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El concilio de Trento en un cambio de época (1/2)

No se trata de hacer una historia rigurosa. Y menos, de un comentario teológico. Buscamos en la evocación histórica, uniendo hechos y personas reales con reanimación literaria, una iluminación de la situavión actual. A Trento, concilio más largo y complejo que Nicea, le vamos a dedicar sólo dos pinceladas.

I.- La Iglesia anclada en plena  Edad Media

Corría el año 1545. Diego Hurtado de Mendoza, Embajador de  Carlos I en Venecia, atravesaba Sierra Morena por el Muradal buscando el camino más corto para llegar a Toledo en los últimos días de Noviembre. Llevaba ya tres semanas de viaje, cruzando el sureste  peninsular desde Cartagena pasando por Granada donde se detuvo unos días con su familia.

El Emperador, a la sazón residente en Toledo, le había hecho llamar para asignarle plenos poderes ante el Papa. Carlos I conocía muy bien la historia de Constantino y Nicea. Un Concilio podría reunificar una Iglesia amenazada  por la reforma de Calvino, Lutero y Enrique VIII. En Nicea el Emperador y la Iglesia consiguieron la desaparición casi total del arrianismo. Invitando ahora a los representantes de las distintas facciones cristianas a dialogar, se podría lograr una vez más una Iglesia unida y un imperio fuerte para arremeter contra  el peligro sarraceno.

Desde años atrás se esperaba la convocatoria definitiva de un concilio que  por la indecisión de Paulo III se  había pospuesto ya dos veces en Mantua y Vicenza.

Carlos había sido coronado Emperador del Sacro Imperio Romano por el Papa Clemente VII  viendo renacer así el viejo concepto de que el poder real tiene un origen divino. A la Iglesia le correspondía señalar sobre quien debería recaer esa voluntad sobrenatural. La autoridad del Emperador sobre los fieles era inmensa. Los monarcas ejercían varias facultades atribuidas a la Iglesia en el gobierno de los fieles. El nombramiento de Obispos adeptos quedaba en sus manos.  Las disposiciones emanadas del Papa, de las Nunciaturas y de los Concilios debían obtener el Pase Regio antes de ser publicados en España y sus dominios. Si eran perjudiciales para el Estado se aplicaba el derecho de retención y se impedía su difusión.

El Embajador Hurtado de Mendoza con  su séquito se dirigió a la Venta del Viso en la vertiente norte de la sierra donde se encontraría con los ejércitos de Córdoba y Sevilla que luego embarcarían con él hacia Italia. Carlos I tenía serios conflictos políticos y militares creados por la codicia del Papa y de  su hijo Pedro Luis Farnesio. También tendría que hacerse presente en el Concilio que se reuniría por fin en Trento a principios de diciembre.

— Que se detengan los recién llegados y declaren quienes son. Por orden del Rey debemos saber quién se mueve por estas tierras desamparadas de la sierra y así detener a todos los que no sean gente de paz—, exclamó el posadero desde dentro de la posada.

—Mis saludos a ti y a todos lo que se hallan contigo. Somos gente de paz y venimos por orden del Emperador Carlos I.

—Esperábamos a su señoría. Hay aquí dos oficiales de los ejércitos del Rey, también de paso. Ellos nos anunciaron la llegada de vuestras mercedes. Descansen y encontrarán la cena servida. Después de la cena nos reuniremos con los demás comensales que se sentirán agradecidos con los que ustedes nos cuenten. Por estas tierras solitarias de la sierra no tenemos otro esparcimiento que oír a los viajeros de bien que pasan por aquí.

El posadero inició la sobremesa introduciendo a los presentes: Además del Embajador y los capitanes Don Álvaro Medina y  Don Luis Menadas se encontraban allí Fray Policarpo de la Virgen Santa, Fray Apolonio de la Pasión, el Cura del Viso, el licenciado Peláez, el cuidador de los ganados del Conde de Aguares y algunos otros comensales.

Después de una cena frugal se sentaron todos junto al fuego y el posadero, comentó:

—Sabemos que los recién llegados son  gente de paz pero no entendemos que el Rey les mande a Roma con un ejército. Aquí entendemos que a Roma sólo van los buenos cristianos, reyes, oficiales, soldados o terrenales, como nosotros,  para hacer penitencia por sus pecados y para que el Papa les perdone.

—Siento que no nos vamos a entender fácilmente —respondió Don Diego— desde aquí en plena Sierra Morena, rodeados de peligros y donde no hay más seguridad que los ejércitos del Rey, el poder de Dios y de la Iglesia y el consuelo de los santos monjes que nos encontramos en el camino: ustedes ven la realidad desde ese punto de vista. Esta es una parcela reducida de la realidad.  Ustedes han ido construyendo sus defensas ante los peligros,  con sus creencias y su fe. Dios nos libre de intentar  destruir esa fe.

El capitán Álvaro Medina intervino:

—Yo añadiría a las sabias palabra de mi señor Don Diego  que cada uno siga viviendo en su mundo. Para muchos de vosotros  no hay más realidad que la del  mundo en que viven. ¿Es esa realidad con su Iglesia, su Dios y sus santos lo que les hace felices y les salva? Sigan viviendo en ella. Pero será bueno que sepan que hay otros mundos. Más allá de los mares hemos descubierto nuevos mundos.  Nosotros vivimos en el mundo del Emperador que debe defender los intereses de España por otras partes, y quizás también por donde anda el Papa.

El Cura del Viso no se pudo contener:

—No, mi capitán; ustedes les están dando la razón a los herejes: eso es lo que ellos quieren, su propio papa, su propia iglesia, sus creencias, un dios a su manera. El que se haga con más adeptos es el que gana.

Fray Policarpo añadió:

—Preferimos ser ignorantes, pobres y sumisos con nuestro Dios y nuestra Iglesia. Ser ilustrados, ricos y fuertes en la nueva sociedad que se ha inventado el Erasmo ese de Róterdam, que es vuestro nuevo evangelio, no nos interesa.

—Hay otra forma de verlo —propuso el Embajador— seguro que habréis leído ese librillo que divierte tanto a la gente porque es partirse de risa. Pues no señor, el Lazarillo de Tormes es un libro muy serio que nos dice en cada página cómo somos todos nosotros. Es el libro que mejor describe la sociedad actual. Es verdad que está fundado en el mejor humanismo de Erasmo y con ello comienza a nacer una nueva época. La sociedad del pasado nos pone como intocable todo lo que nos rodea, Las cosas son solo así. Todos somos algo de Lazarillos: vemos al mismo Emperador, al mismo Papa, a la misma Iglesia, al mismo cura,  al mismo Dios, pero cada uno lo ve de forma distinta. O sea que cada uno está metido en una realidad social distinta.  El Lazarillo salta de unas manos a otras.  Como él dice, ‘escapé del trueno y di en el relámpago’, escapó del ciego cruel y dio con el clérigo avaro. El autor anónimo del Lazarillo describe en detalle la sociedad de los siglos pasados y nos invita a salir de ella ya que sus valores sociales son intolerables: esa sociedad se nutría de nuestra ignorancia.

—Quiero decir algo: —interpuso el Licenciado Peláez— las palabras del señor Embajador me parecen exactas y adecuadas. Vivimos anclados en el pasado y una reforma hacía falta. Si nos concentrarnos ahora en la lucha contra la reforma ya iniciada,  dejaríamos el problema de fondo sin resolver. Llamamos justicia a una injusta repartición de la riqueza, adoramos al rico y despreciamos al pobre. El poder da seguridad y bienestar. El que no tiene poder es un ser despreciable. Se le ve como un retraso mental y moral. Por otra parte el clero y la jerarquía niegan los valores del Evangelio con su codicia y su desprecio de la dignidad humana.  El individuo, si quiere sobrevivir, tiene que luchar contra lo imposible, robar, matar  y adaptarse a la corrupción que le rodea. No te dejan pensar por ti mismo. Tienes que pensar desde fuera de ti mismo como te mandan los poderes sociales y la Iglesia. Así el potencial del individuo para el progreso queda anulado. La Iglesia mantiene toda la verdad y todo el poder.

Fray Apolonio se revolvió contra todo aquello:

—Hablábamos del pecado de los individuos que no era pecado de la Iglesia. Él seguiría creyendo en la santidad de la Iglesia, de la jerarquía y del papado.

El Licenciado respondió que el pecado era un invento innecesario, la cortina de humo que no dejaba ver los males profundos de la Iglesia y de la sociedad.

El Embajador intervino:

—Gracias por vuestras apreciaciones. Mi tarea en el Concilio va a ser así más fácil. Voy a representar al Emperador pero intentaré representar a vuestras mercedes, al pueblo que no puede llegar allí. El Concilio de Trento debe recoger lo más puro del erasmismo y conseguir que la Iglesia lo lleve por todas partes para confirmar el cambio a la nueva época que se avecina. Sería recuperar la doctrina del Evangelio, ese reino de justicia, de respeto a la persona, de igualdad entre todos, que Jesús de Nazaret llamaba el Reino de Dios y que está ya en medio de nosotros.

19 comentarios

  • Santiago

    Pido disculpas, pues en el cuarto párrafo de mi comentario, debe decir: “Lo importante ES la definición que hacemos sobre el amor” en vez de “Lo importante EN la definición…”  Vale S. Hernández

  • Santiago

    No dudo de tu sinceridad, amigo Javier..tampoco dudes de la mía, pues no ha sido mi intención causarte la mas mínima intranquilidad…en realidad, a pesar de que no nos conocemos personalmente, tu perseverancia en el diálogo y el esfuerzo en contestarme siempre han sido gran parte de esta sostenida amistad de “pen pals”..además ya nos conocemos desde hace varios años..y eso despierta cierta confianza y libertad en el diálogo..Por lo menos en lo que respecta a mi
    No creas que no valoro tu “acto de contrición perfecta”: ese soneto de autor anónimo y que causa tanta admiración para el que lo lee y practica.Si esto es lo que creas y practicas -claro está, de la manera que tu lo entiendes- es el mejor modo de comunicarte con Dios…Ya se lo que crees y como lo crees, pero en verdad yo no estoy autorizado a juzgarte..Ya habrá tiempo de eso..No estamos tan lejos de la eternidad, ni tu, ni yo
    Pienso que el que ha llegado a amar a Dios sin esperar nada a cambio, o sea, como dice el soneto: “no me tienes que dar por que te quiera”…. posee un grado muy perfecto de amor..Sin embargo, no todo el mundo alcanza ese grado..y tampoco -en la fragilidad humana- se debe despreciar al que tiene un grado menos de amor..y querría algo de recompensa por la fidelidad a Dios o a cualquier causa….Yo considero que Dios es un padre amoroso…y comprende cada corazón, cada miseria, cada fragilidad, cada debilidad..y en su misericordia infinita nos ayudará a caminar por las dificultades de la vida, para llegar hasta EL…Esa es mi esperanza y la de muchos..y es por lo que yo me he referido a lo escatológico, solamente en este sentido
    Coincido, en parte contigo, cuando dices cuán importante “son las personas aquí y ahora”..Yo tambien creo que la salvación esta ya incoada aqui abajo..Aquí empieza toda ella…pero yo creo que el amor no termina en la tumba…sino que persiste…trasciende la fosa….”salta” hasta la vida eterna..llega hasta Dios
    Lo importante en la definición que hacemos sobre el amor…¡Cuanta confusión!  porque muchas veces creemos amar a los otros cuando en realidad nos estamos amando a nosotros mismos, en un egoísmo inconsciente (o consciente)…porque el amor es en esencia buscar la felicidad de la otra persona, a la que amamos…aunque tengamos que padecer nosotros…Por eso, el sacrificio -el sacrificarse por otro- es la mejor señal de que amamos…¡Cuantos matrimonios desehechos, cuantas relaciones rotas, cuantas desilusiones, cuanta amistad frustrada….. por no haber entendido lo que es el amor!  Lejos de mi el considerarme perfecto en predicar sobre esto…Ni es mi intencion de dar una lección sobre el….solamente hablo como lo siento…
    Por eso, aunque creo que el amor humano es parte del amor divino,una chispa infundida por EL en nosotros, necesita perfeccionarse y purificarse durante nuestra estancia por este caminar humano…Ya que solo el amor de Dios es absolutamente incondicional…el nuestro, sin embargo, necesita, muchas veces, un largo camino para llegar a asemejarse un poco al amor del Padre…por eso yo creo que nuestro amor humano esta “en vía”, en el camino, para llegar a su máxima expresión,   que estará cumplidamente perfecta en la otra vida, en su objeto final y perfecto… que es Dios..Nuestra vida consistirá tratar de amar como Dios mismo nos ama…ya que ese es nuestro objeto…., y el propósito último de nuestra creación
    Lo que me extraña en realidad es que tu quieras “pontificar” sobre todos y sobre TODO con una excepción: que no toquemos la “otra vida”…pero Dios nos creo “para la otra vida”…y por tanto nuestra cooperación a la obra de Dios, no solamente es lógica, sino necesaria…No podemos esconder esta realidad..Respeto tus certezas…pero cuestiono tu seguridad absoluta precisamente en eso..Una cosa es lo que decimos   ahora…y otra es la realidad de otro momento…que es el momento crucial para todo ser humano…Si en realidad tienes certeza y seguridad absoluta no tienes por que intranquilizarte, a pesar de mis palabras…Mi intención no es mala, ni hecha para disturbarte de ninguna manera…En el supuesto caso -improbable como adivino en tu respuesta- que mis palabras te den que pensar, los amigos estan siempre para ayudar..Y yo estoy seguro que tu querrías para mi lo mejor…bueno, todo amigo quiere compartir la felicidad con los demas…Esa es mi unica intencion…aunque. por adelantado, ya se como piensas de mi y de lo que yo creo
    Yo tambien quiero irme de este post…. Por eso te agradezco todo: muchas gracias por tu atención y persistencia en constestar…saludos   de 
    Santiago Hernández   

  • Javier Renobales Scheifler

    Santiago,

    Tengo la certeza de que no me preocupa en absoluto el más allá. Las razones ya las he expuesto reiteradas veces, no es necesario pues repetirlas (tú no lo puedes entender, desde la dogmática y doctrina oficial católicas a las que te tienes que aferrar 100%, pero es así, y de mis preocupaciones sé yo, no tú). Puedes dudar de mi sinceridad, pero eso es problema tuyo, no mío (¿qué interés tendría yo en mentir a un amigo y al foro? Mentir no es amor, sino todo lo contrario, es ir contra la verdad.
     
    No soy yo quien vuelve al tema, sino tú quien, si no recuerdo mal, has dicho que lo importante es la salvación escatológica: yo sólo he tratado de contradecirte por tu craso error, pues no es la salvación escatológica lo importante, sino las personas aquí y ahora y la salvación de las mismas aquí y ahora, en esta vida.
     
    Eres tú el que necesita que me preocupe el tema escatológico, la vida en el más allá, si lo hubiera: pero el hecho cierto es que no me preocupa ni lo más mínimo, ni tampoco si me muero ahora mismo o en unas horas -te puedes imaginar que no correría a confesarme en una de las numerosísimas iglesias que hay por aquí cerca, y eso que no me confieso ya ni sé hace cuantas decenas y decenas de años, ya que la confesión católica con un cura no sirve para nada-.

    Ni tampoco me preocupa nada el tema escatológico si me muero dentro de pocos días o semanas o meses o años … pues la muerte una muy natural parte de la vida. Y yo lo acepto así, tal y como lo siento.
     
    Ya no me podéis meter miedo con el infierno que asegura tu papa que existe (necesario para el negocio católico), ni con vuestra infame condena de ‘fuera de la ICR no hay salvación’ (escatológica, me imagino, al leerte, hermano Santiago) de vuestro catecismo/papel mojado de 1992.
     
    Lo que haya después de la vida, no me preocupa lo más mínimo, amigo Santiago, dada mi confianza plena, de la que ya te he hablado muchas veces, y cada vez la siento más arraigada, cuanto más cerca estoy de la muerte.
     
    Cada día estoy inexorablemente un día más cerca de la muerte … podría ser hoy por la mañana, por la tarde al volver a casa en moto, por la noche por un ictus o  un patatús del tipo que fuera, o mañana, o cualquier día si llegara yo a caer -¡no lo permita Dios!- en manos de algunos médicos…je, je, es broma, pero ahora con la crisis todo disminuye, también la Sanidad, con los recortes y eso, o sea que matarán menos, digo yo, ja, ja –(que no me oiga mi amiga Mar Medina, que me corre a golpes de fonendo)
     
    Me quieres ver disturbado, Santiago, pues lo necesitas, pero no lo consigues: en lo que ‘no descanso’ es en contradecirte. Tú no puedes entender, pues eres católico de la ICR oficial, que no me importe ni un pito lo que llaman la vida de ultratumba, del más allá, la salvación escatológica esa que dices. Bueno, tú sigue preparándote para la otra vida, si es lo que has escogido en esta vida.
     
    Deja a Dios lo que es de Dios y no te pongas a pontificar sobre a quien salva o deja de salvar Dios, amigo Santiago, que de eso no sabes nada, pues es competencia de Dios.

    Bien sé que no es bueno para vuestro negocio católico que dejéis esas pontificaciones sobre lo que sólo a Dios compete y sólo él conoce (si es que existe Dios, lo cual  tú y yo creemos -aunque yo siempre admito la posibilidad de que no exista, y tú no puedes admitirla-), sobre el más allá y esas cosas: pero es bueno para las personas profundizar en que la vida y lo importante de la vida es aquí y ahora, la salvación que necesitamos es aquí y ahora, y es por el amor humano por lo que nos salvamos aquí y ahora, donde Dios ni el Ëspíritu Santo intervienen para nada.
     
    La realidad con hechos es, con Espíritu Santo o sin él, que habéis excluido al hermano Tamayo: un poquito de amor es necesario con Tamayo, Santiago.
     
    Ya sé que no podéis rectificar, ni menos aún pedir perdón por vuestra arrogancia que os ha llevado a excluir a Tamayo, pues os creéis asistidos, desde vuestro imaginario mundo sobrenatural, por esa imaginaria intervención delcomodín Espíritu Santo soplador. Pero sin llegar a tanto, un poquito de amor … quizá pudiera ser posible con Tamayo …
    Saludos cordiales, amigo. Dejo este post.

  • Santiago

    TAMPOCO, sabes tu, Javier lo que hará Dios…Y tu escapismo consiste precisamente en decir que no te preocupas para nada de lo que pasará en el “mas allá..Sin embargo, estas no son mas que palabras…no hechos…Tu no tienes la certeza absoluta de lo que pueda ser aquello puesto que no lo sabes..Por lo tanto, lo que dices es solamente una suposición que puede ser cierta o no…Y como parece que tu has formulado “tu dogma” sobre este particular, absolutamente afirmas algo que no tiene base….pues no tienes experiencia sobre ello…Nadie puede ensayar la muerte, ni nadie puede tener esa seguridad absoluta sobre el destino final humano, excepto, por supuesto, tu,… y lo que tu crees que pasará..Pero, si no te preocupara el problema escatológico como con tanta seguridad afirmas, de seguro no volverías obsesivamente sobre el tema..Logicamente lo dejarías en paz…porque la seguridad es algo interior..que da paz…pero tu apareces como profundamente disturbado con estos temas en todo momento…y no pareces descansar sobre esto
    Si tu no consideras mal el hacer daño al projimo y a ti mismo, y toda la secuela y desgracia que se sucede en el mundo debido a todo esto,  entonces la practica del amor se reduce a creer que tu amas, que son meras palabras, pero no es una realidad..Porque para poder amar hay que distinguir entre lo bueno y lo malo..Porque no es amar querer lo que es malo  y darle a uno lo mismo que se mate a un inocente como que se defraude a un pobre como que se reparta un millon de euros a los necsitados  …Sin embargo, Dios es amor en esencia..y no podrá salvar a quien no  quiera salvarse y a quien una y otra vez rechace el amor…El mal tendrá su fin algun día
    No te preocupes tanto por JJT. Yo creo que tambien el eligió -como tu y como yo- su propio camino..No te olvides que podemos elegir entre todo..lo que nos parece el camino major…Gracias por tus deseos…Tambien yo te digo que las palabras sobran…no es lo que suponemos…sino nuestra realidad con hechos..y hacia esa realidad eterna cada día avanzamos un poquito mas…un abrazo    de Santiago Hernández 
      

  • Javier Renobales Scheifler

    Amigo Santiago,
     
    Mis opiniones son siempre modestas (no puedo repetirlo en todos los comentarios, pero tú lo sabes bien) A diferencia de lo que haces tú con las tuyas, yo las cambio con frecuencia, en cuanto encuentro dónde están equivocadas y dónde otras más acertadas.
     
    Es disfrutar de la vida cambiarlas hacia donde encuentro más verdad que antes.
     
    Por eso estoy tan contento de haberme dado de baja de la ICR: porque eso me ha permitido avanzar un montón y tirar por el desagüe tanta patraña que me metieron abusivamente desde recién nacido, cuando no podía defenderme (aún me quedan bastantes cicatrices a medio cerrar, consecuencia de ese lavado de cerebro/abuso perverso que os tenéis montado los de la ICR oficial para aseguraros la clientela por la fuerza del abuso).
     
    Tú preparas tu supuesta vida eterna en esta vida, por ese mercadeo infantil y obsoleto del premio y del castigo (la zanahoria), para ganarte la imaginaria vida eterna. Me parece una mentalidad arcaica, fruto del pensamiento mágico de la época de Jesús, pensamiento que él también padeció, como hombre que fue.
     
    Tienes la arrogancia de decirme “no esperes que Dios vaya a salvar a quien se empeñe en practicar el mal …” etc. Pero, mi arrogante amigo ¿qué sabes tú lo que hará Dios? Yo espero/confío plenamente de/en Dios que hará lo mejor cuando las cosas estén en sus manos (es decir, en la imaginaria otra vida, de ultratumba) y, como confío plenamente, no pierdo el tiempo dándole más vueltas al asunto llamado escatológico.
     
    A mi me basta con confiar plenamente en que hará lo mejor cuando las cosas estén en sus manos. Así me ocupo mejor de las cosas que en esta vida están en las mías.
     
    Y así no hago nada en esta vida para que me den algo (el famoso ciento por uno) en la otra.

    No entro en el meercadeo de dar para recibir a cambio, ni en función de, lo que esperáis recibir a cambio.

    Aunque no hubiera infierno yo te amara y aunque no hubiera cielo te quisiera, no me tienes que dar por que te quiera … eso les digo yo mentalmente a mis personas amadas. Con Dios no necesito hablar: trato de vivir como si Dios no existiera, pues así es como ha montado él universo, (si es que lo ha hecho Dios, lo cual no me preocupa en esta vida.)
     
    En esta vida no necesito la otra, la de ultratumba, pues en ésta encuentro que ésta tiene pleno sentido por sí misma, sin necesidad de religiones ni resurrecciones ni vidas de ultratumba ni mundos sobrenaturales, ni ministros ‘de Dios’, que no son sino ministros del jefe del Estado Vaticano.
     
     No necesito, y como yo hay tantísimas personas que no lo necesitan, el escapismo de organizar ese invento del contrato de compraventa de la otra vida, que te traes tú condenando a los que entiendes que hacen lo que llamas el mal y creyéndote salvado por el bien que crees que haces, y todo ese imaginario intercambio de oraciones que envías al mundo sobrenatural que imaginas, e imaginarias gracias divinas que crees que recibes desde ese mundo sobrenatural.
     
    Basta, para ver lo falso de ese planteamiento comercial, tan interesante y necesario para el negocio católico –que se pretende imprescindible intermediario-, con ver lo mezquino de ese planteo:   excluye de los llamados medios salvíficos/sacramentos (que pretendéis son la fuente de esas que llamáis gracias divinas -santificantes y de todo tipo, mercancía según catálogo de ventas- a la inmensa mayoría de las personas, pues los mantenéis en exclusiva para la clientela de vuestra ICR, los católicos fieles.
     
    En realidad las personas no necesitamos para nada vuestro invento de los sacramentos ni los surtidores de gracia ni cuentos por el estilo.
     
    Lo que necesitamos es amarnos recíprocamente, Santiago, amarnos las personas, única posibilidad de amar al imaginario Dios (en el que yo creo porque quiero creer, pero al que sólo puedo amar, en contra de tu opinión, amándome a mí y a mis prójimos: no se pueden separar el amor a Dios por un lado y el amor a las personas por otro).
     
    Jesús recibió esa idea del amor humano, como salvación aquí y ahora, de sus contemporáneos y antepasados (y recibió también una fuerte dosis de pensamiento mágico de su época, pues era humano, como todos, pensamiento mágico del que hoy debemos prescindir, pues es dañino).
     
     Y la puso en práctica tan bien, esa idea del amor humano, que por eso lo mataron, porque era incompatible con el Imperio, que por eso le asesinó.
    Lo mismo que ahora; y sin necesidad de sacramentos ni de Iglesias, que se han montado su negocio explotando a su conveniencia el pensamiento mágico y la persona de Jesús, de la cual se han apropiado pretendiendo tener la exclusiva.

    Mi fe/esperanza es en la vida humana, amigo Santiago, en el amor humano. el amor humano es Dios, dice el teólogo de la liberación sacerdote católico Castillo.
     
    Yo también te deseo lo mejor, amigo: pero ya sabes que obras son amores. Excluir a la gente, como Tamayo por ejemplo, de vuestra ICR, eso no es amor sino todo lo contrario.
     
    Mira cómo le aman, que lo excluyen, lo echan a la puta calle, porque les ha cantado a la cara algunas verdades.

  • Santiago

    TU seguridad escatológica (siento mucho que algunos no entiendan el significado de esta palabra) me sorprende puesto que tu eres anti-dogmático 100x 100 y sin embargo, estas completamente seguro de lo que sucederá contigo en ese momento crucial..Pero dejame decirte amigo Javier que la salvación no es cosa EXCLUSIVA de Dios, sino que tambien nos INCLUYE..Esta salvacion deseada por Dios se realiza PLENAMENTE en la otra vida y depende y va condicionada a nuestra cooperación..No esperes que Dios vaya a salvar a quien se empeñe en practicar el MAL,a  quien rechace a sabiendas al amor, a quien se burle del amor que es el mismo Dios, a quien defraude sin arrepentimiento el salario de los pobres y oprimidos, y a quien quisiera ignorar voluntariamento lo que es por si mismo EVIDENTE. NO te hundas en el puro existencialismo..Tu agnosticismo te lleva a tus construcciones, elaboraciones e imaginaciones que no son en ninguna manera coherentes
    Si la vida tan estupenda de que hablas constantemente, fuera la salvacion y la meta de todos los seres humanos entonces no tendríamos ni que pensar en la posibilidad de la “otra vida”..En efecto, la FELICIDAD estaría solamente aqui abajo..PERO desgraciadamente esta vida esta tambien llena de calamidades sin fin, miserias por todos lados y desgracias a monton e injusticias sin par etc. etc. y cada día vemos como el mundo se va destruyendo asimismo en un incendio progresivo de odio y violencia que parece avanzar progresivamente..Solamente hay que leer la prensa y ver TV para darse cuenta de lo que pasa en el mundo hoy en día
    No puede ser ESTE MUNDO y ESTA VIDA TERRESTRE el ULTIMO FIN del ser humano. EL AMOR que pueda existir en nosotros -infundido por Dios y recibido de EL-esta DIRIGIDO a una VIDA SUPERIOR, a una vida que no se acaba….DIOS al crearnos nos hizo RACIONALES y esto exige nuestra cooperación a nuestro destino ESCATOLOGICO. Al darnos el privilegio de la inteligencia, la conciencia y la voluntad nos dio tambien el poder DECIDIR y ESCOGER LIBREMENTE
    Por otro lado la vida humana es muy breve y pasa rapidamente. Lo importante es vivirla en la perfeccion del amor pero este AMOR NO ES inconsciente e irracional, sino que se realiza y se dirige solamente a Su autor que es Dios que es el el unico objeto consciente de nuestra ultima felicidad. Por tanto nuestra verdadera salvacion comienza en esta vida pero se realiza, no en un amor generico e intangible e indefinible, sino en el de Dios y en la “otra vida”, que no muere.
    Es en esta dualidad existencial, en el conocimiento de estas 2 realidades, la una terrestre y la otra eterna por lo que adquirimos nuestro verdadero equilibrio y es con esta PRAXIS en la que vivimos y en la que vamos a morir….te deseo lo mejor…un abrazo    de Santiago Hernandez

  • Santiago

    MUY interesante tus reflexiones, amigo Héctor….creo que entiendo lo que quieres decir….Se trata de no retroceder..ni estancarse en la Edad Media…Sin embargo, la historia se ha de entender con la mentalidad de la época en la que sucedieron los hechos…No podemos juzgar la historia con nuestros criterios modernos…porque no tendría sentido…TRENTO tuvo su razón y su explicación en aquel momento histórico y asi la Iglesia TUVO que aclarar que la única regla de FE no eran las Escrituras..porque las enseñanzas recibidas por los Apóstoles por medio oral y conservadas a traves de los siglos en los textos de los Padres Apostólicos, de los Padres del desierto, y de los Padres de la iglesia, el Primado de Pedro y los Concilios etc. etc. CONSTITUÍAN, junto con el Viejo y el Nuevo Testamento los fundamentos de la FE y de esta manera habia una  clara diferencia entre la IGLESIA APOSTÓLICA y las que estaban fuera de esta comunión…RESTABLECIO la disciplina eclesiástica con la pr0hibición del nepotismo, obligación de la residencia para obispos y sacerdotes y la creación de seminarios etc…DEFINIO lo fundamental de la doctrina católica de manera ordenada contra de los que la negaban, empezando por Lutero..QUE pudo TRENTO haber sido mejor y mas fructífero? Nadie lo duda…pero ES QUE todo puede hacerse mejor….PUDO hacerse un cambio..Sin embargo, era preciso que el Concilio aclarara lo que se entendía entonces por iglesia…y fue beneficioso, sin duda, para aquella época…Hoy TRENTO no tendría la relevancia del Vaticano II..que todavía está por aplicarse por la visión profunda de un Juan XXIII en el mundo moderno que el llegó a vivir..Algo bueno hemos recibido de el…queda mucho mas por hacer….y nos toca a nosotros la labor y como tu bien dices “no es anti-iglesia, es SOLO seguir la marcha de la IGLESIA EN LOS CAMBIOS DE LA EPOCA”…para entender a TRENTO completamente,… tendríamos  que haber vivido entonces… de la misma manera como nosotros pudimos entender la razón de ser del Concilio Vaticano II….Héctor es un placer poder leerte…y dialogar contigo…un abrazo   de Santiago Hernández 

  • Antonio Vicedo

    Efectivamente, Javier, es tu modesta opinión nada más y también nada menos, pero coincidamos en que razonablemente ambos estamos en el mismo campo, aunque  nuestra propia y particular posición racional se de con más proximidad o lejanía. Las explicaciones históricas sobre divinizaciones representativas de poderosos poco aportan negativamente a la fe en la divinidad de ese Jesús hombre histórico que terminó su vida mortal colgado de una cruz.
    Hasta aquí con racionalidad histórica, no estamos justificados ni tu, ni yo, a dudar de la del otro y menos de nuestras propias capacidades. Pasando de aqui y en el terreno de la fe, tampoco podemos escatimar la valoración afirmativa o negativa que cada uno libremente adopte, por algo el acto y actitud de fe no tiene otro condicionamiento más que la libertad de creer desde cualquier opción: positiva o negativa.
    Por eso más que el problema teórico del planteamiento de cualquier sentido de la fe, cobra verdadero interés en la coherencia práctica vital consecuencia por lo que cada uno libremente ha optado. Y para ello, si cobra importancia la motivación racional histórica del Jesús hombre con su testimonio y mensaje.
    Nada obstaculiza, en este respetuoso diálogo, el clima de mutuo reconocimiento y amistad.

  • Javier Renobales Scheifler

    Antonio Vicedo,
     
    El emperador romano era divino enlas creencias de algunos, lo mismo que el faraón egipcio para otros, y el emperador japonés para otros, y el emperador etíope para otros …etc. Creencias impuestas por la fuerza, en muchos casos, par afianzar los Imperios.
     
    Incluso Franco era Caudillo de España por la Gracia de Dios: idea -falsa por supuesto- impuesta por la fuerza de las armas apoyadas por la ICR, armas que hicieron Caudillo a Franco, no ninguna Gracia de Dios.
     
    La divinidad y el poder han ido muy unidos en la Historia de la Humanidad, desde que hay constancia de que se había inventado la religión, hace unos ocho o diez mil años. Creo que hay constancia de que los humanos habían inventado creaciones artísticas hace ya unos 400.000 años; durante unos 390.000 años había arte en los humanos, y no había religión.
     
    Era arriesgado atreverse a negar esas supuestas divinidades de faraones y emperadores y similares, pues le podía ir la vida en ello al que se atreviera a negarlas. ¿Cuántos herejes han sido asesinados por negar las creencias impuestas por los poderosos, en nombre de la divinidad?
     
    No hemos de ser ingenuos: la pretensión de divinidad siempre tiene cerca interesadamente a los poderosos, atribuyéndola a quienes les interesa a los poderosos.
     
    ¿Acaso Jesús se creyó Dios en algún momento de su vida? No; por eso nunca dijo que fuera Dios.
     
    Lo que sabemos, lo que se demuestra, es que Jesús históricamente era un hombre, y que ni se creyó Dios ni dijo ser Dios. No se demuestra que fuera Dios y sí que era un hombre. Le asesinó uno que se atribuía divinidad, el emperador romano. Un Jesús así asesinado como un perro por un personaje divino era muy poco vendible: había que darle estatus divino a poder ser por encima del de su asesino.
     
    El dogma de la divinidad de Jesús se estableció, cuando le convino al emperador romano, en concilios cristológicos convocados por el único que podía convocarlos: el emperador romano (el obispo de Roma no tenía entonces poder jurisdiccional para convocar a todos los obispos a un concilio ecuménico).
     
    Divinizar a Jesús le daba mucho poder a la religión oficial del Imperio romano, lo cual interesaba mucho al emperador romano, para manejar mejor a sus súbditos controlando la religión oficial: por ese interés la hizo religión oficial de su Imperio, por una cuestión de poder.
     
    El sedicente representante de Jesús pasó así a ser, por dogma, representante de Dios en la tierra (lo cual no fue nunca Jesús, ni menos aún Pedro a quien pretenden hacer primer papa). Cuando el Imperio romano cayó, quedó con poder sobre todos los obispos el obispo de Roma, convertido así en papa emperador como hoy lo conocemos/padecemos.
     
    El pensamiento mágico, imprescindible para todas esas divinizaciones, es dañino, porque impide la autonomía de la persona, haciéndola depender de un imaginario Dios celestial manipulado por los poderosos, papas y jerarcas católicos incluidos.
     
    Tú puedes creer que Jesús es Dios desde toda la eternidad, o lo que quieras creer, pero eso no va bien con la razón, porque los humanos somos humanos, y lo que sea que es Dios, únicamente nos lo imaginamos, sin saber nada de él.
     
    ¿Para qué sirve que Jesús, del que sabemos que era un hombre histórico, sea Dios? No sirve para nada, más que para dar poder a quienes se atribuyen haber recibido poderes de Jesús.
     
    (bien entendido que en todo esto tan antiguo como de dos milenios, sólo podemos hablar, en lo que a lo histórico se refiere, en términos de probabilidad, no de plena seguridad.
     
     La historicidad de la persona humana (valga la redundancia) de Jesús es negada por algunos, pero la inmensa mayoría de los historiadores la admite.
     
    La divinidad de Jesús no es un hecho histórico, ni puede serlo, pues pertenece al imaginario ‘mundo’ llamado sobrenatural.
     
    Bueno, amigo Antonio, no es más que mi modesta opinión.

  • Antonio Vicedo

    Javier Renobales Scheifler 16-Mayo-2012 – 16:21 pm.
    Afirmar que Jesús resucito y negarlo, todo queda en una actitud libre de fe, como no puede ser de otra forma para quienes no somos testigos directos de esa realidad.
    De aquellos testigos podemos dudar o no dudar, como de tantas otras noticias y trasmisiones de las que no tenemos vivencias, pero lo que sí unimos a la fe de la resurrección de Jesús, quienes en ella creemos, es su vida real humana, desde  su nacimiento hasta su muerte en la cruz.
    Esto que afirmas (- Haber divinizado a Jesús los dirigentes de la comunidad no es pues inocuo, sino muy dañino, _además de ser falsa esa pretendida divinidad de Jesús_):es también tu fe, pues tampoco tienes pruebas de científica evidencia para probarlo.
    Y estoy convencido de que, de admitir la Resurrección por fe, no se concluye, ni mucho menos, la divinización profesional de ningún sucesor de Pedro.
    Gracias por usar tu libertad de opinión, como yo y otros lo hacemos con la nuestra, y será ventaja para el diálogo, sobre todo práctico, que en lo que es humanamente libre, haya humano respeto mutuo.

  • Javier Renobales Scheifler

    Tanta soberbia de unos endiosados y autoendiosados, montada endogámicamente sobre la soberbia de otros endiosados y autoendiosados a los que suceden, les llevan a santificarse unos a otros.
     
    Así Escribá de Balaguer  endiosa su opus fundado por él y lo hace llamar Opus de Dios, la obra de Dios, diciendo que lo ha fundado Dios, cuando en realidad no es nada más que la obra de Escrivá, la cual no tiene nada que ver con Dios. 
     
    Wojtyla, que se hacía llamar ‘SuSantidad’ como todos los Jefes del Estado Vaticano, lo santifica a velocidad de relámpago para agradecer los favores del Opus, al franquista Escrivá (turbosantidad); el cual se hacía llamar ‘El Padre’, como Dios, con la misma arrogancia con la que tantos católicos a su ICR la llaman ‘La Iglesia’
     
    Y el siguiente Susan de turno, Ratzinger, encubridor de pederastas eclesiales católicos, santifica sin pudor alguno al encubridor de pederastas eclesiales Wojtyla, a ‘la vista’ de los milagros de Wojtyla que le ha curado el parkinson a una monja devota de Wojtyla.

    Todo es meter a Dios por medio, para disfrazar sus falacias.
     
    De tal forma que confunden/disfrazan consagrar su vida a su ICR con lo que llaman consagrar su vida a Dios; y confunden/disfrazan servir a Dios con servir a su ICR, haciendo sinónimos ambos. Cuánta falacia.
     
    Nada bueno puede salir de una ICR así, en la que la soberbia y la mentira han anidado, echado hondas raíces y crecido hasta tal punto, concilio tras concilio, papa tras papa.

  • Javier Renobales Scheifler

    Dice Hans Küng que Ratzinger confunde la obediencia a Dios con la obediencia a sí mismo.
     
    http://www.redescristianas.net/2012/05/16/el-teologo-hans-kung-dice-que-no-hay-nada-que-celebrar-con-motivo-del-50-aniversario-del-concilio-vaticano-ii-y-declina-invitacion-de-catolicos-alemanes-joaquin-rabago/
     
    Tiene razón Küng; leía en este foro el otro día que los jerarcas, que obedecen al papa, confunden intencionadamente la voluntad de Dios con la suya propia, con la del papa, que es la que quieren imponer.

    Y confunden intencionadamente la ley de Dios con la ley de los jerarcas, la del papa, la del magisterio católico, que es la que tratan de imponer.
     
    Es la voluntad y ley de los jerarcas lo que éstos tratan de imponer a los católicos, y a la sociedad civil, tratando de hacerla pasar como la voluntad y la ley de Dios.
     
    Haber divinizado a Jesús los dirigentes de la comunidad no es pues inocuo, sino muy dañino, (además de ser falsa esa pretendida divinidad de Jesús): llegan así en la práctica a divinizar al papa, al dirigente sumo o supremo de la ICR: lo hacen –pretenden, no se lo creen ni ellos- infalible, para imponer sus dogmas y su ideología, y pretenden que es Dios quien lo elige papa, para así imponer lo que no es sino voluntad del papa.
     
    Y llegan a decir que la ICR es atemporal (Santiago lo ha recordado en su último comentario) o sea que pretenden que es eterna (como Dios), no sujeta a la dimensión tiempo; aunque … ¿ sí sujeta a la dimensión espacio?
     
    Divinizado Jesús por estos o parecidos iluminados, divinizan en la práctica al Jefe del Estado Vaticano –representante de Dios en la Tierra, dicen- y divinizan también a la ICR: por ahí llegan a convertirse en la práctica en sus propios Dioses, haciendo de su ICR su Dios.
     
    Siguiendo la idea de Küng se llega a esto: el papa, inventándose que Dios le ‘revela’ cuál es la voluntad de Dios en cada momento (infalibilidad), confunde, interesadamente claro está, a Dios consigo mismo, con él mismo, con el propio papa.

    Nada bueno puede salir de tanto fundamentalismo.

    Pero esto no es nuevo, sino viejo de siglos y siglos, desde antes de Trento al que ha hecho volver Ratzinger a su ICR incluido el Convilio vaticano II, y sigue y sigue involucionando cada vez más …

    No va a cambiar, no hay motivos para creer que ahora estos de la ortodoxia oficial de la ICR, fundamentalistas de tantos siglos, van a cambiar en nada a mejor.

  • Héctor

    Hola Santiago, hablas del “El Concilio de TRENTO ANCLADO en la Edad Media”. Siento que estos textos míos tan largos  hacen difícil seguir la argumentación. No leas Trento, lee Iglesia.
     
    Mi idea era que la contra reforma del tridentino (misa de espalda al pueblo, latín para que nadie entendiera nada, la insistencia en el celibato,  seminarios tridentinos con una falsa educación sexual de los futuros clérigos, la exclusión total de la mujer, el famoso decreto de justificación: pecado, original, sacrificio expiatorio del Hijo para calmar la furia del Padre, todo eso y mucho más dejó a la IGLESIA ANCLADA en la edad media. Anclada quiere decir inmóvil.
    Mi idea no es “justificar” lo “injustificable” del decreto de “Justificación”. No es teología, no es anti-teología, no es anteiglesia, ES SOLO seguir la marcha DE LA IGLESIA EN LOS CAMBIOS DE ÉPOCA. Lo que pasó entonces puede volver a suceder ahora y por procesos similares.
     
    Trento sigue siendo interesante por la influencia tan profunda que sigue teniendo en la iglesia del siglo XXI: papado, estados vaticanos, iglesia y política, iglesia y dinero, iglesia y poder.  El cisma iglesia-mundo es hoy hoy todavía peor.
     
    No obstante lo más serio es que el mundo de fuera siguió por sus camino y sigue hoy por sus caminos y la Iglesia por los suyos totalmente al margen. No al margen del poder y de los ricos sino al margen de los pobres, al margen de la mayor parte de la humanidad.
     
    De ahí que sea interesante hacer hablar a la gente de entonces.  Diego Hurtado de Mendoza era un gran conocedor de la sociedad de su tiempo. Una tesis, defendida recientemente, asegura que fue él el anónimo autor del Lazarillo. Se trata esencialmente de erasmismo novelado aunque se haya colocado entre las picarescas. El autor permaneció en el anonimato para evitar las incursiones de la Inquisición sobre todo por lo mal que quedaba la Iglesia a principios del siglo XVI en España. Representó a Carlos I en el Concilio.
     
    La  primera parte presenta la ruptura total entre la iglesia y la sociedad de su tiempo.  Sólo hace falta ver como Trento fue una  posibilidad de cambio que se perdió.
    Perdonad por lo extenso, por lo menos el mensaje central vale la pena.
    Abrazos y gracias a todos y a todas
    Héctor

  • Javier Renobales Scheifler

    Santiago. lo importante es la salvación de todos aquí y ahora, en esta vida terrena.

    La vida de ultratumba, la del más allá, la escatológica esa que dices, de haberla será cosa exclusiva de Dios.

    Sii confiamos en Dios, no es importante en esta vida esa salvación escatológica, pues queda en manos de Dios y confiamos en que él (si es que existe o cual creemos muchos creyentes) hará lo mejor para todos cuando llegue esa vida del más allá.

    Por eso te digo que es craso error lo que dices: el reino del amor es aquí y ahora: eso es lo que nos salva aquí, lo único que debe importarnos aquí y ahora.

    Y eso es lo que por ahora estamos haciendo demasiado mal, con el ejemplo con el que predicamos.

  • Javier Renobales Scheifler

    Si preguntamos a la gente qué entiende por escatológico, creo que muchos no sabrían qué responder, muchos católicos incluidos.
    Según el diccionario de la Real Academia Española (vigésima segunda edición) tiene dos significados; es lo perteneciente o relativo:
    –      a las postrimerías de ultratumba.
    –      a los excrementos y suciedades.
     
    Dices, Santiago:
    –      Lo importante es predicar la salvación escatológica (formulada por el Padre antes de todos los siglos). Ergo, lo que no es predicar la salvación escatológica (la relativa o perteneciente a las postrimerías de ultratumba) no es importante. Craso error, amigo mío.
    –      Es esta proclamación lo realmente importante
    –      El miedo ha de consistir en perder, no el poder, –no hay ningún miedo/riesgo de que lo perdáis- sino la libertad de expresión

    a riesgo de que expulséis de la comunidad eclesial a quien se exprese libremente, como habéis hecho, Santiago, con J.J. Tamayo.

    Qué morro, amigo mío: mucha cacareada libertad de expresión, pero al que diga lo que no me gusta -por ejemplo Tamayo-, lo excluyo, y para no reconocerlo, digo que se autoexcluye él.

    Bonita salvación escatológica vais a tener maltratando así al hermano J.J.Tamayo, me río yo de la libertad de expresión que permitís en vuestra dictadura de la nefasta ICR oficial

    –      La ICR está a la vez en el tiempo y fuera de él,  (ja, ja, ja, ja –yo no sé poner los emoticonos de la carcajada, amigo, pero me alegro de que no pierdas el sentido del humor-) La ICR atemporal, qué ridiculez irracional, algo así como la infalibilidad del papa/magisterio católico
     
    Santiago, si para estar en esa comunión/cuento de hadas celestiales de la que hablas, hay que afirmar lo que afirmas en este comentario, te aseguro que me alegro infinito, más cuanto más te leo, de haberme dado de baja de vuestra ICR: menudo constructo imaginario os tenéis montado. Buena parte de él yo no me lo había creído nunca, ni imaginado siquiera, ni cuando era monaguillo a diario.
     
    Deberías pensar en a cuántos espanta de la ICR lo que dices, Santiago, que no dudo sea la doctrina oficial de la ICR, pues la dices tú: pero seguro que para la salvación por el amor, para el reino del amor que fue la causa de Jesús, no hay que creerse eso que dices, ni estar en comunión con eso que dices ni con vuestra ICR.
     
    Aunque no creo que te importe a cuántos espanta, pues quien es capaz de excluir a Tamayo por expresarse libremente, es capaz de excluir a toda persona que  no se someta a vuestra caprichosa, retorcida, imaginaria y tan desviada doctrina ‘revelada’ por algunos hombres.

  • Santiago

    El Concilio de Trento fue anclado en la Edad Media como el Concilio de Nicea en la Edad Antigua y el Concilio Vaticano II en la Edad Contemporánea….El mensaje de Cristo es UNIVERSAL por lo tanto su esencia es atemporal..La Iglesia está, a la vez, en el tiempo y fuera de el..Lo importante para El Pueblo de Dios  ES predicar la salvación escatolólogica formulada por el Padre antes de todos los siglos..en su plan a AMOR para todos nosotros..en el tiempo y a través de el
    En la comunión de la FE está la VERDAD evangélica..que exige un desarrollo, es cierto, pero dentro de ella..Fuera de la comunión, se está tambien fuera del evangelio…No es posible que nos salgamos del sagrado legado deseado  vehementemente por Cristo..y preservado por el sensum fidei de la iglesia a traves de todos los siglos..Es esta proclamación lo realmente importante….y es el discernimiento del sentido de la fe lo que la iglesia ha proclamado en los Concilios Ecuménicos que han confirmado la tradición apostólica en su magisterio vivo…que llegó coherentemente hasta nosotros..Por lo demás, el miedo ha de consistir en perder -no el poder- sino la libertad de expresar la VERDAD “recibida”…por los discípulos de Cristo..pues esto fue lo que el ordenó…un saludo cordial de Santiago Hernández 

  • Antonio Vicedo

    Falló, como venía sucediendo ya en la propia fermentación evangélica desde casi su principio, y viene sucediendo al presente, la autenticidad FRATERNAL de la relacionalidad PERSONAL.
    Ni Iglesia, ni Imperio, ni del todo claramente el Modernismo, abordaron para repararla,  la falsedad clasificadora de las PERSONAS.
    El  NUESTRO categórico de un real y verdadero NOSOTROS que se une al concepto DIOS PADRE; el : “A nadie consideréis, ni llaméis Padre sobre la Tierra, pues..; el: “No he venido a ser servido, sino a servir …  y de esto os he dado ejemplo; y el CONMIGO hacéis, o no, lo que con un* cualquiera de mis más pequeñ*s herman*s , no constituyeron el clima de aquel Concilio de contra reforma. Permaneció falseada la materia prima y con esa radical falsedad se fue intentando el troquelaje de piezas de forma y holgura precisas (dogmas, sacramentos, liturgia) y su ensamblaje institucional (normativa), a costa de la necesaria coherencia evangélica con el Jesús , cuya vida, testimonio, mensaje, muerte y resurrección, son contenido claro de los Evangelios y N.T.
    ¿Tendría algo que ver el empeño en mantener aminorada y controlada la lectura de los mismos, hasta hacer imposible a los fieles en general esta lectura en lenguas y textos para ell*s asequibles? ¿Miedo del poder a la verdad, siendo que de esta, brota la cosecha de la LIBERTAD y RESPONSABILIDAD?
    ¿Donde quedaba y queda aquella advertencia de Jesús a Pedro: Y tu cuando te conviertas (A la Fe Viva del  DISCIPULADO DE JESÚS=Asamblea, Comunidad, IGLESIA: “Fides fidelium”), confirma en la fe a tus herman*s, si las mentes y conciencias de ese discipulado quedaba tan ninguneado cultural y  en su fe?

  • ana rodrigo

    Héctor, deberías escribir un libro sobre Trento y todo lo que estaba en juego en aquel momento crucial para la historia de Europa y para el Cristianismo. Es una delicia leerte.
     
    Realmente el Concilio de Trento fue una ocasión perdida para la Iglesia. La sociedad europea implanta el racionalismo y el humanismo, renace la cultura, nace una nueva sociedad, Lutero hace unas propuestas de reforma de la Iglesia muy oportunas y razonables, la Humanidad europea comenzaba una nueva era. Pero la Iglesia, una vez más, llevada por sus miedos a perder todo aquello que sustentaba su poder religioso y civil, dejó pasar esa oportunidad para reafirmarse en todo su pasado, sin revisión, sin renovación, sin mirar lo que ocurría en su entorno, sin mirar el futuro, y se enrocó ahí, y ahí se quedó.
     
    Da la impresión de que a la Iglesia se le acabó la historia en ese punto, de ese momento ha vivido y vive. El Vaticano II pudo haber supuesto algo nuevo, pero se ha ahogado concienzudamente por los papas sucesivos, nuevamente por miedo. Por miedo a la modernidad, por miedo a la sociedad, por miedo a que, si abre puertas y ventanas, algún golpe de viento se lleve este castillo de naipes en que han constituido la iglesia, basado en el poder y en el autoritarismo.

  • Iñigo

    Gracias Hector por este relato histórico que, a tu manera, nos narra un hecho tan importante y decisivo no sólo para el cristianismo, sino básicamente para la historia del Renacimiento y de la Edad Moderna como configuración de lo que posteriormente sería Europa, en su aspecto geofísico, político  e ideológico.