Carlos Olalla es un actor que se dedicó al cine ya mayor, por vocación. Lo explica así en su blog: “cuando tenía 45 años y había pasado veinticinco dirigiendo empresas decidí cambiar una maravilla de sueldo y una mierda de trabajo por una maravilla de trabajo y una mierda de sueldo”. Pues bien, acaba de publicar en Placenta del Universo este artículo sobre las diversas formas de cristianismo con las que se ha encontrado a lo largo de la vida. Es muy interesante.
En estos tiempos de visitas papales, de fastos religiosos, de lujo y oropeles, de hipocresía, de mentiras y de multitudinarias demostraciones de la llamada fe cristiana en un Estado que se define a sí mismo como aconfesional, son muchas las preguntas que uno puede hacerse sobre la Iglesia y sobre el papel que la Iglesia juega en nuestra sociedad. La primera, no lo puedo evitar, es ¿Cómo es posible gastar 50 millones de euros para una visita del Papa a Madrid de tres días cuando están muriendo miles de niños de hambre en Somalia, y tantas y tantas partes más?; ¿Es esta la caridad cristiana que predican desde las más altas instancias de la Iglesia?; Una Iglesia que prohíbe dogmáticamente el uso de preservativos aún a riesgo de contribuir a propagar el sida en África, que no castiga ni persigue a los curas pederastas y sí castiga y persigue a los curas que han tomado partido por los pobres y que viven y practican su fe de forma consecuente y sincera; Una Iglesia que oficialmente ha apoyado sistemáticamente todas las dictaduras fascistas del siglo XX y que siempre se ha alineado con los ricos y poderosos, en lugar de hacerlo con los pobres ¿puede considerarse realmente seguidora del mensaje de Jesús?; ¿Cómo reaccionaría hoy Jesús viendo que el sucesor de San Pedro vive como vive en el Vaticano; viendo que su Iglesia es ideología fundamentalista, poder económico y tiene hasta su propio Estado; viendo el daño y las barbaridades que la Iglesia oficial ha hecho en su nombre en los últimos dos mil años?
Hace ya muchos años que no creo en la Iglesia oficial, ella misma se encargó de dinamitar los últimos resquicios de fe que yo pudiera haber tenido. Me considero agnóstico y no soy creyente, sino firme y convencidamente “dudante”. Sin embargo hay unas palabras en el mensaje de Jesús en las que sí creo profundamente: las del Sermón de la Montaña y todas las que dijo para tomar siempre partido por los pobres y los marginados, por los más desfavorecidos, por los que más le necesitaban. En esas palabras sí creo y además me considero practicante. Cuando miro a la Iglesia oficial y veo lo que ha llegado a alejarse de esta Palabra, del eje mismo sobre el que Jesús construye su mensaje, cuando veo el daño que la Iglesia oficial está haciendo a la verdadera iglesia, siento asco, repugnancia y unas ganas irrefrenables de oponerme a ella con todas mis fuerzas. Pero sé que hay otra iglesia, una iglesia que sí sigue el mensaje de Jesús, una iglesia que ha tomado y toma cada día partido por los pobres y por los más desfavorecidos. Y en esa iglesia sí creo, porque la admiro y merece mi más profundo respeto. Es la iglesia de la Teología de la Liberación, de los Gustavo Gutiérrez, Camilo Torres, Monseñor Romero, Ignacio Ellacuría, Juan N. García-Nieto, Jon Sobrino, Leonardo Boff, Pere Casaldáliga, Enrique de Castro y tantos y tantos otros…
El origen de la llamada Teología de la Liberación puede encontrarse en el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez que, viviendo junto a los más pobres, conoce la realidad de un continente en el cual más del 60% de la población vive en la pobreza y el 82% de esta se encuentra en pobreza extrema. Es a partir de esta realidad cuando Gutiérrez empieza a analizar a fondo la situación y elabora las bases de lo que luego se conocerá como Teología de la Liberación: La pobreza es para la Biblia un estado escandaloso que atenta a la dignidad humana y, por consiguiente, contrario a la voluntad de Dios. Para poder llegar a esta conclusión Gutiérrez realizó un exhaustivo trabajo de investigación de la condena de la pobreza en el antiguo y en el nuevo testamento.
Para Gutiérrez la pobreza no es una fatalidad, es una condición; no es un infortunio, es una injusticia. Es el resultado de estructuras sociales y de categorías mentales y culturales, está ligada al modo como se ha construido la sociedad. Esta es la clave de su pensamiento, considerar a la pobreza como lo que realmente es, una consecuencia de un orden mundial injusto y cruel, y no como una especie de plaga inevitable con la que hay que convivir y de la que nadie tiene la culpa. La culpa la tiene nuestro sistema económico, un sistema económico que se fundamenta en hacer a los ricos cada vez más ricos y a los pobres más pobres; que está regido por las leyes de la especulación más salvaje; que no considera que existan seres humanos sino recursos y consumidores; que antepone los derechos del consumidor a los derechos humanos; que criminaliza al pobre y al diferente; y que perpetúa este stau quo injusto y criminal mediante los políticos títeres, sus leyes, sus cuerpos represivos, su ejército, sus medios de comunicación encargados de mantenernos desinformados, aborregados y sumisos…
Hartos de tanta injusticia y tanta violencia, sacerdotes de todo el mundo tomaron partido por los pobres y se enfrentaron, cada uno a su manera, a la Iglesia oficial, que, invariablemente, les sancionó, ninguneó y marginó. Hubo quienes, como Camilo Torres, entendieron que la violencia solo podía pararse con violencia y se fueron a la guerrilla para combatir a un ejército torturador y asesino. Uno de los primeros mártires de la Teología de la Liberación fue Monseñor Romero. De carácter y formación más bien conservadora, Romero fue radicalizando su toma de posición a favor de los más desfavorecidos conforme iba viviendo la realidad de su pueblo, el pueblo salvadoreño. Llegó a convertirse en un referente, en un ídolo de masas, en un héroe del pueblo que se enfrentó al poder establecido. Y eso el poder establecido no lo podía permitir. El 24 de Marzo de 1980 un asesino a sueldo le asesinó de una balazo mientras decía misa. Los sicarios del poder acabaron con su vida. La Iglesia oficial nunca le canonizó. Da igual, para el pueblo salvadoreño, Monseñor Romero es el Santo de América.
Han sido muchos los sacerdotes que han dado su vida por defender a los marginados y a los más desfavorecidos. Los jesuitas de la Universidad Centroamericana que fueron asesinados en El Salvador en 1989, entre los que se encontraba Ignacio Ellacuría, son una muestra más. Ellacuría fue uno de los sacerdotes más comprometidos dentro de una Iglesia en la que, una y mil veces, fue represaliado por la curia romana. De una talla intelectual formidable, sus análisis sobre el papel de la iglesia y de la teología en la sociedad en la que vivía fueron siempre respetados y admirados en todo el mundo. Su influencia en el pensar de una parte importante de la iglesia no oficial es cada día mayor, y el ejemplo de su vida dedicada y entregada a defender siempre a los más débiles le han convertido en uno de los referentes más importantes del mundo actual. La Iglesia oficial tampoco le canonizó ni le santificó, sino que le ignoró y le ninguneó continuamente.
Jon Sobrino es otro de los más comprometidos y lúcidos teólogos de la liberación, posiblemente uno de los más conocidos defensores de la opción por los pobres, junto a Monseñor Romero y a Ignacio Ellacuría. Sobrino fue el único superviviente de los jesuitas de la Universidad Centroamericana asesinados por los militares en El Salvador. La casualidad, o la providencia, quisieron que aquel día él estuviese dando una conferencia en el extranjero.
Jon Sobrino es un hombre pequeño y sencillo, enjuto, que desde la humildad, la lucidez y la experiencia de su propia vida, hace un diagnóstico del mundo actual certero y necesario. Él habla de la necesidad de la utopía, entendida como vida, como negación de la muerte, muerte a la que cada año condenamos a 50 millones de seres humanos en el mundo, un mundo que cada día ahonda más la injusticia y el abismo que separa a ricos de pobres (según la ONU pasamos de un rico por cada 30 pobres en 1960 a uno cada 60 en 1990 y a uno por cada 74 en 1997. En 2010 2.600 millones de seres humanos vivían con menos de 2 dólares al día). Sobrino habla de los sin voz, de esa abrumadora mayoría de seres humanos a los que, por quitarles, les hemos quitado hasta la palabra. Siempre señala que libertad de expresión no es sinónimo de voluntad de verdad, porque la libertad de expresión cuesta dinero, compra de medios y espacios publicitarios. Nos dejan, a veces, gritar en las calles lo que sentimos, nuestra verdad, pero eso, sin el acceso a los medios de comunicación, no es libertad de expresión. Para él utopía también es tener palabra.
Y junto a los sin voz están los sin nombre, porque los pobres no tienen medios para mostrar su identidad, y en un mundo como el de hoy no tener nombre es no existir. Sobrino pone un ejemplo muy claro que explica perfectamente lo que significa esto: 11 de septiembre es una fecha que con solo nombrarla ya lo dice todo, como el 25 de diciembre, pero ¿y el 7 de octubre? El 7 de octubre no nos dice nada, a pesar de que ese fue el día en el que las bombas empezaron a caer en Afganistán en una criminal guerra que dura ya diez años. Para Sobrino, utopía también es tener nombre. Y ¿Qué podemos hacer frente a la injusticia y la violencia sobre la que se basa nuestro orden mundial? Para tratar de esto Sobrino analiza los errores que todos hemos cometido hasta ahora y que nos han llevado hasta aquí: la religión centrándose en el pecado y en la culpa, en lugar de hacerlo en el sufrimiento, lo que le ha llevado a perder la sensibilidad por los que sufren. Las democracias poniendo al ciudadano en el centro, y no al pobre, al excluido, han apartado el poder del pueblo y cada día se alejan más de los que quieren representar. Nunca en la historia de la humanidad se ha puesto al pobre, al débil, al marginado, en el centro, y si seguimos globalizando el mundo sin hacerlo, irremediablemente iremos a la globalización de los desposeídos.
El camino de la pobreza, del amor, de la solidaridad, del compartir, es la solución para Sobrino. Caridad no es suficiente, porque caridad es dar, y lo que el mundo necesita es solidaridad, dar y recibir: dar lo que tenemos (recursos, medios, tecnología, etc.) y recibir lo que nos falta (sensibilidad, amor, alegría…)
La civilización de la riqueza no es la solución a nuestros problemas, sino su causa, y no solo porque no hay riqueza para todos, sino, y lo que es más grave, porque ni siquiera es civilización, porque no podemos llamar civilización a un sistema que mata, que insulta, que quita la palabra y el nombre a la mayor parte de la humanidad. Sobrino apoya siempre una idea de Ignacio Ellacuría: “La solución a los problemas del planeta está en rechazar la civilización de la riqueza y propugnar la de la pobreza”. Los pobres son la reserva de utopía, y cada día nos invitan a participar de ella, a participar de la vida.
Jon Sobrino dice que todos tenemos una razón para levantarnos cada mañana, una razón para decir aquí estoy y sigo en pie, una razón para seguir adelante, una razón para tender nuestra mano a quien la pueda necesitar, una razón para el milagro, una razón para acabar con el silencio cómplice del eso no va conmigo o del yo lo haría pero no servirá de nada, una razón para salir a la calle, una razón para parar las guerras, una razón para la esperanza… una razón que se llama amor, porque la esperanza, cualquier esperanza, nace del amor. Para Sobrino, “amar es una actitud de salirnos de nosotros mismos, y para eso es igual que uno sea bautizado o musulmán o ateo o gringo o de Ahuachapán. Amar es no empezar el día diciendo: ‘Señor, te pido por mí y por mi bienestar y que yo lo pase bien’. El Cardenal Ratzinger, ahora Benedicto XVI, fue quien instruyó personalmente la causa contra Jon Sobrino que acabó con una Notificación en 2006. Era un claro toque de atención a Sobrino que, sin embargo, sigue viviendo y haciendo todo lo que ha hecho durante todoa su vida: estar con los pobres. “Jesús nunca dijo que estaría en bellas catedrales” suele decir Sobrino, “pero que allá donde haya hambre, sed, enfermedad y gente que se muere de sida, nos guste o no nos guste, allá estará Él.”
Curas que hayan tomado decididamente la opción por los pobres no solo los encontramos en Latinoamérica. En España han sido y son muchos quienes lo hacen a diario. Tuve la suerte de conocer de cerca de uno de ellos, Juan N. García-Nieto, jesuita catalán perteneciente a una adinerada familia de banqueros. Era el hijo varón mayor de tres hermanos, el “hereu” según la tradición catalana que debía heredar todo el patrimonio familiar. Sin embargo su fe religiosa le llevó a renunciar a todo aquel mundo de lujo y riqueza para ordenarse sacerdote y formarse en Irlanda. A su regreso a España, la España de Franco, viendo cómo sufrían los más pobres, sufriendo la injusticia y la falta de libertad, toma definitivamente partido por los pobres y se convierte en el cura obrero que desarrolló toda su acción y vivió en Cornellá y en el llamado cinturón rojo de Barcelona. Fue fundador de Cristianos por el socialismo. Compaginó su labor con los obreros y su acción sindical dando clases en una de las escuelas de negocios más prestigiosas de Barcelona, Esade. Siempre me he preguntado cómo podía compaginar esos mundos tan antagónicos, el de los obreros y el de los directivos, el de los pobres y el de los capitalistas. La respuesta me la dio un día, en una comida familiar en la que sus sobrinos, pujantes empresarios y ejecutivos agresivos, criticaban la baja cualificación y preparación de los obreros como origen de la falta de competitividad de la empresa española. Juan, el Nepo, como se le conocía, siempre con la sonrisa en la boca, les respondió “¿Por qué siempre que los empresarios hablan de la falta de competitividad de la empresa española la achacan a la mediocridad de sus trabajadores en lugar de preguntarse si los que realmente son mediocres son los empresarios? Ese era Juan N. García-Nieto, un hombre humilde, lúcido, valiente y consecuente, que dedicó su vida a defender todo aquello en lo que firmemente creía.
Son muchos los curas que han tomado la opción por los pobres en nuestro país: el padre Llanos, etc. En Madrid, en la parroquia de San Carlos Borromeo, en el barrio de Vallecas, tres curas: Enrique de Castro, Javier Baeza y Pepe Díaz, han dedicado su vida a estar con los más pobres, con quienes más les necesitan. Presos, drogadictos, inmigrantes y marginados son los feligreses predilectos de esa parroquia en la que se comulga con pan, los curas llevan tejanos en lugar de sotanas y, lo más importante, hablan como lo hizo Jesús: dando su vida por los demás. Carmen Díaz, de la asociación Madres contra la Droga, definía perfectamente la doctrina que se enseña en esta parroquia:“Aquí he aprendido que resucitar es caerte, levantarte y ayudar”. Por eso su parroquia está siempre llena, por eso esa casa de Dios tiene siempre sus puertas abiertas (incluso la llave de la iglesia la tienen los fieles), por eso a su iglesia acuden, respetuosos, musulmanes y hasta ateos. La ortodoxia de la liturgia vaticana, sin embargo, no puede permitir que tres simples curas acerquen la Palabra de Dios hablando la verdadera lengua de las gentes, esa lengua universal que habla de generosidad, de solidaridad y de amor, de verdadero amor al prójimo y, a través de Rouco Varela, ha hecho todo lo posible por cerrarla. Benedicto XVI anda empeñado en reinstaurar las misas en latín y en sancionar a sacerdotes como Jon Sobrino, por defender en sus libros que Jesús, además de Dios, también fue un hombre que se enfrentó al poder para defender a los más necesitados; la Conferencia Episcopal Española dio alas desde su cadena radiofónica, la COPE, a los Jiménez Losantos y Césares Vidales para insultar, conspirar, mentir y difamar a diario a todo el que no compartiera con ellos los intereses más retrógrados y conservadores de la España más rancia. La Iglesia oficial nunca vio con buenos ojos a todos esos sacerdotes, como Enrique de Castro, Javier Baeza, Pepe Díaz, o como Jon Sobrino, Pere Casaldáliga, Juan N. García-Nieto, o como Ignacio Ellacuría y los jesuitas asesinados en la UCA de El Salvador, como Monseñor Romero o como tantos otros sacerdotes que se acercaron al Evangelio siguiendo el mensaje de amor verdadero que hay en él y tomando la opción que Jesús tomó: la opción por los pobres. Hoy, cuando el Opus Dei o los Legionarios de Cristo ocupan los lugares más visibles de la Iglesia oficial y marcan su destino, cuando se cierran las iglesias de los que han tomado partido por los más necesitados, cuando se sanciona a los que toman la opción por los pobres, cuando se alienta el odio y el guerracivilismo desde la radio de la iglesia, cuando se ayuda a la propagación del SIDA prohibiendo el uso de los preservativos, hoy me siento cada vez más alejado de esa Iglesia oficial con la que ya nada comparto ni quiero compartir ¡Que se queden su latín, sus COPES y sus hostias! Yo no quiero tener nada que ver con ellos, no quiero ser cómplice de ese centro de poder en el que ellos han convertido a la Iglesia. Sí estoy, y más próximo que nunca, a los Sobrino, los Casaldáliga, los Castro, los Baeza y los Díaz de este mundo que, junto a los que más lo necesitan, no sólo gritan, sino que luchan porque otro mundo sea posible. Hoy, cuando veo al Papa me cuesta reconocer las palabras que Jesús le dijo a San Pedro: “¡Déjalo todo y sígueme!”. Hoy, cuando oigo las calumnias y las mentiras de la COPE, me pregunto qué queda de lo que dijo San Pablo: “La verdad os hará libres”. Hoy, cuando veo a Rouco Varela queriendo cerrar la iglesia de San Carlos Borromeo me pregunto ¿Qué haría Jesús si entrase en el Vaticano y viese en lo que han convertido su Iglesia?. Hoy no le digo adiós a esa iglesia, la de los pobres, porque siempre estaré con ella, sino que hoy digo, alto y claro, ¡adiós a la Iglesia!
No quiero acabar esta entrada sin las palabras, y los versos, de otro de estos curas formidables que han tomado partido por los pobres: Pere Casaldáliga, obispo de la prelatura de Sao Felix de Araguaia, en el Mato Grosso, que lo abandonó todo para irse a vivir a la selva amazónica con los más necesitados y que siempre dice que lo que más le gustaría, si su castigado cuerpo se lo hubiera podido permitir, habría sido irse ahora a compartir su vida con los más pobres de África.
POBREZA EVANGÉLICA
No tener nada.
No llevar nada.
No poder nada.
No pedir nada.
Y, de pasada,
no matar nada;
no callar nada.
Solamente el Evangelio, como una faca afilada.
Y el llanto y la risa en la mirada.
Y la mano extendida y apretada.
Y la vida, a caballo dada.
Y este sol y estos ríos y esta tierra comprada,
para testigos de la Revolución ya estallada.
¡Y “mais nada”!
San Romero de América, Pastor y Mártir nuestro
El ángel del Señor anunció en la víspera…
El corazón de El Salvador marcaba
24 de marzo y de agonía.
Tú ofrecías el Pan,
el Cuerpo Vivo
-el triturado cuerpo de tu Pueblo;
Su derramada Sangre victoriosa
-¡la sangre campesina de tu Pueblo en masacre
que ha de teñir en vinos de alegría la aurora conjurada!
El ángel del Señor anunció en la víspera,
y el Verbo se hizo muerte, otra vez, en tu muerte;
como se hace muerte, cada día, en la carne desnuda de tu Pueblo.
¡Y se hizo vida nueva
en nuestra vieja Iglesia!
Estamos otra vez en pie de testimonio,
¡San Romero de América, pastor y mártir nuestro!
Romero de la paz casi imposible en esta tierra en guerra.
Romero en flor morada de la esperanza incólume de todo el Continente.
Romero de la Pascua latinoamericana.
Pobre pastor glorioso, asesinado a sueldo, a dólar, a divisa.
Como Jesús, por orden del Imperio.
¡Pobre pastor glorioso,
abandonado
por tus propios hermanos de báculo y de Mesa…!
(Las curias no podían entenderte:
ninguna sinagoga bien montada puede entender a Cristo).
Tu pobrería sí te acompañaba,
en desespero fiel,
pasto y rebaño, a un tiempo, de tu misión profética.
El Pueblo te hizo santo.
La hora de tu Pueblo te consagró en el kairós.
Los pobres te enseñaron a leer el Evangelio.
Como un hermano herido por tanta muerte hermana,
tú sabías llorar, solo, en el Huerto.
Sabías tener miedo, como un hombre en combate.
¡Pero sabías dar a tu palabra, libre, su timbre de campana!
Y supiste beber el doble cáliz del Altar y del Pueblo,
con una sola mano consagrada al servicio.
América Latina ya te ha puesto en su gloria de Bernini
en la espuma-aureola de sus mares,
en el retablo antiguo de los Andes alertos,
en el dosel airado de todas sus florestas,
en la canción de todos sus caminos,
en el calvario nuevo de todas sus prisiones,
de todas sus trincheras,
de todos sus altares…
¡En el ara segura del corazón insomne de sus hijos!
San Romero de América, pastor y mártir nuestro:
¡nadie hará callar tu última homilía!
Pedro Casaldáliga
Antonio V.:
Cuando hablo de “mi pequeñez” es referente a “ellos”.
Nunca entraré en el camino de tantas personas silenciadas , castigadas, expulsadas…
Mi voz en ese sentido, no llega ni al cuello de mi camisa, mucho menos a ellos.
En mi vivir cotidiano, no me preocupa si soy pequeña (que lo soy) o grande, alta o baja etc. etc.
Solo camino, o como me gusta “copiar de nuestro querido Oscar:
Me encanta: ¡¡¡Ir yendo todavía!!!
No tengo otra meta que aprender del día a día, desde Jesús de Nazaret, porque me he sentido siempre atraída por su propuesta de una manera distinta de vivir; donde el sentido de justicia con los siempre pisoteados, es mí llamada al trabajo.
No me paro en medir, sopesar si soy o dejo de ser; hace ya mucho, que aprendí… a seguir adelante, siempre impulsada por el grito de las personas que sufren estén donde estén.
Hago lo que sé, puedo, y las circunstancias me permiten; sin medir ni enfrentar; cuando tengo ocasión ¡siempre! intento aliviar el dolor, de quienes se sienten ¿solos/as, confusos/as, con preguntas… o situaciones concretas?
Procuro que se sientan escuchados/as, acogidos/as, amados/as… y sigo adelante.
Siempre atenta a la vida cotidiana, pegados los pies al suelo, no levitando…
La vida de cuantas personas pasan por mi vida, cerca o lejos; es la mejor enciclopedia para aprender escuchando los latidos de sus corazones y las preocupaciones que les ahogan…
Me siento bien con lo que soy; y así me entrego a las personas que pasan por mi vivir.
mª pilar
Ah, un detalle, estas palabras las pronunció el día de la patrona de Granada con la basílica llena hasta los topes. ¡Y se quedó tan ancho!
Lo asombroso es que el público no se levantara y abandonase a este individuo.
Con arzobispos como el de Granada, quizá sea posible decir “adios a la Iglesia”
Llevaba mediada la homilía de la festividad de la Virgen de las Angustia cuando saltó la perla. El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, introdujo un diálogo que, según explicó, había tenido poco antes con una mujer enferma que le imploró un consejo: “No te preocupes que la Virgen no te abandona y que además lo más complicado que te puede pasar es que te mueras, lo más que te puede pasar es que te mueras y te vayas al cielo, y la verdad es que en el cielo se está mucho mejor que aquí”.
¿Las ventajas del cielo para recomendar incluso a un paciente morir? “En el cielo no hay ministerio de hacienda, no hay seguridad social, no hay un montón de cosas de las que aquí nos dan preocupaciones y disgustos, y puedes contemplar a la Virgen de las Angustias tan contenta, desde la ventana del cielo…”.
En 2009 dijo: “Matar a un niño indefenso, ¡y que lo haga su propia madre! Eso le da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer”.
En otra ocasión culpó al preservativo de haber contagiado en África el sida.
¡¡¡Una monumento a la estupidez!
Estimado jonás, debo reconocer que esta vez has acertado, y tienes mucha razón en todo, incluso en que los católicos reformistas tienen las de perder. De todos es sabido lo difícil que resulta hacer que un anciano cambie de creencias, todos los obispos son unos ancianos anclados en sus miserias, dudo que escuchen a los católicos que quieren reformar esa iglesia, les sale mas rentable solazarse con la riqueza y el poder que escuchar a aquellos que quieren que entre todos pongamos en práctica las enseñanzas de jesús.
Luego de leer este artículo y de haber escuchado el audio sobre Pedro Casaldáliga, me digo que aunque no he tenido el placer de conocerlo en persona por más que sí lo haya seguido, seguido su trayectoria, y haya leído algunos de sus libros de poesía y escritos “pastorales”, proféticos o militantes, estoy en disposición de afirmar que su forma de entender el ministerio episcopal choca absolutamente con la forma como ejerce el ministerio episcopal una mayoría de obispos que conozco.
Más en en concreto creo conocer el ministerio de uno, de un obispo de una diócesis de España, tan presidido o afectado ese ministerio por la hipocresía -para mí, sin duda rallana en el cinismo-, el tráfico nepotista de influencias, la soberbia, la mediocridad intelectual rallana en lo esperpéntico…
Ya ni tristeza me produce esa realidad, sino acaso rabia, consternación; bueno, ni eso, más bien indiferencia, sana o insana, santa o no santa, aunque eso, me da igual. Paso. Me da igual. Porque considero que de ninguna forma ese obispo al que me refiero -del que no faltan fieles que simplemente afirman: “Es que es una mala persona, no hay más cera que la que arde”- “me representa” a mí, ni mucho menos representa el sueño de Jesús (comunidad fraterna e igualitaria de hombres y mujeres hermanados en Cristo, el único Señor, el único Santo).
Lo que sí representa ese obispo, me parece, es el ideario de una Iglesia esclerotizada por el clericalismo, el verticalismo jerárquico, la distancia “insalvable” entre jerarquía y laicado. Y por eso, insisto, paso. Y lo peor: no es que pase yo, es que muchísima gente de esa diócesis donde pastorea ese señor obispo se ha ido quedando por el camino, aburrida y desencantada por las movidas de tal eclesiástico.
Pues bien, tengo un amigo originario de mi propia diócesis pero que ahora anda por otra provincia española. Él me asegura que no escasean los obispos cortados por la misma tijera que ha cortado el perfil de ése al que me estoy refiriendo; vamos, que lo raro en España es encontrar obispos del estilo de Pedro Casaldáliga, Samuel Ruiz, etcétera. Que lo raro en España es encontrar obispos entusiasmados con el sueño fraterno e igualitario de Jesús, el Señor, el único Maestro. Que lo normal en España es encontrar obispos tan hipócritas como el sujeto al que me estoy refiriendo -insisto, palabra de honor: conozco a un montón de fieles que del susodicho concluyen: “Es que seguramente es una mala persona”-. Que lo normal en España es encontrar obispos que no pongan en tela de juicio, como sí hace Casaldáliga, la condición de Jefe de Estado del sucesor de Pedro; muy al contrario, lo normal es que lo celebren, que celebren el baño de multitudes que supone que el Papa, Jefe de Estado, sea recibido por los reyes, reinas, príncipes, gobernadores y poderosos de este mundo como el “Jefe de la Iglesia católica”. Dando la impresión -falsa, a efectos reales, y antievangélica a efectos evangélicos- de que todos los poderes de este mundo rinden pleitesía al Jefe de la Iglesia católica.
Con todo, permítaseme: me temo que los fieles católicos que siguen empeñados en “reformar la Iglesia” tienen las de perder. Fijémonos: miles de anglicanos conservadores, tradicionalistas y aun ultratradicionalistas están “volviendo a la casa común que es la Iglesia católica”. Ninguno de estos miles de nuevos católicos pone en tela de juicio nada absolutamente del aparato eclesial actual de la Iglesia. Asimismo, docenas de miles de lefebrerianos esperan “volver a la Iglesia católica”, de la que desean ver fuera, expulsados, anatemizados, a todos los católicos reformistas, progresistas, izquierdistas. Los seguidores del ultratradicionalista y ultraderechista Marcel Lefebre no ponen en tela de juicio absolutamente nada del actual aparato eclesial católico, especialmente en lo que concierne a la secular alianza entre el trono y el altar; todo lo contrario, son un sólido garante del clericalismo, el verticalismo jerárquico, la papolatría, la “divinización” de los pastores (llamados “eminencias reverendísimas” y demás lindezas), la permanente “minoría de edad” de los laicos en la Iglesia, la desconfianza hacia la modernidad, la democracia, la igualdad de derechos…
Nada más. Espero aportar algo al tema del artículo de marras con esta reflexión mía.
“mª pilar .-Creo que mi fuerza ante esta postura es totalmente nula, porque no soy nada para ellos.”
mª pilar, copio estas palabras tuyas porque también yo he pasado por es experiencia de considerarme o ser considerado nada para ellos y que mi fuerza es nula como dices de la tuya, pero lo nulo y la nada no tienen cabida en la realidad y nosotros tenemos realidad y también se hacen reales nuestras actitudes y comportamientos, como les sucede a l*s demás respecto a nosotros, sin que nos sea posible anularlo.
La inter-relación de lo que existe es un imperativo de la misma existencia y en ello sólo, en lo que dependa de nuestra relativa libertad, nos queda el optar por el modo como,desde nuestras posibilidades, nos relacionamos con l*s otr*s. ¿Y como medir y calibrar el grado de efectividad relacional y el de sus consecuencias, si, en, por lo menos igual parte, dependen del modo como l*s otr*s nos reciban y acepten tanto como sujetos, cuanto proyectados en nuestras ideas o acciones?
Bien que cuidemos el situarnos hacia atrás sin presumir de ventajas , ni sobrevaloraciones, pero desde allí no sólo no quedamos reducidos a nada, sino que es la condición máxima de prioridad en la eficacia; y no por nuestra real pequeñez, sino porque así lo requiere el buen equilibrio relacional del todo cuyo desequilibrio se concreta de ordinario en lo pequeño, débil, lo último en falsa consideración valorativa.
Para quienes intentamos orientarnos por las huellas testimoniales y por el mensaje de Jesús, esto de considerarnos últimos y pequeños, casi nada, pero algo y alguien, creo tiene la máxima importancia siempre que en ello vaya implicada nuestra disponibilidad.
Además,lo de nada, no tiene sustento de verdad, es , si así nos concebimos y consideramos a algo o a alguien, la mayor falsedad y el caldo de cultivo para una permisividad perniciosa, o una oportunidad de dominio y manipulación de realidades y finalidades propias o ajenas.
Llamados a AMAR ¿cómo considerarnos nada, o tener en esa consideración a otras personas o criaturas, cuya naturaleza compartimos?
Además, Jesús, humanizándose, ha asumido nuestra propia e individual humanidad elevándonos a la categoría de miembros de todo un Cuerpo del que Él es CABEZA, y en el que su voluntad es: que la interacción sea medio de realización, salud y felicidad general.
Y puede que, creyéndonos siervos camareros para servir vino, en ocasiones se nos proponga llenar tinajas de agua, pero, si así lo hacemos, puede que, llenas ya de vino óptimo por la acción del BODEGUERO, tengamos, de nuevo, que servir el vino a los comensales con quienes convivimos.
Mi querido Javier:
Hablando contigo, de tu a tu; respondí a todas las preguntas que para ti son ¿fundamentales…?
Parece que mi opción era igual a la tuya (contando mi pequeñez a tu lado) yo no existo para la alta jerarquía de la iglesia, soy un nombre en una parroquia hace ya la friolera de casi 72 años.
¿De verdad, le quitaría fuerza a la icar o quien sea quien “mangonee” todo aquello que me duele en el alma, dentro de esta iglesia, si me diera de baja, y dejaría según tu de ser partícipe de sus “hazañas?
Mi querido Javier ¡¡¡No lo comprendo!!!
¡Si ni siquiera existo para ellos!
Creo firmemente, que soy más eficaz (dentro de mi nadería) si voy sembrando paz, amor, liberación a personas concretas:
“Escuchando, liberando sin “castigar-denunciar-culpabilizar, y dando razón de que ¡Otra mirada es posible!”
Tu optaste por darte de baja (cosa que ahora ni siquiera te permiten hacer) y a pesar de tu opción ¡no eres feliz!
Mantienes una lucha (para mí injusta) contra toda persona que no lo hace, y acusas de que son partícipes de mantener la aptitud de la icar.
Yo vivo en paz, he renunciado a todo aquello que tanto te molesta mucho antes que tú ¿recuerdas cuando hablamos? y sigo adelante.
No podría informarte de nada dicho o hecho en la semana de la juventud: ¡¡¡No lo vi!!! ¡¡¡No quise verlo!!!
Solo cuando se desató la tormenta, mi hija, vino a buscarme a la habitación, donde oyendo mi querida música, leo, escribo, reflexiono… para decirme riéndose cuntundentemente:
“Todas las fuerzas de la naturaleza se han desatado en protesta por el evento…”
Y me arrastró a contemplarlo; lo miré un ratito, y volví a mi lugar de esparcimiento y silencio.
No logro comprender, que nada de lo que se comparta contigo a nivel personal, respondiendo todas tus “dudas” (hablo de mi) puedan dejarte claro, como se puede optar y caminar sin ser para nada “responsable” de lo que la icar haga.
No lo puedo entender. A pesar de eso, sabes que te quiero/os quiero, lo sabes, lo palpaste, lo viste en nuestros dos sabrosos paseos, donde te abrí mi corazón y mi alma.
Quizá, en otros nuevos encuentros (espero y deseo que existan) puedas seguir preguntando, y responderé gustosa; deseando dejar apaciguada tu apremiante necesidad de que todas las personas se “borren” porque así la icar desaparecerá…
Creo que mi fuerza ante esta postura es totalmente nula, porque no soy nada para ellos.
mª pilar
Compara estas dos argumentaciones:
Tú sigues siendo católico: porque lo que quieres es ser católico. Así sumas tus esfuerzos a los de la ICR. Lo cual beneficia a la ICR.
Tú sigues siendo español: porque quieres ser español. Así sumas tus esfuerzos a los de la Casa de Borbón. Lo cual beneficia a la casa de Borbón.
Verdad que suena absurdo?
Javier
Vuelves a errar el blanco.
Quién te ha dicho que yo soy católico?
Yo no te reclamo que te hayas salido. No se lo reclamo a nadie que lo haya hecho.
Yo muestro lo ilógico e injusto del argumento que has usado tú y Pepe, en el sentido de que el mero hecho de negarse a salir de la Iglesia Católica -y decidir quedarse como disidencia interna- significa que se es cómplice de las autoridades de la Iglesia y que se le fortalece. Lo que te reclamo es que descalifiques una opción diferente a la tuya, con argumentos ilógicos.
Si el argumento fuera cierto (que el no darse de baja significa ser cómplice), entonces es igual para un católico disidente que para un ciudadano del Reino de España disidente. Si el argumento es cierto, tanto tú como Pepe son cómplices del Rey español, hasta que no renuncien a la ciudadanía del Reino de España
Dices “cuando ni se cree en los principales dogmas de la ICR ni se reconoce la legitimidad de la jerarquía católica, ni se tiene fe en la ICR, ni se cree en la magia de sus sacramentos que pretenden infundir imaginarias Gracias, ni se pretende tratar de utilizar la influencia de la ICR, lo coherente es dejar de ser católico“. Con la misma lógica deberías entonces decir que cuando no se cree en la monarquía, ni se reconoce legitimidad a la casa Borbón, ni se tiene fe en la Transición, ni se trata de utilizar la influencia del bipartidismo PSOE-PP, lo coherente es dejar de ser ciudadano español.
Pero ojo… que este argumento es falso. Ni tú ni Pepe tienen realmente que renunciar a la ciudadanía española, para afirmar su republicanismo. Porque ser integrante disidente de la corriente hegemónica de un colectivo NO CONCLUYE que se sea cómplice. Pero igual de falso es este argumento para los católicos que en vez de decidir salirse, deciden quedarse como disidencia.
No te cuestiono que hayas decidido salirte. Pero tampoco cuestiono (ni considero justo que tú lo hagas) a quienes deciden quedarse, sin que ello signifique que sean cómplices de la jerarquía.
Rodrigo Olvera,
Hay quien vive sin agüjeros en la nariz. Aunque sería necio suprimirlos, mientras se puedan mantener.
También se puede ser cristiano sin ser católico: cientos de millones de personas lo somos.
Entonces, cuando ni se cree en los principales dogmas de la ICR ni se reconoce la legitimidad de la jerarquía católica, ni se tiene fe en la ICR, ni se cree en la magia de sus sacramentos que pretenden infundir imaginarias Gracias, ni se pretende tratar de utilizar la influencia de la ICR, lo coherente es dejar de ser católico; al menos a mí así me lo parece.
Y no me parece que decirlo sea ninguna agresión a quien siga siendo católico.
Porque vista la ICR no quiero ser católico, no quiero sumar mis pequeños esfuerzos a la ICR que me considera hereje: lo que necesito es ser cristiano. Quien necesite serlo puede sin dificultad dejar de ser católico, no pierde nada por dejar de serlo (quizá la poderosa influencia de la ICR, si la tiene a mano para utilizarla).
Tú sigues siendo católico: porque lo que quieres es ser católico. Así sumas tus esfuerzos a los de la ICR. Lo cual beneficia a la ICR.
Yo soy vasco y soy español, y europeo, y habitante del planeta Tierra: y quiero seguirlo siendo, pues es lo que naturalmente siento que soy.
En cuanto a disminuir el poder de la ICR en España, me parece mucho mejor disminuir su arraigo en España colocándome fuera de ella, que manteniendo su arraigo quedándome dentro.
Pepe Sala quiere ser lebaniegu y no español; me parece un respetable sentimiento, aunque ese sentimiento moleste a muchos españoles.
Pero bien sabes, Rodrigo, que Pepe no puede viajar a ver a su nietuca con pasaporte lebaniegu, porque no existen pasaportes lebaniegus (los lebaniegus o tienen poder para expedir pasaportes).
Entonces me parece coherente que viaje con el único pasaporte que tiene, el de la nacionalidad oficial que tiene Pepe. Me parecería cruel obligar a Pepe a conseguir otra nacionalidad, por ejemplo la sueca (probablemente no le sería posible conseguirla), para poder ir a ver a su nietuca.
Los vascos hemos intentado llegar a tener un documento nacional de identidad vasco, pero los españoles tiene su Estado independiente, y nosotros no tenemos Estado, somos un pueblo en un Estado de otro pueblo, con DNI y pasaporte español, nacionalidad oficial española, y sin que nos reconozcan derecho de autodeterminación.
No es bueno, ni me parece cristiano, refrotar esa obligada impotencia.
Hola!
¿Qué será de Kaláa, no?
Hace rato que no aparece por Atrio.org
Sus enigmáticos Comentarios, no creo que dejábamos de leerlos,
aunque no lográramos des-cifrar-los.
A mi me llamaba la atención la cantidad de Youtubs que miraría,
para deslizarnos algunos desopilantes (pensamiento lateral – Del Bono)
Y entonces, tal vez, pensábamos eso que ahora aparece como sabiduría de vida:
“Son cosas de … Kaláa“.
…………….
Quizás se pueda trazar el lineamiento de esta expresión de higiene psicológica diciendo:
“Son cosas de … Atrio.org“.
y seguir ¡Yendo todavía! ¿no? – Oscar.
Estimado Antonio
Recomiendo, en coherencia, entonces no volver a publicar sobre Ratzinger o Rouco, y sólo decir “cosas de Ratzinger o cosas de Rouco”.
O por qué tener dos medidas diferentes?
Vale, cierro también
Pepe…
¿Cuando sales de tu país a visitar a la nieta, usas o no usas un pasaporte español?
Usarlo depende de tí, a diferencia de la nariz. Puedes, como te digo, darte de baja mediante la renuncia a la ciudadanía española.
Así de fácil.
He conocido y he disfrutado de la amistad de algunas personas que se mencionan en el artículo. Sin entrar en motivaciones teológicas y religiosas ellos eligieron una actitud ante el mundo que les honra por su coherencia, aunque se les pueda criticar ciertas actitudes demagógicas, por apelar a emociones subliminales, su trayectoria personal, sus hechos son más valiosos que las palabras.
Mi generación, los que vivimos entre los más marginados de la tierra en donde el concepto de pobreza va más allá de lo que entendemos en los países desarrollados, un conocimiento de la desigualdad referido a la propia situación de carencia de bienes y servicios básicos generador de frustración, de actitudes desesperadas, de odio, de integrísimo, de violencia y de racismo. Se globalizan la información y las corrientes financieras, pero no los derechos de la gente, ni el desarrollo humano, ni el bienestar.
Es el mensaje del Evangelio capaz de humanizar y de confortar a los que sufren?, es posible…., aunque no únicamente. Mejor que lo haga yo, es este testimonio de mi admirado y siempre recordado amigo Vicente Ferrer.
http://www.iglesiaviva.org/240/240-50-PAGINA.pdf
He estado dudando si aprobar el comentario de Pepe Sala.
Mi opinión personal es que sí agrede con sus opiniones y generalizaciones, sobre todo cuando comenta comentarios de otros. ¿A qué viene eso de: “Y digo más: si yo perteneciese a un Organismo que fomentase, asumiese, cerrase los ojos ante situaciones como las que Ana describe, no tardaría ni tres segundos en pedir la baja de semajnte Organismo. ( me da igual que sea Organismo Político que Religioso.)”?
Y que no valen sus excusas de que él no puede renunciar a una nacionalidad y a un estado que considera irremediablemente fascista.
Pero voy a cerrar ya el ordenador hoy. Ruego a todos los que se sientan agredidos por Pepe Sala que no le hagan mucho caso y sobre todo quer no intenten discutir con él pues es incapaz de dar su brazo a torcer. Y confunde la soberbia copn la dignidad `personal. Mejor decir: “Cosas de Pepe Sala” y nada más…
Primero y principal:
YO NO AGREDO A NADIE ; Simplemente opino lo que creo conveniente y hay muchas veces que mi opinión no coincide con otras.
Segundo y menos principal:
YO SOY LEBANIEGU y republicanu. No me considero español ( en sentido que tratas el concepto, Rodrigo, y creo que Javier es VASCO y más republicano que monárquico, sin duda.
No sé si han pasado más de tres segundos, pero si han pasado es porque no había leido antes el mensaje, Rodrigo.
Trecero y más de coña: Hay cosas que nadie puede evitar porque no están en manos de quien las sufre. Yo, por ejemplo, tengo dos agujeros en la nariz lo mismo que el terrorista de Oslo; pero no puedo ni debo evitar tenerlos .
Sí puedo evitar pertenecer a un Organismo fascista como el que pertenece el asesino de Oslo y lo hago muy gustoso.
¿ Me he explicado bien, Rodrigo, o tendré que hacer un análisis de texto para ver si he cometido algún fallito semántico?
Joder. con las ” agresiones”… como si los demás fuésemos de madera y debemos aguantar todas las tonterías que se escriban para no ” agredir” a los-las demás.
Bueno, pues…
Tampoco será entonces coherente mantener la ciudadanía española -ni siquiera como disidente repúblicano- cuando se afirma que el Reino de España mantiene vivo el franquismo, que tanto se denuncia.
Pepe Sala en otro post agrede a Ana Rodrigo diciendo “si yo perteneciese a un Organismo que fomentase, asumiese, cerrase los ojos ante situaciones como las que Ana describe, no tardaría ni tres segundos en pedir la baja de semajnte Organismo”. Bien, pues aquí va uno: el Reino de España. Pues el mismo Pepe se ha dedicado ampliamente a documentar como en este Reino de España, todavía nacionalcatólico, se fomenta o al menos se cierra los ojos ante esas situaciones. Veremos si es cierto que Pepe tarda tres segundos en pedir la baja del Reino de Esáña, renunciando a su ciudadanía.
El día que Pepe y Javier hagan público que renunciaron a su ciudadanía al Reino de España, podemos hablar coherencia al exigir que los católicos disidentes se den de baja de la Iglesia Católica.
Esta entrada ha dado mucho juego. Tanto por su título como por suj contenido. Pero algunas críticas que se han hecho al texto (no hablar de mujeres, suponer que la teología de la liberación invita a salirse de la Iglesia…) creo que no tienen en cuenta la naturaleza del texto y de quien lo escribe.
María encontró este texto en uno de sus viajes por Facebook y me lo pasó porque hablaba de religión en unos sitios en que lo religioso está normalmente ausente. A mí me encantó el “perfil” de Carlos Olalla, actor “de reparto”, de los casi nadie conoce el nombre, de gran talla moral, pues está muy contento en trabajar en lo que le gusta, aunque no triunfe y no gane el sueldo que ganaba cuando dirigía empresas. Y me dí cuenta de que tenía un valor testimonial el que personas agnósticas (“dudantes”, ¡qué bien dicho!), a la vez que se apartaban de la Iglesia dirige y representa “el Vaticano”, reconozcan signos cristianos válidos en “otra iglesia” que les dice algo. Mu gustó que hiciera referencia al cercano Juan N. García-Nieto, que seguramente le llevó a descubrir los otros latinoamericanos que cita.
Que la descripción de la iglesia de base sea completa y totalmente correcta, me importaba menos. Carlos Olalla no es teólogo ni tiene por qué matizar sobre grados de pertenenncia a la Iglesia. No sé si habrá visto cómo su artículo del blog “La plkacenta del mundo”, sobre cine y teatro, ha sido recogido y discutido aquí. Lo que es significativo es que cuando un agnóstico de la farándala piensa en lo lejos que está la Iglesia oficial de él (el título es suyo) recuerde a cristianos que le reconcilian con Jesús de Nazaret. Eso es lo importante.
Por cierto, recomiendo vivamente el artículo que joy publica Rafael Sánchez Ferlosio en El País. Es más, lo voy publicar hoy en la columna central, pues no hay aún nada, y vale la pena que se profundice en él, sobre todo en su final.
Marga Durán,
Yo creo que buena parte de los privilegios de la ICR en España (como el llamado Concordato por ejemplo) se basan sociológicamente en el hecho de que hoy todavía un 71 % o más de los españoles se consideran católicos (según encuestas del CIS, si no recuerdo mal).
Ello proporciona todavía a la ICR un notorio arraigo de hecho, muy superior al de las demás religiones o iglesias instaladas en España.
Por eso me convence mucho más la postura que, creo entender, sostiene Pepe Sala (expresada en los términos que acaba de utilizar en su comentario anterior: “no dejan la ICAR ni aunque les echen agua hirviendo para que se vayan”.
Otros en este foro también se han salido de la ICR, con lo cual no reconocen legitimidad a la jerarquía de dicha Iglesia; no reconocen que los que se hacen llamar Papas y Obispos sean sucesores de los apóstoles.
Pero todavía hay mucho miedo a salirse de la ICR, pues además engañan al personal diciéndole que salirse de la ICR es apostatar de la fe cristiana, lo cual obviamente no es verdad (cientos de millones de cristianos no son católicos). Todavía dan miedo los términos ‘apóstata’ y ‘hereje’, cuando una persona los ve aplicados por otros a sí misma.
A mi modesto entender no es coherente mantenerse dentro de la ICR mientras se entiende que la ICR ha traicionado y sigue traicionando a Jesús.
Mantenerse dentro de la ICR, aunque se haga en calidad de disidente católico, es mantener el arraigo notorio de hecho de la ICR en España.
Y además, reconocer la autoridad de esos dirigentes que se hacen llamar obispos, arzobispos, cardenales y papas etc., supone legitimarlos para manejar a su antojo el inmenso patrimonio material, mobiliario e inmobiliario, que ostenta la ICR, patrimonio que lógicamente debería gobernarse de forma democrática.
No sé si te sirve como opinión de las que solicitas en tu comentario, pero es mi modesta opinión; sin duda las encontrarás mucho mejores en este foro.
Hola Marga
Hay un debate entre abogados. Para algunos (yo me incluyo) los acuerdos del 79 son propiamente un nuevo concordato. Pero por lo delicado de la situación política, no se de dio ni el nombre ni la forma de un sólo documento nuevo (un nuevo concordato) sino la de diferentes acuerdos. Date una vuelta a la entrada “una aproximación crítica a la reforma constitucional” y encontrarás que Oscar puso un resúmen de las estrategias de dominación que describe Chomsky. Aplícala a estos acuerdos: distracción, incomprensión y gradualidad.
Sea o no un nuevo concordato; es claro que lo que hay actualmente es contrario a la Constitución y a los Tratados Internacionales firmados por España.
Yo hace algunos años propuse dos acciones concretas (que he venido repitiendo acá en Atrio, con el mismo silencio por respuesta):
a) Buscar jurídicamente la declaración de que el concordato con sus acuerdos es contario a la Constitución; y
b) Buscar que se aplique la legislación esáñola sobre personas morales y asociaciones a la Iglesia Católica (entre otras, que sus estatutos internos deben respetar los derechos fundamentales de las personas, incluyendo la no discriminación por razón de sexo y por razón de género)
No soy ingenuo. Sé que ninguna demanda judicial ganará. Sabemos que el poder judicial español está en contra de desmontar los restos del franquismo que siguen presentes en la vida pública de España. Pero hay demandas que vale la pena presentar, no porque se crea que van a triunfar, sino por los efectos psicosocialespolíticos que pueden generar.
En Latinoamérica, durante las dictaduras, se presentaron millones de demandas para la presentación y libertad de los desparecidos forzados. Nadie era ingenuo de pensar que iban a ganarse esas demandas. Pero se presentaron, y tuvieron un efecto importante para poco a poco minar al poder. Algo así debería hacerse, con perseverancia y necedad, para combatir EN LOS HECHOS al franquismo que sigue vivo en España.
Curiosamente, los primeros en escurrir el hombro ante esta propuesta, fueron abogados. Cosas de congruencias que vemos en todos lados.
Yo insisto. Si alguien en España se anima, yo ofrezco colaborar gratuitamente con la argumentación de Derecho Internacional
Saludos
Otra manera de ver la misma realidad. Copio y pego tres fragmentos de la ponencia de Giovanni Franzoni en el Congreso de Teología último.
… en un mundo que desborda cizaña y malas hierbas, aquí y allá, gracias a Dios, madura el grano dorado. Madura allí donde mujeres y hombres se empeñan por la paz-la justicia-la salvaguardia de la Creación, allí donde se convierten en Samaritanos para ayudar a aquel hermano desconocido que cae víctima de bandoleros.
. Oponeos al poder eclesiástico, pero mirad con misericordia a los custodios de este poder; intentad, en vuestras comunidades, construir día a día esta Iglesia-para-los-otros
Y después id mas allá, allí donde hombres y mujeres buscan respuestas difíciles a problemas arduos; ensuciad vuestras manos en el fango, con ellos, para construir aquel mundo nuevo que espera nuestra insustituible aportación. Sembremos – lo dice también el evangelio – en las lágrimas; otros, en su día, cosecharán en la alegría. Pero no nos lamentemos de nuestra suerte: es de gran empeño, difícil, pero todavía maravilloso
Mraga Durán Tú lo has dicho, siempre que se respete las Leyes y los DDHH, y como no todo aquellos Derechos que la mujer le ha costado diezmarse a ella misma, en reivindicaciones a las cuales no estamos dipuesta a ir para atrás por ninguna religión ni de aquí ni de allá.
No perdamos el horizonte y el norte, que puede que nos salga cara la jugada con ciertas religiones que aún no están preparadas para Europa, por muy mal que suene esto es la pura verdad, y desde luego lo que no vamos a dejar nuestros derecho o retroceder mientras pasan otras decenas de años esperando que estos cojan el trén, y mientras tanto nos vuelven a dejar en la estación cuando no en las cunetas.
Una vez aclarado el tema del concordato,ahora hay que fijarse en los Acuerdos de 1979, ya con la Constitución en marcha. Y me pregunto: en un estado aconfesional, ¿el gobierno atiende únicamente a la iglesia católica? ¿No somos todos iguales en derechos, sobre todo en Derechos Humanos? ¿Por qué no se reparten los dineros entre otras confesiones? ¿O es que ellos no tienen su corazoncito como todos los españoles, sean de la religión que sean, siempre que se respeten las leyes españolas?
Me gustaría saber vuestras opiniones.
Gracias anticipadas.
Marga Durán
Acepto la cerveza, Pepe; me paso a comer un menú ‘Chez Mentxu’ es decir, en el servicio de comidas que presta a la juventud madura de la zona. En media hora estoy ahí.
Iré pensando ¿acaso sería posible decir adiós a la Iglesia del título el post, sin producir una ruptura sonada con esa Iglesia?
Yo creo que no. Valga el ejemplo de la llamada Transición a la democracia: no hubo ruptura que cortara la sombra del franquismo, y por eso sigue siendo tan alargada … Cada vez más gente del PP se muestra orgullosa de su franquismo.
Y, aunque la hubiera habido, ruptura con el franquismo, mientras el poder económico no se elija democráticamente, no habrá democracia en el mundo.
No hay adiós a la Iglesia del título sin ruptura clara y rotunda con la dictadura jerarca instalada tan férreamente en la estructura de la ICR.
En los tiempos que nos está tocando vivir es lo que hay. No lo digo como resignación, sino como evidencia de que una cosa es cierta y es que el poder que tiene la institución se lo están otorgando y lo están sosteniendo tanto sus defensores como sus refractarios, en tanto el Concordato siga vigente.
En esto implico algo muy concreto, la necesidad y la urgencia de separar de una vez por todas la Iglesia del Estado español. Sería crucial para que se den las circunstancias propicias y puedan de una vez producirse los cambios intraeclesiales y de descentralización que se están demandando desde amplios sectores dentro de la Iglesia comunidad, si no queremos seguir perpetuando una religión institucionalizada que mira para sí misma y que se alejó, en este empeño, de su origen: Jesús como propuesta de vida.
Muchos siglos se han pasado llenando las alforjas y cargando pesados fardos, edificios enteros, para caer en la cuenta que para el humilde y sencillo viaje a “Galilea”, empezar de nuevo el seguimiento y transformarse, no hacían en nada falta.
A la Iglesia comunidad acuden muchas personas para ser tenidas en cuenta en sus necesidades diversas. Ésta puede ser una razón válida para estar ahí, priorizando por encima de tanto exceso de privilegios, la dignidad de toda persona y olvidando en esos momentos la institución, en lo peor de ella, como si no existiera.
Joder, Javier, en este mensaje ” te has salido” ( en el sentido más positivo del término.)
Tampoco se darán por enterados-as quienes están muy cómodos en aquello de ” ni si ni no, sino todo lo contrario”, al mejor estilo de los ” socialistas” Bono, Chaves, Ibarra, Felipe, Zapatero y la inmensa mayoría de los arrimados-as a las poltronas de lo que llaman socialismo y si éso es socialismo yo soy cardenal. Como ejemplo más reciente, de los muchos que hay, pongamos a la ( hasta hace bien poco) Vicepresidenta del Gobierno ” socialista”. Si la tal Fernández de la Vega es la representación de lo que se entiende por socialismo “apaga y vamos”…
Efectivamente, alguien de este foro lleva años diciendo lo mismo, y lo que te rondaré, moreno :
“”Como diría alguno en este foro: es que no ha habido ruptura, sino sólo transfusión.””
Y no cambiaré la opinión mientras LOS HECHOS no le demuestren lo contrario. Y entre los hechos más vergonzosos de lo que llaman PSOE está, precisamente, el Concordato con la santa Sede y la no menos vergonzosa actuación de los varones ” socialistas” presentándose a canonizaciones de fascistas. ( y lo hacen a gastos pagos, oiga, lo mismo que las reuniones de papólatras en Madrid.)
Y no voy a quitar importancia a la intención de tu mensaje. Me parece haber entendido que aquí ( en el propio Atrio que nos ocupa) hay demasiados-as contertulios que se rasgan las vestiduras ante las incongruencias de la ICAR; pero no dejan la ICAR ni aunque les echen agua hirviendo para que se vayan.
Y no llegaremos a ningún puerto desde la premisa de ” ni si ni no, sino todo lo contrario”.
Te tengo que invitar a una cerveza, Javier, en premio al mensaje que has mandado y por el gustazo de tomarme un cerveza con quien llama al pan, pan y al vino ” ardua”
Marga Durán,
Suele decir la sabiduría popular, cuando varias personas se encuentran con un obstáculo perjudicial e inamovible, instalado como una montaña de roca (que a veces es la propia Iglesia) y que obstruye el buen camino: “con la Iglesia hemos topado”.
Significa como bien sabes que no hay nada que hacer.
El dicho popular se refiere a la Iglesia del título del post, a la que el autor pretende decir (que digamos) adiós, aunque supongo que bien sabe el autor que se la seguirá encontrando inamovible por doquier el resto de su vida (de la del autor, me refiero).
Tú quieres, no sólo decir adiós a la ICR, sino además que nos la vayamos quitando de en medio, para que nos deje a todos vivir en libertad el mensaje de Jesús: para lo cual efectivamente es necesario entre otras cosas suprimir el Concordato (que ya camufló este nombre cambiándolo para que todo siguiera igual). Pero con ‘la Iglesia’, con la ICR, hemos topado, Marga.
Una vez que en España la derecha, junto con la ICR, hicieron y ganaron la guerra y la dictadura católicas, en España sólo hemos conseguido tener gobiernos de derechas que hagan economía-política de derechas, los cuales unas veces se denominan socialistas y otras populares, de la llamada democracia cristiana.
Como diría alguno en este foro: es que no ha habido ruptura, sino sólo transfusión.
El gobierno socialista ha mostrado reiteradamente su entera sumisión a la ICR, entre otras cosas porque tiene muchos votos de personas católicas: de forma que ni por asomo ha tratado de tocar el Concordato católico.
Si los socialistas volvieran a ganar las próximas elecciones, nada hace pensar que puedan, ni siquiera que quieran y se propongan, suprimir el Concordato; y si no las ganan, ganarán los del católico Rajoy, como prevén las encuestas, y entonces menos aún van a suprimir el Concordato, pues la ICR es lobby político al servicio del PP, siendo sus intereses políticos y económicos los mismos, coincidentes.
El negocio católico está firmemente instalado en lo que hoy es España; esto ya se evidenciaba en la época de los llamados Reyes Católicos, cuando se adueñaron de lo que es hoy América latina para evangelizarla, y traían los galeones cargados de oro a España; el Concordato no es más que un botón de muestra de lo firmemente arraigado que está el negocio católico en España.
Una cosa es proclamar en el foro el adiós a la Iglesia del título del post, y otra muy distinta es intentar que esa Iglesia se vaya de nuestras vidas ciudadanas en España.
Entiendo que el adiós del título del post ni siquiera propone dejar de reconocer la legitimidad de la jerarquía católica, que no es elegida por el pueblo, sino por el dictador del Estado Vaticano.
No va más lejos que un adiós interno, a lo sumo en la vida privada, en la propia conciencia de cada uno, a lo sumo en la intimidad de los más cercanos, para la galería interna: pero sin pretender una ruptura dentro de la estructura de la Iglesia del título del post.
Lo cual no inquieta a los dirigentes jerarcas católicos, sino que les permite mostrar su poder sobre los disidentes católicos.
Es decir, que si Ratzinger pone a dedo como Obispo en San Sebastián a Munilla o en Bilbao a Iceta, es compatible ese ‘adiós a la Iglesia’ con seguir reconociendo a estos personajes como auténticos sucesores de los apóstoles, tanto al llamado Papa que los pone a dedo, como a los llamados Obispos que se prestan a ello robando la necesaria intervención del pueblo.
Ya que veo que somos muchos los agnósticos de buena fe, y por eso me gustaría indicar algo que me lleva dando guerra hace mucho tiempo. Me gustaría que agnósticos y creyentes leyeran el disparate anticristiano que es el Concordato con la Santa Sede, que se firmó el año 1953, en pleno nacional catolicismo.
Hay quienes dicen que el concordato no se puede denunciar, o sea decir que no se quiere en España aplicar ese documento.
Pero también son muchos, creyentes o no, los que deseamos que un texto de hace casi 60 años, profundamente conservador y retrógado desaparezca de España y del Vaticano.
Todo es cuestión de ponerse manos a la obra.
¿Alguien se anima? Aquí estamos muchos, esperándoos.
Marga Durán
Totalmente cierto Rodrigo:
– “Si en algo han insistido los principales promotores de la Teología de la Liberación es precisamente en negar lo que afirma este artículo: que sean o pretendan ser una iglesia paralela.“-
A veces parece que “examináis” con lupa cada letra de algunos art.
Quizá en mi ingenuidad… me quedo en el fondo de la información, el resto es, lo que siente y piensa la persona que escribe.
Otro pensamiento también válido es:
¿Seguimos a una iglesia? Personalmente, lo que he ido aprendiendo, comprendiendo con los años (y arrastro un montón) es, que quien me motiva desde mi niñez es, el Mensaje que Jesús de Nazaret sembró en su corta vida pública.
Él, no fundó ninguna iglesia, ofreció una manera novedosa de vivir.
Crecí en esta iglesia… y aunque a muchas personas les moleste e irrite; personalmente y de todo corazón:
“Agradezco a tantas personas íntegras, buenas, generosas, solidarias… que desde ella me ayudaron a crecer, sabiendo separar el grano de la paja”.
Y seguir caminando desde la experiencia personal, optando por lo que a mi persona le parece importante en el camino de mi vida.
Y esto es: un deseo imparable de trabajar en favor de un mundo más justo, siempre del lado de los que sufren; que son siempre y sistemáticamente ninguneados en todas partes de este mundo verdaderamente egoísta y cruel, en un porcentaje demasiado elevado de personas que solo se miran su propio ombligo.
No quiero, ni lo intento formar nada de nada; intento querer con todo mi ser, a cuantas personas pasan por mi vida estén lejos o cerca; y ahí no hay discriminaciones sobre sus creencias.
Para mí, son personas cada una de ellas con su propio equipaje, que siempre me regalan con generosidad su saber, querer, hacer… comparándolo con lo que yo puedo entregarles… ni tiene color.
mª pilar
Aconsejo que se lea el libro de Pagola si no se ha leído. El capítulo 8 se titula: “Amigo de la mujer.En él se tratan las siguientes cuestiones: La condición de la mujer judia; amigo de las últimas; rompiendo esquemas; una mirada diferente; un espacio sin dominación masculina; discípulas de Jesús y su mejor amiga.
Cierto que en la Iglesia hay que cambiar mucho respecto a la perspectiva de género; de hecho, hay gente, teólogas, militantes y miembros de movimientos sociales y obreros cristianos que se esfuerzan por un cambio de mentalidad, aunque la jerarquía parece no enterarse.
En filosofía y teología, por adherencia de la tradición, se utiliza mucho la palabra “hombre” para referirse genéricamente al ser humano, pero, ante el avance de la antropología, la filosofía feminista y el lenguaje es aconsejable adaptar este último a la visión real y adecuada que se ha de tener de la mujer.
Tod@s podemos hacer mucho en este campo de lucha y transformación social.
Rodrigo Olvera,
Amplía las miras, amigo;
¿Hizo Jesús alguna Iglesia? ¿Hay por lo tanto que hacer otra Iglesia? Yo creo que no se lo planteó, sino que lo que quería era que consiguiéramos traer el Reino de Dios, o sea, el Reino del Amor.
Hay que practicar el mensaje de salvación por el amor que practicó Jesús. Eso es intentar traer el Reino, y eso es lo que hizo Jesús.
¿Cómo me puedes poner a mí como ejemplo de otra Iglesia? Mal ejemplo tendríamos.
Fíjate en mejores ejemplos; los tienes incluso en este foro (sin ánimo exhaustivo se ocurren a bote pronto MAR Medina, Maite Lesmes, Sergio Zalba, Luis Troyano, Pepe Sala, Carmen Hernández Almendralejo, Pilar García, Celso Alcaina, Antonio Duato, Honorio Cadarso, José María Castillo, Juan José Tamayo, …etc. etc.)
Un peligro es querer contar con la enorme influencia que hoy tiene la Iglesia a la que el título del post propone que digamos adiós.
La influencia de la Iglesia del título del post, el tremendo poder de la ICR, es fascinante, seduce, nos tienta a intentar contar con esa enorme influencia que hoy llega a tantísimas personas de buena voluntad …
Me recuerda al poder de hacer que las piedras se conviertan en pan. (Bueno, en mucho de lo que digo estaré equivocado, como tantas veces; pero no sé en qué)
Saludos cordiales
Cada día voy comprobando mejor por la experiencia propia y por la que percibo de los demás, lo acertada, práctica, conveniente y efectiva que es la recomendación del apóstol Pedro sobre que hay que entender lo complicado del NT, por lo más claro que se recoge propuesto por Jesús, y no al revés.
Y muchas cosas hay de cuya claridad, como repetía el amigo Tomás Malagón, parece proceder su máxima dificultad para ser entendidas y, sobre todo practicadas por quienes fuimos por Jesús considerados :”LOS EXCULPABLES, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”.
Algunas de estas cosas son:
1) -Considerar a DIOS como PADRE ÚNICO para confiar filialmente en ÉL; y considerarlo de verdad NUESTRO y no mió o de los míos=nuestros, para VIVIR LA HERMANDAD UNIVERSAL HUMANA.
2)-Sacar conclusiones teórico-prácticas de esto: “.CONOCERÁN QUE SOIS DISCÍPULOS MÍOS EN QUE OS AMAIS UNOS A TROS.”
3) Respecto a nuestras relaciones interpersonales, comunitaria, asamblearias(=eclesiales?) esta clara promesa de Jesús: “DONDE DOS O MÁS SE REUNAN EN MI NOMBRE, ALLÍ ESTOY YO EN MEDIO DE ELL*S.”
4) ” Lo qué el PADRE esconde a sabios y entendidos, SE LO REVELA A LA GENTE SENCILLA, porque así LE parece bién.”
Y 5) “-Esto os mando ( sin que se pueda cumplir como mandado): QUE OS AMÉIS COMO YO OS AMO.”
Desde estos cinco ángulos,( clarísimos focos), hay muchos más como en la física cuántica: ¿A qué se llega cuando repetimos en El Credo: -” CREO, o CREEMOS, EN LA IGLESIA y lo queramos hacer VIDA PRÁCTICA?
Hola!
Aprovecho lo de Olvera para remarcar que:
1.- del 21 al 25 de setiembre (la semana que viene) se realiza la Asamblea de la Federación Latinoamericana “Sacerdotes casados; por la renovación de los ministerios“.
2.- se realiza en la casa de Clelia-Jerónimo Podestá (Av Gaona en Buenos Aires)
3.- Ya mañana sábado empiezan a llegar de Méjico.
El 21 estarán de Ecuador (presidencia dejante), Brasil, Paraguay, Chile, ¿Perú?, …(de España estaban por venir, pero creo que hay problemas de salud)
4.- La mayoría se alojará en casas de Cumpas (tal vez me toque algún Ecuatoriano, aunque vivo bastante lejos -60 km.- y el viaje a Bs. As no es fácil por el atascamiento de vehículos)
5.- Las comidas (almuerzo y cena) está calculada en 15 dólares estadounidenses por persona/día gracias a las hijas de Clelia Luro y demás parientes. Todo terminará con un buen asadito el sábado a la noche, con carne traída de campo (creo que casi gratis).
6.- se habrán de elegir las Autoridades para el próximo período.
7.- un día y medio se dedicará a escuchar las realidades de cada lugar-país.
8.- tal vez surja la idea de trabajar ponencias para arrimar a los Obispos que hayan de participar en el Sinodo 2012 convocado por Roma.
9.- en fin, ¡veremos!
……………
Lo que re-marco es lo final de Rodrigo:
– “Si en algo han insistido los principales promotores de la Teología de la Liberación es precisamente en negar lo que afirma este artículo: que sean o pretendan ser una iglesia paralela.“-
¡Vamos todavía! – Oscar.
Como habéis señalado ya y muy bien, el que el autor de este artículo sólo mencione a curas y hombres, es muy significativo. Yo conocí y conozco personalmente a casi todos los mencionados aquí, los admiro y los quiero, y no le quito nada a su persona y su trayectoria, pero eso no quita el que si este señor se ha fijado sólo en curas y en hombres, por lo visto es que esa es la cara de la Iglesia. Quizá el autor lo haya hecho sin darse cuenta, pero su subconsciente “canta” y, al mismo tiempo se involucra en el mismo esquema eclesiástico sin mencionar a las mujeres, como si no existiesen en la Iglesia, como si la Iglesia fuese sólo cosa de hombres.
Cuánta responsabilidad tiene la jerarquía eclesiástica al poner siempre a las mujeres en segundo lugar, haciéndolas invisibles, como siempre ha ocurrido en todos los ámbitos de la sociedad a lo largo de la historia. Con la diferencia de que el fundador de la Iglesia nos dejó su mensaje sobre las mujeres, y las primeras comunidades así lo recogieron y las mujeres cristianas actuaron en igualdad con los hombres como el rostro del movimiento de Jesús.
Y aunque esto no hubiese sido así, al igual que la sociedad actual sin haber tomado como referente a Jesús el Galileo, sí ha tomado como referente el sentido común y ha tenido en cuenta la lucha de las mujeres porque se nos trate como iguales. El que los dirigentes, legisladores, responsables de la comunidad sigan siendo hombres en la Iglesia, está indicando su anclaje en el anacronismo, en la injusticia contra las mujeres y en el sinsentido. Y si las mujeres somos mayoría en la Iglesia y se las sigue marginando, esa será su sentencia de muerte, pues como alguien propuso una vez en atrio, si las mujeres hiciésemos huelga en los templos, los curas se iban a quedar solos.
Hola Rodrigo!
¡Excelente!
Saco fotocopia y la firmo.
¡Vamos todavía! – Oscar.
Pero incluso, no les veo a ellos pretendiendo ser ni hacer “otra iglesia”
No fui claro. No los veo pretendiendo ser ni hacer otra iglesia, no porque crea que quieren permanecer en la iglesia oficial, lo cual sabemos de sobra que no es así. La impresión que tengo es que rechazarían toda iglesia, así sea “otra”.
Si, es muy sintomático lo que se dice, y aún más lo que no se dice. A quien se nombra, y aún más a quien no se nombra.
Está por supuesto el tema de género, que con toda razón se viene señalando.
Está el tema clerical, que con toda razón se viene señalando.
Pero hay más.
Está el tema “teológico”. Concentrar la mirada (distorsionando lo que se ve) en los profesionales de la ciencia teológica. Recuerdo una entrevista que le hicieron a Arturo Lona (felizmente desconocido incluso de espacios como Atrio, pero amado por las comunidades pobres de Oaxaca). Le preguntaban si él era Teólogo de la Liberación. Y el se negó a aceptar esa etiqueta. El -dijo- lo único que pretendía ser era un pastor que camina en medio del pueblo mientras el pueblo se libera a sí mismo. El caminaba la liberación, no hacía teología de ella.
Pero hay más. ¿Alguien ha notado que ninguno de estos ejemplos de esa supuesta “otra iglesia” que no es la “iglesia oficial” ha salido ni roto con la “iglesia oficial”?. Ni siquiera Boff.
Es que eso de que “iglesia oficial” son todos los que no actúan como yo creo, y todos los que actúan como yo creo (aunque no salgan de la iglesia oficial) son “otra iglesia”, además de profundamente dualista y maniqueo… es simplemente mitológico.
Para mí, ejemplos de gente que está en otra iglesia que no es la oficial, serían por ejemplo Javier Renobales o Juan Luis Herrero. Pero incluso, no les veo a ellos pretendiendo ser ni hacer “otra iglesia”.
Lo que parece interesante, a mí, es esta incapacidad de aceptar la pluralidad. Tiene que apuntarse a un esquema de dos iglesias, y no a un esquema de una iglesia diversa y contradictoria. Que creo que (al menos en el caso de los ejemplos escogidos) se acerca más al fenómeno que se experimenta. Si en algo han insistido los principales promotores de la Teología de la Liberación es precisamente en negar lo que afirma este artículo: que sean o pretendan ser una iglesia paralela.
“La casualidad, o la Providencia, quisieron que aquel día él (Jon Sobrino) estuviese dando una conferencia en el extranjero” Eso se afirma en el post.
Es claro que, si fue la llamada Providencia la que intervino en el mundo para hacer que Jon Sobrino aquel día estuviera dando una conferencia en el extranjero, fue también la misma Providencia la que intervino igualmente para que la inocente niña Celina de 15 años, su madre, Ellacu y los demás curas asesinados estuvieran frente al cañón de las armas de los asesinos, cuando estos las dispararon, acribillándolos a todos menos a Sobrino que no estaba
(Pensamiento automático que nos han metido en el lavado de cerebro desde que éramos muy pequeños: gracias a Dios no estaba Sobrino. Pero ¿fue gracias a Dios por lo que no estaba Sobrino? No, claro que no, Dios no tuvo nada que ver).
Es pensamiento mágico atribuir a la intervención de una imaginaria llamada Providencia (a Dios) unas acciones, las que que benefician a unos, y no lo que perjudica a tantísimos, como un tsunami o un cáncer o la pederastia de un cura o la violación de una monja por un cura … etc. etc.
Si la imaginaria Providencia tuvo -que no lo tuvo- poder para hacer que Jon Sobrino estuviera de viaje cuando llegaron los asesinos frente a los que fueron asesinados por ellos, también tuvo poder para hacer que los asesinados no estuvieran frente a los asesinos cuando estos los encontraron y asesinaron: y la famosa imaginaria Providencia no lo impidió, no lo quiso impedir, podía impedirlo pero no le dio la gana de impedir que fueran asesinados.
Lo mismo que tampoco le dio la gana a la famosa providencia de impedir que el tsunami matara a cientos de miles de personas la última vez que lo hizo … y así con todo lo malo que existe en nuestro mundo cruel, que es tantísimo.
Conclusión: digamos adiós –hace mucho tiempo que había que haberle dicho adiós a esa Iglesia, pero nunca es tarde …- no sólo a ‘la Iglesia’ (como reza el título del post) sino también digamos adiós a todo pensamiento mágico, pues éste pensamiento mágico indefectiblemente engaña al personal; y además lo engaña en beneficio del poder eclesial, pues es utilizado por esa Iglesia para afianzar y aumentar su poder.
Por ejemplo:
– La Providencia, o sea Dios, ha elegido al Papa
– y la Providencia gobierna esa Iglesia …
– y mentiras de ese pelo de las que está llena esa Iglesia: que si el cura tiene poder para hacer que Dios (la Providencia) perdone los pecados del que se va a confesar con el cura, o que si La Providencia asiste e ilumina al Magisterio y al Papa de esa Iglesia para que sean nada menos que infalibles … etc. etc.
Decir adiós al pensamiento mágico es decir adiós a la Iglesia del título del post.
¡¡¡De acuerdo!!!
Y “confirmar” porque lo he vivido, que estas personas, han despertado a ese mundo “excluido” y a su lado han caminado y caminan hasta su muerte.
Para nada hay solo curas (sí, reconocer su labor en casi todo el mundo, porque ellos/as han impulsado trabajos que nadie hacía) desde ellos/as, muchas más son las personas de toda raza, que son impulsados por ese deseo de hacer que la justicia brille allá, donde el dolor y la muerte tienen la única palabra.
Estas personas luchan, trabajan, para dar la palabra a los que nadie les da voz y los ningunea sin piedad.
Cada una de ellas, seguirá su camino ¡nuevo! como quiera y desee; pero hay una cosa cierta, su estar ¡nuevo! siempre será mirando el bien del grupo-pueblo-comunidad.
Ahí está la fuerza, que como dice Casaldáliga, algún día:
¡¡¡Se levantarán!!! Y comenzará una nueva manera de vivir y concebir el mundo.
¡Gracias por este art.! Espero y deseo con todas mis fuerzas, que de verdad, algún día sea posible el cambio.
mª pilar
Bueno que decir, y que diga yo sobre ¡solo curas! y solo hombres ¿No? Es curioso que dentro de esa vida de religiosos consagrados sean más mujers que hombres que están dando la vida en paíeses empobrecidos, y sin embargo solo resultan nombrados siempres los mismos.
Y cuando una mujer se pone a nombrar nombra en masculino y lo hace hablando de hombres buenos…
Eso es lo que nos diferencia en tantas ocasiones
Un buen artículo, no tanto por el artículo en sí, sino por ser una especie de muestrario de personas comprometidas con su fe. Saludos de un cristiano desafecto hacia “lo oficial”, admirador de toda este gente que sale en el artículo, pero… que no comulga con el socialismo, sencillamente porque no soy socialista. Que, supongo, también se puede no ser, ¿no?
Uno se queda conmovido ante tanta verdad dicha desde el corazón y la cabeza; ante tanto testimonio de valentía y generosidad de tantos hombres de bien, y da gracias por haber tenido el privilegio de haber sabido de ellos; y quiere aprender de ellos…
Gracias Carlos por compartir con nosotros tanta verdad.
El artículo muy lindo, pero ¿solamente curas?
el formato eclesial criticado es curacentrico ¿y entonces?,
seguimos a Jesús el Nazareno, campesino, artesano, animador que no fue sacerdote -ni lo quiso ser-, trotamundos, y ahí va, los “estratos sociales eclesiales” no sirven para la comunión -sino son división-, muchas veces caemos en lugares comunes de crítica porque no podemos superar ciertos estados, palabras y hechos que nos permitirán ser libres. Son ideas para pensar.
Conocí personalmente a Juan N. García-Nieto. cuando mis tiempos de militante de la JOC. Lo que tengo que decir de el, es todo bueno, y lo recuerdo con cariño. Un ejemplo de hombre, que es capaz de despreciar una buena posición social, en su entrega a los demás. Vivia en Cornellá, en la “ciudad satelite”, en un piso vulgar en una zona de obreros. Una vara con la que medirnos.
¿y que falta para que los seguidores de jesús cambien este mundo? porque mirad los indignados, sin saber qué quieren, sin saber qué cojones van a hacer, probablemente movidos por algún sector político, van y se tiran a la calle y se organizan y blablabla, ¿que hay de los que dicen ser afines al mensaje de jesús? ¿porqué no demuestran al mundo el amor que son capaces de tenerse mutuamente y así, de una vez por todas demostramos que es mejor vivir amándonos que enfrascados en tantas discusiones, competencias, y reyertas. Mirad que en este mundo globalizado hay quienes se creen que pueden llegar a ser los amos del planeta, y siéndolo dejar en la miseria a tantos miles de millones de humanos como les venga en gana. No necesitamos ningún lider, al menos a mi me basta con jesús de nazaret, ¿cuando empezamos?.
Tienes razón, Mariana, solo curas, qué aburrimiento…Y yo remacho: solo cristianos de toda la vida, qué limitación! Porque en el evangelio del próximo domingo se nos leerá que “los publicanos y las prostitutas nos precederán en el Reino de los cielos”. Y efectivamente, no son todos los que están…pero tampoco están todos los que son. Y muchos han dicho no a la iglesia, como el hijo díscolo, o simplemente viven al margen de ella por miles de razones. Pero todos esos hijos díscolos luego han ido a trabajar a la viña, están construyendo el Reino de Dios por libre. Y el que ha escrito este artículo no se acuerda de ellos. ¿Quién puede dibujar las fronteras verdaderas del Reino de Dios, y decir quiénes están dentro y quiénes fuera? Quién puede definir cuántas prostitutas, como Julia Roberts, la de Pretty Woman, han devuelto a sus semejantes la conciencia de que tienen un corazón y la capacidad de dejarse conducir por él?
Que nada, que salgamos un poco más de la iglesia y de las sacristías y seamos un poco menos meapilas, y nos mezclemos con el populacho, como uno más, y nos sintamos tan miserables y tan capaces de lo más grande como cualquiera de los que nos rodean. Que volvamos al patio de los gentiles, a la plaza pública, al mogollón.
Yo quiero pertenecer a la iglesia:-comunidad de seguidores,- en su intento de hacer posible “el Reino”- que, Jesús de Nazaret, nos enseñó pedir al Abba.
Esta “iglesia”, tiene muy poco que ver con la IGLESIA, Estado del Vaticano.
Sin embargo confío en que unos y otros nos convirtamos, poniendo en práctica lo que El nos enseñó
El arículo es esclarecedor. Cada vez son más los que piensan que otra Iglesia es posible; pero fuera de la Iglesia vaticana. Ésta, por su constitución intrínseca”, es imposible cambiarla. Mejor “dejar que los muertos entierren a los muertos”.
Solo curas.
Qué aburrido.
Tambien lo firmo y no añado nada.
Gracias por este articulo, que difundire.
Solo queda ORAR y marchar, siempre marchar.
SALUD PAZ Y BIEN.