Imperio Romano como religión oficial, perseguidora de las demás.
Cuando cayó el Imperio Romano, quedo la imperial ICR tan poderosa que padecemos hoy, que sigue cumpliendo la misma función que cumplió con el Imperio Romano, sólo que cambiando de Imperio, cumpliendo la misma función con el Imperio de turno, del que forma parte consustancial, pues esa ha sido su única función durante ya tantos siglos.
La ICR es un arma muy importante del Imperio. Y el pensamiento mágico (el espíritusanto que sopla, elige al papa, gobierna la ICR, infunde gracias divinas y dones y todo eso) es un arma esencial de la ICR.
Hay demasiado que cambiar, y no hay católicos dispuestos a cambiar, salvo unos poquitos disidentes.
La traición a Jesús es total. Pero eso no lo admite la ICR, ni siquiera en Atrio, salvo unos pocos.
La ICR nunca va a admitir que ha traicionado a Jesús, y menos aún lo van a admitir sus dirigentes ni sus fieles kikos, opus, legionarios ….etc. y similares.
Con lo cual el cambio es imposible.
Los dirigentes del cristianismo los vendieron a Imperio Romano a cambio de poder, y así nació el papado romano, el papaemperador que hoy seguimos padeciendo.
No fue un cambio brusco, pasando de golpe de puros a vendidos: el fraude está ya en los evangelios, llenos de ambigüedad: de los pobres es el Reino, pero los ricos son admitidos también en el Reino aunque sigan siendo ricos/poderosos, de forma que en seguida el emperador romano puede ser cristiano siendo emperador. Con lo cual se apoderan del Reino, pues para eso son ricos, son poderosos y se les admite con todo y su poder en el Reino.
En seguida los dirigentes del cristianismo cambian el Reino, que Jesús quería aquí y ahora –y por eso lo mataron- y lo trasladan a la llamada otra vida, a la trascendencia, al más allá, al cielo, la salvación del alma, el ciento por uno, el que crea en mí no morirá para siempre … etc.
La traición al Reino que quería Jesús aquí y ahora es clara. Pero no para la ICR que se hace poderosa y perseguidora, impone por la fuerza su catolicismo/cristianismo; la traición no se reconoce por los jerarcas, papas y sus interesados fieles, entre los que están los ricos en primera fila: reyes y emperadores son siempre católicos, o cristianos, en la Historia del cristianismo, desde Constantino aprox.
Consecuencia: la ICR rica que padecemos desde hace ya demasiados siglos como para que tenga arreglo, con un patrimonio inmenso, unos papas ricos – es todo un símbolo Ratzinger yendo de palacio en palacio en helicóptero incluso cuando ya no es papa-.
Una ICR que ha hecho buenos a ricos/poderosos a lo largo y ancho de su Historia.
Eso no lo va a cambiar el nuevo papa, que será un clon de los anteriores.
Si ni siquiera el nuevo papa admitirá esta manera de ver las cosas que dice Castillo.
Seguirá con muchas misas, muchas oraciones, muchos sacramentos, muchas gracias y dones del espíritu y mucha providencia y trinidad y la virgen y los santos y mucho pensamiento mágico por todas partes, y así sólo cambiárá lo necesario para que nada importante cambie:
porque la ICR cumple a favor del sistema establecido lo que denuncia Castillo, y lo va a seguir cumpliendo, pues de ahí le viene el enorme poder que tiene, al que no va a renunciar.
Tiene toda la razón. Las Iglesias tienen que condenar el sistema y concienciar a sus fieles de que, si quieren ser cristianos, tienen que rebelarse contra el sistema. Eso le haría perder a las Iglesias el apoyo económico y político de muchos, incluso de los de dentro; pero volveríamos al evangelio e iría cayendo por su propio peso toda la estructura que lo desvirtúa. Creo sin embargo que sería reconocido por todos aquellos que escuchan la voz de su conciencia.