La Jornada Conmemorativa empezó como siempre con una oración comunitaria , en la que conjuntaban cantos, audiovisuales, salmodia, lecturas bíblicas y conciliares y el Padrenuestro. Después la ponencia central: Fieles la Vaticano II y al mundo de hoy y de mañana. El ponente ha sido Ximo García Roca. Muchos conocéis ya la claridad y brillantez con que expone sus ideas. Pero este es su tema favorito y lo ha que siempre con el discurso inaugural de Juan XXIII: “Que se alegre la Madre Iglesia”. Y que en esta ocasión ha acompañado su exposición con imágenes que resaltaban las ideas principales y ha hecho que otras personas leyeran los textos de la segunda y tercera parte.
Este es el esquema de su ponencia:
- I. PUNTOS LUMINOSOS:
- 1: Explorar: Acontecimiento fundacional
- 2. Conectar: Acontecimiento pastoral
- 3 Despertar: Acontecimiento profético
- II. INERCIAS, OLVIDOS Y ESTANCAMIENTO
- Testimonios tempranos y recientes sobre la involución: Rahner, Metz, Lehman, Von Balthasar, Dirks, Comblin, Boulard, Seibel, Sobrino, Msrtini-
- III. LAS NUEVAS RUTAS Y LOS SIGNOS EMERGENTES:
- Las lágrimas de Pedro (petición d eperdón de Juan Pablo en el2000)
- La voz de los insignificantes.
- La voz de la tierra.
- Desafío de la globalización.
- La diversidad más allá de occidente.
- La voz de la mujer.
- El largo viaje hacia la democracia en la Iglesia.
- El seísmo asiático y africano.
- El lenguaje profético de la compasión.
A continuación una rueda de cuatro testimonios con diálogo.
Y tras la comida 14 talleres para que todos pudieran participar expresar que significó en sus vidas el Concilio, qué retos nuevos ve hoy y cómo ve a la Iglesia afrontando o no esos retos.
Finalmente una celebración conclusiva, con cantos y oración, humor a cargo de un teólogo y clown que hizo un resumen de la jornada y la lectura de este comunicado conclivo. Una jornada que fue para muchos encontrar viejos amigos y a todos renovar la esperanza que se manifiesta, como la fe, en la desnudez. Sin ninguna expectativa en que cambie la Iglesia desde arriba como en parte ocurrió hace 50 años, pero viendo que las simientes de aquel Concilio siguen brotando en mucha vida de base a pesar de la marginación jerárquica.
DECLARACIÓN EN EL 50 ANIVERSARIO DEL CONCILIO VATICANO II
Al celebrar el cincuenta aniversario del inicio del Concilio Vaticano II, comunidades cristianas, parroquias y movimientos pastorales de la diócesis de València, nos reconocemos deudores de sus impulsos y tributarios de sus logros. Con él aprendimos a ser personas más humanas y mejores cristianos y cristianas. Por sus orientaciones y dinamismos renovadores, el Evangelio de Jesús de Nazaret sigue vivo en el camino de los pueblos, en las luchas históricas y en la construcción de un mundo más humano.
► La Iglesia, que recibió el don del Concilio, no es todavía la Iglesia conciliar. Necesitamos afianzarnos como Pueblo de Dios (que precede a los ministerios ordenados, al laicado y a la vida religiosa) con idéntica dignidad y diversidad de responsabilidades. Esta idea central del Concilio no ha fecundado las estructuras institucionales, jurídicas y organizativas de la Iglesia. La inercia de lo instituido y las estructuras pre-conciliares han devorado el dinamismo conciliar.
Es tarea de todos y todas impedir que la lógica del poder dificulte la realización como Pueblo de Dios y que el Derecho Canónico sofoque el espíritu evangélico. Es hora de hacer una nueva alianza entre sacerdotes y laicos, jerarquía y fieles, institución eclesial y mujeres, obispos y teólogos, para desplegar el potencial del Pueblo de Dios.
► El Concilio propuso que el discernimiento de los signos del tiempo, la lectura de las Escrituras y el diálogo con los hombres y mujeres de buena voluntad, fueran el camino normal de búsqueda de la verdad en una Iglesia que no tiene respuestas hechas para cada cuestión. Devolviendo la Biblia a las personas creyentes, nos enseñó a leerla en la escucha comunitaria y atendiendo a los signos del tiempo. Revalorizó el uso de las lenguas propias en la liturgia, lo cual, con gran escándalo, no se ha realizado en nuestra Archidiócesis. Con él aprendimos a vivir como ciudadanos y ciudadanas en la ciudad secular y a convivir con otras visiones plurales del mundo y de la vida; a participar en la vida pública sin violencias ni imposiciones; a no tener miedo ni angustia por ser minoría.
Sin embargo, se han perturbado los tiempos del diálogo sincero y la escucha leal, lo cual nos ha acercado a posiciones sectarias, intolerantes y partidistas. No nos identificamos con actitudes que llevan a encerrarse tras los propios muros ni con quienes intentan zanjar, con imposiciones, investigaciones científicas, teológicas o morales y prácticas pastorales que quieren abrir nuevos caminos para la fe y la experiencia de Dios.
► En el Concilio Vaticano II, la Iglesia inició el camino real y visible hacia la mundialización, hacia su real catolicidad.
Para aprender a pensar, vivir y celebrar como Iglesia mundial, necesitamos tender puentes hacia las corrientes del pensamiento actual, las culturas tradicionales, las sabidurías mundiales. Necesitamos de las diversas voces teológicas que conforman hoy las teologías de la liberación, feministas, africanas y asiáticas. Necesitamos colaborar en una ética compartida y compasiva que privilegie a quienes se encuentran en peor situación, desactive los gérmenes fundamentalistas del capitalismo y, sobre todo, achique las desigualdades mundiales.
A la luz del dinamismo conciliar desarrollaremos los impulsos sociales y políticos sobre cuestiones candentes como la propiedad de la tierra, la especulación sobre el suelo y los recursos del futuro, los problemas de la vivienda y el compromiso con las generaciones venideras. Hay que recuperar la intuición conciliar sobre el destino universal de los bienes de la tierra (G.S. n.69), conscientes que “el derecho a poseer una parte de bienes suficiente para sí mismos y para sus familias es un derecho que a todos corresponde….Quien se halla en situación de necesidad extrema tiene derecho a tomar de la riqueza ajena lo necesario para sí”.
Ésta es la buena noticia que traerá liberación para los pueblos empobrecidos, emancipación para quienes están en paro y energía para las familias desahuciadas.
Fòrum Cristianisme i món d’avui
València, 1 de diciembre de 2012
En mi parroquia hoy se han reunido hoy 700 personas para celebrar la vigilia de la Inmaculada Concepción. Una festiva celebración de la Eucaristía de personas, no sé si comprometidas pero sí, celebrantes de los frutos del vaticano II
Un saludo
El esquema es muy interesante. ¿Será posible tener el texto compleeto de la ponencia de Ximo García Roca? Es un tema muy actual y en el que estoy interesado. Muchas gracias, Angel