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2013: Coraje para renovarse

Hace más de quince años publiqué en el Jornal do Brasil, que hoy existe online, un artículo con el título “Rejuvenecer como águilas”. Releyendo aquellas reflexiones me di cuenta de lo actuales y adecuadas que son todavía para los malos tiempos que vivimos y sufrimos. Las retomo hoy para alimentar nuestra esperanza debilitada por las amenazas que pesan sobre la Tierra y la Humanidad. Si no nos  agarramos a alguna esperanza, perdemos el horizonte de futuro y corremos el riesgo de entregarnos al desamparo inmovilizador o a la resignación estéril.

En este contexto recordé un mito de la antigua cultura mediterránea sobre el rejuvenecimiento de las águilas.

De tiempo en tiempo, reza el mito, el águila, como el ave fénix egipcia, se renueva totalmente. Vuela cada vez más alto hasta llegar cerca de sol. Entonces las plumas se encienden y empieza arder. Cuando llega a este punto, se precipita desde el cielo y se lanza a las frías aguas del lago. Y el fuego se apaga. A través de esta experiencia de fuego y de agua, la vieja águila rejuvenece totalmente: vuelve a tener plumas nuevas, garras afiladas, ojos penetrantes y el vigor de la juventud. Este mito seguramente es el sustrato cultural del salmo 103 cuando dice: «El Señor hace que mi juventud se renueve como un águila».

Y aquí tenemos que revisitar a C.G. Jung que entendía mucho de mitos y de su sentido existencial. Según su interpretación, fuego y agua son opuestos que cuando se unen se vuelven poderosos símbolos de transformación.

El fuego simboliza el cielo, la conciencia y las dimensiones masculinas en el hombre y en la mujer. El agua, por el contrario, simboliza la tierra, el inconsciente y las dimensiones femeninas en el hombre y en la mujer.

Pasar por el fuego y por el agua significa, por lo tanto, integrar en sí los opuestos y crecer en identidad personal. Nadie que pasa por el fuego y por el agua permanece igual. O sucumbe o se transfigura, porque el agua lava y el fuego purifica.

El agua también nos hace pensar en las grandes crecidas como las que sufrimos en el año 2010 en las ciudades serranas del Estado de Río. Con su fuerza arrastraron todo, especialmente lo que no tenía consistencia y solidez. Son los infortunios de la vida.

Y el fuego nos hace imaginar el crisol o los altos hornos que queman y acrisolan todo lo que es ganga y no es esencial. Son las conocidas crisis existenciales. Al hacer esta travesía por la «noche oscura y terrible», como dicen los maestros espirituales, dejamos aflorar nuestro yo profundo sin las ilusiones del ego. Entonces maduramos para lo auténticamente humano y verdadero que hay en nosotros. Quien recibe el bautismo de fuego y de agua rejuvenece como el águila del mito antiguo.

Pero haciendo abstracción de las metáforas, ¿qué significa concretamente rejuvenecer como un águila? Significa entregar a la muerte todo lo viejo que existe en nosotros para que lo nuevo pueda irrumpir y hacer su camino. Lo viejo en nosotros son los hábitos y las actitudes que no nos engrandecen: querer tener siempre la razón y la ventaja en todo, el descuido con uno mismo, con la casa, con nuestro lenguaje, la falta de respeto con la naturaleza, así como la falta de solidaridad con los necesitados, próximos y distantes. Todo esto debe morir para que podamos inaugurar una forma de convivencia con los otros que se muestre generosa y cuidadosa con nuestra Casa Común y con el destino de las personas. En una palabra, significa morir y resucitar.

Rejuvenecer como un águila significa también desprenderse de cosas que fueron buenas y de ideas que en su día fueron luminosas pero que lentamente, con el paso de los años, han sido superadas y son incapaces de inspirar un camino hacia el futuro. La crisis actual perdura y se profundiza porque los que controlan el poder tienen conceptos envejecidos, incapaces de dar respuestas nuevas.

Rejuvenecer como un águila significa tener coraje para volver a empezar y estar siempre abierto a escuchar, a aprender y a revisar. ¿No es esto lo que nos proponemos cada vez que empezamos un nuevo año?

Que el año 2013 que estamos inaugurando sea la oportunidad de preguntarnos cuanto de gallina que solo quiere andar escarbando en el suelo existe en nosotros y cuanto de águila hay todavía en nosotros, dispuesta a rejuvenecer, al confrontarse valientemente con los tropiezos y las crisis de la vida, y a buscar un nuevo paradigma de convivencia.

Y no podemos olvidar aquella Energía poderosa y amorosa que siempre nos acompaña y que mueve todo el universo. Ella nos habita, nos anima y confiere un sentido permanente al vivir y al luchar.

¡Que el Spiritus Creator no nos falte nunca!

[Traducción de MJG]

4 comentarios

  • oscar varela

    Hola!
     

    De cómo los machitos argentinos
    enseñamos el CORAJE
    a los aprendices de machitos argentinitos
    …………………

    Tango 1931

    Música: Carlos Gardel

    Letra: Manuel Romero
     
    http://www.todotango.com/Spanish/las_obras/Tema.aspx?id=sGuU+qSQVF4=

    Tomo y obligo, mándese un trago,
    que hoy necesito el recuerdo matar;
    sin un amigo lejos del pago
    quiero en su pecho mi pena volcar.
    Beba conmigo, y si se empaña
    de vez en cuando mi voz al cantar,
    no es que la llore porque me engaña,
    yo sé que un hombre no debe llorar.

    Si los pastos conversaran, esta pampa le diría
    de qué modo la quería, con qué fiebre la adoré.
    Cuántas veces de rodillas, tembloroso, yo me he hincado
    bajo el árbol deshojado donde un día la besé.
    Y hoy al verla envilecida y a otros brazos entregada,
    fue para mí una puñalada y de celos me cegué,
    y le juro, todavía no consigo convencerme
    como pude contenerme y ahí nomás no la maté.

    Tomo y obligo, mándese un trago;
    de las mujeres mejor no hay que hablar,
    todas, amigo, dan muy mal pago
    y hoy mi experiencia lo puede afirmar.
    Siga un consejo, no se enamore
    y si una vuelta le toca hocicar,
    fuerza, canejo, sufra y no llore
    que un hombre macho no debe llorar.

     

  • oscar varela

    La Luna con gatillo
    Raúl Gonzales Tuñon
     
    Es preciso que nos entendamos.
    Yo hablo de algo seguro y de algo posible.
    Seguro es que todos coman
    y vivan dignamente
    y es posible saber algún día
    muchas cosas que hoy ignoramos.
    Entonces, es necesario que esto cambie.

    El carpintero ha hecho esta mesa
    verdaderamente perfecta
    donde se inclina la niña dorada
    y el celeste padre rezonga.
    Un ebanista, un albañil,
    un herrero, un zapatero,
    también saben lo suyo.

    El minero baja a la mina,
    al fondo de la estrella muerta.
    El campesino siembra y siega
    la estrella ya resucitada.
    Todo sería maravilloso
    si cada cual viviera dignamente.

    Un poema no es una mesa,
    ni un pan,
    ni un muro,
    ni una silla,
    ni una bota.

    Con una mesa,
    con un pan,
    con un muro,
    con una silla,
    con una bota,
    no se puede cambiar el mundo.

    Con una carabina,
    con un libro,
    eso es posible.

    ¿Comprendéis por qué
    el poeta y el soldado
    pueden ser una misma cosa?

    He marchado detrás de los obreros lúcidos
    y no me arrepiento.
    Ellos saben lo que quieren
    y yo quiero lo que ellos quieren:
    la libertad, bien entendida.

    El poeta es siempre poeta
    pero es bueno que al fin comprenda
    de una manera alegre y terrible
    cuánto mejor sería para todos
    que esto cambiara.

    Yo los seguí
    y ellos me siguieron.
    ¡Ahí está la cosa!

    Cuando haya que lanzar la pólvora
    el hombre lanzará la pólvora.
    Cuando haya que lanzar el libro
    el hombre lanzará el libro.
    De la unión de la pólvora y el libro
    puede brotar la rosa más pura.

    Digo al pequeño cura
    y al ateo de rebotica
    y al ensayista,
    al neutral,
    al solemne
    y al frívolo,
    al notario y a la corista,
    al buen enterrador,
    al silencioso vecino del tercero,
    a mi amiga que toca el acordeón:
    -Mirad la mosca aplastada
    bajo la campana de vidrio.

    No quiero ser la mosca aplastada.
    Tampoco tengo nada que ver con el mono.
    No quiero ser abeja.
    No quiero ser únicamente cigarra.
    Tampoco tengo nada que ver con el mono.
    Yo soy un hombre o quiero ser un verdadero hombre
    y no quiero ser, jamás,
    una mosca aplastada bajo la campana de vidrio.

    Ni colmena, ni hormiguero,
    no comparéis a los hombres
    nada más que con los hombres.

    Dadle al hombre todo lo que necesite.
    Las pesas para pesar,
    las medidas para medir,
    el pan ganado altivamente,
    la flor del aire,
    el dolor auténtico,
    la alegría sin una mancha.

    Tengo derecho al vino,
    al aceite, al Museo,
    a la Enciclopedia Británica,
    a un lugar en el ómnibus,
    a un parque abandonado,
    a un muelle,
    a una azucena,
    a salir,
    a quedarme,
    a bailar sobre la piel
    del Último Hombre Antiguo,
    con mi esqueleto nuevo,
    cubierto con piel nueva
    de hombre flamante.

    No puedo cruzarme de brazos
    e interrogar ahora al vacío.
    Me rodean la indignidad
    y el desprecio;
    me amenazan la cárcel y el hambre.
    ¡No me dejaré sobornar!

    No. No se puede ser libre enteramente
    ni estrictamente digno ahora
    cuando el chacal está a la puerta
    esperando
    que nuestra carne caiga, podrida.

    Subiré al cielo,
    le pondré gatillo a la luna
    y desde arriba fusilaré al mundo,
    suavemente,
    para que esto cambie de una vez.

  • Rodrigo Olvera

    Hola Oscar
     
    ¿Conoces la Declaración de Principios del EZLN?  (Seguro resultará problamática para algunas sensibilidades)
     
    Declaración de Principios del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
    Es necesaria una cierta dosis de ternura
    para comenzar a andar con tanto en contra,
    para despertar con tanta noche encima.
     
    Es necesaria una cierta dosis de ternura
    para adivinar, en esta oscuridad, un pedacito de luz,
    para hacer del deber y la vergüenza una orden.
     
    Es necesaria una cierta dosis de ternura
    para quitar de enmedio a tanto hijo de puta que anda por ahí.
     
    Pero a veces no basta con una cierta dosis de ternura
    y es necesario agrega una cierta dosis…
    de plomo.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Artículo de Boff en Atrio – 23 de setiembre de 2011
    NECESITAMOS CORAJE
    ……………
    Valor o coraje, he aquí una virtud urgente para los días actuales.
     
    Pregunté a Pauline Tangiora, anciana maorí de Nueva Zelanda, cuál era para ella la virtud más importante. Para mi sorpresa dijo: «el coraje»:
     
    «Necesitamos tener coraje para alzarnos en favor del derecho donde reina la injusticia.
    Sin coraje no se puede llegar a la cima de ninguna montaña;
    sin coraje nunca podrás llegar al fondo de tu alma
     Para enfrentarte al sufrimiento, necesitas tener coraje;
    sólo con coraje puedes tender la mano al caído y levantarlo.
    Necesitamos coraje para engendrar hijos e hijas para este mundo.
    Para encontrar el coraje necesario tenemos que unirnos al Creador.
    Es Él quien suscita en nosotros coraje en favor de la justicia».
     
    Pues este es el coraje que el cardenal Arns infundió siempre en todos los que valientemente se oponían a los que nos secuestraron la democracia, y detenían, torturaban y asesinaban en nombre del Estado de la Seguridad Nacional (en realidad, de la seguridad del capital).
    ……………….
     
    Quiero recordar para este 2013 a Gaby,
    quien comentaba:
     
    Gabriel Sánchez
    23-Septiembre-2011 – 22:24 pm
    Es uno de los hombres…que nos ha legado…junto a un par de generaciones de pastores…La Fe…y la necesidad de seguir el camino de Jesús de Nazareth…y es cierto necesitamos coraje, incluso para tomar por el camino de la no violencia…Cuando la cultura dominante, toma por el de la violencia, el homicidio y la muerte…Gabriel