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La familia de Jesús

La imagen más usada para ilustrar el prototipo de familia cristiana muestra en un primer plano a un grupo familiar tradicional compuesto por madre, padre e hijos y un templo sirviendo como telón de fondo. Tal estampa y la idea que le da soporte se hallan en las antípodas del pensamiento de Jesús. Para darse cuenta de ello basta repasar con detenimiento el texto de Mc 3,31-35:

Llegó su madre con sus hermanos y, quedándose fuera, lo mandaron llamar. Una multitud de gente estaba sentada en torno a él. Le dijeron:

–  Mira, tu madre y tus hermanos te reclaman ahí fuera.

Él les replicó:

–  ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?

Y, paseando la mirada por los que estaban sentados en corro en torno a él, añadió:

–  ¡Mirad!… La madre mía y los hermanos míos. Cualquiera que realice el anhelo de Dios, ese es hermano mío y hermana y madre.

Desde que Marcos señalara la maniobra de los suyos saliendo a la busca y captura de Jesús por considerar que había perdido el juicio (3,21) hasta este momento en que alcanzan su destino deseado no ha habido cambio de escenario. Nos hallamos, por tanto, en el mismo entorno: en casa (3,20), el espacio natural de la sociedad alternativa. Un espacio civil y familiar.

El verbo que abre el episodio está escrito en presente y en singular: llega (ἕρχεται; traducido: llegó). Transmite actualidad, concede protagonismo a la madre de Jesús y supedita el papel de los hermanos de él a esa figura principal (su madre con sus hermanos). No se mencionan los nombres de ninguno de ellos. Destacan las relaciones. Hacen referencia al Galileo. Madre y hermanos forman un grupo compacto en lo físico, en lo familiar, en los motivos que les impulsan y en sus intenciones.

El narrador explica la actitud del colectivo familiar con los dos movimientos que ellos realizan.

El primero describe la posición que adoptan una vez alcanzado el punto de destino: “y, quedándose fuera”. La acción expresada por el verbo griego στήκω, estar de pie, estar firme (traducido por: quedarse), indica que se han plantado. El lugar elegido, fuera, confirma su actitud reprobatoria de la actividad de Jesús y su alineamiento con las tesis institucionales. El comportamiento del grupo familiar contrasta con la pauta seguida por el paralítico con sus cuatro porteadores (Mc 2,3-4).

El segundo movimiento da cuenta de la iniciativa que toman. Manteniendo la posición, optan por los intermediarios para conseguir sus objetivos: lo mandaron llamar. No entran, desean que él salga. Se niegan a participar e intentan que él abandone. Su familia se presenta como trampa para la libertad y obstáculo para la sociedad alternativa.

Mateos y Lucas, que habían omitido el verso donde Marcos informaba de la tentativa de captura de Jesús por parte de sus familiares (Mc 3,21), recogen esta otra escena edulcorando el texto fuente:

  • “Todavía estaba Jesús hablando a las multitudes cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él” (Mt 12,46).
  • “Se presentó allí su madre con sus hermanos, pero no lograban llegar hasta él por causa de la multitud” (Lc 8,19).

Pero Marcos no se anduvo con componendas ni pasó por alto detalle alguno. A continuación retrata con finura didáctica la posición de los de puertas adentro: una multitud estaba sentada en torno a él. Esta multitud actúa a la inversa de la que aparece en el relato del paralítico. Allí representaba un inconveniente para entrar; aquí invita a hacerlo. Su posición de sentados habla de relajación. Se opone al estado de tensión (estar de pie) de los de fuera. La expresión: en torno a él completa la actitud del grupo de casa. La colocación en círculos concéntricos es la típica de los discípulos. Expresa proximidad, adhesión e intimidad y alude a escucha atenta del Mensaje.

Los que rodean a Jesús le transmiten el aviso de los de fuera. Lo inician con un imperativo, Mira, que exige desentenderse de lo que se tenga entre manos y poner toda la atención en el contenido del comunicado. La importancia procede de quiénes envían el recado: tu madre y tus hermanos. Los transmisores cambian el verbo llamar (v.31) por otro: te reclaman y repiten el lugar, fuera, aludiendo al rechazo a la propuesta de Jesús. Marcos insiste para que no pase desapercibida la negativa de la familia a entrar a la casa.

La reacción del Galileo al encargo se introduce con una fórmula hebraizante (les replicó) que deja entrever una respuesta meditada cuyo valor reclama la atención de los del corro.

La réplica comienza con un interrogante tan categórico como inesperado que no busca respuesta, sino reflexión. Su formulación no es la esperada de un hijo o un hermano. La frase ¿quiénes son mi madre y mis hermanos? marca la enorme distancia establecida por sus familiares respecto a él quedándose fuera. Fuera es el lugar de la institución y sus sometidos. El interrogante de Jesús refuerza la necesidad de la decisión libre y pone en entredicho que los lazos de sangre generen adhesión definitiva. La pregunta no es despectiva, pero sí plantea cuáles son los vínculos que unen estrechamente a las personas con un amor leal y qué uniones pueden ser provisionales y terminar convirtiéndose en cepos.

Nadie habla. Marcos alarga el silencio sobreentendido por los lectores con un apunte característico de la personalidad del Galileo: paseando la mirada por los que estaban sentados en corro en torno a él. Esa mirada en derredor de uno en uno apareció antes en el episodio del hombre de la mano encogida (Mc 3,1-7). En aquella ocasión fue de ira hacia los letrados, al acecho contra él; ahora rebosa complicidad y acogida destinadas a los con él. Marcos no se resigna a que el lector pase por alto la importancia del detalle e insiste en remachar el emplazamiento en cerco duplicando el dato: en corro y en torno a él (también apuntado con anterioridad en v.32). Este esfuerzo persistente del narrador persigue destacar a Jesús y su proyecto como punto de referencia de todos los que le rodean.

El momento se hace culminante cuando él rompe drásticamente el largo silencio y capta toda la atención con un poderoso imperativo: Mirad…, que, unido a su gesto de mirada en derredor, identifica a los adheridos a su propuesta y exige reconocerlos. Acto seguido añade, repetida por cuarta vez, la frase clave del relato. En esta ocasión sin asociarla a ningún verbo que matice su uso. Está traducida conforme a la intensidad que reclama la fuerte determinación de Jesús:

  • …a la madre mía y a los hermanos míos.

Su vehemente afirmación demuestra hasta donde es consecuente con su mensaje. El vínculo que logra una unión indestructible no lo produce el origen, sino la opción personal. Para el Galileo, la familia constituida por lazos de sangre no es la célula de la nueva sociedad.

Jesús termina su intervención elevando a rango universal el principio constitutivo de la que considera su familia. Sin romper la línea argumental de su discurso y con extraordinaria amplitud de miras, establece el criterio que determina el alcance de la nueva cohesión.

Una expresión griega equivalente a: cualquiera que no impone otros límites, con su indefinición, que los declarados en sus siguientes palabras: cualquiera que realice el anhelo de Dios.

El verbo hacer, realizar, ejecutar delimita de forma diáfana el primer requisito. Se descartan privilegios, pertenencias, discursos, orígenes y todo tipo de pretendidos vínculos. Solo, la praxis; una praxis concreta. La práctica que establece el nexo de unión con el Galileo coincide con lo que Dios anhela.

El término griego θέλημα (voluntad, deseo), más frecuente en Mateo, Lucas y Juan, es usado por Marcos únicamente en este relato. La traducción por voluntad ha creado un vicio en el entendimiento de este vocablo cuando está referido a Dios y, como consecuencia, ha contaminado también la práctica humana supuesta e infundadamente vinculada a esa voluntad divina. El término, aquí aplicado a Dios, tiene el sentido de deseo o anhelo y expresa su sospechada ansia porque la decisión del ser humano camine en la dirección acertada. No implica mandato ni impide la libertad ni supone predeterminación o capricho. De acuerdo al mensaje de Jesús, la práctica a favor de los débiles y abandonados coincide con el anhelo de un Dios reñido con la imparcialidad.

Jesús recalca lo personal de la conducta aludida previamente: ese. El énfasis no deja espacio a la duda. El señalamiento se dirige en exclusiva a la persona que ejecuta esa determinada praxis. A continuación termina con la frase que se repite por quinta vez, aunque en esta oportunidad, con cambios significativos: ese es hermano mío y hermana y madre.

A diferencia de las anteriores ocasiones, ha enunciado en primer lugar hermano. Da, así, la clave para entender la calidad de las relaciones humanas producida por la coincidencia en la praxis antes citada. Pero, ha añadido el término hermana considerando a la mujer igual al hombre y al mismo nivel de relación. No hay discriminación en el mensaje y la propuesta de Jesús. La hermandad producida por esa praxis garantiza la cohesión y destierra las desigualdades. Dicha praxis hermana con Jesús a cualquiera que la lleve a cabo independientemente de estar o no integrado en la sociedad alternativa.

Si el relato comenzó con preeminencia de la madre como eje de la familia tradicional, finaliza priorizando la hermandad en la que él se incluye y situando al varón y a la mujer en igualdad. La igualdad es el lugar privilegiado, el único lugar. El amor de otro tipo, ¡cualquiera!, ¡sin exclusión!, también el materno, está supeditado a la condición de iguales.

Marcos se desentiende de narrar la reacción de los de fuera. Lo importante para él ha sido subrayar que el Galileo rompió con el modelo de familia tradicional basado en la sujeción y la dependencia, sustituyéndolo por el de una familia alternativa fundada en la libre opción por una praxis a favor de los insignificantes. Esta es para él su auténtica familia; la otra, no.

113 comentarios

  • oscar varela

    Hola!

    Creo que es el viejo juancho quien tiene un Relato
    muy sistematizado de la REALIDAD de la Vida de Jesús.

    NOTA: La REALIDAD no son “Hecho brutos”
    El “Hecho bruto” no “dice” nada; es in-sigificante;
    necesita del “observador-cómplice”
    para que haya humanamente REALIDAD.
    ……………
    El junacito tiene un calificativo meditado y decisorio
    para decir de qué se trataba en esa REALIDAD sustantiva de Jesús.

    Luego de mostrárnoslo como el “Arque-tipo” (el LOGOS sarx egeneto)
    nos ¡grita! que ese Logos de la Vida humana tiene una inexorable particularidad:
    es SKLERÓS, es decir: DURO, INFUMABLE, CHIFLADURA, …

    Pareciera ser que en todos los Relatos evangélicos de la Vida de Jesús se coincide es en esto:

    La Muerte de Cruz.

    ¿Y qué es eso en la Vida humana?

    Dos cosas: DOLOR Y SOLEDAD.
    y en ese orden; sólo el DOLOR te duele solo.

    Pero como vivir es con-vivir con los otros,
    en la raíz humana encontramos esto: IN-COMPRENSIÓN.

    Y esto es DURO. Muy duro. Lo más duro. Durísimo.

    Jesús fue y sigue siendo esa DUREZA que nos DUELE a TODOS.
    …………..
    No hay otra salida que el AMOR,
    que es AFÁN DE COMPRESNIÓN.

    Por eso ¡Vamos todavía! – Oscar.
    ……………..
    PS: como dice el Tango:
    – “En ese des-encuentro con la fe
    ni el tiro del final te va a salir!”-

  • Javier Renobales Scheifler

    Por el contrario, Juanel, miremos a qué bestial prepotencia ha llevado el dogma de la encarnación de Dios única y exclusivamente en Jesús de Nazaret, con la consecuencia del dogma que dice que el papa católico representa a Dios en la Tierra:
     
    Tomemos como muestra (por su imortancia al afectar a tantos millones de personas), los llamados ‘descubrimiento’ de Colón y ‘conquista’ de Cortés, Pizarro y demás militares o aventureros españoles católicos que se lanzaron, espada-cruz en mano, a subyugar a los indígenas invadidos para apoderarse del botín con el que cargaban los galeones para traerlo a la Corona católica española: la presunta legitimación de la conquista y subsiguiente pillaje está en la donación por el papa católico a la Corona española de los territorios conquistados.
     
    Donación que hizo el papa con la obligación de la Corona de ‘evangelizar’ a los indígenas subyugados, es decir, de meterles por la fuerza la religión única verdadera que sostenían –y siguen sosteniendo- que es la católica, razonamiento que se basa en que Dios se encarnó en Jesús, únicamente en Jesús y así organizó lo que llaman la redención.
     
    Manipulando así a Dios, éste intervino haciendo que Colón descubriera lo que luego llamaron América, y el papa, representante de Dios en la Tierra, se arrogó el derecho de donar a la Corona católica los territorios conquistados, con el pretexto de ‘evangelizar’ a los subyugados, que así fueron convertidos al catolicismo por la fuerza de las armas.
     
    Si no hubieran manipulado a Dios imaginando interesadamente que se encarnó en Jesús,  líder de su religión católica, y que por lo tanto el papa representaba a Dios en la Tierra, habrían tenido que basar la conquista en lo que en realidad se basó: en la pura ley del más fuerte, de forma absolutamente contraria a la ética de Jesús, contraria al mensaje de Jesús, que es de amor, no de conquista ni de evangelización a ninguna religión única verdadera, y menos por la fuerza.
     
    Si no hubieran partido de la base falsa según la cual la religión católica era superior a las religiones indígenas y era la única religión verdadera porque Dios se encarnó en Jesús, habría podido prosperar la ética de Jesús, el mensaje de Jesús.
     
    En realidad el dogma de la encarnación perjudica el mensaje de Jesús.
     
    Estamos en un post en el que es de agradecer que su autor S.Santos haya dejado tan claro que “priorizando la hermandad en la que él –Jesús- se incluye y situando al varón y a la mujer en igualdad. La igualdad es el lugar privilegiado, el único lugar. El amor de otro tipo, ¡cualquiera!, ¡sin exclusión!, también el materno, está supeditado a la condición de iguales.”

  • Javier Renobales Scheifler

    Si yo me encuentro en la calle, o en el monte, un sobre con dinero, o una piedra preciosa, mi razón me dice que no me lo puedo quedar, pues pertenece a otras personas que lo perdieron. Pensar que Dios ha querido favorecerme a mí así, es una blasfemia, pues sin que otro lo haya perdido, no me lo podía yo haber encontrado.
     
    Y si no pertenece a nadie concreto, pertenece a todos, no es sólo para mí, pertenece a los más necesitados que yo, más que a mí. Así entiendo es en la ética de Jesús.
     
    Me encuentro la vida (don gratuito la llaman algunos por este foro) y de resultas, con la felicidad que ello me produce, me imagino un Dios que me ama: mi razón me dice que la vida es de todos, que yo forma parte de una vida muchísimo más amplia que yo mismo. La vida no es solo para mí, sino para todos. Por lo tanto Dios a ama a todos lo mismo que a mí.
     
    Me encuentro a Dios y mi razón y mi sentimiento profundo me dice que es para todos, no sólo para mí. Por lo tanto no puedo pretender que ese Dios se encarna sólo en mi Jesusito de mi vida que me metieron por nacimiento desde que yo era un bebé.
     
    Sería de un egoísmo enorme –te lo digo con todo cariño, Juanel, sé que no te ofendo con ello, pues sólo intento mostrar la razón- pretender que ese Dios privilegia de alguna forma mi Jesús de Nazaret, mireligión cristiana que heredé de montón de generaciones de mis antepasados.
     
    Pues la vida no empieza ni se acaba en mí (mis antepasados incluidos, pues sin ellos yo no sería), Dios es la vida de todo el univeerso: no se ha podido encarnar sólo en la religión-cultura de mi Jesusito que me metieron desde pequeño por nacimiento.

    Así que la familia de Dios es toda la Humanidad, por lo menos, no sólo vuestra ICR, como pretende el gran jefazo católico.

  • Javier Renobales Scheifler

    Juanel,
     
    Que Dios, el de todos, decida encarnarse única y exclusivamente en el Jesús de los cristianos, a mí me parece contrario a la razón, porque mi razón me dice que el Dios de todas las personas no va a decidir encarnarse, y menos sólo en el líder de una concreta religión de una concreta cultura de las muchas que en el mundo han sido y serán.
     
    No creo en un Dios discriminador, que elige a un pueblo entre los muchos que somos, ni que elije a una Iglesia entre las muchísimas que existen. Un Dios así de discriminador es contrario a mi razón.
     
    Aparte de que Dios no necesita encarnarse (la supuesta encarnación no es sino una necesidad de unos hombres, no de Dios) pretender que Dios se encarna única y exclusivamente en la que precisamente es mi religión por nacimiento (que sostienen que es la única verdadera, para más inri –ver la Dominus Iesus de los papas de involución actual-) no es nada razonable ni justo, en mi modesta opinión, sino fundamentalismo.

  • Javier Renobales Scheifler

    ¿Es histórico que María y otros discípulos estuvieran cerca de la cruz mientras era asesinado en ella Jesús? ¿Lo suficientemente cerca como para oír las palabras del moribundo y trasmitirlas al evangelista? ¿O es una composición que necesita el evangelista para ‘ayudar’ la fe de su comunidad o Iglesia a creerse lo que dice el evangelista?
     
    A Jesús sus seguidores le dejaron sólo -escaparon- cuando Jesús fue apresado y cuando fue Juzgado, e incluso Pedro negó conocer a Jesús entonces (simbólicamente lo hizo tres veces, y el gallo cantó, y esas cosas que introduce el evangelista como ‘cumplimiento’ de las ‘predicciones’ de quien de antemano ‘sabía el futuro’ –luego era Dios ¿no?-).

    No podemos negar la tendencia o intención del evangelista al introducir en su respectivo evangelio lo que mejor le parece al evangelista.
     
    ¿De verdad momentos después de las supuestas históricas negaciones de Pedro, los discípulos ya no tenían miedo y estaban al pie de la cruz confortando al sedicioso político al que, precisamente para cercenar de raíz cualquier conato de sedición, asesinaba el Imperio Romano? Más bien parece que se escondieron todos, y acabaron al de más o menos tiempo ‘viendo a Jesús Resucitado’.

    Visión que desde luego no es histórica, pero que es muy importante para el éxito de la concreta comunidad o ecclesia en cuyo interés escribe el evangelista.
     
    En cualquier caso, que una madre esté físicamente lo más cerca posible de su hijo cuando es asesinado en público, no significa que esté de acuerdo con lo que dicho hijo ha hecho en su vida: un dolor de cualquier madre en esa situación bien pudo llevarle a María a tratar de confortar a su hijo en ese definitivo trance.

  • ana rodrigo

    Javier, quizá olvides que quienes pertenecn a la Iglesia católica son personas que deciden estar allí, nadie les obliga y, desde su decisión, aceptan esas creencias. No seré yo quien se ponga a misionear para que esa masa de creyentes abandonen la Iglesia. Si nos molesta que el Papa predique sus creencias, ¿por qué vamos a aceptar el predicar nosotros lo contrario? Allá cada cual con sus creencias.

    Lo del brochazo lo dije en referencia de la cantidad de creyentes que han sido y son magníficos ejemplos de honradez, solidadridad, entrega a los desfavorecidos, etc. etc. No se puede borrar un colectivo en el que habrá falsas creencias, pero donde hay insuperables ejemplos de todo tipo de virtudes y valores.

    Otra cuestión es que esta institución, como tal, interfiera en la cosa civil metiéndose a hacer lo que no le corresponda y se vean afectados quienes no sean creyentes. Ahí sí podremos criticarla, al igual que lo hacemos con el FMI o cualquier otro organismo.

  • Juanel

     
    Cuando en los escritos evangélicos se busca al Jesús histórico es frecuente en la exégesis suprimir los relatos de Lucas y Mateo sobre el nacimiento y la infancia de Jesús, por la carga fuertemente simbólica que tienen y por que los dos relatos de los hechos son incompatibles entre sí en numerosas descripciones, aunque el contexto en que se encuadran si se refiere a la Judea del s.I., fácilmente contrastable. Sin embargo, una cosa es que unos hechos no puedan comprobarse mediante las técnicas históricas y otra cosa es que sean falsos aún teniendo en cuenta la carga simbólica que tienen. La fe no necesita de pruebas históricas pero sí de posibilidad, lo irracional e imposible deteriora muy mucho la fe, dejando sólo el recurso de que lo que es imposible para el hombre no lo es para Dios y para mí esto no me resulta suficiente. Yo no intento probar la encarnación de Dios sino solamente abrir al menos una posibilidad, que no sea ni irracional ni contraria a la Ciencia.
     
     
    La conciencia de María sobre la divinidad de Jesús me parece “casi” imposible, a pesar de la anunciación, si nos atenemos a lo que se dice, que “en sueños” vio a un ángel que le decía todo aquello. Pero un sueño es sólo un sueño. En su seno había algo grande, cierto, algo en el que el Altísimo estaba implicado, el Mesías, pero de ahí a creer que había concebido a Dios en su seno es algo completamente impensable en una doncella judía, a menos que pensemos que María estuviese trastornada mentalmente.
     
     
    Si María entendió a Jesús a lo largo de su vida pública y se unió a sus discípulos tras su muerte es por que compartía con éstos el modo de interpretar la vida de Jesús tras su resurrección como Hijo de Dios que aparece repetidamente en el NT. Es posible que fuese entonces cuando María interpretó aquellas visiones que tuvo al concebir a Jesús y por ello aparecen en el relato de Lucas. Es una posibilidad que me permite dar a mi fe un punto razonable.
     
    Saludos cordiales

  • Javier Renobales Scheifler

    Pepe Sala,
     
    ¿Insinúas acaso que fue un sacerdote u otro hombre, en algún lugar oculto del templo, quien embarazó a la Santísima virgen María Inmaculada por siempre sin pecado, ni original siquiera, asumpta en cuerpo y alma a los cielos, esclava del Señor y venerada en miles y miles de procesiones?
     
    ¿No fue acaso el Espíritu Santo el embarazante? Embarazoso asunto, pero satisfactoriamente resuelto por la FE a brochazo de repulsa limpio contra esas pecaminosas insinuaciones: fue el Espíritu. Y punto.
     
    Ese evangelio que dices no es canónico, no está en el canon, en el que están los más antiguos (que nos han llegado) evangelios. El Espíritu se encargó también de asistir a los que hicieron la selección de los evangelios que forman el canon. O sea que no cabe duda alguna. Una vez más la FE resuelve el problema.
     
    Que el Espíritu te conserve la FE, hermano.

  • Javier Renobales Scheifler

    Querida Ana,
     
    ¿Por qué das tú la impresión de que la mentira te resulta al menos indiferente?
     
    Ninguna dictadura es inocua, Ana, sino dañina. La dictadura instalada en la ICR se basa en la mentira, en la injusticia. El papa se proclama representante de Dios en la Tierra, lo cual es mentira interesada, y eso sustenta el gran poder que tiene el papa. Tú puedes tragarla y mirar para otro lado si quieres, pero mucha gente resulta engañada y manipulada por esa mentira y esa dictadura católica.
     
    El poder de la ICR, del grupo de presión que es la ICR, se basa en muchas creencias falsas, en pensamiento mágico, en vender la salvación eterna haciendo negocio con ello. La mentira no es inocua, y menos cuando es tan interesada.
     
    Ese poder de la ICR apoya la monarquía española y a la derecha española.  Todo lo que es sustentar la mentira, es dañino, es contaminante.
     
    La virgen no es madre de Dios, ya que Jesús no fue Dios: ergo el papa no representa a Dios en la Tierra. Tampoco los evangelios son palabra de Dios. Se sigue expandiendo las mismas mentiras tradicionales que tantas veces nos han repetido, y siempre hacen daño.
     
    Pero tú afirmas categórica: “No creo que un fuerte brochazo de repulsa a lo no creíble o aceptable, sea saludable para nadie.” En  misa se repite y repite que Jesús fue dios y su madre es madre de Dios. Y se seguirá repitiendo
     
    ¿Por qué un católico no puede serlo y creer que Jesús no es Dios? ¿Acaso lo dijo Jesús, que hay que creer que él fue Dios y su madre la madre de Dios? No claro que no: la divinidad de Jesús es un dogma que impone la ICR por su conveniencia: porque ese dogma interesado le da poder.
     
    Es la religión al servicio de la política, de la dominación. NO fue casualidad, sino puro interés de dominación, que los concilios cristológicos los convocara el jefe de Imperio en la época en que hizo del cristianismo la religión oficial de su Imperio: las mentiras que esos concilios convirtieron en dogma obligatorio se siguen expandiendo, y eso por interés y es dañino.
     
    ¿Qué teólogo puede soportar la acusación de ser arriano? Que recuerde yo ahora es lo que en seguida intentan imputar los defensores del magisterio, a los Sobrino, Pagola, Tamayo, Küng …etc.
     
    Tu afirmas “No creo que un fuerte brochazo de repulsa a lo no creíble o aceptable, sea saludable para nadie.” Das la impresión, Ana, de que no te importa que sigan engañando a tanta gente, una vez tú has logrado, si quiera sea por fuera, liberarte de algunas de las mentiras que te infundieron.
     
    Es el mismo argumento (el de siempre) que hacía el obispo para impedir a Torres Queiruga utilizar locales de la ICR para expresarse: que el católico de a pie no está preparado para que le desmonten algunas creencias que han infundido, y siguen infundiendo interesadamente, los jerarcas del magisterio.
     
    En el fondo lo que el obispo no quería es que le contradigan las propias creencias que él se ha obligado, por obediencia al papa que lo puso como obispo a dedo, a seguir expandiendo.

  • mª pilar garcía

    ¡Gracias Salvador Santos!

    Por el Art. y la respuesta a Olga; esa cita poco utilizada en general en las iglesias…
    Es de una claridad meridiana; poco que añadir, y desde ella, como nos dices, cada persona que intente vivir de esa manera… “crea en lo que crea o no crea” puede vivir en paz y armonía.

    Pero parece que nos gusta hilar fino en aquellos textos que tocan siempre el “misterio” de temas que nadie puede rebatir, demostrar, asegurar.

    Todo aquello que cada ser humano posee en su interior, si lo llevara a cabo en la mayor plenitud posible…

    Hablaríamos de “divino” superior, anhelo… solo tiene que  intentarlo, luchar por ello…  y comprobará que puede realizarlo, sintiendo que “algo” superior lo empuja suavemente…

    Algo de esto decía Jesús:
    “¿crees que es posible?.. ¡Hágase!

    Condición indispensable… cada cual sienta que lo quiere, desea ¡puede! Con ese como aliento que percibe le acompaña

    Todo depende, el espíritu que lo mueva-conmueva, si el bien común o su propio bien.
    Cuando es su propio beneficio el que lo mueve, suele caer en el más oscuro comportamiento, utilizando cuanto tiene a su alcance, olvidándose de lo primordial:

    “Que todo ser nacido tiene los mismos derechos, necesidades, sueños, deseos… y deberes que llevar a cabo”.

    Cuando lleguemos a esa realización humanamente hablando, la historia dará un hermoso vuelco, hacia una democracia real, verdadera, universal; llevando a su plenitud lo que Jesús el Galileo llama:

    “Deseo de Dios”

    O sea, ese ¡no sé que! que muchas personas sentimos y trabajamos para llevarlo a cabo.

    ¡Gracias de nuevo Salvador!

    Sencillamente… ¡me llega muy dentro cuanto nos muestra! Quizá, porque llevo caminando con esos deseos, desde mi más tierna infancia.

    Eso me ha ayudado, a saber dejar por el camino todo aquello que no es necesario, ni útil, para llegar (o intentarlo al menos) a vivir ese proyecto que Jesús nos mostró.

    Quizá soy muy simple (nada tonta) sabiendo que no lleva a ninguna parte “discutir” lo que sale de la mente humana según le convenga a cada cual en cada momento de la historia.

    Es mejor: compartir, comunicar, exponer lo que cada cual “siente” intenta vivir, sin hacer imposible la convivencia.

    Un abrazo entrañable.
    mª pilar

  • olga Larrazabal (Chile)

    Hola Salvador:  Creo que nos entendemos y estamos en el mismo cuento. Ya que pienso que no es necesario colgarle a Jesús divinidades, ni a María virginidades, para coincidir con la ética de Jesús y sentirse hermanada con él y con su proyecto de humanización de los seres humanos.  Notable para mí es la inteligencia de Jesús, su erudición respecto a los contenidos de la Torah, según dicen los judíos estudiosos, y sobre todo su mirada misericordiosa que rebalsa  por todos lados.  Evidente que su familia en el primer momento, quizás no entendió su genialidad, y yo siempre he dicho que Jesús hizo cosas que a cualquier madre del mundo  nos hubiera parardo los pelos.  Por lo menos a mí.  Después quizás entendieron, igual que yo, que entendí hace poco, un sentido de su mensaje que no es lo principal que enseña la Iglesia, pero que a mi me hace sentido. Es el perfeccionamiento de la ética humanizante a través de la misericordia.  Pero para ésto he tenido que pasar una vida reflexionando, para poder ver lo que estaba oculto por 2000 años de mistificación, dogmas, milagros y otras hierbas.  Y de gran ayuda ha sido la  apertura de los Teólogos de la Liberación y sus escritos.

  • ana rodrigo

    Querido Javier, esas son tus creencias, ¿Por qué, pues, das la impresión de que te “torturen” tanto las creencias de otros? A partir de lo que tú crees, y si te sigue interesando el evangelio y Jesús, saca aquello que el evangelio y la Iglesia ha aportado, aporta y debe aportar a la humanidad. No creo que un fuerte brochazo de repulsa a lo no creíble o aceptable, sea saludable para nadie. Si hay que desecharlas, desechadas están. Das la impresión de que la ICR se te ha atragantado y no sabes cómo desatrancarte.

    Pienso que hay que dar alternativas, ya que las cosas humanas nunca están terminadas y siempre son mejorables. El que otros piensen y crean otras cosas, es problema suyo, mientras no me afecten a mí.

  • Javier Renobales Scheifler

    Ana,
     
    Efectivamente muchas partes de los evangelios no son sucesos históricos.
     
    Por ejemplo no es histórico, a mi modesto modo de ver, que hubiera ninguna anunciación de ningún ángel a María, ni tampoco ninguna encarnación de Dios en Jesús. Todo eso obedece a la necesidad humana del evangelista de divinizar a Jesús.
     
    Tampoco es histórico que María se creyera nunca madre de Dios, porque no lo fue.
     
    Como tampoco es histórico que hubiera habido nunca ninguna redención, ni que la sangre del asesinado Jesús fuera derramada para el perdón de los pecados del mundo. Eso es pura invención (teológica, creo que la llaman) interesada del evangelista (quizá para no culpar a los romanos del asesinato de Jesús, colocando ese asesinato en ‘el plan de Dios’ que quiso el sacrificio de su hijoDios (un insensatez, a mi modesto modo de ver, esto de la redención).
     
    Creo que sí es histórico que la sangre de Jesús fue derramada porque los militares romanos invasores, azuzados más o menos por los sacerdotes judíos (el Sanedrín), detuvieron a Jesús y lo asesinaron (asesinato legal con la legislación impuesta a los judíos en aquella época).
     
    Sí es histórico el personaje humano Jesús, y por lo tanto también lo es su concepción normal en María, la cual parió a Jesús como hacen las madres en la especie humana de la que Jesús forma parte. Es invención que el Espíritu Santo se encargara de la fecundación y embarazo de María.
     
    La pretensión de María y otros hijos de ésta, de sacar de la circulación a Jesús porque lo consideraban loco o similar ¿no es histórica? A mí me ha parecido entender, de lo que nos dice Salvador Santos, que sí lo fue: que sí hubo efectivamente el episodio en el que María e hijos suyos se presentaron con la intención de llevarse a Jesús contra la voluntad de Jesús, el cual se negó a las pretensiones de su madre y hermanos, y les dejó con un palmo de narices.
     
    Ello encaja, digo yo, con el hecho histórico de que María fue la madre de Jesús, no la madre de ningún Dios: porque si María hubiera considerado Dios a su hijo Jesús, no habría hecho lo que dice el relato que nos recuerda S.Santos que hizo.
     
    En cuanto a estar condicionado por creencias que me metieron de niño cuando no podía defenderme, yo percibo un gran condicionamiento en este foro por la creencia de la encarnación de Dios en Jesús (dogma tradicional), la cual yo he desechado por considerarla falsa, pero que percibo que pulula todavía con frecuencia por este foro.
     
    Porque el que dice públicamente que Jesús no fue Dios, sino un hombre y nada más, se enfrenta a algo esencial para la ICR, que deja de considerarlo católico y pasa a considerarlo hereje arriano.
     
     Y ese enfrentamiento se evita, por las razones que cada uno sabrá. (me tengo que ausentar, te seguiré leyendo mañana)
     
    Lo último que ha dicho S.Santos a Olga es de agradecer.

  • Hola Olga.
     
    Gracias por tu respuesta. Te estaré también agradecido si me tratas de tú. Me adelanto y te trato de ese modo. Es más cercano. Así pues, fuera los tratamientos que alejan. Tampoco hacen falta las disculpas. No me he sentido ofendido.
     
    Marcos pone en boca de Jesús la expresión: el anhelo de Dios. Se trata de un lenguaje común en aquel entorno, el que cualquier persona podía entender. Con esa expresión, Jesús no pretende sentar cátedra sobre Dios. Defiende su proyecto con un argumento irrebatible y claramente entendible por quienes le escuchan. Responde a una idea remachada hasta la saciedad por los profetas y recogida como esencial en su proyecto: Lo que Dios anhela es la Justicia. Baste como muestra un repaso a Is 1,11-18. Lo transcribo al completo. Merece la pena:
     
    “¿Qué me importa el número de vuestros sacrificios?
    -dice el Señor-
    Estoy harto de holocaustos de carneros, de grasa de cebones;
    La sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me agrada.
    ¿Por qué entráis a visitarme?
    ¿Quién pide algo de vuestras manos cuando pisáis mis atrios?
    No me traigáis más dones vacíos, más incienso execrable.
    Novilunios, sábados, asambleas no los aguanto.
    Vuestras solemnidades y fiestas las detesto;
    Se me han vuelto una carga que no soporto más.
    Cuando extendéis las manos cierro los ojos;
    Aunque multipliquéis las plegarias no os escucharé.
    Vuestras manos están llenas de sangre.
    Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones.
    Cesad de obrar mal, aprender a obrar bien;
    Buscad el derecho, enderezad al oprimido;
    Defended al huérfano, proteged a la viuda.
    Entonces venid y litigaremos…”
     
    Lo que Dios anhela=Justicia
     
    Según el texto de Marcos, cualquiera que trabaje a favor de los insignificantes –no importa que sea ateo, hereje o esté movido por la causa que sea- se hermana con Jesús. Esa es tarea principal suya y de los adheridos a su proyecto, una tarea de índole social, política y económica.    
     
    Te mando un abrazo

  • ana rodrigo

    Javier, quítate de la cabeza el que este texto, al igual que muchos otros, sean relatos históricos al cien por cien, sino que, sobre un hecho histórico, se interpretó 60 ó 70 años después, cuando ya la creencia de la resurrección estaba asumida, y los hechos pasados se relataban a la luz de un pueblo elegido por Dios, un grupo (no todo el pueblo judío) de ese pueblo que veía cumplido en Jesús las escrituras. Personajes importantes de la antigüedad nacían de vírgenes, y Jesús entró en esa tradición.

    Si estos relatos ya estaban interpretados desde una perspectiva concreta, ni te cuento lo que ha hecho la teología posterior. Por eso debemos estudiar, informarnos y aprender que no es fácil releer muchos textos con mentalidad moderna o científica. Todas las cavilaciones que no partan de un conocimiento adecuado de exégesis, aunque nada más sea para saber que no sabemos casi nada, estaremos hablando de quimeras imaginarias, o de hablar del sexo de los ángeles.

    Javier, veo que, a pesar de que has abandonado la ICR, estás muy condicionado por creencias que, se supone, has desechado, y cuando hablas de la Iglesia, da la impresión de que “te aprieta el zapato ajeno”.  Un abrazo.

  • pepe sala

    Veamos, Javitxu…
     
    Leete despacito este Evangelio ( de Santiago, hermano de Jesucristo y el mismo Santiago que escribió la carta pastoral y presidió el Primer Concilio de Jerusalem como jefe supremo de los cristianos.) y RAZONA ( alvida la famosa FE por unos instantes de lectura) y verás que las cosas son mucho más sencillas de lo que nos han pretendido colar.
     
    El SENTIDO COMUN explica perfectamente el embarazo de Maria mientras estaba en el Templo. Luego se buscó al tonto de turno para que se cargase el mochelo y… hasta hoy. ( conozco varios casos similares de curas con ” sobrinas” cuyas madres fueron casadas con los ” tontos de turno”.
     
    Bueno, pues para quien quiera saber la realidad, ahí va la explicación. ( juro que yo no he sido el autor del Evangelio.)
    http://escrituras.tripod.com/Textos/ProtEvSantiago.htm
     
    Ahora sí que me condeno sin remisión…
     
     

  • Javier Renobales Scheifler

    Si María sabía que, por intervención de Dios (el Espíritu Santo que descendía sobre la virgen) quedaba embarazada de Dios y al de unos meses paría a Jesús, necesariamente sabía María desde su embarazo que Jesús era DiosHijo, JesúsDios o DiosJesús o Dios encarnado en Jesús, o como se le quiera llamar pero Dios en todo caso.
     
    A eso viene el relato bíblico sobre esa concreta intervención (anunciada por un ángel o arcángel, creo recordar) del Espíritu Santo (Dios) en María para dejarla embarazada y que de ahí naciera Jesús.
     
    Pero no encaja:
             – que María supiera que su hijo Jesús era Dios
             – con que María se opusiera a que dicho hijo siguiera adelante con su proyecto, y se empeñara María retirarlo de la circulación y llevárselo a casa, por considerar que su hijo Jesús estaba loco o similar.
     
    De esa actitud de María frente a su hijo Jesús sólo podemos concluir que María estaba convencida de que su hijo Jesús no era Dios de ninguna manera.
     
    Y que estaba convencida de que ella no era la madre de Dios de ninguna manera tampoco.
     
    Es decir, la divinización de Jesús fue posterior, y fue cosa de hombres, no de Dios.

  • Javier Renobales Scheifler

    Oscar Varela,
     
    A mi mujer le digo que le veo muy guapa cuando lo experimento así, nunca si no lo siento: trato de aprovechar espontáneamente ese momento, porque así digo lo que siento sin pensarlo, cuando lo siento de verdad. Y uso esas palabras, guapa o guapísima, y la palabra preciosa. (Omito las de contenido sexual).
     
    Nunca uso el calificativo divina para expresar alguna cosa buena de una persona. Imagino que a mi mujer le sonará a falso, o al menos a preparado, si se lo digo. No sería espontáneo, ni tampoco sincero.
     
    Es fácil que perciba que no siento lo que digo si, como me propones, le digo divina como experimento para observar su reacción, pues me conoce por dentro. Con lo cual sí que tendría un problema; no me parece buena idea el experimento, prefiero ser como soy.
     
    Nunca he notado que las mujeres utilicen, más que los hombres, el calificativo divino.
     
    Pero tengo una amiga argentina, Marcela, que sí lo utiliza a veces, con esa expresividad ilusionante tan musical, que caracteriza la entonación del idioma argentino; ponéis con frecuencia mucha vitalidad y calidez en la expresión hablada, y resulta agradable y convincente.
     
    Aunque a veces podría ser un camuflaje, si se cae en la rutina.
     
    Lo más que me sugiere evocar a Marcela en este momento (nos citó para escuchar tangos en una cafetería en la que tocaba un grupo hace dos semanas, el contrabajo sonaba demasiado potente) es que es un encanto de persona. Pero no que es divina, ni que la percibo como divina. No se me hubiera ocurrido tratarla de divina ni verla como divina.
     
    Para mí divino es lo que es propio de Dios, o relativo a Dios. No lo uso nunca como sinónimo de magnífico ni extraordinario (Dios no es extraordinario, ni magnífico, simplemente es Dios).
     
    En cuanto a hacer asociación de ideas ICR y divina … pues no las asocio. La ICR no tiene nada que ver con Dios, ni Dios tiene nada que ver con la ICR.
     
    La ICR es cosa de hombres (y de algunas mujeres, pero sobre todo de hombres), no de Dios)

     

     

    Seguimos yendo, sin prisa pero sin pausa.

  • Antonio Vicedo

    Sigamos sin olvidar que más allá del límite que nos proporciona lo experimental, racional y, por ello propio del campo científico, cuanto queramos AFIRMAR o NEGAR necesariamente consiste en un ACTO DE FE HUMANA para el que estamos dotados de CAPACIDAD, si no tropieza nuestra mente con lo que necesariamente tiene que considerar ABSURDO y, por ello, IMPOSIBLE.
    ¿Y no será ya hora de que. en base a la personal libertad universalizada, tanto los creyentes como los no creyentes, aceptemos que, libremente creemos sin poder probar, tanto la AFIRMACIÓN como la NEGACION de LO TRASCENDENTE, y nos queda solo el mutuo respeto y valoración, con la exigencia de ser coherentes en la práctica con la opción libre y responsablemente elegida?
    ¡Porque en el campo científico, no tiene cabida la contrariedad, si no queda apoyada en mejores y más exactas pruebas.

  • olga Larrazabal (Chile)

    Mis disculpas Don Salvador  fue una ligereza de mi parte atribuirle la confusión de términos a su artículo. Es que para una persona de poca fe, como yo, al hacer Ud. la reflexión de que Jesús dice que “:cualquiera que realice el anhelo de Dios”  eso para mi supone que el conoce el anhelo de Dios y eso que es o debe ser  producto de la fe de Jesús, generalmente es interpretado por las personas simplemente creyentes, que Jesús conoce los deseos de Dios, porque es Dios.  Y ahí se pegan un salto intelectual que solo es válido para los que parten de la creencia que Jesús es Dios, y que suele causar tantos resquemores entre creyentes y no creyentes, porque se mezclan los planos y cada uno en su plano puede tener razón.  Pero el plano de la fe no es el mismo que el de la realidad histórica, o sociológica o antropológica o cultural del personaje.  Mis saludos.

  • ana rodrigo

    Pienso que todo este debate sobre la virginidad de María sería más fácil hacerlo desde la simbología en la que se mueve gran parte de los escritos de NT, en vez de romperse los cascos en explicaciones biológicas o científicas.
    Otra cosa es la literalidad, la ignorancia, el fundamentalismo o el significado que se ha dado de forma interesada en una religión misógina y machista, denigrando la sexualidad femenina y haciendo esclavas de su señor a todas las mujeres. Y lo peor es esta interpretación haya calado de forma general en las creencias populares avaladas por los dogmas teológicos correspondientes.
     

  • oscar varela

    Hola Javier R. S.!

    Te propongo un experimento ¿sí?

    Dile a tu mujer:
    Mertxe: ¡se te ve “divina“!

    Después cuéntame si notaste algún cambio en su rostro ¿sí?

    NOTA: si ella no cambió, aunque sea casi imperceptiblemente, la comisura de sus labios:
    ¡bueno, estás en un problema! aunque no creo que esto ocurra en tu caso.

    También puedes cambiar el experimento y considerar
    si no has usado el calificativo “divina” para una “tertulia” con amigos
    en las que te imagino “magnífico” … quiero decir “divino“.

    Claro que, en este análisis, el vocablo “divino-a
    lo encontrarás muchísimo más prolíficamente utilizado
    en las mujeres que en los varones ¿no es cierto?

    ¿Nos hemos preguntado porqué?
    ……………….
    Luego tómate el tiempo que quieras para pensar estos dos asuntos:

    1.- ¿que es la calidad de “divino” con que adjetivamos ciertas cosas?

    2.- ¿qué es una “facultad” del ser humano en el quehacer de su vida?

    El único requisito recomendable para pensar estas cositas
    es olvidarse de la ICAR y sus mariachis -como solía decirnos pepe sala.

    ¡Vamos todavía!  –  Oscar.

  • Algunas aclaraciones:
     

    En mi opinión, las denominaciones de Jesús y Dios no son intercambiables. Ni de este artículo ni de ningún otro escrito por mí puede concluirse tal cosa.

     

    El texto de Marcos está ahí. Está ahí para ser analizado como cualquier otro texto. Es lo que he pretendido exclusivamente.

     

    Que el asunto sea radical no es de mi incumbencia. Corresponde a Marcos y a Jesús. De esa radicalidad ya se dieron cuenta Mateo y Lucas. Por eso omitieron el verso alusivo a la busca y captura de Jesús y le echaron suavizante a este otro relato sobre la familia.

     

    Respecto al teólogo oculto cuyas palabras menciona Gabriel,  más que coincidir, estoy en el polo opuesto a lo que él afirma. Me atrevo a decir que sea quien sea y con todos los respetos, que de exégesis sabe poco y lamento que no haya entendido nada del muy mal llamado sermón del monte ni del proyecto de Jesús. Jesús no pretendió fundar un nuevo Israel; mucho menos una religión.  

     
     
    Un abrazo a todos

  • Juanel

     
    Javier, la virginidad biológica de María y todas las consecuencias nefastas montadas a su alrededor demonizando la sexualidad sobre todo de las mujeres, me parece un desatino por no emplear palabras mayores. Vuelvo a repetir que genéticamente hablando no es imposible la fusión de dos células germinales una masculina con el cromosoma Y y otra femenina con el cromosoma X, si la mujer en la que ocurre es genéticamente XXY con síndrome Klinefelter. Puede que fuese mujer, aunque la gran mayoría con este síndrome son hombres estériles, si la expresión fenotípica de los genes de los cromosomas sexuales fuese un mosaico genético prácticamente reducido a la línea germinal. No, no es imposible el embarazo de una virgen.
     
    Sin embargo, aunque este fenómeno biológico se hubiese dado evidentemente Jesús sería hijo de María (sin el coito con varón), pero no hijo de Dios. Si hablamos biológicamente el único modo para que esto fuese posible, sería que Jesús de Nazaret resucitado se clonase a sí mismo en un óvulo enucleado de María, para realizar su vida en la historia en completa paradoja temporal. ¿Imposible? Bueno, científicamente no contradice ninguna ley de la Ciencia, pero sin duda sería un fenómeno extraordinario muy muy escasamente probable.
     
    Saludos cordiales

  • Javier Renobales Scheifler

    Gracias Oscar, por el interesante espumado que aportas del gran Ortega.
     
    Aunque en la conclusión aparece la persona humana como ‘creyendo que posee una facultad casi divina’.

    Sin embargo creo que podemos sentirnos plenamente realizados sin necesidad de tener que meter en el asunto lo que imaginamos divino.

    Para realizarnos necesitamos amar, inteligentemente sin duda, pero no alcanzar facultades casi divinas, pues somos personas humanas (valga la redundancia), ni que nos pongan lo divino delante como una zanahoria que nos estimule a avanzar.

    Pretender alcanzar facultades divinas conduce al absurdo, por ejemplo al que llegan los papas y el magisterio católicos creyéndose infalibles y declarando dogma esta creencia, obligando a sus crédulos a hacerla propia.

    Es el mito de la persona divina, tan necesario (incluso convertido por los dirigentes en Tradición) para el negocio eclesial católico.

    Igualmente necesario fue este mito para los divinos faraones, como para el Imperio Romano con sus emperadores divinos, Imperio del que surge la ICR.

    Un mito necesario también para superar irracionales miedos en la fase niñez, pero superfluo e incluso dañino en la fase adultez.

    En la cual Jesús es un igual, un humano, no un divino.

  • Antonio Vicedo

    -Gabriel, al final de esto que entresaco de la cita del teólogo “protegido”, considero muy apropiado añadir: “-Y POR ESO , A JESÚS, SE LE CONDENÓ Y EJECUTO A MUERTE DE CRUZ.” , .(“Tiene razón el rabino Neusner cuando ve en este mandamiento el núcleo más íntimo del orden social, la cohesión del «Israel eterno», esta familia real, viva y presente, de Abraham y Sara, Isaac y Rebeca, Jacob, Lea y Raquel (pp. 42s; 55). Precisamente esta familia de Israel es la que Neusner ve amenazada por el mensaje de Jesús, ve que la primacía de su persona comporta dejar a un lado los fundamentos del orden social:“)
    -¿Por donde quedaba, en ese Israel, el modo realmente democrático de estructuración de la Humanidad?
    ¿No era lo del IVº, Mandamiento una referencia circunstancial a la familia en la que se ayuda a l*s hij*s, en su infancia y adolescencia, a superar esa etapa por la promoción racional y de voluntad hacia la adultez responsable en la libertad que conlleva la igualdad personal en la especie humana?

  • oscar varela

    Hola!
     
    Por lo que venimos viendo con Salvador Santos en torno al Proyecto de Jesús según Marcos,
    entiendo que se trata de un concreto y motivado enfrentamiento de Jesús al Sistema “reinante”.
    En este caso, a uno de los satélites del Sistema: La Familia “tradicional”.
     
    La aparición de Jesús en la historia marcaría ese des-gajante enfrentamiento.
     
    En Jesús madura el inicio de una Época revolucionaria.
     
    Me baso en las apreciaciones que hace Ortega y Gasset (OCT2, 211-214) al estudiar “El ocaso de las revoluciones”.
     
    Por si alguien tuviera interés, espumé lo siguiente para los Cumpas de Atrio.
    ··················
     
    – “En el estado de espíritu tradicionalista el individuo se adapta en sus reacciones a un repertorio colectivo que es recibido por transmisión desde un sagrado pretérito. Para decidir un acto, se orienta en lo que hicieron los «padres».
     
    La situación es idéntica en este punto a la reinante en el alma del niño. También, el niño cree más lo que recibe de sus padres que sus propios juicios. Cuando ante los niños se cuenta un suceso, suelen dirigir una mirada interrogativa hacia sus padres, para saber de ellos si deben creer lo que escuchan, si es «de verdad» o «de mentira». El alma del niño tampoco gravita sobre su propio centro individual, sino que pondera sobre sus genitores.
     
    En ninguna jurisprudencia tiene tanta importancia el derecho consuetudinario, el uso inmemorial, como en las de formación e incorporación histórica. El mero hecho de la antigüedad se convierte en título de derecho. No la justicia, no la equidad es fundamento jurídico, sino el hecho irracional —quiero decir material— de la vetustez.
     
    En el orden político, el alma tradicionalista vivirá acomodándose respetuosamente dentro de lo constituido. Lo constituido, precisamente por serlo, tiene un prestigio invulnerado: es lo que hallamos ya hecho cuando nacemos, es lo hecho por los padres. Cuando una necesidad nueva se presenta, a nadie se le ocurre reformar la estructura de lo constituido, lo que hace es dar en él cabida al nuevo hecho, alojarlo en el bloque inmemorial de la tradición.
     
    En las épocas de alma tradicionalista se organizan las naciones. Por esta razón sigue a ellas un período de plenitud, en cierto modo la hora de culminación histórica. El cuerpo nacional ha llegado a su perfecto desarrollo; goza de todos sus órganos y ha condensado un vasto tesoro de energías, un elevado potencial. Llega el momento de empezar a gastarlo, y por eso nos parecen etapas las más saludables y brillantes.
     
    Percibimos mejor la salud del prójimo cuando éste la va vertiendo hacia fuera en extremadas hazañas, es decir, cuando comienza a perderla gastándola. Son magníficos siglos de dilapidación vital. La nación no se contenta ya con su existencia interior y se inicia una época de expansión.
     
    Con ella coinciden los primeros síntomas claros de un nuevo estado de espíritu. La mecánica tradicionalista del alma va a ser sustituida por otra mecánica opuesta: la racionalista.
    ·······················
    Mientras persiste el imperio de la tradición, permanece cada hombre engastado en el bloque de la existencia colectiva. No hace nada por sí y aparte del grupo social. No es protagonista de sus propios actos; su personalidad no es suya y distinta de las demás, sino que en cada hombre se repite una misma alma con iguales pensamientos, recuerdos, deseos y emociones. De aquí que en los siglos tradicionalistas no suelen aparecer grandes figuras de fisonomía personal. Poco más o menos, todos los miembros del cuerpo social son lo mismo. Las únicas diferencias importantes son las de estado, rango, oficio o clase.
     
    Sin embargo, dentro de esta alma colectiva, tejida de tradiciones, que reside en cada uno, comienza desde luego a formarse un pequeño núcleo central: el sentimiento de la individualidad.
     
    Este sentimiento se origina en una tendencia antagónica de la que ha ido plasmando el alma tradicional. Ha sido un puro error suponer que la conciencia de la propia individualidad era una noción primaria y como aborigen en el hombre. Se pretendía que el ser humano se siente originariamente individuo y que luego busca a otros hombres para formar con ellos sociedad. La verdad es lo contrario: comienza el sujeto por sentirse elemento de un grupo y sólo después va separándose de él y conquistando poco a poco la conciencia de su singularidad. Primero es el «nosotros» y luego el «yo». Nace éste, pues, con el carácter secundario de secesión. Quiero decir que el hombre va descubriendo su individualidad en la medida en que va sintiéndose hostil a la colectividad y opuesto a la tradición. Individualismo y anti-tradicionalismo son una y misma fuerza psicológica.
     
    Este núcleo de la individualidad que germina dentro del alma tradicionalista, como la larva de un insecto en el centro del fruto, se constituye paulatinamente en nueva instancia, principio o imperativo frente a la tradición. Así, el modo tradicionalista de reaccionar intelectualmente —no me atrevo a llamarle pensamiento— consiste en recordar el repertorio de creencias recibidas de los antepasados.
     
    En cambio, el modo individualista vuelve la espalda a todo lo recibido, repudiándolo precisamente por ser recibido, y en su lugar aspira a producir un pensamiento nuevo, que valga por su propio contenido. Este pensamiento, que no viene de la colectividad inmemorial, que no es el de los «padres», esta ideación sin abolengo, sin genealogía, sin prestigio de blasones, tiene que ser hija de sus obras, sostenerse por su eficacia convictiva, por sus perfecciones puramente intelectuales. En una palabra: tiene que ser una razón.
     
    El alma tradicionalista funcionaba gobernada por un sólo principio y poseía un único centro de gravedad: la tradición. Desde este momento, en el alma de cada hombre actúan dos fuerzas antagónicas: la tradición y la razón. Poco a poco irá ésta ganando terreno a aquélla, lo cual implica que la vida espiritual se ha convertido en lucha íntima y de unitaria se ha disociado en dos tendencias enemigas.
     
    Mientras el alma primitiva, al nacer, acepta el mundo que halla constituido, el nacimiento de la individualidad contiene desde luego la negación de ese mundo. Pero al repudiar lo tradicional se encuentra el sujeto forzado a reconstruir el universo por sí mismo, con su razón.
     
    Se comprende que, puesto en tal empeño, el espíritu humano logre desarrollar maravillosamente la facultad intelectual. Son siempre éstas las épocas más gloriosas del pensamiento. El mito irracional queda arrumbado, y en su lugar la concepción científica del cosmos va erigiendo sus admirables edificios teóricos. Se siente la específica fruición de las ideas, y se llega en la invención y manejo de éstas a un virtuosismo portentoso.
     
    Concluye el hombre creyendo que posee una facultad casi divina, capaz de revelarle de una vez para siempre la esencia última de las cosas. Esta facultad tendrá que ser independiente de la experiencia, la cual, en sus constantes variaciones, podría modificar aquella revelación. Descartes llamó raison o pure intellection a esta facultad, y Kant, más precisamente, «razón pura».”-
    ····················

  • Gabriel Sánchez

    Interesantes palabras que coinciden en alguna medida con las de Salvador…Interesante la reflexión…de este fragmento del texto…una nueva comunidad…refunda las relaciones, desafia las convenciones y rompe con aquello que era el sosten del Israel Eterno…y eso, porque en el centro del planteo, la praxis, no la plantea, otro Rabino…sino quien es Dios hecho hombre…que muchos…en Latinoamerica lo creemos…y intentamos vivirlo…Gabriel

    «Honra a tu padre y a tu madre: así se prolongarán tus días en la tierra, que el Señor, tu Dios, te va a
    dar». Así reza el cuarto mandamiento en la versión del Libro del Éxodo (20, 12). El precepto va dirigido a
    los  hijos  y  habla  de  los  padres;  refuerza,  por  tanto,  la  relación  entre  generaciones  y  la  comunión  de  la
    familia como un orden querido y protegido por Dios. Habla del país y de  la continuidad de  la vida en el
    país,  es  decir,  establece  una  relación  estrecha  entre  el  país,  como  espacio  vital  del  pueblo,  y  el  orden
    fundamental de la familia, y vincula  la existencia de pueblo y de país a la comunión de generaciones que
    se crea en la estructura familiar.
    Tiene  razón  el  rabino Neusner  cuando  ve  en  este mandamiento  el  núcleo más  íntimo  del  orden
    social,  la  cohesión  del  «Israel  eterno»,  esta  familia  real,  viva  y  presente,  de Abraham  y  Sara,  Isaac  y
    Rebeca,  Jacob,  Lea  y  Raquel  (pp.  42s;  55).  Precisamente  esta  familia  de  Israel  es  la  que Neusner  ye
    amenazada  por  el  mensaje  de  Jesús,  ve  que  la  primacía  de  su  persona  comporta  dejar  a  un  lado  los
    fundamentos  del  orden  social:  «Rezamos  al Dios  que  conocemos  ante  todo  a  través  del  testimonio  de
    nuestra  familia,  al  Dios  de Abraham  y  Sara,  de  Isaac  y  Rebeca,  de  Jacob,  de  Lea  y  de  Raquel.  Para P a p a   B e n e d i c t o   X V I   J e s ú s   d e   N a z a r e t 
      51
    explicar quiénes somos, el Israel eterno,  los sabios recurren a  la metáfora de  la genealogía…, a  los  lazos
    de la carne, a la familia como fundamento lógico de la existencia social de Israel» (p. 42).
    Jesús pone en cuestión precisamente esta  relación. Cuando  le dicen  que su madre y  sus hermanos
    están  fuera  y  quieren  hablarle, El  responde:  «¿”Quién  es mi madre,  y  quiénes  son mis  hermanos?”. Y
    señalando  con  la mano  a  los  discípulos,  dijo:  “Estos  son mi madre  y mis  hermanos. El  que  cumple  la
    voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”» (Mt 12, 46-50).
    A  la  vista  de  este  texto Neusner  pregunta:  «¿Acaso  no me  enseña  Jesús  a  violar  uno  de  los  dos
    preceptos que se refieren al orden social?» (cf. p. 43). El reproche es doble: en primer  lugar, se trata del
    aparente individualismo del mensaje de Jesús. Mientras que la Torá presenta un orden social preciso, y le
    da al pueblo su forma jurídica y social, válida para los tiempos de paz o de guerra, para la política justa y
    para  la  vida  diaria,  nada  de  eso  en  cambio  encontramos  en  Jesús.  El  seguir  a  Jesús  no  comporta  una
    estructura  social  que  se  pueda  realizar  concretamente  en  el  plano  político. A  partir  del  Sermón  de  la
    Montaña,  se  repite  siempre con  razón, no  se puede construir ningún Estado u orden  social. Su mensaje
    parece  estar  a  otro  nivel.  Se  dejan  a  un  lado  los  ordenamientos  de  Israel,  que  han  garantizado  su
    existencia a  lo  largo de milenios y a través de todos  los avatares de  la historia. Esta nueva  interpretación
    del cuarto mandamiento no afecta sólo a la relación padres- hijos, sino a todo el conjunto de la estructura
    social del pueblo de Israel.
    Esta subversión en el ámbito social tiene su fundamento y su  justificación en  la pretensión de Jesús
    de ser,  junto con  la comunidad de sus discípulos, origen y centro de un nuevo  Israel
    ” (alguno descubrira…al autor de esta palabras, me llamo la atención la coincidencia con el plante excelente de Salvador…no pongo el nombre, para no crear, ni prejuicios, ni preconceptos, sino para dejar fluir las ideas…y porque no la oración…en la coincidencia de ambos teólogos)…Salvador y el teólogo desconocido…Gabriel

  • Javier Renobales Scheifler

    La igualdad es el lugar privilegiado, el único lugar, dice S.Santos.
     
    Bien acertado; en consecuencia, la familia de Jesús es toda la Humanidad, todas las personas iguales en la familia de Jesús.

    (Por cierto, dicho sea de paso, la inmensa mayoría de la Humanidad nunca ha creído que Jesús fuera Dios; ni siquiera ha tenido noticia de Jesús; y de los que hemos tenido noticia de Jesús, la inmensa mayoría no creemos que fuera Dios.)
     
    Seguidores de Jesús somos todos los que amamos, pues su mensaje es amaos los unos a los otros. Mensaje de amor, reino del amor.
     
    Sólo la necesidad de excluir, que es constitutiva de la ICR (fuera de la ICR  no hay salvación, miente el catecismo de Wojtyla-Ratzinger), está en la base de querer constituir una familia aparte con los seguidores de Jesús.
     

  • oscar varela

    Hola!

    ¡Qué Quilombo, no?

    Raro que todavía las Autoridades
    (políticas y/o religiosas, es igual)
    no lo mandaron al carajo a don Marcos.

    Y a pesar de todo
    Marcos sigue ahí
    y fue y andará Primero
    aunque cueste aceptarlo.

    ¿O no?

    ¡Vamos todavía! – Oscar.
    ·············
    PS.: Oí decir que este Año (2012) la Liturgia le da prioridad
    a los Textos de Marcos.

    A los Textos … no se si a las interpretaciones
    porque la Fábrica de curitas sigue siendo un montaje seriado.
    ¿o no?

  • Javier Renobales Scheifler

    Gracias Olga,
     
    Noto que sabes de lo que hablas, y te noto especialmente la mano femenina, tan necesaria para la sabiduría eficaz. Intentaré aprender, quizá lo consiga (yo también debo tener mi lado femenino por alguna parte –tengo que ordenar ‘la casa’ y seguro que me aparece-).
     
    ¿Salvador Santos cree que Jesús y Dios son la misma cosa para todo el mundo, intercambiables?  No se me había ocurrido.
     
    Creo que los evangelios son interesantes para encontrar cuanto más Jesús histórico, en el que pretendemos tener FE.
     
    Tener fe en ‘el Cristo de la fe’ es tenerla en los que lo construyeron, no en Jesús, que únicamente construyó el Jesús histórico, que es el que a mí me interesa, no el de Ratzinger, el de la fe de Ratzinger.
     
    Gracias de nuevo.

  • Javier Renobales Scheifler

    El Susan en activo, fatuo jefazo, en su encíclica ‘Caritas in veritate’ afirma regocijado que ‘la ICR es la familia de Dios en la Tierra’
     
    Así, como si en la Tierra el Susan en cuestión, fuera como se arroga ser el representante de Dios en la Tierra.
     
    Y se queda tan pichi, porque nadie le dice, ni tampoco Honorio, que eso es faltar al respeto a todos los que no somos católicos.
     
    Esto de sacarse familias de la manga del hechicero no es como para tomárselo en serio, al menos hablando (¡cómo no, inevitablemente!) de Dios.
     
    Dejemos las familias en paz,  que Jesús no pretendió hacer familias, y centrémonos en el objetivo de Jesús, del que querían separarle quienes acudieron a la madre y hermanos biológicos de Jesús, para tratar de sacárselo de encima.
     
    La ICR, la familia de Dios en la Tierra … Ja, ja, ja. Qué barbaridad.
     
    Monopolizadores de Dios, ladrones de Dios, falsarios de Dios.

  • olga Larrazabal (Chile)

    Javier: Lo que pasa es que para el autor del artículo la denominación de Jesús y Dios son intercambiables, porque el escribe desde la creencia de que para todo el mundo son la misma cosa, lo cual no es necesariamente cierto para algunos. Y claro, si alguien interpreta al pie de la letra lo que el evangelista dijo de Jesús, sin pensar que el evangelista tenía una intención con su congregación de fieles y puede haber usado palabras más o menos fuertes según lo que quería enfatizar, que estaba escribiendo en griego algo que pertenecía a la cultura judía que tiene categorías diferentes y otra tradición, y le adjudica las palabras a Dios, al Creador del Universo, se pega un salto que no es lógico, y que a los personajes terrenales como nosotros, no nos convence.
    Y a pesar de todo eso, los evangelios siguen siendo interesantes y fuentes de deliberación entre las personas porque si uno saca la parte mágica, las situaciones de vida son humanas y de interés. Los Saduceos están vivitos y coleando, el Imperio sigue igual,  los pobres que miran la vida desde la cuneta abundan y los samaritanos se comportan mejor a veces que los  devotos del Templo.

  • Antonio Vicedo

     
    Las referencias a María como madre especial de Jesús y sus comportamientos maternos expresados por los restantes evangelios de Mt. Lc. y Ju., puede que no sean una simple matización de lo que presenta Mc. sobre ella, sino un valioso complemento de para que la realidad relacional entre María y Jesús su hijo e incluso la de su familia, pudiera quedar al alcance de la consideración de quienes pudieran hacer objeto de su preocupación a Jesús, para considerarse y ser considerados como esos, no de los suyos en consanguinidad, sino de los suyos por opción y compromiso vital.
    Cierto que hay modos de relatar y contenidos que tienen que ser enmarcados en el campo de la fe, porque de las circunstancias históricas de Jesús no se pueden aportar pruebas que apoyen certeza racional o científica del contenido, pero eso no nos coloca en la certeza de la total negación de la realidad divina al modo como concebimos y aceptamos por fe la divinidad de Jesús en el acontecimiento de LA ENCARNACION HUMANO-DIVINA, si bien anonadando rn tanto manifestación LO DIVINO y dando manifestación casi exclusivamente de LO HUMANO.
    Algo de esto debieron percibir los más dispuestos a comprometerse con Jesús, para convertir la simple noticia y admiración por su testimonio y mensaje en CONVICCIÓN comprometedora de compromiso vital y seguimiento incondicional hasta pagar con su vida la coherencia de esa convicción.
    El que el objeto de Fe tenga que ser revisado para que no nos lleve hacia posiciones de ocultismo fanático, no quiere decir que, precisamente porque es objeto de fe, lo situamos en el lado al que no llega el discurso racional y el valor probatorio de sus conclusiones:
    Ese aspecto de la posible REALIDAD TRASCENDENTE (por no impedirlo la existencia racional del absurdo= lo que en razón se puede probar que es de todo punto IMPOSIBLE) que se puede afirmar, negar, o simplemente no considerarla como cuestión, con la misma libertad por quienes a ello opten, es objeto propio de la capacidad humana de CREER, afirmando, o negando.
    Y parece ser que en la realidad relacional entre María y Jesús, según las aportaciones evangélicas, hay mucho que discernir y situar en el campo adecuado de testimonios históricos y comportamientos de fe por CONVICCIÓN.
    Desde esta perspectiva habrá que encajar los contenidos de la Anunciación; Concepción; Visita a Isabel; Relatos del Nacimiento; Diálogo al reencontrarse María y Jesús perdido en el Templo; Búsqueda para llevarse a Jesús por parte de los suyos; Bodas de Caná; Presencia en el Calvario; Presencia en el Pentecostés …
    Creo que sin DESHUMANIZAR ni a Jesús, ni a su Madre, se puede asentar nuestra racionalidad sobre fundamento real sin exclusivismos de oposición a las opciones de FE, libres y responsables, concretadas no sólo a nivel de mentalidad y teoría, sino principalmente de coherencia práctica.

  • Javier Renobales Scheifler

    Jesús no habla, ni pretende, de formar ninguna familia.
     
    Responde que ‘estos son mi madre y mis hermanos’, no porque quiera formar una familia Jesús  con ellos, sino por usar las mismas palabras que quien ha acudido a la ‘autoridad’ de la madre y hermanos de Jesús para sacarse a Jesús de encima, y que se lo lleven su madre y sus hermanos: pues Jesús le molestaba.
     
    Pero no quería formar ninguna familia. Ni ninguna Iglesia, ni ninguna religión.
     
    Claro, la ICR necesita sostener que ha sido fundada por Dios, por JesúsDios.
     
    Y así tenemos el fundamentalismo y la guerra de religiones/Iglesias asegurada.
     
    Los seguidores de Jesús no tenemos por qué formar ninguna familia; Jesús tampoco intentó formar ninguna familia: tenemos que realizar el mensaje de Jesús, traer el Reino del amor (el reino de Dios, si se le quiere llamar así, los que necesiten meter a Dios en sus vidas …)

  • Javier Renobales Scheifler

    El término Jesús aparece en el post 17 veces.

    Pero sin el término Dios ¿no nos hubiéramos quedado sin contenido, en el post?

    Creo que conviene recordar la idea, que por pirmera vez oí (leí) a Juan Luis Herrero del Pozo, de que Jesús padeció el pensamiento mágico que invadía el ambiente en su época.

    Jesús fue una persona humana histórica, eso parece que es la pura verdad. Por lo tanto estuvo afectado por su ambiente y por el pensamiento mágico de su época; y también por el pecado, como hombre que fue (si hubiera sido mujer, pues lo mismo)

    Pero hoy sabemos que el mundo sobrenatural no hace llover para que no se pierdan las cosechas, ni interviene para parar un tsunami o un terremoto que matan cientos de miles de personas.

    Dejemos de manemos nadaipular a Dios, pues ni siquiera sabemos si existe o no.

     Jesússabemos que sí existió, pero de Dios … de Dios no sabemos nada

  • Javier Renobales Scheifler

    Olga,

    así a bote pronto, el postl de Salvador Santos menciona a Dios al menos seis veces.

    Si en este foro se suprimiera la palabra Dios, o se la suprimieran a los curas y jerarcas

    ¿qué quedaría?

  • Javier Renobales Scheifler

    Juanel, ¿de verdad es posible científicamente que un espermatozoide masculino fecundara un óvulo de la ‘virgen’ Maria, hace aprox. dos milenios en una minúscula aldea campesina, sin una relación sexual con un coito completo con un hombre?
    ¿Así sería como crées que el Espíritu –que conduce la historia según creo has afirmado- fecundó el óvulo de la madre de Jesús?

  • olga Larrazabal (Chile)

    “Tanto hablar de Dios, ¿para qué?” dice Javier. Pero estamos hablando de Jesús, un rabino del siglo I, que destilaba sabiduría y misericordia, y al cual unos creen que es Dios, otros creen que es el Mesías de los judíos, otros lo ven como un Maestro , otros como un mensaje viviente de lo que podría ser el mundo si se aplicaran ciertos principios.  Que no se me ofenda nadie por no afirmar que Jesús es Dios, pero el sujeto en cuestión ha logrado motivar a muchas personas de diferente forma, pues tiene una mirada tan especial de la realidad que seduce.  Y por eso es que hablamos de él, los que no creemos o no nos interesa la parte divina del cuento.

  • Javier Renobales Scheifler

    El ratón (que no el Espíritu) se me ha comido la palabra no, en la frase de la segunda línea, después del signo de cerrar la interrogación. Creeo que se entiende, pero por siaca.

  • Javier Renobales Scheifler

    Honorio Cadarso,
     
    Dime dónde he sido irrespetuoso en mi comentario anterior al tuyo. ¿Decir que es un cuento o una falsedad la divinidad de Jesús es irrespetuoso? Yo creo que lo es; no voy a repetir, a cada cosa que digo, que se trata de mi modesta opinión.
     
    El que afirma que Dios conduce la historia (creo que lo he leído hoy a Juanel, así de rotundo lo ha dicho, creo que en el hilo de ‘otra teología es posible y necesaria’) no es irrespetuoso con los que creemos que eso es falso, pues creemos que Dios no conduce nada y nos deja libremente actuar en la historia
     
    Del mismo modo no es irrespetuoso calificar de mito (cuento, falsedad) la divinidad de Jesús, a mi modesto modo de ver.
     
    Tengamos en cuenta además, Honorio, que los que creemos que son falsos los dogmas católicos vivimos en un ambiente de clara prepotencia de los mismos, metidos en nuestra sociedad civil (véase a Rajoy –presidente del gobierno de los españoles-, y a algún otro presidente o cargo del PP, jurando sobre la Biblia con el crucifijo delante; el propio rey español –necesariamente católico-, rey ‘de los españoles’ jura de la misma forma).

    PD. ayer tomé un cafelito con Ogoño. También él querría que nos viéramos, pero sin que tengas que ausentarte en seguida por que te reclaman tus nietucos, me dijo, oh mi feliz abuelo, digno cura al que legítimamente puedo llamar padre Honorio, sin faltar a la verdad.

  • Javier Renobales Scheifler

     
     
    Parece haber una evolución en el tiempo, a medida que se van escribiendo nuevos evangelios, hasta construir el mito de la divinidad de Jesús, por interés de los eclesiásticos.
     
    Mito que, al parecer, no padecieron Jesús, ni su madre, ni los contemporáneos de Jesús.
     
    Puede merecer la pena leer, por ejemplo, estos párrafos (claro, que no llevan nihil obstat)

    http://webspace.webring.com/people/ht/torosaurio/criticabiblica/nt08evoljes.html
     
    En todo esto de lo que dicen los evangelios, no se puede hablar nunca con toda seguridad. Y hay que leer a especialistas diversos (este Hernán Toro no sé si lo es), para hacer opinión.
     
    Esta falta de seguridad proporciona amplio lugar para construir variedad de opiniones y mitos, según el interés o la subjetividad de cada ‘intérprete’.
     
    Tanto hablar y hablar de Dios … cada uno como mejor se lo imagina … ¿para qué?

  • ELOY

    Sigo el comentario anterior, porque la realidad en la que hoy convivimos no nos permite hablar ya solamente de “familia tradicional”, como dice h cadarso, sino que conviven hoy con nosotros, y tenemos profundos lazos de afectos con ellas, distintos tipos de familias, distintos modelos de familia. Y  es muchas veces en estos diversos tipos de familia donde encontramos el acicate para nuestra reflexión y el desarrollo de nuestra capacidad de acogida y afecto  precisamente en función de los principios y anhelos a que se refiere Jesús en el texto de Marcos comentado por Salvador Santos.   

  • h.cadarso

      Javier Renobales: Tienes una forma de leer y de interpretar los evangelios muy tuya; con el mismo derecho que tú, otros tienen el de hacer su propia lectura y su propia interpretación. Tu forma de leer y de interpretar los evangelios merece todo respeto, porque eres tan persona como todo el mundo. Pero la forma de los otros merece el mismo respeto, por la misma razón.
      Y eso no es motivo para sentir ni pena ni nada parecido hacia los que opinan distinto de ti…Y más aún, a lo mejor tendríamos que admitir que ellos también tienen sus razones.
      No quiero entrar en el fondo del tema; a lo mejor Salvador Santos podría darte alguna explicación. Yo solamente te ruego un respeto y consideración a los que no piensan como tú.

  • ELOY

    Salvador Santos hace una lectura dramatizada y muy viva de los textos que comenta.

    De aquí que “toque” nuestras previas lecturas o interpretaciones de los mismos y cuestione muchos coceptos preestablecidos.

    Nos  (a mi me) ayuda a reflexionar y nos crea preguntas  muy importantes respecto a cual debe ser el eje de nuestras fidelidades respecto a nuestras propias convicciones y principios y a  intituciones y personas que nos rodean intimamente formando parte, también, de nuestras vidas.   

    h cadarso, en su interesante comentario, recoge el conflicto de fidelidades y nos da pautas para intentar congujar las realidades distintas e incluso contrapuestas, Y lo expresa así:  ” Jesús en mi opinión no condena la familia tradicional sino que valora la otra familia que intentamos formar sus seguidores, y nos dice que en caso de conflicto entre las dos prevalece la familia en torno a nuestro Padre Dios…”

    Gracias a Salvador Santos por este nuevo texto para la reflexión.
     

  • Juanel

     
    Javier, el embarazo de una mujer virgen no es un hecho biológicamente imposible. Tiene muy muy escasa probabilidad, muchísimo más escasa de que nazca un bebé con dos cabezas o con ambos sexos completos y funcionales. Sin embargo, mosaicos genéticos en la línea germinal pueden dar sorpresas. Si ocurrió realmente un hecho de tan escasísima probabilidad es lógico pensar y sobre todo en aquella época, que se tratara de un signo divino.
     
     
    Otra cosa distinta es que María, la madre de Jesús, tuviese conciencia de que fuese el Hijo de Dios, un hijo divino. Lo razonable en mi opinión es que pensara grandes cosas para su hijo, tales como que fuese el Mesías esperado de Israel. Sin embargo, al verlo actuar y oír cuanto decían de él es probable su duda de que realmente lo fuese, pues la idea de Mesías no cuadraba con Jesús. De aquí a suponer su trastorno mental hay poca distancia. A pesar de ello María con el tiempo entiende y acompaña en la cruz a su hijo, y se une a sus discípulos tras su muerte.
     
    Saludos cordiales

  • Javier Renobales Scheifler

    Ya, pero si María (la famosa virgen) se opuso, junto con otras hermanas y hermanos de Jesús hijas de María, al objetivo de Jesús, y se puso del lado de los que estaban interesados en considerarle  un loco a Jesús, entonces hemos de concluir que María no se creía madre de Dios de ninguna manera, ni creía que su hijo Jesús era Dios, sino un trastornado, o loco o similar, al que había que retirar de la circulación en aquel momento.
     
    Entonces todo eso del embarazo milagroso causado por una especie de Espíritu Santo divino, sin introducción de un pene humano masculino eyaculador en la vagina de María, tiene que ser un cuento, una falsedad, pues si María se hubiera creído embarazada por Dios, no habría tomado por un loco al hijo resultante de ese embarazo.
     
    Habrá que concluir que María sabía perfectamente que fue embarazada por su relación sexual con un hombre, el llamado San José, u otro, y que de ese coito nació al de nueve meses Jesús.
     
    No es por tanto extraño que evangelistas sinópticos posteriores trataran de edulcorar el suceso.
                                             
    Y que todavía queden tantas personas que se creen que los evangelios son palabra de Dios …

  • olga Larrazabal (Chile)

    Interesante, el evangelista no se anda con chicas a la hora de establecer límites. Pensando en la intencionalidad didáctica del tema, la primera idea que me llega es la de la madurez de la conciencia individual, versus la presión amorosa o invasiva o cualquier cosa de la tribu de origen. Y el proceso de individuación, que suele ser tan difícil, sobre todo en lugares donde la familia es tan importante, es casi sagrada. Jesús con sus treinta años está todavía en el proceso de independencia afirmando su realidad existencial y su destino personal. No ha llegado todavía el tiempo en que se pueda sentar con los suyos a conversar de igual a igual. Pero el Evangelio de Juan pone a la madre de Jesús al pie de la cruz en un encuentro que tienen todas las madres del mundo con sus hijos rebeldes a la hora de la enfermedad o de la muerte. Y la tradición venera a María que fue parte de las primeras asambleas cristianas, y Santiago, su hermano, fue Jefe de los judíos seguidores de Jesús. Todo esto es profundamente humano y entendible, porque es un proceso que suele pasar con los hijos y con la familia de origen. Solo que conocemos tres años de su vida, cuando se lanzó en su independencia, y nadie nos ha relatado como se acercaron aceptándose mutuamente.

  • h.cadarso

    Sarri adiskide: A mí también me “turra” un poco el lenguaje de Salvador Santos en este caso, como si fuese un poco demasiado radical. Jesús en mi opinión no condena la familia tradicional sino que valora la otra familia que intentamos formar sus seguidores, y nos dice que en caso de conflicto entre las dos prevalece la familia en torno a nuestro Padre Dios…
    El evangelio de la Epifanía que leeremos este domingo nos narra otra escena en la que los magos dejan de lado la sociedad en la que se movieron hasta entonces, la de Herodes y los Maestros de la Ley que quedaron en Jerusalén, y se vuelven a casa por otro camino, un camino que podríamos entender con aquel en el que las personas ya no cuentan como sabios o plebeyos, ricos o pobres, sino únicamente como hijos de Dios, llamados a formar parte de la gran familia en la que Jesús es el hermano mayor.
    Y es que, amigo Sarri, siguiendo con ese mismo hilo, pontífices y políticos se llevan muy bien con un Dios que habita en las alturas, pero muy mal con un Dios que es además hijo del hombre, y  que lleva consigo a todos los seres humanos y reclama para todos los mismos derechos a una vida digna, a una libertad, a…

  • sarrionandia

    La universalidad del amor no excluye el amor familiar sino el estrechamiento que ese amor conlleva.
    Para llegar a esa conclusión sobra el filoso y dudoso análisis del artículo.