Xabier Pikaza es un querido amigo y colaborador de ATRIO desde el principio. Marcos es el evangelista preferido de ATRIO, a quien le estamos dedicando un curso-taller que durará hasta Navidad. No conocemos aún el libro de Pikaza sobre Marcos (1.200 páginas), pero no creemos que “su Marcos” se distancie del Marcos de Mateo-Santos-Valera que estamos destilando cada martes. Al menos, por lo que Pikaza dice en esta interesantísima entrevista en Religión Digital.
Xabier Pikaza: “El Evangelio no es un dogma, ni una institución eclesial”
José Manuel Vidal, 15 de julio de 2012
- Jesús no es jerarquía (poder sagrado), sino poder de libertad
- Si Marcos es un libro canónico, caben en el gran canon de la Iglesia miles de cristianos que parecen estar en el margen de lo establecido
Es uno de los mejores teólogos de este país. Después de toda una vida hablando de Jesús y del Evangelio, Xabier Pikaza se atreve ahora con Marcos. En Evangelio de Marcos. La Buena Noticia de Jesús (Verbo Divino) nos presenta una visión del primero de los evangelistas, germen de lo que luego serían Lucas y Mateo. “Su evangelio se puede tomar como centro del Nuevo Testamento“, sostiene.
Un libro potente, cuidado…una obra para quedar, ¿No?
Sí, dicen que es potente…, pero lo es el Evangelio de Marcos, que he querido comentar. He querido escribirlo con mimo, y lo ha editado muy bien Divino (¡gracias amigos!), en formato de consulta más que de lectura. Ciertamente, quiero que quede bastantes años en las librerías y algunos más en las bibliotecas… y en el recuerdo de los estudiosos y amigos de Marcos, que son legión… y no unos locos, como el hombre llamado “legión” en Gerasa (Mc 5).
Un libro muy trabajado. ¿Cuánto tiempo invirtió en él?
Toda la vida, desde mi primer contacto académico y personal con la Biblia, hace casi cincuenta años… Treinta años de enseñanza universitaria, con varios cursos sobre Marcos… Finalmente, tres años de trabajo diario, en este gozoso retiro de San Morales, en el campo llano, compartiendo con Mabel la vida y recogiendo el fruto del trabajo anterior. Económicamente no es rentable, pero es un gozo haberlo podido acabar… y saber que hay ya docenas de personas que lo están leyendo.
¿Una obra de madurez, fruto de toda una vida dedicada a la exégesis?
Debería ser de madurez, por mi edad… y sobre todo, por el tiempo dedicado. Es el cuarto libro, el más extenso, que escribo sobre Marcos, como un “ladrón” que vuelve al lugar del delito, recogiendo y articulando lo anterior de un modo unitario, para ofrece un libro de texto y un ensayo de interpretación del cristianismo… un libro para leerse de corrido, empezando por el prólogo; pero también sorbo a sorbo, partiendo de los pasajes del evangelio que voy comentando.
¿Enamorado de Marcos…?
No sé si enamorado, quizá mejor “apasionado, emocionado”. Está al fondo la pasión por el evangelio y, más en concreto, por Jesús, con su aventura humana y la huella que ha dejado y sigue dejando en nuestra historia. Es pasión por la vida, desde los excluidos de la sociedad y de la religión a quienes se dirige Marcos, en nombre del Dios de Jesús.
¿Marcos, el primero, el más bello y más profundo de los evangelios?
El primero que conocemos. Había relatos anteriores, colecciones de parábolas y milagros de Jesús, un breve desarrollo de su muerte… Pero nadie se había atrevido a ensamblar los datos y a ofrecer una figura unitaria de su vida, presentándole como “paso y presencia humana” de Dios… Un libro bellísimo, para quien rompe una primera barrera y entra en su corriente, como un río de vida mansa y abismal al mismo tiempo.
¿Por qué la jerarquía le tiene tanto miedo al Jesús humano de Marcos?
Y más le debería tener… (a) Marcos no deja lugar para ninguna jerarquía, ni de Pedro, ni de obispos o presbíteros, sino que traza un camino de revelación de Dios en la vida y muerte de Jesús. (b) Para el Jesús de Marcos toda jerarquía es idolatría, por sustitución (poner a otros en lugar de Dios) y por sometimiento (toda imposición es contraria a Dios). (c) Jesús no es jerarquía (poder sagrado), sino poder de libertad; es Rey e Hijo de Dios allí donde renuncia a todo poder, entregando la vida por los demás.
Dices que sin el evangelio de Marcos no habría cristianismo o sería muy distinto. ¿Por qué?
Hubo antes de Marcos otras “cosas” muy importantes, iglesias o comunidades de seguidores de Jesús… Se estaban reuniendo algunas cartas fuertes de Pablo, la Comunidad del Discípulo Amado ensayaba formas de mística cristiana… Pero no existía una imagen unitaria del Jesús que es divino (totalmente divino, presencia de Dios), siendo plenamente humano, con una historia concreta, desde su encuentro con Juan Bautista hasta su muerte. Sin esa imagen de Jesús no habría sido posible un cristianismo unido por encima de sus diferencias. No olvides que el evangelio no es un dogma, ni una institución eclesial, sino un “imaginario creador” (liberador) centrado en la persona de Jesús… y así lo ha mostrado Marcos.
¿Por qué hablas de imaginario? ¿Qué quieres decir con eso?
El cristianismo no es un “dogmario” (religión de dogmas), ni un “ideario” (suma de ideas), sino el relato poderoso de la vida de Jesús, asumida y recreada por los creyentes… Sin ese imaginario (símbolo real), sin la figura concreta del Jesús que camina con los hombres y les cura, que sufre con ellos y les ama… el cristianismo se habría convertido en gnosis intimista o sistema doctrinal y administrativo (como algunos, quizá, pretenden, sin darse cuenta de que así lo acaban destruyendo).
¿Por qué este evangelio es un “prodigio literario, teológico y humano”?
Es un “prodigio” porque sigue emocionando, encandilando, transformando a los hombres y mujeres que penetran en su trama, no para leerlo simplemente, olvidándolo luego, sino para vivirlo y rehacerlo en su camino personal y social. Es un libro en el que podemos “habitar”, como individuos y como comunidad cristiana, navegando por el río de la vida de Dios que es Jesús, de una forma que es total y plenamente humana, en libertad personal y en comunión social.
¿No te parece que el camino de Jesús en Marcos sigue dando miedo?
Dio miedo al principio, lo sigue dando ahora: Una y otra vez destaca Marcos el miedo de los seguidores de Jesús, que no se atreven a caminar con él por continentes nuevos de humanidad y de experiencia. Hoy pasa lo mismo: Queremos resguardarnos en lo ya sabido, cerrarnos en dogmas y verdades bien clasificadas, administradas por sinagogas de expertos letrados. Pero el Jesús de Marcos destruye una y otra vez ese tipo de seguridades impuestas, no para arrojarnos al puro vacío, sino para hacernos recorrer en libertad, salud y amor espacios de vida compartida, en fidelidad a la palabra, en comunión con los más pobres.
¿Se puede fechar con verosimilitud el Evangelio de Marcos?
Yo lo he fechado, con otros muchos, hacia el final de la Gran Guerra Judía (en torno el 70 d.C.). Cuando todo un mundo caía hecho pedazos (en un plano cultural, social y religioso), cuando ardía el templo de Jerusalén (y habían acabado todas las certezas religiosas anteriores), Marcos supo decir a los hombres y mujeres de su entorno (judíos y cristianos) que podían y debían iniciar una nueva travesía de vida mesiánica (económica y social, personal y comunitaria), compartiendo cien casas, cien campos, cien familias, en abundancia generosa de amor, con el recuerdo y presencia de Jesús, que eso bastaba.
¿Hicieron caso a Marcos?
Le hicieron, y de un modo sorprendente…, empezando por Mateo y Lucas. Había numerosas iglesias cristianas con tradiciones diversas; se estaban recogiendo ya los escritos de Pablo… Pero de pronto los cristianos de varias comunidades, entre Siria/Palestina y Roma, recibieron y leyeron este libro de Marcos como Buena Nueva (Evangelio) de Jesús y quedaron emocionados… Allí encontraron algo sólido, fuerte, duradero, que podía recrearse desde varias perspectivas, como hicieron Mateo y Lucas (y después Juan), reformulando y matizando para sus comunidades la experiencia más honda del Jesús de Marcos. Fueron fieles a Marcos cambiándolo y adaptándolo a sus propias circunstancias… de manera que el único evangelio (el de Marcos) tomó forma en varios evangelios.
Pero ¿no hubiera bastado Marcos?
Hay algunos, sobre todo protestantes, que piensan que hubiera bastado Marcos, y puedo estar de acuerdo con ellos… Pero ha sido bueno que a su lado (partiendo de su inspiración) hayan surgido Mateo, Lucas y Juan, con las posibilidades administrativas y éticas, simbólicas y místicas que ofrecen a la Iglesia. En ese sentido me llamo “católico” y, tras ocuparme de Marcos (donde no hay papas, ni obispos ni cura…), quisiera escribir otro comentario a Mateo, donde Pedro ocupa ya un lugar especial y aparecen ciertos rasgos de una posible jerarquía cristiana (aunque sin padres, ni maestros…como los posteriores).
Hay, pues, otros evangelios ¿no es cierto? ¿Qué dices de los apócrifos?
Es cierto, pero los mejores fueron siendo los de Mateo, Lucas y Juan, que habían tomado la inspiración más honda de Marcos… Después, como es normal, en los decenios y siglos siguientes, hasta el siglo IV-V d.C., se escribieron cientos de evangelios, casi todos muy “piadosos”, mucho más piadosos y espirituales que Marcos. Pero, en general, no conservaron la potencia creadora de Marcos (ni la de Mateo y Lucas) y dulcificaron la figura de Jesús, la espiritualizaron, sacándole de este mundo. Por eso, en sentido religioso, pienso que la Iglesia hizo bien (al menos en general) centrándose en los cuatro evangelios “canónicos”, que de algún modo provienen de Marcos.
Según eso ¿podríamos decir que Marcos es el centro del Nuevo Testamento?
Pues sí, al menos en un sentido extenso. No imaginamos el Nuevo Testamento sin el Sermón de la Montaña de Mateo, sin algunas parábolas de Lucas, sin la mística de Juan, sin la fuerte teología de la libertad de Pablo, sin las visiones del Apocalipsis… Pero todos esos temas y motivos pueden y deben ensamblarse de algún modo en el esquema histórico-imaginativo de Marcos. En ese sentido afirmo que su evangelio se puede tomar como centro del Nuevo Testamento, porque vincula la tradición de Pablo con el recuerdo misionero de la vida de Jesús, al comienzo de la iglesia.
Un Evangelio sobre “el profeta campesino de Galilea”, que “anuncia el Reino sin emplear armas”. ¿Es ésta la trama de Marcos?
Así es. Marcos está demasiado cerca de la guerra (67-70 d.C.) que ha convulsionado al judaísmo y cristianismo de su tiempo. Pues bien, desde ese fondo (en un gesto que, por otra parte, es paralelo al de los grandes rabinos judíos de su tiempo), él afirma que el Reino de Jesús, proclamado por Jesús, sólo se puede recorrer y “conquistar” sin armas, es decir, sin “conquista político”. Toda toma de poder termina destruyendo el ideal primero de la libertad y de la comunión entre los hombres y mujeres… Renunciar a la toma de poder político (es decir, del Estado) no es negar la “carnalidad” social del proyecto de Jesús, sino todo lo contrario: Es potenciar un tipo de carnalidad (de materialidad social) más honda. Sólo hoy, tras el fracaso de los cristianismos políticos, de las revoluciones marxistas y de los “ideales” del neo-liberalismo, estamos en condiciones de entender algo mejor el proyecto del Jesús de Marcos.
¿Por qué los seguidores de Jesús tiene que retomar su mismo camino pero “desde Galilea” y no “desde Jerusalén”?
Siendo fiel al mesianismo profético de Israel (esto es, para ser Hijo de David), Jesús tuvo que “subir” a Jerusalén para “recibir” el Reino de Dios. Pues bien, sólo el fracaso de ese mesianismo de la toma de poder (Jesús muere preguntando a Dios “¿por qué me has abandonado?”) hizo posible la revelación más alta del Hijo de Dios, como sabe Pablo (cf. Rom 1, 3-4). Por eso, para retomar el camino mesiánico de Jesús no hay que volver a Jerusalén (como templo y reino), ni empezar por Roma (como piensan muchos católica), sino desde Galilea (mensaje y curación). Recuperar al Jesús hombre mesiánico en Galilea, esa ha sido la tarea de Marcos.
¿Quiénes mataron a Jesús y por qué, según Marcos?
Le mató Poncio Pilato, es decir, Roma. Pero sabe, al mismo tiempo, Marcos que el inspirador y causante de esa muerte no ha sido el Imperio como poder “político” (permítase esa palabra), sino el poder religioso de los sacerdotes. Marcos supone que el poder político puede (podría) convertirse (así lo muestra el centurión bajo la cruz), pero el poder religioso de los sacerdotes no puede. El tema de Marcos no es que los sacerdotes de Jerusalén se conviertan…, sino que dejen de ser sacerdotes, para ser hombres (y mujeres) de Dios. En esta visión no hay ni un ápice de lo que después se llamara “antisemitismo“, sino un intento de recreación mesiánica del camino de Dios (¡desde dentro del mismo judaísmo!).
¿Qué sentido tiene, en ese fondo, la “amenaza” de Jesús contra el templo?
Esa amenaza es el centro y clave de de Marcos (y del proyecto de Jesús). Esto es algo que las iglesias establecidas tienden a ignorar o pasar por alto, y así toman a Jesús como un simple “reformista” religioso. Pero él no fue un reformista, sino un crítico creador total. No quiso “mejorar” el Templo, y crear mejores sacerdotes, sino destruir “este templo” (la religión del poder), recuperando así el carácter sacerdotal de la vida humana, en la que todos (hombres y mujeres) son sacerdotes, pues pueden perdonarse y compartir el pan de Jesús, es decir, el pan de la vida.
¿Marcos funde el Jesús de la Historia con el Cristo de la Fe?
Marcos no lo diría así… Esos dos planos (Jesús de la Historia, Cristo de la Fe) sólo se pueden separar teóricamente, ofreciendo una interpretación “ideológica” del evangelio de Dios o una lectura mutilada de la historia de Jesús. El mismo Jesús histórico, en su opción a favor de los pobres, en su gesto radical de libertad, y en su entrega fiel y apasionada por el Reino, hasta la misma muerte, es para Marcos el Cristo de la Fe, es decir, el Hijo o Presencia de Dios en la historia. Eso significa que Jesús mismo (en su humanidad) es la historia humana del Hijo de Dios. En esa línea, los que quieren partir de un Cristo de la Fe (ya sabido y definido) antes de entrar en la historia de Jesús (como hacen algunos que critican, por ejemplo, a Pagola), no son sólo unos ignorantes bíblicos, sino unos “malos” cristianos.
¿Se acaban, con su generación, los grandes exegetas españoles?
Así dicen algunos. En la segunda mitad del siglo XX surgió una generación de “gigantes” bíblicos (presididos por A. Díez-Macho y a L. Alonso Schökel), que están ahora en su etapa de madurez; pero esa generación está pasando, y no se ve claro un “repuesto”. Pero ese juicio proviene, quizá, de un defecto de visión y pueden surgir otros exegetas, abundantes y mejores. Demos tiempo al tiempo.
¿Hay la suficiente libertad en la Iglesia, para abordar la exégesis bíblica sin miedos a posibles advertencias?
Según lo que entiendas por Iglesia. Si quieres ocupar los cargos “administrativos” (ser obispo, profesor de una Facultad de Teología Eclesiástica…) debes ser cuidadoso, estar atento a los matices, repetir lo que se dice… Pero la Iglesia es amplia, y hay en ellas numerosos lugares fuera de la nomenklatura, como sucedió en tiempos de Marcos, que no parece haber sido un hombre del establishment, aunque la tradición posterior (con Papías) tuviera que vincularle imaginariamente a Pedro, para así avalar el carácter “apostólico” de su libro. Pero nadie ha criticado a Pedro como Marcos, ni a los partidarios de la “iglesia sacral” (vinculada a Jerusalén y a los “parientes” de Jesús). En ese sentido, sólo se puede entender bien a Marcos desde “fuera” de un tipo de institución eclesial cerrada…. Pero, en otro sentido, este evangelio “casi herético” de Marcos ha influido poderosamente en la Iglesia Oficial, sobre todo a partir de las “reformulaciones” de Mateo y Lucas, de manera que esa misma iglesia lo ha “canonizado” (aunque ha tendido a colocarlo en un segundo lugar). Si Marcos es libro canónico (como lo es, gracias a Dios), caben en el gran canon de la Iglesia (mejor que otros muchos muy oficialistas) teólogos no sólo como Pagola sino cientos y miles de cristianos que parecen estar hoy en el margen de la Iglesia establecida.
¿Tus palabras favoritas en Marcos?
Siguen siendo pan, casa y palabra, como el título de un libro anterior (Pan, casa, palabra. La Iglesia en Marcos, Sígueme, Salamanca 1998). En aquel libro quise presentar la Iglesia de Marcos, como lugar donde se comparte en pan, se vive en comunión (casa) y se despliega la palabra (que es presencia de Dios…), en libertad. Significativamente, aquel libro pronto y no fue reeditado. Eso me ha permitido introducir en este nuevo libro gran parte de las aportaciones anteriores. Este comentario de Marcos sigue presentando a Jesús como aquel que alimenta (comparte el pan, revolución económica), abriendo una casa nueva y grande para todos (revolución social) y ofreciendo a todos la Palabra de Dios, que antes parecía secuestrada por los sacerdotes y el templo.
Un evangelio por tanto muy actual ¿no te parece?
Una vez que descubres y aceptas su extrañeza (¡tras casi veinte siglos!), Marcos aparece como un texto plenamente actual, en esta gran crisis económica (año 2012), cuando los poderes financieros especulan con el pan de los pobres, cuando se quiere expulsar de la casa de la cultura (es decir, de la justicia y bienestar) a millones de nuevos pobres, cuando se manipula la palabra al servicio de los intereses de algunos. Marcos puede ser el texto clave de la revolución pendiente de los cristianos, y de la autentica Iglesia, a pesar (y en contra) de la rémora que suponen muchas instituciones establecidas, que el Jesús de Marcos habría condenado.
¿Tu pasaje favorito de Marcos?
El título de la Cruz: El Rey de los Judíos (Mc 15, 27). Ésta ha sido la audacia y la genialidad de Marcos (en la línea de Pablo: Rom 1, 2-3): Ha escrito la historia de Jesús, presentándole en la cruz como Rey de los judíos! El evangelio de Juan ha traducido esa palabra, diciendo: INRI. Jesús Nazoreo, rey de los judíos (Jn 19, 19). En esa línea, tras acabar este comentario de Marcos, he querido escribir ya una vida completa de Jesús, con los métodos más exigentes de la exégesis y la antropología. Ese será, Dios mediante, mi próximo libro: Una visión despierta, provocadora, emocionada y libre (liberadora) del sentido y la tarea de Jesús en nuestro tiempo… Estoy aún más ilusionado que cuando empecé a redactar este comentario de Marcos… Y después, si no es mucho pedir, si Dios me sigue dando salud, si Mabel me acompaña, si mis amigos cristianos de la Gran Iglesia Católica siguen leyendo algo de lo que escribo, me gustaría escribir un Comentario de Mateo, un libro que empecé y quedó pendiente hace casi treinta años, cuando publiqué un comentario a Mt 25: Hermanos de Jesús y Servidores de los Más Pequeños (Mt 25, 31-46), Sígueme, Salamanca 1984.
Y, última pregunta ¿cómo te da tiempo para todo?
Crecí en una familia con ambiente de trabajo, y en una orden religiosa (la Merced) donde el trabajo intelectual era importante… Estudié mucho siendo profesor de la Pontificia de Salamanca (1973-2003)… y después, cuando me “echaron” me hicieron el gran favor: Me cerraron la inmensa mayoría de las puertas “oficiales” (gran parte del último curso 2002/2003) lo dediqué al gran “rollo” de la adaptación del Plan Bolonia a la teología. ¡Qué favor me hicieron! Algunos tenían miedo a mi palabra; he tenido y tengo ahora tiempo y libertad para escuchar y proponer con Mabel, en amor de Iglesia, la gran Palabra de un evangelio como el Marcos, que la Editorial Verbo Divino ha tenido la valentía de editar y que vosotros (J. M. Vidal, J. Bastante…) me ayudáis a presentar aquí, en Religión Digital.
Pues sí tener donde aferrarte, y que este asidero sea una mujer, no solo evita que te caigas, sino que te descalabrs… Mabel es una mujer y mujer de mi tierra Extremadura… Por lo tanto no es poco y mucho menos nada… Ella es, la mujer que como Jesús supo aportar lo que el mismo Jesús por sí mismo no tenía…
Besos Antonio y María. Xavier y Mabel… a cada uno y sus parejas, unas y sus parejas
Ayer hablé con Xabier Pikaza sobre su libro y el libro de Salvador Santos que aquí estamos destilando. Lo conoce y le gustó mucho. Cree que es lo mejor sobre Marcos en español de lo que ha leído. Ve detrás a Juan Mateos a quien conoció mucho, aunque con Santos aún no se ha encontrado. Coincide plenamente en la línea interpretativa, aunque su libro tiene una estructutra más académica y en este sentido son diferentes. Él vive en un pueblecito de Salamanca (hablamos de Mabel y de lo mucho que le aporta esa compañía amorosa, como repite en su entrevista) pero si viene por el Maditerráneo procuraré que se conozcan Santos y él.
No conocía nuestro curso-taller Leyendo a Marcos en ATRIO, pero cuando quede un poco más libre entrará en él y ya me dirá qué le parece. Y está a nuestra disposición por si queremos hacerle alguna consulta.
Para quien quiera seguirle más de cerca su blog es: http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php
Antes de nada, decir que entre Santos y Pikaza hay una diferencia Pikaza aún no se ha desligado de ese estigma religioso, que no es criticable, ni lo crítico solo a mi modo de ver lo puntualizo.
Santos tiene ese resto de Greda de Pueblo que se pierde cuando te adentras más allá del atrio de “la gran casa” la iglesia. Y es que se suele perder el olfato por tantas cera, tanto incienso… A veces ese “bosque inmenso irreal” no te deja ver el horizonte, la frescura y la necesidad de esas gentes que vagan sin dios, pero en la busca de D*s.
Y por supuesto, Xavier también me gusta como teólogo… He participado mucho en su blog, hasta que dejé de sentir esa pizca, de no sabes qué pero que te aportaba frescura, agua en mi sed… Cuando desapareció pues ya sabemos, buscar otro manantial o dejarte quieta conlleva riesgo que no estoy por asumir, hoy por hoy.
Gracias Mª Pilar, a ti siempre y te hecho de menos… perdí tu E-mail pero me puedes encontrar en facebook con mi nombre y apellidos Carmen Hernández Rey… Sigo recorriendo caminos que me hagan feliz aunque sea una brisca de segundo, un átomo de luz de una estrella… la misma que siguieron para mostrarnos a Jesús en esa Epifanía.
Gracias Oscar Varela. Tu pregunta buena, necesarias pero quizás algunos trenes cuando se conocen demasiado descarrilan… Aunque me gustaría que convergiesen paralelos por sus vías pero en camino totalmente humanista, que creo que fue la gran arma que no soportaron ver en ese Mesías, y que le costó la vida. Hoy sigue todo igual, porque la Humanidad está igual de devaluada.
Buen adjetivo, me aplicas, el cual recojo y lo guardo.
Un abrazo grande desde Extremadura.
Gracias a Atrio.
¡Gracias Carmen!
Claro y contundente tu comentario, y me adhiero a el totalmente.
Me gusta (de momento más) como lo presenta Salvador Santos, creo es, un camino que hay que recorrer.
Un abrazo amiga.
mª pilar
Hola!
¿No sería bueno que el señor Pikaza
intentara conocer a Santos?
Me uno al deseo de la Redacción Atrio
que va en ese sentido
al publicar este Post.
¡Vamos todavía! – Oscar.
PS.: aprovecho a saludar a la primera comentarista “Carmen” en su día
según me informa Facebook ¡Bravo! para ¡LA BRAVA!
Si lo escribió Xavier, seguramente ha de ser un libro para pensar y rezar…Gabriel
Me ha llamado la atención la pregunta de si se acaban los grandes exegetas con esta generación en el contexto de lo que Pikaza dice del Jesús del Evangelio de Marcos.
Dice el autor: “En esa línea, los que quieren partir de un Cristo de la Fe (ya sabido y definido) antes de entrar en la historia de Jesús (como hacen algunos que critican, por ejemplo, a Pagola), no son sólo unos ignorantes bíblicos, sino unos “malos” cristianos.” Pienso que si algo novedoso se ha hecho desde mediados del siglo XX por tantos y tan extraordinarios exegetas, ha sido “bajar” de las alturas estratosféricas al Cristo de la fe y dar a conocer en profundidad al Jesús histórico. La historia de la teología se interesó más por el Jesús divino que por el Jesús humano, y la religión cristiana se convirtió en una evasiva de la realidad, en una resignada sumisión a “la voluntad de Dios”. Esta actitud expandida en una amplia sociedad occidental, influyente en otros continentes, configuró un sociedad poco comprometida en transformar la sociedad desde actitudes rebeldes, hasta llegar a las monarquías absolutas explicadas desde la teología poniendo a los monarcas como representantes de Dios para gobernar a los pueblos.
Y vuelvo al inicio de mi comentario. No sé de dónde saldrán nuevos exegetas y teólogos en la línea de la modernidad, puesto que las órdenes religiosas, de donde han salido buenos teólogos y alguna teóloga, se están extinguiendo, las facultades de teología están siendo inspeccionadas muy de cerca coartando la libertad de investigación, y los nuevos movimientos católicos que controlan desde el Vaticano hasta las parroquias, les interesa volver al Cristo etéreo, celestial, divino, ajeno a la realidad humana.
No he leído nada de Xavier Picaza. Sólo esta entrevista que le hace José Manuel Vidal. Ha sido para mí una gran satisfacción. Me compraré el libro; mientras tanto, una y otra vez, leo y releo las palabras de Picaza.
Desde hace tiempo, algunos teólogos (aunque “balbucientes”, por miedo o porque la educación académica recibida los condicionaba a ser “prudentes y cautos”) subrayan la dimensión HUMANA y TERRENAL de Jesús, que nos salva de los males de este mundo.
A fuerza de hacerlo Dios, la Iglesia de los obispos (episcoporum numerus) lo arrojaron allá arriba, a los cielos, bien lejos, para que no les moleste y lo puedan manipular, “clonar” a su gusto. Este Jesús del Evangeio poco o nada tiene que ver con el Jesús católico, que nos transmite la Jerarquía. Pensad, por un momento, en el Jesús de Rouco Varela, o el de Cañizares, o el gran teólogo Benedicto XVI…
No andemos con paños calientes. Ni otra Iglesia es posible (cualquiera otra será edificada sobre el poder o lo añorará), ni un Vaticano III (donde se sentarían la Curia + los obispos…) arreglaría nada…
Jesús no fundó nada; si acaso un movimiento. Quien quiera (sea de la religión que sea o de ninguna) que me siga. Y así comienza el camino del Buen Samaritano, que pasó por este mundo haciendo el bien.
Jesús sí empleo “Armas” Su palabra eran armas arrojadizas contra el sistema puesto que hace de boomerang en todos los sentidos.
Y sobre todo la suya, su vida fue el arma con al cual el decidió hacer o entrar en esta guerra donde su escudo era la verdad y la igualdad ante la ley y ese dios que vendían en el mercadillo de Jerusalen.