Hace pocas semanas, con pompa y circunstancia, el actual papa se mostró nuevamente como teólogo al publicar un libro sobre la Infancia de Jesús. Presenta en él la versión clásica y tradicional que ve en aquellos relatos idílicos una narración histórica.
El libro dejó sorprendidos a los teólogos, pues, desde hace por lo menos 50 años, la exégesis bíblica sobre estos textos muestra que no se trata de un relato histórico, sino de alta y refinada teología elaborada por los evangelistas Mateo y Lucas (Marcos y Juan no dicen nada de la infancia de Jesús) para probar que Jesús era realmente el Mesías, el hijo de David y el Hijo de Dios.
Para este fin, recurren a géneros literarios, que parecen historia pero que son en realidad recursos literarios, como, por ejemplo, los Magos de Oriente (que representan a los paganos), los pastores (los más pobres y considerados pecadores por tratar con animales), la Estrella y los ángeles (para mostrar el carácter divino de Jesús), Belén, que no sería una referencia geográfica sino un significado teológico, el lugar de donde vendría el Mesías, diferente de Nazaret, totalmente desconocida, donde probablemente habría nacido Jesús. Y así otros tópicos como analizo detalladamente en mi libro Jesucristo el Liberador (capítulo VIII).
Frente a los relatos tan conmovedores del Nacimiento podemos decir que estamos ante un grandioso mito, entendido positivamente como lo hacen los antropólogos: el mito como la trasmisión de una verdad tan profunda que solamente el lenguaje mítico, figurado y simbólico es adecuado para expresarla. Es lo que el mito hace. Un mito es verdadero cuando el sentido que quiere transmitir es verdadero e ilumina a toda la comunidad. Así el Nacimiento de Jesús es un mito cristiano lleno de verdad.
Nosotros usamos hoy otros mitos para mostrar la relevancia de Jesús. Para mí es de gran significado un mito antiguo que la Iglesia aprovechó en la liturgia de Navidad para revelar la conmoción cósmica ante el nacimiento de Cristo.
En él se dice:
«Cuando la noche iba por la mitad de su curso se hizo un profundo silencio. Entonces, las hojas parlanchinas callaron como muertas. Entonces, el viento que susurraba quedó quieto en el aire. Entonces, el gallo que cantaba se detuvo en medio de su canto. Entonces, las aguas del riachuelo que corrían, se paralizaron. Entonces las ovejas que pastaban se quedaron inmóviles. Entonces, el pastor que levantaba su cayado quedó petrificado. En ese momento todo paró, todo se suspendió, todo hizo silencio: nacía Jesús, el salvador de la humanidad y del universo».
La Navidad quiere comunicarnos que Dios no es esa figura severa y de ojos penetrantes para escrutar nuestras vidas. Aparece como un niño. No juzga, solo quiere recibir cariño y jugar.
Y he aquí que del Pesebre vino una voz que me susurró:
«¿Oh, criatura humana, por qué tienes miedo de Dios? ¿No ves que su madre enfajó su frágil cuerpecito? ¿No te das cuenta de que él no amenaza a nadie? ¿Ni condena a nadie? ¿No escuchas cómo llora suavemente? Más que ayudar, necesita ser ayudado y cubierto de cariño. ¿No sabes que él es Dios-con-nosotros como nosotros?» Y ya no pensamos más, damos paso al corazón que siente, se compadece y ama. ¿Qué otra cosa podríamos hacer delante de un Niño sabiendo que es Dios humanado?».
Tal vez nadie haya escrito mejor sobre la Navidad que el escritor portugués Fernando Pessoa, que dice: «Él es el eterno niño, el Dios que faltaba. El es lo divino que ríe y que juega. Es un niño tan humano que es divino».
Más tarde transformaron al Niño Jesús en San Nicolás, en Santa Claus y, finalmente, en Papá Noel. Poco importa, porque en el fondo, el espíritu de bondad, de proximidad y de Regalo divino está ahí. Estuvo acertado el editorialista Francis Church del The New York Sun de 1897 al responder a Virginia, una niña de 8 años que le escribió: «Querido Editor: dime la verdad, ¿Existe Papá Noel?
Y él sabiamente le respondió:
«Sí, Virginia, Papá Noel existe. Es tan cierto como que existe el amor, la generosidad y la devoción. Y tú sabes que todo eso existe de verdad y trae más belleza y alegría a nuestra vida. ¡Qué triste sería el mundo si no existiese Papá Noel! Sería tan triste como si no hubiese niñas como tú. No existiría la fe de los niños, ni la poesía y la fantasía, que hacen nuestra existencia leve y bonita. Pero para eso tenemos que aprender a ver con los ojos del corazón y del amor ¿Si existe Papá Noel? Gracias a Dios vive y vivirá siempre que haya niños grandes y pequeños que han aprendido a ver con los ojos del corazón».
En esta fiesta, intentemos ver con los ojos del corazón. Todos hemos sido educados para mirar con los ojos de la razón, por eso somos fríos. Hoy vamos a recuperar los derechos del corazón: vamos a dejarnos conmover con nuestros niños, permitir que sueñen y llenarnos de tierno afecto delante del Divino Niño que sintió placer y alegría al decidir ser uno de nosotros.
Bien, Rodrigo, es cierto que no todas las culturas invocan a la divinidad, sin embargo partiendo de la realidad filosóficamente hablando, el concepto de deidad no se identifica con divinidad. La deidad no es nada distinto del mundo y de las cosas reales por tanto tiene que ver con la inmanencia en su condición de dominio. Es el poder del que hablaba el otro día al referirme a la experiencia originaria y universal que el ser humano tiene con las cosas por el mero hecho de ser reales, de tener un dominio las unas sobre las otras y todas ellas en reciprocidad con él.
Es lo que expreso cuando, en coherencia con mi línea de pensamiento, antepongo la realidad al ser, pues aquí igualmente, puede decirse del mismo modo, que la deidad se antepone a la divinidad por lo que, así como la experiencia de la deidad puede quedar opcionalmente anclada en la inmanencia así también puede constituir una vía que cultural e históricamente derive hacia alguna divinidad concreta.
Con respecto al conocimiento humano la deidad se inscribe en una experiencia de aprehensión, como ya antes he indicado lo cual significa un hecho universal mientras que la divinidad es un problema de percepción ideológica y por tanto viene ya inscrita dentro de una cultura.
Bien, no sé que opinarás de todo lo expuesto, Rodrigo, de todas maneras te mando un abrazo.
gracias Rodrigo por tu interesante comentario y por tu información. Mi falta te tiempo me impidió contestarte hasta ahora. Mis disculpas. Pero el hecho de que Berger se considere católico no invalida su obra…Tambien muchos anglicanos hablan asi y aun muchos católicos que distan mucho de estar en la comunion de la iglesia….Ni creo tampoco que el fuera un verdadero “infiltrado” para “convertir” a los protestantes al catolicismo. Algo un poco dificil en estos momentos…Por lo tanto, no creo que fuera “papista” en el sentido peyorativo con que se aplica…ni mucho menos que fuera un” loro que repite”…pues es su labor de investigación científica aplicada al cristianismo en general lo que le ha dado fama y nombre mundial, ya que es un especialista en la verdadera vida de Jesus y de la iglesia primitiva. Y es que Klaus Berger traspasa el abismo de los que tratan de explicar que los milagros de Jesus y su mesianismo se remontan a la epoca de los post-resurreccion, como si los hechos y la vida de Jesus fueran mera invencion con fines didacticos, pero Klaus Berger fija mayormente su atencion en la epoca pre-pascual en una profunda exegesis del siglo I que no es mas que un “continuum”, algo que en realidad no puede dividirse en epocas…Palestina no era un territorio muy grande….los testigos vivían y vivieron durante todo el siglo I…no se podían “inventar” los hechos que ocurrieron publicamente en tan poco espacio de tiempo…30-50-100 años no son nada para la historia……su tesis afirma el origen histórico de los “hechos”…como se nos ha transmitido..La fe de la iglesia surgió de la verdad del Mesias, tal y como lo anunciaron los profetas del A.T….Y ese es el principal valor de Berger….tanto para la exegesis católica y apostólica como para los protestantes que estan mas cerca del Jesus histórico….
Me alegro que te encuentres bien….un abrazo de Santiago Hernández
Hola amiga
Nunca me cansas; aunque a veces dejo el tema por creer no poder avanzar más.
Dices: “la inmanencia no hace excepción a nada de lo que venimos diciendo”
Bueno, yo no hablo de la inmanencia EN SI, sino de la cultura de negar toda trascedencia, anclándose en la inmanencia. Y tal cosa sí hace excepción a UNA cosa de lo que venimos diciendo. Hace excepción a tu frase de que “todas las culturas de un modo u otro invocan a la divinidad, a la deidad, o en definitiva a la trascendencia”.
Un abrazo
Solo una cosita Rodrigo, no quisiera cansaros, pero es que, al tocar tú el tema de la inmanencia no he podido estarme de añadir unas reflexiones más que tal vez pudieran servir para acercar posiciones.
Me hablas de la opción por la inmanencia de Tierno Galván quien, por cierto, fue durante un tiempo alcalde de Madrid, ya fallecido. Tiempo atrás me interesó su pensamiento a raíz también de mi interés por Wittgenstein, quien T. Galván, creo, fue su primer traductor en español. Pues bien, la inmanencia no hace excepción a nada de lo que venimos diciendo pues forma parte del poder de lo real de las cosas mundanas , por lo que el ateísmo entonces consiste, en mi opinión, justo en vivir la vida como pura facticidad, es decir, como algo que se basta así misma. Es una interpretación del poder de lo real tan interpretación como puede ser la de admitir la realidad de Dios en él. Por tanto, teismo y ateismo son dos modos posibles en los que puede concluir el proceso intelectivo del problema del poder de lo real en el mundo.
Gracias Rodrigo! un abrazo.
Gracias, Honorio, estoy contigo. Es imposible conceptuar lo innombrable e ilimitado. Es más ajustado percibirlo así que enredarnos en mostrar quién lleva más parcela de verdad y razón.
Todo es entonces posible en el no-saber, nada queda fuera de lo que llamamos Dios. Pero nos cuesta aceptarlo , sobre todo aquello que nos desagrada, porque no cumple nuestros requisitos…
¿Entonces, quién tiene que admirar a quién?
Un abrazo
Leo con mucho interés todas vuestras reflexiones, que valoro más por lo que tienen de sinceras y salidas de lo más profundo del ser de cada uno/a y de unas mentes bien iluminadas y equipadas, que también.
Ayer empecé a pensar en el texto de Lucas que se leerá en las misas del próximo domingo después de Reyes, cuando Jesús se presenta ante el Bautista y se oye una voz del cielo: “Este es mi hijo muy amado en quien tengo todas mis complacencias…” etc. En primer lugar me planteé si ese episodio es fantasía de Lucas más que hecho histórico. Porque no se abren los cielos así como así…
Y hoy pienso que ese texto de Lucas refleja una corriente de pensamiento de la iglesia de su tiempo que convierte en hecho histórico una convicción o creencia.
Alguien ha dicho aquí que la iglesia primitiva tenía muy clara su fe y su opinión sobre la identidad de Jesús. Yo creo que no, que entonces como ahora la personalidad de Jesús se entendía o interpretaba o traducía a lenguaje humano de maneras muy diferentes.
Y a lo largo de la historia ha venido ocurriendo lo mismo; y los mismos que intentan convertir su definición de Jesús en un dogma, a la hora de explicarlo, no aciertan a hacerlo y recurren a conceptos y recetarios diferentes, que en vez de aclararlo lo ponen más confuso todavía.
No sé, ayer pensaba yo que Dios, visto desde nuestro mundo y nuestros ojos, es aquello o aquel que fundamenta y consolida la dignidad de todo ser humano y el carácter sagrado de todo lo que existe. A partir de este concepto tan de salir del paso, cada uno puede construir sus teorías profundizando en lo negativo, en lo que no es Dios, hasta llegar a decir que no existe, o en lo positivo, en lo que es y en lo que hace, ha hecho y seguirá haciendo. Café para todos, amigos. En Dios cabemos todos.
Y Jesús? Pues más de lo mismo: en la medida en que realiza en su persona la imagen más alta del ser humano, Jesús es lo más cercano a ese Dios del que hablo. No me opongo a que se le considere Dios hecho hombre, es una solución posible que cabe en la mente humana como otra cualquiera.
De todos modos, quizá vosotros lo decís mucho mejor, cada uno con su propio lenguaje. Asun, María Luisa, Rodrigo, Henríquez Santiago…estoy con todos vosotros, os admiro.
Dices Santiago: “mucho mas valor tiene su ingente obra ya que ésta no procede de ningún católico-romano, al que se le pudiera acusar de papista o “papagayo que repite”…sino de un “evangélico”, un hombre que pertenece a una iglesia reformada, pero que se encuentra en busca de la historia real…”
Klaus Berger nació católico y se mantuvo públicamente como católico hasta los 27 años de edad, en que la Facultad de Teología Católica rechazó su tesis de doctorado. Entonces empezó a enseñar en institutos evangélicos, bajo la apariencia de haberse convirtido en Evangélico.
En 2005 Robert Luz, presidente de la Academia Evangélica de Berlín, le acusó públicamente de haber dado la falsa impresión de conversión para poder enseñar en institutos evangélicos, cuando en realidad nunca dejó se ser católico. Berger se defendió diciendo que era al mismo tiempo Evangélico y Católico “exiliado”, lo que obligó a Joaquín Navarro-Valls a salir públicamente a desmentir que pudiera tener una identidad confesional dual.
Finalmente, el 7 de noviembre de 2006 (poco antes de jubilarse) abandonó públicamente la Iglesia Evangélica para incorporarse a la diócesis católica de Hildesheim, afirmando que nunca renunció a la Iglesia Católica y que nunca dejó de ser católico.
Su libro Jesús fue públicado en 2004 y su visión católica en tal libro motivó la investigación que condujo a la acusación de Robert Luz en 2005.
Saludos
Y en el capítulo de dar gracias tambien hay que dártela, Luis Henríquez, por recomendar al JESUS de Klaus Berger…No es tarea fácil deshacer el entuerto..tan bien organizado y planeado…y que han copiado tantos, trágandose unos las mentiras mas burdas y absurdas por crasa ignorancia…y con malicia otros, buscando quitar la fe de muchos, ya que ellos la habían perdido hacía tiempo…no es fácil pues…desmitificar a uno a quien gratuitamente, y sin razón válida, o por mero gusto, se desmitologizó falsamente pues en realidad nunca Jesus fue un mito…Pero vale la pena que lo intentara Berger..pues mucho mas valor tiene su ingente obra ya que ésta no procede de ningún católico-romano, al que se le pudiera acusar de papista o “papagayo que repite”…sino de un “evangélico”, un hombre que pertenece a una iglesia reformada, pero que se encuentra en busca de la historia real, y que está unido a nuestra iglesia en la ecuménica verdad del Cristo histórico que es tambien el Cristo de la fe…que siempre constituye el vínculo esencial de la comunión….pues Jesus sigue siendo el señor de la historia en quien todos los caminos llegan a su final….y en EL que todos los puntos van a converger. El empeño de los falsos revisionistas y de los reduccionistas negativos no va a triunfar…al final la verdad se volverá a abrir paso porque lo que proclamaron los testigos del siglo I fue la verdad, tal y como ellos la constataron y la relataron, de viva voz primero y en la memoria escrita despues….Como decía Pascal “creo en testigos que se dejan matar” por defender sus creencias….La unanimidad en la confesion de la fe en Cristo pesa mucho en el colegio apóstolico…tanto que su verdadera esencia nos ha llegado hasta el siglo XXI…en este mismo día del Señor….un abrazo de Santiago Hernández
Gracias Agustín O. por el link sobre tu artículo. Te felicito por la gran labor que realizas al enseñar la realidad histórica del cristianismo que es la base de nuestra fe….Es una tarea importante, sobre todo, ahora donde la duda y la mentira quieren imponerse a toda costa…Hace falta, no uno, sino una legión de “academicos” que se dediquen a contra-restar todo este plagio que se pretende hacer de la verdad….un abrazo de Santiago Hernandez
Hola M. Luisa
No quería dejar sin responder tu más reciente comentario.
Lo primero, reconocer mi error. Interpreté que al decir “Jesús es de Dios” afirmabas la divinidad de Jesús, “de abajo-a-arriba”. Dices que no afirmas. Error mío entonces.
Sí, tú hablas de Realidad más que de divinidad, por éso me sorprendió tanto el trasvase de realidad a divinidad. Y bueno, en mi opinión, no son trasvasables.
Ahora, me parece que no es cierto que ” todas las culturas de un modo u otro invocan a la divinidad, a la deidad, o en definitiva a la trascendencia”. La enorme mayoría, sí; todas? no. Mira por ejemplo la insistencia de Tierno Galván en instalarse en la inmanencia. Tierno Galván es parte de una cultura (minoritaria, casi extinta, pero existente) que no invoca ni a la divinidad, ni a la deidad ni a trascendencia alguna.
Aunque yo no comparto su cosmovisión, le reconozco la congruencia de su esfuerzo por atenerse a la inmanencia. No es nada fácil!!!
Te mando un gran abrazo
Hola amigos, por si les interesa he tratado el tema del nacimiento de Jesús y de la Navidad, con lo que supone de la encarnación de Dios en Jesús, en Jesús Pobre y Salvador-Liberador con los pobres, etc. en este escrito:
http://www.redanchieta.org/spip.php?article904
En él dialogo con teólogos como Boff u otros, un cordial saludo
Para esta controversia recomiendo una obra, monumental (en la edición española, son 720 páginas, de las que llevo leídas 214), titulada Jesús, de Klaus Berger, catedrático emérito de Teología del Nuevo Testamento en la Facultad de Teología Evangélica de Heidelberg. En España, que yo sepa, la ha publicado Sal Terrae.
Se trata de un teólogo alemán de tradición reformada pero muy ecuménico, muy protocatólico; de hecho, Benedicto XVI estima notablemente el trabajo de este teólogo, que pasa por ser una eminencia mundial de la investigación sobre el Nuevo Testamento. El profesor Berger pretende dar la vuelta a la tortilla, al calcetín de mucha de la investigación histórico-crítica producida hasta la fecha: desmitificar la desmitologización de Cristo Jesús.
Feliz DÍA DE REYES.
Estimado Rodrigo, en esto sí que estoy de acuerdo contigo “Afirmar la divinidad de Jesús, sea de “arriba a abajo” o de “abajo a arriba”, es una especulación” Pero es que yo no he afirmado en ningún momento la divinidad de Jesús ni de arriba abajo ni de abajo a arriba. Yo suelo hablar más que de divinidad de realidad, es decir, del poder de lo real y ese poder es ascendente y experiencial. El trasvasar, en esta ocasión, la idea de “realidad a divinidad” fue para situarme al nivel del artículo tratado por Bof y poder así comentarlo.
Dicho lo cual, si ahora tomo las dos expresiones en cuestión “Jesús es Dios” y “Jesús es de Dios” podemos distinguir la diferencia entre una y otra, la cual consiste en que, mientras la primera, en efecto, se trata de una afirmación racionalista, la imperante sobre todo en Occidente, la segunda, en cambio, si nos atenemos, eso sí, a que todas las culturas de un modo u otro invocan a la divinidad, a la deidad, o en definitiva a la trascendencia, vemos que ese “de” abre la posibilidad de una metafísica intramundana pues surge, como dije, de una experiencia de vida personal sin que por ello haya de inscribirse necesariamente en la cultura cristiana pues la praxis de Jesús es una praxis universal humana.
Por tanto dejando a un lado la divinidad y centrándonos, ahora, en la realidad en donde estamos, se puede decir que el ser humano está religado al poder de lo real. Lo fundante es la realidad que el ser humano experiencia como última, posibilitante e impelente. Por eso la realidad como poder es nuestro horizonte, a partir del cual el ser humano se encuentra religado al poder de lo real siendo esta su primera experiencia, originaria, universal e irreductible. Por tanto, a partir de la experiencia de la religación se puede razonar sobre el fundamento pues aquí la razón funciona como en ciencia lo cual quiere decir que aquel se realiza en el mundo, no más allá de él. Es esta, además una experiencia individual, social e histórica y, en todo caso es una experiencia fruto de una opción.
Un cordial y amistoso saludo
Querida Ma Luisa
Afirmar la divinidad de Jesús, sea de “arriba a abajo” o de “abajo a arriba”, es una especulación.
Afirmar que la conclusión de esa especualción (la divinidad de Jesús) “es dada” por la experiencia de la realidad, significa que quienes arriban a una conclusión diferente no tienen experiencia de la realidad. Pues si algo es “dado” por la experiencia de la realidad, significa que toda persona que experimenta tal realidad “recibe” lo que es dado por tal experiencia. De modo que si no se recibe lo que es dado por la experiencia de la realidad, sólo puede explicarse con dos opciones:
a) o realmente no es dado por la experiencia, sino por operación conceptual posterior;
b) o realemente no se ha tenido la experiencia de la realidad
En mi opinión personal, se trata de la primera posibilidad (realmente la supuesta divinidad de Jesús no es dada por la experiencia de la realidad) y considero que la segunda posibilidad (no concluir la divinidad de Jesús es porque realmente no se experimentó la realidad) me parece arrogante. Pues tal segunda opción es equivalnte a creer que solo quien concluye lo mismo que yo está en contacto y experiemente la realidad.
Saludos
Bien, ahora, con más tiempo y de entrada felicitándoos a tod@s el Año Nuevo, quisiera, a propósito del fallecimiento ayer mismo de una gran personalidad catalana el doctor Moisés Broggi científico y humanista de 104 años, referirme a unas palabras suyas para iluminar un poco el sentido que se le ha de dar a la realidad en el diálogo contextual de estos días pasados.
Simplemente le cogí de una entrevista estas sencillas palabras que, por cierto, le serán muy familiares a nuestra amiga Asun, decía Broggi con su faz vieja y serena de ojos hundidos
“Somos mucho más de lo que somos”.
Pues bien, comprender esta posibilidad de ser supone poner previamente la realidad como horizonte, sin que ello signifique afirmación alguna de carácter cognitivo pues más que una afirmación se trata de un acto de aprehensión de captación de algo real. Por tanto, no es ninguna teoría la que nos hace decir tal cosa, sino que más bien se trata de un “hecho” es decir, de un acto humano de intelección.
Pues bien, para tratar el tema que tratábamos sobre la diferencia de sentido entre la expresión “ Jesús es Dios” o la expresión “Jesús es de Dios” usé de este planteamiento que, a poco que se profundice se verá que es un proceder que va de abajo a arriba huyendo de toda especulación e idealismo y apoyámdose meramente en la experiencia humana de la intelección.
Según la tradición, el nacimiento de Jesús tuvo lugar un 25 de diciembre. El Diccionario abreviado Oxford de las religiones del mundo define Navidad como la “fiesta cristiana que conmemora el nacimiento de Jesús, celebrada el 25 de diciembre”. Sus raíces. “La elección del 25 de diciembre no tiene fundamento en la Biblia —explica The Christmas Encyclopedia—, sino en las fiestas romanas paganas que se celebraban a finales del año”, aproximadamente en la época del solsticio de invierno, cuando los días empiezan a alargarse, en el hemisferio norte. Aquellas fiestas incluían las Saturnales, en honor de Saturno, dios de la agricultura, “y las fiestas combinadas de dos dioses solares, el romano Sol y el persa Mitra”, señala la misma enciclopedia. Estas últimas conmemoraban el nacimiento de ambos dioses y se celebraban el 25 de diciembre, fecha del solsticio de invierno según el calendario juliano. Aquellas fiestas paganas comenzaron a “cristianizarse” en el año 350, cuando el papa Julio I designó el 25 de diciembre como día del cumpleaños de Jesús. “La Natividad asimiló o suplantó gradualmente todos los demás ritos del solsticio —indica la Encyclopedia of Religion—. La imaginería solar se utilizó cada vez más para representar al Cristo resucitado (a quien también se llamó Sol Invicto), y el viejo disco solar […] se convirtió en el halo de los santos cristianos.”
http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/102010442
Pero, Oscar! no se trata de un saber racional, se trata de un saber que nace de la confianza. No me puedo alargar ahora pero no quería pasar por alto y agradecerte tu atención.
A Rodrigo ya me temía yo su reacción. ¡Cómo se puede mezclar a la iglesia en la dialéctica que manteníamos equiparando además su nefasto apotegma “fuera de la iglesia no hay salvación” con mi simple exposición sobre la realidad!
A Asun, no he podido leer atentamente tu comentario, queda pendiente, seguro que me gusta
A en – red, es cortito y lo he leído, me gusta Panikkar!
A todos, un abrazo!
Gracias, Oscar, precisamente eso que da forma a eso, es lo que somos y nos sobrecoge y sorprende a cada instante, juntos o en soledad.
He recogido en favoritos el enlace de los tangos, no para recordarte, solo, también para recordarme en tantos y en tantas… Una maravilla. Gracias de nuevo.
Un abrazo.
Hola Asun!
Te leo:
1) – “La realidad como misterio que se nos escapa
2) y no podemos apresar”-
…………………..
Estaba pensando que a Newton le pasaba exactamente eso:
1) – La realidad del caer y elevarse de las cosas se le escapaba –
A pesar de ello, y tal vez por ello mismo (un no querer que se le escape),
es que se pasaba la vida como gallina culeca.
Así se expresaba: -“Nocte dieque incubando” (día y noche incubando).
Y así logró iluminar el Misterio con un decir exacto: Ley de Gravedad universal.
…………………..
Pienso que la dignidad y amor humano está en
NO RENDIRSE AL MISTERIO DE REALIDAD NINGUNA.
¡Claro que para que la Realidad vaya siendo
hay que esforzarse un poquito más!
Porque toda Realidad –como un Jeroglífico- quiere decirnos algo;
Ella está “cifrada”, “cubierta”, “velada”, “virgen”, “no-concebida”, “oculta”…
Ella NO ES hasta que nosotros la des-cifremos, des-cubramos, re-velemos, des-virguemos, concibamos, manifestemos …
Lento viene el futuro
lento
pero viene
································
ese experto futuro que inventamos
nosotros y el azar
cada vez más nosotros
y menos el azar.
Mario Benedetti
SEGUIR CRECIENDO
(Marta Ruffini)
Tenemos un color
amargo
deslucido
sin ternura.
Lenta la imagen, la voz sin resplandores.
Tenemos en las manos
antiguas envolturas que desdeñan
zafar de la rutina.
Miedos
hasta por las costillas.
Acaso ¿no soñábamos
un día ser grandes ?
A ver si nos juntamos, en serio,
para pensar un poco más a fondo
en una alternativa, para ser quien queremos,
para buscar pensando
y rescatar un sentir que está latiendo.
Sin áridos prejuicios
para miramos diferentes.
Revelarnos
aprender a crecer cada momento
con otros
armando nuestro milagro cotidiano.
··············
¿ Qué somos, la gota de agua, o el agua de la gota ?
( Panikkar)
Según Panikkar , y en esto coincide con pensadores antiguos y contemporaneos, somos el agua de la gota. El trabajo en esta vida es ser tomar conciencia de ello. Esta toma de conciencia favorecería las relaciones sociales. La gota- el pequeño yo- desaparece. Queda el Si Mísmo, la Realidad, la Fuente, D*os. Aquello que Es y que hace que todo sea. Vida
saludos
Queridos Mª Luisa y Rodrigo:
Ante todo, perdonad mi intromisión.
La realidad como misterio que se nos escapa y no podemos apresar, pero nos hace atisbar un más allá o acá de lo que pensamos que somos, unos lo llaman Dios, y hasta puede que en todo y todos lo perciben, sienten su trasparencia envolvente sin separación alguna, otros, en cambio, a esto no le ponen nombre y mucho menos creencias. ¿Acaso esto no es el fondo de bondad sintiente de todo ser humano que le mueve a verse en el otro como un igual y al universo como un todo y parte que él mismo es?
Estas experiencias “espirituales” se dan en personas creyentes y no creyentes, coincidiendo en todo, en un sentimiento de gratitud inmensa, excepto en las palabras que lo expresan, cuando se superponen conceptos religiosos de otras épocas y visiones del mundo, constructos humanos que lo enmarañan y fragmentan en lo esencial.
Si de esta Realidad o Conciencia con mayúscula, sentimos, en un no saber, que emerge todo sin barreras ni límite alguno, nada nos puede ser extraño que todo se dé tal como lo percibimos, que nada sobra y nada falta, todo tiene sentido y a todo abraza, no dejando nada, ni nadie fuera.
Somos con nuestra mente la causa y motivo de vernos separados y confrontados en ideas y creencias perpetuándolas hasta llegar a olvidar para siempre quienes somos sin etiqueta alguna.
Jesús es lo que somos todos de fondo, un ser humano que confía en la vida y en el amor, porque ha visto que él es eso mismo.
Un abrazo.
Pues no, amiga mía
“hablar de su realidad [de Dios] desde la nuestra que es algo que de modo distinto es común a todos los seres humanos, no es ni mucho menos definirla sino “sentirla” en reciprocidad abierta y por tanto se trata de una experiencia universal”
Falso completamente. Pregunta a cualquier ateo y te dirá que no “siente” ninguna realidad de Dios; mucho menos “siente” ninguna reciprocidad. No es por tanto ninguna “experiencia universal” ni “común a todos los seres humanos”.
Un abrazo
No lo sientas Rodrigo, es normal, probablemente en otras ocasiones pero con distinto formato nos habrá salido al paso esta misma idea sin lograr, al menos en algunos puntos, un mínimo de consenso. Es lo que viene ocurriendo por ejemplo desde los inicios de Atrio con el problema que genera la no distinción entre creencia y fe por lo que el tema reaparece y va reapareciendo de nuevo continuamente.
De todas maneras déjame añadir una cosa. No es lo mismo hablar de Dios que hablar de su realidad. En el primer caso el pensamiento la constriñe en un concepto: el de Dios. Siendo a partir de ahí lo que permite luego elaborar refinadas teologías. “Jesús es Dios”
En cambio hablar de su realidad desde la nuestra que es algo que de modo distinto es común a todos los seres humanos, no es ni mucho menos definirla sino “sentirla” en reciprocidad abierta y por tanto se trata de una experiencia universal que justamente por ello puede la realidad, sin embargo, también ser percibida desde una experiencia meramente positiva de ella.
Me alegro que estés ahí, Rodrigo
Lo siento Ma. Luisa, pero me es imposible aceptar la frase tal expresión “Jesús es de Dios” nos viene dada tras vivir la experiencia de la realidad humana la misma que vivió Jesús.
a) Hay muchas personas que tras vivir la experiencia de la realidad humana rechazan que “Jesús es de Dios”, por considerar que no hay Dios alguno. Igualmente, rechazan la supuesta divinidad de Jesús, tanto de arriba-a-abajo (Jesus es Dios) como de abajo-a-arriba (Jesús es de Dios).
Si tanto quienes afirman la divinidad de Jesús como quienes la niegan, han vivido la experiencia de la realidad humana, entonces la afirmación de la divinidad de Jesús (así sea en la versión de abajo-a-arriba) no viene dada por vivir la experiencia de la realidad humana, sino que viene de una operación distinta.
A menos, claro, que afirmes que únicamente quienes aceptan la divinidad de Jesús, en su versión de abajo-a-arriba (Jesús es de Dios) han vivido la experiencia de la realidad humana, lo cual me parecería tan arrogante como afirmar que fuera de la Iglesia no hay salvación.
Oscar
¿Y si afirmamos que Jesús es de Jesús; así como Oscar es de Oscar?
Saludos
Hola M. Luisa!
Bueno, te sigo, dices el texto más completado el texto de Boff:
¿No sabes que él es Dios-con-nosotros como nosotros?» Y ya no pensamos más, damos paso al corazón que siente, se compadece y ama. ¿Qué otra cosa podríamos hacer delante de un Niño sabiendo que es Dios humanado?»
Entonces comento el complemento:
1) – “¿No sabes que él es Dios-con-nosotros como nosotros?”
Respondo: -No! No lo sé-
2) “Y ya no pensamos más”-
Respondo: Yo sigo pensando, porque “No! No lo sé”.
¿Voy todavía? – Oscar.
………………
NOTA: ¿qué es para mí el PENSAR?
PENSAMIENTO es cuanto hacemos –sea ello lo quesea-
para salir de la Duda en que hemos caído
y llegar de nuevo a estar en lo cierto.
¿De qué se está cierto el ser humano de hoy?
No puedo saltarme la sombra de mi tiempo.
Como dice un Recitado pre-tango:
– “Soy parte de mi pueblo
Y le debo lo que soy.
Hablo con su mismo verbo,
Canto con su misma voz-
Hola Oscar! De entrada al leer a Bof también a mí me ha parecido correcta tu distinción, pero luego, releyendo el texto me he dado cuenta de que Bof no anda desencaminado vista tal expresión en su conjunto.
Es cierto que desde el punto de vista que se suele defender en Atrio la divinidad de Jesús es partiendo de abajo arriba, es decir expresándolo en la frase no diciendo “Jesús es Dios” sino diciendo “Jesús es de Dios”, cuya expresión ya se ve que proviene no de una teoría, es decir, de una elaboración teológica que es por lo que Bof en el articulo le quiere dar la vuelta al asunto, sino que tal expresión “Jesús es de Dios” nos viene dada tras vivir la experiencia de la realidad humana la misma que vivió Jesús.
No se trata de ninguna afirmación a la que no se le integrara en el conjunto de lo característicamente humano sino que, en unidad con todas las notas humanas, se trata de una probación física de nuestra propia realidad humana.
Tú mismo esta realidad lo experiencias cuando dices “Yo me tomo en serio jugar y conversar con ellos”. Te realizas humanamente en esa actividad de entrega, y no es porque “debes” (piensas) sino que “sientes” que es así como te realizas humanamente jugando con tus nietos. Es, creo, la misma experiencia que vivió Jesús haciendo el bien por allí donde pasaba
Fijémonos, por ejemplo, en esta secuencia del texto que él subraya:
¿No sabes que él es Dios-con-nosotros como nosotros?» Y ya no pensamos más, damos paso al corazón que siente, se compadece y ama. ¿Qué otra cosa podríamos hacer delante de un Niño sabiendo que es Dios humanado?»
Este “es” Dios-con –nosotros como nosotros” no es un es de un saber que sea producto de una afirmación del pensamiento, es decir, de un pensar que opera por separado irrealmente, sino un “es” real que por serlo emana del corazón que siente, dice Bof. Y yo lo interpreto como una experiencia unitaria de superación que nos deriva a un nuevo “modo” de ser en el que se nos revela lo que somos en realidad en el fondo. No somos nosotros los que pensamos, haciendo de la realidad un ente sino que es la realidad la que nos hace pensar y por tanto es un pensar que reciprocamente nos abre hacia la nuestra propia. Creo que es desde esta perspectiva como se puede estar de acuerdo con Bof,
Aprovecho para desearte un ¡Feliz Año Nuevo!
Me parecen magníficos todos los intentos de los teólogos de contrarrestar esa imagen de Dios tan poco atractiva que se ha ido divulgando años y años. Intentos serios y bien fundados y aquí incluyo el artículo de Boff. Me sugiere que los que estamos de acuerdo podríamos colaborar a divulgar esta forma de hablar del nacimiento de Jesús a los niños que conozcamos y a los adultos, si se tercia. Una imagen de Dios comprensivo me parece el primer paso para orar, o mejor para interesarse por la oración. Luego Dios hace lo demás.
Hola!
Leo:
– “¿Qué otra cosa podríamos hacer delante de un Niño
sabiendo que es Dios humanado”
Me quedo con lo primero de la pregunta:
– “¿Qué otra cosa podríamos hacer delante de un Niño?”
Lo segundo: “sabiendo que es Dios humanado”
a mí me distorsiona completamente.
Prefiero la primera parte que dice:
– “¿Qué podría hacer delante de un niño?”
Yo me tomo en serio jugar y conversar con ellos.
A mis nietos (mellizos de 9 años) les gusta.
Ahora, al vivir del otro lado de la Cordillera de Los Andes,
veo que preguntan por mí a sus papás
y me llaman por teléfono.
No suelo regalarles más que mis ratos de estar con ellos.
Sólo algún caramelito a modo de símbolo cómplice.
En fin, ya lo dije:
lo del Dios humanado … bueno, mejor que no la embarre
diciendo lo que diría en estos asuntos ¿no?
¡Voy todavía! – Oscar.
…………………
Nota: con niños que no sean nietos: hago lo mismo.