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Un lenguaje nuevo para una teología nueva

Jesús Gil García y Txema Olleta nos envían este documento que es el resultado de un largo proceso de reflexión de una Comunidad Cristiana de Zaragoza. Quieren compartirlo con los visitantes de ATRIO. Muchos de nosotros leímos y comentamos en su día el libro Otro Cristianismo es posible de Roger Lenaers que inspiró su reflexión. Por eso esperan nuestros comentarios y aportaciones.

Leyendo el libro de R. Lenaers (Otro cristianismo es posible) nos hemos fijado en la siguiente reflexión:

  • “No hemos recibido nuestra fe para guardarla para nosotros mismos, cuidadosamente envuelta y enterrada con seguridad en el campo del pasado, sino para poderla esparcir y sembrar. Hoy, nuestra fe quiere decir esto, para que la cultura de la modernidad se compenetre  de ella de tal manera que pueda ser una imagen promisoria del reino de Dios. Para ello, la buena nueva debe ser traducida al lenguaje de la modernidad. De lo contrario habría que temer que no vaya a poder seguir siendo buena nueva” (p. 243).

Por otra parte, en el evangelio de Marcos nos encontramos con el texto que dice:

  • “En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no? Jesús les contestó: ¿Es que pueden ayunar los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto – lo nuevo de lo viejo- y le deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos” (Mc 2,18-22).

A partir de estas afirmaciones creemos que es necesario revisar el contenido de nuestra teología y espiritualidad, a fin de que el mensaje de Jesús de Nazaret, siempre nuevo, se viva y transmita en un lenguaje nuevo, correspondiente al momento histórico de modernidad en que nos encontramos. A tiempos nuevos (la modernidad), un mensaje nuevo (la Buena Nueva de Jesús de Nazaret), en un lenguaje nuevo (la nueva teología). Estas reflexiones son fruto de una experiencia de fe, amasada en nuestra Comunidad Cristiana Popular de Balsas-Zaragoza, a lo largo de nuestra trayectoria, en la cual nos hemos ido despojando de un modelo teísta  y heterónomo propio de otra época, y hemos ido reformulando nuestra fe en Jesús de Nazaret con un nuevo lenguaje teológico, más acorde con los signos de los tiempos actuales y con una espiritualidad laica.

Esta es también la sugerencia de la III Asamblea de REDES CRISTIANAS, celebrada en 2011 en Jerez de la Frontera, en el taller “Hacia una teología de la espiritualidad de las comunidades cristianas del siglo XXI”, preparado por las Comunidades de Murcia. En él se decía:

  • “Proponemos la plasmación de una nueva teología que enfrente los retos que la sociedad actual nos demanda que ha de ser: “más laical, menos masculina, menos occidental y más dialogante con las ciencias”. En esta línea  creemos tener una oportunidad de reformular, de reinterpretar, de recrear incluso toda la religiosidad en diálogo con la situación del hombre moderno. Muchos conceptos fundamentales han de ser reelaborados, y mucho lenguaje  ha de abrirse a un planteamiento más universal…. Por eso se hace necesario reescribir la teología, hay que recrear la espiritualidad, hay que reinventar la liturgia, hay que reencontrar la misión… porque las actuales formulaciones dependen de aquel viejo paradigma que ya no funciona. Hay pues una inmensa tarea por hacer. Se trataría de vivir en esperanza, confiando en el Espíritu que siempre empuja y todo lo renueva y nos anima a intensificar la vida”.

Para realizar este trabajo sugerimos una serie de temas que nos parece necesario revisar, a fin de adaptar su comprensión y enunciado a la modernidad. Solo así el mensaje cristiano será buena nueva en la actualidad. A continuación presentamos la formulación negativa de cada tema y su posible enunciado positivo en la nueva teología:

–          La Sagrada Escritura: Los textos de la Sagrada Escritura no son palabras divinas, dictadas por Dios a los autores de los diversos escritos.

Son palabras humanas, manifestación de las experiencias sobre Dios  que han tenido diversas personas, pueblos y comunidades, con un lenguaje y estilo literario propios de su época. A través de estas palabras humanas se revela el Dios de Abraham, de los profetas y de Jesús de Nazaret, del A. y N. Testamentos.

–          Dios creador: Dios no ha creado el universo terminado, de una vez por todas. La evolución no es contraria a la acción creadora de Dios. No ha creado al ser humano para ser dueño y dominador. No ha creado el mundo sometido al ser humano, para que pueda utilizarlo a su antojo.

La divinidad está dentro del cosmos generando evolutivamente el misterio de la vida. Como dice J. Sh. Spong en su libro “Un cristianismo nuevo para un mundo nuevo” (p. 204) “Dios es el Fundamento del Ser, la fuente de la cual todos los seres fluyen”. Él es la energía creadora del Universo en expansión, el principio y el fin. Dios sigue actuando y la persona humana está llamada a colaborar activamente en la evolución de lo creado. Dios nos ha hecho cocreadores. Dios actúa en la acción de la criatura y ésta actúa apoyada por la acción divina. La naturaleza tiene sus derechos que deben ser respetados y promovidos.

–          El Dios de Jesús: Dios no es una persona, un ser todopoderoso y santísimo, que vive en su mundo propio llamado cielo. No es el premiador de buenos y castigador de malos. No es el creador del universo de un modo definitivo.

El Dios de Jesús es el fundamento del ser humano y del cosmos, el fundamento de la existencia, la fuente del amor y de la vida. Como Jesús nos enseñó podemos llamar a Dios Padre y Madre. Su esencia es al amor del que brota todo amor. Es la última interioridad y profundidad del ser humano y del universo.

“Dios, para mí, es el Fundamento de la Existencia, visible en el ser de todas las cosas vivas;  es la fuente de amor que encuentro en la capacidad de amar presente en toda criatura: y es la fuente de la vida que llama a todos, en todas partes, para la plenitud de la vida”, dice el obispo anglicano J. S. Spong, en el libro citado anteriormente, (p.163).

–          Jesús de Nazaret: Jesús de Nazaret no es un taumaturgo, hacedor de milagros, ni la segunda persona de la Santísima Trinidad. No es Dios.

Jesús es el hijo de María y José, el Hijo de Dios en cuanto que es su imagen. Es la humanización de Dios, la manera humana como el Dios trascendente se vuelve visible y cercano. Es el Cristo Liberador de toda opresión y esclavitud.

–         El mensaje de Jesús: No es la promesa de la felicidad eterna en el cielo contemplando la esencia de Dios, para quienes cumplan fielmente sus mandamientos y las normas de la Iglesia.

Es la proclamación del Reino de Dios, una vida digna y justa para todos, a realizarlo en nuestra historia, como Buena Noticia sobre todo para los pobres y marginados. Una invitación a construir la fraternidad universal. Es un mensaje laico, procedente de una persona laica.

–          María: No es la Madre de Dios, la Santísima Virgen, que concibió a Jesús por obra del Espíritu Santo, a la que se le da culto y se le venera idolátricamente.

Es mujer del pueblo y madre de Jesús de Nazaret, fiel seguidora de su hijo y de su mensaje.

–         La muerte de Jesús en la cruz: No es el sacrificio aceptado por Dios para expiar el pecado original de los primeros padres y transmitido a toda la humanidad para reconciliarla con Dios. No es un sacrificio ofrecido a Dios en pago por nuestros pecados. No es por ello una muerte redentora.

Es el resultado de la condena religiosa y política de las autoridades de su tiempo contra Jesús de Nazaret, como castigo a su persona y a su mensaje del Reino por él anunciado e inaugurado.

–          La resurrección de Jesús: No consiste en la reanimación del cadáver, en la resurrección corporal, reafirmada por la ausencia de su cuerpo en el sepulcro y las apariciones a sus discípulos.

Es la expresión de la experiencia profunda que tuvieron sus discípulos de que continuaba vivo entre ellos, que estaba presente en su vida y en la de la comunidad, que Jesús era el Viviente.

–          La Iglesia: No es una institución vertical y patriarcal, organizada jerárquicamente, compuesta por clérigos y laicos, en cuyo vértice está el obispo de Roma, que ostenta los tres poderes (legislativo, judicial y ejecutivo), diferenciada entre los que enseñan (clérigos) y los que aprenden (laicos).

La Iglesia, Pueblo de Dios, es una comunidad de comunidades, integrada por hombres y mujeres, iguales en dignidad, seguidores del movimiento iniciado por Jesús de Nazaret, estructurada en torno al eje comunidad-ministerios, y horizontal en su funcionamiento. La comunidad de personas convocadas para entrar en la vida, en el amor, en la plenitud, en Dios.

–          La espiritualidad cristiana: No es la evasión a lo sobrenatural, aquella práctica y modo de vida que nos aliena y aleja de lo tangible y material. No es el sector interior de la existencia. No es el ámbito de actividad relacionada más directamente con Dios a través de la oración y de las celebraciones.

La espiritualidad es el estilo o talante que tiene la persona creyente de vivir el evangelio movido por el Espíritu de Jesús de Nazaret. Una forma de vivir coherente con el evangelio, asumiendo el proyecto del Reino de Dios, como proyecto determinante de la vida. Es una espiritualidad laica, consistente en la consecución de una vida digna y justa para todos y todas. Una espiritualidad no dualista, capaz de armonizar  la mística cristiana con el pensamiento silencioso del budismo e hinduismo, forjada de procesos nuevos de humanización.

–          La celebración de la fe: No consiste en ritos desprovistos de sentido y en un lenguaje desconocido. No son actos individuales a través de los que la persona entra en contacto con lo divino. No son acontecimientos a los que se asiste pasivamente, sin participación alguna. No son ritos clericales y patriarcales en los que no tiene cabida la mujer.

Son actos sociales y comunitarios, son actos festivos en los que se conmemora algo importante en la vida. Son hechos participativos en los que el hombre y la mujer tienen igual cabida. Son acciones festivas y comunitarias, en las que lo masculino y femenino es igualmente importante.

–         Los sacramentos: No son ritos eficaces de la gracia divina, dependiendo únicamente del cumplimiento de las condiciones establecidas. No son actos mágicos. No son hechos aislados de una vida creyente. No son actos individuales al margen de la comunidad de fe. No se agotan en los siete oficiales en la institución eclesiástica.

Son expresión de experiencias profundas de vida, celebraciones de los momentos importantes de la vida y de sus diversas vicisitudes. Son momentos clave de celebración de una realidad de vida. Son celebraciones comunitarias. Son impulso hacia el compromiso transformador de la realidad. Son signos creativos, cuya eficacia depende de su veracidad. Es necesario buscar nuevos signos hoy.

–          La Eucaristía: No es la celebración del sacrificio de Jesús en la cruz para redimirnos del pecado. No es un rito  mágico, presidido por el clérigo ordenado, en el que se convierte el pan en el cuerpo de Cristo y el vino en su sangre. No es un acto religioso al que se asiste pasivamente, sin participación alguna. “En la tradición católica los fieles participan del sacrificio de Jesús a través del sacramento, literalmente comiendo su cuerpo y bebiendo su sangre. Canibalismo litúrgico ligeramente disfrazado y poco atrayente para la generación actual” (J. Sh. Spong, en el libro citado anteriormente, p.116)

Es la celebración comunitaria de una comida, en la que se comparte la vida, hacemos el memorial de la última cena de Jesús. Expresión  de la experiencia de la solidaridad y fraternidad en la igualdad, del pan que se parte y se reparte. Símbolo de la vida compartida. Celebración de la liberación de todos los seres humanos.

–          El papel de la mujer en la Iglesia: No es la persona encargada de servicios domésticos, supeditada a la autoridad de los varones-clérigos. No es la persona a la que se le prohíbe hablar y expresar su opinión en la Iglesia. No es la persona sexualmente peligrosa de la que hay que huir, por ser objeto de pecado.

Es una persona igual que el varón, miembro activo de la comunidad cristiana.  Con capacidad de opinar y ocupar puestos de responsabilidad en la Iglesia. Es el complemento del hombre a través de su feminidad, con cualidades específicas y diferenciadas del varón.

–          Diálogo interreligioso e intercultural: La religión católica no es la única religión verdadera, fuera de la cual no es posible la salvación. No es la religión que nos da a conocer a Jesucristo, único mediador entre la humanidad y Dios. No tiene como misión imponer sus dogmas e ideología a todas las culturas y civilizaciones. La cultura occidental europea no es la única cultura válida.

Todas las verdaderas religiones son verdaderas, ya que constituyen caminos humanos de acercamiento a Dios. Del mismo modo que existen diferentes culturas, todas ellas respetables, hay diferentes religiones a través de las que las culturas entran en contacto con lo transcendente. Existe pues un pluralismo religioso. Por ello es necesario entablar un diálogo fructífero y sincero entre todas las religiones, que nos ayude a descubrir la profunda espiritualidad que subyace al interior de las religiones. Existen además muchas culturas que tienen grandes valores y riqueza humana. Se impone igualmente un diálogo intercultural.

–          Ciencia y fe: No son dos realidades contrapuestas y contradictorias. La ciencia no tiene por qué supeditarse a la fe y  a sus dogmas. Los dogmas no son verdades irrefutables y válidas para siempre. No proceden de la revelación divina a la humanidad.

Son dos instancias humanas complementarias, que deben escucharse y enriquecerse mutuamente. La fe debe estar abierta al desarrollo científico y sus descubrimientos. Los dogmas son verdades relativas, enmarcadas en un contexto cultural determinado y en una época histórica concreta. Se impone un trabajo desmitificador en la revisión de los dogmas.

Esta elaboración teológica es una tarea que debemos hacer los grupos y comunidades cristianas. Hemos recibido el encargo de dar a conocer el mensaje de Jesús de Nazaret en el momento histórico que nos toca vivir, en una cultura determinada y a unas gentes que viven en la modernidad, y no en la Edad Media o épocas pasadas. De esta manera el mensaje cristiano será razonable, coherente y buena nueva en la actualidad.

7 comentarios

  • h.cadarso

    Amigo Gabriel, amigos maños de Zaragoza: Vuestra “profesión de fe” me parece muy madura, resuelta y decidida, sin pelos en la lengua…Lo de Gabriel de que no ve clara vuestra postura, o no la comparte, en el sentido de que para él Jesús es Dios, y para vosotros no, pues…
    No se trata de decir sí o no, de decir blanco o negro, arre o so…Dios no cabe en nuestra cabecita de chorlitos, la  divinidad de Jesús consecuentemente tampoco…Tanto los maños como tú, Gabriel, estáis de acuerdo en que lo de Jesús con el Padre alcanza un punto de proximidad, de identidad, que nos resulta imposible de entender. Ahí se auduvieron los de Nicea y los de Calcedonia intentanto formularlo de alguna manera…
    Yo creo que Jesús es el ser más identificado con Dios, el primero entre todos los humanos, el que nos abre el camino a todos los demás seres humanos para llegar hasta el Padre-Madre  del que procedemos, en el que vivimos, nos movemos y somos. Pero no me atrevería a cuantificar medir o definir ese grado de identidad en el que El está situado, ni el grado de identidad en el que nos situaremos nosotros o en el que estamos situados en este momento.
    Y no sé si vale la pena rompernos la mollera en saberlo…
    Lo que sí me atrevería a sugerir a los mañicos, a Gabriel, a todos los que miran hacia Jesús de Nazaret, que no se las den de ser los primeros en hacerse estas preguntas y estas reflexiones. Jesús, su persona, su relación con el Padre, han sido objeto de estudio y debate en los dos milenios que dura el cristianismo. Hoy se impone otra forma de hablar del tema, pero del tema se viene hablando y debatiendo apasionadamente desde el Pesebre de Belén. Y nuestras pregunrtas y debates deben mucho a las preguntas y debates que se han venido haciendo en otros tiempos nuestros antecesores en la fe. Tampoco es cuestión de hacer tabla rasa de lo que ellos nos han transmitido…

  • Carmen (Almendralejo)

    Perdón es vocabulario, y no bocavulario…

  • Carmen (Almendralejo)

    ¡Ah! y como dice Ana Rodrigo si se cambia este bocavulario y terminos androcéntricos sobre ese dios, tambien firmo esto pero dejo la puerta abierta para quienes venga detrás de mi, y tenga otras miradas más acertadas, como podrían ser homosexuales etc
    ¿Por qué D*S, no es homosexual, quien dice que no es, y puede ser Bisexual? De ahí que exista ambas sexualidades…

    Dejo abierta esta puerta que creo que no se ha tocado y que no puede estar cerrada, porque es una Realidad ancestral como la misma humanidad, y la relación con D*S. Cuanto es las relaciones Sexuales y sus diversidades…

  • Carmen (Almendralejo)

    Sí pero empecemos desde Cero ¿Cual sería hoy el nombre y el árticulo para nombra a quien nadie ha visto, escuchado o revelado?

    ¿Seguimos hablando desde este cambio con articulo masculino, para decir que D*S es Él…?
    Cosa que no aceptamos desde la parte que nos toca, el Yo soy quien Soy femenino…

    Porque volvemos a empezar a construir desde el patriarcado de ese dios él, y no desde ese D*S hombre y mujer a la misma vez.

    Mal vamos, si queremos un cambio, empecemos desde el cambio, y no partamos contaminados ya… Pero claro, dentro de estas corrientes extraeclesiales hay muchos varones que ha sido eclesiásticos y que como la ICAR ha dicho imprime caracter en ese sacerdocio, aún se cree esto aunque partidistamente no se crea lo otro, más bien porque queremos una Comunidad abierta y participativa, pero no desgobernada o donde todos y todas seamos iguales…

    Aunque no se crea subyace esto más de lo que parece, por el par de veces que he estado en estos encuentros y las reticencias de llamar a ese dios, Mujer, casi acepta que ese dios, sea madre y padre, pero ¡Jamás! llamarla Ella, aunque sí se le puede llamar Él, sin que se diga nada en contra ¡Claro!

  • ana rodrigo

    A mí nada me suena a nuevo en relación a lo que yo pienso y, al mismo tiempo, se corresponde con lo que aquí en atrio habitualmente hablamos del cristianismo católico.

    Si este post fuese un catecismo, yo lo firmo ahora mismo.

    Además, confirmo que no son teorías, puesto que en nuestras comunidades vivimos la fe de este modo, y puedo asegurar que es muy válida en tanto en cuanto promueve la liberación y desarrollo de las persona a nivel individual, y activa estas mismas actitudes para con la colectividad.

  • Jaume PATUEL

    Un trabajo que obliga a profundizar y avanzar.  Es lógico y muy comprensible que ese nuevo lenguaje choque con mentalidades no conservadoras, sino con una mentalidad formada a lo largo de siglos. Los niveles de creencia son diversos y diferentes. Esa pluralidad debe empezar a ser respetada en el Pueblo de Dios, Comunidad de todas las Comunidades de la Tierra, por la Jerarquía institucionalizada. Así sea a los 50 años del VAT-II.  La pluralidad es fruto de la evolución. Y cada evolución pide su lenguaje nuevo, que es más, ciertamente, que lenguaje. Los conceptos también se renuevan, pero la vivencia profunda silenciosa y amorosa no tiene lenguaje verbal, pero si lenguaje vivo, de amor, de respeto, dignidad con hechos. Todos los caminos llevan a la cima a partir de un amor muy humamo por lo que ya es divino.  La metáfora, la poesía, las parábolas, los refranes, los pensamientos, los apotegmas serán su expresión, indicación. Jesús fue un gran “sofiálogo” más que “teólogo”.   Los que indican que hay que buscar un nuevo lenguaje, como Benedicto XVI, deben aceptar sus consecuencias de esa evolución, indagación y cambio. Un gran diàlogo fraterno, amoroso, como el que indicaba Gabriel. Jesús es el gran modelo en indicar que nosotros también somos, lo que èl ES. No hay diferencia. La diferencia es en el vivirlo como lo místicos dentro de nuestra cultura con nuestras propias  creatividades, innovaciones. Y las comunidades  tienen una gran labor mirando su presente y futuro. 

  • Gabriel Sánchez

     En primer lugar el mayor de los respeto para la elaboración de una comunidad, para mi es la comunidad el lugar propio donde vivir la fe…Pero debo admitir que existen muchisimas cosas en la que coincido apasionadamente y otras no…Supongo que esta permitio, si es así(cosa que en ATRIO doy por descontado), podría sobre mis coincidencias y sus alcances y mis discrpancias y sus alcances escribir horas, fundamentar largamente…Pero sólo me voy a permitir hacer un acto de reafirmación de MI FE, que seguramente algunos dirán que es conservadora, otros dinosaurica y muchos en ATRIO LO DESCUENTO SERE RESPETANDO AÚN EN LA DISCIDENCIA y escogo este tema porque en el va mucho más que una posición intelectual y que una elaboración teólogica, va algo que sale de las entretelas de mi ser…por no usar la expresión del buen obispo Ingles lo escencial del ser…cuestión que en realidad va más allá (al menos eso opino yo), de donde nuestros razonamientos llegan…y es que mi vida, la lucha que cada día me impone la misma y los ideales, los sueños y la entrega de energia cotidiana en lo poco que une sirve para construir un mundo mejor…tiene como base existencial la FE EN QUE JESUS DE NAZARETH, ES EL RESUCITADO Y ES DIOS…Con mucho respeto y porque no cariño por quienes opinan distinto…digo sin embargo que esa FE es compartida por enormes personas, muchas de ellas a las cuales no puedo ni desatarle las sandalias…como Cacho, como Pepe y como mucha gentes de las comunidades de este lugarcito del mundo…Seguramente me gozo (y lo digo en el sentido abierto y festivo que tiene la palabra) de compartir esa Fe con pesonas, como Mons Romero, los Jesuitas de la UCA, Mauricio Silva y con Dorothy Stang, o con los ministros de la palabra y catequistas asesinados en guatemala…En fin…que parece que no estoy sólo, pero a los efectos no hace más diferencia que reconocer el derecho que (humildemente entiendo), Dios nos da a los seres humanos para pensar y sentir con absoluta libertad, respetamos esto y a toda comunidad, aunque no estemos en todo de acuerdo.- Gabriel