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Ante todo, no molestar al Papa

El Vaticano y los obispos articulan sus relaciones con España de Estado a Estado – Las asociaciones laicas piden que el Gobierno evite participar en el boato católico

JUAN G. BEDOYA – Santander – El País – 14/08/2011.

Unos 40.000 jóvenes de todo el mundo asistieron ayer en el Fòrum de Barcelona a una misa celebrada por el arzobispo de la ciudad, Lluís Martínez Sistach, preparatoria de los actos de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid del 16 al 21 de agosto.

Banderas del Estado vaticano ondean ya por las calles de Madrid, enarboladas por jóvenes de todo el mundo. Vienen para participar en una fiesta religiosa convocada por Benedicto XVI en julio de 2008 en Sydney, al final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada ese mes en Australia. Según los organizadores, los viajeros (más de un millón y mayoría de chicas, según cálculos oficiales) tienen una edad media de 22 años. Más de la mitad (58%) cuenta con estudios universitarios y el 73% viene a España por primera vez. Casi el 48% son estudiantes, el 40% trabaja y solo un 6% está en paro. Uno de cada 10 ya se ha casado. El 55% vive con sus padres. La mitad va a alojarse en polideportivos, colegios y albergues públicos (22%), en salones parroquiales (13%) o en casas de familias católicas (12%). El reclamo de su viaje no es turístico. Quieren aclamar al Papa de Roma, su único líder y guía. Por eso exhiben banderas del Estado de la Santa Sede, del que Benedicto XVI es monarca absoluto.


Aunque la visita es pastoral, el Pontífice recibirá honores políticos

En nueve discursos repasará lo que considera ataques a su confesión

En noviembre pasado comparó la situación actual con la de la República

La prensa católica afeó a Zapatero que no asistiera a una misa

Pese a que viene en visita pastoral y tiene una agenda religiosa (misas, sermones, un viacrucis y una clausura espectacular en la base militar de Cuatro Vientos), el Papa va a ser recibido con honores de jefe de Estado por los Reyes, a los que visitará más tarde en el palacio de la Zarzuela. El presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, acudirá a agasajarle en la nunciatura (embajada) del Vaticano, un coqueto palacio con generoso jardín en el norte de la capital.

El Gobierno desearía que el Papa limitase su actividad a la faceta evangelizadora -lo ha expresado en voz alta el ministro Jáuregui-, pero Benedicto XVI tiene previsto repasar en sus sermones los problemas a los que se enfrenta su confesión en España. Pronunciará nueve en cuatro días y execrará del laicismo y el relativismo de la sociedad española. También respaldará el resistente combate de los obispos contra varias leyes promovidas por Zapatero. Es la consecuencia de un principio que viene de lejos, según el cual Benedicto XVI y los obispos articulan sus relaciones en España de Estado a Estado y de poder a poder.

Por primera vez en la historia, decenas de prelados, liderados por el cardenal Antonio María Rouco, han salido a la calle en manifestación contra alguna de esas leyes, lo que irritó sobremanera al Ejecutivo y escandalizó a buena parte de la opinión pública. Centenar y medio de organizaciones laicas o ateas, además de Redes Cristianas, el Foro de Curas y la Asociación de Teólogos Juan XXIII, se manifestarán el miércoles para expresar su rechazo a esas injerencias del Estado vaticano y para reprochar al Gobierno el que se haya implicado con entusiasmo en apoyo, incluso económico, de la JMJ y de la visita del Papa. Su lema es De mis impuestos al Papa cero. Por un Estado laico. Apuestan “por la democracia y por las libertades, por la laicidad de las instituciones y por la eliminación de los privilegios jurídicos, simbólicos, políticos, fiscales, tributarios y económicos de los que goza la Iglesia católica oficial en España”.

El primado de Toledo, arzobispo Braulio Rodríguez, ha llamado “paletos” a quienes expresan esos reproches, afirmando que tal actitud no ocurre en “ninguna otra parte”. “Practican una laicidad radical y un secularismo peligroso para la moral”, sostuvo. Incluso el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, ha ahondado las descalificaciones. Los convocantes de la manifestación son unos “parásitos”, proclamó el viernes. Ayer le han replicado los organizadores. “Una parte importante de la jerarquía católica actúa con una preocupante soberbia (por cierto, pecado en su doctrina) que puede constituir, en algunas circunstancias, presuntos delitos por difamación. Además, algunas de las declaraciones pueden incitar a actos violentos de grupos fundamentalistas” dicen. Han enviado a la Fiscalía “esas peligrosas opiniones”.

Los movilizados por la laicidad del Estado exigen “a autoridades y responsables políticos” que les representen “independientemente de las creencias y convicciones individuales” y que eviten o no participen “en ceremonias y boatos estrictamente católicos en donde se llama a la intolerancia y al incumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de leyes aprobadas por el Parlamento”.

Benedicto XVI, elegido papa en abril de 2005 cuando acababa de cumplir 78 años, viene por tercera vez a España. Estuvo en 2006 en Valencia para clausurar una jornada mundial de familias (la financiación pública de aquella visita está en los juzgados, enrarecida por el escándalo del caso Gürtel), y volvió en noviembre pasado como peregrino a Santiago de Compostela y Barcelona. Este viaje estuvo precedido de unas declaraciones en el avión que le traía a España, un país que, según el líder del catolicismo, vive un “anticlericalismo agresivo” y en un ambiente social casi prebélico. Lo explicitó asimilando la situación actual con la de la II República (1931-1936), a la que la mayoría de la jerarquía católica combatió con saña desde el principio, hasta bendecir como “cruzada” la criminal guerra de los militares alzados contra ella.

El Gobierno mostró entonces su extrañeza por la comparación, pero evitó la controversia. Pese a todo, cuando el Papa llegaba a Santiago, Zapatero estaba en Afganistán. La prensa católica le afeó incluso que no asistiese a la misa que se celebró en Barcelona. Finalmente, el presidente viajó allí para despedir al Pontífice. No se han producido desde noviembre desencuentros graves entre el poder político y la Iglesia católica. Ni siquiera ha habido ocasión, porque el Ejecutivo ha renunciado a varias promesas electorales firmes, como la de legalizar la eutanasia y reformar la ley de libertad religiosa. Los laicos acusan a Zapatero de haberse dejado “torcer el brazo por el Papa, el cardenal Rouco y el sector más rancio del catolicismo”. El Gobierno calla. Espera que el Papa no eche más leña al fuego estos días. Motivos de conflicto no faltan.

8 comentarios

  • pepe sala

    Evidentemente mi mensaje anterior no debería estar dirigido a Santiago. Disculpas, Santiago por mi confusión.
    ———
    Hace mucho que no os cuento una historiuca. Vaya ésta en honor a la visita del Papa y cada lector ( quien consiga leerla entera) realice un pequeño ejercicio de imaginación y cambie los personajes como mejor entienda. Mi intención es molestar al Papa y será muy sencillo entender la parábola. Lo que cuento es absolutamente real. Vamos allá:
    ——-
     
    La supervivencia se complicaba cada día más en nuestra familia ( quedábamos 9 hijos en casa de los 12 que la componían, además de los padres, el perro, la burra , las ratas y las pulgas). El invento del plástico fue una ruina para el oficio de nuestro padre y era verdaderamente difícil conseguir vivir con un mínimo de estabilidad económica. Bueno todo se supera …
     
    Como en cualquier familia de la época franquista, siempre había la ” familia pobre” y la ” familia pudiente”. En todos los casos, la familia pudiente era católica, apostólica, romana y la otra …puede que fuese cristiana?¿?¿?¿, pero no reconocida como tal.
     
    En el caso que nos ocupa, la familia pudiente vivía en Madrid, y además de ser muy católica era oficial del ejército del aire. ( mis primos siguen la tradición ,jejeje) Mi tio militar había comprado un coche nuevo y le pareció importante venir a Potes a pasárselo por el morro a la familia. No vino sólo, llegó con sus dos retoños y durante tres días nuestra casa abarrotada de angelitos con dientes se atascó aún más si se podía.
     
    No trajeron ni un jodido kilo de garbanzos para hacer el famoso cocidito madrileño. Por las noches era un martirio. En la cama grande ( de 1´35) dormíamos 4 niños y tuvimos que hacer sitio para un 5º.  Mi prima durmió con mi hermanita pequeña en un camastro situado en un hueco que no daría ni para un armario empotrado de los actuales.
     
    Fantasmearon tanto de su coche nuevo, de su modernidad madrileña ( mi tía fumaba en aquellas pipas largas que salían en las películas), de lo bien que estaban los colegios en Madrid, de…. fue insoportable. Recuerdo que mi padre echaba chispas por los ojos y mi madre le frenaba con la mirada para que no soltase lo que estaba pensando. Beuno, pasó el mal trago de aquel fin de semana y, afortunadamente, las pulgas pusieron un poco de Justicia en los intrusos. A nosotros ya nos repetaban más ( las pulgas) porque éramos como de la familia y no gustaban el holor a vinagre que nos dábamos antes de acostarnos.
     
    Mi padre murió  y me traje a toda la familia para Bilbao, donde yo estaba ya trabajando de fontanero. Mis tíos madrileños se enteraron y quisieron saber cómo vivíamos tantos niños a cargo de un adolescente ( yo tenía 18 años) y una viuda pueblerina. Y nos visitaron en Bilbao…. con su cochazo, con su pipa, con sus tonterías y su prepotencia consejera.
     
    Y se encontaron con la horma de su zapato que tan merecido tenían y tanto tiempo había añorado yo:
     
    — Mire usted, tío xxxx, nosotros no necesitamos consejos de nadie y menos aún chulerías de militares. Haga el favor de largarse para Madrid y no vuelvan a aparecer por mi casa. ( obviamente se lo dije sin que estuviese mi madre presente; pero lo entendió perfectamente y hasta el día de hoy no han vuelto a darnos el coñazo ni se les ha vuelto a ocurrir venir a nuestra casa a presumir de su prepotencia de ” familia rica”, católica y consejera, pero sin garbanzos.
     
    Quien sepa entender que entienda….

  • pepe sala

    Hombre, Santiago, me suena que el Padre ( supuestamente, que yo no me lo creo) mandó a su hijo al mundo para  intentar solucionar los problemas de los necesitados y  poner un poco de Justicia en aquel maremagnum de Imperio Romano.
     
    El Hijo se codeaba con toda la chusma social que encontraba a camino y no se le ocurrió entrar en Jerusalem montado en un camello, caballo lujoso o en rápida cuadriga. Entró, según cuantan los estatutos cristianos, montado en un humilde jumento y le aclamaban los más miserables sociales de entonces. Mira a ver quienes le aclaman al Papa y estará perfectamente claro quién evía a Ratzinguer. ( ¿ Será el Banco Mundial, será el grupo Bilderberg, será Botin y las Coplovich, será Berlusconi para que le perdone sus devaneos sexuales con menores, con mayores y con medianas?… vaya usted a saber quien coño envía al derrochador de hábito blanco)
     
    Tampoco Jesucristo fue a zamparse los mejores manjares de la época acompañado de lo más cavernícola del Imperio :  Anás, Caifás, pretorianos a mogollón Pilatos y demás banqueros santanderinos… Parece ser que le pidió el aposento alto a su tio y se lo inundó de currelas, pescadores, barrrenderos y prostitutas.
     
    Nada parecido a lo que hace tu Papa y sus mariachis actualmente. Los pretorianos se encargan de echar a los currelas y las prostitutas de las calles madrileñas para que no molesten a SUSAN Ratzinguer y a sus privilegiados ” hijos espirituales”.
     
    Por lo cual, Santiago, no nos cambies la historia de tus Estatutos y dejemos las cosas como son. El Papa viene a España ( a todas partes donde va) como iban los empreadores romanos, los jefes de la Iglesia de la época de Jesucristo y se junta con quienes jamás se hubiera juntado Jesucristo.  Y vuelvo a repetir que, en el teórico caso de que Jesucristo anduviese por Madrid, sería crucificado nuevamente por LOS MISMOS ( por sus análogos) que le crucificaron en la época del Imperio romano.
     
    Los mismos en los mismos lugares y los pretorianos haciendo exactamente la misma labor que hicieron hace 2000 años. Y Pilatos ( Zapatero) se comporta de forma más vergonzante que el mismísimo Pilatos. A fin de cuantas, Pilatos, se lavó las manos y no quiso apoyar la causa de Anas y Caifás. Zapatero paga incluso los banquetes de semejantes personajes siniestros.
     
    Pongamos las cosas históricas en su justo lugar o, en su defecto, cambien ustedes sus estautos ( Biblia) y escriban nuevos Evangelios . Los que están escritos no apoyan en absoluto el comportamiento del Papa y sus mariachis y los Estatutos políticos que nos deberían gobernar tampoco apoyan los comportamientos de Zapatero y sus pretorianos.
     
    Al pan, pan y al vino ardua

  • Antonio Vicedo

    ¿Y por qué no pedirle a Jesús, más bien, por aquella su INTENCIÓN ENCARGO: “-COMO el Padre me envió, ASÍ os envío yo a vosotros.”?

  • Javier Renobales Scheifler

    Susan Ratzinger (un Jefe de Estado) se saca de la manga el invento de dar indulgencia plenaria a los que vayan a Madrid en los próximos días a aclamarle, al precio de que se confiesen y comulgen, y sobre todo (incluso aunque no puedan viajar a ver al Papa) recen para que se cumplan las intenciones del Papa (ese que se hace llamar SuSantidad, SantoPadre …etc.).
     
    Las intenciones del Papa, no alguna o algunas intenciones sueltas a elegir por el que quiere comprar la indulgencia plenaria, sino todas, las intenciones del Papa.
     
    Las intenciones de semejante Papa son políticas, por ejemplo, que deroguen la ley de plazos del aborto, y la ley que permite el matrimonio de homosexuales, lesbianas … etc.
     
    La derogación de estas leyes, aprobadas democráticamente durante el mandato del PSOE Zapatero, sólo es posible si gana las elecciones el católico PP, para lo cual hay que votar al PP: ergo para querer sinceramente que se cumplan las intenciones del Papa, es necesario votar al PP, que es el único partido que puede derogar estas leyes.
     
    Hay por tanto una evidente relación directa entre manipular a los creyentes católicos con la patraña de las indulgencias plenarias que se arroga poder establecer este Susan con las condiciones que le da la gana poner para la eficacia de sus indulgencias plenarias, y tener que votar al PP para que se cumplan las intenciones de este Papa.
     
    Votar al PSOE iría contra esas intenciones de este Jefe de Estado, pues la victoria electoral del PSOE abortaría cualquier posibilidad de obtener la indulgencia plenaria, ya que el PSOE mantendrá, si gana las elecciones, sus leyes de plazos del aborto y del matrimonio homosexual.
     
    Así que Susan Ratzinger hace campaña política a favor del PP manipulando  a su antojo el invento de sus indulgencias plenarias, para los crédulos votantes que las quieran creer y en contra del PSOE.
     
    Negocio redondo, esta molesta (para los que no queremos las intenciones del Papa) venta de indulgencias plenarias, que rezuma pensamiento mágico por todas partes, pensamiento imprescindible para la doctrina y acción papales.
     
    Saludos cordiales

  • SOL

    Pues a mí también me viene mejor Pepe. Ir a Madrid es una tontería. Además, cuando empiecen a contar, lo harán por piernas y brazos. Calculo que habrá … unos 10 millones en hora punta. No cabemos.

  • pepe blanco

    Ya llega el Gran Machista y no hay que molestarlo. Ya llega el jefe del ¿único? estado que no ha firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos. Y parece ser que no hay que molestarlo, ¿por qué?

    Yo no pienso ir a Madrid a molestarlo. Lo molestaré desde Atrio, que me viene mejor.

  • Lo que no entiendo,.. si viene en visita pastoral ¿a qué recibirle los reyes de España? O una cosa u otra. Pero las dos no casan.

  • Iñaki S:S,

    Hay que empezar por no molestar, si no se quiere ser mo lestado. Al parecer, un ancianito como Benedicto XVI tine bula para saltarse a la torera esta norma.   Así, en unos días vamos a verle  circular entre la multitud, en su flamante “papamovil”. ¿Como no comparar la escena con la entrada triunfal de Jesús de Nazaret, en Jerusalen,  montado en un discreto jumento?. Ante semejante espetáculo surgen algunas preguntas:
    ¿Por qué el Pastor Supremo, el mismo que al parecer instituyó el papado, no eligió un buen caballo o una carroza para desfilar entre los ramos y palmas de una multitud enfervorizada?
    ¿Que nos quiere decir Su preferencia por un “vehículo” como el pollino, probablemente de clase media en aquellos tiempos?.
    ¿Cómo podemos “casar” aquella sencillez del Jefe-Fundador, con el apego a una imagen “transfigurada” al mas puro estilo contastiniano de Su, en teoría, máximo representante actual en la Tierra?.
    ¿Puede encontrarse, en la parafernalia de estos viajes papales, al Dios oculto en el hambriento, sediento, desnudo, enfermo 0 preso, que todos los dias nos importuna en el cantón de la calle o espera impaciente nuestra visita?.
    ¿Cómo evitar el riesgo de perder el camino hacia el Dios oculto en la miseria humana, al ser deslumbrados y cegados por el exceso de luz, tan primermundista y tan poco divina, de estas concentraciones multitudinarias en torno a un Papa triunfante?.