Ya lo hemos dicho. En ATRIO nos interesa el próximo Cónclave porque en él se decide el futuro de la mayor iglesia de nuestro mundo hoy aliada de hecho del capitalismo financiero. No esperéis de ATRIO ni llamadas a la oración y a confiar en el Espíritu. Es todo un asunto humano, demasiado humano. Tampoco acogeremos derrotismos o maximalismos extremos y simplistas. Queremos aportar todos los buenos análisis que encontremos. Como estos dos que publicaba el sábado 16 Página 12 de Argentina. Coinciden analizar las causas por las que Ratzinger ha tirado la toalla. Pero varían. Uno, desde Alemania, cree que fue la contestación de la base eclesial. Otro desde, Francia, la invencible opacidad, sobre todo financiera, de la curia. ¿Podrá el futuro papa resolver ambos problemazos?
Volver a las raíces
Por Osvaldo Bayer
Desde Bonn, Alemania
El Papa. El gran tema de los últimos días. Se siguen discutiendo las causas de su renuncia. La única explicación es: no tenía otra salida. Los problemas de la Iglesia Católica son innumerables. Y para sanear toda esa antigua estructura de siglos, la única forma de seguir adelante era una sola: cambiar todo. Y para el papa Ratzinger, eso era imposible. El es un ultraconservador nato. La crisis del catolicismo en su propio país, Alemania, es tan grande en la actualidad que para buscar una solución debían aplicarse medidas que iban contra su pensamiento y filosofía de siempre. Repetimos, Ratzinger es un ultraconservador y no podía ahora ir contra esos principios de toda la vida. Y, justamente, los cardenales italianos conservadores lo eligieron Papa a él porque creían que, con sus pensamientos teóricos, el alemán iba a vencer todas las ofensivas de la izquierda católica. Más, con la crisis que está viviendo el catolicismo alemán en estos momentos se hacen necesarias ya mismo medidas de cambio fundamentales. Pero no, el camino de Ratzinger era: ante los problemas, rezar, pedir al Señor su benevolencia, pero seguir el mismo camino. Aunque finalmente, no vio salidas. Tenía que jugarse. Tenía que tomar verdaderamente el poder y modernizar la Iglesia desde sus bases. Más, a su edad y con el cardenalato conservador que lo rodeaba, era imposible. E hizo lo impensado para un Papa; renunció. Y aquí no se equivocó. Deja el caos que no pudo ni quiso sanear desde la base. Y les deja el cadáver a los que vienen. La realidad lo dice: no hay otro camino para la Iglesia Católica actual que modernizarse. Avanzar, acompañar a los que luchan por un mundo sin violencias, injusticias ni guerras. Empezar, para ello, con su organización interna.
Terminar, por ejemplo, con la irracionalidad de la exigencia de la castidad para sus sacerdotes. El amor debe ser el sentimiento fundamental de la vida del ser humano. Acabar con el mito de que sólo los hombres pueden ser los representantes de Dios en la Tierra. Por ejemplo, antes, a las mujeres no se les permitía participar en la vida política. Ahora, sí. Y han demostrado que hasta pueden ser mejores que los hombres. Aquí, en Alemania, ha quedado demostrado que la actual primera ministra, Angela Merkel, es la mejor gobernante que ha tenido Alemania en ese cargo, desde los tiempos de Adenauer. Lástima que sea conservadora, opinan muchos. Y el tercer cambio –entre otros muchos– sería acabar con esas representaciones un tanto fuera de época, con esos disfraces y bonetes cada vez más grandes y esas sotanas que les cubren el cuerpo. Y que sigan el ejemplo de esos curas obreros que vestían como trabajadores comunes, con total sencillez y ninguna pompa. Además, acabar con esos rezos y exclamaciones tan teatrales e irracionales como aquella de “Dios, ten piedad de nosotros” o “Dios, en su infinita bondad”. Porque entonces habría que preguntarse: ¿por qué Dios, en su infinita bondad, permite las guerras y la muerte por hambre de miles de niños en el mundo? No, la Iglesia Católica debe alejarse definitivamente del camino actual. El único futuro de progreso y triunfo sería que tome el camino de aquellos obispos como Angelelli y De Nevares (a quienes conocí mucho y conversé largo con ellos) que dedicaron sus vidas a un verdadero apostolado: luchar desde las bases contra las injusticias sociales. Para que todos tengan trabajo y techo dignos y se acaben las injustas diferencias sociales, los conflictos, las guerras. Es decir, las verdaderas diferencias de total injusticia e irracionalismo que vive actualmente y ha vivido siempre el ser humano. Disminuir lo injusto de todos los días. Ir a las verdaderas enseñanzas de Cristo Jesús, que era un hombre cualquiera pero con los ideales justos y no el hijo de algún Dios y menos de una virgen. (Esto, lo de la virginidad de María, es un insulto al acto de procreación, una de las cosas más hermosas y apreciadas de la vida, siempre que se haga por amor y no por violencia.)
Basta a eso de arrodillarse y rezar, no. Hablar en voz alta y denunciar las injusticia de la sociedad. Todo queda demostrado con este hecho cierto e indiscutible: mientras un alemán fue Papa, dejaron de pertenecer a la religión católica miles de alemanes. Y esto se debe precisamente al haberse comprobado los miles de casos de abuso sexual de niños en las escuelas católicas por parte de sacerdotes y “hermanos”. No sólo aquí, sino también en Estados Unidos, Canadá y otros países con esa religión. Hechos que fueron reconocidos por las propias iglesias locales. Además, se sumó, en este país, la negativa de dos hospitales católicos de atender a una mujer violada que había solicitado “la píldora del día después” para impedir un posible embarazo. El motivo de la negativa fue “que un hospital católico se niega a apoyar toda clase de abortos”. El escándalo fue tan grande que tuvo que salir al paso el cardenal de Colonia, Meissner, a declarar que “la negativa había sido un error” y que a partir de ahora se iba a atender a toda mujer violada y, en el caso de comprobarse la violación, se le suministraría la citada píldora. Pero igual, este paso atrás no alivió en nada la indignación de todos los sectores de la sociedad alemana. El cardenal Meissner y otros obispos alemanes salieron entonces a declarar que en Alemania se había preparado una campaña anticatólica que se igualaba al pogrom de la Alemania nazi contra los judíos. Esto agravó más la situación. La reacción fue peor. No se trata de lo mismo. Se considera un deber para la sociedad terminar con los delitos contra la infancia y dar ayuda a la mujer violada. El mismo papa Ratzinger, durante su mandato, fue observando y censurando esos inexplicables casos de pederastia. Y en algunos de sus últimos sermones, insinuó que era necesario debatir el tema y buscar una solución: asumió que la Iglesia, en su futuro, debía adoptar reformas. Aquí se veía que estaba abandonando su posición ultraconservadora. El, que siendo obispo estuvo contra la Teología de la Liberación. Pero luego, en su pontificado, parece que fue aprendiendo la lección.
La Iglesia Católica necesita una total renovación, así no tiene futuro. Ojalá que el próximo Papa comprenda la nueva época que se abre y haga lo que dejó de hacer o no pudo hacer el papa Benedicto. Pero, claro, siguen estando en el poder inmediato los cardenales ultraconservadores. La masa mundial de católicos que quiera un verdadero cristianismo deberá moverse ya mismo y hacer conocer los cambios necesarios. No dar curso a la elección de un Papa elitista sino a la de uno de los tantos teólogos progresistas que fueron surgiendo en las últimas épocas. Sin ellos, no hay futuro para el catolicismo. Que Ratzinger sea la última experiencia del intento de conservar un sistema que se ha quedado en el tiempo. Acercarse a la Teología de la Liberación significaría un paso adelante, una actitud positiva para esa religión y para el progreso del mundo.
Volver a las raíces. Seguir el ejemplo de tantos mártires que dieron su vida por un sentimiento que proclamaba la solidaridad, la convivencia de los seres humanos y la mano abierta como única fórmula de llevar adelante el pensamiento de Jesús, para un mundo de paz y sin injusticias.
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Corrupción, lavado de dinero y las internas más feroces
Un informe elaborado por tres cardenales lo terminó de convencer de que era imposible limpiar el Vaticano, donde hasta la Cosa Nostra guarda sus fondos. La abdicación como manera de sacudir el tablero en la Iglesia.
Por Eduardo FebbroDesde París
Los expertos vaticanistas alegan que el papa Benedicto XVI decidió renunciar en marzo del año pasado, después de regresar de su viaje a México y a Cuba. En ese entonces, el Papa que encarna lo que el especialista y universitario francés Philippe Portier llama “una continuidad pesada” con su predecesor, Juan Pablo II, descubrió la primera parte de un informe elaborado por los cardenales Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi. Allí estaban resumidos los abismos nada espirituales en los que había caído la Iglesia: corrupción, finanzas oscuras, guerras fratricidas por el poder, robo masivo de documentos secretos, pugna entre facciones y lavado de dinero. El resumen final era la “resistencia en la curia al cambio y muchos obstáculos a las acciones pedidas por el Papa para promover la transparencia”.
El Vaticano era un nido de hienas enardecidas, un pugilato sin límites ni moral alguna donde la curia hambrienta de poder fomentaba delaciones, traiciones, zancadillas, lavado de dinero, operaciones de Inteligencia para mantener sus prerrogativas y privilegios al frente de las instituciones religiosas y financieras. Muy lejos del cielo y muy cerca de los pecados terrestres. Bajo el mandato de Benedicto XVI, el Vaticano fue uno de los Estados más oscuros del planeta. Josef Ratzinger tuvo el mérito de destapar el inmenso agujero negro de los curas pedófilos, pero no el de modernizar la Iglesia y dar vuelta la página del legado de asuntos turbios que dejó su predecesor, Juan Pablo II.
Ese primer informe de los tres cardenales desembocó, en agosto del año pasado, en el nombramiento del suizo René Brülhart, un especialista en lavado de dinero que dirigió durante ocho años la Financial Intelligence Unit (FIU) du Liechtenstein, o sea, la agencia nacional encargada de analizar las operaciones financieras sospechosas. Brülhart tenía como misión poner al Banco del Vaticano en sintonía con las normas europeas dictadas por el GAFI, el grupo de acción financiera. Desde luego, no pudo hacerlo. El pasado turbio le cerró el paso.
Benedicto XVI fue, como lo señala Philippe Portier, un continuador de la obra de Juan Pablo II: “Desde 1981 siguió el reino de su predecesor acompañando varios textos importantes que él mismo redactó a veces, como la Condena de las teologías de la liberación de los años 1984-1986, el Evangelium Vitae de 1995, a propósito de la doctrina de la Iglesia sobre temas de la vida, o Splendor Veritas, un texto fundamental redactado a cuatro manos con Wojtyla”. Estos dos textos citados por el experto francés son un compendio práctico de la visión reaccionaria de la Iglesia sobre las cuestiones políticas, sociales y científicas del mundo moderno.
La segunda parte del informe de los tres cardenales le fue presentada al Papa en diciembre. Desde entonces, la renuncia se planteó de forma irrevocable. En pleno marasmo y con un montón de pasillos que conducían al infierno, la curia romana actuó como lo haría cualquier Estado. Buscó imponer una verdad oficial con métodos modernos. Para ello contrató al periodista norteamericano Greg Burke, miembro del Opus Dei y ex miembro de la agencia Reuters, la revista Time y la cadena Fox. Burke tenía por misión mejorar la deteriorada imagen de la Iglesia. “Mi idea es aportar claridad”, dijo Burke al asumir el puesto. Demasiado tarde. Nada hay de claro en la cima de la Iglesia Católica.
La divulgación de los documentos secretos del Vaticano orquestada por el mayordomo del papa, Paolo Gabriele, y muchas otras manos invisibles fue una operación sabiamente montada cuyos resortes siguen siendo misteriosos: operación contra el poderoso secretario de Estado, Tarcisio Bertone, conspiración para empujar a Benedicto XVI a la renuncia y poner a un italiano en su lugar, o intento de frenar la purga interna en curso y la avalancha de secretos, los vatileaks sumergieron la tarea limpiadora de Burke. Un infierno de paredes pintadas con ángeles no es fácil de rediseñar.
Benedicto XVI se hizo aplastar por las contradicciones que él mismo suscitó. Estas son tales que, una vez que hizo pública su renuncia, los tradicionalistas de la Fraternidad de San Pío X fundada por monseñor Lefebvre saludaron la figura del Papa. No es para menos: una de las primeras misiones que emprendió Ratzinger consistió en suprimir las sanciones canónicas adoptadas contra los partidarios fascistoides y ultrarreaccionarios de monseñor Lefebvre y, por consiguiente, legitimizar en el seno de la Iglesia esa corriente retrógrada que, de Pinochet a Videla, supo apoyar a casi todas las dictaduras de ultraderecha del mundo.
Philippe Portier señala al respecto que el Papa “se dejó sobrepasar por la opacidad que se instaló bajo su reino”. Y la primera de ellas no es doctrinal, sino financiera. El Vaticano es un tenebroso gestor de dinero y muchas de las querellas que se destaparon en el último año tienen que ver con las finanzas, las cuentas maquilladas y las operaciones ilícitas. Esta es la herencia financiera que dejó Juan Pablo II y que para muchos especialistas explica la crisis actual. El Instituto para las Obras de Religión, es decir el banco del Vaticano, fundado en 1942 por Pío XII, funciona con una oscuridad tormentosa. En enero, a pedido del organismo europeo de lucha contra el blanqueo de dinero, Moneyval, el Banco de Italia bloqueó el uso de las cartas de crédito dentro del Vaticano debido a la falta de transparencia y a las fallas manifiestas en el control de lavado de dinero. En 2011, los cinco millones de turistas que visitaron la Santa Sede dejaron 93,5 millones de euros en las cajas del Vaticano, ahora deberán pagar al contado. El IOR gestiona más de 33.000 cuentas por las que circulan más de seis mil millones de euros. Su opacidad es tal que no figura en la “lista blanca” de los Estados que participan en el combate contra las transacciones ilícitas.
En septiembre de 2009, Ratzinger nombró al banquero Ettore Gotti Tedeschi al frente del Banco del Vaticano. Cercano al Opus Dei, representante del Banco de Santander en Italia desde 1992, Gotti Tedeschi participó en la preparación de la encíclica social y económica Caritas in veritate, publicada por el Papa en julio. La encíclica exige más justicia social y plantea reglas más transparentes para el sistema financiero mundial. Tedeschi tuvo como objetivo ordenar las turbias aguas de las finanzas vaticanas. Las cuentas de la Santa Sede son un laberinto de corrupción y lavado de dinero cuyos orígenes más conocidos se remontan a finales de los años ’80, cuando la Justicia italiana emitió una orden de detención contra el arzobispo norteamericano Paul Marcinkus, el llamado “banquero de Dios”, presidente del Instituto para las Obras de la Religión y máximo responsable de las inversiones vaticanas de la época.
Marcinkus era un adepto a los paraísos fiscales y muy amigo de las mafias. Juan Pablo II usó el argumento de la soberanía territorial para evitar la detención y salvarlo de la cárcel. No extraña, le debía mucho, ya que en los años ’70 y ’80 Marcinkus había utilizado el Banco del Vaticano para financiar secretamente al hijo predilecto de Juan Pablo II, el sindicato polaco Solidaridad, algo que Wojtyla no olvidó jamás. Marcinkus terminó sus días jugando al golf en Arizona y en el medio quedó un gigantesco agujero negro de pérdidas (3,5 mil millones de dólares), inversiones mafiosas y también varios cadáveres.
El 18 de junio de 1982 apareció un cadáver ahorcado en el puente londinense de Blackfriars. El cuerpo pertenecía a Roberto Calvi, presidente del Banco Ambrosiano y principal socio del IOR. Su aparente suicidio corrió el telón de una inmensa trama de corrupción que incluía, además del Banco Ambrosiano, la logia masónica Propaganda 2 (más conocida como P-2), dirigida por Licio Gelli, y el mismo Banco del Vaticano dirigido por Marcinkus. Gelli se refugió un tiempo en la Argentina, donde ya había operado en los tiempos del general Lanusse mediante un operativo llamado “Gianoglio” para facilitar el retorno de Perón.
A Gotti Tedeschi se le encomendó una misión casi imposible y sólo permaneció tres años al frente del Instituto para las Obras de Religión. Fue despedido de forma fulminante en 2012 por supuestas “irregularidades en su gestión”. Entre otras irregularidades, la fiscalía de Roma descubrió un giro sospechoso de 30 millones de dólares entre el Banco del Vaticano y el Credito Artigiano. La transferencia se hizo desde una cuenta abierta en el Credito Artigiano pero bloqueada por la Justicia a causa de su falta de transferencia. Tedeschi salió del banco pocas horas después de que se detuviera al mayordomo del Papa y justo cuando el Vaticano estaba siendo investigado por supuesta violación de las normas contra el blanqueo de capitales. En realidad, su expulsión constituye otro episodio de la guerra entre facciones. En cuanto se hizo cargo del puesto, Tedeschi empezó a elaborar un informe secreto donde consignó lo que fue descubriendo: cuentas cifradas donde se escondía dinero sucio de “políticos, intermediarios, constructores y altos funcionarios del Estado”. Hasta Matteo Messina Denaro, el nuevo jefe de la Cosa Nostra, tenía su dinero en el IOR. Allí empezó el infortunio de Tedeschi. Quienes conocen bien el Vaticano alegan que el banquero amigo del Papa fue víctima de un complot armado por consejeros del banco con el respaldo del secretario de Estado, monseñor Bertone, un enemigo personal de Tedeschi y responsable de la comisión cardenalicia que vigila el funcionamiento del banco. Su destitución vino acompañada por la difusión de un “documento” que lo vinculaba con la fuga de documentos robados al Papa.
Más que las querellas teológicas, es el dinero y las sucias cuentas del Banco del Vaticano lo que parecen componer la trama de la inédita renuncia del Papa. Un nido de cuervos pedófilos, complotistas reaccionarios y ladrones, sedientos de poder, impunes y capaces de todo con tal de defender su facción, la jerarquía católica ha dejado una imagen terrible de su proceso de descomposición moral. Nada muy distinto al mundo en el que vivimos: corrupción, capitalismo suicida, protección de los privilegiados, circuitos de poder que se autoalimentan y protegen, el Vaticano no es más que un reflejo puntual de la propia decadencia del sistema.
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por que el papa tiene que tener mucho poder..deverian de ser como jesus que era pobre…tenia corona de espina…labava los pies a sus dicipolos…pagaba los tributos…amaba a los niños…se apoyaba en un baston de madera…predicaba la paz…y tenia un burrito como transporte…pero el papa es muy diferente a el, amasa fortunas, lleva una tiara de oro, los reyes besan su mano, cobra impuestos, protege a los violadores, tiene un baculo de oro, bendice a dictadores y la guerra, y tiene un papamovil blindado….por dios si jesus bajara a la tierra habria despidos en masa
Alemania , Merkel y Nazinger ….nada que ver entre ellos…Adenauer fue un nazi convertido a medias..Eisenhower y los pactos anteriores a él no encontraron a nadie lo suficientemente “desnazificado” para limpiar Alemania del demonio….lo prueban las redes familiares de los Goebbels con los Quandt hoy y las familias automotrices y cigarreras (Reetsma de Hamburgo y el banquero de Blohm y Voss de Hamburgo elegido por Nazinger para las “nuevas” finanazas Vaticanas), todos colaboradores de Hitler…o sea sexo desviado es una cosa institucionalizada por ellos , pero politica es otra en el circo vaticanense….a mi juicio deberia rematarse todo y hacer aparecer un “papa” a lo Sor Teresa de Calcutta en todos los aspectos!…y los Suizos hipocritas , desde los guardias del Vaticano hasta las truculencias de sus robos por ser “neutros”!!
Bien,Sergio.Parece por su biografía que ciertamente es un hombre alejado de la Merkel.Incluso me agrada que sea un pacifista con lo que me identifico.
Honrio y Javier,
Tal como dice Oscar, quienes conocemos a Bayer, combativo ‘anarquista’ (así se autodefine) por la defensa de los derechos humanos, de los obreros, de los aborígenes… jamás podríamos imaginarlo como admirador de la Merkel. Hubo en esa frase -poco feliz- alguna limitación redactiva. Sin duda.
Gracias,Honorio.
Hola honorio!
La opinión de O. Bayer sobre la Sra. Merkel:
– “Aquí, en Alemania, ha quedado demostrado que la actual primera ministra, Angela Merkel, es la mejor gobernante que ha tenido Alemania en ese cargo, desde los tiempos de Adenauer. Lástima que sea conservadora, opinan muchos“-
Conociendo un poquito a Bayer por su vida y actuación en Argentina
http://es.wikipedia.org/wiki/Osvaldo_Bayer
a mí también me chocó esa opinión;
que no alcanza a esclarecer el agregado de la
Lástima que sea conservadora, opinan muchos.
Realmente ¡extraño! pero sigo ¡yendo todavía! – Oscar.
Bravo, Pélaez! Ese adorador de la Merkel que firma Bayer en el primer texto de este hilo es otro cabeza cuadrada de los que creen que Alemania y lo alemán es tal como Hitler la pensó y la deseó. Francamente, creo que en Atrio está de más este texto. Como la soga en casa del ahorcado.
TANTO los periodistas Bayer como Fabbro están haciendo su “Agosto” ahora….con la renuncia de Benedicto…Aun concediendo su parte de verdad que tienen sus comentarios solamente se fijan en la parte humana de la Iglesia que está compuesta de seres falibles…con todas sus miserias y defectos…Pero olvidan que la función de la Iglesia no consiste mostrar la alta santidad de sus ministros…Y asi como la función de la ciencia médica consiste en tratar de curar las enfermedades del cuerpo, independientemente de la vida personal, mala o buena, de los médicos,…… de la misma manera la Iglesia seguirá su ministerio de proclamar la identidad de Cristo y sus enseñanzas hasta el final de todos los siglos con objeto de curar la enfermedad espiritual que a todos nos afecta…a pesar de los pecados de sus ministros, que son independientes de lo que ellos ejecutan, puesto que no obran en nombre propio, sino en nombre de Cristo…PORQUE la Iglesia entendida como un carisma, que no depende de la imperfeccion y malicia de los ministros, es como un “sacramento”…puesto que su funcion es sagrada y universal puesto que…EL LLAMAMIENTO de Cristo es para todos los seres humanos….sin ninguna excepción.
LOS SACRAMENTOS, pues, expresan significamente la presencia de Cristo vivo, que se encuentra misteriosamente entre nosotros y que no depende esta realidad, de la dignidad o de la indignidad de los que lo administran….Por tanto, es este concepto de Iglesia el que permanece y parmanecerá hasta el final…porque la promesa del Señor fue de estar con el Pueblo de Dios hasta la consumación de los siglos…Esta es la verdadera fe de la Iglesia que proviene de Cristo…Por otro lado, ninguna organización humana hubiera resistido los embates de tantos ataques y tantas crisis como la Iglesia milenaria ha tenido que sobrellevar con el paso de los siglos. Y si nosotros mismos no la hemos podido destruír con nuestros pecados y malicia en 21 siglos…no creo que pueda desaparecer en el futuro.
El que la “cizaña” crezca con “el trigo” esta en escrito en el Evangelio….Tambien dice que al final los ángeles separaran ambos productos…indicando que ni el mal, ni la corrupción van a triunfar…Esta infiltración, consciente o inconscientemente, de la corrupcion de la moral dentro de las filas de la Iglesia, sobre todos en los últimos años, no puede ser motivo de sorpresa o escándalo considerando que todos tenemos libre albedrío y todos podemos escoger entre el bien y el mal….hasta los mas pobres y los mas ricos…pero que todos, al final, vamos a ser juzgados en el amor…
Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI, al final de sus pontificados, pueden ser juzgados de muy diversas maneras porque en ambos casos solo estamos especulando sobre sus intenciones y juzgando por las apariencias…La persistencia de continuar su papado de Juan Pablo y por el contrario, la renuncia a continuar de Benedicto se prestan a críticas, tanto positivas como negativas….Pero tambien los Papas son seres humanos y no podemos negarles a ellos el derecho que a nosotros -como seres humanos- pertenece…Sus pontificados serán juzgados como todo en la historia…con luces y sombras…aciertos y desaciertos…virtudes y defectos…Solo en Dios está la suma perfección…y los Papas tambien van a ser juzgados.
Por lo demas los Papas han dicho que son poco mas que “prisioneros” en el Vaticano…Juan XXIII dijo en una ocasión que el se consideraba como “un bolso” que se arrincona a un lado….El poder del Papa es espiritual y su influencia reside en su carisma petrino que es heredado..Ya Stalin cuestionaba donde se encontrarían las “legiones” del Papa…Ese carisma esta fuera de su vida personal de el..puesto que cuando habla oficialmente no habla como persona privada…sino como representante directo de la Iglesia de Cristo…de donde el recibió el poder de atar y desatar..el poder de las llaves…y esto escapa a la corrupción humana…
un saludo cordial de Santiago Hernández
La renuncia de Benedicto XVI ha sido noticia de primera plana, tanto en los medios escritos como en los audiovisuales. Probablemente casi todo está dicho, bien sea por los halagadores o por los inquisidores. Sin entrar en profundidades y con el máximo respeto a la libertad de cada posible lector, a la hora de expresar y mantener su propia opinión, me permito este comentario. Voy a limitarme a una pequeña reflexión en torno a algunos episodios concretos de su vida, que yo considero como signos de esperanza. Son detalles que han ido dejando al descubierto a un Joseph Ratzinger de carne y hueso, mas humano y cercano a nosotros, cuyo pálpito quedaba quizá demasiado encerrado en la turbia grandiosidad vaticana.
Bastante sonado fue el accidente doméstico en la casa de descanso de Les Colombes,(valle de Aosta), allá por julio del 2009. Hay dos versiones sobre la caída que le supuso una leve fractura en la muñeca derecha. Resbalón en el baño o tropezón con la pata de la cama al ir a encender la luz. Lo cierto es que, como el mismo bromeó, su ángel de la guarda no anduvo listo y no le evitó una caída que, a los 82 años, siempre es peligrosa. La noticia, con final feliz, supuso una sorpresa agradable y esperanzadora: El Papa era humano. Aleluia. Nada de intervenciones divinas milagrosas en sus andanzas por el mundo.
Dejando de lado otras anécdotas similares, el anuncio de la próxima renuncia del Papa, por algo tan visible para todos como la edad y la salud, si que acerca a este hombre tan singular al común de los mortales. En términos coloquiales diríamos que se nos ha jubilado. Se ha apeado del glorioso Monte Tabor Vaticano e inicia una nueva vida, mas a ras de tierra, en la que la palabra cede el paso al ejemplo vital, mucho mas creíble en nuestros días. Deseamos que su decisión sea bien entendida por el resto de la Curia romana y eso les permita acertar en la elección de su sucesor. ¿Habrá entre los aspirantes algún servidor y último, loco de amor por la Humanidad?. ¿Alguien capaz de detenerse ante los débiles malheridos por la miseria, no solo en teoría sino también en la práctica diaria?.
Somos muchos quienes permanecemos a la espera de un nuevo Jesús de Nazaret viviente que nos marque el camino. Un hermano dispuesto a rescatar a la verdadera Iglesia oculta en las catacumbas y recuperar así la credibilidad ante el mundo.
Este chico alemán es bastante ingenuo.No me sorprende su elogio a Merkel.Ya sabemos por nuestros sobrinos que están en Alemania que los jóvenes alemanes se jactan ante ellos de que España es suya…No digo yo que no sea cierto que España sea de Alemania,pero esta frase revela un cierto orgullo de la juventud alemana sobre la Merkel cuya política nos va a llevar a todos a la ruina incluidos los alemanes.Al tiempo.Dicho esto no se puede descartar que salga un Juan XXIII,un hombre que,dentro de las limitaciones que impone el tinglado Vaticano,por lo menos se ría del tinglado…Y además que visto que en aquel infierno no hay nada que rascar,convoque un Concilio al que lleve cuanta más gente de fuera de allí-de fuera del Vaticano-para intentar cambiar aquello.Un alemán cuadriculado no podía reírse de una Curia a la que respetaba demasiado.Un alemán además poco astuto.
Me gustaría que el futuro Papa, fuese compasivo y misericordioso. No se si lo vamos a encontrar…
ATRIO:-¿Podrá el futuro papa resolver ambos problemazos?”
Creo que responder a esto no está al alcance de nadie, visto lo que alcanzó Jesús al ser crucificado y después resucitar, dada la libertad y responsabilidad concedida y respetada por naturaleza a los seres humanos.
Pero lo que si podemos asegurar es que el sucesor futuro de Pedro puede conseguir darnos la prueba de que lo ha intentado por su parte, si se ajusta a la misión que Jesús le confía a senejanza de la que a Él le fue confiada por el Padre y los poderes del mundo, incluidos los religiosos, lo acreditan tratándolo como lo trataron a Él.
“-Porque no es el siervo más que su Amo, ni el discípulo más que su Maestro; si a Mi…. también a vosotros.
Que intente, porque lo podrá hacer, no ser ASALARIADO, sino verdadero PASTOR, a la medida de Jesús, de “LA HUMANIDAD” a la que devoran los feroces poderes.
Agradezco de corazón a ATRIO por su valiente aportación informativa al pueblo cristiano, roto desde hace años por las enfermedades bestiales que
han llevado a la jerarquía suprema de la Iglesia a ser un pozo de oscuridad y vergüenza. Es obvio que necesitamos y sólo aceptaremos un Papa verdaderamente dispuesto a dar el primer empujón en la renovación.