Héctor Rodríguez Fariña me presentó hace algún tiempo a Luis Cobiellas. Después Luis me envió un manuscrito, su último proyecto de libro. Tras hecerme cargo del contenido decidimos publicarlo. A medida que lo fui editando y maquetando me iba entusiasmando por la lucidez y profundidad de este laico palmeño, un polifacético seglar mayor que yo y un místico sabio con los pies en la tierra a quien me honro tener ahora como amigo. AD.
EL REINO DE DIOS (LUIS COBIELLA CUEVAS).
Héctor Rodríguez Fariña.
====================
Se dice que en tiempo de crisis ‘hay que tomar medidas drásticas, ir a por soluciones radicales, arrancar de raíz todos los problemas: es cuestión de vida o muerte’. Todo esto forma parte de los titulares en muchos periódicos y otros medios de comunicación social. Se habla de ello en reuniones de distintos grupos que se sienten afectados por la gravedad de la situación.
¿No será todo ello, así mismo, parte de la crisis? Lo es, me parece, porque esta forma de pensar tremendista no ayuda a enfrentarse con la realidad para examinarla con tranquilidad y poder seguir adelante. Nos quieren meter miedo para impedirnos actuar por nuestra cuenta. Cuando se exagera algo apasionadamente se usa la inteligencia emocional de la que tanto se habla. Las emociones pueden apoderase de la inteligencia y ya no se ve claro. La inteligencia es siempre emocional pero sólo manteniendo lo emocional en su sitio la convertimos en la mejor manera de afrontar la realidad.
Empecemos por lo más fuerte: “es cuestión de vida o muerte”. Pensar así me suena a rodillo. Es la máquina aplanadora que deja una carretera toda igual, toda plana, todo lo mismo. Es el efecto social que tienen en nuestras mentes la propaganda, la publicidad comercial, los manifiestos multitudinarios de la sociedad, las noticias de la televisión y de la radio: nos quieren a todos pensando de la misma manera y pensando lo menos posible. Jesús de Nazaret lloró una vez ante las murallas de Jerusalén al ver cómo el rodillo del poder había pasado por encima de todos y había convertido a las masas en una aglomeración de humanos: lo mismo le aplaudirían al entrar en la ciudad que pedirían unos días después que le crucificaran. Jesús fue víctima del poder y murió al tratar de exponer y prevenir a la gente sobre ese gran mal, el peligro de las masas. Jesús le quitaba al poder una de sus herramientas más eficaces. Él huía de las multitudes que querían proclamarle libertador contra el poder de los romanos. No hablaba a las multitudes sino a los selectos. Buscaba a los que ya se habían separado de las masas y estaban ya comprometidos con su mensaje.
¿Cómo escapar hoy de los efectos demoledores de los rodillos?
Hay un libro que nos puede servir: “El Reino de Dios”. Está escrito por un viejo amigo mío. Os lo recomiendo porque su autor, Luis Cobiella, aparece en ese libro como un hombre libre. Ser libre no es tan fácil al escribir un libro. Suele ser una manera más de caer bajo la presión del rodillo. Este no es el caso de Luis que se presenta tal como es él: original, independiente, comprometido con la realidad que le toca vivir. Luis lo examina todo: la cultura, el medio social que nos rodea, la religión, que se convierte en la forma más rápida de pasar el rodillo.
Lo mejor es que el Reino de Dios somos todos nosotros hoy. El Reino de Dios es lo más comprometido del hombre de hoy con la transformación día a día del sistema corrupto, vergonzoso, esclavizante. Ese sistema arrolla en su triunfo a más de mil millones de personas que viven en la más espantosa pobreza en el mundo de hoy. En el Sahel africano http://www.laondadigital.com/laonda/laonda/424/B2.htm , por ejemplo, más de 15 millones están siendo afectadas por una hambruna descomunal que va aniquilando diariamente a miles de personas. En Zimbabwe cada día mil niños nacen con el virus del SIDA.
Para Luis Cobiella todo esto es el Reino de Dios. Este momento actual con todas sus crisis y problemas es el único sitio donde los hombres de hoy podemos ser más hombres, podemos hacernos hombres como Jesús de Nazaret, porque sólo viviendo con plenitud nuestra libertad cada día y cada momento podemos ser más mujeres y más hombres. La humanidad no es más que un nombre: la verdadera multitud de los humanos de verdad la estamos formando todos ya hoy: ese es el Reino de Dios, la que Jesús de Nazaret vio venir. Él nos dejó la pauta para luchar por ese ideal.
En el “Reino de Dios” Luis Cobiella nos da las pautas para conseguir la Conquista de la libertad, liberarse de una fe que nos es dada dogmáticamente y que hay que sustituir por una Fe que es un compromiso de transformación social que es Solidaridad operante y se ordena al bienestar de los otros, sólo eso se pude llamar amor a Dios (1 Juan,4:20).
Sigue con el Credo de Dios cuando Dios dice, con el nuevo apropiado lenguaje que pongo en su boca, con permiso del autor, para las lectoras y lectores de ATRIO:
5 El Credo de Dios
Y dijo Dios:
Creo en el hombre y en la mujer todopoderosos,
recreadores del cielo y de la tierra.
Y en sus hermanos y hermanas, único Señor, mi pueblo, que fue concebido por obra y gracia del amor: nació de cada virgen mártir del poder y padeció bajo el poder; muerto y sepultado, resucitó su grito, subió a los cielos y está doliente en mi costado; desde allí ha de volver para salvar a vivos y muertos. Por eso, y para eso,
creo en los ojos de los hombres y de las mujeres,
en las manos de los hombres y de las mujeres,
en el abrazo de los hombres y de las mujeres,
en la libertad de los hombres y de las mujeres,
en la alegría de los hombres y de las mujeres
y en la historia presente.
Amén.
Continúa Luis en 115 puntos agrupados en 14 capítulos para componer todo el conjunto su manera de ver el Reino de Dios.
Conozco a Luis desde hace más de 60 años. Al marchar de La Palma me fui a Zimbabwe: Luis y yo seguimos viviendo nuestra lejanía cercana. Lo que más sorprende a la gente que no conoce a Luis es cómo puede darse en una misma persona facetas tan diversas: su enorme riqueza humana como amigo cercano, su altura profesional, su enorme capacidad de trabajo. Ha sido profesor de ciencias, periodista, director de empresas, director de orquesta sinfónica, Diputado del Común, locutor de radio, compositor musical, escritor de varios libros de gran actualidad, y luego su fe tradicional que le llevó a ser Director de Cursillos de Cristiandad. Para Luis todo es muy sencillo: ser fiel a lo que tu medio te va exigiendo en cada momento y verlo todo como la manera de ser cada vez más hombre como logró serlo Jesús de Nazaret que así se hizo Dios.
Para comprar el libro:
- -Título: ¿Quién dicen que soy yo? 3. El reino de Dios
-ISBN: 978-84-93882877
-Autor: Cobiella Cuevas, Luis
–Distribuidora: UDL
=====
-España 12€ .
-Extranjero: 17 €.
-Portes incluidos.
-Edición digital en PDF: 7 €.
amigo Héctor, con tus comentarios no has ofendido a nadie, que yo sepa..En primer lugar, porque tu frase sobre el capitalismo es cierta, pero aun se puede añadir que no solamente el capitalismo nos ha dado de comer sino tambien el comunismo…Hay que aplicarlo a la época y al país que corresponda…Ninguno de estos sistemas ha resuelto el problema filósofico y fundamental del ser humano, que es mucho mas profundo y que implica la totalidad -no del individuo- sino de la persona humana y es que “los sistemas” degradan nuestra íntriseca dignidad , unos porque promueven un individualismo carente de compasión en una excesiva competencia y ambición desmedida, los otros porque convierten al ser humano en un objeto del estado…reduciéndolo todo a la imposición de un colectivismo forzado sin contar con la libertad de expresión y a los derechos fundamentales que todos los humanos poseemos, por el hecho de ser humanos.. Por lo tanto, ha de existir un sistema que tenga en cuenta nuestras necesidades fundamentales que son mas espirituales que materiales….Necesitamos pues una inyección de compasión, de tolerancia, cortesía y respeto…Eso que se llama amor.
Pero el amor no ha sido auto-generado…No es creíble que seres contingentes, que pueden existir o no, como nosotros, y no seamos “absolutamente” necesarios, poseamos en nosotros mismos, y en si mismos, esa capacidad de amar, que es el mas profundo sentimiento del ser humano. Porque para amar ha sido preciso, primeramente, venir a existir, y nuestra vida no fue auto-creada, sino recibida, y se nos dio como don o regalo. Si la vida no fue creada por nosotros, tampoco los demas atributos humanos, incluyendo nuestra capacidad para amar que se nos infundió junto con la vida. Por tanto, para poder amar tuvimos nosotros que ser amados primero, pues venir a esta existencia es un resultado del amor y nunca hubiéramos existido si “alguien” no se lo hubiera propuesto de antemano..El azar no existe en este caso…Por eso S. Juan decía que el amor “proviene” de Dios…Si no fuera asi, tendríamos -a la fuerza- que suprimir el principio de la causalidad y esto nos reduciría todo al absurdo mas completo. te deseo lo mejor, amigo Héctor……un abrazo de Santiago Hernández
Considero que el canario palmero Luis Cobiella es un hombre de cultura enciclopédica y de sensibilidad renacentista, de cuya existencia conozco hace más de 20 años: gracias a mi periplo por la Universidad de La Laguna, gracias a filósofos como Carlos Díaz y la revista Acontecimiento, gracias a algunos sacerdotes palmeros, gracias a ámbitos de juventud católica a los que estuve vinculado…
Poeta pero sobre todo músico, dramaturgo pero sobre todo musicólogo “por libre”, vinculado a la acción política, en el mejor de los sentidos de esa práctica, vinculado a los medios de comunicación desde hace medio siglo, acaso más (especialmente a la radio), y no sé cuánto más, a Luis Cobiella lo conozco sobre todo como poeta. Estimable. Tanto, que no me explico cómo es que no ha gozado de más eco en Canarias su obra literaria.
¿Acaso ha sido porque Luis Cobiella se manifiesta como cristiano? Parece muy “obvio” o muy trillado que haya podido ser por esto, pero aun así, no lo descarto, desde luego siquiera como hipótesis, como sospecha.
Buen día.
Releo lo que escribo y puntualizo: en realidad no solo el capitalismo abusa de los más desfavorecidos, sino que los crea y los necesita, porque solo se logra riqueza acaparando lo que a otros les falta, y el sistema está diseñado precisamente así, para que unos pocos vivan a costa de la explotación de la mayoría.
Saludos cordiales
Buenas tardes, que espero no lo sea, -tarde, buenas que lo sean siempre.
En primer lugar quiero responder a la pregunta de mi muy querido Héctor, con quien coincidí en casa de Juan Luis un día de verano, creo recordar, para mí fue algo muy especial estar en compañía de dos hombres de vuestra talla, no es fácil encontrar personas con ese grado de valor, compromiso y de sabiduría.
Vi a Juan Luis poco antes de Navidad, no quería dejar el final de año sin saber cómo está, y pasamos una agradable tarde juntos. Ya casi no ve, pero a pesar de todo trasmite una gran serenidad y paz, está bien, viviendo el día a día tal como llega aceptando las circunstancias de su salud, que cada día le limitan más.
Leo un poco inquieta los último comentarios de este hilo-liado, especialmente los tuyos, Héctor, no sé si encierran alguna despedida…
Yo no sé qué es Atrio para los demás. Para mí, aunque llevaba mucho tiempo sin entrar, es un lugar de expresión libre en el que he encontrado reflexiones muy enriquecedoras, y personas a quienes considero amigas como nunca hubiera sospechado se puedan encontrar en un lugar virtual como una web. Bueno, el término “amigo” no debe usarse con frivolidad, por eso aclaro que el sentimiento es auténtico, quizá porque valoro en alto grado la sinceridad con que os expresáis quienes estoy llamando amigos: Maite, Ana, Javier, Pepe, Héctor, Carmen, Juan Luis, Antonio… Os aprecio de corazón, y a otros que no conozco personalmente pero en cuyos comentarios encuentro inteligencia, veracidad y buena intención.
De modo que estos rifi-rafes o desencuentros que ocurren de vez en cuando entre personas que aprecio, me escuecen un poco, pero los supongo normales porque no somos perfectos y cada cual arrastra sus fantasmas que a veces proyecta en otros.
Tu frase “el capitalismo nos da de comer a todos” es tal cual, o dicho de otra manera: todos vivimos inmersos en el capitalismo, sin más, por lo que la lucha contra el mismo no es nada sencilla, o así lo veo yo. Pero en ningún caso me ha parecido que esa frase suponga ningún tipo de sumisión ni aun aceptación.
Me he sentido mucho tiempo mal precisamente por eso, porque consciente de lo destructivo que es este sistema social formo parte de él, acepto su juego y su “orden”. En su seno me he formado, en su seno trabajo y colaboro y cumplo unas leyes que son una madeja entre las que se incluye el abuso hacia los más desfavorecidos. Podría hacerme “objetora” y no alimentar a una banca depredadora cada vez que cobro a través de una nómina por mi trabajo o compro con tarjeta o colaboro con una ONG a través de una cuenta bancaria; o podría hacerme objetora y no pagar impuestos para que los administren estos políticos perversos y sus perversas intenciones, ¿pero cómo hacerlo? Mi vida está aquí, y ni siquiera me arrepiento de la decisión que tomé con dieciocho años: fuera del mundanal ruido o aquí. Elegí “aquí”, lo único que puedo hacer es cambiar esto en la medida que puedo, no puedo irme, ni puedo aceptar que todo siga igual.
Sí, el reino –nada de “de dios”, amigo Pepe- somos nosotros, pero “nosotros” somos de muchos mundos. Somos distintos, con tantas circunstancias distintas, con tantos lenguajes, tantos prismas… Sin embargo a la vez “iguales”. Yo eso no puedo dejar de verlo y me parece maravilloso poder seguir creando juntos un mundo que es uno y múltiple.
Un abrazo de corazón.
Susi (nombre familiar de Asunción, ¡y para los amigos!
Mi querido Héctor, no quiero que vuelvas a decir, y mucho menos, pensar, lo que acabas de decir.
Ya sé que has vivido mucho, y tu entrega a los demás te ha supuesto el desgaste físico correspondiente, y que no te mereces la más mínima agresión, porque tú eres incapaz de hacerlo con nadie, pero, de eso a dar por terminada tu vida activa, jo!!, Héctor, ¡¡cómo me entristece!!!
Con tu maravillosa esposa, con tu maravilloso hijo y tus fantásticas hijas, estáis todos y todas pa comeros a besos.
Y esto lo digo, primero para ti, y después, para quien no te conozca. Héctor es la bondad personificada, te quiero a ti y a toda tu familia.
Ya sabes, en atrio, a veces nos vamos de la lengua, pero son gajes del oficio de estar en el ágora expuestos a acertar y a equivocarnos. Quizá el mayor error es que de vez en cuando caemos en adjudicarle a alguien cosas personales sin conocernos personalmente, sin conocer nuestro pasado y sin conocer nuestro presente. Como lo que exponemos son nuestras ideas, sería conveniente ajustarnos a las ideas, y debatir sobre ideas, y nunca el utilizar “tú no sabes, no conoces, no has vivido,…”
Un besote grande, y te quiero vivo, animado, creativo y colaborador de atrio.
Leo con cierto asombro estas declaraciones de Antonio Duato:
“”
Antonio Duato
10-Enero-2013 – 22:43 pm
Creo que tiene razón Héctor con eso de que algunos entran en Atrio como quien sale a la caza. A ver si encuentran algo o alguien contra lo que disparar.
Yo mismo tengo a veces miedo de meter la pata y ser objeto de un ataque. O que alguien opine que al exponer una opinión personal (no de moderador, como ahora que quiero expresarme como uno más) estoy atacando personalmente a alguien.””
——
Malo sería comentar de esta forma ( con caza y disparos incluidos) si quien ” personalmente ha sido atacado”, y no puede ser otro que el jodido fontanero; por eliminación de otras opciones, si el subsodicho fontanero no hubiera contestado previamente al respecto de ” tiros en la cabeza, caza y demás cosucas.
Pero mi asombro llega a lo inverosímil cuando leo lo de ” el miedo a ser objeto de un ataque” ( se supone de parte del mismo subsodicho )
Pero bueno, Antonio, ¿ a qué coño estamos jugando? ¿ Tendremos que recordar la fábula del lobo y la oveja que bebían en el mismo arrollo? : ” Me ensucias el agua”–, le recriminaba el lobo a la oveja mientra el lobo bebía 50 metro más arriba de la corriente del agua.
LLevas meses censurando mis mensajes ( hasta hace poco). Te he reconocido tu derecho a hacerlo porque, al fin y al cabo, tú eres el moderador y cada cual deja entrar lo que considera conveniente en su casa. Pero que encima trates de hacer ver que eres tú quien tiene ” miedo a escribir” no me parece de recibo.
No diré que yo tengo ” miedo ” a ecribir; pero si te diré que me has cohartado mi libertad de expresión y mi expontaneidad ha quedado reducida a controlar mis impulsos para que Antonio Duato ( moderación de ATRIO) me permita escribir sin censura previa.
Las cosas son como son, Antonio, y si no te gusto como comentarista de ATRIO. ya sabes lo que puedes hacer. Sin acritud yo lo entendería, pero lo que no admito son las tergiversaciones de nadie.
Saludos cordiales, pues. ( al menos mientras duren)
Primero y principal:
Me preocupa el tono de Hector en este último mensaje. Le prefiero ” dando caña”, aunque sea al fontanero. Me ha recordado a mi suegro ( que nunca se llevó bien conmigo hasta los tres últimos meses) y me pareció muy hermoso conseguir nuestra mejor relación cuando él ( mi suegro) entendió mi forma de ser y me despidió como a un amigo: ” hasta luego, camarada”, me dijo y ya no volvió a hablar.
Siempre hay esperanza Hector, y creo que el poder de superación es el gran desconocido de nuestra mente. Tengo por seguro que nuestro desencuentro dialéctico no conllevará a un desencuentro personal-humano-amistoso.
Lo cual no significa que deje de responder a Antonio Duato al respecto de nuestro desencuentro dialéctico.
Vaya en otro mensaje.
Hola, gracias a todas y a todos. Sé que he exagerado mis opiniones y expresiones: os puedo haber ofendido. Como ya no me queda mucho para dejar de ser como soy lo mejor será que me vaya retirando, disfrutando de lo que vais diciendo, viendo la belleza del cielo, el sol y el mar que me rodean, y dando mas tiempo a los seres queridos que tengo cerca que se lo merecen todo.
Abrazos a todas y todos, os podría contar entre los ‘seres queridos que tengo cerca’, pero voy perdiendo capacidad para hacerlo, hasta siempre,
Héctor
gracias Héctor por tu comentario…Quise decir lo que entendiste…solamente el amor puede transformar al mundo…”sufrir violencia”, como se lee en Mateo, es luchar por que impere el amor…El Evangelio está lleno de contrastes…como la vida misma…y Cristo es el revolucionario del amor…porque todas sus obras están impregnadas de amor y van dirigidas a ese objeto último que es el amor del Padre…por tanto, la violencia que hacemos para el “reino” es luchar para hacer patente esa distinción cristiana…que es llevar el amor de Cristo a todo y a todos…Por tanto, Cristo no es ni capitalista, ni comunista…ya que estos son sistemas que no llegan a tener trascendecia…para esto tendrían que resolver y satisfacer TODAS las ansias del corazón humano y estos sistemas son incapaces “per se” de llegar a conseguir esa perfección que anhelamos…pero ni la riquezas, ni el bienestar, ni la felicidad temporal, ni la salud, ni ninguno de los bienes de esta vida..pueden llenar y satisfacer nuestros anhelos infinitos…solamente el amor que el Padre y el Hijo nos legaron puede cumplir a cabalidad nuestro genético deseo de una felicidad completa…por eso en la otra vida desaparecerá la fe y la esperanza….porque es el amor el que traspasará la tumba….lo unico que va a sobrevivir..Pero este amor de Cristo que es tambien lucha contra la injusticia y la maldad -imitándole a EL- está exento de odio, desprovisto de resentimiento, carente de desesperación y de venganza…no espera nada….sino ensimismarse en el profundo abismo del amor de Dios…objeto verdadero y final de nuestra vida…Por eso Juan, junto con su escuela teológica, escribía lo maravilloso que era el amor de Dios: ” Carísimos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios..quien no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor”..”En esto consiste el amor: NO que nosotros hubiéramos amado a Dios, sino que EL nos amó a nosotros y envió a su Hijo suyo, propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 7-10) “Porque este es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos, ya que sus mandamientos no son pesados…y en esto conoceréis que amamos…cuando amamos a Dios y ponemos por obra sus mandamientos” (1 Juan 5, 3-2) El mandamiento es el amor
La lucha consiste en la batalla y en la revolucion del amor…y asi -coincido contigo Héctor- podremos transformar al mundo…
un abrazo de Santiago Hernández
Querido, bueno, amable, afable, generoso, solidario y buen amigo Héctor, entregaste toda tu vida a luchar en Zimbauwe contra este capitalismo feroz que tanto enriquece a una parte del mundo y tanto empobrece a otra parte que tú bien conoces. Tú llevas en tu corazón a ese país que tú amaste y por el que luchaste. Tú sabes muy bien de lo que hablas, por eso estoy totalmente de acuerdo con este fragmento que copio:
“La desgracia del capitalismo esta precisamente en eso en que se manifiesta como sustento de la sociedad burguesa en que vivimos: busca todas las necesidades, se aprovecha de ellas para engordar él solo, vive del desempleo, vive del hambre de la gente. chupa nuestra sangre. Te da disgustos porque se aprovecha de ti y aunque tú no quieras seguirá aprovechándose de ti. Es el sistema que se ha apoderado de la sociedad en que vives. No hay otro. Lucha para echar el sistema abajo, mientras no lo hagas y lo consigas seguirás comiendo de él aunque sea mal.”
Asun, si me permites, firmo tu comentario desde la primera hasta la última palabra.
¡Vaya días que llevamos…! Confiemos en recuperar las buenas formas y que cada cual diga lo que piensa respetando al otro. Atrio se lo merece y atrio somos todos y todas quienes escribimos y quienes nos leen. La discrepancia es compatible con el respeto.
Hola, Hector:
Estamos tan inmersos en el mundo capitalista fundado en las discriminatorias diferencias de base, tan metidos sus subterfugios en la huida de responsabilidades, que no nos damos ni cuenta que utilizamos sus mismas armas:
“Ya veo que Atrio está hecho solo para la guerra interna” . Aquí te noto pesimista y con cierto malestar, con lo que mi preocupación por el foro sigue aumentando.
“La guerra tendría que ser contra los que tenemos fuera, ese capitalismo que aborrecemos pero que no acabamos de echar abajo”.
Primero, pregunto ¿quién está fuera y qué es lo que está fuera? ¿Hay alguna línea divisoria clara que lo muestre?
Segundo, la maraña no nos deja ver con cierta ecuanimidad y empleamos hasta términos de violencia brutal como aquí es el de guerra, lenguaje, por otra parte que se ha hecho normal en la práctica del mundo futbolístico, por poner un ejemplo, y se ha ido impregnando en la vida diaria a tal punto, que el sabor del disfrute del juego limpio se ha casi perdido. ¿Podemos entrever que aquí pasa lo mismo?
Por otra parte, el capitalismo es como un queso gruyere, no hay forma de poder rehacerlo de una pieza (no lo veremos), sus agujeros lo traspasan todo, tropezándote con ellos a la que te descuides. .. ¿Qué hacemos entonces?… Solo queda la opción personal en la vida y entorno que nos toca vivir, lo más liberada, en lo que se puede, de sus tentáculos y enturbiados. Es la más satisfactoria.
Con todo, confío siempre en que el hombre y la mujer libres, todo el potencial del ser humano que llevan dentro de bondad y belleza, juntos lo pueden desplegar hasta sentirse una sola persona, una sola humanidad.
Un abrazo.
P.D.- Acabo de ver el comentario de Antonio. Estoy segura que el contenido del libro es muy valioso. Gracias.
Creo que tiene razón Héctor con eso de que algunos entran en Atrio como quien sale a la caza. A ver si encuentran algo o alguien contra lo que disparar.
Yo mismo tengo a veces miedo de meter la pata y ser objeto de un ataque. O que alguien opine que al exponer una opinión personal (no de moderador, como ahora que quiero expresarme como uno más) estoy atacando personalmente a alguien.
Pero tengo que responder, antes que nada, a Oscar Varela. Si yo he calificado a Luis Cobiella como “místico sabio” es por lo que le he leído con atención y he hablado con él. Mística hay en ese novedoso Credo de Dios porque es una aprehensión de toda la dimensión misteriosa que tiene lo más sensible y concreto de los hombres y mujeres: sus ojos, sus manos, sus abrazos… Y lo expresa no diciendo solamente que Dios está en esos abrazos (que lo dice en otro capítulo sobre los estares de Dios) sino que Dios mismo se embelesa y cree en esos abrazos. En esa manera de captar y expresar el misterio veo yo mística en ese Credo de Dios. Dira alguien: “hay que mirar esos ojos y gozar esos abrazos sin meter a Dios por medio”. Bueno. Pero a otros nos vendrá bien que haya poetas o místicos que nos sigan revelando dimensiones nuevas de esos ojos o esos abrazos.
Y la “coherencia humana” creo que la ve Héctor, y la veo yo, en que un simple seglar, sin estudios de teología, a partir de un cristianismo aprendido con fórmulas tradicionales, por su propia experiencia, haya ido evolucionando a formas de compromiso auténtico con la liberación integral de todos los seres humanos.
Claro que comprendo que el encargo que le di a Héctor de hablar de este libro poco difundido no era cosa fácil. Y al ser el editor puede parece que era una descarada operación de marketing. Por cierto: aunque sí que he puesto yo, no Héctor, el apéndice sobre cómo comprar el libro, nadie hasta el momento lo ha pedido, Pero, de verdad, lo que me preocupaba era dar a conocer un pensamiento y unas vivencias muy auténticas y valiosas que encierra el librito de Cobiella, una especie de testamento espiritual de un hombre de 87 años.
Nunca he sido cazador, Hector, y no me gustan las guerras ( ni las internas ni las otras.)
Vuelta la burra al trigo: En internet ( portal atrio o donde cuadre) cabemos todos o no cabe ni dios.
En tu comentario a Santiago se lee éste párrafo:
“”Indignarse y denunciar las atrocidades del sistema capitalista, que por otra parte es el que nos está dando de comer a todos, no nos llevará muy lejos.””
Con el cual yo no estoy en absoluto de acuerdo.
Si mi comentario al respecto te parece un ” tiro a la cabeza”, siento decirte que tienes una forma muy extraña de interpretar los textos de los demás. Yo comento y opino ( no disparo a la cabeza de nadie) lo que creo conveniente al respecto y además creo estar más acertado que tú en mi apreciación. Con el añadido de que también estoy seguro de haber sufrido el capitalismo bastante más que tú. Por lo cual he luchado, lucho y lucharé, hasta que me toque entregar la cuchara, en contra el capitalismo. Y lo he hecho en foros, en cargos políticos y en mi vida cuotidiana.
Naturalmente que a tí no te gustará mi forma de lucha; pero el COMUNISMO ( opción política que me vino heredada ) me convenció mucho más que el franquismo, y el capitalismo de la ” santa transfusión” que tanto ha gustado a otros-as.
Por lo demás, más de lo mismo: cuando no se encuentran ARGUMENTOS, el ataque al contrario dialéctico es la herramienta más utilizada. Y cuando ésta tampoco da resultado…. pues se rompe la baraja y se intenta echar la culpa al contrario dialéctico.
Pues vale… pero para mí no cuela.
Hola Pepe Sala, uno sale a cazar y no siempre apunta bien. “El capitalismo que nos da de comer” a todos no es una alabanza al capitalismo, al contrario, si apuntaras bien le verías la orejas y a donde tienes que tirar.
Esta vez te ha fallado. La desgracia del capitalismo esta precisamente en eso en que se manifiesta como sustento de la sociedad burguesa en que vivimos: busca todas las necesidades, se aprovecha de ellas para engordar él solo, vive del desempleo, vive del hambre de la gente. chupa nuestra sangre. Te da disgustos porque se aprovecha de ti y aunque tú no quieras seguirá aprovechándose de ti. Es el sistema que se ha apoderado de la sociedad en que vives. No hay otro. Lucha par echar el sistema abajo, mientras no lo hagas y lo consigas seguirás comiendo de él aunque sea mal.
Es el gran problema de Atrio, que salimos a cazar a ver a quien le podemos meter un tiro en la cabeza. Antonio me pidió que le hiciera este trabajo y lo hice por él pero ya veo que Atrio está hecho sólo para la guerra interna. La guerra tendría que ser contra los que tenemos fuera ese capitalismo que aborrecemos pero que no acabamos de echar abajo.
De todas formas no te preocupes que no me verás por aquí en mucho tiempo.
Una abrazo Héctor
Todos los reinos ( incluido ése famoso de dios) están fundamentados sobre el abuso de los poderosos sobre los débiles.
Y siempre hay representantes de ” los reinos” para tapar los abusos de los prepotentes sobre los débiles.
Ultimo ejemplo de los millones de ejemplos que hay:
http://es.noticias.yahoo.com/los-obispos-cat%C3%B3licos-alemanes-cesan-al-responsable-investigar-205228321.html
Y ya puesto, le diré a Hector que su comentario respecto al capitalismo que ” nos da de comer a todos”, es tan infumable como el intento de disculpar a los pederastas por parte de la ICAR. Un abuso es un abuso ( y no sólo de sexo viven los abusos.) y el capitalismo es tan abusivo sobre la sociedad como lo son los curas con sus víctimas.
Tanta repulsa me dan los protectores de los pederastas abusones como quienes tratan de hacerles el caldo gordo a los capitalistas… ” porque nos dan de comer a todos”.
Te darán de comer a tí, Hector, mí sólo me han dado disgustos durante toda mi vida.
Hola Santiago: como siempre interesante todo lo que dices.
Mira a ver si compartes también esto. El Reino de Dios sufre violencia (Mateo, 11:12), el Reino de Dios es el poder transformador de la bondad de las mujeres y del hombres para transformar el mundo. Es posible pensar en que podemos transformar del mundo y seguir en pie a pesar del fracaso. Esa fue la esperanza que movió a Jesús, aparentemente el eterno fracasado. En la presente situación de crisis nos encontramos nos encontramos con una estructura socio económica completamente, absolutamente fracasada por donde quiera que se la mire realísticamente. Realísticamente como sólo lo saben hacer los 6 millones de parados de nuestro país, los 15 millones de hambrientos en los países del Sahel (pron. Sajel).
Indignarse y denunciar las atrocidades del sistema capitalista, que por otra parte es el que nos está dando de comer a todos, no nos llevará muy lejos.
Es preciso abrir espacios a la osadía y a la imaginación abierta y activa. Como dijo Arregui un día “necesitamos una revolución espiritual, con religiones o sin ellas…y necesitamos sabiduría para ser más felices con menos”.
Sólo así, desde esa revolución el Reino de Dios será un Reino de Amor.
Creo que con otras palabras esto es lo mismo que tú quieres decir.
Un abrazo muy fuerte Héctor
Mira a ver si compartes también esto. El Reino de Dios sufre violencia (Mateo, 11:12), El Reino de Dios es el poder transformador de la bondad de las mujeres y de los hombres para transformar el mundo. Es posible pensar que podemos transformar del mundo y se
Qué no, Héctor, (me refiero a lo que me preguntas en tu comentario de ayer) lo siento, pero no se trata de inteligencia emocional ni de ninguna disminución. ¡Cuánto me gustaría que se comprendiera esto de una vez, cuánto descubrimiento hay en ello!
Fíjate que Luis Cobiella dice “Cuando se exagera algo apasionadamente se usa la inteligencia emocional de la que tanto se habla. Las emociones pueden apoderarse de la inteligencia y ya no se ve claro. La inteligencia es siempre emocional pero sólo manteniendo lo emocional en su sitio la convertimos en la mejor manera de afrontar la realidad”
Fue, precisamente, al leer esto ayer cuando me alegré de la coincidencia de enfoques con respecto al complejo análisis de lo que nos especifica como humanos. Para lo que me interesa argumentar tomaré como palabras clave “Inteligencia emocional” y “realidad”
Pues bien, aunque hablar de que “la inteligencia es siempre emocional” no es lo mismo que hablar de “inteligencia sentiente” ya me sirve para aclarar ideas pues en esta estructura formal de inteligencia sentiente ese momento emocional por supuesto que se da, pues sin sensación no nos sería posible abrirnos a la inteligencia, sin embargo como la sensación es de “realidad” si a ella nos queremos enfrentar como dice L.Cobiella (fíjate que esta vez no la nombro yo la nombra él la realidad) no es una sensación meramente subjetiva, sino que al ser una sensación, una emoción abierta a “lo otro” es una sensación intelectiva que se actualiza en “sentimiento”, el sentimiento siempre es de realidad. Y ya tenemos la estructura cognitiva de Inteligencia Sentiente. Si el ser humano se quedara instalado en inteligencia emocional como dice Luis Cobiella no podríamos ver claro y en consecuencia desconoceríamos nuestra propia capacidad cognitiva.
Esto que digo se puede ver a la inversa que de algún modo explicaría lo que ha venido sucediendo a lo largo de la historia, que es el hecho de haber sensibilizado la inteligencia (el intelectualismo) por lo que es también por ello por lo que ahora puede hablarse de la inteligencia emocional y de su superación.
Al reflexionar sobre ello se cae en la cuenta de la procedencia del distanciamiento humano que tanto nos agobia.
Un abrazo
Hola, Susi, Mª. Asunsión, Mar, que alegría volvernos a encontrar. Dime ¿como sigue Juan Luis? Yo pisando ya la linea de los 80s, voy teniendo cada vez menos movilidad. Hola Ana Rodrigo, habéis notado el cambio en “Creo en la mujer y en el hombre todopoderosos”, para mi todo el poder del hombre y la mujer está en ese esfuerzo para tomar parte en todo lo que nos toca vivir. Antonio y yo lo hablamos, no costaba nada cambiarlo, algo muy pequeño y al mismo tiempo muy importante. ¡Cuantas cosas se podrían cambiar así, con un chorrito de buena voluntad! Ánimo y seguir adelante. Besos para las dos, H.
ENTONCES se entiende que el Reino de Dios que es un reinado de amor porque Dios mismo es amor…Por lo tanto, la pauta de este reinado no es otra que el amor…El amor del Padre, al crearnos, es nuestro mayor bien, porque en efecto, tuvo EL que creer en su “obra” que somos nosotros y amarnos asi primero, para que nosotros pudiéramos hacer Su voluntad y acceder a nuestra vocacion que es el bien…y por eso “preguntado por los fariseos cuando había de venir el reino de Dios, (Jesus) les respondió: No viene el reino de Dios aparatosamente…porque el reino de Dios está dentro de nosotros” (Lc 17,20-37). Es un reinado de PAZ y de mansedumbre: “aprended de MI que soy manso y humilde de corazón”. Solamente imitándole “dentro de nosotros” podemos amar de verdad…porque el que le ama guardará SU palabra…que es la palabra del AMOR, la única capaz de salvar al mundo…y desharemos la maldad y negligencia humanas…provocadoras de tantas desgracias y de tanta corrupcion en el mundo…puesto que SU PALABRA debe estar precisamente “dentro de nosotros” mismos…para poder cumplirla a cabalidad un saludo cordial de Santiago Hernández
Susi, qué alegrón encontrarte nuevamente, eres un cielo. Gracias por comunicarme que han aparecido las mujeres en la oración, no me había dado cuenta.
Gracias a atrio por el detallazo. Qué fácil son las cosas cuando ponemos buena voluntad.
No había terminado!
Gracias por compartir la información sobre el libro, y gracias a Ana por su perseverancia: yo ya había añadido a las mujeres donde faltaban, porque aunque lingüísticamente el masculino se usa como genérico, a mí me parecece en realidad excluyente. Veo que ya hay mujeres en la oración, las habrán añadido después de tu comentario.
Un saludo cordial.
Qué delicia leerte, Héctor, es cierto lo que dices del “rodillo” que todo lo iguala (y lo aplasta), y bajo el que es fácil sucumbir bajo el efecto del miedo. No tengamos miedo, algo que es posible lograr si estamos conectados con nuestra verdadera esencia…
Me gustaría leer el libro de un personaje tan seductor como nos lo presentas, los hallazgos de los demás ayudan a caminar, y estoy convencida de corazón de que el “reino” solo es posible hallarlo aquí
Hola!
Solo por el respeto que me merecen la atención y amistad que H. y A.D. le prodigan al Sr. Cobiella
pediría a los Cumpas si me pueden señalar dos cositas, al menos, porque yo no le veo nada serio:
1.- ¿Qué hay de “mística“?
2.- ¿Qué hay de “coherencia humana“?
en: 5 El Credo de Dios
Y dijo Dios:
Creo en el hombre y en la mujer todopoderosos,
recreadores del cielo y de la tierra.
Y en sus hermanos y hermanas, único Señor, mi pueblo, que fue concebido por obra y gracia del amor: nació de cada virgen mártir del poder y padeció bajo el poder; muerto y sepultado, resucitó su grito, subió a los cielos y está doliente en mi costado; desde allí ha de volver para salvar a vivos y muertos. Por eso, y para eso,
creo en los ojos de los hombres y de las mujeres,
en las manos de los hombres y de las mujeres,
en el abrazo de los hombres y de las mujeres,
en la libertad de los hombres y de las mujeres,
en la alegría de los hombres y de las mujeres
y en la historia presente.
Amén.
……………..
¡Gracias!
Para mi que la base de todos esos malentendidos de incluir en la palabra HOMBRE a la mujer es el mismo sinsentido que hablar del DiosPadre y no el de, Dios Padre-Madre.Mientras le sigamos atribuyendo a Dios el título?,Padre solamente, no habremos roto ese gran equívoco que lo sustenta.Y es que Dios es padre-madre, es decir hombre-mujer a la vez.Ya sé que
la Trinidad son TRES MACHOS (para entendernos) ¿o no?.O sino¿qué lugar ocupa en el trono celestial la mujer o lo femenino?.
¿Ninguno?. ¡¡¡QUE TRAGÉDIA, POR DIOS¡¡¡.Y si el Espiritu Santo es empleado como fecundador de María es sencillamente para alejar del Dios Padre toda sombra de sexualidad.¡¡¡Sólo por eso!!!.Pero, ¿a qué precio?.
Jesús se encontró y vivió en la sociedad imperfecta que le tocó, como las sociedades de todos los tiempos y lugares. Y Jesús proponía a quienes le quisieran escuchar unos valores alternativos, una auténtica revolución social, esos valores son los que, según Jesús, líder religioso, quería Dios: una sociedad justa, en la que participásemos de esa gracia, que no es otra cosa que una oferta a todo ser humano de participación en esa serie de valores para conformar una nueva sociedad.
Pero como los términos “Reino de Dios” o “sociedad”, son tan amplios e inabarcables, debemos entender que las cosas se arreglan parcialmente en la medida en que esté a nuestro alcance. Y cuanta más gente nos unamos, más eficaz será la lucha. Y en este terreno siempre hay qué hacer. Pero las grandes obras se comienzan por un pasito, y pasito a pasito vamos avanzando.
Si señor, señora Ana Rodrigo, tiene Vd. toda la razón. Todo un problema: hombre, mujer. Más problemas serían los hombres- ‘hombras’, mujeres-‘mujeros’, ‘machas’-machos’, hembras-‘hembros’.
Pero ya ves, los problemas están ahí porque tienen que estar, son parte de la realidad en que vivimos. No están para que nos pongamos a gritar a ver si se resuelven sino para hacerlos parte de nuestra existencia diaria. En cierto modo son como la crisis: con gritar no se resuelve nada, a menos que ejercitemos nuestra inteligencia emocional que con todo ello va a quedar muy diminuída (¿es así Mª Luisa?) por un exceso de emotividad.
Me gusta más la manera de verlo de Luis Cobiella: haciendo nuestros los problemas crecemos, nos hacemos más mujeres y más hombres, o sea ponemos más en juego las posibilidades maravillosa que tenemos las unas y los otros, y que la sociedad en que vivimos no nos deja experimentar libremente. Sólo hacemos lo que hacen todos y pensamos como piensan todos y así caeremos en los tópicos en que caen todos.
O sea que en el Reino de Dios queda mucho por hacer.
Le dejo a Oscar Varela que se resuelva su pros problemas por su cuenta y eso también es el Reino de Dios. Abrazos para todos Héctor.
Bien, quisiera añadir que el árbol (la objeción de Ana, con su razón, naturalmente) no me ha impedido ver el espléndido bosque (contenido) de todo el artículo y es que no quisiera que pareciera lo contrario ya que yo he sido también la que he centrado mi atención en un punto concreto del mismo. La esposición del “Reino de Dios” me ha parecido magnifica!
Hola!
He sustituido una coma por un conjunción, para deshacer la ambigüedad de a quién se refiere lo de “místico sabio”. También yo, como Héctor, quiero y valoro a Luis Cobiella.
Y tengo que pedir disculpas por mi parte y comprensión hacia él y hacia nuestra generación -como algún día lo pedí hacia mi gran maestro Maestro Légaut- porque sigamos usando a veces la palabra “hombre” con sentido comprensivo de los dos géneros: macho y hembra, como creo que siguen haciendo casi todas las traducciones de Gen. 1, 27.
Gracias, Ana, por decir que no vas a seguir por ahí e invitarnos a ello. A ver si es verdad que no convertimos esta entrada, que tiene muchas más cosas, en una nueva disputa sobre el lenguaje correcto en perspectiva de género.
Dice el texto: “ser fiel a lo que tu medio te va exigiendo en cada momento (la negrita es mía) y verlo todo como la manera de ser cada vez más hombre como logró serlo Jesús de Nazaret que así se hizo Dios. Pues eso.
PD. María Luisa, a base de recordárnoslo constantemente, en atrio casi lo hemos conseguido porque los y las participantes ponemos bastante atención y hemos mejorado mucho en el lenguaje no excluyente. Y termino aquí mi intervención sobre esta cuestión, ya que no es lo que propone el post.
Hola!
1– “yo, un místico sabio”- ¿eres tú, A.D., el aludido?
2- Héctor; se nota que quieres a tu amigo.
3- Leo (¿parece ser un texto del Autor):
a) “No hablaba a las multitudes sino a los selectos”
Tengo entendido que Jesús hablaba –como lo hace todo Líder-
* a los “electos” (elegidos);
* pero no a los “se-electos” (selegidos);
lo cual siempre me pareció una chingada del Líder (un salir el culo por la tirata).
b) “Buscaba a los que ya se habían separado de las masas y estaban ya comprometidos con su mensaje”.
Tengo entendido que los “buscados” por el Líder
* pretendían acopiar masas.
* rechazaban el mensaje del Líder.
…………….
¿Qué macana todo esto, no?
¿Me dejarán ¡ir yendo todavía!? – Oscar.
No me he fijado si este artículo ha sido puesto antes de que colocara en el de S. Santos, Desmontar el Belén, mi comentario o tal vez hayan sido puestos simultáneamente. En cualquier caso no importa, sólo es que me ha sorprendido muchísimo porque con respecto a la inteligencia emocional hay coincidencia con lo por mí expresado en el articulo mencionado.
En cuanto a la objeción de Ana la veía a venir, no quiero decir con esto que no tengas razón pero habría que estudiar cómo se afronta exitosamente este problema tan enquistado
Nuca podría decir Amén a esto:
Por eso, y para eso,
creo en los ojos de los hombres,
en las manos de los hombres,
en el abrazo de los hombres,
en la libertad de los hombres,
en la alegría de los hombres
y en la historia presente.
Y perdonar por mi persistencia en luchar contra lo inaceptable para mí. En estos tiempos esta cuestión debería ser comprendida, aceptada y utilizada.
¿Cómo puede ser que en este post, y en el libro, se hable sólo de hombres? ¿Cuándo descubriremos que existe la palabra mujer? ¿Cuándo dejaremos de llamar hombres a los seres humanos? Es la enésima vez en pocos días que digo que, mientras la palabra hombre quiera decir varón, la otra aceptión que dicen ser génerica, es improcedente, inadecuada e inexacta, porque se está dando el mismo significado a dos cosas totalmete distintas, hombres y mujeres.