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Conflictos en África y fundamentalismos

Habíamos prometido ir presentando a discusión en ATRIO el esquema y algunos párrafos de cada una de las ponencias del XXXI Congreso de Teología celebtado recientemente en Madrid. Así se podía ir desgranando y extendiendo los temas expuestos que sólo algunos pudimos oír y continuar los comentarios y el debate que allí se redujo a pocos minutos. Pero no hemos podido disponer de los textos, como se nos había prometido. Los organizadores prefieren que se espere a que se publiquen las actas. Nosotros, sin embargo, vamos a publicar algunas intervenciones que hemos podido recuperar. Si alguien hizo esquemas o recogió textos, agradeceríamos que nos los enviara para poder ponerlos en común . Gracias. Este primer texto es una parte de la intervención de Jean Baptiste Migheri, teólogo laico congoleño, que habló sobre CONFLICTOS EN ÁFRICA Y FUNDAMENTALISMOS.

Se entiende al fundamentalista como una persona que adopta prácticamente una visión exclusiva de la verdad, y en ese sentido hay que tomar en consideración todos los aspectos de la verdad. Sus consecuencias se pueden resumir en la visión dualista, en el pensar, en el sentir, en el hacer, en los tópicos, como la buena religión en contra de la supuesta mala religión, en el eje del bien contra el supuesto eje del mal, la buena cultura en contra de la supuesta mala cultura, como buena civilización en contra de la supuesta mala civilización, y eso en todos los ámbitos de la vida humana. El fundamentalismo se manifiesta como intransigencia frente a la opinión, a la cultura, el modo de vida de los demás. Y aunque parezca expresarse más en la forma religiosa, tenemos que comprender y aceptar que éste no es el modo exclusivo de su manifestación.

Cuando se habla de los conflictos africanos desde fuera, se les suele calificar de tribales o étnicos. Es la manera más atolondrada e irresponsable de definirlos, y por ende de no querer responder por ellos, exponiendo sus verdaderas causas. Política, economía, cultura y religión son en realidad los grandes marcos de los conflictos africanos, como lo son de alguna manera, en realidad, en todo el mundo.

Pero ¿cómo se manifiestan esos fundamentalismos políticos, económicos culturales y religiosos en los diversos conflictos del continente? ¿Cuáles son sus alcances negativos y cómo se pueden contrarrestar? Nos acercaremos a todas estas preguntas, desde la consideración histórico-socio-cultural hasta la consideración político-económica, pasando por el aspecto religioso en general.

Partiendo del contexto histórico-socio-cultural podemos descubrir que el continente africano en su larga historia en su larga historia de diversidad cultural, es su marca más propia, es un verdadero mosaico de la humanidad, un museo antropológico viviente. Pero al mismo tiempo, África es el continente más pobre, o mejor dicho, el continente más empobrecido. Quinientos años de trata de seres humanos, de esclavitud, de colonización, de saqueo de las riquezas naturales y culturales, de manipulación de sus poblaciones y alineación de su historia, de expolio de sus tierras, y todo esto coronado por el actual neocolonialismo político y económico. Todos estos aspectos dejan en la cuna de la humanidad gravísimas heridas. Por otro lado, este continente sigue sufriendo un cierto fundamentalismo cultural, tradicional, que crea un ambiente socialmente conflictual. Por ejemplo, en la materia de la igualdad entre hombre y mujer, al no aprovechar y desarrollar positiva y rápidamente mente los derechos de la mujer, muchas sociedades africanas han seguido manteniendo un ambiente familiar de no-paz y fomentando indirectamente la ignorancia, ya que les falta la totalidad del liderazgo femenino, necesario para la cultura de la paz. Sin embargo, la mujer africana no deja de ser la principal clave del desarrollo y de la paz en África, a través de un feminismo llamado a fomentarse respetando y promoviendo los valores socio-familiares para llegar a una sociedad socialmente responsable y socialmente fecunda. En efecto, la igualdad es ante todo, según mi consideración, un camino de dignidad humana. El machismo no se resuelve con favoritismos, mas bien con el respeto de cada uno por su ser, ser humano. Por lo mismo, una educación no discriminatoria, me parece el mejor medio para ir eliminando todas las formas de discriminación en nuestra sociedad. Aspectos tradicionales como la dote, todos sabéis de que se trata, debería estar sujeta a un profundo discernimiento comunitario, ya que ha ido perdiendo su valor simbólico, que tiene que ver con la fecundidad de la mujer madre y la fortaleza del varón protector, sugiriendo a muchos la idea de que se trata más bien de una venta o compra. Con este ejemplo quiero señalar que muchos simbolismos africanos han ido perdiendo su valor a lo largo de los años y necesitan ser discernidos y actualizados comunitariamente, familiarmente para no convertirse en debilitadores de la armonía social.

Cuando de habla de fundamentalismo religioso, nacido en el siglo pasado en el sur de Estados Unidos, hoy pensamos primeramente en nuestros hermanos musulmanes o, como mínimo, a los árabes, si bien la historia confirma la existencia de muchos fundamentalismos.

Benedicto XVI lo captó claramente cuando dijo: grupos que dicen pertenecer a las distintas religiones se difunden en África. Lo hacen en nombre de Dios, pero según una lógica opuesta a la divina. Es decir, engañando; enseñando no el amor y el respeto a la libertad, sino la intolerancia. Lo que consideramos como fundamentalismos es esencialmente una alineación de la doctrina, y por lo tanto habría que ponerle siempre un calificativo, un atributo, precisando siempre mejor para evitar la confusión. Nos vale reconocer aquí que el Islam, su misión, no tiene nada que ver con el fundamentalismo de algunos de sus practicantes. Lo mismo con todas las demás religiones, incluyendo la nuestra, la católica, acusada no pocas veces por un tipo de prensa occidental de promocionar el fundamentalismo. En todo caso, todas las religiones del mundo han experimentado, de una u otra manera, el sufrimiento de movimientos fundamentalistas. Lo mismo ocurre en las culturas, las corrientes de pensamiento, las ideologías, los sistemas, etcétera. Y curiosamente se observan similitudes entre los diferentes fundamentalismos religiosos.

África es uno de los continentes donde sus religiones tradicionales son poco representativas, o mejor dicho, poco valoradas. Por ejemplo, el hermoso y profundo culto de los ancestros, que para mi es la única idea que me hace creer en los santos, y entrar sin hesitación en la vivencia cristiana de su culto, esta experiencia, digo, es a menudo mirada con recelo. Hay tantos otros ejemplos a los que podemos referirnos: la danza religiosa africana, los colores, el uso de las lenguas africanas, etcétera. Observasteis seguramente lo que sucedió en el último sínodo de la Iglesia africana en Roma, cuando se prohibieron algunas manifestaciones africanas. Desde luego podréis comprender que en África un catolicismo al que se ha impedido ser africano, no es para africanos.  La diversidad positiva no se opone jamás a la universalidad, más bien es para ella la garantía carismática. En todo caso, como la fe tradicional no deja de tener su influencia en todos los africanos,  hay que evitar una relación conflictiva entre los diferentes puntos de vista. Es verdad que en este caso la incidencia es minima. La indiferencia y el rechazo es la actitud mas adoptada, la ignorancia puede contribuir a esto también.

Exceptuando el llamado animismo los conflictos religiosos se agudizan y se profundizan en le territorio africano, y especialmente entre el cristianismo y el Islam, sobre todo en la parte norte del continente. Curiosamente, porque se trata de las dos grandes religiones del tronco de Abraham, importadas a África en compañía de dos sistemas de colonización que los musulmanes árabes y los conquistadores europeos trajeron con su conquista política.

Desgraciadamente a historia sigue haciendo sus pasos en este continente, y en este sentido son pocos los conflictos en los que elemento religioso está ausente. La mayoría de los países de África del Norte lo experimenta muy a menudo. Quienes lean los periódicos se darán cuenta de tantas victimas debidas a la violencia religiosa. El caso mas concreto es el de los monjes de Tibhirine.

3 comentarios

  • Héctor

    África no es una continente pobre sino un continente rico, es un continente empobrecido. Lo he vivido personalmente durante 45 largos años. ¿Por qué buscar tantas explicaciones a ese empobrecimiento? ¿Será para huir del sentimiento de culpabilidad refractado desde esa misma pobreza?.

    Para algunos la pobreza se ha convertido hasta en motivo de gloria, la gloria de las ONGs y de los personajes famosos que se pasean  por el continente repartiendo pequeñas dosis de su riqueza.
     
    Se ha aludido al clima que hace a la gente más perezosa. Se habla del crecimiento rápido de la población cuando el mundo entero trata de reducir la natalidad para ajustar los medios existentes a la población del futuro. Se habla de la ignorancia y de los problemas etnológicos como dice Migheri. Sin embargo la clave de los fundamentalismos lo ilumina todo con plena claridad.
    Por un tiempo en Zimbabwe (años 90s) estuve en contacto con los ejecutivos encargados de implantar los fundamentalismos del FMI y del Banco Mundial a través de los PAEs (programas de ajustes estructurales). La deuda de los países empobrecidos se convirtíó así en una magnífica herramienta para asegurar el acceso a la riqueza de sus materias primas e infraestructuras de la forma más barata posible. La estrategia exigía que las naciones pobres rebajaran aún más el nivel de vida de su población.
     
    Me indignaba pensar que los colonos habían llegado allí doscientos años antes con la excusa de la civilización. Ese era su credo, y lo presentaban con vivos colores, “fijaos en nosotros los civilizados, lo tenemos todo, fuerza armas, talento, dinero, salud, ideas par mejorar vuestras vidas, y especialmente un Dios que premia a los buenos y castiga a los malos”. Eso era para ellos ‘lo fundamental’. Con esa excusa arrasaron un inmenso continente usando una violencia desmedida. Asesinatos para eliminar a los elementos opuestos a la ‘civilización’, robos legitimados, esclavitud para darles trabajo donde hacía mas falta. Muchos de ellos venían como ‘exploradores’ para conocer mejor el continente pasándose luego a explotadores.

    El resultado en definitiva fue que se exprimían las vidas y tierras para enriquecer a las naciones europeas.

    Lo que estaba haciendo el IMF doscientos años más tarde ha sido todavía peor. La pobreza, las enfermedades y el hambre están destruyendo hoy más vidas que en los tiempos coloniales.
     
    El fundamentalismo de los medios de comunicación es otra de las herramientas que aseguran y mantienen el empobrecimiento del continente. La propaganda negativa, y bien merecida por otra parte, que se hace del dictador Mugabe tiene el efecto contraproducente de distraer la atención de las verdaderas causas del desastre humano del país. Aunque Mugabe fuera un santo todo seguiría igual. El mal mayor está en otra parte.
     
    Lo peor es que el el Dios que traían los europeos y que aconsejaba sumisión, paciencia y sufrimiento como Cristo en la cruz sigue siendo el mismo Dios que hoy es venerado por las víctimas del IMF. Estos son fundamentalismos que aterran. Pedir una rebelión de los cristianos siguiendo un estudio serio de los evangelios y encontrándose con el Galileo que echaba por los suelos las estructura opuesta a la liberación del ser humano es algo impensable durante la égida de Ratzinger y de las demás religiones cristianas o musulmanas.
     
    Saludos a todos Héctor
     
     

  • Gabriel Sánchez

    Una primera cosa que quiero decirle a todos los conforeros, es que los extrañaba, pero necesito días de 30 horas…pufff…Bueno, el gran gusto de leer este excelente articulo, al que menciona, pero muy soslayadamente, que la división politica de los paises que hizo y sigue tratando de hacer occidente, tiene mucho que ver con sempiternas peleas, que si son de caracter…racial…como Tutsi y Hutu, a modo de ejemplo, pero el mirarlo como un conflicto racial, es parcializar la realidad, en realidad hay ingredientes politicos, economicos, de poder…y sociales…Los enfrentamientos más furiosos y los genocidios más terribles, si son analizados, se encontraran que todos estos elementos se coadyugan…En realidad el fundamentalismo, se alimenta de concepciones religiosas, pero también sociales, economicas y politicas…

    La otra cuestión, es que en realidad es el enfrentamiento de dos culturas, una cultura implica a todo esto…incluso el aspecto religioso, con una concepción que hace del otro un enemigo…o un subalterno…

    Lo cierto, es que el neocolonismo de la OTAN, ha utilizado estos conflictos para explotar y dominar mejor…y cuando no hay rivalidades las fabrica…como en Libia…

    Pero existe un problema de fondo, que es el entender que la realidad se constriñe a lo que podemos percibir o creer nosotros…y lo que percibe y cree el otro no…La realidad, especialmente Dios…es demasiado compleja y extensa como para que la comprendamos, cada uno la ve desde el lugar del universo en donde esta ubicado y ve aspectos de esa realidad que parecen antagonicos y sin embargo son complementarios…Por lo pronto un sentido homenaje, al trabajo, el esfuerzo y las busquedas del gran teólogo y entrañable persona que es Jose Maria Vigil…con sus trabajos sobre pluralismo religioso…Un abrazo grandote…para el y el sentido homenaje a un profeta…Gabriel

  • Antonio Vicedo

    En el fondo, según mi permanente convicción y mi reiterada  afirmación, la clave sigue estando en la falsedad con la que se acepta y se considera la realidad PERSONA = SER HUMANO, al admitir su CLASIFICACIÓN DIFERENCIADA,  no por sus circunstancias, sino ya en su misma realidad esencial.
    De esta premisa teórico-practica las deducciones de desequilibrio en las relaciones sociales humanas entran en el plano de la normalidad explicativa y, en tanto consecuentes, justificadas.
    Si la PERSONA, por ser hembra o varón, no tiene el mismo valor, la misma dignidad y la misma finalidad, las relaciones mutuas por cometidos diferentes, conlleva subordinaciones y desequilibrios casi nunca justos.
    Ello se convierte en caldo de cultivo de toda clase de fundamentalismos que no manifiestan,  si no el falseamiento del FUNDAMENTO: DEL SUJETO PERSONA, al que se le convierte, desde cualquier consideración o situación de propia ventaja, en OBJETO.
    ¿Andará por aquí la influencia de la FALSEDAD en la exposición mítica duplicada de la Creación de los Seres Humanos ( Capítulo IIº. del GÉNESIS) tan esencialmente diferente del Iº., y en la acción mítica o arquetípica de las vivencias paradisíacas y sus consecuencias?
    Trastocado el orden piramidal de los valores esenciales de la PERSONA, alterando desde su cúspide hasta su base, el desorden estructural relacional, desde la familia hasta el IMPERIO o la ONU, todo es una consecuencia explicable, aunque carezca de la más mínima justificación, tanto en el plano laico, como en el religioso; en este mucho menos.
    Por esto he pensado muchas veces, si no estará por aquí lo que simbólicamente esconden el considerado Pecado Original y el Bautismo como Fe y Cambio de mentalidad práctica (“Metanoia”) en tanto origen de DESORDEN PERMANENTE ( NO DE CULPA HEREDADA); y salvación o liberación en el devenir de la Humanidad.
    Esa lamentable realidad de creerse unos superiores a los otros a los que se les puede tener dependientes y sumisos (OBJETOS), como puede considerarse normal de las criaturas respecto de los dioses (EL PODER) y la justa aceptación de la equivalencia personal, como expresión práctica del ORDEN NATURAL HUMANO y adecuación, desde la fe práctica, a la realidad del PROYECTO DIVINO para la HUMANIDAD, encajan razonablemente con el análisis del desequilibrio humano y su superación: “-Que a NADIE se le considere. ni se le tenga, ni se le llame MADRE-PADRE sobre la tierra, pues esa MATER-PATERNIDAD sólo es propia del DIOS a quien Jesús nos lo presenta como ABBA= MAMITA-PAPI.”
    Para TODOS LOS HUMANOS (PERSONAS) queda LA HERMANDAD UNIVERSAL como REALIDAD, y el MUTUO AMOR como contenido inalterable de TODA ESTRUCTURACIÓN SOCIAL en la más autentica LIBERTAD en IGUALDAD.