Me atrevo a decir, que pudiera bastar esta frase para desde mi punto de vista, definir las conclusiones del 32 Congreso de Teología, sobre “Mercado, Cristianismo y Movimientos Sociales”. ¿Acaso piensas que Arado debo corregirlo por timón? Poner la mano en el timón. No sé. Creo que esta mejor como está, porque el timón nos puede llevar a similitudes con la barca de Pedro, y quizás al insufrible: “tú que has venido a la orilla” y otras hierbas.
Y no está la cosa para cantar, como nos dijo el amigo Pagola. No está la cosa para cantar, al menos mientras la consecución de nuestra vida cristiana, nuestras obras y nuestro proyecto personal, no pase por poner nuestra mano ahí, junto a la de los otros y otras, y empujar con fuerza el espigón de la yunta hasta que las manos se nos encallezcan; para que al introducirse en la tierra, la abra en canal y esté presta para la siembra.
Siendo así, colaboraremos en el Reino, colaboraremos en la humanidad, en la justa marcha de la vida. Seremos mano de obra efectiva, solidaria ¿y por qué no fraterna? Que por una causa digna, se presta al digno trabajo y a la digna tarea de ayudar a los que viven cerca o lejos de nosotros. Todo lo alienta el Espíritu de Dios, mis queridos hermanos y hermanas. Lo dice alguien que escudriña el silencio y se deja interpelar por él.
Este congreso ha sido un grito de aclamación, en favor de la racionalidad en la economía, la política y la coherencia de todos aquellos y aquellas, que dicen seguir las huellas del de Nazaret. Y este Espíritu, por boca tanto de los ponentes como de los que nos hemos enriquecido con sus enseñanzas y experiencias, ha zarandeado tanto la concepción generalizada de economía y mercados a nivel global, como la economía personal de cada uno y su respuesta ante el ritmo que nos imponen los mercados y sus implacables determinaciones sedientas de dividendos.
Ambas dimensiones tanto globales como personalizadas, son igualmente realidades en los mundos hermanos desarrollados o subdesarrollados. Mundos que llevan tanto tiempo llamando en las puertas de los países de primer orden, gritando una oportunidad solidaria para ponerse en valor a sí mismos, que ahora nos pudieran decir: -disfrutad de la crisis y apreciad las cosas cuando se pierden, pues largo me lo fiáis.
No así, desde luego. África y Latinoamérica, son ahora más hermanas que nunca, pues compartimos la desazón por un mundo más justo y más justamente compartido. De estos países, nos llega un desaforado amor a la tierra a las raíces, al sentido amoroso-ecológico de la vida. Nuestro mundo, aun a pesar de tradiciones regímenes impuestos y decadente sistemas amparados en la historia y en la solidez de sus principios, según el lucido Dusell, nada parece lo que es.
Solo lo tangible y evidente, como el hambre, la desigualdad y las interferencias de los intereses económicos; debiera ser suficiente para movilizarnos y exigir incluso fuera de lo parámetros del cristianismo, un mundo en el cual se considere como capital de primer orden, la dignidad de la persona.
La dignidad del sujeto, que es causa del amor y la dignidad del propio Dios, que desde Jesús se nos revela en la realidad cotidiana y personal de cada hombre y cada mujer. Y no desde ninguna otra realidad. Y esa humanidad, tiene una residencia universal, en la cual estamos y por la cual caminamos, la Tierra. Ella nos lanza constantemente un grito de agotamiento, que nos llama a ser responsable con nuestro medio, con el medio de más allá y sobre todo con los habitantes de ese medio, que solo saben de vivir con lo puesto, en amor y armonía con esa tierra fecunda que nos grita y nos llama.
Por ello, desde este congreso al que hemos asistido y participado, hemos apostado por lo social. Por la acción social y pública, como mejor vehículo para llegarnos al que está efectivamente necesitado de… Son muchos los movimientos sociales, sobre todo en los grandes núcleos poblacionales, aunque no son estos agentes sociales los únicos llamados a la acción social. Por encima de todo, continuemos descifrando el rostro de Jesús entre los necesitados, sea cual fueren sus necesidades.
Prestemos la atención que requiere a los mensajes llegados desde los palacios episcopales, pues en muchos casos no se fundamentan en la realidad necesaria de los pobres –objetivo primordial de la Iglesia de Jesús-, ya que “para hablar de los pobres hay que conocerles y hay que amarles” (J.A.Pagola).
Siendo conscientes de esta realidad revelada en Jesús y por revelar en cada ser humano; sabremos prestar manos, brazos y corazón, a toda persona que esté donde esté, tanto en la ciudad como en el pueblo o en el barrio, es objetivo de nuestra acción humana y solidariamente efectiva.
Somos muchos los invitados a asistir a la viña y aun más los que decimos ir. ¿Iremos realmente? ¿Estaremos allí junto al hermano y hermana que nos necesita? ¿Tendremos miedo?
Sí, yo el primero… pero no olvidemos a Pedro desde la cercana lejanía (permitidme el oxímoron), “QUIEN DIJO MIEDO HABIENDO PASCUA”. Desde Estepa, Andalucía, un abrazo personal e inmenso para todos y para todas.
Floren
http://cartujoconlicencia.blogspot.com.es/
No Ana, lo siento pero te equivocas. En la dialéctica tu misma sacaste el tema de la iglesia-institución para poner el ejemplo del alejamiento de ésta respecto al proyecto de Jesús, que luego dio pie a mi réplica en la que te hacia notar que este ejemplo más que una idea que pudiera ofender, se trataba de una constatación, de un hecho evidente para todo el mundo. Léete si acaso el comentario porque entenderlo es importantísimo. Por eso me referí a los tipos de explicación o de argumentación porque según sea el horizonte o el paradigma del cual se parta, puede detectarse si es posible o no esa compatibilidad de la que hablas. Voy a dejarlo aquí
M. Luisa, creo que el tema que traíamos entre manos tú y yo era sobre dialéctica y respeto al discrepante, no sobre la iglesia y el proyecto de Jesús.
Floren de Estepa:
Para mí, puede que sí, desde una perspectiva muy personal, o estrictamente persenal. Sin embargo, como usted bien debe saber, gentes de muy diversas culturas aseguran que es precisamente mediante el consumo de ciertas drogas la vía como consiguen estados de trance y de mayor sintonía con la divinidad (Dios, dioses, espírirtus, fuerzas animistas, antepasados…). Esto es casi tan viejo como la humanidad, y está presente sobre todo en el acervo cultural de tribus de la Amazonía, en tribus indias del sur de los Estados Unidos y el norte de México, en la cultura -exportada al mundo entero- de los rastafaris en Jamaica, etcétera.
Saludos.
gracias Tino por tu bien centrada aportación….el retraso en tratar de hacer un comentario por mi parte es mi falta de tiempo para venir al ordenador…Sin embargo, trataré en los próximos días de volver sobre el tema aunque sea con unas cuantas ideas y opiniones..mientras tanto mis saludos cordiales Santiago Hernández
No, querida Ana, los hechos son hechos, son constataciones a la vista de todo el mundo no sólo de unos pocos que lo quieran ver, como el hecho que me indicas del alejamiento del proyecto de Jesús por la iglesia institución. Es un hecho, como digo, a la vista de todos que requiere y merece ser explicado. Pero no explicado con el mismo porqué causante del hecho mismo que se analiza sino con una explicación montada sobre un porqué actualizado, es decir de un porqué producto de una razón puesta al día. Es esta la dificultad! ¿Dónde se quedó la iglesia? Aquí se habla constantemente de ello. No ha superado ni la Ilustración ni el Modernismo, es un problema, pues, de lenguaje, de entendimiento, de voluntad, de conciencia y que afecta a toda persona en su estructura. Y es por ser estructura precisamente que siempre le es posible a la persona “el caer en la cuenta” Pero lo más grave es que este retraso de la iglesia institución abierto, por suerte a la espera, no es inocente.
Luis henriquez, LO DEL PORRO SOBRA., no cree?
Que facilidad tiene usted para pasar de la estricta moralidad a su antagonismo.