Unimos en esta entrada dos artículos que presentan críticas a los nacionalismos por su carácter ideológico de tapadera de los intereses de clase y por la manipulación histórica en la que intentan fundamentarse. Hace poco publicamos un artículo de Esther Vivas en sentido contrario. En esta semana y en las próximas, éste va a ser el gran debate en España,distrayendo la atención de la economía: ¿centralismo, independencia o federalismo? Agradecemos a Juan García Caselles y a Josep Savalls i Vila el habernos enviado o haber difundido su opinión. Y agradeceremos a cuantos quieran aportar la suya. Con respeto y libertad.
DE NACIONALISMOS
Por Juan García Caselles
Se ha repetido unas cuantas veces. Aparece el jerarca de turno en la tele y nos anuncia que ante la gravedad de la situación y por el bien de España es necesario e imprescindible tomar medidas, por dolorosas que parezcan, para escapar a unos terribles males que nos amenazan y que, por lo tanto, todos tendremos que arrimar el hombro, todos deberemos hacer los sacrificios necesarios porque la patria así lo exige. Bueno, como la carta del Juan Carlos.
Pero luego resulta que los que de verdad tienen que sacrificarse, les guste o no, son los currantes por cuenta ajena, los autónomos de medio pelo, las amas de casa y los pobres en general sin denominación de origen. Los ricos, ya ves tú, no tienen que sacrificarse y al final resulta que salen ganando con la cosa.
Advertencia: En España, donde la renta per cápita sigue siendo, a pesar de tanta crisis, de alrededor de los 25.000 euros (lo que supone para una familia con padre, madre y dos hijos unos ingresos mensuales superiores a los ocho mil trescientos euros) son pobres todos los que no llegan a esa cantidad y son ricos los que sí pasan, lo que significa que la inmensa mayoría de los políticos se encuentra en la zona de pobreza, eso sí, menos pobres que la mayor parte de la gente, pero pobres al fin y al cabo, que las matemáticas no engañan.
Así, el nacionalismo españolista se convierte en la tapadera de lo que es, simple y llanamente, explotación de clase. Por lo demás no hay que alarmarse, porque el nacionalismo, que se apoya en unos sentimientos identitarios de los que nadie puede escapar y que residen básicamente en el subconsciente, nació con el capitalismo y le sigue prestando buenos servicios para aliviar las rupturas sociales que provoca la explotación económica. Es casi tan eficaz como los polvos de la Madre Celestina.
En todos los sitios en que hay burguesía, el nacionalismo en sus variadas formas se utiliza con los mismos fines, conseguir que las clases dominadas acepten con resignación su situación de dominados porque se compensa con el aumento de la autoestima como consecuencia de la pertenencia a un gran pueblo con una nobilísima historia que los historiadores se encargan de amañar adecuadamente. Así que, al final, todos los nacionalismos son más o menos la misma cosa.
Conviene aquí recordar la frase de un filósofo del Sur, conocido como Chipola, que ya hace algunos años dijo aquello de que el nacionalismo consiste en saber si se es solidario con los ricos de tu propio pueblo o con los pobres del pueblo de al lado.
O lo que es lo mismo, si se es solidario con los industriales vascos o con los maketos, con “els burguesos del Palau” o con los “xarnegos”, con los financieros de los madriles o con los rumanos, los marroquíes, los bolivianos, los subsaharianos o cualquier otro de la muchedumbre de sin papeles.
Bueno, pues tú verás.
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LA HISTORIA NO PERDONA LOS MITOS.
Por Josep Savalls i Vila
Soy un barcelonés de 30 años que, como mi generación, creció con el Club Super 3, el Tomàtic, la Bola de Drac, la Arare , Sopa de Cabra, Els Pets, Els Caçafantasmes, “Regreso al Futuro”… Veíamos la predicción del tiempo en la TV 3, con los dibujos de soles y nubes sobre un mapa de los Países Catalanes.
En la escuela nos explicaban la historia de las cuatro barras, pintadas por el emperador franco con la sangre de Wilfredo el Velloso sobre un escudo o tela de color amarillo-dorado: así nació nuestra bandera ( la Senyera ). Los domingos por la mañana bailábamos sardanas en la plaza de la Iglesia , y daba gozo ver en un mismo círculo a los abuelos y los nietos, cogidos de la mano. En Navidad hacíamos cagar al “Tió”, y poníamos un “Caganer” con barretina en el Nacimiento. Así, disfrutábamos de una auténtica Navidad catalana como Dios manda.
En la primavera cogíamos las Xirucas ( Chirucas , marca de calzado ], y nos íbamos a nuestros Pirineos a disfrutar de nuestras montañas y sierras, en nuestra tierra. Celebrábamos la “Diada”, con ánimo de no olvidarnos de la derrota de nuestro pueblo contra Felipe V y los españoles.
Somos un pueblo trabajador, con carácter, distinto del resto. Tenemos la Caixa , el RACC, los Mozos de Escuadra y los Ferrocarriles Catalanes. ¿Qué más queremos? Pues queremos, queremos, queremos…
Pero la verdad no se puede ocultar siempre. Te vas de Erasmus a Londres, y descubres que existe vida fuera de nuestro pequeño planeta catalán. Que también hay trabajadores con carácter en otros territorios. Que la Caixa no es tan importante, si se compara con el Comercial Bank of China. Que solamente una ciudad como Shanghái tiene 20 millones de personas (tres veces toda Cataluña).
Descubres la verdad: que lo de las cuatro barras de Wifredo el Velloso sólo era una leyenda, un mito, sin fundamento histórico. Ni Wifredo fue contemporáneo del emperador, ni se usaba la heráldica en ese siglo. Además, hasta la unión con Aragón, el emblema de los condes de Barcelona fue la cruz de San Jorge (una cruz de gules sobre campo de plata).
Descubres que la sardana la inventaron en el año 1817. Fue un tal Pep Ventura, que tampoco se llamaba Pep sino José, nacido en Alcalá la Real, provincia de Jaén, e hijo de un comandante del Ejército español.
Se la inventaron, porque no podía ser que la jota de Lérida o del Campo de Tarragona fuese el baile nacional. Y tampoco podía serlo el baile denominado “El Españolito”. Por eso se inventaron la sardana a comienzos del siglo XIX: para crear una identidad nacional inexistente hasta entonces. La sardana, otro mito.
Descubres que en 1714 no hubo ninguna guerra catalana-española, que Cataluña no participó en ninguna derrota bélica. Fue una guerra entre dos candidatos a la Corona de España, vacante desde la muerte de Carlos II sin descendencia: entre un candidato de la dinastía de los Borbones (de Francia) y otro de la de Austria (de tierras germánicas). En todos los territorios de la Corona de España hubo austracistas y borbónicos: por ejemplo, Madrid, Alcalá y Toledo lucharon en el mismo bando que Barcelona. No fue, como intentan venderlo, una guerra de secesión, sino de sucesión: ningún bando aspiró nunca a romper la unidad dinástica entre Castilla y Aragón, ni la separación de Cataluña. La Diada , otro mito.
Descubres que el “Caganet” del belén es una “tradición” que no se generaliza hasta el siglo XIX, como la sardana. Y que el “Tió” es otra milonga identitarias y absurda. La Navidad catalana, otro mito.
Te das cuenta que [los nacionalistas] nos han tomado el pelo. No nos han educado, sino adoctrinado. Que nos han alimentado, sin darnos cuenta, de una “ideología total” que se encuentra por encima de todo y de todos. Lo abarca todo: permite pisar el derecho de las personas, modelar la Historia a su gusto, y determinar qué está bien o mal.
Te das cuenta que [los nacionalistas] nos han adoctrinado a través de mitos, leyendas, mentiras. Que han construido o falseado una realidad, con tal de fundamentar su ideología. Intentaré poco a poco ir comentando esos mitos. Pido ayuda y la colaboración de todos, para tratar de encontrar otras mentiras. Así, [los catalanes] podremos liberarnos de esos mitos, y ser libres de verdad.
Está claro que eso de viajar, es para algunos, una estupenda vacuna contra la estupidez y el aldeanismo.
Si estás de acuerdo difúndelo para conocimiento de todos.
Saludos cordiales.
Josep Savalls i Vila (Vic)
Hay un problema que viene de lejos, la apropiación de lo español por parte de sectores político del centro del Estado, cuando lo español y las Españas son también propias por ejemplo de Cataluña como miembro fundador, hay que reivindicar la idea del concepto de español como algo que es propio en cada territorio del Estado, tan español es un catalán como un castellano. Yo no voy a negar que Cataluña es una realidad nacional cultural e incluso política, a diferencia de otras nacionalidades que los son culturalmente pero histórica y políticamente no. Yo tengo una cultura y un idioma propio pero que se complementa con la cultura ylos idiomas que aportan otras comunidades o nacionbaliodades del Estado. El enriquecimiento mutuo es algo que se debe potenciar, las identidades compartidas son una riqueza inconmensurable para los pueblos y para el pueblo.
Por el contrario de lo que algunos dicen ser vasco o catalán es bien considerado, ser nacionalista español es sinónimo de facha. Incluso no nos dejan más opción que ser nacionalistas vascos, catalanes….o español, no se puede ser vasco y español o francés. La idea está en confrontar y considerar a unos como los buenos contra los malos: los soberanistas contra los autonomistas, los demócratas y los autoritarios, los pacíficos y los violentos. Inyectar la idea equivocada de la identidad que se pretende basar en la diferencia con el otro, que es un rechazo implicito a la diversidad y a la pluralidad. Cuando la identidad debe de estar basada en la igualdad de todos los seres humanos. El nazionalismo quiere imponer la diferencia por decreto, imponer una opción en contra de otra, limitar la identidad personal a la riqueza de poseer identidades compartidas.
Pero cómo se puede renunciar a la identidad española cuando las referencias culturales, sociales y lingüísticas son comunes en todos los españoles, es renunciar a nosotros mismos, cómo se puede falsear la historia para semejante contradicción. Además la identidad existente en todas las regiones españolas está compuesta de tradiciones y préstamos unas nacieron aquí y otras llegaron de otros lugares.
Tiene razón, Iñaki S:S, el nacionalismo español es igual de pueblerino que el gallego, el vasco o el catalán. No es cosmopolitismo lo que sobra en la península ibérica, salvo, si acaso, un poquito, en Portugal.
Una pregunta, ¿estaría dispuesto, en un momento dado, a votar a un negro para lehendakari?
Si digo “soy español”, que no deja de ser una mentira por mucho que lo certifique un DNI, nadie se aburre, ni me llama borrego o pueblerino. La espita a los insultos, mas o menos educados, se abre cuando uno manifiesta su SER vasco, su pertenencia a un pueblo con identidad propia sin mas, por supuesto ni mejor ni peor que la española. Simplemente distinta.
Dicho esto, un par de cositas mas. Por lo que yo he visto y vivido, los vascos somos tan ciudadanos del mundo como cualquiera y tan solidarios o mas que cualquiera. Pocas lecciones de cosmopolitismo podemos recibir de España.
Hola X. Gundín,
Disculpa, no había visto el comentario en que te sorprendías porque había yo relacionado socialdemocracia por un lado, con nacionalismo y aburrimiento por otro.
Supongo que eres gallego (por la X y por el apellido). Yo también lo soy, por los cuatro costados, oye.
Hecha esa aclaración, voy al grano.
Verás, el caso es que soy de izquierdas (así, en general, sin entrar en mayores detalles) Y resulta que la izquierda nunca fue nacionalista, por una razón fácil de entender: la izquierda no divide la sociedad en territorios, sino en clases sociales. Supongo que no es una casualidad que el himno de la izquierda sea la “internacional” y no otro que se titule “Viva la patria y olé”.
Y sí, a estas alturas de la vida, los discursos nacionalista me aburren mucho. Primero, porque me parece que nacen de la caverna más profunda que cada uno lleva dentro. El lazo incestuoso que nos ata a la tierra y a los antepasados -y que tan bien identificó Fromm- solamente puede tener el efecto cuando menos dañino, si no mortal, de dificultarnos el abrirnos a los demás y al universo. Dicho con otras palabras, un sentimiento pueblerino de la vida.
En fin hay bastante más razones por las que el nacionalismo me aburre, pero se me hace tarde. Si tienes interés, en otro momento, te cuento otras.
Saludos cordiales
Primero para avanzar en el desaborregamiento del pueblo algunos deben de dejar de engañar, de falsear la historia, de dar por cierto lo que no lo es, dejarse de populismo identitarios revestidos de falso humanismo, argumentar sin falsear. La educación está dirigida por una democracia perversa y pervertida dominada por una casta política española y nazionalista podrida que somete a la clase trabajadora, que ha sustituido la educación, el pensamiento, la experimentación y el espíritu crítico por la diversión y el exceso de individualismo, hemos dejado que los políticos, los poderosos y sus medios de comunicación piensen por nosotros. Y ahora, de tanta memez histórica nuestra mente está atrofiada y el problema es que ya no sabemos pensar, no sabemos razonar, no somos capaces de luchar y defendernos, nos hemos convertido en un placido rebaño a quienes se pastorea y ordeña con facilidad.
El segundo enlace de mi comentario anterior sería en realidad este: http://es.wikipedia.org/wiki/Divisi%C3%B3n_territorial_de_Espa%C3%B1a_en_1833. No se pq antes salio mal.
Joan: bien por tu deseo de que el pueblo se desaborregue; para avanzar en eso debes argumentar, no despreciar.
Está claro que con quien no quiere entender ni razonar no se puede dialogar, tienen habilidad en la utilización de los métodos y en la propaganda pero no la razón, parece mentira que se pueda engañar tantas veces y a tantos, con el propósito de crear falsos antagonistas para crear unos enemigos inexistentes, dejan como a un vulgar aficionado a Goobless. No hay más solución que el pueblo soberano se desaborregue, comience a pensar, tome el poder que le corresponde y expulse del mismo a los políticos en general y a los nazionalistas en particular.
Pues si, Joan, Alfonso VII se declaró emperador…y pocos años despues quedó consolidada la división (en cinco) de los reinos cristianos (dos de ellos compuestos) en la península, a los que habrá que añadir el reino almohade y las taifas,. En fin…Alfonso VII podía haberse callado.
Yo no niego que España (Hispania, las Españas) existiese antes de los Decretos de Nueva Planta. Afirmé, escogiendo las palabras, que antes de ellos era una mera referencia geográfica: un espacio. Común, naturalmente, todos estamos sobre esta península con inevitables mejores o peores relaciones.
Pero es con estos Decretos (http://www.uax.es/publicaciones/archivos/SABDER10_001.pdf) cuando se forma el espacio político único: el Estado español, que con las modificaciones territoriales de 1833 (http://www.uax.es/publicaciones/archivos/SABDER10_001.pdf), y la reciente en Comunidades Autónomas, varias guerras y muchos cambios legislativos llega hasta nosotros, incluida la particularidad vasca.
Pero volviendo a la actualidad: todo nacionalismo aspira a la (su) soberanía. Esto le pasa a los nacionalismos periféricos y tambien al español.
según este último, que es el dominante y en posesión de los medios coercitivos, la soberanía reside en el pueblo español en su conjunto (con lo cual se le niega a sus partes su parcial soberanía, no la autonomía) cuyo patrimonio territorial está declarado indivisible (con lo cual se prohibe su segregación; no la administración).
El nacionalismo catalán, que es el que en este momento tiene la voz, y que se dice cansado de querer y no poder transformar España, reclama su parte de soberanía propia, incluido el derecho de segregar Cataluña de España.
Veremos a que conclusiones llega el previsiblemente ganador nacionalismo vasco en las autonómicas del 21 de este mes.
El nacioalismo gallego, menor y ocupado en otras cosas, sólo retóricamente se plantea hoy estos problemas.
Lo que yo me pregunto, y dejo la pregunta abierta, es si hay manera de resolver este problema, que así enunciado parece un antagonismo absoluto, sin recurrir a la insurrección por un lado y a la represión por el otro.
Y en la procura de respuesta me digo que el fallo no está en los tres nacionalismos históricos, sino en la descomposición del ineficiente y desde hace tiempo -¿cuantos siglos?- fallido Estado español, ¡que es otro problema!.
De forma que si el problema que supongo principal -el español- no se soluciona, los parciales tampoco podrán solucionarse y estaremos condenados a la acción-reacción, insurreción-represión.
Pero igual a Mariano se le ocurre alguna idea…cuerpo a tierra.
No me gusta ni me interesa nada el fútbol pero me ha alegrado comprobar que, en la lucha surrealista y subconsciente entre Cataluña y España, que es como se plantean a veces los partidos entre el Barcelona CF y el Real Madrid, el resultado final de hoy ha sido un empate entre Portugal y Argentina.
¡Ja, Ja!
Me niego a aceptar en la forma y en el fondo la predicción de Friedrich Engels sobre el primitivismo y por lo tanto en la imposibilidad de liberación de algunos pueblos, que el señala explícitamente por su nombre, que están anclados en tiempos cavernarios, y con los que no se podrá contar, él es más expeditivo, cuando la revolución socialista tenga lugar. Pero leyendo algunos comentarios veo que al menos existen muchas dificultades en ciertos lugares.
En Euskadi la campaña electoral está muy calentita, así que me permito colar este comentario:
Acaba de arrancar, en la CAV, una campaña electoral especialmente marcada por las circunstancias políticas y económicas del momento. Por una parte, el soberanismo y el independentismo están en plena efervescencia. Por la otra, el desempleo y la pobreza sacuden con virulencia a las capas sociales mas desfavorecidas. Y en estas condiciones, a la ciudadanía de a pie le toca decidir el sentido de su voto individual e intransferible. ¿Nos quedamos en casa desilusionados y decepcionados, por la incompetencia o corrupción de las castas políticas?. ¿O nos acercamos a la urnas, con ilusión y responsabilidad, convencidos de que las cosas pueden cambiar a mejor?. Mi respuesta personal es clara. Mi intención es ir a votar, por al menos un par de motivos:
En primer lugar, desde el punto de vista político, porque Euskadi es una Nación y me ilusiona aportar mi granito de arena en favor del reconocimiento de esta realidad, en España, Europa y el Mundo. Los soberanistas vascos no podemos descansar hasta no conseguir nuestro derecho de autodeterminación política; hasta que nuestra identidad cultural deje de estar en peligro; hasta que no se normalicen las relaciones políticas entre la CAV, Nafarroa e Iparralde; hasta que no tengamos voz propia en U.E.; hasta que no dispongamos de nuestro propio Poder Judicial; hasta que no funcionemos dentro de un ámbito laboral y de seguridad social también propio; hasta que no controlemos nuestros recursos naturales e infraestructuras; hasta no pactar, con el Estado español, unas garantías que blinden nuestras competencias exclusivas; hasta….
En segundo lugar, desde el punto de vista económico, porque es hora de buscar alternativas a un capitalismo neoliberal. Ya vale de preconizar un desarrollo que beneficia a las minorías privilegiadas y hace sufrir al resto de la gente. Va siendo hora de replantearse la lógica de un crecimiento, sin límite, del producto Nacional Bruto (PNB), en beneficio de los mas ricos. Los nuevos tiempos exigen crear las condiciones necesarias para universalizar la Felicidad Nacional bruta (FNB). Esto solo se consigue avanzando hacia el pleno empleo, la educación universal, un sistema de salud que dignifique la vida de la buena gente, etc.. No se logrará sin revalorizar una actividad socioeconómica humanista que se sustente en la solidaridad, la cooperación, la justicia distributiva, etc., sin repensar conceptos como riqueza y pobreza, sin reestructurar, relocalizar y reducir las producciones, mejorando los sistemas de reutilización, reciclaje, etc., sin redistribuir los bienes materiales disponibles, sin….
Con las ideas claras sobre lo que quiero para Euskal Herria, vuelvo la mirada hacia las candidaturas, las personas que las encabezan y las propuestas de los partidos que les apoyan. En este punto no puedo evitar el hacer una pausa y lamentar lo que para mi son dos ausencias muy significativas. Como os podréis imaginar, me estoy refiriendo a Juanjo Ibarretxe y a Arnaldo Otegi. Me encanta leer sus ideas, pero me hubiera gustado dejarme embriagar por su entusiasmo, al debatirlas en la primera línea del frente. ¿Cuanto han cambiado las cosas desde aquel 2001 en el que el soberanismo se impuso, con contundencia, frente al regionalismo y el independentismo?. ¿Cual será el precio a pagar por la tibieza del soberanismo peneuvista a lo largo de estos once últimos años?. ¿Hasta donde llegará la coalición liderada por la Izquierda Abertzale, en una Euskadi en paz?.
Pero dejemos el pasado y volvamos al presente. Descartado el regionalismo del PSE y del PPE, en una Euskadi Nación, la pugna se va a librar entre el soberanismo de un PNV obligado a definirse con claridad, y el independentismo de EH Bildu obligado, a su vez, a demostrar su capacidad de gestión. Con el corazón en la mano y sabiendo que a la vuelta de la esquina acecha siempre la ley de Murphy, debo confesar que mis simpatías se decantan, hoy por hoy, por Laura Mintegi.
Sí que creo que el irredentismo que se vive en algunos lugares no es más que por motivos económicos, y evidentemente el Estado está siendo inificaz en la gestión de la crisis, pero el estado en su conjunto incluyendo los gobiernos autónomos. Focalizar el problema como lo hacen los nacionalista hacía un sentido es el problema, desvían la atención hacía reivindicaciones nacionales para ocultar que el autentico problema está en la realidad social de todo el Estado, recuerda los tiempos de preguerra mundial. Pero yo como catalán ¿puedo decir que me he sentido perjudicado en alguna ocasión por motivos de mi origen?, si somos sinceros y realistas diríamos que no, posiblemente nos hemos sentido más beneficiados que los de la mayoría de la población del Estado. Si hacemos comparaciones históricas y contemporáneas salimos ganando con el resto, y si recordamos los tiempos de la dictadura incluso la burguesía y el empresariado catalán no pueden precisamente quejarse, pienso que sí a lo largo de la historia nos hemos beneficiado ahora debemos de ser solidarios. Qué pensaran los castellanos, andaluces, gallegos, no son ellos en gran medida los grandes perjudicados del llamado centralismo, no son los trabajadores los grandes explotados por los de siempre el Capital. Los enemigos no son los pueblos y las regiones entre sí, es la clase que domina el capital y que ahora, para desviar la atención sobre sus desmanes, pretenden que sean los trabajadores los que se enfrenten entre ellos.
Se puede admitir que español como sujeto jurídico existe desde hace casi cuatrocientos años, igual que los franceses por poner un ejemplo, sin hablar de Italia o Alemania mucho más recientes. Pero de hecho las fuentes nos indican un sentimiento de pertenencia común mucho antes. El concepto de territorial no es el mismo en los Austrias que en los Borbones, vuelvo al ejemplo francés por el paralelismo. Luis XIV centraliza Francia y Felipe V España. La existencia de particularismos y autonomías políticas no indica la existencia o no de una nación. Incido en las constantes referencias a un sentimiento de pertenencia común, que no es sólo un mito utilizado por el nacionalismo español: en 1135 Alfonso VII de León se proclamara Imperator totus Hispaniae, siendo aceptado por aragoneses, navarros y catalanes; mi paisano Ribera de Perpejà en su Crònica d’Espanya dice que Cataluña era una parte de esa España despedazada por la invasión musulmana, pero ansiosa de reunificación; Jaime I cuando salió del concilio de Lyon en 1271, exclamó: “Barones, ya podemos marcharnos; hoy hemos dejado bien puesto el honor de España”, tras haber ofrecido la cooperación de su flota para emprender una cruzada.
Pero esto aburre, acaso no pertenecemos todos a la subespecie de “Homo sapiens- sapiens”, pues que más da el nacimiento ………… y además en España ¿ quién puede decir que es oriundo de un determinado lugar ?, yo estoy seguro que no lo soy y que conste que mis cuatro últimos apellidos son catalanes.
Pepe Blanco, 24 Set. 19:48 pm
Dices: como buen social-demócrata que quiero ser me aburre mucho el debate nacionalista.
No alcanzo a entender la relación que pueda haber entre estas tres palabras: socialdemocracia – nacionalismo – aburrimiento.
Conozco algunos socialdemócratas de tendencia naionalista y otros nacionalistas de tendencia socialdemócrata (no es lo mismo) que según me cuentan lo pasan bien: no se aburren.
Con respecto a tu respuesta a Carmela: la exacitud de los mitos tiene poca importancia. En el caso de que hablais lo que importa es que sabemolo que nos fixestes.
Remitir con significación política las palabras España y español a la noche de los tiempos, o más tempranamente: p. ej. a las conquistas romana o goda, son mitos usados por el nacionalismo español.
Si yo no me equivoco, podemos hablar de España como unidad política -luego de españoles como sujetos políticos- desde los Decretos de Nueva Planta; e.d: desde hace 300 años y no más. Antes de eso las palabras España y españoles tendrían mera significación geográfica (hago presente que subditos de la corona de Aragón no podían ocupar cargos en la de Castilla y viceversa).
En aquellos Decretos -¡sólo hace 300 años!- y sus conscuencias tendríamos pues los actos fundacionales de lo que hoy llamamos España o, mejor, Estado español y, por cierto, los orígenes de algunos problemas que todavía hoy no hemos solucionado (el detalle de los cuales puede quedar para otro día).
Lo que hoy quiero decir es que el caracter irredento de los nacionalismos no españoles en la península nace de la ineficiencia del Estado español. No de los sentimientos y las voluntades de pueblos y naciónes en la península Ibérica, que son preexistentes, pero si su caracter irredento. Este aparece con más o menos virulencia cuando el Estado español no es capaz de contenerlos y ordenar la convivencia. Incapacidad que ultimamente se pone de manifiesto con ocasión de las crísis económicas: la del 29 y esta en la que estamos, las cuales producen no sólamente efectos sociales, de lucha de clases, sino tambien de luchas nacionales.
Dicho de otro modo: los sentimientos e intereses nacionales en España tienden a dejar de estar contenidos en y por ella cuando su Estado demuestra su ineficiencia máxima: la económica. Pq todo fue bien cuando el negocio florecía vendiendole a ambos beligerantes en la 1ª Guerra Mundial, que compraban todo cuanto tuvieras al precio que pusieras. Y no fue tan mal cuando disfrutamos la ampliación de mercado -incluido el de trabajo- y las grandes transferencias de la UE. Pero al acabarse ….. Yo diría que esta es la experiencia.
Estimado Joseph: sufriste un ataque de madurez y descubriste que los nacionalismos suelen contener mucha mitología. Felicitaciones, que así se comienza. Y cuando leas más historia y no solo en castellano o catalán descubrirás que toda nuestra historia es una gran mitología basada en el punto de vista político del que escribió la historia, defendiendo los intereses de los mandamases de turno. Y esta gran ficción que son los estados nacionales se basan en eso, en la creación de cuentos sobre su supuesto origen común, en la necesidad de tener una religión común mangoneada por el rey común, un gran ejército, su adhesión a alguna religión que posee la verdad y de paso la fuerza, sobre el derecho divino de alguna familia gobernantes de origen germánico que casualmente chupa energías y es pariente de otros chupa energías, y en la maldad de sus enemigos, maldad que suele ser el origen de todas las desventuras. De la estupidez propia, de haberse dejado manejar como borrego y morir en guerras que no son propias por motivos espúreos, ni una palabra. Y ahora para más remate tener que pagar las farras y fiestas de los banqueros, con una nueva mitología creada por las transnacionales y los dueños de la banca: la economía como ciencia dogmática. Y entonces existen historiadores que escriben que la culpa es de los pueblos europeos mediterráneos que son flojos y vivían a costilla de los trabajadores y rubios germánicos y que por eso están quebrados.
Ay Joseph, la mitología catalana de sardana es una alpargata al lado de las mentiras históricas que inventan los estados y por lo menos es alegre y bailada y no molesta a nadie.
La casta política tiene la capacidad camaleónica de cambiar de planteamientos y de ideas según convenga a sus intereses, todo con tal de mantenerse en el poder, en momentos como estos cuando peligra su estabilidad y su futuro, cuando por fin el pueblo empieza a cuestionarse su utilidad y a darse cuenta que “ellos son el problema”, no tienen el menor prejuicio en desviar la atención de la población hacia otro lado, en crear cuestionamientos para enfrentar al pueblo entre si, es la misma historia de siempre.
No puedo estar más de acuerdo con Josep Savalls i Vila, su exposición me parece que explica correctamente lo que de mito “contemporáneo” tiene el nacionalismo en general y el catalán en particular. Desgraciadamente existe una sucesión de desinformación o mejor dicho de manipulación histórica y política durante muchos años en la educación académica de las sucesivas generaciones de españoles en relación con sus territorios de origen en cuanto a un patriotismo territorial o por el contrario nacional. El nacionalismo no se sostiene pues no existe para su reivindicación ni antecedentes históricos, ni territoriales, cualquier nación europea tiene, dentro de su territorio, culturas con matices diferentes incluso idénticos al español, con particularidades que le dan un carácter diferencial sin que por este motivo se pretenda romper una unidad, que como en el caso español lleva más de quinientos años. Otra cuestión es que por mucho que los políticos, “los modernos señores feudales”, se esfuercen por todos los medios, muchos de ellos de carácter fascista y totalitario, en introducir a la fuerza la idea de la diferencia del independentismo este no esta presente en la mayoría que “piensa” y que en buena lógica rechaza estos planteamientos.
La realidad es que vivimos sometidos a un partitocracia que desea implantar un señorío propio en cada territorio, tener cuotas de poder cada vez mayores. Es volver al feudalismo en donde los Condes, Duques y Marqueses, emparentados entre ellos, se dividían los territorios para su beneficio, aquí es la casta política la que actúa de igual manera. Qué lejos del interés de los trabajadores, de los modernos siervos que como carne electoral son usados para los espurios fines de los políticos de turno. En el medievo y ahora son los trabajadores lis que se tienen que unir e ir al fondo de la cuestión que no pasa precisamente por el nacionalismo, siempre tendente a separar, a dividir, a excluir, sino a derribar las fronteras y a unir fuerzas contra el capital, antes y después existe un vinculo mayor entre el pueblo, entre los antes siervos y ahora trabajadores, que la lengua o el origen de las personas, y grandes diferencias con los que ostentan el poder político, antes la aristocracia y ahora los políticos.
Los nacionalismos siempre están apoyados por la religión, “todos”. NO, nos dejemos engañar por quienes dicen representar y defender ideas de izquierda, que dicen defender a los trabajadores, NO, estos son los nuevos fascistas, los nuevos Nacional-Socialistas.
Honorio, me parece que ha leído apresuradamente mi última participación. El que milita en el humanismo cristiano soy yo, no el Colegio Alemán de Barcelona. En este la enseñanza de la religión se imparte con seriedad académica como una asignatura más y como tal puntúa. La enseña alguien con título universitario en facultad de teología. Si se trata de adscripción protestante (evangélica) es un licenciado o doctor en Teología Evangélica, si católica por una facultad teológica de la Iglesia o del Estado. Puesto que en España no hay facultades de teología en la universidad civil, cuando hablo de facultad del estado me refiero a una universidad alemana. Si el alumno no quiere enseñanza religiosa, opta por la enseñanza de Etica. También por una licenciada o doctora (mi mujer fue docente de esa materia).
No está eso reñido con la separación de poderes. Para mí fue una sorpresa este verano cuando mis nietas en la mesa pugnaban por recitar el “Grace”. Una oración antes de abrir la servilleta. Van a un colegio público, no confesional, en Oxford. ¿Se imagina eso en España?
Iñaki,
Creo que prohíben las consultas para que la gente no piense. Si las permitieran, la gente empezaría a plantearse las cuestiones consultadas, y lo que hoy resulta perdedor, podría ir ganando terreno y resultar algún día ganador.
Así que la ley prohíbe las consultas, y punto. La ley prohibía el voto de los negros (y antes la libertad de los esclavos, casualmente negros también) y el voto de las mujeres, el sacerdocio de las mujeres … y punto.
La propia palabra autodeterminación es pecado. es la moral del poderoso nacionalismo español, tan católico él.
Soy un fan de todos tus comentarios Amigo Antonio V.. La pregunta que haces tiene su miga. Yo me la he reformulado así: ¿De cuantos futuros estados como Andorra, Mónaco, etc., estaremos hablando después de cada consulta decisoria, en cualquier posible circunscripción?.
Será difícil saberlo mientras la Constitución española siga prohibiendo hacer preguntas al respecto. Lo incomprensible para mi es el miedo, de los poderes centrales afincados en Madrid, a que se pregunten ciertas cosas. Centrémonos en la separatista Euskal Herria. Veamos cual es la situación en cada uno de sus siete herrialdes o provincias, manejando los datos de las sucesivas macro-encuestas electorales, a lo largo de los últimos 35 años. En el conjunto de Iparralde, (4% aprox. de la población total?) las tres provincias del Pays Basque bajo la Constitución francesa, la minoría abertzale es aplastante. No se los datos precisos, pero diria que andarán alrededor del 10%. El autónomo reino de Navarra, (18% de p.t.?), lleva siendo gobernado, en democracia y desde el postfranquismo, por fuerzas políticas mayoritarias de obediencia constitucionalista española. Dentro de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), en Alaba, (16% de la p.t.?), los partidos constitucionalista llevan ganando, una tras otra, todas las elecciones celebradas en democracia. Por último llegamos a las provincias traidoras, Gipuzkoa y Bizkaia, (62% de la p.t.?). Estos son los dos herrialdes en los que la mayoría social es soberanísta y abertzale, es decir, separatista. Pero incluso pensando únicamente en ellas, se ha de tener en cuenta que el PNV, hasta ahora partido mayoritario, tiene en Bizkaia un componente regionalista muy acusado y siente vértigo al oir la palabra independencia. Con un panorama tan complejo resulta ridículo y contraproducente la negativa del gobierno de Madrid, a que se hagan todas las consultas que se quieran. Incluso la posible secesión de Alava de la CAV, para quedarse en brazos del Estado español. Garantizando la libertad de los ciudadanos a la hora de emitir su voto, no se debe de tener miedo a un veredicto no distorsionado ni por la violencia ni por la manipulación mediática.
Me chirría un poco eso del escoger un colegio alemán porque en él se enseña “humanismo cristiano”. Con todos mis respetos, prefiero la teoría y praxis de Olga Larrazabal, tal como la plantea en su respuesta a Ludovico. Lo de la enseñanza privada, algo que de siempre ha estado muy de moda en España, y en todas sus autonomías, especialmente en las más ricas, ha sido una de las causas más importantes de ese separatismo visceral que existe en nuestro país entre ricos y pobres, entre burgueses y proletarios, entre…Algo que para mi entender es más grave que esa otra separación que pretenden hacer entre territorios, lenguas, dialectos y otras zarandajas.
Hubo un tiempo, antes de la República, en que los pobres nacían para ser analfabetos de por vida. La II República liquidó ese tiempo, universalizó la enseñanza. Y entonces las clases pudientes se encerraron y se amurallaron del mundo de los pobres por medio de la enseñanza privada. Con la colaboración entusiasta y decidida de los centros de enseñanza de la Iglesia Católica.
Y en esas estamos. Ahora el PP quiere reforzar esa separación de clases apostando descaradamente por la enseñanza privada, por la supresión de becas, y por abandonar a su suerte a la enseñanza pública.
Y te advierto, Olga Larrazabal, que en este tu país de origen, la enseñanza privada goza de muy buena salud, y las ikastolas andan columpiándose entre fórmulas de enseñanza privada o de pública…
O sea que lo de la enseñanza privada, de humanismo cristiano, para mi gusto, cero. Yo creo que los cristianos deberían apostar por la fraternidad universal y la eliminación de barreras y fronteras desde la cuna, desde las guarderías infantiles. Es en esos lugares y encuentros donde se fragua la fraternidad universal o las guerras interminables…
Yo en lo que estoy de acuerdo es en que, tal y como se fundamenta el derecho a la propia decisión del Pueblo sobre el modo de aceptar y ejercer su soberanía, las respuestas a esperar deben ser:¿De cuantos futuros estados como Andorra, Mónaco, etc., estaremos hablando después de la consulta decisoria?
Porque cada una de esas posibles circunscripciones tienen una ciudadanía plenamente POPULAR SOBERANA ,con un entorno local determinado y delimitado en el que radican-
Querido Ludovico: Estamos de acuerdo que lo de la pureza racial es una cuchufleta, y es interesante que hayas compartido saberes con Michelena y Tovar, que si no me equivoco andan por el campo de la Filología.
Difiero contigo respecto a la enseñanza religiosa en los colegios públicos sobvencionados por el Estado. Apoyaría una cátedra de convivencia, respeto, manejo de emociones, historia social, filosofía derechos y responsabilidades cívicas y todo lo que al niño lo haga comprender que vive en sociedad y que el mundo es su responsabilidad. Los catecismos, talmudes y biblias y los ritos de obediencia a los jerarcas religiosos, se los dejaría a los padres de las creaturas, no al Estado ni al erario público. Eso es lo que me acomoda en mi país, por lo menos y también con mis hijos y nietos. Piensa que con lo multirreligioso de las sociedades actuales te encuentres financiando al Reverendo Moon…
Querida Olga, Cavalli-Sforza y su escuela siguen trabajando en genética de poblaciones. De hecho acaba de publicar un tratado magnífico sobre el particular. Es el padre del campo de su aplicación a la filogenia. Se lo cité para enmarcarle cómo se estudia científicamente el problema. Le añadía que en España tiene un discípulo aventajado que es el profesor Bertranpetit, de la Universidad Pompeu Fabra. Le agregaba que el campo de investigación se está ensanchando con el estudio complementario del origen y evolución de las lenguas. Para una visión sumaria .le sugería el artículo de Arnaiz sobre componentes genéticos de ciudadanos vascos. Eso, por lo que respecta a la “pureza” étnica, al famoso RH de Arzallus.
Convenimos, pues, en que la noción de pueblo carece de base genética.
Sobre la base cultural. Cuando dirigía cierta publicación relacionada con Scientific American mandé traducir al español un artículo sobre el origen del vasco procedente de Spektrum der Wissenschaft. Muy interesante; se lo recomiendo. Lo mandé traducir porque soy de la opinión de que la realidad científica debe difundirse, sea compatible con nuestras obsesiones políticas o no. A mí me hubiera gustado publicar el artículo de Koldo Michelena sobre el origen del vasco, pero Koldo murió mientras discutíamos cómo hacerlo más inteligible, sin merma del rigor académico. Con Antonio Tovar repasábamos las influencias vascas en la formación de la geografía del norte y levante español.
Quiero decir Olga que no me es ni ajeno ni desconocido la singularidad lingüística. Esa singularidad no tiene nada que ver con la organización administrativa ni el reparto del presupuesto (pensiones, asistencia social), Porque esas ideas no dependen de un pueblo, sino de una concepción política de la estructura de la sociedad. En mi caso, desde la óptica del humanismo cristiano.
Al denunciar la propuesta estatalista de Bildu no estoy negando la necesaria separación de la Iglesia y Estado. Justamente estoy defendiendo la libertad de todos, incluida la de la Iglesia. La libertad de los padres de enviar al colegio que le apetezca por razones de coherencia moral. De hecho hyo no envié mis hijos a ningún colegio religioso. Tampoco a la pública. Sino al Colegio Alemán porque allí la enseñanza de la religión (evangélicos, católicos) era una disciplina más, enseñada por un licenciado o doctor en Teología.
Dado lo animado del diálogo, trato de introducir una reflexión sobre Euskadi.
Recuperar el tiempo perdido.
Se nos está poniendo de moda la palabra “quimeras”. Hace unos años recibieron este calificativo las clarísimas ideas de Juanjo Ibarretxe, bien detalladas en su denostado Plan.(Ya ha escrito un par de libros al respecto). Ahora le toca el turno al Sr. Mas y parece que nos asomamos a un “mas de lo mismo”. ¿Cual es la diferencia?. Algo así como que Cataluña no es Euskadi y pone en evidencia el crecimiento exponencial de la torpeza política de Madrid. ¿Se volverá a cometer el error de dar la espalda a un soberanismo amable?. ¿No va siendo hora de dar paso a un proceso reflexivo abierto, participativo, flexible, legal y democrático?. ¿Cómo es posible que no estemos vacunados aún, contra la prepotencia de los mas inmovilistas y la impaciencia de los mas independentistas?.
Entre nosotros, afortunadamente, se está haciendo un gran esfuerzo para plantear la confrontación política en “clave positiva”. No entiendo, a estas alturas, cómo puede seguir habiendo gente capaz de rasgarse las vestiduras, ante planteamientos nacionalistas repetidos una y otra vez. Veámos algunas de las propuestas:
Una mayoría significativa de la ciudadanía vasca siente y defiende, con terca contumacia, que Euskadi es una nación. Pues bien, parece lógico que se quiera hablar, con España, del reconocimiento jurídico de esta realidad y de la capacidad de los vascos de decidir sobre su propio futuro político.
La mayoría de los vascos residentes en la C.A.V quiere que se normalicen las relaciones políticas con el Reino de Navarra. Partiendo del máximo respeto a la voluntad de los navarros, ¿por qué no plantear este tema con naturalidad?. ¿Hay algo mas lógico y natural que hablar entre vecinos?.
Algo parecido ocurre con Iparralde, Le Pays Basque. Allí la presencia abertzale es mucho mas reducida, pero eso no debe de impedir que se trate de avanzar en las relaciones políticas entre ambas comunidades.
¿Cómo no proponer, en una mesa de diálogo, la constitución de un Poder Judicial vasco autónomo dentro de un contexto Europeo?. Esto también es algo que cae por su propio peso, cuando tantos y tantos vascos defendemos el “ser” de la Nación vasca.
Siguiendo con la lógica de “somos una Nación”, parece normal el negociar una especie de blindaje de las instituciones propias, para que puedan decidir lo que tengan que decidir, sin ninguna clase de ingerencias externas.
En línea con lo anterior, sería absurdo que los vascos no planteáramos la necesidad de preservar nuestra identidad a través de la cultura, la lengua, la educación e incluso de las selecciones deportivas.
Asimismo, los vascos estamos convencidos de que un ámbito laboral, económico y de protección social propio, solidario con nuestro entorno, sería beneficioso para el conjunto del Estado español. ¡Hay que hablar de eso también!.
La lista de temas se hace interminable, pero no quiero dejar de mencionar el deseo de los vascos de gestionar nuestros recursos naturales e infraestructuras. De establecer un sistema de garantías, pactadas con el Estado, sobre competencias exclusivas. De tener, en fin, voz propia en Europa y en el mundo.
Veamos lo que se puede hacer con todos estos temas, civilizadamente, desde nuestra madurez intelectual. En primer lugar, quizá tratar de recuperar el tiempo perdido. Dicho esto, no olvidemos que dentro de la “aldea global” somos privilegiados. Por de pronto, bastantes de nosotros estamos entre los que mejor vivimos, es decir, entre los que disfrutamos de una envidiable “soberanía individual”. Así que, en Euskadi no cabe una “impaciencia soberanista colectiva”. Hacia la “construcción nacional” debemos caminar, sin prisa y sin pausa, apoyándonos únicamente en la fuerza de la razón. Una fuerza capaz de seducir a las masas. Se trata de lograr, dentro de nuestro ámbito de decisión y con el sujeto político bien definido, las mayorías estables sobre las que asentar una democracia auténtica.
Querido Ludovico: Te pregunté lo del ADN nor africano porque creí que tenías alguna novedad científica reciente que avalara esta afirmación, pero veo que te remites a los trabajos de Cavalli Sforza que ya tienen 20 años y que no dice exactamente eso , ya que los investigadores se remiten a constatar la existencia de “marcadores” genéticos que son ciertas configuraciones de proteinas (más de 5000)que se dan en puntos específicos de los genomas, que tienen millones de configuraciones, y que pueden ser compartidos por las poblaciones a comparar. La población ibérica en general, no en particular los vascos, comparten algunos marcadores con poblaciones nor africanas, producto se cree de la comunicación de estas poblaciones en el Paleolítico. Pero este es un tema que no debería ser relacionado con la política contingente, ya que lo que importa es la población actual que se autodenomina “vasca” o “catalana” o “gallega” y que generalmente es una mezcla de individuos venidos de todas las regiones ibéricas más los inmigrantes africanos y americanos. Y esa población va queriendo ser reconocida en su forma cultural actual. Y por cultura no me refiero al aurresku ni al compás de 5/8, me refiero a las leyes que regulan la convivencia, a la distribución de los impuestos, a la mantención del patrimonio comunal, a la asistencia a los más débiles. etc. Por ejemplo tu dices que el Bildu no quiere educación religiosa en los colegios públicos y comparas esta formación con la de un gudari arreligioso. Los gudaris que pelearon en la guerra eran todos religiosos, confesionales, y enfermos de beatos y hacían fila para ir al Vaticano a pedirle la opinión y la bendición al Papa de turno. Y gudari quiere decir “guerrero” y como están Uds. en tiempos de paz me figuro que la expresión se refiere a los que pelearon en la guerra. Pero me parece legítimo en un estado en que la Iglesia está separada del Estado no querer que los impuestos que salen del bolsillo de católicos y no católicos vaya a financiar la ideología de los católicos. A menos que el Estado Español sea confesional.
Creo yo que en todo este tipo de debates hay que evitar dos tipos de argumentos bastante falaces:1.El historicista:por ejemplol,Honorio no le digas a un leonés que es producto de Asturias,cosa que creo yo que es casi a la inversa.O no le digas a un castellano,como decía uncatalán el otro dia en rebelion,que sólo eran necesarias las comunidads históricas y quizá Castilla.Creo que determinadas comunidades ,por ejemplo,Madrid y a lo mejor las dos Castillas-aunque hay minorias muycastellanistas-independentistas no tienen más justificación que acercar la administración al ciudadano,cosa que obviamente no se puede hacer con macrocomunidades.Yo no me opondría a que Madrid fuera gestionada por el Estado si con esos nos librábamos de tanto chorizo…Pero,en todo caso el argumento histórico con ser cierto-por ejemplo la influencia de Euskadi en Castilla-sin exagerar,como haces Honorio-,es irrelevante ya que España es producto de unos fortísimos movimientos de poblacion.Yo,por ejemplo,soy madrileño,hijode anadaluza y gallego.Lo que importa es la población actual.2El argumento “cultural” que usa Troyano es irrelevante.Troyano tiene el españolísimo defecto de no aprender idiomas incluido el catalán.Por ejemplo,mi madrileñísimo hermano ManuelJuan Peláez Albendea,al que no veo por esa extraña costumbre del Opus de secuestrar a sus miembros desde pequeños,reside actualmente en Málaga,pero tiene numerosos libros en catalán sobre los Usatges,el derecho marítimo catalán y sobre Eiximinis-?-.O algunos primos mios residentes en Barcelona eran gallego parlantes y alguno con premios literarios en gallego.En fin,las últiples culturas españolas son una riqueza que hay que compartir y que nunca nos deben separar con independencia de los avatares político-administrativos.
Me da la impresión de que no se tienen suficientemente en cuenta los datos que aporto en mi hilo sobre “Dinerocracia e independencia”. No me gusta el tratamiento desde el ángulo “histórico” del tema que hace Savalis, me parece parcial y nada neutral.
Ocurre que el problema nacional, si es que existe, es diferente en Galicia, Euskadi y Cataluña. El nacionalismo catalán tomó un auge extraordinario con la pérdida de Cuba y Filipinas, que entre otras cosas fue un serio golpe para los intereses de la burguesía catalana. Ocurre que en Euskadi y Cataluña se da ese fenómeno de la emigración desde el sur de la península que no se da en Galicia. Ocurre que Galicia se siente atraída por Portugal, cosa que no sienten con relación a Francia ni vascoss ni catalanes…Ocurre, quizá que la misma Castilla, y todo el universo castellano-parlante, lleva dentro un fuerte contenido de cultura euskaldún y una fuerte presencia de Euskadi. En el fondo, Castilla ha sido obra de Euskadi, como León lo fue de Asturias…
Tendríamos que tener en cuenta que nuestra península apenas llega a la categoría de “apéndice” de la Europa desarrollada, objeto de la avaricia y el pillaje de las grandes potencias europeas. En esas condiciones, tiene razón Gundín al señalar que España es un Estado a medio hacer, y los europeos poderosos tienen todo el interés del mundo en que siga siendo así por los siglos de los siglos.
Insisto en que, verdaderamente, el problema nacional existe, pero tenemos que intentar afrontarlo los habitantes de la península contra los intereses de clase que lo condicionan y contra la hostilidad de la Europa rica, mejor dicho, del capitalismo europeo de Centro Europa, que hará todo lo posible para que el problema siga existiendo y condicionando nuestros intentos de liberarnos y de ser Europa en condiciones e igualdad con los demás.
¿Se dan ustedes cuenta de que los alemanes, ese conjunto de pueblos, nacionalidades, lander y demás subdivisiones, se entienden a las mil maravillas? ¿Por qué será? A lo mejor si estuviésemos aquí en ese paraíso de las vacas gordas que hoy es Alemania los problemas nacionales o no existirían, o se llevarían con toda naturalidad y racionalidad…
Ya dice el refrán que donde no hay harina todo es tremolina…
Me han filtrado las preguntas de la “consulta” de Mas:1.¿Quiere usted que haya consultas?.”.¿Quiere usted que las consultas sean de barrio o se hagan en las ciudades principales?.3.¿Quiere usted que las consultas sean públicas o privadas?4.¿Quien cree que debe pagar las consultas:el usuario,la Generalitat o el gobierno de España?.5.¿En el caso de que el gobierno de España no pague las consultas,debe la Generalitat cerrar las consultas?…..
Querida Olga. Sobre la filogenia de los pueblos, que desde hace unos años se superpone a la investigacioón sobre la evolución de las lenguas, es un capítulo de la genética de poblaciones iniciada por Luigi Cavalli-Sforza. Encontrará abundante bibliografía en los trabajos de éste y su escuela, que en español capitanea Bertranpetit. En Investigación y Ciencia apareció un artículo de alta divulgacíón sobre la cuestión por Arnaiz.
Tengo entendido que en Cataluña eran nacionalistas los pobres y los ricos y todos hablaban catalán. Si no me equivoco en el País Vasco los ricos no fueron nunca nacionalistas, eran monárquicos antes de Franco y franquistas después del 36 y jamás hablaron vasco. Fueron nacionalistas las clases medias de los pueblos y parte del campo con un ideario tipo Demócrata Cristiano y cooperativista. Los obreros fueron socialistas y comunistas. Por supuesto que los nacionalismos tienen mucho de ridículo y pueblerino, pero son una fuerza emocional poderosa. En países como Chile donde el golpe de estado dividió al país profundamente y el nacionalismo corresponde a una retórica pasada de moda y el neo liberalismo está desmantelando al Estado y los bienes comunes de los chilenos están siendo cedidos al mejor postor, se añora un poco de nacionalismo aunque sea para defender la posesión del agua, para defender el derecho a educación y salud de la población. No es posible que todos los que gobiernan sean unos ladrones vendidos al mejor postor. La globalización también es un mito que ayuda al capitalismo, a que las transnacionales se apoderen de todo y el resto sea explotado.
Querido Ludovico: En una de tus intervenciones leo que los vascos tenemos muchos genes nor africanos. Me gustaría que me dieras la referencia de la investigación de donde obtuviste esa información, ya que yo estoy leyendo del tema hace ya varios años, 8 0 9 y nunca he encontrado esta aseveración documentada en forma científica. El único lugar donde lo he encontrado y sin bases de investigación, es en el de algunos “historiadores” que quieren emparentar a los vascos con libios o algún rezagado de los tiempos de Anibal, y que desean bajarle los humos a algún nacionalista del tipo naïve seguidor de Arana y Goiri.
El sentimiento del pueblo catalán es claro. Como es de base cultural, abarca la izquierda y la derecha politicas.
La izquierda que se ha inspirado en el marxismo, ha despreciado lo cultural. Y ha dejado lo cultural como feudo de la derecha.
Es necesario un progresismo que aglutine el sentimiento de pertenencia, antropológicamente correcto, en torno a un proyecto correcto también. NO, no botaría a CIU.
Efectivamente los “catalanes cornudos y apaleados…”.Apaleados por una política nefasta de Mas que en 22 meses deja 830.000 parados.Y el proceso de independencia gestionado por el colectivo corrupto CiU que,según el Tribunal de Cuentas,es el partido del estado que más donaciones anónimas recibe.Hace poco el señor Mas entraba en helicóptero en el Parlament,ahora le meterán en carroza.El problema de fondo es que la izquierda catalana ha renunciado a su ideario de izquierdas-sólo hace falta leer a Ramoneda últimamente-.Desde luego,yo me independizaría de la UE,de la OTAN sin ejército como dice el cachondo de Mas y de la España del PP,de Aguirre,de Bono…Leo en rebelion que un vasco dice que se independizan para que luegho cuando España cambie y de a luz un nuevo proceso constituyente se vuelven a hermanar…Es que los vascos son tios pintorescos…Yo me voy a hacer gibraltareño porque no hay que agüante a las tribus de la Península.
¿Por que se creen catalanes si para los de la ceba serán siempre charnegos?
Esto ha pasado a la historia, y cada vez mas.
No se de ningun sitio del globo, donde la emigración sea bien recibida. Claro que luego ocurre, que unos se integran y otros no, pero sus hijos, y los hijos de sus hijos si, quizá les queden algunos matices de sus ancestros foraneos.
Y por cierto, si hablo catalan, estoy en Cataluña desde los 6 años, y tengo 64. No lo escribo a consecuencia del franquismo.
Dime tu mismo que soy…
Millones de voces pueden estar equivocadas. Hitler daría fe de ello. No compartir la opinión de cientos de miles porque ha vivido en otros países no es estúpido. Viajar es, si se aprovecha, una aventura intelectual. Y el cultivo de la inteligencia es la permite las revoluciones científicas, los cambios de paradigma defendido hasta entonces por millones, además en su mayoría sin razonarlo.
No sé pas si voste parla català, Troyano. Lo que sí sé es que la cultura catalana no tiene ninguna cortapisa. Sí la tiene la española, por una visión cerril. Todo lo que restringe la inteligencia es cerril. Decir que se quiere la independencia por la cultura es una absoluta impropiedad, carente de base.
Desde el punto de vista económico, existe una vertiente social en todo caso de la que no podemos desligar aquél: el principio de subsidariedad. Por supuesto, susceptible de ser revisada la proporción en que debe satisfacerse.
No sé qué diferencia hay entre estado federal y estado autonómico actual. La autonomía de Cataluña es superior a la de cualqjuier land alemán, estado federal, no digamos a cualquier estado de la Unión.
No soy catalán de origen andaluz. Soy andaluz que tuve la suerte de estudiar y trabajar a la vez. Mis padres no pudieron costearme los estudios. Soy andaluz porque, a diferencia de Pujol, no creo que deba creerme catalán para ser alguien. Nací en la Sierra Sur jiennense. En Estados Unidos –jo, lo que tiene el viajar-, aprendí que el lugar de origen es anecdótico y sólo hacen bandera del mismo los que no se han ganado nada en la vida. Y hablando de ganar, he tenido la suerte inmensa de trabajar siempre en empresas de capital extranjero, que nunca prestaron atención a mi origen. Y he creado riqueza en Cataluña.
Por supuesto, no comparto su grito. No porque no quiera que viva Cataluña, que viva. Que sea libre… para los que viven sometidos por la bota nacionalista y sus palmeros. Mis vítores van hacia otro lado. Hacia quienes luchan aquí por la igualdad de oportunidades, por la defensa de su lengua y de su enseñanza, por una justicia social real, por unas cuentas públicas transparentes.
Por lo que veo, usted no conoció el libro de Candel, “Els altres catalans”, pues les llama catalanes nuevos. Cuando leo esas expresiones no puedo menos de evocar el título de la película “¿Por qué le llaman amor si qjuieren decir sexo?” ¿Por que se creen catalanes si para los de la ceba serán siempre charnegos?
Era patidario del federalismo en España. Como catalan de origen andaluz, creia que era la solución, que me permitiria ser a la vez, catalan y español. Tengo escrito que la historia nos ha metido a los nativos de España en una invisible red, y que no es necesario romper la red, basta encontrarse comodo dentro de ella.
Pero parece que no es posible, y resumiendo: ya estamos hartos de ser “cornudos y apaleados”, Me duele y me indigna, como a cualquier catalan consciente le ocurre.
Marx decia que nos mueve exclusivamente la economia. Creo que no es así, que eso es un reduccionismo. Nos mueven motivos culturales tambien. Pues bien: confluyen dos motivos de peso para buscar la independencia catalana, aunque eso signifique una travesia del desierto.
Existen, el motivo cultural, y el motivo economico. Cualquier español sabrá de que trato.
Y esperamos solucionar los dos de una sola tacada.
Estos dos motivos, nos aglutina a todos los catalanes, sean de nuevo cuño o no. Para unos valen los dos motivos, y para otros, los nuevos como yo, aunque el cultural no tenga tanto peso. -Si lo tiene el economico-.
Por lo tanto.
¡Visca Catalunya Lliure!
(Al Sr. Josep Savalls i Vila, le digo. Que presumir de cosmopolita, porque no comparte lo que cientos de miles de gargantas corearon en Barcelona recientemente. Es estupido y pedante.
El pueblo es sabio. Siempre. La opinión de millones de voluntades, no puede estar equivocada.)
De los cinco nacionalismos que hay en esta península uno está en paz con los otros cuatro pq tiene vida política (Estado) propia: Portugal.
Entre los otros cuatro, contenidos en el Estado español, hay conflicto: tres contra uno y tambien entre si, aunque esto último no se nota y es, en todo caso, de naturaleza diferente.
Decir que el conflicto nacional sirve a CiU para tapar su triste acción social siendo cierto -no se olvida que en esta política el teatro juega un gran papel- es una interpretación tan deformada que quien participe della creo entenderá poco de lo que pasa. El paso siguiente en esa visión deformada es la afirmación absoluta: “todos somos españoles”. La afirmación que es cierta, no es absoluta: unos no podrías dejar de serlo; otros si podríamos sin sentirnos desnaturalizados.
Yo diría que la crisis económico-social -que afecta a todo- es causa de los cambios que se operan en los conflictos nacionales en la península. Pero no los inventa, que ya estaban presentes desde hace cientos de años. Y como conflictos diferentes que son -cada uno es específico- opera de diferente manera, produce cambios distintos en cada uno de ellos.
El nac. catalán, con mucha conciencia de si, socialmente muy transversal, entendiendo que Cataluña se basta a si misma, aspira a que deje de estar contenida en el Estado español. Aquí juega otro factor: el Estado español ya contiene poco, en parte por la construcción de la UE, que disuelve a sus Estados-nación y en parte pq es y fue, desde hace siglos, un Estado poco eficiente: tiene una alta proporción de Estado fallido.
En el otro extremo, el nac. gallego se debilita más de lo débil que ya era. Quien hubiese observado los resultados electorales en Galicia habría visto que la divisoria dominante es derecha-izquierda: la cuestión social, siendo subordinada la nacional.
Realmente, creo que las cuestiónes abiertas no son ¿qué es Cataluña?, ni ¿qué es Euskadi?, tampoco ¿qué es Galicia?. Sino ¿qué es España?.
Sabemos que fue un Imperio del que queda un Estado poco eficiente. Para que siga siendo hace falta que cambie: que se convierta en un Estado eficiente, donde valga la pena estar. Yo, que no aspiro a deshacerla, me pregunto como se podría hacer eso en el día de hoy.
Amigo José Ignacio, un placer intercambiar opiniones contigo.
Retengo tu parrafito sobre el ser o no ser demócratas en Euskadi. El ser supone...”respeto a las reglas de mayorías y minorías, admitiendo que unos afirmen al sujeto vasco soberano por ser nación y otros admitan al mismo sujeto vasco soberano, porque es necesario para convivir en paz donde la mayoría reclama esa soberanía”.
Por supuesto que esto lo suscribo al cien por cien. La realidad politico-social de Euskadi es lo que es. Una parte de la ciudadanía vasca, no sé cuanto de inmensa, defiende tercamente el “somos nación”. Llamémosles soberanistas. Pero también es cierto que otra parte importante de esta misma ciudadanía defiende el “somos región”. Son los regionalistas. Pues bien, el primer paso para avanzar hacia una convivencia normalizada es que, unos y otros, seamos capaces de sentarnos alrededor de una mesa, siendo conscientes de las diferencias en nuestro punto de partida. ¿Para qué?. Para dialogar el tiempo que sea necesario y acabar definitivamente con el conflicto político que amarga nuestra existencia.
Pero la herida supurante que antes decía -la conciencia de ser otros y negados, en plural, por vía de derrota y dominio- no es suficiente para dar lugar a un nacionalismo irredentista -que de eso se habla-. Para parir un nacionalismo irredentista hacen falta más condicciones, entre las que destaco la existencia de un agente. Y no digo de unas ideas -una ideología-, pq esas vienen incluidas en el agente: las ideas dominantes en ese nacionalismo serán las de su agente dominante y expresarán su interés de grupo.
Lo que en este momento llama la atención son las actividades del nacionalismo catalán. Se sabe cual es, hasta ahora, el agente dominante en el.
A quien no le guste que el nacionalismo catalán tenga dirección -luego ideas- predominantemente burguesas, propóngase cambiarlas por medio de la presencia en él de intereses populares , pero no deslegitimarlo por calificarlo de burgués, hecho que nada deslegitima. Este hecho tampoco deslegitima el deber, la conveniencia y la necesidad -llegada su hora- de un proceso de liberación nacional; no lo deslegitima, sólo lo situa en un punto del tiempo.
Pq los pueblos y naciones dominadas, si tienen conciencia de serlo y llega su hora, buscarán liberarse como decía Manrique “…los buenos sojuzgados/no tardaron/ en buscar como libraron sus estados…” sin preocuparles demasiado cual sea el agente que toma la dirección ni los mitos que hayan de inventarse -inventos, pero no mentiras- para darse ánimos y justificarse.
El problema remanente será: ¿cómo es de universal ese -cualquiera- movimiento de liberación nacional?, o lo que lo mismo: ¿ayuda esa liberación nacional a la emancipación social -que es la universal- o se limita a reproducir la explotación cambiando unicamente la escala?.
No tengo que decir, Cadarso, que solo hablo por mi. No tengo mandato para hablar por nadie más.
Gundín y Pepe Blanco, echaba de menos voces que dijesen algo de esa otra “nacionalidad histórica” que casi no aparece en el debate en marcha, porque hasta que os he leído, yo creía que el problema en esta península solo lo tienen y solo lo plantean Euskadi y Cataluña, los cuales, contra su estilo de siempre, han dejado de lado a Galicia…
Creo que plantear el contencioso de Euskadi y Cataluña y dejar de lado el de Galicia es plantear de manera falsa el problema y las soluciones. Y por supuesto, si queremos abordar el tema de los nacionalismos debemos abordar también con sentido crítico y racional el del nacionalismo español.
Efectivamente, Gundín, la burguesía utiliza el tema nacional como tapadera de sus intereses de clase., y en función de sus intereses de clase. ¿En función de qué lo plantea laclase obrera?
¿Se está utilizando el debate sobre nacionalismo catalán y vasco para que la gente se olvide del desastre económico que nos viene encima?
Creo que de “mitos” fundacionales van bien servidas todas las naciones.Es evidente que establecido el estado pertiniente por la fuerza o pacíficamente los mitos desaparecen o no en función de la necesidad de unir a personas con diversos sentimientos.Por ejemplo,aquí recuerdo el rollo que se tiró un tio del COE después de que la selección española ganará no sé que,diciendo que el deporte generaba unidad.Unidad de sillonball,el deporte nacional…En todo caso,lo más racional en las autodeterminaciones es lo de Quebec:consensuada,con unas mayorías cualificadas de votos y de participación…Lo que no puede ser es que la Asamblea Nacional de Catalunya venga ahora proponiendo,como cuenta Salvador López Bernal-?- en rebelión,que se cree un censo en que se inscribe quienes quieran votar.Vamos como las elecciones catalanas o las de la reforma del Estatut:abstención galopante y un 40% por provincia…En España no es posible Quebec por ahora.Creo que antes de Quebec hay mucho recorrido..Tampoco estoy de acuerdo con Vicenc Navarro que parece convertir el “hecho diferencial” en ser diferente y que las demás Comunidades no históricas no sean iguales:bien sea federalismo asimétrico o el programa de UPyD que desaparezcan todas menos las históricas…Lo dijo Pujl muy bien el otro dia:”es que nadie quiere ser menos que Cataluña…”.Nos ha jodido mayo.Sin perjuicio de que pueda ser cierto que España no tenga porque tener un transporte radial que pase todo por Madrid o que incluso las sedes de instituciones importantes-judiciales,económicas,etc-se puedan desdoblar entre Madrid y Barcelona o con quién sea.Y sin perjuicio de que tengamos obligación los españoles de tener conocimientos de todas las lenguas españolas o de que se adopte un sistema documental estatal plurilingúe como Suiza.Siempre y cuando tengamos pasta y para eso sin reforma fiscal y sin eliminar a estas políticas neoliberales de PP,PSOE,PNV y CiU es completamente imposible.En estoúltimoestoy de acuerdo con Vicenc Navarro.
Savalls es joven y le queda tiempo. Cuando termine de desmontar los mitos del catalanismo si todavía le quedan ganas podrá comenzar a desmontar los idem. del españolismo. En esto último ya encontrará algún trabajo hecho.
La historia se entretiene en desmontar los mitos sobre los que fue construida. Pero los mitos siempre tienen algún fundamento, algún hecho fundante. Lo que no se le puede pedir al mito es “verdad historica al detalle”. Pero tampoco es una falsedad, una mentira, será, eso si, una imaginaria y exagerada dramatización o poetización que afirma el hecho tan cierto como oculto bajo aquel. Los mitos -que son sueños- hay que interpretarlos.
El Estado español, formado por agregaciónes que tantas veces fueron violentas y dominadoras tiene heridas que siglos despues aún supuran pq pocos se propusieron curarlas. ¿Cómo hacerlo, cómo curarlas?. ¿Puede resolverse un problema sin reconocerlo como problema?. Si se dice que el problema no existe, nada habrá que resolver.
Los que no formais parte de los dominados, o formándola no teneis conciencia dello no sabeis lo que es tener esa herida supurando. Os cuesta entenderlo.
Entendais o no, VED el hecho: los problemas nacionales en el Estado español siguen sin resolver y no dejan de rebrotar con fuerza. Este terco e insistente hecho debería hacer entender que no son un capricho y hacer huir de explicaciones facilonas, de manual, que pq lo explican todo no explican nada. ¿Que las ideas del nacionalismo burgués son una tapadera de sus intereses de clase?. ¿Pues claro!. ¿De qué otra forma podría ser? Y eso, ¿qué explica?. Pues explica que los burgueses lo son aquí y acullá. Y nada más.
Intentaré seguir despues, ahora no puedo.
Hola Carmela,
Como buen socialdemócrata que quiero ser, me aburre mucho el debate nacionalista. Pero si el nacionalismo me aburre, la falsedad me exaspera, particularmente cuando se usa como coartada para el nacionalismo.
“La doma y castra de Galicia” a la que usted alude, no fue una consigna de los Reyes Católicos, sino una interpretación de un historiador del siglo XVII, que habló de la “doma de Galicia” en una obra que publicó en 1610, obra en la que, por cierto, no se habla en ningún momento de castración (Jerónimo de Zurita, Anales de la Corona de Aragón). Por cierto, la obra ni siquiera iba sobre el Reino de Galicia.
¿Y por qué tanto afán de doma, se preguntarán algunos si, al fin y al cabo, la dinastía de Isabel de TRASTÁMARA, es decir, de Isabel la Católica, era una dinastía gallega? (Supongo que muchos no saben que Trastámara era una tierra gallega, precisamente la que está más allá del río Tambre)
Pues por una razón que parece bastante fácil de entender: porque la nobleza gallega había apoyado al bando de la Beltraneja en la guerra civil y, por tanto, fueron los perdedores. Pero no fueron “domados” -es decir, pacificados, porque parece ser que, además, eran bastante pendencieros- por ser gallegos, ni por hablar en gallego, ni por tocar la gaita gallega, ni por hacer filloas, sino porque eligieron el bando perdedor en la guerra civil entre Juana e Isabel.
“Para normalizar la situación en Euskadi… (es necesario) el RESPETO a la voluntad política de la ciudadanía vasca”. – Escribe, Iñaki -. Se entiende que ella sola y como un territorio. ¿Por qué? , – pregunto -, y deduzco esta respuesta: Somos una nación y… falta que una minoría constitucionalista deje de negar esto a Euskadi. “Tarde o temprano, el PPE y el PSE tendrán que estar dispuestos a asumir su minoría democrática en nuestro ámbito de decisión”.
Por tanto, en esta reflexión de Iñaki, todo depende de que somos una nación, y, en consecuencia, el ámbito de decisión, ser o no minoría política, y hasta ser demócrata depende de ese factor: “Somos una nación”.
Creo, sinceramente Iñaki, que tienes que mostrar que el ámbito vasco de decisión es obligatorio democráticamente para los vascos que no reconozcan esa nación; yo creo que la política democrática sí tiene soluciones para este problema; pero su fundamento es más pragmático e histórico que el tener que reconocer universalmente ser de una u otra nación. Esto no puede ser obligatorio para ser demócrata en Euskadi. Lo obligatorio será facilitar, o al menos no impedir, salidas políticas soberanas, mediante el respeto al sentir de la inmensa mayoría y justas con todos.
Este largo rollo para decir que sentirse nación en un lugar no nos hace ni más ni menos demócratas, creo yo, sino respetar bien las reglas de mayorías y minorías, que, en nuestro caso, – los vascos -, admite que unos afirmen al sujeto vasco soberano porque es nación, y otros admitan al sujeto vasco soberano, porque que es necesario para convivir en paz donde la mayoría reclama esa soberanía. Para éstos la razón es de práctica política justa, pues si tuviesen que reconocer la nación obligatoriamente, no veo dónde habría quedado la democracia para ellos.
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Es verdad que hay muchos mitos que conforman el ser de un pueblo y muchos de esos mitos nos hacen ser como somos. Yo en mi casa quiero tener libertad para poder organizarme .No me gustaría que mandase en ella una persona ajena. Eso lo traslado a mi pueblo y me pregunto por qué no puedo organizarme de distinta manera que en el pueblo vecino, con mi idioma mis mitos y mis costumbres. De hecho muchos conflitos de familia son por la intromisión de personas foráneas. Digo esto porque que al leer este artículo me pareció que se quería desmontar a los nacionalismos por que estaban fundados en mitos recientes. El nacionalismo castellano de que mitos viene?. Como se consiguió?.Cuando reinaban los reyes Isabel y Fernando…había una consigna :”La castra y doma de Galicia” .Esto es historia que está escrita. Por qué había que castrar a alguien?, llamarla inculta porque hablaba otro idioma? …supongo que para dominarla. ¿Nuestra convivencia tiene que estar basada en la dominación de unos sobre los otros?. ¿No somos capaces de respetar las diferencias?.
Me estremecen las palabras de quienes se sienten más cerca de Otegi que de las víctimas. Me estremecen que los asesinos y su entorno se arroguen el fin de una noche macra y larga de sangre como si hubieran sido otros los que portaban las pistolas, la parabellum, la lapa. Y tiendan, además, a menoscabar la entereza y la dignidad de las víctimas. Hasta Pagola habla de asesinatos. Con la voz pequeña, cierto, pero ya los califica así quien hasta ayer no salía de “la violencia”. Dios bendiga y le dé fuerzas al nuevo obispo de San Sebastián.
Parece ser que Bildu quiere quitar la enseñanza religiosa de las escuelas concertadas. Supongo que para imponer una suerte de educación para el buen gudari. Ya no anteponen su nacionalismo a la religión, sencillamente oprtan por la supresión de ésta (confinamiento a la saceristía).
En La Vanguardia, fervoroso defensor de la independencia, se están produciendo cruces de opiniones en los comentarios libres muy interesantes. Los que apelan a derechos históricos se ven desarmados por la enumeración histórica de los hechos. Más o menos como Savall. Pero en vez de reconocer que está desnudo se enrocan diciendo que la historia no importa, que lo que importa es la voluntad actual.
La voluntad actual. La alcanzada tras decenios de imposición de una dictadura en la enseñanza, en la propaganda de los medios (televisiones y diarios subvencionados), en la yugulación sistemática de la igualdad de oportunidades. En el País Vasco, además, con las pistolas.
Pertenecí un tiempo al consejo editor de una revista de lógica y filosofía de la ciencia que reanudó Miguel Sánchez-Mazas en la facultad de Lejona. Andando el tiempo me encontré con alguien estrechamente relacionado con ese proyecto y que había estado poniendo su nombre e intelecto por la difusión europea y norteamericana de la publicación. Había encontrado refugio, como suena, lejos de la “smoking gun” de su tierra. Conozco personalmente más casos nde la Universidad. Quizás hoy son mayoría los que voten independencia, pero díganme si eso puede defenderse con gallardía y honor. No me lo parece.
Tal vez esté condicionado por mi condición de emigrante. He dejado escrito en otro comentario que son éstos quienes aportarán el grueso de los independentistas. No porque estén convencidos, sino porque han mamado un odio a su propia tierra oa la de sus padres en una suerte de frustración freudiana.
Suelo citar a Cavalli Sforza a propósito de los “pueblos”. Ski Cataluña es una mescolanza milenaria de cruces manifiestos, el genoma de los habitantes del País Vasco tiene bastante ADN norteafricano, qjue no significa nada. Salvo que no existe fundamento para etnia alguna.
Sencillamente,la voluntad actual. Alcanzada con la anulación de la voluntad ajena. Del cuerpo ajeno.
En los nacionalismos periféricos hay algo mas que estupidez y aldeanismo. Los pueblos vasco y catalán, al igual que el pueblo español, son algo mas que una quimera. Mientras no nos pongamos de acuerdo en esto, mal negocio. Acompaño uno de mis primeros comentarios de cara a las próximas elecciones en Euskadi:
Entre inmovilistas e impacientes
Toda propuesta para normalizar la situación en Euskadi, (75% de la población del conjunto de Euskal Herria), debe apoyarse sobre el doble cimiento de una PAZ definitiva y el RESPETO a la voluntad política de la ciudadanía vasca. Cuando esta idea sea aceptada por todo el espectro socio-político vasco, es decir, desde los más inmovilistas hasta los mas impacientes, nos situaremos en un excelente punto de partida. A partir de ahí, se trataría de conjugar la necesidad de corregir la inaceptable situación de la “soberanía política colectiva” en Euskadi, con una visión realista de nuestra “soberanía económica individual”, (renta per cápita). Superada la situación de violencia que limitaba la libertad política de una minoría constitucionalista, solo falta que esta deje de negar a Euskadi la consideración de NACION. Tarde o temprano, el PPE y el PSE tendrán que estar dispuestos a asumir su minoría democrática en nuestro ámbito de decisión, y será entonces cuando el diálogo político transversal podrá desarrollarse en profundidad. En paz y libertad será posible acercarse a un equilibrio entre soberanía individual y colectiva.
Se acercan a pasos agigantados las elecciones del 21-O. ¿Seremos capaces de arrinconar insultos y pataletas, para que los sueños se hagan realidad?. Sería de agradecer un poco de sensatez y reflexión conjunta a los candidatos de las diversas fuerzas políticas. Quienes se empeñen en no ajustar sus relojes a los nuevos tiempos lo van a tener crudo. Tanto en Cataluña como en Euskadi se están viviendo momentos de exaltación de la “fantasia participativa” y la irrupción de savia nueva revitalizadora no se hará esperar. La buena gente ya no se conforma con mas de lo mismo y quiere cambio, a pesar de la eterna amenaza de la ley de Murphy. En este sentido, me llama la atención el impacto que está causando Laura Mintegi, candidata de la izquierda abertzale an las próximas elecciones autonómicas de la Comunidad Autónom Vasca. Por de pronto estamos ante una señora con una trayectoria profesional completamente distinta a la del resto de los candidatos. Treinta años de docencia en la universidad, entre jóvenes de toda clase de cunas, tiene poco que ver con hacer carrera política dentro de un partido concreto. Puedo estar equivocado, paro a mi me inspira mas confianza. Me ilusiona mucho mas su sana impaciencia que el manifiesto inmovilismo de sus rivales… los Patxi López, Basagoiti e incluso el propio Urkullu.