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Democracia sin urnas, urnas sin democracia

El nuevo mapa político que ha diseñado en España el 22-M, con el PP arrasando y el PSOE hundido, ha venido acompañado en el tiempo con la irrupción del 15-M, que sin ninguna duda ha tenido su influencia en los resultados arrojados por las urnas. Una reflexión sobre ambos fenómenos, esta vez con una perspectiva histórica amplia, nos ayudará quizá a hacernos una opinión sobre los recursos y las trampas que ayudan o ponen en peligro una democracia digna de ese nombre.

No sería arriesgado suponer que los que se han movilizado con las ideas y acciones del 15-M participan de una ideología más bien de izquierdas. Tampoco sería arriesgado suponer que la “movida” del 15-M ha podido retraerles a algunos de acercarse a las urnas a emitir su voto.

Es decir, que a efectos de contabilidad a pie de urna, el 15-M ha restado votos a la izquierda o lo que llamamos izquierda o lo que se autodenomina izquierda. Por el contrario, dado que la ideología y objetivos y métodos de acción del 15-M, evidentemente, no son compartidos en absoluto por la derecha, la movida del 15-M no le ha restado ni un solo voto al PP, más bien ha reforzado el valor matemático de los votos de la derecha.

Porque ocurre una cosa. El votante de derechas, hoy como siempre, ha mostrado unas tragaderas enormes ante todos los sapos y culebras de corrupción, pleitos pendientes y demás vergüenzas que amenazaban a los Camps, Fabra, séquito de Esperanza Aguirre y demás. La derecha comulga con ruedas de molino sin inmutarse, lo hemos visto en esta ocasión. Por el contrario, la izquierda no perdona la más mínima ni a sindicatos ni a partidos ni a nadie de los suyos; les niega el voto… Eso también se ha visto en esta ocasión.

De momento, el 15-M se apunta algunos éxitos más bien anecdóticos en batallitas contra la ejecución de hipotecas sobre viviendas por los bancos: un “ruego”  del final del debate de la nación en orden a suavizar la presión sobre los que no pueden pagar sus hipotecas, unas manifestaciones de protesta ante la puesta en marcha de los nuevos Ayuntamientos y Gobiernos autonómicos…y seguramente la conformación de un movimiento de reforma política de gran calado  en sus ambiciones, pero desde luego de muy difícil ejecución.

Porque todo el mundo ha tomado nota y está tomando posiciones ante esa avalancha de reformas que se proponen, y la mayoría de los que detentan el poder, sin duda, están decididos a que aquí “no cambie nada”. A lo más, consentirán un ligero lavado de cara.

Está muy claro. La izquierda ha sufrido una severa derrota en las urnas, QUE SON LAS QUE OTORGAN EL PODER: el de legislar, el de elegir los jueces, el de ejercer la represión policial,  el de manejar los dineros del contribuyente y del estado… Así se explica esa actitud un tanto distante, indiferente, despectiva de la derecha y de los poderes constituidos hacia el 15-M.

Las urnas, ese cajón de cristal que se llena de papeles… Me atrevería a decir que las urnas son un instrumento neutro, todo depende de quién las maneje…

Franco también recurrió a las urnas. En dos ocasiones: la primera para pedir el respaldo del pueblo español en su rechazo a la condena de la ONU. La segunda para ratificar el proyecto de reforma política que incluía en el paquete la llegada de Juan Carlos Primero al trono como sucesor del Dictador.

En ambos casos, Franco obtuvo un SI rotundo que llegó a superar el número de votantes censados. No hubo control democrático sobre el proceso electoral, a los sospechosos se les puso un policía que les siguió desde la mañana hasta la noche para controlar sus pasos. Aún así, uno recuerda que un hijo de fusilado votó en el primer referéndum con un rotundo “NO”, y en el segundo se excedió: “NO Y NO”, escribió en su papeleta. Hay testigos…

Así que, cuando muerto Franco, las urnas volvieron a funcionar bajo unos presupuestos y un protocolo de mayores garantías, la mayoría de los españoles lo celebramos como un gran triunfo de la democracia. Ahora nos damos cuenta de que no era para tanto…

Porque en el momento de la Transición jugábamos con cartas marcadas, la Constitución que se nos propuso se quedaba corta y muy lejos de la República que soñábamos algunos….

Partido Popular, entonces Alianza Popular, opuso una tenaz resistencia a aquella nueva Constitución y procuró recortar al máximo los cambios, pero con el correr del tiempo se ha convertido en el paladín número de esta misma Constitución, que no quiere cambiar en absoluto. Y de estos procesos electorales tan discutibles y discutidos, que tampoco quiere cambiar. Y del famoso bipartidismo, que también gusta a PSOE…

Y en esas estamos. Y se nos anuncia para la próxima primavera otro nuevo proceso electoral que puede ratificar y reforzar el poder absoluto de la derecha española y reducir a la izquierda a su más mínima expresión, si las gentes con mentalidad de izquierdas siguen alimentando esa enfermiza “alergia” a las urnas..

Algunos se lamentan de que el PSOE esté en manos del PP, como un rehén, como un prisionero… y solo le quede la alternativa de recurrir en casos de emergencia a los partidos nacionalistas de derecha, que también son derecha, no nos llamemos a engaño.

¿Pero, qué otra cosa puede hacer el PSOE? Por la más pura lógica  del juego democrático, debe dialogar y debe intentar acuerdos con los que han obtenido el poder que tienen a través de las urnas.

Un crecimiento importante de los partidos más a la izquierda del PSOE como IU, BNG, Iniciativa per Catalunya, Bildu quizá, habría permitido al PSOE crear frentes unidos más a la izquierda. Pero la debacle de la izquierda ha sido general, por lo que parece.

Ya sabemos que la izquierda española, la izquierda europea en su conjunto, no están en su mejor momento. De eso se trata, de intentar ponerla a punto para la próxima confrontación electoral.

Se trata de llegar a las urnas en la mejor situación posible.

Conclusión: Las urnas no son la democracia, son un instrumento tan frágil como indispensable para construir la democracia. Cuando la izquierda reniega de las urnas, por ejemplo en los años 1934, termina aplastada por la derecha. Cuando la izquierda se decide a poner toda la carne en el asador y acude a las urnas como una sola persona, alcanza el poder y se le abren anchas las vías para reformas democráticas. Que por supuesto luego toca defender con uñas y dientes, como se hizo en 1936.

Porque hay que volver a insistir, nunca será suficiente: hacen falta las urnas para mantener viva la democracia, pero las urnas por sí solas no sirven de nada.

Parece ser que los del 15-M, como los de Túnez y Egipto, cuentan con instrumentos de acción y de organización muy modernos a través de Internet y esas otras modernidades. El problema es que los ciudadanos que no usan Internet también votan, y ejercen sobre los resultados electorales un peso importantísimo. Y no tenemos ningún derecho a soslayarlos, a decidir sin contar con sus votos.

58 comentarios

  • Luciano Vazquez Gonzalez

    Rodrigo, que te voy a decir. Que me alegra sobremanera que me leas, aunque no sea  ortodoxa mi escritura, en la definición filosofica de las ideas. Un saludo

  • oscar varela

    Hasta estuve pensando que con  la abolición de la “ñ“,
    nuestro pepe sala se ha llamado a silencio
    porque no es lo mismo
    – “mandar al coGNo”, que
    – “mandar al coÑo” a quienes se lo merecían en sus consideraciones.

    Me ofrezco gratuitamente a ser tal objeto
    pero valdría la pena saber que no le pasa nada malo.

    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!

    No sabía dónde podría poner algún decir,
    que no es un comentario, sino un recuerdo del Cumpa atriero pepe sala,

  • Carmen (Almendralejo)

    ¡Lástimas! Querid*s amig*s… sí ¡lastima! que cuando nos ponemos en marcha sin tener nada cierto ni ganado, y sí mucho perdido por aquello de que no es bueno señalarte en lugares pequeños donde todos nos conocemos, se nos exija a la vez, Realismo ¿Cual? El que llevamos sufriendo y que ellos teniendo la sulucción la han negado, realidad plasmada en cien verdades absolutas…
    No no creo que en dos meses o tres que se lleva en las plazas tengamos que exigir él cien por cien de lo que no les exigimos a quienes llevan gobernando décadas de años.
    En las plazas se trabaja y expone  aquellos trabajos, aprendemos un*s de otr*s y por supuesto la Realidad queda muy sumergida poque en definitiva la mano que mece la cuna está muy protegida por todos los entamentos de estos imperios que nos gobiernan y que están bajo el poder del emperador $ y €

  • ana rodrigo

    Querido Rodrigo, todas las puntualizaciones que haces, y alguna más que se podría hacer, son ciertas. Decirte solamente que, cuando yo hablé de ideologías en el contexto del título del post, se entendía a qué ideologías me refería.

  • Rodrigo Olvera

    Dice Luciano
     
    las personas que hacen el bien, no lo hacen desde una ideología, sino desde su forma de entender la vida
     
    Y que es la ideología sino la forma de entender la vida? Con frecuencia se piensa que ideología se refiere a partidismo político. Pero ideología es mucho más. La misma comprensión de estar por encima de las ideologías políticas es parte de una ideología (apartidismo).
     
     

  • Luciano Vazquez Gonzalez

    Estimado Honorio:

    No puedes echar sobre mis hombros la falta de honestidad de las instituciones y personas que hay en el mundo y que causan mal, como si yo los defendiera. Eso no es veraz.
    Menos me puedes decir, que quien vive en sociedad, tiene que hacer esto o lo otro. ¿Honorio?, que tú no conoces nada de mi vida, como para decirme que debo de hacer, y tampoco sabes lo que hago.
    Si tú crees, que arreglar los problemas de la sociedad, es hacer politica, hemos de entender, según tu criterio,  que todos los politicos, que reciben tal nombre, tienen como misión o deberían esforzarse en hacerlo, independientemente de su ideología.
    Esta discusión no se ha originado al amparo de esta creencia, sino en tus afirmaciones de entender, hoy, como un problema, que la izquierda no tiene un discurso, ni en España, ni en Europa y a poco que cualquiera lea tu articulo, pues se da cuenta que hay una preferencia por la izquierda y una denostación de la derecha.
    Yo he sido más radical que tú, pero menos sectario. Yo no creo, ni en izquierdas, ni en derechas. Y sigo manteniendo que las personas que hacen el bien, no lo hacen desde una ideología, sino desde su forma de entender la vida y en los partidos, como en la sociedad, hay buenas y malas personas, honestas y deshonestas.
    Y decía en un comentario, que el día que yo vea a un politico, afear en publico a otro politico, de su misma cuerda, y el motivo se corresponda con un hecho injusto, ilegal o deshonesto,  creeré en los politicos.
    Y lo siento, pero no puedo aceptar, que los buenos son los de la izquierda, y los malos los de la derecha, por qué ambos, estan interesados en conseguir el poder, para su propia gente.
    Dices que yo digo que hay gente que presenta programas y no los cumple y me traes a colacion a Salvador Allende, Pinochet, Franco y la guerra civil. De esta guerra (in)civil, no voy a hablar, 72 años la contemplan, solamente te pondre un ejemplo reciente.
    I.U. en su programa, insiste en una España Federal. Los militantes de Extremadura, toman una decisión, votada, libre y que debe ser asumida por sus representantes, estos lo asumen y lo ejercen y son expedientados por el Organo Central. Esto no es hablar a humo de pajas, es la realidad de la vida misma.
    De Ortega y Gasset, nada voy a hablar, su obra literaria y su pensamiento filosofico, son reconocidos mundialmente y lo denostarón por igual los unos y los otros.
    En lo que creo que ambos estamos de acuerdo es que: necesitamos muchos y buenos Samaritanos.
    Por cierto, el evangelio cita a dos personas con influencia notable en la sociedad de su tiempo, antes de la llegada de éste, ante el ser humano postrado.
    Paz para todos. 

  • Rodrigo Olvera

    Querida Ana
     
    Si tú dices que los partidos políticos y la democracia moderna son recientes, estoy de acuerdo contigo. Si dices que las ideologías son recientes, no estoy de acuerdo contigo.  Ahora, lo que dijiste originalmente no fue que los partidos políticos y la democracia moderna son recientes, dijiste esto de las ideologías son cosas muy recientes en la historia. Ahora, si al decir ideologías querías decir partidos organizados por ideologías, creo que no pasa nada en reconocer que faltó precisión.
     
    Te parece que es rizar el rizo. Pero en realidad no lo es en mi opinión. Porque la escuela de Frankfort ha puesto muy en claro lo fundamental que es estudiar, comprender y evidenciar la lucha ideológica y los mecanismos de la misma, para el cambio social.  Y esto incluye el superar la identificación partido político-ideología.
     
    Si, en los siglos XVIII y XIX, las ideologías hegemónicas se organizaron en partidos políticos. Por la pertenecencia a un partido,podías conocer la ideología de una persona. Y conociendo la ideología de una persona podías saber a qué partido pertenecía.  Pero esto hace mucho que ha dejado de ser así. Ya Max Weber hablaba a principios del siglo XX del proceso de burocratización, incluyendo no sólo al gobierno sino a los partidos.  Y Gramsci centró su trabajo en la lucha ideológica. Y desde otra ideología lo ha hecho Habermas.
     
    Pensarás que es rizar el rizo. Pero justamente esta falsa identificación partido político – ideología explica la “venda” que hace que tantas personas sientan resistencia a las críticas al PSOE. Puesto que soy de ideología de izquierda, la identificación partido-ideología implica que debo mantener la pertenencia al Partido de ideología de izquierda, por más que la práctica concreta de la burocracia del partido no esté guiada por las distinciones ideológicas que se supone exixsten entre PSOE y PP.  Pero es que la relación partido-ideología ya no es como en la revolución industrial.  Ahí está toda la experiencia (desastroza para la izquierda) de la Tercera Vía de Giddens.
     
    Dentro de la lucha ideológica actual, está la premisa de que la única vía de acción política es la vía electoral-partidista.  La expresas muy bien cuando dices  Pero si no vamos a votar, de qué nos sirve quejarnos. Los problemas se resuelven en el Parlamento, y la calle sirve para presionar y decirles a la clase política qué es lo que no funciona.  Ese es un debate muy amplio en la ciencia política. La experiencia zapatista y de los movimientos indígenas latinoamericanos en general muestra que la vía electoral-partidista no es la única vá de acción política. Y no hablo de la acción armada. Hablo de las experiencias de autogestión comunitaria al margen de la acción electoral-partidista. Las comunidades zapatistas han visto incrementar el nivel de vida y de participación política en la comunidad, desde que decidieron dejar de intentar de obtener el reconocimiento legal de sus derechos a través de na reforma en el Congreso, y se decidieron a EJERCER sus derechos al margen del sistema político.
     
    Habría mucho que decir. Pero ya sé que me he pasado tres pueblos, para las posibilidades de una entrada de blog.
     
    Saludos cariñosos