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¿Revolución?

CastellsManuel Castells, profesor en las Universidades de Berkley y de Barcelona, es el quinto académico de las Ciencias Sociales más citado del mundo y el académico de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) más citado del mundo. Es decir, sabe más que nadie de Internet y redes sociales y sabe mucho sobre puntos críticos de las sociedades. ¡Bienvenido a ATRIO, Manuel! Aunque sea a través de un artículo publicado ayer domingo en La Vanguardia.

Una revolución política es cambiar las formas de gobierno por vías no previstas institucionalmente

¡Sin dimisión, revolución!, coreaban los manifestantes contra la corrupción política en las calles del país. Fuerte palabra, evocadora de destrucción y violencia. Y, sin embargo, técnicamente hablando, una revolución política es el proceso de cambio estructural de las formas de gobierno por caminos no previstos institucionalmente. Frecuentemente con acciones pacíficas, aun con episodios de violencia aislada. Las revoluciones surgen de la combinación entre una situación insoportable y el bloqueo institucional a la expresión mayoritaria de la voluntad popular de cambio político. Esa parece ser la situación en España en este momento. De ahí surge el “que se vayan todos” o “el pueblo unido funciona sin partido”. En un reciente artículo, el prestigioso periodista Manuel Campo Vidal señalaba la coincidencia de una grave crisis económica y social; la convicción generalizada de que la corrupción política es sistémica y afecta a todos los partidos; una crisis de legitimidad de la monarquía envuelta en escándalos de índole diversa; y un avance notable del soberanismo catalán y, en menor medida, vasco. Según una encuesta de Metroscopia realizada antes de la insustancial comparecencia de Rajoy, la expectativa de voto del PP ha caído al 23,9%, 22 puntos menos que en las legislativas. Y el PSOE, en lugar de ser alternativa, se sitúa por debajo, con un 23,5%. Pero ese porcentaje es sobre votos válidos con una participación, según la encuesta, del 53%. No sólo el primer partido es la abstención, sino que nos gobierna una arrogante entelequia que cuenta con el apoyo de apenas un 13% de los ciudadanos. Y así las cosas, se enroca el presidente, se blinda el PP y se invoca la Constitución que de tanto mentarla para justificar entuertos acabará en la basura de la historia. El 76% no se cree las explicaciones del PP. Y ante todo eso, lo único que pide Rubalcaba, tras titubear, es que dimita Rajoy y pongan a otro de la misma trama, puesto que lo que parecieran revelar los papeles de Bárcenas es una trama extendida al conjunto del liderazgo del PP y organizada en su origen por Aznar. Si Rajoy está pringado, lo están todos. Y si Rubalcaba no pide elecciones es porque sabe que el revolcón le alcanzaría a él y se podría estar en una situación de hundimiento de los grandes partidos. Si el rechazo contra el PP y los partidos es generalizado, en promedio un 80% según los temas, y los partidos se niegan a convocar elecciones, en medio de una crisis total, no es disparatado hablar de la necesidad de una revolución política pacífica. ¿Pero cuál?

He consultado fuentes diversas, tanto dentro del 15-M como de ciudadanos indignados por libre. Y se perfilan algunos escenarios posibles. No son fantasías juveniles, sino que tienen el precedente de Islandia, donde las movilizaciones del 2008 y el 2009 obligaron a convocar elecciones en las que se hundieron los dos grandes partidos tradicionales y pasó a gobernar una coalición que nacionalizó los bancos y elaboró una nueva Constitución con amplia participación ciudadana por internet. Hoy Islandia crece más que Alemania y goza de estabilidad financiera y política. Es un pequeño país, pero la democracia no depende del tamaño de la población, sino de la voluntad del pueblo.

El cambio político podría empezar con la convocatoria inmediata de elecciones mientras administra el país un gabinete técnico de consenso. Pero por sí mismas las elecciones no resuelven el problema, porque casi todos los partidos actuales forman parte de ese sistema deslegitimado para la mayoría de los ciudadanos. La palanca del cambio podría ser una coalición compuesta por asociaciones cívicas con apoyo de alguno de los pequeños partidos existentes coincidentes, como en Islandia, en un solo punto programático: elaborar una nueva Constitución que reforme el sistema político, incluyendo una ley electoral, control de la financiación y medidas concretas contra la corrupción previa investigación y sanción de las irregularidades cometidas. El mecanismo de reforma de la Constitución debería ser ampliamente participativo, como en Islandia, e incluiría el debate sobre las nacionalidades del Estado y sobre el control de la banca. Una plataforma electoral de este tipo tendría una posibilidad real de llegar al Gobierno contando con un apoyo de los movimientos sociales, de jueces realmente defensores de la justicia y de periodistas profesionales que influyeran en sus medios. Lo demás sería cuestión de iniciar una reforma política en profundidad mientras un gabinete provisional y supeditado a los electos gestiona la crisis defendiendo los intereses de la gente.

Precisamente porque es posible un cambio pacífico por vía electoral los grandes partidos rechazan las elecciones. Y ahí se plantea cómo obligarlos a su convocatoria. Mis interlocutores hablan de una movilización multiforme que incluya manifestaciones, ocupaciones del espacio público y ocupaciones de edificios en los que funciona una administración que en la práctica ha usurpado el poder. Edificios que podrían ser ocupados desde dentro por quienes ahí trabajan. Claro que la policía impide ocupar el Parlamento, pero sería imposible prevenir la ocupación de centenares de edificios en todo el país. Lo cual requeriría que millones, no miles, fueran los ocupantes. Por tanto, se trata de conseguir una movilización mucho mayor de la ciudadanía. Y ahí es donde la ocupación simbólica del espacio de la comunicación por los profesionales de los medios y por internet desempeña un papel decisivo. Si la intransigencia de los políticos continúa, formas de desobediencia civil más radicales pueden desarrollarse, desde suspender el pago de hipotecas hasta retener el pago de impuestos esperando un gobierno que el movimiento considere democrático. Y con la posible cooperación de unos policías que cada vez están menos dispuestos a ser los malos de la película en temas en los que en realidad están de acuerdo. Si una clase política deslegitimada (para el 60% la mayoría de políticos no son honestos) rechaza una reforma creíble de sí misma, una revolución, adaptada en formas y contenidos a nuestro contexto histórico, tiene más visos de realidad que la permanente ocupación del Estado por unos representantes en los que los ciudadanos no se reconocen representados.

5 comentarios

  • Antonio Vicedo

    ¿Acaso, Oscar, la libertad en ejercicio no es exponente de su real verdad? ¿No es cuando se falsea en tanto sujeto, o se la falsea considerada como objeto, impidiendo su ejercicio auténtico en alguien ajeno, cuando transitoriamente o como una consecuencia de ajena opresión pierde su verdad práctica, sin perder la de su potencialidad?
     
    Concluyes así: -” Por eso el relato completo termina con el “Proclamar” del “Libre” lo que “le pasó” a él.
     
    Pero para mi, y no porque yo así intente opinar, sino porque el relato del Ev. Marco XV, 19 y ss. habla de la VERDAD LIBERADA en y por la RESURRECCIÓN HUMANA;  de  su convivencia testimonial como el HIJO DEL HOMBRE plenamente  LIBERADO y  de su despedida final definitivamente en LIBERTAD.
    Y así, si podemos concluir como termina el “relato completo” con el Proclamar de el que es LA VERDAD, lo que realmente LE pasó.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo de Salvador Santos en  UN PASO, UN MUNDO – Fascículo 15 – EL NAUFRAGIO DE LOS CERDOS (Mc.5,11-13):
     
    Una vez ultimada la imagen del hombre-esclavo, el narrador cambia el decorado de la escena. Lo hace escribiendo:
     
    Había allí, en la falda del monte, una gran piara de cerdos hozando. Los espíritus le rogaron:
    – Mándanos a los cerdos para que nos metamos en ellos.
    Él se lo permitió.
    Salieron los espíritus inmundos y se metieron en los cerdos; y la piara se precipitó acantilado abajo hasta el mar, unos dos mil, y se fueron ahogando en el mar.” (Mc 5, 11-13).
     
    El decorado de Marcos exhibe con elocuencia el entorno donde se desarrollará posteriormente la acción.
     
    * Con altiva e inútil quietud, la religión (el monte) ornamenta todo el espacio.
    * A su amparo, el colosal patrimonio (gran piara) de los poderosos, siempre en la sombra.
     
    * Desde el sagrado cobijo se apoderan de la región, invadiéndola (cerdos),
    * con el único objetivo de incrementar sus beneficios económicos (pastando).
     
    ++ La fuerza militar,
    ++ el poder político y
    ++ la estructura económica,
    ++ aliados con la religión,
     
    son los brazos con los que el sistema ejerce su actividad estranguladora sobre personas y pueblos.
    ……………..
     
    Marcos describe la opción aceptada por el hombre:
    Salieron los espíritus inmundos y se metieron en los cerdos”.
    La frase cuenta sucintamente que ocurrió lo previsible.
     
    1.-  El primer movimiento, “salieron
    * determina el instante en que el hombre se desprende del lastre agobiante.
     
    A partir de producirse la liberación, desaparece de forma instantánea la confusión que dificultaba saber quién actuaba, el hombre o las ideologías alienantes.
     
    Una vez recobrada por el hombre su identidad humana se citan con claridad los sujetos que “salen”: “los espíritus inmundos”; es decir, la fuerzas ideológicas que trabajan en dirección contraria al proyecto humano.
     
    2.- El segundo movimiento, “entrar
    * mantiene una correspondencia directa con el primero (“salir”).
     
    Una vez fuera del hombre, las cochinas ideologías invaden los cerdos.
     
    Las ideas originarias del sistema no viven sueltas ni aisladas. Por su misma naturaleza, son invasoras, requieren para subsistir colectivos que las apliquen y las lleven a cabo.
     
    Lo que no entraba en lo previsto fue el efecto irremediable causado por la entrada de los espíritus inmundos en los cerdos: “y la piara se precipitó acantilado abajo hasta el mar”.
     
    El fatal destino de cerdos e ideologías se produce como consecuencia directa de la recién inaugurada libertad del hombre.
     
    El hombre se libra definitivamente de la tiranía
    cuando rechaza la ideología que los tiranos abanderan
    y se decanta por la libertad.
    ……………….
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.
     
    Nota: En todos estos relatos de la Vida y Obra de El Galileo
    no veo que la Libertad se fundamente en ninguna Verdad.

    Veo, sin embargo, lo inverso: que la Libertad es la que permite ser Veraz.
    Por eso el relato completo termina con el “Proclamar” del “Libre” lo que “le pasó” a él.

  • Antonio Vicedo

    Bien orientado el modo, si se tiene en cuenta que, con la materia prima social de falseamiento de la persona , por considerarlas objetos clasificables y no sujetos inalienables a los que se les ha de reconocer plenitud de condición de sujeto racional, responsablemente libre y con finalidad específica predominante sobre cualquier otro bien no humanos, cualquier cambio de forma de estructuración política, será un inútil remiendo que no merecerá la efectiva consideración de revolución, y cuyos resultados, a más corto que largo plazo, serán los de una situación peor.
     
    Es por ello que en la actualidad, tal y como está la intendencia cívica social, urge una toma de conciencia y responsabilidad muy seria y asumible por la gran masa social, considerablemente alienada, respecto al potencial de su dignidad y posibilidades de trasformar su ilusoria, interesada e inconsciente complicidad con los poderes prácticos en efectiva y eficiente solidaridad entre y de los débiles.
     
    Porque, cuando esa acción revolucionaria generalmente solidaria y no violenta alumbre una nueva realidad DEMOCRÁTICA, no puede conllevar el virus de la desigualdad esencial ciudadana, causante de la histórica y actual pandemia global que impide a la Humanidad ser HUMANA.
     
    De cualquier modo que se quiera intentar una eficaz revolución de sistema, aprovechando el aberrante desconcierto actual de valores, el camino para alcanzarlo y el marco para que se concrete y estabilice, de cualquier modo que se conciba, vendrá a exigir aquel postulado de la mejor punteria anarquista:
    “Cada ciudadano aporte a la Comunidad conforme a sus capacidades y de ella reciba conforme a sus necesidades personales”
     
    O aquello otro de Jesús, el Galileo (Para muchos Mesías Liberador y EMMANUEL):
    “No consideréis, ni llaméis a NADIE¡PADRE-MADRE! Sobre la Tierra, pues un* sól* es VUESTR* MADRE- PADRE celestial”, pues TOD*S sois HERMAN*S y en hermandad globalmente humana debéis AMAROS, teniendo en cuenta que es CONMIGO lo que hacéis, o dejáis de hacer a un* cualquiera de mis más PEQUEÑ*S HERMAN*-
    ¡ Sólo la VERDAD LIBERA!
     
    Otra clase de DEMOCRACIA, sería más PLACEBO para la genocida pandemia humana.