Chesterton, genial escritor inglés del s. XX, el “maestro de la paradoja”, escribió: “Cuando se deja de creer en Dios, se cree en cualquier cosa”. Es más que una ocurrencia ingeniosa. Es un diagnóstico certero de la época que nos ha tocado vivir.
Nuestro tiempo ha dejado de creer en Dios, lo cual no tiene de por sí nada de malo: todo depende de lo que signifique ese “Dios” en el que ha dejado de creer. Pero nuestro tiempo sigue creyendo, lo cual tampoco es de por sí necesariamente bueno: todo depende de en qué crea, de cómo crea y para qué. Pues bien, a menudo me invade la impresión de que muchos hoy creen –o vuelven a creer– en cualquier cosa, y de cualquier manera.
Hace unos días recibí un mail de una buena amiga, cristiana, felizmente enamorada de Jesús, de su presencia consoladora y de su mensaje subversivo. Está preocupada porque su hijo, alejado del cristianismo –no diré de Jesús–, se halla más o menos enganchado a Matías Di Stéfano. Di Stéfano no es un futbolista, ni un cantante, ni una estrella de cine. Ni siguiera un gurú. Es un joven argentino, uno de esos “niños índigo”, así llamados porque algunos les ven –o creen verles, pero ¿dónde está la diferencia?– un aura de color índigo, entre azul y violeta. Matías es un chaval normal, sensible, culto, inteligente y muy elocuente. Ha elaborado una síntesis personal entre la física cuántica y la filosofía de Hegel, entre el yoga hindú y el chamanismo sudamericano, entre la Antigua y la Nueva Era. Y arrastra.
Asegura Matías que hace miles de años vivió en la Atlántida, aquella isla, ubicada no se sabe dónde, entre el Mediterráneo y América, poblada de seres humanos superiores venidos de otros planetas, que luego se hundió, aunque nadie ha encontrado todavía huella alguna, aunque no faltará quien diga que sí. Matías Di Stéfano se siente investido de una gran misión: comunicar en nuestro tiempo la información que recibió en la Atlántida y que se halla recogida en los registros akáshicos –una especie de memoria cósmica o de Internet divino– y a la que podemos acceder todos a través de la meditación.
“Memoria cósmica”: esta metáfora me resulta familiar… Yo mismo la utilizo para expresar el Fondo, el Misterio, el Corazón, la Entraña en la que vivimos, nos movemos y somos. La Fuente que mana y corre aunque es de noche, y nosotros manamos de esa Fuente que mana en nosotros, ¡Dios mío!, más allá de todo cuanto sabemos, creemos y decimos, más adentro. Lo malo es cuando las metáforas dejan de serlo y se convierten en información objetiva. Ahí empieza la credulidad. Las metáforas nos permiten navegar sin rumbo exacto, nos conducen a otra orilla, y luego a otra. Las creencias, cuando se fijan, nos anclan allí donde estamos y nos impiden surcar océanos desconocidos y descubrir islas inexistentes.
En contra de lo que se pudiera pensar, en este nuestro tiempo querido, las creencias no han desaparecido. Muchas creencias sobre un Dios con psicología humana enfermiza, sobre nacimientos virginales y juicios del más allá o jerarquías del más acá, esas creencias sí están desapareciendo y tarde o temprano desaparecerán todas. ¿Cómo concebir que podamos seguir siendo hijos y amantes de la Vida o del Mar sin levar cada día las anclas de esas creencias? Pues bien, las creencias vuelven hoy, bajo otra forma. Tal vez sean un apoyo necesario para nuestra condición insegura, un soporte problemático para nuestra finitud indigente.
Lo cierto es que la credulidad persiste. De los OVNIS ya no se habla, pero sí de los habitantes de las pléyades, nuestros “hermanos mayores”, dotados de un espíritu desarrollado (¡y buena falta que nos hace, vaya que sí!). No faltan quienes, con todo derecho, reviven y reavivan cultos precristianos: la Wica o el druidismo celta, la Romuva báltica, el tengrismo húngaro, la jentiltasuna vasca, el mitraísmo helénico, el kemetismo egipcio. Unos anuncian el fin del mundo o de este eón para este 2012 y nos urgen a adoptar al calendario maya. Unos se presentan como “guerreros” o “hermanos de la luz”. Otros ofrecen ejercicios diarios para protegernos con las “cúpulas de energía”. O sesiones lunares de transmutación kármica, ritos de sanación tántrica y de apertura crística, o ceremoniales del Maithuna. Cursos de fractales, de armónicas y cromáticas y células del tiempo. Cursos para conocer al ángel de la guarda (bendito ángel, bendita presencia, con y sin cursos). Superposición del cuerpo físico con el cuerpo de Etreté. El mandato galáctico, el llamado mítico, el Kin del destino, los sellos solares, la onda encantada. Alineamiento climático del cuerpo terrestre y del sol físico con el centro de la galaxia y con el núcleo universal de la creación, el gran Sol Central.
Algunas de las terapias sirven por igual para todo: el reumatismo, la artritis, el cáncer, el Sida, la esclerosis múltiple, la fibromialgia, la diabetes, la hepatitis, le leucemia, la pancreatitis, la hipertensión, la epilepsia, la psoriasis, el herpes, el Alzheimer, el lupus, la glaucoma, las alergias, las cardiopatías, toda clase de enfermedades virales, o incluso la calvicie. Y terapias alternativas no te faltarán: acupuntura, electroacupuntura, digitopuntura, auriculopuntura. Reflexoterapia, magnetoterapia, electromagnetoterapia, aromaterapia, yesoterapia, cromoterapia (con todos los colores del arcoíris, el índigo incluido), orinoterapia, aromaterapia, hidroterapia, helioterapia, musicoterapia (con el didgeridoo australiano, el sarangi hindú o el cuenco tibetano). Y la fitoterapia, es decir, con simples y maravillosas hierbas que crecen abundantes por todas partes en el campo; el campo es una inmensa farmacia (eso yo también me lo creo), y todas las terapias florales (las prímulas o flores de San José ya están floreciendo, y las flores de Bach supongo que también)… Y el biomagnetismo, la bienergética, la medicina vibracional, y la anatheóresis o visión del propio pasado. Y, naturalmente, la homeopatía. Y también la quiropraxis. Y el método de transformación de patrones de resonancias (TPR). Sesiones de Qigong o de Chikung, chequeo de la energía, lectura de la rosa, del aura y de los chakras. Liberación de energía constricta. Reiki, Shiatsu, Ajurveda… Y más, mucho más todavía.
Los tiempos de incredulidad pasaron. Pero ello no significa que vivamos tiempos de fe. Tampoco significa de ningún modo que solo haya una fe verdadera, y cuánto menos una única religión verdadera. Las religiones anduvieron siempre sobradas de credulidad. No fue la fe, sino la credulidad, la que fabricó las imágenes de Dios, todas ellas. También creer en Dios puede ser creer en cualquier cosa.
El “Dios” en el que crees o dejas de creer en tus creencias, eso no es Dios. Escucha a la malviz que canta en la punta del aliso, junto al riachuelo Narrondo: ¿qué necesitas creer? Suelta las amarras, leva las anclas. Deja de creer, y lánzate al Fondo. El miércoles próximo, recibiré sobre mi cabeza un poco de ceniza, ceniza de tierra y de hoja de laurel, y escucharé: “Eres tierra humilde y amada, preciosa ceniza que guarda la memoria del dolor y de todas las esperanzas. No importan tus creencias. Entrega tu mente y tu vida a la buena noticia. Y basta”.
(Publicado en el Diario DEIA)
Para orar. “Entonces, ¿qué hacemos?”
¿Qué hacemos con los pies de barro,
con los sueños rotos,
con las noches de vigila
. y las puertas cerradas?
¿Qué hacemos con la asediada,
el amor negado,
los golpes injustos
. y el desaliento?
¿Qué hacemos con la pobreza,
con el fracaso, con el hambre,
con la guerra,
. con la tristeza
. que campa a sus anchas
. por tantas vidas?
No rendir la esperanza
ni blindarnos contra la tormenta.
no renuncia a los sueños.
Seguir buscando la llave
. que abra la vida,
. que libere la alegría,
. que desencadene
. la paz,
. la abundancia,
. la justicia.
Y seguir confianza,
. Que con nuestro barro
haces tú milagros.
(José María Olaizola, SJ)
NO es muy tarde, Pedro, y como ves no he cerrado el diálogo..tu lo has abierto con tu oportuno comentario..Pero tampoco yo creo- contigo- que Dios ha querido “encriptar” las verdades solo para alcance de “algunos”.EL en su amor desmedido abraza a TODOS (“venid a MI todos”) en un polifonía mundial..Y es verdad que la fe se siente..pero ella es algo mas que un mero estado de ánimo ¿no te parece?
Los seres irrracionales no tienen fe…porque la fe pertenece a la libertad… y ellos no son libres..simplemente porque estan dominados por su instinto que es ciego y los determina..Pero Dios, en su amor, nos da el don mejor de todos, nos ha hecho racionales y libres..por lo tanto podemos escoger, podemos decidir..y es por ESO que podemos llegar a “pensarle” como posible, y tambien a escogerle como el mayor bien…Asi la fe -a pesar de ser un don- tiene una base racional…porque si no la tuviera seríamos semejantes a esos seres irracionales que no tienen otra opción sino obedecer ciegamente su instinto…Por tanto, mientras mas creamos, mientras mas fe tengamos, mejor podremos entender, mejor podremos comprender nuestro destino como seres humanos, mejor podemos explicar el amor que sentimos.. Y seremos mas libres para llegar a nuestro objeto final, que es nuestra felicidad completa, llegaremos, pues, con mas conocimiento de la verdad
La fe, pues, no es solamente un sentimiento con el que yo me levanto un día, sino que implica un acto de confianza…El acto de fe reside en la voluntad…y asi yo “tengo fe” en mi médico de cabecera porque tiene buena reputación: hay otros que me han hablado bien de el (ella) y tambien porque yo he comprobado por mi mismo su conocimiento y prudencia…Entonces LE DOY “mi fe”, le doy un voto de confianza.Tengo razones para ello, no es un absurdo, no es algo imprudente, no es un acto de ceguedad irracional…AUN con las deficiencias que presentan las comparaciones, esta analogía refleja algo de lo que ocurre con la fe, pues la fe ha de apoyarse en algo, porque la razón, primero, tiene que considerarla como posible…y lo que seguirá entonces, sobrepasa a la razon, y vendrá a iluminar completamente el misterio..porque entonces nos va pareciendo que no es tan imposible y tan absurdo como creíamos al principio…La fe es, pues, voluntaria…porque está en la voluntad…esta es la que me mueve al acto de fe…y porque es voluntaria y libre, puedo rechazar o aceptar el don que “pasa a mi lado” que se me ofrece gratuitamente..Es un acto libre…y tambien meritorio…porque requiere cierto trabajo para este discernimiento, tengo que “abrirme” a la luz para poder creer…pero claro, esto puede ser súbito como le pasó a Pablo de Tarso, a Paul Claudel o puede ser un trabajo lento como le ocurrió al celebre Alexis Carrell y a la menos célebre filósofa Edith Stein…y hay, por supuesto, una gama inmensa de intermedios..
NO hay que salir, por tanto, de la iglesia de Cristo…para encontrar la version moderna de Jesus…La iglesia, FUE LA QUE NOS preservo la tradición oral de los testigos que conocieron el rostro de Jesus y tambien la tradicion escrita en el Nuevo Testamento AHI está Jesus…No hay que cerrar los misales…sino adentrarse en el Cristo de la historia y de la fe…La iglesia es el camino mejor para encontrar a ese Cristo TOTAL presente sacramentalmente entre nosotros cada día como la LUZ que nos ilumina a cada instante..por eso en el ultimo Concilio de la Iglesia la primera CONSTITUCION sobre el MISTERIO DE LA IGLESIA arranca con estas palabras: “LUMEN GENTIUM CUM SIT CHRISTUS” o sea, “POR SER CRISTO LUZ DE LAS GENTES…este Concilio desea vehementemente ILUMINAR a todos con SU CLARIDAD” (Conc. Vat. II,Lumen Gentium, Cap I-1)
Tenemos pues que volver a descubrir esta LUZ dentro de la verdadera identidad de Cristo y dentro su legado sacramental histórico que es su Iglesia, ya que ambas cosas son inseparables….un saludo muy cordial…de Santiago Hernández
Tal vez este hilo ya se dio por cerrado con el comentario de Santiago. Pero recibí esta carta ayer y me parece oportuna y bien traída. Seguro que no me corresponde a mí hacerlo, seguro que me entrometo con ello y meto la pata, pues puede que ya haya llegado hasta sus destinatarios o lo hará por otros cauces más apropiados. Pero, tratándose de una carta abierta, asumiré ese riesgo. Merece la pena. Antes de que el calor de la buena oportunidad se desvanezca.
http://www.fundacionananta.org/web/index.php/section-blog/36-escritos-por-un-mundo-mejor/1349-tiempos-de-ancha-fe-carta-abierta-a-joxe-arregi-koldo-aldai
De mi parte diré, con el mayor respeto, que me sorprende cuanta densidad expresiva, cuanto argumento, cuanto intelecto, cuanta erudición y extensión parece ser necesaria, a la vista de la mayoría de los comentarios, para explicar o justificar la fe. No puedo creer en un Dios tan cruelmente travieso como para encriptar las verdades y dejarlas tan solo al alcance incierto de algunas privilegiadas e ilustradas mentes. La fe se siente. No se explica. Me dijo en cierta ocasión el Padre Matías (un sacerdote que nada tiene que ver con este otro Matías tan zarandeado por este debate): “Podría argumentarte y discutir sobre la doctrina cristiana, sobre sus distintas manifestaciones humanas o sus ritos. Pero, ¿por qué tengo fe?, eso no puedo explicártelo: sé que es así porque así lo siento. Y estoy seguro de ello. Lo demás son interpretaciones humanas, manifestaciones de esa misma fe, que cada cual asimila desde el prisma y la pátina que le imprime su entorno cultural: cristiano, budista, etc. ¿Qué más da?, lo que importa es ser feliz sobre la base que te aporta la certeza de nuestra trascendencia.”
No importan tus creencias. Entrega tu mente y tu vida a la buena noticia. Y basta”. Concluye José Arregui
“Creo que sí vivimos tiempos de fe, pero de una fe más policroma, más sin dueño, más de todos y de nadie”. Apuntala Koldo Aldai en su carta abierta.
“Open your mind” llevo años inculcándoles a mis hijos y a mí mismo; un agnóstico, que si bien no es ingenuo, sí que anda con las antenas ampliamente desplegadas. Porque ¡ojalá!
Saludos cordiales.
gracias por vuestros comentarios….Yo también he aprendido a ver el misterio divino reflejado en las personas humanas sin que ellas siquiera se den cuenta…Hay ciertas personas, digamos, “tocadas” por un carisma personal que no depende muchas veces de sus “creencias” sino del don..Ellas, sin duda, nos enriquecen sobremanera en este ecumenismo en que tenemos que vivir diariamente en un mundo plural..donde podemos aceptar las cualidades espirituales de los otros y al mismo tiempo nosotros aportar la riqueza de las nuestras…Estas no seran pues “el opio del pueblo” si entendemos bien lo que es la libertad religiosa ya que todos los seres humanos deben ser libres para actuar en la búsqueda de la verdad… que debe realizarse de modo apropiado a la dignidad de la persona y a su naturaleza social. Es decir, mediante una libre investigación sirviéndose de la educación, de la comunicación y del diálogo..Solamente de esta manera puede uno adeherirse a la verdad con asentimiento personal..despues de una profunda investigación actual.
Por tanto, el ser humano puede percibir y reconocer, por medio de su conciencia, la ley divina..y es esta conciencia la que tiene obligación de seguir fielmente para llegar a Dios. Es por esto que no se le puede forzar a obrar contra su conciencia. Ni tampoco se le puede impedir que obre segun ella, principalmente en materia religiosa. Porque el ejercicio de la religión consiste sobre todo en los actos internos voluntarios y libres por lo que el ser humano se ordena directamente a Dios..y es pues la misma naturaleza social de la persona la que exige que ésta manifieste externamente esos actos internos, que se comunique con otros e materia espiritual y religiosa y que pueda profesar tambien su religion de forma comunitaria..El mapa no es el territorio, por supuesto, y sin embargo, es muy útil cuando nos señala con mas claridad -claridad que no siempre poseemos nosotros- el camino para llegar al final, a nuestro último destino…Si basamos nuestras religión solamente en algo negativo, o en una serie de preceptos solamente externos…encontraremos algo sin sentido…Cristo es luz..y es hacia esta iluminación a lo que el mapa nos ha de dirigir….un saludo cordial de Santiago Hernández
Retorno a este lugar de encuentro y me encuentro este comentario de Maddi que es espléndido en sí mismo y me anima a leer después el artículo que lo encabeza y los comentarios de los atrienses (por ese orden).
Me parece muy acertada la puntualización que hace Maddi sobre la necesaria elaboración racional de la percepción interior, de ese ojo que puede llamarse del corazón o del alma, donde juega su papel la cultura en la que se insertan, es una forma imprescindible de vehiculizar la percepción mediante el lenguaje, y poder compartirla, aunque no es fácil. Razón y corazón se necesitan. Lo UNO Y OTRO, las tres cosas. He dicho bien: la experiencia sensible, la racionalización, y la unión de ambas, una suerte de trinidad que subyace en todo cuanto existe. La experiencia sin la racionalización de la misma nos puede llevar por la senda del desvarío, la racionalización sin la experiencia por la del error, y en el peor de los casos, del fanatismo.
Me gusta el tono poético del artículo de Arregi, su sentido general, aunque no comparta algunas de sus afirmaciones; totalmente de acuerdo con que No fue la fe, sino la credulidad, la que fabricó las imágenes de Dios, todas ellas. También creer en Dios puede ser creer en cualquier cosa.
Pienso que lo que se ha entendido por fe en nuestra cultura cristiana ha abarcado muchas cosas distintas, pero las más de las veces creencia más o menos fundamentadas, manipulación, dominio, lavado de cerebro por parte de los poderes imperantes, hasta el punto de dar lugar a la terrible y certera, en mi opinión, sentencia de Marx: la religión es el opio del pueblo.
Porque esa manera de entender la religión, como una serie de dogmas, imposiciones y represión aliada con el poder tiene poco que ver con ese sentimiento de lo más profundo del alma que busca más allá de sí mismo lo que la trasciende, y desde luego nada en absoluto con el movimiento que puso en marcha Jesús. Es por lo tanto comprensible que la palabra fe despierte tantas suspicacias.
En todo caso, yo me conformo con percibir, conocer y comprender el mundo, y desde luego, en la línea de Héctor, no se puede ir más allá de lo que existe. Hago un inciso a tu alusión sobre los mapas, querido amigo, sobre el valor que algunos religiosos les dan. Pero está claro que el mapa no es el territorio, ¿verdad? Creo que identificar uno con otro ha sido una perversa maniobra de las religiones institucionalizadas.
Saludos cordiales
Gracias Hector por tu precioso comentario. Gracias también a ti, Santiago.
Ya en el s. VIII una mujer musulmana, Râbi’a al-‘Adawiyya, a la que hoy llaman mística sufí, maestra gnóstica y santa, entre otras cosas, expresó esa misma idea:
¡Oh mi Señor!, si te adoro por miedo al infierno, quémame en el infierno
y si te adoro por la esperanza del Paraíso exclúyeme de él,
pero si te adoro por Ti mismo no me apartes de Tu belleza eterna.
Esa misma idea aparece de manera explícita tanto en los escritos bahá’ís como en los poemas de algunos de los primeros mártires de la Fe… el desprendimiento de todo salvo de Dios… el anhelo por el Amado tanto si ello nos da la vida como si nos lleva a la muerte…
En cuanto a lo que comentas de las dos Iglesias, precisamente estoy leyendo un libro de Zenia Yébenes, Travesías nocturnas. Ensayos entre locura y santidad (muy muy recomendable) donde explica el surgimiento en el mundo católico durante los s. XVI y XVII de la mística no ya como adjetivo de un secreto referente a una práctica exegética y alegórica de la Escritura sino como experiencia interior y privada que dará lugar al nacimiento de toda una ciencia secreta de la experiencia… Ahí es donde surge la dicotomía entre la voz interior y la palabra revelada… Me resulta sumamente interesante por la descripción de los procesos psíquicos que hace… los criterios según los cuales decidían si las voces eran señales de santidad o de locura…
Mi punto de vista a este respecto se acerca mucho a lo que Santiago indica en su comentario. La experiencia interior es necesaria, la entiendo como el imprescindible despertar de la conciencia, como una percepción de la realidad desnuda de nuestra propia alma. Pero esa percepción, si va a sernos útil, tiene que elaborarse a través del pensamiento y ahí es donde la Palabra revelada, los principios espirituales revelados en los Escritos Sagrados (cada cual según la vía a la que haya sido llamado) ejercen su papel esclarecedor. Al iluminar nuestra experiencia interior con la Palabra Sagrada ambas adquieren su verdadero sentido, y al actuar en consecuencia, con plena conciencia, vamos transformando nuestro entorno. (Más o menos es como entiendo en este momento las cosas).
En cuanto a lo que dices sobre la influencia del grupo social que nos rodea, no te falta razón. De hecho durante siglos la diferencia entre locura y santidad dependía de la aceptación de la experiencia interior por parte de la comunidad religiosa a la que se pertenecía. Hace tiempo que me preocupa esta cuestión, la obervación del funcionamiento de grupos religiosos minoritarios me ha hecho ver lo fácil que es crear submundos (esto también ocurre con los grupos mayoritarios pero como son muchos la cuestión pasa más inadvertida). Esto me llevó hace seis años a participar en encuentros interreligiosos. Todos estos años he aprendido un montón de las gentes más increibles: católicos, budistas, musulmanes… y también de gentes de la new age. Evidentemente no de todos, pero sí que he encontrado gente sincera, buena, generosa, capaz de trabajar de gratis, y concretamente una persona con uno de los discernimientos morales más claros y de las sabidurías prácticas más profundas que he conocido… para verlo hay que quitarse unos cuantos prejuicios de encima, por su aspecto y por sus creencias (Atlántida, Orión…) pero de verdad que el descubrimiento merece la pena.
Otro abrazo grande para todos/as.
Héctor, perdona la intromisión..pero la certeza absoluta que insinúas no es posible en esta vida…el conocimiento humano -a menos que seas gnóstico pneumático- no es solamente intuitivo sino también adquirido y deducido…El mapa de que hablas es una gran ayuda pues -dada nuestra gran limitación en comprender la realidad- nos guía para que lleguemos mejor a esta meta que es la verdad. Nosotros tenemos esa suerte en la iglesia…Y asi un matemático con madurez tiene que basar sus teorías actuales en conocimientos anteriores de otros colegas que le proporcionaron peldaños seguros para ayudarle en esta labor puesto que el no puede abarcar la inmensidad de esta ciencia…Y asi ocurrirá con todos los miembros de las multiples disciplinas con respecto al saber.
Por tanto, tampoco nosotros podemos llegar por nosotros mismos, sin guía, a un conocimiento verdadero de todo lo que Dios ha querido revelarnos. Pero estas proposiciones magisteriales, en el caso nuestro, de la iglesia, no son absurdas….ni los creyentes las aceptan por imposición…o por dictadura o por servilismo ciego…sino que son aceptadas voluntariamente porque estas responden mejor que otras al misterio de la vida y al de Dios… hay, pues, inerrancia, coherencia y consenso, porque están iluminadas por la razón y por la fe que residen particularmente en la voluntad….y es esta decisión, tambien voluntaria, la que nos hace entonces libres…porque hemos sido capaces de escoger, sin coerción, lo mejor, con una conciencia cabalmente informada, en cuanto nos fue posible.
Lo que la iglesia propone, (no siempre infaliblemente) como doctrina cierta, podemos aceptarlo o rechazarlo…Para eso tenemos que estudiar profundamente los motivos de nuestra decisión donde entran en juego una serie de diferentes factores..La razón y la fe son complementarias… y una depende de la otra…Muchos de nuestros hermanos separados “conversos” al catolicismo hablan de la riqueza y de la coherencia de nuestra teología, algo que nosotros apenas notamos…y a veces rechazamos y combatimos y nos rebelamos…pero el que “está” fuera y “entra” tiene mas facilidad de darse cuenta…Antes de atacar tenemos que distinguir lo que es verdaderamente doctrina católica….puesto que existen muchos puntos de vista opinables…que no forman parte de la esencia del misterio de nuestra Iglesia Católica y que por lo tanto se discuten abiertamente…Una cosa es la exageración al defender una proposición, y otra cosa es lo que constituye una verdad como perteneciente a la fe…ya que estas no son demasiadas y nosotros podemos abarcarlas….gracias por tu atención…un abrazo de Santiago Hernández
Maddi Bediaga, tampoco yo tengo interés en descubrir nada inexistente, prefiero descubrir lo existente que no conozco, que ya es mucho, y distinguir claramente la fantasía de la realidad… Magnífica tarea: buscar en esa realidad que está formada de todo lo que parece existir: Ahí están los conceptos, las creencias, las apariencias, todo eso es real.
Fue real que alguien buscando desde la iglesia allá por el siglo xvi escribiera en aquel famoso soneto:
“,,,Muéveme en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera”.
Real fue también que desde la iglesia este soneto fuera prohibido años más tarde pues daba pie a dudar de la existencia del cielo y del infierno. Ya se ve que son dos iglesias. Por un lado la iglesia del contacto personal y directo con el ser supremo, la iglesia de los místicos, y por otro, la iglesia de la Jerarquía que impone sus leyes, sus credos y sus ritos.
Esa otra realidad es una construcción social donde todo lleva un nombre propio, está estructurado y sujeto a normas preestablecidas. Ya no se trata de saber lo que crees sino de saber qué es lo que te dan como realidad social.
¿Qué es real y que es fantasía? Dentro del grupo social en el que vives y te mueves todo es real: para ellos, los que aceptan el grupo social como propio. Los que creen en todo lo que el grupo les exige ya sea cristiano, mahometano, judío todo viene dado por la fuerza de los libros inspirados e interpretados por sus jerarquías. Se trata de un mapa de símbolos que te dan para llegar a cualquier punto. Lee bien el mapa y llegarás. Si aceptas el mapa no te equivocarás, te dicen.
Arregi nos dice que todos los que no creen en Dios creen en cualquier cosa. Quizás habría que añadir que esa “cualquier cosa” es lo que te da como real el grupo social en el que vives.
Un abrazo Héctor
Bien, he leído el artículo con respeto y detenimiento y he expresado mi opinión argumentando “tal y como yo lo veo”, sin mayor pretensión.
Así en corto por corto:
1.- Pretender que yo creo en Dios y otros creen cualquier cosa es evidentemente un error.
2.- Establecer categorías como fe (lo mío), creencia y credulidad (de los otros) me parece, como poco, una temeridad. Preferiría un acercamiento hacia la validez de las creencias, no creencias, fe o como se le quiera llamar desde el: “Por sus frutos los conocerán”.
3.- Hay que analizar el tirón de Matías di Stefano (o de cualquier gurú religioso, new age o no) sobre otras claves que no sean la descalificación de sus seguidores como crédulos o la ridiculización de su mensaje ¿Cuales son los elementos en su discurso y su persona que atraen? ¿A qué necesidades del público responde? ¿Qué efecto tiene en el comportamiento de los que le siguen? etc.
4.- Las metáforas de los relatos sagrados son más que figuras retóricas.
5.- a) Las terapias alternativas son terapias no son creencias espirituales. A la helioterapia y talasoterapia aquí le llamamos “ir a la playa” y nos va muy bien, puede ir con musicoterapia o risoterapia según se esté sola o en compañía. b) En el artículo no se menciona el aspecto emocional que es en el que inciden muchas de las terapias que se nombran. c) Se mete en un mismo saco cuestiones que no tienen nada que ver. d) El paradigma biomédico también es cuestionable. e) Si existen cursos sobre todas esas cosas no es porque la gente sea tonta o crédula sino porque necesitan curación y esta les va bien. Podrían gastarse su dinero en otras cosas… pero prefieren invertir en eso.
6.- A algunos además de las malvices nos gusta Bach, y además de tierra somos aire, fuego, agua y espíritu… Y nos gusta. Eso no nos impide creer también en otras cosas.
7.- Mejor que un bistec prefiero arroz con leche que es dulce y rico y no necesita cuchillos para dar cortes a nadie.
Por mi parte me retiro, feliz fin de semana a todos, procuren practicar la risoterapia si es posible en familia, oxigena el cerebro y fortalece las relaciones… 😉
Largo por largo, adelante, aunque dudo que la extensión de las expresiones ayude al esclarecimiento del pensamiento… y menos de las creencias. Blandir el cuchillo durante media hora, poco ayuda para cortar el bife y comerlo. Nos entenderemos en la medida en que “queramos” entendernos.
Maddi:
Considero muy correcta tu postura pero no la veo aplicada con la misma corrección en la interpretación del artículo de Joxe, en el que no veo que defiendas con la misma contundencia sus opiniones como las tuyas. Porque, al fin y al cabo, qué son las creencis sino opiniones? Y la opinión, por definición, carece de certeza y adjudicársela ya es meter la pata.
Gracias por tu comentario, Santiago, completamente de acuerdo contigo.
Bien, esto se está poniendo interesante 😉
Sarri, no sé si te refieres a mí cuando hablas de la bronca antropológica. Te puedo asegurar que por mi parte no hay bronca, mi espíritu está en paz, hermano. Tampoco me molesta que se metan con mis creencias ni siquiera con mi persona, siempre que se haga de manera honesta y me den derecho de réplica.También te digo que respondería con la misma contundencia si alguien se metiera con tus creencias, con las de Arregi o con las de cualquier otra persona. El hecho de pertenecer a una minoría religiosa y vivir rodeada de personas que creen de diferente manera me ha ayudado a comprender que lo referente a la fe, a las creencias que para otros pueden ser credulidades, es territorio sagrado en el que cada alma se las ve con su creador, nadie tiene derecho a interferir ni a juzgar.
Pero bueno, volviendo al tema que nos ocupa. Tal y como yo lo veo, el artículo analiza la cuestión desde una base dicotómica que poco ayuda a su esclarecimiento (bueno/malo, metáfora/información objetiva, . Nos habla por una parte de “lo bueno” y “lo malo” dependiendo de en qué crea, de cómo crea y para qué (¿quien establece qué criterios?); por otra parte, “lo bueno” serían las metáforas que nos permiten navegar sin rumbo y descubrir islas inexistentes (¿?) y “lo malo” serían las creencias que nos anclan; cuando las metáforas dejan de serlo y se convierten en información objetiva pasando a considerarse credulidad.
Personalmente no tengo interés en descubrir nada inexistente, prefiero descubrir lo existente que no conozco que ya es mucho y distinguir claramente la fantasía de la realidad… más que nada porque vagar sin rumbo en un mundo de imaginaciones puede hacer mucho daño a uno mismo y a los que le rodean y no estamos aquí para eso. Por otra parte, creo que cualquier metáfora es a su vez “información objetiva”, va más allá de lo estrictamente subjetivo al ser vehículo de significados compartidos por la comunidad de hablantes en que se da. Aun si se refiriera a una “interpretación literal” de la metáfora, desde una comprensión de la metáfora más allá de la simple figura retórica, como expresión de traslación de significados, como expresión simbólica de realidades no tangibles tanto nos da que se dé a nivel de pensamiento, de habla, o de acción. Las interpretaciones literal y espiritual de las metáforas, de los elementos simbólicos, no son mutuamente excluyentes… aunque no cabe duda de que el sentido común puede ser de gran ayuda a la hora de hacer una interpretación correcta.
Otra cuestión de fondo que brilla por su ausencia es la referencia al aspecto emocional del ser humano, que es donde cobran sentido todas esas terapias que se nombran… no tanto en el aspecto espiritual donde el autor pretende ubicarlas. Así que animo a Arregi a profundizar en ese aspecto, de seguro que hará grandes descubrimientos… y conllevará un crecimiento personal del que todos podremos beneficiarnos 😉
Joxe, no me dirás que no me lo he currado, eh! Ja, ja, ja.
EL HECHO de que Ignacio de Loyola haya vivido en la Edad Media no invalida que en el siglo XXI siga el siga siendo actual. Lo que el legó para la posteridad fue de una profundidad psicológica tal que superó su epoca y llegó hasta nosotros. Porque es la esencia de su pensamiento y de su espiritualidad la que todavia hoy es capaz de transformar lo simplemente existencial en algo espiritual. Y por eso hoy en dia si sus Ejercicios Espirituales no se siguen en detalle tal y como el los formuló -en su forma y en su fondo- se dice que no son los verdaderos…Será entonces un “retiro” pero carecerán de la parte principal que es ese encuentro dinámico entre el alma y su Creador….Los principios pues permanecen…lo que cambia son las circunstancias…la esencia queda…los accidentes pasan. El vasco Iñigo de Loyola sigue siendo hoy tan popular como en siglos pasados.
En cuanto a la libertad de expresión creo que cada cual es libre de expresarse como desee. En la verdadera democracia -de la que siempre estamos hablando- es señal de madurez social cuando la diversidad de opiniones lleva a un diálogo capaz de aclarar conceptos y construir una mejor comunidad. Aceptando la opinión de los demás, aunque sea distinta de la mía, estoy dando prueba de que respeto la dignidad humana totalmente y que ademas estoy seguro de que puedo yo también obtener ese respeto para que mi punto de visto sea valorado apropiadamente por aquellos que lo reciben, esten o no, de acuerdo con el. Solamente es este diálogo democrático y tolerante el que conduce a mejorar la condicion humana sin necesidad de violencia. Esta es el producto de la intolerancia y del fanatismo capaz de desencadenar uno de los mayores males que existen como es la guerra.
Creo que por ser humanos, todos cabemos en ATRIO. Creyentes o no creyentes y medio creyentes. Todos, de alguna manera, estamos en la búsqueda de la verdad. Esta muchas veces se nos oculta y solamente se nos desvela cuando nos decidimos a descubrirla intencionalmente y honestamente con lo mejor que tenemos, que es nuestra mente y nuestra voluntad con mis saludos cordiales….Santiago Hernández
El articulo de rebelion, al que hace referencia Francisco Javier Pelaez, es un buen ejemplo del comportamiento ” humano” de los ateos ( mi amigo Ontanon es tan ateo como yo, o mas) y los creyentes, representados por jueces, fiscales y curas que vienen con nombre y apellido en el articulo.
Con la venia y que cada barco aguante su vela:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=145162&titular=antonio-onta%F1%F3n-toca-y-%22rescatados-del-olvido%22-
Vamos a ver, Calleja, dices:
. Yo creía que eras ateo por ti mismo y por razones de peso intelectual. (Disculpa la andanada).
Disculpada la ” andanada”, pero pongamos ls cosas en su sitio:
1: Mis razones son propias de mi conciencia, son sobradamente reflexionadas y estan tan documentadas ( teologicamente hablando) como lo pueden ser la tuyas o las de la mayoria de quienes escriben por ATRIO. Me considero con unos conocimientos mas que suficientes para poder debatir de igual a igual con cualquiera que quiera debatir en el terreno de teologia. ( no confundir con la catequesis catolica ni con el catecismo.)
2: No soy yo, como ateo, quien desprecia a los creyentes. Son los crreyentes quienes desprecian a los ateos con la cita del tio de nombre tan raro. Y no he sido yo quien ha comenzado la ” andanada”, si no que has sido tu, Calleja ( en este caso, y siempre aparece alguien buscando lana y luego se molestan mucho si salen trasquilados-AS). Tengamos la fiesta en PAZ y respetemos a cada cual con sus creencias O INCREENCIAS.
A mi, de ningun modo me molerstan los creyentes, pero si me fastidia un monton que sean mis impuestos los que serviran para la salvacion del alma de los creyentes mientras yo voy a ir al infierno por ser un jodido ateo. Quieren ustedes creer en OVNIS o en San Periquitin del baile? Adelante, pero los gustos de cada cual que se los pague cada cual.
3: Las personas con las que yo he convivido ( y estoy rodeado de ellas) son catolicas en su inmensa mayoria. Tanto es asi que desde los 9 agnos me tutelaron SACERDOTES. ( en una preceptoria que ” instruia” Don Evencia Gonzalez Bedoya y en un seminario durante 4 agnos mas) Por lo tanto tengo perfecto conocimiento de causa para criticar lo que creo conveniente criticar. Y las excepciones ( que haberlas hailas) no me confirman la regla general respecto al comportamiento humano de quienes se dicen representantes de Dios en la tierra. A las pruebas actulaes me remito.
Tambien he conocido y convivido con creyentes PROTESTANTES ( Evagelicos) y, salvando tambien las excepciones, me veo en la necsidad de hacerles exactamente las mismas criticas que a los catolicos.
Dicho lo cual espero un poco mas de RESPETO hacia quienes tenemos la esperanza de seguir siendo ateos… sin que nos llevan a la hoguera o nos entierren en alguna cuneta.
Lagarto, lagarto, lagarto…
Amigo Pepe Blanco: Los lugares de fusilamiento más socorridos han sido los patios de las cárceles, las paredes de los cementerios, las cunetas de las carreteras…Que yo sepa, no se ha fusilado en los ATRIOS de las iglesias. si así fuese, confírmamelo, porque me borraría de este Atrio en el que participo.
De todos modos, por la no bien disimulada mala uva con que últimamente se presentan algunos comentarios, yo diría que andamos un poco nerviosos. Deberíamos mirar un poco si quizá mientras le vemos la paja en el ojo al de enfrente, se nos ha clavado una viga en nuestro ojo y no la vemos. Casi siempre andamos muy cortos en lo de la autocrítica…
Por otra parte, se me ocurre que sería bueno volver a leer a Dietrich Bonhoeffer y su consejo de vivir “como si Dios no existiese”. Una de las cosas en las que insiste es en que a Dios se le encuentra cercano en el fracaso y el dolor, que Dios no es tanto nuestro paño de lágrimas, cuanto el reverso y la realidad verdadera que sostiene esta otra realidad que nos entra por los sentidos…”En El vivimos, nos movemos y somos” dice alguien. Y no se preocupen si no llegan a verle y reconocerle, el problema no es ése; el problema es, de momento, respetar a los seres que nos rodean, humanos o naturaleza; por ese camino, El se nos hará el encontradizo. Sin prisa…
Aunque estoy de acuerdo con algunas cosas del artículo no me gusta el tono.Recuerdo haber hablado con alguien que me decía que para él Dios “era una bola de energía”,yo que,entonces era un adolescente creo comprometido,le contesté,con sorna,que yo por una bola de energía no tomaba deteminados compromisos y sacrificios que había tomado.Pepe dirá que él los sacrificios los tomó por obligación.Lógico.Por cierto,Pepe hay en rebelión un artículo dedicado a tu amigo Ontañón.Volviendo al tema hablando con un amigo mio ateo y catedrático de filosofía ya me decía que no me riera de determinadas costunbres de tribus africanas sobre unas piedras porque lo de la comunión también tenía su lado esperpéntico.Claro,lo tiene,según y como lo entiendas,como diría Calleja.También un dia,yo que era entonces joven universitario,le dije a este catedrático amigo que pensaba que Reagan se iba pudrir eternamente en el infierno.Me hizo ver que,de poder darse esa hipótesis, eso no era muy cristiano.Reagan ya tuvo su infierno en vida,alzeimer.Claro que lo podemos tener cualquiera.En fin,yo de esto saco dos conclusiones.Hay mucha gente que no cree en el cristianismo por culpa de los cristianos-me incluyo-.Dos,en general de las personas,me es indiferente que sean crédulas o no, lo importante es aquello de “por sus frutos los conoceréis”,creo que aplicable a cristianos,ateos…Todos sabemos quienes crean vida o condiciones de vida y quienes la destruyen.
Pienso que hay escritos diferentes así como lecturas y lectores/as diferentes. Hay escritos que nos provocan análisis y crítica de su contenido, de situaciones o de instituciones, y otros que nos invitan al autoanálisis y la autocrítica, en este último caso nuestro actitud nunca nos llevará al juicio sobre los otros o a la intolerancia con lo que los demás hagan o digan. Al leer este artículo de Arregui a mí me ha llevado a la segunda posición. Por supuesto, no es frecuente leer un artículo tan tolerante y tan abierto a las innumerables opciones personales que cada cual quiera. Arregui no ataca a nadie, y a mí sí ha invitado a la reflexión.
Creo que es un escrito que en vez de llevarnos a dividir el mundo en buenos y malos según sus creencias religiosas o sus no creencias, nos invita justamente a lo contrario, a ver el amplio espectro que la sociedad, las religiones y la vida nos ofrece.
Somos pura contingencia, nuestra debilidad se evidencia en cualquier momento de nuestra vida, nuestra autosuficiencia se nos viene abajo al menor contratiempo. El dolor, el sufrimiento, la impotencia ante los imponderables de la vida cotidiana, y un sin fin de limitaciones con las que nos encontramos, lleva a muchísimas personas a buscar sentido a esta vida, y muchísima gente la encuentra en algún tipo de creencia religiosa, otras no lo necesitan. Ni una opción ni la otra nos da la patente de ser mejor que los demás, pero tampoco el peor.
Quienes hemos optado por seguir la praxis y las enseñanzas de Jesús somos igual de frágiles y necios que quienes no lo hayan elegido, pero también, para muchas personas, el querer seguir al Maestro le supone una autoexigencia y un modo de vida que les ayuda a orientarla hacia el bien propio y ajeno. Nadie va a negar que hay creyentes de todo pelaje, pero de eso a descalificar una religión en su totalidad, pienso que hay un trecho.
La vida es un camino, la vida es un proceso, nadie es perfecto, nada es perfecto, pero en el empeño de superarnos y poner nuestro granito de arena, estamos la gente de bien, seamos religiosos o no. Por sus obras los conoceréis, y en ese lugar común nos encontraremos quienes seguimos un camino u otro, pero “quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra”
Me parece importante que respetemos a “todos” los creyentes, crean en lo que crean. Por eso el artículo no es interpretado como el autor quiere que se interprete.
Pepe Sala, amigo, y otros, pero ¿con qué creyentes tratáis vosotros? ¿Dónde habéis vivido, por el amor de “Dios”? Y, a su vez, ¿qué es la fe religiosa para vosotros? Arrasas con la fe católica más convencional, y en la interpretación más torpe; asimilas esta visión a cualquier inquietud religiosa respondida como un “sí, es posible, asumo vivir con esta convicción”… la prolongas hasta ridiculizar “la pregunta religiosa en cuanto tal”, nos propones el más craso materialismo, y nos quieres hacer creer que hablas siempre de una sola cosa y de la misma.
Puedes negarlo todo, Pepe, pero esfuérzate un poco y diferencia personas que has conocido, significado que para ellas ha tenido la fe, traducción vital que han hecho, respuestas religiosas confesionales, respuestas religiosas deístas, respuestas religiosas en clave de silencio o contemplativas o admiradas, respuestas religiosas hechas admiración por el misterio, o por la belleza, o por el sufrimiento injusto… emocionadas por la generosidad gratuita de alguien… respuestas no religiosas, pero agnósticas, respuestas ateas. Pepe, si simplificas todo a tu experiencia, más vital que religiosa, y describes a tus adversarios por su realización más esperpéntica, todo te saldrá muy bien. Pero te terminarán diciendo que no pocas veces, al menos en esta, desprecias cuanto ignoras.
Al separar, no volverás a la fe, ni falta que hace si es un ejercicio de libertad de tu conciencia, pero comprenderás que otros hagan otro recorrido, y lleguen a otras conclusiones, y no tengan, ni de lejos, esa comprensión religiosa que tanto te ofende… la credulidad de que hablas. Y podrás seguir criticando, por sus malas obras, y por su falso rigor intelectual, tantas y tantas expresiones religiosas, católicas y otras, pero te quedará la pregunta de si no hay otros que siguen viviendo la vida en sentido religioso, sin caer en esas barbaridades, prácticas y teóricas, y aportando claves significativas y obras dignas al vivir humano. Sólo la pregunta, sólo esto.
Lo que no vale es despachar la pregunta religiosa y la respuesta afirmativa en otros, porque conocí a no sé quiénes, o la catequesis católica es para crédulos, o no sé quién me ha decepcionado, o la explicaciones navideñas son para crédulos. Yo creía que eras ateo por ti mismo y por razones de peso intelectual. (Disculpa la andanada).
Termino. Muchos creyentes que conozco y trato son mucho más sensatos, adultos y honestos de lo que tú (y otros) los “veis”. ¿Pocos? No lo sé; para lo que digo, sería suficiente con uno. Hay vida intelectual después de los filósofos de la sospecha, amigo Pepe. Hay vida religiosa después de Escrivá de Balaguer. Con todo mi respeto, por supuesto.
Mi ornitología no llega al conocimiento de las malvices, pero mi pobre antropología sufre al leer tanta bronca porque alguien toque sus creencias.
Despues de todo Pepe Sala, que también sabe embroncarse, pone los puntos sobre las íes.
Sigan pues los comentarios por los derroteros que tú quieres, Antonio, ya que te parece que sería triste que fueran por donde no quieres. Disfrutadlo. El foro cada vez más va por dónde es encauzado.
Es tu foro, y lo diriges tú. Tú mandas.
Yo trataba de ‘salvar’ personas, la postura de personas no creyentes que creen firme en la vida, y en la vida human; no a los ‘buenos cristianos’.
Pero tú tienes la impresión de que no he sido honrado, a tu parecer, Antonio. Yerras en eso, creo que he sido honrado.
¿Por decir yo a un experto que yerra, mi ánimo está airado? No lo está. Contradecir la ‘versión oficial’ no tiene por qué suponer ánimo airado.
Ni tampoco es un ataque, amigo Antonio: el otro día decía en el foro que yo no tengo nivel como para discutir a Arregui, que es un teólogo de dilatadísima preparación profesional.
Lo cual no me impide, creía yo eso al menos, manifestar rotundamente mi siempre pobre y modesta opinión en Atrio.
Ni me he metido con la honradez de nadie, y menos con la de Arregi,
¿Analizar lo que quiere decir Arregi, dices? Arregi dice lo que quiere decir, y eso ha hecho: “Pues bien, a menudo me invade la impresión de que muchos hoy creen –o vuelven a creer– en cualquier cosa, y de cualquier manera.”
La afirmación de Chesterton al que cita Arregi es rotunda y no deja escapar a nadie que ha dejado de creer en Dios (caso muy frecuente cuando la obligación de creer en Dios la han metido sistemáticamente desde recién nacidos a las personas sistema) Por eso no es cierta, es errada.
La cita de Chesterton la ha puesto Arregi para apoyar lo que Arregi dice, y la califica de diagnóstico certero.
Por otro lado, en cuanto al fundador jesuita de Loyola, lo que dijera en su época un exmilitar medieval del santoral católico fundador de una poderosa Compañía para servir al poderoso papado (Ignacio de Loyola lo es), visto cómo hace el santoral católico la ICR (Escrivá y Wojtyla son ejemplos que me tiran de espaldas, e imagino que Maciel también habría subido, dado el poder de la orden Legionaria que ha fundado, si no se llega a destapar lo sexual) no me aporta nada hoy: no son modelo para mí.
Quien quiera seguir esos modelos y perpetuarlos, es muy libre, claro está. Pero no me parece que eso sea bueno para la sociedad actual. Para Ratzinger, que quiere volver a Trento puede que sí, pero la involución al modelo medieval es mala, a mi modesto modo de ver.
Saludos cordiales.
Parece que los pronosticos de Sol se cumplen a rajatabla; debo estar muy mal de la cocorota, porque yo, como asegura Javier, NO CREO EN DIOS ( ni tampoco en sus mariachis)
Si no fuese cosa de mal funcionamiento psiquico deberia dar alguna explicacion de mi lamentable carencia de FE. Veamos si pueda aportar algo que evite mi paso por el psiquiatra:
1: De todo el mensaje de Arregui, yo tambien me quedo con el canto del malviz. Solo comentare al respecto que el canto del malviz lo pueden disfrutar lo mismo los creyentes, los credulos y los ateos. El malviz canta igual para todos-as lo mismo que el SOL sale para todos-as.
2: Ya he dicho en alguna ocasion que yo he sido un credulo ( creyente para los catolicos mas tradicionales) de los mas convencidos. Quienes me mostraron el supuesto ” dios” en el que yo creia, tenian un comprtamoiento de vida que, de ningun modo aconsejaban seguir el ejemplo derivado de las creencias que me ensegnaban. Asi pues tire al lavabo ” el agua sucia” y me quede como perro sin pulgas. Hasta hoy y creo que fue una de las decisiones mas acertadas de mi vida. !! Que descanso!! ( comprobado el comportamiento que veo a mi alrededor de quienes se dicen creyentes, me reafirmo en mi postura. Nunca le perdiria un favor a alguien de misa diaria, ni siquiera a los de fiestas de guardar, tengo por seguro que lo pagaria muy caro.)
3: No encuentro diferencia entre las practicas paganas para solucionar milagrosamente ( magicamente) todo tipo de enfermedades, o las practicas de los creyentes, ayudades con millonarias subvenciones de dinero publico, con su sistematica mania de llevar a enfermos a Lourdes, Fatima, Santiago de Compostela y montones de ” santos hospitales milagrosos”.
Si alguna diferencia encuentro es a favor de los sistemas paganos; al menos no se gastan el dinero de mis impuestos en practicas magicas que solo sirven para seguir aborregando al personal creyente o credulo, eso me da igual
4: Como bien dice Javier, yo creo en la VIDA, en los HECHOS, en lo que ven mis ojos y tocan mis manos. Lo demas, aunque exista a mi ni me importa ni me preocupa. Yo seguiria haciendo exactamente lo mismo que hago si tuviese constancia expresa de la existencia de Dios o de cualquiera de los dioses que presentan otro tipo de creencias. Tengo perfectamente claro que la magia es solo magia y a mi solo me sirve para distraerme. Me encantan los magos, pero que no se me presenten como enviados de un supuesto Dios, porque les dejare en evidencia POR MIS HECHOS, no por las verborreas de supuestos enviados de unos y otros dioses.
He visto, con mis propios ojos, morir a muchachos-as muy jovenes con una FE ciega en un supuesto dios que aseguraban les curaria de su SIDA, epatitis, cancer… Me costo un monton convencer a un muchacho que habia cogido con sus manos una serpiente venenosa y le habia mordido. Tenia la mano como una pelota hinchada y ni se inmutaba: No te preocupes Pepe, me decia, el Segnor me quitara el veneno si es su voluntad, y si no, ire con El al cielo. ( se basaba y recitaba un pasaje biblico que habla de tema). Afortunadamente yo conocia la Biblia mejor que el y le mente a Santiago que aconsejaba ” dar aceite” ademas de la preceptiva ” imposicion de manos” de los hermanos mayores. Una cataplasma que los ” ateos de pueblo” conocemos, soluciono el problema, Los muchahos-as no se medicaban y no tomaban precauciones en sus relaciones sexuales, por lo cual nacian cantidad de bebes con el sindrome.
El ” hilo directo con dios” ( los pastores) son los culpables de tener a tantisimo borrego credulo o creyente poniendo en peligro su salud y la de sus descendientes. Los ” pastores” son quienes aconsejan utilizar la jodida FE en vez del sentido comun, la ciencia y la cordura.
Dejenme pues en mi ateismo, por mas que sea tomado por desequilibrado mental y de peor categoria que los creyentes-credulos y demas sistemas de aborregamiento. De lo que estoy seguro es de que si necesitasen alguna ” cataplasma pueblerina” por verse en peligro de entregar la cuchara, creyentes y no creyentes se la pedirian a los ateos que estamos mucho
mas cercanos al terrugno y ACTUAMOS sin necesidad da magias raras ni oraciones o danzas alrededor del fuego.
Es mi ferviente deseo y es mi mejor consejo a creyentes-credulos. ( En Gotebor aun no cantan las malvices. Hace un frio que jiode el pellejo .)
Estimado Joxe: La gente que fue entrenada en creer que una paloma fecundó una virgen humana y esta parió un cordero, sin saber que eran metáforas y malas traducciones, pueden creer cualquier cosa. O que el ataud de piedra de Santiago llegó navegando a Galicia y que la Virgen subió al cielo en cuerpo y alma. Quizás las metáforas del cristianismo ya se agotaron y las personas buscan otras que les llenen sus vidas. Lo claro es que la creencia o fe en Dios o dioses, no se opone ni al yoga, ni a los registros akasicos, ni a la Astrología, ni a la Psicología, ni a la Paccha Mama, ni al uso de yerbas medicinales, ni a la reflexología y la acupuntura, o la alineación de los chakras, Lo que pasa es que la Iglesia abarcó tantos campos que no les correspondían, que al salirse de ella las personas optan por otras teorías que los hacen más felices, pero que son tan verdaderas o falsas como las teorías de la iglesia y sus dogmas. Y entre que un hijo se me meta en una secta católica de autoflagelantes dogmáticos o haga danzas Sufi, honestamente prefiero las danzas Sufi.
Jose, me quedo con aquello que escribiste: “Escucha a la malviz que canta en la punta del aliso, junto al riachuelo Narrondo: ¿que necesitas creer?” Y yo añadiría: y nada mas….ese momento bastará…le bastaba al místico Juan de la Cruz cuando compuso aquello de: “Quedéme y olvidéme…el rostro recliné sobre el Amado…cesó todo”…Porque a pesar de que Dios ha dejado Sus huellas bien impresas en la inmensidad, en la belleza y en la maravilla de la Creación, es demasiado inmanente y trascendente para poder abarcarlo con los sentidos de una manera perfecta…..Dios ES mucho mas experiencia….que imaginación creativa de la mente….Oculto a nuestros ojos de la carne pero… real e intimo para el espíritu…porque solamente descansará nuestro corazón en paz hasta que podamos encontrarlo de verdad en la profundidad del alma…donde querrá habitar seguramente….por eso, Jose, dices bien: creer en Dios, no es creer en cualquier cosa…la fe es una certeza mucho mas profunda..mucho mas vital..inseparable de la misma vida humana..por eso como dices para eso, es necesario soltar las amarras, levantar las anclas y entregar nuestra mente y nuestra vida a “LA BUENA NOTICIA”…”que con nuestro barro haces Tu, milagros”….un cordial saludo de Santiago Hernandez
Muy acertado, Antonio. Es cierto que es un artículo bellamente escrito, muy bellamente diría yo. Y me gusta ahí donde dices que el cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del próximo que a condenarla.
Lo que me pregunto es hasta qué punto Joxe en su artículo se comporta de manera cristiana cuando mete en un mismo saco los OVNIs, la Atlántida y los efectos terapeuticos (de los que puedo dar fe) de tomar el sol (aporte de vitamina E, vitalidad, buen tono) de determinados olores (los sufís utilizan el aroma de las rosas y los jazmines tanto literal como metafóricamente) o de escuchar determinada música (más que comprobado el efecto de la música en nuestros cerebros), por no hablar de los efectos saludables de la gimnasia china. Pues bien, nuestro amigo mete todo esto y mucho más en un mismo saco al que pone la etiqueta de “credulidad”, cuando quizá simplemente es que él no lo ha probado. Pero parece ser que esta posibilidad no se contempla, aquí el “experto” ejerce su poder en el sentido más estrictamente foucaultiano, desde su Nirvana en la Cuenca Baja.
Conforme iba leyendo la lista de descalificados iban pasando por mi mente los rostros de los amigos que creen en estas cosas, amigos que nos han honrado tanto a Joxe como a mí durante años con su confianza y su cariño, amigos como Leire, Urtzi, Josemi, Mirentxu, Maite, Kepa, Puri, Javi, Jose, Amaia y tantos otros. Me imagino cómo pueden haberse quedado al leer este artículo; más o menos como nosotros nos quedamos cuando vimos nuestra Fe en Pluralidades latentes, deformada y disecada cual insecto en insectario; más o menos como se pudieron sentir muchos católicos sinceros tras la lectura del artículo del 26 de enero al ver descalificada la expresión de su espiritualidad.
Nuestros amigos tibetanos con su sencilla y profunda teología medieval explican que al nirvana se puede llegar a través del conocimiento, pero que si no le añadimos compasión nunca llegaremos a la iluminación. Lo dijo también san Pablo: el conocimiento hincha, el amor edifica. Mas no se llame Arregi a engaño, ninguna de las personas aquí nombradas “necesita” de su amor/compasión, es más bien él quien lo necesita a fin de que la tierra inerte que dice ser recobre el espíritu de vida.
Amén.
Dice San Ignacio al final del librito de los Ejercicio Espirituales, en una época propensa a repartir anatemas y excomulgar a los conrtarios:
“Se ha de presuponer que todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del próximo, que a condenarla; y si no la puede salvar, inquiera cómo la entiende; y, si mal la entiende, corríjale con amor; y si no basta, busque todos los medios convenientes para que, bien entendiéndola, se salve.”
Acabo de publicar este artículo de Arregi y ya hay dos comentarios que tiran con bala. “Yerras, amigo” dice uno taxativamente. “No voy a decir a quien presentaría a Matías… porque el lobby de la Pachamama… me fusilan” comenta otro.
Tengo la impresión de que tanto los ataques a Arregi como a Boff -dos columnistas semanales con los que ATRIo se siente muy honrado- no han sido precedidos de una honrada búsqueda de “cómo entienden ambos teólogos sus proposiciones” y que reflejan una airada predisposición a condenar más que a salvar “la proposición del próximo”.
Sería triste que los comenatarios a este bellísimo artículo de Arregi, con el que me siento plenamente de acuerdo, siguiera por estos derroteros. ¿Por qué no más bien entenderlo en lo que creo quiere decir Arregi, una radical distinción entre fe y creencias o credulidad? Y analizar qué quiere decir Arregi al hablar de fe nos llevaría a casi lo mismo que quiere expresar Javier, si le quitamos alguna arista surgida de su ánimo airado.
“Cuando se deja de creer en Dios, se cree en cualquier cosa”
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Desde el principio de los tiempos la gente creyó en cualquier cosa y después vino Dios que lo ocupó todo. Con el paso de los siglos se apartó a Dios y se volvió a creer en cualquier cosa. Ahora se trabaja en volver a poner a Dios en todas partes.
Somos así de idiotas.
Para nada, mi admirado Joxe Arregui,
Dices, citando: “Cuando se deja de creer en Dios, se cree en cualquier cosa”. Es más que una ocurrencia ingeniosa. Es un diagnóstico certero de la época que nos ha tocado vivir”
Yerras, amigo:
Cuando no se cree en Dios, se puede más fácilmente creer en algo muy sano y humano, como es la vida ( y esto es muchísimo mejor que creer en Dios), como hacía Jesús, que se decía la vida a sí mismo, y la verdad y el camino: pero no Dios.
¿Recuerdas cuando te encontramos en la plaza de Bilbao llamada ‘La Casilla’, Pepe Sala y yo mismo? Pepe Sala es ateo, y cree en la vida.
No te pongas pues por encima de los que no creen en Dios, como Pepe Sala, pues creen en la vida, lo cual es mucho mejor que creer en Dios.
Yo creo en ambos: pero la vida es la verdad real, la Realidad, y Dios hoy por hoy no pasa de ser algo meramente imaginario, con nuestra fe cristina.
Ellos no creen en Dios: pero no creen en cualquier cosa, como tú dices, sino en lo mejor del universo, que es la vida, la Realidad que vivimos.
“Matías [Di Stefano] es un chaval normal, sensible, culto, inteligente y muy elocuente. Ha elaborado una síntesis personal entre la física cuántica y la filosofía de Hegel, entre el yoga hindú y el chamanismo sudamericano, entre la Antigua y la Nueva Era. Y arrastra.”
No voy a decir a quién le presentaría a Matías, para que formen un club e intenten armonizar sus respectivas síntesis, que me parece que andan muy próximas, porque igual el lobby de la Pachamama -junto con el de la mera izquierda, los dos lobbys más poderosos de Atrio-, directamente me fusilan…