El hilo abierto por Castillo sobre Ética y religión me da pie para comentar un libro del Canónigo Alberto de Onaindia, que hablaba en Radio París durante la dictadura con el seudónimo de “Canónigo Olaso”, sobre las extrañas y complicadas de la Iglesia católica y del Vaticano con el fascismo italiano y el nazismo alemán, y que hoy podríamos reverdecer hablando sobre las extrañas relaciones de la Iglesia y el Vaticano con los “mercados”, esa novedosa versión siglo XXI del fascismo.
La sublevación militar de 1936 contó con la complicidad descarada de la inmensa mayoría de los obispos españoles, capitaneados por el Cardenal Gomá. Al obispo de Vitoria, Mateo Múgica, la Santa Sede, bajo presiones de la Junta de Burgos, le pidió que se retirase a Roma, y sin contar con él nombraron administrador de la diócesis a Javier Lauzirica, rabiosamente leal a la causa franquista. Y Vidal iy Barraquer, obispo de Tarragona, que no secundó el golpe militar, tuvo que abandonar su sede y España.
El golpe militar y la complicidad de la iglesia en él trajeron consigo una severa represión de la iglesia en la zona republicana, que el Gobierno de Madrid no consiguió o no puso demasiado empeño en impedir. Fusilamiento de curas y religiosas, prohibición del culto…etc. etc.
En todos los sitios menos en Euskadi. Donde se formó un gobierno presidido por el PNV, un partido confesionalmente católico, y por todos los grupos políticos y sindicales leales a la República, tanto de signo socialista o comunista como de signo anarquista.
Era este un caso único en Europa y en Occidente, donde el “tsunami” del fascismo y del nazismo arrasaba, y solo escasas minorías de obispos, sacerdotes y grupos cristianos se oponían tímidamente a esta corriente. Pensemos en el pastor protestante Dietrich Bonhoeffer, que colaboró al parecer con el almirante Canaris en un intento de asesinar a Hitler, y terminó condenado a la horca… A pesar del doble juego del Obispo Mateo Múgica, que se mostró favorable al golpe militar y solo en secreto se oponía a él, el clero, los laicos cristianos y los católicos en el gobierno vasco decidieron acatar la legalidad republicana y luchar codo con codo con anarquistas, socialistas y comunistas contra la rebelión militar.
Este era el gran escándalo para las cristiandades de Europa simpatizantes con el fascismo, el gran escándalo entre la mayoría de los monseñores y la alta diplomacia vaticana, capitaneada en aquel momento por Pacelli, el futuro Pío XII.
Alberto de Onaindia, el canónigo Olaso, recibió plenos poderes del Gobierno de José Antonio Aguirre para contrarrestar ese escándalo general de la Iglesia y del Vaticano. Pero al mismo tiempo gestionó hábilmente la libertad para el arzobispo de Valladolid, Remigio Gandasegui, para Javier Lauzirica, que rigió las diócesis de Vitoria y Valencia posteriormente, para José Eguino, de Santander, y finalmente para Anselmo Polanco, al que intentó liberar en un mano a mano con el socialista Indalecio Prieto, pero no lo consiguió. Porque finalmente, destituido Prieto de su ministerio, sugirió a Onaindia que acudiese a pedir ayuda a Dolores Ibárruri, la Pasionaria, y al canónigo le pareció demasiado fuerte a acudir a una comunista, de lo cual luego se arrepintió, porque finalmente Polanco fue asesinado en Cataluña…
Alberto Onaindia se batió ante la Santa Sede para defender las razones del pueblo vasco, las razones del clero vasco, y para proporcionar una información correcta sobre todos estos extremos. En un momento álgido tuvo que hacer frente a una mentira orquestada por el bando sublevado, que atribuía la destrucción de la Villa de Gernica al mismo Gobierno vasco, y no a los aviones de bombardeo alemanes. Alberto Onaindia proclamó ante el mundo entero que la Iglesia gozaba de absoluta libertad en Euskadi, y se extrañó cuando más tarde se instaló en Cataluña y comprobó que allí se había suprimido el culto en todas las iglesias, en parte por las presiones populares pero en parte también porque los mismos sacerdotes y directivos de la iglesia preferían presentar al mundo la imagen de una iglesia perseguida por la República y que esperaba la liberación con la llegada del Gran Libertador. Solo había culto, curiosamente, en la Capilla de la Casa Vasca de Barcelona…
En una ocasión, un canónigo de Chicago acusó delante de Onaindia al clero y a los católicos vascos de comunistas. Onaindia le replicó que por la misma regla de tres él podría acusar a los católicos de Chicago de “gánsters”. Onaindia defendió el derecho de los católicos vascos a respetar y a colaborar con todos aquellos que defendían a la República y a Euskadi de un ataque militar. Y esta actitud le ganó el respeto y aprecio de toda la izquierda europea, y la amistad con Indalecio Prieto…
Tal vez le faltó arrojo y adelantarse a su tiempo en la aceptación y cultivo de un diálogo con los comunistas, un punto que en aquel momento estaba todavía muy verde en el conjunto de la sociedad occidental.
Encontraréis todos estos datos en el libro “obras completas de Alberto de Onaindia” editado en 1980 por la Editorial la Gran Enciclopedia Vasca.
Cabría plantearse la hipótesis de que esta actitud del clero vasco durante la guerra civil ha tenido su continuidad a lo largo de toda la dictadura franquista, y se está viviendo hoy también en la actitud crítica que ese mismo clero tiene ante el nombramiento “desde arriba” de los obispos de San Sebastián y Bilbao. Problemas y tensiones que como sabemos se han venido repitiendo a lo largo de toda la época de la dictadura. En efecto, es una constante histórica el aparente empeño del Vaticano en oponerse a los afanes de autogobierno de Euskadi y en identificarse con los intereses estratégicos del centralismo. Y este es un tema en el que, cualquiera que sea la opinión de cada uno, un representante de la iglesia no debería inmiscuirse…
Hoy también, la dictadura de los “mercados” sobre vidas y haciendas de toda la humanidad reclama un frente unido que defienda los derechos humanos y la vida de los pobres. Hoy la Iglesia debería situarse en este frente al lado de los pobres, como hizo Jesús su fundador. Hoy hacen falta muchos “canónigos Olaso” y muchas comunidades cristianas como la que formaron los vascos durante la guerra civil.
Ariztimuño fue hecho prisionero cuando ibaen barco de Francia a Bilbao. Poco antes había escrito en Euzkadi de Bilbao incitando a los jóvenes nacionalistas, que dudaban, a que tomasen las armas en defensa de la República.
http://hispanismo.org/senorios-vascongados/6294-sobre-el-fusilamiento-de-sacerdotes-nacionalistas-vascos-una-contudente-replica.html
Que dos sacerdotes de Rentería se presentaron en Oyarzun a los requetés diciéndoles que Rentería estaba abandonada. Una sección de requetés fue enviada y cayó en una celada, resultando aniquilada. Los sacerdotes fueron fusilados.
Que Mendicute en un mitin nacionalista había dicho que “eso de que el Corazón de Jesús reinará en España es una patraña, porque ni España puede llegar a tanto, ni el Corazón de Jesús tan bajo”.
Del resto de los fusilados, casi todos habían tenido alguna participación en la lucha a favor de los rojos. Con esto no justificamos la pena que se les impuso que pudo ser excesiva en algunos casos.
Todos aquellos sacerdotes pusieron en un mismo plano el amor a la patria inventada por Sabino, que el amor a Dios. Otros muchos estaban en la misma situación. Se ocupaban más de la política que de la Fe. Y se siquieron ocupando los supervivientes, que eran todos los demás. Así hemos llegado hoy a la triste situción de la Iglesia en el Pais Vasco.
El sacerdote Jorge López Teulón, postulador de la causa de canonización de los mártires de Castilla-La Mancha, coincide con Vicente Cárcel: «Está bien recordarlos en la oración, siempre que no se les llame mártires». «Habría que estudiar sus vidas para declarar si fueron santos o no pero, desde luego, no se puede hablar de martirio, porque no murieron por la fe, sino por su postura favorable al separatismo», subraya.
http://www.larazon.es/noticia/los-obispos-vascos-homenajean-a-los-14-curas-fusilados-por-franco
El Papa evitó más muerteEl sacerdote Jorge López Teulón, postulador de la causa de canonización de los mártires de Castilla-La Mancha, coincide con Vicente Cárcel: «Está bien recordarlos en la oración, siempre que no se les llame mártires». «Habría que estudiar sus vidas para declarar si fueron santos o no pero, desde luego, no se puede hablar de martirio, porque no murieron por la fe, sino por su postura favorable al separatismo», subraya.
El Papa evitó más muertes
Según Andrés Martínez, profesor de Historia de la Iglesia en la facultad de Teología San Dámaso de Madrid, «en los archivos vaticanos se recoge que Franco sólo abrió causas penales contra los sacerdotes que tenían delitos de sangre». En el caso de los vascos, fue el general Mola quien los ajustició porque «todos ellos habían participado como soldados en las trincheras y por ser nacionalistas». «El Vaticano trató de evitar sus muertes, y logró que otros muchos no fueran ejecutados», agrega.
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Según Andrés Martínez, profesor de Historia de la Iglesia en la facultad de Teología San Dámaso de Madrid, «en los archivos vaticanos se recoge que Franco sólo abrió causas penales contra los sacerdotes que tenían delitos de sangre». En el caso de los vascos, fue el general Mola quien los ajustició porque «todos ellos habían participado como soldados en las trincheras y por ser nacionalistas». «El Vaticano trató de evitar sus muertes, y logró que otros muchos no fueran ejecutados», agrega.
El clero vasco reconciliador con verdugos pero tan poco compasivo con maketos y victimas de ETA tiene y tuvo un cancer, creer que un sacerdote es un siervo de Sabino ARANA y no de Jesucristo. Onandia era un integrista de tomo y lomo. Los sacerdotes fusilados por Franco en 1937 eran unos curas trabucaires de trabuco y pistolón; no fueron ejecutados por el hecho de ser sacerdotes ni siquiera por ser nacionalistas vascos sino por ejercer de espías (txibatos) en los pueblos pequeños para el PNV, guardar armas en sacristías y casa parroquiales, instruir militarmente a milicias nacionalistas…recomiendo el capitulo casullas, política y pistolas de José Díaz Herrera y su magnifico Los Mitos Del Nacionalismo Vasco.
El clero vasco reconciliador con verdugos pero tan poco compasivo con maketos y victimas de ETA tiene y tuvo un cancer, creer que un sacerdote es un siervo de Sabino ARANA y no de Jesucristo. Onandia era un integrista de tomo y lomo. Los sacerdotes fusilados por Franco en 1937 eran unos curas trabucaires de trabuco y pistolón; no fueron ejecutados por el hecho de ser sacerdotes ni siquiera por ser nacionalistas vascos sino por ejercer de espías (txibatos) en los pueblos pequeños para el PNV, guardar armas en sacristías y casa parroquiales, instruir militarmente a milicias nacionalistas…recomiendo el capitulo casullas, política y pistolas de José Díaz Herrera y su magnifico Los Mitos Del Nacionalismo Vasco.
Honorio,te repito,si quieres conocer la realidad de Mateo Múgica hazte con el libro mencionado,te sacará de muchas dudas,después de las primeras dudas habló claro y alto,en el verás sus cartas de denuncia ante el vaticano,y el poco caso que le hicieron,y el dicho por el cardenal jefe facha ” algo habran hecho” en clara alusión a los curas vascos fusilados.
Estimado Rodrigo: aunque yo dijera que soy católica, que no lo soy, me gustaría que me calificaran individualmente por lo que yo hago, no por lo que hacen o dicen personajes de la directiva de ninguna institución. Pero la vida es así, la Iglesia Católica es, para la mayoría de las personas, lo que dicen y hacen sus dirigentes , debido sobre todo, a su estructura piramidal y dogmática y al poder que tiene la casta sacerdotal por sobre el estado llano. Y para los que no son católicos, ni conocen los entreveros de la historia, ni los matices de la institución, les es muy difícil dirimir por qué las directivas hacen y dicen ciertas cosas, se alinean con potencias políticas y financieras, desautorizan a sus bases, pero a la hora de las condenas son ambiguos y hacen santos a los que condenaron en vida, o les hicieron la vida a cuadritos. Por esas razones que los psicólogos llaman “disonancia cognitiva” he preferido en mi vida guiarme por lo que dice mi conciencia, mi experiencia, y elegir mis maestros, dentro de los cuales Jesús me parece que tuvo un mensaje muy valioso y que me hace sentido. También se que como ser el Padre Kentenich en Alemania, fundador del Schoensttat trató de mantener la conciencia de los jóvenes en tiempo del nazismo, lo que le costó ir a parar a un campo de concentración. Y también se que al salir, el Vaticano lo mandó desterrado a USA, donde fue amigo y confesor de una íntima amiga mía, que me contó el caso, ejemplo de la paradoja que estamos comentando. Saludos.
Algunas precisiones
Pepe, “País Vasco” es la traducción al español de “Euskadi”. Yo escribo en español, no en euskera, y nunca pongo Gipuzoka, pero tampoco escribo London o New York. Voy en coche a La Coruña y no a A Coruña. No hay desprecio en absoluto al pueblo vasco…, ni al inglés, el de Estados Unidos o al gallego.
Honorio, no he dicho que todo el clero vasco colaborara con ETA, solo una parte. Es un tema controvertido, pero hay datos fiables al respecto. La figura de Setién, aunque muy proclive a la equidistancia, siempre me pareció muy respetable y compartía muchos de sus juicios sobre el problema. Hay mucha gente, yo entre ellos, que condena sin fisuras la violencia del régimen de Franco (Arias Navarro es bien conocido como el carnicero de Málaga) y la de ETA. Entre 1968 y 1974 tuve algunas simpatías por lo que hacían los de ETA luchando contra el régimen. Desde 1978 mis simpatías desaparecieron completamente y creo que fue un error ser muy comprensivo con el asesinato de Carrero Blanco. La reflexión sobre la historia de ETA me ha hecho pensar mucho en le necesidad de aplicar la no-violencia activa en las luchas políticas y sociales. Y si no se ven tintes racistas en los textos de Sabino Arana, mal asunto, pero nada puedo hacer; con algo más de tiempo libre, podría hacer una antología de sus textos que mostrara mi tesis.
Por último, insisto en que la actitud de la Iglesia Católica ante el fascismo fue algo más compleja. En España se identificaron claramente con el régimen hasta 1964, aproximadamente, luego empezó a ser más crítica. En el resto de Europa no fue tan claro, especialmente en Alemania, Pío XI condenó duramente el nacismo en 1937, aunque también firmó concordatos con Hitler y contemporizó. Avalo lo que dice Rodrigo.
Honorio, tú mismo diferencias entre el fascismo-nacismo y lo que pasa actualmente. Si comparo la vida política de Alemania, Italia y España en los años de domino del fascismo con la actual, las diferencias son evidentes. Incluso si comparo el discurso político de la CEDA con el del Partido Popular hay diferencias muy importantes que es necesario tener en cuenta para hacer frente al nocivo neoliberalismo actual.
Olga
¿Aceptarías que a tí se te juzgue por lo que haga el Cardenal Rouco?
Pues lo mismo vale para esa juventud alemana católica que se resistió a sumarse a las juventudes hitlerianas. Y no sólo la juventud católica alemana. La purga (eclesial y vital) del sector del catolicismo alemán que plantó frente al nazismo no debe meterse en el mismo saco de la connivencia del cuerpo diplomático y curial del Vaticano.
Estimado Honorio
¿En verdad crees que a los grupos cristianos (católicos y reformados) asesinados en Polonia y Alemania por oponerse al nazismo las faltó voluntad firme? ¿Sabías que hubo incluso grupos que recurrieron a la resistencia armada? Y otros muchos que se negaron a la via armada (por sus convicciones religiosas) y fueron masacrados.
Que la forma de organización de tal resistencia en el pueblo vasco fue importante y con particularidades, no lo discuto. Pero no necesito para afirmar tal cosa, negar que existieron otros ejemplos con sus propias particulardades.
Saludos a ambos
Relaciones entre el Vaticano y el Fascismo. Del escritor falangista Ismael Herraiz, en su obra “Italia fuera de cimbate” publicada en España (1944):
“..La buena voluntad de Pio XI y de Benito Mussolini se concreta primero en la visita oficial del Duce al Pontífice el 11 de Febrero de 1932 y en la absoluta integración del clero italiano en la guerra contra Etiopía. Fué una entusiasta adhesión a la empresa; el clero ofreció el oro, y el arzobispo de Milan, Cardenal Schuster, dio una interpretación religiosa a la campaña definiéndola como Cruzada Católica. El Pontifice después de la victoria italiana, pronuncia un discurso congratulándose de que la inauguración de la exposición de prensa católica coincidiese con la alegría triunfal de todo un buen pueblo ante una paz que debía ser el preludio de una verdadera paz europea y mundial. Mussolini corresponde a esta generosa prueba de amor a Italia del Pontífice repartiendo premios a gran número de párrocos rurales que habían colaborado activamente a la “batalla por el trigo”.
Y el Cardenal Innitzer, Primado de Austria, diera el más eficaz apopyo al regimen nazi, al declarar: “Los católicos deben acordarse de la palabra de Cristo, que hay que dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Los sacerdotes y fieles deben sostener sin reservas el Gran Estado Alemán y al Führer, cuya lucha contra el bolcheviquismo y por la potencia, el honor y la unidad de Alemania responde a las miras de la Providencia. Los sacerdotes deben abstenerse de toda política y ocuparse exclusivamente de su misión religiosa cerca de los fieles. El Cardenal invita a los jefes de las organizaciones de las juventudes cristianas a facilitar su incorporación en la juventud del estado” (17-3-1938)
Bueno, eso no es precisamente oponerse al nazismo ni al fascismo, sino más bien colaborar con entusiasmo.
El escritor José de Arteche, que fue archivero de la Diputación de Gipuzkoa, contó en sus memorias de 1939 al 71 “Un vasco en la postguerra” publicadas póstumamente, algo que encaja en este hilo. Dice haber visitado al obispo Múgica, ciego pero cuyo vigor mental impresiona, un domingo de julio de 1956 en Zarautz y que, a lo largo de la tarde, se deshizo el prelado en elogios a Indalecio Prieto que, dice, durante la República y aun antes tuvo siempre grandes atenciones con él. Al despedirse Arteche le dice que Prieto vive todavía y “¿por qué como cristiano resumen de nuestra conversación de esta tarde, no sale de esta casa una carta para México?” El obispo le promete escribirla y el jueves siguiente la tiene el escritor en su poder. “Una carta sencilla, afectuosa, puramente sacerdotal”, en la que evoca a Prieto la ancianidad común y el pensamiento de San Agustín: “Dios que te hizo sin ti, no puede salvarte sin ti”. Relata Arteche la peripecia para dar con la dirección de Prieto en el exilio y lograr que la misiva se envíe desde Francia. En la entrada del 11 de noviembre siguiente se repite la visita al obispo Múgica en Zarautz, quien le da a leer la respuesta de Prieto: “Carta larga, de letra muy apretada, emocionante y huidiza. Carta muy humilde”. Se la presta a Arteche, quien deja constancia de haber sacado un microfilm para el archivo de la Diputación. Ignoro si ha sido publicada.
Aún recuerdo, ya en el ocaso de la vida del general golpista, como el Vicario General de una Diócesis levantina, procedente de Navarra, se gloriaba, ufano, de haber bajado, pistola en mano. hasta el Jarama, acompañando a requetés confesados y comulgados, adornados de escapularios, abatiendo a enemigos rojos.
“El Vaticano estaba lejos de apoyar el nacismo, al que criticaba duramente, aunque no con la contundencia debida”. Si yo entiendo bien, hay una contradicción entre criticar duramente y no hacerlo con la contundencia debida…Y justamente es eso lo que quiero subrayar en mi hilo; no se puede decir que el Vaticano se opuso o criticó duramente el fascismo en España. Durante 40 años la Iglesia española y el fascismo fueron de la mano, hoy mismo la Iglesia española intenta someter a sus intereses al poder civil…
Se puede decir que en el conjunto de Europa y de Occidente hubo gestos, pero faltó una voluntad firme de oponerse al fascismo. Hitler asesinó en la horca al pastor protestante Bonhoeffer, que por impulso de su fe cristiana conspiró contra el fuhrer. Pero el suyo y alguno más fueron casos aislados. La reacción de Euskadi, al lado de otras que se produjeron en Europa, tuvo a mi entender un significado muy especial. Y creo que ha marcado la actitud de la iglesia vasca durante el franquismo y después del franquismo. Se cargan excesivamente las tintas en una visión maniquea del conflicto vasco, el personal se resiste a aceptar aspectos positivos de estos acontecimientos. Se condena todo gesto violento que se produce en estas tierras, pero los mismos que miran con lupa lo que pasa hoy aquí en Euskadi se empeñan en pasar por alto y justificar las violencias que se cometieron desde 1936 hasta Arias Navarro y el Gal. Dos varas de medir, los vicios ajenos en la parte adelante de la alforja, bien a la vista, los propios en la de atrás…
Evidentemente, los métodos del neoliberalismo para alcanzar el poder no son los de Hitler, pero en definitiva eluden el juego democrático para imponer a la humanidad entera el hambre y la miseria más negra. Eso no es nacismo ni fascismo, pero admitamos que se le parece una barbaridaad. Y que la Iglesia no se opone demasiado a este…fascismo de guante blanco. Hitler era, pensándolo bien, el criadillo de Krupp y del capital alemán. Merkel y Sarkozy son, bien pensado, los monaguillos de los mercados. ¿Dónde está la diferencia? Y la iglesia mientras tanto prefiere despotricar contra el aborto y los anticonceptivos, que es menos arriesgado…
Apreciado Felix G.M., retengo algunas frases de tus comentarios: 1. Las relaciones del clero vasco con el nacionalismo mas reaccionario. 2. El apoyo del clero vasco a la causa de Sabino Arana, creador de un nacionalismo vasco, con apreciables tintes racistas, antiliberales y xenófobos. 3. Las intrincadas relaciones del clero vasco con el nacimiento y la pervivencia de ETA.
No me ha quedado claro si aceptas o no que, la parte del clero vasco menos interesante para ti, haya tenido sus razones para actuar como lo ha hecho.
En mi tiempo, el representante mas genuino del clero vasco ha sido y es el obispo Setien, un intelectual carismático en su tierra vasca y de gran prestigio en un entorno muy amplio. Era y es una persona que conocía y amaba a su pueblo. Por pura cercanía, sentia el pálpito de sus inquietudes políticas. Naturalmente no se le puede catalogar de nacionalista reaccionario, tal como se hizo desde España, por el mero hecho de ser hijo de su pueblo vasco. A Sabino Arana, un hijo del pueblo vasco como él, no le consideraba como a un prestidigitador capaz de sacar de la chistera una ideología y crear artificialmente el nacionalismo vasco. Le veía mas bien como a un líder político, también carismático y cercano a su pueblo, que consideraba a Euskadi como una nación con identidad propia, perfectamente diferenciada de la española. Un hombre que lo dió todo para arrancar de España el reconocimiento de la existencia del Pueblo Vasco y el derecho a decidir sobre su futuro político. La mayoría de los vascos no hemos apreciado sus tintes racista, antiliberales y xenófobos. Al conjunto del clero vasco, por el mero hecho de estar perfectamente integrado en su pueblo, no se le puede colgar el “sanbenito” de unas intrincadas relaciones con el nacimiento y la pervivencia de ETA. La violencia nacida en el seno de la izquierda abertzale, que nunca fue aprobada por el clero vasco, fue fruto de la violencia ejercida por un Estado dictatorial.
Como ves, las cosas desde Euskadi se ven un poco distintas. Probablemente nadie tenemos toda la razón y visto tu buen talante me he atrevido e exponer mi punto de vista. Creo que es importante dialogar desde la atalaya en la que nos situamos cada uno: Euskadi o España. Si no lo hacemos así, no nos trataremos de igual a igual y nunca llegaremos a entendernos
Intantaría debatir con usted, señor García Morilyón, si partiéramos desd un plano de igualdad.
Yo no deseo debatir con quien, a sabiendas y con ánimo de marcar distancias antes de entrar al debate, escribe nombres de PUEBLOS ( se supone que sobeeranos por el mero hecho de ser PUEBLOS) de forma incorrecta.
Del mismo modo que hay montones ( demasiadas) personas que se dirigen a Heuzkal Heria con el nombre de ” PrivinciasVascongadas”, o escriben ” vascuence” en lugar de escribir lo que ellos saben perfectamente que se llama Euzkera, usted escribe el nombre de un puebl0 masacrado por LOS NAZIS-FASCISTAS-FRANQUISTAS de forma que molesta a miles de lectores. Lo jodido sería que usted lo sepa perfctamente y lo haga precisamente por éso
Cuando escriba usted el nombre del PUEBLO como los nativos de tal pueblo escriben, entonces podremos entrar en una debate INTELIGENTE. ( no filosófico). Lo de ” inteligente” lo digo por mí, oiga, que los fontaneros siempre hemos tenido un plus mayor que los filósofos-teólogos-astrónomos-etc)
Mientras éste pequeño detalle no se produzca, permítame usted, señor Moriyón, por muy filósofo de ” izquierdas” que se considere, que no entre al trapo. Ya tengo bastante con el otro filófoso “Sabater” y su supuesto Partido Político de ” izquierdas” al que le hace la campaña electoral un tal Ynestrillas.
Pues apaga y vamos… con “amigos” semejantes no necesitamos enemigos para nada, oiga.
Agradezco el comentario de Honorio, pues no es frecuente que los autores de los artículos participen en los debates. Si bien solo responde parcialmente a mi aportación sobre los requetés vascos y algo muy vago y escaso sobre el nacionalismo, hace alguna alusión que merece una aclaración.
Nadie serio cita a Pío Mora como historiador; es un panfletario con éxito mediático en sectores de la derecha más extrema, pero poco más. Hoy día sí va habiendo estudios rigurosos sobre aquella época, en especial sobre las matanzas perpetradas. El último de Preston, El Holocausto español, es un buen ejemplo, aunque algo sesgado a favor del lado republicano, y en esa línea hay otros trabajos como los de Julián Casanova, Santos Juliá, Francisco Espinosa… Nos ayudan, si estamos atentos, a ir superando visiones sesgadas y algo maniqueas de un conflicto que puedes ser definido como fratricida, aunque fue también más cosas.
Tampoco es cierto lo que dice sobre los cristianos y la oposición al fascismo y al nacismo, puntualización ya hecha por Rodrigo Olvera. No solo se opusieron los cristianos vascos: la iglesia polaca, con su episcopado al frente, la Conferencia Episcopal Holandesa, los católicos alemanes y el mismo Vaticano estaba lejos de apoyar el nacismo, al que criticaron duramente, aunque quizá no con la contundencia debida. Y sólo me centro en los cristianos católicos, porque de las otras iglesias también hay buenos ejemplos.
Por otra parte, si llamamos al neoliberalismo “fascismo”, al final perdemos la capacidad de entender correctamente las específicas configuraciones de cada modo de ejercer el dominio por parte del bloque dominante. Ni Angela Merkel, ni Sarkozy, ni los partidos populares son fascistas, salvo que reduzcamos el termino a un pobre y difuso significado.
Por último, una observación sobre un comentario de Pepe Sala. Yo empecé a militar en 1970, como ya he dicho en alguna ocasión. Ya entonces era opinión común que Guernica había sido arrasada por la aviación alemana, y era opinión aceptada y divulgada en muchos foros de España sin malas consecuencias para quienes lo decían, exceptuando los foros que constituían la plataforma oficial de propaganda del régimen de Franco. Fue en esos años setenta cuando tuve acceso a trabajos, artículos y libros que me mostraban otra versión de la historia de España. De eso hace ya 41 años.
En la biblioteca que heredé de mi padre, encontré un libro incompleto, faltan las primeras 60 páginas, que se llama” En España sale el sol” editado en Argentina en los años 40, cuyo autor es Pedro de Basaldua, Secretario de José Antonio Aguirre. El tema es la persecución del clero vasco por parte de las nuevas autoridades, la lista de los curas fusilados, expulsados, encarcelados que son 466, y toda la documentación que respalda esta persecución, las cartas de los obispos, fotos de los obispos franquistas y el nuncio haciendo el saludo fascista, fotos de José Antonio visitando el Vaticano donde Pío XII no los recibió, etc. Y toda la red de mentiras para reinventar la historia. Mi familia salió exiliada de Francia a Chile, donde vivían parientes, y la familia tuvo la suerte de ser recibida en Talca por Don Manuel Larraín, el Obispo que fue uno de los ideólogos del Concilio y creador de la CELAN junto con Dom Helder Camara. Don Manuel conoció mucho la historia de los católicos vascos, esa que en España se conoce tan poco, y siempre estaba dispuesto a llamarlos a su diócesis. Y la Teología de la Liberación debe alguno de sus capítulos más potentes a una generación más joven de sacerdotes vascos, que por razones de estrategia política, los mandaron a formarse afuera. Me refiero a Ellacuría y Sobrino, pero que por lo visto bebieron su religión en las mismas fuentes que yo vi en mi familia.
Hola Honorio
“el único colectivo cristiano que hizo frente al fascismo en Europa fue el de los cristianos y la iglesia vasca”
Esto es impreciso. Si Hitler aceptó finalmente firmar el concordato con el Vaticano (a lo que Alemania se había opuesto desde que todavía era el imperio prusiano), fue para poder deshacerse del colectivo de católicos que le hacían frente desde la iglesia católica alemana.
Esto por hablar del campo católico. Hay mucho más en los campos de la Reforma y en el campo (invisible e ignorado) de la resistencia de las comunidades de inmigrados ortodoxos, especialmente bajo la Francia ocupada.
Saludos
En atención de Honorio Cadarso:
http://www.hamaikabide.org/info.php?id=34&letra=
Respecto al Padre Olaso, tuve la gran suerte de conocer ( y comer juntos) con un compañero de Radio París.
También tengo buena amistad con quien fuera vecina del Padre Olaso en Markina.
Cuenta que gracias a este hombre ( cura) se pudo conocer la realidad del bombardeo de Gernika.
Mi buena amiga ( vecina durante años) me contaba que en la escuela de Markina ( siendo niña) , después del canto obligatorio del ” cara al sol” con el consabido saludo nazi, todos los días se hacía la misma pregunta y todos los días se debía responder lo mismo: ( a ver quien era el guapo-a que no respondía lo que tenía que responder)
PREGUNTA ( al conjunto de alumnos-as) : ¿ Quién quemó Gernika?
RESPUESTA ( obligatoria y conjuntamente): Los rojos…
Así durante años y, afortunadamente, el Padre Olaso se movió en medios de comunicación internacionales ( Londres, Paris) y las cosas quedaron medianamente claras a nivel internacional. En España no se han aclarado aún como es debido y sólo desde hace bien poco tiempo se ha podido hablar claramente de la masacre del bombardeo en Gernika por parte de la aviación NAZI y la Fascista de Italia. ( también las ” fuerzas indígenas” de Marruecos hicieron de las suyas. )
En la Caravana de la Memoria que pasó por España en el año 2002 se habló del Padre Olaso por boca de quien fuera durante muchos años la voz más reconocida de Radio París. Durante el homanaje que celebramos a nuestras víctimas en el cementerio de Ciriego ( Fosa común de Santander con miles de asesinados por el franquismo), la voz de mi admirado locutor de redio dijo:
” HOY SE HA ROTO EL MURO DE SILENCIO”…
¡¡ Qué poco conocía este buen hombre a la sociedad española”!!
Fue hermoso, mientras duró…pero duró muy poco y mi admirado locutor ya no puede deleitarnos con su armoniosa voz radiofónica. Otros ya estamos roncos de tanto ” chillar en el desierto” y los ecos son cada vez más débiles.
Es una pena que los cientos de miles de asesinados por el franquismo no hubieran vestido sotana. Así, al menos, alguien se acordaría de ellos.
Bueno, pues…
Juanito: El obispo Múgica, por presiones del General franquista Cabanellas desde Burgos, fue “invitado” a abandonar Vitoria y se trasladó a Roma. Muy bien podía haber fijado su residencia en Bilbao, donde podría haber seguido pastoreando su diócesis, que por aquel entonces comprendía las tres provincias vascas. El canónigo Olaso le reprocha que no hubiese considerado esa alternativa. ¿Qué se puede pensar de un pastor que pudiendo estar al lado de sus ovejas se va a Roma?
Cuando la Santa Sede, sin contar con él, nombró Administrador de la diócesis de Vitoria al obispo adicto al franquismo Lauzirica, Múgica tuvo un gran disgusto, y dimitió, dejando así vía libre a los designios de los militares rebeldes. En esa ocasión, Vidal y Barraquer, arzobispo de Tarragona, que estaba también huído de su diócesis, le envío un recado diciéndole que el jamás dimitiría de su diócesis de Tarragona.
La Instrucción pastoral que firmó Múgica al comienzo de la guerra mano a mano con Olaechea, obispo de Pamplona, apoyando a la reb elión militar, no gustó a muchos sacerdotes vascos, que redactaron un documento crítico que no le cayó nada bien a Múgica. Algunos, para dejarle en buen lugar, alegaron que aquel documento les había sido dictado e impuesto por el Cardenal Gomá, pero el mismo Múgica afirmó y reafirmó que lo había firmado con absoluta libertad…
El canónigo Olaso reconoce que Múgica sufrió mucho por lo que sufrieron los vascos durante la guerra. Pero obras son amores y no buenas razones…Y las obras están ahí, y así las cuenta Alberto de Onaindia.
Hay muchas historias de la Guerra de 1936: las de Pío Moa, o Gerald Brennan, y muchas más. Tengo entendido que no todas son de fiar. Pero yo me he limitado a recoger la visión personal de esa guerra por parte de Alberto de Onaindia.
Algo sé de lo que hicieron los requetés en la guerra de 1936: entre otras cosas, que no todos ellos estuvieron al lado de Franco. Y también que en la Rioja fueron autores de miles de fusilamientos…Los vascos no formaron un grupo compacto y uniforme contra la sublevación militar, es cierto: basta con recordar los comportamientos del arzobispo Lauzirica, y de una parte de la aristocracia bilbaína de Neguri…Franco tuvo muy pronto ministros vascos: Iturmendi, Esteban Bilbao…
Pero creo que sigue siendo cierto que el único colectivo cristiano que hizo frente al fascismo en Europa fue el de los cristianos y la iglesia vasca. Y que algunos insignes católicos tuvieron que exiliarse de España tras el triunfo del franquismo: por ejemplo, Manuel de Falla, o José Bergamín…Y otros fueron fusilados, como los 14 curas vascos, o el franciscano Antonio Bombín, en la Rioja.
Vuelvo a subrayar, frente a lo que algunos alegáis de los defectos de Sabino Arana y del PNV, que Alberto de Onaindia tuvo excelentes relaciones con Indalecio Prieto y con toda la izquierda y todo el movimiento obrero de Euskadi. Le faltó flexibilidad de cintura para una relación más fluida con los comunistass, él lo reconoce, y cree que si hubiese sido capaz de hablar con Dolores Ibarruri, la Pasionaria, podría haber salvado a Polanco, el obispo de Teruel.
Y me quedo con tres figuras de la política vasca de aquellos años: el lehendakari Aguirre, Indalecio Prieto, Dolores Ibarruri. El Cardenal Tedeschini, gran amigo de Indalecio Prieto, confesó a Alberto de Onaindia que Prieto fue el político más clarividente de la República. Que si las cosas se hubiesen hecho con la calma y el “tempo” que pensaba Prieto, la República no habría fracasado.
No, Euskadi no es solamente el nacionalismo vasco en su versión más o menos a la izquierda o a la derecha, es la suma de las tendencias que representaban entonces Aguirre, Prieto, la Pasionaria, Alberto Onaindia. Y me gustaría pensar que hoy todas esas tendencias trabajan con el mismo sentido de unidad que trabajaron entonces contra esta nueva versión del fascismo que hemos dado en llamar la tiranía de los mercados, o “Merkozy”.
Gracias, Olga Larrazabal. Antonio Vicedo, efectivamente echo en falta una historia que explique todo lo que tú propones. Amigo Duato, ¿por qué no hacer un número monográfico de Iglesia Viva dedicado a este tema?
Y gracias a todos por vuestros comentarios. Y perdonen mi atrevimiento en plantear temas en los que es mucho más lo que tengo que aprender qye lo que puedo enseñar. Yo solo quiero intercambiar, dialogar, con eso me basta.
Dos apuntes sobre el contenido del tema:
1) ¿Por qué aún no se ha hecho, que yo sepa un anális de ese conflicto fratricida entre spañoles, sobre todo desde el lado eclesial, a la luz de aquello de Jesús: “-Si la sal no sala, para que otra cosa sirve, sino para ser esparcida por la calle y que la pisen las gentes?
2)¿A qué nos lleva el paso progresivo en el proceso humano, desde el YO individual al NOSOTROS global humano?
Terminas Honorio muy acertadamente con: “Hoy también, la dictadura de los “mercados” sobre vidas y haciendas de toda la humanidad reclama un frente unido que defienda los derechos humanos y la vida de los pobres. Hoy la Iglesia debería situarse en este frente al lado de los pobres, como hizo Jesús su fundador. Hoy hacen falta muchos “canónigos Olaso” y muchas comunidades cristianas como la que formaron los vascos durante la guerra civil“. Con lo que estoy totalmente de acuerdo, pero la realidad es que la jerarquía eclesiástica sigue estando, en su mayoría, alejada del pueblo de Dios, y también está alejada de la voluntad del pueblo vasco, es sumisa del poder y de esos sectores que pretenden acallar nuestra voz y que intentan imponer esa dictadura de los “mercados”.
Desde el poder del estado y de la jerarquía católica se pretende, a pesar de los hechos, minimizar los resultados que reflejan las urnas en Euskadi, que Amaiur (es decir la coalición de izquierda abertzale, que no solamente está formada por Alternativa sino también por Eusko Alkartasuna y Aralar, estas últimas presentes durante años en las instituciones y la primera en la gobernabilidad del país) es la segunda fuerza política a poca distancia del PNV y que unidas reflejan una voluntad muy clara del pueblo vasco de decidir sobre su futuro. No se puede poner puertas al campo, no se puede negar la realidad, de nada sirven nombramientos eclesiásticos para controlar voluntades religiosas y políticas, no podemos aceptar a personas que obedecen a sus amos de Madrid y Roma y no escuchan y defienden al pueblo de Dios que les pide más compromiso. NO queremos inquisidores impuestos, queremos pastores que tenga realicen su misión más como que como un poder (potestas) como un oficio (munus) al servicio de la comunidad.
Me parece bien recuperar la memoria histórica de personas valiosas como Alberto de Onaíndia, pero hay algo de maniqueísmo en la versión que cuentas, Honorio. Ciertamente es lamentable y absolutamente reprobable la vinculación del clero y los obispos al golpe de Estado de los militares, pero la durísima represión contra la Iglesia en los primeros meses de la Guerra civil no se salda con un simple etc., etc. Esos tristes episodios sirvieron de coartada para la decantación de la Iglesia oficial en contra de la II República, y el apoyo de muchos católicos en el mundo a la causa de la sublevación militar. No estoy proponiendo en absoluto una especie de equidistancia, pues el papel de la derecha española (también vasca) fue innegable. Me permito recordarte que los requetés carlistas (los más numerosos estuvieron formados por vascos de Navarra y País Vasco) fueron muy valiosos para el triunfo del franquismo. Y el apoyo de la lata burguesía vasca al franquismo también fue notable. Lo dicho, la historia es algo más compleja.
Por otra parte, nada dices de las profundas relaciones de clero vasco con el nacionalismo más reaccionario. Primero fue la estrecha colaboración del clero vasco con la causa carlista durante el siglo XIX, y luego su apoyo a la causa de Sabino Arana, creador de un nacionalismo con apreciables tintes racistas, antiliberales y xenófobos, y las intrincadas relaciones de parte del clero vasco con el nacimiento y pervivencia de ETA.
La historia es compleja, no es una batalla entre los buenos y los malos, salvo en un sentido muy simbólico. Me interesan mucho los sacerdotes vascos que emigraron a América y fuero decisivos en la elaboración de la teología de la liberación, a la que mucho debo. Otra parte del clero vasco me interesa bastante menos y no la pondría de ejemplo de un genuino seguimiento de Jesús, lo cual no quiere decir que hayan tenido sus razones para actuar como lo han hecho.
Quiero recordar a los más de cuarenta curas vascos que; por reivindicar los derechos naturales del hombre y de los pueblos, por denunciaba la situación de injusticia creada en el Estado español y el caso concreto de los derechos conculcados al Pueblo Vasco y a la clase obrera, fueron encarcelados en la única cárcel para religiosos que existió en el mundo durante el franquismo, el pabellón de la cárcel de Zamora abierto expresamente para el clero en virtud del Concordato suscrito en 1953 entre el Estado español y la Santa Sede.
Recuerdo…en estos nombres a todos los que canonizados por el pueblo…dieron su vida, por las cosas en que creyeron…José Sagarna Uriarte, José Ariztimuño(Aitzol), Celestino Onaindía hermano de Alberto Onaindía, el padre Olasso, Martín de Lekuona y Gervasio de Albizu, Alejandro de Mendikute y José Adarraga, José de Arin y muchos más …Hay, una gran lista de desaparecido…los curas rojos…muchos de cuyos restos no han aparecido… Sería conveniente leer… http://www.elpais.com/articulo/sociedad/somos/nadie/elpepusoc/20071027elpepisoc_13/Tes
http://www.derechos.org/nizkor/espana/doc/lekuona.html
Es un tema pendiente, la revalorización del martirio de estos hermanos, asesinados por el Franquismo, en connivencia con mucha de su Jerarquia…Gabriel
Qué nube tormentosa oculta la realidad del Pueblo Basko! Cuando iba a la escuela despues de la guerra civil, por mandato de Franco se nos prohibía hablar en euskera y se nos castigaba si lo hacíamos. A muchas madres de mis amigos las exponían con la cabeza rapada al escarnio público. Y Lauzurica consentía todos esos atropellos.
juanito
El segundo párrafo del artículo dice que la inmensa mayoría de los obispos apoyó al franquismo. Y acto seguido pone dos ejemplos de la minoría, mismos que tienen en común el haber tenido que salir de España por no ser “rabiosamente” franquistas: Múgica y Vidal.
No deja de ser curioso que “pongas al día” a Honorio de lo que justamente él dijo: que Múgica tuvo que salir exiliado a Roma para poner en su lugar a alguien que sí apoyara incondicionalmente al franquismo.
Saludos
Seme olvidaba,para mejor información sobre el obispo Múgica está el libro ” HISTORIA GENERAL de la GUERRA CIVIL en EUSKADI” el clero vasco ( I ). Obra coeditada por :
LUIS HARAMBURU- EDITOR.san sebastian
NAROKI,S.A. bilbao
Honorio,o has tenido un lapsus o no tienes ni idea sobre el obispo Múgica.Por si no tienes idea te lo pongo al dia.
Don Mateo Múgica siendo obispo de Vitoria se encontró con el alzamiento del innombrable,en un primer momento estuvo a favor del alzamiento( quizás comprensible,pués su hermano también sacerdote habia sido asesinado ),pero pasado un primer momento y dandose cuenta que aquello no era como se decia,denunció abiertamente y ante todo el mundo las barbaridades de los llamados defensores del catolicismo,fruto de ello fué expulsado a Roma.
Por encima de todo sacó la cara a los sacerdotes de Euskadi y en especial por los sacerdotes fusilados y deportados, y se le quiso tanto en Euskadi que se le tenia como simbolo de resistencia contra el dictador.
Gracias Honorio, por rescatar del fondo de la Historia, la tragedia de los católicos vascos. De ellos recibí el gran legado de justicia social, de dignidad para todos, y el derecho a dudar de las instituciones religiosas y sus representantes y no necesariamente perder la fe en el mensaje de Jesús. También me enseñaron a no comulgar con ruedas de carreta y a eso de “por sus frutos los conoceréis.”