UN PASO, UN MUNDO – Salvador Santos – “Destilado” de Oscar Varela
El Reino es de lo más natural
Este Fascículo nos devela el núcleo intuitivo del Proyecto: LO NATURAL es EL REINO:
* por sí misma
* la tierra
* va produciendo el fruto.
Considerar que el Reinado de Dios es lo natural al hombre
supone aceptar que la igualdad es el principio básico
sobre el que debe estructurarse la sociedad humana.
Eso resulta intolerable para el sistema.
Fascículo 9 – EL REINO ES DE LO MÁS NATURAL
(Mc. 4,26-29)
— Por el momento nos dejamos una escena sin leer, que se entenderá mejor después de haber visto otras parábolas —dijo Teófila al grupo de participantes—. Si les parece, vemos una de las dos que dirigió a continuación a la multitud. Aunque no tiene nombre podemos ponérselo nosotros al final.
Así es el Reino de Dios, como cuando un hombre ha echado la semilla en la tierra; él duerme y está despierto por la noche y por el día, y la semilla germina y va creciendo sin que él sepa cómo. Por sí misma la tierra va produciendo el fruto: primero hierba, luego espiga, luego grano repleto en la espiga. Y cuando el fruto se entrega, envía en seguida la hoz, porque la cosecha está ahí (Mc 4, 26-29).
Marcos abre el relato con la introducción: “siguió diciendo” sin indicar cambio alguno en el escenario. Así pues, estamos a la orilla del mar con el Galileo sentado en la barca. Nosotros seguimos situados junto a la multitud, en tierra, oyendo su mensaje en parábolas.
Fíjense en las palabras iniciales del Galileo: “Así es el Reinado de Dios“. Ha colocado en primer plano el núcleo central del mensaje, como hecho sobre el que va a establecer la comparación.
La mirada del gentío se afianza sobre el colectivo que tienen ante sus ojos. No coincide precisamente con la soñada realidad social a la que denominaban: el Reinado de Dios. El Galileo trata de reconducir su idea equivocada.
La expresión con la que arranca el relato: “así es” avisa de la recurrencia a un ejemplo para mostrar un aspecto fundamental de esa sociedad definitiva que él sí reconoce en su grupo de adheridos. La comparación utilizada: “como un hombre que haya echado la semilla en la tierra” enlaza temáticamente con la parábola anterior.
El sujeto indeterminado, “un hombre“, carece de protagonismo y su aparición se produce exclusivamente debido a la necesidad narrativa exigida por la naturaleza de la acción. Se trata de un hombre cualquiera, no importa quién, El desarrollo de la parábola no se centra en él, sino en su actividad: “haya lanzado la semilla”
La expresión con que se termina esta primera frase, aparentemente trivial y obvia, “en la tierra“, ofrece una pista a los lectores. Noten que esa misma expresión le sirvió a nuestro narrador para indicar la posición de la multitud respecto al Galileo: “la multitud se quedó en la tierra“.
Aún con este comienzo: ‘”Así es el Reinado de Dios como un hombre que haya lanzado la semilla en la tierra“, la parábola no entra en pormenores sobre la actividad agrícola requerida tras la acción de sembrar. Antes bien, alude a lo innecesario de la intervención del falso protagonista después de haber realizado su labor: ”se acueste o se levante, de noche y de día“. Además de dejar constancia de su inactividad respecto a la semilla sembrada a voleo, la frase registra el paso del tiempo con la referencia a la acción de acostarse y levantarse y la alusión a las fases en que éstas transcurren: noche y día.
La despreocupación del hombre anónimo revela su seguridad respecto a que el proceso se produce inexorablemente sin su intervención. Él, incluso, desconoce los mecanismos que lo ponen en marcha: “y la semilla germina y va creciendo sin que él sepa cómo“. La simiente desarrolla su potencialidad de forma autónoma, con independencia del agente que ha realizado el movimiento de diseminarla. Su progreso es ajeno al dominio cognoscitivo del hombre: “sin que él sepa cómo“. Esta última afirmación, aparentemente superflua, resalta la nula influencia externa sobre el crecimiento de la semilla y dirige el interés hacia el origen de ese avance imparable, que coincidirá con el quid de la cuestión.
El comienzo de la segunda parte del ejemplo contiene la clave de interpretación de la parábola: “por sí misma la tierra va produciendo el fruto“. Como era previsible por la marca dejada como señal en el texto, el sujeto: “la tierra” es el desencadenante que genera el proceso de crecimiento y el resultado productivo de la simiente. Como lugar donde ha sido depositada, la tierra responde espontáneamente a las necesidades que el potencial de la semilla demanda. Sus condiciones la configuran como el medio ideal con todos los ingredientes necesarios para acoger en su seno la simiente. Una vez metida “en la tierra“, ella sola avanza hacia su plenitud. Observen el matiz agregado al sujeto, “por sí misma“, descarta la necesidad de intervención de cualquier otro elemento complementario y concede categóricamente a la tierra la exclusividad de ser el origen del progreso galopante de la semilla.
La acción sostenida, descrita al decir: “va produciendo el fruto“, destaca holgadamente sobre la exposición previa como una prueba evidente de que la tierra, sola, consigue llevar la semilla a su esplendor.
La multitud, que permanece en la tierra, atenta a la narración de la parábola contada por el Galileo desde el otro lado de la orilla, tiene fácil sentirse aludida. También los lectores de Marcos. Como la tierra para la semilla, la mujer y el hombre son el albergue natural para el proyecto que el Galileo presenta como definitivo (el Reinado de Dios). La naturaleza humana reúne todos los requisitos para que ese proyecto logre su pleno desarrollo y conceda sus inimaginables beneficios.
— Me parece que el nombre de la parábola podría ser, entonces: Lo natural es el Reino —afirmó convencida una contertulia.
— Ese nombre tiene connotaciones subversivas —le replicó alguien. Piénsalo. Lo natural es que haya una autoridad; lo natural es el equilibrio; la propiedad privada es lo natural; es natural que exista un temor; lo natural es que si es más listo, gane más…
— Vamos —intervino Teófila tomando el timón—. Nos hemos quedado en el momento álgido de la parábola de donde surge su enseñanza fundamental. La tierra origina sola y por entero el progreso de la semilla desde el principio hasta el final. Veamos de qué manera lo cuenta el Galileo.
Enuncia la evolución de la semilla señalando los rasgos más sobresalientes de su crecimiento: “primero hierba, luego espiga, luego grano a reventar en la espiga“. Esta manera de relatar, pormenorizando detenidamente las etapas naturales del crecimiento de la planta, tiene el claro propósito de resaltar con plasticidad el resultado final del proceso que destaca por la enormidad de su apogeo.
El Galileo pretende con ello crear admiración en la multitud por el desbordante efecto natural provocado por la conjunción de dos elementos: semilla y tierra. Como ellos, sociedad alternativa y ser humano, se reclaman mutuamente para alcanzar con su unión el cenit de todo su potencial.
Del ejemplo no deben extraerse conclusiones sobre las fases de crecimiento de la semilla, que se describen únicamente con el fin de fijar la reflexión en el beneficio sobreabundante de la planta. Al abultar su resultado final, el Galileo persigue facilitar la deducción de que el proyecto social que él propone tiene ese mismo efecto rebosante cuando es bien acogido por el ser humano.
Pero hay algo más. El desenlace del ejemplo termina en el mismo tono optimista que la primera parábola. Con él, se estimula a los oyentes a dar el paso definitivo.
La primera frase parece complicada: “y cuando el fruto se haya entregado“. La dificultad que a primera vista presenta hay que considerarla, por lo tanto, como señal de intencionalidad. La acción de entregarse, atribuida al fruto, ha de entenderse en el sentido de donación, de ponerse al alcance o darse con generosidad. Con ella, el Galileo invitaba a la gente a reaccionar a su propuesta con la entrega personal, de manera semejante al ostensible ofrecimiento de la semilla en su esplendor.
El momento culminante donde se inicia sin demora la recogida del beneficio generado por esa asociación natural Reino y ser humano se introduce al aludir a la urgencia de la recolección: “enseguida“. El momento culmen apremia a la acción (“envía“) al hombre anónimo e inactivo. No se ha precisado de su actividad hasta el momento de la cosecha y, aún así, se le deja en la sombra evitando citarlo para no distraer respecto al hilo conductor de la enseñanza. La germinación, el crecimiento y el apogeo de la simiente en la tierra constituyen las fases de un proceso natural que requiere exclusivamente la contribución desinteresada de ese hábitat ideal e insustituible.
La recolección, referida con el término “hoz” anuncia el instante deseado y confirma la llegada del tiempo en el que se habían volcado las ilusiones. La frase final de la parábola alienta a un optimismo sin desmayo, asegurando la presencia de la realidad más anhelada: “porque ¡ha llegado la cosecha!”. El momento culminante donde se satisfacen sobradamente las esperanzas humanas.
La multitud que escuchó directamente la parábola pudo captar nítidamente la enseñanza transmitida a través de ella. A ese fin contribuyeron su sencillez, la viveza de la exposición, la variación de los tonos, y, quizás, la mirada cálida y los gestos seguros y convincentes del Galileo.
Esta parábola avanza la idea central de la primera, la del Escuchar, y agrega que la naturaleza humana no solo está preparada y dispone de todo lo necesario para asumir la sociedad alternativa y llevarla a su desarrollo práctico, sino que lo exige permanentemente como una necesidad existencial indispensable para alcanzar su plenitud.
Aquel hombre sentado en la barca ha descartado la idea tan arraigada en la gente. El reinado de Dios no llega desde el exterior. Es inútil esperar. Surge desde dentro y se impone aceptarlo. El proyecto social presentado por el Galileo está, pues, al alcance de las manos. Se encuentra ahí, al otro lado de la orilla donde él se sienta. Únicamente se necesita de la decisión personal para entrar en el tiempo radiante de la recolección. Para él, ha llegado ya el momento de la cosecha.
Bueno —terminó diciendo Teófila—, hemos llegado al final de esta curiosa parábola recogida exclusivamente por Marcos, como hemos dicho antes. Ahora podemos decidir sobre cómo llamarla.
···················
BUSCANDO UN TÍTULO – CONVERSACIONES
— He pensado un posible titulo: “el Reino es lo propio del ser humano” –
— Yo tengo un título que me resulta precioso: ”La semilla que crece escondida“.
— Yo no acabo de ver que el nombre: “lo natural es el Reino” tenga fuerza reivindicativa.
— ¡La pregunta del inconformista! Habrá que preguntarse a quién conviene esa interpretación que no toca el dinero del banco, la comida del congelador, las escrituras de las fincas, la ley…, el poder…
Pero no confundamos. El Galileo ha presentado una alternativa, humilde, escuálida, no hay que negarlo, pero se trata de una realidad social que, teniendo ante sus narices, la gente puede ver y valorar…
La religión, en cambio, reduce su mensaje a un espacio espiritual invisible. Eso sí, tiene una razón para hacerlo, la religión teme a la realidad más que a una vara verde. Aunque la contradicción se hace patente a la legua. Teóricamente, la institución religiosa considera al Galileo como el Maestro. Sin embargo, vive como si fuera analfabeto… Por mucho que multipliquen su imagen y repitan incesantemente su nombre, el Galileo que la religión presenta al público no es el verdadero Galileo. A mí me ha tenido machacada y reprimida muchos años. El auténtico me debe hacer disfrutar. Yo lo reconoceré por su voz humana y por el contenido de su discurso.
— ¿Y cómo tendrás la seguridad de que es él?
— Muy sencillo. Lo reconocerán los pobres. Bastará pensar como ellos.
— Yo estoy ansioso por saber qué tiene de subversivo el título “lo natural es el Reino”.
— Ya lo dijimos. Nosotros consideramos natural todo aquello que desde pequeños nos han enseñado a no discutir. Conviene preguntarse qué interés hay tras esa labor fuertemente educativa ¿Por qué esa obsesión desmedida por grabar en nuestros cerebros axiomas universales? ¿Y qué nos impide someter a crítica esas verdades absolutas? ¿Quién nos ha inoculado el miedo a ponerlas en cuarentena? ¿Por qué calificamos de locura el hacerlo? Y si no es así…, aquí…, entre nosotros, hagamos el sencillo ejercicio de enumerar algunos de esos principios cósmicos indiscutibles.
— Yo voy a decir algunas: el dinero; la propiedad de la tierra; el poder; las fronteras; los militares; las armas…
— El egoísmo acaparador; el dominio y la esclavitud; los ricos y los pobres; la hartura y el hambre; la desigualdad; la discriminación por sexos; por razas; por cultura; por edad…; y, naturalmente, la estructura que defiende y permite todo eso.
— Nuestro silencio cómplice.
— Yo añadiré solo una: la febril actividad humana, que lleva sin remisión a la ruina del planeta y representa el gran fraude a la naturaleza.
— Esa muestra forma parte de un conjunto de cosas ajenas al ser humano. Aceptamos esos principios como verdades intocables, pero no nos pertenecen. ¡Son un postizo!
— Lo natural es el Reino.
— No hay vuelta de hoja. La parábola denuncia en forma indirecta que nos han dado gato por liebre, ajeno por natural, y nos anima a acoger lo nuestro, ignorando lo extraño. Ahí radica la enorme inteligencia humana del Galileo.
— Evidente. Considerar que el Reinado de Dios es lo natural al hombre supone aceptar que la igualdad es el principio básico sobre el que debe estructurarse la sociedad humana. Eso resulta intolerable para el sistema.
— Lo primero que ha aparecido en la lista de cosas que hemos mencionado es el dinero. En teoría suena muy bonito. Pero, a ver, ¿cómo se puede, por ejemplo, vivir sin dinero?
— Estoy empezando a considerar que únicamente se puede vivir sin dinero.
— ¿Hacia dónde estamos mirando cuando defendemos el dinero como principio inviolable?.
— Hacía la vida real.
— No. Esa es la base del engaño. Miramos hacia nuestra cuenta corriente. Si dirigiéramos nuestra mirada hacia la vida real, observaríamos los millones de hambrientos, ¡que se dice pronto!, muriendo a diario sin comprender ni siquiera la causa esencial que veda su vida. Pero nosotros sí la conocemos. Precisamente mueren porque no les miramos. Estamos pendientes de nuestro bolsillo… ¡y nuestro bolsillo es su muerte! La mirada obsesionada sobre el dinero no genera más que destrucción. Las pruebas son tan brutales como evidentes.
— Llevas el tema a posiciones radicales, estamos hablando del dinero como un sistema de intercambio. Desde ese punto de vista no podrás negar que es un excelente procedimiento, validado históricamente por todas las culturas.
— ¿De intercambio de qué? ¿Cómo se puede medir en valores económicos el tiempo y el esfuerzo humano? ¿Qué podemos poner en el otro lado de la balanza para equilibrar el platillo en el que se ha puesto la vida?
— Así funcionamos todos y hay una aceptación general del dinero como método de intercambio. No se ha encontrado otro mejor.
— Teóricamente eso es indiscutible, pero en la práctica el modelo oculta lo que realmente es: una fórmula de legitimar la desigualdad y la injusticia. El dinero no es un instrumento ni un medio, está constituido como el último objetivo. Representa el poder que se tiene o la penuria en que se está. Materializa el símbolo donde se concentra toda la crueldad del sistema. Por otra parte, damos como natural que ha de existir un sistema de intercambio, pero, ¿nos hemos preguntado por qué? El intercambio supone previamente la existencia de la propiedad privada. Esa es otra verdad universal que habrá que poner en tela de juicio.
—¿Tú estás por el Galileo que presenta Marcos?
— Yo estoy… ojo avizor. En mi vida me he sentido más neutral. Pero eso sí, nunca imaginé lo obscena que puede llegar a ser la neutralidad.
Salvador, sé que los ateos pueden amar al prójimo igual o mejor que los cristianos, y amando al prójimo los ateos ya aman a Dios (si es que existe) lo mismo que los cristianos, si éstos aman al prójimo.
Pero decir que es el primer y mayor mandamiento amar a Dios con todo el ser de uno mismo (y el segundo mandamiento es amar al prójimo, como si fueran amores diferentes –que yo creo que no lo son), no parece que, así formulado, admita para el que eso dice que se pueda no tener fe en Dios.
Quizá Jesús no dijo lo que los tres sinópticos pretenden que dijo; pero tengo entendido que uno de los criterios para apreciar la fiabilidad de lo que ponen en boca de Jesús es los evangelistas es, para los especialistas, la coincidencia en varios evangelios.
Claro que, si se copiaron los posteriores de los anteriores … pues bastaría con que Marcos (quizá influenciado por Pablo) hubiera falseado las cosas, para que los demás hubieran repetido lo falso …
Cualquiera sabe; en todo caso es todo esto tan antiguo, de hace casi dos mil años, recogido de tradiciones orales diversas, en una sociedad tan teísta, tan monoteísta … que vaya usted a saber.
Mientras tanto los problemas se agravan por el mundo, y el remedio para eso no está en esos evangelios, da toda la impresión, pues aún siguen sin estar nada claros …
Gracias Asun Poudereux, por estar de acuerdo conmigo; no me sucede con frecuencia que alguien esté de acuerdo conmigo. Soy yo el que está de acuerdo contigo.
De las gracias que les das por su paciencia a las amigas del foro me quedo con una parte, pues yo les entreno a menudo, je, je.
Saludos cordiales.
Bueno, Salvador,
¿Jesús no exigía tener fe en Dios para adherirse a su proyecto? Si, bien, yo así lo creo.
Pero parece que, del evangelio de Marcos no resulta esa conclusión que dices, porque Marcos, y Mateo y Lucas luego le copian, pretenden que Jesús dijo que:
– el primer y mayor mandamiento es ‘Amarás al señor tu Dios con todo tu ser’
– y el segundo, semejante a éste primero, es amarás a tu prójimo como a ti mismo,
– y que de estos dos mandamientos penden toda le ley y los profetas.
Si es obligatorio para los tres evangelistas sinópticos amar a Dios ¿se puede no tener fe en él, es decir, creer que no existe?
Esto de amar al prójimo ya lo decía Pablo antes que los evangelistas, y para Pablo amar era cumplir la ley, y confundía amor y caridad, porque para Pablo la caridad era la ley en su plenitud.
Y las autoridades constituidas, o sea, el poder establecido, eran para Pablo servidores de Dios, a los cuales había que someterse, porque para Pablo no hay autoridad que no provenga de Dios. (Claro, las ‘autoridades’ religiosas católicas los han hecho ipso facto santos a todos estos, con regocijo y para que la gente se trague más fácilmente que lo que dicen estos ‘santos’ es verdad).
La verdad es que todo esto resulta confuso, ambiguo, y lo de Pablo, que debió influir mucho a los llamados evangelistas, resulta además traidor a Jesús, pues las autoridades a las que ordenaba Pablo someterse como si fueran servidores de Dios eran precisamente las que habían asesinado a Jesús.
Si Jesús se hubiera sometido a las autoridades, no le habrían asesinado, y menos por sedicioso político.
Claro, que Pablo no fue una persona elegida por Jesús ni como apóstol ni como nada, pues ni se conocieron.
Pero parece haber condicionado el cristianismo Pablo bastante más que Jesús; Jesús nunca se creyó Dios, y Pablo lo diviniza, como hace el catolicismo romano en contra de lo que creyó y fue Jesús, que nunca se creyó ni fue Dios.
Pablo ha influido tanto en los católicos, que decir ahora en el foro que Jesús no era Dios tiene muy pocos adeptos.
Quería decir “haciendo despertar….A la realidad…..”
De nuevo gracias por vuestra paciencia
A mi modo de ver, al decir reino o reinado de Dios, se trata de hacer realidad el compartir lo que de fondo se es entre los humanos, no de fundar una religión paralela a la que existía. Dios no como concepto sino vida en solidaridad e igualdad sin separación alguna en la relación humana basada en el auténtico amor y verdadera libertad.
Por tanto estoy de acuerdo con Javier que el objetivo final no es el Evangelio de Marcos, sino la felicidad de las personas, descubrir su riqueza, potencialidad y bondad, para vivir plenamente la vida, al hacerse uno con toda la realidad que es y somos. Creo que eso mismo intentaba Jesús, romper con el sistema establecido sin escindirse de él con violencia, sino con lucidez, compromiso, libertad y amor.
También creo que su mensaje y proyecto de vida es actual en todo tiempo y lugar, llamarlo como queráis, el nombre es lo menos relevante, pero sí lo son las acciones que se derivan de ello.
Lo importante entonces para ver era la semilla, y aún hoy sigue este ejemplo universal proporcionándonos la profunda intuición de que no hay en realidad nada que hacer, todo está en ella ya contenido, desplegándose en la tierra, en lo auténtico y real que somos.
Ahora podría serlo ayudar a entrever y a experimentar la potencialidad y plasticidad que se halla en los distintos cerebros, en los circuitos neuronales, en las vibraciones y ondas dentro y fuera de nuestro cuerpo, que colaboran y se interconectan buscando en permanencia trascenderse, cuando no actúa ni deja su huella el egocentrismo ni la apropiación del ego o la mente caviladora. Haciendo despertar en intuiciones y vislumbres de la realidad en la que somos y estamos, conociendo y siendo, es decir, estar alineados en el despliegue de todo lo real que es, de donde surge la acción y la vida en coherencia.
Gracias a todos, especialmente a Oscar y a Salvador.
Hola Rodrigo.
A tu pregunta:
“Si era tan claro para Marcos y para Jesús que no son necesarias divinidades, ¿por qué llamar a la sociedad alternativa Reino de Dios?”,
Respondo:
Jesús utilizó esa expresión para que se le entendiera.
Sus contemporáneos participaban de la mentalidad del AT. El AT interpreta la historia en clave religiosa. Que Dios gobierne era sinónimo de igualdad y justicia. La primera etapa de la vida del pueblo se vivió según el AT bajo la soberanía de Yahvé. Cuando tras siglos de injusticia y miseria se imaginó una etapa definitiva donde se recuperara la equidad, se habló del reino o reinado de Dios.
Jesús utilizó esa fórmula para hablar de la realidad social que él puso en marcha. estableciendo una coincidencia entre su proyecto y la sociedad soñada por el pueblo.
Es significativo que Jesús no exigiera tener fe en Dios para adherirse a su proyecto.
Un abrazo
Nota: Tengo muchos problemas para incluir mis comentarios. En los últimos he tenido que recurrir a Antonio Duato, cuyo trabajo callado resulta imprescindible para Atrio mantenga su vitalidad. Disculpad si tardo en contestar.
________________________________________
Muchas gracias, Salvador, por la paciencia que tienes conmigo.
Entiendo lo que me has respondido. Quiero decir que entiendo lo que creo que quieres decir. Y estoy de acuerdo, así en líneas generales, con el contenido del último párrafo de tu respuesta.
Pero, si ese último párrafo pretende interpretar el sentido del texto de Marcos (de la parábola del sembrador de la entrega anterior y de esta especie de continuación de dicha parábola que se analiza en esta entrega) me sigue pareciendo una interpretación personal y voluntarista por tu parte del texto de Marcos.
Quiero decir que el sembrador y el “hombre indeterminado que siembra” están ahí, son personajes que forman parte del texto, nos guste su presencia o nos incomode. Y puede que haya interpretaciones simbólicas del sembrador y del hombre que lanza la semilla que se escapen a mi entendimiento, pero la interpretación que me parece inmediata es que su acción es necesaria en cualquier caso para que la semilla germine, tal y como está escrito el texto.
Es decir, se pueden interpretar como los agentes necesarios para la transformación de la semilla. En el texto –por favor, corrígeme si me equivoco- semilla y tierra NO son suficientes para la transformación de la semilla, si un sembrador, o un hombre indeterminado, no la arrojan previamente al suelo. Es decir, heteronomía pura y dura, en mi opinión.
Está claro que esa no es tu interpretación. En realidad –corrígeme si me vuelvo a equivocar- tú no interpretas esos personajes en ningún sentido: simplemente los obvias, minusvalorando su posible contenido simbólico hasta hacerlo desaparecer por completo, reduciéndolos a un simple recurso literario-narrativo.
A mí, este hombre indeterminado que arroja la semilla, desaparece y regresa para la cosecha, me recuerda, por ejemplo, al Dios que está ahí pero no interviene, excepto para crear, al principio de los tiempos (o para redimir en un momento concreto de la historia), y, finalmente, para plenificar el día del juicio final.
Gracias otra vez por tu paciencia. Un cordial saludo.
Hola Rodrigo: El cerebro es ante todo plástico, las posibilidades son muchas y todos los estudios científicos son estadísticos y además el observador modifica los resultados. Pero ante la visión dogmáticamente egoista que está en todos los supuestos de optimizaciones matemáticas de la economía tal como se enseña en las Universidades como verdad única, en que el individuo humano solo es egoista y piensa en si mismo únicamente y es capaz de vender a su madre, existen en realidad señales que muestran que la cosa no es tan así. Que la cooperación y la justicia también tienen un asiento biológico reconocible innato, no es una creación de algún iluminado sino una fuerza de la evolución significativa que nos lleva por sobre el individuo, que también es natural. Y esto se debe a que el individuo humano es inminentemente social, y las relaciones sociales le forman su cerebro, y aparentemente en esta formación es importante la justicia en el conjunto. Ahora, somos nosotros los que tenemos que discernir que camino tomamos en la sociedad, si privilegiar las defensas primitivas del organismo como individuo, o la colaboración como sociedad, o ambas en distintos niveles. Hemos visto a los extremos a los que nos ha hecho llegar la visión ciega del individualismo, y tenemos la opción de Jesús, como opción de vida humana, que nos puede enseñar algo. Y este algo tiene que ver con que la justicia social deja más felices a las personas en su conjunto, que la explotación de unos sobre otros. Y si los otros, los explotados, son mayoría, se corre el riesgo que le corten el cogote a las minorías explotadoras, cuando estas tomen conciencia de lo que está pasando, e instalen una nueva dictadura, pero al revés, en vez de cambiar el juego y hacerlo más amable.
Hola Javier
Comparto plenamente tu idea: Para ese cometido, el de poner en marcha la sociedad alternativa, resulta innecesario el evangelio de Marcos.
Ahora bien, ya es un valor que tal aseveración pueda deducirse de ese mismo evangelio. Tal vez solo por eso merezca la pena leerlo con rigor y someterlo a dura crítica. ¿Qué nos impide hacerlo?
Si estoy involucrado en esa tarea se debe exclusivamente a mi conocimiento del tema y a mi convencimiento de que algo puedo aportar para esclarecer la humanidad y el proyecto de aquel hombre que, sin seguir texto alguno, tuvo el coraje de hacerlo.
Y si él lo hizo, tampoco será necesario el texto de los Derechos Humanos. Bastará la decisión, el compromiso individual y el pequeño colectivo de amigos empeñados en el asunto.
Un abrazo
Si era tan claro para Marcos y para Jesús que no son necesarias divinidades, ¿por qué llamar a la sociedad alternativa Reino de Dios?
Dice Salvador,
“Mujeres y hombres anhelantes de justicia, libertad e igualdad, no necesitamos más que aceptar poner en marcha una realidad social a escala humilde basada en esos anhelos nuestros de justicia, libertad e igualdad para garantizar el inicio de una alternativa al sistema basado en tener, subir y mandar. Basta la decisión y el compromiso. Resultan innecesarios: instituciones, divinidades, poderes, religiones, grandes soportes financieros, imposiciones, banderas, nombres…”
Que resultan innecesarios parece claro; el problema es que también resultan ser obstáculos para una alternativa al sistema
Me pregunto si, hoy en el siglo XXI, no resulta innecesario también el evangelio de Marcos, para ese cometido.
Porque si bien preparadas e inteligentes personas, incluso algunas con preparación especializada y carreras universitarias y demás formación que la gente de a pie no tiene, tienen que darle tantísimas vueltas al evangelio de Marcos para aclararse, y aún así hay que hacer los distingos que dice Salvador para sacar la conclusión que saca,
¿qué entendería hace casi vente siglos la gente que escuchaba a Jesús (que desde luego no decía, al menos literalmente, lo que escribió el tal Marcos, y qué entedería la gente que escuchaba a Marcos (si es que Marcos predicaba, además que escribir el evangelio, lo cual no se sabe)?
Ambos Jesús y Marcos hablaban para personas de otra cultura muy diferente y de otra época muy antigua.
Para “poner en marcha una realidad social a escala humilde basada en esos anhelos nuestros de justicia, libertad e igualdad para garantizar el inicio de una alternativa al sistema basado en tener, subir y mandar”, parece que no hace falta ningún evangelio de Marcos.
Poniendo en marcha los llamados derechos humanos, por ejemplo (que ya están teóricamente en marcha en algunos puntos del planeta) sin necesidad de antiguos evangelios de Marcos ni de nadie ¿no se llegaría al mismo objetivo, igual o mejor que con el evangelio de Marcos?
¿O es que por encima de todo lo que interesa mantener es el evangelio?
El objetivo son las personas y la felicidad de éstas, no el evangelio
Hola!
Gracias Olga por tu valioso aporte desde la “Neurobiología” (o algo así)
Yo veo en lo que dice Rodrigo
no una contradicción sino la misma perspectiva de reflexión
sobre dos aspectos de una misma realidad (el ser humano viviendo)
* El aspecto biológico-evolutivo
* El aspecto socio-histórico.
A mi modo de pensar las cosas de la vida
se le acomodan, al respecto,
los Pensamientos de Ortega y Gasset (pensador español) y Rolando Toro (neurobiólogo chileno)
La hija de este último, vive casada en mi Pueblito y han fundado una Escuela
con extendidos Cursos en Francia, Suiza y otros países,
basada en esa Teoría, que con frase de Ortega resumiría así:
“El ser humano es un alma (socio-individual)
que va esculpiendo su cuerpo (neuro-individual)”
¡Gracias a los dos (Olga y Rodrigo)!
Así ¡Vamos todavía! – Oscar.
Buenos días, Pepe.
Respondo a tu cuestionamiento:
El ejemplo, sacado de la vida cotidiana para facilitar su comprensión, usa la figura de un hombre indeterminado con el fin resaltar su no intervención en la transformación y avance de la semilla. En la siguiente parábola no se incluye figura humana alguna.
Conviene distinguir entre:
. desarrollo de la parábola y
. desarrollo de la semilla.
El desarrollo narrativo requiere una actuación previa del personaje. El desarrollo de la semilla recalca la inactividad del sujeto. El hombre del ejemplo interviene como actor inicial. Su acción de echar la semilla abre paso a la acción principal y a dos nuevos protagonistas: Semilla y tierra.
A las primeras de cambio, el personaje queda en la sombra. No intervendrá más hasta el momento de recoger la cosecha, y, en ese instante, la narración lo deja en la penumbra evitando nombrarle. La parábola subraya su inactividad. Lo hace aportando detalles:
“él duerme y está despierto por la noche y por el día, y la semilla germina y va creciendo sin que él sepa cómo”.
Por si no bastaba, el ejemplo abunda en pormenores despejando cualquier duda respecto a lo innecesario del concurso del personaje para que se produzca el desarrollo de la simiente:
“Por sí misma la tierra va produciendo el fruto: primero hierba, luego espiga, luego grano repleto en la espiga”.
El hombre aparece, por tanto, con la finalidad de destacar su nula influencia sobre la interacción entre tierra y semilla.
La tierra, aludiendo a la multitud y a los lectores de Marcos, tiene toda la autonomía para que el desarrollo de la simiente se produzca. Mujeres y hombres anhelantes de justicia, libertad e igualdad, no necesitamos más que aceptar poner en marcha una realidad social a escala humilde basada en esos anhelos nuestros para garantizar el inicio de una alternativa al sistema basado en tener, subir y mandar. Basta la decisión y el compromiso. Resultan innecesarios: instituciones, divinidades, poderes, religiones, grandes soportes financieros, imposiciones, banderas, nombres…
Un abrazo
Lo siento, Asun, habré sido yo, pues, que no te interpreté correctamente. De todas maneras se ve en el conjunto de tu comentario lo que, precisamente, ayer comentaba sobre la dificultad que conllevan en sí mismos los diálogos cuando en ellos, sea bien por tiempo o por espacio, etc., los temas quedan deshilachados propiciando a la vuelta de los mismos nuevas repeticiones.
Un ejemplo de ello lo encuentro en esto que dices “la imagen de “hacia el ser”, creo, puede evocar un movimiento lineal de alejamiento, cuando muy al contrario, en el ser se está ya, pero no se es”
No querida Asun, yo no lo veo así al menos si en donde se está es en la realidad como lo entiendo yo, ya sabes… y no en la ambigüedad del ser. Ahí sí podría darse ese alejamiento del que hablas, cosa muy distinta del distanciamiento que implica el hecho de sabernos inmersos en la realidad.
A ver si algún día que encuentre la calma suficiente pueda explayar esta idea en la seguridad de que pueda abrir un campo más amplio de comprensión
Un abrazo, querida amiga
Ayer, como cuando al leer el comentario de Salvador me encontraba ya escribiendo algunas reflexiones sobre lo que ya había enviado, obvié del comentario suyo algunos puntos que me parecen de sumo interés. No obstante ahora con las intervenciones que se han ido sumando y tras la esperada respuesta de Oscar cuento con más elementos sobre la mesa para precisamente dar mi opinión favorable sobre uno de ellos , que es en el que ahora deseo centrarme
Por ejemplo es el que dices:
“Por lo general, los títulos de las parábolas aluden al sujeto desencadenante de la acción, Sin embargo, es la acción misma la que contiene el sentido de la parábola. Un ejemplo: el reino de Dios no se parece a un grano de mostaza, sino a lo que ocurre con él.” Sí, totalmente de acuerdo y por eso el hecho de que sean las acciones humanas las que dan sentido a las parábolas es por lo que tenía interés en diferenciar el significado de una acción meramente vital en la que la persona actúa más de agente que de autora y el de una actitud de vida humana en la que la persona actúa poseyéndose por entero y en esta praxis en reciprocidad la persona va configurándose en su realidad propia, aquella que previamente había captado de forma difusa pero inmediata. Parecería como si eso que acabo de decir concordase con lo que apunta Oscar cuando dice:
El Ser humano NO tiene SER ninguno. Tiene que hacérselo. Pero ahí se ve precisamente las diferentes perspectivas desde las cuales partimos. Oscar parte del ser y yo de la realidad.
Buenos días!
ah, se me olvidó COOPERACIÓN Y FUERZAS HISTÓRICAS, que dice
“Aunque las fuerzas evolutivas pueden explicar la aparición de este tipo de actos en sociedades pequeñas, así como su presencia en grupos de primates, no lo pueden hacer para grandes sociedades de grupos no emparentados, tales como aquellas en las que vivimos los humanos en la actualidad“.
Hola Olga
Dices “En referencia a tu frase “El Reino es de lo más natural” que traduzco como que el proyecto de igualdad y de justicia de Jesús le es connatural al ser humano, parece que la investigación psico neurológica tiende a apoyarte.”
Lo que yo leo en los artículos de NEOFRONTERAS es justamente lo contrario
En el artículo CONFIRMAN LA REGIÓN CEREBRAL RELACIONADA CON EL SENTIDO DE JUSTICIA, textualmente concluyen “El sentimiento de justicia sería por tanto un producto social que protegería a largo plazo a la sociedad en su conjunto, aunque se tenga que sacrificar a corto plazo el beneficio de uno de los individuos que la forman”
En el artícuño EL SENTIDO DE LA JUSTICIA VIENE EN PARTE DETERMINADO GENÉTICAMENTE, le dan 40% de influencia al factor genético; por lo que los factores sociales y culturales son mayoritarios
Ambos artículos anteriores se refieren a experiementos realizados por ECONOMISTAS, aplicando el juego del utimatum.
Otros artículos, si se tomaran como tomas el artículo sobre la región cerebral que controla el sentido de justicia, apuntarían a que “lo natural” es el engañar y el ser egoísta.
Por ejemplo, ENGAÑAR ESTÁ EN LOS GENES, basado en estudios de biólogos; UNOS POCOS EGOISTAS ES BUENO, basado en biologos evolutivos; y COOPERACIÓN, CASTIGO E HIPOCRESÍA que afirma que “bajo ciertas circunstancias el comportamiento deshonesto de algunos individuos podría beneficiar a la sociedad” (mismo principio se encuentra en el origen filosófico del liberalismo, y del neoliberalismo), basado en estudios de física estadística;
Saludos
Querido Oscar: En referencia a tu frase “El Reino es de lo más natural” que traduzco como que el proyecto de igualdad y de justicia de Jesús le es connatural al ser humano, parece que la investigación psico neurológica tiende a apoyarte. En Neo Fronteras de la Ciencia han aparecido varios artículos mostrando que se han descubierto en el cerebro los centros que registran la justicia y la injusticia y las reacciones que provocan. La justicia, no solo la del sujeto sino la de otros, provoca sensaciones gratificantes, no así la injusticia que provoca rechazo. Si esta condición de trato equitativo está gravada en nuestra circuitería cerebral, junto con la sensación de agrado que provoca el amor incondicional, evidentemente la filosofía del Reino nos proporciona más felicidad que el Neo Liberalismo y sus principios enfermantemente egoistas.
Hola!
Para hacer este “Destilado” me encontré con muchos problemas.
No sé si acerté en las soluciones. Pero ahí está lo que quedó.
Ya había visto el Asunto de “poner Título”.
En este capítulo del Libro volvió a aparecer el Asunto.
Intenté “destilar” algunas opiniones de los Contertulios mediante un Apartado que titulé:
BUSCANDO UN TÍTULO – CONVERSACIONES
Ahora me entretengo en resaltar este trozo de Conversación:
– “Nosotros consideramos natural todo aquello que desde pequeños nos han enseñado a no discutir.
Conviene preguntarse qué interés hay tras esa labor fuertemente educativa:
* ¿Por qué esa obsesión desmedida por grabar en nuestros cerebros axiomas universales?
* ¿Y qué nos impide someter a crítica esas verdades absolutas?
* ¿Quién nos ha inoculado el miedo a ponerlas en cuarentena?
* ¿Por qué calificamos de locura el hacerlo?
Y si no es así…, aquí…, entre nosotros, hagamos el sencillo ejercicio de enumerar algunos de esos principios cósmicos indiscutibles:
* el dinero;
* la propiedad de la tierra;
* el poder;
* las fronteras;
* los militares;
* las armas…
* el egoísmo acaparador;
* el dominio y la esclavitud;
* los ricos y los pobres;
* la hartura y el hambre;
* la desigualdad;
* la discriminación por sexos;
* por razas;
* por cultura;
* por edad…;
y, naturalmente, la estructura que defiende y permite todo eso.
— Nuestro silencio cómplice.
— Yo añadiré solo una: la febril actividad humana, que lleva sin remisión a la ruina del planeta y representa el gran fraude a la naturaleza.
— Esa muestra forma parte de un conjunto de cosas ajenas al ser humano. Aceptamos esos principios como verdades intocables, pero no nos pertenecen. ¡Son un postizo!”-
…………….
Sencillamente copiando ¡Voy todavía! – Oscar.
Siento la confusión que han provocado las palabras de esa frase, Mª Luisa. Hablaba de mí, como suelo hacer en plural, de los posibles comentarios que sugieren la lectura de los tuyos, no me refería en absoluto a ti. Lo siento de veras. Quería decir que suelo dejar reposar las cosas antes de intervenir, porque mi mente en muchas ocasiones corre que vuela, y no se ajusta a la realidad.
Siempre deseándote lo mejor. Un fuerte abrazo.
Que el “reinado de dios” (deliberadamente empleo letras minúsculas) no venga del exterior, eso, pienso que es fácil de aceptar. Pero que sea ese el mensaje de la parábola del sembrador, eso no me parece convincente.
En mi opinión, si algo transmite esta parábola es heteronomía, mucha heteronomía, toda la heteronomía del mundo. Como a Salvador no parece gustarle mucho tanta heteronomía, pues hace como que el sembrador no existe o no tiene importancia: “El sujeto indeterminado, “un hombre“, carece de protagonismo y su aparición se produce exclusivamente debido a la necesidad narrativa exigida por la naturaleza de la acción. (¡¡¡ !!! – ¿Qué necesidad? No parece que hubiera ninguna necesidad narrativa: la semilla podía haberse desprendido de una planta y ser esparcida por el viento, yendo a parar a distintos tipos de suelo) Se trata de un hombre cualquiera, no importa quién”
Ahora bien: “El desarrollo de la parábola no se centra en él, sino en su actividad: “haya lanzado la semilla”
¿En qué quedamos, querido Salvador, en que el reino viene o no viene de fuera?
Creo que en esto se fundamentan la ICAR, y se fundamentarón la santa iquisición:
terminologías = Hijo de dios
cosmovisión= Tod*s sosmos iguales, D*s no hace distinción de casta y religión… la Humanidad es la más perfecta visión de D*s
Perspectiva intelectual= quien se cree este, no es el hijo del carpintero… Zapatero a tus zapatos.
Por no decir aquel Juicios sumarisimo del que salió Jesús condenado.
No confundamos y tampoco intentemos deviar que yo sé lo que decis, pero parace ser que hay quienes no quieren ver que hablo de lo que no se habla, porque la persona innobrada se la oculta, si hablamos antropologicamente en toda la historia la mujer ha sido ocultada en todos aquello que hizo que la especie creciera y avanzara en su desarrollo, físico y psiquico y como no en el intelecto a pesar de estar para ella restringida la educación y la promoción.
Hola Oscar! y gracias
Creo que nos acercamos bastante, yo también diría como tú dices que es cuestión, tal vez, de terminología y de cosmovisión o Perspectiva intelectual.
Sin embargo, esto siendo poco dificulta mucho el avance y la buena marcha de los diálogos. Porque me fijo ahora en Asun y me sorprende enormemente ver lo que ha extraíd leyéndome.
“…pero deja que sea todo lo que somos y no la mente ni la razón la que se manifieste primero.”
Yo creo que esta vez te has precipitado, querida Asun, te pediría que, si acaso, volvieras a leerme. Esto que dices está a un abismo de distancia de lo expresado en mis comentarios.
Querida Mª Luisa:
Te leemos, estás muy presente, pero deja que sea todo lo que somos y no la mente ni la razón la que se manifieste primero. A veces solo se trata de saborear haciendo nuestro lo que nos comentas sin más.
En cuanto a esto que dices: “En cambio, desde la perspectiva antropológica de la cual parto sólo hay superaciones de estados de conciencia hacia el ser”, asintiendo como no podía ser de otra manera, me gustaría aclarar, si me es posible, que la imagen de “hacia el ser”, creo, puede evocar un movimiento lineal de alejamiento, cuando muy al contrario, en el ser se está ya, pero no se es consciente de que ya se está en él sin separación alguna. Imágenes de la ola y el océano, la célula y el organismo, la rama y el árbol, el dedo y el cuerpo forman una unidad inseparable, aun siendo manifestaciones diferentes de lo mismo. En cada una de las partes se da el todo de ellas. Nuestra mente las separa y es en ella, en la dichosa mente, no en las otras cosas de la realidad, donde existe la separación.
A donde quiero ir a parar es que la Conciencia o Consciencia en la que somos, nos abre puertas de consciencia al estar alertas despertando en quienes somos. Sentimos su despliegue interior en amplitud y profundidad en la medida en que vamos trascendiendo e integrando todo lo que se hace real en nosotros, penetrando por decirlo así, en más campo de realidad consciente, sin desechar ni rechazar todo lo anterior por diferente, y en lo que también experimentamos que se sustenta y sostiene sin fisuras todo lo que se es siendo.
Un fuerte abrazo.
Tras leer todos los comentarios, y dices bien, Carmen en este último, me gustaría puntualizar desde mi visión lo siguiente:
-No estoy de acuerdo con esto que se dice en el post de que solo se necesita la decisión personal y de que está al alcance de las manos, porque puede equivocar, ya que sugiere que sigue estando fuera de las personas y algo exterior a ellas las hace ponerse en marcha.
-Por otra parte poner empeño en hacer una sociedad alternativa puede convertirse también, en sus repercusiones asociativas, como ocurre con la creencia de que Jesús en realidad crea una nueva religión, cuando lo que muestra es su rechazo a todo lo que quiere apropiarse de lo Absoluto y Trascendente. Las sociedades absolutizadas sean religiosas propiamente dichas o las que las imitan en sus fines, como única alternativa válida, frecuentemente caen en los mismos errores que las hicieron reaccionar.
Por otra parte este pasaje:
Así es el Reino de Dios, como cuando un hombre ha echado la semilla en la tierra; él duerme y está despierto por la noche y por el día, y la semilla germina y va creciendo sin que él sepa cómo. Por sí misma la tierra va produciendo el fruto: primero hierba, luego espiga, luego grano repleto en la espiga. Y cuando el fruto se entrega, envía en seguida la hoz, porque la cosecha está ahí (Mc 4, 26-29).
Me sugiere que:
-Nada, en principio, exterior que conseguir, que cambiar, sino esencialmente, una misma, dejando ser lo que ya es la persona de fondo en su despliegue de hondura y amplitud. Para ello ni recibe imposiciones ni las practica.
-La persona que acoge la siembra se hace con lo sembrado tierra que deja germinar y fluir lo que contiene en potencialidad. El útero materno.
-La tierra todo acoge e incluye, no discrimina, no pone barreras al color, al sexo, al tamaño, al ser que acoge, a la inteligencia primordial que bulle sin cesar.
-Toda persona que despierta a lo que es, es Jesús mismo, se siente hombre y mujer en quien es, se reconoce en los demás y en todo.
-Está toda su persona en el mercado, en la calle, en los hogares, en el trabajo, en todas partes.
– No se trata de imitación ni de seguimiento. Es el caminar del Yo universal integrador que compartimos en la Unidad de las múltiples diferencias.
– Un ser humano que trasciende a su yo particular des-identificándose de él, aun estando en él.
– Un ser humano que se descubre en quien es y se ama. Mujer y hombre que se aman como son, ya no desean cambiarse la una al otro y viceversa. Terminó la lucha egocéntrica de uno mismo, de sexos, de poder y de miedos.
-En la nueva relación humana y social, se sostienen en la confianza, la comparten y reparten en permanente siembra sin protagonismo.
-La cosecha, tal cual, es aceptada con todo lo que es e implica, no cuando las inseguridades y las búsquedas ilusorias de autoafirmación la quieren precipitar en el espacio y el tiempo.
Gracias a todos.
Si no he entendido mal estoy en un taller, y precisamente sobre el primer hombre que supuestamente escribió de otro hombre llamado el Galileo.
Sé que en este Taller se destripa a aquellas forma de “Taller” donde Marcos instruía a su comunidad, a personas de todo tipo, pero todas con ganas de conocer y Reconocerse en ese hombre llamado “Jesús y apodado el Galileo”.
Hoy traspasado aquellos primeros cien años, seguimos intentando conocerle, y aún más Reconocernos.
¡Déjenme! Si aquí hay como en todos los post, libertad para que diga que…
1º No me hayo
2ºni encuentro reflejada
En todo este vocabulario del cual también huí, y al cual sigo diciendo que huele a cera y a incienso y a muertos.
Remedios en uno de mis comentarios, yo fui quien dije que la fe nace innata, así lo creo como también que D*s se revela sin estudios teológicos con tanta o igual claridad, y que sigue siendo Quien es, aunque desentrañemos a quien nadie conoce, por medios de argumentos y filosofías de distintos pareceres, y que muchas veces tan solo maniatan a la personas, la enredan y dejan en el calabozo, a la espera de ese Prometeo que toda persona también lleva innata.
Lo siento, si hay que tener la cabeza cubierta, y la boca cerrada cuando habla Pablo en la asamblea… Pero yo cada vez que hable o lea lo hago desde mis entrañas de mujer, desde mi útero y por lo tanto cuando siento que otra vez se intenta hacer otra teologia sin Nosotras… vuelvo a huir… esto no es para mi, y es cuando vuelvo a recordar al Galileo nombrando a María de Magdala y ella reconociendo a su maestro
Los recuerdos de la piscina de Siloé… No es bueno para crecer y que se nos corrija si tambien queremos aprender, aunque sea humanamente y no teologicamente.
Creo que D*s se humanzó dentro de un útero de mujer, y se reveló como a “casi nadie” en un hijo de mujer.
Sin más digo que D*s en más grande que toda religión, toda manifestación y toda teologia, pero que es más visible en aquello que se oculta y no nombra que en tanto despilfarro de árticulos o pronombres masculino,
porque es humanidad lo que nos vino a regalar y no reino de reyes, de cetros de tronos de… ¡Uf!
Pe pierdo.
¡Ya no voy a pasear porque acabo de ver el comentario de mi amigo Oscar!.
En efecto, Salvador, esta analogía entre la potencialidad de la simiente y la capacidad humana, esclarece enormemente el contenido de la mencionada frase en la que el saber se basa, se fundamenta en lo “físico” para no hacer, precisamente , del pensamiento algo meramente conceptivo.
Antes de tu comentario, así que he pulsado el mío ya estaba reflexionando sobre lo que acababa de decir en él. Escribía ya en un borrador lo que sigue.
————
Al hilo de mi comentario anterior quisiera hacer algunas reflexiones en voz alta. La primera que me ha venido a la cabeza inmediatamente después de haberlo enviado, ha sido preguntarme, si no sería posible explicar desde lo dicho, sin necesidad de ir mas lejos para no complicar el asunto, explicar, digo, la razón por la cual considero tan importante de cara a la praxis humana diferenciar entre el adjetivo vital y el sustantivo vida.
Me disgustaría conmigo misma si no aprovechase la ocasión de circundar, no cerrar, una cuestión antropológica debatida aquí hace mucho tiempo contrastada desde una perspectiva de lo animal. Entonces no se llegó a nada, ni tan siquiera a una síntesis de lo discutido.
Ahora, esta síntesis me ha salido al paso con la frase en cuestión y lo he de aprovechar. No sé a donde me llevará pero ya he dicho que se trata de una reflexión, y no me quedaría sola si digo que hay que asumir nuestra animalidad ( dejo aquí este aspecto)
Sitúo el problema en la pregunta final con la que acabé mi comentario anterior “A este “Saber estar” en la realidad ¿No nos lanzará el PROYECTO?” Claro que sí, se lo acabo de decir a Salvador.
El saber estar en cuanto “estar” supone un saber “físico” que se aparta con rotundidad del saber tradicional meramente conceptual, racionalista. Consiste en un saber que al estar contando ya con la realidad como fundamento, nos abarca por entero. Por eso el otro día dije que el acto de “darse cuenta” no es lo primero sino que este acto para que no sea meramente conciencial supone un estar previo en la realidad, esto es lo primero y por consiguiente no se trata de ningún acto intelectual, simplemente se cuenta con ella porque es en ella en donde se está, se la capta. No es un darse cuenta “de” sino un darse cuenta “en”. Lo primero nos lleva a especulaciones lo segundo, como digo, es una actualidad, no un acto, en la cual la realidad se nos hace presente, es el ahora, es en definitiva una actualización en el ser concreto de nuestra vida. Puede llamarse praxis, realización, en fin, como se le quiera llamar.
Ahora, con estos antecedentes, tal vez aunque sea a modo de flash, pueda entenderse mi interés en diferenciar el “sustantivo vida” del adjetivo vital porque constituye para mi algo así como el nudo gordiano del problema.
El mero estar no nos saca de lo vital. No se trata de estar contentos sino de ser felices. De dar el paso alternativo al Proyecto de vida. Este modo de plantear antropológicamente el problema tiene cierto paralelismo con lo que desde la psicología se nos dice sobre el nivel agrario en el cual es donde permanecería todavía adormecida la conciencia humana. Sólo que en este caso la conciencia se la ve como un ente externo como algo exterior a expensas, por tanto, de cualquier intruso sometimiento. En cambio, desde la perspectiva antropológica de la cual parto sólo hay superaciones de estados de conciencia hacia el ser.
Bueno, lo dejo aquí y voy a caminar un poco.
Gracias otra vez, Salvador
Hola M. Luisa!
Yo quiero escribirte. Ese es uno de entre otros Proyectos que tengo “en mi vida” ¿ok?
Para escribirte tengo que Proyectar encender la Compu (habiendo antes pagado la electricidad que la hace andar y al que me la arregló); tengo que Proyectar qué ideas tengo que con-catenar para hacerme legible, … y así una casi infinidad de Proyectos y Recursos para el Proyecto de escribirte.
Todas esas “Ocupaciones” en las que “me ocupo” –y una casi infinidad de otras-
son Ocupaciones “en” mi vida.
Es imprescindible a la vida de quien sea: “ocuparse”.
Siempre el ser humano está “ocupado” en algo.
Siempre el ser humano está “faciendo” algo; es un “facendoso”; un “faber”, e.d. un “práctico”.
Son las Manos del ser humano que ha esculpido la Mente (no al revés).
Ahora bien:
* ¿Por qué y para qué el ser humano anda “ocupado” (siempre y en algo).
Yo entiendo que esto le ocurre porque se encuentra en la situación
– única de entre los vivientes-,
de que “su vida” le ha sido “dada”,
pero “vacía” (tiene sí o sí que irla “ocupando”, ocupándose de ella con “ocupaciones”)
A toda otra realidad le ha sido dado su “SER” ya fijo o fijado (en su y para su “des-envolvimiento”, “des-pliegue”, e.d. en su y para su “evolución”)
El Ser humano NO tiene SER ninguno. Tiene que hacérselo.
Esa es su Gracia y su Des-Gracia.
El Ser humano en cuanto Vida humana (no la Biológica sobre la que está montado) es un Proyectil en busca de su Blanco.
Su SER tiene que hacérselo; mejor dicho: tiene que FABRICÁRSELO él a sí mismo.
Que esto suene a chifladura no le quita que sea la realidad que somos.
Que esto suene a chifladura puede indicar que no nos hemos pensado como “vida humana” en la que “estamos”.
La Vida humana solo se sostiene en la palma de su misma mano.
La Vida da mucho que hacer; y el mayor de todos es
pre-ocuparnos acerca de Qué, Cuáles y Cómos “haceres” son los que me conducen constructivamente al “QUEHACER” global de “MI VIDA” (esa especie de “personita” que preferiríamos ser ¿no?).
Esto último es el PROYECTO (vital o de vida)
Todos los anteriores son Proyectos que hago estando ya “en mi vida”, e.d.: Viviendo.
Todos los anteriores son Proyectos “encapsulados” en el PROYECTO (vital o de vida).
Este es mi punto de vista y comprensión.
Cualquier otro desfasaje que pudiera haber contigo
podría ser por un asunto –nada despreciable- de terminología
y de cosmovisión o Perspectiva intelectual.
¿Qué le vamos a hacer?
¡Sigamos yendo, nomás!
El Mundo no es un Tranvía del que yo me pueda bajar
sin el riesgo de que no me halle yo a mí mismo.
Oscar.
Otro beso te mando Salvador!!!! No me sobran signos de admiración… No sabes cuánto agradece mi estado de ánimo tu generosa consideración, llevo trabajando tanto tiempo sin fruto alguno todavía!
De la emoción te he dejado a medio leer ahora mismo sigo
GRACIAS
Buenos días Mª Luisa.
He leído tu comentario (procuro no perderme ninguno) y, como siempre, me resulta enriquecedor. De tu sensibilidad habla hasta la misma rectificación que has incluido sobre el último. No me ha pasado desapercibida la corrección de la mayúscula. Habla muy bien de ti. Gracias.
Comparto lo que dices: “No basta solo con estar, necesitamos saber estar en ella”. Entiendo que hablas de una praxis bien reflexionada. Se me ocurre que tal vez la andadura hacia ella nos exija a todos aprender a aprender.
De praxis hablan las parábolas. Lo natural es el Reino, es simplemente una propuesta de título de la parábola explicada en esta entrada. En esta lectura de Marcos hablamos a veces de los títulos porque con ellos se ha generado cierta confusión sobre los contenidos del texto. Por lo general, los títulos de las parábolas aluden al sujeto desencadenante de la acción, Sin embargo, es la acción misma la que contiene el sentido de la parábola. Un ejemplo: el reino de Dios no se parece a un grano de mostaza, sino a lo que ocurre con él.
Las parábolas tienen un componente de desafío que incita a actuar. Frente a la realidad desesperante que le tocó vivir, el Galileo no encontró mejor salida que poner en marcha sin dilación lo que la gente anhelaba: acabar con el sistema injusto y comenzar a vivir un régimen basado en la igualdad, donde se excluyeran los privilegios y el dominio. Para aquel hombre no bastaba quererlo para un futuro incierto, resultaba urgente hacerlo ya. Por eso, invita a un humilde grupo a empeñarse en esa tarea. A ese minúsculo e insignificante colectivo le llamó el reino de Dios. Lo que reclaman mujeres y hombres como propio es esa realidad social alternativa. Es algo parecido a la simiente que la tierra reclama porque ella tiene todas las condiciones para llevarla a su mejor fin. ¿Coincide eso con tu frase: No basta solo con estar, necesitamos saber estar?
Te mando un beso
Disculpen, quería escribirlo así
(… es EL REINO. Y yo me pregunto..etc.,
Ya desde el inicio de esta pormenorizada y bella destilación, al ir en consonancia con mi línea de pensamiento, me percaté de la gran oportunidad que se me ofrecía para ir introduciendo, que mejor que en este Taller, pequeños hallazgos de gran importancia para mí pero que no había todavía contrastado. Hallazgos referentes a lo que aquí a veces hablamos sobre los niveles de conciencia y de la gravedad que supone para la humanidad su estancamiento.
Este punto a desarrollar me pareció encontrarlo cuando me di cuenta, no sin extrañeza , al leer la no distinción que se hacía entre un Proyecto vital y un Proyecto de vida. Me hubiera gustado intercambiar impresiones dentro de lo que se comprende qué es un taller, con el fin de que, si venía al caso, modificar yo misma la concepción que de ello, hasta entonces, para mí había sido valido.
Ahora, en este capitulo me encuentro que LO NATURAL es EL REINO y Yo me pregunto
¿No es lo mismo que aceptar decir que LO QUE NOS ENVUELVE ES LA REALIDAD?
Si esto es así, por tanto al estar ya en ella, lo que nos cabe hacer (pienso que es a lo que vino Jesús) los humanos es transparentarla, hacerla transparente o lo que es lo mismo hacerla presente para “saber” estar en ella como humanos. No vasta sólo con estar, necesitamos saber estar en ella. A este “Saber estar” en la realidad ¿No nos lanzará el PROYECTO?
Buenos días a todos/as
Gracias Remedios por tu comentario lleno de fe viva y por las palabras que nos dedicas. Lo mejor es que entre nosotros vas a encontrar la variedad que hace más válida nuestra realidad. Cada uno va por su propio camino pero yo pienso que el camino de cada uno es el camino de todos. Lo digo así por el respeto con que intentamos acoger las diferencias, que al fin y al cabo, la mayor parte de la veces, nos enriquecen a todos.
Bienvenida a los que tu reconoces ya como pueblo de Dios usando las palabras de Jeremías, ayudándonos a descubrir que la huella del que sigue escondido está dentro de nosotros. Gracias Héctor
Me encanta lo dicho por Oscar:
…”Para mí: CRÍTICA es la capacidad de POTENCIAR lo valioso que hay en la Obra de los Operarios (la que sea y del volumen que sea) a fin de que yo y otros nos asociemos en la Construcción…”
Nos falta la mirada que poseen las personas verdaderamente ¡pequeñas!
Las que son explotadas por los “sabios de la tierra” o sea los que las explotan al precio que sea, empezando por los seres humanos, que son quienes les sacan adelante su terribles proyectos.
No dudo que muchos autores son fundamentales para nuestro crecimiento personal… pero ¿cuantos de ellos de verdad, han enseñado de tal manera, que se puede cambiar el mundo?
Cierto también, que Jesús el Galileo no lo ha conseguido; pero en aquellos lugares donde de verdad se vive su Mensaje:
¡¡¡La “tierra” da frutos espectaculares!!!
Las personas se levantan, sanan, trabajan dignamente, crecen humanamente…
¡¡¡Fundamental para la Vida en su esplendor!!!
Lo demás de momento, a lo que nos está llevando es a un auténtico caos, donde solo viven escandalosamente un pequeño nº de personas mientras el resto se muere de hambre y enfermedad.
Cada cual puede pensar y sentir, como le nazca de su interioridad, de su experiencia de vida en todo lo que tiene de cotidianidad.
Nadie es superior a nadie, las personas verdadera y profundamente ¡humanas! sean cuales sean sus conocimientos, suelen ser tolerantes, amistosas, capaces de escuchar y aprender de la experiencia de otra manera de mirar la vida y de vivila.
No viven mirando por encima del hombro a ¡¡¡nadie!!! Y tratan a cuantos pasan a su lado como ¡iguales en su ¡humanidad! aunque pertenezcan a otro estrato social.
La igualdad ¡¡¡es posible!!! Si comprendemos que igualdad, es fundamentalmente:
“No crecer a costa del esfuerzo y trabajo de otras personas a las que trato de manera ignominiosa e insultante…”
Nadie debería poseer tanta riqueza, mientras existan seres que mueren por no poder comer, beber, curar sus enfermedades.
¿Es mucho pedir?
Me encanta seguir este “curso” sobre Mc. me encanta Salvador y Oscar, su esfuerzo y talento para compartir sus experiencias y conocimientos.
Me encantan vuestros comentarios, de todo se puede aprender.
Me encanta el proyecto del Galileo Jesús, aunque no sea capaz de vivirlo intensamente; de manera que en mi entorno, todas cuantas personas pasen por mi lado, lo perciban sin yo darme cuanta de ello.
Un abrazo.
mª pilar
Estas lecturas y vuestros comentarios me han recordado al profeta Jeremias, cuando dice: “Ya nadie tendrá que instruir a su prójimo ni a su hermano diciéndole:”Conoce al Señor” porque voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en sus corazones. Yo seré su Dios y ellos seran mi Pueblo.
“Por si misma” la tierra va produciendo el fruto.
“el reinado de Dios no surge del exterior. Surge desde dentro y se impone aceptarlo. Precioso.
Como el comentario (no recuerdo quien lo hizo) La fe nace innata…es algo que está en nosotros, algo que nace con nosotros y se oculta en el fondo del alma esperando ser desarrollado o despertado. Gracias por las aportaciones de todos.
Por si ayuda a seguir buscando lo que es el reino, recordemos que el evangelista dice que el Reino de Dios (también llamado reino de Cristo o reino de los Cielos), es de los pobres. (aunque luego tampoco queda claro quiénes lo son, pues están los llamados pobres de espíritu, ambiguedad que da para lo que cada uno quiera)
Pero el evangelista dice que las llaves del Reino las tiene Pedro (se recicla así de pescador a portero) y que además ata y desata a su antojo en la tierra lo que en el reino de los cielos, por ese atar y desatar que quiera hacer Pedro en la tierra, Dios está obligado a atar y desatar.
Dios queda así sujeto por tanto, siempre según el anónimo evangelista, al gran poder divino de Pedro (ahí es ná), al cual en pocos siglos le salen ya ambiciosos herederos (que se pretenden sucesores, por analogía con el derecho de sucesión, institución de derecho romano) de tan grandes poderes que someten incluso a Dios, poderes que hoy pretenden tener delegados cientos de miles de curas y jerarcas que han fabricado una poderosa ICR, gracias a tan grandes y mágicos poderes ‘heredados’.
No eran interesados ni nada estos anónimos evangelistas que escribían semejantes fábulas, y las ubican en un mundo imaginariamente lleno de espíritus (Satán, el Espíritu Santo, ángeles, demonios y seres de ultratumba …).
Con tanta fábula la cosa no podía acabar ahí, pues había mucho poder en ejercicio y juego en torno al famoso Reino que le llevó a Jesús a ser asesinado por sedicioso político:
tanto atar y desatar y acojonar al personal con lo que los Herederos Sucesores quieran atar y desatar en el mercado de la salvación, pronto los herederos sucesores del tal Pedro, con tan mágicos poderes divinos llegaron a convertirse en emperadores, y Jefes de los Estados Pontificios y hoy Jefes del poderoso Estado Vaticano y la ICR de la que se arroga ser –aunque no es, pero le da igual- cabeza/roca.
Me temo que con esos evangelios no vamos a resolver los problemas que nos acucian, incluidos los pobres.
A la pregunta que hace Héctor, respondería yo que efectivamente está claro que no queremos que esto cambie a menor nivel material de vida, sino a mayor estado de bienestar, aún a sabiendas que, cuanto más recursos consumamos los países ricos, menos quedará para los pobres.
La realidad es que, en la práctica, nuestros hechos dicen: que se jodan, (como dicen en el congreso de los di-putados, cuando creen que no les oyen).
Ningún partido político propone, ni veremos que proponga, que los inmigrantes sean iguales a los españoles, ninguna Iglesia pretende que todos los recursos son por igual de todos los 7.000 millones de personas que estamos ahora en el planeta, sin distinción de Estados (ni siquiera el Estado Vaticano, paraíso fiscal), ni distinción de clases.
La poderosa clase dominante nunca lo permitirá.
En paralelo, los bienes materiales de la ICR, que son por igual de todos los católicos, nunca van a ser puestos a disposición de todos los católicos por los jerarcas que se arrogan todos los poderes sobre dichos bienes.
Estoy viendo que aquí ¡quien no llora no mama!… suele decirse por aquí en Cataluña..
Así pues, te pediría, Oscar, por favor, cuando pudieras y te fuera bien podrías responderme a mis comentarios de Marcos 9 , del 3 a las 12.11 y del 4 a las 10,47
Hola Oscar
¿O sea que no debimos decir Carmen y yo que el texto de Salvador destilado aquí repite la estructura de lenguaje patriarcal? ¿decir éso es des-valorar y des-prestigiar a Salvador? Y decir eso -sin decirlo abiertamente sino enredado en “palabros” como “arquitectura de Vida humana”- ¿no es a su vez des-valorar nuestro comentario y des-prestigiarnos (como personas que a diferencia de tí no tenemos la capacidad de potenciar lo valioso de la obra de los operarios)?
Más aún, ¿no implicaría entonces todo este ejercicio exegético de Salvador una des-valoración de otras exégesis (llamadas tradicionales)? ¿No se le podría acusar entonces a Salvador de fallar porque crítica es potenciar lo valioso de las exégesis tradiconales, cosa que no aparece en el texto de Salvador?
Me parece que te sienta bastante mal que se diga del texto de Salvador, que no se está de acuerdo con todo lo escrito. Con lo que resultas más papista que el Papa, pues Salvador siempre ha tomado con muy buen agrado el intercambio y que no se esté de acuerdo con él.
saludos
Oscar, lo ha dicho muchísimo mejor que yo. Pues eso.
Yo creo que hay tiempo, necesidad y oportunidad para leer, analizar y hasta divertirse con lectura varias, autores y autoras múltiples, y temas muy variados y diversos. Lo que no me parece justo es que, cuando estamos leyendo a Marcos, se dé a entender que dedicamos demasiado tiempo a leer a Marcos.
Pienso que en atrio se nos ofrece todo tipo de textos y pienso que a cada cual lo suyo. Y que cada cual entre a comentar los que le apetezca, no es obligatorio comentar todo lo que se publica.
Por otra parte, Antonio nos ha sugerido en varias ocasiones que propongamos temas y enviemos escritos.
El Anthrōpos hombre , aquí si bien se dice que se centra en la acción , juega un rol importante por ser el desencadenante de la acción, sin el que no habría habido acción, que consiste en sembrar la semilla, pero hay una acción posterior, que es cuando madura el cosecha…siega con la hoz…recoge sus frutos…
Obviamente, el que está convocando tanto a sus seguidores como a los que están en tierra es Jesús, el inaugura el Reino y explica que es, por lo tanto el hombre el primer hombre que está sembrando el Reino…el que tiene la acción de desatar las primeras potencialidades de convocar a sus seguidores a vivirlo y ser hombres que tiran la semilla es Él…y es aquel que siembra las primeras semillas en sus seguidores y en la multitud…
Entonces aquí la primera referencia al Reino, la segunda alude a la libertad en que la tierra, la multitud, la gente recibe la semilla, unos con una actitud y otros con otra, que ya esta marcadas en la parábola que ya vimos…
La segunda es que los portadores de la semilla del Reino no sólo tienen la tarea de sembrar, es el mismo hombre que hace las dos tareas (por lo que en principio queda más lejana, la interpretación escatológica), es decir recoger el fruto, esto une a aquellos que se abren al Reino y los sitúa en la misión de seguir sembrando, cada fruto, cada persona entra a vivir las dinámicas del Reino, se vuelve un sembrador…Pero la convocación primera, fue hecha por…Por Jesús de Nazareth…Obviamente en el hombre están naturalmente ambas tendencias, la de rechazar el Reino, miren la realidad de la humanidad y el aceptar, miren la realidad de la humanidad (necesitaremos para esta segunda mirada, una mirada más penetrante, que traspase lo evidente)…pero lo que incorpora a la naturaleza humana esa tendencia hacía los valores y las dinámicas del Reino, es la relación con y la respuesta al llamado de Jesús de Nazareth, que como ya dijimos incontables veces, para nosotros (sin imponer nuestra Fe a nadie) es Dios hecho hombre… Con cariño desde Montevideo.- Gabriel
Hola!
Me ocurre pensar que lo que dicen:
* Carmen
* Rodrigo
se hallan en la línea de la Práctica en la Vida humana de AHORA y sus AQUÍES.
Se me ocurre pensar, también, que eso está en la línea de Salvador exegetando a Marcos:
que las responsabilidades persono-sociales de n/tiempo son “DE LO MÁS NATURAL”.
Lo de Salvador cosistiría (para mí es eso):
la construcción de CONTRA-FUERTES sólidos en el ensamblado de una Arquitectura de Vida humana,
sin necesidad de las “sobre-naturalidades” en que se nos hubo etiquetado al Producto JESÚS.
Me es imprescindiblemente importante estos CONTRA-FUERTES si quiero elevarme a mejores resultados humanos.
Me cuido de comprender el conjunto de esfuerzos humanos
¡que no falte ni se desperdicie ninguno de los que ponen el hombro en la Tarea!
Me cuido de “des-valorizar” – “des-prestigiar” cualquier aporte de cualquier persona o asunto que a mí llega.
Para mí: CRÍTICA es la capacidad de POTENCIAR lo valioso que hay en la Obra de los Operarios (la que sea y del volumen que sea) a fin de que yo y otros nos asociemos en la Construcción.
Así es como me pienso ¡Seguir yendo todavía! – Oscar.
Dicho lo dicho, agrego:
Con la expresión “DE LO MÁS NATURAL”
para significar “EL REINO”
yo me sentía interpretar lo que considero “profundidad”
novedosa y sencillamente valiente en las exégesis al uso de las teologías
-aun las más aventuradas por mares nunca d’antes navegados-
en la Interpretación de Salvador:
Un airearnos con un plumazo, de “sobre-naturalidades” beatas.
Sigo ¡Yendo todavía! – Oscar.
Pregunta Héctor ¿que nos falta?
Responderían mis amistades leninistas: un buen comienzo sería dejar de leer el Evangelio de Marcos y tomarse en serio ¿Qué hacer? de Lenin 😉
La frase no es sólo una humorada. Ya decía Pepe Blanco -sin encontrar mucho eco- que poría ser más relevante leer más a otros autores como Fromm, etc. No está tan desencaminado el comentario.
Yo no desestimo que para las personas para quienes juega un papel importante la fe en Jesús, sea relevante este tipo de exégesis. Pero creo que entre lo que nos falta, es dedicar menos horas colectivas a exégesis, y más a reflexion-acción de las realidades concretas. Menos teología y más teoría social, por ejemplo. Menos presentar a Jesús como precursor del feminismo, y más praxis feminista, para retomar el atinado comentario de Carmen.
Por si alguien se animara en esa dirección, comparto un artículo muy interesante de Viento Sur, consistente en el prólogo y la introducción al libro “Las aventuras de Karl Marx contra el barón Münchhausen. Introducción a una sociología crítica del conocimiento”. En el prólogo se muestra cuánto ha avanzado la reflexión sobre la epistemología desde la primera edición del libro en 1985 (Sï, la reflexión epistemológica ha seguido evolucionando después de Kant, de Ortega y Gasset y de Zubiri). Y hace una lista muy interesante de distintas contribuciones a la espistemología, que se vuelve una lista de lectura muy valiosa:
Análisis poscoloniales (Edward Saïd, Anibal Quijano, Enrique Dussel, Dipresh Chajarabaty, C.L.R. James, James Blaut)
Feminismo, del cual se afirma “que tal vez sea la innovación más importante en el terreno de la epistemología y de la sociología del conocimiento del último cuarto del siglo xx” (Christine Delphy, Nancy Hartsock, Patricia Hill Collins, Dorothy Smith, Donna Haraway, Sandra Harding, Kimberlé Crenshaw, Viola Klein, Danièle Kergoat)
Universalismo estratégico (Eleni Varikas)
http://www.vientosur.info/spip/spip.php?article7018
Saludos
Hola!
Al llegar a este Capítulo del Libro de Salvador vi que lo titulaba:
“LO QUE PIDE EL CUERPO“.
Me dije a mí mismo que no lo entendía muy bien, y se lo comenté a Salvador.
No recuerdo ahora si Salvador me dijo el porqué de tal Título en el Libro.
Creo que entonces le di este otro Título que lleva ahora en el “Destilado”.
“EL REINO ES DE LO MÁS NATURAL”
(que Salvador me aprobó)
No sé cómo suena en España o en los otros Países de Habla hispánica.
A mí me importaba obviar el término científico de “Naturaleza”.
La expresión “de lo más natural” que usa el Habla de La Gente
me compendiaba, en cambio, el conjunto de la Vida humana
en todos sus componentes (biológicos, biográficos y socio-culturales).
Si no hube acertado en la claridad, quede ahora indicado, y corriga cada cual según su parecer. Gracias!
¡Vamos todavía! – Oscar.
“primero hierba, luego espiga, luego grano a reventar en la espiga“.
Primero:
Observar como sin mano humana la tierra produce alimentos
Segundo:
Observar como el grano se pudre y vuelve a brotar, factores que les propicia esta podedumbre, y las que le hace germinar
Tercero: cuales fueron los ojos que dieron lugar a la siembra de esta semilla
Fueron ojos de mujer, aquellas que quedaban por estar covalecientes, a punto de parir, en crianza, cuidando a sus ancianas familias, las que vieron como las estaciones propiciaban con sus cambios que el grano brotase germinado de nuevo.
Fueron ellas las que pusieron la mano en la tierra en principio, vieron que tierra y agua, daba hierba, la hierba daba al grano, y el grano seco milido era alimento.
Me resulta muy curioso los terminos hombre para todo el texto, más cuando significa un volver y revolver todo en otra nueva mirada y conceptos.
Y me da pena porque aunque esta ICAR, callese derrumbada la mujer no tendriamo otros paradigma… siempre el hombre como telón ocultador y velo de la mujer.
¿No es tiempo que el grano de fruto?
¿No es tiempo de que el grano muerto brotase de nuevo en otro espíritu?
¿No es tiempo de enterrar a los muertos?
¿No es tiempo de dejar de escucharnos desde el ombligo de hombre?
Y por favor, no volvamos con aquella de que hombre es igual a Humanidad, porque ya esto está muy desfasado. Si volvemos a releer, interpretar ¡Hagamosló! Pero de verdad, cogiendo a D*s, sin àrticulo masculino… D*s no es hombre, por lo tanto no es él ¡D*s es quien es! ¿quién pude decir su sexo?
Y sí no lo tiene, porque es él, y no ella….
No pensaba entrar porque hasta yo me aburro ya de esta guerra perdida, pero bueno… dejo lo que no se cuestiona pero que subyace en todo este y los otros temas, y que me hacer revelarme contra la forma de hacer una nueva lectura igual de patriarcal, igual de androcéntrica y machista la Divinidad que ni yo sé cada vez más si en verdad existe, o solo es un cuento contra el miedo, o para meternos miedo.
Qué fácil es tratar de meterse en el texto de Marcos para entender su contenido y luego terminar olvidándose de ese contenido. El contenido es la productividad de la tierra, la certeza de que la semilla que cae en la tierra germina, germina siempre. Hace falta estar a la escucha, abiertos a la palabra que nos llega. Y entonces que no nos pase lo de la parábola anterior: cae la semilla y se la comen los pájaros.
Hace falta como nos advierten nuestros comentaristas que sigamos sentados con la gente en la t ie r r a , con las manos puestas sobre la tierra para sentirla mejor, a pocos metros del Galileo que nos habla desde la barca agua, separados de él solo por el corto espacio de la orilla. Oímos su voz que nos llega clara y precisa: la multitud guarda profundo silencio, todos atentos a lo que dice.
¿Nos sentimos aludidos? Entonces ¿qué es lo que nos detiene? Ya sabemos que la semilla va a producir por la fertilidad de la tierra. ¿Qué puede detener a un sembrador? Pensemos que somos sembradores. Ya me siento sembrador. Cansancio, pereza, falta de decisión, la invasión de los medios que no nos dejan pensar ¡qué se yo! Quisiera que alguien me dijera hoy en el siglo XXI, ante una tierra fértil, ante un mundo que necesita ahora más que nunca encontrarse con lo más natural, con el Reino. ¿qué nos está pasando? ¿Será que a nosotros tampoco nos interesa que esto cambie?.
Pensemos por un momento: la cantidad que propone la ONU a para detener el hambre y la muerte en el Sahel africano son uno 750 millones de Euros Esto ya nos está hablando de desigualdades intolerables aquí en la t i e r r a . Para rescatar a cualquiera de la naciones europeas que pasan de los 500 puntos de prima de riesgo se están pidiendo 3.000 millones de euros. Si eres europeo, ser rescatados quiere decir mantener el nivel económico alto en que vives: coche, casa, educación alta, toda clase de comodidaes . Para los africanos no hay primas de riesgo la medida es el hambre.
Que esto no es el Reino está claro. Que el Reino esta en medio de nosotros está claro. Que la t i e r r a es fértil está claro. ¿Qué no falta? Díganmelo.
A vuestra espera Héctor
1.- Dicen unos que lo natural es el sistema social basado en el poder, la desigualdad, la opresión, etc. Dice Salvador que Marcos dice que Jesús quiso decir que lo natural es la sociedad alternativa. Digo yo que lo natural….no existe en las realidades sociales. Todas las realidades sociales (tanto sus expresiones opresoras como sus expresiones liberadoras) son construcciones sociales, contetual e historicamente situadas. Los nautalismos, ontolgismos y existencialismos no me covencen en las ciencias sociales. Tan mitológico e idealista me parece decir que la desiguldad es natural a la persona humana, como decir que la igualdad lo es.
En México tenemos una expresión: esto es no’más voltear la tortilla. Es equivalente a otros dichos como “es el otro lado de la misma moneda”. Me parece que afirmar que lo natural es el Reino es no’mas voltear la tortilla; cuando el quid es que la moneda no existe, ni en su cara ni en su anverso.
2.- Puestos a mirar desde otras perspectivas, permítanme ahora recurrir a mis experiencias con organizaciones marxistas. El título entonces podría ser “parábola de la acumulación de fuerzas”; si ponemos a leninistas frente a stalinistas, podría ser “parábola de la construcción revolucionaria conforme a condiciones objetivas y subjetivas, en contra del infantilismo aventurero” y si ponemos a maoistas frente a guevaristas, el título podría ser “parábola de la línea de masas en contra del vanguardismo foquista”.
Trataré de explicarme. En tiempos de Jesús el contexto social era de preparativos para una insurrección armada bajo la dirección de un Mesías; misma que realmente ocurrió pocos años después. Parece claro que Jesús se distancia de esa estrategia, considerando que serán derrotados. En el texto de Marcos, aparece la intención de proclamar a Jesús como Mesías, y contesta Jesús con estas parábolas de confianza de que no se piede forzar el Reino. No es descabellado interpretar estas parábolas como desincentivar la acción armada de los zelotes. Si esto lo leyeran los marxistas en general, coincidirían que antes de la cosecha, hay que dejar que madure sin forzar el contexto revolucionario (de ahí el posible título de “acumulación de fuerzas” que es una fase previa a la fase de agitación). Si lo leyeran leninistas coincidirían que hay que desarrollar las distintas etapas del movimiento, conforme a la madurez de condiciones objetivas y subjetivas,sin tratar de forzarlas con la enfermedad del infantilismo revolucionario que denunciara Lenin; mis compas maoistas concidirían que la dirección política debe aguardar hasta que las masas maduren y estén listas para grandes movilizaciones revolucionarias, en contra de la estrategia guevarista de crear un foco guerrillero con la esperanza de que las masas se agiten y unan a la revolución.
Por supuesto, no digo que esto haya estado en la mente ni de Marcos ni de Jesús. Pero al menos me hizo recordad literalmente cientos de horas de discusión con mis compas “marxianos”.
saludos
Muy buena esta síntesis: “-Considerar que el Reinado de Dios es lo natural al hombre supone aceptar que la igualdad es el principio básico sobre el que debe estructurarse la sociedad humana. Eso resulta intolerable para el sistema.”
Cuanto falsea lo natural al hombre, o hace de ello un artificio manipulado, influye en el desequilibrio de la realidad, intentando y consiguiendo que la Humanidad no sea, ni esté considerada humana, acomodándose a la Razón de la Fuerza, en vez de lo que le sería natural, recurriendo a la Fuerza de la Razón, rechazando el impulso de una añoranza de animalidad, imposible de alcanzar como realidad natural.