Jose Miguel de Barandiarán, sacerdote y etnólogo, fue testigo cercano durante toda la guerra. A él le debemos la recogida de opiniones de tantas y tantas personas del sur de Euskal Herria sobre la guerra que estaban sufriendo. Algunas de ellas han sido publicadas, y otras están todavía por publicarse. Hoy traemos unos fragmentos que el propio don Jose Miguel de Barandiaran escribió en su diario. Barandarián hace referencia a la situación de unos quinientos niños que mandaron al norte tras la caída de Bizkaia y se quejáa amargamente del comportamiento de la iglesia, del Cardenal Gomá y del papa Pío XI, que ni él ni su Secretario de Estado Pacelli quisieron recibir a la comisión de autoridades vascas que visitaron Roma en 1936 ni a los que les llevaron el testimonio de la destrucción de Gernika.
La destrucción de Gernika
José Miguel BARANDIARÁN AIERBE
[Texto extraído de los Diarios de Don Jose Miguel de Barandiaran editados por la Fundación Jose Miguel de Barandiaran. Corresponden a Junio 1937]
Día 23.– Por todos los países del mundo se ha difundido la “escandalosa” carta pastoral del Dr. Gomá y la no menos escandalosa del Arzobispo de Burgos declarando excomulgados a los vascos que resisten al ejército de Franco: ambas llenas de inexactitudes, y claramente contrarias a las doctrinas anteriores de la misma Iglesia. Esta se ha callado, nada ha hecho por deshacer el error y la ha dejado que cundan la calumnia y la especie de que es la religión quien ha puesto las armas en las manos de los soldados de Franco y que, por lo tanto, al lanzarse éstos contra el pueblo vasco y destruirlo [sic], persiguieron un ideal religioso.
Día 24.– Me avisto con D. Pedro Menchaca que me habla de su reciente viaje a Roma en compañía de D. Agustín de Isusi. Díceme que ambos fueron portadores de un documento en que se daba cuenta de los horrorosos bombardeos de Guernica, Durango, etc. llevados a cabo por el ejército franquista “en nombre de la Iglesia” que el Cardenal Secreto de Estado no quería recibirlos; que a instancias reiteradas del Obispo de Vitoria, fueron al fin recibidos bajo estas condiciones: 1° que no habían de tratar del asunto; 2° que no había de hacerse público (no había que darle ninguna publicidad) el hecho de haber sido recibidos. Es decir, que en Roma no quieren informarse de los descargos que quieran hacer los adversarios del bando de Franco, ni quieren recibir en audiencia a éstos o a quienes le vengan a llevarles mensaje que no favorezca a los rebeldes. Ahí no es Cristo, sino el hombre.
A la tarde voy, con D. Manuel de Inchausti (en cuya casa como) y el arquitecto Zabalo, a la Ciudadela de Donibane Garazi, donde se va a instalar hoy mismo una colonia de niños evacuados de Bilbao (cerca de 500). Allí me quedo, como capellán provisional, durante unos días. Hay en la ciudadela pabellones de gran capacidad, en número de seis, donde se han alojado todos. Han venido de capellanes Michelena y Azpiazu (Ignacio); de médico, Garate (Justo); de director, Amézaga (Vicente) y muchas maestras y personal de servicio. Además, el grupo artístico Elai-alai de Guernika. Duermo solo en uno de los pabellones, tendido en el suelo. Un centenar de personas duerme sobre el suelo. Los niños se han acostado dos y tres en cada cama.
Día 26.– Continúan las labores de organización. Pobres niños y pobres mujeres que ignoran el paradero de sus padres, de sus hermanos, o que recuerdan tristemente la trágica muerte de los suyos! Gentes que rememoran con lágrimas en los ojos los horrores que han presenciado: lluvia torrencial de bombas que, a su vista, han sembrado las calles, las carreteras, los senderos, los campos de miembros destrozados de niños, de mujeres, de campesinos que labraban sus tierras; que han derruido casas, iglesias, caseríos, y después los han incendiado. Cajones llenos de granadas de mano eran vaciados desde los aviones alemanes o franquistas, sobre el pueblo de Guernica, que en cuatro horas de bombardeo aéreo quedó reducido a escombros, donde las piedras, las tejas, los residuos de vigas humeantes mezclados con miembros de cuerpos humanos destrozados (2.000 personas) formaban un cuadro que superó a cuantos forjó la imaginación de Dante. Noche trágicamente lúgubre aquella que siguió al bombardeo de Guernica, en que la luz siniestra de los escombros que ardían, corrían alocadas las madres en busca de sus niños; lloraban errantes los niños, llamando inútilmente a sus madres que yacían en los rimeros llameantes.
El mismo cuadro se reprodujo en Munguía, en Durango y en Galdácano. Y esta guerra total, integral, ha sido renovada (en nombre de Cristo ahora) la primera vez, desde los tiempos del paganismo.
Y las gentes de Vizcaya, presas de terror, se han preguntado si tales inhumanidades podrían ser aprobadas por Cristo; si el Padre Santo consentiría en que el nombre de la religión fuese utilizado para perpetrar tantos crímenes. El Padre Santo era su última esperanza; y el Padre Santo, a quien veneraron siempre y en cuya tutela confiaron, nada dijo: el Padre Santo no tuvo una palabra de consuelo para tantos hijos atribulados, ni un reproche para tanto criminal. Y la gente empezó a creer que el Padre Santo no era padre ni era santo: esto fué [sic] la mayor desilusión de su vida: la religión cristiana aparecía ahora confortando, vigorizando el brazo de los asesinos e incendiarios que asolaban el país de los vascos.- Tal es la impresión que saco de cuanto me refieren estas mujeres y estos niños de caras demacradas por el dolor y por el largo calvario que han soportado en los meses de guerra que permanecieron en Vizcaya. El misereos super turbas lo dijo Cristo; pero el que la gente creía ser representante de Cristo no lo reproduce. Ante el crimen se calla: el que calla otorga. Esto parecen decir los desgraciados bastantes de la Vasconia destruida.
Pues parece que olvidó tantos horrores cuando regresó a España:
en el año 1953, en el mes de octubre, por fin el Aita Barandiaran puede regresar a su Ataun natal. Coincidiendo con su feliz regreso, se crea en la Universidad de Salamanca la cátedra de estudios vascos “Larramendi”, de la que el P. Barandiaran será el primer profesor invitado, y en la que pronuncia, a requerimiento de su rector el profesor Antonio Tovar, la conferencia sobre El estado actual de los estudios vascos.
Al año siguiente de su regreso reanudó las excavaciones arqueológicas en la cueva de Urtiaga, bajo el patrocinio de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, precisamente en el mismo yacimiento donde las tuvo que abandonar 18 años antes.
En 1956 inicia las del importante yacimiento de Lezetxiki en Mondragón y en 1960 las de Aitzbitarte IV en Rentería. Estos yacimientos se transformaron a la vez en escuelas de campo, donde jóvenes prehistoriadores, que terminaban entonces sus carreras universitarias (Jesus Altuna, J.M. Apellaniz, Ignacio Barandiarán…) se fueron formando en las técnicas de campo bajo la dirección de don José Miguel.
Ese mismo año comienza a reeditar, el anuario de Eusko Folklore –desde el volumen número 15 hasta el 30 (1991), bajo el patrocinio de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, y reemprende sus investigaciones arqueológicas creando nuevos equipos de jóvenes investigadores. Exploraciones en los yacimientos de Lezetxiki, Aitzbitarte, Kurtzia, Atxeta, Urtiaga, Axlor, Ekain, entre otros.
De 1965 a 1977 regenta la cátedra de Etnología Vasca creada en la Universidad de Navarra. Establece el Plan Etniker formando en toda la geografía vasca equipos de investigadores y colaboradores que lleven adelante un plan sistemático de recogida etnográfica con objeto de elaborar el Atlas Etnográfico de Vasconia.
En 1972 la Gran Enciclopedia Vasca de Bilbao comienza a editar sus obras que completarán un total de 22 volúmenes.
En 1976, en unión de Manuel Lekuona, los doctores Irigaray y Garate, Manuel de Irujo y Agustín Zumalabe, componentes de la última junta permanente de la Sociedad de Estudios Vascos, pone de nuevo en marcha esta Sociedad. En la asamblea general de Oñate, de septiembre del mismo año, es nombrado por unanimidad presidente de Eusko Ikaskuntza.
A finales de 1989 publicó Mitos del Pueblo Vasco y cumplidos los 100 años trabajaba supervisando para la imprenta una serie de investigaciones etnográficas llevadas a cabo años atrás en el pueblecito navarro de Ezkurra.
Durante el resto de su vida continuará realizando investigaciones de campo, y realizando una importante actividad divulgadora, hasta su fallecimiento.
José Miguel de Barandiarán murió en Ataun, el 21 de diciembre de 1991 a los 101 años de edad.3
Para las personas que quieran tener más información histórica y testimonios les doy el siguiente link:
http://www.euskonews.com/0621zbk/gaia62104eu.html
que corresponde al Diario Digital Euskonews 621.alea
Sobre el rol de este erudito en la consolidación cultural de Euskal Herria, fundamentamente en Euskadi Sur, puede visitarse la web dedicada a todos los vascos y vascas que han debido probar el amargo exilio.
http://www.hamaikabide.org/info.php?id=32&letra=
Con esperanza de paz.
Gracias Ovidio… si en realidad no hay más ciego que aquell*s que no queremos ver, ni más sord*s que quienes no queremos escuchar.
He leído y visto infinitos reportajes por TV sobre lo que ocurrió en Badajoz, aún hay mujeres y hombre que recuerdan todo y que han narrado cara a esta cuanto horrores vivieron.
Gracias por dar el título de este labro lo tendré en cuenta.
Bueno, excelente como casi todo lo que hace Olguita, sin embargo discrepo con Sarri…debemos mantener a este tipo de gente y prestarle oído, eso nos ayuda a entender mejor las fuerzas de la oscuridad y afirmar aquellas cosas que pensamos y sentimos…Son como el aguijón, que nos obliga a re-cordar…y re-juvenecer nuestros viejas y empolvadas pertenencias a una linea de principios y pensamientos…En la memoria de Barandiarán, seguramente recordamos a tanto clero Vasco, Republicano y libertario, que nos han dejado una preciosa herencia…Con cariño Gabriel
Alfonso,eres un auténtico facha,hablas sin saber nada de la historia vasca.El aita Barandiarán y los fusilados fueron consecuentes con su credo,estuvierón con su pueblo,muchos pudieron escapar y no lo hicierón porque nada tenian que ocultar,todo fueron envidias y no poder soportar el auténtico espiritu cristiano de estos sacerdotes santos.
Los defendió su Obispo Múgica(al cuál le matarón como dicen los rojos, a su otro hermano sacerdote)y les trato de santos varones.
Tú corazón(si lo tienes) no destila más que odio,y por favor para decir semejantes barbaridades (y además falsas)no entres en este recinto,y si así lo haces que te los quiten,pués en tus palabras no hay si no odio.
Carmen: Te recomiendo leas el reciente libro de Paul Preston “El holocausto español”, en el que se aclaran todas esas dudas.
De Guernika, y del Pueblo Vasco en España se ha sabido las mentiras que el Franquismo ha dicho, la que los políticos de después han mantenido.
Lo que ocurrió en Badajoz tambien dicen ahora que es mentira que no corrió la sangres por las cunetas, y que en Castuera no hubo cárceles de esterminio como en la Alemania de Hitler, o las de Huelva.
La Memoria Histórica aún no se ha llevado a cabo, por lo tanto queda mucho pora poder olvidar, y llegar a tener un pais demócrata sin heridas empozoñada con mentiras, secuestros, asesinatos y desapareciones.
Sarri: Tu eres testigo personal, nadie te puede negar lo que viviste, lo mismo a mi familia, que hubieron varios que presenciaron el bombardeo, y no eran muy aficionados a la fantasía. Además aguantaron el de Bilbao en Junio del 36, y salieron al exilio con lo puesto En cuanto a las fantasías delirantes sobre curas con pistola al cinto, me recuerdan más bien a algunas realidades vividas en Navarra donde los requetés con sotana y todo sacaban pistolones, o en Croacia, donde obispos y curas fanáticos asesinaban serbios. A los vascos en el exilio, jamás les he escuchado ese odio venenoso que destila Alfonso. Pena, desilusión, aceptación y adaptación a la nueva vida, es lo que vi. Y sobre todo, verdad, el rescate de la verdad para vivir en paz y el agradecimiento por haber podido hacer una buena vida en otra tierra. Y también tuvimos parientes que lucharon por el lado de Franco y que se comportaron bien, tratando de ayudar. Y siempre fueron recordados con afecto. Y es porque eran gente decente, y la gente decente se comporta decentemente en la guerra y en la paz.
Ruego que Alfonso sea eliminado de los comentarios por su supina igmorancia y por la acritud de sus insultos.
Hola!
El sano y picante ingreso de Olga Larrazábal en Atrio,
-con sus interesantes y ecuánimes perspectivas de nuestro mundo de hoy-
me hacen pensar que en este Artículo
-aprovechando el doloroso aniversario del Gernika-
nos está queriendo decir algo
-no sólo nitanto-
desde su contenido,
cuanto desde su Título:
“Nada nuevo bajo el sol”
¿Qué es eso que ve Olga: HOY
y que no sería NUEVO?
Tal vez abra su sabiduría y nos lo explique.
¡Vamos todavía! – Oscar.
Barandiaran si la memoria no me falla murio hace 20 años, ya centenario. El y sus compiches fueron la verguenza del clero europeo. No niego sus aportes a la antropologia vasca pero eso no es excusa para el olvido de sus funciones sacerdotales. Según Andrés Martínez, profesor de Historia de la Iglesia en la facultad de Teología San Dámaso de Madrid, «en los archivos vaticanos se recoge que Franco sólo abrió causas penales contra los sacerdotes que tenían delitos de sangre». En el caso de los vascos, fue el general Mola quien los ajustició porque «todos ellos habían participado como soldados en las trincheras y por ser nacionalistas». «El Vaticano trató de evitar sus muertes, y logró que otros muchos no fueran ejecutados», agrega. Dicho de otra forma, en vez de hacer justicia, la curia vaticana presiono para que estos siervos de Sabino Arana, que no de Cristo, salieran impunes.
El texto aportado por Olga Larrazábal es interesante por 2 motivos: la repugnamte actitud del clero separatista durante la pesecución religiosa (BARANDIARÁN y otros) y el mito grotesco de Guernica: sobre el 2º mito me limitaré a recomendar este enlace: El mito de Guernica se resiste a morir
http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/el-mito-de-guernica-se-resiste-a-morir-2193/
Sobre el 1º mito como ya he sostenido en Atrio y en otros foros he de recordar la actitud abyecta de los curas peneuvista en los años 30. Los curas vascos perseguidos por los franquistas, en mi humilde opinión no con la severidad que justamente merecían, eran unos curas trabucaires de trabuco y pistolón; no fueron reprimidos por el hecho de ser sacerdotes ni siquiera por ser racistas y secesionistas sino por ejercer de espías (txibatos) en los pueblos pequeños para el PNV, guardar armas en sacristías y casa parroquiales, instruir militarmente a milicias nacionalistas…recomiendo el capítulo casullas, política y pistolas de José Díaz Herrera y su magnifico Los Mitos Del Nacionalismo Vasco.
Hola, quiero aclarar que este artículo fue publicado en el diario Digital Vasco Euskonews y que la fotografía donde aparece la Delegación Vasca encabezada por José Antonio Aguirre y que no fue recibida por el Papa, es de mi colección. También debo aclarar que la mayoría de las familias vascas en el exilio callaron este tema en el exilio por el miedo que sus hijos perdieran la fe.
Olga, un abrazo!
Soy testigo, a mis ocho años, de los bpmbardeos franquistas que no me sepultaron vivo por apenas diez metros.
Has traído un valiosísimo testimonio del horror con que Franco pisoteó la dignidad baska y yo te lo agradezco.