Luis González Morán hace años que no parece por ATRIO, aunque me consta que nos sigue leyendo. Su participación en nuestros debates fue especialmente conflictiva como recordarán “los más viejos de este lugar de encuentro”. El misterio sobre su personalidad, un cura que presumía a veces de ser progresista y a quien le dolía que se atacará siempre a los curas que se mantenían fieles a su ministerio, se mantuvo oculto. Por eso me ha sorprendido y creo que puede interesar a muchos atrieros el desacostumbrado despliegue de su vida personal en la portada de Religión Digital.
Porque hoy publica por extenso Religión Digital, en una sola interminable entrada, las memorias de Luis que un redactor de La Nueva España publicó en cuatro días seguidos. Muchas cosas se me han ocurrido a medida que leía este narcisístico texto que no he podido acabar. Pero, ya que somos casi coetáneos, sólo quiero indicar una: no se puede banalizar de esta manera la figura de Juan XXIII, acudiendo a anécdotas personales totalmente irrelevantes.
¡Enhorabuena, Luis, por haber ganado esas elecciones a canónigo lectoral de la diócesis de Astorga en tiempos de D. Marcelo, aunque fueras el único en presentarte! Y por haber optado por hacerte castrense, nueva canonjía que te permitió hacerte abogado en Oviedo y ganarte la vida con tu bufete matrimonial.
A otra personas Juan XXIII y el Vaticano II les llevó a comprometer su vida por otro derroteros. Como a los que realizaron y se comprometieron con el Pacto de las Catacumbas y quienes les siguieron hasta dar su vida por ese profundo cambio de la Iglesia. Quien hayan llegado hasta aquí sin leer las memorias de Luis Morán, por favor, olvídelas aunque Religión Digital las presente en primera página (¿con qué criterio?) y olvide a ese personaje. Lean en cvambio este artículo de Jon Sobrino: El pacto de las Catacumbas: una Iglesia servidora y pobre.
¡Ostrás, resucitó!
(El espíritu está pronto, pero la carne es débil…)
Estoy de acuerdo con Pepe y Ana Luis no era precisamente tonto.Discutir con gente que piensa tan distinto es una especia de gimnástica mental.Pero,por favor,no te desnudes que no es bueno que los curas vayan despelotándose por ahí…
Queridos amigos:
Un placer volver a encontraros de nuevo después de un largo silencio.
Otro placer porque habéis dicho “a calzón quitado” lo que pensáis de mí, lo cual es es tonificante. Os advierto que no quita el sueño vuestros juicios, porque no son definitivos, solo me importa el Definitivo.
De todas maneras, yo no os diré lo que pienso de vosotros, solo por higiene: compruebo que estáis en forma.
Algunas intervenciones son absolutamente épicas, otras, simplemente mezquinas, por ejemplo esa delicia del “basurero de falsedades”. Como la vida misma
Las agradezco de todo corazón.
De todas formas, mi gratitud porque me hayáis dedicado unos segundos: eso me honra.
Y ya que estoy aquí, a lo mejor me quedo una temporadita, si el Sr. Moderador, me lo permite.
Soy mucho más pacífico, porque soy mucho más viejo.
Un abrazo sincero para todos y cada uno.
Más que inteligente es muy versado y ladino, con todas sus carreras nada me enseñó y no es prepotencia en la pura verdad…
Muchas veces un pobre hombre hortelano, o mujer que vende su fruta en la plaza enseña más que esto tíos prepotentes que solo son ratones de bibliotecas con mucha suerte y mucha mala milk
De acuerdo contigo, Pepe. A mí me daba mucho juego, porque es muy interesante discrepar de alguien inteligente, porque tonto no es.
Lo reuerdo, Ana; lo recuerdo perfectamente.
Mi punto de vista respecto a la participación en Atrio de usuarios conservadores en lo religioso, en lo político o en lo social, creo que ya lo expresé en alguna ocasión: si van a participar, por lo menos que sean listos y que escriban comentarios atractivos. Al menos, aportarán algo destacable. No comparto la tesis de aquellos que prefieren, para un debate, a los peores de los enemigos, con la ilusoria esperanza de poder “vencerlos” más fácilmente.
Pocas ideas, o incluso ninguna, comparto con Luis G.M. Pero en estos seis años que llevo participando en Atrio, nadie ha escrito comentarios mordaces tan buenos como los suyos. Y digo esto siendo consciente de que, en algunas ocasiones, yo mismo fui el objetivo de alguno de ellos. Pero no solo no me importaba, sino que me parecían un buen acicate para responderle intentando ser, incluso, más bicho que él, lo cual no era nada fácil.
Un abrazo, Ana.
Ante de pasar a engrosar los cadávares de atrio, no olvides, Pepe, que en su época de Amenofis V ya anduvo por esos barrios ultraterrenales.
A mí, lo que me parece más reprochable de ese texto en el que resume su biografía es que, con lo maravillosamente bien que puede escribir Luis González Morán, en ese escrito no se esmeró nada, pero nada, nada. Algún momentillo de luz pero, en general, es una prosa bastante mala, en mi opinión.
¡Ah! por si lee esto: es falso que la iglesia sea un dique que nos defiende contra la barbarie (así en general, puede que a alguien en concreto sí lo haya defendido de la barbarie), como es falso también que la iglesia sea la gran defensora de la vida humana.
Por lo demás, a título personal, siento que Luis ya no participe en Atrio. A pesar de los pesares, que fueron unos cuantos, creo que su participación era, para Atrio, más beneficiosa que perjudicial. Hasta que, finalmente, un día, pasó a engrosar la lista de los cadáveres de la memoria de Atrio…
Gracias al Pacto de las Catacumbas pudimos los españoles tener, en tiempos peores para la libertad y la disidencia obispos de la categoría y el estilo de vida del inovidable Palenzuela, el sencillo Buxarrais y el rebelde Castellanos, por citar solo tres casos que seguro son conocidos de todos y que dieron otro cariz, en silencio y en lo escondido, a lo Juan de la Cruz, al servicio episcopal. Otros, parece ser, han seguido otros rumbos y ahora, con el triunfo electoral d ela peor derecha de este país, parece ser que quieren presumir de ello. Pues muy bien, que lo hagan, también para ellos existe la libertad de expresión, gracias a Dios.
Lo apunta en su escrito. Los dos fuimos rigurosos condiscípulos, compañeros y amigos. En Comillas y en Roma. Luis no ha cambiado. “Semper idem”. Ése era también el lema del escudo de Ottaviani, mi superior y amigo. Luis sigue siendo “comillés” a machamartillo. De la Comillas netamente jesuítica y preconciliar. De los de Baeza, Rodrigo, Quevedo y otros educadores-profesores de los 50-60. Algunos de estos “maestros” salen en su autobiografía . No está solo. Son mayoría. Otros, los menos, también el moderador de atrio, hemos evolucionado cantidad. Hemos huido de la fosilización.
En Almendralejo hay un cura que se fue las misiones… Vaya barbaridad de esta palabra por el lugar que escogio para trabajar “Alemania” Con lo cual ha venido con una pagaza de jubilado que de ni ministro.
Y por supuesto como no es bastanta para comprase un gran piso en la parte de más abolengo de este pueblo, tambien se sacó la carrera de abogado, de aquella manera que los curas se la sacan… Es decir con todas las facilidades del mundo, y con todos los capotes de todas las corridas… No se piese mal, por aquello de “sacan y corridas” Lo que digo es que sabido es que tienen abogados ellos hasta en el mismo infierno.
Ahora está de abogado matrimonialista, que es lo que la curia pide, ya no es aquello de profesores de religión que viendo como están los niños y el patio los pierden a todos-as. Los divorcios y los pleitos dejan muchos más dividendo que las clases de religión por supuesto, y como la pela es la pela, se las “pelan” para que ahora se saquen las carreras de abogados, no sin cobrar primero sus jubilaciones como este señor cura que no cura nada pero que sí es muy Señor.rito…
Pues el hombre está encantado de haberse conocido….
Sólo se desnuda alguien cuando ha perdido el sentido de la ética y de la estética. Y, máxime cuando a la vejez hemos acumulado tantos pellejos. Hacer una hagiografía de sí mismo, es muy atrevido.
Un cura atendiendo nulidades matrimoniales y divorcios… Más lo que alguna de sus clientas cuenta por ahí. Mamma mía!!
Pobre Luis, siempre me inspiraste intriga y, en ocasiones, hasta ternura, pero con estas declaraciones, realmente, como dice el título del post, te has desnudado sin controlar aquello que tu espejo te oculta. Repasa un poco la ventana de Johari por si puedes convertir tu hagiografía en biografía real.
Menos mal que nos queda aquello de Jesús:”- Bendito seas, Padre, Señor de cielos y tierra, porque, si has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla, si, Padre, bendito seas por haberte parecido esto bien.” “-No es el siervo más que su Amo, ni el discípulo más que su Maestro; si a mi me han perseguido…” (Y con la que ha caído y está cayendo ¿?)
Parece que no entendió ni la gran verdad que le dijo su hermanita en la misa: que lo de Jesús no es cosa de clérigos y jerarcas, sino de quienes intentan seguir el testimonio y mensaje de Jesús.
Un añadido a ese largo relato de vida:
¿No se le ocurrió nunca a Luis encararse con quienes repartián leña, y mucha, a los que buscaban el Reino del Padre por la igualdad de ser personas y por su Justicia que permitiera una vida digna a tantos expoliados; Algo así como lo que hizo el Obispo ROMERO del Salvador?
¿Qué pasaba por las cuencas mineras leonesas, asturianas, etc.?
¿Como reaccionaban Almarcha, González y su piadoso clero y laicado, cuando Jesús sufría represión en quienes la recibian por SU CAUSA (Defensa de la Verdad y de la Justicia)?
Algún día la JUSTICIA, tendrá que hacer JUSTICIA por esos abogados del diablo, los matrimoniales que se ponen a JUZGAR desde sus pulpitos y luego lo llevan A LOS JUZGADOS…
Ya conozco por gente que le han tratado a este señor que muy letrado y versado se jacta de sus estudios a escote de los bolsillos de quienes pagamos a la curia y becas del Estado.
Un robo que hacen al pueblo llano, a jóvenes sin futuro mientras ellos han caido al cielo bendito en la misma tierra… vomitivo este y todos los que han abusado de todo esto.
He leido algo de las memorias de correoso personaje con quien en cierto modo me medí en tiempo preterito. No me interesan mas que someramente y por curiosidad.
Como digo apenas he leido algo. Pero entre lo que he leido y lo que recuerdo de Gonzalez. Lo que se me acude es que es triste que muchos entre nosotros, ni con los años aprendemos y no nos “caemos del caballo”. Debe ser triste estar toda la vida revolcandose en un basurero de falsedades…, y no disfrutar de la alegria de la autenticidad.
Yo sí me he leído las memorias de Luis González Morán con quien coincidí en Comillas, aunque él era de unos cursos superiores que yo. No te extrañe, Antonio, porque a muchos de los que pasaron por Comillas no se les pegó el tufo renovador que otros recogimos. Quizás les faltó el contacto con la dura realidad y el “verla” desde otra perspectiva.