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¡Feliz pascua de resurrección a todos!

No podía ATRIO felicitar mejor a todos sus lectores la Pascua que haciéndoos llegar esta carta de Teresita, la mujer amada de Sarrrionandía, que sigue contando los días de su ausencia, que sigue hablando con su basko y que por fin hoy nos escribe de esa búsqueda, de esa ausencia-presencia, de esas señales que el conciso y enigmático Sarri le envía. Solo con una frase paulina acercarnos al misterio de la resurrección, del que hablará en las próximas entregas Juan Luis: el amor nunca muere. El relato de Teresa es una metáfora que nos ayuda a entender los relatos de la Resurrección, con Magdalena también buscando señales…

Constantemente hablo con mi querido basko.

Le pregunto, le pido que me dé una señal de que está bien, de que está contento. Que me diga dónde está, con quién y cómo, etc.

Hoy fui a Coronel Pringles, un pueblo cercano, invitada por Nico, uno de mis hijos, quien tenía un trámite que cumplir allí.

Acepté encantada, aunque tenía pendientes algunas acciones en casa, donde mañana recibo visita de familiares y seremos 14 a la mesa. Pero el vagabundear por los pueblos siempre me atrajo, y además quería probarme a mí misma cómo afrontaría la prueba de hacerlo sin el basko.

Nos separamos en el destino de Nico y partí sin rumbo fijo. Entré a una librería en busca de un plano de la ciudad para moverme con más precisión. Una empleada muy atenta me prestó uno y lo fotocopié en un negocio vecino. Al devolvérselo compré una libreta, para registrar el periplo y por agradecimiento a su gentileza. Ella le comentó a otra cliente: “Hoy es el cumpleaños de mi papá” – Sí, ya sé- le respondió. Si entró a la panadería diciendo: Hoy es el cumpleaños de Mondragón”.

Yo me quedé con el dinero en suspenso, ¿Mondragón es tu papá? -Sí, usted lo conoce? -No, pero acabo de perder a mi marido hace 58 días y su pueblo natal es Mondragón. Es la primera vez que lo oigo como apellido.

Te imaginás que estoy con el alma en carne viva y percibo de manera muy especial cada pequeño detalle que se relacione con él. La muchacha se solidarizó conmigo de manera muy afectuosa.

Sigo VivoSeguí mi camino en busca de la plaza y empecé a rodearla por la vereda oeste, en dirección sur. A un poco más de mitad de cuadra, vi en la pared de enfrente un mural de gran tamaño. Es la primera fotografía que acompaña este envío. Como verás, dice: Sigo vivo. Búscame.

Lo tomé como una respuesta a mis requerimientos. Y entonces retomé mi eterno interrogatorio: Buscarte, sí. Pero dónde, dónde? Y mientras hablaba avanzaba. Al llegar a la esquina continué rodeando la plaza, esta vez por la vereda sur rumbo al este, mientras insistía: ¿dónde y cómo te busco?, al tiempo que volvía la vista atrás como para ver el mensaje que me indicaba buscarlo. Hete aquí que desde la ochava de la esquina que acababa de dejar me miraba tiernamente la imagen de Cristo que va en la . segunda fotografía.

Cristo

El resto del tiempo deambulé sin saber muy bien a dónde dirigirme, pero sintiendo que mi querido basko había respondido -¡y cómo!- a mis requerimientos: debo buscarlo en Cristo.

Tendré que esforzarme mucho, mucho para merecer el encuentro. Pero el esfuerzo valdrá la pena.

Ayúdenme a dar gracias, y a encontrar la manera de llegar a él.

11 comentarios

  • ROSA ARAUZO

    Que maravilla¡¡¡¡ que Magnificat personal. gracias hermana por compartirnos estas experiencias. Hasta hoy no había visto tu escrito. me fascina, me llena de alegría, me confirma en la esperanza del Amor y de la Resurrección. Sin lugar a dudas “estos signos” son “otra manera de estar atenta a la realidad”. Os nombraré en mis oraciones como mi pequeña contribución a que sientas contigo que somos comunidad de herman@s.Paz y Bien

  • Teresa TUMINI

    Gracias a todos por su solidaridad y comprensión para esta vieja enamorada y triste. Pero no sola: lo siento todo el tiempo a mi lado.
    En cuanto a Pepe, claro que podés publicar cuanto quieras, amigo, hermano querido. Un abrazo

  • Antonio Vicedo

    Teresa, sin duda, como aún decimos (¿también lo sentimos?) sale el sol y , el sol se pone, a pesar de la verdad ser otra, decimos se fueron, ya no están ¿donde encontrarlos? a tod*s aquell*s que ya no vemos con los ojos ni su presencia se convierte en vivencia experimentada.
    Tanto se nos habló de ir o no ir al cielo, como si el cielo no estuviera donde siempre hemos estado y estaremos, porque  DIOS  no tiene límites ni los límites afectan a quienes con Él participan de su plenitud no condicionada por lugares ni tiempos.
    Si lo buscas, es que aún lo consideras muerto y la muerte,  nunca dejó de ser vida a la manera como el nacimiento no separa de la madre sino solo cambia la unión de vidas.
    No lo sigas buscando porque lo tienes contigo; y ya no sólo contigo, sino también con nosotr*s y con tod*s.
    Se trata de cargar de verdad nuestra fe.  Y aquel sepulcro vacío siempre nos mostrará la verdad sobre la muerte diciéndonos con clamor certero: ¿Por qué buscáis entre los muertos, aquí o allá, al que está vivo?
    Os precede en Galilea donde TODO EMPEZÓ y NADA YA TERMINA.
    Un pascual abrazo, en el 51 aniversario del cambio de modo de VIVIR  mi padre.

  • mª pilar

    Querida Teresita:

    No lo dudes ¡¡¡Lo encontrarás!!!

    No solo en Cristo, sino en ti misma; dale un tiempito a tu dolorido corazón, y poco a poco  sentirás que está en ti misma y cuanto habéis vivido juntos.

    ¡Todo te hablará de él! Y el dolor se irá convirtiendo en reposo, paz, esperanza…

    Y cuando apriete un poco más la ausencia… vuelve a llamarle  y de nuevo lo encontrarás.

    No importa el lugar, lo importante es:

    ¡¡¡Que está!!! En todo aquello que te lo recuerda, en lo que juntos habéis amado, sufrido, mirado, vivido.

    Mi abrazo entrañable y un recuerdo lleno de cariño a los dos, porque ahora más que nunca… sois uno en ti.

    mª pilar

  • oscar varela

     
    – “Hoy me he enterado de que Soledad se fue ayer de Madrid para una ausencia de varios días. He tenido al punto la sensación de que Madrid se quedaba vacío y como exangüe. ¡Una impresión que han sentido todos los enamorados del mundo, pero no por eso menos extraña! Madrid sigue igual, con sus mismas plazas y calles, el mismo rumor de tranvías y bocinas, la misma gente y el mismo tráfago; los mismos árboles en los jardines, y sobre los tejados, el mismo tránsito de nubes blancas y redondas que ayer y anteayer. Sin embargo, todo eso parece haberse vaciado de sí mismo y conservar sólo su exterior, su careta. Lo que han perdido es una peculiar dimensión de realidad: perduran ante mis ojos y oídos; pero han dejado de existir para mi interés.
     
    »Ahora noto hasta qué punto mi amor a Soledad irradiaba sobre toda la ciudad y toda mi vida en ella. Ahora advierto que aun las cosas más remotas, que menos parecían tener que ver con Soledad, habían adquirido una cualidad suplementaria en relación con ella, y que esa cualidad era para mí lo decisivo en cada una.
     
    »Los mismos atributos geométricos, topográficos, de Madrid han perdido toda vigencia. Y es que hasta la geometría sólo es real cuando es sentimental. Antes tenía para mí esta ciudad un centro y una periferia. El centro era la casa de Soledad; la periferia, todos aquellos sitios donde Soledad nunca aparecía, vago confín casi inexistente, como lo fue para los griegos la región sobre el Cáucaso que medrosamente titulaban “tierra de los Hiperbóreos”. Unas cosas estaban cerca y otras lejos, según su distancia del lugar donde yo esperaba ver a la dulce criatura. A veces estas medidas parecían inversas de las que un agrimensor hubiera abstractamente calculado. Cuando yo estaba seguro de que iba a hallar en algún punto a Soledad, un camino largo hasta ella era para mi la más corta distancia, y en cambio, un breve trecho recorrido sin la esperanza de hallar a su cabo la suave piel mate de Soledad era una distancia interplanetaria.
     
    »Asimismo, las personas se me presentaban con un perfil minuciosamente diferenciado, consistente en una línea expresiva de su relación con Soledad. Este era su amigo, y acaso venía de verla, lo cual le dotaba a mis ojos de un divino prestigio, que casi se concretaba en una extraña aura o luz dorada en torno a su persona. (Lo mismo he notado en los paisajes donde ha vivido Soledad: se impregnaban siempre de una mágica sonrisa dorada, como de sol poniente en estío, suave fotosfera que parecía emanar deliciosamente de todas las cosas). Aquél me ha hablado una vez de ella; por tanto, existe en él su imagen, y le veo pasar siempre como un ser ungido, como un bajel que llevase en la bodega una reliquia irradiando taumaturgia. Esta mujer es la que encuentro en tal calle cuando voy a ver a Soledad, y aquélla veranea en la misma población o tiene un sombrero parecido. ¡Este dulce drama, de circuito corto, que nos proporcionan las mujeres parecidas, sobre todo de espaldas, a la, mujer que amamos! “¡Parece que es ellal”, y nuestro corazón, da un brinco, concentrando sus fluidos de emoción para lanzarlos como gases asfixiantes hacia Soledad y formar bajo sus pies la nube donde caminan los dioses de Hornero y las mujeres amadas. Pero no; fue un error, es otra, y hay que ir dando salida poco a poco, en pura pérdida, a la fluencia sentimental que habíamos acumulado, como hace el freno de vapor en los trenes.
     
    »Imposible enumerar la variadísima cantidad de notas, matices y emblemas que sobre personas innumerables arroja como reflejos el solo ser de Soledad. Ahora percibo hasta qué punto era el centro auténtico de gravitación a que todas las cosas se inclinaban, el centro de su realidad para mí. Y yo me orientaba materialmente, sin necesidad de señales externas, por un más o menos de tensión íntima que en mí hallaba. Al andar sabía si mis pasos me llevaban hacia ella o me alejaban, como la piedra, sin ojos, debe de sentir en el aire su curva trayectoria al sentir la atracción de la tierra que tira más o menos de su materia.”-
     
    »Viceversa: la ciudad donde sé que está ahora —ayer indiferente— comienza a adquirir el más sugestivo modelado. Es un esquema cuyas líneas comenzasen a palpitar. Es una estatua de sal que volviese a ser de carne. Todo, en fin, parece trastrocar su ordenación e irse articulando en el sentido y bajo el influjo del nuevo centro geométrico de atracción sentimental …»
     
    (GEOMETRÍA SENTIMENTAL – Ortega y Gasset OCT2)

  • oscar varela

    1.- Teresita (y las/los otras/otros)
     
    IBA LA FELICIDAD
    Juan Laurentino Ortiz
     
    Iba la felicidad
    en cuatro remos volando
    en el cielo del río
    hacia el fondo de la tarde.
     
    La felicidad buscaba
    el secreto de la tarde,
    y no podía encontrarlo,
    pues   su   misterio   huía
    cada vez más, de tan diáfano.
     
    . . .Y no podía encontrarlo.
    Pero cantó, y el sensible
    cristal íntimo se hirió:
    el canto había encontrado
    el  secreto  de  la  tarde.
     
    A cuatro remos venía
    la felicidad aleteando
    desde el fondo de la tarde.
     
    Un  largo  rosa  espectral
    era el cielo del río.
    La felicidad venía
    de doble sombra callada.
     
    Un hastío  de  agua-fuerte
    era el paisaje del río.
     
     
    Pero arriba se abrían guiños
    de innumerable dulzura.
     
    ——————
     
    2.- Amigos
     
    T E   Q U I E R O
    Mario Benedetti
     
    Tus manos son mi caricia
    mis acordes cotidianos
    te quiero porque tus manos
    trabajan por la justicia

    si te quiero es porque sos
    mi amor mi cómplice y todo
    y en la calle codo a codo
    somos mucho más que dos

    tus ojos son mi conjuro
    contra la mala jornada
    te quiero por tu mirada
    que mira y siembra futuro

    tu boca que es tuya y mía
    tu boca no se equivoca
    te quiero porque tu boca
    sabe gritar rebeldía

    si te quiero es porque sos
    mi amor mi cómplice y todo
    y en la calle codo a codo
    somos mucho más que dos

    y por tu rostro sincero
    y tu paso vagabundo
    y tu llanto por el mundo
    porque sos pueblo te quiero

    y porque amor no es aureola
    ni cándida moraleja
    y porque somos pareja
    que sabe que no está sola

    te quiero en mi paraíso
    es decir que en mi país
    la gente viva feliz
    aunque no tenga permiso

    si te quiero es porque sos
    mi amor mi cómplice y todo
    y en la calle codo a codo
    somos mucho más que dos.

    ……………
     
    ¡Vamos todavía!

  • Luis Gonzalez Moran

    Del Evangelio de la Pascua:
    “No busquéis entre los muertos al que vive”…
    Teresita: José María vive allí (en Él) y aquí (en ti).
    Un abrazo lleno de cariño
    Feliz Pascua de Resurrección a todos.

  • ana rodrigo

    ¡Vaya relato más precioso, querida Teresita, en el fondo y en la forma! Si mi gotita de cariño te ayuda a aprender a estar con tu basko y a disfrutar de él de otra manera, de otra forma, con otros parámetros, menos tangibles pero igual de entrañables, cuenta con esta gotita de mi cariño. Un abrazo carñoso.

  • pepe sala

    Un poquito emocionado ( gracias Teresita por tu sensibilidad) quiero aportar mi pequeño recuerdo a Xarri. ( el ” Baskito”) sin desentonar en tu búsqueda.
     
    En caso de que se complique el ” encuentro en Jesús de Nazaret”, Teresita, recuerda que en España tienes unos amigos-as que tampoco aceptan la desaparición de tu ” baskito”.
     
    En el corazón de Mentxu, Marco, Jose ( el filósofo-fontanero) y Pepe Sala, ha quedado una inolvidable sensación de ” vida eterna”, cariño, respeto y simpatía hacia la perejita más feliz que hemos conocido. Aquí estaremos para cualquier tipo de encuentro y no nos sentiremos ” celosos” si tuvieses la dicha del reencuentro en Jesuscristo.
     
    Teresita y Joxema, os seguimos queriendo y extrañando casi tanto como a nuestras nietucas. Nunca podremos agradecer lo suficiente la corta visita que os disfrutamos.
     
    Además conservamos la ” bombilla del mate” y siempre es recomendable tener algo físico para alimentar las remembranzas.
     
    ( En otro comentario contaré alguna experiencia con Joxema , si no te resulta doloroso, Teresita.)
     
    Os queremos un montón…

  • Santiago

    Cristo dio la clave: “Yo soy la Resurreccion y la vida…Quien cree en Mi aunque muera vivira”
    Sarrionandia vive en Cristo, en el amor de El..y esto ya para siempre..
    con mis mejores deseos en el dia de Pascua de Resurreccion   de Santiago Hernandez

  • Rodrigo Olvera

    Hola Tere
     
    Gracias por tu palabra, por tu confianza y el compartir tu sentimiento y búsqueda.
     
    Si me permites, diré que no sólo ya mereces el encuentro, sino que de alguna forma ya ha ocurrido… porque me has permitido re-encontrarme con el basko a tu lado al leerte.
     
    Te mando un abrazo lleno de cariño