Parece que se enteran ahora. Que la mitad de los jóvenes españoles no creen en Dios ni conocen a Jesucristo. ¿Pero no habíamos conseguido ganar la batalla, tras la muerte del gran protector de la unidad católica de España, de mantener el sistema de colegios religiosos financiados por el Estado y la clase de religión en la escuela pública pagados los profesores por el estado? ¿Cómo se ha podido producir esta debacle?
Para poner remedio se ha convocado un Congreso de Pastoral Juvenil que se celebrará próximamente en Valencia. Lo ha anunciado solemnemente el obispo Munilla desde la casa de la Iglesia en Madrid. Invitamos a leer el texto de la presentación y los comentarios en Religión Digital. Esta vez no tienen desperdicio a pesar de que en esa página suelen dominar los conservadores. Entresaco algunos:
Pedro, Calatayud Pues el verano pasado hubo muchos jóvenes en Madrid! Fue un “éxito”…¡Ah!, que cantaban: “esta es la juventud del papa”; y mientras yo me preguntaba, ¿y dónde está la juventud de Cristo? ¿Dónde la juventud del Señor?.
franz
“Los obispos reconocen que “más de la mitad de los jóvenes españoles no saben quién es Jesucristo”.
“Los jóvenes españoles están heridos intelectual y afectivamente”.
¿Cómo no van ser heridos, con un obispado ultraconservador?
Jesús puede ser lo más fascinante para un joven que lo encuentra expuesto en palabra y ejemplo, como históricamente era.
Pero la iglesia imperial lo secuestraba para su propio honor y gloria.Raúl
Nuestra Iglesia actual es un desastre, los principales culpables creo seriamente que son ellos: la jerarquía, parte del clero etc.,. Es una pena, pero nosotros ” los de a pie ” poco podemos hacer, sino lamentarnos. Estos ni ven, ni oyen, ni escuchan a nadie, porque no quieren, suelen vivir interesadamente, montados en “sus nubes” y lógicamente así esto no funciona.
car
Media España, las familias de los vencidos en 1939, consideró una ofensa la canonización como mártires de la fe de los que eran verdugos o colaboradores de los verdugos. Y todos conocemos el Santo Tribunal de la Inquisición de Jesucristo, o sea los dominicos. Torturas, violaciones, incautaciones de propiedad.
Carlos
No es q no sepan quien es Jesús, es que no quieren ser católicos, que es distinto. Y me parece normal. Si tú a un chico joven le dices que los que tienen sexo sin estar casados van a ir al infierno si no se arrepienten a tiempo, y lo mismo de los que usan anticonceptivos, pues la verdad es que muchas ganas de ir a misa no le da. Si además le dices que el opus, los legionarios de Cristo y los kikos son organizaciones santas que colaboran en la nueva evangelización, pues va a salir corriendo. Que aquí nos conocemos todos, o casi todos, y esas organizaciones tienen muy mala fama.
Y se puede no ser católico y no estar herido y ser muy inteligente y equilibrado. Que recapaciten.Cicerón
Es la iglesia católica la que ha perdido el rumbo y no sigue el ejemplo del verdadero Cristo.
Y, finalmente, un comentario que nos suena familiar:
Antonio Vicedo
Munilla dice:-“hay un alejamiento importante de las jóvenes generaciones españolas de la Iglesia”.
¿No será que ha habido y hay un alejamiento mucho más importante de la Iglesia, tal como ofrece su testimonio institucional, del comportamiento vital de Jesús y de su claro mensaje HUMANOS, y las generaciones actuales, más autónomas en racionalidad y libertad, se han dado cuenta de esa incoherencia, repercutiendo en la oferta del Jesús de quien da noticia el Nuevo Testamento?
¿Por qué no ha servido la Iglesia institucional de cauce o camino en las aspiraciones de logros personalistas y sociales más humanos, si la HUMANIZACIÓN de Jesús y su mensaje de poner el SABADO al servicio de la Humanidad,no al revés, son levadura de la que depende la fermentación humana de la Humanidad?
¿Por qué la EVANGELIZACIÓN dejó de aclarar lo que a su etimología corresponde (BUENA NOTICIA) para la Humanidad, sobre todo, para quienes más la necesitan?
¿Se ha relacionado con el VALOR IGUAL DE TODA PERSONA?
jueves 18 octubre 2012, 20:17
Bueno, pues podemos seguir el diálogo en ATRIO…
¿Es la secularización causa de que disminuya la fe de los jóvenes (y mayores)?
¿O el no saber presentar la figura y el mensaje de Jesús en un mundo que se ha hecho autónomo y mayor de edad, que eso precisamente es secularidad?
¿Un congreso sobre jóvenes con la ponencia de tres obispos?
Conocí a uno de ellos cuando era joven. Era un chico dividido. Por una parte le atraía la revolución juvenil, la confianza en los jóvenes, la autogestión de las instituciones educativas… Por otra parte era muy fiel a un director espiritual, don Javier, que se emocionaba hablando de Jesús y de la oración… Presiento que en su ponencia Para ti la vida es Cristo. El primer anuncio va a decir cosas muy bellas. ¡Un santo! Pero también estoy seguro de que hoy, constituido en arzobispo con gran futuro aún en la carrera eclesiástica, no va a ser capaz de llevar la buena noticia a los jóvenes de hoy, pues ya ha dejado de creer en ellos y en su capacidad para que sean ellos mismos quienes busquen sus valores a partir de su realidad, para que se autoorganicen y hagan su revolución. Sólo quien crea de verdad en los jóvenes de hoy podría llevarles la buena noticia. La llamada nueva evangelización de la que tratan los obispos del Sínodo no deja de ser una gran maniobra sectaria de proselitismo, llamada al fracaso.
Los obispos ( los de antes, los de hoy y los de mañana), cuando ” se caen del burro” es para subirse al Caballo de Atila, quien no dejeba crecer la yerba después de sus paso, según cuenta la leyenda.
Los de ayer ( pongo por caso a éstos angelitos que nos trae a colación mi paisano González Bedoya,. hermano de mi profesor de Preceptoría Don Evencio… de mejor olvido que recuerdo) se reflejan un poquito ( muy poco) en este articulo de hoy mismo:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/10/20/actualidad/1350760143_187122.html
Los de hoy, incluidos Rouco Varela, Iceta y Munilla, han superado el listón de los de ayer.
Los de mañana, ” dios dirá”, pero estoy casi seguro que superarán a ambas clases y nos sorprenderán con la vuelta a Trento. Que para éso se les está dando tanto pábulo a las nuevas generaciones de Obispos y SECTAS ultraconservadoras. ( Opus Dei, Camino Neoctacu—éso y la Bíblia en verso.)
De lo que también estoy seguro es de que nuentro Estado “laico” no les hará sufrir la famosa crisis a tan santos varones. Si Juan XXIII levantase la cabeza se quedaría asombrado de su tremendo fracaso respecto a los Obispos españoles, a su postura frente al franquismo ( opinión muy subteptible de estar equivocada y sería bueno acudir a la hemeroteca en declaraciones del Papa al respecto.) y al poco caso que le hicieron los Obispos españoles .
Y, como ya ha llovido un montón desde el Vaticano II y se puede comprobar perfectamente los efectos del tal Concilio en España… ¿ de donde se deduce que los Obispos se han bajado del burro?
Lo que yo veo en España es que, al contrario, los Obispos se han crecido, se han adueñado el País, siguen abusando HASTA EL VÓMITO , y el Estado, los Ayuntamientos, los Organismos Públicos, los Jueces, los mass-medias, los—- se bajan los pantalones ante la prepotencia eclesiástica de un Pâis que se dice ” laico”.
Por cierto, ATRIO tampoco está exento de la bajada de pantalones y, simulando que se enfrenta a la ICAR, en realidad la potencia, porque no quieren ” perder la salvación” fuera de la ICAR. ( la salvación se suele entender de varias formas: al alma, el sueldo mensual, la posibilidad de conferencias, locales para actos pseudoreligiosos, mantener la atención sobre la ICAR aunque sea en sentido crítico, etc.)
En definitiva, que incluso el ateo ( un servidor) sigue dando pábulo a un ente que mejor estaría desaparecido de la sociedad que gastando el tiempo ( y montones de millones de dinero) de nuestras procupaciones. Pero ya se sabe que ” la carne es débil” ( que se lo pregunten a los Obispos, curas y demásd familias) y hay veces que uno reventaría si no se puede expresar ante tanta INCONGRUENCIA como se lee por aquí.
Pues éso…
En el cuarto párrafo: “cada uno de ellos puede hacer con su vida lo que estime […]” Son pequeños errores que se cuelan.
Y además no puedo evitar, luego de comprobar una vez más cómo en el post que acaba de subir el coordinador Antonio Duato se vuelve a mentar sutilmente a un cierto blog, comentar lo siguiente, que ha de comenzar por algo tan elemental y obvio como el reconocimiento de que la verdad es poliédrica, múltiple, equívoca; sinfónica la llamaría el teólogo H. Uo von Balthasar.
En ese blog, a propósito de un artículo-reportaje del administrador sobre la recepción de unas reliquias de san Juan Bosco, recibidas en el Colegio Salesiano de Las Palmas de Gran Canaria, algunos foristas canarios aprovechan para mostrar sus preferencias por algunos de los sacerdotes más viejos de la diócesis. Todos eclesiásticos ensotanados o con alzacuellos, obvio. Incluso algunos ya fallecidos, como un trío muy famoso de curas que eran tres hermanos, los tres estrictamente ensotanados. No traté a ninguno de ellos, por razones de edad, pero de uno de ellos no he recibido sino comentarios de este jaez: “El pobre, tanta debilidad tenía por las mujeres que…” En fin, no sigo -personas de iglesia muy informadas me han llegado a hacer comentarios muy subidos de tono sobre el asunto-, puede ser doloroso para familiares de esos sacerdotes; el caso, empero, es que en los comentarios de ese blog son todo parabienes para esos tres hermanos sacerdotes, ejemplos propincuos, sin duda, de un tipo de ministerio sacerdotal autoritario, conservador de derechas y ultraclerical.
De otro sacerdote, este en activo, sobre el que pesan sospechas y acusaciones de pederastia o pedofilia, lo mismo: parabienes y felicitaciones. Igual son difamaciones contra él, pero de este eclesiástico me han llegado a mí mismo muchísimas de esas acusaciones, de varios frentes eclesiales además. Pero de las palabras de esos comentaristas, no asoma ni una palabra sobre este espinoso asunto.
De un quinto sacerdote, erudito teólogo y esto y lo otro, lo mismo: el “non plus ultra” de las perfecciones como presbítero. Lo conozco, lo tuve como profesor. No dudo de su bondad humana ni de su preparación ni de su fidelidad al Magisterio, como tampoco dudo de la metida de pata que tuvo cuando una vez se le ocurrió dar a entender en clase que para unos padres ya mayores de familia muy numerosa, una vez que celebraban sus bodas de oro matrimoniales o no recuerdo qué, brillaban con luz propia, muy por encima de la del resto de los hijos seglares, “del montón”, la de los hijos curas e hijas religiosas que del citado matrimonio habían salido.
Todo este “rollo” lo traigo no tanto para polemizar -ya no estoy ni por la labor de polemizar-, sino más bien para ejemplificar cómo en efecto la realidad y la verdad sobre las personas, los fenómenos, las circunstancias y las cosas, no es plana. En modo alguno.
Ana Rodrigo:
No pasa nada; a menudo me equivoco, pero eso sí, trato de ser sincero conmigo mismo y con los demás, “sincero hasta los huesos”, en expresión que sería tan cara a la poesía del genial César Vallejo.
La realidad es la que es, objetivamente hablando, más allá de nuestros juicios, criterios y preferencias. Aunque tratemos de transformala según y cómo y además, no podamos ser del todo objetivos en su visión y análisis, pues cada uno somos hijos de nuestro padre y de nuestra madre y de nuestro entorno de vida y de trabajo y de las personas y de las múltiples situaciones y circunstancias que hemos frecuentado “y de… y de”…
Por esto mismo que trato de dejar claro, me gusta tratar de comprender los fenómenos lo más hondamente que pueda. Un ejemplo: por pura casualidad durante la venida del Papa a España en el pasado 2011, acerté ver por la televisión nacional a un grupito de jóvenes muy festivos, contentos, coreadores del Papa y demás. Los reconocí enseguida porque son de mi diócesis y con algunos he tenido cierto trato. Me sorprendió verlos. Naturalmente cada uno de ellos puede hacer con sus vidas lo que estime conveniente, hasta ahí podríamos llegar, pero puedo asegurar y aseguro que hasta donde yo sé, pasan bastante de la doctrina moral del Magisterio. Ellos y ellas sabrán por qué, no es algo que me incumba. Y empero ahí estaban, vitoreando al Papa cuya doctrina -repito que por razones que ignoro al mismo nivel que no deben ni interesarme indebidamente- no siguen fielmente.
De modo que esa también es la juventud del Papa; parte de ella.
Supongamos que nos encontramos a un gran personaje por la calle que nos dice que ya no cree en Dios ni en Jesucristo. Supongamos que le decimos algo así: ” Mire, siéntese aquí conmigo en este banco, señor que le voy a resolver todos sus problemas:
Le voy a decir quien es usted, lo que le pasa. Le diré como salir de esta peligrosa situación. Tendrá que seguir al detalle las normas que le voy a dar. Si me hace caso al final de todo esto, usted habrá recuperado su fe en Dios y en Jesucristo”.
Ridículo ¿verdad?
Algo parecido tiene en su mente Munilla, cuando es él quien se encuentra con los jóvenes queriéndoles convencer que tiene la solución para resolver sus problemas.
Se necesita ser José Ignacio Munilla para mostrar ese grado extremo de inconsciencia. Se necesita estar aterrorizado ante la realidad con la que se encuentra para atreverse a tanto. Para quitarse el susto de encima busca algo con que asustar al fantasma para que se vaya.
Este fue el mismo Munilla que declaró una vez que “existían males mayores” que el que sufrió el pueblo de Haití tras el potente terremoto que sufrió Puerto Príncipe en el 2010. Para Munilla, mucho peor que las muertes, el dolor y el caos instalado en la isla caribeña, donde los muertos superaban ya los 50.000, era “nuestra pobre situación espiritual y nuestra concepción materialista de la vida. Son dos defectos que caracterizan a nuestra sociedad y por los que deberíamos llorar”.
Supongo que Munilla estará pensando en la venida del papa a España y los jóvenes que se reunieron alrededor de él y la propaganda que se quiso hacer haciéndonos creer que la juventud entera estaba con el papa. Se fue el papa y nada había cambiado.
Munilla pensará que lo de él va a ser mucho mejor, todo un Congreso de la Juventud, que esta vez si que va a cambiarlo todo.
¡Qué inocente! La gente poderosa – políticos, dictadores, comerciantes, propagandistas, las religiones – , tienen un gran aliado de su parte en el dinero. Su experiencia les dice que arrojando dinero a los problemas enseguida desaparecen.
¡Qué pena! En una época de crisis con tanto desempleo y familias desahuciadas se destruyen recursos que hacen falta en otras partes. Cuantas cosas más beneficiosas se podrían hacer con los medios que se van a utilizar.
A Benedicto XVI el día del Domund lo único que se le ocurre es canonizar a 7 nuevos santos con un coste total superior a mil millones de dolares. El Domund hace referencia a la mayor parte hambrienta de la humanidad, no para ayudarles a resolver su penosa situación sino para engancharles al carro de la fe.
Recapacite Señor Munilla. No vuelva a meter la pata tan estrepitosamente. Lo que usted llama “concepción materialista de la vida” empieza en la materia que es lo mejor que tenemos y lo mejor que Dios nos ha dado. Llore usted por los que se mueren de hambre y no por la pérdida fe de los jóvenes. Ellos saben muy bien en quien tienen creer y en quién no.
Si algún joven leyera esto que sepa que lo dice alguien que lo ha vivido muy de cerca en uno de los países más pobres del mundo durante 45 años. Un abrazo para todos, Héctor.
Antonio Vicedo dice:
– Iglesia institucional.
Pero ¿acaso alguna Iglesia no es institucional? Hacer Iglesias las institucionaliza, crea el sábado, múltiples sábados, que luego se pretenden –y no se consiguen- poner ‘al servicio’ de las personas. Lo que sobran son los sábados, las Iglesias.
– La Humanización de Jesús.
Pero ¿acaso no ha sido divinizando a Jesús como lo habéis deshumanizado? Es el mito de dios, el invento de dios, la leyenda del héroe mediador entre dios (los dioses) y las personas, llámese al imaginario héroe Aquiles o Jesús.
– La Evangelización no es buena noticia.
Pero ¿acaso la buena noticia no es sino el mensaje de amor al prójimo como a nosotros mismos, la regla de oro tan anterior a Jesús, repetida por éste?
No es evangelización ni evangelios lo que necesitan las personas, no son los evangelios los que van a ayudar a resolver los problemas de las personas, pues los evangelios se fabricaron para hacer Iglesias, las comunidades de seguidores de Jesús del arcaico siglo I.
Los evangelios se escribieron para servir a las Iglesias, no para servir a las personas. Es un craso error confundir los intereses de las Iglesias y de los evangelios con los intereses de las personas, con los intereses de los pobres.
Claro: en seguida la Iglesia los declaró Santos, a los anónimos evangelistas, los hizo héroes intermediarios entre los dioses y las personas. E hizo a los evangelios ‘palabra de dios’. ¡Cuánta mitología, al modo de la mitología griega!
Sigue siendo el mito y la leyenda inventados para manejar a las personas, para mantenerlas en la minoría de edad, sin autonomía respecto del inventado mundo sobrenatural de los dioses, ángeles, espíritus, demonios, vírgenes mediadoras, santos que interceden y consiguen milagros … en suma cuentos para niños, para mantenerlos siempre niños y ser más fácilmente manejados por los hechiceros (las legiones de Munillas, Icetas, Roucos, Ratzingers y demás Jefes del Estado Vaticano …) al servicio de los poderosos
No olvidemos que las Iglesias, también la católica como las demás, se institucionalizan en todo caso: no existen Iglesias que no se institucionalizan
Es desviarse de los intereses y problemas de los pobres y de las personas dedicarse a los intereses y problemas de las Iglesias, también a los de la Iglesia católica, romana o japonesa, o universal, como gustan llamarla los que se dedican a su salvación seducidos por el poder de la ICR.
Por eso la Historia de la Iglesia católica demuestra que ésta nunca ha servido a los pobres ni a la humanización de las personas, sino para someterlas: porque se institucionalizó desde el principio, desde los evangelios que fabricaron, manipulando el invento de dios, para sus intereses de las primitivas Iglesias cristianas, no para la humanización de las personas.
La ICR nunca ha servido en toda su Historia, ni va a servir, para solucionar los problemas de las personas, sobre todo los de los pobres.
Tratar de mejorar la ICR, como pretende este foro Atrio, es tarea llamada al fracaso. Evangelizar es tarea llamada al fracaso. Al final no sirve más que a los intereses de los poderosos (ver la Historia de la ICR)
Los disidentes católicos ven con claridad que no pueden hacer otra Iglesia diferente de la institucionalizada ICR, y por eso siguen en ella, seducidos por ella, imaginando la quimera de que van a cambiarla, a mejorarla, aunque en el fondo saben que no lo van a conseguir, pero lo tapan con ‘la fe’, que sirve para eso, para seguir en la ICR.
Estoy de acuerdo con lo que afirma, aunque a modo de pregunta, mi amigo Pepe Blanco
Estimado Luis: No te entusiasmes tanto con que la tasa de natalidad de ciertos grupos garantiza su conservación e ideología. En USA se ha visto que la mayoría de los no afiliados a una religión particular provenían de hogares afiliados. Y eso que los gringos son de escuela dominical y su vida social gira alrededor de sus templos. Porque los jóvenes no imitan a sus padres ni desean hacerlo. Y 12 años de enseñanza religiosa y una familia piadosa puede producir tranquilamente un hastiado con el tema que tenga reflexión propia. Lo que suele suceder.
En cuanto a dividir el mundo en progres y conservadores, es un comprensión tan pobre del ser humano, que yo la omitiría del vocabulario más ilustrado, porque los esteroptipos no dicen nada, excepto el mundo binario de quién los emite.
Acabo de leer un artículo con estadísticas muy frescas sobre el comportamiento ante las religiones de la población de USA, país que se consideraba cristiano. Las últimas cifras hablan de que 1 cada 5 adultos (20% que son 46 millones de personas) no tiene filiación religiosa, y están de lo más contentos. Esta cifra en los adultos entre 20 y 29 años sube al 30%, es decir de cada 3 jóvenes 1 dice no pertenecer a ninguna iglesia ni culto. Pero curiosamente estos no afiliados no son ni ateos ni agnósticos, dos tercios de ellos como 31 millones, dicen creer en Dios, el que ellos se imaginan, rezar (como les da la gana y cuando les da la gana). Estas personas que no buscan ni quieren religión establecida, fueron en su mayoría criados en una religión. No pertenecen a ningún estrato social en particular, y la desafiliación es transversal. En otras palabras se desafiliaron de instituciones religiosas pero no de los sentimientos religiosos, y no sienten la lealtad hacia las instituciones religiosas como símbolos de etnias o de clases que existía en otro tiempo. Los no afiliados pasaron del 15 de la población adulta el 2007 al 19.6 el 2012
Es el signo de los tiempos.
Ya que estamos hablando de obispos que se caen o no se caen del burro, me permito colgar un comentario que en su día hice de nuestro Monseñor Mario Iceta.
“¡Qué queréis que os diga!. Esperaba algo más universal de un obispo de 45 años, con un bagaje cultural importante. No deja de ser una impresión personal, pero diría que su mini-discurso es ininteligible para la inmensa mayoría de los seres humanos que poblamos el planeta Tierra.
El primer impacto, bastante insufrible por cierto, es una sensación de arrogancia en sus palabras. Ese estar en posesión de la verdad absoluta te echa para atrás. Ni corto ni perezoso, se auto-proclama enviado del Dios hecho visible en el hombre de Nazaret. Con semejante título no tiene ninguna dificultad en considerarse justificado en todo cuanto hace y dice. Yo debo de haber leído el evangelio al revés, porque voy de sorpresa en sorpresa. Por ejemplo, habla de facilitar la concordia entre todos cuando, a los ojos de demasiada gente, aparece como manzana de la discordia dentro de su propia feligresía. Pretende ser servidor de todos pero, por si acaso, siendo un jerarca de la Iglesia de los pobres se apoya fundamentalmente en los ricos. Presume de soportar bien las críticas porque su Maestro también las sufrió, olvidando que a Jesús le criticaron por revolucionario enfrentado al poder y a él por todo lo contrario. Es decir, por estar al servicio de quienes lo ejercen con autoritarismo. Dice estar dispuesto a cargar con la pesada cruz de sus nuevas responsabilidades, cuando la que realmente lleva colgada del cuello es una pequeña joya ornamental.”
Esperemos que la mayoría de los prelados no compartan la deriva excesivamente estrecha y dogmática que se está adoptando. La corriente mas integrista del Episcopado español, en la que milita D. Mario, tendría que ser superada. En un mundo tan plural como el que nos está tocando vivir, tarde o temprano se impondrá el compromiso con una espiritualidad cercana a las necesidades reales de las personas. La arrogancia y el dogmatismo inquisitorial son un pedestal del que, en pleno siglo XXI, toca bajarse”.
Ultimamente me llama la atención su discreción. Diría que está desaparecido en combate , dejando que sea Monseñor Munilla el que alborote al personal.¡ Ojalá me hubiera equivocado en mi precipitado juicio en caliente!. ¿Alguien me puede sacar de dudas?.
Luis A. Henríquez, quizá fallaste en el “tono” o en la forma de decir lo que intentabas relatar, cosa que has corregido en el segundo comentario. Constatar hechos, es diferente a enjuiciarlos, que es lo que yo percibí. Si te he interpretado mal, te pdio perdón.
Ana Rodrigo:
Cualquier persona “desprejuiciada” puede darse cuenta de que el número de adhesiones, conversiones o retornos a la práctica de la fe de la Iglesia católica es relativamente numeroso entre los llamados grupos católicos neoconservadores, y prácticamente nulo entre las filas de los llamados grupos progresistas. Es así estadística, sociológicamente hablando. Sin ánimo de juzgar ni condenar a nadie en particular, en concreto; asimismo, sin pretender canonizar a todos y cada uno de los fieles que a través de los grupos neoconservadores -en los que nunca he estado, a los que nunca he pertenecido- han vuelto a la práctica de la fe; esto se lo dejo a Dios…
No hago juicios personales sobre la intención de las mujeres católicas en por qué sí o por qué no tienen hijos; sin embargo, es un dato objetivo el que las pertenecientes a esos mismos grupos neoncos (ya sabemos, Opus Dei, Camino Neocatecumenal, Comunión y Liberación…) tienen más hijos que las progresistas. Las razones parecen obvias: las católicas neoconservadores suelen ser más fieles a la doctrina del Magisterio sobre sexualidad, familia, anticoncepción; las mujeres progresistas, muy infieles a esa doctrina. Esto es tan obvio que no exige mayores pormenorizaciones.
Nada más.
Este párrafo no tiene desperdicio: “Rouco Varela manifestó que el Sínodo, en el que participan 262 obispos de todo el mundo, subrayó que las familias son indispensables para la transmisión de la fe y que principalmente es la mujer, la madre, la que transmite la fe, de ahí la necesidad de ayudarles y atenderlas en sus necesidades.”
En primer lugar, 262 obispos elegidos a dedo, hombres, sólo hombres, célibes y mayores en edad, ellos solitos arreglando ¿? el mundo. ¿ Dónde está la representación de las mujeres, de jóvenes, del laicado, de las personas casadas o divorciadas? Ellos se lo guisan y ellos se lo comen, el resto del pueblo, a obedecer.
Y el tema de las madres como transmisoras de la fe, ya es que me parto…¡Qué visión de la madre y, sobre todo, qué visión del padre más arcaica. La madre dando catequesis en el hogar, mientras el padre trabaja, lee el periódico, está en el bar o de putas. Estos cerebritos no tienen arreglo ni engrasándolos.
Luis a. Henríquez, ¡vaya perorata que has soltado contra las mujeres progresistas, uf. Las mueres somos lo que nos da la gana ser, no lo que otros dice que tenemos que ser. Y yo soy liberal, moderna, feminista, autónoma, etc. ¿y qué? ¿Vas a ser tú el que me digas que sea medieval, sumisa, dependiente de un hombre, tonta y estúpida? Por favor, por favor….
Y añades, refiriéndote a las mujeres conservadoras “al menos conservan un sentido de la maternidad que en gran medida se ha perdido entre los llamados grupos progresistas.” ¿Qué entiendes tú por sentido de la maternidad? Ser como conejas o cualquier otro animal que no hace más que parir? Mamma mía!!! La maternidad, al igual que la paternidad (creo que algo así dijo el Concilio), debe ser responsable, y responsable es utilizar la razón y no el instinto o “los que Dios quiera”, a la hora de tener hijos y/o hijas.
Acabo de leer el resumen de una rueda de prensa concedida ayer en Roma por el cardenal Rcuco, en Religión Digital.
Viene a decir que la causa de la pérdida de fe es la secularización. Es como si dijera que los niños pierden la fe por la edad, la culpa es de la edad. Deberían siempre conservarse niños. ¡Qué majos!
Me parece que hasta ese magno Sínodo sobre la Nueva evangelización va a seguir confundiendo evangelización con infantilización.
Y parafraseando, aunque sea cursi: “la fe del futuro será adulta o no será”.
“La eficacia de las organizaciones progresistas se ha demostrado prácticamente nula…desertizadora más bien”.
Así se dice en este hilo por algún participante. Y se añade que los “neoconservadores” son mucho más eficaces…
Creo que es el momento de recordar la parábola del grano de mostaza. O también aquello de Pablo a los Corintios; “si no tengo caridad son como campana sin badajo” o algo parecido. Creo que en algún lugar del Evangeliosse pone en boca de Jesús que sería posible hacer de las piedras miembros del Pueblo de Dios.
Creo que el que ha dicho eso de arriba no ha tenido en cuenta esa visión positiva de los valores evangélicos en los que abunda la juventud actual, y de los que participa y los difunde y promueve en nombre del Evangelio Tamayo, y Queiruga, y Castillo, y Pagola, y muchos otros teólogos que pretenden condenar a la lista del Indice y a las mazmorras de la Inquisición. Además de algunos obispos y no pocos sacerdotes de los que ejercen de soldados rasos.
Creo que ya va siendo hora de cambiar el chip de la iglesia con la que soñamos, “fiera de la cual no hay salvación”, una, universal, aceptada y seguida por todos los seres humanos, de la iglesia de las masas, del cien por cien de españoles bautizados, de España católica una grande y libre, por esa otra iglesia sal del mundo, luz sobre la azotea, grano de mostaza, pequeña grey, levadura en la masa. Y esa iglesia existe, está viva, pesa en la historia y en la crisis de este siglo XXI.
¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?
¿Y por qué confundís el tocino con la velocidad, por qué os vais detrás del levita que pasó de largo y no os quedáis a echar una mano al Buen Samaritano?
Es cierto que no pocos obispos católicos dejan mucho que desear en su testimonio creyente como seguidores del Resucitado, y no es menos cierto que también los grupos considerados neoconservadores (Opus Dei, Camino Neocatecumenal, Comunión y Liberación…) se desempeñan como organizaciones notablemente mejorables. Sin embargo, los movimientos neocons son los únicos que crecen en la Iglesia católica, en número, en adhesiones, en conversiones… O al menos se mantienen.
Los movimientos progresistas tiendan a desaparecer. No crecen. Ni siquiera las mujeres jóvenes progresistas están por la labor de tener hijos, que para eso son muy feministas, muy liberales, muy autónomas, muy modernas; aunque también mujeres de nuestro tiempo, las católicas de los grupos católicos llamados -a veces muy despectivamente- neoconservadores, al menos conservan un sentido de la maternidad que en gran medida se ha perdido entre los llamados grupos progresistas.
Entonces, ¿dónde está el quid de la cuestión o de qué nos quejamos? Los jóvenes de hoy en su mayoría pasan de la Iglesia católica. Sin embargo, oh curiosidades de la vida, cuando algunos comienzan a interesarse por ella no suelen hacerlo a través de la lectura de los libros de Juan José Tamayo precisamente, y sí más bien a través de organizaciones eclesiales de las comúnmente denominadas neoconservadoras. Porque, como ya queda dicho, la eficacia de las organizaciones progresistas para atraer conversiones o retornos a la fe de la Iglesia (madre y maestra, como quería Juan XXIII), se ha demostrado prácticamente nula. Desertizadora más bien.
Las cosas como son. Me parece.
donde estan los Obispos: Osés. Iniesta. Tarancón. etc…
Siempre los viejos se han quejado de los jóvenes, ñp cual demuestra que con las quejas se profundizan lo problemas.
En la línea de lo que dice Pepe Blanco, pienso que la juventud actual hay que enmarcarla en dos tendencias muy marcadas, unos, los muy conservadores y convencidos, que viven en familias de prácticas religiosas acríticas, convencidos de esas prácticas sin más cuestionamientos. Este tipo de jóvenes, puede ser que sigan en la misma línea, o bien un día u otro lo manden todo a paseo y se desvinculen de las prácticas religiosas, aunque les queda o no esos valores asociados a la religión.
Y por otro lado, el grupo de jóvenes que, al llegar a la adolescencia o viven en familias ajenas a la religión, directamente se desvinculan conscientemente no sólo del hecho religioso, sino de todo aquello que se aproxime al mismo en temas de espiritualidad. Estos son la mayoría de la juventud, ni necesitan la religión ni tipo alguno de religiosidad o espiritualidad.
Por tanto la labor de los obispos puede ir encaminada a toda la juventud, pero quienes les van a escuchar serán los ya convencidos, pues al resto le va a dar risa que intenten evangelizarlos., sencillamente no tienen esa necesidad.
El reto de la Iglesia es estar ahí como referente en coherencia con lo que realmente es auténtico en el evangelio, y en ese escaparate la juventud optará o se alejará por distintas razones. Pero mejor es que no pierdan el tiempo con nuevas e inútiles campañas de evangelización para convencerse a sí mismos de que están cumpliendo con su deber.
Máxime cuando, como Munilla el otro día, dice las tonterías que dice. ¡Si es que lo que no pué ser, no pué ser…!
y reiterando a Ciceron: es la iglesia la que ha perdido el rumbo -hace mucho tiempo- y no sigue el ejemplo del verdadero Jesus.
Si al menos allá por principios del pasado siglo hubieran -humildemente- escuchado, seguido a Loissy y sus compañeros “los modernistas”, algo se habría avanzado, no?, pero no siguen erre que erre y algunos querrían que volviéramos al Medievo¡
¿Y si es como dice Pepe Blanco?
Quienes van recibiendo de las nuevas generaciones reacciones a actitudes propias de mercenarios, deberían volver ojos y corazones al Buen Pastor y comparar con Él testimonio y mensaje ya que, la misión por la que como ENVIADOS se presentan, es la que Aquel cumplió en la Humanidad, por encargo del “Padre”, y de lo que obtuvo y obtiene atención y seguimiento.
¿Donde y cómo encontrar esto?
Aplíquese la prueba, Ju. XIII,35 :
“-En esto conocerán que sois discípulos míos, en que OS AMAIS LOS UNOS A LOS OTROS.”
Con frecuencia, para los científicos, la hipótesis más sencilla es la más probable.
Se pregunta Antonio Duato, “¿Es la secularización causa de que disminuya la fe de los jóvenes (y mayores)? ¿O el no saber presentar la figura y el mensaje de Jesús en un mundo que se ha hecho autónomo y mayor de edad, que eso precisamente es secularidad?”
¿Y si lo que pasa es que no se trata ni de la forma de presentar el mensaje ni de la gestión que se hace de él, sino simplemente del mensaje en sí mismo que, a pesar de vuestro empeño en considerarlo, en la práctica, divinamente verdadero y eternamente válido -quien tuvo, retuvo- a lo mejor lo que pasa es que ese mensaje ya no vale para el mundo de hoy? ¿No es ésta una hipótesis mucho más sencilla y, en consecuencia, tal vez más probable?
Para empezar tendrían que modificar, cambiar, sustituir lo de “pastores y rebaño”, por muy simbólico que sea, nunca me gustó y cada vez me gusta menos.
Yo sugeriría a los promotores de esa gran escenificación de Valencia que adopten un lenguaje más positivo en la valoración de los elementos positivos que tiene hoy la juventud española. Los cuales elementos son valores auténticamente evangélicos, difundidos por los sentimientos cristianos de nuestro país, y asimilados por los jóvenes, al menos por muchos de ellos.
Los jóvenes luchan en general por abrirse camino en un mundo que les es terriblemente hostil y les hace la vida muy difícil. Los jóvenes hacen frente de forma solidaria y comunitaria a los problemas que se les plantean en el sistema educativo que está imponiendo la crisis y la gestión de la crisis que hacen nuestros políticos. Los jóvenes son generosos, abiertos, sinceros, enemigos de cualquier forma de hipocresía.
Todos esos son valores que la Iglesia que va a hablar en Valencia no representa, no pregona, no apoya, sino que en muchas ocasiones combate. Porque la Iglesia no contribuye con sus bienes a la salida de la crisis, no está sometida a la presión fiscal a la que está sometida la mayoría de los españoles, no admite la igualdad de derechos y obligaciones del hombre y de la mujer…
O sea que quizá habría que cambiar los papeles, quizá tendrían que ser los jóvenes los que diesen un cursillo de pastoral a los pastores, quizá las ponencias tendrían que darlas ellos, y los del clero y los obispos tendrían que pagar a tocateja los gastos del Congreso, en vez de que vayan a mesa puesta y a cuenta de los congresistas.
Sacramentos, oración, liturgia, confirmación…Si todos esos ritos van a servir para sentirse ya salvados y miembros del Cuerpo de Cristo, y como excusa para olvidarse de la solidaridad, la lucha por los derechos humanos, la honradez y el amor del prójimo, al estilo del Buen Samaritano, ¿para qué esforzarse en convenceer a los jóvenes de que lo mejor es llevar esa doble vida de cumplir los ritos religiosos y vivir adorando el dinero y el más rabioso egoísmo?
Porque eso es lo que pasa, los jóvenes no creen en unos ritos que no hacen mejores a las personas que los practican, empezando por muchos de los pastores que dicen apacentar al rebaño de Cristo.
Digo yo…