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Mensaje final del Congreso Continental de Teología

Habíamos programado publicar hoy el Mensaje final del Congreso Continental de Teología, junto con algún enlace para poder seguir sus pricipales ponencias. Pero acabamos de recibir un correo electrónico de Franz Wieser de Perú. Creemos que lo que Franz escribe es el mejor comentarios para introducir ese Mensaje y la importancia del Congreso, patrocinado por diversas instituciones católicas -junto a otras no confesionales- y celebrado en una universidad brasileña de jesuitas. Aunque les fastidie a los delatores del nido…

Aumentan en la Iglesia católica grupos de teólogos, sacerdotes, laicos y hasta obispos que ya no se someten a ciegas a las directivas del Papa y su poderoso entorno, la curia romana. Aunque no declaren públicamente su desobediencias en la pastoral como los 350 sacerdotes austríacos, y sus cientos de sus simpatizantes y adherentes en Bélgica, Francia, Irlanda y EEUU, la rebelión contra el totalitarismo vaticano se produce en formas más discretas como recientemente en el Congreso continental de Latinoamérica, en Brasil.

Allí, con motivo de los 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II, se reunían 750 personas entre sacerdotes, religiosos, obispos y laicos de toda edad y sexo para delinear el futuro de la Iglesia. Llama la atención que declaren la vigencia de la “teología de liberación” cuyo protagonista principal era el peruano Gustavo Gutierrez, y el Sínodo de Medellín, camino que ha de seguir bajo nuevos situaciones de pobreza y exclusión.

Sabemos que la Teología de la Liberación ha sido objeto de fuertes ataques por parte de gobiernos totalitarios. Y no solamente esto:  Era el actual Papa mismo que, como prefecto de la Congregación para lo Doctrina de la fe, publicó 1985 una crítica severa sobre “algunos aspectos de la Teología d e la liberación.”

Hoy nos damos cuenta que, debido a la fuerte oposición de la minoría conservadora durante el Concilio, y para tranquilizarlos, se omitía ser consecuente con la voluntad de Jesús, en el sentido que nadie entre sus seguidores se porta como emperadores sobre los demás (Mc 10,42-45, Mt 20,25-28;23, 1-12;  Lc 22,24-27.

Que ni se finja autoridad con signos y gestos externos (Mc 12,38-40; Mt 23,25-28; Lc 20, 46-47; Hech 10,25-26)

Pedro como el apóstol Pablo tenían bien presente esta mandato de Jesús (1Pe 5,1-3; 1Cor 9,19; 2Cor 1,24).

Adjunto el mensaje final del Congreso continental de Teología Latinoamericana.

Un bonito fin de Semana

Franz

—————————–

Mensaje Final del Congreso continental de Teología Latinoamericana: Cerca de Dios… cerca de los pobres

07-11 0ctubre 2012
Con motivo de los 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II y de los 40 del inicio de la Teología de la Liberación nos hemos reunido en el Congreso Continental de Teología en la Universidad de Unisinos de Sao Leopoldo/RS Brasil. Al llegar al final dirigimos a nuestras Iglesias y pueblos un mensaje para compartir lo que hemos escuchado y dialogado, vivido y celebrado.

Hemos participado 750 personas entre jóvenes y adultos, laicas y laicos, religiosas y religiosos, sacerdotes y obispos y hermanas y hermanos de otras confesiones cristianas. Proveníamos de los diferentes países de América Latina y del Caribe, de América del Norte y de Europa. Hemos vivido un verdadero kairós y movilizado la comunidad teológica del Continente.

Ante todo queremos comunicar que hemos salido fortalecidos en nuestra esperanza, una esperanza que nos impulsa a poner nuestras vidas al servicio del Reino de Dios. Hemos orado evocando el caminar eclesial desde el inicio del Concilio Vaticano II y de los 40 años de teología de la liberación. Hemos reflexionando creativamente en paneles y talleres sobre aspectos importantes del pueblo de Dios y que desafían nuestro quehacer teológico y pastoral.

Hemos constatado y asumido nuestras diferencias y diversidades históricas, geográficas, culturales, de procesos sociales y eclesiales. Nos hemos enriquecido con ellas, muy especialmente cuando hicimos memoria y celebramos el testimonio martirial de quienes en décadas recientes han dado muestras extraordinarias de fidelidad al Dios de la vida, en el seno de nuestro pueblo, sobre todo entre los empobrecidos.

Hemos recordado especialmente la figura luminosa y entrañable del Papa Juan XXIII, de quien evocamos el gesto de abrir puertas y ventanas para que la Iglesia católica aprendiera que para ser madre y maestra, necesitaba volverse hija y discípula. Recordamos, también, a Pablo VI que acertó a poner lucidez y audacia en los trabajos del Concilio y en el caminar del pueblo de Dios del inmediato postconcilio. Esta memoria nos la transmitió con emoción y fuerza Mons. José M. Pires de 94 años; él fue padre conciliar.

Hemos reafirmado nuestra convicción de que el camino que emprendimos en Medellín, ha de seguir siendo nuestro camino en este tiempo. Hemos tomado conciencia, también, de las exigencias que supone el nuevo contexto cultural, social, político, económico, ecológico, religioso y eclesial, ahora globalizado, depredado y excluyente.
Hemos confirmado que la Teología de la Liberación está viva y continúa inspirando las búsquedas y los compromisos de las nuevas generaciones de teólogos. Pero a veces es brasa se esconde bajo las cenizas. En ese sentido, este congreso se ha convertido en un soplo que ha re encendido el fuego de esta teología que quiere seguir siendo fuego que enciende otros fuegos en la Iglesia y en la sociedad.

Conscientes de que la “Iglesia debe escrutar los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio” (GS 4), hemos querido pasar a los tiempos de los signos y hacer un proceso de construcción colectiva que articule nuestro pensar, sentir y actuar. Este proceso ha supuesto un esfuerzo de escucha atenta de distintos testimonios y experiencias, convicciones y miradas, en un compartir que nos interpela desde el hoy de nuestros diferentes contextos y nos lleva a apostar por un presente que tenga futuro.

Los tiempos han cambiado. Esto nos ha llevado a detenernos y poner en diálogo nuestra teología latinoamericana con realidades y saberes que no estuvieron presentes en los trabajos del Vaticano II, ni en los primeros momentos de la Teología de la Liberación. Para nosotros son nuevos clamores que vienen de los migrantes, las mujeres, los pueblos originarios y afro descendientes, las nuevas generaciones y todos los nuevos rostros de exclusión que emergen desde la invisibilidad.

Estos gemidos son fruto de un sufrimiento, el que buscamos compartir con pasión con quienes son privados de una vida digna, de un “buen vivir” (Sumakausai) como que quiere Dios.

Confiamos en que este congreso marque el comienzo de una etapa nueva. Para eso se ha organizado. Algo nuevo está brotando y cada vez nos damos más cuenta (Is. 43,13). Queremos que ese futuro esté marcado por la fidelidad, la fecundidad, la creatividad y la alegría. En él nuestro quehacer teológico debe acertar a asumir los nuevos desafíos en plena sintonía con la Palabra de Dios, bajo la acción del Espíritu y en profunda comunión con los pobres que para nosotros son los preferidos de Jesús. Así tiene que ser ya que “todo lo que tenga que ver con Cristo, tiene que ver con los pobres y todo lo relacionado con los pobres reclama a Jesucristo” (DA 393).

Durante el congreso miramos hacia adelante y miramos lejos, hacia el futuro; nos deja con sueños y con ganas de hacerlos realidad. Uno de los más importantes es animar teólogos y teólogas jóvenes a que acojan la herencia de los teólogos de la primera generación de la Teología de la Liberación. Esta herencia la transmitió Gustavo Gutiérrez al recordar con emoción a los teólogos jóvenes que en su quehacer teológico sean rigurosos, profundos, cercanos a las comunidades insertas en el mundo y que den su vida por los pobres. Con su frase “Cerca de Dios, cerca de los pobres” evocó a todos los participantes lo mejor de la teología latinoamericana. Con ella recogemos nosotros lo mejor de este congreso.

Los participantes de este Congreso regresamos a nuestras comunidades eclesiales dispuestos a asumir las tareas que tiene la teología latinoamericana hoy y a testimoniar con nuestro proceder que otra teología es posible para que otro mundo sea posible. Eso sucederá si nuestros jóvenes tienen visiones y nuestros ancianos sueños (Jo 3, 1-2).

* * *

Para seguir algunas conferencias del Congreso:

  • OTRAS INTERVENCIONES: Abriendo cualquiera de loa enlaces anteriores, a la derecha, aparece una columna con varias páginas donde constan otras intervenciones (Leonardo Boff, Víctor Codina, Jung Moo Sung, Joan Batista Libanio…)

21 comentarios

  • Gracias Cadarso por tu sugerencia e invitación a leer tu comentario. Aclaro que no he querido entrar en el plano de la sexualidad propiamente dicha. De esto, nos podemos pasar “miles” de años hablando acerca de la sexualidad humana, pero ¿Qué conseguiremos con esto? Quizás conseguiremos en que cada uno tenga SU razón.
    Los Medios de Comunicación han difundido, un poco por todas partes, las quejas referentes a la “gravosa ley” del celibato, formuladas en general por sacerdotes relativamente jóvenes.  En otras palabras: “el gran peso” que deben soportar aquellas personas que han optado LIBREMENTE el celibato para su sacerdocio.
    Al mismo tiempo, no pocos periódicos y revistas han emprendido una campaña de propaganda para provocar una nueva reflexión sobre la vida del sacerdote ( es el caso de Pepe Rodríguez), que vendría postulada por el replanteamiento de las estructuras del mundo occidental en nombre de la función crítica del Evangelio.
    Algunos reclaman el derecho de renunciar a una obligación que, sin embargo, HAN CONTRAIDO LIBREMENTE y, sin duda, en un estado de suficiente madurez. Es posible que aquellos que han abandonado su sacerdocio para después casarse, hayan experimentado el tremendo “peso” del celibato y no hayan tenido la suficiente madurez para afrontarlo como sacerdote. La vida del “cura” como del casado, es una batalla que dura hasta la muerte.
    De este modo pierden de vista que también en otros campos la virtud de la fidelidad exige que no se abandonen las obligaciones a las que uno se ha comprometido como deber de estado. A la inmensa mayoría de católicos le resulta difícil comprender estos deseos de renunciar a unas vocaciones generosas aceptadas y de abandonar los deberes que resultan de ellas: “A quien mucho se le dio, mucho se le reclamara” (Lc. 12,48).
    Aquí seria recordar un juicio de Nietzsche. Aunque era hijo y nieto de pastores protestantes, y aunque más tarde hasta ser casi un “anticristo”, dio pruebas, en ocasiones, de una sensibilidad muy grande por las creencias y las prácticas católicas.
    En 1886 escribió esto: “Se comprende hoy muy bien que Lutero, en todos los problemas referentes al poder, se inclinaba por soluciones peligrosas, simplistas, imprudentes, de modo que su obra, su voluntad han llegado a ser el comienzo de una empresa destructora. Concedió a los sacerdotes el derecho de casarse y de TENER RELACIONES SEXUALES, pero las tres cuartas partes del respeto de que es capaz el pueblo, y en particular las mujeres, reposan sobre la convicción de que un hombre excepcional en este campo lo sería igualmente en otros. El pueblo encuentra aquí su mejor y más eficaz apoyo para creer en la presencia de algo sobrenatural en el hombre, la del milagro, la de la intervención salvífica de Dios a favor de la humanidad. Después de haberle concedido esposa, Lutero tuvo que quitar al sacerdote el derecho a la confesión auricular. Pero al mismo tiempo suprimió al sacerdote, cuyo valor más profundo ha consistido siempre en ser un oído santo, una fuente sellada, una tumba a la que se pueden confiar secretos”. Ante esto, cualquiera puede diferir con Niietzsche sobre este comentario.
    El sacerdote, a pesar de todos los lazos que le unen al pueblo de Dios y que en nuestros días trata de intensificar cada vez más, está llamado a manifestarse en la sociedad como un hombre excepcional por su modo de vida. El que desde el pulpito o donde se encuentre, invita y a veces obliga a aceptar grandes sacrificios, él mismo debe sin duda alguna dar prueba de que puede y quiere precederles con su autenticidad. De lo contrario, el hombre moderno tan sensible a la autenticidad, no dudara en no tomar en serio al sacerdote y a su mensaje.
    ¿No es cierto que, cuando pillan a un cura pederasta, no leemos en  los Medios de Comunicación la bomba que se desata contra estos pederastas: ¿Qué quieren predicarnos? ¿Qué ejemplo dan a los jóvenes?
    Lo que debe de quedar claro es que ninguno de ellos fue obligado a abrazar el sacerdocio. Tampoco nosotros podemos permitirnos abandonar nuestros deberes a los pocos años de habernos casado.
    Que el celibato sea hoy un problema es normal e incluso bueno. El celibato no es necesariamente equilibrado y feliz por el hecho  de estar consagrado para un servicio; es necesaria una consagración del celibato mismo. Sin embargo, el ambiente actual, hace difícil aceptar su celibato si éste convierte al célibe en un aislado que la opinión pública considera casi un anormal, si la vocación altruista del célibe no lo valoriza mas en un mundo centrado en la eficacia técnica y los éxitos financieros, si , sobre todo, el célibe ha recibido, de una información psicológica insuficiente, la casi certeza de que el celibato, a no ser por una gracia especial, es neurotizante, o de que incluso la afirmación de tener vocación celibataria seria un síntoma de néurosis.
    Como todo comportamiento, el celibato no existe. Lo que existe son personas célibes, y todo dependerá del modo como ellos vivan y conciban su celibato, pero teniendo en cuenta que lo secreto e inconsciente es a veces más importantes que las motivaciones y afirmaciones conscientes. No se trata de que el célibe diga que es feliz, sino de que lo sea en toda la profundidad de su ser.
    No se puede alcanzar  el pleno desarrollo personal en el celibato a no ser que exista un convencimiento de que el celibato tiene potencia para realizar plenamente a la persona y que se conozcan y practiquen las condiciones que lo hacen capaz de lograr este pleno desarrollo.
    Pero no solamente debemos esclarecer de modo objetivo la ambigüedad del celibato. También hay que aclarar la noción de equilibrio. Vivimos en la evidencia, que es un prejuicio, de que existen personas equilibradas y personas desequilibradas. Estas últimas son enfermas y anormales que hay que curar, es decir, devolverles al estado, maravilloso y sin problemas, de los equilibrados.
    Se dice que hay desequilibrados más equilibrados que los llamados equilibrados: los que, conscientes de su debilidad y su desequilibrio, sufren por ello, no se instalan en él y buscan, con caídas y retrocesos, el progreso hacia el equilibrio. Por el contrario, el equilibrado, instalado y aparentemente sin problemas, de hecho está bloqueado neuróticamente y solo tiene un equilibrio aparente. Su pretendida fuerza es la represión de su debilidad. Para que el que lucha con dificultad no tenga la tentación de abandonar una situación personal desequilibrante para encontrar una condición que le proporcione el equilibrio de modo mágico, es preciso que caiga en la cuenta de que los modelos de equilibrio no lo son en absoluto y de que sus desequilibrios inconscientes son de hecho mas graves. Aunque existen modelos PARA el perfeccionamiento, no existen, sin embargo, modelos DE perfección..
    Si reconocemos nuestro desequilibrio, sentiremos la tentación de esperar un equilibrio solo exterior, proporcionado por los que nos rodean, por la sociedad. Mientras que somos nosotros los que tenemos que cambiar, y este cambio personal no deberá necesariamente llevarnos a un cambio de situación, sino a vivirla mejor, realizando nuestro dinamismo hacia el equilibrio, es decir, nuestra vocación humana.
    Nuestro mundo moderno da culto a una sinceridad que obliga a ser infiel a un compromiso contraído sin lucidez por razones neuróticas; la verdadera y completa sinceridad sería reconocer que no hay ningún medio para saber si detrás de las motivaciones malas no había otras buenas, y si aun estas buenas motivaciones no se consideran a veces como la debilidad de lo inauténtico.
    Su desaparición, permite valorar la vocación sin suprimirla: la verdadera sinceridad está en la fidelidad. La solución verdadera no está, pues, en la supresión del celibato, sino en el modo de vivirlo de manera equilibrante, y esto vale también para el matrimonio. El célibe no tiene que vivir como un mutilado. Es necesario que sepa que su estado no es anormal si comprende cómo en él se puede realizar una vida humana en plenitud. El célibe si no encuentra una comunidad amistosa de relaciones interpersonales autenticas, corre el peligro del desequilibrio afectivo del aislamiento y sentirá la tentación del matrimonio, del que precisamente se le quería evitar la tentación.
    No olvidemos que el celibato cristiano ha sido falseado por el rechazo maniqueo de la carne y el sexo.
    Lucho

  • h.cadarso

       Sugiero a Lucho Pizarro que lea mi hilo de 5-12-1911 titulado “Celibato o sexualidad errática”, que tal vez le ayudaría a entender un poco más el tema este de la sexualidad.
      Cierto que la sexualidad condiciona los comportamientos de los sacerdotes que hemos optado por el matrimonio. También es cierto que esa misma sexualidad condiciona los comportamientos de los sacerdotes que dicen seguir fieles a su compromiso del celibato. Entre otras razones, amigo Lucho, porque el ser humano no es hermafrodita ni asexual, sino sexuado, y la sexualidad tiene un peso decisivo en la vida de toda persona humana.
      Centrarse en los efectos que produce la sexualidad en el comportamiento de los curas que se casan y pasar de lo que les ocurre a los sacerdotes que siguen con su celibato a cuestas podría significar que usted considera a los sacerdotes que siguen con el celibato como castrados, asexuales, hermafroditas o algo así. No tiene usted más que pensar en los problemas que han traído a la iglesia todos los casos de pederastia; y luego siga hablándome de que ellos, los que siguen con su celibato, son los que han conseguido el equilibrio…
    Un pòquito más de realismo y objetividad, por favor…

  • oscar varela

    Hola!
     
    *  40 del inicio (1972) de la Teología de la Liberación  *
     
    Por esos años, colgado de Estructuras metálicas, Techos y Grúas, yo no me había enterado.
     
    En 2008 voy al Foro Social en Paraguay.
     
    Me alojo en la casa de un cura-casado. Expone en el Foro. Junto a Juanjo Tamayo.
     
    El Tema: “Si la Teología de la Liberación estaba muerta”.
    ¡Me caí de culo!
     
    Ambos probaron que ¡NO!
    ¡Ah, qué alivio!
    ¡Y yo que ni me había enterado que estaba enferma, siquiera!
    ……………..
     
    Ahora leo en este Congreso:
     
    – “Hemos confirmado que la Teología de la Liberación está viva y continúa inspirando las búsquedas y los compromisos de las nuevas generaciones de teólogos.
     
    Pero a veces la brasa se esconde bajo las cenizas.
     
    Este Congreso se ha convertido en un soplo que ha re encendido el fuego de esta teología.
     
    (Se trata de) animar a teólogos y teólogas jóvenes a que acojan la herencia de los teólogos de la primera generación de la Teología de la Liberación.
    ……………..
     
    Después de “escuchar” las Ponencias (en un Audio imposible)
    Después de “ver” a los Actores (en un Video imposible)
     
    Me pregunto por el DIAGNÓSTICO.
     
    A mi me suena de “RESERVADO”
     
    ¿o no?

  • Gracias Nicolas, estoy por salir a la Eucaristía. A manera de aclaración, no soy acolito, tengo 58 años y la mayor parte de historia la he pasado con los mas pobres de Lima: Mujeres que han abortado, drogadictos, homosexuales, borrachos, alcohólicos, niños abandonados ( tenemos uno que ha sido producto de un aborto pero nos lo dieron, hoy tiene 18 años), prostitutas, etc. a todos ellos les hemos anunciado el Evangelio, porque es eso lo que he recibido de la única Iglesia. En la actualidad sigo siendo pobre, y eso me basta. En cuando a nuestro Cardenal Cipriani, como cristiano que trato de ser, solo le debemos obediencia y respeto. La Iglesia nos ha enseñado a no emplear calificativos que dañan la dignidad de la persona. Soy peruano y es posible que conozca mas la historia de mi país que muchos españoles. No podemos confundir la parte con el todo. En cuanto a”usted sabe”, no conozco el corazón del Cardenal Cipriani ni el tuyo para dar un calificativo que el que tu das. Si gustas podemos dialogar sobre la realidad de mi país.
    Un saludo.
     
    Lucho.

  • Sobre el señor Luis Pizarro, que debe ser acólito del opusdeino cardenal Cipriani, afirma que los peruanos le dicen que es muy valiente…¿cómo?… ya somos cerca de 30 millones de peruanos. De esa cantidad ¡quienes o cuantos peruanos le dicen así!?…don Luis eso es una fanfarronada que linda con la falsedad. Usted sabe que el cardenal Juan Luis Cipriani ha polarizado prácticamente la opinión pública peruana, principalmente por defender a capa y espada al gobernante más corrupto de la historia peruana, condenado a 25 años de prisión Alberto Fujimori,  y por otra parte los peruanos recordamos vivamente, cómo el cardenal Cipriani en plena guerra contra el terrorismo, y abusos de las fuerzas armadas llamó de “conjudez”a las instituciones y personas que luchaban por los derechos humanos,y siendo usted amigo del cardenal Ciprinai no creo sinceramente que la mayoría de peruanos le digan que es usted valiente cuando defiende al cardenal y habla mal de la teología de la Liberación y los que luchan por la vigencia del Concilio Vaticano II.
    Un cordial saludo
    Nicolás

  • ana rodrigo

    Querido Sergio, aprovecho este momento para manifestarte la alegría que siento cuando te “veo” por atrio o por Facebook. Espero y deseo que todo te vaya bien. Un abrazo.

    Respecto a Luis Pizarro, deberemos poner cuidado en que no consiga lo que hacen este tipo de personajes, que a fuer de decir tonterías, termina desviando la atención en él en vez de en el tema de reflexión que nos trae el post, como me advertía hoy mismo mi amiga María. Pero tampoco podemos guardar silencio ante determinadas cosas.

  • Josefina G.C.

    ¡uy!, ¡uy! ¡uy! Luis A. Pizarro, se da vd. cuenta de las barbaridades que ha escrito?, sí debería mirarselo pero que muy seriamente, no como un chiste. Y re-leer y reflexionar.
    Y lo menos que debía hacer en ejercicio de humildad es disculparse por las ofensas no solo al Sr. Weiser  y quienes saben defenderse solos sino a los  millones de personas a las que tal vez ni siquiera  es consciente del daño que  hace y han hecho y de tantos sufrimientos que han ocasionado directos y colaterales a lo largo de la Historia.

      

  • Sergio Zalba

    Querida Ana:  suscribo cada una de tus palabras, Gracias por dedcirlo tan bien.
     
    Oscar: Lentamente, algunas de mis cosas (salud y trabajo) se van encaminando. Gracias por preguntar. Respecto al Listado de Dir de Correos de esa Red,  no tengo la menor idea,  nunca estuve con eso.
    Abrazo.

  • ana rodrigo

    Se dice que en el momento en que escribimos algo en público, ya deja de ser nuestro. Por eso me he permitido expresar mi opinión, en ningún momento te he prohibido que digas lo que quieras, pero también tengo mi derecho a opinar sobre lo que digas y decirte si me gusta o no.
     
    ¿Cómo vamos a quedarnos callados ante el disparaaaaaate de “los desórdenes” de los excuras? Por favor, por favor, por favor!!!! Y si lo dice un siquiatra, que se lo haga mirar porque está rematado de la cabeza, como dicen en mi pueblo.
     
    “Desórdenes” los puede sufrir cualquier individuo sea de donde sea y haya vivido la vida que haya vivido. Conozco muchísimos excuras, y ya me gustaría que abundasen gentes tan competentes humanamente como los que conozco. Y, si hay que ponerse de parte de alguien, yo diría que el abandono del sacerdocio es signo de salud mental y emocional.
     
    Así que, haciendo uso de tu libertad de expresión, puedes seguir diciendo las tonterías que quieras y ofendiendo a personas tan queridas como el propio moderador de atrio, para no ir más lejos, y muchos de los comentaristas de este foro.

  • Ana, ¿donde queda mi libertad de expresiòn? Hablas de que los “teologos” no tienen “libertad” ante el Papa, y ahora quieres que me calle y me vaya. Te recuerdo que asi no actuo !hombre’ asi no actuo el Maestro.
    Saludos.
    Luis.

  • Gracias por todos los comentarios. Aclaro que los “desordenes” que experimenta aquellos que han abandonado su ministerio tanto en lo físico, intelectual, afectivo, social, moral y sexual, lo dice el psiquiatra William Sadler.
    Habría que preguntarle a cada ex-cura casado por qué han optado con vivir con una mujer.
    Espero no ofender a nadie con mi “asquerosidad”. Porque aquí en Perú me han dicho que soy demasiado VALIENTE para decir esto.
    Un saludo desde el Perú  a todos los participantes.
    Lucho
     

  • ana rodrigo

    Pienso que el término asqueroso, en este caso, queda muy suave. Este señor, autor de tales tonterías, necesita engrasarse las neuronas a ver si se le ilumina la razón.
    Sencillamente, asociar el abandono del sacerdocio con el sexo es una patología que padece este señor y que debería hacérselo mirar. Quizá cuando él tiene relaciones sexuales con su mujer rece el ave maria “sin pecado concebida” en plan masoquista por la culpabilidad que ese acto le debe producir.
    Y, Lucho, deja de citar frases del evangelio barriendo para tu casa. ¿O es que sólo tú tienes y sabes lo que es la verdad? ¡¡Anda ya…!!! Deja de darnos clases magistrales, que en atrio ya todos y todas somos maduritos para saber discernir, vete con tu catequesis a quien quiera escucharte. Atrio está muy por encima de bobadas semejantes a las que tú dices.

  • oscar varela

    Hola Sergio!

    ¿Cómo andan tus cosas -algunas ya ventiladas en Atrio?

    Me parece recordar cuando hace unos años atrás
    había el proyecto de encontrarnos a churrasquear con el Gaby Sánchez

    – “¿te acordás hermano, qué tiempos aquellos?”-

    Aprovechemos a recordarlo ¿no?

    A proósito: ¿sabés algo de si su proyecto-ejecutivo de la Red de Comunicaación
    ha sido retomado por alguien?

    ¿En qué ha quedado el Listado de Dir de Correos de esa Red?

    Abrazo – Oscar.

  • Sergio Zalba

    Luis Pizarro:  efectivamentre, tus comentarios me produjeron asco. Y esa también es una Verdad.

  • Olga, no pensaba que mi comentario te iba a sacar “roncha”.
    Saludos
    Lucho

  • Olga, la VERDAD esta por encima de todos los adjetivos inventados por los hombres. La VERDAD te hace libre, ni la psiquiatria ni la psicologia pueden estar por encima de la VERDAD.
    Saludos
    Lucho.

  • Antonio Vicedo

     
    Importante es el realismo para que el virus del evasionismo y la alienación no consigan atentar contra la vida y sus más puras y esenciales características.
     
    Aquello de: “Primero VIVIR y luego…”, tiene la máxima categoría en el orden de valores a considerar y cuidar; de aquí que importe tanto el “escrutar los signos de los tiempos” cuya concreción se realiza y afecta a la vida real de los seres humanos.
     
    La Presencia de Jesús en la Historia con su testimonio y su mensaje llena el horizonte humano por el hecho mismo de su ENCARNACIÓN o HUMANIZACIÓN desde la consideración de la Fe, por la que aceptamos su VENIDA como DIOS, aunque, en su HUMANIDAD apareciera como anonadara su esencia divina.
     
    Por ello,  lo de considerar e interpretar la realidad humana en sus concretas circunstancias a la luz del Evangelio, que no es otra cosa que a la luz del testimonio y mensaje de Jesús, se convierte en la segunda cuestión más importante respecto al vivir el PROYECTO HUMANO, considerado por Él como Reino de Dios y que trasciende a la estructuración eclesial e incluso a determinadas concreciones de vida humana en las que no se reconoce la IGUALDAD HUMANA, ni las relaciones humanas son vivencias practicas de HERMANDAD según la JUSTICIA, que llega a identificarse con el AMOR.
     
    La importancia, pues de la teología, que de tal se precie, no puede concretarse en meras elucubraciones teóricas, sino llegar a ser verdadera SABIDURÍA en la que el TESTIMONIO sea , sino el exclusivo vehículo del MENSAJE, sí el primordial y principal.
     
    Aquello de: “Ejemplo os he dado, para que como yo he hecho con vosotros, vosotros lo practiquéis mutuamente”, tiene una capital exigencia sobre el carisma de considerarse y ser considerados como enviados y doctores.
     
    Por ello extraña este párrafo:- “Para nosotros son nuevos clamores que vienen de los migrantes, las mujeres, los pueblos originarios y afro descendientes, las nuevas generaciones y todos los nuevos rostros de exclusión que emergen desde la invisibilidad.
    ¿Donde queda el ser SIGNOS NUEVOS lo que como tales se aducen, si la Historia nos confirma que lo actual  esal presente para la Humanidad  lo que constantemente ha sido desde la noche de los tiempos?
    ¿Acaso, incluso desde aquello que afirma el Ev. de Juan I, no es continua realidad: “...y las tinieblas no la han comprendido”, y...”pero los suyos no le recibieron”, y siguen permanentes los “clamores que vienen ….”?
    ¿Demuestra esto que la TEOLOGÍA ha logrado ser VIVENCIA TESTIMONIAL de Jesús en y para la Iglesia y para la Humanidad, o más bien ideología teórica, más pendiente de las falsedades que desvían a la Humanidad, que de la Verdad de Jesús que es LUZ, Estrella Polar o Brújula indispensables, para una recta orientación?
     
    Por eso, valorando todas las excepciones valorables, me adhiero a lo que Oscar Varela creo intenta afirmar en este párrafo: “- Pienso que la Teología (cualquiera al uso) no ha sido capaz de darle la prioridad a las “trayectorias” de las vidas humanas personales, siendo como son, ellas, las únicas importantes de “contar” e. d., de “tener en cuenta”.
     
    Asunto este que ya intento el mismo Jesús ponerlo en claro con aquella su corazonada que recoge Mt. XI, 25-26: “- Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque, si has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla; sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido esto bien.”.

  • olga Larrazabal

    Asquerosidad, estimado Luis, es algo que provoca “asco”.  Según los psicólogos el “asco” es una reacción corporal innata del cuerpo hacia algo que se percibe como no “comible “, sea orgánico, no orgánico o cultural.  En otras palabras son energías de las cuales un organismo instintivamente se defiende. En los espacios de amistad, amorosos, diría yo, no hay asco.La energía fluye libremente entre los organismos.  Pero para que haya amistad, tiene que haber no solo verdad, que es una palabra huidiza, tiene que haber cortesía, no debe existir el enjuiciamiento ni darse golpes bajo el cinturón.  Y sobre todo no debe haber mala leche.
    Tu enjuiciamiento gratuito hacia los sacerdotes que han tomado el estado laical atribuyéndoles solamente motivos sexuales y con mucha carga emocional por tu lado, sabiendo que muchas  de las personas que están en este foro (no yo,que jamás se me hubiera ocurrido ser ni monja ni consagrada y ni obediente a ningún obispo ni cura, si no a mi conciencia),  son ex-curas, es agresivo y no es amistoso, y claro, provoca “asco” entre los que quieren conversar o polemizar bajo ciertas normas de buena relación.
    Los peruanos, suele ser gente cortés y bien educada, mal que mal fueron virreinato y eso me parece muy bonito, y podrías adoptarlo junto con tu adhesión incondicional a obispos, cardenales y Estado Vaticano, que son cosa tuya y en la cual no me meto.
    Saludos,

  • luis alberto pizarro

    Oscar, el padre Franz ya tiene edad para que se defienda solo, a no ser que tu también hayas seguido los pasos de Franz  y esto no es de ningún modo ser “asqueroso”. Ya lo dijo el Señor:” La verdad os hará libre”.
    ¿Acaso no todo ser humano no experimenta esta”ansiedad sexual” en el transcurso de la vida?
    Por otro lado,¿en donde radica mi asquerosidad?.

  • oscar varela

    Hola!
     
    1 – Luis A. Pizarro:
    ¿qué necesidad tienes de mostrarte tan asqueroso
    contra un Franz sumamente equilibrado?
     
    2 – Franz, dices que el Congreso declara la vigencia de un pasado:
     
    * la “teología de liberación” … y
    * el Sínodo de Medellín.”-
     
    Ahí muestra el Congreso en su aspecto intelectual.
     
    Habrá el otro aspecto de comunicación emocional –no escrito- que marcará el futuro.
     
    3 – Este Congreso –escuchadas las ponencias de Torres Q., es eso:
    * de Teología.
    * soslaya la integral vida humana
     
    4- Ponencia de Jon Sobrino:
    Me parece que abrió el Congreso exponiendo la “trayectoria” de su vida
    (sobretodo marcada por su vida salvadoreña: Ellacuría, Romero)
     
    Pienso que la Teología (cualquiera al uso) no ha sido capaz de darle la prioridad a las “trayectorias” de las vidas humanas personales, siendo como son, ellas, las únicas importantes de “contar” e.d., de “tener en cuenta”.
     
    Para mí, es esa vida de cada uno la que tiene un “logos” concreto y propio que la justifica al com-prenderla.
     
    El Horizonte siempre des-plazado y des-plazante es esa “Trayectoria” y su Dios funcional-orgánico.
     
    Si hubiera algo de esto que pienso:
    No la vida de la Gente
    Pero sí la ciencia “teología
    sigue en pañales (por no decir alguna barbaridad más verdadera que esta metáfora benévola).
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • Buenos días padre Franz, acabo de leer su comentario y me parece que no se ajusta a la realidad al menos en el Perú. Usted dice: “Aumentan teólogos, obispos, laicos, monjas que NO se someten a las directivas del Papa y todo lo que viene y sale de Roma”. Yo no sé si esto es serio o es un chiste.
    Usted se ha olvidado que estamos en América Latina, lo que usted menciona solo está sucediendo en Europa. Y Europa se cae en pedazos. Usted sabe que en el Perú la inmensa mayoría de católicos obedecemos y amamos a TODOS nuestros obispos. Especialmente a nuestro Cardenal Cipriani. ¿Acaso se ha olvidado que cuando vino el Papa Juan Pablo II al Perú no se lleno el Hipódromo de Monterrico? Yo he sido testigo de los millones de peruanos por ver a nuestro Pastor.
    Y aquí no tiene nada que ver el Papa y la curia.  Usted ha sido un ex-sacerdote que dejo su ministerio no por “reformar” la Iglesia, sino, lo que generalmente han hecho muchos presbíteros disidentes a la manera del Doctor Martin Lutero: “convivir con una mujer y si hay hijos mejor”. Para muestra basta un botón: Tamayo, Boff, usted, Milingo, el ex presidente de Paraguay etc., etc. Por supuesto que esto no es pecado. El pecado estaría en juzgar a estas personas.
    Le recuerdo que para toda “vocación” tanto para el matrimonio como para el celibato se necesita mucha madurez y equilibrio psicológico. Cuando esto se altera aparece el divorcio y el abandono del ministerio. Y esto va para todos aquellos que han dejado su ministerio.
    Ya el psiquiatra William Sadler enumero cincuenta “desordenes” tanto en lo físico, intelectual, afectivo, social, moral y espiritual. Hoy que tanto se habla de cincuentenario del Concilio Vaticano II es bueno resaltar lo que se dijo en ella. El Concilio Vaticano II había propuesto cierto número de rasgos de madurez humana deseables en los seminaristas: estabilidad emocional, ponderación en los juicios, valentía y otras virtudes, como la justicia y la templanza.
    Es lógico para algunos al examinar estos criterios no vendrá sino tardíamente. Yo no sé si ese fue su caso padre Franz, pero en el fondo del corazón es posible que haya existido una “búsqueda de ansiedad sexual”. Porque no me explico como aquellos que abandonan su ministerio se casen. Es posible que haya habido un celibato “falso”. Lo digo con toda sinceridad.
    ¿Cómo llegar a una ponderación real en los juicios cuando no se tiene aun una experiencia suficientemente larga y personal de la vida? Aclaro que no trato de resolver “su” problema con el celibato ni su poca critica a nuestro Cardenal Cipriani.
    Por otro lado usted escribe: “sabemos que la Teología de la Liberación ha sido objeto de fuertes ataques por parte de gobiernos totalitarios? Debo suponer que dentro de estos “gobiernos TOTALITARIOS” están Cuba, Venezuela y Nicaragua. O nos hacemos de la vista gorda.
    Como ayuda de memoria le hago recodar amigo Franz lo que dijo el famoso teólogo católico que a pesar de la persecución que tuvo por parte de algunos miembros del clero, pero que NUNCA abandono su ministerio y mucho menos la Iglesia lo siguiente: “Ni uno ni otro ( se refiere al P. Boff y al P. G.Gutierrez) son marxista. Lo digo con toda firmeza porque es verdad. Sin embargo emplean TERMINOS marxistas, CONCEPTOS y CATEGORIAS y es posible que hayan empujado a algunos a AFIRMAR sin mucha reflexión que el CRISTIANISMO y el MARXISMO pueden ir PERFECTAMENTE JUNTOS. NO ES VERDAD. Personalmente soy EXTREMADAMENTE crítico en las confrontaciones con el marxismo”. Esto lo dice el padre Ives Congar.
    Por consiguiente, no me siente fastidiado por dicho comentario.
    Saludos
    Luis.