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Excomulgado y expulsado por defender la igualdad de la mujer en la Iglesia

En ATRIO ya nos habíamos solidarizado con el sacerdote estadounidense Roy Bourgeois, excomulgado, suspendido de sacerdote y ahora expuslsado de su orden religiosa a la que había ntregado su vida desde joven, porque estaban en defensa de los pobres siempre. Y ahora le expulsan, bajo presión de Roma, por defender que las mujeres pueden ejercer las máximas responsabilidades en la Iglesia Católica. Él no se ha ido hsta que no lo han tirado. Y de esta manera se ha despedido de sus hermanos de  Marycknoll.

“He sido expulsado por creer que las mujeres también están llamadas a ser sacerdotes”

“Frente a una injusticia, el silencio es la voz de la complicidad”

Roy Bourgeois, 28 de noviembre de 2012 a las 09:24
El padre BourgeoisEl padre Bourgeois

El Vaticano y Maryknoll me pueden despedir, pero no pueden desaparecer el tema de la igualdad de género en la Iglesia Católica

He sido sacerdote católico de la congregación de Maryknoll por 40 años. Cuando era joven, me acerqué a Maryknoll, debido a su trabajo por la justicia y la igualdad en el mundo. Es ahora muy difícil y doloroso ser expulsado de Maryknoll, de su comunidad y del sacerdocio por creer que las mujeres también están llamadas a ser sacerdotes.

El Vaticano y Maryknoll me pueden despedir, pero no pueden desaparecer el tema de la igualdad de género en la Iglesia Católica. La exigencia de igualdad de género tiene sus raíces en la justicia y la dignidad, y estas cosas no van a desaparecer.

Como católicos, profesamos que Dios creó a los hombres y mujeres de igual valor y dignidad. Como sacerdotes, profesamos que la llamada al sacerdocio proviene de Dios, sólo de Dios. ¿Como podemos nosotros, como hombres, decir que la llamada de Dios que recibimos nosotros es auténtica, pero la llamada de Dios a la mujer no lo es?

La exclusión de las mujeres del sacerdocio es una grave injusticia contra las mujeres y contra nuestra Iglesia ya que nuestro Dios es un Dios de amor que llama a hombres y mujeres a ser sacerdotes.

Frente a una injusticia, el silencio es la voz de la complicidad. Mi conciencia me obligó a romper mi silencio y enfrentar el pecado del sexismo en mi Iglesia. Lo único que lamento es que me tomó tanto tiempo para tomar una posición de cuestionar el poder y la dominación masculina en la Iglesia Católica.

En mi libro “Del Silencio a la Solidaridad” explico con más detalle mi posición sobre la ordenación de mujeres, y cómo llegué a tener estas convicciones.

Para más información, pueden ir a www.roybourgeoisjourney.org

204 comentarios

  • Carmen (Almendralejo)

    Madre como están los dinosaurios…

  • X. Gundin:
     
    No sé por qué no me publicaron en Atrio el comentario anterior, precedente a este. En el mismo venía a señalar que más allá de las peculiaridades del discurso del bloguero Luis Fernando Pérez Bustamante -tan respetables como discutibles-, me centro en lo que él mismo afirma: el sensus fidelium radica en que el Pueblo de Dios, que incluye también a sus pastores (jerarquía), ha de caminar en fidelidad al Magisterio. Esto es lo que me interesa principalmente de su artículo. Porque yo me siento, por una parte, exhortado a ser fiel al Magisterio, a la vez que por otra me descolocan y desconciertan y hasta descorazonan muchas actuaciones de no pocos pastores que en teoría y en la práctica deben pastorear ese Magisterio. ¿Me explico?
     
    Históricamente, el ejemplo más estimado y prototípico o paradigmático del ejercicio del sensus fidelium es la proclamación, por parte del Magisterio, del dogma de la Inmaculada Concepción. Proclamado por Pío IX, creo recordar -como siempre, al citar de memoria y sin poder contrastar el dato ahora mismo, puedo errar-, a mitad del siglo XIX, vendría a confirmar la fe del pueblo sencillo sobre la concepción inmaculada de María, fe que se mantuvo plenamente viva cientos y cientos de años, prácticamente a través de toda la historia de Europa y aun de Occidente, en realidad desde el comienzo de la Iglesia cristiana.
     
    Otra cosa. Está de “lamentable” actualidad el obispo y poeta Pedro Casaldáliga. Ha tenido que huir de su domicilio, y acomodarse-refugiarse en paradero desconocido y, en principio, seguro. Recemos por su vida y por su salud. Lo nombro aquí y ahora porque para el bloguero Francisco José Fernández de la Cigoña, el obispo Casaldáliga es pésimo, de los peores, de los más perniciosos obispos del orbe católico (claro que también para Cigoña son pésimos Tarancón, Alberto Iniesta, Ramón Echarren, Elías Yanes, Carlos Amigo, Samuel Ruiz, Nicolás Castellanos, Tomás Balbuino, Jorge Bergoglio, Paulo Evaristo Ars, Aloisio Lorscheider…). Como esto lo afirma ese señor abiertamente, públicamente, no estoy difamando al señor Cigoña, cuya opinión al respecto me permito traer aquí y ahora para señalar que no estoy de acuerdo con la opinión que el señor Fernández de la Cigoña tiene del obispo Casaldáliga, al igual que no siempre coincido con lo que exprese u opina Luis Pérez Bustamante. Del religioso claretiano y obispo misionero yo me permitiría afirmar que en efecto ha abrazado opiniones un tanto heterodoxas en el seno de la Iglesia universal, y que ha frecuentado amistades y fidelidades marxistas y promarxistas que pueden escandalizar a más de uno, solo que de ahí a negar la nobleza de su compromiso compasivo y solidario por los más humildes de la sociedad, desde su amor apasionado y muy mariano por Jesucristo (he estudiado algo su poesía, por la que hube de recibir alguna felicitación del propio obispo, inmerecida y muy generosa de su parte, y no es inmodestia por mi parte, pues esos trabajos críticos míos hoy día los contemplo no con especial satisfacción de autor)…
     
    Y sobre todo no lo estoy por algo que nunca he podido explicarme del todo yo mismo. A saber: he conocido a no pocas personas de las que ideológicamente he estado muy distante, pero que me han parecido fenomenales por su compromiso ético. Y un poco “al revés”: me parece haber conocido a un cierto número de personas exquisitamente católicas, y empero su compromiso ético, solidario o militante, me ha parecido muy discutible. Claro que estoy hablando de experiencias muy subjetivas: igual el que tiene el punto de mira distorsionado soy yo.
     
    Pues lo dicho: lo que me llama la atención del “mensajero Luis Fernando Pérez” es lo que tiene que ver con el alcance católico de eso que él expone sobre el sensus fidelium. Quiero llegar a comprender todo el alcance de esas afirmaciones que él se permite hacer, para la vida de fe del fiel católico que desea, a pesar de todos los pesares, caminar con la Iglesia.

  • Agustín O.

    Perdón, que he estado ausente unos día, que no todo es internet… Ana, yo no premedito la extensión del artículo en exceso, lo que quería expresar me salio así, con ese contenido. Las negritas no las puse yo sino el editor de RD, que es el que inserta los escritos que yo pongo…. Creo que en estos temas de moral personal mi posición es equilibrada pues deja claro el principio y el valor de fondo, con sus condiciones y situaciones donde se enmarcan: creo que lo más importante es la coherencia y firmeza de intentar defender todo agresión a la vida, ya sea la injusticia social del capitalismo, como el hambre o la pobreza, la guerra o el aborto…, lejos de toda ideologización como intento explicar en mi artículo; si no estás de acuerdo, pues que se la va hacer…
    Pepe Sala, yo nunca te he llamado eso como ya te dije y se puede ver, y además igualmente no fue así como lo cuentas. Ya lo explique todo y no lo voy a repetir al igual que mi posición sobre este caso que comentamos.  No sé que interes tiene la insistencia en mi vida personal, o en la de nadie aquí, al menos para mí, pero bueno…, no si soy sacerdote ni jesuita. Y mi actividad profesional como tal no es la de profesor de teología, porque además no puede ser en este país, y lo que tú pones es lo de profesor de religión, no confundas, que eso si te da la posibilidad de ganarte la vida. El compromiso de muchos, como intento yo, no se reduce a las clases de teología y la actividad de publicar, etc. sino el compromiso directo con organizaciones y movimientos sociales que frente al capitalismo o cualquier otra injusticia, luchemos por un mundo con más paz y justicia. Como te dije, sigues descalificando y juzgando a la ligera sin conocer y sin  además leer lo que pongo por aquí… Pero como ya te dije no quiero más polémicas y conflictos contigo, que te vaya bien,,,.Y, para terminar, no estoy de acuerdo para nada con la posición de LFB y su infocatolica y de gente o webs como él: no creo que para caminar en fidelidad a la iglesia haya falta ir excluyendo a la gente, y mucho menos solo él que no tiene la autoridad ni competencia para eso. Flaco favor a la iglesia posiciones integristas como las de este hombre y webs. Un cordial saludo

  • X. Gundín

    Luis Henríquez, 8-XII, 20:31 pm
     
    Leido lo que dice el energúmeno que nos recomiendas en el enlace, me parece que lo más importante no es “la mucha luz” que al pricipio “arroja” -ese señor siempre arroja algo- sobre una correcta interpretación del sensus fidelium en la IC, como su conclusión final, que se resumen en, cito en su penúltimo párrafo: “No cabemos en la misma Iglesia los que aceptamos todas sus enseñanzas y los que viven en constante rebeldía contra el Magisterio”. Obsesa  conclusión  en ese autovocacionado guardián de “la fe”, a propósito de lo que sea, de cualquier cosa, de todo.
     
    No es que me moleste, pues hace ya tiempo que no tengo esas preocupaciones, pero me queda siempre la desconfianza, pq siendo todavía joven me aconsejaron “¡desconfía de los autovocacionados!”. Desde entonces el consejo me quedó grabado.
    La desconfianza se incrementa cuando aprovechando algo que puede ser cierto (a mi no me preocupa, pero admitámoslo) como es la interpretación papal del dichoso sensus fidelium alguien echa el agua en su acequia para llevarla a su molino. ¡No se si me explico!.
     
    Me parece recordar que es la segunda vez que recomiendas cosas de ese señor arrojatodo. ¡Miau!.