El pasado fin de semana hubo en Francia una concentración de budistas europeos para escuchar a su lider mundial Tenzin Gyatso, el”oceánico” maestro espiritual o dalai lama. Concluyeron las jornadas el lunes 15 con una conferencia a la que acudieron 9.000 personas. Hace tiemppo -María sobre todo- que estábamos siguiendo la organzizazión del evento, para el que se necesitaron voluntarios y medios. Pero todo se hizo sin desmesuras. Y, en vez de mostrar deseo de conectar con los políticos, esta vez Tenzin -que también se puede presentar como “Jefe de Estadoi”- tuvo interés de oir a Stéphane Hessel y hablar con él. Todo un símbolo. Publicamos una crónica que ha traducido para ATRIO Maite Lesmes.
ARMONIA EVIDENTE ENTRE DALAI-LAMA Y STÉPHANE HESSEL, EN TOULOUSE
- El autor de “¡Indignaos¡” fue el invitado de honor del dignatario tibetano, que impartió una conferencia abierta sobre el “arte de la felicidad”.
Stéphane Thépot, corresponsal en Toulouse. Le Monde, 17-08-2011.
Procedente de Dordogne, una pareja almuerza en el aparcamiento del Zénith de Toulouse mientras espera que la oleada de coches se disperse. Llevan matrícula de toda la región, pero también de España y Suiza…
Son las 17h30 de este 15 de agosto y el dalai-lama acaba de terminar su largo fin de semana en Francia con una conferencia abierta, congratulándose por la asistencia de miles de personas “a pesar de las vacaciones”.
A diferencia de las dos primeras jornadas, más centradas en una enseñanza espiritual dirigida a budistas franceses, la conferencia sobre el “arte de la felicidad” estaba orientada al gran público.
Asistieron cerca de 9.000 personas. La mayor sala de espectáculos de Toulouse (7.000 plazas) colgaba el cartel de completo desde abril, según los organizadores, que habían montado una gran carpa donde cerca de 2.000 personas pudieron seguir el encuentro en una pantalla gigante, con Stéphane Hessel como “estrella invitada”. El antiguo diplomático francés, autor de “¡Indignaos¡”
habló poco enToulouse, lo hizo para desear que “se mezclen las sabidurías oriental y occidental”.
Los dos hombres multiplicaron sus muestras de afecto en público y el dalai-lama hizo referencia a su invitado, en varias ocasiones, durante su discurso.
“Indignarse contra la injusticia, ¿no es una prueba de compasión?”, dijo vivamente. También celebró la salud de este nonagenario “que anda sin bastón”, prueba de su “bondad altruista”, una de las claves, a sus ojos, de “serenidad interior”.
Ocurrencias y bromas.
Invitado por la representación del Tibet en el exilio en París, tras el éxito de su fascículo traducido en todo el mundo y del que se ha vendido un millón de ejemplares, Stéphane Hessel pudo conversar treinta minutos cara a cara con el dalai-lama antes de la conferencia. Los dos hombres abordaron de modo especial la situación política en Tíbet, según reveló el antiguo diplomático a France 3 midi-Pyrénées.
La conferencia del dalai-lama, que habló en inglés, fue traducida también al lenguaje de signos. En varias ocasiones el público anglófono no esperó a la traducción al francés del monje Mathieu Ricard
para reir o aplaudir las ocurrencias y bromas que dan al discurso del líder espiritual de los tibetanos su toque inconfundible de buena persona. “Este chal es una costumbre india que ha sido fabricado en China y lleva caracteres tibetanos”, señala de pronto el dalai-lama mientras pasa la tela blanca por el cuello de Stéphane Hessel, símbolo a sus ojos de una “armonía” posible entre los pueblos indio, chino y tibetano.
El dalai-lama expresó el deseo de que el s. XXI sea el “siglo del diálogo”, tras los conflictos que marcaron el s. XX. Mezcló importantes consideraciones políticas con pequeños consejos a sus “amigos”; sin embargo, afirmó que un “mundo mejor no caerá del cielo: tenemos que actuar”. Stéphane Hessel asintió apretándole prolongadamente la mano mientras sus palabras eran traducidas.
Llegado con su silla plegable para escuchar al dalai-lama, Jacques, un vecino de Toulouse que confiesa no agradarle demasiado las religiones, dice haber sido conquistado por el carisma de este “sabio” y por el ambiente de la conferencia, tan diferente de una misa a la occidental.
La pareja de excursionistas, habitual en los templos budistas de Dordogne, valoró que el líder espiritual consiga la “unanimidad” de las numerosas escuelas de lamas que se reclaman del budismo tibetano. “Viene a ser como ocurre entre los católicos con los franciscanos, dominicos, etc”, tratan de explicar para justificar la cantidad de stands de diferentes “linajes” que esperaban al público a la salida del Zénith.
¡Gracias Maite! eres un cielo.
Esto tiene otro color… sencillez, sin pompas ni montajes extraños.
Me alegra el encuentro de estos dos hombres.
mª pilar
Me parece una muestra de libertad la concentración de los budistas en mi país Francia, allí nadie les ha criticado por su concentración, ni por la presencia de un lider religioso y politico cuanto menos tan medieval como el pontifice romano, que según los datos estadisticos que ofrece la S.S.F. fue inferior a los cuatro mil asistentes.
Yo defiendo este acto, como defiendo el acto de la JMJ en Madrid, sin entrar a valorar al personaje y lo que representa. Afortunadamente el Tibet se liberó de la exclavitud al Dalai Lama y de su influencia religiosa, sin duda no es un buen ejemplo para exponer aquí y para confrontar con el pontifice romano, la verdad que es dificil elegir por lo que ambos representan: intolerancia, servidumbre, misoginia, pero creo que en justicia es más abierto el régimen vaticano.