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De–construir el Estado de la Ciudad del Vaticano

No sé si alguien se habrá molestado en hojear el libro de Héctor Torres Rojas, autor colombiano. Yo lo estoy leyendo y me parece muy bueno. Lo encontré en un artículo del mismo Torres Rojas en el portal feminista Evangelizadoras de los Apóstoles escrito precisamente para animar el debate suscitado por el artículo de Tamayo, publicado también en ATRIO el 14 de Agosto y reproducido en todo el mundo. Pocos comentarios han ido al fondo de lo planteado por Tamayo. Aunque en un comentario publiqué algo, recojo aquí todo el artículo. A ver si  nos anima a discutir sobre las estrategias reales para esta deconstrucción.

Para alimentar el debate abierto por Juan José Tamayo

De–construir el Estado de la Ciudad del Vaticano

Héctor Alfonso Torres Rojas

El artículo del teólogo Juan José Tamayo, “Vaticano, herejía del cristianismo”, ha despertado mucho interés, porque interpreta el sentir de muchas y muchos creyentes, altamente preocupados por el futuro del Evangelio y de la Iglesia.  La cuestión de las reformas de la Santa Sede, del Estado de la Ciudad del Vaticano y de la Curia vaticana no fue tocada en el Concilio Vaticano II, porque se atravesaron múltiples intereses curiales, cardenalicios, episcopales y de esos múltiples monseñores que viven en los pasillos de los palacios vaticanos y diocesanos.

Es una cuestión pendiente, que clama otra vez, y sobre todo teniendo en cuenta los escándalos vaticanos de los dos últimos años. Es una cuestión urgente que será nuevamente aplazada, pero que ya no puede ser acallada. Es una cuestión que interesa a otras iglesias y a la opinión pública, creyente o no.

Para alimentar el debate, quiero enumerar otros temas que hacen parte de ese conjunto Santa Sede/Estado de la Ciudad del Vaticano. Esos temas-cuestiones configuran parcialmente la Segunda Parte del libro “¿Iglesia sin futuro”? o “¿Futuro sin Iglesia”?

A propósito del Estado de la Ciudad del Vaticano, se pueden hacer las siguientes afirmaciones:

  • ** No lo propuso Jesús de Nazaret.
  • ** No entra en el espíritu, la lógica y la letra del Evangelio.
  • ** Es una estructura de PODER POLÍTICO, que recibe frecuentes críticas desde la filosofía laica, la sociedad laica y el estado laico, porque se analiza como la interferencia de un Estado confesional sobre los estados laicos.
  • ** Desde el Evangelio, es necesario de-construir la Teocracia y el Poder  Monárquico del Pontífice. El Pontífice debe ser ante todo “Padre” y no Jefe de Estado.
  • ** Es un imperativo de-construir estructuras burocráticas y muy poco o nada  democráticas de las congregaciones o ministerios de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano,
  • ** Que, además, consumen un presupuesto enorme, que riñe con la Iglesia Pobre y al servicio de los Pobres
  • ** De-construir las nunciaturas. No deberían existir. Es un gasto nada evangélico. Hacen contrapeso a las iglesias locales.
  • ** Deconstruir la teología que super valora a la Jerarquía y al Obispo, en detrimento de la Iglesia-Pueblo de Dios

Obispo Pedro Casaldáliga: “Cierta jerarquía de la Iglesia no aporta nada, sólo  excomulgan y prohíben“.

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Y dice Antonio Aradillas:

“La medianía del episcopado desvitaliza”

Obispos, ¿acólitos del Papa?

“El tipo de obispo que interesa es el dócil, obediente a la ortodoxia y nada abierto”.

“A los obispos los eligen e imponen hoy los Nuncios de los diversos países y la Curia romana. Sus nombramientos se les suelen atribuir a los Papas, pero a este se lo dan todo hecho” (31 de julio de 2012).

Si  no se de-construyen esas y otras estructuras, la Iglesia no será, de verdad:

  • ** Iglesia-Pueblo de Dios
  • ** Sacerdocio Universal de los Fieles
  • ** Comunión en la Fraternidad-Comunidad de Iguales
  • ** No será Iglesia Pobre y Servidora
  • ** No habrá colegialidad episcopal auténtica
  • ** Los sínodos episcopales seguirán siendo controlados
  • ** Las conferencias episcopales nacionales no tendránverdadera autonomía
  • ** Hay demasiada Institución eclesiástica centralizada desdela Santa Sede/Estado de la Ciudad del Vaticano y poca Iglesia-Comunidad
  • ** Deconstruir la teología clerical que causa detrimento a la teología y a la praxis del Pueblo de Dios.
  • ** Se hace necesario desclericalizar la Iglesia.

Parte de estos temas-cuestiones son analizados en artículos y/o columnas de opinión por diferentes autores, que ofrecemos a continuación, para alimentar el conocimiento, la reflexión y el debate.

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La reforma de la Institución eclesiástica sigue pendiente

Teólogo Juan E. Estrada

…..
“Pablo VI recogió algunas demandas, procedió a internacionalizar la curia y a disminuir el peso de italianos y europeos; a poner un límite de edad a los obispos y a los cardenales electores; y a instaurar un sínodo episcopal que se reuniría regularmente y que sería autónomo de la curia romana. A estas iniciativas se opuso un sector importante de las congregaciones romanas, así como la minoría conciliar que se convirtió en mayoritaria durante el pontificado de Juan Pablo II. Las propuestas del Concilio quedaron a mitad de camino y se frustraron porque los encargados de llevarlas a cabo fueron muchos de los que se opusieron a las iniciativas conciliares.

Cincuenta años después, la necesidad de una reforma de la curia, de las congregaciones y del gobierno pontificio permanecen. Ha fallado la ansiada transformación de las estructuras y modo de gobierno, y se amontonan los escándalos, los problemas y el desconcierto de los católicos. Primero fue el escándalo de la pederastia: no solo los miles de casos que aparecieron, sino el silencio continuado y la protección de los causantes, a costa de las víctimas. Ahora el panorama se complica y se publican cartas de nuncios que hablan de corrupción y de abusos económicos, de los cuales ha habido otros casos en los últimos decenios. Y se añaden ataques contra el secretario de Estado; anuncios de un supuesto plan para acabar con el papa, que vuelve a recordar a Juan Pablo I; filtraciones de documentos secretos por prelados; enfrentamientos y luchas de poder. L’Osservatore Romano se refirió al papa como el pastor entre los lobos.

Algo huele a podrido en la cúpula de la Iglesia. El poder corrompe a las personas en las instituciones, y las religiosas no se escapan. La necesaria reforma de hace 50 años sigue pendiente y es más necesaria que nunca. Incluso la internacionalización parece frenada y el reciente cónclave de cardenales es marcadamente europeo e italiano (casi la mitad de los cardenales electores pertenecen a la curia romana y África e Hispanoamérica han sido omitidas)…

Juan E. Estrada, teólogo español, columna de opinión

http://laicos.antropo.es/x806-Estrada.htm

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Propuesta de carácter inmediato para empezar a salir de la crisis

El Vaticano en crisis

José María Castillo, teólogo

Redes Cristianas, Madrid, junio 11 de 2012

El Vaticano nunca se ha distinguido por su transparencia informativa. Por eso, en este momento, no sabemos lo que realmente está ocurriendo en el Estado cuyo jefe es el papa. Lo único que sabemos con seguridad es que, tal como está organizado el gobierno de la Iglesia, hay razones muy serias para temer con fundamento que esto seguramente tendrá consecuencias muy graves. Por supuesto, sabemos de sobra que la Iglesia ha tenido que soportar no pocos escándalos vaticanos. Pero éste se ha venido a presentar en unas circunstancias históricas que lo hacen más peligroso y de más sombrías consecuencias.

Cuando la crisis de la religión arrecia más en los países más industrializados del mundo. Cuando esa crisis se nos presenta en los años de la peor crisis económica y política de ámbito mundial que hemos tenido que soportar. Cuando los escándalos de orden moral, dentro de la Iglesia católica, la vienen azotando de forma que la desbandada de fieles que abandonan sus creencias y sus prácticas religiosas resulta cada día más preocupante. Cuando el episcopado católico, en no pocos países, da la impresión de andar desconcertado y, desde luego, no preparado para afrontar los problemas que acabo de apuntar.

En estas condiciones, nos enteramos de que los enfrentamientos por el poder – un asunto tan inhumano y tan anti-cristiano – están destrozando la lucidez, la serenidad y el clima espiritual que tendría que dominar en el cúpula del gobierno eclesiástico. ¿Qué hacer en estas condiciones?

Como es lógico, sería una ingenuidad presentarse ahora diciendo: “yo tengo la solución”. Si no sabemos, a ciencia cierta lo que ocurre, ¿cómo le vamos a poner la solución a un problema que no conocemos en sus raíces y sus aspectos más determinantes?

Sea lo que sea de todo esto, una cosa es cierta: esta crisis vaticana se produce en un momento que la agrava especialmente sobre todas las demás que se han dado en la historia. En otros tiempos, las crisis del papado surgieron cuando, en los llamados países cristianos, existía un “régimen de cristiandad”. Por eso el tejido social, por más deteriorada que estuviera la cúpula cardenalicia y el mismo papado, seguía vinculado a la religión y a la Iglesia.

Hoy ya no existe “régimen de cristiandad”, sino una secularización descarada y galopante, que, por sí sola, empuja a grandes sectores de la población a abandonar la religión, la fe, las prácticas sagradas, las tradiciones eclesiásticas, etc., etc. Por eso, hoy, un papado ejemplar sería una tabla de salvación para mucha gente. Pero, por desgracia, carecemos de esa ejemplaridad. Y por eso la Iglesia se hunde en la crisis.

¿Se puede hacer, en este momento, una propuesta audaz, que sirva de respuesta para una crisis apremiante? Con la debida modestia y humildad, me atrevo a proponer un camino de solución que se basa en los puntos siguientes:

1) El cardenalato no pertenece a la estructura jerárquica y sacramental de la Iglesia. Por tanto, se podría prescindir de él. El cargo de cardenal es una mera dignidad, que lo mismo que se da, se puede quitar. Y a la Iglesia no le ocurriría absolutamente nada por eso.

2) El Concilio Vaticano II, en la Constitución sobre la Iglesia (nº 22), dijo que “el orden de los obispos… junto con su Cabeza, el Romano Pontífice, y nunca sin esta cabeza, es también sujeto de la suprema y plena potestad sobre la Universal Iglesia, potestad que no puede ejercitarse sino con el consentimiento del Romano Pontífice”.

3) En este momento, no se puede pensar seriamente en un Concilio Ecuménico, dado el tiempo y el gasto económico que eso llevaría consigo.

4) ¿No sería razonable que los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo católico propusieran al papa una reunión extraordinaria para programar un camino de solución a la situación presente, al margen del Colegio cardenalicio?

Habida cuenta de que, al hacer esta propuesta, no se toca para nada ningún dogma de la fe cristiana, ya que todo lo dicho son cuestiones jurídicas y organizativas, parece razonable que esta propuesta, con las matizaciones que fueran necesarias, se hiciera objeto de estudio en orden a adoptar las decisiones más urgentes que se pudieran tomar en el momento presente.

Nota. HATR colocó los párrafos en rojo.

De cuervos y mayordomos infieles

Por Juan María Laboa

Licenciado en Filosofía y Teología y doctor en Historia de la Iglesia por la Universidad Gregoriana de Roma – Religión Digital, Domingo, 17 de Junio de 2012

EL Vaticano provoca, a menudo, fascinación y deseos incontenibles de conocer los misterios que parece ocultar. Se trata, en el fondo, de una institución que parece heredar los excesos del Imperio romano, las pasiones de Bizancio, las intrigas medievales, el aparato deslumbrante renacentista y las exageraciones barrocas. En realidad, los cristianos podríamos resumirlo más modestamente afirmando que sigue habiendo mucha vasija de barro para contener y, a veces, ocultar el Espíritu.

Se sabe muy poco, todavía, de lo que tanto se habla y escribe en estos días. ¿Hay una intriga para desbancar al secretario de Estado? ¿Podemos presumir que hay cardenales y obispos manejando los hilos? ¿Detrás del conflicto existe un plan para poner en primera fila a candidatos aceptables para la próxima Sede vacante? …

Está claro que se han publicado bastantes docenas de documentos confidenciales y secretos gracias a un robo masivo perpetrado en la habitación privada del papa -probablemente, la más reservada y oculta de las existentes- por parte, al menos, del hombre de confianza de Benedicto XVI…

Descubrimos en los documentos un mundo cerrado de envidias, de lucha inmisericorde por escalar puestos, de denigración de personas respetables con el fin de conseguir sus intereses, ocultando irresponsable e interesadamente actuaciones que acabarían por dañar el prestigio de la Iglesia y, también, nos topamos con las entrecruzadas relaciones de obispos o cardenales con periodistas y políticos italianos en activo. Si tenemos en cuenta las acusaciones lanzadas en los documentos, muchos han utilizado con desenvoltura medios ilícitos o poco edificantes para conseguir sus propósitos.

En otro orden de cosas, pero en el mismo ámbito espacial, los aparentes desórdenes del IOR, el banco vaticano en el que depositan sus haberes tantas congregaciones misioneras, religiosos que gobiernan innumerables instituciones de educación o de sanidad, los organismos de gobierno de la Santa Sede, quienes trabajan en estas instituciones y un buen número de laicos, de alguna manera relacionados con esta inmensa maquinaria eclesial.

Dios nos libre de libertadores que han descubierto que Jesús era burgués y que ya no es necesario preocuparse tanto por los pobres y marginados. Para mafiosos, mejor los de siempre

Probablemente, un estudio comparado nos confirmaría que todas estas marrullerías son las mismas que se repiten en las administraciones de los diversos países. Solo que en Roma muchos de los protagonistas llevan solideos púrpura o morados. En la Iglesia no existen oficialmente partidos, ni campañas electorales ni ambiciones por lograr puestos o subir el escalafón, pero, dado que el corazón humano se mueve, casi siempre, por las mismas pasiones y ambiciones, los pecados y las infidelidades son las mismas. No olvidemos la insistente recomendación de Jesús, “no así vosotros”, tantas veces olvidada por sus discípulos.

Siempre habrá sido así, pero en nuestros días está adquiriendo una gravedad inusitada, a causa de las omnipresentes comunicaciones sociales y de una nueva sensibilidad que hace que el conocimiento de estas actuaciones golpee nuestras conciencias y se refleje dramáticamente en la falta de prestigio de una Iglesia que, por otra parte, dedica sus mejores miembros y gran parte de sus bienes al mundo de los pobres y de la marginación.

De todas maneras, tengo la impresión de que cuanto sucede hoy y desde hace siglos se debe fundamentalmente a las intrincadas relaciones entre eclesiásticos, políticos y negociantes, la mayoría italianos, que componen redes de clientelismo, amiguismo y chanchullos, de imprevisibles consecuencias, en una mezcla deletérea de un catolicismo muy politizado y una política menesterosa de una religión a la que manipular. El clericalismo, no siempre creyente, y los intereses bastardos, disfrazados de pietismo, conjuntados, constituyen las tentaciones del desierto, a menudo presentes en la historia de la Iglesia.

Un papa anciano y extranjero o un cardenal canadiense, parachutados en este ambiente, pueden ser esquilmados, engañados o ninguneados, pero no resulta fácil darse cuenta. “Aquí todo se decide y se hace en nombre del Santísimo (el Papa), pero éste no se entera”, solía decir Juan XXIII. Por otra parte, en el caso actual encuentro un agravante: la nueva costumbre de escribir directamente al Papa, saltándose los intermediarios y filtros habituales, y una manera de expresarse que manifiesta, con las habituales fórmulas melifluas y obsequiosas, una cierta reconvención al mismo Papa.

No cabe duda de que la situación del mundo y del cristianismo exige, sin embargo, un cambio radical y romper con el modelo medieval y decimonónico existente en Roma (y en algunas diócesis), romper con un estilo áulico, de monarquía absoluta y validos, con un talante casi mafioso de falta de respeto de los derechos individuales de los creyentes. Ha llegado la hora de una mayor participación de toda la Iglesia en su marcha, de un sínodo romano operante en las cuestiones importantes, de una efectiva colegialidad de los obispos, elegidos al margen de intereses de minorías. Si esto sucede, la Curia romana ya no sería un órgano mediador entre el Papa y los obispos, sino un órgano administrativo y ejecutivo al servicio del Papa y del colegio episcopal, salvándose así muchos de los inconvenientes actuales. Juan Pablo II indicó a los cristianos la necesidad de estudiar nuevas formas de ejercer el ministerio pontificio. El Concilio Vaticano II propuso algunos. Creo que ha llegado el momento de afrontar el tema con transparencia.

Cuentan que algunos grupos integristas de nuevo cuño, con nombre y apellido, están escandalizándose y denunciando cuanto sucede en Roma con la inocente intención de hacerse ellos con el poder. Dios nos libre de estos libertadores que han descubierto que Jesús era burgués y que ya no es necesario preocuparse tanto por los pobres y marginados. Para mafiosos, mejor los de siempre.

Fuente. WWW.religión digital.com. Madrid, Junio 17 de 2012.

Nota. El autor del libro, HATR, colocó en negro y en rojo, algunos párrafos.

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Cómo nació la Curia Vaticana

Xavier Pikaza, teólogo, España

Redes Cristianas, junio 11 de 2012

Curia es la “casa del Kyrios” o Señor, con sus departamentos, habitaciones y servicios. En sentido estricto, en la Curia sólo hay un Kuros o Kyrios, y los demás son servidores. Ésta es una palabra que cuadra con la administración del Vaticano, que nació en su forma actual tras el Concilio de Trento.

Antes, la Iglesia de Roma tenía una administración patriarcalista, con sus valores y defectos, aunque en los últimos decenios había caído en un fuerte nepotismo, gobierno de clanes, nepotes, familias, según turnos papales. Pero, en un momento dado, en la segunda mitad del siglo XVI, cuando se organizaban los nuevos estados (España, Francia, Inglaterra), también el Vaticano quiso e instituyó un “gobierno racionalizado”, con el Kyrios-Papa y sus delegados y administradores, como indicaré.

Esa administración curial ha funcionado, pero ahora parece absolutamente en Crisis, y no sólo, ni principalmente, por las declaraciones del Cuervo (que son puramente marginales, asunto de navajas que se dan en todo círculo de poder cerrado…). La crisis es muchísimo más honda,en clave social y, sobre todo, evangélica. O todo cambia (cesa y se recrea) en aquella Curia barroca (del 1588) y absolutista, o mal futuro tiene el Estado Vaticano con ella.

Para alumbrar algo el tema, con mi pequeño candil de pueblo, quiero ofrecer una breve reflexión sobre el origen de la Curia Actual. Para otro día pueden quedar otros temas, como su prehistoria (Reforma Gregoriana), sus trece poderes actuales… y su posible “liquidación”.

(Ejemplos de liquidaciones recientes tenemos los viejos del lugar: la del Estado Franquista en España, la de la URSS, etc). Buen día a todos… incluido el Cuervo.

((Nota: El cuervo-paraguas negro de la imagen es demasiado claro para ser verosímil. Por eso, los expertos buscan agentes dobles. El cuervo que sigue es de teatro, quizá más hermoso)).

Introducción particular

Ayer dije que este Papa quiere hablar de Jesús (¿podrá terminar la tercera parte de su libro Jesús de Nazaret?), pero la Curia sigue su dinámica de monseñores y submonseñores… una rueda triste de comisiones y trabajos para salvar las apariencias de que se hace algo, cuando muchos pensamos que no es necesario que se haga de esa forma, ni en Roma, de manera centralizada, pues el 90% de las cosas que hace la Curia Vaticano no derivan del Evangelio, ni son convenientes para las Iglesia.

Algunas cosas no deberían existir ni hacerse (IOR, Estado Vaticano, nunciaturas…); otras deberían hacerse mejor, pero de otra forma (desde las mismas diócesis, o en forma de reuniones colegiadas…)

Ni el Papa anterior (Juan Pablo II), ni éste (Benedicto XVI) han sido capaces de entrar en la Curia, de eliminar todo aquello que sea directamente evangelio, de “gobernar” en transparencia y fraternidad…

Así, por ejemplo, todo el problema del Cuervo y los secretos del Vati-Leaks (a no ser los de normal privacidad) se arreglaría inmediatamente, publicando los papeles, directamente, sin esperar al pájaro negro, que también es de Dios. Se vería que las cosas no son tan malas, que la gente del Vaticano en general es buena, aunque el tipo de poder corrompe; son cuatro siglos y medio, en la misma línea, son demasiados y además responden al absolutismo post-tridentino del miedo, no a la libertad del evangelio

Lo mejor que pueden hacer el Papa y Bertone es poner todas las cartas sobre la mesa, todas (no esperar a que el Corvo la publique), menos aquellas que son de intimidad personal. Hace falta dejar de Gobernar como Curia, con un Kyrios superior con sus secretos y sus subordinados. La inmensa mayoría de los funcionarios del Vaticano podrían disolverse, pues sus funciones no responden al evangelio.

Por eso, me da gran tristeza el método del Corvo… pero probablemente es bueno y necesario. Que mañana el Papa y Bertone digan: Estos son los papeles, aquí los tienen todos… Esto es lo que hay, no tengamos miedo… Deben acabar 450 años de iglesia post-tridentina. Por eso me parece bueno recordar el origen de la Curia actual, con su administración centralizada… Nada, menos de 450 años, un ayer que puede pasar, para que encontremos caminos nuevos de administración evangélica. No para “no hacer”, sino para hacer más y mejor, de forma evangélica, en las iglesias del ancho mundo cristianos

Nota previa, tras el Concilio de Trento:

Acabado el Concilio de Trento (1445-1563), la Iglesia Católica se organizó, desde su centro de Roma, cuidando de un modo especial su administración, su unidad y su doctrina. En este momento empezaron a introducirse en las parroquias y diócesis los “libros” de matrimonios y bautismos, de forma que se inicia, una era de racionalización burocrática de la sociedad, a través de la Iglesia. Al mismo tiempo se cuidó la formación intelectual y moral (personal) de los sacerdotes, creando para ello “seminarios” adecuados, y vigilando de un modo consecuente el celibato del clero. En ese contexto se inscriben las reformas de Pío V y, sobre todo, la estructuración de la Curia Vaticana, como órgano de gobierno del papa, que realizó Sixto V.

Pío V (1566-1572). Catecismo, Breviario, Toros (todavía sin curia)

Fue el primer papa después del concilio. Pertenecía a la Orden de los Dominicos, y había sido profesor de teología y gran inquisidor, famoso por su autoridad y su firmeza. Volvió a proclamar la supremacía absoluta de la Sede Vaticano sobre el conjunto de la Iglesia y de la sociedad, en una bula titulada In Coena Domini (1568), que debía leerse y se ha leído en las iglesias católicas en la celebración de la “Cena del Señor”, del Jueves Santo, a lo largo de dos siglos (aunque ya no se lee, las mismas cosas eternas pasan).

Pío V se propuso no sólo la reforma de la fe, tal como está condensada en el Catecismo Tridentino, promulgado bajo su mandato (1566), sino que quiso superar también los “abusos” y singularidades litúrgicas, publicando un manual uniforme de oración clerical y monacal (Breviarium Romanum, 1568) y, sobre todo, un formulario litúrgico también unificado para la celebración eucarística (Missale Romanum, 1570). Ambos, breviario y misal, se han seguido utilizando, con ligeros cambios, hasta el Vaticano II.

Pio V promovió, sobre todo, la reforma del clero, insistiendo en la creación de seminarios para su formación. También quiso “moralizar” las costumbres de la sociedad, especialmente en Roma (prohibición de la blasfemia, expulsión de las prostitutas etc.). Entre sus documentos hay uno en el que prohíbe, bajo pena de excomunión, la fiesta de toros (De Salute Gregis Domini, 1567). De un modo lógico, consciente de su poder sobre la Iglesia de España, el rey Felipe II prohibió la difusión de esa bula en sus reinos, por lo que las fiestas de toros se siguieron celebrando.

Sixto V (1585-1590). Curia vaticana

Pero más importantes y duraderas que las reformas de Pío V fueron las de su sucesor Sixto V (1585-1590), un papa de la Orden Franciscana, que se propuso racionalizar el gobierno de la Iglesia. Ciertamente, los papas habían tenido ya una buena organización, pero de tipo más bien “familiar”, y, en los últimos tiempos, propensa al “nepotismo”, es decir, al encumbramiento de sobrinos y parientes. Pues bien, siguiendo el modelo de los nuevos estados centralizados que estaban triunfando (Francia, España, Inglaterra), Sixto V creó la administración unificada de la curia romana (Bula Inmensa Aeterni Dei, 1588), que se ha mantenido con pequeñas reformas hasta la actualidad. Éste es su preámbulo:

“La infinita sabiduría de Dios eterno, ha puesto en su creación una maravillosa armonía como arquitecto de todas las cosas, dando a cada una su propio fin, y uniendo todas entre sí en manera que todas se sirven recíprocamente. Así también ha dividido los habitantes de la Jerusalén celestial en diversos órdenes, de los cuales los más elevados iluminan a los otros para comprender mejor la voluntad de Dios. El ha dividido también el cuerpo de la Jerusalén militante a imagen de la triunfante en diversos miembros con su jefe, unidos por medio del vínculo de la caridad, que se ayudan recíprocamente.

El Romano Pontífice, que ha sido constituido cabeza visible del cuerpo de Jesucristo que es la Iglesia…, llama a sí a muchos colaboradores, ya sea los obispos… ya los cardenales, como miembros los más nobles y próximos al jefe, como los apóstoles con Jesucristo. Por tanto el Romano Pontífice, a ejemplo de Moisés, que por orden de Dios instituyó el senado de los 70 ancianos para que éstos junto con él se hicieran cargo del pueblo, divide el peso pontificio con los cardenales, siempre guiado por el pensamiento de que todos los que buscan refugio en la Santa Sede, tanto por piedad como para tutelar los propios derechos, para obtener favores, etc. lleguen seguros y puedan negociar más fácil y prontamente sus propios asuntos…» (Texto en http://www2.fiu.edu/~mirandas/immensa.htm).

Este ideario de fondo ha guiado la constitución de las 15 Congregaciones (Ministerios) del Estado Papal de la Iglesia, presididas por cardenales (9 para asuntos espirituales y 6 para asuntos temporales, mezcladas entre sí).

Léanse de nuevo estas palabras de la Bula fundacional de la Curia… Son hermosas, me sumo a ellas y canto de gozo; son platónica (neoplatónicas), son de Antiguo Testamento, son muy buenas… Pero tienen el simple defecto de no ser cristianas. No provienen de Jesús ni de su evangelio… ni son ya actuales (año 2013)…, pues hay otras visiones de la Administración y del Derecho.

Pero sigo con el tema:

Las Congregaciones debían reunir cada semana para tratar de sus asuntos; y cada semana debía reunirse también el consistorio (formado por los cardenales presidentes de las congregaciones), formado así una especie de “consejo de ministros” de la Iglesia, siempre al servicio del Papa, que tenía por sí mismo toda autoridad. De esa manera ayudaban al Pontífice en el gobierno de la Iglesia. Éste era el nombre y función de las 15

congregaciones,  que han seguido, con variantes, hasta el momento actual (recuérdese que estamos en los tiempos de Felipe II, el rey gobernador de las Españas):

1. Santa Inquisición.  Había sido instituida por Pablo III (1542). La presidía directamente el Papa, y tenía la finalidad de mantener la fe. Vigilaba las herejías, iba en contra de los abusos en la administración de sacramentos, y se ocupaba de luchar en contra de los cisma y de los pecados en contra de la fe (apostasía, magia, adivinación…).

2. Signatura Apostólica. Llamada también “Congregación de gracia”. Estaba bajo la dirección del Papa. Actuaba como Tribunal Supremo y como “notaría apostólica” de la Iglesia. Preparaba los documentos (Breves apostólicos, Bulas…) que debían proponerse para la firma del Papa.

3. Congregación del Consistorio. Se encargada de la fundación de nuevas diócesis. Preparaba asimismo la agenda secreta del Papa, funcionando también como una especie de corte de justicia del Papa.

4. Congregación para asuntos económicos. Solía llamarse la “annona” (arca, almacén…) y estaba encargada de vigilar las cuentas económicas de la Santa Sede y de distribuir limosnas a los pobres.

5. Congregación de ritos y ceremonias. Era quizá la más significativa después de la Inquisición. Trataba de la canonización de los santos, de la preparación y corrección de los libros sagrados (pontifical, ritual, ceremonial, misales etc.) y organizaba todo lo relacionado con el culto.

6. Congregación para la defensa del Estado Pontificio. Se ocupaba del ejército del papa y especialmente de su flota, para limpiar la costa de piratas, defender a los peregrinos y garantizar de la seguridad pública.

7. Congregación del Índice de Libros prohibidos. Instituida ya por Pío V en 1571. Sus miembros debían completar y actualizar el elenco de libros prohibidos, para defensa de la fe católica, con ayuda de algunas universidades católicas más significativas (Salamanca, Lovaina, París y Bolonia).

8. Congregación para la interpretación del Concilio (de Trento). Sólo el Papa podría interpretar los decretos dogmáticos. Esta Congregación interpretaba los decretos disciplinares, teniendo que consultar con el Papa cada vez que lo hacía.

9. Congregación para los agravios en los Estados Pontificios. Recibía las quejas que los miembros del clero y los ciudadanos de los Estados Pontificios elevaban contra el funcionamiento del Estado.

10. Congregación para la Universidad de Roma. En principio regulaba el funcionamiento de la Universidad de Roma. Pero pronto recibió el encargo de ocuparse de todas las universidades católicas, vigilando sobre su ortodoxia, especialmente en el campo de la teología y del derecho canónico.

11. Congregación de religiosos. Regulaba las cuestiones relacionadas con las órdenes religiosas, dirigiendo su funcionamiento, el paso de los religiosos de unas órdenes a otras, la exclaustración etc.

12. Congregación de los obispos. Se ocupaba de todo lo relacionado con los obispos y demás “prelados” en el gobierno de las iglesias; proponía candidatos para visitadores apostólicos y para vicarios apostólicos, y se ocupaba de la inmunidad eclesiástica y de los bienes de la Iglesia.

13. Congregación de calles, puentes y aguas. Se encargaba de las obras públicas del Estado Pontificio, actuando como un ministerio de fomento.

14. Congregación para la Tipografía Vaticana. Estaba encargada de imprimir sin errores los libros eclesiásticos, en especial las biblias en hebreo, griego y latín; publicaba los decretos pontificios y los documentos de los concilios ecuménicos y de los Santos Padre.

15. Congregación de la consulta. Se ocupaba de resolver las dudas y conflictos, especialmente en causas civiles y criminales para los ciudadanos del Estado Pontificio.

De esa manera, con la ayuda de quince congregaciones o ministerios, la Curia Vaticana pudo racionalizarse, superando el peligro anterior del nepotismo y la improvisación, con un cuerpo de funcionarios estables. La iglesia romana con su Papa vino a convertirse de esa forma en un Estado Religioso bien establecido, con una burocracia eficiente, encargada de solucionar la mayor parte de los problemas de los católicos del mundo y del propio Estado Vaticano. Esa centralización administrativa resultaba necesaria, dentro de una visión absolutista de un papado, que debía resolver, de un modo directo, casi todos los aspectos de la vida de la iglesia.

Esta burocracia profesionalizada de la Curia hizo posible el surgimiento de una época de estabilidad para una iglesia que, libre ya de la tutela de los reyes bizantinos (siglos IV-VII) y de los carolingio-germanos (siglos IX-XV), pudo actuar con más independencia ante el resto de Europa y del mundo. De todas formas, por su misma falta de un ejército capaz de ganar grandes guerras, el Papa vino a quedar sometido, en otro plano, a las naciones católicas más significativas (España, Francia y Austria), que defendían sus propios intereses, tal como lo muestra claramente el derecho de veto que los reyes asumieron en el tema de las elecciones papales.

Pero el tiempo de la Curia ha terminado…

Ciertamente, algunas pequeñas oficinas pueden quedar, pero pequeñas, y no para intervenir en el mundo entero, sino sólo como signo de fraternidad entre las Iglesias….

Lo que ha de hacer el Papa, y ha de hacerlo bien, es ser buen obispo de Roma, dando así ejemplo a todas las iglesias…

Pero ¿cómo podrá empezar la reforma-refundición-abolición de la Curia? Deberá pensarlo el mismo Papa y los que andan por allí, si son capaces de auto-disolverse, para que la Iglesia sea comunidad de comunidades…

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Y concluye esta antología Héctor Rojas con el artículo  EL VATICANO, HEREJÍA DEL CRISTIANISMO que ya conocemos

31 comentarios

  • Javier Renobales Scheifler

    Iñaki S.S.,
     
    Empiezas tu comentario diciendo que aparquemos la vida eterna (que yo he dicho en mi comentario que no aporta felicidad a esta vida), y acabas deseando que la energía de nuestro amor nos haga inmortales.
     
    La salvación es la felicidad y por el momento sólo en esta vida podemos ser felices. Estoy de acuerdo en que se es feliz amando y siendo amado.
     
    Para eso no hace falta religión. Ni siquiera hace falta Jesús, ni Dios. Claro, en este foro católico todo o casi todo gira en torno a la religión a Jesús y a Dios
     
    Pepe Sala y yo sin religión podemos ser tan felices, o sea podemos tener la salvación aquí y ahora (el Reino aquí y ahora, la felicidad aquí y ahora), como tú con tu catolicismo (sin vida eterna, no te olvides que la has aparcado, en lo cual te alabo el gusto, pues aquí no sirve para nada).
     
    A los dos nos perjudica para ello el Estado Vaticano, que se mantiene en mucho gracias al mundo de los espíritus que fomentan los católicos, y los imaginarios poderes divinos que le atribuyen a su papa y a los jerarcas de éste.
     
    Vamos a ello pues, que es de lo que se trata, y cada día queda un día menos; vamos adelante pues.

  • Iñaki S:S,

    Amigo Javier, vamos a ver si soy capaz de explicarme. Por de pronto aparquemos lo de la vida eterna, la felicidad en el cielo, la ICR, etc.  y bajemos a la Tierra. En el día a día de la vida terrenal de las personas,  se palpa su ansia de felicidad. Interior, exterior, colateral o lo que haga falta, pero en todo caso difícil de atrapar, a juzgar por las apariencias.
    Los ricachones primer mundistas, con todo lo que tenemos, seguimos persiguiendo la tal felicidad desesperadamente porque, salvo raras excepciones, no somos capaces de impedir que se nos escurra entre nuestros privilegiados dedos. Desde mi experiencia personal, no me atrevería a afirmar, por ejemplo, que los europeos seamos mas felices que los africanos. ¿Quiere esto decir que la felicidad está mucho mas ligada al SER que al TENER?. Yo apuesto por el si.  El tener es fácil de medir. ¿Cómo podemos calibrar el SER mas íntimo de una persona?. Igual estoy equivocado, pero yo me fijo especialmente en su forma y capacidad de amar. ES mas y está mas cerca de la felicidad el que mas y mejor ama.   Yo la excelencia se la doy al amor gratuito. El que no pasa factura, ni pide nada a cambio, ni espera ningun tipo de compensación. Un amor que, según se va entregando, deja un poso de felicidad íntima inexplicable. Un amor que, de algún modo, diviniza a la persona y hace ver tanto la vida como la muerte en otra dimensión. Curiosamente, este amor se caracteriza por estar al alcance de pobres y ricos. Un detalle, por cierto, que a mi me hace pensar bastante.  Pues nada, a ser felices en cualquier rincón del globo terraqueo. Que la energía de nuestro amor nos haga inmortales.

  • luis a. henríquez

    Teniendo muy en cuenta los comentarios de Javier Renobales Scheifler, me parece volver a percatarme de que con ocasión de las fiestas patronales de los pueblos, con todo su despliegue de procesiones, romerías, ofrendas, misas, novenas y demás, el clero predicador suele insistir en poner de manifiesto las bondades de la fe popular, que “es más intensa de lo que suele creerse”, etcétera.
    Sin embargo, la evidencia de los hechos lo que parece poner de manifiesto es que la mayoría de las gentes acude a las fiestas en plan pasarlo bien, beber, bailar, reír, disfrutar, ligar… Sin poder entrar a juzgar las  conciencias de cada una de esas personas -cuya fe auténtica solo Dios conoce, según la propia Iglesia reconoce-, es lo que ponen de manifiesto los gestos, actitudes y hechos multitudinarios. Y también las estadísticas,  las costumbres y modas de nuestras sociedades secularizadas, el tomarle enterito y verdadero el pulso a la calle.
    Solo que los pastores católicos -en mayor medida cuanto más “alto” están en el escalafón jerárquico- insisten en que la gente común y corriente “tiene fe”, “más de la que creemos”. De modo que entonces si en verdad tienen fe, ¿dónde están las obras fruto de esa fe?, ¿dónde la fidelidad a la propia doctrina de la Iglesia católica? Cada vez hay menos matrimonios católicos, contando con que muchos de los que aún se casan por la Iglesia no parecen hacerlo por sólidas convicciones de fe… Una mayoría de fieles se acerca a comulgar sin confesar jamás… Una mayoría de fieles en edad fértil usan métodos anticonceptivos con total normalidad. Y así podríamos enumerar más ejemplos de  “alejamiento o desencuentro” entre la práctica de la fe católica del común de los católicos y la propia doctrina de la Iglesia.
    Empero, según casi todos los pastores de la Iglesia, “todavía la gente, a pesar de las evidencias que apuntan en sentido completamente contrario, tiene en España mucha fe, y de la buena, de la que es capaz de mover molinos”. Y es aquí cuando entra algo en lo que insiste Javier Renovales: ¿no será que, más que auténtica fe católica, que ciertamente escasea, a los pastores de la Iglesia lo que más bien les interesa es transmitir la imagen de que en efecto mucha gente aún tiene fe católica y de la buena además en España, pero con fines claramente propagandistas?
    No me atrevo a asumir algunas de las tesis de Javier Renobales, pero mentiría o callaría la verdad si no confesase que a menudo he llegado a pensar si los pastores de la Iglesia católica no se empeñan en afirmar que la fe no goza de tan mala salud en España, justo para así seguir manteniendo el “montaje de la Iglesia” a base de azuzar el miedo a la condenación eterna, etcétera.

  • Javier Renobales Scheifler

    Iñaki,
     
    La felicidad se vive, se siente, se experimenta, se disfruta, se ve en las personas queridas con las que se es feliz.
     
    La imaginaria vida eterna no añade nada a esa felicidad interior. Porque esa imaginaria vida eterna, exista o no, no se vive ahora, sólo se imagina (azuzados por los interesados vaticanescos que se arrogan poderes mágicos en cuanto a esa vida eterna y no paran de hacer publicidad engañosa al respecto, para vendernos su mercancía adulterada).
     
     Por eso no la necesitamos ahora para ser felices, la imaginaria vida eterna, exista o no. Si la hay, ya veremos luego cuando hayamos muerto, no es problema de ahora, esa imaginaria vida eterna.

    No nos perdamos pues vivir esta vida pensando en la imaginaria vida eterna, o en prepararnos para ella. Vivamos el propio afán de cada día (incluso lo dice algún evangelio por alguna parte, creo recordar ¿no?)
     
    El mundo católico de los espíritus divinos o celestiales es imaginario. Ya ves que Antonio no puede poner un solo ejemplo de soplido/intervención del tan cacareado espíritu santo. Ni Sarri tampoco podría.  
     
    ¿El camión que no me atropelló por los pelos el sábado? Fue pura casualidad, y algo de habilidad por mi parte, después de torpeza mía de meterme donde me metí. Cuando se alejaba el camión pensé: a esta buena suerte le dicen algunos ‘gracias a dios’.
     
    El sábado varias personas no tuvieron esa buena suerte, y murieron en accidente de tráfico en España ¿también gracias a dios? No claro, es puro pensamiento automático mágico, eso de ‘gracias a dios’. Dios no tiene nada que ver ni con que el camión no me atropellara, ni con que varios murieran en accidentes de tráfico ese mismo día.
     
    No hay ningún espíritu interviniendo en nuestras vidas, ni dios/providencia, ni la virgen, ni los santos, ni los ángeles de la guarda o de lo que sea, ni satán Lucifer demonio pedrobotero … La monja a la que Wojtyla ‘ha curado’ el parkinson intercediendo ante dios por los rezos de la monja, no ha recibido nada de ningún espíritu: ha sido un ardid más para montar una vez más la filfa de la santidad católica que los jerarcas pretenden conecta directamente con dios.
     
    El Estado Vaticano no podría subsistir sin ese imaginario mundo de los espíritus que intervienen bajo control del jefe del Estado Vaticano infalible que nos dice cuál es la voluntad/ley de dios y nos transmite esa mercancía que venden monopolizada, que llaman gracia santificante: el Vaticano y sus jerarcas perderían sus imaginarios mágicos poderes divinos que les dan el poder temporal que tienen y manejan con gran habilidad, ante el miedo de la gente a la condenación eterna.
     
    Cortémosle pues el suministro, al impostor del Vaticano y a sus comisarios obispos del papa y demás clérigos que viven de ese mundo mágico de los imaginarios espíritus.
     
    Muchos no se atreven a dejarse de ese mundo, por miedo a perder la salvación de su alma, y entonces los clérigos, que azuzan ese miedo, les tienen cogidos del cuello y de los cojones y los manejan a su antojo. Es el negocio católico de la ICR, dirigido desde el Estado Vaticano.

  • Iñaki S:S,

    Kaixo Pepe. Ya he puesto a disposición de Antonio el librito que os dejé, con plena libertad de publicar  lo que quiera. Se lo envié por correo. Cualquiera de los comentarios que le interese se lo enviaré via e.mail para que no tenga que recopiarlo.
    Cómo me alegra qe te haya gustado el epílogo. Está escrito el 8 de Noviembre del 2006. Un mes antes de que me detectaran un tumor benigno(mesotelioma), refugiado entre pecho y espalda(mediastino superior derecho). El jodido de él me chupaba la sangre y me tenía exhausto. Como pudiste comprobar, gracias a la habilidad del cirujano, (es decir, sin intervención de la magia divina de la que nos habla Javier), seis años y medio después me  sigo viendo como un “resucitado”.

  • Iñaki S:S,

    Amigo Javier, (después de conocerte personalmente, este saludo me suena menos protocolario), al leerte me siento incluído en el pelotón de los que “queremos comer sopa y sorber”.  Es decir,  los que no nos liberamos del inexistente y falso poder divino, interventor en nuestras vidas, y pretendemos , al mismo tiempo, reducir o eliminar el Estado Vaticano. Al parecer, el lavado de cerebro que nos hicieron desde pequeñitos, no nos permite dar pie con bolo. Creeme que quisiera ser capaz de ver el tema con la misma claritud que tu, darme de baja del mundo mágico del espíritu y abrazarme despreocupadamente al “vivir que son dos días”. ¡Pero no puedo!. Se me cruza en el camino el concepto “felicidad”. ¿Por qué la evolución natural pone en las personas el ansia de felicidad?. Una felicidad en abstracto, tan difícil de concretar en el día a día. ¿Qué es la felicidad?. ¿Qué relación tiene con el bienestar material?. ¿En que clase de amor podemos encontrarla, pero de verdad?. ¿En el amor de dependencia que nos encadena a la señora necesidad,?. ¿En el posesivo que ahoga a las personas que decimos querer?. ¿En el narcisista quintaesencia del egoismo?. ¿O en el misterioso amor gratuito que aparece en las catástrofes humanitarias, por ejemplo la de Haiti?. Me parece importantísimo descubrir la clave de este último, que si no me equivoco, solo se da entre las personas. Si lo conseguimos estaremos mas cerca de de dar respuesta a muchas preguntas y resolver muchos de nuestros problemas.

  • pepe sala

    Bueno, Honorio, otra vez será. Como bien sabes, ” no se puede estar en misa y repicando”. Yo hubiuera estado ilusionadísimo con la visita a la bodega riojana. Avisa la próxima vez y les daré plantón a Javier, a Iñaki y al sursum corda.
     
    Respecto al chascarrillo de Gabriel Aresti no acabo de entenderle. Si andaba por Artxanda… peligro. No me creo que Jesucristo anduviese por allí en el estado que se encontraba ( ARTXANDA) en la é`pca que nos relatas. Unos pocos años después era mi “campo de caza” ( de muchos_AS que subíamos en el famoso funicular de Artxanda) y nunca me encontré con el tal Jesucristo ni con el tal Lenin. Bueno, será porque yo no conocí la taberna del Cojo.
     
    Buena referencia la de Gabriel Aresti. Otro gallo cantaría a Euzkal Heria si le hubeiran hecho más caso. Nunca es tarde….
     
    http://www.basquepoetry.net/poemak-e/0009.htm
     
    Pero, amigo Honorio, lo que me descoloca más aún de tu comentario es tratar de echar balones fuera señalando con el dedo a los europeos y a los yankis para librar al Vaticano. ( recuerda los paseos de Bush con el Papa en los jardines vaticanos. Estoy seguro de que no hablaron de fott-baal.)
     
    ¿ Acaso los protestantes europeos y americanos ( Evangelistas) han dejado de ser CRISTIANOS ??¿?¿?¿?
     
    Ah !!!. Y no te olvides que Lenin estudió unos cuantos años en un seminario religioso. Y por si fuera poco, hay quien asegura que el libro de Hitler ( Mein Kampf) fue escrito por un jesuita y Hitler se limitó a firmarlo y adjudicarselo como propio. ( como buen pedante que era )
     
    O sea, amigo Honorio, que por más balones que trates de echar fuera, el cristianismo ( como religión en sus diferentes facetas) está implícito en todas y cada una de las barbaridades que se busquen en la historia de los últimos 2.000 años. El comunismo, a fin de cuentas, aún no ha tenido tiempo de nacer y no sabremos lo que pueda significar MIENTRAS NO LO PONGAMOS EN PRACTICA.
     
    Difícil me lo fian, amigo Honorio.
     
    Voy a mirar debajo de la cama…

  • Javier Renobales Scheifler

    ¿Deconstruir el franquismo? Es imprescindible, para los que lo seguimos padeciendo.
     
    Lo mismo pasa con deconstruir la ICR. Porque la seguimos padeciendo; hay que deconstruirla como a toda dictadura, es pura legítima defensa. Toda dictadura por el mero hecho de serlo es un abuso y eso nos daña gravemente a todos.
     
     Por ejemplo, hoy todos, católicos y no católicos, tenemos que seguir pagando en España los sueldos de los mal llamados profesores de religión, que en realidad son profesores de catolicismo, que tienen que pasar por la aprobación del obispo del papa, aquí suseñor Iceta, previo el examen que este comisario del papa quiera hacerles para darles su ‘nihil obstat’, incluida su vida privada, personal, íntima.
     
    Claro, a algún amigo pro-ICR que comenta habitual por este foro le parecerá mal, anti-ICR, pero … creo que tienen razón Tamayo y Casaldáliga: se impone deconstruir el Estado Vaticano, del que nos viene, con el franquismo, el jodido Concordato.

  • Asun Poudereux

    Gracias, Rodrigo, por tu último comentario, porque nos dejas claro la confusión que todo este tema arrastra y arrastrará mientras estemos enredados en las mismas ramas del bosque que dominan unos pocos y no tomemos distancia  desenmarañando las superposiciones mentales-religiosas de poder inoculadas que, contradictoriamente a lo que sería de desear y con la connivencia de todos en la práctica,  retroalimentan el estado de cosas de lo establecido.

  • h.cadarso

    A mis amigos de aquí; no leí la convocatoria para el día 18 en casa de Pepe Sala, y además mi familia tenía programado un viaje a la bodega de la Rioja para ese día. Ya veo que me perdí un encuentro muy sabroso…
    A propósito de deconstruir, para vosotros los de la CAV y para todos los amantes de Euskadi quiero traer a cuento unos versos de Gabriel Aresti, que por cierto era muy de Amorebieta-Etxano, del barrio de Epaltza. Una tarde andaba por Artxanda y mira por donde se encontró a Cristo y a Lenin y se los llevó a cenar a la taberna de Juanito el Cojo, para ver si con ellos dos podía concretar un plan para “DECONSTUIR” de una p. vez EL CAPITAL ALEMÁN Y EL CAPITOLIO AMERICANO. Y no es que Aresti fuese creyente ni católico, todo lo contrario, pero parece que lo del Vaticano le preocupaba algo menos.
    A mí me preocupa eso de deconstruir el Vaticano, y al revés que a Sarri, me da estreñimiento;  pero estoy más con Gabriel Aresti, pienso más en el CAPITAL ALEMAN y en el CAPITOLIO AMERICANO. Pero hay opiniones para todo…

  • Antonio Vicedo

    Francisco y Rodrigo, me adhiero a vuestros comentarios con el añadido de que, puesto que  de  dos dimensiones se trata: la supuesta religiosa (Y lo de supuesta va porque del testimonio y mensaje de Jesús, el Galileo, no parece tratarse de ninguna institucionalización religiosa, sino todo lo contrario),  y la política o social bien podemos, en nuestros comentarios, referirnos a la coherencia , o no,  con su fundamento Jesús,  por lo que supone su actitud respecto a la religión de Israel.

  • pepe sala

    Hola Iñaki ( hoy ando más libre puesto que “me han hecho un ERE” a partir de las 10 de la mañana. Aprovecharé para comentarte el librito que me regalaste. Aún estoy en la fase ” rumiante” y, a vote pronto, te diré que me ha encantado el artículo que llamas
    EPÏLOGO. Me encantaría poder comentarlo aquí, en ATRIO, si obtuviese la venia y te decidieses a mandárselo a Antonio.)
     
    Respecto a mi “sonrisa pícara”… te diré que es muy sencillo sonreir en presencia de la buena gente. Contigo y con Javier es muy fácil dejar aflorar la sonrisa. No siempre surge del mismo modo… a veces, dependiendo de los interlocutores, tengo sonrisa de hiena, jejeje.
     
    Te agradezco tu buena opinión sobre mi ( no ando sobrado) y celebro tu sorpresa. Esparabas encontrarte un tipo de ” mala hostia”, un viejo amargado con quien no estarías ni media hora y resultó que te costó marcharte.
     
    Yo tuve más suerte. Te había catalogado casi con exactitud y no tuve ninguna sorpresa al conocerte. Quizás te había considerado un poco más viejo y me agradó estrechar una mano firme con firme mirada y semblante de vasco, vasco, vasco…
     
    Mi amistad seguirá sin poner trabas ante las personas honradas, a pesar de nuestras diferencias sociopolíticas y de creencias. ( que, por cierto, están mucho más cercanas de lo que yo mismo podía suponer al leerte en ATRIO.)
     
    Agradecido nuevamente a ATRIO por permitirme conocer a personas tan interesantes, inteligentes y, sobre todo, HONRADAS consigo mismas y con los demás.
    Xarri, efectivamente, es un personaje de novela y fue un gran honor para mí disfrutar se su sabia compañía.
     
    Salu2, pues.

  • Rodrigo Olvera

    La impresión que me da el artículo es que incurre en lo mismo que criticamos desde algunos sectores de la sociedad civil a la Iglesia Católica: el mezclar los ámbitos religiosos-teológicos y los públicos.
     
    Una discusión laica del asunto no se peocupa de los temas de congruencia o incongruencia con la (interpretación de la ) motivación original del Jesús. Se preocupa únicamente de la práxis social HOY y los efectos en el goce de los derechos fundamentales de las personas.
     
    Las grandes discusiones sobre el Vaticano en las relaciones internacionales y en derechos humanos giran en torno a que se mezclan y superponen tres figuran diferentes, lo que facilita la obscuridad, ambigüedad y falta de rendición de cuentas:
    a) La Iglesia Católica. Es la institucionalización de una religión monoteísta: el catolicismo. Como tal, su estatus debería ser la de una persona moral de derecho privado. No debería tener más impacto social que la del ejercicio comunitario de su objeto social (semejante a un club literario, un club de futbol, un club político o cualquier otra “persona colectiva” de derecho privado. El Estado no deben interferir en su vida interna, salvo dos aspectos: cuando su actuación institucional o la de sus integrantes violente el derecho público (Constitución, Leyes, etc.) y cuando su actuación institucional o la de sus integrantes violente derechos fundamentales de sus propias personas integrantes (como el caso de tener estatutos internos discriminatorios contra la mujer). En ese caso, el Estado tiene el deber y responsabilidad de intervenir, como ante cualquier otra organización.
    b) El Estado de la Ciudad del Vaticano. Hasta el día de hoy, se discute si tal Estado realmente reúne o no los elementos esenciales de un Estado en el Derecho Internacional. El consenso se inclina a que sí, los reúne. Pero hay quienes siguen afirmando que no. El Estado de la Ciudad del Vaticano tiene sus propias leyes (aplicables únicamente a las personas que tienen ciudadanía o residencia en él, no al resto de fieles católicos que residen en o tienen nacionalidad de otros Estados). Este Estado es un sujeto de derecho internacional. No pertenece a la ONU. Ha firmado muy pocos tratados internacionales. Delega su representación diplomática en la tercer figura
    c) La “Santa” Sede. ES AL MISMO TIEMPO el órgano de Gobierno de la Iglesia Católica (organización religiosa de derecho privado) y del Estado de la Ciudad del Vaticano (Estado sujeto de derecho internacional). La forman el Papa y la curia. Se discute si los nuncios son o no parte de la “Santa” Sede. Pero, sorprendentemente, la “Santa” Sede firma tratados internacionales en que quien se compromete no es el Estado sino la “Santa” Sede. Eso es como si la Presiencia del Reino de España firmara un tratado que no obliga al Reino de España sino al Ejecutivo. Un verdadero sinsentido jurídico. Es la “Santa” Sede la que es activa a nivel internacional; sin saberse cuando está actuando como órgano de gobierno de una religión y cuando está actuando como órgamo de gobierno de un Estado, o cuando está actuando como “Santa” Sede. Hay ya académicos que hablan que la “Santa”  Sede es un “sujeto especial de derecho intenacional en sí y para sí misma”. Un galimatías. Es la “Santa” Sede la que firma concordatos, la que firma tratados internacionales, la que acude a las conferencias de ONU a asegurar que no avancen los derechos de las mujeres, ni de las personas lesbianas, homosexuales, trasgénero.
     
    Entendiendo que para las personas que pertenecen a la Iglesia Católica (instución de la religión católica) es importante el tema interno de congruencia o no con el supuesto fundador de tal religión; una discusión laica no necesita ni debe basarse en Jesús, ni en los Evangelios. Una discusión laica se basa en que debe terminarse la ambigüedad jurídica con que actúa el Papa y su “Santa” Sede. Tratar a la Iglesia como lo que es: una organización civil de derecho privado. Tratar al Estado de la Ciudad del Vaticano como lo que dice que es: un Estado sujeto de derecho internacional. Y dejar de relacionarse con la “Santa” Sede, a menos que expresamente reconozca que actúa COMO REPRESENTANTE GUBERNAMENTAL del Estado Vaticano, y sólo para los asuntos que competen a los Estados, entre los que no se encuentran el de promover visiones ni valores religiosos en las relaciones internacionales.
     
    Saludos

  • francisco asensi

    ¿De-construir la Iglesia?  ¿Para qué perder el tiempo?  Si la Iglesia no  fue fundada por Jesús ni es fiel a su mensaje, ¿para qué sirve tratar de cambiarla, reformarla (cosa por otra parte metafísicamente imposible)? ¿En el fondo, no estaremos  nosotros también pegados al poder, añorando una nueva Iglesia?  Quizá fabricaríamos una  peor de la que ya existe. Ya lo dijo Jesús: del Templo, de los Sumos sacerdotes, de esta religión catolico-romana “no quedará piedra sobre piedra”. Dejemos, pues, que los muertos entierren a sus muertos. No busquemos a Jesús en la Iglesia ni en el Vaticano. Ni estuvo, ni está, ni se le espera… Pues eso, ellos a lo suyo, y nosotros al Evangelio.

  • Javier Renobales Scheifler

    Venga, Antonio, dime un ejemplo de soplido del famoso espíritu soplador.

    ¿Lo que hace Rajoy, o la Kichner, o Assange, o Chávez, o Fidel Castro, o Bertone, son acciones propiciadas por el soplido del espíritu soplador?

    Bien sabes que no puedes ponerme ni un sólo ejemplo. Sólo lo que tú quieras ver como acción del soplido del espíritu ese.

    ¿Le sopló la penicilina a Fleming? ¿Y las jodidas armas de destrucción masiva también las sopló el jodido -ahora jodido, en justa imaginación- espíritu?

    ¿El asesinato de Luciani también se lo sopló el jodido espíritu a los jerarcas del Vaticano?

    Venga, Antonio, ponme un ejemplo que no se pueda dudar que es soplido del espíritu.

  • Javier Renobales Scheifler

    Antonio,
     
    La gente, hace lo que tú dices: “sigue creyendo que le asiste el Espíritu, pero parece que a Este no han podido enjaularlo y sigue ahora, más que nunca en la reciente historia , soplando por donde le viene en gana y consiguiendo que la obediencia pase por el canal de las libres conciencias”

    Cada persona que cree en lo del espíritu que dices, cree que le asiste el famoso espíritu soplador, lo mismo que cree el papa que le asiste a él, y sus sumisos jerarcas, y sus kikos, opus, legionarios etc, etc.

     Si un día no hubiera papa, que lo dudo del todo, otros dirían que el espíritu, ese comodín que sirve de tapaagüjeros de lo que sea, sopla donde ellos dicen y les conviene.  Y el más poderoso se llevaría el gato al agua, barriendo para su casa, como suele suceder. Resultado: un nuevo Estado Vaticano o similar.
     
    Y así se volvería a hacer otro papado, otro Estado Vaticano, otra jerarquía magisterio infalible, con sus jodidos concilios ecuménicos y su intervención divina que les asiste y toda esa patraña; eso si es que se lograra hacer desparecer a este Vaticano, que hoy no hay nada que permita pensar que así va a ser.
     
    Mientras la gente crea que el espíritu sopla donde le conviene al más poderoso, o al que quiere sustituirle, o a uno mismo, estaremos igual, Antonio: el mal está áhí: en inventarse soplidos e intervenciones del famoso e imaginario espíritu, santo o como se le quiera llamar.
     
    Es ese poder soplador lo que hay que hacer desaparecer: porque es puro pensamiento mágico, imaginario como tal, inexistente, falso, el tan cacareado espíritu al que os agarráis como a un clavo ardiendo.

  • Javier Renobales Scheifler

    Iñaki, S.S
     
    Aunque tu cara se parezca a la de Ellacu, o la de Ellacu a la tuya, como te dije el sábado (y tengo fotos, como las que mi querido Gabriel Sánchez, en grave y terrible estado terminal hoy, dijo haber querido ver de los de Atrio … ) la dictadura del poder divino del mal llamado (por pura proyección humana) Todopoderoso no deja de ser una dictadura.
     
    Mientras no nos liberemos del imaginario poder de dios, el Estado Vaticano seguirá igual, erre que erre. NO caben medias tintas.
     
    El hechicero, y el jefe de la tribu, se dieron cuenta en seguida del poder que les suponía a ambos el poder ‘de dios’
     
    Y de ahí viene el poder de las Iglesias y en definitiva del Estado Vaticano. No vale mantener el poder divino y pretender reducir o eliminar el del Vaticano, eso es querer comer sopas y sorber a la vez. NO es posible, como dice Sarri.
     
    Hay que liberarse de la religión, para suprimir el poder del Estado Vaticano, hay que liberarse del pensamiento mágico, del mundo de los espíritus sobrenaturales … etc.

  • Javier Renobales Scheifler

    La evolución natural de poner en manos humanas imaginarios poderes divinos ha construido el Estado Vaticano, el poder imperial tanto de los emperadores romanos, como de los faraones egipcios, como del papa católico imaginario legítimo sucesor de Pedro Cefas el piedra, dotado por Jesúa de imaginarios poderes divinos.

    El poder corrompe, también el poder (imaginario) divino, que es en realidad mero poder humano (no hay poder divino en nuestraas vidas, en el universo).

    Sin dejar de lado tanto pensamiento mágico que mete a dios interviniendo en todo, o en algo por mínimo que sea, el Estado Vaticano no caerá nunca: porque se nutre de ese inexistente y falso poder divino interventor en nuestras vidas.

     Montón de siglos de nefasta historia de la ICR avalan rotundamente lo que digo, de forma inconstestable.

    En mi modesta opinión, Antonio Vicedo, Sarri  y demás espiritualistas … etc.

  • Iñaki S:S,

    Kaixo Sarri , me encanta leerte y mucho mas desde que Pepe S. me habló de ti en vivo y en directo. De todos modos, esto no me impide discrepar un poquito, desde mis propias limitaciones. A Balmes le situo en la primera mitad del siglo XIX. Ha llovido mucho desde entonces y los tiempos cambian a velocidad de vértigo, eso si, no se hasta que punto para bien o para mal.
    Aupa Pepe S.. A ver si te robo un poquito de tu sonrisa picarona. Igual me equivoco, pero las dictaduras no suelen durar “in secula seculorum”, por muy zoquetes que seamos los de-constructores. Suscribo al cien por cien lo que nos dice Antonio Vicedo y me enroco testarudamente: Entre la apostasía silenciosa que “encoge” la práctica religiosa católica hasta límites insospechados y la capacidad de movilización de las masas de las nuevas tecnologías, diría que la ICAR tiene los siglos ¿?… contados.

  • Javier Renobales Scheifler

    Pero Pepe Sala ¿qué es lo que pretendes, hombre de dios?
     
    ¿Quieres quitarles su mundo de sus espíritus? No se van a dejar.
     
    Para ellos sus ansias de salvación eterna les hacen necesitar un mundo sobrenatural lleno de espíritus que interviene en nuestras vidas y les asegura los medios para su salvación eterna.

    No se atreven a prescindir de esos imaginarios espíritus, porque les han convencido desde pequeñitos (lavado de cerebro) de que sin ellos no pueden conseguir la que llaman ‘salvación eterna de su blanca alma inmortal en la otra vida’.
     
    – Que si el espíritu de la virgen madre de todas las personas,
    – que si el espíritu de Jesús,
    – que si el llamado espíritu santo, que es el mismo que el de Jesús porque a Jesús lo han divinizado convirtiéndolo en dios, que si el espíritu de dios, que también es el espíritu santo (un espíritu si es divino da para varios dioses-espíritus en uno, o un dios da para varios espíritus, es así el mundo de los espíritus),
    – que si el espíritu de los santos, especializados en interceder …
    – y los ángeles, no olvides a los ángeles,  que también son espíritus, aunque sin sexo los pobrecitos, Pepe Sala.
     
    Si les quitas ese mundo suyo lleno de sus espíritus, se mueren de miedo, se les acaba el suelo debajo de los pies: porque creen que esos espíritus sostienen todo, el planeta, la vida, el universo … etc.

     Es como cuando creían los primitivos ancestros que el sol, o el mar, o la tierra eran dioses, espíritus que traían la vida, la caza, las cosechas, las victorias militares, la salud o la enfermedad … hasta que la ciencia fue reduciendo el espacio de tantos espíritus divinos tapaagüjeros.
     
    Ellos tienen que reconocer en el papa al legítimo sucesor de su san Pedro, y en los obispos del papa a los legítimos sucesores de los apóstoles de Jesús, que heredaron (derecho romano de sucesión) de Jesús poderes mágicos que les dan a los que se lo creen la gracia de dios, imprescindible para su salvación eterna de sus almas inmortales … etc. etc.
     
    Bueno, el Estado Vaticano es la centralización/concentración de todos esos poderes divinos, que corrompen porque el poder corrompe, que dan a quien los usa un poder temporal de la hostia, porque mucha gente se traga el cuento mçagico de que necesita la salvación eterna de su alma inmortal, y que  fuera de la ICR no hay salvación … y todo ese mundo de patrañas opio del pueblo.
     
    Así es imposible, como dice Sarri, acabar con el Estado Vaticano.
     
    Mientras no se admita que  Jesús no tenía poderes divinos (y menos que los haya transmitido a una casta de sacerdotes que hacen carrerón de jerarcas poderosos hasta el campeón olímpico de los poderes que es la Jefazo Hechicero del Estado Vaticano) no hay nada que hacer contra el Estado Vaticano del que se alimenta la ICR.
     
    Aunque algunos desde sus comunidades de base quieran sentirse diferentes, no pueden nada contra el Estado Vaticano: porque siguen alimentado el mismo mundo de espíritus del que se nutre el Estado Vaticano: que si dios ha elegido al papa, que si dios gobierna la ICR, que si dios por aquí lo que retuvieres en la tierra y dios por allá en el cielo les será retenido …
     
    Así es imposible de-construir el Estado Vaticano. Así es como tiene razón Sarri: porque no están dispuestos a crecer y liberarse de su mundo mágico de sus imaginarios espíritus.

  • ELOY

    Artículo muy interesante.
    En mi opinión ayuda, de forma razonable y razonada (lejos de los meros improperios), a cuestionar seriamente las estructuras vaticanas.

  • Antonio Vicedo

     
    ¿Qué te parece Pepe, si sin entornar los ojos, contemplamos lo que hace ya tiempo la mayoría del pueblo, que se considera cristiano, ha estado haciendo y hace?

    ¿Acaso este párrafo tuyo de la leyenda no es lo que hacen las gentes creyentes al cambiar sus prácticas obedientes, por otras más personales y libres, que también son responsables?

    Porque de cierto, la jerarquía y el clero en Roma y en el mundo entero, está empeñada en mantener la estructura de poder y, en maridaje con otros poderes, va resistiendo, pero las gentes ya han vuelto sus espaldas a lo que se les manda y la práctica, como signo de los tiempos , como el poder lo llama, es la que es y no va ya por ellos dominada.
    El Poder apostólico episcopal que asocia al clerical,sigue creyendo que le asiste el Espíritu, pero parece que a Este no ha podido enjaularlo y sigue ahora, más que nunca en la reciente historia , soplando por donde le viene en gana y consiguiendo que la obediencia pase por el canal de las libres conciencias.

    Lo de MERLÍN y la vieja BRUJA, puede que siga quedando en leyenda, pero lo de las cristianas creencias, tal como se van haciendo prácticas, tiene visos de actual realidad, por cierto, ya alarmantes para quienes, en vez de contemplar pechos y cabezas inclinadas, solo pueden otear dignas y altivas espaldas.

    ¿Que aún hay fiestas y celebraciones con relumbre eclesial? Cierto, pero cada vez más a la medida de la voluntad del pueblo.

    Porque  donde apretaban las amarras del mando convertido en sumisa obediencia, parece que las maromas se han deshilachado ya casi por completo y muy poco, o nada, amarran.

    Si me permites una referencia que hace tiempo constato desde la inmersión en el pueblo- Ni más, ni menos sucede lo que también el GALILEO dejó dicho, que los asalariados no merecen ser escuchados ni seguidos. ¡Allá ellos con sus intereses! Tan ajenos a los de Quien en vez de mandar y pedir, da su vida, escucha y a su manera obedece a quien no le manda.

    Puede, pepe, que solo vaya faltando que la ciudadanía crezca en adultez humana para que el poder sagrado, junto con los demás poderes, sin posibilidad de poder se vean.
    Y eso es lo que temen y por ello, ya rabiosamente se defienden.

  • pepe sala

    Mi querido Xarri:
     
    A mí me encantan los ” imposibles”. Creo en los ” imposibles” del mismo modo que creo en dios ( soy ateo ante ambos supuestos.)
     
    Lo que hace falta es la herramienta adecuada para escuchar cantar a las flores o para derrumbar los poderes del Vaticano.
     
    Pondré una idea, por si alguien está interesado-a en conseguir imposibles:
     
    Allá por el siglo VI dicen que existió un tal mago Merlin. ( cuento precioso de cultura Celta.) Ver aquí:
    http://tejiendoelmundo.wordpress.com/2009/01/12/el-mago-merlin-%C2%BFrealidad-o-leyenda/
     
    Tan eminente personaje con poderes mágicos casi ” divinos-diabólicos” ha quedado en el lugar que le corresponde: Literatura ,en imaginación para cuentos de hacer dormir a los niños.
     
    Pero en todo hay una lección interesante y en los cuentos del mago Merlín hay una que me parece decisiva para conseguir lo que parece imposible y yo lo veo muy sencillo: DE-construir el Estado Vaticano. ( por mi gusto lo extendería a toda la ICAR y sus adláteres.)
     
    Cuenta la leyenda de Merlín que su magia era superada por la magia de una mujer maligna que utilizaba su poder mágico para dominar al PUEBLO celta. En su lucha titánica entre Merlín y la malvada maga, viendo que el poder de la mijer era muy superior y sería ” imposible” de vencer, tuvo una idea genial:
     
    SIMPLEMENTE DESPRECIÓ LA PRESENCIA DE LA MAGA.
    Dejó de temerla, utilizó el desdén y aconsejó al PUEBLO CELTA que hiciesen lo mismo que él. Dieron la espalda a la poderosísima maga y ésta perdió su poder, porque ella podía vencer todo, menos EL DESPRECIO Y EL OLVIDO.
     
    Moraleja: Mientras el Vaticano ( ICAR, para los amigos-as) siga teniendo los de-constructores que tiene, su poder está garantizado ” in sécula seculorum”…
     
    Ameeen.
     
    ( Un enorme abrazote para Tersita. Os hemos tenido muy presentes en nuestra pequeña reunión del sábado)

  • sarrionandia

    Iñaki: hay tres imposibles según Balmes: metafísico (círculo cuadrado), físico (que las flores canten) y moral (largar los tipos de imprenta al azar para que resulte El Quijote). Este último imposible moral es el de la de-construcción del vaticano.

  • Antonio Vicedo

    Se trata de real incoherencia entre el Fundamento y la Piedra Angular señalada en los Evangelios para el Discipulado de Jesús y la práctica eclesial concentrada en el Vaticano u obispado de Roma y demás diócesis.
    Los términos se contraponen sin posible SÍNTESIS entre la MISIÓN confiada a Jesús por el Padre, escrupulosamente cumplida por Él hasta las últimas consecuencias de encarnación en la debilidad humana y la MISIÓN concreta practicada por los MISIONADOS APOSTÓLICOS por Jesús en las iglesias diocesanas romana y del mundo católico, ortodoxo y comunidades protestantes desde la preeminencia del poder humano sobre las sencillas gentes.
    La clara oposición mesiánica a TODO PODER humano o sagrado, no tolera una defensa teórica, ni una práctica concreta de poderes, como expresión de aquel testimonio y mensaje.
    Por lo tanto, o deben desaparecer del testimonio y mensaje neo-testamentario las evidencias anti poder humano y sagrado, o la práctica de estos poderes están de sobra en la estructuración o institucionalización del Discipulado comunitario o ASAMBLEARIO=ECLESIAL de Jesús de Nazaret, como alternativa de salvación humana.
    Por sintetizar la aclaración, estas proclamaciones de Jesús recogidas y proclamadas por los evangelistas: “A NADIE consideréis ni llaméis Padre sobre la tierra, pues UNO SÓLO es vuestro PADRE CELESTIAL”; “-PADRE NUESTRO….; “Los Jefes de las naciones las dominan y explotan, pero NO SERÁ ASÍ ENTRE VOSOTROS; -”Quien se considere entre vosotros como primero, considérese el último; -”CONMIGO hacéis, o no, LO QUE con UN* CUALQUIERA DE MIS MÁS PEQUEÑ*S HERMAN*S; “Ejemplo os he dado para que hagáis vosotros lo mismo; “ Porque no está hecho EL SER HUMANO para el SÁBADO, sino este para aquellos., no resisten una comparación con la práctica histórica y actual del CRISTIANISMO.
    Me ha extrañado que en las propuestas de alternativa aún se diga esto: “ El Pontífice debe ser ante todo “Padre” y….”; o que se asuma el jerarquismo y clericalismo como se viene haciendo separándolo y distinguiéndolo radicalmente de la consideración de DISCÍPUL*S o SEGUIDOR*S del JESÚS DE LOS EVANGELIOS.

  • Llevamos años en esta crisis, nos reunimos, proponemos, intentamos hacer cambios, y …….nada.  El conflicto humano en el mundo, nuestras hermanas y hermanos víctimas de la guerra, la desesperanza de millones de mujeres y hombres que deambulan por nuestras ciudades y nuestros campos  y que no le encuentran sentido a la vida nos reclama coherencia con el compromiso de seguir a Jesús de Nazareth que decimos haber hecho.  NO MÁS INDIFERENCIA.  NO MÁS MIEDO. ¡Volvamos a la práctica de Jesús como cuando no había Vaticano! Renovemos nuestro compromiso, vivamoslo radicalmente y gocémosnos el anuncio del Reino al que fuimos llamad@s.

  • en-red

    Unas palabras de Teresa Forcades, ayer, desde Venezuela, en un coloquio de ayer sobre autoridad y obediencia. 4 minutos

    http://www.youtube.com/watch?v=VW6GbLZBmiw&feature=youtu.be&a
    dilema autoridad obediencia

    Los cambios siempre se inician por las bases. Saludos

  • Javier Renobales Scheifler

    ¿Qué el Papa debe de ser ante todo un Padre? No, no, claro que no, de ninguna manera, y menos con mayúsculas. Por favor, no, no.
     
    Ya vale de tantos padres y de tantas madres, por favor, ya somos mayorcitos para tener más padre y madre que los biológicos. No adulteremos las cosas, dejemos de falsearlas, tratemos de ser lo más exactos que nos sea posible, pues el respeto a la verdad lo requiere.
     
    Y si nos dejamos también de sacerdocios, mejor que mejor, que son términos que tiene muy mala historia, términos como sacerdote. Jesús los ponía a caldo, creo recordar. Y suena a clero, eso de sacerdote. Clero, sacerdote, suena mal, son términos que suenan mal a muchísima gente y con razón. Dan mala imagen.
     
    Produce desconfianza a muchas personas, eso de sacerdote, pues los sacerdotes son gente nada normal que:
             – se creen ministros ‘de dios’
             – y que tienen obligación de obedecer a su magisterio del que dicen que es infalible,
             – y se creen que tienen poderes mágicos como por ejemplo para convertir el pan en cuerpo de dios y el vino en sangre de dios …
             – y se creen que tiene poderes mágicos para perdonar los pecados y que dios por la absolución del sacerdote perdona los pecados … etc, etc.
     
    Además, no en vano se hacen llamar ‘padre’, los sacerdotes, cuando es falso que sean padres de quien se lo llama.

    Quita, quita, eso de sacerdote, es necesario quitarlo para eso de desclericalizar, que propone con acierto el post.

  • Iñaki S:S,

    Amigo Sarri, imposible , imposible no hay nada. Espero que no hagan falta mil años para que las aguas vuelvan a su cauce. Para ir acelerando el proceso y evitar que el Vaticano sea la tumba del Jesús de Nazaret histórico, se me ocurre lo siguiente. Todos los preocupados en esta temática tendríamos que inundar de correos electrónicos tanto a la presidencia de la República italiana como a todos y cada uno de los obispados católicos que hay en el mundo mundial. Podríamos pedirles, entre otras cosas,   una intervención directa en la solución de los problemas que genera un Vaticano hereje y blanqueador de dineros turbios.

  • sarrionandia

    De-construir la Curia Vaticana es sociológicamente imposible. Cultivemos las comunidades de base, reuniones para debatir, con el evabgelio en la mano, las condiciones de su vida cristiana y dentro de cien o mil años aflojará la adicción al poder y al dominio a no ser que el planeta explote antes!

  • Iñaki S:S,

    ¿En manos de quien está la superviviencia de esta “herejía del cristianismo” que se ha bunquerizado en el corazón de Roma?. Como cristiano de a pie, probablemente muy ignorante e incapaz de entrar en la tortuosa historia vaticana, diría que en manos del Estado italiano y de una asamblea universal de obispos?. ¿Por que para Italia nación es intocable este mini-estado enquistado en su corazón, que no ha sido capaz de librarle de su profunda crisis económica?. ¿Cuantos obispos católicos, en el mundo mundial, desean que el Vaticano cambie de arriba a abajo?. Según la respuesta que se de a estas preguntas diría, ignorante de mi, que el problema tiene o no tiene solución.