Pasado más de un mes de la visita del papa a España con motivo de la JMJ, dos importantes organismos católicos españoles–la CEE y la Juan XIII– acaban de resumir su visión de lo que fue aquel acontecimiento. Ambos documentos –que publicamos a continuación– representan el parecer de dos sectores bien opuestos de la iglesia española actual. Con el primero se identificarán algunos visitantes de ATRIO. Con el segundo muchos más y la misma redacción. No ocultamos nuestra línea, pero insistimos en que ATRIO se fundó como lugar de diálogo en libertad, pero sin ofenderse ni excomulgarse mutuamente. En este tipo de diálogo creemos aunque a veces parezca imposible.
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Nota del Comité Ejecutivo sobre la JMJ
Jueves, 29 de Septiembre de 2011 14:25 | Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española|
En su primera reunión tras la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Madrid el pasado mes de agosto, el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española ha tenido conocimiento de la carta autógrafa que, con fecha de 22 de agosto de 2011, Su Santidad el Papa Benedicto XVI ha remitido al Arzobispo de Madrid y Presidente de la CEE, Cardenal Antonio María Rouco Varela. Publicamos el texto íntegro de la carta al final de esta Nota.
Los miembros del Comité Ejecutivo se unen al agradecimiento que el Cardenal Rouco le expresó al Santo Padre, en carta también fechada el mismo 22 de agosto. La Jornada Mundial de la Juventud ha supuesto un acontecimiento de Gracia para la Iglesia y ha dado al mundo entero un testimonio público de fe, contribuyendo de esta manera a que el camino de la Historia se haga bajo el signo de la esperanza.
Además, el Comité Ejecutivo desea hacer público su agradecimiento al Cardenal Rouco y a todos sus colaboradores en la Archidiócesis de Madrid, así como a los obispos y colaboradores de las diócesis sufragáneas de Alcalá y Getafe, por el gran trabajo, desarrollado durante años, para que la JMJ se haya llevado a cabo con éxito. Del mismo modo, los obispos agradecen a todos los hermanos en el episcopado y a sus colaboradores la diligencia en el trabajo y la acogida que han prestado a las decenas de miles de peregrinos que llegaron en los días previos a las diócesis españolas, camino de Madrid.
Los miembros del Comité Ejecutivo piden al Señor que los frutos espirituales y apostólicos de la Jornada Mundial de la Juventud sean abundantes para la Iglesia.
Al Venerado Hermano
Antonio María Cardenal Rouco Varela
Arzobispo metropolitano de Madrid
Presidente de la Conferencia Episcopal EspañolaAl regresar a Roma después de los inolvidables días de mi Visita Pastoral a Madrid para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, quisiera manifestar a Vuestra Eminencia mi más cordial reconocimiento por las innumerables muestras de hospitalidad y las continuas atenciones que me ha dispensado durante mi reciente permanencia en España.
Ruego también que Vuestra Eminencia transmita mi viva gratitud a los Obispos sufragáneos, a los Obispos auxiliares, al clero, a las comunidades religiosas y demás colaboradores en esa querida Iglesia particular de Madrid, así como a las Autoridades Nacionales, Autonómicas y Municipales, a las Fuerzas de Seguridad, al personal sanitario y a los incontables voluntarios que se han empeñado en tan magno evento juvenil.
Del mismo modo, tenga la bondad de hacerse intérprete de mi afecto ante los miembros de la Conferencia Episcopal Española por su decidido apoyo a este importante acontecimiento eclesial, y manifieste asimismo mi cercanía a los presbíteros y representantes de la Vida Consagrada por su generosa implicación en este significativo encuentro. Que todos y cada uno de los que han hecho posible esta fiesta de la fe que hemos vivido juntos, cooperando en ella de diferentes formas y entregando lo mejor de sí mismos en su preparación, desarrollo y feliz culminación, sepan que los llevo gozosamente en mi corazón.
Correspondo complacido a tanta deferencia como he experimentado a lo largo de mi Viaje Apostólico, suplicando a Dios que enriquezca a todos los hijos de esas nobles tierras con la abundancia de dones de su amor y misericordia, que sirvan particularmente a las nuevas generaciones para mantenerse arraigadas y edificadas en Cristo, firmes en la fe y dispuestas a anunciar a todos la alegría que supone vivir en plenitud el Evangelio, dándolo a conocer con valentía a cuantos nos rodean.
Con estos sentimientos, y a la vez que confío a la intercesión de Nuestra Señora de la Almudena a Vuestra Eminencia, a los Obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos y fieles de Madrid y de España entera, les imparto de corazón una especial Bendición apostólica, prenda de abundantes dones divinos.
Vaticano, 22 de agosto de 2011
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DECLARACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE TEÓLOGOS Y TEÓLOGAS JUAN XXIII CON MOTIVO DE LA VISITA DEL PAPA A ESPAÑA PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD
La visita del papa Benedicto XVI a Madrid en agosto de 2011 con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) constituye un acontecimiento significativo en la vida política y religiosa de nuestro país que requiere una reflexión teológica serena al tiempo que crítica y constructiva de la Asociación española de Teólogos y Teólogas Juan XXIII. Un mes después de la visita, hacemos públicas las siguientes consideraciones:
1. La JMJ ha contado con una eficaz organización, que ha conseguido la movilización de cientos de miles de jóvenes de todos los continentes en torno a la figura del papa.
2. Queremos expresar nuestro respeto hacia los jóvenes y las demás personas que han participado en la Jornada -si bien no todos respondían a motivaciones religiosas-, así como a los miles de voluntarios y voluntarias que generosamente han colaborado en el desarrollo de la misma.
3. Creemos, sin embargo, que no fue propiamente una Jornada de la Juventud, ni siquiera de la juventud católica, sino una Jornada del Papa, quien ejerció el protagonismo en todo momento y utilizó a los jóvenes como excusa para reforzar su poder en la doble función de Jefe de Estado y de máxima autoridad de la Iglesia Católica. La organización del evento estuvo centrada en la exaltación del papa, hasta desembocar en papolatría. Era la confirmación del autoritarismo y del carácter piramidal de la Iglesia católica.
4 Nos parece que la ausencia del interés por los jóvenes se puso de manifiesto en la escasa referencia a sus graves problemas, como el desempleo y la falta de perspectivas de futuro en los diferentes terrenos de su vida. Dicha ausencia es más llamativa si cabe cuando sabemos que los jóvenes son uno de los colectivos que está sufriendo de manera más acusada y generalizada las consecuencias de la crisis económica.
5. La JMJ fue una clara y fehaciente demostración del poder de la Iglesia católica en una sociedad secularizada y en un Estado no confesional. Demostración de poder que recordaba algunas de las manifestaciones del nacionalcatolicismo de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado.
6. Nos preocupa de manera especial la imagen de Jesús de Nazaret y de la Iglesia ofrecida por el papa a los jóvenes, a la sociedad y a los propios católicos: un Jesús de Nazaret espiritualista y desencarnado; una Iglesia-espectáculo, de cristiandad, patriarcal, ritualista, más acorde con la contrarreforma del concilio de Trento y con la restauración puesta en marcha por el concilio Vaticano I que con la reforma del concilio Vaticano II. El principal empeño de la Jornada parecía ser llevar la restauración hasta el extremo.
7. La JMJ contó en todo momento con el apoyo y la legitimación de los diferentes poderes e instituciones: jefatura del Estado, gobierno de la Nación, ayuntamiento de Madrid, gobierno de la Comunidad de Madrid, empresarios, militares, etc., que demuestran el trato privilegiado de que es objeto la Iglesia Católica a nivel institucional. Esto nos parece impropio de una sociedad cultural y religiosamente pluralista y de un Estado constitucionalmente no confesional.
8. Creemos desmesurado el tiempo dedicado a la información sobre el evento en los diferentes canales de la televisión pública, otra prueba más del trato de favor a la Iglesia Católica con fondos públicos y de la falta de igualdad de las religiones.
9. Igualmente desmesurado nos parece que fue el gasto del viaje: decenas de millones de euros, además de los privilegios para los peregrinos en los transportes, servicios sanitarios, entradas a museos, etc., y de los gastos de las diferentes administraciones en materia de seguridad, alojamiento, etc. Tal dispendio volvió a poner de manifiesto la insensibilidad de la jerarquía eclesiástica, incluido el propio papa, hacia las personas, las familias y los sectores más castigados por la crisis, que sufren en su propia carne los recortes sociales, salariales, sanitarios, culturales, laborales, educativos, etc.
10. A pesar del desencanto que ha producido en muchos colectivos cristianos esta visita, tenemos la esperanza de que “Otra Iglesia es posible” con estas características: respetuosa del pluralismo en su seno y en la sociedad, democrática; en diálogo intercultural e interreligioso; sensible a los problemas de los jóvenes, abierta a sus inquietudes, con capacidad para reconocer sus valores; que denuncie las estructuras injustas, sea crítica del poder, dé ejemplo de pobreza, practique el compartir, renuncie al boato y sea solidaria con los excluidos y marginados. En esa dirección seguiremos trabajando y esperamos que lo hagan el papa y la Iglesia institucional en el futuro.
Madrid, 28 de septiembre de 2011
Querido Ludovico:
Abriste y cerraste tu intervención en este hilo dirigiéndote expresamente a mi.
No quisiera que considerases desatención el no haberte contestado. Otros han defendido el documento de la Asociación Juan XXIII -una de las dos visiones reasuntivas de la JMJ que se ofrecían en este post- con el mismo argumento que lo hubiese hecho yo: parece que confundes discrepar con insultar, tal vez porque creas que discrepar de una tan alta autoridad sagrada es ya un insulto y merfece todo un Premio “Ignobel”, a los que te refieres. Supongo que lo de “Igno” se referirá a “ignorancia”. ¿O a ignominia?
Pues sin ser responsable o coautor de ese documento, yo considero que es verdad que en sus viajes se aprovecha hasta el exceso la doble dimensión, más contradictoria y antievangélica de lo que crees, de Jefe de Estado y Siervo de los Siervos de Dios. Lo sagrado y lo profano han ido siempre unidos. Lo que nos diferencia a unos cristianos de otros hoy es para unos esa unión va por la vía del poder -exaltación de un poder divino que se hace absoluto en el sucesor de Pedro- con las prácticas y montajes de todas las cortes de monarcas absolutistas desde los faraones, y para otros esa unión se debe hacer únicamente en la adoración a Dios en cada persona, en la igualdad y fraternidad de todos los hombres, en el servicio a la formación de una comunidad de iguales y librfes donde hay un solo Padre y en donde a nadie más se le llama Padre y menos Santo.
Y todo esto se puede pensar y desear como católico, siguiendo la palabra de Dios, la mejor tradición y el mejor magisterio. Ahí me encontrarás siempre, unido en espíritu al otro Antonio que tú y yo conocemos y completando mientras me mantenga en vida -también con ATRIO- lo que le falta a la obra que empezó Jesús el Galileo: revelar al Dios misericordioso en el rostro de cada hombre, sobre todo en el más alejado y más empobrecido, y denunciar a quienes alardean de usar su autoridad para cargar fardos pesados a los demás y eligen los primeros puestos.
Pro si quieres, fuera de este ATRIO en donde hay tanta variedad y libertad que comprendo que te choque, seguiremos hablando.
¡Ole! a los tres, Héctor, Asun y Antonio
Muy bueno, Asun, y me adhiero a cuanto y como expresas las actitudes de fe y el que la valoración de la misma es más práctica que teórica.
Reafirmo el que, no siendo posible motivar desde la realidad divina nuestra fe, pues nos falta la VISIÓN O ESCUCHA DIRECTA de DIOS, hemos de ser más respetuosos con las opciones de fe de l*s otr*s que no se apoyan en JESÚS, como HOMBRE en quien la DIVINIDAD queda como anonadada y sigue escondida, sin dejar de ofrecernos la TEOFANÍA posible de alcanzar por l*s human*s.
Por ello , el valor real de nuestra fe, por las obras, será proporcional a la coherencia de las mismas con las que nos presenta el testimonio modélico y el mensaje de Jesús: “¡Felipe! Quien me ve a mí, ve a mi Padre:” Y también: “- Si no dais crédito a cuanto os digo ¿Por qué también lo negáis a LO QUE HAGO?”
Es comprensible, Ludovico, que expresiones que se dicen aquí, te parezcan ataques directos y hasta exagerados, (algunos sí creo que lo son), porque parece que partes de que amar a la Iglesia, como a cualquier persona o comunidad, es apoyarla sin hacer ninguna crítica o autocrítica, cerrando los ojos y acatando todo sin haberlo experimentado y vivido realmente en y por uno mismo.
Toda experiencia íntima de Dios expresada es una interpretación, que no digo falsedad, sino la verbalización de lo que se siente como real y verdadero, pues se expresa en una época determinada, en un idioma situado por tanto y condicionado a un espacio-tiempo. La lectura literal de lo interpretado, aunque venga del evangelista Juan, como concepto heredero de una cultura no re-actualizado y experimentado es proclive, tomado al pie de la letra, de entreabrir la puerta al absolutismo dogmático, a la intolerancia cerrada sobre sí misma.
La religión puede caer, ante todo, en convertirse en creencias, en la verdad que se defiende de no-verdades ajenas, de fácil acceso a la radicalidad y al fanatismo, aunque sea moderado. La religión y la institución que la sostiene pasa a dejar de ser cauce del Agua, la espiritualidad de la que se originó, pasando a ser únicamente un recipiente que separa, se adorna y protege de mil formas, pero olvida el fluir del agua, lo más valioso, la vida que contiene, que es siempre la misma, que no se puede atrapar, pero se deja experimentar y expresar de mil modos diferentes, como la Unidad que Es, que no podemos ver ni asir de lo “infinitamente” diverso y plural.
Tener miedo a que se resquebraje el recipiente, es tener poca fe-confianza en Lo Que Es y en quienes somos, siempre el contenido, el agua que es Océano y olas. No tener dudas es ir dando rodeos con constructos humanos que están en la mente y que parece nos ofrecen y dan seguridad mantener tal cual son. Pero no nos adentran a vivir en lo más profundo que somos, si nos irrita y saca de nuestras casillas leer, ver y oír otras percepciones de la Realidad.
Lo que en las religiones llamamos Dios, es imposible de representar. Esto, de fondo parece que duele aceptar, porque siempre que no casa con nuestra “verdad”, lo que otros perciben, lo que hacemos, todos, sin excepción, como proyección de nuestra modo de comprensión y percepción de la realidad toda, es resistirnos a soltar las amarras de nuestras seguridades, seguridades que nos atascan e impiden develar, descubrir y despertar a nuestra verdadera identidad, que todos compartimos y en la que somos.
Las visiones, que aquí se presentan, tienen y vienen de dos idiomas muy diferentes, una y otra son dos modos de vivir la fe, de expresarse en la Iglesia. La identificación concreta con uno u otro idioma, no da más verdad, en tanto que haya enfrentamiento y descalificación al que se considera “oponente”, tampoco sirve de mucho fomentar la veneración y la mediación, si no hay liberación y coherencia evangélicas en la vida práctica del día a día, poniendo el centro en la dignidad y respeto de todo ser humano.
Buenas noches.
Gracias, Mª Luisa, por lo visto no nos han entendido. Con lo clarito que lo has puesto. Yo añadiría esto: si cada interpretación de la realidad fuera ya la única verdad, apaga la luz y vámonos. Ya estaría todo hecho. Ya no se puede seguir buscando. ” Lo que transmite la revelación no es la verdad sino la realidad de ésta”. Por eso seguimos buscando y es mucho lo que nos jugamos en ello. No hay ni papa ni iglesia que nos imponga su ‘verdad’ como final.
Penetrar en la realidad, buscar lo que es la realidad, desde lo tiempo más remoto fue siempre un acercamiento penoso, un paso más, una interpretación del más allá: la creación propuesta por el Génesis, todo lo que se llama revelación, no son más que acercamientos a la realidad que es de todos y nos pertenece a todos. En esa realidad está el mismo Ser que los sostiene todo, seguimos buscando. Jesús nos llevó de la mano y nos enseñó con su propia vida para ayudarnos a dar una paso más, con él seguimos caminando pero aún no hemos llegado.
Saludos a todos Héctor
Reconozco mis limitaciones e impaciencia para debatir a partir del sistema de coordenadas en que se mueven quienes siguen a mi última intervención. Llamar discrepancia a esto: “… sino una Jornada del Papa, quien ejerció el protagonismo en todo momento y utilizó a los jóvenes como excusa para reforzar su poder en la doble función de Jefe de Estado y de máxima autoridad de la Iglesia Católica”, es decir, afirmar que el Pontifice se aprovecha taimadamente de algo, es una opinión sencillamente me parece inasumible. M parece, además, otras cosas. Tampoco aguanto los truismos. Nadie afirma que el magisterio sea inmovilista ni que el tradición no tenga historia, yo mismo aafirmo que la tradición…incluida la actual. El dogma lleva en su entraña un dinamismo, una evolución homogénea. No me gusta que atribuyan a la Iglesia que yo amo una serie de sambenitos que sólo cabe en la mentalidad del supuesto denunciante. Por último,para abreviar, detesto los juegos verbales. Si a Kant, Hume le despertó del sueño metafísico, a mí la filosofía analítica me ha hecho poner en cuestión los verbalismos seudoteológicos. Es superior a mis fuerzas responder a expresiones esas como la revelación no es la verdad sino la realidad, o Cristo no reveló a Dios diciendo lo que era, sino modestamente siéndolo. Como si el hablar del Señor no fuera su Ser, El que era el Verbo. Me despido Gracias , Antonio.
A mi modo de ver si de discrepancias hablamos como parece señalar Ludovico, la frase seleccionada como insultante por él no es tal, es más bien una expresión, la expresión discrepante de quienes por imposibilidad real no pueden ceñirse ni al inmovilismo del magisterio ni a la tradición sin considerar el carácter intrínsecamente histórico de ésta. .
Lo que transmite la revelación no es la verdad sino la realidad de ésta. Por tanto, el cuerpo de la verdad (san Irineo) concepto que en teología fue comprendido erróneamente, no lo constituye la implicación lógica de unos dogmas con otros, sino un cuerpo orgánico que, precisamente por ello ilustra acerca de Dios y de Cristo pero no separadamente.
Cristo no reveló a Dios diciendo lo que era, sino modestamente siéndolo. De ahí la implicación somática de la revelación y por tanto lo transmisible de ella tradicionalmente.
Buenos días a todos y a todas!
No insultamos a las personas, porque las personas son reales, hermanos, parte de nosotros mismos.
Con todo lo que existe nos sentimos parte de esa realidad que la vemos siempre en las manos de Dios. No sabemos cómo es El, sólo sabemos que ES, que es el único que es por si mismo y comparte su ser con todo y con cada uno se nosotros. “El que me a mi ve al padre”, dijo Jesús, ve al dador de ser que comparte su ser son el universo entero.
No insultamos a JL Ratzinger que es una persona venerable como Ludovico y como yo. No estamos de acuerdo con el concepto que le envuelve a él y a la Iglesia como institución inapelable.
Ese concepto ya no es la realidad es una interpretación de la realidad que yo puedo aceptar y lo digo así todo ello sin insultar a quien se identifique con lo que ellos ven como real.
El error del que cree en el equipo de futbol, en el partido político, en una mentalidad determinada, en cualquier mito o en la iglesia, en la patria o el nacionalismos y lo ven como única realidad sin la que nos hay salvación, el error está en creer que su concepto es toda la realidad. No ven que es una visión parcial. En esos conceptos hay un peligro y es que al identificarlos con la única verdad se puede caer en la tentación de que todo esta justificado
El papa como identificado con su concepto de suma e inequívoca realidad es algo que no lo puedo aceptar. No puedo renunciar a trescientos años de pensamiento humano, renunciando, sí, totalmente al radicalismo de Des Cartes: “La única realidad es la que yo pienso”.
Aquella conquista del pensamiento humano la considero como parte de esa realidad que sigue evolucionando en las manos Dios.
Así lo veo yo Héctor
Ludovico, gracias por tus aclaraciones sobre nombres que eran como suponía, pues yo nada tengo que ver con lo que se presenta como debatible en este ATRIO.
Igualmente te agradezco la aportación que haces: “- No hay más razonamiento que el del insultón cuando afirma que no insulta sino que describe o declara que el insulto son tus hechos.”
A propósito de esto me he acordado de como lo aclara la Carta de Santiago II, 14_21, pero, sobre todo, con la conclusión que remata su razonamiento en el 21. Y supongo que no supondrás que me considero exceptuado para recibir el requiebro de algo que se nos propone como Palabra de Dios, como tampoco considero exceptuado a ninguno de los mortales, por muy papa y obispos que sean.
El negar a Jesús de palabra, le reportó a Pedro, algo muy serio para tener que arrepentirse y llorar amargamente. Negar a Jesús (La realidad que Él aceptó con su testimonio de vida y escala de valores, exponiéndola claramente en SU MENSAJE) con las actitudes y obras, es aún peor negación.
Al menos el papa Benedicto XVI, en contra de la muy borbónica costumbre de tutear a todo el mundo -aunque a ellos, a tan ilustre casa o familia, en correspondencia con su dignidad real haya que tratarlos de majestad, alteza y demás reverencias-, trata al cardenal Rouco de “Vuestra Eminencia”…
Sin embargo, como ya he manifestado en otras ocasiones en éste y en otros foros, una de mis persistentes dificultades para con la Iglesia llamada institucional sigue consistiendo en que no puedo, así como así, entroncar el estado actual de cosas, la estructura piramidal, clerical y jerárquica de la Iglesia católica, con el sueño de Jesús, que más me sigue pareciendo empeñado en proclamar un tipo de comunidad cristiana entendida en claves de igualdad, fraternidad, solidaridad, comunidad de iguales, hombres y mujeres libres y reconciliados en torno al Señor, el único maestro.
No dudo de la sapencia teológica de Benedicto XVI, en absoluto, ni de su amor a la Iglesia universal desde su doble condición de discípulo de Cristo y vicario de éste. Sin embargo, hasta donde sé creo ser consciente de que Benedicto XVI es el primer interesado en que la estructura de la Iglesia católica siga siendo la que es. Es cierto que como Papa trata de contener los deseos de los grupos católicos más integristas, decididos a que la Iglesia católica parezca todopoderosa hasta en sus ornatos externos (reivindicación del uso de la tiara papal, por ejemplo, como signo del poder máximo del papado, a la vez terrenal y sacro), pero desde luego Benedicto XVI no estaría de acuerdo con la carta-propuesta de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII. En modo alguno. La trataría de deslegitimar.
Carta cuyo contenido comparto, al menos en algunos de sus postulados o puntos, no en todos. Pero que veo quimérica, acaso irreal, un sueño. Porque ¿cómo no íbamos a compartir aspectos de su contenido si los tres amigos que estamos detrás de Jonás Díaz Ramos V somos unos puteados-ninguneados por la hipocresía eclesiástica, especialmente por la de ese burócrata, trepa y mediocre figurón que se llama Francisco Cases Andreu, obispo de Canarias?
Vicedo, mi eescrito iba dirigido a mi querido Antonio Duato, quien tiene la generosidad inmensa de ceder espacio y no suprimir –algo que no es insólito en esta tierra de garbanzos– voces discrepantes como la vía y otras ceñidas también al Magisterio de Cristo, según lo interpreta quien la teología nos enseña que debe interpretarlo: la Revelación y la Tradición, incluida la actual. “… sino una Jornada del Papa, quien ejerció el protagonismo en todo momento y utilizó a los jóvenes como excusa para reforzar su poder en la doble función de Jefe de Estado y de máxima autoridad de la Iglesia Católica”, dice el panfleto (Antonio, lo considero así) en cuestión. No hay más razonamiento que el del insultón cuando afirma que no insulta sino que describe o declara que el insulto son tus hechos. Esta mañana, mientras mi mujer abría el periódico, le pregunté: “¿Qué dice el editorial, pedazo de zorrón?” Por lo del ínclito juez ese de “zorra, animal precavido”. No me gustan las hierbas que parasitan el nitrógeno del campo, ni la sal que lo esteriliza.
Ludovico, supongo por como justificas tu entrada retorno que al Antonio al que te diriges es Antonio Duato, pero por eso de la solidaridad “homónima” (¡Vaya palabro!) y refiriéndome a lo que expones que como particular opinión te respeto, aunque no comparta lo de “insultarse la figura del papa”. Sinceramente no se donde radica el “contenido” de insulto al que te refieres y podrías poner la cita para poderlo nosotros reconsiderar, desde tu punto de vista,.
Porque para mí, y seguramente para muchos, de lo que se trata es de discernir si toleramos menos los insultos, dado que realmente lo fueran, al representante, en declaraciones razonadas, que al REPRESENTADO, con prácticas y hechos, que suelen contener un plus de eficiencia y de escándalo.
Claro que a lo mejor, el dejar en mala situación a Jesús, su testimonio y mensaje; no tiene la importancia que ello representa para la jerarquía y la estructura eclesial de poder. ¡Pero hay que aclararse en ello!
Jesús aceptó ser considerado por algunos como blasfemo y enemigo de la religión y del sistema de poder, pero con su Resurrección, el Padre lo confirmó como EL EMMANUEL cargado de razón y VERDAD.
No es consejo, que pueden servir de poco según en que circunstancias, pero he reconsiderado, para tratar este asunto, la parábola o alegoría del Buen Pastor y de los asalariados.
Querido Antonio, dije que no aparecería por aquí si no volvía a insultarse la figura del Papa. Y es paladinamente manifiesto en la carta o lo que sea eso de los teólogos y teólogas, cristianos y cristianas, ellos y ellas, de la Juan XXIII. Estos días se están concediendo los Nobel. También los Ignobel. Ambos galardones pueden equipararse en el papel, pero sólo los necios los parangonarían.
Si un cualquiera, se mueve y se presenta en público con una documentación falsificada, y, por donde anda, hay gente responsable que cuida de lo que llaman defensa preventiva del ORDEN PÚBLICO, lo declaran por lo menos sospechoso y le impiden los movimientos, o lo declaran delincuente por falsedad de Documentos Públicos.
La credencial del sucesor de Pedro, como de los demás Enviados. está expedida por Aquel Jesús, de quien reciben LA MISIÓN QUE ADUCEN, COMO IDENTIDAD FUNCIONAL y reza así: “COMO el Padre me envió; ASÍ os envío YO a vosotros”.
Con considerar llana y claramente como vino y estuvo Jesús entre los humanos y como vienen y están quienes dicen SER POR ÉL ENVIADOS, ya se puede (y se debe) análizar el sentido y los resultados de una VISITA ASÍ y de quienes ASÍ la prepararon y la mantuvieron.
¿Fuerte esto? -Ni más ni menos que cuando se trata de falseamiento de Documentos de Identidad por cualquier viajero o inmigrante que se presenta en el Control de Policia con documentación falsa.
Bueno,… si no damos por supuesto aquello que es cantinela por Elche, donde se suele decir que: “Hay HOMBRES, HOMINICOS, HOMINICACOS y CALENDURIOS” (Unos tipejos de metal, encargados de darle con la porra al campanil del reloj)
Porque ¿Tiene algo que ver lo que de Jesús nos conserva la Iglesia con estos montajes de Jornadas y Visitas PONTIFICALES (Apóstol y Jefe de Estado)?
De acuerdo, Rodrigo, lo que creo que es que en una parte pesa más la estructura y en la otra el dinamismo. Pero no porque sea una ocurrencia mía, sino porque es un componente intrínseco que conforma cada uno de los espacios. Nada es completamente perfecto, pero sí hay cosas predominantes.
Querida Ana
Me parece demasiado maniqueo tu esquema. ¿Es que sólo una parte tiene fuerzas vivas? ¿Es que sólo una parte no escucha a la otra?. Creo que la realidad es más compleja. Repito la frase de Miguel Servet:
Ni con estos ni con aquellos estoy de acuerdo en todos los puntos, ni tampoco en total desacuerdo. Me parece que todos tienen parte de verdad y parte de error y que cada uno ve el error del otro, mas nadie el suyo
Leyendo uno y otro documento, me da la impresión de que se trata de dos mundos diferentes, situados en las antípodas uno del otro. Veo muy difícil el diálogo entre ambos mundos. El primer documento es la estructura esclerotizada, según mi criterio, la que habla, mientras que en el segundo, son fuerzas vivas, denota que ahí lo que se mueve es la sociedad creyente, una parte del pueblo que piensa, analiza, pide cambios, denuncia, insatisfecha con lo ocurrido, con otro manera de ver las cosas, etc. etc.
Como en ocasiones anteriores, la parte interpelada no escucha, y por tanto, nunca será posible un diálogo, ya que la jerarquía parte de la verdad absoluta e indiscutible, mientras que el pueblo hace propuestas que deberían tener un receptor, que en este caso no lo hay.
¿De verdad esa es la escritura de Ratzinger? ah, que interesante. Aunque muy pocas letras, da algo de juego para estudios de grafología. Especialmente sugerente es la letra “d”, las “e” y la “s” final.