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Nada habíamos publicado aún del último libro de Joseph Ratzinger. Aunque parece que el tomo sobre la infancia de Jesús lo ha escrito siendo ya papa y poniendo toda su atención en apuntalar la fe en los mitos que agrandan la figura de Jesús como fundamenro de su poder papal, desatorizando otros por populares que sea. Escogemos muy conscientemente el comentario de Juan B. Bedoya , desde una perspectiva laica ilustrada.
Más toques de fe que de historia
Benedicto XVI sostiene que se saben “pocas cosas” sobre Jesús, pero lo enlaza con el emperador Augusto como “una conexión interplanetaria” y lo emparenta con el rey David
“Cualquiera es libre de contradecirme”. Esta advertencia de Benedicto XVI figura en el prólogo del segundo tomo de su jaleada biografía sobre Jesús. Conviene no olvidarla para entender el tercero y último, que acaba de publicarse con el título La infancia de Jesús. El cardenal Antonio María Rouco lo presenta mañana en la Biblioteca Nacional. “No he intentado escribir una cristología”, confiesa el Papa, como justificándose. Efectivamente, el libro no es una biografía al uso, ni de lejos, sino una exhibición de elaboraciones teológicas, “una cristología desde arriba”, por citar el precedente famoso de El Señor, de Romano Guardini, tan admirado por el Papa.
El lanzamiento del libro ha contado con una polémica en torno a la presencia, o no, de un buey y un asno en el establo donde nació el fundador cristiano. También se ha discutido la insistencia del Papa en que todo empezó en un pesebre de Belén, adonde el matrimonio José y María habría acudido para cumplir con un censo decretado por Roma. Historiadores antiguos y modernos desmienten esa tesis con toda certeza. En realidad, al Papa le importa poco el debate sobre los hechos. Partiendo de su idea de que se saben pocas cosas sobre Jesús, a Benedicto XVI le motiva más el que los hechos coincidan con profecías de la Biblia. Si no coinciden, peor para los hechos.
Benedicto XVI conoce el terreno que pisa. Por ejemplo, descarta a Nazaret como el lugar del pesebre porque le venía mal a profecías que va a manejar. Si Jesús hubiera nacido en Nazaret, una pequeña ciudad de Galilea antes de él sin ninguna celebridad, ¿cómo casar el que descendiese de la casa de David? También se derrumbaría con estrépito la larga genealogía de José, el padre legal de Jesús, que remonta hasta Adán pasando por David y Salomón. El fundador del cristianismo, qué menos que emparentarse con reyes y compararse con el emperador Augusto. Los Evangelios —del griego, buena noticia— son relatos para endiosar a un fundador, como habían hecho antes —y hacen después— los escribas de otras tradiciones.
Ha pensado Ratzinger en esa circunstancia cuando escribe (página 11) que “Nazaret no era un lugar que hubiera recibido promesa alguna”. Recuerda, por eso, la respuesta que un futuro discípulo de Jesús, Felipe, ha dado a su compañero Natanael cuando este le comunica que “aquel de quien escribieron los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret”. La respuesta de Felipe es conocida, y al Papa le gusta subrayarla: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?”.
Como si hubieran leído esta frase del libro, dos tuiteros reflexionaban graciosamente estos días, en medio del belén que se ha armado con las dudas sobre si había, o no, bueyes y burros en el dichoso establo. “¿Para qué nacer en Lepe, pudiendo ser de Bilbao?”, decía uno. Contestaba otro: “Seamos universales: ¿para qué ser de Idaho pudiendo nacer en California?”. Un tercero pregunta: “¿Y dónde aparcó su mula José? ¿O es que la virgen María, a punto de parir, tuvo que viajar a patita de Nazaret a Belén?”.
Benedicto XVI, de civil Joseph Ratzinger, de 85 años, empezó a escribir esta obra antes de encumbrarse en el pontificado romano, en 2005. Eso quiere decir que el primer tomo, y probablemente el segundo, son obra del teólogo Ratzinger, a la sazón gran inquisidor romano. Fueron obras sólidas, de peso, incluso físicamente (447 páginas el primer tomo; 396, el segundo). El que ahora se presenta (apenas 137 páginas, editadas por Planeta), lo ha escrito como Papa, en medio de las imponentes parafernalias del cargo. El autor parece reconocerlo en el prólogo: “Espero que, a pesar de sus límites, este pequeño libro pueda ayudar a muchas personas en su camino hacia Jesús y con él”. Lo firma el 15 de agosto pasado, festividad de la Asunción de María al cielo, en su palacio de veraneo, Castel Gandolfo, a orillas del lago Albano.
La advertencia no ha espantado la polémica. Poner en duda la presencia de un burro en la cuadra donde nació el fundador de su religión hubiera sido apenas noticia si saliese de la pluma de un teólogo, por famoso que fuese. Dicho por el Papa ha suscitado mil controversias. Por eso la noticia ha armado el belén. En España existe esta expresión —¡Y se armó el belén!— para definir una escandalera de este tipo, que ha desatado en las redes sociales execraciones o bromas sin cuento.
¿Qué ha escrito, realmente, Benedicto XVI? Parece obligado empezar por la noche en que la Virgen dio a luz y “envolvió al niño en pañales” sobre un pesebre. “Podemos imaginar sin sensiblería con cuánto amor preparaba el nacimiento”, escribe. Apenas dos párrafos después aborda la escena completa. ¿Quién más había en el establo? Este es el texto: “Como se ha dicho, el pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen. En el Evangelio de Lucas no se habla en este caso de animales. Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, remitiéndose a Isaías 1, 3: ‘El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende”.
San Francisco de Asís toma esa profecía para construir en la Navidad de 1223, por primera vez en la historia de la cristiandad, una casita de paja a modo de portal y explicar a sus fieles el misterio del nacimiento de un Jesús pobre entre los pobres. Ahí empezó la tradición del belén, no antes. La imponente autoridad moral del franciscano, patrono de los animales y que da nombre a la gran ciudad de California, extendió pronto el mito por Europa y América. El Vaticano está construyendo el suyo estos días, impresionante, como cada año en la plaza de San Pedro. Por cierto, el Evangelio lucano no habla de animales en el establo, pero tampoco dice nada de la (se supone que indiscutible) presencia de José, el padre legal del recién nacido.
Más metáforas. Dedica el Papa cuatro páginas a subrayar cómo Jesús, “el realmente Poderoso” (la mayúscula es suya) nace “en un pesebre, en un ambiente poco acogedor, incluso indigno”, pero, inmediatamente, hace una pirueta que deja al lector descolocado. “En realidad, el pesebre es una especie de altar y se convierte en una referencia a la mesa de Dios”. Naciendo entre pastores (si aquello era un establo, “habría pastores y animales”, remacha), podrá remontarse a David, pastor de ovejas antes que rey, y a la profecía de Miqueas, según la cual de un pesebre de Belén “había de salir el que un día apacentaría al pueblo de Israel”. Resumen papal: “Jesús es el Gran Pastor de los hombres”.
Después de esa que el Papa llama “pequeña divagación”, el libro vuelve al texto del Evangelio de Lucas, donde se lee: “María dio a luz a su hijo primogénito”, y entra en el debate sobre si la Virgen fue madre de otros hijos (y también hijas), y si san Pablo entró al trapo cuando llama a Jesús “el primogénito de muchos hermanos”. Conclusión del teólogo Ratzinger, esforzado a demostrar la virginidad de la madre: “El primogénito no es necesariamente el primero de una descendencia sucesiva. La palabra “primogénito” no se refiere a una numeración sucesiva, sino que indica una cualidad teológica”. Conclusión: “En el humilde pesebre está ya este esplendor cósmico: ha venido entre nosotros el verdadero Primogénito del Universo”. Vaya por Dios.
Sobre Jesús hay cientos de miles de libros y en torno a 10.000 biografías consideradas serias. Es lógico si se tiene en cuenta que su nacimiento, pese a tener fecha dudosa, parte en dos la historia de una porción del mundo desde que el monje Dionisio el Exiguo propuso en el siglo VI —y el Papa impuso— reemplazar la cronología romana, que contaba los días a partir de la fundación de Roma, por una cronología cristiana. Desde entonces, se cuentan los años por un antes y después de Cristo. Ratzinger entra en el asunto para anotar lo que está sobradamente constatado: la insólita circunstancia de que Jesús nació antes de la era cristiana. “Evidentemente”, escribe, “Dionysius Exiguus se equivocó algunos años en sus cálculos”.
En este punto, hace afirmaciones que los historiadores niegan. Dice, por ejemplo, que Jesús “nació en Belén” porque sus padres habían viajado hasta allí para cumplir “con un censo ordenado por los romanos”. Frente a la tesis de que para ese censo, de haber existido, no habría sido necesario un viaje de cada cual a su ciudad, el Papa replica, apelando a “diversas fuentes”, que los interesados “debían presentarse allí donde poseyeran tierras”. Según el Papa, José, de la casa de David, disponía de una propiedad en la comarca de Belén. El terrateniente, no hace falta decirlo, es carpintero en Nazaret y marido de María, virgen y la madre de Jesús.
No es verdad que hubiera revisión catastral alguna en ese tiempo. El Papa parece aceptarlo cuando empieza el párrafo siguiente afirmando que “siempre se podrá discutir sobre muchos detalles porque sigue siendo difícil escudriñar en la vida cotidiana de un organismo tan complejo y lejos de nosotros como el del Imperio romano”.
La afirmación es temeraria. La Roma de Augusto ha sido estudiada con detalle por los mejores historiadores romanos, relativamente contemporáneos de Jesús, como Tácito (año 50 a 120), Suetonio (hacia el 120) y Plinio el Joven (61-120), y en la modernidad por todo tipo de especialistas, entre otros el gran Ernest Renan y ahora Jesús Pagola, que vivieron en Israel antes de ponerse a escribir. Está demostrado que no hubo censo ni catastro alguno en aquel tiempo, y que cuando el fundador cristiano nació, el rey Herodes llevaba muerto más o menos dos años, lo que derrota el bulo cristiano de que el monarca judío, cuando se enteró por los Reyes Magos del nacimiento de Cristo, “mandó matar a todos los niños de Belén y su comarca de dos años para abajo”.
¿Por qué el Papa se aferra a la idea de que el conocido como Jesús el nazareno nació en Belén? Lo explica como teólogo, es decir, trazando “un cuadro teológico” (sic). Un supuesto (pero irreal) decreto de Augusto para registrar fiscalmente a todos sus ciudadanos habría cumplido la profecía de Miqueas, según la cual “el Pastor de Israel habría de nacer en aquella ciudad”. Y había que dar cumplimiento a otra promesa: la de que “la historia del Imperio Romano y la historia de la salvación, iniciadas por Dios en Israel, se compenetran recíprocamente”. Así alcanza a emparejar la grandeza de Augusto y la grandeza de Jesús, “una conexión interplanetaria”, dice el Papa. Lo escribe en un espectacular palacio levantado en el corazón de aquel Imperio, hoy centro neurálgico del imperio cristiano, que lo sustituyó.
La mayoría de las biografías de Jesús han sido escritas por historiadores, pero abundan las firmadas por teólogos (en griego, personas que dicen “palabras sobre Dios”), o estudiosos de los incontables textos conocidos como Evangelios. Son decenas, pero la Iglesia romana, cuando se asentó en el poder imperial y pudo podar a placer lo que no convenía a sus intereses, incluso con violencia, los redujo a cuatro verdaderos. Como la gente seguía interpretando, llegó el tiempo en que la autoridad eclesiástica prohibió leer la Biblia, salvo la podada por Roma. Así siguen sus fieles, ahora por mala costumbre.
Benedicto XVI, que antes de ser papa ejerció de inquisidor, advierte ahora, generoso, que su vida de Jesús “no es en modo alguno un acto magisterial, sino únicamente expresión de búsqueda personal del rostro del Señor”. Se le puede contradecir, asume. “No he intentado escribir una cristología”. El teólogo anuncia una vida de Jesús, pero la escribe más desde la fe que desde la razón. Lo llama “toques de fe”. Todo ello pese a escribir también que “no se pueden atribuir a Dios cosas absurdas o insensatas o en contraste con su creación”.
Tampoco san Pablo se cayó del caballo
Escribió Renan que el teólogo tiene como principal interés el dogma. “Un teólogo liberal es un pájaro al que se le han cortado algunas plumas de las alas. Lo creéis dueño de sí mismo, hasta el momento en que trata de emprender el vuelo. Entonces veréis que no es completamente hijo del aire”. Pongan aquí el nombre de Joseph Ratzinger.
Veamos el caso de san Pablo, antiguo fabricante de tiendas en Tarso y Apóstol de los Gentiles (como gustaba llamarse). Fue el auténtico secretario de organización del primer cristianismo. Sin él, que mandó hacer la romería —¡A Roma, a Roma, el corazón del mundo!—, la Iglesia que conocemos, segunda en número de fieles tras el islam, no habría dejado de ser una secta judía y contracultural. El mito dice que Pablo se cayó del caballo, deslumbrado por el mismísimo Jesús resucitado, cuando corría a Damasco a aporrear cristianos. La verdad la cuenta él mismo. Sencillamente, se convirtió por la entereza con que vio morir al primer mártir cristiano, san Esteban.
Preguntaba el otro día Juan José Millás en la cadena SER, a propósito del último libro de Benedicto XVI, cuáles serían las mejores biografías de Jesús. Si hay una clásica es la Vida de Jesús, de Ernest Renan, de 1863. Es una referencia obligada (en España, la última edición es de 1995, de Edaf). Pese a que retrata al fundador cristiano como un ser excepcional (por encima de los Evangelios), su publicación causó escándalo descomunal por la reacción del papa Pío IX, que para entonces ya se comportaba como un psicópata. Después de Lutero y Voltaire, ningún hombre ha desencadenado cóleras más furibundas entre eclesiásticos.
Roma creyó que Renan fue el responsable del deterioro de la fe cristiana en Europa, como si la jerarquía de esa religión no hubiera tenido nada que ver en aquel derrumbe. De la obra incendiaria de Pío IX (Syllabus Errorum, Índice de libros prohibidos, Concilio Vaticano I…), no quedan ni cenizas.
Al Vaticano siempre le ha molestado que la gente de ciencias o de letras, y también los historiadores sin sotana, meta las narices en la vida de su mesías. El cristianismo romano es, en sus raíces, un culto a la personalidad de Jesús, hijo de Dios, el segundo componente de ese ser único que existe simultáneamente como tres personas distintas (la Santísima Trinidad, gran misterio).
Jesús no escribió una línea y sus evangelistas (portadores de buenas noticias) no llegaron a conocerlo. Tampoco escribió Sócrates, pero el ateniense tuvo como biógrafos a Jenofonte y a Platón. Así que lo que se sabe de Jesús cabe en unas líneas. Existió. Era de Nazaret. Fue un predicador incendiario. Suscitó el odio de los jefes judíos, que lograron que el gobernador de Judea, el romano Poncio Pilato, lo condenara a muerte. Fue crucificado a las afueras de Jerusalén. Se dijo después que había resucitado.
Esto es lo que se sabe con certeza, incluso si no existieran los Evangelios. El resto es leyenda, mito, teología. Pongamos los Reyes Magos, de los que se ocupa con simpatía Benedicto XVI en su último libro. Ni siquiera se sabe cuántos fueron. El Evangelio de Mateo dice que tres; en la Iglesia siria tuvieron una docena (reflejo de los 12 apóstoles y las 12 tribus de Israel), y en la copta contaron hasta 60. Según el escritor Jesús Bastante, en los dos primeros siglos solo fueron magos. Cuando la práctica de la magia le pareció pecaminosa a la jerarquía del cristianismo romano —¡la de brujas que mandó quemar!—, pasaron a ser reyes, los Reyes Magos. Tres. Por cierto, no hubo mago negro hasta el siglo XVI, inicio de las veleidades ecuménicas de Roma.
Pues no , Virginia, de mis intervenciones no se puede deducir que yo piense que TU PAPA es tonto.
Al contrario, se puede deducir que es un CINICO, y para ser cínico hay que ser muy inteligente-listo .
” Feliz navidad, pues”… en una fecha que de ningún modo se puede admitir HERMENEUTICAMENTE como el nacimiento de Jesucristo.
Y ésto también en VERDAD DEMOSTRABLE, por mal que te suene a tí, a TU PAPA y a tantos milloens de creyentes en ruedas de molino.
Me apetecía decírtelo antes de que nos despidas ” por la tangente navideña”.
Pepe Sala:
Vale, majo. Sigo creyendo que la tontería es de periodistas y comentaristas que se han volcado en una polémica artificial. Si a ti te complace pensar que el Papa es tonto pues hijo, adelante: es una felicidad bastante barata y al alcance de cualquiera. Bueno, como me voy a ausentar unos días, feliz Navidad a todos y mis mejores deseos como pone en las felicitaciones de empresa…
Antonio: Esto es lo que he encontrado en la página oficial de la Santa Sede
SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Basílica Vaticana Sábado 24 de diciembre de 2005
«El Señor me ha dicho: “Tu eres mi hijo, yo te he engendrado hoy”». Con estas palabras del Salmo segundo, la Iglesia inicia la Santa Misa de la vigilia de Navidad, en la cual celebramos el nacimiento de nuestro Redentor Jesucristo en el establo de Belén.
(…)
En esta noche, en que miramos hacia Belén, queremos rezar de modo especial también por el lugar del nacimiento de nuestro Redentor y por los hombres que allí viven y sufren. Queremos rezar por la paz en Tierra Santa: Mira, Señor, a este rincón de la tierra, al que tanto amas por ser tu patria. Haz que en ella resplandezca la luz. Haz que llegue la paz a ella”.
También he encontrado esto otro referido a la Navidad de 2006 y que proporciona Aciprensa y que me resulta muy curiosa por el último párrafo que alude al versículo 25 del primer capítulo de Mateo, evangelio que, sin embrago, en el siguiente párrafo, correspondiente al primer versículo del segundo capítulo dice: “Jesús nació en Belén”:
“De otro lado y según informa la agencia italiana ANSA, este pesebre estará ambientado “en la casa de José, en Nazaret y no en Belén. La noticia fue dada a conocer por la gobernación de la Ciudad pontificia, precisando que el pesebre –aún en construcción– se inspira en el Evangelio de Mateo, donde la Natividad se describe en la casa de José”.
Parece que los comentaristas contemporáneos se hacen un poco de lío a pesar de que la basílica de la Natividad en Belén es uno de los templos cristianos en uso más antiguos. El edificio original fue construido por el obispo Makarios de Jerusalén, por órdenes del Emperador Romano Constantino I, bajo el primer Concilio de Nicea el año 325. La tradición que sitúa en Belén el nacimiento debe ser anterior, o sea que hace unos siete siglos que los cristianos creen que Jesús nació en Belén. Supongo que si Benedicto XVI lo dudó en algún momento –no me consta a tenor de sus palabras– no habrá considerado prudente hacer de sus dudas motivo de controversia.
Saludos de nuevo.
PDF. Veo que Pepe Sala ha leído mi respuesta aunque yo no puedo verla aquí.
A ver, Virginia, te lo traduciré en un ” santiamén”:
Los comentarios de Juan G. Bedoya TIENEN MAS RAZON QUE UN SANTO.
Y no necesito leer el libro para reafirmar cada una de las afirmaciones de mi paisano. Yo lleco muchas décadas diciendo ( y pensando) lo mismo que comenta Juan y a tí te asombra tanto. A mí, lo único que me asombra un poco, es que Juan se ” haya caido del caballo” ( al mejor estilo de Pablo de Tarso) y ¡¡POR FIN!! se haya sumado al club de LIBREPENSADORES. Te puedo asegurar, Virgina, que para mí ha sido una gran satisfacción leer la crítica de Juan G. Bedoya.
Por cierto, repito que si la inmensa TONTERIA del buey y la mula no la hubiese escrito TU PAPA, nadie hubiera tenido la oportunidad de leer y criticar semejante TONTERIA. Cada barco aguante su vela.
Ya verás, Virginia, la que se va a montar, si el año que viene alguien escribe en un libro ” teológico” que el “Cagané Catalán” no es canónico… Por supuesto que sería otra gran TONTERIA; pero habría que achacársela al autor, no a quien pone de manifiesto semejante chorrada.
Todo lo cual me reafirma en mi opinión de que el Papa ha escrito un montón de TONTERIAS para buscar polémica social, ante el pasotismo que existe en lo referente a la Iglesia Católica. Y si no les bastaba con la TONTERIAS que escribe, ahora se nos ha modernizado y ” Twitea”…
¡ Ay!, las ” santa tradición” ya no es lo que era. Ahora internet tiene más poder de comunicación que el famoso espíritu santo y ” hay que seguir la moda o cambiar de pueblo”.
Bueno pues, saludos cordiales mientras nos duren.
Antonio:
La verdad es que no sé gran cosa del asunto. Creo recordar que posteriormente a la colocación del nacimiento en la plaza, el Papa hizo alguna alusión al tema como corrigiendo lo anterior. Pero siete años más tarde y en una cuestión que no me inquietó lo más mínimo, la memoria es algo borrosa. Ahora dime tu: ¿Por qué ese interés en que naciera en Nazaret? ¿Para sacar a Jesús de la estirpe de David? ¿Para tener prueba de que los evangelistas inventaron muchas cosas con tal de divinizarlo? ¿Para demostrar que la llamada crítica histórica se da de frente con el Credo católico? Saludos y gracias de nuevo.
El comentario de Virginia a Pepe Sala fue por duplicado a la carpeta de spam, de donde la he extraido ahora mismo. A veces pasa cuando, por haberse retrasado en procesar un mensaje, recibe después simultáneamente dos iguales pues, al no verlo, se volvió a enviar otro enseguida. Sirva eso para todos y cuando no sale pasada media hora un comentario, avisen en vez de repetir.
Me agradeces, Virginia, mi comentario. Pero ¿puedes decirme algo sobre lo que pregunto respecto al “Nacimiento” en San Pedro de 2005?
Pero mi respuesta a Pepe Sala no aparece
Perdón, olvidé agradecer a Antonio Duato su amable alusión
Pepe Sala:
1º Los foristas “que están participando en el foro” (hubiera debido añadir) NO han leído el libro. Repasa las aportaciones y ni siquiera Pascual y Agustín o yo misma, que parecemos enjuiciar con más benevolencia el libro del Papa, lo hemos leído.
2º A ver, tradúceme esto a román paladino (entresaco del artículo de Bedoya):
“En realidad, al Papa le importa poco el debate sobre los hechos.”
“… a Benedicto XVI le motiva más el que los hechos coincidan con profecías de la Biblia. Si no coinciden, peor para los hechos.”
“… teólogo Ratzinger, a la sazón gran inquisidor romano.”
“… en su palacio de veraneo, Castel Gandolfo, a orillas del lago Albano…”
“… inmediatamente, hace una pirueta que deja al lector descolocado…”
“… alcanza a emparejar la grandeza de Augusto y la grandeza de Jesús, “una conexión interplanetaria”, dice el Papa. Lo escribe en un espectacular palacio levantado en el corazón de aquel Imperio, hoy centro neurálgico del imperio cristiano, que lo sustituyó.”
“Benedicto XVI, que antes de ser papa ejerció de inquisidor.”
Este es el tono general del artículo que, en mi opinión, trasluce un intento deliberado de ridiculizar al Papa y las afirmaciones teológicas del libro. Por cierto afirmaciones que forman parte del Credo, tal por ejemplo “Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen”. Bedoya tiene todo el derecho del mundo a no creer estas cosas y a criticarlas o rebatirlas, por supuesto. Yo, sin tergiversar nada, puedo deducir que a Bedoya no le gusta el Papa, la Iglesia ni el Credo Católico. Tan poco le gustan, que comenta un libro del Papa haciendo alusión a palacios, inquisición, poder imperial, belenes monumentales en el Vaticano, etc.
Cómo sea la familia de Bedoya es bastante irrelevante, qué quieres que te diga. Mi madre era una santa y eso no impide que yo sea muy mejorable. Los Bedoya puede que sean católicos, apostólicos y romanos, pero Juan G. Bedoya, no.
3º He dicho que la polémica es una tontería. La polémica ¿Vale? No lo que ha escrito Benedicto XVI.
Bueno, pues eso. Un saludo cordial.
Por supuesto Virginia, que son tergiversaciones POR TU PARTE. Vamos por partes:
1º: “¿No es verdad que nadie de los foristas ha leído el libro?”
Yo no me atrevería a afirmar éso . Por aquí hay montones de lectores-as ( participantes, o no) que podrían haber leido el libro y no les apetece comentarlo. Pero éso sería irrelevante ( aunque reconozco que mejoraría la calidad del debate por saber de lo que se habla) puesto que lo que tratamos en este hilo de debate NO ES EL LIBRO DEL PAPA. Es un análisis de un periodista de toda la vida que ha considerado opinar de la forma que lo ha hecho… y yo coincido con las opiniones de mi paisano Juan G-Bedoya. Si comentásemos algún artículo al mismo respecto, publicado en Relión Digital, Intereconomía, La Cigüeña, la COPE o la Conferencia Episcopal, mis argumentos serían de otra índole. Pero como tratamos de lo que tratamos no me parece correcto el intento de desprestigiar al mensajero por el hecho de que no nos caiga bien a nosotros_AS.
2º: “”¿No es verdad que Bedoya se manifiesta de modo muy poco amistoso con el Papa y con el cristianismo en general?””
Pues difícil me lo pones, Virginia. Como ya te he dicho, yo conozco a la familia desde niño y te puedo asegurar que no son sospechosos de las cosas que les tratas de acusar. Ni a los padres ni a la familia numerosa a la que pertenece Juan. Más bien todo lo contrario de lo que le acusas. RAZONABLEMENTE, Juan es una persona muy estudiada y formada y ” las cosas caen por su peso” y no se pueden mantener ciertas cosas infantiles durante toda la vida. Se mofarían de un periodista ( director de periódicos importantes durante años) si siguiese reafirmando las TONTERIAS que afirman el Papa y sus mariachis.
3º: “”¿No es verdad que esa polémica de los animales en el establo es un tontería?””
Pues bueno sería que se lo hagas ver a TU PAPA. Si en un libro escrito por un personaje de la relevancia social del Papa ( que escribe como tal, para mayor INRI.) se leen semejantes TONTERIAS. no estaría mal que alguien le diese un toque de literatura SERIA y le corrigiese las manías que tiene de poner TONTERIAS en todos y cada uno de sus libros.
Y te diré, para tú información y de quienes gusten, que son precisamente LAS TONTERIAS lo que más trasciende a la ” masa borregil”. Sigo afirmando que casi lo único que se comenta del libro de Papa, a nivel de calle, es la TONTERIA de la mula y el buey. Seguro que los grades exégetas. hermeneutas e historiadores de ATRIO ya sabíamos que éso de la mula y el buey era un inmensa TONTERIA. ( lo mismo que otras aún ,ás tontas) Pero no se puede ir aborregando al mundo mundial y pretender luego que todos-as lleguen a comprender las TONTERIAS que escribe el Papa. ( Y otros-as muchos)
4º: “”Entonces… si se te amontonan las teclas será por alguna otra razón que no se me alcanza.””
En este punto te daré la razón. El txakolí mañanero hace extragos en mi neurona y me amontona las teclas.
Vicioso que es uno… ¡¡ qué le vamos a hacer !!. ( Como me perdonarán setenta veces siete, moriré alcoholizado sin remedio. No me llegará la cosecha de txakolí para tantos perdones.
Saludos, pues.
Quiero agradecer a Virginia Fernández su reaparición en ATRIO, con tono siempre dialogante a pesar del desacuerdo con los participantes en ATRIO e implícitamente con su línea editorial.
Y me quiero responsabilizar de la elección del artículo de Bedoya como base para los comentarios sobre el libro (y del título que le puse a la entrada). Era lo más serio que había leído hasta el momento y, desde luego, dejaba al lado la insignificante cuestión del buey y la mula, marginal en el libro de Ratzinger/Benedicto. Iba más al fondo de la intención apologética de contar la historia que él sabe bien que se apoya en textos de Mateo y Lucas que buscan más en trasmitir la fe en Jesús como Mesías prometido que en delimitar lo que es historia y lo que es leyenda simbólica.
Si ya hubieran aparecido los dos artículos de Picaza en su blog los hubiera elegido, pues con más respeto hace la misma crítica al libro: no entrar a fondo en la crítica histórica y seleccionar versiones y mitos para quedarse con lo que le interesa a su fe en un Jesús que apuntala la institución eclesiástica actual.
Por cierto. Me ha quedado una duda. ¿Os acordáis que en las navidades de 2005, primeras de Ratzinger como papa, el Belén montado en la Plaza de San Pedro colocaba el nacimiento en la casa de Nazaret? No es creible que esto se hiciera sin haberlo conocido y aprobado el Papa con anterioridad. Algunos vimos una voluntad de buscar la historia real, por parte del papa teólogo. Hubo reacciones, desde luego. Pero el papa no desautorizó esta significativa repreentación. En su libro de ahora, opta claramente por Belén como lugar del nacimiento histórico. ¿Ha cambiado su opinión sobre la historia? ¿Ha cambiado su fe en Jesús? ¿O ha visto que para el interés conjunto de fortalecer el aparato de la Iglesia, fundado en un Jesús que resalta más por su autoridad divina que por su humildad humana, era más conveninte conservar el mito-símbolo de Belén como realidad histórica?
Pepe Sala:
¿Tergiversaciones? ¿No es verdad que nadie de los foristas ha leído el libro? ¿No es verdad que Bedoya se manifiesta de modo muy poco amistoso con el Papa y con el cristianismo en general? ¿No es verdad que esa polémica de los animales en el establo es un tontería?
Entonces… si se te amontonan las teclas será por alguna otra razón que no se me alcanza. Saludos
A mí no me gustan las disculpas, Virginia. Desde que conozco aquello de que se puede perdonar ” setenta veces siete”, no me fio demasiado de los asuntos de los perdones. Me gusta más el RECONOCIMIENTO de los errores ( todos-as los tenemos) y poder continuar amigablemente cualquier tipo de debate. ( aunque sea teológico, para mi INRI)
Juan no necesita de mi defensa, te lo aseguro, y no tengo muy claro si él mismo se sentiría cómodo al verse ” defendido” por mí.
( Dudo que Juan lea nuestros comentarios, pero si lo hace, seguro que tendrá poca confianza en mi supuesta ” defensa”)
Repito una vez más que yo respondo a lo que aquí se escribe. No tengo nada personal contra nadie, pero las tergiversaciones me revuelven el teclado:
Virginia
06-Diciembre-2012 – 11:04 am
Un foro genial de comentarios sobre un libro que nadie ha leído. Enhorabuena a todos y feliz Navidad.——
Bueno, pues, FELIZ NAIVIDAD.
Pepe Sala:
Claro que no conozco a Bedoya. Tu lo recuerdas como un tipo preparado, hermano de D. Evencio… y sales en su defensa basándote en tu memoria personal. Vale, yo creo que lo mismo que Bedoya critica el libro del Papa yo podría criticar el artículo de Bedoya, cosa que no he hecho, sino sencillamente señalar que este periodista no se distingue por su afecto a la Iglesia, el Vaticano y el Papa, lo cual es patente en su artículo y en su trayectoria en El País. Y como me parece que su falta de sintonía –por no llamarlo animadversión- le resta objetividad, pues eso digo, ni más ni menos. No creo haber ofendido a nadie, pero si es así, pido disculpas.
Veamos, Virgina Fernández: ( mi reconocimiento por poner nombre y apellido cuando se trata de criticar a nombres y apellidos. No suele ser lo más común.)
Según parece, hay bastantes más temas polémicos si nos atenemos al ARTICULO que comentamos aquí: El artículo que ATRIO ( no el Papa ni Virginia) aporta para el debate.
Mira qué coincidencia que tú misma te consideras con la suficiente libertad ( y nadie te la ha negado) para entrar en análisis personales sobre el autor del artículo: Juan González Bedoya y tengo la impresión de que no es ” santo de tu devoción”. Pues mira por donde yo no he leido el libro del Papa ( que espero no haya sido escrito para venderlo como un “superventas”… sería el colmo); pero conozco a Juan González Bedoya desde niño. Somos paisanos y casi vecinos.
Y se da la circunstancia de que el hermano may0r de Juan González Bedoya es sacerdote con más años de los que quisiera. Tantos que Don Evencio González Bedoya fue mi primer profesor de teología ( Preceptoría de Potes). Considerando los ” libracos” que se leía Don Evencio estoy seguro de que Razinguer no le llega a Don Evencio ni a la suela de los zapatos en cuestiones de teología. ” Se ha pasau de inteligente”… se comentaba por mi pueblo.
Juan G. Bedoya solía venir de vez en cuando por la Preceptoría ( año 1958-59) y todos los alumnos solíamos quedarnos un tanto acomplejados ante su presencia, ya más madura, su forma de vestir estilo Madrid y por saber que era hermano de nuestro profesor.
Si mi memoria no me falla, antes de terminar la carrera de periodismo, Juan G. Bedoya, fomentó un periódico en Liébana. Se llamó ” LUZ DE LIEBANA”, y yo mismo vendía el periódico en los días de mercado o ferias de Potes.
Respecto al TEOLOGO, donde Juan podría obtener información en caso de dudas, debo decir y digo que Don Evencio le montó una manifestación frente a la Iglesia de San Vicente al mismísimo Obispoo de Santander. ( creo que era Jose Vilaplana… no estoy seguro) El tal Obispo no era muy partidario de lo que se trató en el Concilio Vaticano II y en una visita que hizo a Potes, Don Evencio le esperó PANCARTA EN RISTRE en la puerta de la Iglesia y respaldado por sus treintaitantos alumnos que solía tener la Preceptoría. ( yo ya estaba en el Seminario de Valladolid y me perdí la fiesta.)
Don Evencio ( posible consejero seguro en temas TEOLÓGICOS, si Juan lo necesitase) pasó, años después, a dar clases en el Seminario de CORBAN. ( Santander) He contado alguna anédota sobre Don Evencio en temas de carácter y trato a los alumnos. ( Razinguer estaría encantadísimo en ése área) Pero las cosas deben quedar en su justo lugar.
Si a alguien no le parece bien que los demás intervengamos en comentarios de un libro que no hemos leido, con más razón es criticable la intervención respecto PERSONAS a las que no se conocen.
Estoy agotado de mi rifi-rafe con Agustín O. No quisiera tener que empezar de nuevo con….
Salu2, pues.
El libro tiene 144 páginas. El párrafo en el que se habla de la mula y el buey unas veinte líneas en las que trata de explicar el origen de la iconografía en la que aparecen esos animales. Pero como seguramente el resto del libro a algún periodista le pareció una pesadez, pues eligió esa anécdota.
Pepe Sala: como polémica me parece bastante sinsorga, qué quieres que te diga. Y sospecho que el libro se vendería igual sin esos veinte renglones.
En cuanto a que los jóvenes huyen de la Iglesia pues sí, por lo menos un gran número. Lo que pasa es que tampoco se apuntan a “cristianos de base” u organizaciones de la misma línea y no acuden en masa a afiliarse a partidos políticos o sindicatos… De modo que a lo mejor es que ninguno de los mensajes (ni el de la “obsoleta” ICAR, ni el de la añeja izquierda, ni el de la boba derecha, ni del cristianismo de base, etc.) les llega y seguramente en cada caso por razones diferentes. Saludos.
Ana Rodrigo: si quieres conceder a Juan G. Bedoya la autoridad intelectual en lo teológico que le niegas al Papa, pues bueno, eres muy dueña. El periodista es el encargado de la información religiosa en El País, diario que como es conocido mantiene desde su fundación una postura de cordial simpatía hacia la Iglesia, el Vaticano y el Papa. Eso es lo que aporta Atrio a la crítica de un libro que, insisto, ninguno –quizás con alguna excepción– de los que hemos opinado aquí ha leído. Como fuente de información objetiva me parece un poco deficiente… Saludos.
Para mí que Ratzinguer será de todo menos tonto.
No tengo la menor intención de leer el libro ( lo siento Virginia), pero creo entender la jugada ( muy pícara y puede que hasta inteligente) del autor.
Si el Papa se ha dado cuenta de que su Iglesia ofrece cada vez menos interés social y ,, sobre todo los jóvenes, pasan olímpicamente de la Igklesia que regenta… ¿no es inteligente escribir un ” bet seler” donde se introduzcan INTENCIONADAMENTE temas polémicos? ( Evidentemente los temas polémicos no serán de tal relevancia como para hacer tambalear la FE de sus fieles.) ¿ A quién le puede hacer tambalearse en su FE el hecho de una mula y un buey en el Nacimiento? ( Yo creo que mientras no se diga que el ” Cagané” catalán es herético, los asuntos del Nacimiento seguirán exactamente igual en España.)
Pero LA POLEMICA está servida y en cualquier tasca de un barrio cualquiera, quienes llevaban años sin hacer el menor comentario sobre el Papa y su Iglesia, entran en debates ” teológicos” de una altura verdaderamente irrisoria. ( cuantas más copillas, más ” teología”.)
Supongo que otras afirmaciones del autor ( Susan-tidad) vayan por el mismo lado y con la misma finalidad. No tengo la menor intención de comprbarlo.
Virginia, creo que comentamos el post que propone atrio aportándonos información del libro en cuestión.
Con los temas que escoge justificando las profecias que le parecen ajustadas a su mensaje de teologia-fe en que llama a su obra, ya no se debería excluir a ningún teólogo de su trabajo. Is.1,3 es profecia, Miqueas lo escoge para justificar a Jesús pastoreando y por ello pastores (que se sitúan por mal considerados en el judaismo) y no por eso… Jesús por llamarle primogénito, aunque tenga más hermanos; Belen por su ascendencia aunque no se cita en Lucas a José, hay una mezcla de un evangelista y otro, que no se complementan…etc
Un foro genial de comentarios sobre un libro que nadie ha leído. Enhorabuena a todos y feliz Navidad.
¿Pero Ana, amiga, pero es que no entiendes mis palabras, incluso las que pusistes: ” los santos”?, y después te he nombrado a muchos, desde los Santos Padres hasta Vicente de Paul, y como te dije, más que podía decir. Bueno, tal vez no hablamos el mismo idioma, no sé, me desconcierta tus argumentos. Bueno yo por mi parte doy finalizado el debate. Un cordial saludo.
Ojala se respetase los estudios, reflexiones, comentarios, libros, de tantos teólogos que con sus obras comentan con profundidad y respeto evangelizando sobre el contexto de la vida y obra de Jesús de NAZARET con la mismísima conformidad con que se acepta la opinión del Papa.
Ojalá no se vieran tantos excluidos de sus cátedras por el mismo acento respetuoso que se le publicita.
Agustín, solemos caer en los mismos errores, tú escribes “y tradición de la iglesia con sus experiencias, enseñanzas y formas de vida espirituales, celebrativas, culturales, morales…Sobre todo la de los santos…” Tú has mencionado a uno que te gusta, yo he hecho lo mismito que tú, he mencionado a uno que no me gusta. Ya ves, estamos hechos del mismo barro, y tan amigos.
Estimada Ana, es que por tus palabras daba, y mucho, la impresión que hacías una valoración global del Papa, igual que ahora, que pareces que haces un juicio muy grueso y parcial sobre los santos, nombrado como obstáculo a uno que a tí no te gusta. ¿Pero Ana, por Dios, como no reconocer la sabiduría y mensaje, la entrega, el amor y la justicia con los pobres de los Santos Padres de la iglesia, de Santo Tomás de Aquino, de un Francisco de Asís o un Santo Domingo, de nuestro siglo de oro español o el francés y así un largo etc. Y gracias por el consejo, sí intento agudizar y agudizo la inteligencia, no menos como tú-tampoco más-, sí yo también te deseo lo mismo (a tí, a mí y a todos): más inteligencia y, en especial, más humildad, como nos dice el Evangelio y, con tu permiso, los santos. Un cordial saludo
Pascual, agradezco tu oferta, pero en lo último que yo perdería el tiempo es en lee a César Vidal (el don tendrá que ganárselo) ¡dios, lo que me faltaba….! Vaya días que llevo. Dentro de ná alguien me va a recomendar que rece el santo rosario. Absténganse de recomendaciones de esta índo conmigo, ya hace tiempo que he superado los cuatro “infiernos” del catecismo del P. Astete, especialmente el del limbo.
Agustín relatar lo obvio, creo que no es necesario, sobre todo cuando yo no he condenado globalmente a Benedicto XVI. ¿Cómo no va a haber dicho y escrito cosas buenas, hombre de dios? Yo cuando le critico en algo, me centro en ese punto, porque si abrimos el abanico a todo lo que ha dicho y escrito, podrían darnos las campanadas del siglo XXIII y aún seguiríamos debatiendo. Los post, lo temas y los comentarios hay que centrarlos para no perder el tiempo innecesariamente.
Sobre el ejemplo de los santos, ¡vamos a dejarlo….!, porque, empezando por San Josemari y siguiendo por tantos personajillos que hay en el santoral, sería más para escandalizarse que para tomar ejemplo. Por los pelos el beato Juan Pablo II no beatifica a Marcial Maciel…., con ese cariño que le tenía, ese proponérselo a la juventud como ejemplo…y, mira, lo beatifican a él que padeció de una miopía escandalosa en tantas cosas que ocurrieron en su pontificado y, él mirando hacia donde le decía el entonces Ratzinger guardado todas las denuncias de pederastia del susodicho sinvergënza.
Dice el evangelio que debemos sencillos como las palomas y astutos como la serpiente; yo diría, un poco menos de ingenuidad y a aguzar la inteligencia que para eso la tenemos, para usarla.
Pascual, agradezco tu oferta, pero en lo último que yo perdería el tiempo es en lee a César Vidal (el don tendrá que ganárselo) ¡dios, lo que me faltaba….! Vaya días que llevo. Dentro de ná alguien me va a recomendar que rece el santo rosario, con todos mis respectos para quien lo haga. Así que, absténganse de este tipo de recomendaciones conmigo, ya he superado los cuatro “infiernos” del catecismo del P. Astete, especialmente el del limbo.
Agustín relatar lo obvio, creo que no es necesario, sobre todo cuando yo no he condenado globalmente a Benedicto XVI. ¿Cómo no va a haber dicho y escrito cosas buenas, hombre de dios? Yo cuando le critico en algo, me centro en ese punto, porque si abrimos el abanico a todo lo que ha dicho y escrito, podrían darnos las campanadas del siglo XXIII y aún seguiríamos debatiendo. Los post, lo temas y los comentarios hay que centrarlos para no perder el tiempo innecesariamente.
Sobre el ejemplo de los santos, ¡vamos a dejarlo….!, porque, empezando por San Josemari y siguiendo por tantos personajillos que hay en el santoral, sería más para escandalizarse que para tomar ejemplo. Por los pelos el beato Juan Pablo II no beatifica a Marcial Maciel…., con ese cariño que le tenía, ese proponérselo a la juventud como ejemplo…y, mira, lo beatifican a él que padeció de una miopía escandalosa en tantas cosas que ocurrieron en su pontificado y, él mirando hacia donde le decía el entonces Ratzinger guardado todas las denuncias de pederastia del susodicho sinvergënza.
Dice el evangelio que debemos sencillos como las palomas y astutos como la serpiente; yo diría, un poco menos de ingenuidad y a aguzar la inteligencia que para eso la tenemos, para usarla.
Estimada Ana, gracias por tus comentarios. Está claro que cada uno tiene sus sensibilidades teológicas. Pero sinceramente creo que hay muchas cosas buenas a valorar en la teología de Ratzinger y en, especial, su magisterio como Papa: la entraña teologal y espiritual donde Dios sitúa y enmarca todo los elementos de la vida cristiana como la iglesia, contra todo eclesiocentrismo; Dios como amor y la centralidad del amor y la fraternidad universal en la vida de fe. Una fe, amor y esperanza con su salvación en la caridad (celebrada y vivida), que es universal, comunitaria y pública, ética-política que se compromete por la justicia desde los pobres, donde está presente (se encarnó) Cristo; que frente al capitalismo y a otros totalitarismos como el colectivismo, pone entraña de la economía y la política: en las personas y sociedad civil, con su vida y dignidad, en la justicia y al bien común desde los pobres que es el criterio ético de toda actividad humana que siempre tiene que ser moral. Estos y otros aspectos me parece que son de valorar y muy mucho en el teólogo y Papa, que como iglesia nos anima y fortalece en la fe, la iglesia con el Papa que también comete sus errores y fallos como el mismo Ratzinger ha dicho. Creo que esto sería una valoración equilibrada de su teología y enseñanza.
No he visto aun el libro, pero por lo que me comentas, es que no se puede separar la historia de Jesús de su trasfondo teológico (teologal). Ya que como sabes, los Evangelios, y menos aun los de la infancia, no son un libro de historia como tal. Transmite una experiencia y un mensaje de fe de la comunidad apostólica que con base histórica cierta, real y consistente de la vida y Pascua Jesús de Nazaret: quiere presentarnos la salvación liberadora e integral del Dios Revelado en Jesús con su Reino de Amor, Paz y Justicia desde los pobres. Como tampoco se puede separar esta Palabra de Dios de la vida e historia de la comunidad (la iglesia), Palabra viva y actualizada en la vida y tradición de la iglesia con sus experiencias, enseñanzas y formas de vida espirituales, celebrativas, culturales, morales…Sobre todo la de los santos que como bien dice Ratzinger son la interpretación más adecuada de la Palabra de Dios, hay está un Francisco de Asís y su forma profunda de comprender el Misterio de la Navidad (para todo ello te dejo un escrito que hice al respecto, por si te interesa: http://www.redanchieta.org/spip.php?article904
La fe como bien dices supone lo natural, la razón, la cultura. Y no creo que sea adecuado decir que el Papa o muchos (y buenos) profesores, teólogos , intelectuales y demás gente que se dedica a la cultura y formación en la iglesia, con una formación y cultura cualificada, contrastada….: sean gente insensata, supersticiosa, que no utiliza la razón y la cultura, que practican el fraude o cosas por el estilo. Sí, la fe supone la razón, lo humano y la cultura, pero no se reduce a ello en un racionalismo estrecho o empirismo científico-técnico; sino que se abre a la trascendencia y al misterio de Dios en Cristo que es lo que creemos que plenifica la razón. ¿Porque no creer la intervención gratuita, solidaria y salvadora del Espíritu en María, en la pobre, débil y humillada María de Nazaret, que ella acogió libre, madura y responsablemente, frente a la sabiduría de los sabios, fuertes y poderoso?. ¿Es que todo tiene que ser controlado y sujetado (reducido) a lo meramente natural-biológico o físico-empírico, es que Jesús, de forma parecida, con su acción sanadora y liberadora, que ningún autor serio niega, no rompió con esa lógica…, o los santos, o la psicología y las ciencias de la salud actualmente….? Como decía Tomás de Aquino la gracia supone la naturaleza y la plenifica.. Como siempre han comprendido todos los santos y místicos, testimonios del amor y la justicia con los pobres: hay que estar abiertos al Misterio de Dios que no podemos abarcar del todo, a su novedad salvadora..; pues de lo contrario no es Dios. Un cordial saludo a todos
He leido con muchísimo interés un buen artículo que publica en Libertaddigital.com el 3 del 12 de 2012 el pastor Don César Vidal sobre “Pero ¿que os ha hecho Ratzinger? Creo que merece la pena de ser visto por tanta gente de buena fe como participa en Atrio. Se lo dedico con el corazón en la mano a Ana.
Agustín, no necesitas muchas explicaciones para convencerme de que Ratzinger es un gran estudioso, es muy inteligente, sabe mucho y mucho de teología. Otra cosa es que a mí me guste su línea teológica.
Por otra parte, responder a su invitación de contestarle a todo un Papa, impone bastante. Yo es la primera vez que lo hago, y supongo que él estaría pensando en teólogos de su altura (que supongo lo harán), y no en una pobre mujer como yo.
De cualquier forma, y sin ánimo de frivolizar, sigo pensando que, por lo que he leído acerca del libro, no me parece demasiado serias algunas de las cosas que dice. Porque no me queda claro si es una historia de la infancia de Jesús, de la que apenas se sabe nada real, si se trata de una obra de teología o, más bien, es un desahogo espiritual dirigido al pueblo creyente y acrítico. Pues el cóctel que hace entre hechos históricos, tradición, profecías y creencias populares, no me parece muy serio para un Papa que escribe como Ratzinger, publica como Papa y escribe en el Vaticano urbi et orbe. Ya que se pone, que haga algo propio de un Papa, en una etapa de la vida de Jesús con tan pocos datos.
Y que él mismo diga que “no se pueden atribuir a Dios cosas absurdas o insensatas o en contraste con su creación”, y él, tú, como dices, muchos teólogos, y tanta gente piensen que lo de la virginidad de María sea acorde con las leyes naturales, me parece raro, raro, especialmente cuando en aquella época se utilizaban con tanta frecuencia mitos, alegorías, metáforas y parábolas. No se puede seguir difundiendo incultura bíblica y engañando a la gente.
Pienso que el Papa se dirige al pueblo, no a alguna asamblea de teólogos (las teólogas nunca serían invitadas, al igual que no las tiene en cuenta), contando con eso que acabo de decir, la falta de cultura bíblica, exegética y teológica. Me parece un fraude, como ha ocurrido tantas veces en la historia de la Iglesia.
Saludos cordiales.
Nadie duda de la calidad teologica de ratzinger,pero,asimismo es incomprensible los derroteros exegeticos por los que el mismisimo Obispo de ROma se ha METIDO EN ESTE LIBRO.verdaderamente la curia vaticana y los ochentaycinco años a cuestas,son demasiada carga para un mortal.Por favor que se retire tranquilamente,se lo agradeceremos muchos.
Hola Ana, me parece que esa conclusión que sacas de que porque el Papa dice que se puede debatir con él: ya por eso su libro no es serio y riguroso, no creo que tenga mucha lógica. Yo no he leído esta tercera parte, pero sí conozco los otros y te puedo decir que Ratzinger es un buen teólogo, que conoce bien la exégesis contemporanea- sobre todo alemana que es muy importante-, la patristica y la teología actual. Se le podrá precisar lo que se quiera, y él humildemente invita a ello (gesto que hay que valorar). Pero no creo que se pueda dudar de la calidad y profundidad teológica de Ratzinger en sus diversas etapas; esto lo dicen muchos autores reconocidos, hasta teólogos habituales de Atrio y nada sospechosos de conservadurismo y etiquetas parecidas. La cultura y formación de Ratzinger es muy profunda, capaz de dialogar de tú a tú, con reconocimiento reciproco con autores como Metz (el padre la teología política) o Habermas (seguramente el filosofo vivo más importante en la actualidad).
Y como Papa las encíclicas que ha sacado contienen mucha sabiduría, espiritualidad y profeía, con la verdad ejercida por el sucesor de Pedro en comunión con la iglesia; en donde es capaz de dialogar de forma positiva y asertiva con autores de la relevancia de Marx y de la escuela de Frankfurt, omo hace en la SS. Y su enciclica social, CV, fue puesta como ejemplo de profecía y de alternativas profudas a la injusticia de este sistema, en sintonía con los NMS y los Foros Sociales, dicho esto por periódicos nada afectos a la iglesia; etc. Creo que, como nos dice San Pablo, hay que reconocer todo lo bueno, verdadero y bello de las personas, en este caso de Ratzinger, que tiene y mucho, a pesar de sus límites o carencias, como las de todos. Y también te precisaría lo de María, muchos biblistas y exegetas serios y cualificados comprenden y estudian bien la Virginidad de María, que no es una cosa inventada o mítica, sino que aparece claramente en la Revelación de los Evangelios, tal como ha sido transmitido por la iglesia, que evidetemente es una verdad de fe en el Espíritu de Dios. Un cordial saludo a todos
Dice el Papa: “cualquiera puede contradecirme”, Pues vamos a hacerle caso. Si podemos hacerlo cualquiera, querrá decir que su libro ofrece pocas garantías de fiabilidad seria.
Así podríamos decir que el mismísimo Papa incita al “Jesusito de mi vida…”, a infantilizar al personal de buena fe, sin formación, enajenándolos de una realidad racional, creyentes menores de edad en una sociedad madura.
Así que el Papa da tanta categoría teológica al buey y la mula como a que ese niño fuese dios. El cóctel que prepara entre profecías y lo que él propone como historia, sin exégesis, sin seriedad analítica, es de lo más burdo e irresponsable que se puede escribir en el siglo XXI, con todos los avances científicos en ciencias sociales.
Parece que todo lo que ha escrito en este libro es contradictorio con su propia afirmación “no se pueden atribuir a Dios cosas absurdas o insensatas o en contraste con su creación”. ¿En qué damos? ¿La virginidad de María no es un absurdo? ¿El que le busquen un padre putativo a Jesús de la estirpe de David, para que coincida con la profetizado, no es una chorrada?
Así y todo, se venderán millones de ejemplares, se leerán con fe en que el Papa no los va a engañar, de que todo lo que dice, lo dice un PAPA, no Ratzinger. En fin, yo siento vergüenza ajena.
Creo que estamos todos/as de acuerdo.-El artículo de arriba es muy bueno y contundente.-Quisiera “introducir un concepto en esta coyuntura”, y es que en las Escrituras hay un “débito homérico”. Repasen con dedicación La Ilíada y verán a los dioses manipular el relato; y vais a encontrar paralelismos en El Libro en los que los dioses están sustutuidos por lo portentoso, por el milagro, por Dios. Es que estoy ahora estudiando Los Hechos, y vaya si hay débito Homérico. En resumen: la literatura bíblica es fabulosa y deudora de la gran tradición griega. Que ahora salga Benedicto y siga fabulando no es sino seguir la tradición. ¡Animo, amigos, sigamos hablando!
Expliquemos además: no la larga geneaología davídica de Jesús, sino LAS LARGAS GENEALOGÍAS, porque son dos, y DIFERENTES.
Hagamos honor a la verdad.
Los que escriben en Atrio proponen muchas veces una figura de Cristo que encarna un conflicto clases dominantes- clases proletarias. En vistas de que dado que los sistemas que pretendieron cambiar el mundo revirtiendo esa situación demostraron ser dictaduras infames (entiéndase: China, comunista y capitalista a un tiempo), sería interesante abandonar el paradigma y explorar en otra dirección. Señores, aviso: los pobres, siguen siendo pobres, a pesar de los esfuerzos en contrario. Se agradece el esfuerzo, sigan participando, más suerte la próxima vez…
Giordano Bruno: según usted, Tácito tiene razón? o lo está diciendo por decir, nomás…
En cuanto a Pablo, no hace falta que lo diga Nietzsche. Su condición de sujeto insoportable es evidente en sus propios textos, incluso a través de los siglos y las traducciones. Un individuo que pasa de perseguir a una religión a convertirse fanáticamente a ella, cómo debería ser calificado?… lo que acontece es que Pablo es el modelo de cualquier fanático religioso a través de los siglos. Marcial Maciel, el santísimo Escrivá del Opus, son otros tantos Pablos…
Bien supo este Pablo quemar numerosos escritos, los cuales sin duda contenían mucho más razones que sus idioteces de mujeres calladas en las asambleas… entre otras cosas.
A ver, muchacho, y yo por qué razón habría de creer en el que tú dices que es el Jesús de la historia? Qué pruebas tienes tú?
¡Perdón!
Tengo mi Compu en arreglo
y el robo a la de Olga me salió una “bobería”!
Perdón! – Oscar.
Hola!
No está del todo mal que las boberías salgan a la imprenta.
Un amigo poeta me lo dijo hace mucho tiempo:
– “Y el muy BOBO se lo cree””-
NOTA: En lunfardo argentino llamamos “bobo” al “tonto” y al “corazón”.
¡Vamos p’abajo todavía! – Oscar.
Por lo que se refiere a San Pablo, yo le llamo Saulo el converso, por su fanatismo, como buen converso. Y es que su caracter de perseguidor no cambió un ápice.Sólo cambió de dirección y halló la razón de su vida.:Lucha muerte contra la Ley judía.
Nadie ha calado tan hondo en este personaje atormentado como Nietszche.Y reconoce que no ha habido buenos lectores de lo que dice en sus cartas.Y hay que tener en cuenta de que fueron esscritas 20 o 30 años antes de conocerse el primer evangelio.Por eso esta iglesia lleva su impronta, su sello.Ni fue sacerdote ni le dejaron serlo pero es capaz de imaginarse al Resucitado, en el reino de los cielos nada menos que como SUMO PONTÍFICE ¿ a qué suena?,, “deja vu”. Ya es obsesiva esta
machaconería, ya…Si ahora nos encontráramos con un visisonario comno él, y que oye voces, ¿dónde estaría?.Pero claro en aquellos tiempos era un “médium”. alguien que hablaba con la divinidad…y además no daba un paso sin recibir las advertencias del Resucitado. No necesitaba un GPS. para escapar de sus múltiples trapisondas.La última nos la cuenta Tácito en sus ANALES.Resulta que ante Nerón se echaban la culpa del incendio deRoma los partidarios de Pedro a los partidarios de Paulo, y estos a aquellos..Pero los dos pagaron por ello.El judío en la cruz.Y el ciudadano romano decapitado .Paulo podía haberse librado de la “fossa infámia”, (fosa común), pero sin bienes y sin familia no quiso suicidarse (era lo que hacían los ciudadannos reomanos que no querían verse desposeidos de fortuna y honra.
¿Y que aporta a la causa de Jesús este libro de cuentos? Por lo menos Harry Potter aportó muchísimo dinero a su creadora, pero el Papa no creo que necesite esa calderilla. En cuanto a las dudas de si nació en Belen o en Nazareth, había un cura vasco que la resolvió diciendo que Jesús era tan, pero tan humilde que pudiendo haber nacido en Bilbao lo hizo en Belen. Pero hablando en serio, creo que este caballero se nos frivolizó, porque nadie esperaría, yo por lo menos, que el requetecontra Sumo Pontífice de una Religión, fuera de disfrazarse con los arreos de su profesión y gozar de sus zapatitos rojos como un niño, se dedicara a escribir libros de cuentos sobre el fundador de la religión, que era bastante menos frívolo. Si para escribir cuentos mágicos sobre Jesús hay ejércitos de catequistas que lo han hecho y lo hacen y le agregan de su cosecha hasta a Santa Klaus y al Reno Rudolf, que es el último aporte al mito de Navidad. ¿O estará siguiendo la tradición de los Hermanos Grimn? En Chile dirían que esto es un chiste alemán, ese del cual solo ellos se ríen.
Que se agarren a los mitos desesperadamente es humano. Por eso este SUMO PONTÍFICE (recordemos que era el título del Gran Constantino, cuando hizo subir de las catacumbas a los cristianos) se agarra a él con todas sus fuerzas para sostener el Imperio que en gran manera heredaron.¡¡¡Ni un paso atrás!!!.Palacioss, Basílicas, Catedrales, Imponentes Iglesias, vestiduras
de sacerdotes paganos de entonces, coronas, mitras, solideos: TODOS símbolos del PODER. Hay un Jesús que se ha fabricado ese PODER desde unos evangelios purgados para mayor gloria de ese Jesús a medida.Yo siempre digo que el Yesuá de la historia, no tiene nada que ver con el Jesús de “la fávbrica”.Alguien se imagina que Yesuá dijera: ME HA SIDO DADO TODO PODER EN EL CIELO Y EN LA TIERRA?.Pues esso asegura el evangelio de Mateo, impunemente.Es imposible que el Yesuá dijera eso.ES IMPOSIBLE. Él que invirtió el orden aquel y los valores, ¿podía decir eso?.ESTAN LOCOS.Él, que era la expresión humana de Dios?.El, que no quería ser adorado, sino SEGUIDO.Él. que descabalgó a los poderosos y ensalzó a los pobres y a los más débiles? ¿Cómo dura tanto tiempo esta farsa?. Yesuá no merecía esto trato tan despiadado.Me recuerda un poco la
escena del Inquisidor de Los hermanos Karamazof, cuando le dice al Nazareno: ¡¡¡Vete y no vuelvas más!!!.
Lo que más le gustaba al anteror papa era proclamar beatos de todo a cien. Por lo que dicen los que saben de esas cosas, al papa actual parece que le gusta bastante publicar libros de todo a cien.
El caso es sacarse unas pelillas que siempre vienen bien…