Hoy empezamos en ATRIO un curso-taller, que durará hasta Navidad. Seguiremos el guión elaborado a dúo por Salvador Santos y Oscar Varela, un trabajo que todos agradecemos inmensamente. Salvador volcó en una extensa novela, UN PASO, UN MUNDO, su lectura de Marcos. Y Oscar destiló el contenido de la extensa novela en 27 fáscículos que iremos ofreciendo cada martes. precedidos de una breve introducción y seguidos de unas pistas para los comentarios . Hoy va el facículo 00, todo él de carácter introductorio. En cualquier momento, a través del menú horizontal superior arriba del logo de ATRIO, se podrá acceder al índice y al texto de los fascículos ya publicados en PDF. ¡Ánimo y adelante! ATRIO.
Algunos “por qué” del “DESTILADO” del Libro de Salvador Santos: UN PASO, UN MUNDO.
1º) “Destilar” es un aprovechamiento de los sabores y aromas esenciales para su benéfica per-sistencia.
2º) Nos muestra Salvador que esos valores de esencias -consistentes en el Evangelio de Marcos- nutrieron a la primera generación de seguidores del proyecto de Jesús y fueron recogidos, aunque con algún que otro apaño, en los recipientes de Mateo y Lucas.
Ante la imposibilidad de deshacerse de tales esencias, una estructura afín a otros olores cerró a cal y canto el tarro de Marcos tratando que su fragancia se desvaneciera en el olvido. Pero la esencia continuaba allí.
3º) La interpretación de “qué es Jesús” para nosotros se ha tornado “cosa grosa”. Convenía “destilar” su esencia para que no se esfume. Esencialidades que HOY afloran en algo “nuevo” para los seres humanos de nuestro tiempo, luego de 20 siglos.
4º) El severo “destilado” de que fue objeto el Libro-Novela pretendía:
- * no perder gota de la condensación al hacer hervir las tertulias de la Novela en torno al Jesús de Marcos.
- * envasar el licor ferviente en frascos adecuados a cada Capítulo, como se verá en el Índice doble.
- * orientar la mirada hacia mi realidad latinoamericana; pero sin desviar el Paso ni el Camino abierto al Mundo íntimo y global.
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Este “Destilado” fue revisado amorosamente por su Autor y amigo mío, de quien me honro serlo.
También fue aprobado sin interés comercial por su Editor para su difusión, a quien doy las gracias.
Por último, el Equipo Atrio gustó de regalarlo a sus lectores para ser comentado.
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El Programa de Entrega será: Desde hoy hasta el 11 de Diciembre inclusive se presentará en la columna central un tema para ser comentado y se añadirá el texto en PDF a la página del índice de UN PASO, UN MUNDO que se podrá abrir en cada momento desde el menú horizontal arriba de cada página.
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De esta Primera Entrega del “Fascículo 00”: ÍNDICE – Autor –Trama – Lector sólo debo justificar el agregado “Lector”, que no está en el Libro. Se trata de un Artículo de Santos: “Teófilo”, aparecido en Atrio.org en noviembre de 2011.
Lo agregué porque allí Salvador nos muestra que la transmisión del en-clave “Jesús” giraba en torno a ese Oficio de LECTOR, como toda su Novela gira en torno a esa Lectora llamada Desta, y que por eso la hube trastocado en Teófila.
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Fascículo 00 – ÍNDICE, AUTOR, TRAMA Y LECTOR
UN PASO, UN MUNDO
Autor: Salvador Santos
Ediciones El Almendro -742 páginas – Córdoba – España
(Destilado en fascículos: Oscar Varela)
ÍNDICE de FASCÍCULOS
FASCÍCULOS |
LIBRO |
||
nº | TÍTULO | Marcos | Capítulos y TÍTULOS |
0 | ÍNDICE – Autor – Trama – Lector | – | ÍNDICE |
— | — | – | 01.Por el camino de la Angarilla |
— | — | – | 02Café, tostadas y sintonía |
– | 03.De lejos y de cerca | ||
1 | Experiencia y Testimonio | – | 04.Tal para cual |
– | 05. Un abuelo con mucho carácter | ||
2 | Irrupción social del Galileo | 1,14-20 | 06. Presentación en sociedad |
3 | La fe está en los pies | 1,14 /2,28 | 07. La fe está en los pies |
4 | La práctica subversiva de la mano | 3,1-7 | 08. La práctica subversiva de la mano |
5 | Convocatoria a Asamblea Constituyente: LOS DOCE | 3,7-19 | 09. Una cuadrilla de dudoso pelaje |
6 | El Sistema está que brama | 3,20-35 | 10. ¿Loco o diablo? |
7 | ¿De qué lado se está? | 4,1-2 | 11. Un buen sitio para pasarse de la raya |
8 | Mensaje y Producción | 4,3-9 | 12. Una empresa con mucho porvenir |
9 | El Reino es de lo más Natural | 4,26-29 | 13. Lo que pide el cuerpo |
— | — | – | 14. La política y el cuento |
10 | Un Arbusto es suficiente | 4,30-34 | 15. El arbolillo acogedor |
11 | Parábolas y Estrategia | 4,13-20 | 16. Esa estrategia no trae cuenta |
12 | La LUZ para iluminar ¿no? | 4,13-25 | 17. ¡No esconded la lámpara, por favor! |
13 | Contra viento y marea | 4,35-51 | 18. Contra viento y marea |
14 | El hombre esclavo | 5,2 / 6,10 | 19. El hombre esclavo |
15 | El naufragio de los cerdos | 5,11-13 | 20. El naufragio de los cerdos |
16 | El hombre libre | 5,14-20 | 21. El hombre libre |
17 | Jairo se la juega | 5,21-24 | 22. El futuro, a una carta |
18 | Agarrarse sin miedo | 5,24-34 | 23. Un agarrón en toda regla |
19 | Mujer que también se la juega | 5,20-34 | 24. Las cosas en su sitio |
20 | La muchacha no está muerta | 5,35-61 | 25. Fórmula magistral para recuperar a la muchacha |
21 | Ventilando trapos sucios | 6,1-6 | 26. Los trapos sucios |
22 | De a dos, con lo puesto y sin lujos | 6,6-13 | 27. A pares, con lo puesto y sin lujos |
23 | Ante el Hombre Nuevo: Gente y Gobierno revuelven nombres viejos | 6,14-16 | 28. La gente no da una y la corona desatina |
24 | La estrategia del bailecito | 6,17-23 | 29. La estrategia del bailecito |
25 | El poder y el crimen | 6,24-29 | 30. El poder y el crimen |
26 | Prometiendo seguir | 6/8/10/11/12 | 31. Descorriendo cortinas |
27 | Marcos “termina” pero no “acaba” | 14 / 16 | 32. Un relato inacabado invita a continuarlo |
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EL AUTOR (Solapa)
Salvador Santos nació en Algeciras (Cádiz), colaboró con Juan Mateos (1973-1974) en su magnífica traducción del Nuevo testamento.
Ha desarrollado la mayor parte de su vida profesional en grupos de empresas dedicadas a la visión, en las que desempeñó, entre otras, funciones de director general y consejero delegado.
Desde hace cinco años ha volcado sus esfuerzos en la interpretación del evangelio de Marcos, de cuyo estudio ha nacido este interesante relato novelado.
LA TRAMA (Contratapa)
[Texto adaptado a n/AMÉRICA Latino-Caribeña]
Una mujer, Teófila, cuenta a unos amigos que la han acogido, detalles de su vida que causan sorpresa y acrecientan por momentos la fascinación que aquella mujer suscita.
La curiosidad del grupo se desplaza hacia un viejo libro escrito a mano por su abuelo en un poblado latinoamericano.
Incluye un análisis de los textos originales del primer evangelio escrito: Marcos.
El deseo generalizado del grupo vence la resistencia inicial de la mujer, que penetra en el texto traspasando sus forros y siguiendo minuciosamente cada puntada de sus costuras. Sus explicaciones resultan inauditas.
Marcos da que pensar; quiebra la calma, invalida temores, denuncia complicidades y encauza la reflexión. No propone misterios; tampoco narra milagros. No hay quebrantamientos de leyes físicas; sí de las injustas. Asombra la libertad y el efecto de su onda expansiva.
La praxis y el discurso de “el galileo” –así llama la mujer al protagonista de Marcos- impresionan.
El rebelde hombre laico presenta a sus coetáneos un proyecto largamente meditado que descarta la resignación como consuelo e ignora soluciones para un más allá. Él no cree en las reformas. Sólo admite el cambio que restituye la dignidad de los insignificantes. Por eso planteará con audacia una alternativa de sociedad, a la que invita a adherirse con un paso que atraviese la frontera desde la neutralidad al compromiso; un paso que vale un mundo.
EL LECTOR
TEÓFILO -Artículo de Salvador Santos – noviembre 2011 –
EXCELENTÍSIMO/A LECTOR/A
Entre los personajes postergados en el trastero de los evangelios, Teófilo vela envuelto en una densa penumbra que ha impedido descubrir su verdadera personalidad. Parece normal que haya caído en el olvido siglo tras siglo: él no figura en el plantel de actores que intervienen en el desarrollo de los hechos. Ni siquiera pertenece a aquella generación. Fue Lucas, unos decenios más tarde, quien incluyó su nombre como destinatario de sus obras en el prólogo de cada uno de sus libros (Lc 1,3; Hch 1,1).
Sin participación alguna en la acción, ni aún como personaje decorativo, Teófilo está plantado fuera del escenario, a la puerta, como un callado y humilde centinela observando el paso de multitud de personas que acceden al texto sin apenas reparar en su presencia:
- “…he resuelto yo también, después de investigarlo todo de nuevo con rigor, ponértelo por escrito de forma conexa, excelentísimo Teófilo, para que compruebes la solidez de las enseñanzas con que has sido instruido” (Lc 1,3-4).
Verse nombrado de nuevo en la primera línea del libro de los Hechos (Hch 1,1) tampoco le ha valido a Teófilo para gozar de mayor notoriedad:
- “En mi primer libro, querido Teófilo, traté de todo lo que hizo y enseñó Jesús desde el principio” (Hch 1,1).
A pesar de su nombre, del alto tratamiento con que se le distingue y del singular motivo por el cual se le menciona, Teófilo resulta aún hoy un completo desconocido.
Aunque de entrada y a estas alturas pueda parecer insustancial tratar de saber algo acerca de su persona y ocupación, no está de más acercarse al personaje por si guardara en su anonimato algún preciado tesoro que pudiera sernos útil a los que nos adentramos en el mismo texto que él mismo leyó a conciencia hace ya casi veinte siglos.
Su nombre de procedencia griega, Θεόφιλος (amigo de Dios), constatado como tal nombre desde el siglo III antes de nuestra era, fue usado desde entonces con frecuencia e indistintamente por griegos y judíos. Su significado ha llevado a pensar que Teófilo no fue una persona real, sino un símbolo donde se aunarían todos los amigos de Dios, o acaso, un personaje representativo de la comunidad a la que Lucas se dirige.
Ahora bien, el adjetivo superlativo κράτιστος (“excelentísimo”) asociado al nombre (ambos escritos en vocativo: κράτιστε Θεόφιλε) favorece la idea de que Teófilo fue un ser histórico contemporáneo de Lucas. El tratamiento de excelentísimo habla de una persona significada por su preeminente posición o su destacada función.
En el NT solo Lucas utiliza este calificativo. Lo hace en el libro de los Hechos para referirse a procuradores romanos: a Félix, procurador de Judea (52-59/60 d. de C.) (Hch 23,26 y 24, 3) y a Festo, procurador de Palestina (59-62 d. de C.) (Hch 26,25).
A partir de estas referencias textuales no han faltado especulaciones tratando de a identificar a Teófilo con figuras distinguidas de la época, si bien la única evidencia se reduce al título que el propio Lucas le concede. La conclusión, aunque general, parece obvia: Teófilo era, según el registro del evangelista, un personaje de muy alta consideración.
Se ha llegado a pensar que Teófilo podría haber sido el patrocinador de las obras de Lucas, aunque tal teoría no pasa de ser una simple conjetura sin base alguna en el texto.
Lo cierto es que ni el nombre ni el distinguido tratamiento resultan tan elocuentes como la razón por la cual Lucas le menciona. Su aparición se debe exclusivamente al hecho singular de ser el destinatario de los dos importantes documentos, lo que indica el grado de confianza de Lucas en el personaje y la categoría personal de éste. A él van dirigidas las dos dedicatorias con que Lucas abre cada uno de sus libros.
La primera, la que da entrada al evangelio, contiene un dato a tener en consideración cara a indagar en la identidad de Teófilo:
- “para que compruebes la solidez de las enseñanzas con que has sido instruido”. (Lc 1,4).
Se trata, pues, de un hombre informado y formado. No recibe el evangelio de Lucas como material para su instrucción. Esa etapa ya la ha cubierto. Cabe pensar que con el de Marcos, la fuente principal usada por Lucas para construir su escrito. Su texto le servirá, según el evangelista, para que confirme la fiabilidad (ἀσφάλεια: seguridad, certidumbre, fiabilidad) de la enseñanza recibida.
Su contenido es el mensaje del Galileo. La palabra usada para referirse a tal instrucción, λóγος, se emplea con frecuencia en los evangelios como término técnico para designar el mensaje o el proyecto de Jesús. El uso en plural del vocablo (λόγων: “de las enseñanzas”) habla sin duda de la amplitud y el detalle con que le fue expuesto el mensaje.
En otra ocasión Lucas cita también a otro personaje instruido en ese proyecto. Lo identifica por su nombre:
- “Llegó a Efeso cierto judío, de nombre Apolo, natural de Alejandría; era hombre elocuente y muy versado en la Escritura. Este había sido instruido en el Camino del Señor, hablaba con mucho entusiasmo y enseñaba con exactitud lo relativo a Jesús” (Hch 18,24-25).
En el texto destacan, entre otras, dos notas:
1) La formación de Apolo está referida al proyecto del Galileo (“instruido en el camino del Señor”). El término griego ὁδός (camino, andadura, viaje) alude a praxis e indica manera de entender y vivir la vida.
2) Apolo ha tomado opción por la sociedad alternativa y está capacitado para enseñar esa praxis (“enseñaba con exactitud lo relativo a Jesús”).
Según la indicación de Lucas, Teófilo optó también por adherirse a la causa del Galileo tras una formación presumiblemente similar a la de Apolo. La dedicatoria del libro de los Hechos confirma que se trata de una persona de probada lealtad al proyecto, con quien el autor mantiene una estrecha relación de amistad y confianza:
- “En mi primer libro, querido Teófilo…,” (Hch 1,1).
El nombre de Teófilo aparece en vocativo y precedido de la interjección ὦ (ὦ Θεόφιλε) que en el griego helenístico solía omitirse. Su presencia aquí no tiene carácter enfático, sino que sirve para mostrar el afecto con que Lucas se dirige al amigo. De ahí la acertada traducción: “querido Teófilo”.
Teófilo ofrece a Lucas una seguridad sin fisuras. Este cuenta con la absoluta certidumbre de que deja sus libros en las mejores manos. Hasta tal punto es así que incluso parece que hubiese escrito su evangelio exclusivamente para él:
- “…después de investigarlo todo de nuevo con rigor, ponértelo por escrito de forma conexa…” (Lc 1,3).
Esta forma de hablar (“ponértelo por escrito”) indica cuando menos que Lucas deja la total responsabilidad de su manuscrito bajo custodia de su amigo.
Ahora bien, sería desacertado concluir que Lucas dirige el original y único ejemplar de su libro para uso personal de un solo individuo. Es cierto, como advierte el prólogo, que el autor ha pensado en Teófilo a la hora de escribirlo y lo tiene presente como depositario de su obra. Pero, sin duda, con la certeza de que Teófilo era la persona idónea para hacer llegar el mensaje contenido en sus escritos a un amplio universo humano. Lucas escribió convencido de que Teófilo estaba preparado para entender las claves de su evangelio y tenía capacidad suficiente para transmitir su contenido con fidelidad.
La lógica conduce a pensar en Teófilo como un personaje perteneciente a una comunidad o grupo de comunidades de adheridos al proyecto del Galileo cuyo cometido en dicho colectivo tenía una relación directa con la recepción y la comprensión del manuscrito de Lucas.
En el evangelio de Marcos encontramos un dato de especial relevancia en orden a descubrir la ignorada identidad de nuestro personaje Teófilo. En un discurso del Galileo a los discípulos en el que les está ofreciendo claves de interpretación histórica, Marcos abre un pequeño paréntesis para infiltrarse como narrador y lanzar una advertencia al individuo encargado de hacer comprensible a la comunidad el mensaje contenido en un apunte cifrado de su escrito:
- “Cuando veáis que el execrable devastador ha puesto el pie donde no tiene que hacerlo –téngalo presente el lector–, entonces, los que estén en Judea huyan a los montes…” (Mc 13,14)
Mateo (24,15), no así Lucas, recogió al pie de la letra el inciso de Marcos: Entiéndalo el lector (ὁ ἀναγινώσκων νοείτω). El imperativo νοείτω (entienda o tenga presente) del verbo νοέω (percibir, reflexionar, entender) pone sobre aviso a alguien denominado lector instándole a saber interpretar los detalles en clave ofrecidos por Jesús en su discurso. El participio sustantivado ὁ ἀναγινώσκων (el que lee) del verbo ἀναγινώσκω (leer en voz alta) señala al personaje a quien va destinada la indicación.
Pero, ¿a quién se refieren concretamente Mateo y Marcos al dirigirse al lector? Es equivocado pensar que ellos imaginaban a una multitud de personas leyendo individualmente un sinfín de copias de sus manuscritos.
En las primeras comunidades no resultaba fácil hacer copias de un texto de tales dimensiones ni encontrar a alguien que supiera leerlo. La gran mayoría de sus integrantes tenían acceso a su contenido a través de la persona que leía en voz alta para todos con el único ejemplar disponible.
La función de lector/a constituía, pues, un servicio específico, imprescindible y de valor incalculable para la transmisión del mensaje y el desarrollo de la comunidad a la que iba dirigido.
El lector/a o el/la que lee en voz alta tenía encomendada la gran responsabilidad de servir de vehículo inteligente a un escrito pedagógico cuyas claves actuaban como guías para el perfecto entendimiento del proyecto del Galileo. Para tal tarea requería haber sido preparado/a previamente en la comprensión y la praxis de dicho proyecto.
Se trataba, pues, de persona de probada confianza, conocedor/a profundo/a del texto y de los detalles con que el evangelista marcó su exposición. Es más que probable que el/la lector/a se encargara incluso de la custodia del texto y de elaborar copias del mismo.
El/la lector/a actuaba, pues, como un/a doble servidor/a:
a. del único Magisterio: el de Jesús.
b. de la asamblea a la que dirigía su lectura y explicaciones, teniendo como tarea fijar un hilo directo entre la comunidad y el proyecto al que ella estaba adherida y representaba históricamente con su praxis.
Es comprensible, por lo tanto, que se tuviera en muy alta consideración el servicio de leer en voz alta a la comunidad. El libro del Apocalipsis, un texto con una fuerte carga simbólica que requiere una lectura inteligente, destaca por tal motivo al lector/a nombrándole explícitamente:
- “Dichoso el que lee (ὁ ἁναγινώσκων) y los que escuchan esta profecía y hacen caso de lo que está escrito en ella, porque el momento está cerca” (Ap 1,3).
El/la lector/a o el/la que lee en voz alta conocía en sus pormenores el mensaje de Jesús y sabía interpretarlo para la asamblea (ἐκκλησία; iglesia). La asamblea se regía exclusivamente por ese mensaje. Sus decisiones y su praxis no se sujetaban a una doctrina; surgía libremente de la escucha y la comprensión del encargo del Galileo.
El/la lector/a no ambicionaba adquirir poder. Se desvivía para hacer real la alternativa al poder. El/la lector/a tampoco se plantaba por encima del mensaje para dominarlo y manipularlo a su antojo. Su tarea se distinguía por la lealtad incorrupta a esa propuesta y a la asamblea de los adheridos a ella. Por eso su servicio tenía la más alta consideración.
Resulta verosímil desde esta comprensión que Lucas entregara sus libros a un lector de categoría excepcional y se dirigiera a él utilizando un epíteto adecuado a la naturaleza de su quehacer:
Excelentísimo Teófilo.
De ser así, Teófilo habría salido de la espesa niebla que le ha envuelto durante tanto tiempo para mostrarse como figura representativa de una actividad de vital importancia para que las comunidades encuentren hoy la ruta a seguir. Ya no aparecerá como observador impávido de identidad impenetrable. Ha resultado ser el amigo que invita e incita a recuperar una imprescindible función en cada comunidad, la de excelentísimo/a lector/a.
El oficio del/de la que lee en voz alta a la asamblea no está asociado a liturgias ni a culto ni a espiritualidades ni a sacramentos ni a teologías ni a místicas ni a ascéticas ni a dogmas ni a dictados doctrinales. Su cometido, laico, está vinculado a la explicación y enseñanza del mensaje de Jesús a la comunidad. Como respuesta a esa lectura, a la asamblea corresponde desarrollar el proyecto en cada momento y circunstancia histórica. El/la lector/a no posee competencia para dictar a la comunidad el camino a seguir. Tal iniciativa corresponde a la asamblea a la que él/ella pertenece y presta servicio.
Quizá Teófilo represente un eslabón perdido en la historia de los colectivos adheridos al proyecto de Jesús. Su rescate resulta necesario para que ni estructura ni persona alguna puedan escamotear el contenido del evangelio sin que el fraude quede a la vista.
La figura de Teófilo plantea también si no será imprescindible en las comunidades cristianas reestablecer y dar prioridad a la excelentísima tarea de lector/a. Quizá sea la manera de salir por fin de la base y recobrar altura suficiente para obtener el protagonismo y la libertad que corresponde en propiedad a cada asamblea (ἑκκλησία).
¡Gracias, Pepe, porque me cuentas “esa cosita que te hizo un poco feliz”!
Me has hecho recordar los milagros que hacía mi madre para mantener a sus seis hijos y los que hace la gente de todos los tiempos para seguir adelante ¡Somos esa tierra fértil que hace germinar la semilla!
Con mucho gusto, Oscar, dialogo contigo respecto a las diferentes formas de interpretar los asuntos ” espirituales” ( y milagrosos, jejeje)
Yo creo que no hemos avanzado demasiado desde aquellos lejanos tiempos de nuestra edad media. Bien es cierto que algunos ” juglares” se han arrimado demasiado a los clérigos y algunos clérigos ( poquísimos y contados con los dedos de las manos) se han bajado del burro clerical y han pisado TIERRA. Pero, en lo fundamental, seguimos casi igual que en ” in illo témpore”:
http://pabloblanquet.blogspot.com.es/2012/02/diferencias-y-semejanzas-entre-mester.html
Justo es reconocer que la represión y el peligro de ser ” tostado” como un jugoso churrasco argentino llevó a la gente sencilla ( e ignorante, más que secilla) a asumir como propias las tradicciones que los clérigos les imponían. Y no hay mayor fanático de lo tradicional que el IGNORANTE convencido de que será muy sabio si asume lo que le muestran los supuestos ” sabios”.
Así nos luce el pelo en este jodido mundo mundial donde personas con carreras superiores de Universidad siguen empeñados en hacernos tragar ruedas de molino ( apariciones, milagros imposibles, reliquias que cuestan un riñón, aguas que curan montones de males…) y ¡ ay! de aquel que no se trague la píldora.
Bueno, pues yo no me la trago. Ni la de Mateo, ni la de Marcos ni la de Judas Tadeo… ¿ Jesucristo y su ” reino”?
Lo siento, pero prefiero seguir siendo republicano y no admito ningún tipo de ” reino”, puesto que TODOS LOS REYES son acaparadores de ventajas ante sus ” súbditos”.
Saludos, pues. ( Tengo ganas de hacer un comentario respecto de los ” milagros” tan abundantes que se dieron y se dan en nuestro famosísimo Camino Xacobeo. Y hablo de la actualidad, no de la edad media… aunque lo parezca.)
Hola Oscar!
Leo a Ortega y veo que encaja bien con mi referencia metafórica hecha hace unos días en la que mi idea estaba centrada en la tesitura siguiente: “escuchar es más que oír una señal objetiva”. Tal tesitura no debe concebirse dentro de los parámetros de la causalidad, por ejemplo, el oído oye. Sino en el de la funcionalidad, es decir, otorgar al oído su última función, escuchar. El carácter que envuelve el proyecto exige escuchar y en esta alteridad está la plenitud.
Es probable que me equivoque pero yo entiendo que la bisagra decisiva en “Meditaciones del Quijote” está en que Ortega pasa del plano ejecutivo en el que el vivir consiste, al plano reflexivo para preguntarse por la esencia de este vivir.
También en Meditaciones del Quijote puede leerse
“Necesitamos, es cierto, para que este mundo superior exista ante nosotros, abrir algo más que los ojos, ejercitar actos de mayor esfuerzo; pero la medida de este esfuerzo no quita ni pone realidad a aquel. El mundo profundo es tan claro como el superficial, sólo que exige más de nosotros” A cambio nos descubre su “sentido”, el sentido de las cosas. El sentido de una cosa es la forma suprema de su coexistencia con las demás, en su dimensión de profundidad. No, no me basta con tener la materialidad de una cosa, necesito, además, conocer el “sentido” que tiene, es decir, la sombra mística que sobre ella vierte el resto del universo”
En estos párrafos puede intuirse lo que con posterioridad su discípulo, Zubiri, incluyó en su filosofía. Porque ¿No será que esta forma suprema de coexistencia entre las cosas, les viene determinada por la realidad que las habita?
Un cordial saludo
Gracias pepe!
Muy “tierno y jugoso” lo tuyo;
como un “churrasco” argentino cuando vas al Restaurante:
-¿Qué le traigo para comer?
– A mí un “Bife de chorizo”?
– ¿Y cómo lo quiere: “a punto”; “jugoso” o “bien-cocido”?
– Pues, yo lo prefiero: ¡TIERNO Y JUGOSO!
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Tu historiuca debería hacer pensar un poco a los teólogos,
que, por lo visto, e intentaré resaltar,
no me parece que hayan comprendido eso del “milagro”.
Pienso que la Gente de todos los días
-que no es la que se imaginan los teólogos que hay que salvar del pecado-
tiene, sin necesidad de ningún “estudio”,
una clara, certera y contundente percepción del “milagro”.
El habla cotidiana lo registra con estas expresiones verbales:
* ¿Pero vio doña -tapándose la boca asombrada-: si parece mentira?
* ¡Pero si es de no creer!
* ¡¿Quién lo hubiera dicho, no?!
Y ¡cuántas otras! que correrán por esas charlas callejeras.
··················
La Gente percibimos directa y sin mediación de nadie
cuándo un comportamiento humano sale de “lo común”;
sale “fuera” –decimos- de lo común esperado.
Así es que percibimos cuando otra Gente
es capaz de crear lo in-verosimil:
p.e. de ofrecer un Menú a precios que son “de no-creer”
e.d. “de risa” (irrisorios).
Tal vez una señal del milagro sea la alegría
de ver que la vida es posible de “aumentar”
por eso es un buen”augurio” (que significa “aumentar”).
·············
Los teólogos al uso universitario, en cambio,
seguirán con la eterna cantinela de discutir
sobre unas “supuestas” leyes “naturales”,
tratando de traer a su molino “sobre-naturalidades”.
La Gente sabemos que “lo Natural es el Reino”
-sentará esta tesis fundamental el Galileo-
cuando la Parábola de la semilla “en la tierra”.
Los hombres y mujeres comunes somos esa “tierra fértil”
que “ella solita” hace germinar la semilla
para que nazca vida, crezca y dé fruto … abundante
sin “milagritos sobre-naturales”.
Tan sólo el de crear un Menú irrisorio,
que nos hace mostrar los dientes como perlas milagrosas.
Una vez más: ¡Gracias pepe!
¿Vamos todavía? – Oscar.
Amiga María Antonia. Te contaré una cosita que me hizo ” un poco feliz” y creo que viene a cuento de la apreciación de Oscar respecto a los ” milagros”. Verás qué curioso:
Diariamente pongo unos carteles de propaganda anunciando el menú que se podrá comer en el restaurante de mi esposa. Es uno de mis cometidos ” voluntarios”, además de lo que ya conté en otra ocasión. ( soy “Técino de superficies” y pelo, limpio, friego, cualquier superficie que lo requiera.)
Bueno, pues como el menú es tan barato llama bastante la atención del personal y se paran muchas personas a leerlo. (muchas también lo consumen, porque saben que ” más barato y peor no lo encontrarán en la zona”…)
LLevo tiempo comprobando que suelen aprovechar el tirón propagandístico del menú para poner al lado propaganda de diferentes modalidades. La de hoy ha sido todo un golpe de algún gracioso ¿ a? que me ha hecho partirme de risa.
Resulta que, justo debajo del menú, han puesto propaganda de un viaje programado a Fátima. Con sus ilustraciones correspondientes de la famosa aparición milagrosa, precios y demás cosucas.
El gracioso ¿ a?, pintó una flecha indicando el precio de nuestro menú y escribió con letras mayúsculas:
ESTO SI QUE ES UN MILAGRO.
( elmenú cuesta menos de 6 euros y está en el Ayuntamiento más rico de España: Getxo)
Hola!
“Lector …”
Este cuso-taller comienza bajo este generoso árbol de la tertulia comunicativa.
No descarto yo la presunción de haber sido influenciado
por mi asidua lectura de Ortega y Gasset.
Para la primera mitad del siglo XX los habitantes del habla hispana
(pues se “habita” en un “ideoma”; como hoy se “habita” en una Dirección de e-mail)
la referencia a Ortega era un lugar común.
Es sabido que su “modo de pensar” gira en torno
al pivote de una bisagra decisiva: “Meditaciones del Quijote” (1914)
Ese, su “primer Libro”, comienza, precisamente, así: “Lector …”
Veo en la elección de ese inicio: toda una actitud y proyecto.
Se trata, a mi entender, del giro copernicano por el que clama nuestro tiempo:
“Prestar atención” a las humildes circunstancias de la propia vida”
··················
Corrígaseme si me equivoco, pero entiendo que el “JESÚS” que nos trae Marcos
es la postura de un hombre que ha descubierto el valor de la vida encerrada en cada cosa.
y vocacionalmente se lanzó a comprender-las.
Paso éste, radical y decisivo, sin el cual sería imposible su liberación.
No hay “milagros” en la Biografía de la Vida humana
simplemente porque ella misma es la “Cuenca milagrosa”
en el conjunto del Universo y en especial: de la Vida biológica.
Cada cosa, cada partícula entretejida, nos remite, si la atendemos, a esa Cuenca.
Por eso, para Ortega
-como para Jesús y para cada uno de nosotros en este curso-taller-
expandimos la alegría de vivir y de lograr algo así como felicidad
abriéndonos a ese anhelo infinito de “afán de comprender”.
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LECTOR …
Se busca lo siguiente: dado un hecho —un hombre, un libro, un cuadro, un paisaje, un error, un dolor—, llevarlo por el camino más corto a la plenitud de su significado. Colocar las materias de todo orden, que la vida, en su resaca perenne, arroja a nuestros pies como restos inhábiles de un naufragio, en postura tal que dé en ellos el sol innumerables reverberaciones.
Hay dentro de toda cosa la indicación de una posible plenitud. Un alma abierta y noble sentirá la ambición de perfeccionarla, de auxiliarla, para que logre esa plenitud. Esto es amor —el amor a la perfección de lo amado.
La «salvación» no equivale a loa ni ditirambo; puede haber en ella fuertes censuras. Lo importante es que el tema sea puesto en relación inmediata con las corrientes elementales del espíritu, con los motivos clásicos de la humana preocupación. Una vez entretejido con ellos queda transfigurado, transubstanciado, salvado.
El amor nos liga a las cosas, aun cuando sea pasajeramente. Pregúntese el lector, ¿qué carácter nuevo sobreviene a una cosa cuando se vierte sobre ella la calidad amada? ¿Qué es lo que sentimos cuando amamos una mujer, cuando amamos la ciencia, cuando amamos la patria? Y antes que otra nota hallaremos ésta: aquello que decimos amar se nos presenta como algo imprescindible. Lo amado es, por lo pronto, lo que nos parece imprescindible. ¡Imprescindible! Es decir, que no podemos vivir sin ello, que no podemos admitir una vida donde nosotros existiéramos y lo amado no —que lo consideramos como una parte de nosotros mismos—. Hay, por consiguiente, en el amor una ampliación de la individualidad que absorbe otras cosas dentro de esta, que las funde con nosotros. Tal ligamen y compenetración nos hace internarnos profundamente en las propiedades de lo amado. Lo vemos entero, se nos revela en todo su valor. Entonces advertimos que lo amado es, a su vez, parte de otra cosa, que necesita de ella, que está ligado a ella. Imprescindible para lo amado, se hace también imprescindible para nosotros. De este modo va ligando el amor cosa a cosa y todo a nosotros, en firme estructura esencial. Amor es un divino arquitecto que bajó al mundo —según Platón «a fin de que todo en el universo viva en conexión».
Entre las varias actividades de amor sólo hay una que pueda yo pretender contagiar a los demás: el afán de comprensión.
Llama Platón a este afán de comprensión: erotiké manía, «locura de amor».
·················
¡Vamos todavía! – Oscar.
Leo a Óscar el 08-Junio-2012 – 12:15 pm
y sintonizo con lo que dice:
“Sin que nadie se haya movido de su lugar habitual de vida
nos hemos ido encontrando en “otro lugar” amical ¿no es cierto?
Como si de un Club se tratara, al que nos encontramos entusiasmados de adherir y participar:
cuidando, preguntando por el otro, por la otra, que esto y que aquello.
¿No será algo así el Proyecto-Jesús?
¿No se parecerá a esta especie de ATRIO?
Si algo hubiera de esto:
¡Ya tenemos otra PARÁBOLA adecuada: LA NUESTRA.
¿Qué más se necesita para ser algo así como ¡felices!?”
Creo que hay mucho de ésto. La primera vez que entré en Atrio y leí Post y comentarios lo noté. Me pareció un lugar de amistad, de intercambio y de hacer preguntas y descubrir “algo” juntos, poco a poco, con las aportaciones libres de los que escriben, el apoyo de los que leen y preocupándose de las personas concretas.
Yo intervengo poco por dificultades técnicas, pero sigo los temas todas las veces que puedo y, a través de lo que escriben, creo que voy conociendo a las personas cuyos nombres me son ya familiares: Ana Rodrigo, Pepe Sala, Óscar, Héctor, Salvador, Antonio D y Antonio V, Floren, Honorio, Maite,Carmen, Pilar, Mª Luisa y más…
A mí me parece que ese es el proyecto de Jesús, en las cosas sencillas de la vida, en ese cuidado, también en los contrastes de opinión…
¿No nos arde el corazón cuando podemos expresarnos, dialogar, compartir, buscar en igualdad y respeto? ¿No es eso ser “algo así como felices”?
Abrazos!
Hola!
En salvador santos – 08-Junio-2012 – 19:37 pm.
se nos da el GPS (Global Positioning Sistem) “Sistema de Posicionamiento Global”.
Es el Escritor del Libro quien nos empieza a entregárnoslo.
El tema no es menor porque allí está encerrado el secreto de toda LECTURA.
Por eso pido y aliento a que siga en esa línea necesaria.
El LECTOR, si no quiere perder su tiempo:
necesita Pistas o Mapa para recorrer el Escrito de alguien que se puso a escribir-lo.
Para “destilar”, confieso que hube de ser muy cruento des-cuartizador.
Considero que –aunque no me lo dijo- Salvador habrá sentido mis cuchillazos
pasar bordeándole las costillas cercanas a su corazón.
Es bueno, entonces, que nos vaya completando este “Destilado”
con otras “pistas” que dejó impresas en su Libro “Un paso, un mundo”,
que no sólo le son queridas, sino imprescindibles para nosotros;
sobre todo para los españoles (o el “norte” como nos dice Salvador).
La vida de un Escritor muchas veces –por no decir: siempre-
suele tener muy poco que ver con la vida de ese “vecino del barrio”.
Un Escritor -en cuanto tal- tiene una vida “otra”.
Para “escribir” –lo que se llama de verdad “escribir”-
hay que vivir en “otro mundo”: imaginar el escenario y personajes
que darán sentido al Argumento que bulle en la cabecita y manos escritoras.
El Escritor vive uno de los mayores dramas en intensidad que pueda concebirse.
Es muy difícil saber “qué quiso decir en esta frase o giro literario; con esta palabra que tanto le costó encontrarla adecuada a su pensamiento, el por qué de tal Título y no aquél otro que decidió dejar de lado, etc., etc.)
Hay todo un sub-mundo de dramática vitalidad
que a los Lectores de un Libro “terminado” nos queda oculto;
a no ser que el Autor de por sí y/o por demanda –como la que ahora hago-
se abra o lo forcemos a entregarnos el Mapeo con el GPS orientador.
Mas aun: pienso que el mejor y más sabroso Libro es ese que no queda escrito
Pero algo o mucho se puede acceder cuando se da una conjunción:
a) Un Lector atento y cómplice que se aventure y atisbe leer entre-líneas
b) Un Escritor que deje las huellas sigiladas y colabore con el Lector
entregándole su GPS, similar al Cartel de manitos municipales: “Por acá se va a Murcia” por ejemplo.
Cabe recordar que el “Marcos” es también el Libro de un Escritor (Marcos);
y que la ímproba tarea del Intérprete (Juan Mateos – Salvador Santos)
lo que más les habrá costado e importado habrá sido “des-cifrar”
lo que allí en esos escritos estaba “cifrado”.
Ellos también habrán necesitado fabricarse su GPS
revolviendo entre los “Cambalaches” de la Tradición.
¿Vamos todavía? – Oscar.
La fe está en los pies. La fe está en las manos. La fe está en la acción: vete, anda, vende lo que tienes, levántate, dejad las redes. La praxis: el compromiso se carga la neutralidad. Teófilo no instruye con sermones: camina con los demás. Les muestra el camino: un paso y cada paso es un nuevo mundo.
Mi hija Isabel, la psicóloga de la familia, me repite con frecuencia que la filosofía no es más que el quehacer de las neuronas y que la fe se puede quedar anquilosada en esas neuronas que nada tienen que ver con iluminación divina y mucho menos con la acción.
Las neuronas del compromiso son otras: se van acumulando al andar y nos llevan a la acción. Ayer un montón de personas por ahí empezaron a ponerse las chaquetas las camisas y los abrigos al revés y se lanzaron a la calle: fue una ocurrencia genial de una ONG, una parábola que invitaba de una forma simbólica y colectiva a la acción. Querían demostrar que se le puede dar la vuelta a todo, que se puede cambiar lo que llamamos orden y convertirlo todo en desorden.
Si el darle la vuelta a la chaqueta se puede hacer y lo hicimos muchos ayer sin miedo y sin que nadie nos metiera en la cárcel, igualmente podemos empezar a desordenar y desorganizar. Sólo hace falta vencer las neuronas del miedo, de la indiferencia, de la neutralidad, del conformismo que se refuerzan unas a otras.
Gracias Salvador, Oscar y Atrio por invitarnos a provocar el desorden y la subversión que organizó Jesús. Abrazos para todas y todos, gracias Asun por volver. Esta vez son las mujeres como Desta las que señalan el camino. Héctor
A Oscar y a Salvador, gracias por estar ahí.
En el universo del Galileo que expone Marcos no impera nada, y menos, en el caso que nos ocupa, viniendo de la cosmovisión de una mujer, libre de la cultura dominante y todas sus implicaciones.
Es el sentido común lo que se respira en la no búsqueda de hacer prevalecer la razón unida al poder. Ahí no existen barreras entre norte-sur y sur-norte, ni hombre-mujer. Es un espacio que aproxima, no separa.
Un abrazo.
Asun
Por si ayuda:
Dos hechos a no perder de vista al leer el contenido de este curso-taller. Corresponden a dos coordenadas que determinan su desarrollo.
Coordenada X
La lectura y explicación al detalle de Marcos corre a cargo de una mujer. El dominio, sea del tipo que sea, es contrario al evangelio. Prevalece la igualdad.
Coordenada Y
Por origen y por elección, esa mujer pertenece al mundo pobre. La lectura de Marcos sigue una ruta de sur a norte. No hay supremacía de la perspectiva norte-sur. Impera la lógica; no, el poder. El proyecto del Galileo cobra sentido desde los insignificantes.
Grande Pepe!
Gastar 50 céntimos para no encontrar la perragorda creo pondría bailando todos los perritos del barrio. Sigue parabolizando que te necesitamos.
No, si yo con mi praxis diaria en el hacer de pequeñas cosas ya soy feliz, no he necesitado nunca de grandes cosas, al contrario de un limón me he hecho una limonada. Lo malo es cuando te juzgan con lupa desde otra mentalidad contabilizando aquellas cosas que has dejado de “practicar” en tu praxis diaria. Algo así como cuando en la infancia el sacerdote te iba indagando.
Por eso mi interés se centra en ir a la raíz del problema y preguntar ahora de forma más directa: ¿No es verdad que aquellos que han sido sacerdotes y que ahora viven el laicado, en este paso dado han cambiado su modo de pensar? Y no me refiero al cambio drástico del todo o nada, que haberlos los habrá, sino a un cambio transformador de aquello que, siendo más que objeto era tomado como tal. Un cambio experimentado en un proceso de integración interior. Por eso no se trata de nada venido de fuera que voluntariamente haga cambiar (en este caso) a la persona del sacerdote, esta sotuación ya se produjo, sino que es un cambio de re-cuperación estructural. ( en la base de todo re-pensar, creo que está esta idea)
Leo estos días a Mario Bungen en la revista I.V. en el apartado que habla sobre el ateísmo y me satisface comprobar la concepción realista de su filosofía. Una de sus tesis que me interesa destacar es la del sistemismo, la cual va en paralelo a lo que yo entiendo como concepción sistémica de la realidad.
El sistemismo, dice allí, se caracteriza por la tesis de que los sistemas poseen propiedades globales, sistémicas o emergentes que sus parte componentes no poseen y son por tanto irreductibles a propiedades de niveles de organización inferior.
En la reflexión que me hago extraigo que , estas propiedades globales que poseemos como estructura, como sistema, no son perceptibles como lo son, en cambio, los componentes individualizados como el sensitivo y el intelectivo, por esto pueden actuar separadamente al margen de su unidad Pero lograda ésta son irreductibles al nivel inferior anterior.
Algo así pasa en los procesos de cambio de mentalidad
Hola!
A raíz de la breve conversación mantenida entre pepe y Olga
no he podido dejar de caer en la tentación de atender la importancia decisiva
que tiene el “valor” y “cotización” del GOZO en la “economía” del la Vida humana.
Siguiendo el magnífico “estilo” de pepe –de enseñanzas “parabólicas”- y la delicada percepción de Olga acerca de los valores vitales
me aventuro a copiar partecita del Artículo “EL ORIGEN DEPORTIVO DEL ESTADO”
(Ortega y Gasset – OCT2, 607-623),
como para glosar tan amable tertulia de amigos.
– “Cada golpe que en la vida recibamos debe ser sólo un excitante para nuevos ensayos.
Perdóneseme, pero nunca puedo sesgar esta idea sin que venga a mi memoria, como símbolo de ella, la escena victoriosa que en los circos solían representar los clownes cuando mi generación andaba por su infancia.
Salía el clown con su lívida faz enharinada, y colocándose en un lugar de la pista, sacaba de su faltriquera un pito, que se ponía a tocar. Al punto se presentaba el director de escena y le advertía que allí no se podía tocar.
Sin inmutarse, el clown se colocaba en otro sitio y volvía a tocar, pero entonces el director llegaba irritado y le arrebataba el silbo melodioso.
Tampoco se inmutaba el clown ante pareja desventura, antes bien, dejaba que el director se alejase y sumergiendo su mano en la insondable faltriquera extraía de ella otro pito y de él nuevas líneas melódicas.
Pero el director inexorable volvía una vez más y una vez más le arrancaba el objeto armonioso. Mas el bolsillo del clown era un cósmico seno inagotable del cual salían unos tras otros nuevos instrumentos musicales, altisonantes y alegres, o dulces y melancólicos.
La melodía triunfaba siempre sobre el veto del destino y llenaba el ámbito comunicando su victoriosa generosidad, su impetuosa invencible abundancia a todos los espectadores, que sentíamos creciente exaltación, como si un torrente de extraña energía emanase del silbo glorioso que impertérrito modulaba el clown, sentado en la barrera del circo.
Luego he pensado que venía a ser este clown de los pitos una burlesca forma moderna del viejo Pan de las selvas que adoraban los griegos como símbolo de la vitalidad cósmica.
¡Sereno Pan capriforme, que en la tarde declinante tañe la zampona divina y su mágico son suscita resonancias en todas las cosas; se estremece la fuente y la hoja, tiembla el astro y danzan los chivos rufos en la linde del bosque!
Pues bien, sin mayor solemnidad yo diría que la vida es cuestión de pitos.
Lo más necesario es lo superfluo [remarcado mío], el que se contente con responder estrictamente a la necesidad que sobreviene será arrollado por ella; la vida ha triunfado sobre el planeta gracias a que en vez de atenerse a la necesidad la ha inundado, la ha anegado en exuberantes posibilidades, permitiendo que el fracaso de una sirva de puente para la victoria de otra.”-
······················
No dejen de leer el Art. completo!
¡Vamos todavía! – Oscar.
Hola!
Asisto en estos Comentarios a la “praxis” o “puesta en marcha”
del Proyecto-Jesús.
No, no estoy loco. Sólo se trata de hallar -como en fotografía-,
la distancia justa para el correcto en-foque
y obtener así, la nitidez de la imagen-peli de ir viviendo: “LO NUESTRO”
NO, no: tampoco se necesitan grandilocuencias heroicas para cambiar el mundo,
sino estas cosas sencillas en las que hacemos la vida día a día, hora a hora,
sin que, tal vez, ese mundo a salvar (¿?) se entere.
Veamos:
Un Salvador escribiendo un Libro.
¿Qué lo movió a –un día- envolverlo y mandármelo por Correo postal?
Yo enamorado de ese Proyecto que mano amiga me alcanza.
Duato que se identifica vocacionalmente en “amanunse electrónico”
Las y los Cumpas de siempre (Comentaristas y/o Lectores)
que se sienten partícipes adherentes
Y haciendo más visible todo esto:
Pepe y Olga entretejiendo recuerdo y sorteando algunas fallas.
··············
Sin que nadie se haya movido de su lugar habitual de vida
nos hemos ido encontrando en “otro lugar” amical ¿no es cierto?
Como si de un Club se tratara, al que nos encontramos entusiasmados de adherir y participar:
cuidando, preguntando por el otro, por la otra, que esto y que aquello.
¿No será algo así el Proyecto-Jesús?
¿No se parecerá a esta especie de ATRIO?
Si algo hubiera de esto:
¡Ya tenemos otra PARÁBOLA adecuada: LA NUESTRA.
¿Qué más se necesita para ser algo así como ¡felices!?
¡Vamos todavía! – Oscar.
Gracias Pepe por la aclaración, los dos estábamos pre-suponiendo cosas sobre el pensamiento del otro y caímos en error. Estaba pensando preguntarte si habías ido a mis tierras ancestrales. Cuando pases por el Puerto Viejo, donde tenía su casa mi bisabuelo Saitua, que era el práctico del Puerto de Bilbao, donde vivió mi padre cuando volvieron de Cuba, y luego tuvieron que salir en 1937, donde vivió hasta hace poco la Pipi, de todos conocida y a la que iban a visitar cuando volvían de América, tómate un chiquito a nombre de los que murieron aquí, recordando su tierra hasta el último día. Y también un trago de agua, ya que la cañería que lleva el agua a esas casas del Puerto, la instaló mi abuelo, cuando volvió de visita en 1908.
¡Muchas gracias a Óscar y a Salvador por el trabajo hecho y ofrecido a todos! Lo estaba esperando con muchas ganas, desde que Óscar lo anunció, pues no tengo la posibilidad de comprar el libro. Me fascina poder conocer mejor la propuesta alternativa de Jesús que presenta Marcos, sin tanto milagro.
Gracias también a Pepe Sala, sus comentarios siempre me ayudan a ver otros aspectos de la realidad que a veces se me escapan. Me encantan sus relatos!
Abrazos a todos!!!
Has interpretado muy mal, mi querida Olga ( y me fastidia, porque de tí espero siempre las mejores y más inteligentes interpretaciones.) A ver si ahora lo explico mejor siguiendo el sistema parabólico-espiritual. ( como no es mi fuerte, seguro que tampoco lo explicaré bien)
Yo entiendo como una inversión adecuada lo que se gaste en placer, bienestar, proyecto de futuro, solidaridad hacia quien lo necesite, BUSQUEDA DE LO DESCONOCIDO. Pero no entendería a un banquero ( millonario) gastando un euro para encontrar un centavo de euro. Tampoco entendería que quien se reconoce a sí mismo como creyente y poseedor ( A) de la famosa FE, gaste tantísimo tiempo de su vida ( lo más caro que el ser humano posee) en buscar la famosa FE que dice rebosar de ella. Buscar el corro de setas, las escondidas trufas, la mata de percebes…
Así pues, el amigo “Perras Gordas” de la parábola se gastó mucho más valor de lo que buscaba por un simple motivo de AFAN y avaricia. Tenía suficiente dinero sobrado como para dejar la famosa ” perrona” a quien le tocase barrer el establecimiento, pero su avaricia y su AFAN por el dinero no le permitía ser coherente con el sentido común.
Del mismo modo, yo entendería a quien perdió su famosa FE espiritual y gasta un montón de su tiempo ( riqueza) en recuperarla o en tratar de buscarla; pero no entiendo a quienes dicen rebosar de FE de diferentes tipos y se pasan la mayor parte de su tiempo en seguir buscando lo que ya tienen SOBREDIMENSIONADA ( para mi gusto)
Me acaba de llamar mi esposa para que de otro empujoncito a su demasiada ocupación y voy a hacerle unas pocas TORRIJAS.
Estoy caso seguro que recuerdas las torrijas de pan y leche que hacían las abuelas para aprovechar el pan duro… Me salen riquísimas, jejeje. ( mañana te contaré otra anéctota que aclarará mejor la parábola del ” fontanero”)
Abrazotes ( Punta Galea estará preciosa esta tarde que esparamos una galerna.)
Hola Pepe: Te había escrito algo, pero no se si se lo tragó el espacio cibernético. Me refería a tu parábola del Hotel de Perras Gordas en que te noto un “sesgo” economicista” casi de Chicago. Me refiero que no incluiste en la evaluación de la inversión de 5o centavos para rescatar 10 centavos, el placer de la búsqueda,que quizás vale más que los 40 centavos de diferencia. Es como los viajes, y la vida, en que el placer y el objetivo está en el camino, no en llegar a la meta. Saludos.
Considerando el esfuerzo del amigo Oscar Varela ( sin disminuir el de Salavador Santos, pero en otro nivel que a mí se me escapa), participaré ( con la venia…) en éste curso que no tenía la menor intención de participar. ( mi excusa es que no me dejo influir por personajes de hace 2.000 años para intentar guiar mi vida actual ni la de mis allegados.)
Viene a cuento de éste pequeño párrafo, y ” quien quiera entender, que entienda”:
“”por ejemplo: una monedita perdida en la casa;
barriendo y barriendo hasta hallarla.””
En Potes ( mi pueblo de juventud) hay un Hotel famoso que se llama “Hotel Picos de Europa”. Nosotros lo conocíamos por el nombre popular del ” Hotel de Perras Gordas”. Me explico:
Uno de mis hermanos trabajó un tiempo en el hotel. Coincidió con la anécdota que le dió el nombre popular a tan famoso hotel.
Resultó ( años 60 de nuestro siglo pasado) que al dueño del hotel se le cayó una ” perra gorda” ( la décima parte de una peseta que estaba representada por una moneda de aluminio con la esfingie de mi ” inclito caudillo”)
El señor se afanó tanto en buscar su ” perrona” que gastó una caja de cerillas entera para intentar encontrarla.
NO LA ENCONTRO. La caja de cerillas costaba 50 centimos de peseta. ( aquellas famosa monedas con un agujerito en medio.)
Bueno, pues… si alguien necesita guía para la “exégesis” de la parábola de ” Perras Gordas”, tendré que prescindir de mi siestuca y pondré alguna pista. Estoy seguro de que Carmen ( Almendralejo) lo ha pillado a la primera.
Hola Antonio Duato!
El Asunto de la VOCACIÓN
-de entre las Parábolas que haya pronunciado Jesús-
es de las más cortas:
Búsqueda dramática de aquello
que pre-sentimos que nos colmará,
sin importar si a otros le va más o le viene menos;
por ejemplo: una monedita perdida en la casa;
barriendo y barriendo hasta hallarla.
Pero la ejecución de su Trayectoria
es la más larga:
dura toda una vida!
Vos acabás de decírtelo y decírnoslo:
– “Con ese Tercio que se asoma al final de una carta
que va nada menos que dirigida al centro del mundo, a Roma,
me identifico yo,
como levantando el dedo y diciendo:
“¡aquí estoy yo!”.
Ya sabrás, entonces, que la Vida
no es más que esa JODA:
Una joda que te jode a toda hora,
¿qué le vamos a hacer, no?
¡Vayamos todavía, amigo AntonioTERCIO Duato! – Oscar.
·············
PS.: Pienso que lo dicho no se aparta en nada del Jesús propuesto por Salvador.
Toda la Propuesta de Jesús consistiría en sólo esto:
“Haz con otros lo que sientes que da sentido a tu andar en este mundo”
“Bebe de ese pozo de tu vocación generacional, y luego ve dejando el lugar a otro”
Se me quedo sin seleccionar en el borrador el párrafo final de mi comentario que añado a continuación.
En este sentido entiendo que la figura ORDENADORA de Teófilo con respecto al proyecto de Jesús es cualitativamente suficiente porque nos conduce a escuchar con plenitud
Ante todo gracias a Salvador Santos y a Oscar Varela por acercarnos a ese trabajo exegético que nos abre, no solamente a una mejor comprensión del Evangelio sino que además, con la figura de Teófilo nos enfrenta con la necesidad de explicarnos el porqué de ese eslabón perdido en el cristianismo, entre la ORDENACION y la CONSAGRACION, de cara al proyecto del Galileo.
Yo, antes de leer el comentario de ayer de Oscar había ido en búsqueda de si, en el anterior articulo de Salvador Santos en el que nos presentaba a Teófilo, había hecho algún comentario para, partiendo de él mismo prolongar así la idea en su complejidad. No es que me guste la complejidad pero un eslabón perdido que ha enmarañado la tradición también enmaraña el pensamiento.
Parto del pensamiento físico (como es sabido en mí, éste es unitario no dual). Abreviando pues, allí vine a decir que la función unitaria del oído consiste en oír y escuchar. Es cuando se produce la plenitud del mismo. Pues bien si ahora en un esfuerzo de síntesis retrospectiva quiero explicarme el origen del hecho avasallador de la suplantación de la ORDENACIÓN a favor de la CONSAGRACION, tal como lo plantea el amigo Oscar, veo que en origen proviene del hecho de haberle impedido al oído la escucha. ¿La escucha de qué? La escucha a la realidad del proyecto del Galileo, de ahí la necesidad de una autoridad que lo objetivara. En la objetivación de la realidad es cuando se produce el dualismo y en él la separación. La separación en este caso se produce primaria y estructuralmente entre el oír y el escuchar, pero partiendo de ahí se puede extrapolar a todos los niveles.
La cuestión, tal como la veo, es muy compleja como ya he dicho, por eso como no puedo en un comentario meter todo el asunto, si en algo no se me ha entendido lo puedo aclarar y así no me extenderé inútilmente.
Un saludo cordial de agradecimiento a los dos
Mi agradecimiento a Oscar por este curso-taller.
Él tuvo la idea, tomó la iniciativa y realizó todo el trabajo.
Mi tarea se ha limitado a leerlo, admirando esfuerzo y resultado, y tratando de no agregar nada mío para no estropearlo.
Estoy también agradecido a Antonio Duato y a María por su puerta siempre abierta y su actitud acogedora.
Extiendo igualmente mi gratitud a todos/as los/as participantes de Atrio y a quienes sin participar, aunque asiduos/as lectores/as de los artículos del portal, se comunican conmigo y me demuestran su amistad.
Un sinfín de gracias y un abrazo a todos/as
Bihotzez
Salvador
Creo que junto al ordo o servicio laical de lectora que tan bien destacan Salvador y Oscar en sus sucesivas destilaciones hay que tener en cuenta ese otro de amanuense que hoy ha vuelto a ser necesario como simple administrador de la web.
Con ese Tercio que se asoma al final de una carta que va nada menos que dirigida al centro del mundo, a Roma, me identifico yo, como levantando el dedo y diciendo: “¡aquí estoy yo!”.
¡Cuánto me gustaría ser un verdadero jubilado como Dios manda y tener tiempo para intervenir a fondo en este curso-taller que como muchos decís promete. (Pro-mete, te pone algo delante para que se te haga la boca agua y vayas…). Pero mi presencia se reducirá a veces a la del amnuense, aunque voy a releerme bien todos los textos y comentarios. El tiempo lo tengo muy justo.
Pero como el estómago aprienta y estos días días ando preocupado porque un gran libro como es Sangre no se vende ni aquí -en http://www.adg-n.es ni en las librerías -hay que pedirlo aunque no se quiera comprar y decir que lo distribuye UDL- el último comentario de Oscar, por aquello de la ficha caida del cielo, me ha llevado a una página central de la novela, que trascribo sin romper la intriga. Relata un hecho histórico que consta en la Historia del fundador Opus:
—Entramos en la basílica. No sé si tú la conoces. Espaciosa, resplandeciente; es una maravilla. El oro del artesonado, según dicen, lo donó Isabel la Católica del primero que vino de América —después de este inciso, siguió—. Nosotros pensábamos que el Padre iría, como otras veces, a la capilla Borghese, a orar ante el icono de la “Salus Populi Romani” que unos ángeles de bronce, sonrientes, de una belleza impresionante, sostienen con sus alas desplegadas. Al Padre, de gustos tan refinados, le encantaba esa capilla, le tenía mucho cariño, no sé si por los ángeles que él adoraba, o porque ese icono lo pintó san Lucas —Mazeres tuvo que morderse la lengua para no soltar alguna impertinencia de las que se ocurrían—. Pero, no, fue directamente al altar mayor coronado por un gran baldaquino, y con la elegancia de un cardenal se arrodilló ante la cuna de Niño Jesús que se venera en la cripta. Olavarría y yo lo imitamos. Estando así recogidos, sucedió que del mosaico del arco triunfal que cierra el ábside se desprendió una tesela. ¡Una tesela de oro! —al decir eso, Gómez de San Román miró hacia arriba y puso los ojos en blanco, reproduciendo quizá la misma expresión que puso el día de autos—. No le dio en la cabeza, porque la tenía ladeada hacia el hombro derecho. Tampoco se hizo polvo la piedrecilla porque cayó sobre la mullida alfombra. ¡Fue un verdadero milagro! El Padre me mandó buscar la tesela; la encontré, se la di, la besó con gran fervor y, sin decir nada, se la guardó en el bolsillo… “Ecce virgo pariet filium et nomen eius Emmanuel” (he aquí que una virgen parirá un hijo y su nombre será Emmanuel), recitó ese texto del profeta Isaías como quien revela un misterio, y, acto seguido, repitió: Emmanuel, Dios con nosotros, Gott Mit Uns.
—¿Tradujo monseñor el “Emmanuel” al alemán? —preguntó el inspector sorprendido— Parece muy extraño, ¿no crees?
—Extrañísimo, porque monseñor no hablaba alemán y, a decir verdad, yo no lo escuché, pero Sáenz de Olavarría [con este personaje en la novela se describe al actual prelado del Opus, Echevarría. NdA], que, como te he dicho, era entonces el otro custos, al referir hace poco este mismo hecho así lo ha contado.
—¡Gott Mit Uns! —repitió el inspector sin salir de su asombro…
Bueno, es sólo para hacer boca…
Pero es curioso que emplee también Oscar lo de caerle en la cabeza la ficha, como la tesela con la que el Padre recibió la “gran inspiración” desde el techo de Santa María la Mayor. Inspiraciones, tramas y crímenes… La ficción de Paco Asemsi no le llega a la realidad del Vaticano de hoy…
Hola!
Alguien podría pensar que el cambio de nombre:
Desta (en la Novela) por el de Teófila (en este Destilado)
fuera tan sólo un recurso literario,
y entonces quisiera agregarle un motivo más hondo.
Razón, en última instancia, “teológica”
en que se debate hoy “lo sagrado” frente a “lo profano”;
y de que los avatares de la Iglesia Católica
no son más que eso –aunque graves-:
sólo avatares de superficie en la Historia de la Vida humana.
Se trata, en el fondo, de un asunto de GOBERNANZA de esa Vida humana
tanto en su fuero privado como público;
en los campos: económico, social, político y, en definitiva: Cultural.
·············
Leo en el Cap. 14 – parágrafo 4. La ordenación sacerdotal del libro “Otro cristianismo es posible” de R. Lenaers:
– “¿De qué se trata en la ordenación sacerdotal, y en la diaconal y en la episcopal? …
… el nombre oficial de este sacramento era, en latín tardío, ordo. En esta lengua, la palabra ordo significaba un grupo social bien determinado, casi como las castas en la India. Ordinatio, palabra que sobrevive en castellano y en otras lenguas como ordenación, era una palabra que originariamente indicaba solamente la acogida en ese grupo, y no tenía nada del recargo sacral de nuestro concepto de consagración.
La ordinatio tenía tan sólo el efecto de que una persona era ascendido desde el grupo de los laicos a otro estatuto eclesiástica y sociológicamente más elevado, al que él no podría tener acceso por sus propias fuerzas.
Sólo a partir del siglo V la ordenación se convirtió en una consagración en el sentido tradicional y contenía la imagen de que un hombre (las mujeres estaban formalmente excluidas por Dios), gracias a una intervención del Dios-en-las-alturas, recibía el poder milagroso de transformar de manera invisible el pan y el vino en el cuerpo y la sangre del Señor Jesucristo glorificado.”-
···············
Pues bien, pienso que la figura “ORDENADORA” -de “OFICIO” cuasi legal- que nos ofrece Salvador en torno a la Interpretación de quién fuera ese “Teófilo” de Lucas, da en el clavo de las primeras formas de GOBERNANZA que vivieron las Asambleas de la gente que se iba adhiriendo al Proyecto de Jesús.
A mí no me cabe duda que por ese camino interpretativo
se nos puede ir iluminando el quilombo en que se encuentran HOY
no sólo las Religiones, sino cualquier Grupo asambleario.
···············
A mí no me cayó sola la ficha en la cabecita,
sino que fue inducida por el mismo Salvador cuando
-en algunas de las charlas cibernéticas que imaginamos “bajo el árbol y junto al canalito”-
me dijo que estaba preparando ese Artículo (Teófilo)
y que quizás cuadraba bien para la “función” de los “curas-casados”,
-si es que la Institución aventurara darle alguna-
ya que me veía preocupado por el Tema.
···············
Este fue el por qué de insertar al principio de este Destilado
un “cuerpo extraño” al Libro,
que, por lo dicho, no resulta ser tan extraño, sino medular.
Y así es como he seguido ¡Yendo todavía! – Oscar.
En primer lugar mi aprecio a ambos a los apreciados Salvador y Oscar, nos parece una muy buena oportunidad para centrar tanta experiencia(sabiduría) junta para aportarnos miradas sobre Jesús, su mensaje, su camino…La primera constatación de el Libro que Lucas escribió (no me voy a enredar con algunas cuestiones planteadas por allí sobre la autoria) como un sólo libro, Evangelio (Vida de Jesús) y libro de los Hechos de los Apóstoles- La comunidad, hacen que ambos Jesús, su vida, su mensaje y la comunidad estén indisolublemente unidas…Tendría algunas cosas que agregar…algunas extendiendo el razonamiento sobre Apolo de Alejandria y la comunidad de los discípulos de Efeso que sólo conocían el Bautismo de Juan e ignoraban la existencia del Espíritu Santo Hch 19,2…Y voy abordar este taller desde una interpretación del libro de los Hechos que llevo en el corazón, que es un trabajo realizado por el entrañable Pablo Richard…con su El Movimiento de Jesús
después de su Resurrección
y antes de la Iglesia
Una interpretación liberadora
de los Hechos de los Apóstoles
Que se puede bajar de la biblioteca de Koinonia y de la biblioteca solidaria…http://bibliotecasolidaria.blogspot.com/2009/10/el-movimiento-de-jesus-de-pablo-richard.html
No me voy a extender más saboreando, que Oscar y Salvador, Salvador y Oscar y la comunidad de ATRIO, vamos a andar el libro de los Hechos de los seguidores del camino de Jesús de Nazareth, desde los hechos de nuestra comunidades…lugar desde donde extendemos nuestra mirada y generamos nuestra praxis que se realiza en medio del mundo cotidianamente, que será un arco iris, que nos ayudará a ver la belleza de lo diverso…Gabriel
Felicitaciones para Salvador y Oscar por el enorme trabajo amoroso de rescate del mensaje de nuestro común amigo el “Galileo” que está presente en todas nuestras conversaciones y en todos nuestros debates.
¡¡¡Gracias Salvador y Oscar!!!
Este hermoso trabajo, de verdad:
¡¡¡Promete!!!
Les seguiré con gozo y llena de esperanza… como siempre.
Un gran abrazo agradecido para ambos.
mª pilar
Esto promete. Gracias a Salvador y a Oscar por su generosidad.
Creo que el gran problema del pueblo cristiano es su enorme desconocimiento del NT y su carencia de cultura bíblica.
Nos hemos formado con lo que el clérigo (a veces tan ignorante como su feligresía) de turno nos ha dicho que las escrituras quieren decir. Yo, personalmente, desde hace unos años, cuando leo algún texto del evangelio me propongo cuestionar todo lo que hasta ese momento sabía y partir de cero. ¡Se nos han dicho tantas tonterías!
Si habéis observado, yo apenas he comentado los post de Salvador Santos, precisamente porque soy consciente de mi ignorancia en estas cuestiones de exégesis y hermenéutica. Espero seguir aprendiendo.
El otro día en Facebook una persona conocida mía afirmaba con toda rotundidad, “la religión es un cuento para niños y para mayores”. Yo le decía que después de siglos en que tantísimos pensadores y eruditos han dedicado toda una vida a estudiar desde tantos puntos de vista la escrituras, por lo menos merecería un mínimo rigor a la hora de enjuiciar al cristianismo con una sentencia tan vacua. Esto me hizo reflexionar acerca de la torpeza con que se ha transmitido el mensaje del evangelio para que alguien (muchos) puedan llegar a la conclusión de que todo es un engañabobos.
Saludos a todos.
Como profesor universitario empiezo una época de relativa calma, y me gustará visitar de vez en cuando esta agradable introducción al evangelio de Marcos.
Hasta pronto.
Oscar,
Distilando de tu distilación del muy apreciado Salvador Santos, me da la fuerte impresión de que esta experiencia de aquí por unos 6 meses se proyecta a ser un encuentro de comunidad “muy sabroso”. De ante mano agradesco a vos y a Salvador por esta su occurencia tan genial y que su labor de amor sea respondido en la realidad de nuestras vidas diarias.
Justiniano de Managua
Hola amigos!
Yo, Oscar, quisera ser el primer Comentarista en esta aparición.
Quiero dar a ATRIO mi agradecimiento emocionado
por haber tomado con cariño este “DESTILADO”,
que no fue más que el placer de recorrer el alma amical de Salvador Santos.
en su rigorosísima, como novelada exégesis.
Deseo que este agradeciento mío lo aspiren los Cumpas atrieros,
como un fragante derramamiento de mi propia alma,
que se ha entregado con fruición a este trabajito de Salvador,
de quien -no me cabe duda- condensa el futuro de un Jesús olvidado.
Solo me resta decirles que los quiero
y que ¿ya lo saben, no? ¡Voy todavía! – Oscar.