Los drones son una mezcla de aviones de reconocimiento tripulados a distancia y de mísiles tele dirigidos con gran precisión. Ambas técnicas, desarrolladas con mucho secreto por la CIA y el Pentágono, parece que están haciendo surgir el nuevo terrible artefacto y un tipo de guerra con el que Obama pretende sustituir los sistemas de Bush. Con él se evitan las costosas invasiones, la multitud de víctimas americanas y el problema de los prisioneros y de los diversos Guantánamos.
Ahora un ejército de pilotos, sin dejar su casa, a través de pantallas que parecen de video juegos, no sólo vigilan muy de cerca la población potencialmente hostil sino que pueden asesinar a los que aparentan ser terroristas o potenciales terroristas. Se saltan por el forro todas las leyes internacionales y los pilotos asesinos, sin ningún peligro, realizan su trabajo desde un barrio de Washington, con la tranquilidad de conciencia de que cada objetivo es una persona expresamente condenada a muerte por el Presidente de los Estados Unidos.
No hay demasiada información sobre la guerra de drones. Pero nos parece importante abrir un debate ético, jurídico y estratégico a partir de un reportaje publicado hace dos días en El País. Este reportaje, que a continuación reproducimos, había sido ya señalado ayer en en Atrio de Facebook, que es buen complemento de este pertal para quien busque última novedades o le guste ese estilo de red social. Anteriormente Javier Valenzuela ya había publicado otro reportaje con el título La Guerra de los Drones. Y hoy mismo, Javier nos indica con un tweet este artículo (en francés) de Le Monde: Jugar a Dios con los drones.
¿Hasta dónde pueden llegar estas técnicas de espionaje y supresión del potencial enemigo cuando el fascismo social que nos invade estsblezca el principio de que quienquiera que proteste contra el gobierno es un terrorista antisema del que hay que defenderse? Ríete de la Brigada Social o de las SS…
Matar a 11.200 kilómetros de distancia de nueve a dos
Más de 1.300 pilotos en al menos 13 bases en Estados Unidos controlan el vuelo de los ‘drones’ que ejecutan los ataques contra la insurgencia en Afganistán
Desde una base militar en Siracusa, a 380 kilómetros al norte de Nueva York, el coronel D. Scott Brenton controla el vuelo de un drone sobre Afganistán. La aeronave transmite en directo la vida de insurgentes talibanes, su objetivo a 11.200 kilómetros de distancia. Él y su equipo pueden observar a una familia durante semanas. “Madres con niños. Padres con niños. Padres con madres. Niños jugando al fútbol”, cuenta. Cuando llega la orden, y dispara y mata a un miliciano —lo que solamente hace, comenta, cuando las mujeres y los niños no están cerca— un escalofrío recorre su nuca, como le ocurría cuando disparaba a un objetivo desde los F-16 que solía tripular.
Los drones han revolucionado el modo en que Estados Unidos hace la guerra. Y también han cambiado profundamente la vida de quienes las libran.
El coronel Brenton reconoce la singularidad de atacar, sin más equipo que un mando, unas pantallas y un pedal, en un frente a miles de kilómetros de su silla acolchada en un suburbio en Estados Unidos. Cuenta que en Irak, donde estuvo destinado, “aterrizabas y quienes te rodeaban sabían qué había pasado”. Ahora sale de este cuarto lleno de pantallas, aún con la adrenalina tras haber apretado el gatillo, y conduce rumbo a su casa, para ayudar a sus hijos con los deberes. Pero siempre solo.“Nadie en mi círculo más cercano es consciente de lo que ha pasado”, dice.
Los drones tienen potentes cámaras que transmiten la guerra en directo a sus pilotos. Los militares que controlan los drones hablan con entusiasmo de los días buenos, como cuando pueden alertar a una patrulla terrestre en Afganistán de una emboscada. Para los días malos, la Fuerza Aérea envía médicos y capellanes a las bases para hablar con los pilotos y operadores cuando un niño muere en un ataque, o cuando las imágenes muestran un primer plano de un marine caído en combate.
La minuciosa vigilancia que precede a un ataque recuerda a la película La vida de los otros: la historia de un agente de la Stasi, la policía secreta de la RDA, que acaba absorto en la vida de las personas que espía. Un piloto de un drone y su compañero, un operador que controla la cámara de la nave, observan a un miliciano mientras juega con sus hijos, habla con su esposa y visita a sus vecinos. Ejecutan el ataque cuando, por ejemplo, su familia ha ido al mercado.
“Ven todos los detalles de la vida de este tipo”, comenta el coronel Hernando Ortega, el jefe de Medicina Aeronáutica en el Mando de Formación y Educación Aérea, que colaboró en un estudio sobre el estrés en las tripulaciones de los drones, realizado el año pasado. “Se pueden identificar hasta cierto punto”.
De una docena de pilotos, operadores y analistas aeronáuticos entrevistados, ninguno reconoció que el rastro de sangre causado por las bombas y los misiles les impidiera dormir. Pero todos hablaron de la intimidad que habían establecido con las familias afganas que habían observado durante semanas, cuyas vidas desconocen el piloto que vuela a 6.000 kilómetros de distancia o incluso el soldado que está en el terreno.
“Los ves levantarse por la mañana, trabajar y luego irse a dormir”, describe Dave, un mayor de la Fuerza Aérea que pilotó drones entre 2007 y 2009 desde la base de Creech (Nevada) y ahora entrena a nuevos pilotos en la base de Holloman, en Nuevo México. (Bajo el argumento de que han recibido “amenazas creíbles”, la Fuerza Aérea prohíbe a los pilotos de drones dar sus apellidos. Solo los comandantes de la base, como el coronel Brenton, usan sus nombres completos con la prensa). “Hay una muy buena razón para matar a estas personas. Me lo repito una y otra y otra vez”, afirma Will, otro oficial. “Pero nunca te olvidas de lo que ha ocurrido”.
La Fuerza Aérea cuenta con más de 1.300 pilotos de drones repartidos en 13 bases en Estados Unidos. Según fuentes militares necesita, por lo menos, unos 300 más. La mayoría de las misiones son en Afganistán. (Las cifras no incluyen las misiones clasificadas de la CIA en Pakistán, Somalia y Yemen). El Pentágono calcula que para 2015, la Fuerza Aérea deberá contar con 2.000. El Ejército entrena ya más pilotos para drones que tradicionales: 350 el año pasado. Anteriormente, las tripulaciones de drones superaban el entrenamiento para volar un avión de combate tradicional. A partir de este año, los pilotos solo pasan 40 horas a bordo de un Cessna antes de aprender a manejar un drone. El jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el general Norton A. Schwartz, reconoció que es “posible” que los pilotos de drones superen a los tradicionales en los próximos años. Cada vez más bases dejan los aviones tradicionales para volar drones y satisfacer la demanda. Hancock retiró sus F-16 en 2010.
“Creo que hago el mismo trabajo de siempre. La única diferencia es que no me envían a otro país a hacerlo”, comenta el coronel Brenton. Todos los pilotos de la base rechazan que su trabajo sea un videojuego. “No tengo ningún videojuego que requiera que permanezca inmóvil durante seis horas observando solamente a un objetivo”, dice Joshua, un operador. “Las tripulaciones son conscientes de que las decisiones que toman, sean buenas o malas, tienen consecuencias reales”, añade. También evitan la palabra drone. Prefieren llamarlos “aviones pilotados a distancia”.
Todos los pilotos que han tripulado naves de combate afirman que echan de menos volar. El coronel Brenton participó en mayo pasado en un espectáculo aéreo en Siracusa. Cuenta que los fines de semana suele pilotar un pequeño avión de hélices, al que bautizó como “El Matamoscas”. “Es agradable estar en el aire”, afirma
X. Gundín,
Entiendo que la excitación producida por la lucha lleva a la exaltación de la lucha como algo bueno (es muy importante para el éxito de la lucha que el luchador se convenza de que está haciendo algo bueno cuando lucha y asesina).
Que no haya lucha cuerpo a cuerpo en el momento de asesinar no suprime la lucha, ni la excitación que ésta produce. La lucha es toda la guerra, incluida la preparación de la misma. En la más peligrosa de las luchas, la lucha nuclear, no hay lucha cuerpo a cuerpo.
Puede parecer que en algunos momentos desaparece la lucha porque, en el momento elegido para asesinar por el que maneja el drone, su enemigo está totalmente desprevenido, quizá en su casa con su familia (esto no en el caso de los USA, que hacen la guerra siempre fuera del territorio USA).
El enemigo/víctima ni siquiera se resiste, no lucha, muere probablemente sin siquiera darse cuenta de que es atacado y asesinado por el que maneja el drone.
Pero esto no es más que una forma más de ataque por sorpresa, el cual no es nuevo en la aberración que llaman ‘el arte de la guerra’, sino tan viejo como al guerra misma.
Probablemente el legendario Caín asesinó a Abel atacándolo por sorpresa, para evitar el riesgo de que Abel pudiera defenderse, asegurando así el éxito del ataque. Lo mismo, o muy parecido, hicieron cuando prendieron a Jesús: lo cogieron por sorpresa para que no pudiera defenderse ni huir.
Bueno, cuando bautizan a un recién nacido o a un niño, lo hacen precisamente cuando éste tampoco puede defenderse: por eso se inventaron el cuento de evitar que muera con el invento del llamado pecado original, estos depredadores.
Javier Renobales: Yo decía “…desaparecerá la excitación -no exaltación- de la lucha y no habrá lugar para el gesto y la retórica heróicos”.
Quería decir que ambas cosas son supérfluas en ese trabajo de cuasi-oficinista. No creo que un cuerpo pueda producir mucha adrenalina, ni necesitar sobrehumano esfuerzo, ni correr extraordinarios peligros y vencerlos o perecer, sentado ante un teclado y manejando unas levas con su mano derecha mientras come el bocadillo de las 10 con la izquierda.
Por otra parte, bondad y heroicidad las veo como cualidades distintas. Los buenos -nosotros, siempre- podemos ser héroes o antihéroes. Los héroes pueden ser morales -e.d; buenos, de los nuestros- o amorales -que también pueden ser de los nuestros.
Compara a D. Quijote y Sancho. Ambos buenos.
La Guerra de las Galaxias… Las desvergüenzas de las clases políticas…
Hay tantos drones, y formas de actuar de esta manera que ya tenemos el alma encallada.
Cada vez me siento más extraña a este mundo, y quisiera dormir.
Y lo de las espadas, Javier, aun con figura de cruz y también lo de los puñales o dagas ¿no quedó claramente definido por parte de Jesús la noche del Huerto?
Todo eso que afirmas referido al ensamblaje de la cruz y la espada en las estructuras de poder imperial y eclesial, es así de rechazable e insultante al testimonio y mensaje de Jesús y de quienes de cerca le han seguido, por eso ya te aseguraba mi “identificación” con tu “suave” ¿-? crítica.
Pero sigue estando claro, creo para todos los que quieran razonablemente tratar este asunto. no perder de vista cuanto entraña y suponen los conceptos valorativos de COHERENCIA e INCOHERENCIA.
Gracias por tus referencias y aclaraciones con un fraternal abrazo.
http://images.search.conduit.com/ImagePreview/?q=cruz%20de%20obispos%20y%20cardenales&ctid=CT2431232&searchsource=1&start=0&pos=19
Antonio, en la cruz de estos jerarcas, de extrema derecha como son los jerarcas católicos, lo que exhiben ostentosamente en su uniforme es la cruz, como si eso fuera la importante.
La cruz sin Jesús, que empuñada por la parte de arriba asemeja a una espada, la cruz y la espada de la conquista católica y cristiana de América. Sólo la cruz, de color oro o plata metálicos, o quizá de oro y/o plata, nunca de madera como fue la cruz de Jesús (el cual tampoco usó nunca uniforme, sino que se intentaba hacer distinguir por su amor a la gente)
http://images.search.conduit.com/ImagePreview/?q=cruz%20de%20obispos%20y%20cardenales&ctid=CT2431232&searchsource=1&start=0&pos=34
No confundamos a Jesús con el cristianismo, ni con el catolicismo; ni con todo el NT , ni siquiera con todo el contenido de los evangelios.
Antonio Vicedo (pongo el apellido para evitar confusión con Antonio Duato –no hay más Antonios en Atrio, que yo recuerde ahora-),
Lo que yo digo es que la exaltación de la lucha y del héroe, que mencionaba X.Gundín, creo que no la dejarán desaparecer por mucho que extiendan el uso de los drones; ni dejarán que disminuya siquiera esa exaltación.
El héroe es el bueno y es héroe porque ‘liquida’ (asesina) a los malos, que son los enemigos; lo haga a lo rambo o desde una oficina, lo exaltarán como un héroe, por sus habilidades y éxitos, que evidencian que Dios está con USA también en las guerras (Dios premia a los buenos y castiga a los malos, decía el catecismo que me obligaron a aprender de memoria, y la idea la siguen manteniendo, en una religión cuyos dirigentes están siempre con los poderosos.)
La avanzadísima técnica de asesinar con los drones está inventada y producida por manos cristianas en un país cristiano, USA, que las usa para derramar sangre por el bien de la civilización y la familia cristianas.
En USA un 70 u 80 % de la población es cristiana, por lo tanto se dicen ayudados ‘por Dios y la bondad de su divina providencia’ en lo que hacen, también en sus guerras, tan asesinas, en el derramamiento de tantísima sangre.
Esa hipócrita actitud de decirse ayudados por Dios en sus guerras asesinas ¿no tiene nada que ver con esa cristología aberrante que figura en los evangelios, que algunos pretenden que son palabra de Dios?
Sí. Yo creo que sí tiene mucho que ver. Porque muy cerca del origen del cristianismo está el derramamiento de sangre inocente (el asesinato de un inocente), supuestamente querido por Dios -qué aberración tan loca- para el perdón de nuestros pecados de toda la Humanidad.
Así que ningún obstáculo encuentran los cristianos USA para pretender y decir que Dios les ayuda en sus guerras: pues no repugna en absoluto a ese cristianismo la idea aberrante de que Dios quiere el derramamiento de sangre, es decir el asesinato, no ya sólo de los malos, sino incluso de sangre inocente –los famosos daños colaterales-.
Los USA se creen los buenos, y se dicen ayudados por Dios en sus constantes guerras por el mundo, antes en el genocido de las naciones indias para robarles sus territorios, y hoy en las que hacen con los drones. Para ellos esos derramamientos de sangra son queridos por Dios, son la voluntad de Dios.
Los USA son los que más guerras hacen en el mundo, sin que ninguna guerra se desarrolle nunca en territorio USA (pues ningún país puede invadir USA, al ser ésta la más poderosa con diferencia), lo que evidencia que no se están defendiendo, sino invadiendo, atacando.
La exaltación de los que ‘liquidan’ a los enemigos forma parte del fomento de las guerras que necesitan los USA para mantener su modo de vida estadounidense cristiano.
Por desgracia la cruz es el símbolo cristiano más conocido y utilizado; es un instrumento terrorista de asesinar, la cruz romana de colgar personas y torturarlas en ella hasta la muerte lenta. Por eso todos los jerarcas llevan ostentosamente en su uniforme de jerarcas, como distintivo de su graduación de jerarcas, una cruz de color de oro o plata, que se cuelgan del cuello con una cadena.
Una cruz, incluso sin Jesús, pero en todo caso una cruz romana de asesinar personas. Es la mentalidad jerarca´, muy complaciente con los católicos USA, pues creo que son los que más dinero aportan al negocio de la ICR que maneja el papa con sus delegados, sus obispos.
Ah! Y como haces mucho hincapié en eso del derramamiento de sangre, elevado a categoría de SIGNO DE SALVACIÓN, es honrado considerar la diferencia fundamental entre MORIR POR, exponiendo hasta la propia vida por otros voluntariamente, que arrebatársela a cualquiera MATANDOLO o no evitando que MUERA, si se está en posibilidad de hacerlo.
Creo que del TESTIMONIO vital del Jesús conocido, de su MENSAJE tan claro y nítido sobre este particular y del TESTIMONIO HISTÓRICO COHERENTE de tant*s de sus DISCÍPUL*S, no se puede ni dudar de la INCOHERENCIA de cuanto bajo cobertura cristiana signifique RECURSO A MATAR o voluntariamente DEJAR MORIR
¿Qué otra cosa es , humanamente hablando, AMAR de verdad?
Javier, todo lo criticable de la cultura y práxis humanas, sin que sean excepción las ideologías y prácticas de cualesquiera religiones que no respeten el VALOR, la DIGNIDAD, la FINALIDAD y la MUTUA COMPLEMENTARIEDAD de TODAS LAS PERSONAS, ha de ser, no sólo criticado, sino atacado y propuesto como objetivo de cambio radical en el proceder humano.
Dicho esto, me parece que, previamente a la crítica y ataque profundos de los criticable, se tiene que tener claro la necesidad de un análisis previo sobre la realidad, nunca simple y siempre compleja, de lo criticable y objeto de radical ataque.
Porque una cosa es la mentalidad y la práctica INCOHERENTES sobre cualesquiera sistemas de pensamiento y prácticas vitales y otra muy diferente, situada en las antípodas, LO QUE se concreta en una, sino total, sí considerable COHERENCIA con aquellos.
Un simple ejemplo puede ofrecernos mucha luz sobre esta reflexión.
De las cualidades del ser humano de RACIONALIDAD, LIBERTAD y RESPONSABILIDAD, pueden, y de hecho sucede, partir ACTITUDES COHERENTES,como las reflexiones lógicas dentro del campo de la verdad relativa o progresiva; las prácticas realizantes de la personalidad propia y de las relaciones sociales, y las consecuencias de asumir o renunciar a las responsabilidades que de una opción voluntaria se suceden.
Igualmente se puede inclinar la racionalidad por los sofismas y falseamientos hasta apartarse por completo de la verdad; establecer una escala de valores que nada tiene que ver con la radical realidad de la persona o de la sociedad, y esquivar la responsabilidad de las voluntarias incoherencias apoyados en poderes y complicidades muy difíciles de contrarrestar.
Cuando esto último sucede ¿sería lógico, valorativo y justificable, criticar y atacar las capacidades personales de RAZÓN, LIBERTAD y RESPONSABILIDAD?
¿No sería más apropiado atacar y criticar LOS MODOS como han funcionado esas capacidades o cualidades no confundiéndolas nunca con el carácter de sujeto de las mismas?
A la luz de estas consideraciones, para mí muy elementales, la exposición que haces del cristianismo, me parece un acierto si te refieres a las INCOHERENCIA, pero un salirse de tiesto si se considera el testimonio y mensaje de Jesús en plena coherencia humana (para los creyentes también divina en tanto presenta como VIVENCIA la relación FILIAL de DIOS considerado como PADRE-MADRE <ABBA> de TODA LA HUMANIDAD) y el de aquellos que hacen o intentamos hacer de nuestro VIVIR una concreción lo más COHERENTE posible con lo que (Ju, XIII,·35) concreta como señal de pertenencia al DISCIPULADO de Jesús:-“En esto conocerán que SOIS DISCIPULOS MÍOS,en que OS AMAIS UNOS A OTROS.”
¿Qué pasaría si en vez de utilizar esta alta tecnología en la venganza y en detectar poder, se aplicara en otros campos prácticos mucho más creativos y en servicios humanitarios?
Se acabaría la hipocresía armamentística y empezaríamos a hacer realidad entre todos que otro mundo es posible.
¿Suponer que desaparecerá la excitación producida por la lucha y que no habrá lugar al gesto y la retórica heróicos? No, no.
No lo creo; no olvidemos que USA es un país cristiano; el cristianismo tiene cerca de su origen un sacrificio humano que sigue siendo exaltado constantemente, con la llamada ´’redención por la sangre derramada para el perdón de los pecados’.
La sangre de Dios ‘la obtienen’ a partir del vino, al que le añaden unas palabras y gestos mágicos, no con armas. Pero sigue siendo la sangre producto de la violencia y del asesinato.
Es una aberración, pero lo siguen manteniendo como si fuera verdad. Y seguirán, pues son infalibles, y dicen que eso es palabra de Dios (más aberración, poner a Dios a decir esas cosas, qué valor …)
Además USA es cristiano y los USA son siempre los buenos, que matan a los malos ahoraa con los drones, porque dicemn, y quizá algunos se lo creen, que esa es la voluntad de ese Dios al que aplaca la sangre redentora derramada.
En el fondo la religión cristiana USA justifica de hecho los asesinatos que cometen los USA a medio de sus poderosísimos militares, de oficina o no.
Y esa religión que es el cristianismo de hecho siempre ha justificado matar al enemigo (lo de amar al enemigo es en la práctica una mera frase de salón, una frase de museo).
Cualquier remordimiento o sensación de culpa por esos asesinatos con drones se disuelve de inmediato sin problemas mediante la confesión con el cura o la predicación de que esa es la voluntad de Dios para salvar la civilización y la familia cristianas, y el cura al término de la misa da la bendición de Dios a militares y civiles, y les dice a diario que pueden ir en paz, bien confesados y comulgados.
No creo que el uso de los drones y el perfeccionamiento de esas técnicas de asesinar vaya a cambiar nada en la guerra, pues ésta se considera necesaria para mantener el modo de vida estadounidense cristiano, que es hacia el que mira/aspira occidente.
Mientras leía el artículo recorría mi alma un frío de muerte, de asco, vomitivo. ¿Hasta dónde nos llevará esta cultura de desprecio a lo humano, a los humanos? Unos pocos sicópatas podrán acabar con la humanidad. Entre los terroristas suicidas y los drones, caminamos hacia un futuro poco esperanzador.
El predador humano es el mismo de siempre. Aumenta su eficiencia predadora con aplicaciones del saber que mejorando sus instrumentos suben su efectividad/productividad.
Cambiamos la quijada de asno por el drone y los proyectiles de precisión. Ese cambio debe implicar tambien algún cambio en la actitud del predador: supongo que desaparecerá la excitación producida por la lucha y que no habrá lugar al gesto y la retórica heróicos. Matar y destruir se convierte en un limpio trabajo de oficina. Lo dicho: de nueve a dos y p’a casa (conduce bien, no vayas a tener un accidente en la carretera, tus hijos te esperan).
Les comparto un artículo de una académica valenciana, que resume el objeto de la dicusión y las posturas de las partes (quines afirman que es ilegal, y quienes afirman que es legal). Personalmente me parece que es muy indulgente con quienes afirman que es legal, poniendo como si contaran con igual peso ambas posturas.
Se trata de un texto de análisis del aspecto legal, que quizá suene extraño y hasta repelente para quienes tengan interés sólo en otros aspectos del asunto. Pero al menos para que quienes tengan interés en la parte de discusión legal tengan un punto de partida
http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2011/DIEEEO37_2011Elusodedronesenlosconflictosactuales.pdf
Esos drones son un arma poco eficaz, comparada con la que más asesina y que tenemos más a mano; y además hay que dirigirla expresamente contra determinadas personas que hay que primero vigilar y luego seleccionar y ‘liquidar’.
El hambre es un arma muchísimo más sometedora y mortífera, por lo tanto muchísimo más eficaz.
Además limpia el planeta de millones de personas que no le sirven para nada al sistema que establecen y mantienen los que más riqueza y poder acumulan (los que saben y consiguen manejar el sistema de forma que consiguen acumular mucha riqueza y poder).
Y no tiene el peligro que apunta Justiniano de Managua: no hay peligro de que los desfavorecidos sometan por hambre a los poderosos, y menos de que lleguen a matarlos.
Y tiene la ventaja de que la conciencia no te acusa de asesinato ni de haber matado a nadie: sólo ves morir a algunos por tv.
Incluso se puede tener a mano un profesional de la iluminación, a poder ser santo, que de la bendición de Dios, te diga que puedes ir en paz, te diga que esa es la misteriosa y santa voluntad de Dios, e incluso se pregunte cínico ante los medios de comunicación, con aire de misterio y fingida pena:
¿Por qué ha guardado y guarda Dios silencio ante este Holocausto?
Cosas de Dios, que sirve para todo, bien aprovechado.
P.D. (una vez vi, al inicio de una comida, que uno ‘bendecía la mesa’ con estas palabras: ayúdanos señor a aceptar tu santa voluntad, bendice estos alimentos y da pan a quien tiene hambre, y hambre a quien tiene pan.) Son cosas de Dios pues, esto de tener hambre o tener pan.
Con ese señor piloto permanente podemos ir en paz, sin culpa de ninguna clase. En casos graves de sentirse culpable a pesar de todo, se puede dar dinero al confesor, sobre todo si se acerca la hora de la muerte, más dinero cuanta más culpa y cercanía de la muerte se sientan, y luego hacerse con una buena indulgencia plenaria (o dos, para mayor seguridad).
Si uno muere en ese sublime estado de gracia santificante y plenitud espiritual, se va al Cielo derechito sin purgatorio ni nada. Negocio redondo.
No se puede decir que no esté bien montado el sistema ¿eh? Es perfecto, con resurrección, cielo/felicidad ‘en plenitud’ para siempre, y todo. ¿De qué se quejan?
Hay mucho debate ético y jurídico sobre el asunto en la comunidad académica internacional, y un poco en la comunidad diplomática internacional. Lamentablemente la mayoría está en inglés.
Antonio, dudo que pasará mucho tiempo antes que “el super secreto” de los gringos ya no sea tan “super secreto” y ellos recibirán una “super sorpresa” que hará que el famoso “9/11/01” con las Torres Gemelas de N.Y. pareciera como un juego de niños. Están jugando al famoso “Ruletta Rusa”.
Yo personalmente creo además que HASTA ENTONCES los obispos de USA se pronunciarán sobre “la moralidad” del uso de los “drones”.
Justiniano de Managua
Darwinismo puro y duro aplicado dentro de la misma especie humana con una frialdad técnica que refuerza la falsedad de concepto y práctica sobre la condición de la PERSONA.
Pero, si en la evolución de las especies es lo mejor de cada una lo que va concretando la novedad superior de otras, aquí lo que intenta sobreponerse es la carga más infame de inhumanidad.
¿Seremos capaces de desacreditar ese proceder desde el poder más absurdo al servicio no de la vida, sino de la muerte violenta generalizada?
Hemos engendrado la civilización de la muerte, sin carga de conciencia, se mata como quien juega un juego…y se define el destinos de mucha gente inocente, daños colaterales en el caso de Afganistán, familias o poblaciones enteras… Una civilización así, va hacia su propia autodestrucción.- Gabriel