Ya han amenazado de muerte al español que inventó la bombilla que apenas gasta y dura toda la vida. Se trata de una mafia basada en estos principios: “Todos los aparatos electrónicos deben ser programados para morir”. “Compra, tira, compra“.
Cuando me enseña el documento policial con el contenido del mensaje que recibió se me ponen los pelos de punta: no sólo amenazan su vida si sigue adelante con la comercialización de su bombilla, sino también la de sus hijos.
Benito ha fabricado con un grupo de ingenieros una bombil la para durar toda la vida (garantía de 25 años), es decir, sin esa fecha de estropeado programada que comparten, por pura cuestión de lucro, todos los aparatos electrónicos. Por eso este empecinado quiere ir más allá y ha creado el movimiento Sin Obsolescencia Programada (SOP). Un tema sobre el que es muy recomendable el documental de Cosima Dannoritzer:
- Comprar, tirar, comprar…….. ¡Es un largo documental de RTVE que no hay perdeerse!
Tablón Equipo Atrio:
Los amos del mundo. Terroristas económicos: Entrevista en TV2 a Vicenç Navarro y Juan Torres
En Latinoamérica lo ensayaron con el Plan Cóndor (décadas 60 y 70)
¡Todo un éxito! – Liquidaron una generación vigilante.
Hoy siguen agobiando sus secuelas.
Y no sabemos si son secuelas o sus escuelas, universidades
y gobernanzas por drogas y militares instalados hasta no sabemos cuando.
Europa la está llevando baratita todavía.
Aprovechen “las venas abiertas de América Latina”.
¡Muéstrense más sabios que nosotros!
Y no nos olviden cuando hayan apremdido en nuestras carnes.
¡Vamos todavía! – Oscar.
Realmente, con el comentario de Oscar, se nos ofrece dos documentos de reflexión, cada cual más interesante. Buscaremos tiempo para cada uno de ellos.
Plenamente de acuerdo con lo que dice Óscar en su comentario, que, como en otras ocasiones, merecería el rango de una nueva entrada.
Ojalá este lugar o no-lugar de ATRIO sirva para entablar una conversación felicitaria siempre.
Yo quiero invitar a todos a seguir de principio a fin el vídeo con el documental, verdaderamente magnífico, que nos ha ofrecido Teresita.
Quiero también pedirle que nos siga informando de la recuperación de Sarri y que le de un fuerte y carñoso abrazo de ATRIO.
Y quiero hacer una puntualización de alguien que ha seguido con detalle la anécdota de las amenazas a Benito con que empieza el post. En conclusión me dice lo siguiente:
El caso se refiere a Benito Muros. Otro periódico, El economista, si trascribe el texto de la amenaza; pero sin dar cuenta de cuándo ocurrió. Al parecer tuvo que ser antes de marzo de 2012. Varias personas cuestionan que se trate de una estrategia de mercadeo de la empresa de Benito, tomando en cuenta que se encuentran en el mercado bombillas led de larga duración (como la suya) de otras empresas, que no han recibido amenazas.
Personalmente, no descarto que sea real la denuncia de Benito Muros de haber sido amenazado.
Gracias Teresa!
(OCT6,419.491) Ortega y Gasset (Lisboa, junio 1942)
-“ La vida que nos es dada tiene sus minutos contados y, además, nos es dada vacía. Queramos o no, tenemos que llenarla por nuestra cuenta; tenemos que ocuparla. La sustancia de cada vida reside en sus ocupaciones.
Al animal no solo le es dada la vida, sino también el repertorio invariable de su conducta. Los instintos le dan ya resuelto lo que va a hacer y evitar. Por eso no puede decirse del animal que se ocupa en esto o en lo otro. Su vida no ha estado nunca vacía, indeterminada.
Pero el ser humano es un animal que perdió el sistema de sus instintos o, lo que es igual, que conserva de ellos solo residuos y muñones incapaces de imponerle un plan de comportamiento. Al encontrarse existiendo se encuentra ante un pavoroso vacío. No sabe qué hacer; tiene él mismo que inventarse sus quehaceres u ocupaciones.
La vida es breve y urgente; consiste sobre todo en prisa, y no hay más remedio que escoger un programa de existencia, con exclusión de los restantes; renunciar a ser una cosa para poder ser otra; en suma, preferir unas ocupaciones a las demás.
La vida es, de suyo, insípida, porque es un simple «estar ahí». De modo que existir se convierte para el hombre en una faena poética, de dramaturgo o novelista: inventar a su existencia un argumento, darle una figura que la haga, en alguna manera, sugestiva y apetecible.
Cuando alguien nos dice que «está muy ocupado», suele darnos a entender que tiene en suspenso su verdadera vida, como si realidades extranjeras hubiesen invadido sus ámbitos y la hubiesen desalojado. Hasta tal punto es así, que quien trabaja lo hace con la esperanza, más o menos tenue, de ganar con ello un día la liberación de su vida, de poder en su hora dejar de trabajar y… comenzar de verdad a vivir.
Sumergido penosamente en sus trabajos u ocupaciones forzosas, el hombre proyecta con su fantasía, a ultranza de ellos, otra figura de vida consistente en ocupaciones muy distintas, en cuya ejecución no le parecería perder su tiempo, sino, al revés, ganarlo, llenándolo satisfactoria y, debidamente.
Frente a la vida que se aniquila y malogra a sí misma —la vida como trabajo— erige el programa de una vida que se logra a sí misma—la vida como delicia y felicidad.
Mientras las ocupaciones forzosas se presentan con el cariz de imposiciones forasteras, a estas otras nos sentimos llamados por una vocecita intima que las reclama desde secretos y profundos pliegues yacentes en nuestro recóndito ser. Este extrañísimo fenómeno de que nos llamamos a nosotros mismos para hacer determinadas cosas es la «vocación».
Todo ser humano se siente llamado a ser feliz; pero en cada individuo esa difusa apelación se concreta en un perfil más o menos singular con que la felicidad se le presenta. Felicidad es la vida dedicada a ocupaciones para las cuales cada hombre tiene singular vocación. Metido en ellas, no echa de menos nada; íntegro le llena, el presente, libre de afán y nostalgia. Absortos en una ocupación feliz sentimos un regusto, como estelar, de eternidad.
Los seres humanos estamos colocados frente a dos repertorios opuestos de ocupaciones: las trabajosas y las felicitarias. En cada individuo combaten ambos. Los trabajos nos quitan el tiempo para ser felices, y las delicias mordisquean cuanto pueden el tiempo reclamado por el trabajo. Tan pronto como el humano descubre un resquicio o rendija en la maraña de sus trabajos escapa por ellos al ejercido de actividades venturosas.
¿Qué figura de existencia venturosa ha procurado hacer el ser humano en cuanto las circunstancias se lo permitían? ¿Cuáles han sido las formas de la vida feliz? ¿No ha habido algunas predominantes?
Mientras las ocupaciones forzosas han sufrido los más radicales cambios, el programa de la vida feliz apenas ha variado a lo largo de la evolución humana. Vemos que, siempre y dondequiera, tan pronto como los hombres gozaban de un respiro en sus trabajos acudían presurosos, ilusionados y enardecidos a ejecutar un mismo y reducido repertorio de actividades felicitarías.
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En el video propuesto por Teresa aparece LA CONVERSACIÓN como una actividad felicitaría.
Tal vez Atrio.org sea un intento de tal actividad ¿no?
¡Vamos todavía! – Oscar.