Este artículo fue ya citado en un hilo el viernes pasado. Pero, por un error, no nos llegó ni lo encontramos en El País. Como Redes Cristianas, donde lo vimos por fin, no tiene posibilidad de comentarios lo reproducimos aquí hoy. Y para vencer la amnesia sobre la historia de los papas, recomendamos este interesante coloquio de ayer por la tarde en la SER: en La Ventana Carles Francino sobre historias de los papas, a partir de una novela sobre el papa Formoso 891-896. ¿Ponía el Espíritu Santo a esos papas en la sede de Pedro?.
Benedicto XVI fue elegido papa en abril de 2005 con 78 años. No se vio como algo atípico cuando lo era o lo hubiera sido en cualquier institución viva y activa. El anuncio de su dimisión, a punto de cumplir 86 años, empero, ha provocado, amén de una sorpresa generalizada, un alud enfervorizado y enfebrecido de elogios, loas y parabienes de toda las sectores políticos y religiosos, empresariales y financieros, y de todas las tendencias ideológicas, desde los conservadores, pasando por los centristas, hasta los progresistas, que son quienes más encomiado la decisión papal. Los medios de comunicación de todo el mundo y de todos los colores ideológicos, incluso los más laicos, se han sumado a este coro de discursos ditirámbicos pro-papales en un gesto de cuasi-unanimidad que no se había producido durante los casi ocho años de pontificado del cardenal Ratzinger.
Lo inesperado de la noticia ha provocado un deslumbramiento mental y sentimental en el imaginario social y en no pocos sectores críticos del catolicismo, que, repentinamente, han echado un tupido velo sobre su pasado episcopal, desde que fuera nombrado arzobispo de Munich, y papal, durante sus años de pontificado. El cierre de filas en torno al anciano papa y el reconocimiento a su labor se han convertido en un ejercicio de amnesia colectiva y de absolución general sobre los 36 años de poder que ejerció autoritariamente sin apenas épocas de armisticio. Su dimisión se ha presentado como una decisión normal justificable por la edad avanzada y la salud quebrada, que le absuelve de todo lo que hizo anteriormente. Y si se hace memoria de su pontificado, es muy selectiva, teológica, evangélica, política y eclesialmente.
Por muy olvidadiza que sea la memoria colectiva –en este y otros muchos casos- hay cosas que no pueden colgarse en el perchero del olvido. No se puede olvidar la actitud inquisitorial del cardenal Ratzinger y de Benedicto XVI con sus colegas, los teólogos y las teólogas, desde que se hizo cargo del ex Santo Oficio, hasta su jubilación. Durante ese tiempo -más de seis lustros que, para algunos han sido una eternidad- juzgó, condenó, impuso silencio, censuró, expulsó de las cátedras, cesó como directores de revistas de teología o de información religiosa, suspendió a divinis, eliminó la libertad de cátedra, limitó la libertad de investigación, impuso su teología como pensamiento único, e incluso llegó a excomulgar a colegas por lo que subjetivamente creía eran errores y, laminó el pluralismo teológico con el consiguiente empobrecimiento para la teología.
Durante estos años ha humillado a las mujeres –mayoría en la Iglesia católica-, a quienes ha seguido negando la voz y el voto, les ha cerrado las puertas de acceso al sacerdocio, les ha negado los derechos sexuales y reproductivos, les ha impedido asumir puestos de responsabilidad, les ha impuesto una moral sexual represiva, no les ha permitido entrar en el ámbito de lo sagrado, las ha declarado en rebeldía y amonestado severamente –como en el caso de las Religiosas Norteamericanas- por seguir la voz de la conciencia y comprometerse con los empobrecidos. Las mujeres han sido utilizadas, en fin, como sirvientas. Así seguirá tratándolas en su retiro el papa emérito Benedicto XVI, que tendrá a cuatro religiosas a su entera disposición. ¡Final patriarcal para el papa y humillante para las mujeres!
Juan José Tamayo es director der la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid. Su último libro es Invitación a la utopía (Trotta, 2012)
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/03/07/actualidad/1362657830_339670.html
Desde luego imagen de iglesia pobre no dan, no
Por otro lado, el colorido y la uniformidad les van mucho a sus eminencias.
Queda mucho sitio para el ES, aunque los espíritu sin cuerpo que los contenga no ocupan lugar. Pero si soplan a tantos a la vez, necesitará mucho aire, quizá.
Por ahora todo va igual que la última vez, ninguna apariencia de que nada vaya a cambiar.
– Esa amnesia a la que Tamayo se refiere y los comentaristas van razonando, tiene como origen otra amnesia (o interesada evasiva e ignorancia inexplicable) la relacionada con aquello que los evangelios atribuyen a Jesús:
“-No es el siervo más que su amo, ni el discípulo más aventajado que su Maestro; si a mi me han perseguido también os perseguirán a vosotros.”
A la luz de esto y con la que está cayendo sobre la Humanidad ¿habría podido llegar a renunciar de este modo quien se presentaba como siervo y discípulo primado de Jesús?
¿No radicará esa amnesia del emérito y de su devota complicidad en abarcar también aquello que tan presente, por esencial, debería estar en jerarcas y fieles eclesiales:
“COMO el Padre me envió, ASI os envío yo a vosotros.”
¿Qué actitud de fe y de responsabilidad puede sostenerse con amnesia sobre algo tan fundamental y claro?
Por cierto, no sé si habéis visto las primeras fotos del papa emérito que ha publicado una revista italiana. Oye, muy mono, como no podía ser de otra manera. Parece que la emeritez le va a dar ocasión para lucir nuevos y vistosos modelitos. Este de hoy nunca se lo había visto. Y claro, una sorprendente gorra en la cabeza. Pase lo que pase, que no falte algo bien original sobre la cabeza…
Genio y figura hasta la sepultura…
(¿En qué recóndito lugar de la red estará aquel comentario que escribí hace años sobre el ropero de Joseph Alois…?)
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/05/internacional/1362510813.html
Yo creo que es claro, Ana:
Con un papado romano dictador monarca absoluto, que reúne en su mano todos los poderes, se maneja mucho mejor el rebaño católico.
La idea probablemente ya la tenía Constantino, emperador romano y divino por emperador. Constantino necesitaba unificar y manejar de la manera más eficaz al personal del inmenso Imperio Romano. Y vió en el cristianismo, probablemente muy fanático ya entonces, la herramienta con la que manejar eficazmente al personal.
Para eso compró el cristianismo y lo hizo religión oficial del Imperio, del Estado Romano: para que el cristianismo persiguiera a las demás religiones, ya prohibidas por la religión oficial cristiana, e hiciera a todos cristianos por la fuerza y bajo el poder del papado romano, que en realidad era el del emperador romano.
No había por aquel entonces un papa que pudiera manejar a los obispos cristianos: el emperador romano convocó los cuatro concilios cristológicos (el de Nicea en el 325, creo recordar) por su poder imperial, poder que ningún papa tenía entonces.
En esos concilios se establecieron los dogmas fundamentales del cristianismo, el credo católico, el más importante la divinización de Jesús, divinización que ya practicaban los emperadores romanos en sus imperiales personas ya desde antes de cristo.
Así surgió el papado romano que conocemos/padecemos, poderoso, dictatorial, con todos los poderes en su mano: porque así se maneja mejor al rebaño.
La monarquía cumple la misma o parecida función: manejar mejor a la gente, bajo una autoridad que viene de dios. El invento es paulino, ya en Romanos 13, 1 y 2.
Tú preguntas ¿Qué intereses se juegan los poderosos de este mundo al rendirle pleitesía como a un superhombre? Pues yo no lo entiendo.
Yo me lo explico de esta manera que he dicho.
En algún comentario a artículos recientes de Atrio relativos a la renuncia del papa Benedicto, he dejado caer esta perplejidad: a la luz del ejemplo de Jesús de Nazaret, que no tenía ni dónde reclinar la cabeza, al contrario de las zorras, que poseen madrigueras, y de los pájaros, que construyen sus nidos, ¿es de recibo el retiro que se ha preparado el Papa?
Con la que está cayendo… ¿tiene justificación evangélica esa decisión papal? Conozco familias enteras que viven del puro milagro de la beneficencia (alguna de ella gestionada por la Iglesia católica); y conozco licenciados con idiomas que están trabajando “en negro” como peones de la construcción, por 700 u 800 euros mensuales. De manera que como resulta que Jesús de Nazaret, el Señor, el Cristo, tenía entre sus predilectos a los pòbres, a los marginados, a los hambrientos…
Me cuesta entender ese gesto, porque me parece muy ajeno al espíritu que anima el Evangelio. Sé que en la prensa católica más conservadora o de derechas, en vez de poner en solfa esa decisión del papa Benedicto me afaerán mi asomo de crítica, mi perplejidad siquiera, acusándome acaso de desleal y mal hijo de la Iglesia católica (algunos ya lo han hecho por opiniones menos críticas mías). Con todo, en un foro como este vuelvo a manifestar mi estupefacción ante un hecho así. Por la sencilla razón de que no veo ninguna correspondencia o afinidad entre el espíritu del Evangelio, como ya he dicho, entre el modus vivendi de Jesús de Nazaret y el de tantos jerarcas de la Iglesia universal, permanentemente alejado, distante y distinto (segregado) del común de las gentes del Pueblo, de las gentes que son Juan Pueblo.
Mientras que de Jesús de Nazaret relatan los Evangelios, unánimemente, que era un judío piadoso pero al tiempo muy libre, muy suyo, hijo del Pueblo -en expresión un poco ácrata que me ha salido- , los papas y resto de jerarcas, salvo acaso honrosas excepciones, no me parece que sean hijos del Pueblo, no son Juan Pueblo (o John Done en inglés, como reza el título de la estupenda película de Frank Capra). Conozco algunos casos de personas de avanzada edad pertenecientes a la alta burguesía, a la crema de la sociedad, que se han visto obligadas a despedir o reducir al máximo sus respectivos servicios domésticos. Repito: personas que, desde siempre, han pertenecido a la flor y nata de la alta sociedad. Y sin embargo se dice de nuestro papa que cuatro mujeres, religiosas profesas, se van a ocupar de todo lo relativo al servicio doméstico de tan ilustre católico. Y esto es algo que no puedo entender, por la sencilla razón de haber sido Benedicto XVI quien ha sido: nada menos que el sucesor de Pedro…
No lo entiendo, la verdad. No lo entiendo incluso a riesgo de que no pocos católicos de mentalidad derechista y conservadora juzguen que con lo que opino y como lo opino aquí en Atrio, manifiesto que soy un mal católico, un mal hijo de la Iglesia universal, etcétera.
Saludos.
Alguien puede confirmarme si Benedicto XVI , en medio de sus tribulaciones, ha podido llegar a decir algo así como….. La verdad es que, últimamente, no me siento muy católico. A mi me cuesta creerlo, viendo el retiro dorado que se ha preparado. De todos modos, estoy con Pepe blanco cuando defiende como algo positivo su renuncia. Al menos ha tenido el valor de plantar cara a compañeros de Curia aferrados al…De esta cruz no se baja nadie.
Hola Ana,
Es una cuestión demasiado profunda como para abordarla en pocas líneas. Solamente una reflexión. Probablemente, dentro de cien años, en el seno de la iglesia católica -o de lo que haya sobrevivido de ella- se celebren matrimonios homosexuales. Entonces, nadie se acordará de que Benedicto XVI afirmó que el matrimonio homosexual consituía una grave amenaza para la paz mundial. Pero nadie olvidará que fue él el primer papa de la era moderna que tuvo la valor de renunciar al papado.
Ojalá Pepe,pero no creo porque el material que hay en el cardenalato.
Estoy de acuerdo contigo, Javier. Y, a propósito del rey, creo que ya debería haber abdicado hace tiempo (y, probablemente, no en favor de su hijo, sino en favor del presidente de una república). Lo que quiero decir es que se puede interpretar la renuncia de Benedicto XVI como la llave que quizás acabe abriendo las puertas a una mayor democratización de la iglesia católica. El tiempo lo dirá.
Pepe Blanco, una cosa es la renuncia de Benedicto XVI y otra muy distinta es que su renuncia le redima de todo su pasado. Pienso que ensalzar una cosa no minusvalora la otra.
Claro Pepe,pero eso lo que te demuestra es lo anacrónico que es el papado que basta que un tío renuncie con 83 tacos para que le elogié todo dios.Piensa en el Rey de España que hoy defiende EL MUNDO que lo lógico es que muera en activo para decir:”Ha muerto el Rey,viva el Rey”.Pero si el hombre es casi una construcción del mecano con toda clase de tornillos.Yo prefiero instituciones democráticas donde no es ninguna novedad que el que mande se largué vivo y jovencito,adulto…y cuanto antes mejor.
Sobre el contenido del artículo en general:
Cierto que no es conveniente olvidar. Pero tampoco me parece que sea necesario descartar definitivamente una decisión final redentora.
Haya hecho lo que haya hecho -cosas muy malas y muy graves-; haya dicho lo que haya dicho -entre otras cosas, algunas solemnes tonterías que pasarán a la historia de la infamia-; suceda lo que suceda en el futuro, pienso que, con su renuncia, Benedicto XVI ha hecho más por la desacralización y por la relativización del papado de lo que muchas personas son capaces de imaginar, o de reconocer abiertamente.
Es cierto que la historia de Ratzinger no comenzó con su nombramiento como Papa, y es un absurdo olvidar toda una trayectoria vital para sacralizar determinados aspectos positivos de su persona, que nadie se los niega, solamente por el hecho de haber sido Papa.
Ahora bien, yo me pregunto cuál es el origen de la papolatría exacerbada que estamos viviendo, si del Papa, si del papado o de los sectores sociales que le encumbran hasta el Olimpo de los dioses. Porque lo que no es de extrañar que sus fieles seguidores la profesen con un fervor inenarrable.
Él se ha dejado agasajar e idolatrar”por tierra, mar y aire”, el papado otorga al hombre que lo representa un halo de superioridad, y ¿la sociedad? ¿Qué intereses se juegan los poderosos de este mundo al rendirle pleitesía como a un superhombre? Pues yo no lo entiendo.
La ristra de errores, equivocaciones y agravios que menciona Tamayo, serían dignos de tener en cuenta a la hora del panegírico casi post mortem. Si a los Papas se les perdona todo, los siguientes no cambiarán nada sabiendo que de igual modo se les va a “canonizar”
Totalmente de acuerdo con Tamayo. La parte oscura de todo ser viviente no hay que silenciarla. Si se hace se “idealiza” tal sujeto y eso no es evangélico, ni mucho menos. Creo que es presico que se conozca esa parte dura, sàdica, impositiva de Ratzinger. No lo denigra porque lo hizo convencido. Pero eso no quita que se analize si estuvo equivocado o no. Y asumir “su teologia omnipotente y única” como “una” y no la oficial, decisiva y ortodoxa. Y por lo tanto… no fue correcto en “condenar” la pluralidad. O no tolerar opiniones diferentes o aspectos que no son infalibles. Y eso HAY QUE DARLO A CONOCOR Y CORREGIRLO. No se falta a la caridad, y si se callara, se faltaría a la JUSTICIA HISTÓRICA. El “Pueblo de Dios” tiene pleno derecho en conocer la vida en totalidad de una persona.
Estoy bastante de acuerdo con el artículo.Es absurdo este deslumbramiento.Incluso retransmiten la salida en helicóptero. A mi este fin de semana me han comentado que la Cospedal,que no pisa Castilla-La Mancha,aterriza en su cigarral en su helicóptero para ir a Toledo.Es una pena que no se caigan todos estos helicópteros.Fue una pena aquel accidente de la Espe y Rajoy:era un dos en uno!.¿Y aquel de Mas saliendo del Parlament?.Que pena!.